domingo, 31 de mayo de 2015

Más voces se unen al reclamo de libertad de Oscar López Rivera a 34 años de injusta prisión




Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba.

En horas de la mañana se celebró en la Misión de Puerto Rico en Cuba, un acto de solidaridad para reclamar la libertad del preso político boricua Oscar López Rivera,, quien este viernes cumple 34 años de injusta condena.
La directora general de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU), Soraya Álvarez Núñez, dio lectura a la declaración que la Asociación hace llegar al comité de descolonización de las Naciones Unidas y reafirmó el compromiso de la mayor de las Antillas con la causa de Oscar.
“La libertad de López Rivera es un asunto de justicia, de derechos humanos, y que haya sido sentenciado a privación de libertad por 70 años constituye una excesiva condena para un ser humano”, aseguró Álvarez Núñez.
Durante el encuentro, los invitados al acto de solidaridad hicieron un llamado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que interceda por Oscar y que este pueda regresar finalmente con su familia.
Por su parte, el doctor Ricardo Alarcón de Quesada, elogió la firmeza del luchador puertorriqueño y dijo que “si Oscar se hubiera arrepentido” de luchar por la libertad de su pueblo “hace mucho tiempo habría regresado a casa”.
Alarcón recordó que en 1999, el presidente de Estados Unidos, William Clinton, condonó a López Rivera por ser su sentencia excesiva, pero Oscar rechazó el indulto porque no habían incluido a dos de sus camaradas.
Por último, los invitados celebraron la salida de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo y despidieron el encuentro con la guitarra de Sergio Alejandro Guerra, quien interpretó Te doy una canción, de Silvio Rodríguez.
López Rivera fue condenado por un delito de carácter político al ser considerado por la policía federal de Estados Unidos uno de los principales dirigentes de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico. Fue sentenciado a 70 años de cárcel de los cuales hoy cumple 34. Los 12 primeros años estuvo confinado en solitario.
Estuvieron presentes en el acto, Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos; Jorge Arias, vicejefe del departamento de relaciones internacionales del Comité Central del Partido; los héroes de la República de Cuba, René González y Ramón Labañino; Edwin González, delegado de la Misión de Puerto Rico en Cuba; Lourdes Cervantes Vázquez, Secretaria General de la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina; Soraya Álvarez, directora general de la asociación cubana de Naciones Unidas, entre invitados y amigos de Cuba y Puerto Rico.

Eduardo Domínguez, Ladyrene Pérez

En EEUU poca gente sabe que, desde 2000, 250 estadounidenses han estudiado Medicina con beca de Cuba




Basado en un texto de José Jasán Nieves Cárdenas - Progreso Semanal (Miami).- Joanna Mae Sauers es una de las 13 jóvenes de EEUU que ya terminó su carrera en la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde fue becada durante seis años por el Gobierno cubano.

Amnesia histórica: los medios salvadoreños que hoy alaban a Monseñor Romero le llamaban terrorista




Basado en un texto de Iroel Sánchez – Blog “La pupila insomne”.- Hoy, en El Salvador, nadie se atreve a criticar a Monseñor Romero, beatificado hace unos días. Pero, antes de ser asesinado por la ultraderecha, los grandes diarios del país –que siguen siendo los mismos de ahora-, como La Prensa Gráfica o El Diario de Hoy, arremetían contra él y le tildaban de “terrorista”.

sábado, 30 de mayo de 2015

Che Guevara en discurso por aniversario de Martí: “A los héroes no se les puede convertir en estatuas”




En conmemoración del 107° aniversario del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba, el Comandante Ernesto Che Guevara se dirige a la población reunida en el hemiciclo de la Cámara del Capitolio Nacional. Un año después de la victoria de la Revolución Cubana, el Che traza una línea de continuación histórica entre la gesta martiana de emancipación del colonialismo español y la lucha de liberación encabezada por Fidel Castro, contra la opresión del imperialismo norteamericano.
A 120 años de la caída en combate de nuestro Héroe Nacional José Martí recordamos, a través del homenaje que le rindiera Che Guevara en su natalicio, lo que su vida ha simbolizado para nuestro pueblo cubano.

