martes, 25 de diciembre de 2012

Las Pascuas Sangrientas, un crimen horrendo



Cada diciembre se recuerda un crimen horrendo perpetrado por la tiranía de Fulgencio Batista en diciembre de 1956, en territorio de las actuales provincias de Las Tunas y Holguín, hecho que la historia registra como las Pascuas Sangrientas.
En represalia por dos hechos relevantes contra el régimen de turno, el levantamiento del 30 de noviembre de ese año en Santiago de Cuba, organizado por Frank País en apoyo al desembarco del yate Granma, y la llegada a las costas cubanas de esa embarcación el dos de diciembre, con Fidel Castro al frente de los expedicionarios, la tiranía se propuso asestar un duro golpe al movimiento revolucionario.
Fue así como se organizó el plan denominado Regalo de Navidad, cuyo principal ejecutor sería el sanguinario Coronel Fermín Cowley Gallego, jefe del Regimiento Militar Número Siete de Holguín, responsable de la masacre que arrancó la vida a 23 valientes jóvenes entre los días del 23 al 26 de ese fatídico diciembre.
En su mayoría se trataba de dirigentes y militantes del Movimiento 26 de Julio y el Partido Socialista Popular, pues la intención era descabezar las fuerzas opositoras al régimen tiránico, y amedrentar a los simpatizantes con los expedicionarios que procedentes de México habían venido a luchar por la libertad de Cuba.
Rafael Orejón Forment, a la sazón jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio en Nicaro, fue el primer asesinado cuando los sicarios lo balearon mortalmente el día 23, y luego durante los días 24, 25 y 26 consumaron la matanza de otros 22 revolucionarios, cuyos cadáveres aparecieron dispersos en el norte de la antigua provincia de Oriente.
El saldo criminal segó las vidas de Rafael Orejón Forment, Pedro Díaz Coello, Jesús Feliú Leyva, Loynaz Hechavarría Cordovés, Armando Guzmán Guides, William Aguilera Ochoa, José Marcial Pérez Cruz, Héctor Infante Pérez, Thelmo Esperance Levielle y Alejo Tomás López.
Completan la relación de las víctimas Enrique Casals Villarreal, Antonio Concepción Perodín, Manuel Aquiles Espinosa, Isaac Hernández Oliver, Gilberto González Rojas, Pelayo Cusidó Torres, Ángel Valerio Consuegra, Luis Sera Moreno, José Mendoza García, Silverio Núñez Hernández, Enrique Morgan Nicolaus, Ramón Téllez Peña y Luis Peña Martínez.
Ciertamente el vil asesinato de esos valientes significó un duro golpe para el movimiento revolucionario, pero logró reponerse y apenas transcurridos unos meses, en mayo de 1957, jóvenes seguidores de los ideales de los caídos se incorporaron al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, donde flameaba la llama de la libertad con la guerra de guerrillas en ese macizo montañoso de la antigua provincia de Oriente.
El triunfo de la Revolución cubana, el primero de enero de 1959, traería para Cuba su ansiada libertad, y significó el mejor homenaje a los mártires de las Pascuas Sangrientas, aquel alevoso crimen que inscribió el nombre de los caídos en el martirologio de la Patria.

Roberto Ortiz del Toro

lunes, 24 de diciembre de 2012

Los perros de Pávlov le ladran a EcuRed



Varias veces se ha señalado cómo la guerra sicológica que paga el gobierno norteamericano contra Cuba persigue crear en las audiencias reflejos condicionados que provoquen una reacción automática desvinculada del más mínimo análisis al aproximarse a cualquier información sobre la Isla.
Pero he aquí que como un fenómeno de contagio inverso, los propios vehículos que sirven de constructores de esos prejuicios terminan reproduciendo el comportamiento que el científico ruso Iván Pávlov observó en sus perros al experimentar con ellos el suministro de alimentos acompañado del sonido de una campanilla para luego hacer sonar el mismo objeto sin darles comida y comprobar que los animales salivaban al igual que antes.
Pues dos medios financiados generosamente por el gobierno norteamericano a través de esa filial de la CIA que es The National Endownment for Democracy -Cubaencuentro y Diario de Cuba- y ese paradigma de la objetividad que es El Nuevo Herald de Miami han escuchado esta vez la campanilla y han empezado a salivar para morder aire.
A partir del anuncio de que la Enciclopedia Colaborativa Cubana EcuRed desarrolla servicios como una sección certificada por doctores en ciencias e instituciones científicas y versiones portátiles para computadoras personales y móviles, los tres propagandistas al servicio de EE.UU. contra Cuba coinciden en presentar ésta como un medio de propaganda política y una prueba del control del gobierno cubano sobre la Internet.
EcuRed, que arribó a dos años de presentada el pasado 14 de diciembre, posee más de cien mil artículos, algo imposible de construir sin que la mayoría de sus doce mil colaboradores cubanos accedan a Internet. De esas páginas sólo una mínima parte aborda temas políticos, siempre con fuentes validadas y lejos de los cánones impuestos por quienes controlan medios como El Herald, Cubaencuentro y Diario de Cuba, que para colmo, ignoran que hasta su venerada Wikipedia posee también versiones portátiles para móviles y PCs porque parece que en el planeta hay miles de millones de personas que usan esos servicios por no poderse pagar un acceso en línea.
Lo más interesante es que la mayoría de los más de noventa mil accesos diarios que tiene EcuRed como promedio vienen desde ese “mundo libre” que según estos medios existe fuera de Cuba y es desde allí donde también se descarga mayoritariamente su versión portátil. Tal vez, gracias a los saliveos de El Herald, Cubaencuentro y Diario de Cuba, a partir de ahora serán aún más lo que lo harán.

Iroel Sánchez

domingo, 23 de diciembre de 2012

Silvio Rodriguez -Silvio




El primer disco de la trilogía Silvio Rodríguez y Domínguez, trilogía básicamente compuesta por temas con el único acompañamiento de su guitarra. De esta forma Silvio retoma la tradición trovadoresca de sus primeros años en la Nueva Trova.

Lista de canciones:

1- Compañera 4:22
2- Trova de Edgardo 1:48
3- La desilusión 2:52
4- Y Mariana 2:57
5- Abracadabra 4:05
6- Hombre 6:06
7- Monólogo 4:04
8- El necio 4:40
9- La guitarra del Joven soldado 3:01
10- Quien fuera 5:38
11- Juego que me regalo un seis de enero 4:13
12- Crisis 2:05

sábado, 22 de diciembre de 2012

Maestro, fusión de todas las profesiones



Este 22 de diciembre, vale extender el abrazo desde la pasión formadora de los más jóvenes, esos que bien saben cuánto se puede querer y construir en una profesión que desafía y alienta a la vez

No son reyes, aunque poseen su estrado singular. Imperan desde una voluntad que los consagra. Abrazan la paciencia y el gesto de la constancia como inspiración. Enseñan mientras aprenden; aprenden mientras enseñan, y convidan siempre, a su manera, al difícil ejercicio de vivir.
Albergan, en su mayoría, energías indetenibles, momentos de pausas y alegrías en su andar, horas de desvelo tras la frase o el libro que hace más claros el ejemplo y la explicación... Están llamados a predicar con un ejemplo que es espejo de la sociedad. Y como evangelios vivos, con la certeza de la utilidad como virtud, repasan y acaban sosteniendo para siempre en uno los saberes más insospechados.
Así son los maestros: tiza, cuartilla y consejo al mismo tiempo; gestores de un esfuerzo que se premia a veces solo entre formas y límites. Por ello este 22 de diciembre, vale extender el abrazo desde la pasión formadora de los más jóvenes, esos que bien saben cuánto se puede querer y construir en una profesión que desafía y alienta a la vez.

Por vocación, no por imposición

Desde niño estaba convencido de que sería maestro. Para Joel Benítez Páez, estudiante de tercer año de Marxismo e Historia en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Rafael María de Mendive, en Pinar del Río, dedicarse a la docencia fue una aspiración de vida.
«Siempre soñé con ser profesor. Desde pequeño me inspiró el arte de enseñar. Es muy importante el referente que se tenga para decidir pasar el resto de la vida frente a un aula.
«Al principio todo el mundo me decía: “¿Maestro? Pero con el promedio que tienes, por qué no te haces abogado o médico”. No entendían lo que quería por encima de cualquier otra opción», destaca.
A juzgar por su destreza y madurez, el santiaguero Idalberto Senú González parece tener más de 27 años. Desde que siguió el ejemplo de sus primeros maestros en el seminternado Rubén Bravo, del poblado de El Cobre, siente una pasión vehemente por estar frente a un grupo de niños, tiza y borrador en mano.
«Todos los días aprendo algo nuevo, de mis grandes maestros y también de mis alumnos, pues en palabras de Fidel siempre será necesario un profesional que estudie cotidianamente», asegura.
Al igual que Idalberto y Joel, Nurelis Rivero Antúnez, maestra de la escuela primaria Hurtado de Mendoza, en Santa Clara, refiere que llegó al magisterio por vocación. «Siendo una niña ponía los asientos como si fueran estudiantes y un viejo muñeco de yeso era la tiza. Me encantaba formar aquel escenario. Y hoy me doy cuenta de que cobró vida mi voluntad. Por ello pienso que educar es un acto que demanda, ante todo, aptitud y entrega. No podemos imponérnoslo ni dejar que nadie nos aísle de lo que nos corresponde decidir».
Por su parte, el pinareño Iván Armas Maragoto, graduado en 2007 en la carrera de Marxismo e Historia, sostiene que todo parte de contar con paradigmas en el magisterio. «Tuve buenos profesores y eso influyó en mi selección. Siempre trato de ser como ellos, representar para los alumnos lo que constituyeron esos modelos para mí».
La santiaguera Yanet Mock Martínez partió en 2001 desde el oriental territorio de San Luis hasta La Habana para responder al llamado de Fidel de iniciar la formación de los profesores generales integrales de Secundaria Básica. Desde entonces comparte una convicción que la mantiene siempre estimulada: «En el maestro se encierran todas las profesiones».

Que la familia siempre ayude

Al ser entrevistados por este diario, diez jóvenes educadores pinareños destacaron que al principio encontraron cierto desánimo en sus familias por el estudio de carreras pedagógicas. Según refirieron, ello trajo consigo diálogos profundos y la búsqueda final de un entendimiento entre gustos, aspiraciones y posibilidades.
Sin embargo, para Yansaina Miranda Duarte, estudiante de primer año de Biología y Geografía de la universidad pedagógica vueltabajera, la decisión corrió por casa. «Mi tía y mi abuela se dedicaron al magisterio y ellas me inculcaron la vocación».
Pero, más allá de la influencia ejercida desde el hogar o por patrones escolares, la mayoría de los encuestados coincidieron en que falta aún mucho por hacer en lo referente a la orientación profesional en las escuelas.
A juicio de Miranda Duarte, a veces resulta insuficiente la capacitación que se brinda en centros docentes sobre cómo y por qué optar por carreras pedagógicas.
«En ocasiones se eligen estas especialidades sin tener una verdadera disposición, e incluso solo por complacer a la familia con tal de tener un título universitario. Por eso desertan en medio de los estudios.
«La presión de la sociedad, de los amigos, de la familia, aún sigue siendo muy fuerte, pues a mí todavía me dicen que si estoy dispuesta a aguantar niños malcriados, jóvenes indisciplinados y padres histéricos, como si ser maestro se resumiera en eso».

