miércoles, 31 de julio de 2019

Cientos de personas marcharon en Madrid por el 26 de Julio y en rechazo del bloqueo a Cuba




Este viernes, cientos de personas marcharon en Madrid, como cada año, convocadas por el Movimiento de Solidaridad con Cuba, para celebrar el 26 de Julio cubano, en recuerdo del Asalto al Cuartel Moncada, y para manifestar su apoyo a la Revolución cubana, especialmente en estos momentos de intensa agresión económica y política por parte del gobierno de EEUU.

Cuba pide apoyo a la Comunidad internacional: EE.UU. trata de bloquear llegadas de combustible al país

El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, llamó este lunes a la comunidad internacional a impedir que el Gobierno de Estados Unidos continúe arreciando acciones coercitivas contra la integridad de la isla y su pueblo.
"Cuba llama a la comunidad internacional a impedir acciones de EE.UU. contra la integridad de nuestro pueblo y a detener la hostilidad, insensatez e irresponsabilidad de la actual administración estadounidense", publicó el canciller en su cuenta personas de Twitter.
Rodríguez denunció como un plan genocida el hecho de que Estados Unidos incrementa su asedio y ataques a la economía cubana esta vez al impedir la llegada de combustible a Cuba.
"EE.UU. incrementa acciones de piratería económica contra Cuba. Realizan actividad ilegal de vigilancia y persecución a buques y amenazan a compañías navieras, empresas de seguro y gobiernos para impedir la llegada de combustible al país. Es un plan genocida", reveló el canciller.
La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha venido aumentando este año su ofensiva contra Cuba.
Entre las acciones coercitivas aplicadas por Washington tanto a Cuba, como a Venezuela está el bloqueo económico y comercial con la pretensión de afectar áreas fundamentales de asistencia a los pueblos, como la salud y la alimentación, además de agresiones a la integridad de las naciones.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro y Comercio de Estados Unidos endureció la política hacia Cuba con la restricción de los viajes culturales a la isla, conocidos como People to People, así como las visitas con barcos y aviones privados, algo que supone un mazazo para la maltrecha economía cubana.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó el viernes pasado al gobierno de Estados Unidos de intentar impedir el arribo de combustible a la isla para provocar descontento y un estallido social que lleve al gobierno local a una negociación inaceptable.
"Hoy denuncio ante el pueblo de Cuba y el mundo, que la administración de los Estados Unidos ha comenzado a actuar con mayor agresividad para impedir la llegada de combustible a Cuba", expresó Díaz-Canel al conmemorar el Día de la Rebeldía Nacional en la Plaza de la Patria.

martes, 30 de julio de 2019

Marta y la niña de las muñecas




Marta Harnecker dejó una extensa obra, la mayor parte escrita en un lenguaje que rehúye de la academia y busca la divulgación popular y el uso para fines políticos

Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx. Foto: archivo de granma
Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx. Foto: Archivo de Granma
En el año 2002 Marta Harnecker visitaba Caracas una vez más, y una mujer joven se le acercó para agradecerle por unos videos acerca de la militancia revolucionaria, que se solían pasar en los barrios humildes de la ciudad. Mediante aquellos materiales, la filósofa explicaba qué son en verdad el activismo y el liderazgo, y cómo se debe transformar el mundo mediante la transformación de uno mismo y de los demás. «Usted nos ha enseñado», le aseguró la mujer a Harnecker, una frase que dio inicio a una conversación y a una amistad entre la proletaria y la estudiosa de Carlos Marx.
En su libro Reconstruyendo la Izquierda el principal propósito de Marta era ese, un nuevo mundo con personas que comenzaran el cambio a partir de sí mismas, reconociendo los defectos y virtudes, pero siempre para buscar una unidad plural y un entendimiento que sentasen las bases del verdadero radicalismo. No se trataba, como dijo la propia filósofa, de acciones tan temerarias que asustaran a la mayoría, sino de consensos tan amplios que lograsen aislar al capital, apoltronado mediante la infocomunicación y el dominio del plano político, desde el derrumbe del Muro de Berlín.

LA DISCÍPULA DE MARX

Marta Harnecker pertenece a ese grupo de pensadores que a lo largo de la historia dejaron de lado su conciencia de clase media burguesa, para construir un mundo donde quepan todos, fue exactamente el camino seguido por Carlos Marx.
A partir de conocer en los años 60 la realidad de la naciente Revolución Cubana y sentir que aquella verdad se quería censurar, ella comienza el viraje hacia la izquierda, de la mano del estudio directo de los clásicos del marxismo, y no de la escuela de los manuales. Esto último sería el punto esencial en el nacimiento de una lectora muy original de las teorías de emancipación, marcando la distancia con cualquier dogmatismo que pudiera provenir de la cosificación del saber, un fenómeno negativo y frecuente en los países del llamado «socialismo real».
Pero Marta Harnecker quiso llenar el vacío teórico existente en América acerca de la movilización de la izquierda, para una amplia y real emancipación, así que su proyecto de vida fue cómo plantear una alternativa política que desatascara al continente de los nacionalismos de derecha, los populismos, las dictaduras militares, la militancia infantil en izquierdas inviables. Una América nueva, salida del consenso, que a partir de su realidad de continente situado, al que Hegel llamó «sin Historia», construyera un presente dispar de su pasado, de acuerdo con amplias aspiraciones.
La máxima de Marx de que ser radical es ir a la raíz, se puso en la centralidad del pensamiento de Harnecker, quien además de vincularse al gobierno de Allende, teorizó y militó en los movimientos obreros que eran la verdadera base latinoamericana para un cambio de régimen; a la vez, fue una estudiosa de la realidad cubana, a la cual asesoró y de la que aprendió. Este nuevo radicalismo, no basado en acciones de guerrilla ni de comandos, sería la base para el Socialismo del Siglo XXI, el proyecto continental al que ella dedicó no solo su obra, sino cada segundo vital, pues veía en esa respuesta «desde la periferia» el grito de esperanza de la criatura humana que se negaba a la voracidad del neoliberalismo.

ENSEÑAR APRENDIENDO, MANDAR OBEDECIENDO

Si algo quedó claro del fracaso del modelo de Europa del Este fue que la desconexión con las bases sociales no solo genera la ilegitimidad del movimiento todo, sino que se aprovecha desde el enemigo para la guerra cultural y la construcción de un nuevo mapa mental político, donde los «liderazgos» sirven a la contrarrevolución. Por ello Marta Harnecker propone no solo una nueva mirada a los conceptos duros de Marx sobre la economía política, sino a los escritos del filósofo sobre la conciencia de clase como una relación dialéctica entre el ser y el pensar. Realidad y pensamiento no deben divorciarse, pues la Historia castiga con dureza a quienes decretan la existencia de estructuras inviables.
«Todo lo real es racional y viceversa», la vieja sentencia de Hegel, estaba en el sustrato del pensamiento de la filósofa para analizar cada momento del devenir en el movimiento por los derechos de las mayorías, pero eso no quiso decir que se renunciara a las metas tangibles en pos de «adaptarse a lo posible». Al contrario, Harnecker propone una lectura constante desde la teoría clásica, y a partir de allí hacer viable lo que aparenta imposibilidad.
Y es que en un mundo regido por lo uno, o sea la información en manos de unos pocos, el revolucionario no debe asumir que lo real y lo histórico es lo visible, ni lo que transmiten las cadenas. Un nuevo sujeto, a partir de una nueva historia, eso es lo que Marta se había propuesto, uno que se saliera de los moldes clasistas que el nuevo poder comunicacional construye y le hace creer a las masas, ese que desmoviliza mediante la creencia difundida de «vivimos en un sistema donde la felicidad colectiva nace de la búsqueda individual y egoísta de metas materiales».
Para el nuevo sujeto, el liderazgo estaba en servir a los demás, una cultura de la política que entendía el saber como praxis de lo real, o sea como un momento de ese movimiento de la Historia que no debe ser obviado ni por una vanguardia ni por un frente amplio de lucha. Marta Harnecker no despreciaba el papel de un partido, pero supo y así lo dejó consignado, que no se produce el cambio a partir solo de la agrupación ni la militancia en nómina, sino de leer los acontecimientos con humildad.

SIN LA TENTACIÓN DEL «REY FILÓSOFO»

Ella, que asesoró gobiernos progresistas y movimientos, no tuvo, como se conoce desde las obras de Platón, la necesidad de erigirse en oráculo de la vida política o «monarca filósofa», como aconteció con algunos teóricos vinculados a poderes políticos en el pasado. Su vida aconteció al mismo nivel de siempre, cerca de las bases, en constante contacto con sus necesidades materiales.
Establecida en La Habana, supo de los peores momentos atravesados por Cuba en medio de los años 90 del siglo XX, una experiencia que fortaleció su decisión sobre el pueblo como nuevo sujeto, como partido que se moviliza a sí mismo, en una integración plural y ética. Estudiar el fin del «socialismo real» desde la resistencia del modelo cubano, le dio a la teoría de Marta Harnecker el ingrediente esencial en materia de praxis sociohistórica. Y es que han existido intelectuales, a lo largo de la Historia, que han opinado e incluso criticado a Cuba, pero desde la comodidad de la clase media del primer mundo.
Harnecker dejó una extensa obra, la mayor parte escrita en un lenguaje que rehúye de la academia y busca la divulgación popular y el uso para fines políticos. Sus últimos volúmenes nos muestran miles de interrogantes, con la sola certeza de que el camino no solo es la crítica al capital, sino la construcción del nuevo mundo.
En un libro que se compendió como homenaje a Marta Harnecker, aquella jovencita del año 2002 en Caracas, cuenta cómo años después su hija pequeña llamaba a sus muñecas con el nombre de Marta, y que hoy sucede lo mismo con la nieta. A veces la Historia se muestra así, en un gesto pequeño, pero grandioso, como cuando el sol nos envía el primer rayo de la mañana.

Mauricio Escuela | internet@granma.cu
30 de julio de 2019 00:07:32

Los problemas en el suministro de energía cubano

Tres horas y tres minutos

A 15 años de la exitosa “revolución energética” iniciada por Fidel Castro, la red eléctrica de la isla padece ahora de falta de inversión y de una marcada dependencia del petróleo. La crisis venezolana y el asedio de Donald Trump a La Habana desnudaron esas debilidades con una serie de apagones que genera malestar en la población.
“A pesar de las tensiones con el combustible, se ha respaldado la generación de energía eléctrica y, como se ha informado a nuestro pueblo, se trabaja para garantizar esta durante el verano.” Cuando el presidente Miguel Díaz ‑ Canel pronunció esas 32 palabras ante el parlamento cubano, en la sesión plenaria del sábado anterior, millones de sus compatriotas no disponían de servicio eléctrico. Tampoco lo habían disfrutado de manera estable en los días precedentes ni lo harían durante buena parte de la semana que ahora concluye.
Para ese sábado, la magnitud del problema había llegado al punto de merecer una etiqueta propia en Facebook y Twitter, las redes sociales de mayor popularidad entre los cubanos de dentro y fuera de la isla. #ReportoApagónCuba ha sido a partir de entonces uno de los marcadores de tráfico desde la nación caribeña, con cientos de publicaciones emitidas desde todas las regiones del interior del país (significativamente, en La Habana se han producido sólo ocasionales cortes de energía).
Por lo regular, las personas postean el nombre del sitio donde se encuentran y los horarios en que se ha producido la interrupción, a los que suman fotos y videos. Muchos, además, comentan las respuestas que recibieron al comunicarse con los números de Atención al Cliente de la estatal Unión Eléctrica (Une). Casi siempre se han encontrado con tan rocambolescas justificaciones como las recibidas por el periodista y profesor universitario José Raúl Gallego, residente en la centroriental ciudad de Camagüey, a más de 500 quilómetros de La Habana. “Una empleada me explicó que el circuito (del barrio) se encontraba abierto por una emergencia en el sistema, sin horario para restablecer el servicio. No me supo responder, sin embargo, si se trataba de la misma emergencia de ayer y anteayer”, afirmó Gallego en su cuenta de Twitter.
Los cortes de electricidad se han extendido por buena parte del país en medio del mutismo de las autoridades, que hasta el martes no habían considerado pertinente hacer una declaración oficial. En el argot burocrático incluso se evita calificar los sucesos como “apagones”. Fuentes de Brecha en el interior de la Une confirmaron el rumor de que formalmente se las considera “medidas de restricción interna” y que se deben a irregularidades en el suministro del combustible que de manera habitual llegaba de Venezuela, no a problemas en la capacidad de generación.
Alrededor de 95 por ciento de la energía eléctrica que se consume en Cuba es producida a partir de la quema de petróleo, y, de este, más de la mitad se importa. Su compra en el exterior, junto con la de derivados, constituye la mayor partida de gastos del presupuesto local y representa en promedio cerca de un tercio de las importaciones sufragadas durante la última década.
Desde 2003 la práctica totalidad de los hidrocarburos venezolanos que necesitó la isla fue pagada con servicios profesionales, proveídos a la nación bolivariana por un contingente que en la actualidad supera los 22 mil colaboradores (sobre todo, personal de la salud, la educación y la construcción).
La dependencia de tal esquema de intercambio llegó a hacerse absoluta, resaltan los economistas Carmelo Mesa ‑ Lago y Pavel Vidal Alejandro, autores de un fundamentado estudio sobre el impacto que para La Habana han tenido la crisis en Venezuela y la renovada agresividad de la administración estadou-nidense. “En el máximo de la relación bilateral, en 2012, Venezuela exportaba a Cuba 105.000 barriles de petróleo diarios; en 2017 el suministro descendió a 55.000 barriles y se estima un descenso a 47.000 barriles en marzo de 2019” (“El impacto en la economía cubana de la crisis venezolana y de las políticas de Donald Trump”).
De garantizar el 98,4 por ciento de la demanda isleña en 2010, los aportes de la paraestatal Petróleos de Venezuela pasaron a cubrir el 79,5 por ciento en 2016, último ejercicio fiscal del que se encuentran disponibles datos públicos. La magnitud de la crisis resulta más evidente si se tiene en cuenta que en el mismo período las compras de hidrocarburos por parte de Cuba se redujeron alrededor de dos tercios. En el proceso, la isla se quedó también sin su mayor fuente de ingresos por exportación de bienes: buena parte del crudo suda-mericano era directamente revendido en el mercado internacional, o refinado y comercializado en forma de una amplia gama de derivados.