Discurso en la conmemoración del natalicio de José Martí

28 de enero de 1960

Queridos compañeros: niños y adolescentes de hoy, hombres y mujeres de mañana; héroes de mañana, si es necesario, en los rigores de la lucha armada: héroes, sino, en la construcción pacífica de nuestra nación soberana:
Hoy es un día muy especial, un día que llama a la conversación íntima entre nosotros, los que de alguna manera hemos contribuido con un esfuerzo directo a la Revolución, y todos ustedes.
Hoy se cumple un nuevo aniversario del Natalicio de José Martí, y antes de entrar en el tema quiero prevenirles una cosa: he escuchado hace unos momentos: ¡Viva el Che Guevara!, pero a ninguno de ustedes se le ocurrió hoy gritar: ¡Viva Martí!… y eso no está bien…
Y no está bien por muchas razones. Porque antes que naciera el Che Guevara y todos los hombres que hoy lucharon, que dirigieron como él dirigió; antes que naciera todo este impulso libertador del pueblo cubano, Martí había nacido, había sufrido y había muerto en aras del ideal que hoy estamos realizando.
Más aún, Martí fue el mentor directo de nuestra Revolución, el hombre a cuya palabra había que recurrir siempre para dar la interpretación justa de los fenómenos históricos que estábamos viviendo y el hombre cuya palabra y cuyo ejemplo había que recordar cada vez que se quisiera decir o hacer algo trascendente en esta Patria… porque José Martí es mucho más que cubano: es americano; pertenece a todos los veinte países de nuestro continente y su voz se escucha y se respeta no sólo aquí en Cuba sino en toda América.
Cúmplenos a nosotros el haber tenido el honor de hacer vivas las palabras de José Martí en su Patria, en el lugar donde nació. Pero hay muchas formas de honrar a Martí. Se puede honrarlo cumpliendo religiosamente con las festividades que indican cada año la fecha de su nacimiento, o con el recordatorio del nefasto 19 de mayo de 1895. Se puede honrar a Martí citando sus frases, frases bonitas, frases perfectas, y además, y sobre todo, frases justas. Pero se puede y se debe honrar a Martí en la forma en que él querría que se le hiciera, cuando decía a pleno pulmón: «La mejor manera de decir, es hacer.»
Por eso nosotros tratamos de honrarlo haciendo lo que él quiso hacer y lo que las circunstancias políticas y las balas de la colonia se lo impidieron.
Y no todos, ni muchos -y quizás ninguno- pueda ser Martí, pero todos podemos tomar el ejemplo de Martí y tratar de seguir su camino en la medida de nuestros esfuerzos. Tratar de comprenderlo y de revivirlo por nuestra acción y nuestra conducta de hoy, porque aquella Guerra de Independencia, aquella larga guerra de liberación, ha tenido su réplica hoy y ha tenido cantidad de héroes modestos, escondidos, fuera de las páginas de la historia, y que, sin embargo, han cumplido con absoluta cabalidad los preceptos y los mandatos del Apóstol.
Yo quiero presentarles hoy a un muchacho que quizás muchos de ustedes conozcan ya, y hacer una pequeña historia de aquellos días difíciles de la Sierra.
¿Ustedes lo conocen o no lo conocen? Es el comandante Joel Iglesias, del Ejército Rebelde y el jefe de la Asociación de Jóvenes Rebeldes.
Ahora les voy a explicar por qué razones está en ese puesto y por qué lo presento con orgullo en un día como hoy.
El comandante Joel Iglesias tiene 17 años. Cuando llegó a la Sierra tenía 15 años. Y cuando me lo presentaron no lo quise admitir porque era muy niño. En aquel momento había un saco de peines de ametralladora -la ametralladora que usaba en aquella época- y nadie lo quería cargar. Se le puso como tarea y como prueba el que llevara ese saco por las empinadas lomas de la Sierra Maestra. El hecho de que esté hoy aquí indica que lo pudo llevar bien.
Pero hay mucho más que eso. Ustedes no habrán tenido tiempo, por el poco espacio que caminó, de ver que cojea de una pierna; ustedes no han podido ver, no han podido oír tampoco, porque no los ha saludado, que tiene la voz ronca y que no se le escucha bien. Ustedes no han podido ver que tiene en su cuerpo 10 cicatrices de balas enemigas y que esa ronquera que tiene, esa cojera gloriosa, son los recuerdos de las balas enemigas, pues siempre estuvo en primer lugar en el combate y en los puestos de mayor responsabilidad.
Yo recuerdo que había un soldado -que después también fue comandante- que murió hace poco por una equivocación trágica.
Ese comandante se llamaba Cristino Naranjo. Tenía cerca de cuarenta años, y el teniente que lo mandaba era el teniente Joel Iglesias, de quince años. Cristino le hablaba de tú a Joel, y Joel, que lo mandaba, le hablaba de usted, Sin embargo, Cristino Naranjo nunca dejó de obedecer una orden, porque en nuestro Ejército Rebelde, siguiendo las orientaciones de Martí, no nos importaban ni los años, ni el pasado, ni la trayectoria política, ni la religión, ni la ideología anterior de un combatiente. Nos importaban los hechos en ese momento y su devoción a la causa revolucionaria.
Nosotros sabíamos también, por Martí, que no importaba el número de armas en la mano, sino el número de estrellas en la frente. Y Joel Iglesias, ya en aquella época, era de los que tenían muchas estrellas en la frente, no esa sola que hoy tiene como comandante del Ejército.
Por eso quería presentárselo en un día como hoy, para que supieran que el Ejército Rebelde se preocupa de la juventud, y de darle a esa juventud que hoy asoma a la vida, lo mejor de sus hombres, lo mejor de sus ejemplos combatientes y de sus ejemplos de trabajo. Porque creemos que así se honra a Martí.
Quisiera decirles a ustedes muchas cosas como esta hoy. Quisiera explicarles, para que me entiendan, para que lo sientan en lo más hondo de sus corazones, el porqué de esta lucha, de la que pasamos con las armas en la mano, de la que hoy sostenemos contra los poderes imperiales, y de la que quizás tengamos todavía que sostener mañana en el campo económico, o aún en el campo armado.
De todas las frases de Martí, hay una que creo que define como ninguna ese espíritu de Apóstol. Es aquella que dice: «Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre.»
Eso era, y es, el Ejército Rebelde y la Revolución cubana. Un Ejército y una Revolución que sienten en conjunto y en cada uno de sus miembros, la afrenta que significa el bofetón dado a cualquier mejilla de hombre en cualquier lugar de la tierra.
Es una Revolución hecha para el pueblo y mediante el esfuerzo del pueblo, que nació de abajo, que se nutrió de obreros y de campesinos, que exigió el sacrificio de obreros y de campesinos en todos los campos y en todas las ciudades de la Isla. Pero que ha sabido también recordarlos en el momento del triunfo.
“CON LOS POBRES DE LA TIERRA QUIERO YO MI SUERTE ECHAR”, decía Martí,… y así mismo, interpretando sus palabras, lo hicimos nosotros.
Hemos venido puestos por el pueblo y dispuestos a seguir aquí hasta que el pueblo lo quiera, a destruir todas las injusticias y a implantar un nuevo orden social.
No le tenemos miedo a palabras, ni a acusaciones, como no tuvo miedo Martí. Aquella vez que en un primero de Mayo, creo que de 1872, en que varios héroes de la clase obrera norteamericana rendían su vida por defenderla y por defender los derechos del pueblo, Martí señalaba con valentía y emoción esa fecha, y marcaba el rostro de quien había vulnerado los derechos humanos, llevando al patíbulo a los defensores de la clase obrera. Y ese primero de Mayo que Martí apuntó en aquella época, es el mismo que la clase obrera del mundo entero, salvo los Estados Unidos, que tienen miedo de recordar esa fecha, recuerdan todos los años en todos los pueblos, y en todas las capitales del mundo, y Martí fue el primero en señalarlo, como siempre era el primero en señalar las injusticias. Como se levantó junto con los primeros patriotas y como sufrió la cárcel a los quince años; y como toda su vida no fue nada más que una vida destinada al sacrificio, pensando en el sacrificio y sabiendo que el sacrificio de él era necesario para la realidad futura, para esta realidad revolucionaria que todos ustedes viven hoy.
Martí nos enseñó esto a nosotros también. Nos enseñó que un revolucionario y un gobernante no pueden tener ni goces ni vida privada, que debe destinarlo todo a su pueblo, al pueblo que lo eligió, y lo manda a una posición de responsabilidad y de combate.
Y también cuando nos dedicamos todas las horas posibles del día y de la noche a trabajar por nuestro pueblo, pensamos en Martí y sentimos que estamos haciendo vivo el recuerdo del Apóstol…
Si de esta conversación entre ustedes y nosotros quedara algo, si no se esfumara, como se van las palabras, me gustaría que todos ustedes en el día de hoy… pensaran en Martí. Pensaran como en un ser vivo, no como un dios ni como una cosa muerta; como algo que está presente en cada manifestación de la vida cubana, como está presente en cada manifestación de la vida cubana la voz, el aire, los gestos de nuestro gran y nunca bien llorado compañero Camilo Cienfuegos. Porque a los héroes, compañeros, a los héroes del pueblo, no se les puede separar del pueblo, no se les puede convertir en estatuas, en algo que está fuera de la vida de ese pueblo para el cual la dieron, El héroe popular debe ser una cosa viva y presente en cada momento de la historia de un pueblo.
Así como ustedes recuerdan a nuestro Camilo, así deben recordar a Martí, al Martí que habla y que piensa hoy, con el lenguaje de hoy, porque eso tienen de grande los grandes pensadores y revolucionarios: su lenguaje no envejece. Las palabras de Martí de hoy no son de museo, están incorporadas a nuestra lucha y son nuestro emblema, son nuestra bandera de combate.
Esa es mi recomendación final, que se acerquen a Martí sin pena, sin pensar que se acercan a un dios, sino a un hombre más grande que los demás hombres, más sabio y más sacrificado que los demás hombres, y pensar que lo reviven un poco cada vez que piensan en él y lo reviven mucho cada vez que actúan como él quería que actuaran.
Recuerden ustedes que de todos los amores de Martí, su amor más grande estaba en la niñez y en la juventud, que a ellas dedicó sus páginas más tiernas y más sentidas y muchos años de su vida combatiendo.
Para acabar, les pido que me despidan como empezaron, pero al revés: con un Viva Martí, ¡que está vivo!

Falleció el destacado revolucionario cubano Luis Álvarez de la Nuez




Fidel visita el CENSA el 1 de septiembre de 1980 para inaugurar el centro. Al frente de izquierda a derecha. Rosa Elena Simeón, Fidel y Álvarez de la Nuez

En horas de la mañana de ayer falleció el destacado revolucionario Luis Enrique Álvarez de la Nuez a la edad de 77 años, víctima de una enfermedad crónica degenerativa.
Desde muy joven, siendo estudiante de la Escuela de Artes y Oficios de La Habana, se destacó por su participación en diferentes actividades contra la tiranía batistiana, siendo detenido en 1952 por incorporarse a la huelga es­tu­dian­til.
Ingresó en el Movimiento 26 de Julio en 1956, participó en actividades de sabotaje, venta de bonos y en la organización de grupos re­volucionarios. En 1957 comenzó su vida laboral como instrumentista industrial de la fábrica Técnica Cubana, de Cárdenas y en Cu­banitro, de Matanzas.
Al triunfo de la Revolución se integró con dedicación a diversas tareas. Se desempeñó co­mo Primer Secretario del Partido en las pro­vin­cias de Matanzas y La Habana. Fue fundador del Partido, miembro de su Comité Cen­tral y suplente del Buró Político, jefe de su De­par­tamento Económico, profesor de la Es­cue­la Superior del Partido Ñico López y Di­pu­­ta­do a la Asamblea Nacional del Poder Po­pular.
Por sus méritos y su amplia hoja de servicio a la Revolución, al compañero Luis Álvarez de la Nuez le fueron otorgadas diversas dis­tin­ciones.
El cadáver del destacado revolucionario Luis Ál­varez de la Nuez fue cremado. Lle­gue a sus familiares y amigos nuestras con­do­lencias.

La despedida, el adiós de un hombre

Ofrendas florales del líder histórico de la Re­vo­lución Fidel Castro Ruz y del Presidente de los Consejos de Estado y de Mi­nis­tros, ­Ge­ne­ral de Ejército Raúl Cas­tro Ruz acompañaron las exequias de Luis En­ri­que Álvarez de la Nuez realizadas ayer en la fu­neraria de Cal­zada y K en La Ha­bana.
Los méritos acumulados por Álvarez de la Nuez traen a la memoria de sus compañeros al hom­bre que fue: “Mo­des­to, sencillo, previsor, edu­ca­dor, palabras co­mu­nes que lo identificaron en su vida”, así lo recuerda Victorino Le­mus Ri­vero, com­pañero de trabajo en el Buró Pro­vin­cial del Par­tido en La Habana.
Pedro Chávez González, quien fuera presidente de la Asamblea Provincial del Poder Po­pular en La Ha­bana habla de quien consideró más que un amigo: “en él vi al dirigente hu­ma­no, capaz, in­te­ligente, con una memoria brillante; por eso en la última etapa dolía tanto ver las secuelas de una enfermedad crónica de­ge­nerativa co­mo la que padecía”.
Implacable la muerte con los hombres de cual­quier estirpe, esta vez se llevó a Luis Ávarez, pero afortunadamente, como reconocen sus amigos, queda todo lo que ayudó a construir.
En los funerales estaban presentes Esteban La­zo Hernández, miembro del Buró Político del Co­mité Central del Partido y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y los miembros del Secretariado del Comité Central del Par­tido José Ramón Balaguer Cabrera, Olga Li­dia Ta­pia Iglesias, Abelardo Álvarez Gil y Jorge Cuevas Ramos.

Granma

martes, 26 de mayo de 2015

Actualidad de Martí .