Siempre un reto

Lograr el verdadero reconocimiento de estudiantes y padres ha de constituir una proyección cardinal del maestro, sobre todo para los de menos edad. «Hay que saber imponer respeto correctamente en el aula. Muchos progenitores piensan que porque somos jóvenes no tenemos las condiciones para inculcarles habilidades y conocimientos a sus hijos. Y los convencemos de ello demostrando cuánto el niño es capaz de aprender con uno», expuso Miranda Duarte.
Para esta joven pinareña, con los noveles profesores a veces también se tienen erróneamente ciertos prejuicios, que deben revertirse a base de constancia diaria.
Armas Maragoto cree que «todo depende del desempeño y la actitud de cada cual, pues no se puede ser profesor solo en la escuela; esa es una función de vida, las 24 horas, en todos los contextos».
De igual forma piensa la santiaguera Yanet, quien funge como directora de la secundaria José Luis Tassende. Ella concentra los mayores desafíos de los jóvenes maestros en la ejemplaridad, la preparación constante y la consagración. «El maestro no puede tener solo una jornada de trabajo; a veces también necesita llevarse tareas y compromisos del aula para la casa, sin que por eso deje de otorgarles valor y tiempo a otros espacios».
Esta joven considera que para contrarrestar las presiones o incomprensiones de la familia, la escuela debe ser más enfática y certera en su gestión de trabajo vocacional. «En mi centro, por ejemplo, ya tenemos 48 niños de séptimo y octavo grados que forman parte de un destacamento pedagógico».
En igual sentido, Adalberto cree que «hay que resaltar la imagen social del educador, y su reconocimiento. De las universidades han de egresar profesionales con cualidades y capacidades pedagógicas, portadores de ternura y de una sólida ética», asegura.
A modo de repaso, la villaclareña Ania López Hernández, maestra de primer grado, destaca que nada supera la entrega y la pasión de uno cuando sabe lo que se quiere. «La familia podrá sugerir, pero al final uno decide. La enseñanza requiere amor, saber cuándo regañar y pasar la mano, comprender que se aprende con ejemplos y que no pueden faltar ni los medios ni los métodos. Pudiera parecer cosa fácil, pero educar lleva ímpetu y eso es lo que más nos gusta a muchos de los que elegimos este noble y apasionado camino».

Juventud Rebelde

A la mesa con Lezama



El libro “Las comidas de Lezama Lima” ofrece un original acercamiento a uno de los grandes de la literatura cubana, a través de una de sus grandes pasiones: la cocina. Se trata de un texto que recoge varias propuestas culinarias que probó y recogió en su obra el autor de Paradiso.
De la autoría de Silvia Mayra Gómez Fariñas y publicado por Ediciones Unión, el volumen incluye 160 recetas contenidas en la literatura de José Lezama Lima (1910-1976), considerado una de las figuras cimeras de las letras en Cuba.
La compilación presenta un prólogo del periodista Ciro Bianchi, donde recorre lo escrito sobre el tema por intelectuales como Leonardo Padura, Guillermo Cabrera Infante y el propio Lezama Lima, cuyo imaginario legó a la cultura mundial la ya legendaria cena de Paradiso y fue inmortalizado con el almuerzo “lezamiano” de la cinta Fresa y Chocolate (1993).
“Las comidas…” también abarca testimonios de amigos y fragmentos del diario personal del poeta y ensayista, en el que da cuenta de forma minuciosa del menú servido en visitas, cenas fraternales y familiares.
Este no es un texto de cocina habitual, sino un repaso por la vida del genial autor, cuyo espíritu criollo y universal aún vive entre los creadores y escritores cubanos, afirmó Bianchi.
Significó, además, la confección del índice, hecho especialmente para los amantes de la buena mesa y donde podrán encontrar los platos organizados por orden sucesivo y de acuerdo con cada ingrediente utilizado.
En la parte izquierda aparece la referencia literaria, junto a la receta, para situar al lector en la obra mencionada, intención de la autora para hacer más completo el disfrute de acercarse a la figura de Lezama Lima, a través de su refinado y a la vez sencillo gusto, significó.

Celebran aniversario 35 de la Brigada Antonio Maceo



La Brigada Antonio Maceo, una de las organizaciones de la emigración cubana en Estados Unidos que se solidarizan con la Revolución cubana y se dedica a fomentar los vínculos de la emigración con la Isla, arribó este 21 de diciembre a 35 años de fundada.
En conferencia de prensa desde La Habana, el Coordinador de la Brigada, Andrés Gómez, destacó las más recientes medidas del Gobierno cubano para facilitar sus vínculos con la emigración.
Gómez señaló también que la Brigada Antonio Maceo, como parte de la Alianza Martiana, ha tenido una dura batalla durante 35 años en las comunidades de Estados Unidos y Puerto Rico, con énfasis en Miami, donde se concentra la mayor cantidad de emigrados cubanos en el país norteño.
"Hemos desarrollado una ardua labor política e ideológica desde el 21 de diciembre de 1977, cuando viajó a Cuba el primer grupo de cubanos que salió del país al triunfo de la Revolución", agregó.
Gómez calificó el bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos hace más de cinco décadas a la Mayor de las Antillas, como "una política de agresión permanente a la nación caribeña y a su emigración.

Laura Bécquer Paseiro

viernes, 14 de diciembre de 2012

Cuba y Puerto Rico Fueron Sometidos por la Fuerza al Dominio Imperial



La Invasión de los Estados Unidos a Cuba en 1898, justificada so pretexto de defender los intereses norteamericanos en la Isla y de apoyar a los cubanos en su lucha contra el colonialismo y el despotismo español respondía, en realidad, a otros designios.
Ya José Martí lo había anticipado en carta escrita poco antes de morir. En ella preconizaba los verdaderos motivos imperiales. Querían adueñarse de las Antillas Mayores como bases para la proyección de sus designios Imperiales. Pretendían imponer el dominio colonial sobre Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, afianzar su control y protección del canal de Panamá y lograr el apoyo de los intereses de la burguesía cañera de tendencia anexionista en las tres islas. Desde ellas podrían ejercer su dominio sobre México, Centro y Suramérica. La Doctrina Monroe finalmente se imponía sobre el Hemisferio.
Estrada Palma, como muchos de los pitiyanquis que eran independentistas contra España en Puerto Rico, era en el fondo anexionista. Desgraciadamente para Cuba y para Puerto Rico la innecesaria muerte de Martí dejó libre el camino para que Estrada Palma de inclinación anexionista, aceptara los oprobiosos términos de la Enmienda Platt. Así Cuba consentía a ser invada por los EUA. ¿A quien o quienes le temían? Obviamente no era al grupo de hacendados anexionistas. Le temían a la demostrada capacidad de sublevación de un ejército multi-racial como el que Maceo y Máximo Gómez habían dirigido por tres décadas no solo contra España; sino también contra los hacendados más incondicionales en la parte occidental de Cuba.
Lo cierto es que, una vez muerto José Martí ya no existió la capacidad de Cuba de enfrentarse a los designios imperialistas de los Estados Unidos sobre Cuba y Puerto Rico. Las tropas de los Estados Unidos utilizaron el mazo la zanahoria y el engaño en sus negociaciones con Cuba. La oferta que le hicieron a Cuba fue que escogieran entre el dominio colonial completo con la presencia continua de los ejércitos de los Estados Unidos o una independencia fallida sometida al poder de los Estados Unidos. El Imperio naciente de ese país logró forzar la mano de la delegación cubana a aceptar el artículo III de la Enmienda Platt mediante el cual Washington se arrogaba y Cuba consentía a legitimar el derecho de los EUA a invadir militarmente a Cuba con el propósito de “proteger “ a Cuba de cualquier intervención foránea y de cualquier insurgencia interna que atentara contra el poder que el Sugar Trust ejercería sobre Cuba hasta 1959.
Largos meses duró la negociación que giraba en torno a varios de los artículos de la Enmienda Platt. La delegación cubana inicialmente intentó suavizar las disposiciones de la Enmienda pero pudo más la amenaza de los Estados Unidos de no retirarse de tierras cubanas y anexarse a la Isla. Esta amenaza, combinada con la oferta de beneficios de la cuota azucarera, a su vez condicionada a la aceptación de Cuba a ser intervenida militarmente y a dar su consentimiento a la presencia de bases usamericanas en su territorio acabó prevaleciendo. La alternativa ofrecida era imposible de rechazar.
Ya para Junio 12 de 1901 la Convención Cubana, por votación de 16 a 11 se vio forzada a la Enmienda Platt tal y como esta había sido aprobada en el Congreso. El delegado José N. Ferrer que inicialmente si oponía a aceptar la Enmienda se dio cuenta de que el Congreso no daría marcha atrás en su determinación de asumir el dominio colonial directo de Cuba. En su voto explicando las razones de su cambio de posición toma nota de las recientes decisiones del Tribunal Supremo de los EUA en los casos insulares. En ellos se legitimaba el ejercicio del poder colonial del Congreso bajo la cláusula territorial sobre Puerto Rico. Los hacendados cubanos, sobre todos los de occidente, vieron la señal. Era mejor aceptar un estatuto semi-colonial que les permitiera un mínimo de gobierno propio que acceder a que el Presidente de los EUA y el Congreso, en virtud de la cláusula territorial, impusieran su dominio absoluto sobre la joven República fallida como habían hecho con Puerto Rico.
Tanto Cuba como Puerto Rico fueron considerados botín de guerra. Ninguna de los dos colonias españolas, independientemente de los acuerdos adoptados en 1897 con Puerto Rico, tuvo la oportunidad de participar en las negociaciones del Tratado de París. A pesar de las amenazas que pesaban sobre Cuba de no aceptar los términos del Congreso 16 miembros de la Comisión votaron a favor de incorporar la Enmienda Platt a la Constitución de Cuba.
Cuatro de los que se oponían se ausentaron y 11 miembros de la Convención Constituyente, paraa honra suya y del pueblo cubano, votaron en contra. Nueve de los once patriotas eran de la provincia de Oriente. Sus nombres forman para siempre parte del Cuadro de Honor de Cuba. La corriente más acomodaticia, de tendencia anexionista había prevalecido. El Imperio había dominado a Puerto Rico con muy poco relativo esfuerzo, había finalmente doblegado a la insurgencia filipina al capturar a Aguinaldo el 6 de marzo de 1901 en su guarida secreta quebrando así la heroica resistencia del pueblo filipino y finalmente había logrado someter a Cuba a 58 años de colonialismo bajo la Enmienda Platt.
Por eso pienso que, aunque ciertamente prevalecieron los hacendados más inclinados a aceptar las condiciones impuestas por los EUA y consentir así a ceder su soberanía a los requerimientos del naciente Imperio, no es justo afirmar que Cuba había abandonado a Puerto Rico a su suerte. Cuba no estaba en posición de apoyar a Puerto Rico cuando ni siquiera estuvo en posición de defenderse a si misma del deshonroso papel de consentir a las imposiciones del Congreso. Nuestra principal querella no debe ir dirigida contra el pueblo cubano. Nuestro conflicto era y sigue siendo con el Imperio de los EUA.
No sería hasta 1959 que el heroico pueblo cubano lograría afirmar su verdadera vocación independentista al derrocar el Gobierno de Fulgencio Batista y finalmente defender su soberanía en playa Girón. Puerto Rico acabaría consintiendo al colonialismo el 25 de julio de 1952 y no sería hasta el 6 de noviembre de 2012 que finalmente retiraría su consentimiento al colonialismo en el Plebiscito de este año.