Barrer bajo la alfombra

Años atrás, en la época en que este reportero laboraba para un periódico estatal, un funcionario del Partido Comunista se empeñó en explicarle el principio de la “crítica por omisión”. Se trataba, en esencia, de concentrarse en los aspectos positivos de un asunto, presuponiendo que la no mención de los negativos implicaba una sanción velada. “Si uno visita varias cooperativas agrícolas y al final sólo resalta los logros de una, está criticando a las demás”, razonaba el personaje de la historia.
La misma estrategia ha sido empleada en los últimos días por el equipo de Díaz ‑ Canel para lidiar con la crisis energética. En lugar de abordarla, los medios encuadrados en el sistema de prensa del Estado concentraron su atención en la puesta en funcionamiento de nuevos coches ferroviarios para transportar pasajeros y en las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, donde –con la tradicional fórmula de la unanimidad– fueron aprobadas las nuevas leyes de símbolos nacionales, elecciones y pesca.
De los apagones y las terribles reminiscencias que despiertan en el imaginario colectivo, no se ha escrito ni una coma. Aquí se impone un antecedente. Si la nación cubana fuera un paciente con trastornos psíquicos, los cortes de energía serían el principal elemento desencadenante de sus crisis. Pocas circunstancias retrotraen con tanta fuerza los años terribles del Período Especial, la crisis económica ocurrida en los años noventa, luego de la caída del socialismo europeo y la desaparición de la Unión Soviética. De hecho, la única protesta popular de cierta magnitud con que debió lidiar Fidel Castro en sus casi cincuenta años de poder absoluto tuvo lugar en agosto de 1994, en medio de las escasez y los prolongados apagones que hacían insoportable aquel tórrido verano habanero.
El comandante aprendió a cabalidad la lección. Al año siguiente, los primeros repuntes de las cuentas nacionales serían empleados –casi por completo– en aumentar la generación eléctrica. Ya iniciado el siglo, sus esfuerzos irían varios pasos más allá, al lanzar en 2005 la Revolución Energética, una gigantesca iniciativa de modernización que apostó por la sustitución masiva de los ineficientes electrodomésticos de la era soviética, el mejoramiento de las redes de distribución y la construcción de decenas de pequeñas plantas generadoras para respaldar las viejas centrales termoeléctricas instaladas en las primeras décadas del período revolucionario. En principio, fue una estrategia acertada. Más allá de las protestas por los altos precios de los equipos distribuidos (cientos de miles de personas aún pagan los créditos con que los adquirieron), la Revolución Energética consiguió conjurar el fantasma de los apagones y, de paso, mejorar las condiciones de vida de amplias capas de la población.
Quince años después la historia parecía llamada a escribir un nuevo capítulo. La intención del gobierno es que para 2030 la producción nacional de energía duplique los registros actuales y modifique su matriz en favor de las fuentes renovables, que deberán cubrir una cuarta parte de la demanda nacional (en 2018 superaron ligeramente el 5 por ciento). En paralelo, se pretende llevar adelante un ambicioso plan de modernización de las industrias tradicionales, incrementando su potencia y haciéndolas más amigables con el medioambiente.
Las debilidades de tan ambicioso programa radican en la disponibilidad de capital inversionista y combustible. En cuanto al primer aspecto, basta señalar que la remodelación de las termoeléctricas requeriría al menos 6.200 millones de dólares, pero hasta ahora sólo se dispone de 1.600 millones, aportados por un préstamo ruso. La segunda cuestión se perfila tan compleja en el futuro como lo es en el presente: incluso en el mejor de los escenarios, tres cuartas partes de la generación seguirían dependiendo del petróleo.

La “respuesta”

La noche del martes 16, finalmente, el ministro de Energía y Minas reconoció en el noticiero estelar de la televisión que “en las últimas horas se han venido produciendo algunas afectaciones al servicio”. Aseguró que la problemática deberá resolverse antes de que concluya la semana y que tuvo su origen en roturas sufridas por varias centrales generadoras, y no –enfatizó el jerarca– en dificultades con el abasto de combustible.
Para ese momento, buena parte de los millones de cubanos que tenían la posibilidad de sintonizar la emisión –pues grandes áreas del país permanecían a oscuras– estaba lista para cualquier “genialidad”. Nadie, sin embargo, podía anticipar que el funcionario concluiría su entrevista con la afirmación de que “el promedio de duración de las afectaciones ha rondado las tres horas y tres minutos”.
“¡Tal vez en La Habana, que para algo es La Habana!”, rezongó junto a este reportero un viandante que atendía la noticia en un bar de la ciudad de Camagüey. Poco antes había sido restablecida la electricidad en ese circuito, luego de más de seis horas de apagón. La misma duración que había tenido el día antes y los tres días anteriores a ese.

Amaury Valdivia
Brecha

lunes, 29 de julio de 2019

Presidente Miguel Díaz-Canel rinde emotivo homenaje a Hugo Chávez




En el marco de la clausura del XXV Foro de Sao Paulo, realizado en Caracas del 25 al 28 de julio, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel, dedicó unas palabras emotivas en honor al legado del Comandante Hugo Chávez. Subrayó que Chávez constituye una pieza clave, junto con Simón Bolívar, José Martí y Fidel Castro, en la construcción de una América Latina libre, soberana y progresista. Por otro lado, sostuvo que el Foro de Sao Paulo, donde cristalizaron las preocupaciones de la izquierda latinoamericana, está llamado a desempeñar un rol más protagónico en el complejo escenario político actual.

Sobre la crisis del cierre de los consulados

Una de las graves medidas tomadas por la Administración de Trump en contra del pueblo cubano es el cierre del consulado de Estados Unidos en La Habana y del consulado de Cuba en Washington.
El cierre del consulado estadounidense en La Habana ha conllevado a la denegación de visas de inmigrantes y de visitantes a los cubanos que de acuerdo a las leyes de inmigración de Estados Unidos califican legalmente para obtenerlas, causando daños irreparables a la familia cubana en Cuba y en los Estados Unidos. Daños que sin lugar a dudas tendrán graves consecuencias políticas para la candidatura presidencial de Donald Trump por parte del electorado cubano en el estado de la Florida en las próximas elecciones de noviembre de 2020. Voto que podrá costarle la pérdida electoral de este estado y así la reelección presidencial. Sin los votos electorales del estado de la Florida Donald Trump no podría ser reelecto presidente.
A finales de enero de 2019 las organizaciones de la emigración cubana que en Miami integran la coalición Alianza Martiana: la Brigada Antonio Maceo, la Alianza Martiana (como organización individual), la Asociación Cultural José Martí, la Asociación de Mujeres en Defensa de la Familia y el Círculo Bolivariano de Miami, Negra Hipólita, dirigieron cartas protestando esta situación a los senadores federales por la Florida, Marco Rubio y Rick Scott, así como a los representantes federales del sur de la Florida, MarioDíaz Balart, Donna Shalala y Debbie Mucarsel-Powell.
Han pasado seis meses y no hemos recibido contesta a las mismas. A continuación incluimos copias de las cartas enviadas a los senadores Marco Rubio, Rick Scott y al congresista Mario Díaz Balart. El texto de las cartas a los tres es el mismo. Éstas explican las consecuencias morales y políticas de esta grave decisión.
Miami, 29 de enero de 2019

Senador Marco Rubio

Senador,

Somos residentes del Estado de la Florida que usted representa en el Congreso. Le estamos escribiendo para instarlo para que cambie su posición y le exija a la Administración de Trump que sin demora reabra el consulado de Estados Unidos en La Habana, Cuba.
Somos cubanoamericanos miembros de la Alianza Martiana, coalición de seis organizaciones cubanoamericanas que por décadas hemos laborado a favor de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba como también lo hemos hecho en defensa de nuestros derechos.
De acuerdo a cifras oficiales del Departamento de Estado como resultado del cierre de los servicios consulares en La Habana en el Año Fiscal 2018 solamente fueron otorgadas 6,504 visas de inmigrante a los cubanos que las han pedido y quienes cumplen con todos los requisitos exigidos por la ley. Según los acuerdos migratorios vigentes de 1995 entre Estados Unidos y Cuba el gobierno de Estados Unidos se comprometió a otorgar anualmente a los cubanos al menos 20,000 visas de inmigrante. Este Acuerdo se cumplió hasta que la Administración de Trump de manera arbitraria, por razones políticas, decidió cerrar el consulado estadounidense en Cuba.
Al cerrarse los servicios consulares de Estados Unidos en La Habana nuestros familiares en Cuba han tenido que viajar, en un principio a Bogotá, Colombia y ahora a Georgetown, Guyana, ¡1,400 millas y 1,970 millas respectivamente!, para que sus documentos sean procesados y se le puedan conceder una vez aprobadas sus visas de inmigrante. Semejante tratamiento es discriminatorio, humillante y vejaminoso, nunca visto anteriormente en ninguna parte del mundo. Además de resultar extremadamente costoso para las familias cubanoamericanas que reclaman a sus seres queridos en momentos de graves apuros económicos para cualquier familia trabajadora.
Esta situación es intolerable para los cubanoamericanos que de acuerdo a la ley tienen el derecho de reclamar a los suyos en Cuba para que puedan vivir con ellos aquí en Estados Unidos. La razón dada por la Administración de Trump para retirar a fines de 2016 más de la mitad de sus diplomáticos de su embajada en La Habana es que esos diplomáticos fueron víctimas de “ataques acústicos”, a pesar de que una extensa investigación hecha por un equipo de expertos del FBI en Cuba previo a esta decisión, determinó que no encontró evidencia alguna que armas sónicas estuviesen envueltas en estos incidentes.
Súmase al carácter político de esta decisión es que a la misma vez que la Administración de Trump retiró sus diplomáticos de La Habana ordenó la expulsión de 15 diplomáticos cubanos de la Embajada de Cuba en Washington de esa manera imposibilitando el curso normal de las relaciones diplomáticas y consulares entre ambos países.
Aprovechamos esta oportunidad para recordarle los resultados de una reciente encuesta a cubanoamericanos residentes en el Condado Miami-Dade realizada recientemente por Florida International University. Los resultados de la misma confirmaron que el 63% de los encuestados apoyan la decisión de mantenerrelaciones diplomáticas normales con Cuba; 61% de los votantes inscritos apoyan esta decisión. 57% apoyan el levantamiento de todas las restricciones de viaje a Cuba a todos los estadounidenses. Y el 68% asimismo apoyan el mantenimiento o expansión de las actuales relaciones de negocios con Cuba.
Un artículo sobre estos asuntos publicado en abril de 2018 en la revista del Council of Foreign Relations mantiene que una encuesta nacional del Pew Research Institute realizada a finales de 2016 arroja que el 75% de los estadounidenses encuestados aprueban la decisión del Presidente Obama de restablecer lasrelaciones diplomáticas con Cuba. En diciembre de 2016 el diario The Miami Herald publicó un artículo en donde recuerda que uno de cada tres residentes del Condado Miami-Dade es cubanoamericano, y que en la más reciente elección presidencial en 2016 Hillary Clinton derrotó en este condado a Donald Trump por 290,000 votos. Como también recordó que el Presidente Obama ganó este condado en las elecciones presidenciales de 2008 y 2012.
También es un hecho que en las últimas tres elecciones presidenciales se estima que la mitad del voto cubanoamericano en el Estado de la Florida favoreció a los candidatos que abiertamente apoyaron la normalización de las relaciones con Cuba y que defendieron los derechos de los cubanoamericanos como ciudadanos estadounidenses para poder relacionarse normalmente con sus familiares y amistades en Cuba.
Esperamos que usted dé debida consideración a nuestros planteamientos.

