miércoles, 29 de septiembre de 2010

domingo, 26 de septiembre de 2010

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Los Cinco volverán.


Recordando a Celia Hart Santamaría



A dos años de su muerte, recordamos a Celia, con un artículo suyo, pues a ella le habría gustado ver la recuperación física de Fidel y participar del debate actual.

El Che, Trotsky y mi reflexión favorita de Fidel

11-09-2007

Aporrea

Después de tanto tiempo y tanta tempestad
Seguimospara siempre este camino largo, largo...
por donde tú vas...

Gerardo Alfonso

Escribía sobre lo impresionante que me resultó en Caracas la incipiente discusión de las reformas a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y me llegan estas reflexiones de Fidel (1), no sólo cargadita de advertencias, sino mucho más que oportuna.
No es que el peligro que corre nuestra especie y los temas globales no sean la prioridad, para todo aquel que se proclame ser humano, es que esta salvación sólo puede consumarse con un sistema social donde el hombre sea el centro y no se subordine a las leyes de la economía, sino al revés. Un arreglo social donde no seamos las tuercas y tornillos...sino los obreros de nuestro propio destino
Este es el sistema que defiende Fidel en esta última reflexión Este es el sistema práctico y concreto que nos dejó planteado el Che Guevara, y por el que murieron los mejores hombres y mujeres de toda la historia del mundo.
Mas, en algo se equivoca Fidel. Los que plantean las recetas de la perestroika, y salidas liberales, porque de neo nada tienen, (lo dijo el Che hace más de cuarenta años en las narices de las potencias socialistas) no son de extrema izquierda. Extrema izquierda es Fidel Castro, o mejor que extrema, es la izquierda radical. En mi trabajo “A la izquierda de Fidel está el barranco” (2) lo expreso más o menos así:
Todos los comunistas deseamos la extinción del estado PERO cuando logremos vencer a la clase explotadora ¿Y quien dice que en algún lugar del mundo ha triunfado el socialismo? Hay una sola revolución socialista en pie, ¡la cubana!, pero es una revolución socialista, un proceso socialista, no una nación socialista. Y eso no es semántica. El socialismo es imposible dentro de fronteras nacionales, nadie puede convencerme hoy de lo contrario.
Pues el enemigo lo tenemos ahí, al lado nuestro, esperando el primer tropiezo. En Cuba a 90 millas; en Venezuela al Este de Caracas, y a veces hasta en Miraflores. Las condiciones de frontera hacen que la sociedad socialista sea una aspiración constante y permanente y que cada lapso de tiempo que la profundicemos y cada trozo de tierra que le ganemos al Capital sea una verdadera victoria. Pero victoria parcial Lo que sí es más que posible dentro de un pedazo de tierra es una revolución socialista. Es molesto el concepto de revolución permanente. Es a veces difícil entender que la revolución es una cinta que transcurre y nunca una fotografía, ni una oscilación puntual. Lo más parecido es una o­nda: Movimiento continúo en el tiempo y el espacio.
Comparto plenamente con Atilio Borón: “Que el problema que hay con muchos autores es que no conciben a la revolución como un proceso y por lo tanto como un proceso que, en sus comienzos, tiene mucho de reformismo” (3).
Un buen comunista, lo sentenció en 1905, aunque de alguna forma todos lo habían previsto... digo los comunistas, no sus confiscadores. Un comunista al que han tratado de acallar, de mutilar, de difamar, pero la historia no lo ha permitido y renace cargado de colores como arco iris después de un aguacero.
Todos, absolutamente todos los que intentaron hacer alguna revolución que valiera la pena voltearon para los lados, y trataron de profundizarla, hayan o no leído a León Trotsky. Todo intento exitoso de alguna revolución pasa por este concepto... es una regularidad y no una excepción.
La revolución permanente que vivimos en Cuba de alguna manera la comenzó José Martí en el instante que fundó un partido obrero y asoció la independencia de la isla de Cuba a la de Puerto Rico y le rindió más importancia a la influencia de Estados Unidos en las tierras de Nuestra América que a nuestra propia independencia Habrá que analizar en alguna ocasión esta revolución permanente que, libre al fin de las secuelas ideológicas de las teorías estalinistas (más demoledoras que la muerte de millones de revolucionarios en todo el mundo), logra encontrar en Caracas un punto de apoyo. Pero esto es otro tema que amerita un trabajo aparte.
Y Fidel es uno más de estos comunistas y sabe que andamos en revolución permanente. ¿Qué fue sino el Juramento de Baraguá? ¿No ha sido éste el perseguir de las pistas por la revolución bolivariana y latinoamericana?
Fidel Castro sí es un revolucionario... Revolucionario comunista, sin siglos ni lugares, sin adjetivos confusos. Es un revolucionario de todos los tiempos y de todas partes.
¡Bendita reflexión entonces!, que espanta de un solo plumazo a todas las piruetas restauradoras, esos vientos que pueden hacernos atracar en el puerto de las reformas.

