viernes, 31 de enero de 2020

La razón del castigo de Trump a la emigración cubana




Basado en un texto de Jesús Arboleya Cervera - Progreso Semanal.- Hasta enero de 2017, la emigración cubana obtenía en EEUU, con exclusivo privilegio, asilo, residencia y no pocas ventajas sociales.

Martí, padre, maestro y apóstol

Quizá sea éste un buen momento para recordar -y rendir homenaje- a José Martí, Padre, Maestro y Apóstol de América. Bueno porque no sólo se recuerda, este 28 de enero un año más de su nacimiento, ocurrido en 1853 en la ciudad de La Habana; sino también porque, curiosamente, estamos en la víspera de un importante proceso electoral en nuestro país.
Y eso nos permite recordar que, exaltando la importancia del sufragio como herramienta de expresión ciudadana, Martí dijo en cierta ocasión “La votación es el beneficio más delicado que cualquier otro, ya que se pone en juego no solo los intereses del votante, también está implicada su vida, honor y futuro”.
A riesgo que ciertos personajes de la política criolla supongan, por esta cita, que Martí se inmiscuía en la política peruana y le pidan por eso al Jurado Electoral Especial una “sanción ejemplar” para quien –atacando sin duda a algunos partidos peruanos- llama a los ciudadanos a votar pensando en la vida, el honor y el futuro, elementos todos incompatibles con ciertas prácticas aún en boga por estos lares.
José Julián Marti Pérez -así se llamó exactamente- se sintió desde muy niño llamado a identificar su futuro, con el de su Patria. Su mentor espiritual y Maestro, don Rafael de Mendive, no sólo que supo anidar en el cerebro del infante ideas básicas en torno a la materia; sino que, además, le dio el ejemplo de su propia conducta.
En los años de la guerra por la liberación de Cuba del yugo español, entre 1868 y 1978 -la guerra de los diez años- el Maestro fue encarcelado por su adhesión a la causa patriótica, y Martí siguió su ejemplo.
Con apenas 16 años de edad, fue detenido y conducido a trabajar en galeras con un grillete a cuestas, y condenado a 6 años de prisión. Antes de concluir la pena, fue desterrado a España como una manera práctica de alejarlo de sus preocupaciones fundamentales.
En la Península Ibérica, Martí dedicó todos sus esfuerzos a construir su pensamiento y forjar su destino. Se licenció en Jurisprudencia, Filosofía y Letras y se afirmó como periodista, escritor y poeta. Sus primeras publicaciones –“Diablo Cojuelo” y la revista “Patria”. No hicieron sino confirmar su compromiso con la causa de Cuba y con la lucha por la Independencia. Poeta modernista -al estilo de Rubén Darío- compuso versos sentidos a la niña de Guatemala, “la que se murió de amor”. Fueron esos los años en los que un Modernista clásico –Walt Whitman- cantaba a la vida, la naturaleza y la libertad; y Rubén García Sarmiento -Rubén Darío- creaba sus principales obras.
Imbuido de un claro sentimiento patriótico, luego del llamado “Pacto del Zanjón” que puso fin a la guerra en 1878, Martí retornó a La Habana, pero fue nuevamente expulsado, esta vez a los Estados Unidos. Allí, radicó en Nueva York y luego visitó diversos países, para nutrir sus concepciones esenciales.
En aquellos años, su vida fue un vértigo de experiencias y de aportes. En esa etapa, creó -quizá- lo más rico de su obra, “La Edad de Oro”, un libro dedicado a los niños pero en el que rindió un emotivo homenaje a los Libertadores. También en la ciudad de los rascacielos –y en otros escenarios- Martí tomó contacto con altas personalidades del escenario continental, pero sobre todo, cubano. Con ellos fundó el Partido Revolucionario Cubano, en 1892 y generó las condiciones para un desembarco armado en la isla a fin de reiniciar la guerra por la Independencia.
Este fue, sin duda, el paso cumbre en la vida de Martí. Y fue el periodo en el que mostró todas sus virtudes como articulador de las luchas, ideólogo del proceso emancipador, artífice de la unidad más amplia del pueblo de Cuba y combatiente heroico por la causa empeñada. También, la etapa de sus más ricas experiencias y sus formulaciones más lúcidas.
Después de vivir 14 años en Yanquilandia, diría: “Quiero que el pueblo de mi tierra no sea como este, una masa ignorante y apasionada que va donde quieren llevarla, con ruidos que ella no entiende”. “De esta tierra no espero nada, ni para ustedes ni para nosotros .”
Hay que subrayar que Martí no fue propiamente un soldado, ni un guerrillero. De contextura frágil, estaba más comprometido con el verbo, la escritura y el pensamiento, que con la acción militar. No obstante, cuando llegó a la conclusión que el camino de su lucha pasaba por la toma de las armas, no vaciló en asumir la tarea. A esa obstinada voluntad, ofrendó su vida. El 19 de mayo de 1895 cayó abatido en la zona de Dos Ríos, en el oriente cubano, cuando se enfrentaba a pecho descubierto con la soldadesca española.
Su muerte, sin embargo, germinó en victoria. Las tropas colonialistas fueron expulsadas de Cuba y los infantes de marina de los Estados Unidos, que llegaron en 1898, debieron abandonar el país poco después.
Pese a todo, la figura del Apóstol no fue reivindicada como correspondía. Pero eso ocurrió por desidia de las autoridades formales de la isla en lo que se dio en llamar “la república burguesa”. En el año de su centenario -1953- los jóvenes cubanos pusieron las cosas en su sitio. El asalto al Moncada –el 26 de julio de ese año- fue el más vivo homenaje al Centenario del nacimiento de Martí.
Por eso, en el histórico juicio seguido poco más tarde a quienes participaron en este episodio de la historia, Fidel Castro diría: “El autor intelectual del Moncada, fue Martí”.

Gustavo Espinoza M.

miércoles, 29 de enero de 2020

Trump sigue disparando a matar al pueblo cubano: la prensa calla




Cubainformación TV – Basado en un texto de Juventud Rebelde.- El asedio de la administración de Donald Trump a Cuba no tiene parangón. En dos años, ha aprobado cerca de 240 nuevas sanciones a la Isla.

lunes, 27 de enero de 2020

"Iré a San Antonio de los Baños": documental




Este documental de Gloria Torres, sobre la idea original de Jorge Frías y música -e intervenciones- de Silvio Rodríguez, acerca del valor incalculable que posee el río Ariguanabo para las y los habitantes de San Antonio de los Baños.

5G: una guerra de rapiña




“Davos teme una guerra fría tecnológica entre EEUU y China”, titula Infobae (23/1), para referirse a la enorme disputa que se desató entre ambos países en torno al 5G. La analogía se viene desplegando en la prensa internacional desde hace por lo menos un año. Incluso, se habla de una nueva “cortina de hierro” que dividirá al globo en dos mitades: de un lado, las regiones que se adapten a las redes chinas; del otro, a las estadounidenses. Sin embargo, el mapa no prefigura ser tan ordenado. Australia, Canadá, Vietnam y Japón se alinearon con los Estados Unidos; Francia, Rusia, Alemania y Brasil apuestan por establecer acuerdos con China. Como sea, antes que a una guerra fría 2.0, asistimos a una nueva guerra de rapiña que sacude al mercado en una competencia a todo o nada por la dominación del mundo (también) digital.

¿Un mundo feliz?

5G es la red móvil de última generación, cien veces más veloz (y hasta podría llegar a ser 250 veces superior) que la actual 4G, con menor latencia (el tiempo que tarda un dispositivo en ejecutar una orden se reduce a un chasquido) y con mayor capacidad de conexión (hasta un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado). Por estas redes se podrían desplegar las conexiones de cualquier objeto o artefacto (el tan promocionado Internet de las Cosas), monitorear vehículos o diseñar ciudades inteligentes.
Un puñado de corporaciones controla el mercado en desarrollo de 5G: Ericsson (Suecia), Samsung (Corea del Sur), Nokia Networks (Finlandia), NEC (Japón) y CISCO (EE.UU.). Pero la supremacía es de Huawei (que además ocupa el segundo lugar en la venta de smartphones, tras desplazar a Apple el año pasado) y de ZTE, ambas compañías con sede Shenzhen, el Silicon Valley oriental.
La pretensión estadounidense de desbancar a China explica, en gran medida, la actual guerra económica que, si bien entró en una tregua con la fase 1 del acuerdo recientemente firmado, sigue su curso e invariablemente se profundizará: el sistema que propone Huawei es incompatible con el yanqui. Y más ampliamente: la profundidad de la crisis económica también es incompatible con el equilibrio de una paz imperial.

Hasta prisioneros de guerra

A fines de 2011, durante la presidencia de Obama, los Estados Unidos habían denunciado un supuesto “ciberespionaje chino” y el peligro que suponían las operaciones de las empresas de ese origen a la seguridad nacional. En 2018, los tuits de Trump denunciaron al gigante ZTE por haber vendido tecnología a Irán y Corea del Norte. Ante la amenaza de un bloqueo, el consorcio chino resolvió pagar la multa de 1190 millones e incluso aceptar la condición de retirar a un miembro de su directorio, funcionario del Partido Comunista Chino. Pero la declaración de guerra ocurrió en 2019: Trump ordenó al Departamento de Comercio que incluya a Huawei en la lista de empresas (Entity List) que no podrían hacer negocios en los Estados Unidos. Google cerró filas con Trump y rompió su relación comercial con los chinos quienes, desde entonces, no pudieron seguir vendiendo sus smartphones con el sistema Android. Además, perdió el acceso al mercado de los microprocesadores, que monopolizan las estadounidenses Intel, Qualcomm o Broadcom. Con todo, Huawei prepara sus propios materiales de relevo y el año pasado tuvo un crecimiento del 18% en su facturación.
A esta historia no le faltan ni siquiera prisioneros de guerra: en Canadá sigue detenida con libertad bajo fianza la ejecutiva e hija del fundador de Huawei, Meng Wanzhou, y en China, los canadienses Michael Kovrig (un ex diplomático) y Michael Spavor (un empresario). Mientras se lleva adelante el juicio de extradición a pedido de Estados Unidos, el primer ministro Justin Trudeau acaba de rechazar “llevar a cabo un intercambio de presos” (Europa Press, 21/1).

Estado y Capital

Son dos los argumentos que esgrimen los Estados Unidos para justificar su política de bloqueo contra Huawei. En primer lugar, que compite deslealmente, porque, siendo una empresa privada, cuenta con el apoyo del Estado. En segundo lugar, que amenaza la seguridad del mundo. Estados Unidos insiste en que las redes de comunicación pasarían a estar bajo control del Estado y del ejército chino, en virtud de vías de acceso (puertas traseras) que estos dejan plantadas.
El columnista Zachary Karabell (Wired, 31/11/19) derrumbó ambos argumentos con sencillez abrumadora. Se preguntaba retóricamente: “la relación de Huawei con el gobierno chino ¿es fundamentalmente diferente de los lazos entre el Pentágono y contratistas como Lockheed, Boeing y General Dynamics?” Y agregaba: “todas las grandes compañías tecnológicas han vendido equipos y datos que ayudan a las agencias de inteligencia, ya sean las imágenes de Google Earth utilizadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Amazon desarrollando tecnología de reconocimiento facial para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o Palantir que terceriza para el Estado la recolección de datos personales.” Recordaba, también, que “la NSA ha intentado y de hecho ha incrustado (como lo mostraron los documentos filtrados de Edward Snowden) puertas traseras en equipos estadounidenses.”