Frei Betto, Guillermo Castro y Atilio Boron examinan la actualidad del legado martiano.
Fecha: 4 de Mayo de 2015

sábado, 23 de mayo de 2015

Declaraciones de Antonio Guerrero, uno de los Cinco cubanos




"Quien considera que Cuba sea una pequeña luz, debería desear el cambio en su propio país"

«Como dijo nuestro héroe revolucionario José Martí: “Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”; y por un período nuestras celdas, en los Estados Unidos, eran en práctica unos huecos. Pero nosotros siempre fuimos determinados, nunca débiles. Hasta cuando pensábamos que quizás pudiéramos morir en prisión. No pudimos traicionar un pueblo que resistió a todas las agresiones». Antonio Guerrero, uno de los Cinco héroes cubanos («los 5»), ingeniero, poeta y pintor, relató en Roma, en un evento organizado por la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba y la Embajada de Cuba en Italia, entre los aplausos, su larga reclusión, por una sentencia de condena por espionaje excesivamente injusta: los Cinco sólo trataron de proteger Cuba de las actividades terroristas estadounidenses que colmaron la historia de los dos países.
Ya, la historia: Antonio, que repitió más que una vez que representa los Cinco pero también es uno de los once millones de cubanos, explicó: «la historia de mi país está llena de acontecimientos importantes, quizás lo que pasó a nosotros Cinco no es tan grande como lo que hicieron nuestros médicos en Sierra Leona mientras luchaban contra el Ebola», y precisó: «un nuestro médico me contó que los de los otros países les dejaron a los cubanos las situaciones y los casos más difíciles». «Ya hace años el presidente norteamericano Barack Obama dijo que las decenas de millares de médicos cubanos que salvaron vidas en las situaciones más desesperadas estuvieron entre los papeles vencedores de Cuba y perdedores por el EE.UU.». «A solos 90 millas del imperio que amenaza de llevar el mundo a la catástrofe, la revolución continúa, Cuba resiste y sigue escribiendo páginas importantes. Y todo eso demuestra que un mundo mejor es posible».
El caso de «los 5» sensibilizó muchas personas. Pero por ejemplo los estadounidenses supieron algo de los Cinco solo cuando los solidarios de muchos países compraron una página publicitaria en el New York Times. «El pueblo estadounidense –y no sólo– vive desinformado, vive en otro mundo. Es que los grandes medios de comunicación y las cabezas “pensantes” en muchos lugares del mundo buscan, por sus intereses, que el ser humano sea egoísta. Pero una vez más, recordamos a José Martí: “El verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de que lado está el deber”; esta es una de las grandes batallas de la humanidad. Nuestro héroe también dijo: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida».
Antonio Guerrero, agradeció quién luchó por la liberación de los Cinco cubanos antiterroristas («la primera manifestación de solidaridad pública la tuvimos en la celda, al regreso de las terribles sentencias; todos los presos aplaudieron y nos animaron»), exhortó a los partidarios de Cuba para que actúen por el cambio en su propio país: «Si usted ve Cuba como un pequeño faro que hace la diferencia en el mundo, cada uno de vosotros debería tener el deseo que el país en el que viva sea diferente. La lucha no puede estar en un solo lugar. Nosotros tenemos pocos recursos, ustedes tienen mucho más. Pero la puerta de la esperanza está abierta».
Guerrero habló del presente y del futuro de los Cinco en el contexto de la Cuba de ahora. «No sé qué haremos, lo importante es hacer las cosas con amor y por el bien de todos. ¡Hay mucho que hacer, no logro imaginar cómo hay personas que se despiertan en la mañana y no piensan en todo eso! Y siempre para citar a Martí: “Mientras haya algo que hacer, un hombre entero no tiene derecho a reposar”. Y también: “La mejor forma de decir es hacer”…lo cierto es que nosotros hablamos muchos, por todas partes, ¿hasta cuándo daremos conferencias?…»
La actualidad está llena de dudas, aparentemente confundida. «Ahora los medios de comunicación occidentales hablan mal más de Venezuela que de Cuba. Tenemos que apoyar la revolución en Venezuela, y estudiar el pensamiento de Hugo Chávez». Los Cinco fueron invitados a Caracas por el presidente bolivariano Nicolás Maduro. Antonio cuenta: «La visita nos ha hecho entender la complejidad, los desafíos y los éxitos de la revolución encaminada en el 1999. Venezuela tiene derecho a decidir sobre su propia suerte, sin injerencias. ¡Siempre estaremos con la Revolución Bolivariana!». Guerrero también narró que fueron a visitar un barrio, que antes de la Revolución Bolivariana, como muchos otros, estaba en una situación de total miseria. El rescate está en curso, también con la ayuda de la misión médica cubana, en el cuadro de la colaboración fraterna entre los dos países. Sobre el acercamiento a los Estados Unidos, y sobre los eventuales peligros, contestando a una pregunta del público, Guerrero fue claro: «El capitalismo no es la solución por los problemas de este mundo. Nosotros decimos que tal como acabaron los demás imperios, quizás un día acabará esta pesadilla, pero hasta aquel momento no será posible una política totalmente honesta y justa con Cuba y con los otros países. Para sustentar el estilo de vida en los Estados Unidos, ellos necesitan dominar otros países por la fuerza. En el pasado, vimos lo que hicieron a Cuba, ahora los mecanismos son otros. Los EE.UU. se dieron cuenta que estaban perdiendo oportunidades. Ahora tratan de introducirse en la nueva abertura. Y lo están haciendo con un cálculo bien preciso». Además, hasta lo declararon Obama y la Clinton: «a pesar de las buenas intenciones, nuestra política de décadas de aislamiento sólo reforzó el régimen de los Castro en el poder». Está muy claro.
Pero, Antonio Guerrero continuó, «nosotros los cubanos no somos idiotas. A lo mejor alguien piensa que los jóvenes cubanos tengan menos conciencia, menos sentido histórico. Pero todo esto vale también por la juventud italiana» (quisimos decir a Antonio: “¡mucho más!”), «los tiempos cambiaron, pero yo encontré ya varias veces a los jóvenes cubanos y puedo decirlo: las jóvenes generaciones pasaron en Cuba momentos económicos muy difíciles –en el período especial– pero siguen defendiendo a la Revolución. Tienen la responsabilidad de suceder a la generación histórica de la Revolución, y serán ellos a defender el futuro de Cuba. Estoy seguro que ellos conocen el monstruo. Estamos preparados. Y ahora nuestros jóvenes también están en Nepal a ayudar a las víctimas del terremoto. Ésta es la juventud cubana».
Sin embargo, le preguntamos por il AntiDiplomatico y por Radio Habana Cuba, a pesar del compromiso político y moral de los cubanos, ¿no se perfila el peligro de una invasión del consumismo, por la visita de millones de turistas estadounidenses y los demás aspectos del acercamiento si se cae el bloqueo? ¿No será el consumismo a derrotar los ideales de la Revolución Martiana, que es también bastante extraterrestre en este mundo? ¿Antonio, después de muchos años de ausencia, cómo encontró a Cuba? Respondió: «en 24 años el mundo cambió. También Cuba cambió. El consumismo no existe en Cuba. Nosotros tenemos el desafío de satisfacer las necesidades de las personas, no tiene nada que ver con el consumismo. Hay que estar en Cuba y confrontarla con otros países. Tenemos que dar más al pueblo. Producir más. Eliminar la doble moneda. En el mundo de hoy nadie puede huir a la pobreza. Y quién tiene el consumismo tiene más problemas, hay más diferencias. Tienen de todo, incentivan la gente a comprar y la gente se siente cada vez más frustrada. Nosotros estamos trabajando para mejorar el nivel de vida de las personas, principalmente después del período especial. En Cuba no hay consumismo. Hay más posibilidades, para comer y para todo. Y queremos que llegues a todos. Todo eso es lo que percibo, después de 24 años de ausencia». Por lo tanto no hay ningún peligro de invasión? «No hay peligro. No hay peligro. No hay peligro».

