domingo, 31 de mayo de 2020

Cuba: ¿más cooperantes que todo el G8?




Hace unos años, The Economist publicaba un mapa de la cooperación internacional, donde Japón y EEUU eran los estados con presencia en más países.

Pueblada nacional en Estados Unidos




Las revueltas contra los asesinatos policiales son el emergente de una enorme crisis política y social.

Desde el jueves a la noche las protestas desencadenadas por el asesinato de George Floyd han tomado una escala nacional amplia y masiva, con choques en por lo menos 30 ciudades. En Minneapolis, los manifestantes incendiaron esa noche la central policial donde revistaban los asesinos de Floyd, enviando un símbolo de la rebelión que se replicó en el mundo entero. En Louisville, Kentucky, donde las protestas están centradas en reclamar por el asesinato de la trabajadora de salud Breonna Taylor, la represión policial dejó siete heridos de bala. Hubo 70 arrestados en las protestas de Nueva York el jueves.
También desde el jueves se suceden protestas en la Casa Blanca y choques con las fuerzas de seguridad; el sábado se repitieron forcejeos con las vallas en la casa de gobierno. En Atlanta, una enorme manifestación tenía virtualmente ocupada a la central de la cadena de noticias CNN. Las movilizaciones enfrentaron enérgicamente a la represión policial. Las imágenes de patrulleros destruidos se repetían en todo el país desde Brooklyn a Houston Texas. En Oakland, la ciudad de fuerte población negra vecina a San Francisco, un policía fue muerto y otro herido de bala (New York Post, 30/5).
La demora de cinco días en detener al policía asesino, que no se detuviera a los tres policías que lo acompañaban y que los cargos presentados fueran por una figura menor (tercer grado de asesinato, equivalente a homicidio culposo), cebaron la bronca por el crimen y catalizaron una irrupción de masas, en un caldo social que venía acumulando temperatura muy fuertemente.
La imposibilidad de controlar la verdadera rebelión en Minneapolis con la policía local y los 500 efectivos de la Guardia Nacional de Minnesota que estuvieron apostados toda la semana, más los 1.200 desplegados el sábado, ha llevado a la Casa Blanca a resolver que se alisten para ser convocadas unidades de policía militar. Esta medida requiere tipificar a las protestas como una insurrección, algo que no se hacía desde las revueltas raciales de 1992 en Los Angeles, tras la absolución de los policías que habían sido filmados dando una golpiza brutal al afroamericano Rodney King. Texas, Colorado y Utah también movilizaron sus delegaciones de la Guardia Nacional contra las protestas.
Por lo pronto, el sábado a la noche las muchedumbres en Minneapolis y en todo el país fueron enormes y desbordaron a la represión policial.
La apuesta a quebrar la movilización con el despliegue militar no ha cejado. El domingo 31 se veían imágenes de tanques encabezando patrullas militares por barrios de Minneapolis.

Trump rocía el fuego con nafta

Muchos comentaristas llaman la atención de que la conducta de Trump, más que intentar apaciguar los choques, ha querido montar una mayor polarización. En distintos tuits llamó a los manifestantes “matones” y dijo que “cuando empiezan a saquear, se va a disparar”, citando a un sheriff racista que reprimió revueltas negras en los años ‘60. El sábado emitió una serie de mensajes, entre ellos afirmando que si los manifestantes hubieran logrado cruzar las vallas de la Casa Blanca habrían sido “recibidos por los perros más violentos y las armas más impresionantes que yo haya visto en mi vida”, y denunciando una falta de despliegue de la policía local que reprochó a la alcaldesa demócrata. El sábado, en un discurso en la plataforma de despegue del cohete de SpaceX, después de fingir dolor por el asesinato de Floyd, siguió arengando sobre la necesidad de imponer el “dominio de la ley” en las calles y adjudicando las manifestaciones a izquierdistas, anarquistas y saqueadores.
El discurso incendiario, de respaldo a las fuerzas represivas cuestionadas por la pueblada nacional, es un intento de movilizar a su base social, de pequeño burguesía derechista, contra las protestas. El viernes, con la Casa Blanca sitiada por protestas, tuiteaba que era “noche de MAGA (Make America Great Again, su movimiento electoral que reagrupa a la extrema derecha racista y muchos sectores de las fuerzas represivas) en la Casa Blanca”, pero nunca llegaron sus manifestaciones de apoyo. Por el momento, las acciones de la derecha racista que se conocen son ir a incendiar edificios en los barrios negros, lejos de animarse a enfrentar a las movilizaciones masivas.
Los periodistas han sido un objetivo de la represión en todo el país. Las imágenes del arresto de periodista de CNN en Minneapolis, Omar Jiménez, recorrieron el mundo. A periodistas de la cadena NBC la policía les tiró con algún tipo de granada de gas. Linda Tirado, fotógrafa de The Guardian, recibió una bala de goma en el ojo en las protestas en la ciudad.
Esto se inscribe en un mar de fondo. La crisis enorme sobre la que surfea Trump incluye choques con un sector de los medios y las empresas tecnológicas, que han llegado al rojo vivo en estos días, tanto respecto al manejo de la pandemia como en la relativo a la disputa sobre las condiciones de la elección nacional y –ahora- las rebeliones por la represión policial. La CNN, uno de los blancos favoritos de Trump, ha hecho una cobertura extensiva de las revueltas y tiene en su portada el análisis de las que considera 654 mentiras de Trump sobre la pandemia en el curso de 14 semanas, desmentidas una por una.
Twitter marcó el mensaje de Trump sobre los tiros como un contenido inapropiado por incitar o glorificar la violencia. Venían de un choque anterior, cuando habían marcado un mensaje del presidente contra el uso del voto por correo como “información falaz”. Trump respondió con un polémico decreto que deroga la protección legal de las redes sociales, limitando su posibilidad de no tomar responsabilidad por el contenido que postean sus usuarios. El resto de las empresas tecnológicas, que habían respondido con virulencia la ofensiva antimigratoria cuando asumió Trump ahora guardan silencio.

Apretando el acelerador en el Titanic

Trump aparece manejando la crisis de manera violenta y desesperada, pero con poca competencia real en términos políticos. Sucede que el gran capital yanqui se relame con el multimillonario paquete de rescate que está deglutiendo y respalda en términos generales la agresiva política de salida de la cuarentena que encarna el presidente. Los demócratas se quejan de sus malos modales, pero votaron el mismo paquete de rescate y son partidarios de la salida de la cuarentena. Protagonizan reyertas con el gobierno nacional por todos lados a nivel local, pero no expresan otra política de conjunto, lo cual los hace aparecer con una debilidad enorme.
Si bien han emitido declaraciones de condolencia por el asesinato de Floyd, la responsabilidad de los Clinton, Obama y Biden en la expansión del aparato policial-carcelario es enorme. Trump le ha aportado, claro, un incremento al pertrecho militar de la policía y un apoyo explícito a su conducta racista y represiva.
El magnate, aun en una crisis explosiva que genera crecientes reacciones de masas, es el que tiene la iniciativa. Sigue dando manejo a los grupos fascistoides que están en una campaña contra la cuarentena. Está en una campaña para hacer valer la elección presencial estipulada para noviembre, sin permitir la ampliación de modalidades no presenciales de elección y registro de votantes que piden los demócratas. Ha planteado con total descaro que si se cambia a un sistema de voto por correo “nunca resultaría electo otro republicano”, jugándose a limitar la votación por el miedo al coronavirus.
El relanzamiento de la guerra comercial y diplomática con China es un fuerte intento de fuga hacia adelante. Esto incluye la espectacular declaración de ruptura con la Organización Mundial de la Salud, declarándola absurdamente como un satélite chino. Trump va aproximándose al planteo de una salida belicista a la profunda crisis de autoridad del imperialismo yanqui.
La inmovilidad política de los demócratas se extiende a su ala izquierdista, que no ha producido ningún planteo político de conjunto frente a la crisis social y económica en la cuarentena, ni ante la pueblada nacional. Hay una contradicción enorme con su base. Los militantes de DSA, sostén de la campaña de Bernie Sanders y principal organización de la izquierda del país, están en primera línea de todos los choques. Formalmente su posición es no respaldar la campaña de Biden, pero su diputada Alexandra Ocasio-Cortez se ha integrado a los grupos de trabajo “unitarios” lanzados por Biden y Sanders. Fuera de la política electoral, DSA se escuda en su carácter “laxo” y “amplio” para no tomar iniciativa política alguna, que no podría más que llevarla a un choque con el Partido Demócrata, en cuyo interior pretende seguir escalando posiciones en el Estado. La violenta revuelta de la comunidad negra desmiente rotundamente la especie de que el apoyo electoral dado por representantes negros de la bancada demócrata a Biden exprese una tendencia moderada y conformista en su población.
La comunidad negra, como el conjunto de los explotados, enfrenta una disyuntiva violenta y evidentemente está tomando consciencia de ello. La depresión económica combinada con el parate por la cuarentena ha arrojado en unos meses al país a niveles de desocupación que superan el cuarto de la población. La crisis de 1929 tardó cuatro años en llegar a este punto de desempleo.
Trabajadores y jóvenes vienen protagonizando en estos meses una escalada de huelgas “salvajes” (sin apoyo de los sindicatos) por condiciones de salud e higiene y contra recortes salariales y despidos. Se ha montado un enorme movimiento de huelga de inquilinos e hipotecados. A la revuelta de estos días contra la represión policial se han sumado acciones de los movimientos por los derechos de los inmigrantes. Estas puebladas se enmarcan en esta crisis histórica de EEUU, que incluso cuestiona su lugar de potencia dominante en el mundo, y en un ascenso de las luchas de masas no visto por décadas. Las conclusiones de los combates en curso plantearán a miles la necesidad de una organización política propia de los trabajadores y todos los explotados, para poder darle a esta inmensa crisis una salida que garantice las condiciones de vida de las mayorías. Esto solo se podrá hacer a costa del capital, un camino vedado al sistema político que ha llevado a este desastre.

