jueves, 30 de diciembre de 2010

Medio siglo de solidaridad



Palabras en el Acto por el 50 Aniversario del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, La Habana, Diciembre 28, 2010

Compañeras y compañeros:

Cuando el 30 de diciembre de 1960 el Gobierno Revolucionario creó el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, sobre Cuba se ceñía la amenaza inminente de la agresión militar. Entonces millones de cubanas y cubanos estaban vigilantes, preparándose para el ataque que podía ocurrir en cualquier momento.
Culminaban dos años de creación infatigable, habíamos sido capaces de desmantelar las estructuras podridas del viejo régimen, librábamos una pelea ardorosa contra la explotación, la ignorancia y los vicios del pasado, habíamos eliminado completamente el desempleo, eran nuestras las fábricas y los servicios públicos, avanzaba la Reforma Agraria y la Campaña de Alfabetización, vivíamos con la alegría de la libertad conquistada tras grandes sacrificios y nos empeñábamos por hacer reinar la justicia en nuestra tierra finalmente emancipada.
Eran días luminosos pero también llenos de peligros. Desde el Primero de enero de 1959, el Imperio que siempre trata a Cuba como si la Isla fuera suya, desató contra nuestro pueblo la guerra económica, presionó a otros países para tratar de aislarnos totalmente, dio cobijo a los torturadores y asesinos batistianos y a sus secuaces y los organizó, armó, entrenó y dirigió para invadir el país y obligarnos a regresar a la ignominia y la miseria. Enfrentábamos a un Imperio que entonces estaba en el cenit de su poderío, dominaba completamente el Hemisferio Occidental e imponía su hegemonía en todo el planeta.
Comenzaba el verdadero descubrimiento de la isla de Cuba. Nuestra heroica resistencia asombraba al mundo. Su Revolución se convirtió en “una permanente incitación a la noble curiosidad humana desde todos los rincones de la tierra y muy especialmente en América Latina” como expresó la Ley 901 fundadora del ICAP a iniciativa de Fidel Castro.
Han sido cincuenta años de incesante faena. Vaya nuestro reconocimiento a todas y todos los trabajadores de esta institución por su contribución, muchas veces anónima, a la solidaridad y la amistad entre el pueblo cubano y los otros pueblos. Los que iniciaron este noble trabajo y sus continuadores hasta hoy merecen nuestra gratitud.
Hagamos un homenaje especial, sobre todo, a quienes fuera de aquí, durante estos largos años, nos han ofrecido permanente apoyo. A los que fueron capaces de resistir la persecución y la hostilidad, a quienes no se doblegaron ante las presiones o las amenazas, a los que no sucumbieron ante las calumnias y el engaño, a quienes supieron confiar en Cuba y amarla.
Porque contra Cuba y su Revolución el Imperio no ha empleado solamente la fuerza militar, el terrorismo, los sabotajes y la más feroz y dilatada agresión económica, su bloqueo genocida que comenzó antes que naciera el ICAP, antes que naciera la mayor parte de la población cubana actual. Contra Cuba y su Revolución el Imperio ha empleado también y especialmente, la mentira y el ocultamiento de la verdad.
En ese terreno, el de la manipulación de la información y la falsificación de la realidad, el Imperio ha creado una maquinaria gigantesca a la que dedica incontables recursos de todo tipo.
Ya no es el automóvil el símbolo de la sociedad norteamericana. Hace ya mucho tiempo que fue relegado a un plano secundario por la industria del embuste, que a gran escala y masivamente adultera los hechos, pervierte las conciencias y promueve el embrutecimiento de los seres humanos. Sus instrumentos son las grandes corporaciones que dominan a los llamados medios de comunicación y son dueñas de las más poderosas empresas de cine, radio y televisión.
Mercantilizan la cultura y la reducen a entretenimiento banal; esconden o justifican los peores crímenes; distorsionan los sucesos y mienten; fomentan el egoísmo y la codicia, el materialismo y la vulgaridad; despojan al ser humano de sus ideales, de su capacidad para pensar y amar. Llevan a cabo una implacable ofensiva antihumanista de la que el pueblo norteamericano es la primera y principal víctima.
Estados Unidos es, desde su origen, un país imperialista y racista como lo recuerda Noam Chomsky en un texto reciente. Su poderío se concentra hoy, sin embargo, en una descomunal, aberrante, industria bélica capaz de destruir al planeta muchas veces y en su arsenal propagandístico que le permite adormecer y embaucar.
Pero el pueblo norteamericano no es imperialista ni racista. Es un pueblo que necesita vivir en paz con los demás y que tiene el derecho a construir dentro de sus fronteras una sociedad justa y verdaderamente libre, algo que no podrá lograr mientras no se libere del control que sobre él ejerce una plutocracia ignorante y perversa.
Con ese poder los imperialistas han podido practicar contra el pueblo cubano el genocidio más prolongado de la historia, por eso pueden seguir amparando en su propio territorio a los peores asesinos – como el que acaba de publicar en Miami un libro infame en el que se ufana de sus fechorías -, por eso mantienen en injusta y cruel prisión a Cinco jóvenes que sacrificaron sus vidas por salvar a su pueblo y al mundo del terrorismo que Washington tolera impunemente.
Ahora, cuando se acerca el día en que Estados Unidos debe responder a la petición de habeas corpus a favor de Gerardo Hernández Nordelo, su último recurso legal, algunos medios norteamericanos lo calumnian miserable y cobardemente y tratan de engañar y desviar la atención para confundir al movimiento solidario. Independientemente del derecho irrenunciable de Cuba a defender su soberanía, en el juicio seguido contra Gerardo y sus compañeros en Miami no fue presentada evidencia alguna que lo vinculase con el lamentable incidente del 24 de febrero de 1996. En esta hora decisiva quieren hacernos olvidar que en mayo de 2001 en una dramática y urgente demanda ante la Corte de Apelaciones la propia Fiscalía reconoció que carecía totalmente de pruebas y solicitó modificar la acusación originalmente presentada contra nuestro compañero. Pese a ello fue sentenciado con brutal desmesura por un supuesto crimen que no existió y con el cual, en cualquier caso, Gerardo no tenía absolutamente nada que ver. Es imposible encontrar ejemplo parecido de injusticia.
Exhortemos al movimiento de solidaridad y a toda la gente honesta a levantar sus voces en defensa de Gerardo. El Gobierno de Estados Unidos sabe que él es inocente y que nunca hubo pruebas para acusarlo. Hay que exigirle que lo ponga en libertad ya. A él y a Ramón, Antonio, Fernando y René, cinco Héroes de la República de Cuba. El Presidente Obama puede y debe liberarlos ahora mismo, sin condiciones, inmediatamente. A todos y cada uno de ellos, a los Cinco, sin excepción.
Que exigirlo sin descanso sea nuestra promesa de Año Nuevo. Que el mundo entero se lo pida al Presidente Obama. El sabe que sí se puede y que él debe hacerlo.

Compañeras y compañeros:

La solidaridad es el baluarte y la savia de la Revolución. Lo ha sido siempre para nosotros desde 1868 cuando, en nuestro Octubre glorioso, iniciamos una brega inseparable por la independencia nacional y por la abolición de la esclavitud, la servidumbre y la discriminación de los seres humanos.
Desde la Guerra Grande hijos de otras tierras vinieron a pelear con nosotros por nuestra libertad. El Partido de José Martí fue un partido internacionalista creado también para alcanzar la independencia de Puerto Rico y la unidad de Nuestra América. Fueron muchos los compatriotas nuestros que marcharon desde aquí y desde la emigración a dar sus vidas por la República española.
En el último medio siglo ha sido amplia y generosa la solidaridad que Cuba ha recibido y también lo ha sido la que ha entregado nuestro pueblo. ¿Cómo olvidar, un día como hoy, a los hermanos que fueron a combatir hasta el último aliento a otras tierras? ¿Cómo olvidar al Che y a los muchos que supieron ser como él?
Saludemos también a las decenas de miles de colaboradores que han ido a los más apartados rincones a ayudar a otros, a llevarles salud y educación, reproduciendo un espíritu internacionalista y solidario del que nació la Patria y que siempre vivirá con ella.
El mundo ha sido solidario con Cuba porque Cuba ha significado mucho para el mundo. Porque su revolución fue un ejemplo que inspiró a otros a perseverar en el combate hasta conquistar la verdadera independencia y la justicia, esas que iluminan ya con su Alba el futuro americano.
Las cubanas y los cubanos nos empeñamos ahora en un amplio ejercicio democrático para discutir y acordar, con todas y todos, sin excluir a nadie, las acciones que debemos emprender para corregir errores, eliminar defectos e introducir los cambios que sean necesarios para que nuestro proyecto sea más eficiente, racional y justo. Lo hacemos en un país que sigue siendo víctima del bloqueo, el acoso y la agresión de quien es aún la más fuerte potencia económica y que no se cansa de alquilar mercenarios dispuestos a traicionar a la Patria, mequetrefes en los que no cree ni quien les paga la mesada como confirman sus propios informes confidenciales revelados por Wikileaks.
Algo bien diferente es el pueblo de Cuba. Un pueblo, que nadie lo olvide nunca, que se forjó, precisamente, en la lucha contra dos Imperios y sus adocenados servidores criollos y se fraguó en una batalla muy larga en la que siempre tuvo como metas la independencia absoluta y la justicia plena para crear una sociedad que tendría como fundamento la solidaridad entre los cubanos.
Entre todos cambiaremos todo lo que debe ser cambiado. Juntos haremos lo que sea necesario, y lo haremos por nosotros mismos, sin copiar a nadie, sin hacer concesión alguna a quienes nos odian y desprecian y seremos capaces de hacer realidad un socialismo mejor, nuestro, cubano.
Cumpliremos así también nuestro deber hacia quienes en cualquier lugar luchan por un mundo mejor.
El movimiento internacional de solidaridad con esta Isla nació hace medio siglo cuando enfrentábamos un desafío que parecía insuperable. Fuimos capaces de vencer y llegar hasta aquí.
Son grandes los retos que tenemos por delante. Sabremos superarlos. Seremos fieles a nuestros mártires, seremos leales a quienes en todo el mundo nos han acompañado en esta larga, dura y hermosa pelea.
Cuba prevalecerá. Nuestro socialismo triunfará. Seremos capaces de continuar luchando, todos unidos, Hasta la Victoria Siempre.

Ricardo Alarcón de Quesada

viernes, 10 de diciembre de 2010

Remembering Celia Hart Santamaria



Left to right: Dmitri Prieto, Pável Alemán, Celia Hart, Tato Quiñones, Hiram Hernández, Carlos Simón. Backs: León Ferrera and Andrés Mir. (UNEAC, March 12, 2005, at the symposium “The Other Legacies of October.”