Andrés Gómez, director de Areitodigital

Premiado y castigado tras el 26 de Julio

“Afuera está el vecino. / Tiene el teléfono y el submarino. / Tiene una flota bárbara, una flota / bárbara ...Tiene una montaña de oro / y un mirador y un coro / de águilas y una nube de soldados / ciegos, sordos, armados / por el miedo y el odio. (Sus banderas / empastadas en sangre, un fisiológico / hedor esparcen que demora el vuelo / de las moscas.)”
Versos de: Elegía cubana. Paloma de vuelo popular.
Autor: el gran poeta cubano Nicolás Guillén. 10 de Julio de 1902 – 16 de Julio de 1989.

Cuando Cuba quedó, una vez más, en las manos del imperialismo estadounidense tras dar el golpe de Estado con su representante Batista (10 de Marzo de 1952) la rebelión popular se planteó de nuevo su accionar, y lo plasmó el 26 de Julio de 1953. La vanguardia revolucionaria decidió asaltar en Santiago el cuartel Moncada, centro de tortura, y, en Bayamo el cuartel Céspedes.
Pero la rebelión que se calificaría de fracaso, alcanzó un resultado paralelo que más adelante daría el triunfo al pueblo: todas las fuerzas políticas que aspiraban a derrotar a los que sometieron al pueblo a la miseria para facilitar la colonización yanqui, se unieron en la lucha de liberación.
EEUU venía haciendo historia con su violencia exitosa, y en Cuba, un día de fiesta su régimen dictatorial se desplomó. A las manos del imperio fueron a caer los desperdicios, el tirano y su corte de corruptos y demás asociales.
Ese día de fiesta fue el 1 de Enero de 1959. Desde entonces se cuentan los premios y el castigo a la revolución cubana.
Hacer el recuento de todos los éxitos de la revolución nos llevaría desde las primeras medidas de reforma agraria, la gran campaña de alfabetización, la defensa de los bienes de la nación ante el imperio usurpador, la lucha contra el terrorismo que financiado por el régimen estadounidense causó miles de muertos y heridos… al reconocimiento internacional en todos los organismos de representación mundial.
A pesar del respeto con el que cuenta Cuba, los medios que representan los intereses del régimen de la Casa Blanca estadounidense no dejan de martillear a la población mundial con la propaganda de su amo contra la isla rebelde. Esa prensa da por normal el bloqueo, declarado como acción de guerra, condenado año tras año en la ONU por todos los países, y, deja al margen procurando el vacío de sentido la ocupación militar de una parte del territorio cubano, donde tienen establecida la base de Guantánamo, en la que han instalado la cárcel y centro de tortura conocida más ilegal e inhumana del mundo.
Si debatirse y salir adelante bajo la guerra económica financiera y política de EEUU se hace muy difícil, si causa daños incontables que hacen que la revolución tropiece en ocasiones, si los periodos más duros espantan a cualquiera, lo conseguido por la revolución no ha dejado de dar ejemplos universales de fuerza popular y solidaridad.
Pero veamos los últimos reconocimientos – premios a la revolución cubana:
Cuba ha sido considerado el único país de América Latina sin desnutrición infantil.
La FAO y el Programa Mundial de Alimentos declaran a Cuba el país en que se realiza la mayor vigilancia para que se cumpla la soberanía alimentaria en cualquier circunstancia, para lo que se llevan a cabo programas nacionales de alimentación hasta de las personas con mayor riesgo y bajo cualquier circunstancia.
En el mes de Mayo de este 2019, la ONU ha elegido a Cuba en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC) como miembro de la Junta Ejecutiva de UNICEF, la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos y la Comisión de Desarrollo Social.
Su enseñanza y su sanidad han sido consideradas como entre las mejores del mundo, y desde luego las más solidarias. Cuba ha sido reconocida como país de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030.
En las Naciones Unidas ha sido reconocida por su labor constante del fortalecimiento del Multilateralismo.
Esto es sólo una pequeñísima exposición de todos los premios que ha recibido Cuba en los últimos meses.
El castigo a Cuba viene del régimen estadounidense, el bloqueo, el terrorismo, su provocación permanente, hablan de quienes son los enemigos de la soberanía de cualquier pueblo. Pero no digamos lo ya sabido.
Vamos a dar algunos datos de las condiciones de existencia del imperio, del castigador, o del resultado de su existencia, con ello extraemos el por qué de su intento continuo de hundir a cualquier país, o asaltar, guerrear y destruir para reducir las fuerzas de los demás y robarles sus riquezas, su existencia como tal depende de ello:
En Septiembre de 2018 se da a conocer lo siguiente por el New York Post: EEUU se encuentra en la peor recesión desde hace 10 años. Tiene una deuda de 13,3 billones de dólares, más de la que tenía en 2008. Los créditos a universitarios, pues para estudiar hay que pedir créditos, se elevan a 1,5 billones de dólares. En 2008 la deuda de los universitarios era de 611.000 millones de dólares, como vemos la cantidad se ha multiplicado. También los créditos y saldos de las tarjetas de crédito están por encima de lo que debían en 2008.
Según el economista Peter Schiff, EEUU se encuentra peor que ante la crisis de 2008, lo que puede hacer que estalle una crisis mucho mayor precisamente al término del mandato de Trump, con lo que puede que esté buscando su reflote y salida en más guerras, como es habitual en su proceder, eso es lo que se ve con la llegada del trumpismo. El dólar sin soporte alguno ha alimentado la crisis que inexorablemente viene. La apariencia de progreso económico tendrá su “punto de inflexión cuando los prestamistas no puedan pagar (entiéndase los países que prestan a EEUU) y entonces el régimen va a reducir drásticamente el gasto público y los ingresos de la gente. La deuda es la crisis del dólar. Será mucho peor que en la Gran Depresión de 1929”.
El economista Dany Gasey también sostiene que la crisis será diferente y más duradera y peor que las de 1929 y 1946. Ya en 2017 la revista The National Interest advertía que la deuda pública de EEUU era la más alta desde la 2ª Guerra Mundial. El economista de fama mundial Alfredo Jalife ha declarado que la deuda de EEUU es el 600% de su Producto Interior Bruto, algo imposible de pagar.
No hay salida, el imperio no tiene salida si no es destruyendo tanto como pueda para volver a empezar, su negocio hoy, más que nunca, es la guerra y el robo, el sometimiento.
Si ponemos hoy en un platillo las conquistas de la revolución cubana y en otro platillo las conquistas del imperialismo estadounidense, el uno salvando dificultades y difundiendo la solidaridad y el otro dividiendo al mundo y extendiendo la guerra y enfrentándose a cualquier país, tenemos ante nosotros el premio que significa el resultado de aquel 26 de Julio de 1953, y el castigo del imperio por aquella acción revolucionaria valerosa que inició la independencia de Cuba. Los padres de tal acto y sus continuadores han dado el ejemplo tan admirado por los pueblos y organismos internacionales, y premiado.
9 de Agosto Día Internacional de los Crímenes de EEUU contra la Humanidad.

Ramón Pedregal Casanova

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: “Gaza 51 días”, “Palestina. Crónicas de vida y Resistencia”, “Dietario de Crisis”, “Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero”, y “Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios”. Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.Miembro del Frente Antiimperialista Internacionalista (FAI).

Fidel y las nacionalizaciones frente a las reclamaciones espurias desatadas por Trump

“El día que la fiera se lama el flanco herido / donde el dardo nacionalizador le dé, / allí, a tu lado, con el corazón altivo, / nos tendrás”.
Ernesto Ché Guevara, Canto a Fidel, México, 1956.