Salvador Tió

martes, 11 de diciembre de 2012

El bloqueo contra Cuba, la más larga y cruel historia



Desde que triunfó la Revolución el Primero de Enero de 1959, jamás ha habido en Cuba un solo caso de asesinato, tortura o ejecución extrajudicial; jamás ha habido un "escuadrón de la muerte" ni una "Operación Cóndor". Cuba tiene una ejecutoria meritoria e intachable en la protección del derecho a la vida, el principal de los derechos humanos, incluso mediante cooperación altruista fuera de sus fronteras.
Ello es resultado de una Revolución que ha puesto como prioridad el bienestar de la población, en un clima de equidad y justicia social.
Es este pequeño o país el que por más de 50 años ha sufrido el perenne y grosero ataque de la potencia económica más poderosa del planeta. Resulta arcaica, fuera de contexto, ridícula, la agresiva política de Estados Unidos contra Cuba, la cual tiene el mismo objetivo desde hace cinco décadas: derrocar al gobierno revolucionario y devolver a este país a la dependencia de las fauces imperiales.
Para conseguirlo, 11 gobiernos norteamericanos han empleado diversas fórmulas, sin importarles el más mínimo respeto por la soberanía e integridad física de todo un pueblo.
Tras el fin de eliminar a la Revolución Cubana, Estados Unidos primero estableció su criminal política de Terrorismo de Estado, que provocó tres mil 478 muertos y dos mil 99 discapacitados, y luego con el bloqueo económico Estados Unidos lo que ha pretendido es matar por hambre y enfermedades al pueblo de Cuba.
"La mayoría de los cubanos apoyan a Castro (... ) No existe una oposición política efectiva (... ) El único modo efectivo para hacerle perder el apoyo interno (al gobierno) es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria (... ) Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica (... ) negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno".
Ese fue el memorando que en 1960, Lester Mallory, subsecretario adjunto de Estado para los Asuntos Interamericanos le enviara a Roy R. Rubottom Jr., entonces subsecretario de Estado. Desde ese momento no ha cambiado nada, el violador se ha hecho más violador.
Como no podía, ni podrá doblegarnos —la historia se ha encargado de demostrárselo fielmente—, una verdadera parafernalia de bandos y enajenaciones legislativas, han hecho al imperio, también ante los ojos del mundo entero, pasar por encima del derecho internacional, incluso de los derechos de sus propios ciudadanos, como es la prohibición de viajar a Cuba.
Fieles ejemplos fueron la Ley Torricelli o Acta de 1992, la Ley Helms Burton de 1996, y el Informe de la Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, de mayo del 2006, un panfleto al más puro estilo colonial de más de 450 páginas de agresiones e irrespeto por los derechos de la especie humana, con el sello fascista de la administración de George W. Bush.
El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, es hoy uno de los ejemplos más nítidos y al propio tiempo de los más crueles, de violación de los derechos humanos en el mundo. Niega la posibilidad de salvar una vida, al impedir la importación de medicamentos para patologías muy específicas, trunca la adquisición de alimentos, pero además, no lo hace de forma bilateral, pretende obligar al mundo a la misma política, pues quien negocie con Cuba es sancionado por la Torricelli y juzgado por la Helms Burton, dos engendros jurídicos que codificaron esa manera de actuar.
La Convención contra el Genocidio de 1948, en su artículo 2, inciso b, tipifica como acto de genocidio "la lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo" y en su inciso c, "el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial". Cualquier coincidencia con Mallory, Torricelli, Helms Burton o Bush, no es casualidad.
Cuba, la agredida, no ha dejado de proponerle al gobierno que le viola sus derechos, sentarse a dialogar. Lo ha hecho, por ejemplo, desde la misma primera presentación en Naciones Unidas de la Resolución que pide la necesidad de poner fin al bloqueo, y que ha sido aprobada por la Asamblea General de la ONU desde hace más de 20 años. Se viene proponiendo, además, desde hace muchos años, con la callada por respuesta.
Lo vergonzante de esta historia es que el victimario usa ahora el pretexto del tema de los derechos humanos para sostener su genocida política contra nuestro país, después de agotársele todos los pretextos que invocaron con la Guerra Fría, el movimiento insurgente en América Latina, el Internacionalismo cubano en África y otras partes del mundo.
Más de cincuenta años de bloqueo de Estados Unidos contra Cuba significan la más larga y cruel historia de irrespeto por los derechos humanos. Ponerle fin está en las manos del Presidente de esa nación, solo tiene que escuchar a sus conciudadanos, al mundo y cumplir con lo que él mismo dijo en el 2009 desde el podio de la Asamblea General de la ONU, dirigiéndose a todo el planeta: "El Derecho Internacional no es una promesa vacía (...) Ninguna nación puede tratar de dominar a otra nación".

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La Uneac, 50 años después



Indudablemente el 22 de agosto de 1961 constituye una fecha histórica para la intelectualidad de la Isla, pues por iniciativa del gobierno revolucionario se creó una organización, preparada para afiliar en un solo haz todo el pensamiento artístico— literario en aras de crear una sociedad desprejuiciada de clases sociales e intereses mezquinos.
Como presidente se alzó la voz lírica del Poeta Nacional, de sólida formación comunista­; ideología que había abrazado desde los duros años treinta, década donde se radicalizaron las posiciones ideológicas de muchos de los escritores y artistas que ya gozaban de renombre internacional. Recordemos por ejemplo a Pablo Neruda, César Vallejo, Andrés Bretón, entre otros; muchos acosados por la denigrante política del capitalismo que arribaba a su fase de imperio sometiendo a la humanidad a un proceso de alienación. Leer a Kafka nos hará comprender el significado lacerante de la hostilidad imperialista contra lo mejor de la creación espiritual.
El triunfo de la Revolución Socialista de Octubre había abierto muchas interrogantes, las futuras crisis socioeconómicas despejaron otras tantas dudas; la segunda guerra mundial colocó a gran parte de los actores de la creación en el lateral izquierdo y se abrieron nuevos derroteros, bajo la aureola de las banderas del realismo socialista.
La Uneac nacía no solo con el propósito de dignificar la actividad artístico— cultural sino para alinear a los artistas y escritores en posiciones ideológicas comunes, de ese modo se podían controlar con más efectividad, y lo más importante, aplicar políticas de purga cada vez que fuera necesario.
La burocracia estaría bien atenta a cada idea que se promocionara, desde una obra de artes plásticas, de una pieza musical, un programa televisivo y radial; desde cada puesta en escena o libro recién salido de las imprentas. La censura burocrática se encontraría atenta en aeropuertos y terminales marítimas para evaluar todo lo que en materia de arte arribara al país.
Cierto es que en la Uneac se fueron creando los espacios que permitieron poco a poco la (re) educación de los cubanos en el arte de pensamiento, alejando lo banal, lo insípido, lo intrascendente. Importantes figuras del pensamiento intelectual asumieron responsablemente el cultivo de una espiritualidad que libró al hombre nuevo de todo lo obsoleto, lo puramente comercial o mantuviera en la enajenación absoluta al ser humano — protagonista del proceso de cambios revolucionarios. La Uneac ha jugado desde entonces un significativo papel en la liberación real del cubano y en el deseo honesto de divulgar lo mejor de las tradiciones culturales del país y contribuir en la descolonización definitiva de la Isla.
Y he aquí otro de los méritos de la organización —presidida hoy por el etnólogo y poeta Miguel Barnet—, la consolidación de la nacionalidad por la que Céspedes libertó a sus esclavos y se lanzó a la manigua redentora. De la lírica herediana a las voces que cantan en el siglo XXI, la Isla ha escalado relevantes lugares en la cultura humanística universal. Cultura que halló en la literatura martiana su máxima expresión pues constituye esta la síntesis ético-creadora de una nación dispuesta a no rendir jamás sus armas de permanencia.
Pero no basta con este análisis cualitativo de lo que ha aportado la Unión de Escritores y Artista de Cuba a la independencia artística total. Muchos cabos aún están sueltos desde su creación misma. Evoquemos entre otras debilidades el no enfrentar con «mano dura» el sargentismo cultural con que los censores y burócratas trataron de maniatar el pensamiento diverso en materia de arte o en su ciega obsesión de trasladar modelos ideológicos y culturales de aquella URSS, plagada de stalinismo, de poderes totalitaristas, de cultos a la personalidad y arbitrariedades de toda laya, que enfermó a un sistema antes que creciera para el bien de millones de seres, que habían puesto en aquel socialismo la esperanza de que la paranoia imperialista había llegado ¡al fin! al borde del precipicio.
E incluso cuando ya estudiosos han demarcado ese período como el más gris de la cultura nacional, la sospecha de que mucho de aquellos censores –quienes mandaron para la UMAP a muchos de los intelectuales o a la hoguera sus obras de arte— no fueron barridos de la historia de la Revolución, que en algún sitio oscuro de los ministerios están agazapados para cuando sean llamados de nuevo…
Contra esa sospecha, la Uneac debe estar con los ojos bien abiertos en época en que los neonazis salen a las calles europeas con programas políticos, y se extienden por el Norte de las Américas, tutelados por los partidos ultraconservadores.
La organización, a la que pertenecemos miles de creadores de este país, debe reclamar a la dirección del gobierno la flexibilización de una política que ha cerrado las puertas de su casa a miles de artistas de todas las manifestaciones que han decidido residir en otras tierras del mundo, ya sea por diferencias ideológicas o por considerar estrecho el espacio con que cuenta en Cuba para su realización personal. La patria vive en ellos con sus añoranzas, sus cálidas aprehensiones, en su amor universal.
Por diferencias con la colonia crearon lo mejor de su obra en tierras extrañas figuras como Saco, Varela, Heredia, Villaverde, Mendive, Martí, Carpentier, el propio Guillén, y por decisión propia La Avellaneda, Lam, y músicos de muy diversas tendencias. Cuba es de todos los cubanos que miran a la Isla con la candidez propia de los hijos buenos de corazón.
Respetar el derecho de los artistas y escritores a una vida digna social y económicamente; a asumir posiciones propias sin que interfieran en su realización individual sea dentro o fuera de la Isla; respetar el derecho a su libertad de opiniones, credos, gustos sexuales y el derecho a que se le respete y divulgue su obra atendiendo a la calidad artística y no a la posición ideológica del creador, sin que intervengan criterios superficiales o puntos de vista de partidos políticos o intereses individuales que muchas veces rayan en la villanía, se le debe exigir a la Uneac para que los intelectuales no sientan sobre sus espaldas la mirada acusadora de esos «infamitos» que siempre están a la que se cayó y levantan pirámides de intrigas que luego se hace imposible derrumbar y laceran sensibilidades. La Uneac tiene que seguir ganando adeptos, pero sobre la base del respeto a la palabra libertad en toda su dimensión.
Es lamentable que escritores como Félix Sánchez hayan preferido dimitir de sus responsabilidades dentro de la Unión de Escritores por incomprensiones de ciertas “vacas sagradas”, que se arrogan el derecho de humillar a hombres humildes por el sencillo acto de enfrentar los criterios de ciertos funcionarios que no pasan de ser achacosos, plenos de verborragia ¿Qué posición asumió la Uneac ante este dislate? ¿El silencio, la complicidad, o el periquito papagayo?
La Uneac rara vez invita a los escritores de provincia –que no viven en La Habana– a ferias internacionales, encuentros de escritores u otros eventos foráneos. Ese derecho lo tienen casi siempre las mismas “vaquitas sagradas” o los que sirven de rémora por aquello de que del lobo aunque sea un pelo. Asimismo la editora Unión, acosada siempre con los libros de sus preferencias intelectuales, dejan para cuando se pueda al resto de su membresía literaria, en especial los que vivimos en las áreas verdes de la Isla.
En su artículo del jueves 21 de julio del presente año, publicado por el periódico Granma, la doctora Graziella Pogolotti alerta en su artículo Otra vuelta de tuerca… sobre los graves peligros que corre la sociedad cubana ante el enraizamiento de este mal de la burocracia en toda la superestructura sociopolítica de la Isla. Advierte: Cada cual preserva su pequeño espacio. Pero no solo en este punto, faltole agregar: y sus privilegios. Con la cual el enunciado completaría su intención.
Contra esas iniquidades debe estar muy atenta la sección de Literatura, pues a mi modo de ver el problema tanto derecho de publicación tiene uno como el otro. La calidad debe ser el único garante. No es necesario esperar por un premio para ganarse la posibilidad de ver en la contracubierta del libro el sello literario de la Uneac.
En su último congreso, la Uneac se planteó serias tareas para enmendar los graves obstáculos que lastran su trabajo. Muchos de los acuerdos, como otras tantas veces, quedaron solo en cientos de cuartillas utilizadas en actas. Pero, dónde están su cumplimiento: la televisión va de mal en peor, el mejoramiento financiero por derecho de autor quedó solo en promesa y los servicios de información al pueblo al que se debe la prensa no ha avanzado lo suficiente.
Muchos son los dilemas que enfrenta hoy la sociedad cubana. En el artículo de la conocida doctora, que dirige hoy la Fundación Alejo Carpentier, se alerta además: La idea, con las implicaciones que entraña, es un arma poderosa contra la rutinización del pensamiento burocrático y un estímulo a la incesante creatividad que impone el decursar de la vida. Y he aquí otro temor no superado aún por esos pequeñísimos “mequetrefes” de la anticultura que responden a decretos anquilosados por el tiempo y machacados por el devenir de la propia historia: olfatear en cada idea que se propone revitalizar el sistema político cubano una guadaña que va contra esos espacios alcanzados a base de conductas reptadoras. La Uneac, si de verdad aspira a la credibilidad, debe asestar demoledores golpes contra esa casta que perturba el equilibrio del artista.
La retórica, nos recuerda la eminente profesora universitaria, establecida oscurece la formulación de las preguntas adecuadas. El lenguaje en este, como en otros casos, condiciona el modo de pensar. Se ha convertido en hábito indiscriminado el empleo del impersonal como fórmula verbal aplicable a cualquier circunstancia: “Se” trabaja para…, “hay” que emprender… La doctora bien sabe que eso se llama doble discurso, vicio que se ha vuelto fastidioso, pues agrede la inteligencia. Y si no cómo es posible que hoy una cifra respetable de cubanos –entre las que me incluyo—, no conocen muchísimas zonas (las más hermosas, diría yo) de su propio país, por la simple razón de que son espacios privilegiados para el turismo, como si los cubanos fuéramos unos indigentes sociales o unos terroristas. La convicción del miedo por lo que pudiera suceder en un centro turístico y lanzar por la borda la retórica del socialismo humanista, y culto por un lado, o la vergüenza de hallar mercachifles de la isla pregonando productos de sospechosas procedencia en los umbrales de los hoteles o mendigando un dólar para comer hoy, nos muestra ante los ojos extranjeros como unos apestados sociales que entre más lejos mejor. Bien se sabe que los precios para disfrutar de esos centros están muy lejos del alcance financiero real de los laboriosos cubanos que solo gozan de la posibilidad de ir y venir de la casa al trabajo, como penitentes de Dios.
La Uneac debía alentar, al menos, el turismo cultural para sus afiliados. Cuesta trabajo creer que también la burocracia con su doble discurso ha penetrado en las oficinas de H y 17. Es humillante oír hablar, con jactancia, a muchos de sus funcionarios de sus espectaculares viajes a Europa, a festivales y ferias en otros lares del mundo, todos a costa de los miles de “bobitos” que callamos ante tales hechos.
Bien hizo Félix Sánchez, el destacado narrador avileño, en renunciar a una Unión donde su nombre parece más un chiste que un pensamiento coherente. Concluyendo casi su artículo la Pogolotti afirma: El pensamiento burocrático se manifiesta de manera sutil y puede invadir terrenos muy diversos. Soy de los que creo, doctora, que a base de parches no se construye una sociedad lo suficientemente humana, aun cuando las intenciones en ese sentido sean honestas. Hace muy pocos días tuve que comprar varias tiras de comprimidos a contrabando en calles capitalinas pues por el interior de la Isla ni con cañones se hallaban. Esas livianas preocupaciones nos crean estrés a muchos de los cubanos en este país, preocupaciones a las que no escapamos los artistas de segunda luneta. ¿Constituyen para otros, considerados de la cima del arte, o para los dueños de carteras ministeriales, carencias como las mencionadas, desvelos para sus rosados sueños?
La Uneac, 50 años después, tiene aún muchos retos que enfrentar e injusticias por resolver si no quiere ser en el próximo medio siglo un recuerdo más en vía de extinción.