El revuelo de un discurso

Todavía mi incapacidad intelectual no logra perfilar cuál es la consecución lógica de los planteos de Raúl, con los tipos de propiedad, la autogestión, la pequeña propiedad privada, y la desaparición de estado... Como he leído en más de una decena de artículos que prefiero no reseñar (4).
Raúl nos llama a trabajar mejor, a organizarnos mejor a cortar el marabú A cuestionarnos todo lo mal hecho. Por otro lado defiende lo inconmovible de luchar por la revolución socialista a cualquier precio. En ningún renglón le escuché decir que los caminos para mejorar nuestra realidad material sea usar la NEP, con sus kulaks, sus nepmen, etc. para sembrar más frijoles.
Porque parecería para muchos la única forma de avanzar al socialismo es usar las armas melladas del capitalismo que tanto criticó el Che. ¡Qué el Che nos agarre confesados a 40 años de su asesinato! Si es que nos creemos el cuento chino; (chino con toda la intención de la palabra), de que trabajar bajo resortes mercantiles y repartir de forma socialista es la vía para construir la nueva sociedad.
El pensamiento económico del Che es el que debería estar ahora en nuestra mira estratégica si de verdad queremos concebir la revolución como lo que es; una lucha interminable.
No quise hablar de todo esto, enmarcado también en ese círculo concéntrico del quinquenio gris porque no acababa de entender las proyecciones del tema y ya veía a la serpiente mordiéndose la cola.
¡No por miedo! Quien me ha leído un poco sabe que peco de lo contrario, las quejas que pesan sobre mí (con razón o sin ella) son por temeraria, incluso por “terrorista”
No por miedosa.
Pero ahora en vista de tanta algarabía saltó mi Comandante a explicar la obviedad, aunque sigo sin perdonarle que llame ultraizquierdistas a los que proponen medidas mediatizadas bien de derecha para salvar la revolución cubana.
Y el peligro no está en el amigo James Petras. Petras (según mi criterio) se equivoca en algunos puntos esenciales en su artículo Cuba: Revolución permanente.... (5), pero es un intelectual ¡de los pocos! que estuvo con Cuba en aquel episodio de los fusilamiento a los que ponían en riesgo la seguridad del país. No concordamos en muchos aspectos; con su enfoque demasiado exigente con los procesos revolucionarios del Continente Acá vuelvo a sumarme al criterio de Atilio Borón en cuanto a la posición de Petras (3) También desenfoca Petras el proceso de la revolución cubana. Pero Petras no es un reformista. Petras se ha sumado a todas las campañas a favor de la revolución cubana, y es un marxista comprometido, pero con una visión a veces un tanto sectaria y terminalista.
Lo digo porque he coincidido con él en más de un evento y hemos podido discutir horas de horas sobre estos temas. James Petras no es el peligro, con sus criterios encontrados no ha dejado de apoyarnos en una sola de nuestras luchas.
Su artículo sobre nuestro país padece de inocencia, sin embargo un aspecto sí rescato de su discurso y es lo relacionado con la necesidad que tenemos de que nuestros medios de comunicación expresen más de la realidad política cubana e internacional. Eso se planteó también en reuniones internas de los jóvenes creadores. Más abajo lo reclamo también, necesitamos que se abran espacios ¡Pero no cualquier espacio!, Sino espacios de contenido claramente revolucionario y de contenido político. Apenas (y por fortuna) contamos con la Mesa Redonda y necesitamos muchos más. Recuerdo un programa de televisión que se trasmitía por el Canal Educativo se llamó Viedeoteca Contracorriente donde intelectuales cubanos entrevistaban a personalidades de la izquierda, José Saramago, Howard Zinn, Noam Chomsky e incluso al James Petras, con un perfil de izquierda bien definido. Durante una hora se acercaba uno al pensamiento de estos exponentes que tan necesarios nos son hoy. Así como nos están siendo necesarios los Fernando Martínez Heredia, Osvaldo Martínez etc. Es mucho lo que tienen que decirnos. Este tipo de programación se está necesitando en Cuba. Mucho más ahora que la voz de Fidel se nos ausenta de la televisión que es el medio más popular.