Guillermo Kane

sábado, 30 de mayo de 2020

Cuba y sus dos pandemias: el coronavirus y el bloqueo




La isla sufre el impacto que provoca el Covid-19 en el turismo, su principal fuente de ingresos. Pero además es azotada por las políticas de Washington que acusa a La Habana de no cooperar en la lucha contra el terrorismo. Un contrasentido: el último atentado a balazos contra la embajada cubana en la capital de EE.UU no fue esclarecido del todo ni repudiado por el gobierno de Trump.
El gobierno de Donald Trump encontró un socio ideal en el coronavirus para intentar postrar a Cuba por todos los medios posibles. Al combo de sanciones económico-jurídicas que Estados Unidos le aplica hace 60 años se agregan las consecuencias de la pandemia. No tanto las sanitarias – que en la isla están más que controladas – pero sí el estrago que causa el Covid-19 sobre el turismo, su principal fuente de ingresos. No conforme con eso, la Casa Blanca incluyó nuevamente a su vecino en la lista de naciones que “no cooperan” en la lucha contra el terrorismo. Se arroga la función de patrullar el planeta donde no responden a su política. En una conferencia de prensa que dio el viernes último, Carlos Fernández de Cossio, director general para EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, señaló: “Es un listado ilegítimo que no tiene reconocimiento absoluto por ningún foro internacional u órgano colegiado autorizado en temas de lucha contra el terrorismo, y que busca desacreditar a Cuba y presionar a terceros países en sus relaciones con la isla”.
La semana que pasó fue bastante movida porque Trump aprovechó el 20 de mayo – el día de 1902 que se firmó la primera y formal independencia de la isla – para enviarle un mensaje a la diáspora, básicamente de Miami: “Cubanoamericanos, estamos extremadamente orgullosos de ustedes, y estoy feliz de que están de mi lado” aseguró como si eso fuera comprobable y ya lanzado hacia las elecciones del 3 de noviembre. Fernández de Cossio le respondió dos días después desde La Habana: “Es difícil pensar que la mayoría de los cubanos respalde una campaña comprometida con entorpecer las relaciones con sus familiares, lo que nos hace pensar que la maquinaria política, sobre todo del Partido Republicano en la Florida, no toma demasiado en cuenta el criterio o la opinión de los cubanos, sino que los utiliza”.
La crecida de los ataques a Cuba no es nueva en tiempos preelectorales de EEUU como ya quedó revelado varias veces en el pasado. El 30 de abril ocurrió el más grave – el tiroteo a la embajada de la isla en Washington – y aunque La Habana no lo atribuye de manera directa al gobierno de Trump, al menos señaló que guarda un silencio “cómplice”. El canciller Bruno Rodríguez Parrilla comentó: “Tenemos la esperanza de que el gobierno de Estados Unidos intente por lo menos hacer coincidir su retórica contra el terrorismo y su política de lucha contra el terrorismo internacional con sus responsabilidades ante este ataque”.
Que el Departamento de Estado incluyera el 13 de mayo a Cuba en la nómina de países que no cooperaron en 2019 contra lo que llama terrorismo – completan la lista Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela – significa que se les prohíbe comprar u obtener la licencia para procurarse armas o servicios militares de producción estadounidense. Por la vigencia del bloqueo, la isla ya estaba afectada por la medida. Aunque desde 2015 – cuando empezó el período de distensión que llevaron adelante los ex presidentes Barack Obama y Raúl Castro – La Habana no integraba el listado al que Trump echó mano de nuevo. El argumento que utilizó es que ampara en su territorio a integrantes del ELN colombiano y a prófugos de la justicia estadounidenses como la militante del Ejército Negro de Liberación, Joanne Chesimard, acusada de matar a un policía en Nueva Yersey en 1973.
Rodríguez Parrilla ya respondió en 2017 sobre lo que piensa su país de casos como el de Chesimard: “En uso de la ley nacional, el derecho internacional y la tradición latinoamericana, Cuba ha concedido asilo político o refugio a luchadores por los derechos civiles de EEUU. Por supuesto que estas personas no serán retornadas”.
La lista que renueva todos los años el Departamento de Estado no contabiliza los atentados que tienen como blanco a Cuba hace décadas. Son más de quinientos, en la mayoría con financiamiento estadounidense, y perpetrados por cubanoamericanos que residen o residían en EEUU. “No estoy contando aquí el terrorismo de Estado practicado por el gobierno estadounidense, específicamente por la Agencia Central de Inteligencia contra el pueblo de Cuba”, completó Fernández de Cossio en su conferencia de prensa el viernes 22.
La escalada de denuncias que parte de Washington no sería más que pura retórica si no se sumara al bloqueo y las consecuencias que está provocando la pandemia sobre el turismo en la mayor de las Antillas. El alto funcionario de la cancillería dio un par de ejemplos sobre el cerco económico que le impone EEUU a Cuba. Su país quiso contratar en 2019 varios equipos de ventilación mecánica para terapia intensiva. No pudo. Hoy serían indispensables para enfrentar al coronavirus. Tampoco logró que arribara en marzo pasado una ayuda de insumos médicos desde China. La empresa aérea de carga se negó a hacer el viaje temiendo una fuerte multa económica de Estados Unidos en el marco de su ley extraterritorial Helms-Burton.
En el saludo a los cubanoamericanos a los que intenta seducir camino a los comicios – aunque tienen un peso simbólico en el padrón, no todos votan y menos cuando la elección se hace en día laborable -, el presidente Trump destacó porque reforzó las sanciones contra la isla apenas asumió el gobierno: “tomé medidas al principio de mi administración para implementar una política fuerte hacia Cuba que promueva el respeto por los derechos humanos, los mercados libres y una transición a la democracia”.
A Cuba el bloqueo le cuesta 4 mil millones de dólares anuales por las prohibiciones para adquirir cualquier tipo de insumos en un mercado tan próximo a su costa y medidas coercitivas contra su principal industria: el turismo. Su ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, le agregó el covid-19 a fines de abril: “La pandemia causará efectos negativos en la economía cubana, sumado a los daños del bloqueo impuesto por Estados Unidos, pero trabajamos con seriedad y dedicación para paliarlos”.
Aunque se murió en 1994 y Lester D. Mallory era subsecretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos en 1960, su receta se sigue aplicando sesenta años después. En un memorándum secreto del Departamento de Estado escribió por entonces: “hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. Una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
La fórmula sigue vigente, la soberanía de Cuba también.

Gustavo Veiga

Covid-19: Secretos cubanos

Cuba posee varios medicamentos únicos en el mundo por su efectividad en la sobrevivencia de los pacientes graves y críticos de la covid-19. Mientras a escala internacional solo se salva alrededor del 20 por ciento de los contagiados en esas categorías, en Cuba sobrevive el 80 por ciento aproximadamente.
En cuanto a la tasa de mortalidad sobre el total de contagiados, la isla exhibe el 4,2 por ciento, menor que el 11,5 de España, el 5,9 de Estados Unidos y el 5,5 de Irlanda. Con 82 fallecidos hasta la fecha, cuando ya transcurren varios días sin que se reporten defunciones o una diaria cuando más, la mortalidad por 100.000 habitantes es 0,72, entre las más bajas. Hasta el 27 de mayo solo cinco países de América Latina y el Caribe han logrado recuperar más del 50 por ciento de sus contagiados detectados: Cuba, con 78,4, Uruguay (75,5), México (66,7), Panamá (65,6) y Costa Rica (64,3).
Los fármacos con los que la isla combate al covid existían antes del surgimiento de la enfermedad para tratar patologías virales u otras como artritis y psoriasis; no fueron diseñados expresamente para ese propósito. Pero poseen cualidades fundamentales para fortalecer el sistema inmune, lo que se llama inmunidad no específica o innata, un escudo contra la entrada al aparato respiratorio del nuevo coronavirus. Tienen también otras virtudes que les han permitido evitar el fallecimiento de la mayoría de pacientes cubanos en estado grave o crítico. En el caso del interferón Alfa 2b humano recombinante, reseñado en este espacio anteriormente, existen nueve países que lo utilizan, entre ellos China y España. Sin embargo, los hospitales de Estados Unidos no pueden acceder a él, ni a ningún remedio cubano, debido al bloqueo contra Cuba. “A mí me han llamado médicos desesperados de hospitales en Nueva York para preguntarme cómo pueden conseguir el Interferón (INF) Alfa 2B”, dice Helen Yaffe, académica latinoamericanista de la Universidad de Glasgow y autora del libro We are Cuba. No va a ser posible, añade.
Pero además del INF alfa 2b, Cuba dispone del CIGB 258, gestado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, y del Itolizumab, desarrollado por el Centro de Inmunoensayo. De ambos, fue presentada la solicitud al Centro Estatal para el Control de los Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), para su uso en pacientes confirmados de la COVID-19 en los estadios grave y crítico, la que fue aprobada. Estos fármacos han sido muy efectivos para tratar la famosa “tormenta de citosinas”, con ostensible reacción favorable de una mayoría de pacientes en el curso de 72 horas. Estas medicinas, junto a otras, han formado parte del coctel con que se ha tratado a los contagiados por covid. También se han aplicado con carácter preventivo a toda la población las gotas homeopáticas sublinguales PrevengHo Vir, y a pacientes confirmados o sospechosos con factores de riesgo, la Biomodulina T, ambos para reforzar el sistema inmune.
Pero ello no explicaría por sí solo el enorme éxito alcanzado por la isla en el enfrentamiento a la enfermedad. Existen esos medicamentos porque, desde hace décadas, Fidel Castro impulsó con gran energía y previsión la creación de un verdadero sistema de centros de investigación, al que dedicó innumerables jornadas de trabajo y al que acicateó con ambiciosas metas. No me refiero solo a la biomedicina, con todo y su principal protagonismo en el combate al covid, pues también han tomado parte en él científicos de la matemática, la informática y las ciencias sociales.
Cuba previó un cuidadoso y detallado plan de combate al covid-19 desde enero, con activa participación de la comunidad científica, tanto de los centros de investigación como del Ministerio de Salud Pública y otras dependencias y sigue una política muy agresiva para acorralar al patógeno. Miles de médicos de familia y estudiantes de medicina y estomatología recorren diariamente decenas de miles de hogares en la vigilancia epidemiológica. No se ha esperado por los contagiados, se les ha ido a buscar, además de establecer rigurosas medidas de aislamiento de los enfermos o de vigilancia en casa de los casos leves. Se acondicionaron suficientes camas y equipos para los pacientes sospechosos, los sin complicaciones y los graves. Las medidas de confinamiento y distancia social, las cuarentenas en zonas, municipios y provincias han permitido romper la cadena de contagios y que los hospitales no se hayan visto presionados por la demanda de enfermos.
Pese al asfixiante y criminal bloqueo de Estados Unidos, ahora recrudecido hasta el delirio, Cuba tiene un robusto sistema de salud pública totalmente gratuito. Atención primaria en las cuadras, policlínicos, hospitales generales y de especialidades, con el apoyo de una población consciente, organizada y disciplinada.
El país al que Washington despojó de miles de médicos, hoy es el que más galenos por habitante tiene en el mundo. Además de poder enviar personal sanitario a 23 países para combatir la pandemia.

Ángel Guerra Cabrera
@aguerraguera

viernes, 29 de mayo de 2020

jueves, 28 de mayo de 2020

Salamanca y Altamira: pesadillas bolivarianas




Para enfrentar la pandemia, Cuba ha enviado 2.300 cooperantes a 24 países. Pero el diario español “El Mundo” nos dice que sus brigadas médicas son “propaganda y negocio”. Y ¿qué es para este diario la verdadera “solidaridad”? Las donaciones del archimillonario Amancio Ortega, dueño de la empresa Zara. Sin comentarios.

¿Por qué es invisible la cooperación cubana en Haití?




La iniciativa de solidaridad internacional más avanzada y masiva procede, sorprendentemente, de un país pobre del Sur. Son las brigadas médicas de Cuba. Para cuyo gobierno –nos asegura la gran prensa- serían un gran “negocio”.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Timor, Cuba y el Premio Nobel de la Paz




Timor Leste se independizó de Indonesia en 2002. Era uno de los 20 países más pobres del mundo, con apenas 30 médicos para su millón 200 mil habitantes.

martes, 26 de mayo de 2020

Ante la COVID-19 tienen ahora la palabra los hombres de ciencia, de conocimiento y de sentimiento

“A veces yo me pregunto… ¿qué me gustaría ser? Me gustaría ser investigador”
Fidel Castro (4 de junio 1963)

“¿Para qué, sino para poner paz entre los hombres, han de ser los adelantos de la ciencia?”
José Martí (16 octubre 1887)