Todos los acontecimientos grandes o pequeños tienen sus propias concatenaciones que permiten explicarlos y descubrir tanto las apariencias como sus esencias. Desde 1996 en que se proclamó la ley Helms-Burton por el Congreso con la firma del presidente Clinton, ha sido el instrumento preferido para cohonestar las agresiones de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba e intereses de otros países del mundo, al globalizar el bloqueo genocida de más larga duración contra un país. Actualmente el presidente Trump ha activado el título III de la ley Helms-Burton sobre la Protección de los derechos de propiedad de los nacionales de Estados Unidos, con lo cual creará un pandemonio en los tribunales de EE.UU.
Fueron hechos previos en los primeros años de la revolución los siguientes. En junio de 1960, surgió la negativa de las empre­sas Texaco, Esso y Shell a refinar el petróleo crudo importado de la URSS, después de haber suspendido el suministro del crudo. En julio de 1960, una proclama del presidente Eisenhower redujo en 700,000 toneladas la cuota azucarera de Cuba en el mercado norteamericano. En el período de diciembre de 1960 a marzo de 1961, se acordó la supresión total de la cuota azucarera en el mercado norteamericano para 1961. En febrero de 1962, se produjo el embargo total del comercio entre Estados Unidos y Cuba. En marzo de 1962, el Dpto. del Tesoro de USA prohibió la entrada a ese país, de cualquier pro­ducto elaborado, en su totalidad o en parte, con materiales de origen cubano. En esos años y los siguientes hasta hoy fueron innumerables las acciones y medidas agresivas de distinta naturaleza que se instrumentaron contra Cuba.
Como señalara Fidel en otro momento histórico, “La acción imperialista y la respuesta revolucionaria estuvieron indisoluble­mente asociados con el desarrollo de los acontecimientos.” “Pero fue la ley de Reforma Agraria ‑según Fidel‑ lo que determinó a los imperialistas a organizar la invasión de Girón, a quitarnos la cuota azuca­rera, el petróleo, a establecer el bloqueo econó­mico de Cuba... Fue la ley que enfrentó directa­mente al imperialismo contra Cuba.”
Resulta significativo que Ernesto Ché Guevara reflejara en su poema Canto a Fidel estas afirmaciones en versos, en fecha tan temprana como 1956, en México: “Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos / reforma agraria, justicia, pan, libertad, / allí, a tu lado, con idénticos acentos / nos tendrás.”… “El día que la fiera se lama el flanco herido / donde el dardo nacionalizador le dé, / allí, a tu lado, con el corazón altivo, / nos tendrás”.
En cuanto a la nacionalización de bienes, tierras y empresas pertenecientes a los ciudadanos extranjeros, se debe aclarar que se trata de un asunto distinto al de las confiscaciones y que es una facultad otorgada en el ejercicio de la soberanía de cualquier estado por razones públicas, y que estaba amparada constitucionalmente y por leyes nacionales y también por el derecho internacional. Fue en el discurso pronunciado por Fidel, entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en el acto de clausura del Primer Congreso Latinoamericano de Juventudes, el 6 de agosto de 1960, en el que anunció la nacionalización de empresas estadounidenses, con lujos de detalles. Por cierto durante el inicio de esa parte del discurso Fidel perdió momentáneamente la voz, momento en que Raúl intervino para calmar la preocupación por la afección vocal, con la célebre expresión: “Se ha ido una voz por un momento, pero ahí está él.”
Recuperado, Fidel continuó leyendo la resolución en que todo estaba explicado: "Por Cuanto: La ley No. 851, de 6 de julio de 1960, publicada en la Gaceta Oficial de la República, de julio 7, autorizó a los que resuelven para que, mediante resoluciones, dispongan conjuntamente, cuando lo consideren conveniente a la defensa del interés nacional, la nacionalización; por vía de expropiación forzosa de los bienes o empresas, propiedad de personas naturales o jurídicas nacional de los Estados Unidos de Norteamérica"
"Por Cuanto: En la fundamentación de la expresada Ley, se contempló la actitud asumida por el Gobierno y el Poder Legislativo de los Estados Unidos de Norteamérica de constante agresión, con fines políticos, a los fundamentales intereses de la economía cubana, evidenciada en la enmienda acordada por el Congreso de dicho país a la Ley Azucarera; mediante la cual se concedieron facultades excepcionales al Presidente de dicha nación para reducir la participación en el mercado azucarero del mencionado país, a los azucareros cubanos, como arma de acción política contra Cuba.
"Por Cuanto: El Ejecutivo del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, haciendo uso de las expresadas facultades excepcionales, y en notoria actitud de agresión económica y política contra nuestro país, ha procedido a la reducción de ­la participación en el mercado norteamericano de los azúcares cubanos, con la indiscutible finalidad de agredir a Cuba, y a su desarrollo y proceso revolucionario.
"Por Cuanto: Este hecho constituye una reiteración de la continuada conducta del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, dirigida a evitar el ejercicio por nuestro pueblo de su soberanía y su integral desenvolvimiento, correspondiendo así, a los deleznables intereses de los monopolios norteamericanos, que han obstaculizado el crecimiento de nuestra economía, y la afirmación de nuestra libertad política.
"Por cuanto: Ante tales hechos, los que resuelven, conscientes de sus altas responsabilidades históricas, y en defensa legítima de la economía nacional, están en la obligación de proveer las medidas necesarias para contrarrestar el daño causado por las agresiones de que ha sido objeto nuestra nación.
"Por cuanto: De conformidad con nuestro ordenamiento constitucional y legal, en ejercicio de nuestra soberanía, y como medida legislativa interna, entendiendo que resulta conveniente ante la consumación de las medidas agresivas a que se refieren los Por Cuantos anteriores, ejercitar las facultades que confieren a los que resuelven la Ley No. 851, del 6 de julio de 1960; o sea, proceder a la expropiación forzosa, a favor del Estado, de bienes y empresas propiedad de personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, como decisión justificada, por la necesidad que tiene la nación de resarcirse de los daños causados en su economía, y afirmar la consolidación de la independencia económica del país.
"Por Cuanto: La Compañía Cubana de Electricidad y la Cuban Telephone Company, han constituido un ejemplo típico de monopolios extorsionistas y explotadores que han succionado y burlado durante largos años la economía de la nación y los intereses del pueblo.
"Por Cuanto: Las Compañías Azucareras se apoderaron de las mejores tierras de nuestro país y al amparo de la Enmienda Platt, cláusula ominosa y cercenadora de la economía nacional, que facilitó la invasión al país por el capital imperialista de sus insaciables e inescrupulosos amos extranjeros, que han recuperado muchas veces el valor de lo invertido.
"Por Cuanto: Las compañías petroleras estafaron de manera continuada la economía de la nación, cobrando precios de monopolio, que significaron durante muchos años la erogación cuantiosa de divisas, y el afán de perpetuar sus privilegios desacataron las leyes de la nación, y fraguaron un criminal plan de boicot contra nuestra patria, obligando al Gobierno Revolucionario a su intervención.
"Por Cuanto: Es deber de los pueblos de América Latina propender a la recuperación de sus riquezas nacionales, sustrayéndolas del dominio de los monopolios de intereses foráneos que impiden su progreso; promueven la injerencia política y menoscaban la soberanía de los pueblos subdesarrollados de América.
"Por Cuanto: La Revolución Cubana no se detendrá hasta la liberación total y definitiva de la patria.
"Por Cuanto: Cuba ha de ser ejemplo luminoso y estimulante para los pueblos hermanos de América y todos los pueblos subdesarrollados del mundo, en su lucha por librarse de las garras brutales del imperialismo.
"Por Cuanto: En uso de las facultades de que estamos investidos, de conformidad con lo dispuesto en la Ley No. 851, del 6 de Julio de 1960,
"RESOLVEMOS: "PRIMERO: (EXCLAMACIONES DE JÚBILO DEL PUEBLO) Se dispone la nacionalización, mediante la expropiación forzosa, y por consiguiente se adjudican a favor del Estado cubano, en pleno dominio, todos los bienes y empresas ubicados en el territorio nacional, y los derechos y acciones de emergentes de la explotación de esos bienes y empresas, que son propiedad de las personas jurídicas nacionales de los Estados Unidos de Norteamérica, u operadoras empresas en que tienen intereses predominantes nacionales de dicho país, que a continuación se relacionan:
A continuación Fidel leyó las empresas nacionalizadas y al final sintetizó el asunto de esta manera: “Es decir que quedan nacionalizadas todas las empresas de la compañía eléctrica, todas las empresas de la compañía de teléfonos, todos los bienes, por supuesto, y empresas de la Texaco y de la Esso, la Sinclair y, además, los 36 centrales azucareros que tenía Estados Unidos en Cuba. "En consecuencia —bajito, bajito, como para que no oigan—, se declara al Estado cubano subrogado en lugar y grado de las personas jurídicas relacionadas en el apartado anterior, al respecto de los bienes, derechos y acciones mencionados, así como de los activos y pasivos integrantes del capital de las referentes empresas, etcétera, etcétera, etcétera. "Firmado: Dr. Osvaldo Dorticós, Presidente de la República (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Dorticós, Dorticós!"). Y el que les habla, Primer Ministro del Gobierno Revolucionario" (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, Fidel!").
Y continuó Fidel señalando un elemento esencial: “Como ustedes saben, de acuerdo con la Ley del 6 de julio de 1960, de defensa de la economía nacional y de soberanía del país, esos bienes se indemnizarán”. Y luego continuó explicando ¿Cómo? y ¿Con qué se iba a pagar?
Si bien el 6 de Agosto de 1960 se produjo la nacionaliza­ción de las compañías de teléfonos, de electrici­dad, refinerías de petróleo y 36 centrales azuca­reros que controlaban el 42 % de la producción de azúcar, este proceso continuó. El 17 de septiembre de 1960 se efectuó la naciona­lización de los bancos norteamericanos. El 13 de Octubre de 1960, ocurrió la nacionaliza­ción de grandes empresas nacionales y de los bancos. La ley 890 amparó la nacionalización de 382 grandes empresas de capital nacional. El 24 de Octubre de 1960 se produjo la nacionali­zación de 164 empresas norteamericanas.
Las nacionalizaciones en Cuba se llevaron a cabo según derecho. Si bien obedecieron en lo fundamental a razones basadas en la intere­ses nacionales de rescatar para el patrimonio nacional propiedades que producto del desarrollo de la política entreguista durante la pseudorepú­blica había enajenado al país, también estuvieron condicionadas por las circunstancias y las medidas de bloqueo y las agresiones de todo tipo que adoptó Estados Unidos para destruir a la Revolu­ción.
Las medidas adoptadas por la Revolución tuvieron como punto de partida, tal como afirmara Martí, en haber “sentado antes un principio: los intereses creados son respetables, en tanto que la conser­vación de estos intereses no daña a la gran masa común. Y otro principio deducido de éste, y afir­mado como verdad axiomática: es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.”
“Cuando se va a un oficio útil, como el de poner a los hombres amistosos en el goce de la tierra trabajada, ‑y de su idea libre, que ahorra sangre al mundo‑, si sale un leño al camino, y no deja pasar, se echa el leño a un lado, o se le abre en dos, y se pasa, y así se entra, por sobre el hombre roto en dos, si el hombre es quien nos sale al camino. El hombre no tiene derecho a oponerse al bien del hombre”.
La valoración del monto de las propiedades norte­americanas nacionalizadas en Cuba, ha resultado ser un punto polémico, por la existencia de crite­rios evaluativos diferentes. Según unos 600 millones, según otros entre 700 y 1000 millones. El 25 de junio de 1960, Fidel decía, refiriéndose a las inversiones norteamericanas en Cuba y a la política agresiva de Estados Unidos: ”Tienen aproximadamente 800 millones de dólares en inver­siones en Cuba, así que podemos sacar la cuenta perfectamente entre lo que ellos nos pueden quitar a nosotros y lo que nosotros le podemos quitar a ellos...”
Según certificó la Comisión de Reclamaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que extendió su trasbajo desde enero de 1967 hasta julio de 1962, en que cerró el programa de las reclamaciones de los ciudadanos norteamericanos por sus bienes nacionalizados, se recibieron 8 816 solicitudes de reclamaciones contra el gobierno de Cuba; se aceptaron 5 911 y se denegaron 2 905. Se estimó el valor con un monto total de 1851, 197 358 dólares ‑o sea unos 1800 millones de dólares‑, fijándose una tasa del 6% de interés anual. Se calculaba que rendían 87,5 millones de pesos al año.
Aunque la ley cubana 851 del 6 de julio de 1960 contemplaba la indemnización correspondiente, el gobierno de Estados Unidos no reconoció el derecho soberano de Cuba y, en vez de estable­cer negociaciones para llegar a un acuerdo acep­table sobre el monto y condiciones de las indemnizaciones, inició y continuó sus medidas de bloqueo económico.
Sin embargo, Cuba ha pagado, a través de acuerdos con países como Suiza, Francia, Canadá, España, Italia, Gran Bretaña, Méjico y otros, propiedades nacionaliza­das a ciudadanos de estos países, que alcanzaban un monto de unos 60 millones de dólares.
Un aspecto que no puede quedar fuera del análisis en el proceso de las nacionalizaciones y sus correspondientes indemnizaciones por parte de Cuba, es el siguiente: Las medidas del bloqueo han provocado daños económicos a Cuba que constituyen una carga significativa para impedir el desarrollo pleno del país. Los daños económicos que los Estados Unidos ha causado con sus medidas de bloqueo contra Cuba durante casi seis décadas alcanzan la cifra de 933 mil 678 millones de dólares, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional. A precios corrientes, el bloqueo ha provocado perjuicios cuantificables por más de 134 mil 499 millones 800 000 dól0ares.
Así, por ejemplo, desde abril de 2017 hasta marzo de 2018, el bloqueo ha causado pérdidas a Cuba en el orden de los 4 mil 321 millones 200 000 dólares.
En conclusión, estos apuntes sobre las nacionalizaciones pueden ser un antídoto político-ideológico y cultural para hacer añicos las noticias tergiversadas con motivo de la activación del título III de la ley Helms-Burton y el pandemonio en que se convertirá a las cortes de Estados Unidos gracias al edicto del actual dictador de la Casa Blanca, porque ahora no se trata de los ciudadanos estadounidenses afectados por las nacionalizaciones de entonces, sino que extienden esa condición a todos los cubanos que durante estos 60 años han obtenido dicha ciudadanía. Vaya disparate jurídico que incluso hace añicos la Certificación oficial de la Comisión de Reclamaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, del año 1972.

Wilkie Delgado Correa

sábado, 27 de julio de 2019

Acto Central por el aniversario del Asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes


La Comandancia de Fidel en la Sierra Maestra




Siguiendo el curso del río Yara va en busca de otros ríos, los de la historia, que aquí se ponen mucho más caudalosos. Te invitamos entonces a subir a La Plata, a la Comandancia guerrillera desde la que Fidel Castro dirigió la Guerra de liberación de Cuba.

Puerto Rico: las masas voltean al gobernador proimperialista




Fruto de las protestas masivas, el gobernador puertorriqueño “Ricky” Roselló anunció anteayer su renuncia, que se hará efectiva el 2 de agosto.
El pueblo boricua se ha constituido en un formidable ejemplo para una Centroamérica encendida, que se niega a continuar siendo víctima de la devastación del imperialismo y viene protagonizando formidables irrupciones populares contra los gobiernos fondomonetaristas en Nicaragua, Costa Rica, Haití y Honduras. Durante 12 días, los trabajadores de la isla coparon las calles para denunciar a un gobierno corrupto y responsable –como lacayo de la Junta de Supervisión Fiscal, impuesta por Obama y continuada por Trump para imponer el ajuste y garantizarse el pago de una deuda externa colosal- de una masacre social sin precedentes: privatización de las escuelas, despidos en masa en el Estado, altísimos niveles de pobreza y la multiplicación de los estragos resultantes del Huracán María, que han obligado a centenares de miles al éxodo.
Previo a la caída de Roselló, la marea se había llevado puesta a una gran parte de su gabinete –incluido su jefe, tras el paro general y movilización de entre medio y un millón de personas. Desde la filtración de los chats infames que despertaron la ira popular, fueron 14 los que dejaron el barco (a las que deben sumarse las dos privatistas al mando de Educación y Seguros de Salud, caídas previamente por una corruptela multimillonaria).