James Petras contradice por otro lado el propio título... habla de revolución permanente y no juzga el proceso expandido en el espacio latinoamericano y que las ayudas humanitarias forman parte integrante de esta expansión revolucionaria.
Aunque el mismo Fidel discrepe, ésta, su más importante reflexión, le sirve a otros, más que a Petras que sí apelan a las reformas liberales para seguir avanzando, incluso con la mejor de las intenciones y muchos han encontrado en el discurso de Raúl pretexto para abrir procesos que recuerdan la perestroika, la glasnot y demás tristes apariciones de fines de siglo.
Peligro tenemos con los que dentro y fuera de Cuba quieran reiniciar una lenta tarea restauradora, apelando a las trabadas palabritas de eficiencia, productividad, etc.
Los que se olvidan que el escenario aquel cuando los yugoslavos jugaban a la autogestión empresarial que tanto criticó el Che, es otro. Que la revolución cubana se gana hoy no en Cuba solamente, se gana en las calles de América Latina, se gana dentro del PSUV, se extiende al fin. No hay manera de ganarla en un solo país... Tampoco podrán derrotarnos en un solo país, si el mundo no llega a tiempo a comprometerse con la revolución, si no hay quien se sume definitivamente a este proyecto socialista (el único que tenemos), donde empieza a perfilarse un eje Habana -Caracas, con fundadas razones de triunfar; entonces lo mejor del pueblo de Cuba se alzará y levantará con él a la especie humana, que tanto ha defendido Fidel en sus reflexiones. Pues volveremos a ser la Numancia que prefirió la muerte a rendirse al Imperio. La suerte del proyecto cubano si aspira a ser reconocido por la historia está ¡en no dar ni un paso atrás! ¡Ni para tomar impulso! Como bien ha señalado Raúl Castro años atrás Ni una sola reformistilla empalagosa., pues en este momento ya no estamos solos.
Venezuela nos sigue los pasos y debe acelerarlos ¡eso sí! Porque esta vez los batallones del PSUV y los marxistas de ese país están defendiendo a su vez el proyecto revolucionario de todo un siglo. Que marchen con cuidado también los “superrevolucionarios” de Venezuela, pues allí también se defiende la revolución cubana. Chávez ha llamado a la Internacional. Muy bien ¡pero que esta vez no me haga militar con tanto presidente inútil del Continente! Chávez acaba de responder a la oligarquía boliviana que ande con cuidado ¡porque también “nosotros” tenemos un plan! Así habla un revolucionario que asimila la revolución permanente, pues sabe sólo podrá revivir a Bolívar si encuentra a sus verdaderos aliados fuera y dentro del país y sólo así ayudará a la revolución de Fidel y del Che. Gran responsabilidad tienen el pueblo de Venezuela y su líder
Asesinos y suicidas políticos seríamos los cubanos a su vez, sin con el glamour de las reformas, dejamos caer la revolución cubana justo en este instante: Sobre nuestro recuerdo caería más lodo que el que cayó sobre la URSS
En lo que se equivocan estos nuevos reformistas es... que con 81 años, enfermo, y a veces invisible… Lenin no ha muerto en Cuba, y le espera la “revolución en Europa” tan añorada para el verdadero triunfo de los ideales de los mejores comunistas del mundo.
El Lenin del Caribe, los bolcheviques calurosos y la revolución que nos espera en Venezuela y el resto de América, no permitirá esta vez que nos sentemos a construir lo imposible; estaremos esta vez convocados: eso sí, a construir lo posible, a construir lo único que salvará a la especie humana de su desaparición...el cambio paulatino de una sociedad de explotados y explotadores a una sociedad de trabajadores cultos y comprometidos ¡que no necesitan la propiedad sobre nada para ser felices! Pues serán dueños de las estrellas, del mar, del petróleo y de su propio destino.
Me acusan de extremista... lo soy, si es que esas tibias y amaneradas medidas que se proponen para mi país son de izquierda. Si es que precisan solamente de recrear las fuerzas productivas en decremento de las nuevas formas de producción.
No hay reformas capitalistas que hacerle a una revolución socialista a no ser para destruirla Y eso pregúntenle a Rosa Luxemburgo que lo dice mucho mejor en su crítica a la Revolución Rusa (6)