La humanidad hoy vive, después de siglos de avances científicos y tecnológicos, sometida a unas condiciones de vulnerabilidad general a consecuencia de la pandemia de la COVID-19, quizás como nunca se pensó a pesar de conocer por la historia las consecuencias de pandemias antiguas y recientes. Sociedades ricas y pobres han sido sometidas a una prueba crucial que han estremecido su armazón político-social y económico con una repercusión catastrófica en millones de personas sanas y enfermas.
Cuando enfatizamos que ante la COVID-19 ahora tienen la palabra los hombres de ciencia, de conocimiento y de sentimiento, incluimos en esta respuesta necesariamente a los millares o millones de habitantes de los países, según su población, que viven y padecen en mayor o menor medida los efectos de la enfermedad y de las acciones epidemiológicas preventivas, que han modificado las condiciones naturales de sus existencias.
Este análisis y reflexión solo pretende ofrecer una visión de las experiencias relacionadas con Cuba en las últimas décadas.
Si bien hubo aportes científicos importantes en algunos momentos del pasado cubano, estos en realidad fueron muy aislados, fruto de personalidades excepcionales, aunque existieran aspiraciones ambiciosas en este terreno y, en particular, en algunos campos del saber.
Es evidente que solo a partir del triunfo de la Revolución en 1959, se inició un proceso coherente en que la educación, la cultura y la ciencia se integraron en una marcha acelerada y abanderaron, como factores decisivos de la sociedad, los cambios y el desarrollo consecuente del país en la era revolucionaria, en que se amalgamaron, como nunca antes, ideales de libertad, de justicia, de equidad, de solidaridad, de verdad y de felicidad.
Fue sueño de nuestro más grande pensador del siglo XIX, José Martí, que la educación tuviera un carácter científico. Sus ideas eran atisbos y anuncio del futuro. Son diáfanos al respecto estos juicios:
“Edúquese en el hábito de la investigación, en el roce de los hombres y en el ejercicio constante de la palabra a los ciudadanos de una república que vendrá a tierra cuando falten a sus hijos esas virtudes.” “Ciencia y libertad son llaves maestras que han abierto las puertas por donde entran los hombres a torrentes, enamorados del mundo venidero.” “¿Para qué, sino para poner paz entre los hombres, han de ser los adelantos de la ciencia?”
Y al analizar las consecuencias mortales de las epidemias, señaló que “mueren más los pobres por el descuido incomprensible del Ayuntamiento”, y añade con rotundez que “es cuestión de vida gravísima, inmediata, urgente”. ¡Y digo que éste es un crimen público, y que el deber de remediar la miseria innecesaria es un deber del Estado!”
Con el triunfo de la Revolución el primero de enero de 1959 empezó a constatarse con claridad que había comenzado la época de convertir los sueños en realidades. Y fue Fidel, el líder máximo y fiel seguidor de Martí, quien en ideas y obras impulsó aquellos ideales de transformaciones de un país que partía de una condición calamitosa y abismal y que debía transitar aceleradamente, según las condiciones lo permitieran, hacia las más elevadas cúspides.
Y fue en el discurso pronunciado por Fidel, en el acto celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias, el 15 de enero de 1960, cuando expuso las ideas cardinales que definieron el presente de entonces y el futuro previsible de lo que sería la ciencia en época de revolución. Decía Fidel ese día:
“Hoy, en la patria nueva, en la Patria verdaderamente libre, los científicos, los investigadores, tienen todas las oportunidades, sobre todo, la gran oportunidad de que cada una de las cosas que realicen, cada uno de los esfuerzos que hagan, van a beneficiar directamente a su pueblo y a su patria. Hoy tienen la satisfacción de saber que hay un gobierno revolucionario que busca la verdad, que necesita de los científicos, que necesita de los investigadores; porque es el minuto en que todas las inteligencias tienen que ponerse a trabajar, en que todos los conocimientos no son suficientes para la obra que se realiza y son necesarios más conocimientos: y así, el científico, como el artista, tiene hoy el escenario ideal donde su inteligencia y su talento pueden encontrar desarrollo pleno en busca de la verdad y del bien, porque ha entrado la patria por el sendero de la verdad, porque ha entrado la patria por el sendero de la justicia, por el camino donde no se persigue la inteligencia sino que se le estimula y se le premia: ha entrado la Patria por el camino en que es necesario que todos nos pongamos a estudiar y nos pongamos a investigar.”
Y en esta intervención Fidel pronunció la frase más conocida que dio fundamento a la declaración del 15 de enero como Día de la Ciencia Cubana:
“El futuro de nuestra Patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando.”
También expresó el vaticinio de lo que se alcanzaría en etapas posteriores, partiendo del nivel básico de la alfabetización alcanzado en 1961, y de los cambios desarrollados en la educación general y, en particular, en la educación superior, a través de la Reforma Universitaria de 1962, y la creación de instituciones como el Centro Nacional de Investigaciones Científicas y diversos Institutos y Centros de Investigaciones en todos los campos de los conocimientos científicos, desde los primeros años y hasta finales del siglo XX y principios del siglo XXI.
Fidel enfatizaba los propósitos de la política que anunciaba: “para que en el futuro la Patria pueda contar con una pléyade brillante de hombres de pensamiento, de investigadores y de científicos.” “Cuba necesita mucho de los hombres de pensamiento, sobre todo de los hombres de pensamiento claro, no solo hombres que hayan acumulado conocimientos; hombres que pongan sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado de la Patria… necesitamos hombres de pensamiento que lo empleen en bien de los demás.”
Y es que como expresara Fidel en 1964 ello representaba un triunfo de la cultura, un maravilloso triunfo del pensamiento y un prometedor porvenir para el país. Porque un país tiene porvenir en la misma medida en que los conocimientos de la técnica y la ciencia estén al alcance de los trabajadores, del pueblo. Y debe promoverse la superación continua porque, en primer lugar, el conocimiento humano y la experiencia humana se van acumulando a través de toda la vida; pero, además, porque el conocimiento objetivamente considerado, los conocimientos que la humanidad alcanza en cada rama de la ciencia crecen día a día, cambian día a día. Las ciencias constantemente están progresando, los conocimientos constantemente se van renovando y aun modificando. Luego el ser humano, la sociedad humana se ve en la necesidad vital de marchar al mismo ritmo que avanzan los conocimientos técnicos. Si se marcha al compás de la ciencia y de la técnica, se avanza hacia insospechables metas de progreso y de bienestar.
Y no podía faltar la vocación internacionalista de Fidel cuando expresó en ese mismo año: “Cuando nosotros trabajemos en el campo de las investigaciones, debemos pensar en los cientos de millones de seres humanos que viven en las zonas tropicales y subtropicales, en el mundo llamado subdesarrollado y que nuestras investigaciones y el resultado de nuestra técnica, irán a beneficiar a cientos de millones de seres humanos. Esa debe ser también una de nuestras ambiciones.”
Vale la pena también enfatizar esta idea expresada por Fidel en 1968: “El futuro no es una tarea fácil para ningún país en el mundo de hoy, pero mucho menos para el país que se quede a la zaga de los demás países en la ciencia, en la técnica, en la instrucción, en la cultura. Porque la ciencia, la técnica, avanzan a una velocidad fabulosa.”
Por todo lo anteriormente expresado se puede afirmar que Fidel desde su juventud y hasta el final de la vida fue en esencia un revolucionario y su vocación y ejercicio fundamentales fueron los de la política, concebida como la ciencia de escudriñar la historia y las ideas sociales, de desentrañar los innumerables nexos de los acontecimientos pasados con las realidades del presente y con sus futuras proyecciones, de derribar misterios y mitos con los instrumentos de la imaginación y la creación desarrolladoras y transformadoras de la sociedad nueva, más justa y libre. Y concebida también la política como el arte de combinar sueños y realidades, persuadir y unir a las personas y al pueblo en torno a ideales comunes, sembrar y lograr convicciones capaces de enfrentar los destinos favorables o adversos con una voluntad y un tesón indomables, sin importar los sacrificios ni el precio a pagar por ser leales a una causa redentora del género humano.
En fecha tan temprana como el 4 de junio de 1963, en una comparecencia por radio y tv, Fidel definió esa especie de sueño de su aspiración de quehacer científico en lo personal. Al respecto, expresó:
“A veces yo me pregunto, ¿qué me gustaría ser si no fuera revolucionario, y aun siendo revolucionario?, ¿qué me gustaría ser?, me gustaría ser investigador. ¿Por qué? Porque se puede ir revolucionando la naturaleza, y en mínima parte creando una variedad nueva de plantas, de animales, cualquier cosa en el terreno de la agricultura, pero también en el terreno de la física, de la química. En todos los órdenes hay una eterna revolución que realizar y que el hombre tendrá que ir realizando. Y hacia eso tendrá que ir la juventud inquieta, concentrar su ímpetu, su impulso en el perenne afán de renovar y de progresar que tiene la humanidad.”
Al año siguiente, el 13 de marzo de 1964, expresaba a la juventud estas ideas que se concatenaban con las mencionadas anteriormente:
“…Y así, cuando las épocas de las revoluciones sociales hayan pasado, cuando los problemas de hoy hayan pasado, ustedes tendrán la revolución de la naturaleza. Esa será la eterna revolución del hombre: revolucionar a la naturaleza. Ahí tienen una revolución que no se agotará nunca. Ahí tienen una revolución que no tendrá fin.”
Pero Fidel comprendía que las altas metas de una revolución social auténtica no era una obra de unos pocos años, incluso de una sola generación de hombres y mujeres. Por eso en la segunda década de la Revolución, en el Informe Central del II Congreso del Partido, el 17 de diciembre de 1980, reflexionaba:
“La revolución no ha terminado en el largo camino de la historia, apenas comienza. El desarrollo de la ciencia y la técnica, la conquista plena de la naturaleza, el logro de una conciencia social y política superior, el cumplimiento del deber internacionalista, concluir la construcción del socialismo y avanzar hacia el comunismo, son los retos fundamentales que hoy se plantean ante la nueva generación.”
Es conocido que después del retiro de sus funciones de dirección estatal, gubernamental y partidista, Fidel se mantuvo acompañando los destinos políticos de Cuba, a través de libros, intervenciones, encuentros con visitantes y reflexiones para medios de prensa. También se conoce que en los últimos años dedicó parte de sus energías a participar y promover experimentos en la rama de la agricultura, pues debe subrayarse que desde principios de la revolución una de sus pasiones y dedicación como gobernante estuvieron relacionadas con la alimentación humana y de los animales. No pueden olvidarse sus pronunciamientos y disertaciones científicas en torno al manejo de los pastos en la época en que visitara a nuestro país, invitado para poner en práctica sus teorías y conocimientos, el científico francés Andre Voisin.
Sobre este asunto expresó ideas cardinales: “… podemos decir que científicos y revolucionarios coinciden, porque se puede decir, en primer lugar, que todo científico es un revolucionario, lo que hay que tratar es de que todo revolucionario sea un científico.” “Y en realidad el hombre, la felicidad humana, deben ser el objetivo esencial de todos los revolucionarios.” “En realidad, a pesar de que cada ciencia tiende hoy a la especialización, sin duda de ninguna clase la medicina y la agricultura están llamadas a tener una relación cada vez más estrecha.” “Es decir, nuestra medicina —sobre todo, después de la Revolución— se orientó mucho hacia la prevención de las enfermedades, pero en un aspecto. y la idea esencial de la medicina preventiva de que aquí se habla es, precisamente, la medicina preventiva basada en la calidad biológica de los alimentos que el hombre consume.”
Y no podía faltar su consejo pedagógico:“Y es necesario desarrollar en todos los estudiantes el espíritu de observación, la capacidad de analizar, de indagar, es decir, no aceptar las cosas simplemente sin hacer un solo razonamiento porque aparece en un libro, porque se lo dicen.” “¿Qué nos enseña eso? Nos enseña a abandonar las posiciones dogmáticas en la ciencia, nos enseña a someter todas las afirmaciones y todas las cosas que se lean, a análisis, a poner muchas cosas en duda; porque no se olviden de que la ciencia ha avanzado precisamente en aquellos instantes en que puso en duda toda una serie de verdades consideradas como irrebatibles. y es necesario que en nuestros estudiantes se desarrolle ese espíritu crítico de investigación, de observación, de análisis, esa concepción dialéctica de la naturaleza.”
En conclusión, Fidel ha podido hacer realidad sus sueños de ser investigador, permeado por una filosofía generosa de la vida y de los hombres que considera “que el estudio y que la investigación científica no pueden tener jamás fines egoístas, no pueden tener por fin el interés personal o el interés nacional; sino que la investigación científica tiene una frontera mucho más amplia, tiene un campo mucho más generoso y más noble; que la investigación científica puede ser útil a todos los hombres en cualquier continente, en cualquier país, en cualquier rincón de la tierra; que las investigaciones científicas están llamadas a ayudar a toda la humanidad.”
Por los senderos que avizoraron Martí y Fidel al frente de las revoluciones respectivas, Cuba ha avanzado hasta convertir en realidad los sueños. Pero el hoy y el mañana, en una unidad dialéctica, abrirán los caminos fáciles y difíciles, a la vez, hacia horizontes más dilatados y fabulosos, pero alcanzables con las energías del trabajo y la visión clara de los esfuerzos tenaces y los fines nobles y generosos de las acciones en todas las ramas de las ciencias y las tecnologías cubanas, al servicio de nuestro pueblo y de otros pueblos del mundo.
En la batalla actual contra la COVID-19, los esfuerzos desarrollados por todos los sectores de la población cubana, demuestran que la siembra de la Revolución ha germinado para bien de todos en el enfrentamiento a esta pandemia que debe y puede derrotarse, porque existe una unidad indestructible entre sus máximos dirigentes y el último ciudadano virtuoso y solidario. Son muchos los estrategas en estos tiempos decisivos y ellos tienen la palabra y la actuación consecuente.