The first year since the death of Celia Hart Santamaría is now being commemorated. She died in one of those absurd automobile accidents that astonish us.
Celia was the daughter two legendary figures of the Cuban revolutionary struggle: Haydée Santamaría and Armando Hart.
Moreover, she was given her first name in homage to another revolutionary woman: Celia Sánchez. The family Hart-Santamaría was itself a product of the revolution. Haydée’s first boyfriend (anarcho-syndicalist Boris Luis Santa Coloma) was murdered after the attack on the Barracks Moncada, as was her brother Abel Santamaría, the second in command of the action (after Fidel Castro).
The Santamaría family has been marked forever by the deeds of July 26, 1953. This was something you felt when you spoke with Celia, whose mother committed suicide on that same date in 1980.
She spoke to me as someone who shared the same principals by virtue of a blood duty with a tradition of fighting. She liked to emphasize the libertarian-socialist militancy of her mother’s earlier boyfriend, as well as the similarity of the colors of the July 26th Movement’s flag with those of the anarchists.
Celia said she was a “Trotskera,” coming from “rockera”, meaning a female who is a rock-music fan, not a Trotskyist. In fact, I met her at the Havana Book Fair in one of those stalls of Trotskyist publishers that I wrote about in a previous Havana Times article. It was then that first began our bond of affection and friendship, reinforced by my role as coordinator of a cultural initiative that takes the name of Celia’s mother: The Haydée Santamaría Autonomous Collective.
Celia was never a member of the group, but we invited her to participate in an event that we organized at the conference room of the National Union of Writers and Artists of Cuba (UNEAC). It was the first event organized in Cuba dedicated specifically to an analysis of the crisis and fall of “real socialism.” It was titled “The Other Legacies of [the Russian Revolution of] October.” At this symposium, Celia presented the Trotskyist perspective on this subject.
Celia considered herself “Trotskera,” and not a Trotskyist, because Trotskyism as a unique movement no longer exists. To be politically active in it one has to join one of the countless international organizations that are usually at odds with each other, and Celia was organically opposed to that.
Also, along with Trotsky, it was inevitable that Celia would refer to José Martí, Ernesto “Che” Guevara and other revolutionaries. But Celia used to always speak about how her father had made her read the biography of Trotsky by Isaac Deutscher after her return from studying in the German Democratic Republic, where Celia had lost confidence in Euro-Soviet model of socialism.
Thanks to Deutscher and Trotsky, Celia discovered the possibility that alternative models of socialism exist. The biography that she had – according to Celia – was kept locked away, because in those times in Cuba you could not mention the name of Trotsky in public. Today it is indeed possible – in certain venues in Cuba – to speak of various paths of socialism.
Celia had a contentious personality, but – incredibly – we did not get into heated arguments about issues, even when it was clear I didn’t share many of her ideas, opinions and assessments.
For me, the problems of Cuba have deeper roots than those Celia pointed out. But it was pleasant to note that even beyond our ideological discrepancies we were able to maintain a healthy dialogue. Likewise, we both perceived the black holes of the threadbare hypocritical and opportunist discourse that is clearly doing so much damage to Cuba. In that Celia and I agreed.
She used to say, jokingly, that she was the “Princess of the Cuban Revolution,” and I sometimes referred to her as “Your highness, comrade Celia Hart y Santa-María.” There was something of truth in that; the meetings at Celia’s house, the French wine and her readings out loud of e-mail messages from Cuban Five prisoner Antonio Guerrero are occasions things that will never again be repeated.
One of her writings that she shared with me in one of our last encounters was titled, “The Last Flight of the Santamarias.” I asked her why such an apocalyptic tone concerning her family. She responded with something related to the July 26th Movement and her mother’s suicide. I didn’t quite get the point. Those points are probably not for understanding.
When I returned from London, with no more delay I devoted myself to completing my Master’s thesis about how a revolution can become a new dominant system (the case study was on Haiti). It was then – that fateful September of last year – that one night I received a call from my friend and Havana Times writer Armando Chaguaceda, who told me that Celia Hart Santamaría was no longer with us.
Celia believed herself to belong to the World Revolution. She lived in a difficult period for Cuba and for revolutionaries. Her last names protected her; but she was able to work beyond her last names, or better said, to make them authentic for a new generation. Now she is free.

Dmitri Prieto-Samsonov

Dmitri Prieto-Samsonov: I define myself as being either Cuban-Russian or Russian-Cuban, indiscriminately. I was born in Moscow in 1972 of a Russian mother and a Cuban father. I lived in the USSR until I was 13, although I was already familiar with Cuba-- where we would take our vacation almost every year. I currently live on the fifth floor of an apartment building in Santa Cruz del Norte, near the sea. I’ve studied biochemistry and law in Havana and anthropology in London. I’ve written about molecular biology, philosophy and anarchism, although I enjoy reading more than writing. I am currently teaching in the Agrarian University of Havana. I believe in God and in the possibility of a free society. Together with other people, that’s what we’re into: breaking down walls and routines.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Profundizar la revolución socialista: única vía de salvarla



Reproducimos nuevamente este artículo de Celia en virtud de la actualidad del tema tratado.

Reflexiones sobre el Discurso de Fidel castro el 17 de Noviembre en la Universidad de la Habana