El color de los quinquenios

¿Quinquenio gris, rosado, o magenta? ¡Muy bien! ¿Que revolución no lo tuvo?
No fue lindo para los intelectuales aquellos años. Lo sé porque de una u otra forma recuerdo la expresión de mis padres en aquel proceso. Los dos fueron actores o víctimas de aquellas historias.
Pero los mejores artistas, los mejores creyentes, los mejores escritores, los mejores gays ¡están hoy con la revolución sin llorar tanto! Ahí está Silvio y Pablo y está Cintio y Fina, nunca estarán los infelices que trataron de acallar sus voces. Eso lo sé por Haydée Santamaría, que desató una feroz lucha contra lo miserable en el arte, sin dejar un solo instante de engrasar su fusil. Mama decía que el arte no podía ser mediocre para la batalla, tal cual no podía un fusil ser defectuoso... El arte dentro de una revolución tiene la UNICA misión creadora de serle útil. Y no lo digo yo... Eso lo dijo José Martí. “Todo al fuego, hasta el arte para alimentar la hoguera” (7) verdad que triunfó la justicia en Cuba... Mas, no basta que triunfe en un rincón del mundo...debe triunfar en muchas más, pues si no nunca terminará por triunfar en el rincón.
La revolución decanta la paja del trigo con más o menos velocidad. Lo mejor del arte cubano está en las calles revolucionarias, calles sin grises ni rosas y mucho menos sin resentidos gatopardos. Las calles de Cuba deben ser siempre verde olivo y rojas rojitas.
El que no quiera ser dañado por una revolución en marcha ¡qué se aparte de ella y se dedique a cultivar margaritas!
Lo que ayer fue tragedia para muchos hermosos hermanos y compañeros ya hoy es burla, parafraseando al Carlos Marx en su 18 Brumario de Luís Bonaparte
Pero hay más, que nosotros los intelectuales nos creemos siempre los más perseguidos y las mayores víctimas, nos creemos siempre el ombligo de las revoluciones.
Tan sólo un ejemplo de los miles que podrían contarse
Tengo un camarada trotskista que estuvo preso ¡ocho años! ¡Y no parametrado o excluido... estuvo preso! Lo que dice su sentencia es: por hablar mal de la burocracia en la Unión Soviética ¡Ja! Imagínense ahora no hay burocracia en la URSS, bueno no sé si habrá burocracia, lo que sí no hay es... URSS. Ydalberto pudo irse del país, pudo hacer oposición, de esas raquíticas y endémicas de los escuálidos intelectuales, que como aves de rapiña esperan el primer desperdicio. Pero no lo hizo. Vive en Monte 12 en La Habana Vieja apoyando a Fidel y a la revolución cubana porque la ve como revolución permanente y siente que está en el siglo de León Trotsky. Revolucionario que ayudó a divulgar en Cuba, pese al estalinismo imperante en una época lecturas de Trotsky. Los trotskistas en Cuba (los que de verdad fueron revolucionarios, como Ñico de la Torre) se fundieron en su gran mayoría con el 26 de julio, no así los estalinistas, que mantuvieron el Partido Socialista Popular declarando a Fidel como aventurero... hasta cuando ya no tuvieron más remedio que aceptarlo. De su primera vez en prisión fue liberado por Ernesto Guevara... la segunda vez lo volvieron a sentenciar en 1973... Ya el Che nos lo habían matado. Ydalberto impartió marxismo en la cárcel y convirtió en revolucionarias tres galeras de presos.
Estamos haciendo una entrevista y está más que lúcido este viejito trotsko de 90 años. Estuvo en el Aló Presidente de Chávez y saludó desde el Teatro Teresa Carreño de Caracas, a la revolución bolivariana y a la cubana. Y aunque sigue diciendo que él no es fidelista” (ese viejo prejuicio trotsko), a pocos he visto defender mejor que a él las ideas revolucionarias de este Fidel cortante de izquierda que le prometió a Celia Sánchez en la Sierra Maestra que luchar contra los yankees sería su destino verdadero (8). Allí Fidel no especificó qué gobierno si demócratas o republicanos...Le echó la guerra a los yankees y a lo que significa el Imperialismo. .
Así que no crean los intelectuales que son los únicos a los que el rodillo de la revolución discriminó por momentos. Ese es el precio de ser revolucionario. Si comparamos Cuba con otras revoluciones ¡Aleluya!, somos la dama de las revoluciones. Pues acá no ha habido destierros, asesinatos, campos de concentración.
Tal cual los mejores intelectuales, los obreros, campesinos, que también fueron discriminados en su momento, los mejor, de todos ellos, se han enjuagado las lágrimas y están hoy dispuestos a morir por este proyecto.
El resto es en verdad desechable