Wilkie Delgado Correa. Doctor en Ciencias Médicas. Profesor Titular, Consultante y de Mérito, Doctor Honoris Causa de la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.

lunes, 25 de mayo de 2020

Desde Cuba: Flashazos de un dignísimo resultado frente a la COVID-19


¿Neoliberalismo en la Conceptualización?

Si lo aprobado en la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista debe tomarse con cautela por contener los gérmenes amenazantes de un destino neoliberal que casi nadie desea, no queda otra que rendirse o, mejor, alzarse en su defensa.
Avizorar los peligros que acarrea cada una de las necesarias transformaciones a implementar es actuar con juicio comprometido. Pero, sugerir que la institucionalización del pequeño sector privado cubano —entre otros pendientes— pueda asociarse con el fundamentalismo de mercado canonizado por John Williamson resulta, como mínimo, una alerta desatinada.
La austeridad y disciplina como objetivo principal de la política fiscal; la liberalización de las tasas de interés y los tipos de cambio; la desregulación arancelaria; la apertura extrema a la inversión extranjera; la liberalización de los flujos de capital financiero; la privatización masiva de empresas estratégicas; el traspaso a manos privadas de los servicios públicos; y la mercantilización de cada aspecto de la reproducción social, obviamente no figuran entre las políticas aprobadas por las autoridades cubanas y tampoco anidan en las tesis de la mayoría de los académicos en liza.
Es cierto que, a pesar de bregar varios años entre especialistas y funcionarios, y de haberse aprobado por un Congreso del PCC y sus estructuras a todos los niveles, el documento de marras resultó menos minucioso en algunas importantes piezas del rompecabezas proyectado. Pero, en la definición del sistema de formas de propiedad que hoy apremia deja muy poco margen a las interpretaciones. Implica una ruptura, eso sí, con la estricta creencia sobre la que se ha modelado históricamente la transición socialista en Cuba, que aún padece una crónica estrechez en su concepción de la heterogeneidad.

El sistema de formas de propiedad en la Conceptualización

La primera novedad que uno percibe al examinar este documento es que las diferentes formas de propiedad son concebidas como un sistema, sobre el cual, consciente de riesgos y contradicciones potenciales, actuaría el Estado en pos del desarrollo de las fuerzas productivas.
Entre las formas de propiedad reconocidas hay tres que resaltan por su trascendencia. A la propiedad socialista de todo el pueblo se le considera “columna vertebral del sistema de relaciones de propiedad”, basado en su predominio sobre los “medios de producción fundamentales”, los que quedaron enunciados en un listado primario de referencia. Se concibe una propiedad cooperativa “sustentada en el trabajo colectivo de sus socios” con la idea de convertirla en “objeto de atención especial entre las formas no estatales”. Y se incorpora la propiedad privada con la encomienda explícita de “aportar a la identificación y aprovechamiento de potencialidades productivas y al bienestar, para el desarrollo socioeconómico del país”. Como parte de esta última categoría se especifica que las personas naturales cubanas, además de actividades por cuenta propia, podrían constituir “empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas (…), que son reconocidas como personas jurídicas”.
El reconocimiento de estas formas fue presentado por el Partido como una respuesta necesaria “al insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas” en el país y “al nivel de socialización alcanzado por la propiedad social”. En tanto confía que esta diversificación aporte “a los objetivos de la construcción del socialismo al contribuir a movilizar recursos humanos, materiales y financieros nacionales y extranjeros”. Entre sus atributos destacan “posibilitar que el Estado y el Gobierno se concentren en las complejas tareas que le son propias, tributar a la eficiencia integral de la economía, generar empleos productivos, desplegar iniciativas, impulsar las fuerzas productivas, incrementar los ingresos al Presupuesto del Estado y contribuir al bienestar en función de los objetivos del desarrollo socialista”. Así se aprobó en julio de 2017.

La amenaza de fondo

No obstante, el reconocimiento y fomento de pequeñas y medianas empresas en Cuba está muy lejos de tener capacidad resolutiva para todos los males de la economía. Es una necesidad. Aportará dinámicas de innovación incremental, generará empleos, abrirá espacios de realización profesional, cubrirá importantes segmentos de oferta, asumirá pequeñas tareas en producciones estratégicas, ayudará a socavar el bloqueo de Estados Unidos. Pero no es la medida principal.
Sin embargo, ha sido el punto de fractura del consenso sobre la reforma, o tal vez la cortina de humo que ha propiciado su inmovilización. La transformación fundamental, que permanece atascada ante una incomprensible resistencia, es la que debe acometerse en esas “alturas dominantes” que describía Oscar Lange el siglo pasado. El sector estatal es el centro del problema.
Desafíos más despiadados gravitan sobre el modelo de gestión de la propiedad estatal sin activar las alarmas veladoras.
El control por una sola empresa de un mercado cuya naturaleza económica, implicaciones políticas o efectos sociales no justifican en lo absoluto una estructura monopólica, genera las más perversas distorsiones para el bienestar de la sociedad. Donde quiera que esto ocurra, el monopolio debe ser disuelto para permitir concurrencia de otras empresas estatales, y —dependiendo de la actividad— también de actores privados.
La inverosímil —y no tan conocida— discrecionalidad en la aplicación de un marco regulatorio que permite a algunos conglomerados empresariales facilidades para una gestión cuasi independiente de los mecanismos centrales del plan, debe ser corregida. Si las bondades de este modelo han demostrado efectividad en las corporaciones a las que se aplica, no es comprensible que se mantengan regulaciones mucho más restrictivas en las restantes. Las reglas que enfrente el universo de empresas deben ser homogéneas y no selectivas.
Según propone el citado documento “todas las entidades de carácter empresarial interactúan en beneficio del desarrollo económico y social, funcionan bajo similares condiciones en los mercados y están sujetas al cumplimiento del marco regulatorio y de control definido por la ley”. La ley de empresas que debió salir en 2017; no puede esperar al 2022, y no solamente debido a las PYMES.
Más allá de la consabida necesidad de autonomía para las empresas, la ausencia total de protagonismo obrero —aunque huelguen campañas para argumentar lo contrario— perpetúa las vulnerabilidades de un socialismo desde arriba inhabilitado por naturaleza para hacer avanzar la realización de la propiedad social.
El llamado a “la aplicación de métodos participativos de dirección y control despojados de formalismos, que involucran a los trabajadores en función de incentivar el interés colectivo e individual (…), así como los valores compartidos por la organización y la sociedad” podría tomarse como punto de partida.
El poderío inconmensurable que han venido adquiriendo algunas empresas, grupos y supra grupos, desplegado en las más disímiles actividades, requiere ser dispuesto con urgencia al más profundo escrutinio público. En este punto radica una de las más importantes pólizas para garantizar un desarrollo saludable del proceso de reformas: implementar fórmulas que transparenten la gestión estatal y permitan un control social efectivo.
La Resolución del MEP (Ministerio de Economía y Planificación) número 570 de 2012, por ilustrar con un ejemplo, resolvió el requisito de licitación pública para la concesión en arrendamiento de locales estatales a cooperativas no agropecuarias. Este articulista no ha encontrado referencias, al menos en medios provinciales o nacionales, a las convocatorias a procesos de licitación y sus resultados para ninguno de los espacios ya concedidos, todos ellos propiedad socialista de todo el pueblo. Como consecuencia, el público desconoce a quiénes fueron arrendados esos locales, cómo tuvo lugar el proceso, y a qué compromisos se deben las partes.
La Conceptualización explicita su posición sobre este tema cuando sostiene que “la información veraz y oportuna constituyen derechos ciudadanos y bienes públicos” y deben estar “principalmente al servicio de la participación, (para) propiciar el debate ciudadano en torno a los asuntos públicos”.
La apuesta por una mayor presencia del sector privado buscando dinamizar a corto plazo el desempeño económico, con certeza tendrá implicaciones en las relaciones sociales. Sin embargo, persistir en un modelo basado en un estatismo hiperbolizado, inhabilitado para solventar varias de las necesidades objetivas de la reproducción, convaleciente de monopolios y discrecionalidad forzados, y urgido de una revolución en la participación ciudadana, entraña un riesgo de reversión sistémica superior, más peligroso, que debería gobernar el debate actual.
El socialismo en la URSS no parece haber sido destruido por el sector privado autónomo que emergió de los primeros cambios de la perestroika. No fueron aquellos cuentapropistas los que devinieron millonarios, ni sus pequeñas empresas las que secuestraron el ámbito político. El gobierno de Estados Unidos, a través de sus programas de financiación de la oposición construida o auténtica, ha demostrado una escasa capacidad de socavar las bases del poder político en Cuba y poner en peligro su continuidad. Libérese la posibilidad a las personas de desplegar toda iniciativa que no sea socialmente lesiva y centremos esfuerzos en censurar aquellos feroces peligros que nos habitan en las sombras.

Oscar Fernández Estrada

domingo, 24 de mayo de 2020

“José Martí: De Dos Ríos al firmamento de la Patria”




A 125 años de la caída en Dos Ríos del Héroe Nacional, los reconocidos historiadores Eduardo Torres Cuevas, Pedro Pablo Rodríguez, Ibrahim Hidalgo y Rolando Rodríguez, evocan al Maestro y el impacto de aquel hecho en la Historia patria, en la Mesa Redonda de este martes, la cual contará también con el destacado cantautor Amaury Pérez Vidal quien estrena las dos primeras canciones del disco Martí en Amaury.

