miércoles, 31 de enero de 2024

CON FILO | El decoro de muchos hombres


El Congreso se empantana; la miseria y la bronca crecen en Argentina


Por una huelga general que termine con el plan Milei y por un ciento por ciento de aumento de salarios y jubilaciones. 

 El gobierno ha ratificado la sesión del Congreso que debería tratar la ley ómnibus. La decisión, sin embargo, no está acompañada de una certidumbre sobre su resultado. Milei sólo ha ratificado la convocatoria ante la necesidad de cerrar el capítulo interminable de los tironeos y postergaciones por la ley. Se trata, también, de clausurar el escandaloso capítulo del dictamen trucho de mayoría, que fue firmado en blanco por los diputados y que ha terminado en la Justicia. 
 La sesión maratónica tiene final incierto. Varios bloques han pedido dividir la sesión, con sucesivos cuartos intermedios, para ordenar los sucesivos empantanamientos en la discusión de la ley. 
 El retiro del “paquete fiscal” ha agravado el impasse. Por un lado, el gobierno se encargó de anunciar que la recaudación manca de los derechos de exportación sería reemplazada por mayores ajustes, entre otras áreas, a las provincias. Por el otro, los gobernadores se complotaron para reclamarle al gobierno una parte del impuesto especial a las importaciones –“PAIS”- que fue incrementado hace un mes. Aunque el ministro Francos les aceptó el reclamo, después Milei lo desautorizó, dejando al ministro del Interior al borde de la renuncia. La pelea de rapiña por este impuesto es significativa, pues su valor se incrementa con la suba del dólar. Estos choques han puesto en evidencia que las finanzas provinciales están el default, algo celosamente oculto hasta ahora. Todavía está en el recuerdo la reivindicación de Córdoba en el debate presidencial. La Rioja ha emitido moneda propia. 

 Jubilaciones 

Las otras medidas oficiales para resarcirse de la caída del paquete fiscal acentúan la catástrofe social y económica. Los “cerebros” de Caputo quieren subir el impuesto a los combustibles, otro impulso a la inflación. Pero la gran apuesta del gobierno para la ejecución del ajuste es la licuación de las jubilaciones. En las actuales condiciones, el sostenimiento de la fórmula de movilidad “Fernández-Massa-Guzmán” -que excluye a la inflación en su cálculo- implica una confiscación a los jubilados todavía mayor a la perpetrada en los últimos años. La consultora “Equilibra” estima “un ajuste de hasta 4,4% del PBI, con mucho margen para moderar esa caída con bonos y, aun así, achicar el gasto a expensas de los haberes” (El Cronista, 29.4). En un plano más general, los recortes compulsivos están conduciendo a una situación que roza la paralización económica. 
 En este cuadro, el jefe de gabinete, Nicolás Posse, ha sacado de la manga un viaje a Estados Unidos para pedirle al FMI que sostenga el acuerdo con Argentina -virtualmente caído. La visita incluye a los cuarteles generales de la CIA. En medio de las guerras imperialistas en curso, el socorro financiero se tramita a cambio de alinear a Argentina en la OTAN. 

 La sesión 

Los choques y divisiones atraviesan a todos los bloques. La votación “en general” será seguida por múltiples rechazos de artículos en particular. En el PRO, el operativo clamor que en las últimas horas se ha desatado para que Macri vuelva a presidir el partido, en oposición a Bullrich, anticipa una división que podría afectar esas votaciones particulares. En el bloque que preside Pichetto, la dispersión es todavía mayor. Milei, por su parte, ha vuelto a blandir la amenaza del plebiscito. Pero esa espada está cada vez más mellada.

 Los trabajadores 

Desde el paro del pasado 24 hasta hoy, la CGT se ha llamado a silencio. La burocracia hace seguidismo al peronismo acéfalo, que va perdiendo gobernadores, legisladores y a ex candidatos como Scioli. Daer dijo en el acto del paro que la política de la CGT es la Unión Nacional -con Milei adentro. Pero las urgencias obreras se multiplican en medio de la desorganización económica. Es el caso de las suspensiones en las automotrices, por falta de insumos; los despidos en el neumático (Bridgestone) y en la UOM (Ternium); y los que tienen lugar como consecuencia de la paralización de la Construcción. La situación salarial amenaza con explotar por el lado de la UTA. 
 Llamamos a impulsar en los lugares de trabajo y estudio y en las asambleas y las calles una huelga general que termine con el DNU y el proyecto ómnibus.

 Marcelo Ramal 
 30/01/2024

domingo, 28 de enero de 2024

El sionismo reduce a Gaza a ´tierra de nadie´


El ejército sionista está “en vías de convertirse en bandas de pandillas ilegales”. La información procede de la propia prensa israelí. El periodista Yagil Levy en Haaretz (22/1) señala que el ejército sionista está desbordado por “una escalada en los procesos de los últimos 20 años, que se centran en los desafíos del campo nacional-religioso y un levantamiento de soldados contra la supuesta moderación de las FDI. Se trata de un intento de transformar el ejército en un movimiento de pinza, un levantamiento desde abajo respaldado por los dirigentes de derecha (…) es el colapso de la jerarquía militar. El jefe del Estado Mayor escucha los llamados a la venganza, ve las violaciones de la disciplina, la actitud despectiva hacia las reglas de fuego abierto, pero no hace casi nada. El terror de la derecha ha caído sobre él”.
 Prosigue Yagil Levy: “No estamos hablando sólo de que los soldados se desahoguen. Los comandantes de campo están cooperando y enviando mensajes de venganza, como la orden del comandante de la División 36, general de brigada David Bar Kalifa quien llamó a no repetir el error del rey Saúl, quien fue misericordioso con Amalec. Esto alcanzó su punto máximo cuando 90 comandantes de batallones reservistas solicitaron al jefe del Estado Mayor de las FDI que no se detuviera en Gaza, el Líbano y Cisjordania hasta la victoria”. 
 En tiempos de ´redes sociales´ los abusos a lo Abu Ghraib, como ocurrió en Irak 20 años atrás, por las tropas sionistas, se difunden en tiempo real: “carteles que exigen el regreso a Gush Katif (asentamiento sionista levantado en 2005), ceremonias religiosas como traer rollos de la Torá y colocar mezuzás en las casas de Gaza, demostrar entusiasmo por la destrucción de viviendas (por ejemplo, una mujer soldado regocijándose en una habitación infantil destruida), daños rituales-religiosos a mezquitas, llamados a venganza e informes sobre su ejecución” (ídem).
 Es obvio que nada indica que haya ´moderación´ en la conducta en el alto mando sionista frente a la situación de Gaza, la minúscula franja de 10 a 15 kilómetros de ancho, donde Israel está creando una zona de “tierra de nadie” que se extendería a un kilómetro desde la frontera. Para una franja que ya resultaba irrespirable antes de la guerra para casi 2.5 millones de gazatíes, ahora no solo se la reduce, se pretende hacerla completamente inhabitable. El objetivo es ´aplanar´ una zona mayormente destinada a agricultura palestina y donde había “2850 edificios”, de los cuales “ya se han destruido 1100” (La Nación, 26/1). Israel pretende hacer en Gaza lo que logró en la frontera con el Líbano tras la guerra de 2005 allí. 
 La diplomacia internacional se ha demostrado completamente impotente para detener la barbarie sionista. La propia Corte Internacional de La Haya, donde Sudáfrica hizo una denuncia por genocidio contra Israel, se acaba de pronunciar ordenando “prevenir un genocidio” -para lo cual esa Corte no tiene ningún poder de policía-, pero lo más importante no exige el cese del fuego ni el fin de la guerra (The New York Times, 26/1). Autoridades de Naciones Unidas en el terreno han denunciado que los campos de refugiados palestinos en la franja se han transformado en “objetivos militares” del ejército sionista.
 Israel sigue aplicando la Doctrina Dahiya, que inauguró en la última guerra del Líbano, consistente -según lo explicó Gadi Eizenkot, el entonces jefe del Estado mayor que hoy integra el Gabinete de guerra de Israel-, en “emplear una fuerza desproporcionada y causar inmenso daño y destrucción” al considerar cualquier localidad desde la que se dispare a Israel como “bases militares”. Los sionistas creen estúpidamente que una estrategia de ´dureza´ llevará a la población a rebelarse contra Hamás.
 Se trata de una política de barbarie como no se ha visto en un plazo equivalente en ninguna guerra hasta el presente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, según denuncia el Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, por sus siglas en inglés) (El País, 25/1). Incluso “los servicios de inteligencia de Estados Unidos calculan que cerca de la mitad de la munición que Israel ha lanzado desde el aire no es guiada” (ídem) lo que desmiente la tesis de la “precisión” de los bombardeos practicados por los sionistas. 

 Norberto Malaj 
 26/01/2024

sábado, 27 de enero de 2024

COVID-19: ¿la pandemia ha terminado?