Nuestras dificultades, contradicciones y soluciones

Dificultades son muchas, el transporte y la vivienda ya se nos convierten en elefantes pesados sin duda que quepa: la tragedia de la doble moneda, la incongruencia del salario real con el trabajo, y así un rosario de calamidades que un niño de diez años en Cuba puede enumerar a cualquier curioso.
Pero de eso no se trata, al menos no creo que se trate de recitar una a una las contradicciones a que nos somete tratar de construir el socialismo en un país aislado y bloqueado por demás. Es ésta la primera y más grande de las contradicciones. Es la contradicción primordial.
Yo diría más: Estamos en guerra con el imperialismo, tenemos presos “de guerra” ¿O qué son nuestros cinco compañeros? ¿Presos comunes indocumentados? Por qué los están sentenciando realmente? Por revolucionarios. Cuando hablamos de nuestras infinitas carencias y la ya antológica “lucha cotidiana”, pensemos también que en virtud de salvar a nuestros hijos, hay cinco presos de combate en territorio enemigo, sentenciados por defender la revolución cubana.
Por eso es que esta reflexión de Fidel me es tan útil.
¿Qué se esperaba? ¿Un lecho de rosas? Cuando se desplomó el campo socialista por llamar aquella cosa de algún modo... ¿qué le correspondía a la isla de Cuba? Caer en manos de Miami y su podredumbre espiritual... Allí donde el arte y la reflexión no tuvo un quinquenio gris... ha tenido cincuenta años de oscuridad tenebrosa.
No voy a hablar de nuestros éxitos. Eso lo hizo Fidel en ésta su más oportuna reflexión. Quiero hablar de el CÓMO logramos vencer otras dificultades que teníamos y que nadie hasta ahora ha reseñado la génesis de sus soluciones. A saber: La estabilidad energética, las aulas de 20 alumnos en la primaria con ordenador, TV y videos, la doble sesión en la tarde para los niños de la secundaria, la municipalización de la enseñanza superior, los trabajadores sociales, los instructores de arte, etc. Por hablar de las últimas soluciones, a últimos problemas.
No fue con reformas mercantiles, no fue entregando propiedad de alguna cosa que logramos estas hazañas. Fue comprometiendo al pueblo con ellas, fue haciendo revolución , fue con movilizaciones y con Fidel Castro hablando horas de horas por la televisión, tal cual se vence en Venezuela , tal cual Chávez habla horas de horas, tal cual hablaba Lenin o Trotsky o el Che. Tal cual no comprendo todavía, y perdonen que insista, porqué los majestuosos Aló Presidente en la Venezuela revolucionaria no se proyectan en mi país, pues esas reflexiones también nos pertenecen y las estamos necesitando. Es un medio ideal para conectarnos con otra revolución y a su vez con nuestro Comandante Fidel. Que sabemos lo ve... Con aquello que grita Chávez How are you Fidel? Estaríamos juntos todos los domingos Chávez, Fidel los revolucionarios de Cuba y Venezuela.
En eso sí no concuerdo con James Petras: La persuasión revolucionaria es de primer orden, y no todo el mundo tiene (ni tiene que tener) esa capacidad de Fidel, que ostenta ahora, de otra manera el presidente Hugo Chávez.
No soy tonta, aunque casi siempre lo parezca. Sé de la buena voluntad de los amigos fuera y dentro del país que tratan de ayudar a nuestra revolución... Pero van a perdonarme: sobre mí cae el pánico de principios de los 90 en Europa del Este. Viví en ese otro monstruo socialista y le conozco las entrañas. Parafraseando a José Martí
Muchos camaradas de buena fe creyeron ver en aquello el fin de la burocracia estaliniana, comenzaron alzar banderas de gloria frente a la libertad aparente de los obreros frente a la burocracia.
Y fue tan sólo una macabra finta de la historia.
Casi todos caímos en la glasnot y la perestroika con brazos abiertos, excepto Fidel
Logramos salvar a la revolución cubana por renegar de los resortes mercantiles en los años del comunismo de guerra. Luego que tuvimos la necesidad de despenalizar el mercado, siempre lo hicimos a contramano, con la nariz tapada, sabiendo que era sólo un instante del mundo y no su solución.
Ganamos las grandes batallas de este país; las que lo convierten en la Grecia moderna usando otros resortes: Playa Girón, la Crisis de los Misiles, la Campaña de Alfabetización, la Guerra de Angola, los niveles de salud y escolaridad, la seguridad de nuestros niños... De nada de eso es el mercado nuestro deudor.
Sí; con un estado fuerte. Sí y mil veces sí ¡Y Dios sabe que considero al estado como una entidad represiva que tendrá que desaparecer! Pero nunca antes que logremos ascender al Cielo. Quitarle poder al estado ahora en Cuba o en Venezuela, es equivalente a quitarle el tren de aterrizaje a una nave aérea cuando está por despegar. Son las leyes de la dinámica.