El caso argentino

En nuestro país, apenas se ha realizado una prueba de 5G, pero las presiones tanto estadounidenses como chinas se conocieron tan pronto despuntó el nuevo año. El 2 de enero, La Nación publicó una entrevista al ex embajador en China, Diego Guelar, que afirmaba en lengua lobista: “Brasil ya ha comunicado que licitará la infraestructura 5G en 2020 y que convocará a China. A mi juicio, nosotros debemos hacer lo mismo.”
A las pocas horas, la Embajada yanqui en nuestro país le respondía con un tuit: "La protección de las #LibertadesCiviles y el respeto a la #Privacidad de cada individuo es nodal para garantizar un buen desarrollo de la tecnología #5G. No todos los proveedores son iguales. Informate".
“¿Quién querés que te espíe: los americanos o los chinos?, se preguntaba el periodista de Wired. En esa guerra estamos hundidos hasta el fondo.

Santiago Gándara

sábado, 25 de enero de 2020

Martínez Villena: El poeta que organizaba huelgas




Excelente versificador que aportó piezas antológicas a la lírica nacional, fue también un genial estratega en la conducción del movimiento obrero y comunista

Había sido el alma de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC) en los preparativos de su IV Congreso Obrero, llamado también “de Unidad Sindical”. Pero el agravamiento de su enfermedad obligó a su ingreso en el sanatorio La Esperanza. Cuando la magna reunión proletaria comenzó sus sesiones, el 12 de enero de 1934, en el estadio Arena Cristal, ubicado en Infanta y Pedroso, en la capital cubana, su estado de salud era tan delicado que le impidió asistir a las jornadas de trabajo del evento.
El 15 de enero, aún internado en el sanatorio, Rubén Martínez Villena incumplió las prescripciones del médico e incluso, jugó al ajedrez con un interno. Un ataque de disnea durante la tarde puso en alarma a los facultativos. Se recuperó tras una inyección e incluso, aceptó una fruta que le ofrecieron. “Vale la pena comerse un melocotón antes de morirse”, dijo.
Le repitieron los ataques en la noche y en la madrugada. No se recuperó. A las 4:30 a.m. del 16 de enero dejó de existir.

El poeta rebelde

Había nacido en Alquízar, en la hoy provincia de Artemisa, el 20 de diciembre de 1899. Se graduó de bachiller en 1916 y de 1917 a 1922, estudió Derecho en la Universidad Nacional de La Habana, en donde se recibió de abogado. Su primer artículo en prosa, “Luis Padró”, en homenaje a quien fuera su maestro, apareció en la revista Evolución en julio de 1917. A partir de 1920, las revistas habaneras comenzaron a publicar sus poemas.
Esta fue la época en que, al decir de su amigo y biógrafo Raúl Roa García, “cristaliza en arrebatados sonetos su fogoso patriotismo”. Ejemplo de ello son los poemas “Rescate de Sanguily”, “Jimaguayú”, “Máximo Gómez”. Su reacción contra el modernismo transnochado que imperaba en la lírica nacional lo llevó a buscar, citemos nuevamente a Roa García, “su propio medio expresivo y su personal rumbo lírico”. Una pieza característica de aquellos días (1921) es “Canción al sainete póstumo”.
Su primer cuento publicado, En automóvil, fue recogido por la revista Chic en diciembre de 1922. El año 1923 marca dos importantes hitos en su existencia. En el plano poético, logró piezas antológicas como “La pupila insomne” y “El gigante”, entre otras.
Por otra parte, con la Protesta de los 13 (18 de marzo de 1923) comenzaba a participar activamente en la vida política nacional cuando lideró a un grupo de jóvenes que protestaron públicamente contra la corrupción gubernamental.
El hecho tuvo como sede la antigua Academia de Ciencias. Rubén y otros intelectuales interrumpieron un homenaje a una escritora uruguaya para acusar en medio del acto a un ministro del Gobierno que allí estaba, de complicidad con las malversaciones que se cometían. Tras abandonar el salón donde se celebraba el homenaje, los 13 intelectuales marcharon hacia la redacción de un periódico para entregar allí un manifiesto explicativo de su conducta. Publicado en el diario, los 13 fueron detenidos posteriormente. Martínez Villena supo por primera vez los rigores de la prisión. Este hecho tendría una resonancia en la obra poética de Rubén, su “Mensaje lírico civil”. El poema es, volvemos a citar a Roa García, “una franca incitación a la lucha armada”: Hace falta una carga para matar bribones/ para acabar la obra de las Revoluciones.
A partir del núcleo de intelectuales participantes en la Protesta de los 13, se organizó de forma espontánea el llamado Grupo Minorista, el cual Rubén lideraba con su carisma excepcional. Coincidieron allí escritores, pintores, escultores, músicos, profesionales, en una masa de pensamiento heterogéneo, pero con una creciente inquietud en favor de las corrientes más actuales de la política y de la creación artística, como formulara en una ocasión Juan Marinello. Integrante del grupo, era la primera vez que los intelectuales cubanos expresaban de manera colectiva su solidaridad con los pueblos latinoamericanos, denunciaban a las tiranías que se entronizaban en varios países de la región, rechazaban públicamente las injerencias yanquis y proclamaban la necesidad de un gobierno del pueblo.

El dirigente comunista

El pensamiento de Martínez Villena se fue radicalizando al entrar en contacto con Julio Antonio Mella y otros marxistas cubanos. Con este último, colaboró estrechamente en la Universidad Popular José Martí y en la fundación de la Liga Antimperialista de Cuba.
Rubén ingresó al primer Partido Comunista de Cuba en 1927. Como asesor legal (abogado) de la CNOC, se convirtió en su líder natural aunque nunca asumió su secretaría general. En el Partido, igualmente, se convirtió en el máximo dirigente, aunque nunca ostentó cargo alguno. El tirano Machado había dicho que una huelga no le duraría más de 15 minutos y el 20 de marzo de 1930, Rubén le paralizó el país por más de 24 horas.
Martínez Villena devino líder natural de la CNOC y del Partido Comunista. (Foto: Autor no identificado)
Años más tarde, en agosto de 1933, la impronta de Martínez Villena fue decisiva para que una huelga económica, que surgida en un paradero de ómnibus de la capital, deviniera política y nacional. El país se hizo ingobernable y el tirano Machado tuvo que huir del país.
Enfermo de muerte, Rubén participó activamente en todo el contenido y los proyectos para el IV Congreso Nacional Obrero de Unidad Sindical. Según el líder proletario Isidro Figueroa, intervino “incluso en (la elaboración de) una nueva estructura que se le quería dar al movimiento sindical y hasta (en) la reglamentación de la CNOC”.
Cuando unos compañeros fueron al sanatorio a darle la noticia de la nutridísima participación de delegados y de la exitosa inauguración del Congreso, dicen que exclamó: “Si es así, ya me puedo morir, porque me siento feliz”.

Pedro Antonio García
_____________

Fuentes consultadas

Las biografías Rubén Martínez Villena, de Ana Núñez Machín, y El fuego en la semilla del surco, de Raúl Roa.

Pablo de la Torriente Brau




Vive en ‘el gran triunfo de la revolución’

El último mes del año es un ciclo de importantes casualidades en la existencia de Pablo, quien naciera el 12 de diciembre de 1901 en San Juan, Puerto Rico, y resultara muerto en combate con apenas 35 años cumplidos el 19 de diciembre, de 1936.

La figura del intelectual y combatiente internacionalista cubano Pablo de la Torriente Brau, se yergue todavía con un vigor y un brillo que deslumbran, a 83 años de su caída en Majadahonda, cerca de Madrid, en la batalla por la república española amenazada por el fascismo y luego vencida.
El último mes del año es un ciclo de importantes casualidades en la existencia de Pablo, quien naciera el 12 de diciembre de 1901 en San Juan, Puerto Rico, y resultara muerto en combate con apenas 35 años cumplidos el 19 de diciembre, de 1936.
Cuando era todavía un niño, su familia se trasladó a vivir definitivamente a Santiago de Cuba. Adquirió la nacionalidad cubana y fue el único varón de una progenie formada por cuatro hermanas. Amó a Cuba intensamente, aunque no olvidó la causa de su país natal.
En la ciudad oriental cursó los primeros estudios hasta que pasó a residir en La Habana para hacer una carrera universitaria que nunca concluyó, pues se dedicó con ímpetu y pasión a las luchas políticas contra el machadato y a un periodismo militante que ejerció de manera brillante, como un eje de su vida.
Hacia 1920 trabajaba para el periódico El Nuevo Mundo, al tiempo que, además era redactor de la revista El Veterano, en la cual prestaba servicios añadidos de cobrador, repartidor y agente de publicaciones.
Escribía en la Revista Alma Máter y la Revista de La Habana en el año 1930, con gran asiduidad. Sin embargo, más relevante fue su quehacer reporteril en el periódico Ahora, para el cual cubrió sucesos de gran impacto como el proceso de depuración de la Universidad en 1934, además de dar a conocer un tenebroso asesinato, por lo cual posteriormente debió salir de Cuba.
Integró el Directorio Estudiantil Universitario fundado en 1930 . Hecho prisionero, permaneció varios días en la cárcel, y una vez liberado bajo presiones y amenazas, pasó a la lucha clandestina.
Nuevos encarcelamientos lo esperaban al año siguiente y fue obligado a pasar alrededor de 12 meses en el llamado Presidio Modelo de Isla de Pinos. Acerca de esa experiencia publicó el reportaje titulado 105 días preso, y Presidio Modelo o La Isla de los 500 asesinatos.
Pablo de la Torriente Brau se involucró con ahínco en las denuncias y gestiones a favor de la libertad de Julio Antonio Mella, cuando este realizaba la huelga de hambre que conmocionó al país.
Con el poeta martiano, anti imperialista y comunista Rubén Martínez Villena mantuvo una estrecha relación de amistad y colaboración, que hacía más fuerte la total identificación política e ideológica de ambos luchadores.
A pesar de la extrema juventud con que empezó a abrirse paso dentro del periodismo, Pablo fue considerado ya en su tiempo un brillante cronista, que hacía reportajes memorables y agudas entrevistas.
Hoy se le valora como padre del periodismo testimonial en Cuba, con una obra cuyo estilo y enjundia no envejecen, a pesar del tiempo transcurrido.
Sus innovaciones en los enfoques, el lenguaje afilado, galopante y con gran dominio del idioma, sus valientes denuncias sociales y políticas, siguen impactando hoy tanto al alumno de periodismo bisoño como al lector ávido de estremecedores relatos, críticas o reportajes.
Realento 18, un reportaje publicado en 1934 en “Ahora”, es una perenne lección en varios órdenes y un relato fascinante como acabado de escribir.
Durante un obligado exilio en Estados Unidos, en julio de 1936 decidió dejarlo todo e irse como combatiente a formar parte de las milicias populares e internacionalistas que defendían a la república española, codo con codo con gran parte del pueblo de esa nación.
Allí fue otra vez periodista, comisario político y combatiente. Durante la campaña redactaba sus vivencias sobre las batallas y sus protagonistas, sus compañeros de trinchera. Fue corresponsal de varias publicaciones de América latina y EE.UU.
Sus escritos de la guerra civil póstumamente fueron recogidos en el libro Peleando con los milicianos. Pablo también creo una literatura no testimonial, como cuentos y novelas, que ha sido divulgada.
Aquel joven increíble se fue a combatir como quien marcha hacia la felicidad, pues dijo al decidirlo: “He tenido una idea maravillosa. Me voy a España, a la revolución española. ¿Cómo no se me había ocurrido antes?
“Estaré cuando ni Hitler ni Mussolini puedan sostenerse más y se lancen a la guerra, y entonces vendrá la batalla definitiva entre oprimidos y represores. Y asistiré, sea como sea, el gran triunfo de la revolución”. Y de veras tuvo razón, ha estado presente en todas las causas justas que hizo suyas, aunque no fuera la victoria por aquella gesta.
Después de tantísimos años sus restos no han podido ser encontrados y repatriados, pues fueron a parar a una fosa común. Siguen los esfuerzos de las autoridades cubanas y sus familiares para traerlo, como él quería.
“Me quedaré en España, compañero/ me dijiste con gesto enamorado/ y al final sin tu edificio tronante de guerrero/ en la hierba de España te has quedado”, recordó hace mucho Miguel Hernández en un poema, hoy canción.
También Pablo vive en Cuba.