Los revolucionarios nos quedamos paralizados el pasado viernes 17 de Noviembre: En el Aula Magna de la Universidad de la Habana, sin aviso previo y sin miramientos de cortesía, volvió el Comandante Fidel a declararle la guerra al Capitalismo, su más visceral enemigo. Esta vez al enemigo capitalista de intramuros. Son estas las veces que más vale que usted deje cuanto esté haciendo y se disponga a no perderse ni una palabra, ni una inflexión de la voz, ni un solo movimiento de esas largas manos. No ocurre siempre, pero cuando ocurre es como si nos invitara nuevamente a tratar de hacer la revolución...aunque fuese con aquellos siete legendarios fusiles.
He aprendido(gracias a Dios) a distinguir muy bien cuando habla el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana y cuando lo hace el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros de la República de Cuba y está demás decir a cuál de los dos le grito ¡Ordene! sin la menor vacilación. El Presidente debe realizar tareas propias de los presidentes de este infeliz planeta. Algunas tareas que en lo personal me resultan incomodas, recibir a ciertas dudosas personalidades, ir a Misa cuando se muere un Papa, y otras más. Pero el Comandante siempre está en pie de lucha y siempre luciendo su radiante traje de guerrillero.
Pues bien: A punto de estallar el temprano ocaso de este ardiente invierno, con motivo de conmemorar el 60 aniversario de su entrada a la mil veces revolucionaria Universidad, empuñó Fidel el micrófono. No sería cualquier discurso. Yo lo sabía, pues la mirada filosa anunciaba algo más que clases de historia o recuerdos personales de estudiante.
El que no ha estudiado bien a Fidel, no entenderá –como de seguro no se entiende el discurso del viernes- que el revolucionario Fidel Castro, siempre en vigilia acuse con vehemencia las prácticas de su propio gobierno, incluyendo al presidente y sus ministros. Lo hace duramente y en público sin el menor recato.
Sucede que el comunista Fidel no piensa en esos instantes en absolutamente nada que no sea la revolución, ni en puestos, ni partidos, ni ministros, ni presidentes. Desde su tribuna convocaba a los revolucionarios a tomar nuevamente el poder.
Es correcto: Pues ya es suficiente el tiempo que hemos tenido que caminar coqueteando con el capitalismo en nombre de la salvación económica. Ya es hora que Fausto eche a Mefistófeles, el cual con la experiencia ancestral de siglos, sabe penetrar sutil y paciente en nuestras vidas.
La destrucción del engendro socialista de Europa casi nos mata. De la noche a la mañana nos quedamos sin tener a dónde voltear la cabeza. De la amenaza nuclear mutua, los “socialistas” comenzaron a besar los labios del Imperialismo (por no mencionar otras partes) y como si llegaran atrasados al baile corrían a ingresar en sus organizaciones internacionales anudándose todavía las corbatas nuevas.
Los cobardes de la Florida se aprestaron a comprar valijas y todo el mundo apostaba en cuántas horas se destruía la única obra valiente y humana que quedaba en pie. Pero perdieron las apuestas y las valijas pasaron de moda. En medio de las penalidades más grandes la revolución cubana permanecía erguida.
Sería oportuno entender cuáles fueron los resortes a los que debemos nuestra supervivencia, y a cuáles nuestros fracasos.
A diferencia de lo que plantean muchos compañeros, no me gusta llamar Período Especial a la tragedia vivida desde el 1990 al 1994, cuando con hambre y necesidades múltiples apoyamos a Fidel y se bautizó la Consigna de “Socialismo o Muerte”. Aquello se llamaría Comunismo de Guerra u otra cosa, pero en aquellos difíciles instantes la unidad del pueblo se basó fundamentalmente en mecanismos de igualdad. Vencimos en esos años porque ante la adversidad del mundo nos reconocimos socialistas, y planteamos la necesidad de seguir haciendo esa sociedad, aunque el Sol dejara de salir.
Recuerdo con una rara mezcla de angustia y piedad las calles de mi ciudad inundadas de bicicletas chinas. No circulaba un auto. Los apagones continuos, las epidemias. Aun así, pocas veces fue más humana la revolución cubana, nuestros científicos fabricaron las poli vitaminas que se entregaban gratis a la población Sabíamos todos que dejar de atrincherarnos en las banderas rojas del socialismo implicaría perder la bandera de la estrella solitaria. Recuerdo que frente al desdén por Lenin Fidel gritó “Si no lo quieren que nos lo manden”. De hecho Lenin estaba aquí, descansando en el pequeño pueblo Regla, en el Olivo plantado en 1924, primer monumento fuera de la URSS que se le dedicara al buen bolchevique. Allá andan viendo donde lo colocan. Nosotros vemos crecer el Olivo permanentemente, con hojas cada vez más verdes. No sé si será para bien que en Cuba la palabra capitalismo está ligada de manera indisoluble con el exterminio de la nación. Cuba fue creada para ser revolucionaria. O es socialista o simplemente...no es.
¡El Período Especial vino después! Y todavía no sé si ha concluido, cuando el desprestigiado dólar ingresó en nuestra economía Triunfamos en el Comunismo de Guerra porque ante la pobreza desarrollamos actitudes comunistas dignas de ser relatadas en algún momento.
Maldito fue aquel día que tuvo que entrar el capitalismo en nuestros hogares en forma de papel moneda. Maldito el día en que todos, absolutamente todos debíamos conseguir divisas de una u otra manera y las shopings comenzaban a ser cotidianas en nuestros paseos y en el alma de nuestros niños.
En el 1994 justo en Navidad me di cuenta de lo rápido que se cuela en nuestra vida el consumo. Aquel 24 de Diciembre, sin que hubiese tradición alguna de celebrar las burocráticas y anticristianas navidades en Cuba, muchas casas, la mía incluida, se llenaban de las parpadeantes lucecitas y de los plásticos arbolitos...chinos comprados en las infecciosas shopings, donde todos, absolutamente todo el que quería celebrar esa fiesta tenía que acudir a comprar bolitas, lacitos y adornos. No estoy por supuesto en contra de celebrar el nacimiento de un revolucionario como fue Jesús, estoy en contra de su comercialización. Estoy en contra de los mercaderes en el Templo ¡Porque eso fue lo que nos pasó! Se nos inundó el Templo sagrado de la revolución de mercaderes y ya cuando venimos a darnos cuenta nuestros hijos empezaron a lucir zapatos de diferentes precios en la escuela, diferentes meriendas, y lo recogíamos de diferentes maneras. Unos en auto recién sacados del taller otros seguían en la bicicleta china. Nuestros adolescentes comenzaron a saber cuánto ganaba un pelotero de las Grandes Ligas, antes de entender cuando en el béisbol se cantaba bola y cuando strike.
Es cierto que yo como toda mi generación desde que nací he vivido con el bloqueo económico, pero soy afortunada frente a mis hijos; los cuales desde que nacieron conviven con los mercados de divisas, donde nunca se entiende bien cómo se consigue ese dinero y los trastornos que implica ¡Esto sí debe ser transitorio! Los mecanismos capitalistas no deben ayudar jamás a construir esta sociedad por la que han dado la vida y todos sus esfuerzos los mejores revolucionarios.
Llevo como sembradas las palabras de Fidel en este memorable discurso cuando dijo: “Este país puede autodestruirse por sí mismo; esta Revolución puede destruirse, los que no pueden destruirla hoy son ellos; nosotros sí, nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra.”
He tenido el privilegio de vivir muchos años, eso no es un mérito, pero es una excepcional oportunidad para decirles a ustedes lo que les estoy diciendo, a ustedes, a todos los líderes de la juventud, a todos los líderes de las organizaciones de masa, a todos los líderes del movimiento obrero, de los Comités de Defensa de la Revolución, de las mujeres, de los campesinos, de los combatientes de la Revolución, organizados en todas partes, luchadores durante años que en número de cientos de miles han cumplido gloriosas misiones internacionalistas, estudiantes como ustedes, inteligentes, preparados, saludables, organizados”1.
Por primera vez se señala que la revolución puede llegar a ser reversible por nuestros errores.
La revolución de Octubre no pudo ser destruida desde fuera. Fue un suicidio. La semejanza me hace temblar.
Es por eso que todos debemos reflexionar. Sí, la revolución es reversible ¡Lo dijo Fidel! Y como si se tratara de la disyuntiva de Engels a pequeña escala, en Cuba tendríamos o la batalla por el socialismo o la barbarie. Barbarie que anda esperando el menor tropiezo para inundarnos con el virus del egoísmo y el desaliento. Un paso atrás en la revolución cubana es un retroceso inimaginable en la historia revolucionaria del mundo. Entonces basta ya de patéticas consignas copiadas de los antiguos manuales estalinistas, muchas de ellas que parecen copias textuales de aquellos manuales:
De forma grandioelcuente, como una inamovible ley natural, se cita a Nikita Kruchov en el desdichado Manual a la economía política de la Academia de Ciencias de la URSS:
“Ya no hay en el mundo fuerzas capaces de restaurar el capitalismo en nuestro país, de hacer derrumbarse el campo socialista. El peligro de la restauración del Capitalismo en la Unión Soviética ha sido eliminado. Ello significa que el socialismo ha triunfado, no sólo plenamente, sino también definitivamente.”2
¡Ja! En algo tenían razón: no podría derrumbar lo que a la sazón ya habían destruido.
En Cuba lo que no pudo destruir el hambre, ni las amenazas, ni el bloqueo, ni Toricelli, ni Burton, ni la Armada Americana, ni las ojivas nucleares, lo podría destruir nuestra propia inconsistencia
Después del ejemplo que tuvimos en el Este de Europa no mereceríamos piedad, ni haber nacido en esta tierra. Por eso Fidel nos invita a volver a pensar sobre el futuro de la revolución. Ya sí no tenemos tiempo para equivocarnos.
La posibilidad de una restauración capitalista en esta bendita isla lo veíamos muchos de nosotros como una posibilidad muy lejana; pero si esa posibilidad la señala el revolucionario más veterano de la historia; el que ha guiado una revolución socialista a las narices del Imperio por más de cuatro décadas; ese mismo que vislumbró la desintegración de la URSS; entonces aquellas dudas se convierten en pesadilla y no nos queda otra posibilidad que saber que tenemos el reloj en nuestra contra y que lo que está en nuestras manos pudiera ser más delicado, más trascendente que lo que defendíamos en los días de 1962 , cuando parecía que colapsaría La Tierra bajo la reacción en cadena nuclear.
Es el momento de plantearnos sinceramente y con madurez el camino a seguir. Lenin está vivo en Cuba. El proletariado cubano cuenta con lo que no contaban los bolcheviques, cuando la burocracia estalinista se adueñó de aquellos sueños y no quedó ni un solo verdadero soviet. No acabo de comprender, por cierto, cuál era la Unión Soviética que defendían cuando habían extinguido su razón de ser y el origen de su propio nombre ... los soviet proletarios.
Y ahora, si dejamos morir esta epopeya en los umbrales de la revolución latinoamericana, cuando el mismísimo Fukuyama se critica públicamente con aquello del fin de la historia; cuando el Imperio está éticamente más destrozado y la palabra socialismo empieza vertiginosamente a cobrar sentido; cuando los partidos comunistas (los que de verdad lo son y no los que quieren llamarse así y secuestran el nombre) empiezan a salir de sus claustros; cuando la joven revolución bolivariana empieza a pujar una revolución mucho mías radical; entonces más valdría que incineraran nuestros huesos y los echaran a condena perpetua en el espacio, no mereceremos ni el recuerdo de nuestros descendientes ni la paz de nuestras almas.
Porque no es imposible que la luminosa revolución de Fidel Castro y el Che Guevara, la revolución más duradera de la historia del mundo, con la historia más radical y con los próceres más luminosos pueda caer en el abismo de la contrarrevolución. Piensen no más que tal como las estatuas de Lenin, nos dinamiten los restos del Che en Santa Clara, que vuelvan a ultrajar a José Martí condenándolo al pueril poeta de la Rosa Blanca, o incluso lo veríamos canonizado por la Iglesia asesina, que defendió a los contrarrevolucionarios cubanos. Imaginen a los “maestros” promoviendo que nuestros niños odien a Fidel ¡Que desaparezca la Isla de Cuba si es que llegamos allí! Valdría la pena...sí... contar entonces los arsenales nucleares.
Tenemos sin embargo resortes y posibilidades últimas con las que no contó revolucionario alguno anteriormente. Tenemos una historia de arraigo profundamente radical. Tenemos una educación incomparable y tenemos también a los verdaderos comunistas del mundo a nuestro lado, que sabrán alzar nuestra voz y nuestro fusil en aquellos momentos, que tal vez cansados o confundidos podamos perder la fe.
Los bolcheviques, si es que alguno dejó en pie el estalinismo, no contaron con estas divisas.
Nos toca entonces llenarnos de valor e inteligencia. Debemos desprendernos en este instante de todo falso patriotismo y de tanta banalidad y pensar como nunca antes lo que se está jugando en Cuba.
Además tenemos la experiencia viva de otras realidades. De una vez y por todas los comunistas del mundo deberíamos hacer un Congreso Internacional tan sólo para entender que sucedió en los fríos parajes del Este europeo y cual es la verdad del socialismo en China ¡Pero juntos! y hacerlo tal como hacen los ecologistas, sin observar fronteras.
Ya no me preocupa que me digan “euro centrista”. La experiencia se toma donde se encuentre. Tan sólo es posible crear a partir de lo acontecido, de otra forma corremos dos riesgos fundamentales: El primero sería cometer viejos errores que la historia tuvo a bien demostrarnos su invalidez. El segundo es descubrir el “agua tibia”.
Eso sí debemos corregir el rumbo correctamente y fijarnos bien donde nos pudimos desviar. Tal como dijo el Che, en la famosa parábola del aviador: “En un momento dado el avión, el aviador se da cuenta que ha perdido el rumbo, está totalmente perdido. Este aviador en vez de volver a su punto de partida para tomar un punto verdadero, está corrigiendo el rumbo ahí donde se dio cuenta que lo había perdido. Pero el que él se haya dado cuenta que lo había perdido en esos momentos no quiere decir que es allí donde lo perdió. Y de esto es donde parte una serie de aberraciones”3.
Es equivalente que el motor del avión se haya descompuesto; o que el piloto se haya confiado con las señales falsas de la torre de control; o que nos azotara una tormenta, llamada derrumbe del socialismo europeo. Tormenta predicha ya por cierto, por dos buenos meteorólogos mucho tiempo antes León Trotsky y más de veinte años después por el Che Guevara. No creo que nos alcance el tiempo para otros pronósticos.
Tampoco me interesa ya que me critiquen por evocar el pasado, o me acusen de trotskista tardía, de Trosquizar al Che o Guevarizar a Trotsky y no sé de cuántas sentencias más sacadas todas de las cenizas estériles de aquel primer avión del Che. El pasado es imprescindible, y sobre todo cuando fue ocultado.
José Martí dijo: “El que pone de lado, por voluntad u olvido, una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le faltó, que crece en la negligencia, y derriba lo que se levanta sin ella”4
Y pensar en el futuro de la revolución es en gran medida sacar cuentas de su pasado, pues no es ni con mucho la primera vez que en la historia revolucionaria se presentan estas contradicciones: Ni la primera vez en el mundo, ni la primera vez en Cuba.
En 1917 parecía ser que la historia verdadera del hombre cambiaba su primer pañal. Nacía con aquellos ruidos el amanecer de la era donde el hombre remontaría su instinto del reino animal y colocaría a la inteligencia humana a la cabeza del Universo. Lenin no inventaba nada. El socialismo no es un invento como he escuchado más de una vez. Lenin supo usar las herramientas trazadas después de un descubrimiento científico y supo adaptarla a la situación concreta de la Rusia atrasada de principios de siglo. Por supuesto que hay que crear, hay que proponer, hay coordinar esfuerzos, mas el pragmatismo vulgar, el falso concepto de resolver para hoy lo que será hipoteca mañana, no se llama creación, se llama irresponsabilidad que se paga a corto o largo plazo.
Por vez primera la voluntad de los hombres vencería al mercado. Eso es en esencia el socialismo, negarnos a ser presas del mercado y colocarlo a él bajo nuestras riendas.
Lenin lo sintetizó en aquella apurada frase Poder de los Soviet + Electrificación.
La URSS estuvo asediada, bloqueada, hambrienta, despedazada por una guerra. Ninguna de estas tragedias consiguió derrotar la revolución. El Imperialismo tampoco ¿quién es pues el asesino en serie de las revoluciones socialistas de cualquier tiempo y lugar? La burocracia, la mismísima burocracia a la cual atacó Fidel con el nombre de “nueva clase” o “nuevos ricos” En el Aula Magna hubo de dictarle pena de muerte. Porque los nuevos nepmen cubanos que nacieron justo con la despenalización del dólar y que son a la larga sostenidos por el capital de Miami o los kulaks que hoy nos venden en los mercados los productos a precios incompatibles con el jornal, tienen su puntal en Miami, con un invisible aliado: la burocracia
Los mecanismos de enriquecimiento ilícitos no son propiedad intelectual de la corrupción cubana. Siguen leyes objetivas. La Tierra sigue su velocidad de traslación y la velocidad de la luz no cambia su valor. Tal como los electrones se despresen del cátodo y viajan hasta el ánodo, los recursos financieros de desvían por leyes concretas y previsibles.
Soy acusada, también de mecanicista, de querer extrapolar las leyes de la naturaleza a la sociedad...Pero José Martí lo expresó mucho más categórico y nunca he visto que le acusaran de lo mismo:
“Las leyes de la política son idénticas a las leyes de la naturaleza. Igual es el Universo moral, el Universo material. Lo que es ley en el curso de un astro por el espacio, es ley en el desenvolvimiento de una idea por el cerebro. Todo es idéntico”5
Las desviaciones asombrosas de recursos denunciadas por Fidel, como el caso de las gasolineras particulares, los desvíos desde el mismísimo puerto, los robos que rebasaban en algunos casos lo recaudado por el Estado, no pueden ser, tan sólo por lógica elemental, obra de unos cuantos ladronzuelos sueltos. Es obra de la “nueva clase” que señala Fidel. Es en gran medida generada por la burocracia, pues tampoco es comprensible en términos de lógica, que estos nepmen cubanos no cuenten con algún apoyo institucional. Ellos a la larga, sin saberlo muchas veces, buscan la restauración capitalista y a la larga pactaran con Miami.
No debemos permitir que la gusanera inmunda pueda volver a comprar las valijas. La restauración capitalista tiene dos aliados: La burocracia y el reformismo. Ambas bacterias se disfrazan de revolucionarias. Ambas tienen capilares de comunicación.
Dijo Trotsky: “Es indigno de un marxista considerar que el burocratismo es sólo el agregado de los malos hábitos de los poseedores de cargos. El burocratismo es un fenómeno social en el sentido que es un sistema de administración de personas y cosas definido. Sus causas profundas residen en lo heterogéneo de la sociedad, en las diferencias entre los intereses cotidianos y fundamentales de distintos grupos de población”6
Eso es: la burocracia constituye uno de los grandes peligros en la construcción del socialismo, de la cual no estamos exentos en Cuba por el hecho de que transitemos el siglo XXI, o que por estos lares brille más el Sol; y para nada es sinónimo de ineptitud administrativa o falta de motivación. Todo lo contrario
Dice Ted Grant y Alan Woods: “ Lejos de considerar a la burocracia como un estado mental o un simple residuo del capitalismo que se extingue automáticamente con la llegada del socialismo Trotsky advirtió de que las condiciones imperantes en Rusia era inevitable el surgimiento de una capa privilegiada de funcionarios que supondrían un gran peligro . Bajo cierta condiciones –una división en el Partido y la alianza del campesinado, los pequeños capitalistas y parte de la burocracia en torno a un programa de restauración del capitalismo-era posible una contrarrevolución –como Lenin había advertido en repetidas ocasiones”7
Y de alguna manera como acaba de advertirnos Fidel en ese memorable discurso, la utilización indiscriminada de las leyes del mercado con el objeto de la “recaudación de divisas” durante 10 años consecutivos, no sólo ha dado pie a las diferencias sociales, sino que nos hizo débiles ante la corrupción y la burocracia.
Hoy se habla de la distribución socialista, “A cada cual según su trabajo, de cada cual según su capacidad” Ojala que arribemos rápidamente a ese principio, mas no basta. El socialismo no sólo se distingue de sistemas anteriores por la manera justa de distribuir la riqueza. Las nuevas relaciones de producción deberán ir creándose con una nueva conciencia en la medida que los trabajadores se reconozcan como actores, gerentes y dueños de la producción material. El socialismo no es sólo distribución es una renovadora forma de producir.