El Estado en el período de construcción debe fortalecerse y si no ¡A leer de nuevo el Estado y la Revolución de Lenin! restarle poder al estado proletario es restarle poder ¡en estos instantes! a la clase trabajadora, que es por demás la que debe conducir las riendas del estado.
Eso sí qué es el estado en el período de transición, qué es la dictadura del proletariado? Dijo Antonio Gramsci:
“La creación del estado proletario no es en resumen un acto taumatúrgico, es también un hacerse, un proceso de desarrollo...Necesita dar mayor desarrollo y mayores poderes a las instituciones de fábrica, los pueblos....conseguir que los hombres que las compongan sean comunistas concientes de la misión revolucionaria que la institución debe llevar a cabo. De otra manera todo nuestro entusiasmo, toda la fe en las masas trabajadoras no lograrán impedir que la revolución se convierta miserablemente en un nuevo parlamento de embrollones, de fatuos e irresponsables, y que sean necesarios nuevos y más espantosos sacrificios para el advenimiento del estado de los proletarios” (9).
Vuelvo a preguntarme si el Che leyó a Antonio Gramsci o no.
Por supuesto que tenemos como enemigo la burocracia y la corrupción que se anida irremediablemente en él , pero el remedio a la burocracia y a la corrupción no será nunca el mercado y sus leyes ciegas. Ese remedio serán los consejos comunales, los consejos de fábricas, el poder popular. Por esto habrá que prestarle mucha atención a las reformas a la Constitución bolivariana de Venezuela, ya habrá oportunidad de hablar de ello.
Agarrarle pánico al estado en la revolución socialista en estos momentos, es tal cual no podríamos hacer el amor por contraer una enfermedad de transmisión sexual; ¡protejámonos pues con los condones necesarios, y hagamos el amor de la revolución, Busquemos los antibióticos, las vacunas contra la corrupción y la burocracia que siempre sabremos presentes, pero no asesinemos al enfermo para liquidar la enfermedad.
¡Quiero un solo ejemplo donde las leyes del mercado hayan sido nuestras aliadas! Es más, nuestras desigualdades actuales, el descontento, la incertidumbre, se lo debemos a esas medidas, incluyendo la estratificación social que significaron y que fueron implementadas en 1994, y que por fortuna empiezan lentamente a ser borradas.
Por el momento debemos conservar al estado como órgano represor ¡Sí señor! Pero represor de estrategias capitalistas y represor de las estrategias externas e internas para arrebatarnos la revolución.
El Congreso y el Senado de Estados Unidos acaban de aprobar por unanimidad 47 millones de dólares para la contrarrevolución interna en Cuba (10) Muy bien ¡repartan propiedades que se compran y se vendan! Y con ese dinero flotando en Cuba, yo no daría, entonces un centavo por nuestras conquistas en un par de años. Lo dijo Fidel clarito en su reflexión: Muchos de los alojamientos podían ser adquiridos por los órganos de inteligencia enemigos y sus aliados (1).
Y harta estoy de escuchar por muchos dentro y fuera del país...Con un halo romántico que a pesar de nuestros éxitos sociales, Cuba bajo propiedad privada y sus derivados antes de la revolución exportaba carne vacuna, y se llenaban ríos enteros de leche; que la comida se compraba por centavos y que la caña de azúcar era tres veces más gruesa que la de hoy. Que no existía el marabú y que el transporte era fenomenal, que La Habana era como pinturita de postal con casas hermosas...
Pero por cada una de esas vacas que “sobraba” en la Cuba de la propiedad privada, morían diez niños de hambre, por cada trozo de caña “extra” que se producía para los monopolios diez jóvenes no cursaban estudios superiores, por más puntuales y vacíos transportes que tuviésemos muchas más madres morían sin llegar a tiempo a un hospital para dar a luz. Por cada casa hermosa que se construía, había una escuela menos y muchas más familias se quedaban tiradas en el camino real.
Está claro que no deberán ser excluyentes ambas propuestas, pero si lo fuere no debemos arrepentirnos por haber elegido el único sendero democrático, usando a Aristóteles en el uso de esa palabra.
Ya dije una vez que si el precio de las reformas era que tuviésemos menos medallas olímpicas o que nuestros niños anduvieran sin zapatos...qué no me las presentasen como alternativa, porque lucharía contra ellas con todas las fuerzas, incluso con el “camarada Máuser”, si fuera menester.
El pueblo de Cuba debe buscar la salida a su crisis alimenticia, del trasporte, de la estrechez de nuestra vida cotidiana de otra forma; tal cual hicimos la revolución energética, a través de pequeñas revoluciones y no de pequeñas propiedades internas, comprometiendo a la fuerza de trabajo más emprendedora que tiene el socialismo...la conciencia del hombre.