Martha Gómez Ferrals

Trump en sus laberintos


Los trasvases en Cuba




El Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos Antonio Rodríguez Rodríguez, el Director de la DIP Trasvase, el Vicepresidente del OSDE Gestión Integrada de las Aguas Terrestres (GIAT) y el Director de Riego del Ministerio de la Agricultura comparecen este martes en la Mesa Redonda para informar sobre el desarrollo del programa de trasvases en Cuba y sus beneficios para la agricultura.

Por una filosofía cubana

Intervención realizada en el Balance anual del Instituto de Filosofía. 26 de diciembre de 2019.

La idea de estas líneas es invitarles a pensar qué filosofía hacemos y debemos hacer, aquí y ahora, para esta Cuba de hoy, que va siendo la de mañana.
Colocarnos ante esta interrogante no es sencillo.
Su falta de obviedad es evidente cuando debemos explicar a otros qué somos, qué es el Instituto de Filosofía. No importa si nos hallamos en una institución académica extranjera, o ante sus representantes, si se trata de estudiantes universitarios o de un simple conocido en la calle. Claro que para cada una de estas situaciones apelamos usualmente a un repertorio familiar, más o menos ajustado a cada contexto. Pero es también común que nos quede la insatisfacción de no hacer justicia a la idea de lo que somos, mediante lo que hacemos, y cuál es el sentido de hacer lo que hacemos.
¿Qué filosofía hacer para qué Cuba? ¿Desde dónde la hacemos?
Debemos hacernos cargo de que no somos tan diferentes a la sociedad que sirve de motivo para nuestra labor.
Mi entrada a este Instituto sucedió poco antes de aquel discurso de Fidel en el Aula Magna.[1] Aquellas preguntas de entonces dieron nombre a la experiencia de una ausencia. A la ausencia de certezas. De certezas sobre la historia obrando a nuestro favor y sobre las metas a alcanzar y sobre los modos de lograrlas…de certezas sobre hacia qué y desde dónde transitamos. Aquellas palabras fueron como un final simbólico, luego de tantos finales reales vividos por cubanas y cubanos acerca de certezas esenciales. Este proyecto de sociedad de que formamos parte no es irreversible, y cada día resulta más difícil definir sus límites, y qué sería una reversión del proceso.
La madurez profesional de la mayoría de las personas aquí presentes es contemporánea de esta incertidumbre. Más contemporánea que de la fe, previa a los noventa, en un futuro más o menos necesario.
Aquel discurso de 2005 contenía una paradoja. Pronunciado desde una indiscutible autoridad, prescribía el final de la autoridad. De toda autoridad externa a nosotros mismos, a nuestro quehacer, a nuestro esfuerzo, a nuestra voluntad. Bajo la forma de alertar sobre un posible peligro, corroboraba una certeza que década y media había alojado en cada persona a su manera. La figura que encarnara la trascendencia del proyecto revolucionario, sancionaba la condición de coyuntural, inmanente y esencialmente abierto de nuestro proceso social. Abierto a futuros posibles, desde lo que hacemos o dejamos de hacer en cada presente. Significa que nada, ni siquiera el pasado, es algo ya dado, de una vez y por todas.
Salvando distancias, somos tan diversos como la Cuba de hoy, por formación profesional, género, generación, modos de hacer, pertenencias, referentes y convicciones. Por sus incertidumbres y posibilidades. Somos parte de y alojamos diversas hojas de ruta.
Como Instituto de Filosofía, nuestra identidad (o si lo quieren, nuestra unidad y continuidad) no está prefijada desde que nuestra labor está inserta y pretende pensar la sociedad actual, y pretende que ese pensar sirva para acortar distancias respecto a lo pensado. De muchas maneras, nuestro hacer es parte de aquello que pensamos, y debemos ser capaces de pensar las muchas maneras de lo que somos, hemos sido y podemos ser.
Y las maneras en que no podemos ya seguir siendo. Nuestra sociedad cambia, nosotros cambiamos y nuestras maneras de hacer deben expresar también esos cambios.
Un gran filósofo escribió, hace más de dos siglos, que el oficio del pensamiento no es idéntico a la abstracción. Contraria al uso común de apresar la realidad en conceptos parciales, la filosofía no es una autocomplacencia con lo abstracto. Más bien, consiste en la ardua labor de determinar las abstracciones de esa cotidianidad de que somos parte.[2]
Filosofar es dar cuenta de una totalidad concreta que nos contiene. Es pensar las múltiples condiciones de lo que hacemos y de sus expresiones. Pensar lo que da forma a la realidad es también una manera de hacerla y de hacernos.
Si nos contentamos con batir las alas al ocaso, como el búho de Minerva, no esperemos entonces que nuestro futuro se parezca a lo que queremos. Podemos ser ese cambio que queremos ver en nuestra sociedad. No esperemos que alguien nos prescriba qué somos, qué hacer o cómo. O qué sentido debe tener lo que hacemos.
Nuestra identidad solo puede ser la paciente síntesis de lo que hacemos de muchas maneras. Darnos los espacios para conocer esa diversidad que somos, para poner en común las diferencias y distinguir las semejanzas, es labrar una comunidad que no puede ser homogénea. Sin embargo, puede ser un buen modo de ampliar nuestra posibilidad de ser nosotros mismos, de darnos un lugar por lo que hacemos.
Hubo un tiempo, en los primeros años de la Revolución, en que los intelectuales debieron hacerse respetar como gente de pueblo. Hoy, cubanos de a pie, debemos hacernos valer como intelectuales. Urge que tejamos la fracturada diversidad de lo cubano, en pos de un horizonte tan compartido como se pueda. No hay nada más concreto que darle forma a ese desafío, ni nada más nuestro que asumirlo.

Wilder Pérez Varona
La Tizza

Notas:

[1] Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto 60 de su ingreso a la universidad, efectuado en el Aula magna de la Universidad de La Habana, el 17 de noviembre de 2005. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f171105e.html
[2] Hegel, G. W. F. (2007): ¿Quién piensa abstractamente? Trad. De Gustavo Macedo y María del rosario Acosta. Ideas y valores, 56 (133).

jueves, 23 de enero de 2020

El chantaje imperialista agrieta las relaciones entre República Dominicana y Cuba

El poder estadounidense presiona a los gobiernos serviles de América Latina para que contribuyan a aislar a Cuba y a dar apariencia de legitimidad a la agresión contra Venezuela.

Las autoridades dominicanas han cedido a la presión. Se torna evidente cuando se observa el enfriamiento en las relaciones con Cuba, restablecidas en abril de 1998 (tras 38 años de ruptura y cuando casi todos los países latinoamericanos las habían restablecido) y el apoyo a las medidas dirigidas a desconocer la legalidad del gobierno que encabeza Nicolás Maduro.
Dado que Estados Unidos no abandonará el intento de derrocar a Maduro ni el objetivo de revertir el avance político en Cuba, se prevé que las presiones aumentarán y el chantaje será ejercido en forma cada vez más grotesca.
El actual gobierno de República Dominicana y el que le sucederá en agosto del presente año, que surge de un sistema político podrido, asumirán compromisos definitorios. Se hace necesario aumentar el nivel de organización de los sectores progresistas y denunciar como ilegítimas las posturas contrarrevolucionarias oficiales.

Roces con Cuba…

“La Serie del Caribe 2020 se celebrará en Puerto Rico del 1 al 7 de febrero con la participación de República Dominicana, Venezuela, México, Colombia, Panamá y Puerto Rico”, reseña El Nuevo Día. Otros diarios destacan que Cuba, que desde el año 2014 había participado como país invitado y en 2015 ganó el campeonato regional, fue sustituida por Colombia.
Analizar las razones por las cuales Cuba no figura en la lista de participantes, no es competencia de la crónica deportiva, pues involucra el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos desde 1962 y el evidente deterioro de las relaciones entre Cuba y República Dominicana.
El comisionado de la Confederación de Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, quien en ocasiones anteriores había contribuido a facilitar la participación de Cuba, no actuó de la misma forma de cara al evento programado para febrero. ¿Por qué? De seguro no respondería con la verdad a esta pregunta.
El dominicano Puello Herrera propuso que Cuba creara un equipo de estrellas, sometiera una lista a la Embajada de Estados Unidos en República Dominicana y enviara a este país a los jugadores a recoger sus visas, sin garantías plenas de aprobación y sin que la Confederación pagara por el costo del proceso de visado y los gastos en pasajes, transporte, alojamiento y alimentación de jugadores, técnicos y delegados. ¡Y dice que hizo todo lo posible y la negligencia de un funcionario cubano impidió la inclusión de Cuba en la competencia regional! ¿No se le ocurrió, acaso, un trámite menos costoso y más seguro?
Nada amable ha sido el intercambio sobre el tema, sobre todo porque al funcionario dominicano no se ha mostrado partidario de la inclusión de Cuba en la comisión caribeña como miembro de pleno derecho.
La influencia de los estrategas yanquis, su capacidad de presión y su disposición para el chantaje, ¿nada tienen que ver con el cambio de actitud del comisionado? La sospecha tiene fundamento.
Tampoco se circunscribe al ámbito deportivo la participación de altos militares dominicanos (fue identificado William Solís, mayor de la Fuerza Aérea) en la deserción de los estelares peloteros cubanos Yulieski y Lourdes Gourriel en el año 2017, durante la Serie del Caribe. Está documentado que militares conducían el vehículo en el cual los deportistas abandonaron el hotel que los alojaba como miembros de la delegación cubana. ¿Hasta dónde este hecho compromete a la alta oficialidad dominicana? La pregunta queda abierta.
Fuera del ámbito deportivo, cabe recordar que en febrero del año pasado el gobierno de Cuba denunció que entre los días 6 y 10 del mismo mes se detectaron vuelos de aviones de transporte militar desde Estados Unidos hacia bases en Puerto Rico, República Dominicana y otras islas caribeñas. Esos movimientos, dice un comunicado oficial, “se originaron en instalaciones militares estadounidenses desde las cuales operan unidades de Fuerzas de Operaciones Especiales y de la Infantería de Marina que se utilizan para acciones encubiertas, incluso contra líderes de otros países”.
Las autoridades cubanas indican que probablemente los gobiernos de Puerto Rico, República Dominicana y otros países del Caribe utilizados por Estados Unidos, no tienen conocimiento acerca de los preparativos para la agresión. A pesar de esta expresión, la denuncia es contundente.
La Cancillería dominicana negó esos aprestos, pero reconoció en ese momento que un contingente de fuerzas especiales de ataques anfibios y lucha antiterrorista del Comando Sur de Estados Unidos participaba en ejercicios con militares dominicanos, centrándose en espacios de aeropuertos y operaciones marinas en la base naval de Las Calderas, en Baní. Además, tropas del Comando Sur realizaron un simulacro contra terrorismo en el Aeropuerto Internacional del Higüero junto al Cuerpo Especializado de Seguridad Aeroportuaria y de Aviación Civil (Cesac).
Hay que decir también que la denuncia de Cuba fue reiterada por Venezuela. En febrero del año pasado, las autoridades dominicanas se habían prestado a desconocer, en el seno de la OEA, la legitimidad del gobierno que encabeza Nicolás Maduro.