I Un bendito fantasma que nos sigue recorriendo...

Y esta no es la primera vez que se sostiene en nuestro país una batalla por comprender los caminos a seguir en el período de transición.
Las veces anteriores estuvo esta discusión presidida de alguna forma por aquel ser humano que cada día que pasa se nos vuelve más imprescindible. El Che. El Comandante Guevara es el fantasma recurrente de mi revolución. Nos ha acompañado en todos los momentos difíciles. Esté vivo o muerto, eso es tan solo un detalle...
La primera vez estaba vivo. Y bajo su liderazgo se desató un riquísimo debate teórico donde participaron figuras de altísimo calibre y de convencido criterio revolucionario, pero de concepciones discrepantes.
El hecho en sí de suscitarse un debate de esta dimensión fue un verdadero éxito, y un mérito del Che.
El Gran Debate se desarrolló en plena faena de la estructuración de la economía cubana. Para aquellos que creen que debatir y teorizar es una pérdida de tiempo en momentos fundacionales, ahí está como un símbolo lo que sucedió en aquellos años con el recién estrenado Ministro de Industria. En él participó todo aquel que tuviera conocimiento y liderazgo para hacerlo.
Ernest Mandel por ejemplo, conjugaba ser un economista de reconocimiento mundial, un marxista de esmerada formación teórica y más que nada un verdadero revolucionario. Veamos lo que pensaba Mandel de este debate y de la contribución del Che “(...) Entre tanto es preciso reconocer que este debate, todavía mal conocido en Occidente ocupa un lugar particular en la historia del pensamiento marxista sobre todo en la contribución del camarada Guevara. La originalidad práctica de la revolución cubana precedió ampliamente su aporte original a la teoría marxista contemporánea. Pero Che Guevara ha expresado su aporte original no sólo en lo que respecta en la guerra de guerrillas, sino también en el campo de la teoría económica (...)
El mérito de Guevara- continúa Mandel- reside en haber expresado claramente la particularidad de la revolución Cubana reside en haber expresado claramente la particularidad de la revolución cubana sin haber caído nunca en el pragmatismo vulgar”8
Pues los dos peligros en los que incurrimos cuando tratamos de enlazar la teoría y la práctica revolucionaria son precisamente el pragmatismo por una parte y por la otra el dogmatismo. La obra y sobre todo el quehacer revolucionario del Che esquivaba de manera impresionante ambos peligros. No ha habido (según mi criterio) una conjunción viva entre teoría y práctica revolucionaria como esos escasos años del Che, cuando ingresó en las filas de Fidel siendo un médico argentino hasta que murió en Bolivia y se convirtió en el paradigma sin réplica de un revolucionario...Poco más de dos lustros.
En aquellos desbordantes años, después del triunfo del 59, cuando más peligroso era el enemigo y mientras más imperiosa era la necesidad de organizar la economía...mucho más recurría el Che a la teoría y mucho más radicalmente revolucionario era en sus conclusiones.
El gran pánico del Che fue que cayésemos presos de las leyes del mercado. El socialismo, incluso en su período de transición debería ser redentor y debería ser capaz de doblegar esas leyes por los hombres.
La toma del poder por la clase trabajadora no asegura el triunfo de la revolución. No pondré ejemplos por ser demasiados y por ser demasiado triste.
Carlos Tablada lo dice mejor, en su magnífico libro “El pensamiento económico de Ernesto Che Guevara”: “El triunfo revolucionario inicial abre la posibilidad del cambio social, pero no es una garantía per. se de éste. La vanguardia deberá promover de modo dirigido y conciente la creación de las estructuras que permitan generar la actitud comunista en las nuevas generaciones y no abandonar a la espontaneidad este delicado proceso”9
Justo en 1959 el Che, sin tener un conocimiento estructurado sobre economía se aventura a dar un diagnóstico de la sociedad “socialista” yugoslava:
“Se podría decir a grandes rasgos , caricaturizando bastante que la característica de la sociedad yugoslava es la de un capitalismo empresarial con una distribución socialista de la ganancia, es decir tomando cada empresa, no como un grupo de obreros sino como una unidad esta empresa funcionaría aproximadamente en un sistema capitalista ,obedeciendo las leyes de la oferta y la demanda ,y entablando una lucha violenta por los precios y la calidad con sus similares , realizando lo que en economía se llama la libre concurrencia”.10
Aunque reconoce que la distribución es en este caso según el principio socialista, el Che lo considera “peligroso porque la competencia entre empresas dedicadas a la producción de los mismos artículos, introduciría factores de desvirtuación de lo que presumiblemente sea el espíritu socialista”10
Pero el tiempo y las circunstancias no estuvieron esta vez cerca del Che. El cálculo económico, el desdichado manualito de economía política de la Academia de Ciencias de la de la URSS, el neoestalinismo, y de cierta forma aquella bonanza económica, decidieron el rumbo de la economía cubana. A la sazón el Che se marchó de la economía... y de mi patria para extender la revolución.
Pero 1987, en vísperas del derrumbe de las sociedades socialistas del Este de Europa Fidel, pronunció un discurso semejante al del 17 de noviembre.
En aquel entonces nos hallábamos en el Procesos de rectificación de errores y tendencias negativas, bien distinto al proceso desmoralizador que vino en llamarse perestroika.
Aquel discurso se pronunció un 8 de Octubre, veinte años después de ser tomado preso el Che en Bolivia. Allí Fidel, colocándose a veces en una suerte de auto-oposición, tal como el 17 de Noviembre “mandó a llamar” al Che para que juntos nos explicaran las atrocidades que se habían cometido en el diseño de el sistema económico cubano. Nadie se acuerda... precisamente porque unos escasos años después los hechos, siempre implacables, dieron al traste con aquella cosa europea que pretendió ser socialismo. No pudimos “rectificar a tiempo”.
Poco después tan sólo nos quedó el comunismo de guerra (bendito sea) que nos permitió sobrevivir, precisamente por profundizar la revolución socialista. Que nadie se olvide ahora de los parlamentos obreros. Con sus defectos y sus temores, fue quizás el mejor intento que tuvimos de apelar a “consejos obreros”, quizás nos faltó audacia o no era el momento. Momento que pienso, dicho sea de paso, viene acercándose en estos instantes, y temo no lo vuelva a hacer.
Debimos recordar mejor la polémica protagonizada por Guevara en el 63-64, pero Fidel lo hizo en aquel lujoso discurso de 1987, para entonces Carlos Tablada había publicado su libro donde le daba modernidad y vigencia a aquellos afiebrados e imprescindibles años del Che. Dijo Fidel:
“Si al Che le hubieran dicho que había unas empresas que cumplían el plan y repartían premios por cumplir el plan en valores, pero no en surtido, y que se dedicaban a hacer las cosas que les daban más valores y no hacían aquellas que les daban menor ganancia, aunque unas sin otras no sirvieran para nada, el Che se habría horrorizado.
Si al Che le hubieran dicho que iban a aparecer unas normas tan flojas, tan blandengues y tan inmorales que, en ciertas ocasiones, la totalidad casi de los trabajadores las cumplían dos veces, y tres veces, el Che se habría horrorizado.
Si le hubieran dicho que el dinero se iba a empezar a convertir en el instrumento principal, la fundamental motivación del hombre, él, que tanto advirtió contra eso, se habría horrorizado; que las jornadas no se cumplían y aparecían los millones de horas extra; que la mentalidad de nuestros trabajadores se estaba corrompiendo, y que los hombres iban teniendo cada vez más un signo de peso en el cerebro, el Che se habría horrorizado. Porque él sabía que por esos caminos tan trillados del capitalismo no se podía marchar hacia el comunismo, que por esos caminos un día habría que olvidar toda idea de solidaridad humana e incluso de internacionalismo; que por aquellos caminos no se marcharía jamás hacia un hombre y una sociedad nuevos.11
Sí. Si al Che le hubiesen dicho después que la URSS y todo el socialismo europeo se desplomó, restaurando en una noche el capitalismo, sin que un solo comunista saliera a hacer una huelga, no se habría horrorizado, diría que él lo advirtió y si después le hubiesen dicho que tuvimos que introducir en Cuba el mercado y la Ley del Valor para salir del período especial, pienso yo que nos estaría alertando que saliéramos rápido de eso, que jugar al capitalismo es como fumarse el primer cigarrillo. Repetiría lo siguiente: “Vencer al capitalismo con sus propios fetiches, a los que se le quitó su cualidad mágica más eficaz, el lucro. Me luce una empresa difícil”12
Y muchas cosas nos habría dicho el Che hoy, pero no tenemos tiempo para llorar, ni su espectro va a permitirlo. El momento es de echar lecha a la hoguera. Pero que esa leña sea con combustible socialista y no la paja capitalista que aparentemente quema rápido, pero en breve tiempo es cenizas.
¿Y quien es el instrumento económico en el socialismo que nos ayuda a mantener el mercado y la “sagrada” Ley del valor bajo redes?
El plan, que de una u otra forma los mejores teóricos socialistas le ofrecían el papel primordial.
León Trotsky fue uno de los que defendió la NEP en la Unión Soviética, dada las terribles del Comunismo de Guerra, pero, y un pero gigante, en su intervención en el XII Congreso del Partido de 1923 expresó “La NEP la arena que nosotros mismos hemos establecido para la lucha entre nosotros y el capital privado. La hemos establecido, la hemos legalizado, y dentro de su marco es como debemos llevar la lucha seriamente y por mucho tiempo......seriamente y por mucho tiempo, pero no para siempre. Hemos establecido la NEP para vencerla en su propio terreno, y en una amplia medida con sus propios métodos ¿De qué forma? Utilizando efectivamente las leyes de la economía de mercado...y también interviniendo por medio de nuestra industria de Estado en el juego de estas leyes y extendiendo sistemáticamente el dominio de la planificación. Así terminaremos por extender la planificación a toda la economía, lo que tendrá por resultado la absorción y la abolición de todo el mercado “13
Trotsky luchó por establecer el plan que contrastara con la economía de mercado abierta, dada las condiciones precarias de Rusia, incluso en contra del Buró Político y el propio Lenin. En su trabajo “Lenin y Trotsky y la transición al Socialismo”, Jean Devaux expresa: “Finalmente para que un tal plan pueda ser elaborado hay que dotar al Gosplan de todos los poderes necesarios, encargarle la misión de fijar unos objetivos de producción una vez hecho el recuento de los recursos disponibles. Hay que someter la política financiera a la política industrial, tener una estricta contabilidad “El kopeck socialista”14
Fue y será la planificación el primer instrumento económico de la liberación del proletariado. Es cambiarse de lugar en la barra, en lugar que la Ley del Valor te subyugue. Esta ley, si es que de verdad debemos tomarla en cuenta en el tránsito al socialismo, debe ser subyugada.
Pero el Che lo dice mejor: “Podemos, pues, decir que la planificación centralizada es el modo de ser de la sociedad socialista, su categoría definitoria y el punto en que la conciencia del hombre alcanza, por fin, a sintetizar y dirigir la economía hacia su meta, la plena liberación del ser humano en el marco de la sociedad comunista”15
Este 17 de Noviembre el Che nos toma nuevamente por asalto. El Gran Debate se cerró “justo” cuando el Che partió a desarrollar otras tareas, ¡No! Fue la misma tarea. La válvula de escape que tiene profundizar y radicalizar la revolución socialista es...la revolución internacional. En los marcos nacionales es prácticamente imposible ajustarse para concebir el socialismo. Los parámetros de la revolución, la que de verdad sirve es aquella que se profundiza y se extiende, parecería contradictorio, mas pregúntenle a los árboles frondosos que hacen con sus raíces, si pretenden sobrevivir en el tiempo. Ellos las profundizan y las expanden.
Nunca antes fueron más evidentes y más propicios lograr hacer ambas cosas.
Volvamos al Manual de la Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS:
“Con el triunfo del socialismo, la URSS ha entrado en una nueva etapa de su desarrollo, en la etapa final de la construcción del socialismo y en la fase del tránsito gradual del socialismo al comunismo”.2
A esta afirmación responde el Che un año antes de su asesinato:
“Afirmación que va contra la teoría marxista ortodoxa, pero más importante contra la lógica actual. Primero en las condiciones actuales con el desarrollo del mercado mundial, el comunismo se haría sobre la base de la explotación y el olvido de los pueblos con quienes se comercia”16
Confirmación de la imposibilidad del socialismo en un solo país. En Matemáticas se llama condiciones de frontera. La frontera te impone una variación en tus propósitos. En el instante de comerciar debe usted comportarse como un capitalista y está aceptando de facto el robo de la plusvalía de trabajadores de otros países.
El preciso diseño teórico de la teoría de la Revolución Permanente tuvo su mejor comprobación en el Che Guevara. Profundizó raíces comunistas en Cuba y las extendió por el mundo.
No por gusto es Ernesto Guevara el árbol más frondoso de la Revolución.