Crisis en el oficialismo

Entre ellos se encontraba el continuador de “Ricky” en la línea de sucesión, su secretario de Estado. La siguiente en fila es la secretaria de Justicia Wanda Vázquez Garced, quien debería quedar provisionalmente a cargo para designar a un secretario de Estado a ser aprobado por el Parlamento. Allí cuenta con mayoría el oficialista PNP, ceñido por todo tipo de reyertas internas –entre ellas, el apedreo judicial contra Vázquez por parte del presidente del Senado Thomas Rivera Schatz.
Vázquez es, ante todo, una figura bien antipática para el pueblo movilizado, ligada a lobistas y denunciada por negarse a investigar desmanejos del gobierno Roselló –entre ellos, como reveló ayer una periodista, por irregularidades con vagones que contenían suministros para los damnificados por el huracán, y en otorgamiento de licencias a empresas. Su llegada al Ejecutivo está en tela de juicio y se multiplica en las redes el hashtag #WandaRenuncia.

Estados Unidos y la oposición

Trump, que ha venido cacareando tanto contra la opositora alcaldesa de San Juan -del Partido Popular Democrático y ligada a Bernie Sanders- como contra Roselló, saludó la partida del Gobernador, interesado en montarse sobre los escándalos de corrupción para ajustar más aún los ya escasos fondos que EEUU envía a la isla. Pero la movilización contra Roselló, como ya han destacado numerosas figuras públicas, aparece como un peligroso ejemplo para los vecinos trabajadores de Estados Unidos.
La izquierda demócrata norteamericana ha hecho su propia demagogia con saludos a la caída de Roselló, aunque el portavoz de la mayoría demócrata en la Cámara Baja de Estados Unidos, Steny Hoyer, ya anunció que trabajará “en estrecha colaboración con el sucesor” del renunciado, revelando el interés del establishment por contener el proceso popular en curso.
Algunos analistas, dando cuenta de la crisis política, destacan que las próximas elecciones “podrían amenazar al bipartidismo” (del PNP y el PDP) y significar un mayor crecimiento de candidaturas independientes, recordando el 16% obtenido en 2016 por la empresaria Alexandra Lúgaro (del recién fundado Movimiento Victoria Ciudadana). Todavía falta para ello un intenso año y medio, que podría ver una multiplicación de la agitación popular. Atento a ello, Lúgaro ha cifrado como punto de llegada de las movilizaciones que sea nombrada en la Gobernación “una persona competente y una persona honesta”. A estos planteos de contención se suma el socialdemócrata Partido Independentista, cuyos referentes insisten por los medios en su planteo de un “pacto político” por el que el PNP designe a alguien “con probidad moral” (si es que lo encuentra).

A fuego

Las masas movilizadas han puesto en la mira no sólo a Roselló sino también a la Junta de Supervisión, un problema para el imperialismo dado que esta viene de pactar con los acreedores de los bonos de deuda una profundización del plan de ajuste, con nuevos golpes a las jubilaciones y 30 mil despidos en el Estado entre otras medidas. Aparece con toda su intensidad la necesidad de un planteo de poder de los trabajadores, ligado directamente a la histórica bandera de la independencia de Puerto Rico.
Viva la lucha de las masas portorriqueñas. Fuera el imperialismo. Por la independencia de Puerto Rico y un gobierno de trabajadores. Por la unidad socialista de América Latina.

Tomás Eps

viernes, 26 de julio de 2019

Crisis política y rebelión en Puerto Rico




Desde hace una semana Puerto Rico están convulsionadas por una oleada de movilizaciones contra el gobernador Rosello. El ultimátum de las calles para que renuncie vence este domingo.

Desde hace una semana las calles de Puerto Rico están convulsionadas por una oleada de movilizaciones. Decenas, o quizás algunos cientos de miles piden a gritos la renuncia del gobernador Ricardo Roselló. La nota de color, obviamente, la han dado las celebrities, esos inconfundibles latinos que cantan en spanglish, como Ricky Martin y René Pérez Joglar (Residente). El rapero del momento, Bad Bunny, compuso el hitazo de la rebelión, que se titula nada menos que “Afilando los cuchillos”.
Lo que disparó esta oleada de indignación fue la filtración de conversaciones de un grupo de chat que tenía el gobernador con ministros, funcionarios de alto rango y su círculo político íntimo, hechas públicas por el Centro de Periodismo Investigativo.
Con una mezcla de estupor y rabia, los portorriqueños accedieron a unas 900 páginas que resumen un año de intercambios de mensajes políticos irónicos, bromas misóginas y homofóbicas, insultos a periodistas y a políticos opositores (como la alcaldesa de San Juan, la capital) y hasta chistes de mal gusto sobre las políticas de austeridad y los muertos del Huracán María, que asoló la isla en septiembre de 2017.
El domingo 21 de julio vence el ultimátum que la movilización le dio al gobernador para que renuncie. Por ahora, Roselló sigue atornillado a su cargo, pero ha perdido el apoyo de sus aliados externos -en particular del Partido Demócrata, al que adhiere Roselló, pero también republicanos en Estados Unidos- y de su base de sustentación interna, empezando por el Partido Nuevo Progresista al que pertenece. A esta altura el hombre es un muerto político. Que haya sobrevivido solo se explica porque quienes lo siguen en la línea de sucesión estaban todos en el mismo grupo de Telegram por lo que tuvieron que renunciar y están ahora bajo investigación.
El escándalo ya tiene sus hashtags de rigor: #Telegramgate; #Chatgate; #Rickyleaks y seguramente en los próximos días seguirá la lista.
Pero más allá de cómo se llame, esta filtración fue solo la punta del iceberg de un descontento profundo que se viene acumulando y que ha alcanzado punto de ebullición.
Esta revuelta, que aún está en pleno desarrollo, se inscribe sin dudas en la situación de dependencia colonial de Puerto Rico, aunque su causa eficiente sean las durísimas condiciones de existencia de la mayoría de la población que está lejos de vivir como los ricos y famosos. La relación entre ambas temporalidades es evidente pero no son necesariamente la misma cosa.
Puerto Rico es parte del territorio norteamericano –cedido a Estados Unidos como botín por España a fines del siglo XIX- pero su estatus es de “estado libre asociado”, lo que significa una posición más cercana a una colonia, con un gobierno propio pero sin ningún tipo de soberanía. Esto implica que como no es un estado federado, no vota por ejemplo el presidente de Estados Unidos (que es elegido por los estados y no por el voto directo) ni tampoco tiene representación en el Congreso, excepto un observador sin voto. Desde 1917 Estados Unidos les concedió la ciudadanía, pero son ciudadanos de segunda clase, que a menudo son blanco de los mismos ataques que sufren los inmigrantes (ilegales o no) como se ha visto en los tuits racistas que el presidente Donald Trump le dedicó a las cuatro congresistas díscolas del partido demócrata, entre las que se encuentra Alexandra Ocasio Cortez.
Como se puede leer en otra nota de La Izquierda Diario, Puerto Rico atraviesa una situación de coloniaje recargado desde que se ha declarado en quiebra, quedando bajo la tutela de una “maldita junta” que supervisa la liquidación de los activos de la isla –como la privatización de la empresa de energía y del sistema educativo- y la aplicación de un durísimo programa de ajuste para pagar su deuda impagable a los buitres de siempre, es decir, a los fondos de inversión de Wall Street.
El devenir político de Puerto Rico es un problema interno de la política norteamericana, empezando porque la población boricua en Estados Unidos ya asciende a 5,5 millones (contra 3,2 millones que viven en la isla), concentrada principalmente en Florida, un estado estratégico que puede hacer la diferencia en una elección peleada y polarizada.
Como se sabe Trump reclama el crédito por haber denunciado al gobierno de Roselló, que está aliado a los demócratas pero tuvo funcionarios afines al gobierno republicano, por su impericia tras el Huracán María. El presidente norteamericano recurrió como es su costumbre a una fake news: dijo que Estados Unidos le había dado 91.000 millones de dólares a Puerto Rico, más que Estados como Texas y Florida combinados. Pero en verdad, la cifra de la ayuda está muy lejos de ese monto y fue entregada a cuenta gotas. Claro que esto no exime al gobierno de Roselló, que durante mucho tiempo negó incluso la altísima cifra de muertos en el Huracán.
Los demócratas –desde el establishment hasta los “insurgentes”- también le soltaron la mano a Roselló. Ocasio Cortez, que viene de una familia de origen portorriqueño, pidió también su renuncia.
Tanto republicanos como demócratas tienen en sus plataformas la propuesta de transformar a Puerto Rico en el estado número 51, porque de esa forma aportaría senadores y votos en el colegio electoral, que cada cual cuenta en su haber. Este cálculo electoral choca con el razonamiento de quienes se oponen con el argumento de que Estados Unidos no necesita incorporar un nuevo estado que es más pobre que Mississippi, y que tiene más que ver con América Latina que con la principal potencia imperialista.
Los dos principales partidos que se alternan en el gobierno de Puerto Rico se han encargado de gestionar el estatus colonial de la isla. Ambos han tejido lazos que los unen tanto a sus amos coloniales como a las familias ricas y las elites locales.
Mientas el Partido Nuevo Progresista del actual gobernador vende el humo de transformar a la isla en un estado plenamente integrado a Estados Unidos, el Partido Popular Democrático defiende los supuestos beneficios de ser un “estado libre asociado” como si se tratara de un pacto en igualdad de condiciones. Muy lejos en las preferencias está el Partido Independentista Puertorriqueño que plantea la independencia pero de manera retórica y sin ningún programa serio para verdaderamente liberarse del tutelaje colonial.
Esta no es la primera vez que la isla entra en estado de rebelión. Para nombrar solo dos antecedentes cercanos en el tiempo, las movilizaciones actuales se comparan con las protestas de 2001 contra los ejercicios de la marina de Estados Unidos en Vieques, y con las protestas del movimiento estudiantil en 2010 y nuevamente en 2018 contra la privatización de la educación y la austeridad.
El arte de los partidos tradicionales y de sus aliados en Estados Unidos será que la protesta se detenga en la renuncia del “gobierno corrupto” y no cuestione el estatus colonial. Pero aún está por verse si lo lograrán. La crisis aún tiene final abierto.