Tensas relaciones con Venezuela

El 10 de enero del año 2019, República Dominicana votó en una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) a favor de “no reconocer la legitimidad” del segundo mandato de Nicolás Maduro. El día 24, ratificó su posición en el seno de la Asamblea General de la OEA, en la cual reconoció como presidente interino al autoproclamado Juan Guaidó.
Lo anterior era previsible, pues en junio del año 2018 ya había favorecido, también en la OEA, el desconocimiento de las elecciones.
Las tensiones con Venezuela implican el enfriamiento de las relaciones con Cuba, igual que la identificación con Luis Almagro y la OEA.
Los estrategas yanquis esperan de Danilo Medina y los demás funcionarios, el particular el canciller Miguel Vargas Maldonado, un compromiso cada vez más fuerte en ese sentido.
Recientemente, Danilo Medina se reunió con el subsecretario del Departamento del Tesoro, Marshall Billingslea, con quien habló sobre Venezuela y sobre los proyectos de derrocar a Nicolás Maduro.
“ Esperamos con interés poder trabajar con la República Dominicana y países de toda la región para apoyar al pueblo venezolano en sus esfuerzos por restaurar la democracia, apoyar a la Asamblea Nacional (Parlamento) de Venezuela y al presidente interino Juan Guaidó, y responsabilizar al régimen corrupto y represivo de Maduro”, dice una declaración de Billingslea.
Habla también sobre delitos financieros y sobre la captura del narcotraficante César Emilio Peralta, apodado César el Abusador.
¿Hay que hablar de presión y de chantaje? Sería redundante, pero lo grave es que se compromete la soberanía del país y se trabaja contra los esfuerzos regionales de integración.

Compromiso con el atraso político

En febrero de 1962, cuando se emitió la Orden Ejecutiva 3347 oficializando el bloqueo contra Cuba, habían transcurrido 13 meses desde la ruptura de relaciones diplomáticas por parte de Estados Unidos y 14 meses desde la reducción a cero de la cuota azucarera que favorecía las compras del dulce a Cuba.
Aislar a la naciente revolución fue siempre un objetivo de Estados Unidos. En la década de 1960 utilizó su capacidad de presión y chantaje para separarla de América Latina, y hoy mantiene la política de agresión.
“Estén atentos, habrá más acciones enfocadas a restringir los ingresos” del gobierno cubano, dijo en diciembre pasado Michael Kozak, subsecretario en funciones para América Latina. Eso después de imponer nuevas restricciones a los viajes y a las remesas.
Hoy, como ayer, utiliza a la OEA contra los gobiernos progresistas de la región. En la OEA tiene ahora a Luis Almagro, un político comprometido con la derecha.
Almagro ha felicitado a Sebastián Piñera y apoya a Iván Duque, dos presidentes que encabezan gobiernos indolentes y represivos, y que han prestado enorme colaboración en la política de aislamiento contra Venezuela.
Los gobiernos recientemente instalados en El Salvador y en Guatemala, expulsaron de sus respectivos países a los diplomáticos venezolanos.
Con gobiernos de ese tipo cuenta el poder hegemónico para debilitar los mecanismos de integración. No es casual que Ecuador y Bolivia abandonaran el ALBA-TCP.
Es la línea que imponen los estrategas imperialistas.
Es preciso repudiar la publicitada acción del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, quien tras una reunión con Luis Almagro anunció la ruptura de relaciones con Venezuela.
Danilo Medina y Miguel Vargas, ¿acaso están dispuestos a romper relaciones con Cuba y Venezuela? Por lo visto, están respondiendo al llamado a montar un espectáculo parecido al que protagonizaron Giammattei y su canciller, Pedro Brolo (este último fue funcionario de la OEA).

Lilliam Oviedo

miércoles, 22 de enero de 2020

La patria que crece, cubanos aquí y allá

Reconocer, como ya ha hecho la política cubana, que su cultura no se limita al territorio insular, implica que el fomento del interés nacional y su preservación rebasan las fronteras.

Si, como ha afirmado el gobierno cubano, la determinación de mantener el alcance y ritmo de las reformas no se dejaría sofocar por el clima de hostilidad prevaleciente con los Estados Unidos; y si, como indican las cifras, las visitas e intercambio con los emigrados no han retrocedido ante ese maltiempo, sería lógico que la reintegración de estos estuviera entre los objetivos estratégicos de las reformas, en especial, la consolidación del desarrollo y de su principal premisa, la soberanía nacional.
Las relaciones con los emigrados no suelen ser, en ninguna parte, un asunto gobernado por la política exterior, sino por la política a secas. Las gigantescas diásporas de México o China (aunque ninguno de los dos las suelen llamar así) no se relacionan con sus países de origen según los acuerdos migratorios firmados con otros gobiernos, sino mediante instituciones, leyes y sobre todo prácticas políticas propias y específicas.
Digamos, la normalización de las relaciones de Hanoi con los “vietnamitas de ultramar” (así se llaman ellos mismos y así los identifica el gobierno), especialmente con el gran flujo posterior al fin de la guerra en 1975, ocurrió mucho antes de que se restablecieran con Estados Unidos en 1996, o incluso que se iniciara el Doi Moi (sus reformas) en 1986. Además de hacer negocios o invertir (existe hasta un banco de inversiones para “vietnamitas de ultramar” que opera bajo la égida del Banco Estatal), el eje de esta normalización es político, y consiste en compartir la vida social y cultural del país, incluida la fiesta del Têt (año nuevo lunar), las rendiciones de cuenta de los gobiernos locales y la vinculación con centros académicos y de investigación-desarrollo del sector público.
Todo lo anterior ocurre a pesar de que entre estos “vietnamitas de ultramar” hay muchos que no precisamente adoran el sistema prevaleciente en su tierra natal; de que no pocos “anticomunistas históricos” intentan afectar las relaciones con Vietnam, y de que estos no carecen de recursos ni vínculos políticos para hacerlo –aunque los gobiernos de EEUU, Europa o Australia, donde son bien visibles, no les hagan mucho caso, dados sus intereses prioritarios con ese país.
Sin ignorar las obvias diferencias entre Cuba y Vietnam, su caso permite mostrar cómo puede desarrollarse un proceso de normalización con los nacionales que viven afuera, a pesar de las heridas de un conflicto que tuvo un costo terrible para los que se fueron y los que se quedaron, la descomunal escala de esa emigración (4,5 millones), el factor norteamericano atravesado por el medio, la permanencia de un régimen de partido único, y la cuestión de los derechos humanos y las libertades individuales, expuesta bajo el ultravioleta ideológico que ya sabemos. Este caso ilustra, sobre todo, que la cuestión de la diáspora de la Isla y su circunstancia no es una rareza ni se puede entender sin salirse del ombligo cubano.
Considerando las demandas sociales y económicas, la transformación cultural y las necesidades del cambio político en curso, y comparando con otras experiencias, se podrían retomar los tópicos pendientes sobre la emigración cubana, en particular, tres dimensiones clave: el reordenamiento institucional; el ejercicio de la condición ciudadana; la participación y pertenencia al proyecto de nación.

Rafael Hernández
OnCuba

martes, 21 de enero de 2020

Reeditan libro sobre la empresa Bacardí y su guerra contra Cuba




La reedición actualizada del libro “Bacardí, la guerra oculta”, del escritor e investigador colombiano Hernando Calvo Ospina, será presentada en fecha próxima en Cuba según explicó el autor a Prensa Latina.
El texto original data del año 2000 y contó en su momento con una importante repercusión mediática y editorial, siendo traducido a varios idiomas, y llevándose a cabo tres documentales a partir de la información desvelada en el mismo.
En sus páginas el autor, que reside en París desde hace muchos años, demuestra las relaciones de la transnacional ronera Bacardí con el gobierno de Estados Unidos para desestabilizar a la Revolución cubana, así como su apoyo a la organización de actos terroristas y planes de asesinato contra dirigentes de la isla.
Para la nueva edición Calvo Ospina revisó la obra y añadió nuevas informaciones, sin modificar los datos fundamentales de la denuncia que veinte años después aún continúan vigentes, pues el presidente de EE.UU., Donald Trump, no solo rompió todos los puentes de acercamiento con Cuba sino que volvió a endurecer el bloqueo.
“Trump volvió a sacar la famosa Ley Helms-Burton, cuyo contenido fue redactado al completo por los abogados de la empresa Bacardi, como documento en el libro”, explicó el investigador, pero con el agravante de que el actual mandatario “aplicó artículos que hasta ahora ningún otro presidente se había atrevido”, añadió.
Calvo señaló que “esta vuelta de tuerca del bloqueo económico y financiero contra Cuba no solo afecta en gran medida al desarrollo de la isla, sino que también perjudica a de otros países y por eso la Unión Europea presentó una protesta hace poco contra EE.UU.”.
A pesar del tiempo transcurrido, consideró que las cosas no cambiaron en lo fundamental, y si bien “ya no son los mismos abogados ni las mismas personas, permanece la misma línea de contacto con la Fundación Nacional Cubano Americana de Miami y continúa teniendo una gran influencia en la política norteamericana, no solo en el país sino también a nivel mundial”, dijo.
“Sigue siendo necesario que la gente sepa qué es Bacardi y cuál fue su origen, y de qué modo su abogados escribieron una ley que servía únicamente a sus intereses y a los de otras empresas transnacionales”, señaló Calvo.
El nuevo libro fue publicado por la Editora Abril y el periódico Resumen Latinoamericano y será presentado por el autor en la próxima Feria Internacional del Libro de La Habana, que se desarrollará entre el 6 y el 16 de febrero.

Antonio Cuesta
Prensa Latina

El proceso de normalización con la emigración es continuo, irreversible y permanente

Entrevista al Director General de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior

La mayoría de la comunidad cubana en Estados Unidos rechaza la política agresiva del presidente Donald Trump, afirma, Ernesto Soberón Guzmán, Director General de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE)
Del 8 al 10 de abril de 2020, en La Habana, se celebrará la Cuarta Conferencia La Nación y la Emigración, continuidad de aquel Diálogo del 78, impulsado por el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, el cual inició un proceso de acercamiento entre Cuba y la comunidad cubana en el exterior, que ha sido permanente e inquebrantable.
Desde entonces han pasado más de 40 años y tres conferencias, en los que se han visto fortalecidos los vínculos establecidos sobre una premisa expuesta por Fidel: «(…) a la Comunidad hay que respetarla. La Comunidad existe. La Comunidad es una fuerza y a la Comunidad se le toma en cuenta».
La mayoría de la comunidad cubana en Estados Unidos rechaza la política agresiva del presidente Donald Trump, afirma en entrevista exclusiva con Juventud rebelde, Ernesto Soberón Guzmán, Director General de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE) .
JR. —¿Cómo han afectado a la emigración cubana las nuevas medidas adoptadas por la administración de Donald Trump?
Soberón.— En primer lugar hay que señalar que la mayoría de los cubanos residentes en Estados Unidos apoyaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países y el consiguiente proceso hacia la normalización de relaciones entre La Habana y Washington, iniciado el 17 de diciembre de 2014.
«Consecuentemente, la mayoría de la comunidad cubana en EE. UU. rechaza la política agresiva del Gobierno del presidente Trump contra Cuba y apoya el fin del bloqueo. Esta política confrontacional, solo la favorece un sector minoritario, pero extremadamente reaccionario, de la comunidad cubana en ese país.
«Las medidas y cambios regulatorios que afectan de manera más significativa a la comunidad cubana residente en el exterior, particularmente la radicada en territorio estadounidense, están relacionadas con restricciones de viajes, limitaciones a los servicios consulares en ambas capitales y reducciones en el monto de las remesas.
«La eliminación de los vuelos comerciales y chárter a los aeropuertos cubanos, con excepción del Aeropuerto Internacional José Martí, afecta a esos cubanos que viajan a Cuba y su destino no solo se limita a La Habana, sino que desean visitar también otras provincias del país, ya sea por motivos familiares o de otra clase. También supone una carga económica adicional para quienes viajan a las provincias de Cuba, pues deben trasladarse al interior del país mediante otras vías.
«Las limitaciones de los servicios consulares han generado obstáculos que dificultan el normal flujo migratorio entre Cuba y Estados Unidos, así como los viajes familiares entre ambos países.
«El cierre de la oficina consular de Estados Unidos en La Habana trajo como consecuencia el encarecimiento de los trámites migratorios, pues los ciudadanos cubanos que deseen acceder a un visado para viajar a Estados Unidos deben trasladarse a un tercer país para solicitarlo, lo que genera un gasto adicional y hace prácticamente inviable el proceso.
«Esta medida no ofrece ningún tipo de garantía a los solicitantes de visas, pues en caso de ser denegada la solicitud, no se rembolsa a los ciudadanos cubanos los costos en los que tienen que incurrir para los trámites.
«El incumplimiento, por parte de EE. UU., de los acuerdos migratorios firmados, unido a la eliminación del visado de múltiples entradas (B2), sobre bases de falsa reciprocidad, y el mantenimiento de la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, constituyen incentivos a la migración irregular de ciudadanos cubanos hacia Estados Unidos, los cuales salen de manera legal de Cuba y luego se incorporan a las rutas que utilizan los migrantes irregulares. Todo ello aumenta el riesgo de que estas personas se conviertan en víctimas de las bandas delincuenciales dedicadas a la trata de personas, y obstaculiza el flujo migratorio regular, ordenado y seguro entre Cuba y Estados Unidos.
JR. — ¿En cuántos países hay cubanos emigrados y cuántos se han repatriado en estos últimos años?
Soberón.— Existen 124 países en los que nuestras misiones tienen identificada la presencia de comunidades cubanas. Tenemos identificados, aproximadamente, 1 485 618 ciudadanos cubanos residentes en el exterior, sin contar los descendientes. De ellos, 1 195 607 están inscritos en nuestros consulados.
«Existen 166 asociaciones de Cubanos residentes en el exterior en 79 países. La mayoría de los cubanos residentes en el exterior mantiene un vínculo fluido y estable con sus embajadas y consulados.
«Se ha incrementado anual y sostenidamente el número de cubanos residentes permanentes en el exterior que solicitan restablecer la residencia permanente en el territorio nacional. La cifra de solicitudes alcanza las 57 746, desde enero de 2013 hasta la fecha. De ellas, 36 471 fueron realizadas desde Estados Unidos.
JR. — ¿Cómo evalúa las tres anteriores reuniones de la Nación y la Emigración y qué temas fundamentales se analizarían en la próxima 4ta. Conferencia?
Soberón.— El Diálogo del 78 representó un hito en la relación de Cuba con su emigración. Concebido por el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, con el propósito de dar un giro a estos vínculos. Los acuerdos emanados de este intercambio tuvieron un alcance histórico. Las tres conferencias La Nación y la Emigración, celebradas en 1994, 1995 y 2004, que dieron continuidad al Diálogo del 78, constituyeron momentos cumbres en el fortalecimiento de los nexos de los cubanos residentes en el exterior con el país.
«La celebración de la 4ta. Conferencia el próximo abril brinda respuesta a una solicitud recurrente de los cubanos en el exterior, expresada en los encuentros nacionales y regionales que tienen lugar anualmente en diferentes latitudes del planeta, y constituirá un nuevo e importante paso de avance en función de continuar fortaleciendo los vínculos entre Cuba y sus nacionales en el exterior.
«La defensa de la Revolución Cubana y la condena al bloqueo que mantiene el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, es un tema que estará presente en el evento.
«Otros aspectos de importancia a abordar en la conferencia, son las vías de fortalecer el vínculo de los cubanos residentes en el exterior con Cuba a través de la cultura en sus diferentes manifestaciones, las formas en que pueden contribuir al desarrollo económico del país y el uso de las redes sociales en la defensa de la patria.
«Asimismo, la promoción del acercamiento de los jóvenes y descendientes de cubanos a Cuba, a través de los vínculos histórico-culturales que mantienen con el país de sus padres y abuelos.
«Las principales inquietudes expresadas por los cubanos residentes en el exterior seguramente también serán abordadas en el marco del evento».
JR. — Se ha dicho que Cuba trabaja para mejorar sus relaciones con la emigración. ¿En qué consisten esas mejoras?
Soberón.— Existe la voluntad de nuestro gobierno de dar continuidad al proceso de fortalecimiento de los vínculos con los cubanos residentes en el exterior, iniciado por Fidel y continuado invariablemente por Raúl y el Presidente Díaz-Canel.
«El objetivo fundamental de la implementación de las medidas de actualización de la política migratoria cubana (14/01/2013) fue, y continúa siendo, estrechar los lazos entre los cubanos residentes en el exterior con Cuba.
«A siete años de la actualización de la Política Migratoria de 2013, continúa el incremento de los viajes al exterior por motivos personales de los ciudadanos cubanos, período en el que se realizaron 4 402 577 viajes, hasta junio de 2019.
«Igualmente, se aprecia un incremento sostenido en la entrada de cubanos residentes en el exterior, fundamentalmente desde territorio estadounidense. En los últimos siete años se han realizado más de 4,6 millones de viajes por parte de 1,1 millones de nacionales cubanos.
«Estos datos son irrefutables y demuestran que los cubanos viajamos de manera creciente y no emigramos de manera masiva.
«Las medidas migratorias anunciadas el 28 de octubre de 2017, también forman parte del continuo e irreversible proceso de fortalecimiento de las relaciones entre Cuba y sus nacionales en el exterior.
«Como parte de dichas medidas, la eliminación del avecindamiento de los menores como requisito indispensable para obtener la ciudadanía cubana y su documento de identidad, persigue como objetivo hacer más expedito este proceso para los hijos de ciudadanos cubanos nacidos en el exterior».
JR. — Su evaluación general sobre la emigración cubana en el exterior y cómo ella puede ayudar al desarrollo de Cuba.
Soberón.— El Gobierno cubano reconoce, valora y cuenta con la labor de los cubanos residentes en el exterior, en defensa de la Revolución. Los cubanos residentes en el exterior presentan un potencial importante para contribuir al desarrollo del país. Cuentan con conocimientos, una buena parte de ellos adquiridos en Cuba, y experiencias con las que pueden contribuir al desarrollo de nuestro país.

Hedelberto López Blanch
Juventud Rebelde

domingo, 19 de enero de 2020

¿Qué IDH obtendría Cuba… sin bloqueo?




Cuba ocupa el lugar 73 –de 189 estados- en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del PNUD, que combina indicadores de salud, educación e ingresos. Espacio "Contratuit", en Cubainformación TV.

sábado, 18 de enero de 2020

Puerto Rico: mucho más que el patio trasero de los Estados Unidos




Hoy en #LaPupilaTV nos hacemos acompañar del documental «Seva Vive» y «El patio trasero de los Estados Unidos» de HispanTV para homenajear a nuestro particular modo a la borinquen hermosa: Puerto Rico. Comencemos entonces la travesía por su tierra colmada de historia.

viernes, 17 de enero de 2020

“La Universidad Internacional de la Comunicación servirá para hacer frente a CNN o BBC”




Federico Palacio, miembro de las Brigadas Internacionales de Comunicación Solidaria (BRIC) del PSUV en Italia, nos habla sobre los desafíos que ha de enfrentar la comunicación popular para crear información.

miércoles, 15 de enero de 2020

El legado de Marta Harnecker para los jóvenes revolucionarios




¿Quieres conocer sobre la obra de una de las pensadoras latinoamericanas más prolíficas, quien documentó la historia de la izquierda de la región desde los años setenta e hizo el marxismo accesible de forma crítica a nuestros pueblos?

Fecha y hora:
miércoles 22 de enero de 2020, de las 2:00 PM a las 4:00 PM
Lugar: Salón 290 del edificio Varona de la Universidad de La Habana

Marta Harnecker, reconocida pensadora y escritora de más de 80 libros sobre y para la izquierda latinoamericana, se identificaba como marxista y educadora popular. Sus primeras publicaciones buscaron hacer el pensamiento de Marx y Engels más asequible a los trabajadores y desposeídos, fueron ampliamente leídas en universidades a lo largo de Nuestra América y hasta por militantes en la clandestinidad bajo las dictaduras de las décadas de los setentas y ochentas. Marta vivió en Cuba después que tuvo que salir de Chile tras el golpe militar contra el gobierno de Allende, y partió a Venezuela para fungir como asesora de Chávez entre otras tareas. Sus últimos años, en medio de su lucha contra el cáncer, los dedicó a escribir y hacer videos principalmente para los jóvenes, porque nunca perdió la esperanza de que podamos construir ese mundo mejor por el que tendremos que seguir batallando.

Objetivos:

1) Reflexionar, desde el análisis de jóvenes y personas con juventud acumulada, sobre los principales aportes de la obra y la vida de Marta Harnecker al análisis crítico de nuestras sociedades y a los esfuerzos para construir alternativas socialistas.
2) Proyección de uno de los videos pedagógicos realizados por Marta Harnecker.
3) Lanzar en formato digital una colección que incluye sus principales publicaciones y videos pedagógicos.

Agenda:

Contaremos con la reflexión de Germán Sánchez Otero, escritor y embajador de Cuba en Venezuela durante la estadía de Marta Harnecker en ese país, valorando los aportes de Marta a los procesos revolucionarios en América Latina. Tendremos un panel de jóvenes cercanos a su obra donde relatarán la influencia de ésta en su formación política. Se presentará también un video pedagógico elaborado por Marta Harnecker sobre el socialismo del siglo XXI, el cual será presentado por Olga Fernández Ríos, catedrática, ensayista y vicepresidenta de la Academia de Ciencias de Cuba, quien forma parte del comité asesor del Programa para el Socialismo del Siglo XXI que Marta creara. La actividad concluye con la distribución digital de las principales publicaciones y videos pedagógicos realizados por Marta en los últimos años.