El aumento de los contagios de Coronavirus recorre el mundo, echando por tierra el argumento del “fin de la pandemia” declarado por la Organización Mundial de la Salud hace unos meses atrás, que significó el desmantelamiento de todas las políticas destinadas a la prevención, seguimiento y tratamiento del COVID-19. También pone en cuestionamiento a la vacunación como única estrategia eficaz.
 Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS o WHO por sus siglas en inglés), los contagios por COVID están aumentando en todo el mundo, con un aumento del 52 por ciento en el último mes que probablemente sea mayor debido a la disminución de los reportes y al desmantelamiento de los sistemas de seguimiento. (WSWS, 12/01) Este rebrote confluye con la predominancia de una nueva variante, JN.1, que fue clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una variante de interés (VOI, por sus siglas en inglés) y se está estudiando si podría tener una mayor capacidad de transmisión o una mayor capacidad para evadir el sistema inmunológico. Esta variante es un linaje descendiente de BA.2.86, y la muestra más antigua se recolectó el 25 de agosto de 2023 (Infobae, 3/01). 
 La variante JN.1 del COVID-19 se ha convertido en la dominante en Estados Unidos, con un aumento significativo de casos en el último mes. Los datos del último reporte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indican que para fines de diciembre, JN.1 representó entre el 40% y el 50% de los casos de COVID-19 en el país, en comparación con el 7% a fines de noviembre. A su vez, los datos sobre aguas residuales de Estados Unidos indican que más de 2 millones de personas se infectan con COVID-19 cada día (WSWS, 11/01). Las hospitalizaciones semanales en EE.UU. aumentaron un 20% en la semana que finalizó el 30 de diciembre, en comparación con la semana anterior, y se han más que duplicado desde la primera semana de noviembre. Gran parte de este aumento está afectando a las personas de 70 años o más, que corren un mayor riesgo de muerte por la infección (WSWS, 11/01). 
 España desde fin del 2023 se encuentra atravesando una “tripledemia”, una combinación de infecciones de tres virus diferentes, COVID-19, Influenza A y RSV, un virus que puede causar bronquiolitis que afecta principalmente a los niños. El último informe publicado el 4 de enero por el Instituto de Salud Universitario Carlos III afirma que la tasa de infecciones respiratorias se sitúa ya en un total de 952,9 casos por cien mil habitantes a nivel nacional, un 78 por ciento más que hace un mes. (WSWS, 12/01). En algunas regiones el número es mayor, y por esto, los hospitales se encuentran recibiendo una enorme presión ya que las hospitalizaciones aumentaron un 60 por ciento en una semana y los servicios de emergencias se encuentran saturados por la alta demanda de pacientes. Las previsiones epidemiológicas calculan que al menos 4.000 personas morirán a finales de febrero (Ídem, 12/01). Frente a esta situación, el gobierno ordenó medidas como el uso de barbijos en los centros de salud. En Alemania, también se registra una nueva ola de contagios de Coronavirus desde diciembre del 2023. En México: el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) registra en su último conteo unos 200.000 casos de contagios por covid-19, cuyo concentrado está en Ciudad de México, con 21.425 casos activos (El País, 16/01). 
 En la Argentina, En las últimas tres semanas, se verifica un incremento con un promedio de 1751 casos semanales. En la segunda semana de enero se registraron 2583 casos confirmados de COVID-19, y 3 casos fallecidos, de acuerdo al boletín epidemiológico nacional. 
 En relación a la vacunación (única medida adoptada en los últimos tiempos para hacer frente al virus), la OMS refiere que la inmunidad de la población sigue siendo heterogénea a nivel mundial y, por lo tanto, el potencial de escape inmunológico de JN.1 depende de los antecedentes inmunológicos de la población analizada. Uno de los efectos que generó la declaración del “fin de la pandemia” es que se bajen las alarmas, lo que está produciendo que el número de personas que se aplican las dosis de refuerzo se reduzcan, además hay una nula campaña de vacunación. La población está expuesta a volver a infectarse, lo que puede provocar consecuencias en la salud: según estudios (The Gauntlet, 22/12/23), quienes padecieron COVID-19 presentan más riesgos de sufrir un ataque cardíaco y embolia pulmonar. Otra cuestión importante es el COVID prolongado: A principios de este año, el Dr. Tedros de la OMS declaró públicamente: que se estima que 1 de cada 10 infecciones resulta en una condición post COVID-19, lo que sugiere que cientos de millones de personas necesitarán atención a largo plazo. Efectivamente, los estudios encuentran consistentemente una prevalencia de COVID prolongado en tasas de dos dígitos, que generalmente oscilan entre el 10% y el 20%. Las consecuencias de la pandemia, no pueden medirse sólo por el número de muertes, las cuales tampoco pueden dejarse de lado (Ídem, 22/12/23).
 El desmantelamiento de las políticas para el seguimiento, prevención y tratamiento de Coronavirus, ha dejado a la población librada a su suerte. La nueva ola de contagios tira por la borda las políticas llevadas adelante hasta el momento por los gobiernos capitalistas y la OMS. Como únicas medidas, además de la vacunación, se están retomando las recomendaciones del uso de barbijos y ventilación en los centros de salud y hospitales, pero no así la realización de testeos de forma masiva. El sistema capitalista expone a la población al deterioro de su salud día a día. Como hemos dicho en estas páginas al comienzo de la pandemia, la lucha contra el capital es una cuestión de vida o muerte. 

 Soledad Domínguez 
 26/01/2024

El Tribunal Internacional de Justicia advierte un posible genocidio israelí, pero no demanda el cese de las operaciones


El Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de Naciones Unidas resolvió una serie de medidas cautelares este viernes 26, al considerar posible que Israel esté cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. 
 La resolución es contradictoria: insta a Tel Aviv a tomar “las medidas necesarias para evitar un genocidio”, a “castigar” su incitación, y permitir el ingreso de la ayuda humanitaria al enclave costero, entre otros puntos, pero no plantea el cese al fuego ni el fin de las operaciones militares y bombardeos israelíes, que son las herramientas con las cuales se está perpetrando una masacre que ya dejó más de 26 mil muertos, mayoritariamente mujeres y niños. 
 Para tratar de desarmar esta contradicción, la ministra de relaciones exteriores de Sudáfrica, que es el país que presentó la denuncia ante el organismo en diciembre, interpretó que el fallo demanda un cese al fuego implícito, puesto que el ingreso de la ayuda humanitaria y la prevención de un genocidio requerirían, inevitablemente, la suspensión de las operaciones militares por parte de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI). Pero lo cierto es que los ataques no se detendrán. 
 Debido al carácter de la resolución, su recepción fue objeto de valoraciones disímiles. La Autoridad Palestina la saludó como una demostración de que ningún país está por encima de la ley, en tanto que Hamas la valoró como una decisión que contribuye a aislar a Israel y poner en evidencia sus crímenes. No obstante, como no establece un cese al fuego, punto que era reclamado por la presentación sudafricana, sus promotores reconocen cierto sinsabor. Y, en el caso del pueblo de Gaza, fue recibida directamente con “frustración y resentimiento”, según el corresponsal de Al Jazeera en Rafah, Hani Mahmoud.
 En el caso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, celebró que no impone un alto al fuego, pero criticó el resto de las medidas, repitiendo el argumento insostenible de que Israel no estaría cometiendo un genocidio sino ejerciendo un derecho a la autodefensa. 
 El tribunal de Naciones Unidas, integrado por diecisiete magistrados de diferentes países, no resolvió la cuestión de fondo. De aquí en adelante, se abre un período prolongado en que Sudáfrica deberá fundamentar las acusaciones contra Israel, y en que Tel Aviv puede interponer recursos que dilaten el proceso. Un fallo definitivo podría demorarse durante años. A la vez, si bien las resoluciones del TIJ son vinculantes, Israel, que cuenta con el apoyo del imperialismo yanqui, no tendrá mayores reparos en desconocerlas. 
 En su presentación, Sudáfrica asegura que Israel infringe el artículo 2 de la Convención para la Prevención y Sanción del Genocidio (1948), de la que Tel Aviv es signataria, y que lo define como un acto ejecutado “con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. 
 Esta definición encuadra a la perfección con las operaciones israelíes, que han destruido o afectado a la mitad de los edificios del enclave; que atacan sistemáticamente hospitales, escuelas y centros de refugiados; que desplazaron al 80% de los habitantes de sus hogares; y que están acompañadas de un bloqueo que dejó a la región al borde de la hambruna, sin combustibles ni medicinas. Ahora, además, con el invierno, la lluvia y el frío, para una población que no dispone siquiera de mantas, termina de configurarse un cuadro inhabitable en el enclave costero, en el que, además, proliferan las enfermedades infecciosas debido a la falta de agua y a los cadáveres que se pudren bajo los escombros. Por lo demás, funcionarios del gobierno israelí plantean abiertamente el desplazamiento masivo de la población de Gaza hacia otros territorios, y Netanyahu no descarta una reocupación territorial. 
 Más allá del valor propagandístico que pueda tener la denuncia sudafricana, la detención del genocidio es impensable en los límites de la diplomacia internacional y las Naciones Unidas. Todo dependerá de la propia resistencia del pueblo palestino, de la solidaridad activa de los pueblos del Medio Oriente, y de la movilización popular a nivel mundial. 

 Gustavo Montenegro

domingo, 21 de enero de 2024

Medio Oriente, la expansión de la guerra y sus consecuencias


Cuando la nueva Nakba sionista ha cumplido más de 100 días, la política sionista-imperialista de tierra arrasada sobre Gaza no ha logrado ninguno de sus objetivos: ni descabezó a Hamas, ni desactivó la resistencia palestina en toda la franja de Gaza. Israel sigue siendo castigado por sus cohetes, el ejército sionista ha sido incapaz de recuperar a uno solo de los rehenes del 7/10, tras la liberación parcial alcanzada luego de la breve tregua de diciembre pasado. 
 Ha masacrado a más de 30.000 palestinos (y provocado el doble de heridos, amputados, etc.); arrinconado a casi 2 millones de palestinos desplazados de sus hogares —destruidos en su mayoría por bombardeos indiscriminados— en una franja minúscula de territorio lindante con el Sinaí, condenados a la inanición. Naciones Unidas teme que de no habilitarse una ayuda humanitaria masiva el número de muertes por hambre podría alcanzar a medio millón de almas en 2024. La barbarie imperialista ha jalonado en Gaza uno de sus mayores ´galardones´ históricos. 

 Una guerra en expansión

 La guerra en Palestina ha echado por la borda todos los diques de contención que las potencias imperialistas y regionales habían erigido en el pasado reciente. Los acuerdos entre la oligarquía saudita e Irán para cerrar la guerra civil de Yemen de abril pasado han quedado en añicos. Las ´previsiones´ de Irán para evitar entrar en conflicto directo con Israel y EE. UU. están amenazadas. El bombardeo, reiterado en los últimos días, de parte de una coalición de naciones imperialistas contra Yemen apunta reforzar los ataques del Estado sionista a Gaza y Cisjordania y más allá de sus fronteras. 
 El conflicto próximo se encuentra en la frontera norte de Israel, con el Líbano. Según Chuck Freilich, exasesor de seguridad nacional de Israel, “una guerra con Hezbollah es inevitable”: “la guerra en Gaza palidece en comparación con lo que sería una guerra con Hezbollah. Las capacidades militares de Hezbollah superan ampliamente las de Hamas, e Israel aún tiene que lograr sus objetivos militares incluso contra este actor menor, a pesar de tres meses de guerra intensa” (Haaretz, 11/1). Israel no sólo mantiene un acoso criminal sobre la población palestina de la Cisjordania; ha bombardeado bases de Hezbollah en el sur del Líbano y asesinado en Beirut a dirigentes de Hamas. Lo mismo ha repetido en Siria en diversas incursiones en los últimos 30 días, en un increscendo incesante de acciones bélicas. 
 Esta escalada está lejos de reducirse a las fronteras del Estado sionista. Una “ola caótica de ataques y represalias en Oriente Medio alimentan los temores de una guerra regional más amplia”, dice Jon Gambrell de Associated Press (16/1). En las últimas horas “Teherán atacó sitios en Irak y Siria, afirmando que apuntaba a un ´cuartel general de espionaje´ israelí, y siguió con informes de ataques con misiles y drones en Pakistán. La caótica ola de ataques y represalias que involucraron a EE. UU., sus aliados y enemigos, sugirió no sólo que el ataque de la semana pasada no había logrado disuadir a los hutíes, sino que la guerra regional más amplia que Estados Unidos había pasado meses tratando de evitar se estaba acercando cada vez más a la realidad” (ídem).
 En un discurso en el Foro Económico Mundial en Davos, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió que la creciente variedad de ataques significa que los aliados deben “estar atentos a la posibilidad de que, de hecho, en lugar de encaminarse hacia una reducción de la tensión, estamos en un camino de escalada…”. 

