domingo, 2 de noviembre de 2008

Recordando a Celia Hart



Celia llegó a Kaos gracias a Carlos Vicente, nuestro genio cibernético, ese al cual nunca veis en pantalla pero que está muy pero que muy presente. “¿Hacemos colaboradora a Celia?”, nos dijo en algún momento de septiembre de 2007. “Dale”, le debí responder. La verdad es que no sé o no recuerdo como la contactó.
Se integró muy rápido en la web y creo que se sintió a gusto a lo largo de todo el año que colaboró en ella. “Me están convirtiendo en una niña mimada” dijo en más de una ocasión.
Nuestra niña mimada fue la que propuso declarar el 27 de octubre Día de la prensa alternativa y la contrainformación para conmemorar el aniversario del asesinato de Bradley Roland Will, o dar más seguimiento a la información de la Nación Mapuche. También fue quien nos propuso varios de los comunicados de solidaridad que han aparecido firmados por Kaos como colectivo.
Recuerdo su reciente disputa con Heinz Dieterich durante el pasado diciembre sobre el referéndum venezolano. Fue una discusión interesante- mi opinión sobre la misma no interesa ahora- y me agradó comprobar como esta web además de una tribuna es también un ágora de debate. Alguna vez me ha preguntado algún/alguna lector/lectora que cómo es posible que convivamos en una misma web libertarios, comunistas troskos, feministas, anarquistas y un largo etcétera sin tener excesivos agarrones. La respuesta es sencilla: cuando lees un periódico, no te tienen que gustar todas las noticias que aparecen en él pero ahí están.
En verdad Celia nunca evitó la polémica y fue coherente en sus ideas, con las que se podrá o no estar de acuerdo pero que sin duda estaban mucho más razonadas que las de un gran número de sus detractores. Se nos despidió no mordiéndose la lengua acerca de Daniel Ortega.
No tuve oportunidad de conocer en persona a Celia, sin embargo me escribió varias veces, incluso, para sonrojo propio, me citó cuando escribió su artículo del pasado Primero de Mayo. Con una mano me llamaba estalino cuando me quería regañar y con otra me llamaba “comandante Raúl (Calvo que no Castro)” y me decía que le diera alguna orden para ver sobre qué escribía. En forma más castiza: que le diéramos caña para que se animara a agarrar la pluma o a hacer algo.
Entre las anécdotas, me viene a la memoria una vez que nos contó que tuvo problemas con la estufa de su casa (“Por poco salgo como Juana de Arco”) y otra en que ella e Ingrid Storgen hicieron en broma corporativismo contra la mayoría masculina de Kaos por no se que discusión que ya me cayó en el olvido.
… Hasta que un maldito día de este mes, Olmedo Beluche envió un correo avisando de su muerte. Mientras tuvo lugar el fatídico accidente y el compa panameño nos avisaba del mismo, yo estaba tragando kilómetros por carretera. Una llamada de Lorena Aguilar me trajo la noticia.
Este fue su último mail. Creo que reproducirlo no es un ataque a su intimidad:
Con tanto dale que dale... A todos se nos ha olvidado lo de Oaxaca.
Posible (posible) que yo pueda ir a México en Octubre por otras razonesy tratare de ir a finales, al menos a saludar a los compas por allá. Es un momento importante por la ola de violencia y recordar eso pudiera ser interesante.
Ya es tarde para organizar un evento... Pero al menos los que coincidamos en esa región del planeta pudiéramos hacer algo ¿no?
Como dice Raúl C,que no Castro sino Calvo: que nuestros propios proyectos no se nos encajonen… Por cierto y Raúl, ¿dónde c.....está?

Celia

Raúl Calvo Trenado
21 de septiembre de 2008

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