Trump y la apoteosis de la barbarie




Acabo de leer una muy interesante nota de Peter Koenig sobre el renacimiento y exasperación de la barbarie en los últimos tiempos.[1] Y digo exasperación porque aquella tuvo una presencia constante en la historia, pero bajo el capitalismo adquirió nuevas y más brutales formas. Estados Unidos es sin dudas la patria de la barbarie. Su condición de mayor terrorista del planeta la alcanzó en agosto de 1945 cuando arrojó sobre dos ciudades indefensas del Japón sendas bombas atómicas que convirtieron en cenizas -o condenaron a una horrorosa muerte lenta- a varios centenares de miles de sus habitantes. Nadie nunca, ni antes ni después, llegó a perpetrar atrocidad semejante. Sin llegar a tan luctuosos límites en tiempos recientes la barbarie fue repotenciada por el gobierno de Donald Trump, un hampón de cuarta cuyos códigos morales no son mejores que los de Al Capone o Frank Nitti. Es más, me atrevería a decir que éstos poseían un mafioso sentido del honor y del respeto a la palabra empeñada que el magnate neoyorquino carece por completo.
Koenig documenta con precisión que a pedido de Trump el primer ministro de Irak, Adil Abdul-Mahadi, invitó al General Qassem Suleimani a que se reuniera con él en Bagdad para sugerirle, dadas sus conocidas dotes como diplomático, que procurase abrir un canal de diálogo entre Irán y Estados Unidos y entre la república islámica y Arabia Saudita. Esa fue la trampa, abyecta y cobarde, en la que cayó el general iraní. Esto fue denunciado ni bien se consumara el asesinato de Suleimani y un grupo de altos funcionarios militares iraquíes por Adil Abdul-Mahadi diciendo textualmente que “Trump me pidió que mediara con Irán y luego asesina a quien había invitado para la tarea”. En sucesivas conferencias de prensa el Secretario de Estado Mike Pompeo, otro mentiroso serial, desmintió lo declarado por el Primer Ministro Iraquí. Lo mismo hizo la Casa Blanca, pero la credibilidad de estos hampones es nula. Pero toda la maquinaria propagandística de Estados Unidos se puso al servicio de las mentiras oficiales y Suleimani, que gozaba de inmunidad diplomática, fue presentado como un feroz terrorista que había sido “eliminado” porque tenía planeado atentar contra varias embajadas de Estados Unidos, cosa que días después desmintió el propio Secretario de Defensa de Trump. Pese a tantas mentiras se ha ido sedimentando en los sectores de la opinión pública atentos a este tipo de noticias (una minoría, desgraciadamente) la convicción de que lo ocurrido en Bagdad fue un vil asesinato que trató de justificarse estigmatizando a la víctima como terrorista.
No contento con esta criminal violación de la legalidad internacional y de las propias leyes de Estados Unidos, Trump ordenó que se le negara a Mohammad Javad Zarif, Ministro de Asuntos Extranjero de Irán, la visa de entrada para informar de lo ocurrido ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York. O sea, cero debate, cero información: basta con la versión del imperio, reproducida impúdicamente por la prensa hegemónica. Esto constituye una violación de la Carta de las Naciones Unidas, firmada por Estados Unidos en 1947, que garantiza a los representantes de países extranjeros el irrestricto acceso a la sede de las Naciones Unidas. Para su imborrable deshonra el portugués António Guterres, Secretario General de Naciones la ONU, el guardó cómplice silencio ante el asesinato de Suleimani y también frente al ilegal veto a la llegada del ministro iraní. El hombre se preocupa por su chequera y nada más. Cobra su sueldo y no ve, no escucha, no habla. Esta es la clase de funcionarios internacionales que Estados Unidos necesita para administrar su imperio sin preguntas incómodas.
Lo anterior confirma lo que muchos venimos diciendo acerca de la ineptitud de las Naciones Unidas para garantizar la paz y la legalidad internacionales. Muchas voces se han elevado, sobre todo en países periféricos, exigiendo una reforma de esa organización. Pero Koenig da un paso más y se pregunta si no ha llegado la hora en que una votación de la Asamblea General expulse a Estados Unidos (y a Israel) de las Naciones Unidas por sus reiteradas violaciones de la Carta de la Organización y sus resoluciones fundamentales (entre ellas las que exigen a la Casa Blanca poner fin al bloqueo a Cuba o que el régimen israelí se retire de los territorios ocupados). La premeditada, sistemática y desafiante transgresión de la legalidad internacional es lo que define a los “estados canallas”. Esa clase de regímenes se colocan por sí mismos por fuera de dicha legalidad y su expulsión sería tan sólo el reconocimiento de una realidad. Tendríamos, prosigue diciendo nuestro autor, “una ONU renovada, liberada de la abultada burocracia que la paraliza y mucho más eficiente para salvaguardar la paz en el mundo.” Además hay montones de países que han sido invadidos, amenazados, sancionados por Estados Unidos y “muchos de ellos también tienen drones y dominan la tecnología de disparos de precisión.” Se trata de un planteo audaz, extravagante, pero que merece ser pensado.
Muchos intereses económicos se opondrían a esta movida, reconoce Koenig, pero en el mundo actual EEUU ya no es el único que puede ofrecer interesantes oportunidades de negocios. China, India, Rusia, numerosos países asiáticos y algunos otros en África y Latinoamérica podrían redefinir un nuevo entramado de la economía mundial sin la presencia prepotente de los norteamericanos. “Aislemos a los bárbaros de Washington y dejémoslos que se pudran en su inmundo pantano”, dice Koenig. Proyecto que hoy suena como una ingenua utopía. Pero, ¿quién podría asegurar que ante la indisimulable decadencia del poderío de EEUU aquella propuesta está eternamente condenada a ser irrealizable? Sobre todo si se recuerdan estas proféticas palabras de Oscar Wilde cuando sentenció que “Estados Unidos es el único país que pasó de la barbarie a la decadencia salteándose la civilización.” Y su decadencia podría dar nacimiento a otra Naciones Unidas. ¿Por qué no? ¿O es que alguien todavía cree que las instituciones creadas por hombres y mujeres tienen el don de la eternidad?

Atilio A. Boron

Nota:

[1] “The West is Run by Barbarians”, en https://www.globalresearch.ca/west-run-barbarians/5700435

domingo, 12 de enero de 2020

¿Cómo llegó Estados Unidos a ser un país imperialista?




A propósito de la nueva intervención estadounidense en Medio Oriente hacemos un repaso histórico sobre cómo este país llegó a conformar su poderío. En esta nota desarrollaremos los inicios de la expansión imperialista norteamericana a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.

Para que este país se fuera consagrando como potencia fue necesaria una política de estado para superar rápidamente los lastres de haber sido un país colonial. El motor de este desarrollo innegablemente fue la voracidad por entrar al orden económico mundial de manera competitiva, tratando de ubicarse a la altura de la misma potencia europea de la cual se había independizado en 1776.
Este desarrollo económico como nación independiente de Estados Unidos tiene lugar y coincide con la consolidación de la etapa imperialista en el mundo, que Lenin sintetiza en las siguientes definiciones: concentración y centralización del capital, formación de monopolios (para eliminar la competencia), creación del capital financiero por medio de la fusión entre el capital bancario e industrial, mediante un proceso de exportación de capitales junto al reparto del mercado mundial y el reparto territorial del mismo entre las principales potencias.
En “El imperialismo, etapa superior del capitalismo” (1916) Lenin se detendrá sobre las particularidades de este país para plantearnos: “En Estados Unidos, el desarrollo económico durante estas últimas décadas, ha sido aún más rápido que en Alemania, y por esa misma razón los rasgos parasitarios del capitalismo norteamericano resaltan en particular relieve. [1]
Sin dudas esta nación logró mostrar una cierta excepcionalidad en su desarrollo gracias a la expansión territorial transfronteriza y a la concentración económica producto de la formación de los monopolios norteamericanos que destaca Lenin. Vale aclarar que este desarrollo político y económico no beneficiará al pueblo trabajador, sino que reunirá los grandes beneficios en manos de un grupo reducido de banqueros, empresarios y políticos.
Sobre estas bases materiales y el pujante avance de los Estados Unidos en el mundo, es que se apoyarán tanto las políticas de estado como la ideología dominante que sustentará este proceso con el objetivo de construir una retórica que acompañe y justifique al imperialismo.

La funcionalidad de la doctrina del “Destino Manifiesto”

En 1845, el periodista John L. O’Sullivan sintetizaba en la revista Democratic Review una de las principales referencias a esta influyente doctrina : “El cumplimiento de nuestro destino manifiesto es extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la Providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno. Es un derecho como el que tiene un árbol de obtener el aire y la tierra necesarios para el desarrollo pleno de sus capacidades y el crecimiento que tiene como destino.” [2]
La avanzada territorial que vemos ya desde las anexiones de los estados de Texas en 1845 (derivando en la guerra con México entre 1846 y 1848) y de Hawái en 1898, pueden ser englobadas como parte de las políticas consagradas a través del “Destino Manifiesto”, tanto puertas adentro como hacia afuera. Sobre el cual la historiadora Graciela Abarca plantea: “esta ideología se vuelve fundamental para comprender la manera en que Estados Unidos se percibía-y se percibe- a sí mismo dentro del orden mundial. A través de la historia del país, el Destino Manifiesto, como sistema de valores, funcionó de manera práctica y estuvo arraigado a las instituciones.” [3]
Con esto la autora da cuenta de la importancia de esta idea-fuerza que fomentará el sentimiento de supremacía y por ende de autoridad, proveniente de las supuestas bases democráticas e inclusivas sobre las cuales se estaba consolidando el país. En cambio, los hechos nos muestran cómo la misma se utilizó para fomentar el ciclo económico favorable a los empresarios estadounidenses, que construían la nación con las directrices propias del liberalismo y la modernidad de su sistema político. [4]
En este sentido, también planteará cómo el denominado “Destino Manifiesto” será permanentemente readecuado por distintos gobiernos y en disimiles momentos para seguir perpetrando el imperialismo. Ya que el sesgo descalificatorio que dicha doctrina le otorgaba al resto de las naciones, le permitía moralmente a los Estados Unidos tener la supuesta potestad para inmiscuirse en políticas de estado ajenas. Siguiendo la línea de su argumento, ellos eran los únicos que podían expandir la civilización en naciones supuestamente atrasadas. [5]

Filipinas: primer bastión de una política decididamente imperialista

Una vez consagrado el objetivo de pacificación interna superando los límites de sus propias fronteras, Estados Unidos abrirá paso a la gran empresa imperialista en el año 1898 con la guerra librada contra España por el dominio de Filipinas [6]. Allí podemos ver el “parteaguas” que llevo al país a entrar en una nueva dinámica sin retorno ante el mundo: el imperialismo.
Esta guerra es expresión de cómo se intentará avanzar sobre otras naciones políticamente “débiles”, pero que a nivel económico son grandes poseedoras de recursos naturales y materias primas necesarias para el desarrollo de la economía capitalista. incluso a nivel comercial generando nuevos mercados disponibles para la venta de productos manufacturados e industriales producidos por los llamados “países centrales”.
El triunfo en el Pacífico, simbolizó entonces el ascenso del país norteamericano por haber desafiado y vencido a una vieja potencia imperialista como era España, acorralándola con su gran maquinaria bélica. Demostrando así ante el mundo que Estados Unidos había desembarcado para quedarse y que no iba a negociar su protagonismo en la economía mundial, por más que llegara tarde al “reparto del mundo” que ya habían hecho las potencias europeas durante el siglo XIX. Haberle ganado la guerra al tradicional Estado Español le consagró la preeminencia no solo en el pacífico sino también en las islas del Caribe, que fueron su siguiente objetivo.
En este sentido, la guerra por Filipinas puede ser entendida como un laboratorio de los mecanismos que serán a partir de ese momento utilizado en los subsiguientes países que sufrirán de la presencia y control de los Estados Unidos sobre sus territorios y producciones. Uno de los principales dispositivos será la cooptación de los movimientos nacionales a partir de otorgarles puestos estatales y en los engranajes principales de las economías a los antiguos líderes nacionalistas, en los nuevos estados ahora totalmente dependientes del imperialismo estadounidense.
El método de la dominación benévola con el que se conoció este proceso fue también acompañado por una dura represión social a las resistencias que desafiaban estas imposiciones. Para otorgarle un sustento ideológico a estas acciones, se dará una manipulación de la educación local en función de crear una noción de insuficiencia en los propios nativos, inculcando la idea de que requerían del imperialismo civilizatorio para poder ser parte del mundo moderno y “progresar”. [7]

Con los ojos puestos en el “patio trasero”

Apenas un año después de la cruzada en Filipinas vendrá la inmiscuida de Estados Unidos en Cuba, coronada con la famosa “Enmienda Platt” que limitaba constitucionalmente a la isla y la sometía ante el imperialismo estadounidense tanto económica como políticamente. [8]
En este mismo contexto, el país del norte realizó una serie de invasiones directas o indirectas en el caribe entre los años 1898 y 1916, que le permitieron abrirse paso y ganar mercados en Nicaragua, Costa Rica, Panamá (impulsando la independencia con Colombia para apoderarse económicamente de la zona), República Dominicana, México, Haití, Honduras y Guatemala. Enmascaradas todas estas intervenciones tras la “Doctrina Monroe” que abogaba por una “América para los americanos”, en referencia solamente a los americanos estadounidenses en consonancia con lo ya expuesto acerca del espíritu del “Destino Manifiesto”.
Podemos llegar a la conclusión de que toda esta primera etapa imperialista marcó a sangre y fuego las políticas de una nación que se forjó tras la sed expansionista y guerrerista persistente en la actualidad tanto dentro del partido republicano como del demócrata. En la historia del imperialismo quienes perdieron sus vidas, sufrieron y sufren las peores consecuencias de estas guerras son los hijos del pueblo pobre y trabajador, pero desde estas páginas apostamos y confiamos a que un día esta historia se de vuelta para construir un futuro sin explotación ni opresión.