viernes, 22 de mayo de 2020

Cuba y Estados Unidos: Enfoques y resultados distintos frente a la pandemia




La crisis mundial derivada de la pandemia del covid-19 nos permite, al margen de contender contra ella, evaluar las distintas orientaciones políticas y sobre todo del campo de valores de los distintos países. Algunos expresan el humanismo y solidaridad que los anima, otros prefieren mirar para el lado privilegiar la economía o generar acciones propias de un pirata internacional.
Los ejemplos sobre esta dicotomía son múltiples. Cuba, por ejemplo, apoya mediante brigadas médicas, a una veintena de naciones. Entrega allí su labor internacionalista, lo mismo a sociedades opulentas que aquellas carenciadas, que han solicitado, desde todo el mundo, esta labor crucial: Qatar, Italia, Andorra. México, Honduras, Trinidad y Tobago, Venezuela, Nicaragua, Surinam, Jamaica, Dominica, Belice, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves. Cabo Verde, Togo, Angola. Sudáfrica. Por su parte, Estados Unidos, en lugar de fortalecer la cooperación internacional se ha enfrascado, a través del presidente Donald Trump, en una agria disputa con la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la que acusa de proteger a China, lo que ha significado que Washington (en pugna comercial con el gigante asiático) le haya quitado el financiamiento a este organismo y en territorio estadounidense, ha despedido a personal médico, que critica la forma de enfrentar la pandemia, que sólo en ese país llega a cifras monumentales: 1.550.000 contagios y 95 mil fallecidos.
Siempre es positivo recordar para ejemplificar. En este caso, un acontecimiento que no recibió la importancia debida, ocurrida hace un par de meses. Un hecho que expresa, en toda su dimensión, los valores distintivos de Cuba frente a aquellos países que fueron incapaces de ayudar al crucero británico BRAEMAR, que después de salir del puerto colombiano de Cartagena de Indias y en plena navegación, se solicitó a países de la zona (Estados Unidos, Bahamas, Barbados, República dominicana y la propia Colombia) que apoyaran una solución humanitaria para este Crucero. Todos rechazaron el llamado. Durante un mes el crucero navegó en busca de un puerto amigo. Ninguno de los países mencionados otorgó permiso de recalar, signando la presencia de tripulación y pasajeros contagiados. Hombres y mujeres de Holanda, Italia, irlanda, Noruega, Suecia, Japón, entre otros que constataron el nulo sentido de solidaridad con su estado.
Sólo Cuba respondió favorablemente y aceptó recibir, en el puerto de Mariel, al Crucero BRAEMAR. El propio presidente cubano Miguel Diaz Canel señaló “Cuba recibirá y brindará atención a viajeros con coronavirus del crucero británico MS Braemar. Somos coherentes con nuestra convicción de solidaridad con la humanidad”. Los gobiernos, de los connacionales que viajaban en el crucero, agradecieron públicamente el gesto cubano, que no sólo recibió a los pasajeros y tripulantes, sino que coordinó toda la operación de rescate y de distribución en los distintos vuelos que salieron de La Habana a los países de los involucrados. Los turistas señalaron, en todos los foros y medio, que su agradecimiento a Cuba no tenía precio, en el marco de un mundo que mostraba falta de solidaridad. Prometieron volver a la mayor de las Antillas en visita turística y de agradecimiento frente a una decisión que les salvó la vida.
Para los medios occidentales, entre ellos los medios de información chilenos, el ejemplo humanista, lleno de sentido internacionalista de Cuba, su gobierno y sociedad no mereció los espacios y noticias que un gesto de esta grandeza merece, como tampoco la labor de las Brigadas médicas, desplegadas por el mundo para llevar la calidad y humanidad de la medicina cubana en la lucha contra el covid-19. Angola, por ejemplo, es ejemplo de esta recepción de ayuda cubana, desde el momento mismo de su independencia, defendiendo y consolidando su independencia frente a la agresión del otrora régimen de apartheid sudafricano. El gobernador de la capital, Luanda, Luther Rescova señaló “Es un gesto natural de los cubanos, expresa su carácter internacionalista, la manera en que ven la vida, como dijo Fidel (Castro) muchas veces: Cuba no da lo que le sobra, comparte lo que tiene», que distinto a ese “dar” estadounidense, que implica hipotecar nuestra independencia y soberanía.
La sobre ideologización respecto a Cuba, impulsado por las presiones, chantajes, amenazas y ataques estadounidenses suele cegar, enmudecer y callar a los gobiernos sobre los aspectos positivos de una nación, que desde el inicio de su revolución ha sido ejemplo de internacionalismo. Por ello, no es anormal (lo que no lo convierte en aceptable) encontrar posturas absolutamente pro-estadounidenses en gran parte de los medios de información de Latinoamérica, donde lo más cercano a una crítica con relación al Crucero BRAEMAR se expresó al hablar de “cierto arrepentimiento” de aquellos países, que no otorgaron permiso para recalar al buque de placer británico.
En el caso de mi país, Chile, el gobierno sólo emite declaraciones respecto a Cuba cuando se trata de criticar a su gobierno sin reconocer sus logros en materias educativa, sanitaria, deportiva, entre otras o la solidaridad activa en la lucha contra la pandemia. En el campo de las comparaciones, sólo el hecho de la forma de enfrentar al covid-19 debería generar opiniones positivas, cuando el referente es Cuba, y sin embargo la obsecuencia respecto a Estados Unidos impide avanzar en forma soberana. Mientras en Cuba se abrían las puertas a los pasajeros y tripulantes de un crucero británico, en Chile, en la misma fecha, se cerraban la posibilidad de desembarcar en el puerto de Valparaíso, a 4 mil personas entre pasajeros y tripulantes del crucero Celebrity Eclipse. Durante varios días estuvieron dando vueltas en círculo, costa afuera, sin recibir el visto bueno de las autoridades del país sudamericano, lo que obligó al Buque a zarpar rumbo norte a pesar de no tener ninguna persona contagiada o con síntomas.
Los medios de información suelen tener respecto a Cuba, la misma conducta o buscan algún tipo de “interés, beneficio o situaciones ocultas y misteriosas” para tratar de entender la solidaridad cubana. Sólo la incondicionalidad y genuflexión de los gobiernos chilenos explica el sometimiento a mantener relaciones con Estados Unidos privilegiándola con relación a los países latinoamericanos, incluyendo a Cuba y Venezuela. El mirar hacia el sur y no seguir encandilados con ese “norte revuelto y brutal que nos desprecia” con que denominada el Héroe nacional cubano José Martí a Estados Unidos, podría hacernos avanzar en nuestra definitiva independencia política.
La pandemia del covid-19 muestra esa necesidad de cambiar de rumbo de gobiernos como el de Chile, que ha debido contender incluso, con la posibilidad de ser víctima de esta adaptación de la saga cinematográfica de los “Piratas del Caribe” representado por el clon de Jack Sparrow, que en este caso se viste de primer mandatario. Un pirata que habita la Casa Blanca y que ha puesto en peligro la compra de ventiladores, mascarillas, kits de detección del covid-19, obligando a las autoridades chilenas a realizar compras y viajes en secreto y no sufrir los embates delictivos estadounidenses, soportado incluso por socios predilectos de Washington, como fue el caso de Alemania y Francia.
Cuba, un país pequeño, una isla a escasos kilómetros de esta sombra que se cierne sobre ella y que la ataca desde el momento mismo del triunfo de la revolución el año 1959, puede erguirse ante el mundo como un país soberano, solidario, internacionalista, capaz de contender contra una enfermedad como el covid-19 y tener resultados positivos (2.000 contagios y 80 muertos). Cuba, a pesar de sanciones, bloqueos, embargos, la negativa a suministrarle fármacos y equipos para luchar contra la pandemia, es capaz de dar dura y eficiente lucha contra el covid-19 y ser capaz, incluso de permitir que buques como el BRAEMAR, con miles de pasajeros y tripulantes desembarquen en su territorio y puedan volver a sus hogares. A pesar de las presiones y chantajes estadounidenses, Cuba, a pesar de sus carencias, es capaz de enviar brigadas médicas en apoyo de aquellos países que sufren los efectos de la mayor catástrofe sanitaria del último siglo.
Estados Unidos, en cambio, centrado en su mirada economicista de las sociedades, insiste en volver a una supuesta “nueva normalidad”. Abrir los comercios, restaurantes, cines, las empresas, que la gente salga a consumir, para que el sistema de capitalismo extremo no sucumba, no se derrumbe en el estrépito de millones de cesantes, en el cierre de fábricas, comercios, la quiebra de aerolíneas. Para Trump, esa es la prioridad “la economía”, como para Jair Bolsonaro en Brasil y todos aquellos donde la muerte de sus ciudadanos son “daños colaterales”.
Trump ha puesto en segundo plano la lucha contra el covid-19, demostrando que un estado debilitado, con un sistema de salud público disminuido en pos del dios privatizador se convierte en un boomerang capaz de generar un daño de enorme envergadura. ¿Qué importan 1.550.000 contagios y 95 mil muertos si lo que verdaderamente substancial está en las prioridades de Trump y su gobierno, para que el modelo no se derrumbe.? Entre la pequeña, pero digna, solidaria e internacionalista Cuba y el gigante desestabilizador, agresor y filibustero Estados Unidos el mundo puede dar fe que los enfoques y resultados frente a sucesos de la magnitud de la pandemia por el covid-19 son absolutamente diferentes.

Pablo Jofré Leal

jueves, 21 de mayo de 2020

Cuba: ¿diplomacia médica, poder blando?


La vacuna contra el Covid-19, la guerra comercial y los monopolios farmacéuticos




Los anuncios del laboratorio Moderna y las pujas en el sector

La prolongación de la pandemia del coronavirus ha despertado una gran inquietud por el desarrollo de una vacuna. La noticia del laboratorio norteamericano Moderna sobre éxitos en sus primeros ensayos tuvo gran repercusión y disparó sus acciones. Sin embargo, el proceso será largo (los más optimistas no creen que haya resultados antes de fin de año) y tortuoso, dado que aparece cruzado por el parasitismo del capital y los choques entre las grandes potencias.
El laboratorio Sanofi, de origen francés, desató una gran reacción negativa cuando su director, Paul Hudson, afirmó que en caso de alcanzar la vacuna le daría prioridad a los Estados Unidos, dado que su gobierno aportó 30 millones de dólares a un proyecto que llevan a cabo con la británica Glaxo. La Unión Europea impulsó una demagógica campaña para considerar a la vacuna como un “bien público”, en tanto que el gobierno francés llegó a decir que el asunto debía dejarse “fuera de las leyes del mercado” (La Nación, 15/5). El recule de Sanofi fue solo aparente. Uno de sus directores les recordó a los europeos que habrá vacunas para todos “si los europeos trabajan con la celeridad de los norteamericanos" (ídem).
Este episodio sirve para poner la lupa sobre el financiamiento de las investigaciones médicas. Los grandes monopolios se asocian a los Estados, o mejor dicho, recurren a éste para que financie la investigación en las etapas más riesgosas y sólo empiezan a invertir en la recta final, cuando el beneficio aparece asegurado (Euronews, 29/4). El multimillonario Bill Gates, que patrocina una fundación relacionada, reconoció este parasitismo al decir a una importante revista médica (la New England Journal Medicine) que “es necesario que los gobiernos pongan los fondos porque los productos para la pandemia son inversiones de muy alto riesgo; el financiamiento público minimizaría los riesgos para las empresas farmacéuticas y ayudaría a que se metieran en este tema con los dos pies”. Las vacunas pesan poco dentro de las cifras de negocios de las farmacéuticas: “apenas 35.000 millones de dólares sobre un total estimado en 1,2 billones de dólares anuales” (La Nación, ídem). Solo cuatro de las 20 farmacéuticas más grandes tienen una unidad de investigación de vacunas (Euronews, ídem).
Sin embargo, estos monopolios patentan luego los descubrimientos y venden los productos a los Estados y a los consumidores a altos precios. La investigación de la Zolgensma (para la atrofia espinal), de Novartis, que se vende a 2 millones de dólares por pieza (se lo conoce como “el fármaco más caro del mundo”), fue financiada en su etapa preliminar por una fundación sin fines de lucro, que luego le vendió la patente a una pequeña empresa comprada por el laboratorio en cuestión (Euronews, ídem). Cabe agregar aquí que los grandes monopolios “dedican más dinero a adquirir pequeñas empresas que tienen medicamentos en fase de investigación avanzada que a investigaciones propias”, según una encuesta de la Radio y Televisión de Suiza (ídem).
Mientras estos monopolios hacen ganancias multimillonarias, las masas se ven privadas del acceso a medicamentos esenciales para su salud.
En lugar de una coordinación global para encontrar una vacuna, el capital nos ofrece una carrera entre los Estados y monopolios. Trump ha lanzado la “Operación Warp Speed” con el objetivo de hallar la vacuna para fin de año. Puso al frente de la misma a uno de los directores del laboratorio Moderna, Moncef Saloui, lo que ha despertado denuncias por un posible conflicto de intereses. En el Reino Unido, la Universidad de Oxford (que junto al Imperial College de Londres, recibió 47 millones de libras de financiación) arribó a un acuerdo de licencia con la farmacéutica AstraZeneca para la fabricación de la vacuna.
La cuestión de la vacuna contra el Covid-19 está provocando disputas entre los Estados. En la reunión virtual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tiene lugar este lunes y martes, la Unión Europea impulsaría algún tipo de patente libre, que posibilite que varias empresas y gobiernos puedan meterse en el tema, en tanto que Estados Unidos, Reino Unido y Suiza se opondrían a dicha posibilidad.
En medio de este escenario de choques, el gobierno norteamericano acusó a China de realizar espionaje para obtener información sobre la vacuna. Forma parte de la batería de ataques de Turmp, que habla del “virus chino” y acusó a la OMS de ser “una marioneta” de Beijing. Por eso, argumenta, evalúa dejar de aportar a dicho organismo. Es la continuidad de la guerra comercial y del agravamiento de las tensiones sino-norteamericanas en el cuadro de la pandemia.
China, por su lado, contragolpea desembolsando más fondos para la OMS y acelera su propia carrera para alcanzar la vacuna.
Así como las presiones empresarias para flexibilizar (o levantar) las cuarentenas muestran cómo el capital antepone sus negocios a la salud de la población, la cuestión de las vacunas muestra al capital como un bloqueo al desarrollo de la ciencia y la técnica.
Estas deben ser liberadas de ese corset, por el bien de la humanidad.