II ¿Y ahora?

Es la tercera vez entonces que hay un punto nuevo de partida para ver donde cometimos los errores, y cual es el camino a seguir. Un slogan popular reza que a la tercera va la vencida. Es decir que esta vez deberemos precisar la brújula de aquel hipotético piloto del que hablaba el Che en la URSS
Dijo el Comandante Fidel en el discurso del 17 de noviembre:” El capital humano no es producto no renovable; es renovable, pero, además, multiplicable. Cada año el capital humano crece y crece, recibe lo que llamaban en mi tiempo interés compuesto: suma lo que vale y recibe intereses por lo que valía, y lo que ganó por lo que valía, a los cinco años es mucho más capital, y a los 100 no puede siquiera imaginarse”
Permítanme decirles que hoy prácticamente el capital humano es, o avanza aceleradamente para ser el más importante recurso del país, muy por encima de casi todos los demás juntos. No estoy exagerando”1
Estoy de acuerdo, tan sólo un apunte más. Que el capital humano, divisa fundamental de una revolución, se forja principalmente en las relaciones concretas de la producción socialista. El hombre nuevo del que hablaba el Che y del cual tenemos decenas de miles de compatriotas por todas partes se forjan en una nueva relación de trabajo. Los médicos, los maestros se reconocen en la relación directa del trabajo, con sus pacientes y con sus alumnos.”Producen” solidaridad.
“En un estudio de los Manuscritos económicos-filosóficos de Marx, Erich Fromm agrega que los trabajadores del sector de los servicios están, ahora, aún más “enajenados” que los obreros. En especial los que manipulan los símbolos y las personas en vez de las máquinas, porque venden al “patrón” su personalidad, su sonrisa, sus opiniones, su belleza física. Su trabajo depende de alguna destreza sino de su personalidad y, en consecuencia están más enajenados (separados) de su esencia humana, convertidos en objetos, no como los obreros, adosados a una máquina, sino simplemente en calidad de máquinas. Sin voluntad o identidad propias”17
Ya sé que esto se escribió para la sociedad capitalista. Pero nuestros trabajadores de servicio tienen contacto diario con el mercado. Y su “patrón” en virtud de la globalización puede hallarse en cualquier parte del planeta.
Un joven, sea trabajador social o no, que entra en el sector mercantil ( los que expenden combustibles, los que venden productos en divisas (CUC), etc.), en el instante de desplegar su trabajo desarrolla relaciones capitalistas y no socialistas. Y son estas las relaciones que lo van conformando como ser social
Durante el VI Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores El Ministro de Economía y Planificación José Luís Rodríguez anunció que este año cerraremos con un crecimiento del 9 % del Producto Nacional Bruto...pero en los servicios. Ahí se incluyen seguramente los servicios en divisas, las shopings, el turismo. Parece ser el destino de los países pobres y bellos. Como las mujeres...
Por supuesto que son divisas necesarias para el impetuoso desarrollo social y las tareas de nuestro inédito internacionalismo. Pero a decir verdad me gustaría ver aparejado un impetuoso desarrollo productivo, con fábricas llenas de obreros. No ver que se cierran fábricas, o si se cierran unas que se abran otras Que estos recursos recuperados vuelva a hacer rugir los motores fabriles.
El Che habló de esto criticando el desempeño de Yugoslavia:
“Y esto es (el piloto que corrige el rumbo donde lo perdió y no donde despegó) parte toda de una serie de aberraciones. Aberraciones que se producen en qué, ustedes van a ver: En Yugoslavia hay la Ley del Valor; en Yugoslavia se cierran fábricas por incosteables...en Yugoslavia hay delegados de Suiza y Holanda que buscan mano de obra ociosa.”10
Ernest Mandel, siendo un esmerado economista teórico, se pone decididamente del lado del guerrillero convertido en Ministro de Industria. Y para nada puede señalársele al brillante intelectual belga que lo hiciera por apegarse oportunistamente al prestigio de Guevara, pues no estaba necesitado de eso. Lo hace porque teóricamente coincide, en general, con esos criterios. En el marco del gran debate señala:
“En un país subdesarrollado, la agricultura es en general más rentable que la industria, la industria ligera más rentable que la industria pesada, la pequeña industria más rentable que la gran industria, y sobre todo la importación de bienes industriales del mercado mundial más rentable que su fabricación en el mismo país”18
Es por eso que en los países subdesarrollados debemos meditarla muy buen para realizar nuestro desarrollo. Nadie nos apura a crecer todos los años como el demente sistema capitalista. No tenemos la obligación de hacerlo a cualquier precio. La industria no sólo nos da autonomía económica, nos ofrece algo mucho más importante que los recursos financieros. La industria nos ayuda a fortalecer nuestra clase obrera, que es en definitiva la protagonista de la construcción del socialismo, y en cuyas manos están los resortes (en última instancia) del verdadero control.
No estoy diciendo que el proletariado no sea todo aquel asalariado, digo simplemente que el obrero que está vinculado a la producción directa ...se diferencia bastante en su quehacer laboral con los que están en la esfera del servicio.
En el Granma del 26 de Noviembre se publica un editorial con el lamentable slogan “Sin economía no hay socialismo”19 Es una verdad trivial, que puede ser malinterpretada, A esa frase le contesta el Che “El socialismo económico sin moral comunista...no me interesa”20
Fidel lo dijo en el discurso del 17 de noviembre: “Vean algo nuevo, se va a batir una abundante serie de vicios, robos, desvíos, uno por uno, a todos ellos, en un orden que nadie sabe. ¿Lo sospechan?, ¡es muy bueno!
Pero qué nivel de arraigo tienen determinados vicios. Comenzamos por Pinar del Río para ver qué pasaba con los serví centros que venden combustible en divisas. Pronto se descubrió que lo que se robaba era tanto como lo que se ingresaba. Robaban casi la mitad y en algunos otros lugares más de la mitad”. 1
Se corrompen precisamente por esa labor que realizan, en las condiciones concretas en que las realizan. El hombre es corruptible, como los que menciona el Comandante, pero es también capaz de hacer los que hacen nuestros brigadistas del Henry Reeve. Sólo es corruptible el hombre que todos los días está relacionado con formas capitalistas de trabajo.
Les quiero narrar el modelo del Convento, que expuse en mis palabras “Un libro salvado del mar” prólogo para la edición 30 del libro de Carlos Tablada:
Vamos a imaginarnos que un Convento de Monjas haya caído en desgracia económica. Y entonces la Superiora convoca a las novicias más hermosas a que se prostituyan para obtener dinero ¡Eso sí! El dinero proveniente de tal actuación, lo que sin dudas y por esencia las futuras esposas de Cristo llamarían como el Diablo, actuación por lo cual precisamente ingresaron en el Convento, sería utilizado de manera honrada en la restauración de la capilla, en comprar mejores vestuarios a los santos, en propina para los pobres, etc. Las novicias entonces estarán usando lo que odian por sus propios principios para salvar lo que aman ¿Terminarán éstas como vulgares rameras o como monjas salvadoras del Convento?
Si usamos las leyes del mercado para construir una sociedad cuyo objetivo es negarlas, ¿cuál será la sociedad que estamos construyendo? El socialismo tiene que ser renovador, no sólo en la forma de distribuir las riquezas, debe ser más que nada, un sistema diferente para poder obtenerlas. Una nueva forma de relacionarnos durante el proceso productivo”.21
El Che nos vuelve a revolver las entrañas en este cálido invierno. Hay que profundizar la revolución socialista si pretendemos salvarla, ella no es irreversible de per. se. Depende de todos nosotros. Depende de los revolucionarios, más bien.
Sería interesante entablar de nuevo aquel gran debate del 63-64. Pero como aquella época: entre aquellos que tengan conocimientos de economía política en el socialismo y asuman responsabilidades de dirección, pero más que nada que sea de conocimiento público.
De alguna manera la aguda, fraterna y sobre todo pública discusión se desarrollaba in situ, es decir, con los libros de un lado; el azadón y el fusil del otro.
Carlos Rafael Rodríguez, Alberto Mora y el Che entre otros eran ministros, y en la práctica llevaban la responsabilidad del desarrollo económico del país. En esa polémica participaron extranjeros de renombre como Charles Bettelheim y Ernest Mandel. Eran visiones diferentes sobre el mismo problema. Todos estaban del mismo lado empuñando sin dudas el mismo fusil. El Gran Debate del 63-64 sería muy provechoso en nuestros días. Hoy contamos con muchos más especialistas, no tenemos a Moscú de por medio y contamos con un clarísimo escenario de izquierda en el continente. Baste recordar Mar del Plata, ¡cuán diferente a Punta del Este cuando el Che se vio solo y votó en contra de Kennedy y su Alianza para el Progreso!
Se abren las puertas de la revolución bolivariana que madura por días y está buscando sin dudas el camino al socialismo ¡Todo el poder a los soviet! Debería ser nuestra consigna
Las Empresas de Producción Social en Venezuela son un paso importante en el camino de crear los consejos obreros. Todo está por discutir, Chávez lo hace en sus Aló Presidente... públicamente todos los domingos, pero quizás sea el único que lo hace. Ya se habla de las relaciones de estas Empresas con el Estado, de las fábricas tomadas por los obreros en ese país hermano. Todo esto abre nuevos horizontes y retos. El Gran Debate tendría ahora un carácter internacional no sólo teóricamente, sino en la práctica.
La revolución del mundo está a nuestras puertas. Los revolucionarios cubanos debemos entregarnos a ella con todo el fervor y el derecho que nos da haber mantenido las banderas rojas del proletariado cuando estas fueron lanzadas al mar. Profundizar la revolución dentro de Cuba y extenderla o es nuestra salvación, y quizás la del mundo.
...Así será de verdad invencible y tal como dijera Fidel más o menos una vez: primero triunfará una revolución socialista en los Estados Unidos que una contrarrevolución en Cuba.
Termino con una frase de Carlos Marx que parece estar chorreando tinta, de lo fresquita, y que nos viene a los bolivarianos y a los comunistas cubanos bien ajustada al corazón y a los empeños.
“O se lanza la locomotora a toda velocidad por la pendiente histórica hasta la cima, o la fuerza gravitacional la arrastrará nuevamente hacia abajo y se precipitará en el abismo con todos aquellos que con sus vacilantes fuerzas intentaban retenerla a medio camino”22