Brenda Hamilton

[1] Lenin, “El imperialismo, etapa superior del capitalismo”. Editorial Anteo. Buenos Aires. 1974. Pág 154
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_del_destino_manifiesto
[3] María Graciela Abarca, “El Destino Manifiesto y la construcción de una nación continental”, en Pozzi y Nigra (comps.), Invasiones bárbaras…, op. cit, pág 44.
[4] Eric Foner, “La Libertad Progresista”, en La Historia de la Libertad en Estados Unidos, Ediciones Península, Barcelona, 1998, págs. 239-270.
[5] “Doctrina Monroe (1823)”, en Daniel J. Boorstin (Compcomp.), Compendio Historico Histórico de los Estados Unidos. Un recorrido por sus documentos fundamentales. , México, Fondo de Cultura Económica, 1966, págs. 212-213.
[6] Malena López Palmero, “La guerra de 1898 y el imperialismo norteamericano”, en Pozzi y Nigra (comps.), Invasiones bárbaras…, op. cit., págs. 55-71.
[7] Dario Martini, “La Guerra Filipino-Estadounidense (1899 1902). Un laboratorio de ensayo para el naciente imperialismo estadounidense”, Huellas de Estados Unidos, n° 3, Septiembre 2012,. http://www.huellasdeeua.com.ar/ediciones/edicion3/6_Martini_p.73-88.pdf
[8] Facundo Aguirre, http://www.laizquierdadiario.com/Antecedentes-historicos-de-la-revolucion-del-59?id_rubrique=2653

Jarro de agua fría para las primeras demandas bajo la Helms-Burton

En estos primeros días de 2020 fueron desestimadas demandas contra la empresa noruega Norwegian y la suiza MSC y se esperan fallos similares a favor de otras dos empresas con sede en Miami, Carnival y Royal Caribbean.

Los primeros fallos judiciales sobre las demandas presentadas en EE.UU. al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton han sido un jarro de agua fría para los que buscan ser compensados por quienes hacen uso de propiedades que les fueron nacionalizadas en Cuba después del triunfo de la Revolución en 1959.
La jueza federal Beth Bloom desestimó las dos primeras demandas de la veintena presentadas hasta el momento en virtud del Título III, que había permanecido sin efecto desde la promulgación de la ley en 1996 hasta que en mayo de 2019 el presidente Donald Trump lo activó como parte de su política de mano dura hacia Cuba.
El título tercero faculta a ciudadanos estadounidenses a demandar en tribunales de EE.UU. a cualquier empresa nacional o extranjera que se beneficie de propiedades en Cuba que pertenecieron a ellos o sus familias y fueron confiscadas después de 1959.
Las demandas desestimadas en estos primeros días de 2020 son contra la empresa noruega Norwegian y la suiza MSC, ambas del sector de cruceros, por el uso de los muelles del puerto habanero que pertenecieron a la firma Havana Docks Corporation.
Otras dos empresas de cruceros demandadas, Carnival y Royal Caribbean, con sede en Miami, esperan fallos similares a los ya emitidos en primera instancia, que pueden ser recurridos.
Para el cubano Nicolás Gutiérrez, que ha presentado varias demandas amparadas en el Título III de la Ley Helms Burton (Ley Libertad), los fallos de Bloom sientan un mal precedente.
En ambos casos la jueza Bloom falló a favor de sendas mociones presentadas por la defensa de las navieras al considerar que la aplicación del Título III viola el debido proceso.
El argumento principal esgrimido por la jueza fue que el contrato de arrendamiento que Havana Dock Corporation tenía por 75 años con el Gobierno anterior a la revolución expiró en 2004, mucho antes que las empresas de cruceros comenzarán sus rutas a Cuba.
Gutiérrez dijo a Efe que Bloom muestra una visión «rígida y estrecha» por considerar solamente el vencimiento de una concesión y dejar por fuera que «en 1960 el Gobierno revolucionario castrista forzosamente confiscó sin compensación alguna esos muelles».
El politólogo Frank Calzón, exdirector del Centro para Cuba Libre, dijo a Efe que el resultado adverso de los dos juicios no necesariamente es un indicativo de lo que va a pasar con el resto de las demandas.
Aseguró además que la activación del Título III a partir de mayo de 2019 es solo «una ficha» de la política de Trump hacia Cuba, que incluye, entre otras medidas, sanciones y restricciones económicas.
A comienzos de enero otra jueza de Miami, Cecilia M. Altonaga, apartó de una demanda bajo el Título III a la cadena hotelera Meliá, la plataforma de búsqueda de plazas hoteleras Trivago y las empresas cubanas Gran Caribe, Cubanacán y el Grupo Gaviota de las Fuerzas Armadas cubanas.
En este caso fueron los demandantes quienes pidieron dejar fuera de la demanda a las entidades extranjeras para poder centrarse en las plataformas de Internet estadounidenses Expedia y Booking.
Andrés Rivero, de la firma de abogados de Miami Rivero Mestre LLP, que representa a los demandantes, explicó a Efe que se trata de una «estrategia legal» para no «demorar» el proceso, debido a las complicaciones agregadas que supone tratar con entidades extranjeras.
Sin embargo, conservan el «derecho de reactivar» la opción de Meliá y las entidades cubanas en un futuro «muy próximo».
Hasta el momento unos 72 cubano-americanos han interpuesto demandas en cortes de EE.UU. en busca de indemnizaciones por el uso de bienes expropiados en Cuba.
Se trata principalmente de hoteles, en su mayoría de cadenas europeas, especialmente españolas, o aerolíneas que utilizan el Aeropuerto Internacional José Martí, que operan o han operado en propiedades nacionalizadas.
El Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, una entidad privada, calcula que las 5.913 reclamaciones por propiedades confiscadas en Cuba que el Gobierno estadounidense «certifica» son por un monto de 1.900 millones de dólares, que con los intereses desde hace más de 60 años se elevaría a 8.521 millones (7.676 millones de euros).
Pero además hay otros muchos más reclamos «no certificados» que pueden dar lugar a acciones judiciales.
Si el título III no fue activado hasta 2019 fue porque los presidentes anteriores a Trump quisieron evitar conflictos con organismos internacionales y otros países.
Según el Consejo Comercial y Económico EE.UU.-Cuba, la Unión Europea va a empezar a utilizar a bufetes de abogados estadounidenses para respaldar a los demandados europeos mediante la presentación de mociones, entre ellas de «amicus curiae» (amigo de la corte).
El «amicus curiae» es una figura jurídica que permite a actores ajenos a un juicio o proceso ofrecer razonamientos jurídicos y consideraciones vinculadas con los hechos de un caso.

OnCuba

Julio Antonio Mella en El Machete

Cuando apareció la primera edición de este libro (1968), la Editorial de Ciencias Sociales del Instituto Cubano del Libro no publicaba todavía J. A. Mella, documentos y artículos (1975), y gran parte de su contenido no había sido recogi­do en las otras monografías que se le habían dedicado. Por eso, Enrique Semo pudo afirmar: «…será un documento fundamental para el conocimiento de la evolución política e ideológica del joven dirigente cubano Julio Antonio Mella. Están ahora al alcance de todos los escritos de los últimos tres años de vida de Mella, años de cristalización ideológica e incansable actividad revolucionaria que tenía por escenario el continente entero». A pesar de que existen ya impor­tantes trabajos sobre el personaje y su época, esta antología conserva después de 16 años plena vigencia porque aquí se agrupan, junto a los escritos de Mella, documentos fundamentales para comprender, en su preciso marco histórico, cada una de las situaciones políticas y sociales vividas, comentadas, o analizadas por él.
El 11 de enero de 1929, Diego Rivera, Hernán Laborde, Luis G Monzón, Rafael Carrillo, Alejandro Gómez Arias, Baltazar Dromundo y centenares de luchadores obreros, campesinos, intelectuales y estudiantes formaron el cortejo fúnebre que desfiló desde Mesones 54 hasta el panteón de Dolores, acompañando los restos de Mella. El 10 de enero por la noche había caído en las calles de Abraham González baleado por los esbirros de Gerardo Machado, el sanguinario dictador de su patria. Al revisar los documentos contenidos en los dos últimos capítulos se comprueba con asombro que México no ha vuelto a llorar la desapa­rición de un líder político como lo hizo por ese joven estudiante de jurisprudencia que en su suelo encontró refugio, amigos y estímulos fundamentales.
En México editó dos de sus más importantes folletos: El grito de los mártires y La lucha revolucionaria contra el imperialismo o ¿Qué es el A.R.P.A.? Mella llevó la representación de los campesinos mexicanos al primer Congreso Antimperialista celebrado en Bruselas en 1927. Siendo miembro del Comité Continental Organi­zador de la Liga Antimperialista de las Américas, tanto la Liga Nacional Campe­sina de México, como las secciones salvadoreña y panameña de la Liga Antimperialista le confiaron su representación.
En México luchó por la vida de Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti, los inmigrantes italianos que fueron sacrificados en la silla eléctrica en Massachusetts porque sabían más de lo conveniente sobre fatales martirios infligidos al obrero mexicano Salcedo durante un interrogatorio de la policía estadounidense. Sacco y Vanzetti fueron víctimas tempranas de la muy larga lucha por los derechos y la dignidad del trabajador inmigrante.
Mella apoyó en mítines y manifestaciones celebrados en muchas ciudades de México, la lucha de liberación de Augusto César Sandino en Nicaragua. Los revolucionarios de México y Cuba unieron de muchas maneras sus fuerzas para divulgar la verdad sobre la intervención yanqui en Nicaragua y la heroica lucha en contra del coloniaje imperialista. A principios de 1927, dos estudiantes mexicanos fueron aprehendidos en La Habana por distribuir un panfleto donde se denunciaba la agresión de los Estados Unidos a Nicaragua. El 18 de enero de 1928 se constituyó en México el comité ¡Manos fuera de Nicaragua!, del que Mella formó parte. A nombre de ese mafuenic, de la Liga Antimperialista de las Américas y de otras organizaciones revolucionarias, el diputado Hernán Laborde pronunció el 26 de noviembre de 1928 el más recio discurso antimperialista escuchado en la Cámara de Diputados. La violenta expansión económica del imperialismo estadounidense afectaba a México, Cuba, Nicaragua, los países hermanos de Centroamérica y El Caribe, y Laborde supo denunciarla sin eufemismos. En términos similares se expresó Mella en mítines o por escrito. México le daba espacio, le hacía caja de resonancia, porque a pesar de todas las contradicciones las agrupaciones antimperialistas, obreras y populares tenían en México fuerza y auténtica conformación internacionalista.
Mella participó en mítines y manifestaciones en contra de Benito Mussolini y el fascismo. Ya los primeros números del periódico El Machete, en 1924, registran de manera permanente la lucha antifascista. La llegada de Tina Modotti, la joven y talentosa fotógrafa italiana formada en los Estados Unidos, significó un esfuerzo importante en esta lucha concertada por la Liga Internacional Antifascista. Cabe destacar el mitin del 27 de octubre de 1928, celebrado en la Unión de Empleados de Restaurantes, que presidió Tina Modotti. Mella habló en él a nombre de la Asociación de los Nuevos Emigrados Revolucionarios de Cuba. Después de analizar el origen y formación del fascismo, se refirió al «fascismo tropical» del «general de opereta» Gerardo Machado, presidente de Cuba, a quien señaló como un imitador de Mussolini, y terminó haciendo un llamamiento para luchar contra todas las formas del fascismo en América.
La activa oposición de Mella contra Machado, ese «Mussolini tropical», no conoció un instante de tregua en los 35 meses que vivió en México. Desde México y en México combatió al imperialismo norteamericano, desde México y en México saludó los heroicos triunfos de la joven Unión Soviética. Mella participó cotidiana e íntimamente en el movimiento obrero mexicano. En aquel tiempo el imperialismo se infiltraba en el medio obrero a través de la Confederación Obrera Panamericana (copa). Sus congresos y maniobras fueron denunciados oportunamente por Mella. Hay honores que sirven de prueba y en este caso hay que recordar que al constituirse, el 26 de enero de 1929 –quince días después de su entierro–, la Confederación Sindical Unitaria, Mella fue designado secretario general honorario. De haber vivido hubiera formado parte del Comité Ejecutivo como encargado del Departamento Legal en el Comité de Defensa Proletaria.
Mella fue un extraordinario periodista revolucionario de una fecundidad impresionante, que asombra más aún si se toma en cuenta que al llegar a México tenía 22 años de edad y que al morir le faltaban dos meses y medio para cumplir los 26. Su obra periodística, que además de resistir el paso de los años conserva marcados valores de actualidad, hay que buscarla no sólo en El Machete, sino en la revista El Libertador, de la Liga Antimperialista de las Américas; en el Tren Blindado, publicación de los estudiantes de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, donde cursaba el quinto año cuando fue sacrificado; y en todos los periódicos revolucionarios de su tiempo, de aquí y de Cuba. En un mitin celebrado en su homenaje, que el hoy renombrado artista plástico Leopoldo Méndez presidió el 21 de enero de 1929, en el Salón de la Unión de Trabajadores de la Compañía Terminal, en Veracruz, el militante antimperialista Ángel Cotarelo leyó uno de los últimos ensayos escritos por Mella: La ruta de la América Latina, enviado como colaboración especial al periódico veracruzano Norte.
Consciente de las posibles consecuencias de su palabra aguda usó, para tratar los asuntos de México en las páginas de El Machete, dos seudónimos; en uno combinó los nombres de dos héroes entrañablemente amados por el pueblo mexicano: Cuauhtémoc Zapata; el otro reunía las iniciales de Kommunistichesky International Molodhiozhi (Juventud Comunista Internacional) o sea: KIM. Con seudónimos, con su propio nombre o en columnas sin firma, Mella fue uno de los colaboradores más brillantes y mejor preparados políticamente de ese periódico que, en marzo de 1924, habían fundado David Alfaro Siqueiros, Xavier Guerrero y Diego Rivera,[1] y que por razones gráficas y de contenido constituye uno de los productos más sobresalientes del periodismo mexicano. En él, la labor periodística de Mella fue brillante por la calidad, la cantidad y la variedad de sus aportaciones.
Como dirigente de la Liga Antimperialista de las Américas, Diego Rivera llevó a cabo en 1929 una investigación sobre los móviles del asesinato de Mella. Fue entonces cuando se supo que los pistoleros profesionales López Valiñas y Catay, Magriñá, Fernández Mascaró y otros eran asesinos a sueldo. Fueron ellos quienes acecharon a Mella durante meses y hasta urdieron un ridículo complot de insultos de Mella a la bandera cubana para enlodar la personalidad del joven líder ante su pueblo y justificar ante la opinión pública de la isla el vil asesinato. En febrero de 1934, Diego Rivera le dijo a un reportero de la revista Todo: «Había un aparato de espionaje machadista en México, del cual formaban parte, alrededor de Fernández Mascaró, embajador de Cuba en México, toda clase de policías expertos y pistoleros profesionales, gallos viejos en asuntos de persecución y asesinato político». Mella fue para Diego Rivera, junto con el peruano Carlos Mariátegui, «una de las figuras más altas, por la claridad y calidad de su talento, su pureza de acción y de opinión y su valor temerario. Era un buen comunista, activo no solo en la lucha del mitin, la organización, la calle y la plaza pública, sino que luchaba dentro de su propio partido por corregir las desviaciones y conducirlo por la verdadera línea bolchevique-leninista. Era una figura de obrero intelectual, revolucionario profesional de primera calidad dentro del medio hispanoamericano. Los enemigos del proletariado, que lo son del progreso humano en general, y los falsos revolucionarios, lo sabían perfectamente bien; por eso fue asesinado. Este asesinato fue una verdadera desgracia para los intereses del pueblo cubano, y en general para el proletariado del continente pero, por otra parte, todos recordamos la frase viril y verdadera del mismo Julio Antonio Mella: «Los revolucionarios somos útiles hasta después de muertos; nuestro cuerpo sirve de trinchera a los que siguen luchando.»
Las cenizas de Mella no están en el panteón mexicano. En 1933 Juan Marinello, su esposa Pepilla Vidaurreta, Rodolfo Dorantes y Andrés García Salgado las llevaron a Cuba en una pequeña urna. Fue así como regresó a su tierra natal un símbolo vivo y necesario de la solidaridad revolucionaria latinoamericana.