Y el pensamiento económico del Che Guevara... ¿nuevamente al cajón?

¿O alguien cree que las discusiones sobre la construcción del socialismo son nuevas? ¿Y que Lenin, Trotsky, Fidel el Che, Mao y el resto que fundaron revoluciones socialistas no les interesaba como hacerlas sobrevivir en un entorno capitalista hostil?
La revolución rusa, la maravillosa, que hizo tronar al imperio de los zares y a más de 10 ejércitos, que hubo de acoplar el pensamiento marxista a una tierra campesina y atrasada no se quebró como muchos dicen porque “no estaban las condiciones para la revolución” La ley del desarrollo desigual y combinado engranó a Carlos Marx con la revolución de los soviets. Esa hermosa se nos vino abajo, por varios motivos complementarios. El ascenso de la casta burocrática en el Partido; el asesinato del movimiento comunista internacional a nombre de la defensa de la patria socialista, acuñando la coexistencia pacífica y el socialismo en un solo país, dejando de lado a toda revolución naciente y como tiro de gracia el jueguito del cálculo económico y el uso desmesurado de la ley del valor, que comenzó con el tristemente conocido Congreso XX del PCUS. La gravedad del estalinismo estuvo allí también. Al haber descabezado a la izquierda interna y externamente, nadie salió a defender el socialismo en aquellos cruciales momentos.
Se vino abajo precisamente por transgredir los límites de maniobra que da una revolución. Por hacer de tácticas inmediatas o temporales leyes de la historia...Por no poder distinguir lo perentorio de lo perdurable. Stalin ascendió tan sólo por eso. Al ser nombrado Secretario del Partido Comunista, alguien cuyas miras ideológicas apenas salían de las estepas rusas, se dejó de lado la importancia de la ideología en la construcción del socialismo. En un reciente artículo de Félix Sánchez Rodríguez (11) habla de cierta forma de la dictadura de la ideología. Yo le contesto al compañero que sí que de eso se trata: que la ideología enraizada en la conciencia sea quien nos “gobierne”, pues de esa forma nos estamos gobernando nosotros mismos concientemente. Ojo, una cosa es la ideología aprehendida y otra la dictadura de los decretos y las consignas, que nunca constituyen ideología alguna y en la mayoría de los casos apoyan indirectamente la ideología contraria.
No se ha entendido suficiente el pensamiento económico del Che Guevara. Por desgracia se le considera el romántico espiritual del trabajo voluntario.
No es por prurito moral o estético que el Che rechazó con fuerza el uso de las armas económicas del capitalismo para la construcción de la nueva sociedad; lo hizo no más por apego a la lógica.
Dice el Che en su recién desempolvado libro de los Apuntes Críticos...Precisamente en el capítulo Algunas reflexiones sobre la transición socialista, que le sirve como prólogo:
“El interés material individual era el arma capitalista por excelencia y hoy se pretende elevar a la categoría de palanca de desarrollo, pero está limitado a una sociedad donde no se permite la explotación. En estas condiciones el hombre no desarrolla todas sus fabulosas posibilidades productivas (DEL CAPITALISMO), ni se desarrolla él mismo como constructor conciente de la sociedad nueva (DEL SOCIALISMO) (...)
Este sistema tiene por otra parte trabas serias en su automaticidad; la ley del valor no puede jugar libremente porque no tiene un mercado fijo donde productores rentables y no rentables, eficientes y no eficientes compitan y los no eficientes mueran de inanición. Es necesario garantizar una serie de productos a la población, de precios a la población, etc., etc.” (12).
Por eso no es un iluso el Che. Y de su virtud práctica habló mi economista favorito en Cuba Osvaldo Martínez, precisamente en la presentación de este libro en Casa de las Américas. El Che nos recuerda en cada renglón que la economía en el socialismo tiene un apellido, a diferencia del socialismo...y es economía política
Dijo Osvaldo ¡qué por fortuna! Es el responsable de la esfera económica en nuestra Asamblea Nacional:
“Esa economía política pendiente de escribir tendrá que surgir utilizando como base general a Marx, Engels, Lenin e incorporando la revisión crítica -en el ambiente de debate a fondo que el Che practicó-, del pensamiento elaborado sobre el filo de la contradicción imperialismo-socialismo, esto es, Rosa Luxemburgo, Trotsky, Preobrazhenski, Bujarin, Gramsci y otros muchos, con especial atención al pensamiento de Fidel y sin olvidar el renaciente pensamiento de izquierda latinoamericano.
En esta tarea la obra teórico-práctica del Che es de obligada presencia, pues en mi opinión, además de otros títulos de superior jerarquía histórica, Che es también el más creativo y original de los economistas cubanos. Nos ha entregado hasta el plan tentativo de la obra que no alcanzó a redactar y que en ausencia de su talento, será probablemente el resultado de un trabajo colectivo” (13).
No subrayo la oración en negritas en vano. El Che es (en presente) según Osvaldo nuestro mejor economista, y esto lo dice uno de los especialistas de mayor prestigio.
Ahí está planteado el reto para todos los revolucionarios.
Es por esto, so pena que muchos de mis camaradas me lancen piedras por diestra y siniestra (en buen italiano), comparto con el Che que la NEP fue el primer paso en falso. El buen Lenin no vivió lo suficiente para echarla por tierra; A Trotsky le correspondió la fase del brutal estalinismo, Y aún en el exilio sin ningún país que le otorgara residencia, perseguido por los imperialistas y los órganos de los PCs estalinistas denunció como pudo el terrible giro de 180° grados con la colectivización forzosa, se implicó en la II Guerra Mundial y sus avatares y trató contra viento y marea refundar la Internacional desecha con toda intención por Stalin. Por último le tocó ser asesinado.