¡Proletarios de todos los países uníos!

¡Hasta la victoria siempre!

Referencias

Fidel Castro, Discurso pronunciado el 17 de Noviembre en conmemoración al 60 Aniversario de su entrada en la Universidad de la Habana.(2005)
Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS Citado por Orlando Borrego en, Cuadernos de, Praga 1966. Editadas por Orlando Borrego. Cuaderno de la Fundación Che Guevara Nr 5 (2003) p 265
Ernesto Guevara,”Reuniones trimestrales” 5 de diciembre 1964 El Che en la revolución cubana ,La Habana Ministerio del Azúcar, 1966 TomoVI p 570
José Martí “Nuestra América” Tomo 6 Ed Ciencias Sociales La Habana 1973 p18
José Martí “Escenas norteamericanas” tomo 10 Ed Ciencias Sociales La Habana 1973 p197
León Trotsky The New Course, p 41 (Citado en Lenin y Trotsky, que defendieron realmente, Ted Grant y Alan Woods Ed. Federico Engels p129)
Ted Grant y Alan Woods “Lenin y Trotsky que defendieron realmente” Ed. Federico Engels p. 129
Ernest Mandel “El debate económico en Cuba durante el período 1963-1964”, Partisans Nr.37. París 1967
Carlos Tablada ”El Pensamiento Económico del Che Guevara” Ed. 29 Publicado por primera vez 1987) p 139
Ernesto Che Guevara “Yugoslavia un pueblo que lucha por sus ideales”. El Che en la revolución cubana. TomoI p 33
Fidel Castro “ Discurso pronunciado el 8 de Octubre de 1987 en la ceremonia Conmemorativa del Vigésimo Aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara”
Ernesto Guevara “Carta a J. Mestre Febrero 1964” (Citado por Roberto Massari “Che Guevara Pensamiento y política de la Utopía”E. Texalparta 2004 Primera edición 1987 p147
Isacs Deutsher “Profeta Desarmado” Ed. Era 1968 p.145
Jean Devaux “Lenin Y Trotsky y la transición al Socialismo. Críticas de la Economía Política Nr 29 Ed. Caballito México 1984
Ernesto Guevara ”Planificación y conciencia en la transición al socialismo”: Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento El Socialismo y el Hombre en Cuba
Ernesto Guevara, Cuadernos de Praga Notas sobre el Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, Praga 1966. Editadas por Orlando Borrego. Cuaderno de la Fundación Che Guevara Nr 5 (2003) p.266
Héctor Mora Zebadúa “Vigencia del Marxismo. Trabajo enajenado. Emancipación de todos”.Diálogos con el marxismo. 1ra Edición. Cultura Trabajo y Democracia México 2005 p47
Ernest Mandel Citado por Roberto Massari “Che Guevara Pensamiento y política de la Utopía”E. Texalparta 2004 Primera edición 1987 p.192
Editorial del Periódico Granma 26 de Noviembre 2005-12-07
Ernesto Che Guevara Entrevista a Jean Daniel, Argel, Julio 1963
Celia Hart Prólogo a la 30 Edición de “El pensamiento Económico del Che Guevara” de Carlos Tablada.
Karl Marx “las revoluciones son las locomotoras de la historia” Lucha de Clases en Francia 1848-1850, en KMarx,F. Engels, Obras (Editorial Verlag. Berlin 1960, Tomo 7 p 85.

Celia Hart
Rebelión
13-12-2005

Celia Hart en Marxist Internat Archive



http://marxists.org/archive/celia-hart/index.htm

jueves, 2 de diciembre de 2010

Gerardo Hernández, el nuevo Nelson Mandela



Si me preguntaran por qué presidente votaría cuando se produzca el relevo de la generación que creó la Revolución y la sostuvo heroicamente durante más de 50 años mi elección sería el Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, preso en EEUU y calificado por el actor Danny Glover como “el nuevo Nelson Mandela”. Gerardo hace más de 10 años cumple injusta prisión con Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González por monitorear acciones de grupos terroristas que desde Estados Unidos pretenden provocar una guerra entre Cuba y el gigante del norte. Este hombre que se licenció en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García cumple dos cadenas perpetuas y 15 años de prisión. Nacido en Ciudad de La Habana el 4 de junio de 1965, desde su infancia se caracterizó por ser muy activo, estudioso, aplicado y admirado por su educación formal, resaltándose su esmero en el trato, ayuda y respeto hacia los ancianos. En 1988 contrajo matrimonio con su actual esposa, Adriana Pérez O’Connor y en 1989 partió a la República Popular de Angola, para cumplir misión internacionalista en una brigada de tanques, donde se destacó por su valentía y decisión en 54 misiones combativas. En 1990, al concluir su misión, fue condecorado con las medallas Combatiente Internacionalista y por la Amistad Cuba-República Popular de Angola. En 1993 se le otorgó la militancia en el Partido Comunista de Cuba. A mediados de los años noventa, marchó a Estados Unidos con el seudónimo de Manuel Viramontes para prevenir a Cuba de acciones de corte terrorista, planificadas y ejecutadas por organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Miami. En ese país laboró como artista gráfico. Vivió en condiciones de austeridad, con los medios imprescindibles y sin lujos de ningún tipo. Era respetado por sus vecinos en Miami, amistades y conocidos, por su excelente comportamiento social, quienes así lo expresaron públicamente a raíz de su detención. Gerardo perdió a una hermana, la teniente coronel Maria del Carmen Hernández Nordelo en un accidente aéreo junto a otros directivos del Instituto Técnico Militar "José Martí" en 1998 y posteriormente, ya en prisión, también a su madre. Ante el primer hecho, que marcó profundamente a Gerardo, y aun cuando se crearon condiciones para su viaje desde Estados Unidos a Cuba al sepelio, decidió permanecer cumpliendo sus importantes misiones como homenaje póstumo a su hermana. En todo este tiempo de cautiverio ese joven, junto a sus compañeros, ha recibido todo el odio posible de la CIA, el FBI y la contrarrevolución de Miami que no le perdonan pertenecer al pueblo que el año que viene celebrará los 50 años de haber derrotado a la Agencia Central de Inteligencia en Bahía de Cochinos. La resistencia de Gerardo, su carácter y entereza ante la enfermedad y el dolor familiar ha impresionado sensiblemente a todos y a grandes representantes del pueblo norteamericano, el de Lincoln y Roosevelt, como el astro de Hollywood Danny Glover y el periodista y cineasta Saúl Landau. “Las cárceles, decía Lenin, son como las universidades para los revolucionarios”. Según sus visitantes, Gerardo ha crecido hasta dimensiones titánicas en su encierro y estamos seguros que a su pronta vuelta, si se cumplen algunos estimados recientes, volcará toda su sabiduría y temple en bien de su patria.