 Israel, de nuevo la crisis del Estado sionista 

La acción de Hamas del 7/10 detuvo temporariamente la crisis terminal del Estado sionista. El enfrentamiento de una mayoría laica al gobierno de colonos fundamentalistas es un derivado del derrumbe del status del Estado sionista en Medio Oriente, no una pelea constitucional. Esta crisis volvió a abrirse a partir que la Corte Suprema se pronunció contra un aspecto fundamental de la reforma judicial que propugnaba el gobierno de Netanyahu: neutralizar a la Corte y establecer un régimen de arbitrariedades institucionales. Esta reforma abre camino a una limpieza étnica de palestinos dentro del territorio israelí, el 20 % de la población. 
 “Miles de israelíes se manifestaron el sábado por la noche en todo Israel, exigiendo elecciones … Las protestas tuvieron lugar en Tel Aviv, Haifa, Cesarea y Karkur en el norte de Israel” (Haaretz, 13/1). 
 “El plan del Ministerio de Finanzas de recortes desproporcionados y sin precedentes en los presupuestos destinados al desarrollo de las comunidades árabes demuestra que el gobierno ha decidido que los ciudadanos árabes de Israel serán los primeros en pagar el precio del desastre económico tras el ataque de Hamás y la guerra. El Consejo Nacional de alcaldes árabes en Israel estima que el recorte totalizará 4.600 millones de shekels (1.200 millones de dólares), destinados a programas educativos, vocacionales, de bienestar, de desarrollo de infraestructura y otros programas. Incluso el servicio de seguridad Shin Bet, en un comunicado extraordinario emitido el domingo, calificó el recorte planeado como "un golpe estratégico a la resiliencia nacional´ que puede conducir a ´una mayor alienación, un sentimiento de no pertenencia y una falta de compromiso por parte del Estado… que aumentará la probabilidad de violencia” (editorial de Haaretz, 15/1). 
 Como se ve, el pantano de la guerra de Gaza tiende a transformarse en una ciénaga a escala de todo el Medio Oriente.

 Norberto Malaj 
 17/01/2024

Milei: ¡Guerra de clases!


La expresión del título no la dijo Karl Marx, salió de la boca de un ignoto economista vulgar perteneciente al CEMA, universidad privada, que defiende y difunde las falsedades de la economía académica ortodoxa en sus inmensos manuales de embrutecimiento del alumnado que paga para ello.
 Parecido en esto a otro no menos vulgar y enceguecido empleado de los esclavistas llamado D.F. Cavallo, quien se creía, y se cree, un genio no descubierto de la economía reaccionaria y su supply side economics (Economía del lado de la oferta), moda ya fenecida hace décadas; ¡a qué niveles de delirio llega la pusilanimidad de este energúmeno a quien todavía prestan micrófono e imagen en las empresas monopolistas de la “expresión periodística”, blanqueando sus fracasos y derrotas. 
 Pero la expresión de Rodríguez es cierta. Primero, ha dicho una enorme verdad: es la guerra desatada por la burguesía (interna-externa coaligadas) contra el pueblo trabajador. ¡Increíble! los vagos, los holgazanes, los haraganes, los ociosos, los parásitos de la sociedad que viven del trabajo de los trabajadores, y que en muchos casos reciben emolumentos del Estado por haber desempeñado funciones públicas en favor de los esclavistas del capital, son quienes apostrofan, insultan, agreden, ofenden, al conjunto de los trabajadores que crean y sostienen la riqueza del país, riqueza que se apropian los capitalistas y sus empleados, los mismos que eluden, evaden el pago de los impuestos, fugan capital a las guaridas fiscales externas, violan las leyes laborales, sociales y sindicales, contratan “en negro” y se apropian de los aportes al trabajo al no depositarlos en el Estado, se apropian del IVA que no declaran cuando venden, todas lindezas del capital pequeño, mediano, grande y corporativo, que forman una sola fuerza unida contra quienes trabajan para volver al esclavismo de los siglos XVIII/XIX.  Segundo, no es cierto que liberales y libertarios “ataquen” al Estado, su déficit, su intromisión en la economía, sus gastos, su mentiroso incremento de empleos políticos, etc. etc. Esto debe ser subrayado enfáticamente: atacan sí al Estado que despliega políticas “tibiamente” populares, progresistas, etc. Su liberalismo, su libertarismo no es otra cosa que “borrar” toda legislación social, sindical, laboral que tienda a proteger a los trabajadores del terrorismo de clase de la burguesía y de sus socios.
 Este Estado ¡no! ¡ese no es Estado! El Estado “verdadero” es el que representa y defiende a los capitalistas, es el que les crea condiciones para el esclavismo sin leyes, ni controles, ni regulaciones, ni nada que se oponga a su rapacidad delincuencial. El Estado que les conceda créditos y subsidios a los poderosos para que luego los pague el trabajador rebajando sus salarios, es el comunismo capitalista ¡todo contra la clase trabajadora! Esto es lo que, en rigor de verdad, hace siempre, sólo que ahora quiere aplastar todo lo que sea legal que impida ir directamente al restablecimiento esclavista de hace dos siglos. ¿No es esto terrorismo de clase? ¿No es esto ¡guerra de clases!? 
 Pero veamos lo que el idiota útil del capitalismo, hoy en el Poder Ejecutivo Nacional, afirmaba hace poco sobre Estado y mafia haciendo una comparación entre ambos:
1. Si tuviera que elegir entre el Estado y la mafia, me quedo con la mafia. La mafia tiene códigos (¿?)
2.  La mafia cumple, la mafia no miente…
3. Y sobre todas las cosas, la mafia compite (?)
4. En cambio el Estado no admite competencia,
5. Quiere el monopolio de la fuerza,
 6.quiere el monopolio de la emisión monetaria, 7. Son todas cosas que a la postre, nos generan mucho daño. 
Confrontemos estas afirmaciones con lo real que enfrentamos todos los días: 
 Ofensiva contra la Constitución Nacional, la legislación laboral, sindical, social, desregulaciones de todo tipo en favor de las empresas oligopólicas, despotismo de las empresas en ramas de consumo masivo, farmacéutica, científica (Conicet), privatizaciones de empresas públicas (remates en favor de sus amigos y conocidos), ataques a Aerolíneas Argentinas, YPF, Total parate de la obra pública en curso y en proyectos, congelamiento salarial y de jubilaciones, retención de la coparticipación de impuestos nacionales con las provincias, etc. etc. etc… 
 ¿Qué es esto? Pues que el “empleado” Milei: 
1. No eligió entre el Estado y la mafia, se quedó con ambos. 
2.Milei no tiene códigos.
 3.Milei no cumple, Milei miente.
4. La mafia compite, Milei no compite, agrede e impone por la fuerza.
5 El estado de Milei destruye la competencia, no la fomenta ni sostiene.
6. El Estado “no quiere el monopolio de la fuerza” ¡¡lo tiene!! y este personaje absurdo hace abuso de él mediante una funcionaria tira bombas asesinas en Jardines de Infantes (Milei dixit).
7. El Estado “no quiere el monopolio de la emisión monetaria” ¡¡lo tiene!! y es exactamente de lo que hace abuso este atolondrado Mr. 
Se quedó con el Estado terrorista liberal, ni siquiera libertario, esclavista, al frente de cuyo Ministerio de Economía designó a un estafador que se “fumó 15.0000 millones de dólares (Milei dixit); furioso Estado anti-trabajadores; y se quedó con la mafia: M. Macri y sus secuaces del crimen organizado en la Argentina en calidad de asesor. ¡¡Lindo Presidente tiene Argentina!! Quizás pudiera añadirse a estos atributos tan “seductores” que es un plagiario (ladrón de la propiedad intelectual de terceros. Tiene juicios que no se dan a conocer), extorsionador cuando pedía en la campaña electoral a quienes querían proponerse como candidatos que le pagaran 30.000/40.000/50.000, y más dólares para ser “ungidos” como tales, “derrochador” de los ingresos del Estado para construir unos “hermosos” caniles para sus perros “médiums”, que cuestan millones de pesos ¡¡¿Para esto si hay plata Sr. plagiario, extorsionador y empleado venal de sus amos? Otra conclusión irrebatible sería; ¡no sirve siquiera para mafioso! tan inútil es, sobre todo teniendo en cuenta que la mafia no tiene en sus filas monigotes de esta calaña.
 ¿Pero cuál es el fondo socio-económico de estos desmanes de los políticos terroristas de la ultraderecha en el mundo, no sólo en Argentina y América Latina, ¿Por qué esta rabiosa ofensiva anti-Estado por parte de la burguesía mundial? Durante su etapa de surgimiento socio-económico, la burguesía actuaba en el seno de la decadente economía monárquica-feudal; ésta se aferraba a sus privilegios, concentración del poder en el Estado, apropiación y control de los flujos aduaneros, trabajo servil bajo propiedad y vigilancia de la nobleza terrateniente, prohibición de las libertades civiles, persecución de las ideas liberales y de quienes las sostenían contra el atraso, “la” esclavitud de los trabajadores siervos, se oponían a los “monopolios” del Rey y su séquito, todo en nombre de Dios nuestro Señor que así lo había establecido. Todo quedó finalmente concentrado en el grito de guerra de la burguesía ascendente: ¡Libertad! ¡Igualdad! ¡Fraternidad! a la que sumaban libre mercado, libertad de expresión, República y democracia. La burguesía era ¡revolucionaria! trastornaba la sociedad y sus instituciones medievales, la burguesía conspiraba contra la ¡ley y las instituciones de tal época! ¡Todo debía cambiar! Y… finalmente ¡cambió!
 Ella sepultó la anacrónica sociedad clerical-medieval, desató guerras contra quienes se oponían a las transformaciones ¡basta de esclavitud! ¡trabajadores libres! ¡libre competencia! ¡libre comercio! Constitución y Estado democrático. El exponente principal y destacado fue Napoleón y sus sucesivos enfrentamientos armados. Ni siquiera la Santa Alianza en 1815 (Austria, Prusia y Rusia) pudo reconstruir el mundo que se derrumbaba. 
 Esa época gloriosa terminó hace mucho. Hoy la burguesía se enfrenta a otras demandas y exigencias de parte de la sociedad del trabajo. Su época de oro ha finalizado la realidad es la de su estancamiento, declinación, y la de encontrarse en la situación de no poder controlar las fuerzas que ha desatado en lo productivo, científico y tecnológico: el valor del capital ficticio, sus maniobras, sus especulaciones, su improductividad en los mercados del mundo más que decuplica el valor de la productividad real de sus ramas; sobre todo desde los años setenta del siglo pasado en que ha crecido la desigualdad, la pobreza, la mendicidad, la indigencia en porcentajes de escándalo; la desocupación no ha podido ser erradicada (ni lo podrá ser); el permanente decrecimiento de la masa de salarios; la carencia de viviendas; etc. Hoy la burguesía bajo una forma que le es propia reproduce todo lo que había combatido en su modalidad feudal-absolutista: privilegios, monopolios, esclavitud del trabajador; riqueza concentrada en una minúscula fracción de holdings financieros, Estado terrorista represivo, persecución de militantes populares, asesinatos, golpes de Estado, invasiones, usurpaciones, etc. etc. Ya no es liberalismo, ni neoliberalismo, es nada más y nada menos que ¡despotismo y neodespotismo burgués! el mismo que execraba en su lucha anterior. Con una particularidad notable: la lucha entre pueblo y burguesía no se da fuera del Estado y de su administración, sino dentro del mismo y con una administración que admite la necesidad (¡y la perentoriedad!) de atacar la propiedad y los privilegios antes custodiados en favor de los expoliadores dirigidos ahora por partidos, movimientos, frentes que plantean y ejecutan políticas distribucionistas y populares. Contra esto es que se vuelve terrorista y asesina la burguesía: su Estado ya no lo puede manejar a su placer siempre aterrorizando a los trabajadores, ahora ella misma está entre sus probables perdedores de lo que antes era indiscutido e intocable. La suerte que está corriendo históricamente es la que le tocó en su momento a la nobleza y monarquías: ¡su eliminación de la sociedad! Alea jacta est. ¡La suerte está echada! rebeliones, convulsiones, revoluciones, transformaciones, cambios, etc. ¡Igualdad, fraternidad, trabajo libre asociado, expropiación de expropiadores, eliminación del capital, abolición de la explotación, distribución social de la riqueza socialmente producida ¡esta es la realidad de hoy y del futuro!