Amador Hernández Hernández

domingo, 2 de diciembre de 2012

Clausuran Coloquio con un reclamo mundial por la liberación de Los Cinco




Al finalizar el VIII coloquio por la Liberación de los Cinco, se acordó una Declaración Final, producto del trabajo de diferentes comisiones , en que participaron 333 delegados de 44 países.
En la clausura del VIII Coloquio Internacional por la Liberación de los Cinco, en Holguín, la presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Kenia Serrano, afirmó que cuando se lucha por Los Cinco también se defiende a los presos políticos puertorriqueños, a las víctimas vietnamitas del agente naranja y a todos los que se sacrifican por un planeta más humano. Fuente: Videos Cuba Hoy.
Carmenluz Valdés, para Cubainformación desde Holguín.- Al finalizar el VIII coloquio por la Liberación de los Cinco, se acordó una Declaración Final, producto del trabajo de diferentes comisiones , en que participaron 333 delegados de 44 países.
Entre otras demandas, se acordó - continuar intensificando las acciones en Estados Unidos solicitando a Barack Obama que , de acuerdo con la constitución, y haciendo uso de sus facultades, LIBERE A LOS CINCO.
- Apoyar a los abogados de la defensa sobre el recurso de Habeas Corpus presentados, y la propuesta de Martin Garbus, para que el juicio sea declarado inconstitucional. Realizando foros, debates y conferencias con juristas de cada país.
- Exigirle a Obama el Derecho a Visita familiar, otorgando visas para que Olga y Adriana puedan visitar a sus esposos prisioneros. Se solicita a los delegados incrementen el envío de cartas a los Departamentos de Estado y de Justicia de USA.
-Que dirigentes sindicales y religiosos de diferentes congregaciones credos y cultos interaccionen con sus pares en USA y Canadá a favor de la causa.
-Intensificar el trabajo sobre este tema en las redes sociales, que se creen Blogs , trabajar con los medios periodísticos alternativos, y denunciar el pago que el gobierno de USA hace a periodistas inescrupulosos de algunos medios de Miami para manipular a la opinión pública contra los Cinco.
-Instar a la juventud, OCLAE y la Federación Mundial de Juventudes Democráticas que desarrollen el apoyo a la libertad de los Cinco en foros internacionales, como en el XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes 2013 en Quito, Ecuador.
-Que los jóvenes titulados en la ELAM apoyen esta causa y la marcha en motocicleta que están realizando 4 egresados por el Cono Sur. Y que artistas jóvenes organicen conciertos para la Jornada Internacional de Solidaridad del próximo 12 de Septiembre.
- Convocar a artistas e intelectuales a la realización de materiales audiovisuales cuyos trabajos puedan ser compartidos a través de las redes sociales y otros canales de comunicación. Llamando, además a expresiones , como la plástica el teatro, la literatura , cine y danza a sumarse a este trabajo.
- Continuar denunciando las acciones terroristas y desestabilizadoras de Estados Unidos hacia Cuba, los países del ALBA y resto de América. Exigir el desmantelamiento de esas acciones terroristas con sede en Miami , como Hermanos al Rescate, Fundación Nacional Cubano Americana, Movimiento Democracia y otras de extenso historial criminal.
- Exigir al gobierno de los EEUU la extradición del terrorista Luis Posada Carriles a la República Bolivariana de Venezuela.

UN POCO DE HISTORIA

Recordemos que, Fernando está en una celda con 10 reclusos, sin tener espacio para guardar objetos personales. Podría salir en libertad en febrero del 2014. Tenía 35 años al ser arrestado.
René hasta el 7 de octubre de 2014 debe observar "libertad vigilada" en Florida, donde su vida corre riesgo debido a la posible acción de grupos terroristas.
Antonio saldría el 18 de septiembre 2017, debiendo, también, cumplir con 5 años de "libertad supervisada".
Ramón saldría el 30 de octubre de 2024 ,cuando su hija más pequeña ya tenga 25 años.
Gerardo tenía 33 años al ser arrestado, hoy tiene 47, condenados a DOS cadenas perpetuas más 15 años de privación de libertad. Su esposa no ha podido visitarlo, por negación de visa de entrada a EEUU.

TRABAJO VOLUNTARIO

El trabajo final se realizó después de una jornada de trabajo voluntario realizada en diversos lugares de la provincia de Holgúin, donde delegados participaron en trabajos de reconstrucción por de las acciones del huracán Sandy. Cubainformacion participó en Mayarí, donde se trabajó en labores por la reconstrucción de un gran motel . Al finalizar la jornada, los voluntaristas fueron despedidos por la cantante local Yamilé Ramírez, el encargado de los trabajos de reconstrucción, Emilio Rodríguez, quien resaltó la trascendencia del trabajo voluntario internacional para Cuba., y el profesor de Comunicación Social y Propaganda, Rafael Salazar, se refirió a la necesidad urgente de exigir globalmente la liberación de los Cinco Héroes injustamente presos en "cárceles del imperio más atroz que ha existido en la historia".

POR LA NOCHE

En el teatro Eddy Suñol, ubicado en el parque Calixto García, se realizó una Gala de Honor, en la que se presentó el grupo RONDA DE SUEÑOS, integrado por escolares de primaria de Holguín, que mostraron una obra que duró más de 1 hora, haciendo un recorrido por la historia americana, rindiendo homenaje al Ché y concluyó con un llamado a la urgente liberación de "nuestros cinco héroes".
Los asistentes fueron impresionados por la calidad de la presentación, en la que más de 20 niños bailaron recorriendo la geografía americana, todos los bailes con trajes diferentes, y cantos interpretados por los menores.
Los asistentes comentaron que "es la primera vez que se enfrentan a una presentación de este tipo".
Después, fue presentado el libro "Cartas Amadas", confeccionado en hojas fabricadas con pétalos de rosas , el que se entregó a los familiares de los cinco y algunos asistentes al VIII Coloquio, entre ellos, al Embajador de Venezuela en Cuba Edgardo Antonio Ramírez.
Para hoy 1 diciembre, se espera reuniones con trabajadores de Holguín, y por la noche la presentación de una obra de teatro.

Cubainformación

Más Solidaridad con Los Cinco



El VIII Coloquio Internacional a favor de ellos, confirma cómo el incondicional apoyo del cada vez mayor número de personas de buena voluntad de todos los Continentes es lo que aumenta el tributo a garantizar sus regresos más temprano que tarde a la Patria agradecida
Desde el 28 de Noviembre y hasta el 1ro. de Diciembre, la oriental provincia cubana de Holguín es considerada capital de la Solidaridad por Los Cinco Antiterroristas de la Isla encarcelados por evitar actos vandálicos contra la Mayor de las Antillas, Estados Unidos y otras naciones.
El VIII Coloquio Internacional que protagoniza en ciudad holguinera tan importante cita de Fraternidad a favor de Antonio, Gerardo, Fernando, Ramón y René, devela que más de 340 amigos/as de casi 50 naciones están reunidos para exigir Justicia y Libertad para esos Héroes de la República de Cuba, y convierte a ese Evento de Solidaridad, organizado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), en el más concurrido de los hasta ahora efectuado.
El altruismo de la causa de Los Cinco hállase en que penetraron las entrañas de la delincuencia política con epicentro en Miami a riesgo de sus propias vidas, encuadrados en el denominado “estado de necesidad” o sea, que les fue ineludible ocultar el porqué estaban en el vecino del Norte —so pena de descubrir la médula de una actitud Justa y Dignad.
Vale significar que el Comité Nacional para la Liberación de los Cinco Héroes Cubanos, la Fundación de la Asociación por la Justicia Civil (PCJF) y el periódico Liberation divulgaron todos los documentos obtenidos a través de una petición de la Ley de Libertad de Información (FOIA) que constituyen abrumadora evidencia de cómo reporteros prominentes de The Miami Herald, el Nuevo Herald, Diario Las Américas, así como de las emisoras de radio y televisión de Miami, estaban en las nóminas de pago de la Administración USA —la misma que los procesaba, mientras saturaban los medios de esa ciudad con reportes que eran altamente provocativos y perjudiciales para ellos.
También, que la Fiscalía carecía de pruebas para sostener su acusación contra el caso de Gerardo Hernández, es decir el cargo de conspiración para cometer asesinato en primer grado, y pidió a última hora retirarla, aunque fue encontrado culpable e irracionalmente sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años por un supuesto crimen que el propio acusador reconoció había fracasado en sostener. Si no, ¿Por qué Washington se niega a entregar las imágenes satelitales del 24 de febrero de 1996?
He aquí apenas unos contundentes elementos que son más que suficientes para que el Presidente Barack Obama —en uso de las facultades que le están conferidas— dé feliz respuesta a esta asignatura pendiente/solución humanamente inaplazable que constituye el caso de los legítimos antiterroristas nombrados Antonio, Gerardo, Fernando, Ramón y René secuestrados en el vecino del Norte, más aún tras conocerse las Noticias en lo legal sobre Gerardo Hernández, uno de ellos en un contexto en el que Washington se devela por Los Cinco —no me cansaré de repetir.
Entretanto, sirve el referido VIII Coloquio Internacional para confirmar mi convencimiento de que será el incondicional apoyo del cada vez mayor número de personas de buena voluntad de todos los Continentes lo que devendrá regreso más temprano que tarde de Nuestros Auténticos Luchadores por el Bienestar Ciudadano del Mundo a la Patria agradecida.