Claudia Cinatti
Sábado 20 de julio | 15:31

jueves, 25 de julio de 2019

Retamar: antiimperialista y descolonizador




La muerte de Roberto Fernández Retamar deja un sensible vacío en la cultura y el pensamiento cubanos. También provoca profunda congoja y sensación de pérdida irreparable en muchos de quienes tuvimos la dicha de su amistad -y la de Adelaida- y de enriquecernos con la lectura de su obra. Poeta, ensayista, académico y pensador de altos vuelos, diplomático, exigente editor, promotor cultural, estimulador de proyectos y aglutinador de talentos en Cuba, en América Latina y el Caribe, y más allá. Fundador de revistas e instituciones culturales de impronta internacional. Certero partícipe de lo que Fidel llamó la batalla de ideas. Su pluma y su verbo, de filo martiano y templados como la espada de Bolívar. Desde el triunfo revolucionario de 1959, fue uno de los más diestros gladiadores en el debate intelectual y cultural en defensa de la Revolución Cubana, de la unidad de los intelectuales progresistas y de los pueblos de nuestra América frente al imperialismo estadounidense, de la paz y la cooperación internacionales. Diputado a la Asamblea Nacional, miembro del Consejo de Estado (1998-2013) y Premio Nacional de Literatura en 1989.
Retamar fue, sigue siendo, uno de los más relevantes constructores del pensamiento descolonizador en América Latina y el Caribe y lo que solíamos llamar tercer mundo. Siguiendo los pasos de Martí, su referente intelectual más importante y entrañable, no dio tregua, armado de su enjundioso y aguerrido ensayo Calibán (aumentado y actualizado sucesivamente), a los intentos de Estados Unidos para dividir al movimiento intelectual antimperialista de nuestra América, ni cejó en el desmontaje, pieza a pieza, de los dogmas marchitos del pensamiento eurocéntrico, vinieran de la acera que vinieran.
La poesía es central en el universo retamariano, donde integra una diversa constelación de chispeantes y amorosas anécdotas, nobles sentimientos e ingeniosa filosofía. Pocos han sabido apresar esta vertiente suya con la exactitud de Luis Rogelio Wichy Nogueras, aquel joven y brillante escritor que la muerte nos arrebató cinco años después de que escribiera estas líneas: “… siempre me ha gustado la poesía de Fernández Retamar… desde los gallardos y juveniles endecasílabos de Elegía como un himno (1950) a los maduros versos de Juana y otros poemas… (1980) ha recorrido ya treinta intensos años… en Palabras de mi pueblo … hay tres décadas de una vida, miles de nocturnas y diurnas horas de apasionada fidelidad a la poesía.
Palabras de mi pueblo reúne fragmentos de Elegía como un himno y 131 poemas de otros nueve libros… La selección ilustra magníficamente el porqué del reconocido prestigio de que goza la poesía de Roberto hoy en el mundo de habla hispana.
…es en esos versos suyos, nacidos de experiencias acaso o casi siempre comunes (la Revolución, el amor, la amistad, la muerte), pero que han sido vividas en el papel de una manera íntima e intransferible, donde está lo mejor de su poesía. No importa si el acercamiento formal a un tema se produce a través de la gravedad o del suave humor (Roberto Fernández Retamar es un maestro del tono, el detalle, la palabra justa). Lo que importa, en este caso, es la convincente, conversadora intimidad que en sus mejores poemas logra trasmitir. Cuando sentimos que un poeta habla por nosotros (el poeta habla por todos, decía Lope); cuando nos reconocemos en sus versos; cuando decimos, después de leerlo, ´en efecto: así me fue a mí en este o aquel minuto de mi vida´, entonces, se ha producido ese mágico contacto entre el que escribe y el que lee, esa fraternal e invencible relación entre el que habla y el que escucha sin los cuales no vale la pena siquiera hablar de poesía”.
Doctor en Ciencias Filológicas, Retamar fue profesor de la Universidad de La Habana desde 1955, integró el Movimiento de Resistencia Cívica en la lucha contra la tiranía de Batista y tan pronto triunfó la Revolución se dio a la tarea de la transformación cultural del país. Fundador y secretario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba(1961-1964), donde codirigió la revista Unión. Fundador y director del Centro de Estudios Martianos (1977-1986). Director de la Academia Cubana de la Lengua y miembro correspondiente de la española. Colaborador de la histórica revista Orígenes desde 1951. A partir de 1965 dirigió la revista CASA, órgano de la Casa de las Américas (CA), institución que presidió desde 1986 y de la que fue uno de sus pilares junto a su fundadora y heroína de la Revolución, Haydeé Santamaría, a Mariano Rodríguez, Manuel Galich y Mario Benedetti. Aislada y agredida Cuba en América Latina por el imperialismo y las oligarquías, salvo la excepción de México, CA fue el nexo imprescindible que la mantuvo unida al movimiento intelectual y artístico de nuestra región, siempre en la primera línea en defensa de la Revolución Cubana. La contribución de Retamar para gestar y mantener vivo ese vínculo ha sido trascendental.

Ángel Guerra Cabrera
Twitter: @aguerraguerra

martes, 23 de julio de 2019

El proceso de incremento salarial en el sector presupuestado




La Ministra de Trabajo y Seguridad Social, Margarita Gonzáles Fernández y la Viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, comparecen este lunes en la Mesa Redonda para actualizar la información sobre el proceso de incremento salarial en el sector presupuestado del país.

Pensar América Latina desde el marxismo: «Simón Bolívar y nuestra independencia» de Néstor Kohan.




Grau y Néstor Kohan en la presentación del libro «Simón Bolívar y nuestra independencia (Una lectura latinoamericana)», publicado por Ediciones Yulca, La Llamarada y Amauta insurgente. Debate en la Universidad de Buenos Aires (UBA), octubre 2013, organizado por la agrupación Hombre Nuevo y la Cátedra Che Guevara de Argentina con el auspicio del Instituto de América latina y el Caribe (IEALC) de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

Roberto Fernández Retamar: 1930-2019




Este sábado 20, a últimas horas de la tarde llegaba Buenos Aires la triste noticia del deceso de Roberto Fernández Retamar. Se consumaba así una pérdida de verdad que irreparable, aunque esto parezca una frase trillada o un lugar común. Roberto deja un hueco en la cultura emancipatoria imposible de llenar, sin que esto signifique menosprecio alguno para tantas y tantos intelectuales revolucionarios de Nuestra América. Pero Retamar era claramente un fuera de serie: un hombre de convicciones firmes y de exquisita cortesía, poseedor de un castellano límpido y preciso, siempre armonioso al oído de su lectora o su lector. Una pluma elegante, que deleitaba con su lectura y a la vez punzante para con los siervos del imperio, los enemigos de la revolución y también para la legión de eclécticos que en momentos como éstos vacilan en condenar categóricamente al imperialismo por la interminable sucesión de crímenes de lesa humanidad que comete a diario. No sólo con sus bombardeos, sus drones, sus guerras sino también con sus bloqueos, como el que padece Cuba desde hace 60 años, o el más reciente perpetrado con saña feroz en contra de la Venezuela bolivariana.
Retamar fue el prototipo del intelectual comprometido, que actuó sin desmayos a lo largo de toda su larga y fecunda vida. Organizador cultural, lector incansable, crítico incisivo pero siempre amigable. Su labor en Casa de las Américas ha sido extraordinaria, en línea con lo que hiciera su predecesora, la gran Haydée Santamaría. No hay palabras suficientes para trasuntar el dolor por su pérdida y la relativa orfandad en que a muchos de nosotros nos deja su partida. Guardo muchos recuerdos de tantos encuentros y conversaciones con él, en La Habana y en Buenos Aires, y muy especialmente las dos últimas cuando en su oficina de Casa de las Américas mientras dialogábamos sobre uno de sus temas favoritos, los intelectuales y la deserción de la academia, le conté al pasar de mi indignación ante las mentiras y tergiversaciones que poblaban un reciente libro de Mario Vargas Llosa (La Llamada de la Tribu) y mi intención de escribir algo al respecto. Pensaba en un artículo que, tal vez, pudiera publicarse en la Revista Casa, le dije con cierta timidez. Quedé paralizado cuanto noté que su cuerpo entero se puso en tensión, abandonó la charla sobre los intelectuales, y me dijo que eso, una simple nota, no sería suficiente y que el personaje de marras merecía algo más que una nota. Un libro, me dijo, “escribe un libro donde expongas todas sus patrañas y traiciones”.
Me sorprendió la fuerza con que se expresó y debo reconocer que ese fue el origen de El Hechicero de la Tribu . Sentí que lo que me transmitía con tanto énfasis no era un consejo sino un mandato para realizar un ajuste de cuentas que percibía como urgente y necesario y que tal vez él sabía que ya no tendría tiempo para hacer. Salí de Casa de las Américas confundido y dubitativo. Pero pocas horas después caí en la cuenta de que tenía que hacer lo que Retamar me había dicho. Ni bien regresado a Buenos Aires puse manos a la obra y a lo largo de toda la fase de búsqueda de documentación y por supuesto durante la redacción del libro el intercambio de correos con Retamar era frecuente, casi semanal. Y no eran uno o dos, sino varios cada vez, con sus comentarios, aclaraciones, precisiones y datos de contexto que estaban en su memoria alojados en un enojoso anaquel reservado desde hacía décadas a Vargas Llosa y su relación con la Revolución Cubana. Sus observaciones eran de una precisión quirúrgica e invariablemente acertadas. Estando sumido en toda clase de dudas acerca de cuándo darle el toque final a mi manuscrito pude visitarlo una vez más en La Habana y mantener otra larga conversación con él y con Juan Fornet, otro gran escritor cubano. Allí sentí que Roberto me dio el impulso final para resolver un problema que suele ser muy serio para muchos escritores: poner punto final a la obra, decidir que ya está terminada y que sólo resta entregarla a la imprenta. Me fui de esa reunión preocupado porque si bien Retamar conservaba una lucidez asombrosa su físico se había debilitado considerablemente. Pero me marché aliviado porque me había resuelto el permanente desafío de saber cuándo poner el punto final a mi escrito. Tuve la inmensa satisfacción de que en Febrero del 2019, con ocasión de la Feria del Libro de La Habana, pude entregarle una copia de mi libro impreso por el Instituto Cubano del Libro. Un brillo relampagueó en sus ojos y creo que para sus adentros se habrá dicho: “misión cumplida”.
Concluyo diciendo que no me alcanzará lo que me queda de vida para agradecer la oportunidad única de haber sido agraciado con su amistad, con la de su amada esposa, Adelaida de Juan, y haber sido educado con su magisterio. No tengo palabras para expresar todo lo que siento, y me disculpo ante quienes leen estas líneas y en especial con Laidi, su hija. Ocurrirá con Roberto lo que pasa con las estrellas: aún muertas siguen emitiendo luz. En su caso, sus poemas, ensayos, notas de todo tipo seguirán iluminando la conciencia de los revolucionarios de Nuestra América. Sólo me resta decir que cuando bien pronto regrese a su amada Habana arrojaré una flor al mar, justo enfrente de donde se encuentra Casa de las Américas, para honrar sus cenizas y su memoria y gritar con toda la fuerza de mi alma “¡Hasta la victoria siempre, Roberto. Venceremos!”

Atilio A. Boron

domingo, 21 de julio de 2019

Cuba y los Juegos Panamericanos de Lima




Directivos del INDER, el Instituto de Medicina Deportiva, la Dirección Nacional de Béisbol y el ICRT comparecerán este viernes en la Mesa Redonda para informar sobre los preparativos finales y los aseguramientos de la delegación cubana a los XVIII Juegos Panamericanos de Lima, así como de las transmisiones televisivas y radiales de la cita multideportiva.

Cuba busca desarrollar bosques energéticos

Estos bosques deberán abastecer a las centrales bioeléctricas que se construyen en la Isla y se desarrollarán a partir de especies escogidas como el piñón florido, el bambú, la acasia y el eucaliptus.

Las autoridades cubanas buscar desarrollar bosques energéticos, para contribuir a la operación de las centrales bioeléctricas que se construyen en la Isla, informa la agencia Prensa Latina (PL).
Con este propósito, el Grupo Agroforestal del Ministerio de la Agricultura deberá sembrar 89.230 hectáreas en las que producirá posturas de especies escogidas.
Ese volumen de plantación «se fomenta en viveros tecnificados con simientes genéticamente seleccionadas de huertos semilleros y preparación de suelos mecanizada», según precisó Bárbara Hernández, directora de Generación Eléctrica del grupo Azucarero Azcuba.
Las especies utilizadas en este programa son el piñón florido, el bambú, acasia, eucaliptus, soplillo e ipil-iplil, las cuales tienen como características favorables su crecimiento rápido y capacidad de rebrote y de reproducirse por semillas o de forma asexual.
Además, poseen un elevado rendimiento de biomasa por hectárea y un fácil manejo silvicultural en turnos cortos de rotación, lo que las convierte en ideales para la generación eléctrica.

Cuba se suma al Desafío de Bonn

Las centrales bioeléctricas se construyen aledañas a centrales azucareros y tomarán como materia prima para su operación el bagazo –biomasa de la caña de azúcar– durante los 150 días de molienda de la zafra azucarera, precisó Hernández.
El resto del tiempo, para completar no menos de 300 días de funcionamiento, lo suministrará el Grupo Agroforestal en el período inter-zafras. Para ello, ya se han estudiado «todas las fases necesarias» y se cuenta «con el grueso» del transporte y el equipamiento especializado, en particular, las máquinas cortadoras que se precisan.
De las 19 bioeléctricas aprobadas en 2014 como parte del programa de generación eléctrica a partir de fuentes renovables, se prioriza la construcción de 17, las que de conjunto aportarán 612 mega watts (MW) al año.
Entre las de mayor avance constructivo, PL menciona la del central Ciro Redondo, en la central provincia de Ciego de Ávila, la cual se encuentra al 52% de ejecución y debe comenzar a aportar energía en la venidera campaña azucarera con con el empleo del bagazo de caña.
Terminada la zafra, trabajará con marabú, una planta invasora de conocidas cualidades energéticas y amplia distribución en la provincia.