 Fernando Hugo Azcurra | 19/01/2024

CON FILO | Serie de ficción


¿Quién fue Vladimir Lenin? / A 100 años, su legado revolucionario


sábado, 20 de enero de 2024

El Tribunal de La Haya y la barbarie sionista imperialista


El inicio de la audiencia de la CIJ coincide con el inicio de la intervención militar imperialista contra el pueblo de Yemen. 

 Sudáfrica ha presentado el 29 de diciembre un pedido ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para juzgar a Israel de llevar adelante un genocidio contra el pueblo palestino en Gaza. Este se ha iniciado el día de ayer con la presentación de un dossier de 84 páginas, llenas de denuncias relatando las atrocidades premeditadas y ejecutadas por el gobierno sionista contra los gazatíes: 21.110 muertos, 7.780 “desaparecidos” (enterrados bajo los escombros de los masivos bombardeos), 55.243 heridos (gran parte de ellos mutilados, etc.), 355.000 viviendas destruidas, 1.900.000 desplazados, etc. Estas cifras se continuaron acrecentando, superando en la actualidad los 30 mil muertos. El informe demuestra que se trata de un plan para desarraigar definitivamente a los palestinos del territorio de Gaza: expulsándolos hacia otros países o, directamente, aniquilándolos. Los bombardeos se han concentrado, particularmente, en destruir los hospitales (de 37 existentes han quedado “en pie” solo 13 y sus ruinas carecen de electricidad, insumos médicos, etc.), escuelas, centros comunitarios, templos, etc. Borrar toda existencia física de la existencia del pueblo palestino. Como ya ha sido denunciado se trata de una nueva “nakba” (catástrofe en árabe) muy superior a la de 1948 cuando se creó el Estado sionista de Israel donde fueron expulsados casi un millón de palestinos de sus tierras históricas.
 Sesenta países apoyan la acusación de Sudáfrica, entre ellos seis de Latinoamérica (Bolivia, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Brasil y Colombia). Los países imperialistas han hecho en cambio, causa común con el gobierno masacrador sionista. Alemania ha anunciado que se presentará ante el Tribunal para apoyar a Netanyahu. El Consejero de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, John Kerby, ha declarado que la acusación contra Israel es “infundada” y “completamente sin base alguna”. Estados Unidos es el que envía diariamente toneladas de bombas y explosivos que se descargan cobarde y alevosamente sobre el pueblo de Gaza. ¡La acusación de genocida debiera ser extendida al presidente Biden y al gobierno imperialista yanqui!
 Es más, el inicio de la audiencia de la CIJ coincide con el inicio de la intervención militar imperialista contra el pueblo de Yemen. Toda una señal guerrerista del imperialismo de que no piensa ceder en su pretensión contra Gaza y que amenaza con extender la guerra en toda la región. Con la justificación de bregar por la “libertad de navegación” en el Mar Rojo, en estos días fueron bombardeados 70 puntos diferentes del Yemen (con el mismo argumento una armada anglofrancesa invadió las aguas del Río Paraná en 1845 en Argentina).
 Las milicias hutíes de Yemen han venido realizando –en solidaridad con el pueblo de Gaza- hostigamientos y ataques contra navíos israelíes o que llevan cargas desde o hacia Israel. Esto hizo disminuir el tráfico de grandes cargueros de contenedores que pasan por el Mar Rojo para usar el Canal de Suez y ahorrar días de viaje (y costos en fletes). Los Estados Unidos hicieron aprobar en tiempo récord una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que planteaba el cese inmediato de los ataques de los hutíes (y condenaba implícitamente a Irán por proveerles armas). Fue aprobada con 11 votos a favor y 0 (¡cero!) votos en contra. Rusia y China, que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y tienen derecho al veto, no lo usaron: se abstuvieron. Aprobada el miércoles, el jueves se lanzó el operativo “Guardián de la Prosperidad” de una alianza constituida entre Estados Unidos y Gran Bretaña, Canadá, Bahrein y Holanda entre otros. 
 En diciembre pasado se votó una resolución en la ONU de “alto el fuego en Gaza”, apoyada por 153 países (sobre 193 que la integran) con solo 10 votos en contra ¡y Estados Unidos e Israel continuaron con su política genocida! La ONU es una pantalla usada por el imperialismo para justificar sus fechorías.
 La ONU votó en su momento el apoyo a Gran Bretaña en la guerra de Malvinas contra Argentina. Y justificó numerosas intervenciones imperialistas contra rebeliones de los pueblos coloniales y semicoloniales. Hace 40 años, el Che Guevara denunció en un célebre discurso este papel de la ONU, denunciando que la misión militar que envió este organismo al Congo fue la que asesinó al líder revolucionario Patrice Lumumba. Lenin llamó en su época a la Liga de las Naciones, como “cueva de bandidos imperialistas”.
 ¿Qué puede esperarse entonces de estas audiencias impulsadas por Sudáfrica en la CIJ? Poco y nada. La resolución sobre si Israel está ejecutando un genocidio contra el pueblo de Gaza puede demorar años. Pero si podría en un par de semanas sacar una resolución “cautelar” que plantee un “alto del fuego”. Es harto difícil y, si saliera, le pasaría lo mismo que la votada por el plenario de la ONU en diciembre: sería desconocida por el sionismo-imperialismo. 
 La presentación jurídica de Sudáfrica ha servido para publicitar, más aún, la realidad catastrófica de la masacre que se está llevando adelante en Gaza. Y que no se puede, ni quiere, ocultar. Los bárbaros pretenden que los pueblos del mundo “aprendan” de la barbarie que están dispuestos a ejecutar contra los que se rebelan a la opresión imperialista. En ese sentido el informe presentado por Sudáfrica puede servir para pormenorizar la barbarie genocida, que la propaganda sionista trata de disfrazar como una lucha “de la democracia” contra el “terrorismo”. Un diputado israelí, Ofer Cassif, está siendo amenazado con su expulsión del parlamento por denunciar esta masacre genocida contra los palestinos y reclama el “alto del fuego”. Se trata de la “democracia” solo entre fascistas racistas contra los pueblos que luchan por sus derechos nacionales y sociales.
 Mientras se leía el informe presentado por Sudáfrica ante el Tribunal de La Haya, en la calle, bajo la nieve, había miles de manifestantes apoyándolo y reclamando el cese de la agresión sionista. 
 Este es el camino a seguir. En primer lugar en los países imperialistas, Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Holanda que son agresores directos contra Yemen y sostenedores de la invasión sionista sobre Gaza y de todos los imperialistas. Frente unido para apoyar a la resistencia palestina en Gaza, Cisjordania y Jerusalén y al accionar de las milicias hutíes de Yemen. Los países árabes dan su “solidaridad” pero no se movilizan para frenar la guerra de masacre. Más que atacar a los navíos en el Mar Rojo, bastaría con que se cerrara el Canal de Suez al paso de los barcos de Israel, para que la medida fuera menos costosa y más efectiva. Pero, por el contrario, el gobierno egipcio colabora con el sionismo en bloquear a Gaza. Las burguesías árabes que suelen llenarse la boca de discursos “nacionalistas” y “antiimperialistas”, dejan actuar a la entente sionista-imperialista. Y esperan el fin de la guerra para establecer acuerdos económicos con las potencias imperialistas e Israel. Igual situación mantienen Rusia y China, que como hemos visto han habilitado “legalmente” la nueva guerra imperialista contra el pueblo de Yemen. Esto no hace más que alimentar las tendencias guerreristas del imperialismo. 
 Frente unido internacional para potenciar las movilizaciones contra la guerra sionista-imperialista: el enemigo, en primer lugar, está dentro de las clases dominantes de cada país que sostienen la guerra genocida. 