Al Che, el marxista más acucioso de los sesenta, le correspondió ver como se retomaba la NEP peligrosamente en otro giro alarmante de 180°. Y digo que fue el observador más acucioso porque observó el fenómeno desde dentro y no como tantos teóricos brillantes de la izquierda que no tuvieron la posibilidad real de participar en una revolución socialista. Que el león no es el mismo desde las gradas del Coliseo que en las arenas. Así que más nos vale escuchar a los que han tenido que enfrentar al león.
“Nos hemos hecho el firme propósito de no ocultar una sola opinión por motivos tácticos, pero al mismo tiempo, sacar conclusiones que por su rigor lógico y altura de miras ayuden a resolver problemas y no contribuyan sólo a plantear interrogantes sin solución.
“Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derrotero.
Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente , y lo que es trágico esto no se refiere a un campo solo de la ciencia , sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas , creando perturbaciones ya enormemente dañinas cuyos resultados finales son incalculables” (14).
Por eso que nadie piense que las paradojas en la construcción del socialismo están acabadas de estrenar. Que el estalinismo y sus secuelas acallaran voces, incluyendo la muerte de los voceros, no quiere decir que seamos los listos e iluminados que andamos descubrimos el agua tibia.
Si fue León Trotsky el látigo fundamental contra el estalinismo que le costó la vida en 1940, el látigo contra la otra cara de la misma moneda, la restauración capitalista y sus peligros, fue el Che Guevara, que parece engrandecerse aun más mientras más conocemos lo que no fue público en su momento.
Leer a Trotsky y al Che simultáneamente constituye un momento de suprema felicidad para el intelecto, la fe en el ser humano y la consecución en el tiempo de los principios revolucionarios.
La triste perestroika fue predicha por el Che con exactitud matemática.
La única tentativa feliz que hubo EN EL MUNDO para rectificar el camino del socialismo la trató de emprender el Che primero en los sesenta, utilizando los resortes de la revolución permanente, al punto de ir a extender la revolución...Luego Fidel en los ochenta, cuando en contra de cualquier pronóstico nos advirtió del posible derrumbe de la URSS.
Recuerdo con ojos húmedos aquel 1987. Acabada de llegar yo de Alemania del Este, cuando conocí por primera vez que existió un hombre llamado León Trotsky y que había criticado todo lo que hube de renegar del socialismo real. En ese mismo año a veinte años del asesinato del Che Guevara y con la previa publicación del libro de Carlos Tablada, el pensamiento económico del Che (15) que no leí en aquel momento, recuerdo como si fuera hoy mismo, uno de los discursos más trascendentes de Fidel Castro. Un discurso que debiera volverse a publicar junto con el del 17 de Noviembre del 2005. Ambos rondan la misma idea y advierten de los mismos peligros con casi veinte años de diferencia.
Rectificación de errores y tendencias negativas, se llamó aquella consigna, por si alguien por ahí se le olvida. Dijo Fidel...el mismo Fidel de la última reflexión, pero en 1987:
“Y como una prueba de lo que anteriormente decía acerca de la presencia y vigencia del Che, yo podría preguntar: ¿habría un momento más oportuno para recordar al Che con toda la fuerza, con el más profundo sentimiento de reconocimiento y de gratitud que una fecha como esta, un aniversario como este? ¿Habría algún momento mejor que este, en pleno proceso de rectificación?
¿Y qué estamos rectificando? Estamos rectificando precisamente todas aquellas cosas —y son muchas— que se apartaron del espíritu revolucionario, de la creación revolucionaria, de la virtud revolucionaria, del esfuerzo revolucionario, de la responsabilidad revolucionaria; que se apartaron del espíritu de solidaridad entre los hombres. Estamos rectificando todo tipo de chapucerías y de mediocridades que eran preci­samente la negación de las ideas del Che, del pensamiento revoluciona­rio del Che, del estilo del Che, del espíritu del Che y del ejemplo del Che.
Creo, realmente, lo digo con toda satisfacción, que si el Che estuviera sentado aquí en esta silla se sentiría, realmente, jubiloso, se sentiría feliz de lo que estamos haciendo en estos tiempos; como se habría sentido muy desgraciado en ese periodo bochornoso en que aquí empezaron a prevalecer una serie de criterios, de mecanismos y de vicios en la construcción del socialismo que habrían constituido motivo de profunda, de terrible amargura para el Che (...)
Si al Che le hubieran dicho que había unas empresas que cumplían el plan y repartían premios por cumplir el plan en valores, pero no en surtido, y que se dedicaban a hacer las cosas que les daban más valores y no hacían aquellas que les daban menor ganancia, aunque unas sin otras no sirvieran para nada, el Che se habría horrorizado
Si le hubieran dicho que el dinero se iba a empezar a convertir en el instrumento principal, la fundamental motivación del hombre, él, que tanto advirtió contra eso, se habría horrorizado; que las jornadas no se cumplían y aparecían los millones de horas extra; que la mentalidad de nuestros trabajadores se estaba corrompiendo, y que los hombres iban teniendo cada vez más un signo de peso en el cerebro, el Che se habría horrorizado. Porque él sabía que por esos caminos tan trillados del capitalismo no se podía marchar hacia el comunismo, que por esos caminos un día habría que olvidar toda idea de solidaridad humana e incluso

Olmedo Beluche