Gustavo Montenegro

miércoles, 20 de mayo de 2020

Marco Rubio, Lester Mallory y la falta de imaginación




Cubainformación TV – Basado en un texto de Rosa Miriam Elizalde – La Jornada.- Lester Mallory fue la mano dura de EEUU en los primeros tiempos de la Guerra Fría. En 1960, como Subsecretario de Estado, se encargó del “caso Cuba”.

martes, 19 de mayo de 2020

Salud Ministro de Salud Pública de Cuba: Reiteramos la disposición de cooperar y compartir experiencias


Terroristas y narcotraficantes son ellos

Hay un viejo dicho que dice que cuando no se tiene la razón “no hay mejor defensa que el ataque”. Eso mismo aplicó el Departamento de Estado, que el mismo día 12 de mayo, que el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, hiciera pública su demoledora denuncia por el grave ataque terrorista a nuestra embajada en Washington, Pompeo lejos de brindar una información sobre el hecho y lamentar este acto violento, la respuesta vengativa fue dar a conocer que había colocado a Cuba y a Venezuela en la lista de países que no cooperan en la lucha antiterrorista, así de cínico, miserables e inescrupuloso, es el Gobierno del señor Donald Trump.
Imposible esconder, que el ataque del cubano Alexander Alazo Baró el pasado 30 de abril a la embajada de Cuba en Washington no fuera una acción terrorista, los testigos la propia policía local que detuvo al atacante en el mismo escenario de su acción terrorista y las declaraciones de Alazo, quien declaró que lo hizo por odio, que la seguridad cubana lo perseguía, que sus intenciones eran las de matar, para dicho acto compró un fusil de asalto AKM 47 y realizó 32 disparos contra la sede cubana que en ese momento estaba ocupada por diez funcionarios diplomáticos.
En su denuncia el ministro Rodríguez Parrilla, fue desmenuzando toda la trama y destruyó toda la leyenda que le fabricaron al terrorista Alazo. Alexander Alazo Baró, se fue del país en el 2003 y nunca tuvo ninguna acción que lo señalara como un enemigo del gobierno y la Revolución, se convirtió a una religión cristiana y contrajo matrimonio con una ciudadana mexicana y se marchó legalmente del país, y fue a residir en México y en estos 17 años que vivió entre México y Estados Unidos, viajó a Cuba en ocho ocasiones, sin molestar y sin ser molestado por las autoridades cubanas, en el 2010 se radicó en Estados Unidos y su última visita a Cuba fue en el año 2015.
De repente aparece escenificando el acto terrorista el 30 de abril en horas de la madrugada contra la embajada cubana, pero previamente, se había presentado en un hospital donde refirió temores y un supuesto cuadro de delirio de persecución por grupos criminales cubanos que no existen, al parecer sus cuentos y declaraciones a los médicos que le atendían diagnosticaron que tenía problemas mentales. Todo este “drama – comedia” se produce luego de que Alazo perdiera un pequeño negocio, y se encontraba en precaria situación económica, que le obligó a vivir, según su esposa, en el auto porque no tenían recursos para rentar una vivienda. ¿Y entonces de dónde sacó el dinero para comprar armas?
O sea, Alazo Baró fue construyéndose una leyenda que permitiera luego de realizar su acto terrorista contra la embajada, usarlo para su defensa en el juicio que tendrá que enfrentar, eso le permitirá actuar y tratar de lograr inmunidad. Los Servicios Especiales estadounidenses son expertos en fabricar leyendas para no salir comprometidos de sus macabras e ilegales acciones. Hoy se sabe que la destrucción de las Torres Gemelas fue provocada por una implosión, así lo denunció el New York Time en fecha reciente, una investigación del cuerpo de bomberos de la ciudad de New York precisaba que no fueron impactos de los aviones contra las Torres Gemelas como se había publicitado. Quien o quienes, colocaron esa enorme cantidad de explosivos que hizo colapsar a semejante edificio y cual el objetivo que perseguían, aún está por aclarar.
Casos hay muchísimos, pero el más famoso fue el que la CIA fabricó cuando el asesinato de John F Kennedy, para culpar a Cuba, el chivo expiatorio fue Lee Harvey Oswald, al que lo prepararon como procubano, defensor de Castro, hicieron de todo, incluido una riña de Oswald con el conocido contrarrevolucionario Carlos J Bringuier, Celso Hernández y Miguel Cruz, todos con reconocidos lazos con la CIA y el FBI en aquella época. Y para darle credibilidad de su posición procastrista, enviaron a Oswald a México a solicitar una visa en el consulado cubano para visitar a Cuba, una leyenda completa y así culpar del asesinato de Kennedy a Fidel y a Cuba. (1)
Estados Unidos dirigió, organizó, financió y armó a los mercenarios derrotados en Playa Girón, (Operación Pluto) y la también derrotada Operación Magosta. Organizó y apoyó 634 fallidos atentados contra el presidente cubano Fidel Castro. Ha mantenido bajo su influencia, control y apoyo a numerosas organizaciones terroristas con sede en Miami y New Jersey, entre ella Alfa 66, el MRR, DRE, FULN, Comandos L, Omega 7, Comandos Mambises y el MIRR, este último dirigido por Orlando Bosch, financiado por la mafia del juego organizado de Chicago, como el mismo confesó. (1)
Bosch junto a Luis Posada Carriles fueron los autores intelectuales y suministraron el explosivo para volar en pedazos al avión de cubana de aviación con 73 pasajeros y tripulantes a bordo, luego de despegar de Barbados. Un criminal atentado cuyos autores intelectuales Bosch y Posada Carriles, fueron protegidos por el gobierno de Estados Unidos pese a que Venezuela los pidiera en extradición.
Toda una buena obra teatral, que se refuerza con el grave y peligroso show que escenificó el atacante frente a la embajada, primero con una bandera cubana con letreros ofensivos y luego con un ataque violento con un fusil de asalto AK M 47, ametrallando el edificio de la sede diplomática cubana, si bien tuvo tiempo de huir no lo hizo, se abrazó a una bandera estadounidense y comenzó a proferir ofensas con escandalosos gritos, hizo una buena espera lo que dio tiempo a que llegara la policía local, a la cual se entregó dócilmente.
Resulta sospechoso que desde el primer momento que el individuo llegara frente a la embajada y comenzara a proferir gritos y ofensas a la bandera cubana un lugar supremamente protegido por el Servicio Secreto y estos no actuaran de inmediato, sino mucho después de concluida sus acciones terroristas y criminales, fue que la policía se hizo presente.
Y más sospechoso aún, las relaciones del terrorista Alazo con el pastor Frank López del centro religioso Doral Jesús Worship Center, acérrimo enemigo de la Revolución Cubana y cercano como el senador Marco Rubio y el congresista Mario Díaz Balar, de conocida trayectorias y acciones anticubanas y antivenezolanas, desde sus cargos en el Congreso de los Estados Unidos, con fuertes nexos con la mafia cubano-americana.
Todo debidamente bien planeado, con esa acción creaban un escenario que lógicamente traería la justa reclamación de Cuba y la condena de nuestro país a esa acción terroristas, pero ellos ignoraron nuestro reproche, era una forma de distraer a la opinión pública, porque 72 horas después, el 3 de mayo, se producía el desembarco de mercenarios por la Guaira, Venezuela. Ningún paso que ellos dan en nuestra región con Venezuela o con Cuba, es un hecho aislado de su actual política agresiva contra estas dos Naciones.
La respuesta fue incluir a Cuba y Venezuela en la lista de países que no cooperan con la lucha antiterrorista, que Cuba no responde al pedido de extradición que Colombia, solicitó de los diez (10) miembros de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se encuentran en Cuba.
Lo que Estados Unidos y Colombia no dicen, es que esos miembros del ELN, forman parte de la delegación que se encontraba en Ecuador en la Mesa de Dialogo de Paz, y que el gobierno de Ecuador, no quiso continuar siendo sede de dichos diálogos, fue por pedido del Gobierno de Colombia y el ELN al gobierno de Cuba ser la sede para dar continuidad al proceso de dialogo.
Cuba con su vocación de paz y de apoyo al hermano pueblo colombiano, aceptó la propuesta, en plena consulta y acuerdo con el gobierno de Noruega, que era el otro país garante y sobre esa base y establecidos los protocolos correspondientes, la delegación del ELN viajó a La Habana, a la espera de que el gobierno de Iván Duque designara a sus representantes, lo que nunca han hecho.
El protocolo firmado por las partes, incluido los gobiernos garantes y la Cruz Roja, estableció que, en caso de ruptura de los diálogos el gobierno de Colombia tenía que dar plena garantía del regreso de estos diez delegados a la zona de donde fueron recogidos, las FF.MM tendrían que replegarse de la zona y esperar 72 horas, hasta que los delegados llegaran a la zona e incorporarse a su Frente de donde salieron. Cuando el gobierno de Colombia hace unos meses atrás solicitó la extradición de los miembros de la delegación del ELN, Cuba le respondió, que solo se atendría al protocolo firmado por todas las partes, respuesta cubana que fue ratificada por el gobierno de Noruega.
Por tanto, es totalmente inaceptable y cínico usar ese argumento para que los Estados Unidos incluya a Cuba, en la lista de país que no cooperan en la lucha antiterrorista, la realidad es otra, es Estados Unidos el que apoya las acciones terroristas, sus acciones en Cuba provocaron 3,478 muertos y 2099 heridos incapacitados, sin contar los grandes daños en lo económico, incluido el Bloqueo Económico y ahora con sanciones adicionales, incluyendo impedir la compra de medicamentos y equipos para combatir el Covid-19, lo cual califica como un hecho de genocidio.
Y tan grave como lo arriba expuesto lo es también la campaña que directamente Mike Pompeo realiza contra los médicos cubanos y las brigadas que en este momento de la horrorosa pandemia de Covid -19 prestan su servicio humanitario salvado vidas. Otra forma de EE: UU hacer y contribuir al terrorismo.
Ni que decir de su apoyo a Juan Guaidó, estrechamente vinculado al Cártel de los Rastrojos, tal intimidad y compromiso del autoproclamado, con estos narcos, que fueron los que le brindaron la seguridad para trasladarlo y cruzarlo clandestinamente por la frontera venezolana colombiana a encontrarse con el presidente de Colombia Iván Duque. Y que decir del gobierno colombiano responsable de que hoy sea Colombia el mayor productor de cocaína, y el de mayor extensión de sembrados con un poco más de 220 mil hectáreas de matas de coca.
El grado de comprometimiento de altos dirigentes del gobierno colombiano con el narcotráfico, sí debía de preocupar el gobierno de Donald Trump, pero sin embargo este gobierno neogranadino es su principal aliado contra Venezuela, por eso sus grandes errores al aliarse al narcotráfico. No es secreto que la DEA se alió al cártel de Cali, para liquidar al cártel de Medellín, no porque Pablo Escobar, fuera un importante narcotraficante, sino porque era un peligro para los carteles estadounidense porque estaba manejando la idea de ocupar el mercado interno.
Escobar fue el que le comercializó al coronel Oliver North decenas de toneladas de cocaína para financiar a los contras en Nicaragua, acción de la cual fue cómplice Elliot Abrams, por la que ambos cumplieron sanciones en Estados Unidos. Abrams es actualmente el asesor de Juan Guaidó.
El ex presidente y actual senador Álvaro Uribe está cuestionado por sus vínculos con el Cartel de Medellín, pero actualmente hay una denuncia de Richard Maock, investigador de la CTI perteneciente a la Fiscalía colombina que dice poseer pruebas que vinculan a Uribe con el chapo Guzmán por introducir 10 toneladas de cocaína en Estados Unidos, que salía por el aeropuerto el Dorado, cuando el ahora procesado por narcotráfico, Fernando Sanclemente, nombrado por Uribe, era el Director de Aeronáutica Civil, y máxima autoridad sobre las instalaciones aeroportuarias de Colombia en el 2008. La droga era trasladada por la agencia Air Cargo Line. Maock, tuvo que huir de Colombia porque estaba amenazado de muerte.
Señores Trump y Pompeo no pretendan culpar al inocente y apoyar al culpable, Cuba ha mantenido por 60 años vocación de paz, el hecho más palpable lo representa el apoyo que dio al gobierno colombiano cuando en el 2012 aceptó ser la sede de las conversaciones de paz del gobierno colombiano con las insurgentes FARC-EP, diálogos que duró cinco años y concluyó con los Acuerdos de La Habana, firmados el 24 de noviembre del año 2016 por el presidente de Colombia Juan Manuel Santos Calderón y Rodrigo Londoño Comandante Jefe de las FARC-EP.
Y cual ha sido la respuesta del gobierno de Iván Duque Márquez, incumplir los Acuerdos de La Habana, atacar a la Justicia Especial de Paz, (JEP) y no implementar lo firmado, especialmente el tema de la tierra, el de cultivos ilícitos, y, más grave aún, ejecutar con el ejército paralelo, los narcoparamilitares, con la complicidad de sectores de las FF.MM, de hacer una sistemática selección de líderes y lideresas sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes desmovilizados en las regiones para su eliminación física, esa política ha llevado a la muerte a más de 1000 de estos líderes comunales y cerca de 250 asesinatos de ex combatientes de las FARC-EP, incluyendo a 38 familiares.
Le recuerdo, señor Duque, que mientras usted se subordina a las órdenes del senador Álvaro Uribe, cuyo odio al chavismo, a la insurgencia colombiana y jurado enemigo de la paz es conocida, por tanto, su obediencia a Washington para atacar a Cuba, usando el tema de la extradición de los delegados del ELN, argumento insostenible de cumplir, porque sentaría un precedente que invalidaría cualquier acuerdo que a futuro pueda proponerse y viola el derecho internacional.
Cuba con mucha disposición aceptó la propuesta de brindar 1000 becas para que jóvenes colombianos estudien medicina y aquí están, esta isla caribeña se dedica a salvar vidas y no a matar, señor Duque, lo que, lamentablemente, no hace usted, ni su gobierno con su pueblo, como lo demuestra su postura frente a la Pandemia del Covid-19.
Si tomamos en cuenta estos breves elementos puedo sin cortapisa decir, no señores, los terroristas y narcotraficantes son ellos.