 Rafael Santos

martes, 16 de enero de 2024

El bombardeo imperialista en Yemen y sus implicancias


Estados Unidos y Reino Unido bombardearon de forma conjunta el territorio yemení. Esta alianza, apoyada por Australia, Baréin, Canadá y Países Bajos, realizó más de 70 ataques aéreos sobre diferentes regiones de Yemen, incluida la capital Saná. 
 La operación fue ratificada por el presidente estadounidense Joe Biden, quien en un comunicado defendió los bombardeos como una represalia frente a los ataques hutíes en el Mar Rojo. Se trata de diversas acciones llevadas a cabo por los rebeldes que controlan el norte de Yemen y que declararon un boicot contra las embarcaciones israelíes o las que se dirijan a sus costas. Estos ataques marítimos se produjeron como respuesta a la masacre llevada adelante por el Estado de Israel contra el pueblo palestino, un conflicto que se profundiza y que amenaza con expandir y agravar las tensiones regionales. 
 Los ataques con drones y misiles, además del secuestro de buques que atravesaban el Mar Rojo, provocaron una crisis en una región por la que circula un 10% del comercio mundial. La amenaza de las operaciones hutíes obligó a numerosas embarcaciones a tomar una ruta alternativa que implica bordear el continente africano para dirigirse hacia Estados Unidos y Europa. Este desvío significó retrasos de hasta 10 días y un aumento significativo del costo del transporte marítimo. 
 En su declaración, Biden defendió el bombardeo sobre Yemen como un ataque a diversos puntos estratégicos de las fuerzas hutíes en defensa de la “libre circulación” por el Mar Rojo y del comercio internacional. Pero lejos de esto, la ofensiva militar de Estados Unidos y el Reino Unido involucra de lleno a las Fuerzas Armadas del imperialismo en el resguardo de sus intereses políticos y económicos, y busca doblegar el boicot hutí contra el genocidio que sigue perpetrando Israel contra la población palestina. 

 El comercio mundial, la guerra en Yemen y una escalada militar regional

 Los ataques hutíes sobre las embarcaciones que cruzan el Mar Rojo puso en alarma al imperialismo, que logró aprobar un repudio del Consejo de Seguridad de la ONU. La búsqueda de apoyo internacional para la escalada militar lleva semanas y es uno de los primeros puntos mencionados en la declaración de Joe Biden.
 La guerra que hace casi 10 años se desarrolla en Yemen se explica, entre otras cosas, por el intento de las fuerzas imperialistas de controlar una región clave para el comercio mundial. La conexión entre Asia y Europa vía el Mar Rojo y el Canal de Suez tiene como paso obligado el Golfo de Adén y el Estrecho de Bab-el-Mandeb. De un lado de este estrecho de poco más de 30 km de ancho, en la Península Arábiga, se encuentra Yemen; del otro lado, en el Cuerno de África, se encuentra Yibuti, un pequeño país que no llega al millón de habitantes pero que tiene bases militares de Estados Unidos, Japón, Francia, Italia y China. 
 La masacre de la guerra, llevada a cabo principalmente por la alianza proimperialista entre Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, dejó 250 mil muertos y casi 5 millones de desplazados. La miseria y la violencia en un conflicto de varios frentes desataron una crisis brutal en las condiciones de vida, lo que llevó a que el 80% de la población dependa de ayuda humanitaria. 
 Los rebeldes hutíes, que no lograron ser derrotados y controlan la zona norte del país, declararon tempranamente la ofensiva contra el Estado de Israel. Por su parte, el gobierno central es apoyado por Arabia Saudita, que tuvo que ponerle pausa a la normalización de relaciones con Tel Aviv después del conflicto desatado el 7 de octubre de 2023. A esto se suma el apoyo político y militar de los Emiratos Árabes Unidos, otro aliado del sionismo y el imperialismo en la región, al Consejo Transicional, que declaró la independencia de parte del sur yemení. De hecho, fuerzas militares ligadas a los EAU reprimieron y desarticularon el jueves pasado una movilización de apoyo a Palestina en la ciudad de Adén.
 En un país desmembrado por la guerra, los bombardeos del imperialismo son la expresión barbárica de la defensa de un genocidio que agrava las disputas y las tensiones regionales. A los ataques del Estado de Israel sobre Siria y el sur del Líbano, y a las amenazas contra Hezbollah y la Guardia Revolucionaria Iraní, se le suman ahora la militarización del Mar Rojo y la promesa de las autoridades militares hutíes y Joe Biden de profundizar sus ofensivas.
 El apoyo imperialista a la limpieza étnica que está desarrollando Israel contra el pueblo palestino amenaza con profundizar la crisis política, social y económica de una región que sufre hace años distintos focos de conflictos armados. 
 Abajo el genocidio en Gaza. Fuera el imperialismo de Medio Oriente. 

 Federico Quintana

lunes, 15 de enero de 2024

Documental: "Umbral del pensamiento"


Dedicado a la Academia de Ciencias en 50 aniversario de su creación.

domingo, 14 de enero de 2024

El imperialismo bombardea a Yemen


Estados Unidos ha liderado tres ataques militares con misiles sobre Yemen desde el jueves pasado. Hasta la tarde del sábado, los ataques imperialistas habrían dado contra un total de 75 blancos yemeníes tanto civiles como de la organización chiíta de los hutíes respaldada por Irán. La orden de ataque habría sido emitida por el secretario de Defensa Lloyd Austin para el comandante del Comando Central de los EEUU, Michael E. Kurilla. El lanzamiento de misiles de EEUU en territorio terrestre yemení, sin la participación de Israel como intermediario, abre una etapa en la escalada imperialista sobre Medio Oriente. 

 Despliegue militar 

Según declaró el presidente de EEUU, Joe Biden, el ataque habría recibido el apoyo militar de Gran Bretaña, Australia, Canadá, Países Bajo y Bahrein, que domina más de treinta islas del golfo Pérsico. La operación militar fue realizada en el marco de la autodenominada “Operación Guardián de la Prosperidad” que implica la intervención militar de EEUU y sus aliados sobre el Mar Rojo. El despliegue militar de estos días ha incluido la movilización de buques de guerra, aviones de combate, barcos, submarinos, los HMS Diamond y el HMS Richmond que corresponden a dos mega fragatas de la Real Armada Británica y cuatro aviones de combate británicos llamados Typhoon. Además de los misiles estadounidenses, Gran Bretaña lanzó los propios. El General Mayor del departamento de Defensa de EEUU, Pat Ryder, señaló que “las fuerzas de EE. UU y el Reino Unido pudieron derribar (en el primer ataque del jueves) 18 vehículos aéreos no tripulados de ataque unidireccional, dos misiles de crucero antibuque y un misil balístico antibuque cuando estas armas se lanzaron hacia rutas marítimas internacionales” (www.defense.gov; 12/01).
 Según declaró también el teniente general del ejército de EEUU y Director de Operaciones del Estado Mayor Conjunto, Douglas Sims, sólo en el primer ataque militar del jueves EEUU ocupó más de 150 proyectiles. Ante esto, el ejército yankee señaló que los hutíes habrían respondido con misil antibuque del que, sin embargo, no hay registro de que golpeara a algún blanco militar de occidente. Luego, durante la madrugada del sábado, EEUU habría enviado un nuevo ataque con misiles que incluía a la capital yemení Saná, y así como los puertos de Hodeidah, Dhamar y Saada. Desde Teherán el ejercito persa se movilizó hasta sus fronteras (Europapress, 13/01). La tensión militar en Irán se encuentra en las fronteras occidentales y frente al Golfo pérsico y el Golfo de Omán. El régimen de Teherán ordenó reforzar estas fronteras con infraestructura militar: plataforma de misiles y vehículos aéreos no tripulados. 
 Ante la escalada, decenas de miles de manifestantes yemeníes se manifestaron en las calles de Saná en contra de la ofensiva imperialista con banderas palestinas y consignas contra EEUU e Israel. También en la capital de Bahrein, Manama, hubieron movilizaciones en rechazo a la apoyo proporcionado por el país contra la población yemení (BBC Arabic, 13/01). 

 Crisis en la cadena de suministros 

Los precios de transporte de contenedores para rutas comerciales internacional se dispararon. En Shangai, el índice de referencia de transporte de contenedores aumentó más de un 16%. Los precios de referencia de una de las rutas de comercio más importantes, el circuito principalmente exportador desde Shangai a Europa, aumentó más del 8% (USD$3.103 por contenedor de veinte pies) durante la semana pasada respecto de la anterior (Reuters, 12/01). Maersk, la compañía danesa de portacontenedores que habría sido bloqueada por los hutíes, así como la compañía alemana Hapag-Lloyd modificaron sus rutas comerciales del Canal de Suez por la ruta del extremo sur del continente africano del Cabo de Buena Esperanza (Sudáfrica). Las tarifas de estas compañías se han duplicado respecto de diciembre. El Canal de Suez (Egipto), es un canal artificial de 193 kilómetros de longitud que conecta las rutas provenientes del Mar Meridional chino, el Golfo de Bengala (India), y el Mar Arábico, muchas de las cuales ingresan por el Golfo de Edén (Yemen) para ingresar a Europa por el Mar Mediterráneo.
 El conflicto militar y comercial de las rutas de Medio Oriente han aumentado también los precios del petróleo crudo. El Brent, la tarifa de referencia de crudo de las bolsas europeas, aumentó un 2,5% luego del primer ataque imperialista contra Yemen, unos USD$79,3 el barril (Financial Times, 12/01). También la tarifa referencial estadounidense, el WTI, aumentó a precios similares. Por el canal de Suez pasan más de nueve barriles de petróleo crudo por día. 