Antonio de la Maza

domingo, 21 de noviembre de 2010

Apuntes Revolucionarios de Celia Hart



Prólogo de Alan Woods

La publicación de esta recopilación de los escritos de mi amiga y camarada Celia Hart es un acontecimiento de gran importancia para todos aquellos, vengan de donde vengan, que se han mantenido fieles en el momento actual a las ideas del socialismo y que luchan por la revolución.
La autora no es cualquier persona. Su destino personal está íntimamente vinculado con el de la Revolución Cubana, siendo ella hija de dos de los más destacados líderes de la Revolución. Su madre, Haydée Santamaría, participó en el asalto al cuartel de Moncada y fue dirigente del Movimiento 26 de Julio, junto con Fidel Castro y Che Guevara. Su padre, Armando Hart, fue también uno de los fundadores del M26-J y se convirtió en el máximo dirigente de la lucha en las ciudades después de la muerte de Frank País. Después del triunfo de la revolución fue ministro de Cultura de la Revolución Cubana durante más de dos décadas.
Pero la aportación de Celia Hart no es producto de un accidente de nacimiento. ¡Cuántos hijos de líderes revolucionarios se han acomodado y se han convertido en conservadores, buscando una vida fácil y olvidándose del compromiso revolucionario, los sacrificios y principios de sus progenitores! Pero Celia Hart no es así. Apasionada, como solo puede ser una hija del Caribe, ella se ha dedicada plenamente a la causa del socialismo y la revolución.
Lo primero que nos llama la atención cuando leemos estos artículos tan llenos de fuego y fervor revolucionario es el espíritu desafiante, el entusiasmo que no conoce límites. Esto es algo que indudablemente molesta a aquellos (y no son pocos) que se autodenominan socialistas, marxistas o comunistas, pero que hace tiempo han perdido la chispa, la energía y el fervor que son los rasgos esenciales de cualquier revolucionario que merezca ese nombre.
Después de la caída de la Unión Soviética entramos en un período en que las ideas del socialismo y del marxismo estuvieron sometidas a un ataque feroz de todos los frentes. Asistimos a una contraofensiva ideológica sin precedentes, promovida por la burguesía y el imperialismo a escala mundial. En esta campaña furibunda jugaron un papel particularmente vergonzoso toda una serie de ex —ex comunistas, ex socialistas, ex guerrilleros, ex marxistas de todo tipo— que hacían cola para escupir sobre las ideas que antes (por lo menos formalmente) defendían.
El espectáculo más bochornoso de todos lo jugaron aquellos mal llamados comunistas, dirigentes del antiguo PCUS, que ayer se llenaban la boca de frases “marxistas”, alabando el supuesto “socialismo real”, pero que en el momento de la verdad pasaron con armas y bagajes al campo del capitalismo, convirtiéndose en los dueños de las fuerzas de producción y liquidando la economía planificada de un plumazo. Y cumplieron todo eso con la misma ligereza de un hombre que pasa del vagón de fumadores al de no fumadores en un tren.
Sean cuales sean tus antecedentes políticos, tus antiguas credencias, una cosa está clara: semejantes cosas exigen una profunda meditación de parte de todos los socialistas y comunistas del mundo. En la famosa frase del gran filosofo Spinoza, nuestra tarea es “ni reír ni llorar, sino comprender”.
Trotsky dijo alguna vez: “cuando no hay más remedio, tenemos que pensar”. Ya es hora de que el movimiento comunista empiece a pensar muy seriamente acerca de las auténticas causas de la degeneración burocrática y el colapso de la URSS. Y hay que decir que hasta la fecha los estalinistas, los antiguos “amigos de la Unión Soviética”, no han sido capaces de darnos ninguna explicación de estas cosas.
A todas las preguntas responden con un silencio embarazoso, declaraciones vacías de contenido o llantos sentimentales. De semejantes cosas uno no aprende absolutamente nada. No es verdad que el colapso de la URSS fuese algo totalmente inesperado que nadie había previsto. De hecho estuvo previsto y explicado de antemano —para ser exacto hace casi setenta años— en un libro genial escrito por el hombre que, junto con Lenin, fue el líder mas destacado de la Revolución de Octubre. Me refiero a La revolución traicionada de León Trotsky. Es absolutamente imposible comprender lo que pasó en la URSS sin haber leído este libro, que explica el proceso de la degeneración burocrática de la URSS después de la muerte de Lenin desde una óptica puramente marxista.
Lamentablemente, durante mucho tiempo, este libro y otros escritos de Trotsky no estuvieron disponibles en Cuba y no han sido conocidos hasta hace muy poco. Es fundamental que estas ideas —que representan una línea marxista leninista clásica— empiecen a ser un punto de referencia para llevar a cabo el rearme ideológico de los comunistas en un momento decisivo de la historia. Y un papel muy importante en esta tarea histórica lo ha jugado, y sigue jugando, la camarada Celia Hart.
Los artículos de Celia han hecho un gran servicio al movimiento comunista en Cuba y a escala mundial. Por fin rompieron el hielo, desafiando a todos los viejos prejuicios que, durante tantas décadas, habían actuado como una barrera que impedía a los comunistas tener acceso a este gran capital acumulado de teoría marxista. Merece la honda gratitud de todo comunista honesto y de cualquier persona que todavía es capaz de pensar.
Lamentablemente hay alguna gente que no es capaz de pensar, que no ve la necesidad de pensar, y a quien le molesta sobradamente que haya personas en el mundo que piensan. Los mismos estalinistas (aún quedan unos pocos) que alababan la URSS como el “paraíso socialista” ahora no tienen nada que decir acerca del colapso de la URSS. Pero se lanzan como tigres contra las personas que ofrecen un análisis marxista y una explicación coherente de los hechos. Esto no tiene por que sorprendernos. Un hombre confuso siempre odia a un hombre (o a una mujer) con ideas claras.
Celia Hart se convirtió inmediatamente en el blanco de ataques furibundos, calumnias, descalificaciones personales, distorsiones de todo tipo. Lo que realmente hirió a estos señores fue el hecho de que la autora de estos artículos defendiendo a Trotsky fuese una cubana, totalmente comprometida con la Revolución Cubana e hija de dos héroes de la misma. No podían pintarla como una extraña, alguien que no conoce la realidad cubana, un agente del imperialismo y todo la demás basura que les sirve habitualmente como argumentos e ideas.
La lealtad de Celia hacia la Revolución Cubana no se puede poner en duda. La defensa de la Revolución Cubana contra sus enemigos —el imperialismo y también los elementos proburgueses en la Isla que pretenden repetir la triste experiencia de la URSS en cuanto puedan— es naturalmente su punto de partida —como es mi punto de partida y el de todos los trotskistas que merezcan el nombre—.
Pero en el caso de Celia esta lealtad va mas allá de meros principios abstractos. Celia Hart vive la revolución, la respira, está en su alma y en su sangre. De ahí ese gran fervor que se nota en cada línea de sus escritos.
Cuando ella escribe de Che Guevara, no lo hace con el espíritu santurrón e hipócrita de los fariseos que siempre mitifican a un gran revolucionario después de su muerte, convirtiéndolo en un icono inocuo, cuando en vida se oponían a él y a sus ideas. La camarada ve en Che algo totalmente vivo y actual, y su actitud hacia Trotsky es la misma.
Che Guevara era un revolucionario de la cabeza a los pies, que comprendió que el destino de la Revolución Cubana dependía de la extensión de la revolución a América Latina. La idea fue correcta, y se acerca a la idea de León Trotsky de la revolución permanente, que explica que la revolución socialista puede triunfar en un solo país, pero sólo puede consolidarse y avanzar al socialismo en la medida en que la revolución triunfe en otros países, y finalmente a escala mundial. Lamentablemente, el intento de Che Guevara de llevar la llama de la revolución a América Latina fracasó en las selvas de Bolivia. Este no es el lugar para analizar las razones de esta derrota. Pero hay que decir que la idea de Che era esencialmente correcta, a diferencia de la postura vergonzosa de los líderes estalinistas del Partido Comunista de Bolivia y los demás países del continente, que criticaban a Che Guevara como un “ultraizquierdista” e incluso un trotskista.
Hoy por hoy, nadie puede dudar que las condiciones para la victoria de la revolución socialista en América Latina están madurando a pasos agigantados. Las masas están despertándose en un país tras otro: Bolivia, México, Perú, Uruguay, Ecuador... Sobre todo la Revolución Venezolana representa un hito en todo el proceso. No cabe la menor duda de que el destino de la Revolución Cubana y el de la Revolución Venezolana están ahora orgánicamente unidos. Una derrota de la Revolución Venezolana pondría en grave peligro a la Revolución Cubana... y viceversa.
Celia Hart apoya apasionadamente la Revolución Venezolana. Su punto de vista es el mismo que el de Che Guevara: para salvar la Revolución Cubana es necesario el triunfo de la revolución socialista en otros países de América Latina. Venezuela está ahora mismo en la primera línea de fuego de la revolución latinoamericana. La conexión de todo esto con las ideas de Trotsky es más que evidente. Lo ha comentado en más de una ocasión el presidente Chávez, que ha dicho públicamente: “Trotsky tenía razón contra Stalin cuando dijo que la revolución no puede sobrevivir en un solo país”.
Hoy todo el mundo está hablando de socialismo en América Latina. El debate sobre el socialismo lanzado por Hugo Chávez ha despertado el entusiasmo y la ilusión entre millones de hombres y mujeres azotados por la miseria, el hambre y la opresión. La vieja teoría estalinista de la “revolución por etapas”, que relega la perspectiva del socialismo a un futuro lejano, está hecha añicos por la realidad de la revolución misma. La Revolución Bolivariana triunfará como una revolución socialista o no triunfará nunca.
Todo esto demuestra que el debate en torno a la figura e ideas de León Trotsky en Cuba y en América Latina —un debate en el que Celia Hart ha jugado un papel protagónico— no es un mero debate histórico sin aplicación alguna a la situación actual, sino todo lo contrario. Es absolutamente fundamental que la nueva generación en Cuba, Venezuela y el resto de América Latina y el mundo, se apoderen de las ideas del marxismo —de Marx, Engels, Lenin y Trotsky—. He aquí la única garantía para el futuro éxito de la revolución y del socialismo.
Durante décadas los revolucionarios cubanos han estado separados de los trotskistas. Pero la marcha de la historia ha derrumbado muchos muros —no sólo físicos sino psicológicos—. Ahora es el momento de llevar a cabo una reagrupación de las fuerzas revolucionarias a escala mundial. Gente proveniente de diferentes tradiciones: revolucionarios cubanos y bolivarianos venezolanos, republicanos irlandeses y trotskistas, estamos entrando en contacto por primera vez, estrechando la mano, luchando hombro a hombro contra el enemigo común, hablando, escuchando y aprendiendo los unos de los otros. Sólo de esta manera el movimiento revolucionario puede avanzar y madurar.
Es verdad que, a veces, precisamente por venir de diferentes tradiciones, puede haber malos entendidos, choques, discrepancias. Esto es totalmente natural e inevitable. El autor de estas líneas se considera un buen amigo y camarada de Celia Hart. Pero a veces hemos tenido, y probablemente seguiremos teniendo, nuestras diferencias. ¡El mundo sería un lugar muy gris y triste si todos estuviésemos siempre de acuerdo! Antes que nada coincidimos en las ideas fundamentales, y estamos peleando juntos por ellas.
La pasión de Celia por la causa de la revolución —fiel reflejo de su carácter apasionado— se siente en cada línea de sus artículos. Los pedantes critican esta u otra idea que a lo mejor se podía haber expresado de otra manera, con más nitidez, o lo que sea. Pero la verdad es que, con su pasión y su garra, ella ha podido llegar a la gente, y en particular a los jóvenes, de una manera que los burócratas y pedantes nunca podrían lograr. Como nos explica la Biblia: “La letra mata pero el espíritu da vida eterna”.
La colaboración de Celia Hart con la Tendencia Marxista Internacional —la corriente internacional que tengo el honor de representar— se remonta a alrededor de dos años. Ha sido un proceso de aprendizaje mutuo y algo tremendamente positivo para ambas partes. No tengo duda alguna de que esta colaboración es la base para un gran salto hacia delante. Ha llegado la hora para un auténtico renacimiento del movimiento marxista revolucionario en el mundo entero.