Tony López R. | 19/05/2020

Nota:

(1) Fuente consultada. El Asesinato de Kennedy y la Inculpación a Cuba. Autor. Fabian Escalante Font. Editora Política. Habana 2016.

Tony López R. Periodista, politólogo y analista internacional.

A 125 años de la caída en combate de José Martí

“Martí era un hombre extraordinario y encantador. No obstante su genialidad, su inmenso talento, las graves responsabilidades que pesaban sobre su cuerpo endeble, nunca se cansaba y siempre tenía una frase de consuelo o de bondad para los demás, oírlo hablar era como un verdadero regalo para la mente y el corazón. Poseía un extraordinario magnetismo, principalmente en la mirada, donde quiera que iba irradiaba luz. Jamás descuidaba un detalle”.

María Mantilla, Los Ángeles CA, 1952

La tarde del 19 de mayo de 1895 en un claro de la manigua cubana al oriente del país, en el interfluvio de los ríos Contramaestre y Cauto, en los campos de la finca Dos Ríos, bajo el fuego cerrado del ejército español es derribado de su caballo un patriota universal y glorioso, grandioso y extraordinario. El mundo hispanoamericano le conoce como un gran forjador de la prosa y la poesía modernista en América Latina. Los niños y las niñas le conocen como el autor de su atesorada revista La edad de oro y del libro de poemas Ismaelillo; el pueblo llano le reconoce por sus Versos libres y sus Versos sencillos, por sus pensamientos, por sus ideas. Otros le reconocen por su completa obra literaria, novela, poesía, teatro, artículos de prensa, crónicas, cartas, obituarios, discursos. Mucho fue el trajinar de Martí por América, muchos pueblos le vieron, compartieron con él su verbo esclarecedor y brillante. Su tarea por la independencia Nuestro Americana fue larga. Ya había escrito Martí en El Federalista, edición literaria (México 5 de marzo de 1876) que “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida; truécase en polvo el cráneo pensador; pero viven perpetuamente y fructifican los pensamientos que en él se elaboraron…” Y así es: Martí como Bolívar nos siguen y nos seguirán en todos los tiempos con su obra, con su ejemplo magnífico de patriotas, luchadores y pensadores.
José Julián Martí Pérez nació en La Habana, el 28 de enero de 1853. Político; a los doce años empezó a estudiar en el colegio que dirigía el poeta y hombre de ideas, Rafael María de Mendive. A un año del comienzo de la Guerra de los Diez Años, cuando tenía 16 años recibió condena a trabajos forzados por su apoyo a la causa independentista cubana. En 1871 fue deportado a España, allí escribió denuncias de abusos y atropellos de España en Cuba. El presidio político en Cuba, es una de ellas. En España Martí obtiene las Licenciaturas en Derecho, Filosofía y Letras en la Universidad de Zaragoza en 1874. Se traslada a Nueva York, México y Guatemala. En México se casa con Carmen Zayas, regresa a Cuba y en 1878 nace su hijo José Francisco. Volvió a la lucha siendo uno de los fundadores del Club Central Revolucionario Cubano y fue electo Vicepresidente en marzo de 1879, posteriormente se funda el Comité Revolucionario Cubano.
El 17 de septiembre de 1879, estando en Cuba, Martí es detenido y deportado nuevamente a España por sus vínculos en la Guerra Chiquita. Visitó Madrid, Francia y los Estados Unidos, donde se radicó. Martí logra llevar a su esposa e hijo el 3 de marzo de 1880. En 1881 tiene una estancia de seis meses en Venezuela en donde edita una revista, escribe en periódicos y desarrolla importante actividad académica. Inicia el modernismo en América Latina, en sus artículos en La Opinión Nacional, La Revista Venezolana y los poemas de Ismaelillo. En la década de los años ochenta, además, colabora con La Nación, de Buenos Aires y El Partido Liberal, de México. A mediados de 1882 reinició la labor de reorganización de los revolucionarios. El 2 de octubre de 1884 se reúne por vez primera con los líderes Máximo Gómez y Antonio Maceo y comienza a participar en el Plan Insurreccional. En enero de 1891 se publica su magnífica obra “Nuestra América” y escribe “Los versos sencillos”. En enero de 1892 redactó las Bases y los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano.
El 14 de ese mes fundó el periódico Patria, órgano oficial del Partido. En los años 1893 y 1894 recorrió países de América y ciudades de Estados Unidos, uniendo a los principales jefes de la Guerra del 68 y acopiando recursos. El 8 de diciembre de 1894 redactó y firmó, el plan de alzamiento en Cuba, el Plan Fernandina, que fue descubierto e incautadas las naves con las cuales se iba a ejecutar. El 29 de enero de 1895, partió de Nueva York a Montecristi, República Dominicana, donde lo esperaba Máximo Gómez, con quien firmó el 25 de marzo de 1895 un documento conocido como «Manifiesto de Montecristi». Ambos líderes llegan a Cuba el 11 de abril de 1895, por Playitas de Cajobabo, Baracoa. El 15 de abril de 1895 los jefes allí reunidos bajo la dirección de Gómez, acordaron conferir a Martí el grado de Mayor General por sus méritos y servicios prestados.
El 28 de abril de 1895, en Guantánamo, en unión de Gómez firmó la circular Política de Guerra. El 5 de mayo de 1895 tuvo lugar su encuentro con Gómez y Maceo en La Mejorana, allí se discutió la estrategia a seguir. El 14 de mayo de 1895 firmó la «Circular a los jefes y oficiales del Ejército Libertador», último de los documentos organizativos de la guerra, la que elaboró con Gómez. Siguiendo la marcha hacia el oeste de la provincia oriental, llegaron a Dos Ríos, cerca de Palma Soriano. El 19 de mayo de 1895 una columna española se desplegó en la zona y los cubanos fueron a su encuentro. Martí se separó del grueso de las fuerzas patriotas, acompañado solamente por su ayudante Ángel de la Guardia. Martí cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles y fue alcanzado por tres disparos que le causaron la muerte. Portaba Martí, en ese momento, una medalla con la foto de María Mantilla, a quien un mes antes le había escrito: “Yo amo a mi hijita… Amor es delicadeza, esperanza fina, merecimiento y respeto”
Desde el 14 de febrero hasta el 17 de mayo de 1895 Martí estuvo dando cuenta del itinerario seguido desde Dominicana hasta su incursión en Cuba al extremo oriente de esa nación, desde Montecristi a Cabo Haitiano (14 de febrero al 8 de abril de 1895) y desde Cabo Haitiano a Dos Ríos (9 de abril hasta el 17 de mayo, dos días antes de su caída en combate): Son dos libretas, que fueron conocidas en conjunto como los Diarios de campaña de José Martí. Del último escrito de Martí en el segundo diario, de fecha 17 de mayo de 1895 leemos:
“Gómez sale, con los 40 caballos, a molestar el convoy de Bayamo. Me quedo, escribiendo, con Garriga y Feria que copian las Instrucciones Generales a los Jefes y Oficiales—conmigo doce hombres, bajo el Teniente Chacón, con tres guardias, a los tres caminos; y junto a mí, Graciano Pérez. Rosalío, en su arrenquín, con el fango a la rodilla, me trae, en su jaba de casa, el almuerzo cariñoso: ´por Ud. doy mi vida.´ Vienen, recién salidos de Santiago, dos hermanos Chacón, dueño el uno del arria cogida anteayer, y su hermano rubio, bachiller y cómico,– y José Cabrera, zapatero de Jiguaní, trabado y franco,–y Duane, negro joven, y como labrado, en camisa, pantalón y gran cinto, y Ávalos, tímido, y Rafael Vásquez, y Desiderio Soler, de 16 años, a quien Chacón trae como hijo—Otro hijo hay aquí, Ezequiel Morales, con 18 años, de padre muerto en la guerra. Y estos que vienen, me cuentan de Rosa Moreno, la campesina viuda, que le mandó a Rabí su hijo único Melesio, de 16 años: ´allá murió tu padre: ya yo no puedo ir: tú ve.´ Asan plátanos, y majan tasajo de vaca, con una piedra en el pilón, para los recién venidos.”