Noel Manzanares Blanco

domingo, 25 de noviembre de 2012

AI confirma que Cuba puede dar lecciones a la UE sobre respeto a los Derechos Humanos



Cuba puede dar lecciones a la Unión Europea en lo que se refiere a los derechos humanos, mientras el Viejo Continente intenta utilizar justamente esta razón contra la isla para imponer la Posición Común.

Al analizar el informe de la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, varios analistas afirman que el número de violaciones en este ámbito en la Unión Europea supera significativamente al de las cometidas en Cuba.
En el comunicado de esta ONG, se enumeran graves infracciones registradas en los países del Viejo Continente que no se dan en la isla caribeña. En esta lista hay más de 60 puntos de violación de los derechos humanos básicos. Así, Amnistía Internacional no señala en Cuba ningún caso de asesinato cometido por las fuerzas del orden, ni de violencia recurrente contra las mujeres, ni de discriminación legal hacia las minorías étnicas.
Los defensores de los derechos humanos tampoco mencionaron casos de violación de la libertad religiosa ni de maltrato infantil en Cuba, que en cambio sí están presentes entre las infracciones que se registraron en varios estados europeos.
Sin embargo, Bruselas sigue imponiendo a la Habana la llamada Posición Común, que implica sanciones y limita los intercambios políticos, diplomáticos y culturales con la isla. El argumento es la situación de supuesta violación de derechos humanos en esta nación.
Este lunes en Bruselas los ministros de Exteriores de los Veintisiete acordaron explorar un acuerdo bilateral con la isla caribeña. La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, insistió en la vigencia de la Posición Común y destacó que “los derechos humanos siguen siendo un elemento central en las relaciones de la Unión Europea con Cuba”. La colaboración entre la Habana y Bruselas se rige por este documento desde 1996.
Este pacto fue impulsado por el Gobierno conservador español encabezado por José María Aznar con el objetivo de promocionar la democracia en la isla. Las autoridades cubanas rechazan rigurosamente el documento y no reconocen a la Unión Europea ninguna “autoridad moral ni política para criticar a Cuba en materia de derechos humanos”.
Según las autoridades isleñas, ninguna normalización de las relaciones será posible mientras siga vigente la Posición Común.

Silvio Rodríguez: "No me he olvidado del joven que fui"




El inmovilismo que hemos padecido durante años (en Cuba) nos hizo daño, mucho daño. Creo que hemos roto la inercia, afortunadamente, en muchas direcciones y tenemos que seguir avanzando. Me siento optimista."
Silvio Rodríguez es el entrevistado que cierra la primera serie del programa "Con 2 que se quieran", de la Televisión Cubana, que dirige y conduce Amaury Pérez.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El “golpe desvastador” que Obama no nos quiere dar



A lo largo de más de cincuenta años los medios de comunicación han construido distintos pretextos para justificar el cerco económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene contra Cuba.
En los años sesenta fueron la alianza con la URSS y el apoyo a los movimentos de liberación nacional en América Latina las razones esgrimidas por Washington para rechazar un cambio de política hacia Cuba. Luego, la presencia militar cubana en África que, como reconoció Nelson Mandela, contribuyó de manera decisiva al fin del Apartheid -monstruosa violación a los Derechos Humanos de todo un pueblo- ocupó el centro de los pretextos norteamericanos, reiterados por la gran prensa internacional.
Tras la desaparición de la URSS, la tesis lanzada por la maquinaria propagandística estadounidense era que se acercaba la “hora final de Fidel Castro”, ¿para qué negociar con un gobierno a punto de caer?
Cuando pasaron los años y el gobierno revolucionario no cayó, Estados Unidos -que apoyó al régimen del Apartheid en Sudáfrica- al que Cuba combatió por décadas, convirtió los Derechos Humanos en bandera para demonizar a la Isla y las cifras en el presupuesto de EE.UU. destinadas a pagar una “oposición”, cuyas provocaciones -al no ser toleradas por las autoridades cubanas- justifiquen el bloqueo, han crecido hasta alcanzar, sólo en fondos públicos, los veinte millones de dólares anuales.
Ya en el siglo XXI, la permanencia en prisión de un grupo de personas condenadas en 2003 por conspirar con la representación diplomática en La Habana de George W. Bush para provocar una intervención militar norteamericana en Cuba era el principal motivo esgrimido por Washington para no modificar el bloqueo que fue recreducido por el invasor de Iraq y Afganistán.
Llegado al poder Barack Obama en 2009, se restablecieron los viajes y las remesas de cubanoamericanos a la Isla, ambos aspectos aprobados por Bill Clinton y limitados por Bush, pero la persecución a empresas y bancos que se relacionen con Cuba lejos de disminuir se incrementó. Con la condena en La Habana del ciudadano norteamericano Alan Gross, por establecer de manera ilegal dentro de la Isla -como parte de un programa gubernamental estadounidense- redes de comunicaciones con equipos de uso militar, Estados Unidos incorporó la libertad de Gross como exigencia para un cambio en su política que acaba de ser condenada por vigésima primera ocasión de manera abrumadora en la ONU.
Ninguno de los condenados en 2003 permanece en prisión y Alan Gross acaba de demandar al gobierno de Estados Unidos por causar el fracaso de su misión en Cuba, al no advertirle de los riesgos que esta implicaba.
¿Qué queda a Estados Unidos para justificar su política? Practicamente nada. En cambio, son muchos los beneficios que obtendría Washington con su modificación. El canciller cubano, después de relacionar los sufrimientos y daños provocados por el bloqueo norteamericanos a la vida del pueblo cubano, lo analizaba así al presentar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la resolución contra el bloqueo:
“Mantenerla no es del interés nacional de los Estados Unidos. Por el contrario, daña los intereses de sus ciudadanos y compañías, en especial en tiempos de crisis económica y elevado desempleo, quienes, según todas las encuestas, demandan un cambio de política. ¿Por qué cercenar los derechos constitucionales, civiles y la libertad de viajar de los norteamericanos prohibiéndoles visitar la isla, si estos pueden ir a cualquier otro lugar del planeta, incluso donde su país libra guerras?
“¿Por qué renunciar a un nuevo mercado de 11 millones de personas? ¿Para qué seguir gastando cientos de millones de dólares, que vienen de los impuestos que pagan los ciudadanos, en la inútil e ilegal subversión contra Cuba? ¿Para qué dañar sus relaciones con otros Estados, incluidos sus aliados, con medidas extraterritoriales que violan el Derecho Internacional? ¿Por qué aplicar el enfoque contrario al que anima sus crecientes relaciones económicas con Estados de sistema político diferente?
“El bloqueo también afecta los legítimos intereses y discrimina a la emigración cubana aquí asentada, que en su gran mayoría favorece la normalización de las relaciones con su Nación. Resta credibilidad a la política exterior de los Estados Unidos, le provoca aislamiento, lo coloca en costosos dobles raseros, no ha sido efectivo durante 50 años para los fines que se persiguen y significa un escollo insalvable en su cada vez más incómoda relación con América Latina y el Caribe. De cesar, evitaría a su gobierno un mayor descrédito de las políticas humanitarias y este dejaría de ser un pertinaz violador de los derechos humanos de los cubanos.”
Son elementos de mucho peso, pero para algunos hay más. El muy premiado analista Rafael Rojas, fabricado por la misma maquinaria que financia la subversión contra Cuba y que tiene el privilegio de publicar en el diario español El País, a pesar del sustancial recorte de plantilla aplicado allí, ha escrito un artículo sobre las relaciones de Estados Unidos con América Latina en el que afirma que tal cambio debe producirse porque propiciaría un “golpe desvastador” al ALBA, “la institución que más firmemente se opone a las instituciones y los principios interamericanos”.
Viniendo de la misma persona que ha dicho que los cubanos debemos olvidarnos de José Martí, no caben dudas de su interés en servir al “Norte revuelto y brutal que nos desprecia” y no al pueblo del país donde nació: Hay que eliminar el bloqueo no porque causa escasez y sufrimiento a los cubanos sino porque, según este lacayo disfrazado de académico, asestaría un golpe a quienes se oponen a la dominación estadounidense en América Latina y constituyen una alternativa de resistencia cubana contra las agresiones norteamericanas. Ojalá Obama escuche a su servidor y nos de el tal gople, que no sería sino un triunfo de Latinoamérica y Cuba frente a un crimen condenado universalmente y encubierto por las mentiras y pretextos de los propagandistas pagados por Washington. La historia dirá.

Iroel Sánchez
La pupila insomne

lunes, 19 de noviembre de 2012

El internacionalismo médico de Cuba: ¿dónde está el secreto?



¿Dónde está el secreto? En el hecho real de que el capital humano puede más que el capital financiero. Capital humano implica no solo conocimientos, sino también —y muy esencialmente— conciencia, ética, solidaridad, sentimientos verdaderamente humanos, espíritu de sacrificio, heroísmo, y la capacidad de hacer mucho con muy poco.
Fidel Castro Ruz