Equipos especiales permitirán a Cuba obtener energía del marabú

Con la puesta en marcha del plan de centrales bioeléctricas y la energía aportada por los centrales azucareros que trabajan en la Isla, las autoridades cubanas esperan incrementar en seis veces el potencial de generación anual de electricidad con biomasa.
El aporte de electricidad a la red pública por esta vía servirá, según estimados oficiales, para dar energía a 1.721,862 viviendas en un año, y mitigar 2.555,502 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en igual período.
Como parte del plan energético de Cuba para 2030, el sector azucarero debe aportar en esa fecha el 14% de la matriz energética nacional, del 24% previsto para todas las fuentes renovables. En la actualidad, este aporte es menor del 5% e incluye otras fuentes como la fotovoltaica, la eólica, hidráulica, el biogás y los calentadores solares.

OnCuba

En Cuba se puede caminar tranquilo por la calle

-Señorita, se acaba de pasar un semáforo en rojo.
-Sí, lo sé. Perdón agente. Tome para su cafecito y no lo vuelvo a repetir.
-No, ¡jamás! Si no lo vuelve a repetir, ¿de qué vivimos nosotros?
Hecho verídico en una ciudad latinoamericana

Introducción

Comencemos por decir que “el único paraíso… es el paraíso perdido”. O sea: la vida de los seres humanos, por lo menos hasta ahora en estos dos millones y medio de años que llevamos como especie desde que nuestros ancestros descendieron de los árboles, no ha sido precisamente un paraíso. Como van las cosas, nada autoriza a pensar que el paraíso está a la vuelta de la esquina.
Pero sin proponernos algo tan inalcanzable como “paraísos”, por el contrario buena parte de la población mundial –de la actualmente viva y de la que ya no está– tiene una experiencia más cercana a lo que podríamos decir “infierno”: la pobreza y la violencia, la pura sobrevivencia a los golpes con todo el rigor que ello implica, la guerra y los efectos de sociedades estructuradas en torno a la detentación del poder como eje fundamental –con todos los desastres que ello trae aparejado– son el pan nuestro de cada día de la mayor parte de la humanidad. Entre paraíso e infierno, la gran mayoría está por lejos más cerca del segundo.
Amén de la pobreza crónica con que muy buena parte de los humanos vive, la violencia en sus distintas formas es otra de las lacras que marcan nuestras vidas. Violencia, por cierto, que asume una muy amplia variedad de expresiones: pero las diferencias socioeconómicas irritantes –el 20% más rico del mundo dispone de 80 veces más recursos que el 20% más pobre, por ejemplo– ¿no son acaso una forma de violencia? En general, según los (discutibles) criterios dominantes, la violencia implica la agresión directa contra el otro, el ataque físico, el paso a la acción concreta. En ese sentido, la guerra por un lado, o la criminalidad, son sus modelos por excelencia.
Entran en esta última una serie amplia de elementos: el homicidio, el robo, el asalto, las violaciones sexuales, cualquier daño a la propiedad ajena, el secuestro de personas, la estafa, el tráfico de sustancias prohibidas. Existe cierta tendencia a identificar “violencia” con “criminalidad”, con lo que se invisibilizan/naturalizan otras formas de violencia: el autoritarismo, el machismo, el racismo, por ejemplo. Se mide así con sofisticadas tasas la criminalidad, pero no el racismo o la vanidad. ¿Se imaginan un “índice de vanidad”?, ¿y uno para medir la “soberbia”? ¿Y por qué no un “índice de irresponsabilidad medioambiental?” ¿Cuándo Naciones Unidas se va a atrever a medir la injusticia llamándola por su nombre y no con subterfugios tecnicistas?
Lo cierto es que la criminalidad –entendida como cualquier delito que contraviene la normal convivencia social– es algo instalado en la dinámica humana y que se liga, confundiéndose, con la inseguridad ciudadana. Ha existido desde siempre (producto de personalidades psicopáticas que transgreden sin culpa las normas establecidas), en toda sociedad conocida, pero algo sucede en nuestra historia que en estos últimos años tiende a crecer.
En las últimas décadas la criminalidad ha sido un fenómeno en alza en prácticamente todas las regiones del planeta. En los últimos años las denuncias de actos criminales aumentaron cerca de un 150% en el ámbito global, lo que equivale a una muy alta tasa promedio de crecimiento anual. En vez de crecer la felicidad global, crece el crimen. ¿Qué está pasando?
En Latinoamérica (la segunda tasa mayor de homicidios anuales del mundo duplicando la que tenía en la pasada década) y en los llamados países en transición –es decir: eufemismo para mencionar aquellos que salieron del socialismo soviético de Europa– ese aumento coincide con la llamada “década perdida” por la falta de crecimiento económico para la primera, y con la transformación de una economía planificada a una de mercado en la segunda, lo que revela que el aumento de la criminalidad tiene entre sus causas el deterioro económico que se resintió por aquellos años en dichas regiones.

De la lucha de clases a la criminalidad desatada

Así entendida, la criminalidad constituye un problema político-cultural con infinidad de aristas. Es, entre otros, un problema de salud pública, y como tal, la epidemiología la estudia con preocupación. Para la Organización Mundial de la Salud un índice normal de criminalidad medida por muertes violentas intencionales se encuentra entre 0 y 5 homicidios por 100.000 habitantes en el período de un año. Cuando ese índice de homicidios se ubica entre 5 y 8 la situación se considera delicada, pero cuando excede de 8 nos hallamos frente a un cuadro de criminalidad “epidémica”.
En muy buena medida, lo que cuenta en estos fenómenos es la percepción que tienen las poblaciones al respecto. ¿Dónde se vive mejor: en Pekín (China) o en Zurich (Suiza), en Estocolmo (Suecia) o en una aldea del departamento de Totonicapán (Guatemala), en un monasterio budista del Tíbet (Nepal) o en ciudad de México, una de las ciudades más poblada y contaminada del mundo?
La respuesta a estas preguntas está más allá de los índices concretos, de los fríos números a que una ciencia social aséptica nos tiene acostumbrados. La calidad de vida de una población implica supuestos culturales, si se quiere: filosóficos. De eso se trata en definitiva: del proyecto en juego. Aunque la ciudad de México sea un infierno urbano, quizá para un poblador de una aldea rural pueda ser un sueño por todas las bondades que le ofrece en términos materiales, pero no para un habitante de Zurich acostumbrado a la calma y al orden. Sin dudas, la valoración de la calidad de vida es siempre relativa. En Estocolmo (Suecia), los índices de inseguridad ciudadana son bajos, de los más bajos del mundo, su “calidad de vida” está entre las más altas… pero ese país –donde se otorgan los premios Nobel, incluido el de la Paz (Henry Kissinger por ejemplo, o Barak Obama ¿son imbéciles los suecos?... llegándose a nominar a Donald Trump -sic-), y donde su ex primer ministro Olof Palme fue asesinado en la calle, como puede pasar en una “peligrosa” ciudad del Tercer Mundo– es uno de los grandes productores de armas. Y suecos son algunos de los grandes bancos que constituyen el Fondo Monetario Internacional, causantes, por ejemplo, del colapso financiero que vivieron años atrás países ex socialistas –“en transición”, para usar el vocabulario de moda– como Ucrania, Hungría y Letonia. Pero ningún sueco se percibe como violento. Por el contrario, esa población se siente primera defensora de la paz mundial. En un sentido lo es, sin dudas, y el ciudadano sueco común así lo percibe, pero la violencia está más allá de la pulcritud de sus calles y de la desaprobación del trabajo infantil que pueda tener en su constitución. (En Centroamérica, por cierto, alrededor del 2% del producto bruto de la región lo producen menores, es decir: el 25% del ingreso familiar urbano. ¿Quién tiene la “culpa”? ¿Son “violentos” los progenitores centroamericanos que mandan a trabajar a su prole?)
En algunas comunidades mayas-quiché del departamento de Totonicapán –donde se encuentra la segunda reserva de pinabetes más grande del mundo– en la golpeada nación centroamericana de Guatemala (con 245.000 muertos en su reciente guerra interna), los actuales índices de criminalidad son tan bajos como los del mencionado país escandinavo, siendo que a nivel nacional toda Guatemala exhibe una tasa de homicidios de 27 por 100.000, una de las más altas de América Latina. ¿Dónde se vive mejor? ¿Será más feliz un totonicapaneco o un sueco?
Si en Argentina la ciudad de Santa María de los Buenos Aires –que de “buenos” parece no tienen mucho sus polucionados aires, una de las capitales más contaminadas del mundo– era hace algunos años, según una medición, la ciudad latinoamericana con mejor calidad de vida, habrá que ver si los habitantes de las siempre crecientes villas miseria (las favelas, los precarios barrios urbano-marginales que ya se cuentan por millones) entraron también en la encuesta. En Buenos Aires, tan culta como París o tan bella como Roma (¿?), ¿se vive mejor que en esas aldeas de Totonicapán? Habrá que ver a quién se le pregunta, claro… No olvidar que con la debacle económica de ese país, que no se detiene, se registran de los más altos índices de suicidio y de disfunción eréctil (todo se vino para abajo estas décadas, la economía y demás…)
Por supuesto que hoy, en un mundo absolutamente globalizado desde los patrones eurocéntricos dominantes, los criterios para juzgar la realidad están ya establecidos: todo el planeta “entiende” las cosas con la lógica triunfante, la de la sociedad establecida desde el libre mercado que fija el Norte próspero. La paz y el respeto con el medio ambiente de un campesino de Totonicapán por supuesto no cuentan; la “calidad” de la vida está más cerca del número de vehículos de que se tiene que de la cantidad de árboles por ser humano con que se cuenta. ¿Se vive mejor en Zurich que en un monasterio tibetano? Difícil decirlo, sin dudas. Según el patrón dominante, sin dudas la ciudad suiza tiene la más alta calidad de vida del planeta. ¿Se necesita ser el banco del orbe para ello? Bueno, siendo así… no parece muy sólida ni sustentable la idea de “alta calidad de vida”, porque no todos podemos ser el banco del mundo. ¿Cuántos países en el planeta pueden autoproclamarse neutros como lo es ese paraíso fiscal que es Suiza? Y hoy por hoy estamos convencidos que usar todos los aparatos que la tecnología del capitalismo dominante ha generado nos hace más felices. No hay dudas que en todo esto hay debates abiertos, que el discurso hegemónico puede y debe ser puesto en entredicho.
Lo cierto es que la criminalidad crece, eso es inobjetable. Crece en todo el planeta, pero como decíamos más arriba, las regiones más deprimidas económicamente son las que han mostrado los índices de crecimiento más fabulosos. ¡Y la criminalidad con pobreza es agobiante! Uno de cada cuatro jóvenes latinoamericanos está fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo. De ahí, seguramente, es más fácil esperar problemas que soluciones. A propósito, señala una investigación de la Universidad Nacional de México sobre dicho país que “la base de apoyo social del narcotráfico comprende a más de 500.000 personas. Mientras no haya una política económica y social para reducir la pobreza será difícil revertir la situación” [de la inseguridad].
En tal sentido, la ola de inseguridad ciudadana que se va expandiendo por todos lados, constituye una marca de nuestro tiempo, del fin del siglo XX e inicios del nuevo milenio. Pero la percepción que acompaña ese fenómeno es la que cuenta: el país europeo donde se denuncian más robos de automóviles, de bicicletas, de allanamientos a viviendas y de robos contra la propiedad personal en general, es Suiza, lo cual no significa que sea donde más delitos de este tipo se cometen sino: 1) donde más se confía en los cuerpos de seguridad para denunciar los ilícitos y en los correspondientes sistemas de justicia que se encargan de arreglarlos, o 2) donde la idea de propiedad privada ha calado más hondo (Suiza… el banco del mundo, no podía ser de otra manera. Dijo Bertolt Brecht al respecto: “es delito robar un banco, pero más delito aún es fundarlo”). Mientras que la capital mexicana es el centro urbano con más cámaras públicas de vigilancia policial en América Latina, con alrededor de 15.000, contando al mismo tiempo con 95.000 agentes de policía (mal pagados), para ser el mayor grupo policial entre las ciudades latinoamericanas, no por todo ello la percepción de la capital azteca es de seguridad precisamente (es la ciudad del mundo con mayor número de secuestros per capita). Pero si hablamos de calidad de vida, México es la ciudad con mayor número de librerías de Latinoamérica. Cómo entender/medir eso de “¿dónde se vive mejor?”
Es decir que la inseguridad, en muy buena medida, va asociada a cómo se la percibe, al imaginario colectivo que de ella existe. Lo cual, en nuestros días, y siempre en forma acrecentada significa: la inseguridad ciudadana depende de cómo la construyen las agencias mediáticas, imprescindibles poderes constructores de la “realidad social” de hoy.
¿Es el democráticamente electo presidente venezolano Nicolás Maduro un narco-dictador sanguinario? Los dictadores no ganan elecciones democráticas una tras otras, por supuesto, con un pueblo que los apoua. Ni los musulmanes son unos “fanáticos fundamentalistas sedientos de sangre” (casualmente tanto en Venezuela como en buena parte de Oriente Medio, musulmán por definición, están las reservas petroleras más grandes del mundo), ni el narcotráfico ni la violencia urbana son el principal verdadero problema en Latinoamérica. Pero eso es lo que dicen incansablemente los medios comerciales, día a día, minuto a minuto. “El narcotráfico y otras formas de asociación que generan violencia social les ofrece la coartada perfecta a los Estados Unidos para tener una presencia constante en la región, presencia que es cada vez más militar, a tono con las políticas represivas y de mano dura que prevalecen”, analizaba agudamente Rafael Cuevas.
Lo que menos necesitamos en los sufridos países de América Latina es “mano dura”; pero eso es lo que a menudo prevalece como política pública para “combatir” la criminalidad. (Para el Ministro de Gobernación de Guatemala los migrantes centroamericanos –pobres que huyen de sus países con rumbo a Estados Unidos– son todos “criminales”. ¿Por qué prima siempre esta visión policíaco-militar punitiva?) Esa noción apunta a un tratamiento básicamente represivo de todo el problema social, enfatizado medidas como el dar más facultades a la policía o a los cuerpos de seguridad –y en algunos casos a las fuerzas armadas– para tareas de orden interno (el “gatillo fácil”), permitir el encarcelamiento aún por infracciones menores para dar ejemplo de dureza (la llamada tolerancia cero), considerar delito los signos de pertenencia a pandillas, bajar la edad de encarcelamiento, acelerar los juicios por este tipo de delitos –pero no para juzgar a un empresario evasor de impuestos o a un funcionario público corrupto–, implantar castigos más severos, pedido de pena de muerte, criminalizar a la “juventud pobre”, y por extensión, a todas las zonas urbanas pobres. Ahora bien: estudios serios sobre los países del istmo centroamericano que han venido aplicando mano dura en estos años demuestran que las cifras de inseguridad ascendieron, y el número de miembros de las “maras” (pandillas juveniles) aumentó. Similar a lo que sucedió en Colombia con el tristemente célebre Plan Colombia (luego Plan Patriota): con una militarización extrema del país, la producción y tráfico de coca no disminuyó sino que, por el contrario, aumentó, y la sociedad colombiana en su conjunto no se pacificó sino que continúa siendo de las más violentas del orbe. (Y la geoestrategia estadounidense cuenta ahora con 7 bases militares de alta tecnología controlando buena parte del Amazonas).
Abordar estos complejos problemas sociales no es tarea fácil, sin dudas; pero la versión policíaco-militar no soluciona nada. Eso ya está largamente demostrado.
Esta desatada inseguridad ciudadana (en Latinoamérica en particular, con tasas de las más altas del planeta) tiene costos para el conjunto de la sociedad, en términos de los sistemas de salud, seguridad y justicia. Se estima que el 14% del producto bruto de la región latinoamericana se pierde por la violencia, casi tres veces más que en los países del Norte donde las pérdidas por tal motivo son menores al 5% de su producto. Esas pérdidas superan ampliamente en muchos países de la región al total de su inversión en las áreas sociales. Junto a ello se hallan muchos otros costos difíciles de medir, pero muy concretos: los costos intangibles, costos invisibles aunque de gran efecto como la sensación de inseguridad, el miedo, el terror y el deterioro de la calidad de la vida cotidiana. En definitiva, podría abrirse la pregunta si en toda esta epidemia de violencia que nos envuelve no hay proyecto político, no hay direccionalidad.
Para salir rápidamente al paso de la acusación de “teoría complotista” que se podría estar filtrando en esta afirmación, es importante no perder de vista dos consideraciones:
Es difícil que haya un plan maquiavélicamente urdido que ponga en marcha cada “mara” o cada “barra brava”, cada matanza de bandas rivales de narcotraficantes o cada teléfono celular robado que tiene lugar en cada esquina de estas castigadas sociedades. Pero hay un nivel en que se descubre una intencionalidad más macro tras todos estos fenómenos. Algo así como: “a río revuelto, ganancia de pescadores”. La ganancia, definitivamente, no es para las grandes masas populares. ¿Podemos creernos realmente que el problema de fondo de las empobrecidas sociedades de la región lo constituyen bandas de criminales, o ellas son sólo la punta visible de un iceberg infinitamente más grande? En todo caso, este auge de crimen tiene varios factores a la base: la pobreza y exclusión social como principal. Y políticamente, luego de las guerras sucias que se vivieron en la década de los 80 del pasado siglo y los planes neoliberales de achicamiento de los Estados nacionales, este clima de inseguridad perpetuo sirve a los poderes para seguir controlando a las grandes masas. A ello contribuye de manera armónica el llamativo auge también descontrolado de las nuevas iglesias evangélicas que saturan la región. Dicho en otros términos –y aunque esto lo quieran presentar como “pasado de moda” en el ámbito de las ciencias sociales–: para entender esta explosión de criminalidad y violencia hay que apelar al concepto de lucha de clases. Eso no ha desaparecido, aunque su formulación teórica está hoy invisibilizada. ¿Cómo entender estos complejos fenómenos político-sociales si no es a la luz de estas luchas a muerte en torno al poder? ¿O vamos a pensar que hay cada vez más “gente de mal corazón” que, por deporte, se dedica al hampa?
Una sociedad tan latinoamericana como todas las de la región (tomando ron y bailando música caribe “sabrosona”, lejos de la fisonomía de un país nórdico, que es lo que tenemos como modelo casi obligado de “seguridad”) no presenta en absoluto estos índices de criminalidad: Cuba.