 La situación social en Yemen 

Yemen es un nación que se encuentra en ruinas desde mucho antes de este ataque. Desde el 2014 el movimiento hutí había conseguido dominar parte importante del territorio de Yemen en el contexto de movilizaciones contra el ex presidente Abdrabbuh Mansur Hadi, quien quedó al mando del gobierno yemení luego de que una rebelión popular acabara con la dictadura de Ali Abdullah Saleh. Ante un nuevo levantamiento popular, Estados Unidos habría financiado a Arabia Saudita y a Emiratos Árabes Unidos por más de USD$54 mil millones en infraestructura militar para frenar el levantamiento, avanzar contra los huties y devolver al poder a Abdrabbuh Mansur Hadi. El ataque militar de Arabia Saudita tuvo como objetivos de destrucción grandes territorios destinados a la agricultura y rutas de abastecimiento de la población. El resultado de la intervención saudí fue de casi 400 mil yemeníes muertos, de las cuales más del sesenta por ciento se estima que ocurrió por hambruna. También varias epidemias brotaron entre la población, entre ellas el cólera. 

 Los aliados de EEUU se despliegan por el mundo 

El ejercito estadounidense ha entregado desde octubre más de 10 mil toneladas en infraestructura militar al régimen sionista de Israel. El ataque contra Yemen y el despliegue militar sobre el Mar Rojo, pero también en las costas de Omán, es parte de un propósito político mucho más amplio que el conflicto contra los hutíes, puesto que busca ir a una guerra directa contra el régimen de Irán en primer lugar, pero ir por la gigante fábrica a cielo abierto y epicentro comercial que es China a largo plazo. Con otras características propias del proceso de restauración capitalista de la ex URSS, la guerra sobre suelo ucraniano y ruso está puesta sobre ese mismo trazo. Sin ir más lejos, al día siguiente después del primer bombardeo contra Yemen, el primer ministro británico, Rishi Sunat, visitó Kiev donde se comprometió a entregarle 2 mil 500 millones de libras esterlinas al régimen de Volodymyr Zelensky para fines militares contra Rusia. 
 Otra incorporación ya vieja pero que crece en compromiso es el rol de Australia, que durante los últimos años se ha transformado en una base militar de espionaje y entrenamiento militar. El gobierno australiano también se ha sumado a las sanciones económicas contra China sobre el corredor comercial del indopacífico. Australia, que se encuentra a 11.500 kilómetro del Mar Rojo, ha enviado armamento, flotas y equipo militar para acompañar las acciones de EEUU contra los hutíes. “Australia seguirá apoyando cualquier acción que afirme el orden global basado en reglas", afirmó el viernes en una rueda de prensa Richards Marles, ministro de Defensa de Australia. Durante esta semana varios de los altos mandos militares del ejército australiano se han reunido en el Cuartel General Conjunto con comandos estadounidenses en Bahrein (Reuters, 12/01). Según Declassified Australia, la base de espionaje australiana-estadounidense Pine Gap estuvo funcionando para Israel durante los ataques contra Gaza (11/03) y algunos medios internacionales especulan que estén cumpliendo tanto una función de espionaje como de planificación de guerra ahora contra Yemen. Estas colaboraciones se realizan en el marco del pacto AUKUS, una alianza político militar entre EEUU, Gran Bretaña y Australia.
 La lucha contra el imperialismo y contra los regimenes polítco/religiosos que pretenden enfrentarlo sólo a condición de la defensa de los intereses de sus burguesías nacionales, exige la solidaridad irrestricta de la clase trabajadora internacional para con los pueblos oprimidos de Palestina y Yemen. 

 Javiera Sarraz
 14/01/2024

Paro del 24 en Argentina: abajo el gobierno incautador, el DNU y la ley Ómnibus


Por una huelga general por el ciento por ciento de aumento de salarios y jubilaciones 

 El decretazo y la ley ómnibus siguen por los andariveles parlamentarios y judiciales. El DNU tiene veinte amparos parciales en su contra, sin que por eso haya perdido su vigencia. Sea lo que ocurra en el Congreso, la última palabra la tendrá la Corte Suprema, aunque sin plazos para pronunciarse. El gobierno acaba de apelar contra esos amparos en la sede del máximo tribunal. Ni el Congreso ni la Corte, sin embargo, van a comprometer el destino del gobierno. El FMI no otorgó ni habilitó el otorgamiento de nuevos préstamos al gobierno, pero reactivó el acuerdo vigente para que Milei se tome el tiempo para imponer su política. Si el gobierno y el ‘pool’ de empresas que se apoderaron de la administración del Estado no tuvieran éxito en el cometido, Argentina entraría en una situación excepcional. Un consultor ha caracterizado a la situación del momento como una combinación del Rodrigazo, la hiper de Alfonsín y la crisis de 2001. 
 Milei ha tomado en sus manos un mandato de la gran burguesía -la ejecución de un golpe de Estado económico, que debía perpetrarse en bloque y sin miramientos. El corazón de la megaley, como lo ha advertido recientemente un constitucionalista, es una delegación de poderes que abarca a ¡16 incumbencias del Estado! Sería la instauración de una dictadura civil, apoyada en el imperialismo y el gran capital nacional y extranjero. 
La oposición ‘amigable’, en el Congreso, está dispuesta a conceder esa “suma del poder público” por hasta dos años. 

 ” Bloque opositor “

 La oposición, en efecto, ha salido al rescate del decretazo y la megaley. La denuncia de Pablo Moyano contra los Fernandez, Massa y hasta Máximo, involucra en ese rescate al peronismo, que despotrica contra las medidas de Milei mientras se refugia en su condición de minoría parlamentaria, como ya había hecho bajo Macri. Han sido los K quienes otorgaron la presidencia de Diputados y la segunda del Senado a LLA. 
 Los opositores del parlamento y los gobernadores cuestionan aspectos de los proyectos que son estratégicos para los intereses de la burguesía local. Retenciones a las exportaciones, privatización del Nación o de YPF, el negocio del bíocombustible o la protección de la industria de la yerba mate o el azúcar. Un enfrentamiento comprensible cuanto que la burguesía no es una clase homogénea. En cuanto a jubilaciones, no han dicho qué ofrecen a cambio de la derogación de los ajustes que pretende el oficialismo. Sobre el aplastamiento de los derechos políticos y laborales, el acuerdo es claro; ya Massa se había comprometido con una reforma laboral y previsional. Pichetto le ha planteado al gobierno que esa reforma podría incorporarse a la megaley, que tiene más chances de ser aprobada que el decreto. Milei quiere cargarse el Fondo de Garantía del Anses, luego de que Massa-Rubinstein habían planteado pesificarlo. En el plano de la reforma electoral, la oposición patronal rechaza el régimen uninominal, pero podría admitirlo en un sistema mixto – lista completa y elección por individuos. 
 Al respecto del peronismo, nada menos que “Página 12” revela que una parte del bloque podría sumarse a la orientación de particionar la megaley que plantea la oposición ‘amigable’. "Si dividirlo en partes sirve para que saquen las partes más terribles ya ganamos algo" (P12, 13.1). Como se conoció en las últimas horas, el arco “cooperativo” incluye al clan familiar de los Kirchner, que ha aconsejado desensillar hasta que el pueblo esté convencido de los males que acarrea Milei. El peronismo aspira a regentear de nuevo el Estado, dentro de cuatro años (“hay 2027”) una vez que el trabajo sucio lo hayan hecho los libertarios. 
 Milei no ha renunciado a un régimen de gobierno plebiscitario; no podría hacerlo sin poner en riesgo la continuidad del gobierno. Una parte del radicalismo y los federales de Pichetto le han contraofertado a Milei un año de superpoderes, en vez de dos. Dos prestigiosos abogados, en La Nación, advierten que la superdelegación planteada por la ley ómnibus sería inconstitucional (García Lerma). 
En la campaña electoral, señalamos que el gobierno siguiente iba a tener que optar entre ejecutar un “golpe de estado económico” contra las masas o, de lo contrario, sumirse en el inmovilismo y arriesgar su continuidad. Este es el dilema que atraviesa y divide sin excepción al gobierno y a sus opositores capitalistas. 

 Ni plata, ni tiempo

 Pero los devaneos parlamentarios y judiciales de estos días no operan en el vacío. Tienen lugar en medio de una mayor descomposición económica después de la devaluación, la liberación de precios y tarifas y todas sus consecuencias. Para el gobierno de las cuentas “en orden”, la violenta caída del consumo amenaza con derrumbar la recaudación fiscal del estado nacional y las provincias, y todavía no se han puesto en marcha los tarifazos devastadores sobre el gas, la luz y el transporte. La macrista Entre Ríos acaba de gestionar un préstamo de emergencia para pagar los salarios de enero. Con el mismo propósito, el peronista Quintela, en La Rioja, amenaza con imprimir su propia moneda provincial. 
 En este cuadro, el FMI ha debido improvisar un precario rescate del gobierno, para postergar una corrida cambiaria; además de que “no hay plata”, tampoco “hay tiempo”. 
 La CGT ha convocado al paro del 24 de enero con el objetivo primordial de poner bajo su alero a esa inquietud popular, antes que se exprese por sus propios canales. El paro está siendo manejado por medios “administrativos”; una fracción de la burocracia – Gerardo Martínez, Cavallieri, Barrionuevo, probablemente UTA-Fernández - es hostil a la medida. 
 La metodología del paro busca evitar que se manifiesta la disposición política de las masas, al cabo de un mes de golpes brutales y de la promesa oficial de que serán peores en los próximos meses. Las burocracias continúan con el régimen paritario previo, que provoca una desvalorización del salario al compás de la inflación creciente. La burocracia llama a un paro de medio día, mientras deja abiertas todas las puertas a la negociación y el acuerdo con el gobierno. La cuestión clave en una situación contradictoria y explosiva como esta, es la campaña que desarrolle el activismo y la perspectiva política y de organización que ofrece. Por eso, es fundamental rechazar cualquier forma de apoyo político a la burocracia de la CGT y a la burocracia que dice criticarla – Pablo Moyano debe explicar por qué Camioneros acaba de firmar una paritaria que establece un salario mínimo de 400 mil pesos, casi 30% abajo de la línea de pobreza. 
 La CGT y sus métodos son anacrónicos de cara a la ofensiva capitalista y a la bancarrota del capitalismo. Proponemos impulsar plenarios, asambleas, autoconvocatorias, piquetes obreros, Interfabriles e Intersindicales. Es con esta perspectiva que nos movilizaremos y convocamos a movilizarse y garantizar el paro, el miércoles 24 de Enero. 