La cita atribuida a Máximo Gómez y frecuentemente repetida, que reza «los cubanos, o no llegan, o se pasan», en verdad se aplica al programa cubano de internacionalismo médico.1 Cuba de veras «se ha pasado» en lo que respecta a esa política: en abril de 2012, había 38 868 profesionales cubanos de la medicina —de los cuales 15 407 eran doctores (aproximadamente 20% de los 75 000 médicos de Cuba)— trabajando en 66 países.2 En África, el personal médico cubano, que suma 3 000 integrantes, labora en 35 de los 54 países del continente, mientras que solo en Venezuela se encuentran aproximadamente treinta mil.3 Pero esa es apenas una parte de la historia, puesto que el internacionalismo médico cubano tiene muchas facetas significativas. Puede argüirse en todos los casos que el «capital humano» es el más importante común denominador.
Este artículo, basado en siete años de investigación y unas setenta entrevistas con personal médico cubano, tanto en la Isla como en el exterior, pretende brindar una amplia visión general amplia de la importancia del mencionado internacionalismo. Para ello, utiliza programas muy distintos de cooperación médica, y ofrece datos básicos de su evolución e impacto, así como algún análisis sobre la lógica de su desarrollo.
El internacionalismo médico no es un fenómeno reciente, se le puede rastrear en el pasado hasta 1960, cuando la primera delegación médica cubana voló a Chile luego de un gran terremoto en esa nación. La asistencia fue significativa porque las relaciones diplomáticas de Cuba con el gobierno derechista de Jorge Alessandri eran tensas en aquel momento, lo cual subrayaba claramente la naturaleza humanitaria de la misión. Una delegación médica de mayor tamaño fue enviada al exterior en 1963, cuando profesionales cubanos ayudaron a establecer el sistema de salud pública de Argelia a raíz de su independencia de Francia. De nuevo, es necesario tener en cuenta el contexto: alrededor de la mitad de los seis mil médicos de Cuba habían abandonado su país, la mayoría en dirección a Miami. Además, Francia, gobernada por el presidente Charles de Gaulle, era uno de los pocos aliados que le quedaban a Cuba entonces, lo cual pone de relieve el compromiso de la Isla con lo humanitario y no con la ganancia política. El significado de aquella contribución fue bien subrayado por el ministro de Salud cubano, el doctor José Ramón Machado Ventura: «Era como un mendigo ofreciendo ayuda, pero sabíamos que el pueblo argelino la necesitaba incluso más que nosotros, y que la merecía».4 El capital humano, tal como lo definiera Fidel Castro, era, una vez más —incluso en esta etapa formadora del proceso revolucionario—, la base fundamental para brindar apoyo en medicina.
La cifra de colaboradores médicos ha seguido incrementándose, sobre todo en países en desarrollo y subdesarrollados, y hasta la fecha casi ciento treinta y cinco mil trabajadores de la salud han participado en misiones en el extranjero. Para ubicar esto en contexto, en la actualidad Cuba tiene un monto mayor de personal médico que labora en el exterior en misiones de cooperación médica que todas las naciones del G-8 juntas, lo que equivale a un récord asombroso.
Existen tres etapas básicas del internacionalismo médico cubano: los primeros años del proceso revolucionario (cuya mejor ejemplificación es el envío de las citadas misiones a Chile y Argelia), los años de mediados del decenio 1970-1979 (cuando el país, apoyado por la Unión Soviética y las naciones socialistas de Europa, desarrolló un programa particularmente fuerte de colaboración en el África subsahariana), y, por último, el período que comenzó en 1990 tras el accidente del reactor nuclear ocurrido en Chernobil, en 1986. Esto fue seguido por un gran incremento de la cooperación médica a fines de esa década, en lo fundamental en América Latina y el Caribe, luego de los estragos causados por los huracanes George, en Haití, y Mitch, en Centroamérica. Esta etapa más reciente ha tenido como resultado numerosas iniciativas, que van desde programas integrales de salud (utilizados en decenas de países del Tercer mundo) y el ofrecimiento de acceso a cuidados básicos a millones de personas que en muchos casos jamás habían recibido atención alguna, hasta la llegada de los contingentes de emergencia médica «Henry Reeve», tremendamente exitosos, desplegados a raíz de desastres naturales.
Aunque el expediente del internacionalismo médico es largo y honroso, la inmensa mayoría de las contribuciones de Cuba se han materializado a partir de finales de los 80 y constituyen el punto focal de este ensayo. Un ejemplo de ello es el apoyo brindado a las víctimas de Chernobil. En total, unas veintiséis mil personas, casi todas niños, han sido tratadas en las instalaciones de Tarará desde la llegada de los primeros niños en marzo de 1990 (cuando fueron recibidos por el presidente Fidel Castro, lo cual enfatiza la importancia que el gobierno concede a la iniciativa). Todo el tratamiento médico a los pacientes fue ofrecido sin costo alguno para ellos, al igual que su alojamiento y alimentación. Ese gesto humanitario de gran envergadura es particularmente notable, pues se inició justo cuando implosionaba la Unión Soviética, lo que derivó en la pérdida de 80% del comercio de Cuba, un descenso de alrededor de 30% en el PNB, y el inicio del Período especial y sus muchas dificultades. Desde la perspectiva cubana, la ocasión no habría podido presentarse peor. Muchas naciones enfrentadas a una crisis tan profunda, de inmediato hubieran puesto fin a un programa tan amplio y costoso. Pero eso no sucedió y se respetó el compromiso formulado a los niños de Chernobil.
A partir de varias visitas a Tarará y de reuniones con los pacientes y con el personal médico cubano, queda claro que la atención suministrada a los niños fue excelente, y que el recinto había realizado una labor extraordinaria en circunstancias difíciles. En su momento culminante, unas trescientas cincuenta personas trabajaban en ese lugar, que cuenta con un pequeño hospital, y cientos de edificaciones para albergar a los enfermos y brindarles programas educacionales y recreativos. Primero los niños eran examinados en su patria por galenos cubanos, y habitualmente permanecían en la Isla cuarenta y cinco días, aunque los que sufrían dolencias más serias eran tratados en varios hospitales especializados de Cuba. El objetivo era ofrecer apoyo médico y humanitario de alta calidad. En total, 21 874 niños y 4 240 adultos fueron tratados en Cuba, 19 497 de ellos menores de catorce años, y las dolencias más comunes tenían que ver con problemas de la piel, endrocrinos y digestivos.5
Por otra parte, resulta relevante el papel de Cuba en la capacitación de decenas de miles de médicos de todos los rincones del mundo en desarrollo y subdesarrollado. Profesores cubanos imparten docencia en quince países y son especialmente numerosos en Venezuela. Desde el decenio de los 70, Cuba ha ayudado a la fundación de escuelas de medicina en varias naciones, incluidas Yemen (1976), Guyana (1984), Etiopía (1984), Uganda (1986), Ghana (1991), Gambia (2000), Guinea Ecuatorial (2000), Haití (2001), Guinea-Bissau (2004) y Timor Oriental (2005).
El huracán Mitch (1998) causó horrendos daños en Centroamérica y fue de muchas maneras el catalizador de un significativo desarrollo del internacionalismo médico de Cuba. Unas treinta mil personas murieron en aquel desastre natural, y los líderes centroamericanos apelaron a la comunidad internacional para obtener ayuda. Cuba no tenía relaciones diplomáticas con los países afectados (varios de los cuales habían mantenido una política de hostilidad hacia la Revolución); no obstante, en cuestión de días, envió una brigada de 424 integrantes. La cifra aumentaría a dos mil, antes de estabilizarse en alrededor de novecientos en toda la región.6
Esta misión se diferenció del resto porque de ella nació la decisión de ayudar a los países afectados para que estos pudieran ayudarse a sí mismos. Ello dio origen a la idea de formar a jóvenes de la región en Cuba como médicos, de modo que pudieran regresar y asistir a sus propios pueblos. En noviembre de 1999, la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas —hoy Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM)— abrió sus puertas a los primeros estudiantes, provenientes sobre todo de la región afectada. La mayoría de ellos procedía de familias pobres y alrededor de la mitad eran mujeres.
Esta universidad médica —la mayor en el mundo, con una matrícula anual de más de mil quinientos estudiantes y una cifra superior a nueve mil matriculados en el programa de seis años— ha demostrado ser un vehículo en extremo exitoso para brindar cuidados médicos a quienes de otra forma carecerían de ellos. Hasta la fecha, alrededor de once mil profesionales se han graduado en la ELAM. Asimismo, más de veinte mil estudiantes extranjeros de medicina están siendo capacitados mediante el Nuevo Programa de Formación de Médicos Latinoamericanos; este método de aprendizaje acompañado de práctica también se está empleando en varios países en los que la formación se ha adaptado a las condiciones locales y a las necesidades específicas.
El enfoque cubano de la ELAM se basa en esencia en el compromiso de capacitar a estudiantes que de otro modo no habrían podido asistir a una escuela de medicina. Estos, como no provienen de sectores privilegiados, son más susceptibles de regresar a sus comunidades para laborar en cuanto se gradúen, y colaborar con su gente. Se espera revertir de ese modo el tradicional «robo de cerebros» —los graduados de escuelas de medicina del Tercer mundo se encaminan a países desarrollados donde los salarios son más altos. Por otra parte, los egresados de la ELAM que, por disímiles razones, no pueden emplearse en sus propios países, se han ofrecido como voluntarios para laborar en otros donde existen poblaciones subatendidas. Haití brinda el mejor ejemplo de ello. Actualmente allí trabajan graduados de muchos países latinoamericanos. Las lecciones sobre capital humano en los años de capacitación en Cuba han sido asimiladas por millares de ellos.
El vasto alcance de la Operación Milagro, iniciada en 2004, resulta de muchas maneras representativo del nivel de colaboración cubana en el Tercer mundo. Los orígenes de este programa oftalmológico pueden hallarse en los desafíos que enfrentó el destacado plan de alfabetización cubano «Yo sí puedo», empleado en varios países,7 entonces se descubrió que muchas personas eran incapaces de leer debido a las condiciones médicas que las afectaban, sobre todo cataratas y glaucoma, ambas tratables con cirugías relativamente sencillas. De ahí que la dirección revolucionaria decidiera desarrollar un programa para devolver la visión a quienes lo necesitaran, y ese enfoque se esparció a través de Latinoamérica. Por ejemplo, solo en Bolivia se efectuaron más de seiscientas mil operaciones quirúrgicas desde 2006, practicadas en su mayoría en bolivianos, pero también en ciudadanos de otras naciones fronterizas con ese país.
El éxito de este empeño puede ser valorado a través de la lectura de los artículos publicados en el apartado de Oftalmología del portal web Infomed.8 En la sección «Más sobre la Operación Milagro» hay docenas de textos que ilustran la enormidad del programa. Por solo mencionar algunos ejemplos: a quince mil paraguayos se les devolvió la visión, cuatrocientos mil haitianos han resultado beneficiados por el programa, en Nicaragua se han efectuado noventa mil operaciones, y casi un millón quinientas mil en Venezuela. A la altura de octubre de 2011 el doctor Reinaldo Ríos, director de medicina del Hospital Oftalmológico Ramón Pando Ferrer, en La Habana, estimaba que han sido atendidos más de dos millones de personas en 34 países de América Latina, el Caribe y África.9 Las intervenciones quirúrgicas, realizadas por médicos cubanos con apoyo venezolano, se han ofrecido sin costo alguno para los pacientes, la mayoría de los cuales no tenían la posibilidad de pagarlas.
Otro componente en extremo importante del internacionalismo cubano de los últimos años es el papel del Contingente de Emergencia Henry Reeve. Esta brigada médica (que lleva el nombre de un norteamericano participante en la primera guerra de independencia de Cuba) fue fundada en septiembre de 2005, poco después de que inundaciones masivas golpearan a Nueva Orleans como resultado del huracán Katrina. El gobierno cubano había ofrecido enviar 1 586 profesionales y 36 toneladas de suministros médicos para asistir a las personas de la región, pero el presidente George W. Bush rechazó el gesto humanitario. Dicho Contingente se constituyó en dos semanas, y sus objetivos fueron esbozados por Fidel Castro en su discurso del 19 de septiembre de 2005, en la graduación de estudiantes de medicina:
Este ocupará el lugar de la fuerza médica constituida para apoyar al pueblo de Estados Unidos tan pronto el Katrina golpeó con toda su brutalidad el sur de ese país. Su objetivo no será solo apoyar a una nación determinada, sino cooperar de inmediato, con su personal especialmente entrenado, con cualquier país que sufra una catástrofe similar, especialmente los que enfrenten grandes azotes de huracanes, inundaciones u otros fenómenos naturales de esa gravedad.10
El contingente Henry Reeve se ha visto involucrado en doce misiones en países que han enfrentado desastres naturales —la más reciente en Chile, tras la ocurrencia de un terremoto. Todos estos fenómenos han tenido lugar en unos pocos años, lo que hace de la labor de la brigada una proeza destacada. El mayor contingente (de unos dos mil doscientos cincuenta integrantes) fue el enviado a Pakistán, aunque de muchas maneras el más memorable ha sido el de Haití.
En esta nación Cuba ha desempeñado (y lo sigue haciendo) un papel de enorme importancia, tanto después del terremoto de enero de 2010, que cobró doscientas cincuenta mil vidas, como en el control de la epidemia de cólera que estalló en septiembre de ese mismo año. A los dos meses del inicio de la epidemia se habían confirmado casi ciento cincuenta mil casos y se habían reportado 3 333 fallecimientos.11 En ambas situaciones, el personal cubano asumió el papel protagónico en el apoyo al pueblo haitiano, y sus esfuerzos hicieron parecer minúsculos los de la comunidad internacional. De hecho, la presencia médica cubana ha sido de gran envergadura desde 1998, cuando el huracán George devastó el lugar. En aquel momento, quinientos profesionales arribaron al país y cuando el terremoto golpeó, doce años después, unos trescientos cuarenta cubanos seguían laborando en el sector público de la salud.
En cuanto a la epidemia de cólera, el equipo médico dirigido por Cuba se fortaleció con la llegada de graduados y estudiantes del último año de la ELAM. A la altura de abril de 2011 permanecían allí 1 117 integrantes de la brigada médica, de ellos 923 cubanos y 194 extranjeros graduados mediante programas cubanos. Juntos, brindaron consulta a dos millones de pacientes, operaron a treinta y seis mil de ellos y asitieron casi treinta y cinco mil nacimientos. Otros cuatrocientos sesenta y cinco mil haitianos se beneficiaron de programas de rehabilitación.12 Una vez más, los esfuerzos humanitarios de la misión cubana fueron (y son) mayores que los de todas las naciones industrializadas reunidas. No obstante, hasta el momento, esas contribuciones siguen siendo ignoradas por los medios internacionales de difusión.
Lo más importante de todo es que ahora Cuba prepara a Haití para el futuro mediante el establecimiento de un sistema de salud pública financiado principalmente por Venezuela y Brasil, en el cual desempeñarán un papel clave los médicos haitianos formados en la Isla. De los 625 que se habían graduado de la ELAM a principios del 2011, 430 ya trabajaban en Haití.13 Ese mismo año, otros 115 se graduaron en la universidad de Santiago de Cuba.
Un aspecto igualmente importante es la labor en Timor Leste. El personal cubano llegó allí tras una solicitud oficial de apoyo, en 2003, puesto que en 2002 solo había cuarenta y siete médicos en el territorio nacional. La tarea inicial fue suministrar apoyo médico en un país que todavía se estaba recuperando de su lucha por la independencia y de la invasión de las fuerzas armadas indonesias. En los primeros cinco años, los galenos ofrecieron más de dos millones setecientas mil consultas médicas y se estimaba que habían salvado cerca de once mil cuatrocientas vidas.
La siguiente fase de la cooperación cubana allí fue formar a jóvenes timorenses para convertirlos en profesionales que se ocuparan de su propio pueblo. A la altura de 2008, «había unos trescientos cincuenta trabajadores cubanos de la salud en la región, ochocientos setenta timorenses orientales y más de cien melanesios y micronesios recibían formación como médicos».14 La mayoría de ellos tuvieron su preparación básica en Cuba y luego regresaron a Timor, aunque cada vez más el objetivo era formarlos en su patria, para lo que, en 2005, se estableció una Facultad de Medicina atendida por profesores cubanos.