Marinella Correggia
Traducido por Ida Garberi

lunes, 18 de mayo de 2015

José Martí: A 120 años del inicio de nuevas luchas




“Yo creo que podemos ir a Cuba sin que se sepa hasta después de haber llegado. ¿Me alcanzará la vida para ir?” "Si vuelvo, para nuevas luchas, recíbanme con una sonrisa.”…“ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber”
El 120 aniversario de la muerte en combate del Héroe Nacional José Martí nos convoca a la reflexión sobre su vida y su obra, ya que su caída en combate el 19 de mayo de 1895, más que muerte fue siembra fecunda para que su pueblo, bajo el influjo de sus virtudes y su ejemplo, diera inicio a nuevas luchas
En 1895 se acerca el fin de la corta pero intensa vida de José Martí. En ese año fracasa, por delación a las autoridades norteamericanas, el Plan de Fernandina. Remite a Juan Gualberto Gómez la orden de alza­miento armado. Se inicia la llamada por él guerra necesaria contra España el 24 de febrero. Viaja a Santo Domingo y firma con Gómez, el 25 de marzo, el Manifiesto de Montecristi. Se produce su despedida para un largo viaje hacia la guerra, la muerte y la gloria. Escribe su carta a Federico Henríquez y Carvajal, considerada su testamento político. Sale en compañía de Gómez, y otros cuatro patriotas hacia Cuba. Desembarca por Playitas de Cajobabo el 11 de abril. El 5 de mayo se produce el encuentro con Gómez y Maceo. En el período del 14 de febrero al 17 de mayo escribe los Diarios conocidos como de Montecristi a Cabo Haitiano y de Cabo Haitiano a Dos Ríos. Escribe el 18 de mayo su carta inconclusa a Manuel Mercado, de carácter antiimperialista. El 19 de mayo cae en combate en Dos Ríos, y su cadáver es capturado por los españoles, que lo trasladan y entierran en Santiago de Cuba. Tenía cuarenta y dos años, tres meses y veintiún días de edad.
En las misivas de Martí durante los cinco meses que le quedan para dar remate a la obra cardinal de su vida, desfilan todas las grandes ideas y los sentimientos que han sostenido la armazón comple­ja de su existencia. Se pone de manifiesto su trabajo febril de organización de la Revolución en todos sus detalles, la fe y confianza que trata de transmitir a sus compañeros, la declaración de su voluntad de servir y de cumplir con su deber, que constituyen la razón de ser de toda su vida. He aquí las confesiones de Martí:
A Antonio Maceo, convocado con Gómez, para el inicio de la guerra, escribe a principios de enero: "[ Y así le cumpliré lo que le dije: a nada lo expondré a que no me exponga yo…Siempre estaremos de la misma parte en la pelea por levantar a los cubanos al decoro de la libertad".
A Juan Gualberto Gómez, patriota encargado de transmitir la fecha del alzamiento en el interior de Cuba, escribe: "[...] Ese es mi primer pensamiento. Ayudar, sí. Oprimir, o encabezar a la fuerza, no…No teman desmayos, ni esperas injustas. Andaremos como la luz”.
¡Qué hermosa imagen literaria y simbólica sobre sus pasos de preparación de las batallas por la redención del hombre y del pueblo! ¡Qué hermoso símil para describir la misión de los hombres generosos: "¡Andaremos como la luz!"
En cartas diversas manifiesta confesiones claves sobre su estado de ánimo y su apreciación de cómo marchan los preparativos revolucionarios. Un hombre necesitado de amor confiesa al final de su vida: "Siento cariño justo". Un hombre que encabeza el movimiento libertador cubano, afirma: "Estoy levantando la Patria a manos puras". Un hombre que arde en sus ansias por echar a andar la "guerra necesaria", convoca con palabras de profeta: "Si es preciso, háganlo todo, den la casa. No me pregunten. Un hombre como yo, no habla sin razón este lenguaje.”
En medio de las dificultades naturales que encuentra la Revolu­ción en su camino, y la conmoción lógica que esto produce en los hombres que la llevan adelante, Martí alienta con optimismo y argumentos contundentes "en estos días de deber y de honor", en que le han dado pruebas de las virtudes más extraordinarias. Y lanza su reclamo decisivo: "Júntense".
Entre el cúmulo de las actividades de alta responsabilidad política, de la tarea colosal de unir a las personas y a sus voluntades en un objetivo común, Martí halla tiempo para comunicarse con las niñas María y Carmen Mantilla, a quienes quiere como a hijas. A María envía una declaración de principios humanos que se sintetiza en la frase: "Quiere y sirve.". Por otra parte, a Carmen, enfatiza: "Tú sabes que la pureza y la lealtad son la dicha única".
En carta a Gonzalo de Quesada, de fecha 3 de febrero, que bien pudiera considerarse su testamento íntimo, se conjugan sus querencias personales con los destinos supremos de su existencia. En ella están implícitas las ideas del mejoramiento humano y en forma realista y presentida, las alternativas a la que aboca su propia vida en forma inminen­te: "Si vuelvo, para nuevas luchas, recíbanme con una sonrisa. Si no vuelvo, será la hora de enseñar a la niña a que junte sus manecitas para que vuelva a los cobardes el valor…”
"Si no vuelvo", fue la parte cumplida del vaticinio, tras su muerte en combate, o sea, la hora de dar valor, paciencia y piedad a los hombres.
Pero ahora es la nostalgia de cariño familiar, de hacerse presen­te en el corazón y el recuerdo de sus seres queridos, de dar noticias de sus nuevos encuentros, de querer extender la bondad a fuerza de cariño: "Haz algo bueno cada día en nombre mío", escribe a la niña María Mantilla.
Se acerca el inicio de la guerra, los días de la guerra que ha soñado, planificado y organizado, y que está a punto de desatar. Y barrunta en estos caminos sangrientos, "la pelea rabiosa de los hombres", o sea, los conflictos que puedan ocurrir y teme. Pero en medio de los presagios azarosos, pronuncia y reafirma la opción victoriosa, cualquiera que sea la alternativa: "Bien, si nos vemos. Y si no, bien también. Para nosotros no hay derrota".
Y ha comenzado la guerra el 24 de febrero. A impulsos de sus jefes, el pueblo de Cuba abraza de nuevo a su causa santa, la revolución, para hacer realidad su aspiración de ser libre e independiente. Martí está convencido de que "sólo empujan el ejemplo, y el éxito". Por eso insta y alienta el próximo y pla­neado arribo a tierras cubanas de Gómez, de Maceo y de él mismo. Y deja una consigna para los grandes tiempos de peligros con el enemigo acechándolos a cada paso y justo al frente. "Hoy es el gran trabajo: unanimidad, solemnidad, magnanimidad, preci­sión. Que en todo vaya esto".
Al fin llega la hora de la despedida más dolorosa de todas. Es el 25 de marzo “en víspera de un largo viaje”. El adiós a su madre es un acto de infinito amor filial: "Yo sin cesar pienso en Ud." También es un acto de inmensa lealtad con su destino: "El deber de un hombre está allí donde es más útil". Bella y doliente carta, arrancada a un corazón impaciente en los trascendentales momentos en que se dispone a viajar hacia la patria y la gloria.
Y a la hora de la despedida, también llega la oportunidad a los hermanos. Al dominicano Federico Henríquez y Carvajal va su carta-testamento político, una declaración de principios humanos y políticos que universaliza su obra. "Yo alzaré el mundo. Pero mi único deseo sería pegarme allí, al último tronco, al último peleador: morir, callado. Para mí ya es hora", escribe. También a Gonzalo de Quesada, a Benjamín Guerra y a Estrada Palma hace llegar sus previsiones y su valoración sobre las circunstancias personales que prevalecen en medio del torbellino de los aconte­cimientos históricos que están en marcha. "Voy con la justicia", afirma. Y es como si marchara con un talismán invisible que le abrirá los valladares físicos o espirituales.
“Yo evoqué la guerra: mi responsabilidad comienza con ella, en vez de acabar…Para mí, ya es hora. Pero aún puedo servir a este único corazón de nuestras repúblicas. Las Antillas libres salvarán la independencia de nuestra América, y el honor ya dudoso y lastimado de la América inglesa, y acaso acelerarán y fijarán el equilibrio del mundo.”
Y, al fin, también la carta desgarradora a su hijo. Corta como un beso y un abrazo que las circunstancias le ponen apuros. Y al principio y final de un adiós que será para siempre, dos pedidos paternos conminatorios: uno, velado, contenido en su "salgo sin ti cuando debieras estar a mi lado". Y otro manifiesto en su escueta frase: "Sé justo". Con los dos mandatos cumplió su hijo, que más tarde se incorpora­ría a la guerra.
Y cuando se trata de confesar querencias, de hablar con dulzura de las cosas de este mundo, de soñar despierto mientras recorre un camino a la vez placentero y escabroso, va regando cariños con las artes de un mago y va cosechando cariños con la tenacidad de un agricultor.
A la niña María Mantilla, escribe: [...] Y si no me vuelves a ver, haz como el chiquitín cuando el entierro de Frank Sorzano: pon un libro -el libro que te pido- sobre la sepultura. O sobre tu pecho, porque ahí estaré enterrado yo si muero donde no lo sepan los hombres.-Trabaja."
Y cuando ya está cerca de ver cumplidos sus sueños de pisar la tierra cubana y alzar a su pueblo hacia la conquista de su liber­tad e independencia, Martí escribe a Benjamin J. Guerra y Gonzalo de Quesada.
"[...] A mi alrededor, como van viendo todo se encariña y unifica y ese es alivio grande. Estos días han sido útiles y me siento creído... Quiero, y veo con creciente ternura, el sacrificio pleno y sencillo que me acompaña.”
Ha puesto los pies en Cuba el 11 de abril. Es un lugar inhóspito Playitas de Cajobabo en Baracoa, pero los seis expedicionarios llegan al fin al paraíso terrenal que es parte de sus sueños libertarios. Martí comienza a vivir su vida más plena. "Hasta hoy no me he sentido hombre", confiesa. Y a partir de ahí va trasmitiendo las noticias de sus ánimos acrecidos, de sus alegrías desbordantes, de sus sueños realizados, de sus actos, hechos y propósitos. Son los días que llevan su vida como en alas por sobre de las caminatas, los encuentros, los combates, el paisaje agreste y la cali­dez acogedora de la campiña insurrecta y su gente.
“Voy bien cargado, mi María, con mi rifle al hombro, mi machete y revólver a la cintura, a un hombro una cartera de cien cápsulas, al otro, en un gran tubo, los mapas de Cuba, y a la espalda mi mochila, con sus dos arrobas de medicina y ropa y hamaca y frazada y libros, y al pecho tu retrato.”
En circular a los hacendados expresa con firmeza algo que debe ser también legado consustancial para “la patria con todos y para el bien de todos” que ha decidido fundar: "Duele tener que hacer la guerra para conquistar la independen­cia y la honra de la noble Nación Cubana, y hacerla poniendo en vigor leyes penosas, pero necesarias.” Y afirma sin titubeos ni medias tintas: “Todo el que respete la revolución será respetado por ella. Todo lo que sirva a los enemigos de la revolución, será destruido por ella."
Y ha seguido su marcha, con Gómez al lado, insuflando vida a la Revolución, agitando el proceso de desarrollo de esos momentos y planeando con celo y previsión su rumbo futuro.
En las líneas escritas para la intimidad en su Diario de Campaña, como en las cartas escritas en este período, se nos presenta la figura del hombre que presiente como cercanos, posibles y reales, los sueños e ideales que han guiado toda su vida. Y marcha hacia la guerra, hacia el corazón de su pueblo, hacia la muerte y hacia la inmortalidad.
Y en un alto del camino es la hora de conversar con su hermano mejicano Manuel Mercado. Y en esta carta inconclusa que iniciara un día antes de su muerte, vuelca las ideas que han sido norte y han dado sentido a su vida. Es una carta al estilo de la que hiciera dos meses antes al dominicano Federico Henríquez y Carvajal, y junto con ésta debe formar parte de su testamento político. Aunque inconclusa es concluyente el pensamiento expresado sobre su visión de la Revolución Cubana como instrumen­to formidable de la liberación de Cuba y de América y de su carácter antiimperialista y de su papel personal dentro de la Revolución. Sobre todos estos temas medita y escribe el 18 de mayo, la víspera de su caída en combate, ocurrida el 19 de mayo de 1895.
“[...]; ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber -puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy y haré es para eso. En silencio ha tenido que ser y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas y de proclamarse en lo que son levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin.”
Ese día, en Dos Ríos, cayó el líder de la revolución independentista, ascendido por sus méritos acumulados, en reunión de Jefes de la Guerra, al grado militar de Mayor General, poco después de su desembarco. Allí cayó después de librar su primer y único combate en la guerra necesaria que organizara y dirigiera con las manos de un artista, la inteligencia de un genio, la pasión y estoicismo de un espíritu indomable de guerrero, y la visión y predicción de un visionario de los tiempos futuros de su patria y del mundo.
Cuando el hombre tiene a su patria como madre, cuando la ama más allá de todo interés o temor, cuando asume el significado del Himno Nacional de Cuba de que “morir por la patria es vivir”, el destino de su pueblo se convierte en su propio destino. Por eso Martí razona:
“Pero cuando se está dispuesto a morir, se piensa poco en la muerte, ni en la propia ni en la ajena. Con el dolor y la sangre, lo mismo que los hombres, nacen los pueblos.”
Tal como había confesado en carta a un amigo, apenas dos años y meses antes, el l4 de febrero de 1893, pudo convertir en realidad su sueño de pisar suelo patrio –“que es mi almohada la muerte, y Cuba mi sueño”. “Yo creo que podemos ir a Cuba sin que se sepa hasta después de haber llegado. ¿Me alcanzará la vida para ir?”
La vida le alcanzó con creces para ver el sueño convertido en realidad montado en un brioso corcel y con arma en mano en lucha frontal contra el enemigo. La muerte significó el otro viaje humano hacia la gloria y la inmortalidad, librando junto a su pueblo las nuevas luchas del pasado, presente y futuro.