El día de la muerte de Martí, escribe Máximo Gómez:

“¡Que guerra ésta! Pensaba yo por la noche; que al lado de un instante de ligero placer, aparece otro de amarguísimo dolor. Ya nos falta el mejor de los compañeros y el alma podemos decir del levantamiento”
La última carta que escribe Martí (el día anterior a su muerte) es para su amigo mexicano Manuel Mercado explicando su incorporación al ejército independentista en tierras cubanas y su interpretación del significado de la anexión de Cuba a los Estados Unidos para otros países de América (extracto):
“Mi hermano queridísimo: Ya puedo escribir: ya puedo decirle con qué ternura y agradecimiento y respeto lo quiero, y a esa casa que es mía, y mi orgullo y obligación; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias pª alcanzar sobre ellas el fin. Las mismas obligaciones menores y públicas de los pueblos, —como ese de Vd. , y mío,— más vitalmente interesados en impedir que en Cuba se abra, por la anexión de los imperialistas de allá y los españoles, el camino, que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de nuestra América al Norte revuelto y brutal que los desprecia, —les habrían impedido la adhesión ostensible y ayuda patente a este sacrificio, que se hace en bien inmediato y de ellos. Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas;— y mi honda es la de David…”
¡Evocamos a Martí y con él a todos los luchadores por la patria Nuestro Americana y nuestro compromiso en contra del imperialismo!

Wolfgang R. Vicent Vielma | 19/05/2020

Bibliografía y documentos electrónicos consultados

Diarios de campaña de José Martí / Edición anotada por Mayra Beatriz Martínez.—La Habana: Ediciones Especiales del Centro de Estudios Martianos, 2014
José Martí: Obras completas, Edición crítica.—La Habana: Centro de Estudios Martianos, 2000
Venezuela en José Martí, diaporama / Preparado por Wolfgang R. VIcent Vielma con la asesoría de Zaida Castro Delgado.—Caracas: Casa de Nuestra América José Martí, 2015
Yo conocí a María Mantilla / Juana Lidia Orille-Azcuy, artículo publicado en Varona, núm 51, julio-diciembre, 2010, pp. 78-81 Universidad Pedagógica Enrique José Varona, La Habana, Cuba.

Wolfgang R. Vicent Vielma. Licenciado en Geografía (UCV, 1986). Especialista en Análisis de Datos en Ciencias Sociales (UCV, 1989). Trabajador de la Casa de Nuestra América José Martí. Facilitador de la Misión Rivas de Educación Media; Profesor de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (UNEFANB).

domingo, 17 de mayo de 2020

EEUU quiere destruir cooperación médica cubana: Julio Guerra, cooperante en Turín




Cuba tiene 30 mil cooperantes de la salud en cerca de 60 países. Y en los últimos meses, para ayudar al mundo a frenar el Covid-19, ha activado a pleno rendimiento el llamado Contingente Médico Henry Reeve frente a catástrofes y epidemias, con 25 nuevas brigadas solidarias. Varias de ellas están en Europa. Una, en la ciudad italiana de Turín, a donde nos acercamos para conversar con Julio Guerra Izquierdo, jefe de esta brigada y un experimentado cooperante, con misiones anteriores en Djibouti, Guatemala y Venezuela.

La Pupila Asombrada: una conspiración espiritual en la Televisión Cubana




Cubainformación TV se adentra en el estudio de grabación del programa de la Televisión cubana "La pupila asombrada", ubicado en los estudios de animación del ICAIC, en La Habana. Conversamos con parte de su equipo: Karen Brito, Iroel Sánchez, Fidel Díaz y Mixael Porto.

sábado, 16 de mayo de 2020

Cuando Fidel cruzó el Rubicón




La firma de la Primera Ley de Reforma Agraria en la Comandancia de La Plata, el 17 de mayo de 1959, representó un parteaguas en la historia de la naciente Revolución Cubana

El pintor cubano Carlos Enríquez, ese genio que nació en el poblado de Zulueta, Las Villas, el 3 de agosto de 1900, no pudo escoger un título más sarcástico que Campesinos felices para aquel cuadro suyo en el que recreaba –o más bien retrataba– la vida rural en la Isla a finales de los años 30 del siglo pasado: una familia transparentada por el hambre y los parásitos, con la mirada perdida bajo un bohío, que a su vez amenazaba con desplomarse sobre sus cabezas.
Más de un estudioso ha hecho notar un detalle que acentúa todavía más la visión punzante de este rebelde de la plástica sobre la caricatura de República que teníamos entonces: en uno de los troncos que sostenían aquel techo enclenque aparece colgado un pasquín muy propio de la politiquería de la época, con el rostro de un candidato, mezcla de cerdo y de asno, acaso la única opción que tenían las almas que malvivían en nuestros campos.
Al margen de la recreación artística, la obra evoca la dura realidad de estancamiento, miseria y desesperación que debían confrontar en el día a día los trabajadores agrícolas cubanos que, un poco más tarde, para finales de los años 50, sumaban ya unos 350 000 y eran sostén de más de dos millones de personas, a la sazón, la tercera parte de la población cubana.

CONTEMPLAR LA MISERIA DESDE UN TABURETE

Tan apocalíptico resultaba el panorama, que una encuesta realizada por la Agrupación Católica Universitaria (ACU) en 1956-1957 concluyó revelando un diagnóstico, si no similar, al menos muy parecido al que expusiera Fidel Castro, tres años antes, en su alegato La historia me absolverá: El trabajador agrícola cubano se encontraba «engañado por los gobiernos y olvidado por los dirigentes de todos los sectores nacionales», concluyó el estudio de la acu.
«En todos mis recorridos por Europa, América y África, pocas veces encontré campesinos que vivieran más miserablemente que el trabajador agrícola cubano», refirió entonces el doctor José Ignacio Lasaga, uno de los hombres que promovió aquella investigación, cuyos ejecutores debieron vencer no solo los accidentes geográficos del país en su recorrido por más de 150 000 kilómetros, «sino también los accidentes mentales que turban nuestra ciudadanía».
Que la gente del campo, por la desnutrición crónica que les caía del cielo, tuvieran 16 libras por debajo del peso teórico no fue lo peor que encontraron los católicos en aquel pesquisaje, que echó por tierra la tan inflamada prosperidad de los años 50, un canto que todavía hoy resuena en más de una bocina.
Según la investigación, para entonces el 89,84 % de las viviendas campesinas se alumbraban con luz brillante, que bien traducido significa con una chismosa; el 60,35 % estaban construidas con madera, techo de guano y piso de tierra; el 63,96 % no tenía ni letrina ni inodoro; solo el 3,36 % de la muestra consumía un alimento tan universal como el pan y el 14 % de los entrevistados refería padecer o haber padecido la tuberculosis.
Ninguno de aquellos males, sin embargo, era el que más preocupaba a la población rural cubana, entre la cual la inmensa mayoría –el 73,46 % de los encuestados– consideraba que la solución a su problema descansaba en la posibilidad de disponer de fuentes de empleo, algo muy lógico si se considera que la mayor parte no era propietaria de la tierra y que apenas tenía trabajo para la mitad del año y el resto lo pasaba contemplando la miseria sobre un taburete, si es que lo tenía.

CUANDO ESTA GUERRA SE ACABE

Por suerte, mientras los encuestadores de la acu se preparaban para surcar el país en busca de la verdad del campo –el 30 de noviembre de 1956 ya estaban listos–, la generación que mejor había interpretado la realidad nacional regresaba a la Isla en un yate que cargaba más sueños que hombres.
Año y medio después de aquel insólito desembarco, el 5 de junio de 1958, al regresar del secadero de café donde se encontraba, Mario Sariol, un humilde campesino de la Sierra Maestra, en vez de su casa, lo que halló entre las lomas fue un infierno de humo y cenizas: la aviación batistiana había bombardeado la zona, y su esposa y sus cinco hijos pudieron escapar milagrosamente al refugiarse en el túnel de una antigua mina de manganeso ubicada muy cerca del lugar, donde residía la familia.
El campesino descubrió desconcertado aquella visión dantesca y, tras encontrar unos fragmentos de los cohetes disparados, cargó con ellos hasta la Comandancia y se los enseñó a Fidel, quien no tardó en descubrir en aquel hallazgo una inscripción todavía más reveladora: usaf (United States Air Force).
Fidel sabía desde mucho antes que Estados Unidos alimentaba por todos los medios a la dictadura decadente de Fulgencio Batista y que la base naval norteamericana, enclavada en Caimanera, era una retaguardia segura para los bombardeos, pero aquellas cuatro letras incrustadas en el metal resultaban más que contundentes.
«Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario –le escribió entonces a Celia–, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero».
La cineasta cubana Rebeca Chávez, que descubrió esta nota hace muchos años en una fotocopia ubicada frente a los ascensores del periódico Granma, contagió a otros compañeros suyos con la idea de una película; se fueron hasta la Sierra, treparon por Mompié y filmaron el testimonio del propio Mario en el lugar de los hechos.
Ella misma relataría que, 20 años después, ya la Sierra era otra, que Mario trataba de no equivocarse frente a las cámaras dirigidas por Daniel Díaz Torres y que constantemente invocaba al jefe guerrillero, que en medio de las urgencias de la guerra encontraba tiempo para ocuparse de la casa bombardeada y de la suerte de la familia campesina.
Fidel Castro terminó aquella guerra –la ganó en poco más de dos años– y como él mismo le había jurado a Celia, casi sin bajar de las lomas, comenzó una «más larga y grande», la misma que Cuba entera está librando todavía.

UNA LEY PARA LOS AGRADECIDOS

Puede que en su feudo, situado a orillas de la Autopista Nacional, en Cabaiguán, Yoandry Rodríguez Porras no conozca al dedillo la historia del bombardeo a la casa de Mario Sariol en plena Sierra Maestra, hace ya más de 60 años, pero lo que sí domina a plenitud es la manera de hacer parir la tierra y el compromiso de los campesinos de hoy con el país.
Considerado el productor más integral de la Isla, mayor cosechero de tabaco tapado en Cuba y «enfermo» a asimilar los progresos de la ciencia y la técnica en su finca, el usufructuario entregó al Estado, en el mes de abril, una producción equivalente a todo el acopio de municipios como Jatibonico o Fomento en ese mismo periodo.
Del orgullo de hacer producir los predios que heredó minados de marabú, del apoyo que recibe del Estado para impulsar cada proyecto, y de la seriedad con que asume sus compromisos con la cooperativa, el municipio, la provincia, el país y hasta con el propio presidente Miguel Díaz-Canel, ha hablado Yoandry más de una vez: «¿Asustarme cuando llega un camión de Acopio? Al contrario, yo los llamo y les digo: Manden una rastra, que la voy a llenar».
Muy parecida ha sido durante todos estos años la filosofía de otro viejo campesino, el veguero Rogelio Ortúzar, ícono de Consolación del Sur, en Pinar del Río, para quien resulta más que evidente que el progreso social y económico registrado en el campo cubano es hijo de la Revolución y, particularmente, de la Ley de Reforma Agraria, que hirió de muerte al latifundio y les hizo las maletas a las compañías pulpo que se habían tragado la Isla: «Siempre digo que el pueblo de Cuba tiene mucho que agradecerle a la Revolución, pero el campesinado tiene que agradecerle mucho más».
Para resumir la trascendencia de la Ley que este domingo cumple 61 años, el Primer Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro Ruz, suele acudir a una metáfora que resulta casi fotográfica: «Fue como el cruce del Rubicón», ha dicho él, aludiendo a la repercusión de la que fue la primera gran nacionalización del proceso revolucionario cubano, el punto de ruptura, también considerado como el mayor acto de justicia social con aquellos campesinos infelices que 20 años atrás había pintado Carlos Enríquez.

Juan Antonio Borrego | internet@granma.cu
14 de mayo de 2020 23:05:15