Comparable con los esfuerzos en Timor Leste, aunque a una escala mucho mayor, ha sido la cooperación de Cuba en Venezuela, donde en la actualidad radica el más grande contingente de médicos cubanos. Dicha contribución comenzó en 1999, luego de inundaciones masivas en el estado de Vargas, en las cuales murieron o desaparecieron quince mil personas. En el lapso de una semana llegaron al lugar más de cuatrocientos cincuenta profesionales de la salud para apoyar las iniciativas del recién electo presidente Hugo Chávez. Cuatro años más tarde, el municipio Libertador, en Caracas, que tenía las más importantes deficiencias de salud del área, pidió ayuda a los especialistas venezolanos. Preocupados por su seguridad personal, la mayoría se rehusó, lo cual llevó al presidente Chávez a apelar a La Habana; como resultado, en abril de 2003 Cuba envió cincuenta y tres médicos de la familia.
Por otra parte, es importante reconocer la determinación de Chávez de usar la riqueza petrolera en beneficio de la nación en su conjunto, y en particular de los sectores marginados, por lo general excluidos de esos servicios. La misión original enviada a Libertador fue en extremo exitosa y dio lugar a la decisión de ampliar el programa a todo el país y finalmente a las distintas etapas de la misión Barrio Adentro. Según Chávez, en noviembre de 2010, la brigada cubana estaba cubriendo 6 172 consultorios médicos populares, 3 019 puestos dentales y 459 oftalmológicos, 514 Centros de diagnóstico integral, 559 salas de rehabilitación y 28 Centros de alta tecnología.15
Además de esto una cifra superior a cincuenta y un mil venezolanos ha recibido tratamiento médico especializado en Cuba.16 Hasta abril de 2012 se calcula que los cubanos habían brindado más de setecientos cuarenta millones de consultas médicas gratuitas y salvado más de un millón y medio de vidas.17 Esto se refiere a personas que, de no habérseles suministrado apoyo médico apropiado, y si nos basamos en patrones tradicionales de mortalidad, probablemente hubieran fallecido. Con vistas al futuro, Venezuela trata de emular la ELAM de Cuba y está formando a más de treinta mil médicos con el apoyo de profesores cubanos. En febrero de 2012 se graduó el primer grupo de 8 150 especialistas en Medicina Integral Comunitaria (MIC); otros seis mil trescientos pronto concluirán el programa de seis años. En la actualidad, según Chávez, 22 604 alumnos estudian MIC en Venezuela, lo que representará una contribución significativa al sistema público de cuidados de salud.18
Por otra parte, es necesario subrayar que, aunque 20% de los médicos cubanos laboran en el exterior, la correlación entre médico y pacientes en Cuba sigue siendo probablemente la mejor del mundo. Resulta pertinente hacer una comparación con otros países: en 2009 había 2,4 médicos por cada mil habitantes en Canadá19 y en los Estados Unidos, mientras que en Cuba la cifra alcanzaba 6,7 en 2010, según datos del Banco Mundial.20 Además, el suministro de atención médica a los cubanos es mucho más equitativo que en Canadá (y, de hecho, que en la mayoría de los países industrializados, incluidos los Estados Unidos), donde cierto número de esos especialistas trabaja en el sector privado y pocos médicos laboran en zonas rurales.
Uno de los más recientes programas emprendidos por los internacionalistas cubanos ha sido el muestreo de la población de los países miembros del ALBA. Este se ha llevado a cabo por cientos de profesionales de la salud de la Isla, con vistas a determinar el nivel de desafíos físicos y mentales de sus poblaciones. En el caso de Venezuela (donde en 2008 miembros del personal médico cubano —incluida una amplia reserva de genetistas y psicólogos sociales— laboró conjuntamente con brigadistas locales de salud en la Misión José Gregorio Hernández), se identificó a unos seiscientos mil pacientes con necesidades especiales, y el gobierno se movilizó para enfrentar esas preocupaciones específicas. El propósito de esta campaña, por lo tanto, no solo fue emprender un muestreo detallado, sino llevar a cabo un estudio científico para determinar las causas de la particular «discapacidad» y brindar asistencia a las personas afectadas.
Desde 2009 otros países pertenecientes al ALBA se han beneficiado de este proyecto detallado. Esto fue un pesquisaje masivo, y más de setenta y un mil especialistas (los cubanos junto con los de cada uno de los países involucrados) visitaron casi tres millones ochocientos mil hogares en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas.21 A la altura de julio de 2011 se había identificado un total de 1 017 464 personas con necesidades especiales. En Bolivia a esta campaña se le llamó Misión Moto Méndez (el nombre de un guerrillero del siglo XIX), e involucró a médicos cubanos, venezolanos y bolivianos. Como resultado, se detectaron unas ochenta y tres mil personas con discapacidades físicas y mentales. La Misión Solidaria Manuela Espejo tuvo un objetivo similar: emprender un estudio científico biopsicosocial con el fin de determinar las causas de los problemas que enfrentaban los ecuatorianos y sus necesidades. Los especialistas médicos —229 cubanos y 129 ecuatorianos— visitaron 1 286 331 hogares y anotaron a 294 611 personas con necesidades físicas o mentales especiales; de ellas, a 135 254 ya se les habían suministrado 265 515 apoyos técnicos.22
Cualquiera de estos variados programas de cooperación médica sería extraordinario para un país del tamaño y las riquezas de Cuba. De hecho, ninguna nación industrializada ha intentado jamás emprender un proyecto tan ambicioso referido a cuidados de salud. Pero la combinación de tantas iniciativas humanitarias puestas en marcha es verdaderamente grandiosa. Asimismo, resulta importante reconocer que estos programas han estado desarrollándose durante cinco décadas y en particular en Latinoamérica, a lo largo de los últimos veinte años, Cuba ha brindado elevados niveles de cooperación. En el caso de África, aunque en la actualidad aún laboran allí cinco mil quinientos profesionales cubanos, casi cuarenta mil africanos se han graduado en universidades de la Isla, y en ella estudian hoy cerca de tres mil.23 Durante su visita a La Habana en 1991, Nelson Mandela resumió la contribución cubana:
Venimos aquí con el sentimiento de la gran deuda que hemos contraído con el pueblo de Cuba... ¿Qué otro país tiene una historia de mayor altruismo que la que Cuba puso de manifiesto en sus relaciones con África?24
Todo ello plantea una pregunta lógica: ¿por qué Cuba sigue brindando esta colaboración de tan amplio alcance? Una razón podría ser que Cuba pretende ejercer lo que se conoce en círculos académicos norteamericanos como «poder blando», es decir, cooptar a los países mediante un constante apoyo positivo y beneficios a cambio de gestos futuros de consideración por parte de estos. A primera vista parecería que este argumento tiene alguna validez. Resulta obvio que el programa de internacionalismo médico de Cuba —hasta en países con los cuales las relaciones diplomáticas eran difíciles— ha resultado en un claro ablandamiento de la oposición de ciertos gobiernos, y en última instancia a una normalización de las relaciones.
Resulta particularmente significativo que Cuba no ha brindado cooperación médica solo a países con convicciones ideológicas similares. Al respecto, es necesario recordar que la primera misión al Chile de Alessandri en 1961, y la extensa colaboración cubana con Honduras y Guatemala, países que habían sido fuertes aliados de los Estados Unidos y que tradicionalmente habían condenado a Cuba. El Salvador, por su parte, bajo cierto número de gobiernos militares, fue un adversario ideológico de envergadura de la Revolución cubana; sin embargo, La Habana no vaciló en enviar veintidós toneladas de suministros médicos de emergencia a raíz del terremoto de 1986, así como una amplia delegación médica, en 2000, ante una gran epidemia de dengue. Además, Cuba brindó apoyo médico a la Nicaragua de Anastasio Somoza, luego de que un terremoto devastara la capital en 1972. Ningún otro presidente latinoamericano se había opuesto tanto a la Revolución cubana como Somoza, e incluso en 1961 había permitido que mercenarios partieran desde puertos nicaragüenses a la fallida invasión de Playa Girón.
Se argumenta también que el gobierno cubano lleva adelante esa política para obtener votos de apoyo en Naciones Unidas. En una entrevista realizada a la doctora Yiliam Jiménez, en mayo de 2007, este argumento fue bien respondido:
Aun si aceptamos la perspectiva más cínica —o sea, que Cuba manda médicos a países pobres para ganar votos en la ONU—, ¿por qué los países industrializados no hacen lo mismo? Lo más importante es salvar vidas, y eso es precisamente lo que hace nuestra política.25
Respecto a «salvar vidas», hasta la fecha, un compromiso similar por parte de las naciones del G-8 está tristemente ausente, mientras que de manera reiterada Cuba antepone el humanitarismo a la ideología.
El factor que más ha impulsado los mencionados programas durante décadas ha sido la dirigencia revolucionaria, y en particular la visión de largo alcance de Fidel Castro, para quien el acceso a los cuidados públicos de salud siempre ha sido un tema de extraordinaria importancia, el más básico derecho humano. A partir de entrevistas con políticos cubanos, en el transcurso de esta investigación se evidencia que, en todos los casos, la principal iniciativa fue suya. La voluntad política para emprender esas campañas de salud, movilizar recursos humanos y garantizar financiamiento adecuado, fueron el resultado de una decisión política y humanitaria tomada por la presidencia de la Isla.
Para un extranjero que examine este fenómeno complejo y multifacético queda claro que el desarrollo de una bien afinada conciencia sociopolítica a nivel nacional es una base en extremo importante, que permite la aceptación de esas políticas de largo alcance. El exitoso programa de internacionalismo médico ha fortalecido también, a lo largo de los años, el orgullo y sentido de identidad nacional. En la propia Constitución cubana se expresa el compromiso con «el internacionalismo proletario […] la amistad fraternal, la ayuda, la cooperación y la solidaridad de los pueblos del mundo, especialmente los de América Latina y el Caribe».
Este sentido profundamente arraigado de solidaridad internacional —que se detectó en tiempos tan tempranos como los de la lucha por la independencia a fines del siglo XIX— es también un factor psicológico inestimable. En la segunda mitad del siglo XX, Cuba fue auxiliada, a través de otros actos de solidaridad de extranjeros, desde el papel clave de Ernesto Che Guevara hasta el apoyo económico de los países del CAME, y en tiempos más recientes por Venezuela. La combinación de décadas de participación en misiones internacionalistas, o de tener amigos y familiares que participaron en ellas, ha resultado en un proceso de profunda socialización en el respeto de tales iniciativas humanitarias.
Es también cierto que la exportación de bienes y servicios profesionales es la mayor fuente de divisas para la economía cubana, que aventaja con mucho al sector del turismo y a la exportación de níquel. El monto de ingresos derivados de los servicios médicos en el exterior oscila entre los tres mil y ocho mil millones de dólares anuales. El más reciente estimado es de cinco mil millones, aproximadamente el doble de lo percibido por la exitosa industria turística.26 Sea cual fuese la cifra, de todas formas constituye el mayor generador de divisas para el Estado y sigue siendo una prioridad del gobierno cubano.
Gracias a lo que pudiera argüirse como un superávit de personal médico —condición a menudo negada por miembros de la dirigencia revolucionaria, quienes sostienen que jamás puede haber un exceso de médicos—, este uso de cuadros formados en medicina es una política económica enormemente exitosa. El gobierno de Raúl Castro ha tomado la iniciativa de reducir algunos de los beneficios que antes disfrutaban tanto los internacionalistas (suplementos financieros vitalicios) y los beneficiarios. Por ejemplo, los estudiantes norteamericanos de la ELAM ya no se forman gratuitamente, se espera que el gobierno ucraniano pague por el tratamiento de los niños afectados por el accidente nuclear de Chernobil, y que los estudiantes extranjeros paguen para cursar una mayor especialización.
Por otra parte, el gobierno cubano ha declarado que está interesado en ampliar sus operaciones de turismo médico en la Isla, y en enviar profesionales de la salud a países ricos. Esto lo ilustra la presencia cubana en Qatar, donde a principios de 2012 fue inaugurado un hospital de 75 camas atendido por una brigada médica cubana de unos doscientos integrantes. En resumen, mientras el internacionalismo médico de la Isla se comporta de la misma manera con los países más pobres, existe una creciente determinación de aumentar los beneficios de la exportación de bienes (como se aprecia en el impresionante crecimiento del sector biotecnológico) y de servicios médicos.
En el transcurso de la investigación han sido interesantes las opiniones de los propios internacionalistas sobre su participación en misiones médicas en el extranjero. La mayoría explica que lo hace por razones financieras, puesto que ganaban un salario varias veces mayor durante la misión, que el que hubieran recibido en Cuba. Aunque resulta en extremo difícil alejarse de la familia durante largos períodos, los profesionales acogen favorablemente la oportunidad de tener mayores ingresos, los cuales les permiten comprar bienes en Cuba que de otro modo no habrían podido adquirir.
Desde el comienzo del Período especial, existe en la Isla una pirámide invertida en términos de salarios. Los que están empleados en el oficio del turismo —incluso en posiciones en las que no se requiere un alto grado de instrucción— son mejor remunerados que los profesionales de niveles avanzados. De ahí que las misiones internacionalistas permitan a los participantes nivelar, al menos parcialmente, algo de ese desequilibrio.
Algunos entrevistados han observado que la experiencia en el extranjero en países subdesarrollados representa una excelente oportunidad para desarrollar sus habilidades médicas profesionales, puesto que se enfrentan a situaciones que a menudo les resultan totalmente nuevas, como la desnutrición en Gambia o las heridas de armas de fuego en Guatemala. Otros se refieren a esa experiencia como cierto rito de tránsito, algo que casi todo el personal médico en Cuba hace en algún momento de su vida.
Sean cuales fuesen los motivos de los individuos o del gobierno revolucionario, no hay duda de que estas cinco décadas de cooperación médica han hecho una enorme contribución al bienestar del Tercer mundo. En 2010, Julie Feinsilver ofreció un resumen sucinto del significado de esta contribución. Observó cómo los internacionalistas cubanos han
salvado más de 1,6 millones de vidas, ofrecido tratamiento a más de 85 millones de pacientes (más de 19,5 millones de los cuales tuvieron la consulta en sus propios hogares, escuelas, centros de trabajo, etc.), realizaron más de 2,2 millones de operaciones, atendieron 768 858 partos y vacunaron con dosis completas a más de 9,2 millones de personas.27
Ya fuese en el Chile de Alessandri en 1960, la Nicaragua de Somoza en 1972, o en los Estados Unidos de George W. Bush en 2005 (cuando este rechazó un ofrecimiento cubano de enviar mil quinientos médicos cubanos a raíz del huracán Katrina), el compromiso de ayudar a la humanidad ha sido coherente.
En el discurso en el acto de creación de la Brigada Henry Reeve, Fidel Castro se refirió a la necesidad de responder a los desastres naturales, al margen de la ideología del país:
Ni una sola vez, a lo largo de su abnegada historia revolucionaria, nuestro pueblo dejó de ofrecer su ayuda médica solidaria en caso de catástrofes a otros pueblos que la requirieran, sin importar cuán abismales eran las diferencias ideológicas y políticas, o las graves ofensas recibidas de los gobiernos de cualquier país.28
En esencia, Cuba ha brindado un ejemplo para el mundo, al mostrar cómo sus programas de colaboración médica han sido mucho más exitosos y de mayor alcance que cualquier ayuda que hayan brindado los esfuerzos combinados de todos los países del G-8. A lo largo de cincuenta años, el personal cubano ha servido en las zonas más pobres y abandonadas del mundo, adonde otros se rehusaban a viajar. En la actualidad, cuidan del bienestar de setenta millones de personas. Su labor —soslayada por los medios de difusión de las naciones industrializadas— avergüenza a los países «desarrollados» del mundo.