Wilkie Delgado Corrrea

sábado, 16 de mayo de 2015

Dossier con Walter Martínez: “Cinco Héroes” Cubanos




“Dossier” análisis de los sucesos internacionales y las noticias en “pleno desarrollo” por el periodista Walter Martínez. Desde nuestra querida contaminada y única nave espacial que ha dado otra vuelta a través de su eje imaginario.

Bloqueo contra Cuba


El objetivo sigue siendo acabar con la revolución



Este documental, recientemente exhibido en Francia y realizado por el periodista Hernando Calvo Ospina, muestra que el bloqueo a Cuba no ha terminado. Que Estados Unidos quiere cambiar de táctica pero su objetivo sigue siendo acabar con la revolución. Y que la gran mayoría de cubanos sigue con su revolución. Altas autoridades políticas y personas "de a pie" dejan en claro el ayer y, en particular, el hoy del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

Realización y entrevistas: Hernando Calvo Ospina.
Producción: Asociación Francia-Cuba,
Con la colaboración de Associazione Nazionale Di Amicizia Italia-Cuba y CubainformacionTV, Bilbao.
Montage: Enrique Gracia Herrera.
Musica: Lucas Herrera, Yohan Calvo y Ana Catherine Martinez.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Fidel sigue haciendo historia, presente y futuro




Para desdicha de sus perturbados detractores, el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, sigue haciendo historia, presente y futuro, en defensa y beneficio de la mayor de las Antillas, a la que con su incansable lucha, junto a la del presidente Raúl Castro y la de su pueblo, convirtió en ejemplo de dignidad para el mundo.
En los últimos días el Comandante en Jefe, como lo siguen llamando sus compatriotas, recibió al primer presidente francés, François Hollande, que visitó la nación caribeña, un encuentro calificado por el propio mandatario galo de histórico.
Horas antes, Fidel es Fidel escribió otro de sus siempre impactantes artículos titulado “Nuestro derecho a ser Marxistas-Leninistas”, en ocasión del 70 aniversario de la Victoria soviética de la Gran Guerra Patria sobre el fascismo, escasos días después de dialogar también en su residencia con el Canciller japonés.
Como es costumbre, en su más reciente artículo periodístico el expresidente cubano brindó, en poco más de una cuartilla, una magistral clase de historia, y auguró el futuro, al subrayar que hoy es posible una sólida alianza entre los pueblos de Rusia y China, llamados a convertirse en “un escudo poderoso de la paz y la seguridad mundial, a fin de que la vida de nuestra especie pueda preservarse”.
La activa presencia de Fidel evidencia su buen estado de salud, y su bien conocida clarividencia acerca de los acontecimientos internacionales y en su país, convertido actualmente en un destino obligado para dignatarios, grandes empresarios y políticos de todos los rincones del planeta tierra.
La avalancha de visitantes a La Habana, luego que la actual administración norteamericana del mandatario Barack Obama reconoció el fracaso de su política hostil hacia Cuba y abrió una nueva etapa de sus vínculos con la vecina Isla, mantiene al presidente Raúl Castro con una apretada agenda de trabajo, que incluyó asimismo sus recientes viajes a Argelia, Rusia y el Vaticano, Estados en los cuales se reunió con sus máximos dirigentes Abdelaziz Buteflika, Vladímir Putin y el Papa Francisco, respectivamente, además de su participación en las actividades en Moscú por el triunfo de la Gran Guerra Patria.
Precisamente, el Sumo Pontífice latinoamericano será otro de los huéspedes ilustres de la mayor de las Antillas en septiembre venidero, previo a su antes programado viaje a Estados Unidos.
Los frustrados y añejados adversarios de Fidel y de Raúl sangran por la herida porque perennemente intentaron impedir que los sucesivos inquilinos de la Casa Blanca dialogaran con “los Castro”, y que la Revolución cubana no fuera reconocida, como hoy lo es por el mundo entero, incluido Washington.
La derrota de la mafia terrorista de Miami es un hecho consumado, y el ocaso político de sus histriones una realidad.

Patricio Montesinos

domingo, 10 de mayo de 2015

Por nuestro derecho a pensar y a ser socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas




Pasado mañana, 9 de mayo, se conmemorará el 70 aniversario de la Gran Guerra Patria. Dada la diferencia de hora, cuando elaboro estas líneas, los soldados y oficiales del Ejército de la Federación de Rusia llenos de orgullo, estarán ejercitando en la Plaza Roja de Moscú con los rápidos y marciales pasos que los caracterizan.
Lenin fue un genial estratega revolucionario que no vaciló en asumir las ideas de Marx y llevarlas a cabo en un país inmenso y solo en parte industrializado, cuyo partido proletario se convirtió en el más radical y audaz del planeta tras la mayor matanza que el capitalismo había promovido en el mundo, donde por primera vez los tanques, las armas automáticas, la aviación y los gases asfixiantes hicieron su aparición en las guerras, y hasta un famoso cañón capaz de lanzar un pesado proyectil a más de cien kilómetros hizo constar su participación en la sangrienta contienda.
De aquella matanza surgió la Liga de las Naciones, una institución que debía preservar la paz y no logró siquiera impedir el avance acelerado del colonialismo en África, gran parte de Asia, Oceanía, el Caribe, Canadá, y un grosero neocolonialismo en América Latina.
Apenas 20 años después, otra espantosa guerra mundial se desató en Europa, cuyo preámbulo fue la Guerra Civil en España, iniciada en 1936. Tras la aplastante derrota nazi, las naciones cifraron sus esperanzas en la Organización de las Naciones Unidas, que se esfuerza por crear la cooperación que ponga fin a las agresiones y las guerras, donde los países puedan preservar la paz, el desarrollo y la cooperación pacífica de los Estados grandes y pequeños, ricos o pobres del planeta.
Millones de científicos podrían, entre otras tareas, incrementar las posibilidades de supervivencia de la especie humana, ya amenazada con la escasez de agua y alimentos para miles de millones de personas en un breve lapso de tiempo.
Somos ya 7 300 millones los habitantes en el planeta. En el año 1800 solo había 978 millones; esta cifra se elevó a 6 070 millones en el año 2000; y en el 2050, según cálculos conservadores, habrá 10 mil millones.
Desde luego, apenas se menciona que a Europa Occidental arriban embarcaciones repletas de emigrantes que se transportan en cualquier objeto que flote, un río de emigrantes africanos, del continente colonizado por los europeos durante cientos de años.
Hace 23 años, en una Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo expresé: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre.” No sabía entonces sin embargo cuan cerca estábamos de ello.
Al conmemorarse el 70 aniversario de la Gran Guerra Patria, deseo hacer constar nuestra profunda admiración por el heroico pueblo soviético que prestó a la humanidad un colosal servicio.
Hoy es posible la sólida alianza entre los pueblos de la Federación Rusa y el Estado de más rápido avance económico del mundo: la República Popular China; ambos países con su estrecha cooperación, su avanzada ciencia y sus poderosos ejércitos y valientes soldados constituyen un escudo poderoso de la paz y la seguridad mundial, a fin de que la vida de nuestra especie pueda preservarse.
La salud física y mental, y el espíritu de solidaridad son normas que deben prevalecer, o el destino del ser humano, este que conocemos, se perderá para siempre.
Los 27 millones de soviéticos que murieron en la Gran Guerra Patria, lo hicieron también por la humanidad y por el derecho a pensar y a ser socialistas, ser marxistas-leninistas, ser comunistas, y a salir de la prehistoria.

Fidel Castro Ruz
Mayo 7 de 2015, 10 y 14 p.m.

El más puro luchador antimperialista.




Antonio Guiteras, visto por el pintor Servando Cabrera Moreno

Este 8 de mayo se cumplen 80 años de que fuera asesinado el revolucionario cubano Antonio Guiteras junto al internacionalista venezolano Carlos Aponte, llegado a Cuba después de vivir la gesta de Augusto César Sandino contra los marines yanquis.
El Comandante Che Guevara calificó a Guiteras como “el más puro luchador antimperialista”. En tributo a este “hombre guapo”, republico el prólogo que en 2009 hice para la biografía que escribiera sobre Antonio Guiteras el escritor Paco Ignacio Taibo II y que ya compartiera aquí en 2011.
Incorporamos los videos de las dos partes que Paco le dedicara en la serie “Los nuestros” que actualmente transmite TeleSUR”.
“Yo solo escribo de revolucionarios. Los reaccionarios que escriban de su gente, yo solo de gente de izquierda”, son palabras recientes del autor de este libro. Luego de biografiar al Che y a Pancho Villa, Paco Ignacio Taibo II ha asumido el reto de un libro sobre Antonio Guiteras que es también escribir sobre la Revolución del 30 en Cuba, sobre los personajes que la marcaron o que a partir de ella entraron en la vida de nuestro país en un sentido o en otro. Es, sin duda, apasionante, este relato de un período convulso y decisivo de nuestra historia, contado con la garra de la novela que no permite respiro.
Junto al luchador antimperialista que en palabras de Fidel “quería hacer lo que nosotros hemos hecho y cayó como han caído otros muchos revolucionarios, porque se lanzó a hacer lo que nosotros estamos haciendo hoy”, aparecen aquí personajes legendarios como Julio Antonio Mella, Pablo de la Torriente Brau y Rubén Martínez Villena. Sus vidas luminosas se unen aquí con el origen del siniestro papel de Fulgencio Batista en la historia de Cuba y su temprana alianza con los intereses norteamericanos. Taibo logra también un agudísimo retrato del embajador Sumner Welles, desnuda el mediacionismo de las fuerzas reaccionarias, y revela el rol en las sombras de una figura como Jorge Mañach, ideólogo del filofascista ABC, que tan hábilmente supo utilizar en aquellas jornadas su condición de graduado de Harvard.
Quizá uno de los pasajes más aleccionadores es el que nos cuenta la noche en que la cobardía de Ramón Grau San Martín perdonó las conspiraciones de Batista en la embajada yanqui. Las proféticas palabras de Guiteras: “Los que se perdonan hoy, nos matarán mañana”, no dejan de estremecernos.
El libro alude en varias ocasiones a las contradicciones entre las distintas fuerzas revolucionarias y especialmente a la incomunicación entre el Partido Comunista y Guiteras, y a la incomprensión hacia el enorme papel revolucionario que éste jugaba dentro del Gobierno de los Cien Días. Las críticas de Raúl Roa y Blas Roca de estas incomprensiones, que cita el propio Taibo, junto al relato del enfrentamiento entre Villena y los enviados de la Internacional Comunista, explican el desafío que en lucha contra concepciones ajenas a nuestras realidades tuvieron que enfrentar entonces los militantes comunistas y otras fuerzas revolucionarias. Acerca de esta problemática, Carlos Rafael Rodríguez, afirmaría en 1970: “Cuando en 1934 la Internacional Comunista recomendó a los comunistas cubanos distinguir entre el nacional-reformista Grau San Martín y el nacional-revolucionario Guiteras, tenía razón, y sólo un sectarismo originado también en la política mantenida por la Internacional Comunista hasta poco tiempo antes, había llevado a los comunistas cubanos a no apreciar las evidentes diferencias”.
Los revolucionarios cubanos podemos no compartir enfoques del autor sobre nuestra historiografía, o el desenfado con que aborda algunas figuras o hechos de la época, entrañables para nosotros, pero al menos dos grandes y muy útiles conclusiones extraeremos de esta obra: lo imprescindible de la unidad de los revolucionarios en la lucha por el socialismo y la soberanía nacional, y el carácter irreconciliable de esa lucha con el imperialismo norteamericano.
La Revolución Cubana, triunfante en 1959, conquistó el poder para los oprimidos, se enfrentó al imperialismo norteamericano y lo derrotó, porque aprendió las lecciones de los fracasos anteriores y articuló y consolidó, bajo la guía de Fidel, la unidad de los revolucionarios en el proceso de realizar el programa antimperialista de justicia social por el que luchó y murió Antonio Guiteras. Su clarísima y valiente idea de que un movimiento que no sea antimperialista en Cuba, no es Revolución, ya no es sólo asumida en esta isla, sino que cada vez más los pueblos de América Latina la hacen Gobierno.
Por eso, nunca fue más oportuna una biografía. Ojalá el hecho de que esté escrita por un autor del prestigio de Paco Ignacio Taibo II contribuya a su difusión por todo nuestro continente. Hoy, ante la llegada de un nuevo gobierno a la Casa Blanca, vale la pena recordar que fueron los embajadores en Cuba del Roosevelt del Buen Vecino y el New Deal los que conspiraron contra el Gobierno de los Cien Días y alentaron las represiones y el ascenso de Batista.
En estos días, en que nuevas legislaciones proclaman los derechos postergados a las mayorías durante siglos, y desde las embajadas norteamericanas no cesan de alentarse conspiraciones que les roben a los pueblos sus victorias, llega este libro. Discutamos con él, aprendamos de él, críticamente, como seguramente harían Mella, Pablo, Rubén y el propio Guiteras, sabiendo que su protagonista es, como dijera el Che, el más puro luchador antimperialista.
Enero de 2009

Prólogo a Tony Guiteras. Un hombre guapo, de Paco Ignacio Taibo II, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana 2009

Iroel Sánchez




domingo, 3 de mayo de 2015

Recuperar al Che para la revolución socialista




La disputa política por el legado político de Ernesto “Che” Guevara asume en la actualidad múltiples formas y pone en juego diversos intereses. En algunos casos se utiliza la figura del Che para ligarlo a proyectos políticos de “capitalismo nacional”, vaciando de este modo la sustancia revolucionaria de su práctica y pensamiento. En otras ocasiones, se reduce su ejemplo al de simple referente ético, por lo cual el rescate queda acotado a la abnegación y consecuencia militante del Che, mutilando de esta forma una parte significativa de sus aportes.
A diferencia de lo anterior, nuestra reivindicación del Che pretende recuperarlo como un militante revolucionario, con sus aciertos y errores, pero desde las necesidades del movimiento vivo de la lucha política por el socialismo. Apostamos a asumir lo mejor del legado político del Che, sus más importantes aportes, con el objetivo fundamental de gestar una alternativa revolucionaria en nuestros días, capaz de dar cuenta de los desafíos que plantea la lucha de clases en la actualidad.