Cuba: ¿dictadura o paraíso?

Nadie dijo que en la isla no haya expresiones de violencia ciudadana, incluso habiendo aumentado en los últimos tiempos, tal como han llegado a reconocer medios oficiales. Aunque en la prensa que ataca sistemáticamente a la revolución nunca se habla de ello, es un hecho incontestable que el grado de criminalidad en Cuba es inferior incluso al de los países que consideramos más seguros en el planeta, es decir: los escandinavos.
Retomamos aquí lo dicho más arriba: la realidad político-cultural es, cada vez más, lo que construyen los medios masivos de comunicación. Cuba tiene una tasa de homicidios anuales inferior a 5 por 100.000 personas, pero la prensa comercial jamás lo dice.
En Cuba hay infinidad de problemas, a no dudarlo (como los hay en todas partes, por cierto. ¿Suecia no los tiene?). Una vez más, entonces, la pregunta: ¿dónde se vive mejor? Vale recordar que en el Norte próspero y desarrollado se habla de “calidad de vida”; en el Sur, pobre y oprimido, en todo caso se habla de su posibilidad. Cuba, con enormes problemas estructurales, bloqueada, agredida continuamente, tiene una cantidad de índices de calidad de vida similar a los países llamados desarrollados (esos que manejan los bancos del mundo, deciden las guerras e imponen las modas que estamos obligados a seguir). El de la seguridad ciudadana es uno de ellos.
Solo para graficarlo con un ejemplo comparativo: la prensa comercial de todo el mundo dice machaconamente que de Cuba sale huyendo la gente, escapando de esa “dictadura”. En promedio, salen 11 cubanos diariamente, sobre una población de cerca de 12 millones. De Guatemala, con 16 millones, salen casi 300 personas por día, huyendo de la pobreza, con rumbo a Estados Unidos, y aventurándose en una cada vez más incierta travesía. ¿Dónde se vive mejor entonces?
Por supuesto que hay hechos violentos en la isla, jóvenes agresivos, actos delictivos. Hay producción pornográfica disfrazada también, a no dudarlo. De hecho, medios oficiales reconocen que la crisis económica en que se hundió el país desde principios de los 90 del siglo XX con el “período especial” ante el colapso soviético y las medidas que se implementaron para salir de ese atolladero, abrieron paso a manifestaciones de “individualismo, egoísmo, incivilidad, marginalismo y violencia cotidiana”. Pero las tasas de seguridad ciudadana siguen siendo bajas, muy bajas, iguales o más bajas que en los países escandinavos. Cuba es un lugar seguro.
Es muy importante destacar esto, porque hoy por hoy, producto de la manipulación mediática de la que nadie puede escapar, la “realidad” dominante del mundo, y no digamos de Latinoamérica, es la violencia desatada, la criminalidad que pareciera no dar respiro, el crimen organizado que se presenta como más poderoso que los mismos Estados. Ante ello es imprescindible hacer ver que allí hay mucho de falacia, pues un país como Cuba, sin “tolerancia cero” ni “mano dura” contra el crimen, presenta un clima de seguridad del que está a años luz cualquier país vecino de la región (con índices de homicidios de 50 por 100.000 habitantes en más de un caso, y superando los 100 por 100.000 a veces, como Tijuana o Acapulco en México, o Natal en Brasil).
En la isla no hay evidencias de la existencia de pandillas juveniles, las temibles “maras” que llegan al colmo de paralizar todo un país, como ocurriera en Honduras, u obligaron a militarizar las favelas de Río de Janeiro en el 2007, paralizando prácticamente toda la ciudad, ni hay una “crónica roja” que hace festín –y buen negocio– con el sensacionalismo de la nota sangrienta, amarillista, pues si un delito toma estado público y llega a los diarios, la nota se redacta con una prosa didáctica como parte de una política preventiva. El consumo de drogas prohibidas es sumamente bajo (ése es un verdadero problema de salud pública, por tanto político nacional, que hay que atacar con inteligencia, y no cayendo sobre el campesino de los países productores al que se le queman sembradíos). Si se quiere atacar realmente la cadena de distribución y el tráfico de las sustancias prohibidas, toda la parafernalia militarista con que los poderes “persiguen” mafiosos en los países de la región no parece estar dando resultado (¿curiosamente?). Al menos, no termina con el negocio… a no ser que el resultado buscado no sea ése precisamente, sino controlar sociedades.
Cuba, hay que decirlo, no está “en manos del narcotráfico”, como sucede en tantos Estados “descertificados” por la Casa Blanca (¿cuándo la Organización Mundial de la Salud “descertificó” de la lista de “países saludables” a Estados Unidos por principal nación del mundo en presencia de tóxico-dependientes?) Ante un caso sonado de narcotráfico La Habana efectivamente sí actuó y se detuvo el delito, fusilando al principal responsable, el general Arnaldo Ochoa en 1989. De hecho no hay tráfico de drogas ilegales en la isla, por tanto bandas que se ocupen del negocio. Ni por tanto –¿será lo que se espera finalmente?– planes militares tipo Colombia ni Mérida para enfrentar ese “apocalipsis”.
Cuba está llena de problemas, de contradicciones; si queremos ser más duros incluso: de mezquindades y flaquezas. Pero si la imposibilidad de caminar tranquilas (sin violación sexual a la vista) y tranquilos por la calle es el gran déficit de las sociedades actuales –de las de América Latina en especial, pero no sólo, pues el fenómeno va expandiéndose en forma global–, si andar de noche pasó a ser un drama de proporciones gigantescas dada la inseguridad reinante, si en cualquier esquina nos pueden asaltar o sabemos que no tenemos que entrar en “zonas rojas” (rojas, no por socialistas…, valga la aclaración) porque una mara ya no nos dejará salir en paz, si gastamos tantos recursos en seguridad (alambradas, policías privadas, sistemas de alarma, cárceles de máxima seguridad, vehículos blindados, guardaespaldas, telecámaras y perros guardianes, etc., etc., etc.), si todo eso es el principal problema de nuestros días, la “dictadura” cubana no lo presenta. Una dictadura que cuida a su gente… ¡Vaya dictadura!, ¿no? Y decir que la gente quiere huir de la dictadura no es buen argumento, porque de todos los países latinoamericanos su empobrecida población sigue huyendo a diario hacia el ¿paraíso? del norte, pese a que en el camino se encuentre con un verdadero calvario rumbo al american dream.
Cuba no será un paraíso seguramente, pero al menos está más lejos del infierno que todos los otros países hermanos de la región. Sus índices de criminalidad lo dicen.

Marcelo Colussi