 Marcelo Ramal
 14/01/2024

CON FILO | La resaca


CON FILO:¿A quién le gusta la gasolina?


viernes, 12 de enero de 2024

El FMI “vota” a favor de la ley Ómnibus


Mientras en el Congreso continuaba el agotador desfile de funcionarios que concurren a “explicar” la ley Omnibus, Caputo y su lugarteniente en el Banco Central le ponían el ´gancho´ al acuerdo con el FMI, que sanciona un aspecto fundamental de la ley en danza. En efecto: el gobierno asumió con el Fondo tres compromisos cruciales que están en la ley de los 660 puntos: en primerísimo lugar, abolir la movilidad jubilatoria, y establecer un régimen de aumentos por decreto que -en el papel presentado al Fondo implicará un ahorro fiscal de medio punto del producto bruto -unos 2500 millones de dólares. La segunda cuestión colocada en el acuerdo es el compromiso de retrotraer los recortes en el impuesto a las ganancias, otra cuestión que supuestamente se “debate” en el Congreso. Finalmente, el gobierno ofreció la elevación de las retenciones agrícolas, que para los exportadores tiene como contrapartida a la fuerte devaluación. 
 Podría decirse con justicia que Caputo y el Fondo “pasaron por arriba” del Congreso. Pero sería una ingenuidad. En el comunicado que el organismo difundió para anunciar el arreglo, destaca el “apoyo social y político” que ha “verificado” en relación al nuevo gobierno. Seguramente, no se refiere a la conmoción popular causada por la confiscación del salario y las jubilaciones, ni a los cacerolazos, huelgas y manifestaciones. La constatación del FMI ha pasado por otro lado -el “apoyo político” transita por el propio Congreso. En los mismos diarios de hoy, el columnista Carlos Pagni revela una reunión sostenida días atrás -por el presidente de la cámara de Diputados con miembros de la llamada oposición dialoguista. Allí se puso en juego la línea rectora que debe defenderse en la megaley: allí se incluyeron a los impuestazos y, en relación a la movilidad jubilatoria, algún parche -le llamaron “mejora mínima”. Lo principal es que no traslade a los haberes los saltos inflacionarios de los meses en curso, y le permita al gobierno engullirse la diferencia entre lo que recauda -que vendrá engordado por una inflación del 30% -y lo que gasta en salarios y pensiones. 
 Y acá viene el otro punto central del acuerdo con el FMI: “no hablamos de metas monetarias o inflacionarias”, se solazó Bausili, el presidente del BCRA, después de reunirse con el FMI. Es que el acuerdo es la continuidad y la exacerbación del ajuste inflacionario que ejecutaban Massa y los Fernández. Sobre esa base, el gobierno comprometió un superávit primario del 2% del PBI. Mientras ´pisan´ las jubilaciones, en la reciente audiencia pública por el aumento del gas se acordó la indexación mensual de la tarifa -algo que ya ocurre con los combustibles y también con el transporte. La movilidad jubilatoria y salarial quiere ser abolida, mientras se mantiene a rajatablas la “movilidad” del capital -precios, tarifas, intereses de deuda. 
 En cualquier caso, el 2% de superávit primario terminará sufragando al pago de intereses de la deuda en pesos, a menos que el gobierno consiga reestructurarla -según le prometió al FMI en la propia reunión. Un acuerdo de ese tipo con los bancos acreedores sólo prosperaría reforzando la carga de vencimientos de capital e intereses en los próximos años. El “superávit” de 2024, en ese caso, sería solamente un fraude contable, pero con la venia del Fondo. 
 A cambio de este despojo de salarios y jubilaciones, lo único que consiguieron Milei-Caputo son los 4700 millones de dólares que serán reembolsados en breve al propio Fondo, para pagar los vencimientos planteados entre diciembre pasado y abril próximo. El FMI ninguneó la pretensión de un socorro financiero de 10.000 o 15.000 millones de dólares frescos, como pretendía el gobierno.
 El capital financiero internacional no ha sacado al gobierno libertario del ´pronóstico reservado´, aún con las manifestaciones de apoyo incondicional al bloque de la OTAN y al sionismo. 

 Marcelo Ramal 
 11/01/2024

jueves, 11 de enero de 2024

Lo que dejó el primer mes de Milei: devaluación, decretazos y ajuste


Una hoja de ruta para liquidar a los trabajadores y beneficiar a los capitalistas. 

 Se cumple un mes de asumido Javier Milei en la presidencia del país, periodo en el cual quienes prometieron avanzar contra “la casta” pactaron con la parte más poderosa de esta (los capitalistas), avanzando en medidas que implican un ataque profundo contra los trabajadores y jubilados. Devaluación, tarifazos, liberación de precios, decretazos y Ley ómnibus antiobreros y reforzamiento represivo entre los principales rubros de la ofensiva contra la población trabajadora. 
 Tan solo dos días después de asumir el gobierno, el ministro de Economía Luis Caputo anunció un Rodrigazo por cadena nacional, con una devaluación del peso del 54%, el anuncio de tarifazos, la suspensión de la obra pública (con sus consecuentes despidos) y la licuación de salarios, jubilaciones y programas sociales. 
 Este primer paquete de medidas sirvió a desvalorizar de un plumazo el poder adquisitivo de los trabajadores, revalorizando a su vez los negocios capitalistas, implicando una transferencia de recursos desde los que menos tienen hacia los sectores más acaudalados. 
 La devaluación de Milei-Caputo implicó, además, un salto en la escalada inflacionaria que este gobierno decía venir a combatir, con remarcaciones en todos los bienes y servicios, pero no así en los salarios y jubilaciones. 
 Para respaldar este descalabro económico contra los trabajadores, con subas que las consultoras privadas promedian en alrededor del 30% solo para el mes de diciembre, el 14 de diciembre la ministra de Seguridad Patricia Bullrich anunció la implementación de un protocolo represivo antipiquetes. 
 El anuncio de Bullrich fue dirigido en particular hacia el movimiento piquetero combativo, con el propósito de evitar que se canalice por allí un rechazo a las medidas antipopulares desenvueltas por el gobierno –y las que aún no eran anunciadas.
 El gobierno explicitó su orientación represiva con una campaña del miedo, con anuncios y mensajes televisivos y en los principales centros de circulación del Amba, con amenazas y extorsiones contra el movimiento de desocupados y el derecho de manifestación. 
 Esta campaña culminó en una primera derrota oficial el 20 de diciembre, cuando las columnas obreras y piqueteras arribaron a Plaza de Mayo, luego de una intensa jornada con provocaciones y aprietes represivos de todo orden.
 Ese mismo día, el presidente Javier Milei demoró la salida de un anuncio por cadena nacional para horas de la noche, donde publicitó la salida de un DNU con la derogación de numerosas leyes (como la Ley de Alquileres), una reforma laboral antiobrera y la modificación unilateral de cuestiones de materia penal, tributaria, electoral y del régimen de los partidos políticos, entre otras cosas. 
 La respuesta popular fue inmediata y esa misma noche se produjeron cacerolazos y concentraciones en distintos puntos del Amba, con movilización al Congreso, lo que en los otros días se replicó en otras ciudades del país, dando lugar en muchos lugares a la conformación de asambleas barriales contra la ofensiva de Milei. 
 A pesar del rechazo popular al DNU inconstitucional, Milei redobló la apuesta con el envío de la Ley Ómnibus para su tratamiento en el Congreso de la Nación el 27 de diciembre. Un paquete de reformas, muchas ya presentes en el DNU, para consagrar un cuasi Estado de Sitio permanente, facultades plenipotenciarias para el Ejecutivo, liberalización y “desregulación” del mercado, crear “estímulos” y beneficios para los capitalistas y un largo etcétera. Esto sucedió el mismo día que la CGT y organizaciones sindicales y piqueteras se manifestaron en Tribunales contra el DNU. 
 El gobierno que prometió la dolarización de la economía y el fin de la inflación siguió en la lógica devaluacionista, reduciendo las restricciones a la operatoria de dólares financieros. Esta política llevó directamente a los naftazos, con dos subas en los combustibles que alcanzaron casi un 100% de aumento en un mes. Además, se suma al convocatoria oficial a las audiencias públicas para liberar las tarifas de luz y gas: otro capítulo del tarifazo ajustador contra los trabajadores.
 Las naftas no son lo único que se disparó, también lo hicieron los precios de las cuotas de la medicina prepaga, el transporte público – del cual se espera la consecuencia de los anuncios del traslados de los precios a los bolsillos de los usuarios- e incluso los alimentos, estos entre los bienes que más subieron con el agravante de que el gobierno “antiimpuestos” no prorrogó la devolución parcial del IVA para las compras de alimentos con tarjetas de débito. 
 En términos represivos, el gobierno de Milei realizó una fuerte reestructuración de las Fuerzas Armadas para adaptarlas a sus necesidades políticas, en vistas a avanzar con medidas privatizadoras y ajustar a las FF.AA. a los nuevos lineamiento. Esto de la mano de la incorporación llamativa de cinco exmilitares en la alta jerarquía de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), para vincular a las Fuerzas Armadas con la política represiva del gobierno contra los trabajadores. 
 Con este breve repaso de las principales políticas del gobierno de Javier Milei es suficiente para dar cuenta de la orientación emprendida por los “libertarios” en el gobierno: una agenda de ataque contra los trabajadores y de liberalización de los negocios capitalistas para aumentar sus ganancias y garantizar sus inversiones. Los trabajadores debemos enfrentar esta ofensiva organizando, como primer instancia, el paro nacional activo el 24 de enero, con una columna independiente de la burocracia sindical, para desenvolver todas las reservas y fuerzas de la clase trabajadora contra los ajustadores. 