Los principales aportes del guevarismo

El guevarismo emerge en América Latina, a mediados del siglo pasado, como el intento más consecuente por articular una respuesta revolucionaria alternativa al reformismo de los Partidos Comunistas stalinizados, agentes diplomáticos de Moscú en aquellos años de guerra fría y coexistencia pacífica. Bajo el influjo de la Revolución Cubana, el Che protagoniza e inspira los intentos más radicales por dar una respuesta integral y no espontánea, con vocación de poder, al problema de la revolución en una coyuntura crucial de la lucha de clases a nivel mundial.
Si bien en un corto y vertiginoso tiempo el Che dio forma a una producción teórica significativa, fue por la vía de la práctica donde rompe con la ortodoxia stalinista y su concepción etapista de la revolución, carne y uña de la nefasta teoría del "socialismo en un solo país" pergeñada por la burocracia stalinista. Con su praxis revolucionaria, el guevarismo postuló una estrategia continental, puso sobre la mesa el problema real del poder, de cuáles son los resortes en que se sostiene el régimen burgués y de la imposibilidad del tránsito pacífico al socialismo. Y en función de esto, qué características debe tener la fuerza revolucionaria que pretenda vencer en la batalla por el socialismo. Con el Che, el problema político-militar de la revolución se puso en el tapete como un factor que ya no podía ser soslayado en la lucha revolucionaria.
En el marco de esta política general el Che llevó adelante una batalla inclaudicable contra el imperialismo, asociándola siempre a la pelea por la revolución socialista, conformando así una unidad dialéctica inseparable. En este sentido, va dirigida la histórica consigna del Che enseñando que ya "no hay más cambios que hacer, o revolución socialista o caricatura de revolución" (Mensaje a la Tricontinental, 1967). Por eso decimos que vincular el legado del Che a la defensa de proyectos políticos capitalistas –ya sea "nacionales" o en sus actuales variantes "andinas"-, es romper frontalmente con lo fundamental de su legado.
Asimismo, el Che tenía perfectamente claro el rol servil de las burguesías autóctonas de nuestro continente, las que, según sus palabras, "han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo –si alguna vez la tuvieron- y sólo forman su furgón de cola" (Ídem anterior). Por eso no depositaba ninguna confianza en fracción alguna de las clases dominantes y asumía –en todas sus implicancias- que la revolución de los pueblos de nuestro continente debía desarrollarse de forma ininterrumpida en un sentido socialista, que ésa era la única vía posible para conquistar la liberación de trabajadores, campesinos y del conjunto de los explotados de América Latina.
En toda su trayectoria revolucionaria el Che dio sobradas muestras de su vocación internacionalista, trascendiendo radicalmente cualquier forma de nacionalismo estrecho. En esta senda, con sus acciones materializó en hechos concretos su confianza ilimitada en la potencialidad de la acción humana en la transformación revolucionaria y la construcción del socialismo. Supo unir como pocos la palabra y el gesto, la idea con el hecho. Abrevar firmemente en esta dimensión de su legado es vital también para relanzar una alternativa revolucionaria en nuestros días; el énfasis que pone Guevara en la necesidad de construir mujeres y hombres nuevos es, a la vez, una apelación de carácter ético y también material. En su célebre folleto "El socialismo y el hombre en Cuba" (1965), el Che explica: "Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida. Y se arriba allí tras de recorrer una larga distancia en la que los caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difícil percibir el momento en que se equivocó la ruta. Entre tanto, la base económica adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la conciencia. Para construir el comunismo, simultáneamente con la base material hay que hacer al hombre nuevo".
Desde esta perspectiva, como es ampliamente conocido, el Che defendía la necesidad de los estímulos morales en su polémica con la burocracia soviética: "De allí que sea tan importante elegir correctamente el instrumento de movilización de las masas. Este instrumento debe ser de índole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta utilización del estímulo material, sobre todo de naturaleza social. Como ya dije, en momentos de peligro extremo es fácil potenciar los estímulos morales; para mantener su vigencia, es necesario el desarrollo de una conciencia en la que los valores adquieran categorías nuevas. La sociedad en su conjunto debe convertirse en una gigantesca escuela".
No fue por casualidad, precisamente, que el Che pudo ver con asombrosa anticipación y lucidez los riesgos que suponía la utilización de categorías de mercado en los intentos de construcción del socialismo, al favorecer las tendencias a la restauración capitalista plena, como décadas después quedó demostrado con la caída de la URSS y de todo el campo "socialista".

El Che como exponente del marxismo revolucionario

Nuestra organización defiende la centralidad de la clase obrera en el proceso revolucionario, en virtud de su rol en el sistema de producción capitalista, lo que determina que sea la única clase social que, potencialmente, puede ofrecer una salida política de emancipación al conjunto de los explotados y oprimidos. Por eso creemos que no resulta correcta de la estrategia guevarista, su lectura -motivada por factores de carácter militar- de la primacía del campo en la lucha revolucionaria continental (y que encontraba sus raíces materiales en las brutales condiciones de vida y de explotación del campesinado y las poblaciones indígenas en América Latina).
Sin desconocer la enorme importancia que los movimientos de resistencia campesina tienen para la lucha revolucionaria en nuestro continente, señalamos que sin la participación activa y consciente de la clase trabajadora de los principales países de la región, constituida como sujeto político y dirigente, no hay posibilidades de emprender exitosamente el camino de la revolución socialista a nivel continental. Para ello es imprescindible que la clase obrera sea capaz de conformar y dirigir una férrea alianza con el conjunto de los explotados, dando respuestas en su proyecto a las reivindicaciones de los pueblos originarios, expoliados y humillados por siglos, primero por el colonialismo español y portugués y luego por las burguesías criollas.
Las contribuciones del Che, prácticas y teóricas, son un componente vital en la tradición del marxismo revolucionario. En esa huella de lucha heroica trazada y referenciada en los aportes centralmente de Marx, Engels, Lenin, Trotsky, como así también de Rosa Luxemburgo y Gramsci, en nuestro continente a José Carlos Mariátegui, Miguel Enríquez y Mario Roberto Santucho y otros tantos revolucionarios, a lo largo de la historia de la clase trabajadora internacional en su combate por la construcción de un mundo nuevo.

Izquierda Revolucionaria

sábado, 2 de mayo de 2015

Alto y claro, que no hay miedo




Aunque a quienes se asomen por Facebook y se dejen arrastrar por la ciberpolicía censora, presta a atacar en jauría cualquier postura que se atreva a definirse claramente en defensa de la Revolución cubana, les pueda dar la impresión de que somos pocos en en las redes los dispuestos a decir cosas como las que se afirman en estos dos textos, mañana mismo se verá que somos millones los cubanos políticamente incorrectos que suscribimos estos dos posts. Estaremos por las calles de Cuba, diciendo: «Patria o muerte. Viva el Primero de Mayo».

Las puntas de la culebra

Hay quienes están dispuestos a decir con su nombre y sus dos apellidos, con su dirección y sus ojos, con su cara y su badajo en riesgo: yo apoyo a Fidel, a Raúl, a la Revolución socialista, soy antimperialista y que salga el sol por donde salga.
Hay otros que tapan sus infidelidades, mientras escriben crónicas a la libertad, gente que espera a ver que va a pasar, y se hacen con sus discursos bien intencionados, de una puerta trasera para cuando “la revolución se venga abajo”, mientras cobran sus críticas en una moneda tan dura como sus juicios.
Hay quien levanta el librito rojo con la misma dignidad que Maiakoski, sabe que por eso no le otorgarán visa, y hasta puede ser que lo anoten en las listas de los excluibles, Y si “esto se cae” lo pueden ir a sacar de su casa con los recién estrenados agentes policiales según el anuncio de “3 días de libertdad para matar”. Pero no le importa.
Hay otros que juegan a las máscaras o a tocarles los huevos al tigre sabiendo de antemano es fuerte pero no asesino. No corren otro riesgo que la mirada torva de un paisano, al que se le puede acusar sin reparo de “burócrata, anclado en el pasado, que no quiere evolucionar” y muchos insultos de moda.
Hay quien se va a ir al desfile del primero de mayo con el corazón abierto, con el retrato de Fidel, con una bandera y no con dos. Ese regresará en la guagua de la calle, la de todos, tomará el ron que puede y terminará el día haciendo el amor con alguien que no le cobrará el sexo, ni sueña con “irse pal carajo de este país”.
Ese no tendrá un guion en el cine independiente, ni en el dependiente, porque su cotidiano heroísmo no parece tener telegenio, a ese no le harán crónicas en On Cuba, ni le pagarán viajecitos para que pruebe los urinarios electrónicos de Europa.
Todos los extremistas son oportunistas. Y todos los oportunistas ayudan al retorno del pasado, unos por apóstatas, otros por sectarios y muchos por ambas cualidades. Son las puntas de una misma culebra. No importa si es uno que secuestró la Revolución para sí y reparte acusaciones de problemas ideológicos a todo lo que se mueva, o si es en cambio uno de esos que se da golpes en el pecho, desgarrando sus vestiduras como izquierdista y por igual, reparte acusaciones de oficialistas a todo el que no aplauda su brillante verbo.
Hay quien está dispuesto a seguir con la boina verde olivo, sin miedo al futuro, luchando por el futuro
Esos son los impresindibles
De los otros ¡Que Dios nos proteja!