John Kirk
Catedrático. Universidad de Dalhousie, Canadá.

Traducción: David González.

Notas

1. El proyecto de investigación recogido en el presente artículo está financiado con fondos del Consejo de Ciencias Sociales e Investigación de Canadá. Deseo expresar mi agradecimiento al Consejo por su apoyo financiero, y reconocer el apoyo del doctor Víctor Manuel Rodríguez, del Departamento de Relaciones Internacionales del MINSAP y del doctor Arturo Menéndez Cabezas, que en la actualidad labora en Barcelona, Venezuela; de igual modo, agradecer a Emily Kirk, de la Universidad de Nottingham, por sus útiles comentarios.
2. Datos brindados por la doctora Yiliam Jiménez, directora de la Unidad Central de Cooperación Médica del MINSAP, en un reportaje de Prensa Latina, el 3 de abril de 2012, «Colaboración médica cubana, gratuidad y acceso universal».
3. «Alrededor de 5 500 profesionales cubanos prestan servicio en África», Cubadebate, 5 de junio de 2010.
4. Citado en Piero Gleijeses, Misiones en conflicto. La Habana, Washington y África, 1959-1976, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002, p. 28.
5. Datos obtenidos del informe «Programa cubano de atención médica integral a niños relacionados con el accidente de Chernobil», facilitado por el doctor Julio Medina, director del programa en Tarará, y de una entrevista con él, en diciembre de 2011. El presidente ucraniano Victor Yankovich había acordado, a fines de 2011, comenzar a pagar esos costos, pero hasta hoy la acción no se ha concretado y tristemente el programa ha sido puesto en un compás de espera.
6. El personal médico cubano permaneció (y aún permanece) allí, pero el número de sus integrantes ha disminuido poco a poco, en la medida en que han sido remplazados por graduados de medicina naturales del país y formados en Cuba.
7. El programa de alfabetización ha sido usado en veintinueve países y ha enseñado las letras básicas a 6,5 millones de personas, según Pedro Rioseco, «Desarrollo exitoso del programa alfabetizador «Yo sí puedo»», Prensa Latina, La Habana, 24 de mayo de 2012.
8. Véase la sección «Más sobre Operación Milagro», disponible en www.oftalmologia.sld.cu/mas-sobre-operacion-milagro.
9. Véase «Misión Milagro ha beneficiado a dos millones de pacientes», Radio Santa Cruz, 8 de octubre de 2011.
10. Fidel Castro Ruz, «Discurso en el acto de constitución del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve” y graduación nacional de estudiantes de medicina», La Habana, 19 de septiembre de 2005, disponible en www.cuba.cu/gobierno/discursos/2005/esp/f190905e.html.
11. Conner Gorry, «Haiti One Year Later: Cuban Medical Team Draws on Experience and Partnerships», MEDICC Review, v. 13, n. 1, enero de 2011, La Habana, p. 52.
12. Véase «Bruno Rodríguez en ONU: La reconstrucción de Haití es tema pendiente», Cubadebate, La Habana, 6 de abril 2011.
13. Conner Gorry, ob. cit., p. 53.
14. Tim Anderson, «Cuban Health Cooperation in Timor Leste and the South West Pacific», The Reality of Aid: Special Report on South-South Cooperation 2010, IBON, Quezon City, Filipinas, 2010, p. 77.
15. Para un análisis ulterior, véase John M. Kirk, «Cuban Medical Cooperation within ALBA: The Case of Venezuela», International Journal of Cuban Studies, v. 3, n. 2/3, Londres, verano-otoño de 2011, p. 231.
16. «Un paso gigante por la vida», Juventud Rebelde, La Habana, 31 de mayo de 2012.
17. René Tamayo, «Una misión de vanguardia», Juventud Rebelde, La Habana, 17 de abril de 2012.
18. René Tamayo, «Primera graduación de médicos integrales comunitarios de Venezuela», Juventud Rebelde, La Habana, 16 de febrero de 2012.
19. Patrick Sullivan, «Canada’s MD/Patient Improves but Low International Ranking Continues», Canadian Medical Association, 12 de febrero de 2012, disponible en www.cma.ca/md-patient-rate-improves (consultado el 31 de mayo de 2012).
20. Véase «Physicians (per 1,000 people)», en World Bank, http://data.worldbank.org/indicator/SH.MED.PHYS.ZS (consultado el 31 de mayo de 2012). El sitio web de la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba indica que en 2010 había 76 506 médicos en el país, para una proporción de un médico por cada 147 pacientes. Véase Oficina Nacional de Estadísticas, www.one.cu/aec2010/esp/19_tabla_cuadro.htm.
21. Datos tomados de los reportajes: «Destacan resultados de estudio sobre discapacidad en países del ALBA», Cubadebate, 7 de julio de 2010, y «Exitoso estudio cubano de discapacidad en países del ALBA», 27 de noviembre, 2010, disponible en www.tvcamaguey.co/cu/index.php?view=article&catid=43%3Asalud&id=6054%3Ae.
22. Véase «Misión solidaria Manuela Espejo», n/d., emitido por la Oficina del Vicepresidente de Ecuador, disponible en www.vicepresidencia.gob.ec/programas/manuelaespejomision.
23. Véase Marcos Rodríguez, «Alrededor de...», Cubadebate, La Habana, 5 de junio de 2012.
24. Piero Gleijeses, ob. cit., p. 458.
25. John Kirk y Michael Erisman, entrevista a Yilian Jiménez, La Habana, mayo de 2007.
26. Fernando Ravsberg, «May Day in Cuba: The Doctors Out in Front», Havana Times, 2 de mayo de 2012.
27. Julie Feinsilver, «Cuba’s Health Politics: At Home and Abroad», informe preparado por el Consejo de Estudios Hemisféricos, marzo de 2010, disponible en www.coha.org/cuba/%e2%/80%99s-health-politics-at-home-and/abroad (consultado el 20 de septiembre de 2010).
28. Fidel Castro, ob. cit.