Raquel Tibol
México, junio de 1984.

Nota:

[1] Es conocida la participación (más bien liderazgo) del pintor David Alfaro Siqueiros en el frustrado atentado a León Trotski en México. Siqueiros asistió en enero de 1968 al Congreso Cultural de La Habana y es famoso el affaire de la patada en el trasero que recibió en plena Rampa habanera (Acosta de Arriba, Rafael. El Congreso olvidado. Anuario del ICIC Juan Marinello, 2017). Nota de La Tizza.

Tomado de Raquel Tibol: Julio Antonio Mella en El Machete. “Prólogo a la segunda edición”, Casa Editora Abril, 2007. pp. 15–18.

sábado, 11 de enero de 2020

Conversando con el Ministro de Economía Alejandro Gil Fernández




La Mesa Redonda tendrá este jueves como invitado a su espacio Conversando con… al Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación Alejandro Gil Fernández, para valorar el estado actual de nuestra economía, las prioridades en el 2020 y otros temas de interés.

viernes, 10 de enero de 2020

Alberto Garzón, Cuba… y el consumo




#Cuba. Los países nórdicos presentan el mejor cumplimiento de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero ¿son un modelo para el mundo? No parece. Espacio "Contratuit", en Cubainformación TV.

miércoles, 8 de enero de 2020

¿Qué está pasando en Irán?


Desigualdades y control, trasfondo de la violencia machista

Entrevista a la psicóloga Yohanka Valdés, especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero

América Latina y el Caribe es la región más desigual del mundo y, en ese panorama, la violencia machista es la expresión más extrema de la desigualdad entre mujeres y hombres. También es la región más violenta del mundo y, además, la más violenta con las mujeres. A juicio de la psicóloga Yohanka Valdés, especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), las desigualdades de poder entre mujeres y hombres por razones de género se encuentran en la base de esta problemática social y han marcado, históricamente, posiciones de privilegios para ellos y de subordinación y sumisión para ellas.
¿Cuáles identificaría como las principales desigualdades que están en la base de las violencias contra las mujeres y las niñas?
La violencia machista supera la concepción binaria de la realidad, colocando otros rostros en las conocidas categorías de víctimas y victimarios. Así, son múltiples las formas que se utilizan para excluir a quienes no se ajustan a las normas del mandato heterosexual: todos los cuerpos que desafían el orden impuesto son susceptibles de sufrir mecanismos de control. Reconociendo esta diversidad, es importante resaltar que son las mujeres y las niñas las más afectadas por la violencia machista, con profundas raíces en la cultura patriarcal que se reproduce desde -y mediante- imaginarios y normas sociales. En resumen, se trata de la expresión más aguda de las desigualdades de género y constituye una violación de los derechos humanos. Esta realidad compleja conecta con otras desigualdades que cotidianamente viven las mujeres por su color de la piel, escolaridad, territorio en que residen, clase social, edad, entre otras. Por tanto, analizarla requiere reconocer las distintas condiciones en las que cada mujer vive, así como visibilizar las discriminaciones que suman por ser negras, rurales, jóvenes, migrantes, lesbianas, transgénero, con limitados recursos económicos, etcétera. La impunidad social en torno a este tema no es solamente la causa de la violencia machista, sino también su resultado. Desde el femicidio, la violencia sexual, el acoso callejero y la vulneración de sus derechos económicos, se pone en marcha un sistema que remite al lugar que ocupan hombres y mujeres en nuestras sociedades actuales.
¿Cómo se manifiesta el fenómeno en Cuba? ¿Tienes rasgos particulares?
Es importante reconocer que es una problemática presente. Nombrar un problema es el primer paso para abordarlo. En los últimos años se ha avanzado en diagnosticar, clasificar sus formas de expresión y su alcance, pero se requiere mayor profundización. No son pocas las personas que siguen viendo la violencia contra las mujeres como un asunto “ajeno”, o, incluso, solo presente en otros países. Pero lo cierto es que cada vez más la investigación social, los medios de comunicación y, más recientemente, las redes sociales dan cuenta de estas violencias y colocan la atención en los daños que ocasionan y en los derechos que vulneran. En Cuba existe violencia física, psicológica, económica y sexual. Por muchos años, la física estuvo identificada entre las de menor alcance y, al mismo tiempo, era la que se reconocía por ser la más visible: golpes, agresiones físicas en una escalada que puede llegar hasta el asesinato. Por su parte, la psicológica, también nombrada emocional, suele ser más documentada, pero menos visible en la cotidianeidad, llegando incluso a ser naturalizada. Es así que humillaciones, gritos, insultos, descalificaciones, silencios prolongados y acoso (en sus distintos ámbitos de expresión) suelen pasar inadvertidos. Más recientemente, se ha colocado en el debate la violencia obstétrica y cobra mayor presencia la económica. En todo este panorama, ¿qué resulta común?: son las mujeres las principales víctimas, la que llevan sus huellas y cargan sus múltiples costos. En este rápido mapeo, es clave reconocer la dimensión de los espacios; ¿dónde ocurren estas violencias? Esta interrogante supone confrontar mitos e imaginarios muy instalados en la sociedad cubana. Y es que, como mismo no es posible hablar de un perfil de mujer víctima, tampoco las violencias que las afectan se inscriben en un solo espacio. Suceden con mucha frecuencia en sus hogares (a manos de personas cercanas y familiares), en los centros escolares, laborales y de recreación, calles, instituciones públicas, comunidades, en los medios de transporte, etcétera. Reconocer esto es importante para visibilizar su alcance y plantear rutas diferenciadas para prevenirla y atenderla.
¿Cómo establecer rutas para la prevención y la atención? ¿Cuáles son los desafíos más importantes?
En los últimos años han sido muchos los esfuerzos liderados por distintas organizaciones para prevenir la violencia contra las mujeres en Cuba. Desde campañas de bien público como Evoluciona, hasta la puesta en marcha de programas de sensibilización que promuevan su reconocimiento y de acciones de capacitación que profundizan en el análisis de sus causas, consecuencias y principales actores. A esta línea también ha aportado la formulación de políticas o estrategias institucionales por la igualdad de género y las alianzas con personas de distintos sectores (artistas e influenciadores clave) y para posicionar esta agenda en el debate público. Igualmente, ayuda la aparición de series y programas temáticos en la televisión nacional. Lo cierto es que se ha explorado en múltiples vías, todas valiosas, pero todavía con el desafío permanente de construir agendas conjuntas que aseguren mayores impactos y sostenibilidad de los cambios. En el caso de la atención, los avances son muy discretos si bien se cuenta con experiencias puntuales que abarcan la orientación, el acompañamiento psicosocial y la reparación en general. La Consejería para la atención a mujeres víctimas de OAR es un referente importante en este sentido. Más recientemente, se cuenta con un espacio similar en el municipio Santiago de Cuba y se espera que otros territorios integren esta iniciativa. Algunos centros de salud han explorado este camino en distintas provincias del país y estaría muy bien sistematizar las experiencias. No obstante, la complejidad que caracteriza a esta violencia y la diversas formas en que se expresa requieren de una atención integral que articule saberes y herramientas de distintas disciplinas para asegurar una reparación de las mujeres víctimas –y sus familias- y también el seguimiento a los hombres que ejercen las violencias. Sabemos que, en estos casos, no se trata de atender un síntoma, sino de atender un problema estructural, cuyas causas son profundas. También se requieren cambios legislativos para contribuir a sancionar este fenómeno de manera más eficaz. Ambas rutas, prevención y atención social, necesitan fortalecer capacidades de especialistas, actores nacionales y locales, activistas, periodistas y profesionales del ámbito de la comunicación social. Igualmente, urge inversión pública y mejor articulación entre organizaciones e instituciones responsables para avanzar en el largo camino que supone su eliminación.

Dixie Edith
SEMlac