Rafael Cruz Ramos

Por la suerte de vivir en esta Isla

La primera vez que desfilé un Primero de Mayo no tenía conciencia de la significación del momento. A los cuatro años de edad iba sobre los hombros de mi padre con una cinta en la cabeza que decía «¡Patria o muerte»! Guardo la foto, que sirvió de portada para la noticia del periódico Girón de mi provincia.
Crecí, como muchos pioneros, entre banderas y consignas revolucionarias. Cuando ingresé en la Universidad de La Habana, en la carrera de Sociología, me alisté como el primero para el ómnibus que nos llevaría desde la beca hasta una de las arterias cercanas a Paseo, donde formamos un bloque compacto para transitar frente a la Plaza de la Revolución y el Martí vigilante desde la altura.
No había visto tantas personas reunidas, felices en una demostración de respeto y admiración al proceso cubano. Porque desfilar el Día de los Trabajadores en Cuba es una fiesta con efervescencia máxima; es celebración de derechos. A uno le late el corazón en el pecho como si fuera a estallarle, y pisa fuerte el pavimento para estremecerlo, y quisiera que el eco se expandiera por las venas de la tierra hasta los obreros del mundo que no pueden marchar porque no tienen voz ni tiempo.
En cinco años de universidad no falté al grito de «adelante». No me movía la inercia ni iba cargado de consignas frívolas. Era la oportunidad que me daba el país como estudiante, también, para no faltar a mi deber de patriota.
Tengo 26 años y no ejerzo la Sociología. Regresé a Matanzas, mi ciudad, para seguir aprendiendo a ser trovador, porque es lo que me apasiona. Soy miembro de una Asociación que defiende a los jóvenes artistas, pertenezco al catálogo de una empresa de músicos. Tengo un espacio sistemático para mostrar mi obra al público, mi primera producción fonográfica licenciada con una disquera y nominada en un festival, dos cancioneros y varias instituciones culturales que apoyan el desarrollo de mi carrera. Todo ello es resultado de la suerte que tengo de vivir en Cuba.
No hay que hablar de los que van contracorriente. A la burocracia, la trivialidad, la insensatez, la desidia y el irrespeto de algunos, los aplasta la bota gigante y pesada de la historia, que nunca perdona a los irresponsables.
Cada Primero de Mayo sigo en la marcha porque me energiza. Voy en cualquier bloque, al lado del primer trabajador que sepa honesto; que tenga las manos encallecidas y los ojos transparentes; que todos los días sienta amor por su bandera y así lo demuestren no sus palabras, sino sus actos.
Como es lógico, nunca más he visto aquella cinta que até en mi cabeza el Primero de Mayo de 1993; tantos años después, ya con plena conciencia, todavía encuentro un sitio donde colgarme la frase «Patria o muerte. Viva el Primero de Mayo».

Rey Montalvo
Trovador y sociólogo matancero

¿Sin símbolos pero sin amo?




En días pasados visité una entidad de nuestro país para realizar una actividad académica. Mis anfitriones se sintieron en la obligación de tener un gesto conmigo y me obsequiaron un almanaque, no de su insitución, sino de una empresa dedicada a la producción de comida chatarra. La institución que me acogía cumple una función importantísima, diría que vital, para Cuba y para ello dispone de abundantes recursos, pero no posee ningún medio que promueva su identidad, mientras los fabricantes de productos que dañan la salud tienen una poderosa estrategia publicitaria que sobrepasa los límites de su empresa.
El diario Granma publicó recientemente una queja con la correspondiente respuesta por el uso en un ómnibus de la empresa Viazul de una pegatina con un gesto grosero. El órgano oficial del Partido Comunista de Cuba no aprovechó la ocasión para apuntar la ausencia de una estrategia de comunicación en nuestras entidades y la inexistencia de regulaciones en el uso de medios de propiedad estatal que provocan que los vehículos de servicio o propiedad pública pongan cualquier tipo de carteles, productos audiovisuales, y musicales portadores de la misma grosería que la pegatina de marras.
Sí lo hizo el escritor Luis Toledo que al narrar en Cubadebate una vivencia -la detención del entierro de una ilustre educadora en el cementerio de La Habana porque el carro fúnebre iba engalanado con la bandera estadounidense- reclamó que:
“el temor a excesos de control y al dogmatismo no debe convertirnos en ortodoxos del despelote y la irreverencia ante lo que merece orden y respeto.”
Pero la populosa esquina de 23 y G, en el Vedado habanero, parece anunciar nuestro brillante porvenir. El restaurante Castillo de Jagua proyecta sobre una de las avenidas más transitadas de La Habana una gigantografía de una marca de cerveza con una imagen similar a la que fuera tema de debate en Internet por su mensaje claramente sexista que usa a la mujer como objeto. No soy para nada puritano, pero sí pienso sería bueno nuestra prensa investigara las relaciones económicas que se esconden tras esa invasión grosera del espacio público que supera en decenas de veces la magnitud de la pequeña pegatina colocada en la parte trasera de un ómnibus.
Pudiera seguir hasta el infinito con anécdotas y denuncias, pero creo la queja no es la solución. Tampoco su reflejo superficial en unos medios de comunicación en los que los temas relacionados con la lucha ideológica encuentran demasiado poco espacio, no para censurar sino para profundizar en causas y responsables de vacíos y carencias.
Cierto que hay consideraciones de tipo económico pero la producción simbólica es vital en la lucha ideológica contemporánea y no siempre lo económico es lo decisivo. Como acabamos de ver en lo ocurrido en lo Foros alrededor de la Cumbre de Panamá, no basta con tener la verdad y hasta lo recursos tecnológicos para defenderla si no la sabemos traducir oportunamente en imágenes, como sí supieron hacer allí mismo nuestros hermanos venezolanos.
Volviendo a lo que un amigo llama irónicamente “la industria de la bobería”, desde una pequeña bandera, hasta pegatinas de entidades que prestan servicio público, o con motivos literarios, son imposibles de conseguir en Cuba. ¿No los prefieren nuestros jóvenes? Hace pocos años, la acogida de pullovers y abanicos con versos y pinturas cubanas en un Festival del Libro demostró que sí. ¿O es la ausencia de una estrategia que estimule la presencia de nuestra identidad en esos productos, regule sus precios y lidere su uso inteligente, lo que nos falta?
A eso se añade la escasez crónica de personajes e historias que encarnen desde la ficción audiovisual, con efectividad comunicativa, valores con los que se identifica nuestro proyecto económico y social.
Es posible que existan compañeros que afirmen “eso lo resolverá la economía, no hay tiempo ni recursos para ello”. Pero nuestros adversarios, tan promotores del libre mercado y con la economía más poderosa del mundo, -a pesar de lo que dijo Obama en Panamá: “yo no estoy atrapado por la ideología”- no dejan la imposición de su ideologia a la casualidad. Wikileaks ha revelado hace muy poco cómo la Casa Blanca sigue encargando a Hollywood producir el cine que necesita su política exterior y antes divulgó cómo uno de nuestros ilustres visitantes estadounidenses -el director de Google Ideas, Jared Cohen– se reunía con los ejecutivos de Bollywood -centro de producción de cine en la India, con gran distribución internacional- para ofrecerles fondos a cambio de insertar contenidos del interés de los Estados Unidos.
Aquí, su Sección de Intereses- tal vez pronto embajada- invita a determinados productores de contenidos siempre que se distancien de las instituciones, a otros -jóvenes cineastas con aval de nuestros Ministerios de Relaciones Exteriores y Cultura- les niega la visa. Nosotros parecemos actuar al revés cuando nuestra televisión, tan pródiga en difundir contenidos estadounidenses, omite series críticas con aquel sistema como “House of cards” o “La historia no contada de los Estados Unidos”.
En el más reciente Consejo de la UNEAC, el escritor Desiderio Navarro, el mismo que meses atrás alertó sobre la publicidad sexista de la empresa Bucanero, afirmó: “No debemos dejar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos a la improvisación, ni a la ingenuidad” y el VicePresidente Primero de nuestro país, Miguel Díaz Canel, expresó que
“de poco servirá que en un futuro al­cancemos la riqueza económica, si la gente no está bien preparada en lo humano, en lo espiritual, en lo sentimental, en lo emocional, porque de lo contrario ¿cómo se repartirá esa riqueza? ¿Con egoísmo, con vanidad, con desigualdad? No podemos esperar que llegue ese momento de bonanza para trabajar en ese sentido, hay que empeñarse desde ahora: trabajar con los sentimientos, con la cultura, con la historia”.
Recuerdo hace muchos años a nuestros boxeadores en los topes con Estados Unidos, antes de iniciarse la pelea, iban a la esquina contraria y regalaban a sus rivales una pequeña banderita cubana. Ahora, durante la reciente visita a Cuba del gobernador de Nueva York, pudimos apreciar en la televisión que este regaló en su entrevista con el compañero Díaz Canel las gorras de los dos equipos de beisbol de su ciudad. Las imágenes no lo mostraron pero es seguro que de nuestra parte no respondimos con un almanaque que promueve la comida chatarra o con un afiche de una pareja de cubanos restregándose alrededor de una botella de cerveza.

Iroel Sánchez
La pupila Insomne

viernes, 1 de mayo de 2015

Por primera vez, los Cinco juntos en el Primero de Mayo




Los cubanos celebraron este viernes el regreso a Cuba de los cinco antiterroristas Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René y Fernando González. Es la primera oporturnidad en que, juntos, en el desfile del Primero de Mayo, después de cumplir largas condenas en Estados Unidos.