Londres, 14 de diciembre de 2005

sábado, 20 de noviembre de 2010

José Martí en el periodismo



En el periodismo de José Martí saltan a la vista ideas de profundo significado y estilo revolucionario; nada insignificante surgió jamás de su pluma.
Todo en él estaba destinado a impulsar la liberación de Cuba, al tiempo de responder a la necesidad de mantenerse, de ganar el pan.
Como escribió la intelectual cubana Fina García Marruz, Martí "más que expresar lo americano se propuso actualizarlo, aunque para ello tenga que sacrificar la inmovilidad de la forma y el cuidado de la vida".
Esta es una de las razones que justifica cómo dentro de las circunstancias reinantes en la época, la obra en prosa de Martí, hecha para publicarse impresa sea, casi en su totalidad, periodismo. Su actitud hacia él tuvo aspectos contradictorios en apariencia.
Una gran parte de su labor como articulista y traductor la juzgaba "solo trabajo de pan para ganar, para el que la honradez da fuerza".
Sus primeros pasos como periodista los llevó adelante cuando, en unión de su maestro Rafael María Mendive, inició la publicación en La Habana del periódico La Patria Libre.
Ese "Semanario democrático-cosmopolita", como reza su subtítulo, apareció en un único número el 23 de enero de 1869, cuando Martí tenía solo 16 años de edad.
En él insertó el poema Abdala, donde presentó simbólicamente la lucha ya emprendida un año antes por la libertad de Cuba y auguró la victoria final; sin duda, hubiera sido capaz de redactar el periódico íntegro.
Sobrevino entonces el período tempestuoso de Martí estudiante; es reducido a prisión y desterrado posteriormente.
Pero ya llevaba en preparación su primera obra de importancia, "El presidio político en Cuba", que publicó completa en Madrid, en 1871, aunque el fragmento inicial apareció en el periódico La Soberanía Nacional, de Cádiz.
El 27 de noviembre de 1872, primer aniversario del fusilamiento en La Habana de los ocho estudiantes de Medicina, surgen hojas sueltas firmadas por dos jóvenes supervivientes, Fermín Valdés Domínguez y Pedro de la Torre. El texto de la misiva fue escrito por Martí, quien creó en el público español un ambiente favorable a la idea de la libertad de Cuba.
Pero fue en México, a partir de 1875, donde se reveló como periodista: hasta entonces había escrito artículos sobre aquellos asuntos al servicio de su patria, pero ahora su labor llegará a constituir una obra inmensa llena de trabajos y notas imposibles de recoger en su totalidad. Nada de desdeñable hay en ellas.
Martí levantó todos los temas hasta su propia altura; en las notas informativas hay pensamientos originales, emociones, estilo, color, ritmo, perfume, y conmueve a cuantos leen sus principios políticos y sociales.
Encontró en la Revista Universal campo expedito para desarrollar su capacidad como periodista lleno de ideas y pronto pasó a redactar editoriales, amén de revelarse como dueño de la técnica de imprenta.
En ella logró penetrar cada vez más en las realidades de lo que él denominó "Nuestra América".
Su labor diaria fue incansable; llena cuartillas de última hora, si es preciso escribe un editorial, una reseña teatral o un juicio crítico, todo lo hace con seguridad y rapidez asombrosas.
En Martí vemos surgir al periodista de visión total, bolivariano, humano, de ideas, conciencia, política social y amor para el indígena, del cual dijo: "Hay que echar a andar al indio para que América pueda marchar adelante".
A principios de 1877 un nuevo campo se abrió a su vida y acción desde Guatemala. Es el de profesor primero de la Escuela Normal y de la Universidad después; en ambos lugares dejó oír palabras luminosas que despertaron entusiasmo entre los estudiantes por el patriotismo enunciado.
Todo lo ocurrido renació el proyecto de fundar una Revista Guatemalteca, lo cual materializó en abril de 1878, pero la publicación no estaba destinada a ver la luz.
Martí volvió a Cuba por un breve lapso tras concluir la Guerra de los Diez Años, pero terminó por ser deportado en septiembre de 1879.
Un año después logró llegar a Nueva York, Estados Unidos, con un profundo conocimiento del inglés que nunca había puesto suficiente en práctica.
Pero la revista norteamericana The Hour, de reciente creación, lo invitó a colaborar como crítico de arte en inglés, lo cual no lo arredra.
Se denomina "crónica" al comentario en torno a algún suceso de actualidad y esta forma era totalmente desconocida antes del último tercio del siglo XIX; él aceptó audaz el encargo y recibió la tarjeta de periodista de la publicación para presentarla en museos y galerías.
De hecho, las crónicas agradan a los lectores y ocupa el primer lugar entre las atracciones de la publicación.
Motivos personales incitaron a Martí a viajar a Venezuela el primero en febrero de 1881 y, cuando llegó, ya era conocido en Caracas por su fama de periodista, escritor, poeta, orador y patriota, pero sintió de nuevo la necesidad de crear una publicación como intentó en Ciudad de Guatemala.
Revista Venezolana apareció en julio del propio año, pero en ese país no podía hablarse de libertad sin el beneplácito del gobernador Guzmán Blanco, quien lo llamó a su presencia: la entrevista fue tan tensa que salió de ella decidido a partir.
Su carta de despedida a los venezolanos, dirigida a Fausto Teodoro de Aldrey y publicada en La Opinión Nacional, fue una declaración de principios: "De América soy hijo y a ella me debo".
Aldrey concertó con Martí colaboraciones que debía enviarle desde Nueva York. Así lo hizo con rapidez y asiduidad casi increíble, pero comenzaron las instrucciones limitadoras y decidió volver a escribir para La Opinión Nacional.
De Buenos Aires y Ciudad de México recibió nuevas solicitudes. El 15 de julio envió la primera correspondencia a La Nación y en ella deslizó en su concepto de lo que debe ser el periodismo:
"Lo primero no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la lujosa imaginación". Martí concibió la misión de la prensa como una obra educadora y, por lo tanto, creadora.
Bartolomé Mitre, miembro de la redacción de La Nación, escribió a Martí una carta donde le solicitó se convirtiera en corresponsal del periódico en Estados Unidos, debido a la reproducción de la primera carta en Argentina y otros países, mereciendo favorables conceptos de su lectura.
Aceptó el ofrecimiento a partir de 1882 y hasta que las exigencias de la lucha por la independencia de Cuba absorbieron todo su tiempo.
En el propio año comenzó a publicar en Nueva York una revista en español titulada "La América" totalmente redactada por él, que insistía en los puntos esenciales donde habría de apoyarse la educación de los hombres de nuestra América.
Por otra parte, cada vez más enfrascado en la causa cubana sostuvo una polémica con los diarios The Manufacture, de Filadelfia, y The Evening Post, de Nueva York, que publicaron artículos injuriosos contra los cubanos.
Martí difundió luego en un folleto esos artículos ignominiosos traducidos y seguidos del suyo titulado "Vindicación de Cuba"; había llegado a ser un periodista continental, no ha existido en el periodismo latinoamericano ningún otro que haya alcanzado tan general reconocimiento.
La idea de una nueva revista escrita por su mano volvió a urgir al desaparecer "América". Una de las más soñadas fue "La Edad de Oro", dedicada a los niños, y en ella se convirtió en padre y amigo por ser una obra con una belleza y frescura inigualables, que nadie ha logrado en ningún idioma.
Pero en 1891 comprendió que había llegado el momento de hacer el esfuerzo supremo por lograr la libertad e independencia de Cuba, y renunció a todas las representaciones consulares y las colaboraciones periodísticas.
Entró completamente en la fundación del Partido Revolucionario Cubano, mientras el 14 de marzo de 1892 publicó el primer periódico Patria; un mes después proclamó el PRC y fue designado Delegado.
El 17 de abril publicó en Patria El Papel de la Revolución Cubana y El futuro de Cuba en América, que habló muy alto de su extraordinaria visión: "Un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta en Cuba, se levanta para todos los tiempos."

Mario Mainadé, presidente de la Comisión de Calidad de Prensa Latina, Cuba.

Las venas abiertas de America Latina


domingo, 14 de noviembre de 2010

33 Aniversario del Centro de estudios martianos



Un mandato de la historia y la realidad cubanas

Nos reunimos una vez más para recordar los momentos fundacionales del Centro de Estudios Martianos, que cumple hoy 33 años. Es ya un largo camino recorrido desde que la dirección de la Revolución tomó la decisión de constituir esta institución y encomendarle una tarea que ya era reclamada como un mandato por la historia y por la realidad cubana.
Era imprescindible concentrar todo el talento y los recursos que fueran posibles en la creación de un espacio dedicado exclusivamente — tal como era merecedor — , a la investigación, el estudio y la divulgación de la vida y obra del Apóstol José Martí, de su pensamiento multifacético, su ideario antimperialista y toda su acción política.
Nada más urgente y necesario para la Revolución Cubana, si tenemos en cuenta que Martí fue el autor intelectual del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, o sea, fue el autor intelectual del 26 de Julio y su pensamiento guió todo el curso de la acción revolucionaria que nos condujo al triunfo del 1º de Enero y posteriormente en los años de construcción de la nueva sociedad.
Correspondió al Ministerio de Cultura dar entonces los primeros pasos para la constitución del Centro de Estudios Martianos. Como primer director estuvo a punto de ser designado uno de nuestros más ilustres, prestigiosos y reconocidos estudiosos y divulgadores de la obra de Martí, el doctor Juan Marinello, de reconocida trayectoria política y revolucionaria. Su lamentable fallecimiento por aquellos días así lo impidió y se convirtió Roberto Fernández Retamar, figura igualmente respetada y reconocida como martiano profundo, en el director del Centro durante la etapa inicial de organización y cumplimiento de sus tareas iniciales, poniendo los cimientos de lo que ahora tenemos.
No podemos olvidar en momentos como este al querido Cintio Vitier, presidente de honor, cuya presencia y colaboración permanentes, hasta sus últimos días, llenaron de prestigio, sabiduría, autoridad moral e intelectual la obra llevada a cabo por este centro en más de tres décadas. En cada aniversario se hace insoslayable rendir homenaje a Cintio, y también a Fina, que han sido pilares sostenedores de esta labor que Cuba y América necesitan.
En esta ocasión, es oportuno y justo señalar que el Centro de Estudios Martianos, — bajo la dirección de la compañera Ana Sánchez Collazo — , llega a este aniversario con pleno vigor, desafiando con éxito las limitaciones materiales y con logros evidentes que podemos señalar, como los siguientes:
Se ha completado la publicación de los primeros 18 tomos de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí (que es el principal proyecto de investigación y editorial del Centro.
Haber logrado la reedición de los tomos I y II de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí en la tirada masiva del Instituto Cubano del Libro.
Actualización y publicación de los últimos 5 números del Anuario del Centro de Estudios Martianos (que es su revista científica acreditada por el CITMA).
El Portal José Martí se ha mantenido por más de dos años en el primer lugar del buscador Google, logrando desplazar las páginas webs de los llamados “cubanólogos” de Miami.
Se han materializado con calidad los proyectos de investigación aprobados en las sesiones del Consejo Científico de la Institución.
El índice de publicación de artículos y libros alcanzado por los investigadores del CEM ha sido elevado y sigue de manera creciente la publicación anual de un promedio de 25 libros y folletos por la editorial del CEM durante los últimos años.
La confección y publicación de seis multimedias sobre la temática martiana:
Las Obras Completas de José Martí (en su nueva edición)
La Cronología
El periódico Patria
Martí para todos
Anuario del Centro de Estudios Martianos
Aforismos
Ha continuado la celebración anual de Coloquios Internacionales de gran calidad, entre los que se destaca el VII Encuentro Internacional de Cátedras Martianas realizado en el 2009.
El trabajo comunitario realizado con las escuelas primarias, secundarias y los adultos de la tercera edad.
El fortalecimiento de trabajo de las Cátedras Martianas en Cuba y en la arena internacional.
El reinicio de cursos con estudiantes de otros países sobre la vida y la obra de José Martí y la cultura cubana.
El fortalecimiento de la disciplina, solidaridad y sentido de pertenencia del colectivo laboral del Centro, tal como corresponde a una institución de Académica y Revolución.
El año 2009 fue, además, pródigo en reconocimientos y distinciones para nuestros investigadores y para el Centro.
Fuimos acreedores de 5 premios nacionales y 1 internacional:
Premio Martiano de la Crítica de ensayo del Centro de Estudios Martianos: Rodolfo Sarracino.
Premio Nacional de Ciencias Sociales 2009: Pedro Pablo Rodríguez.
Premio Félix Varela de la Sociedad Económica Amigos del País: Salvador Arias.
Premio Nacional de Historia 2009: Ibrahim Hidalgo.
Premio de Ensayo Alejo Carpentier: David Leyva.
Premio del Concurso Internacional de Ensayo de la Revista Temas: David Leyva.
Premios Colectivos :
Distinción: Pluma de Rubén Martínez Villena, otorgada al Centro de Estudios Martianos, por la Universidad Pedagógica de La Habana.
Centro de Investigación Destacado del CITMA 2009.
No podemos, sin embargo, conformarnos con lo alcanzado. Debemos velar por el control de todo lo que se viene programando y su aplicación adecuada procurando promover relaciones fraternales con todas las instituciones y personalidades que puedan contribuir a estos empeños en el país y fuera de él. Asimismo, debemos investigar y estudiar cómo relacionar cada vez mejor la práctica del hacer con la necesidad de hallar la relación entre las posiciones radicales y armoniosas; así encontraremos los caminos teóricos y prácticos que necesita el mundo en el siglo XXI.
Reciban todos los trabajadores del Centro de Estudios Martianos y su dirección nuestro reconocimiento y felicitación en este nuevo aniversario y exhortación a seguir avanzando por el camino de Martí, que es el camino de la Revolución, que es el camino de Cuba y de América en estos momentos difíciles y complejos para el mundo y para el futuro de la humanidad.
Muchas gracias a todos.

Patria o muerte, Venceremos.

Armando Hart Dávalos

Acto conmemorativo del aniversario 33 del Centro de Estudios Martianos celebrado el 19 de julio de 2010.