 Marcelo Mache

lunes, 8 de enero de 2024

Matar a Gaza


El 4 por ciento de los gazatíes está muerto, herido o desaparecido. Una proporción similar en la Argentina superaría los 2 millones de personas. La crueldad del ejército sionista violenta tabúes básicos de cualquier civilización: sus topadoras pisan y entierran personas vivas, aplastan heridos en los patios de los hospitales, roban cadáveres de las morgues o excavan cementerios como el de Al Batish, dejando expuestos y dispersos los cuerpos enterrados recientemente. Los soldados sionistas se filman bailando, vestidos con ropa de las palestinas que acaban de matar o jugando en los cuartos de niños asesinados. El 70% de las viviendas de Gaza fueron destruidas junto con su sistema educativo y de salud. El 95% de la población está desplazada. De persistir la campaña sionista, se calcula que podría morir de hambre o por falta de atención médica el 40% de la población. 
 La justificación del asesinato de criaturas no es privativa de algún jerarca de la DAIA: forma parte del discurso habitual del gabinete y los jefes militares del Estado de Israel que festejan obscenamente la nueva Nakba, proponen la expulsión total de los palestinos o directamente su exterminio. Justamente, este el séptimo argumento en la causa por genocidio contra Israel por Sudáfrica ante la Corte de Justicia Penal Internacional: “… las expresiones de intención genocida contra el pueblo palestino por parte de funcionarios estatales, incluidas las referencias del primer ministro Benjamín Netanyahu a la historia bíblica de la destrucción total de Amalek por los israelitas, la declaración del presidente Isaac Herzog de que “toda una nación es responsable” y la afirmación del ministro de Defensa, Yoav Gallant, de que Israel estaba luchando contra “animales humanos”. 
 Peter Beinart, editor de Jewish Courrent, escribe en el New York Times (7/1) que “un número cada vez mayor de funcionarios israelíes lo están diciendo en voz alta: no quieren expulsar sólo a Hamás de Gaza. Quieren que muchos habitantes también se vayan” y eso explicaría, a su juicio, la masiva destrucción de las viviendas y la infraestructura sanitaria y educativa. 
 En noviembre, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, postuló “la emigración voluntaria de los árabes de Gaza a países de todo el mundo”. Y la ministra de Inteligencia, Gila Gamliel, respaldó “el reasentamiento voluntario de palestinos en Gaza, por razones humanitarias, fuera de la Franja”. El periódico Israel Hayom informó el 30 de noviembre que Netanyahu había pedido al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, que desarrollara un plan para "reducir" la población de Gaza "al mínimo" abriendo las puertas de Egipto y abrir rutas marítimas a otros países. Netanyahu instó a Joe Biden, Macron y a los ingleses a presionar a Egipto para que admitiera a cientos de miles de refugiados, cosa que fue rechazada de plano. 
 Otro sector del gobierno -el ministro de Defensa Yoab Gallant y Benny Gantz, el jefe de la oposición que se incorporó al gabinete de guerra- prefiere un gobierno de la Autoridad Palestina controlado por otros países. Sin embargo, Gallant advirtió que “mientras continúen las hostilidades, Israel no permitirá que la mayoría de los desplazados regresen a sus hogares”.
 “Pero en los últimos días se ha vuelto más fuerte el rumor sobre la salida de los palestinos de Gaza”, dice Beinhart. En una reunión del Likud Netanyahu afirmó que el gobierno estaba “trabajando” para encontrar países dispuestos a aceptar a los palestinos. El miércoles 3, The Times Of Israel afirmó que el reasentamiento voluntario desde Gaza se está convirtiendo gradualmente en “una política oficial clave del gobierno”. A principios de esa semana, un colono extremista y ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, dijo que la expulsión de los palestinos “es la única solución correcta, justa, moral y humana”. Smotrich, el ministro de Finanzas, dijo que el 70% de los israelíes son favorables a la expulsión y que serían capaces de “hacer florecer el desierto”, invocando el mito sionista de que Palestina era un desierto árido antes del establecimiento del Estado de Israel. 
 Las protestas de Naciones Unidas, Arabia saudita y otros países árabes no pasaron del discurso. “Todo esto tiene un trasfondo histórico escalofriante”, dice Beinhart. Sin duda: los 800.000 palestinos expulsados por la Nakba en 1948 nunca pudieron volver. Se murieron en los campos de refugiados, con las llaves de sus casas colgadas al cuello, la herencia más preciada para sus hijos. Lo mismo sucedió con los cientos de miles expulsados de Cisjordania y Gaza en 1967. 
 En tanto, Gallant, anunció en la noche del jueves la puesta en marcha de una tercera fase del plan de guerra “que se asemeja a una estrategia de salida”. Una vez alcanzados los objetivos militares, dijo, Israel planea una Gaza con administración palestina limitada, basada en “comités locales” de mera gestión, pero bajo control del ejército, que se reserva plena “libertad de acción operativa” para intervenir en la Franja. (El País 7/1)
 A pesar de los exitistas comunicados del Ejército sionista, en Tel Aviv no todos están convencidos “La guerra no ha logrado hasta el día de hoy ninguno de sus objetivos. Ha habido logros operativos sobre el terreno, pero no hay estrategia de salida”, advierte este viernes el analista israelí Nahum Barnea en las páginas del diario Yediot Ajronot.
 “El ejército espera que se apliquen las mismas reglas del juego que en el norte de Cisjordania, donde entra a discreción en ciudades y pueblos y cuenta con cooperación parcial de la administración civil palestina”, argumenta este veterano columnista, “pero Gaza no es Yenín”, escribe. “Y con el colapso de la administración de Hamás se convertirá en un agujero negro, el mismo que muestran las fotografías aéreas de la Franja”, concluye.

 Olga Cristóbal
 08/01/2024

domingo, 7 de enero de 2024

La resurrección de Raúl Castro


Los espías de Castro: un documental revelador sobre la lucha contra el terrorismo en Cuba


Tres meses de guerra: del genocidio, al domicidio y la hambruna


El término genocidio fue utilizado por primera vez a finales de los años ´30 para describir las matanzas indescriptibles del nazismo, en particular contra los judíos (genos —raza, pueblo— y cide —acto de matar). En los últimos tiempos en la jerga de las catastróficas guerras imperialistas se acuñó un nuevo concepto: domicidio. Nada más gráfico para describir la barbarie de los sionistas en Gaza.
 Según un informe de The Washington Post, hasta el momento 37.000 edificios en la Franja han resultado dañados durante la guerra. De ellos, 10.000 han sido completamente demolidos. “Estas cifras son extraordinarias desde cualquier punto de vista”. En Alepo, durante la guerra civil siria, “unos 4.700 edificios fueron completamente destruidos en tres años. Israel destruyó el doble de estructuras en siete semanas. Las comparaciones con otros conflictos tampoco son más favorables para Israel: sólo en la primera semana de la guerra, Israel arrojó 6.000 bombas en la Franja, más que el total anual utilizado por Estados Unidos en Afganistán. Según imágenes de satélite, barrios enteros de Gaza han sido prácticamente borrados de la faz de la tierra, entre ellos Al Karama, en la parte norte de la ciudad de Gaza; el campo de refugiados de Jabalya; Beit Hanoun en la sección norte de la Franja” (Netta Ahituv, Haaretz, 4/1). 
 Un informe elaborado para Naciones Unidas por Balakrishnan Rajagopal, un especialista en el tema, dice: "creo que las acciones de Israel equivalen a domicidio, y ahora muy bien pueden constituir también actos de genocidio. Los ataques de Israel han destruido no sólo hogares, sino hospitales... calles históricas, edificios públicos que contienen registros y archivos importantes... la principal biblioteca pública, las cuatro universidades de Gaza, la ciudad vieja de Gaza, el antiguo puerto de Gaza y muchos museos, incluido el recién inaugurado Museo Rafah del Patrimonio Palestino. Esta aniquilación total de Gaza como lugar borra el pasado, el presente y el futuro de Gaza para los palestinos" (ídem). 
 Un domicidio es mucho más grave que un urbicidio, como sucedió recientemente en la ciudad de Mariupol, en Ucrania: refiere a "la imposibilidad de regresar a casa al final de una guerra, porque no hay un lugar al que regresar", dice Oren Yiftachel, profesor de geografía y planificación urbana en la Universidad Ben-Gurion (ídem). Se trata de una política de estado dictada por el sionismo: el ministro de Patrimonio, Amichai Eliyahu, amenazó con lanzar una bomba atómica sobre Gaza; el diputado de la coalición gobernante Yitzhak Kroizer dijo que "la Franja de Gaza debería ser aplanada y... borrada del mapa"; el mayor general (res.) Giora Eiland, ex director del Consejo de Seguridad Nacional, considerado una figura moderada, afirmó que "el Estado de Israel no tiene más remedio que transformar Gaza en un lugar que sea temporal o permanentemente inhabitable". 

 “Si la muerte no llega en un ataque aéreo, el hambre la traerá” 

El testimonio tomado por Haaretz de uno de los 1,9 millones de refugiados que se hacinan en el límite de la franja de Gaza con Egipto grafica una situación desesperante: “madres demasiado desnutridas para amamantar, buscando comida bajo la amenaza de bombardeos y organizaciones de ayuda colapsando bajo la presión” (Sheren Falah Saab, ídem, 4/1). La doctora Michal Feldon, pediatra senior del Centro Médico Shamir de Israel calificó “la hambruna deliberada de la población civil de Gaza por parte de Israel como un crimen de guerra” (ídem, 28/12). “Aquí, en el frente interno, en el punto álgido de la guerra, la gente sigue cenando en restaurantes y pidiendo suntuosas entregas a domicilio… se envían paquetes de comida extravagantes con marcas de chefs y restaurantes famosos a los soldados en el frente; las familias de los soldados reciben cenas generosas, si no vino, a expensas del estado. Y justo al otro lado de la frontera, aproximadamente la mitad de la población de la Franja de Gaza sufre hambre severa o extrema. Nueve de cada diez hogares en el norte de la Franja de Gaza habían pasado al menos un día y una noche completos sin comida” (ídem). 
 Israel está ejecutando una política de exterminio y limpieza étnica que ya ha dejado empequeñecidas la Nakba y todas y cada una de las guerras ejecutadas por el sionismo en más de 75 años de existencia del estado de Israel. Aunque el gobierno ha declarado que no es su intención ocupar en forma permanente la franja ni volver a asentar colonias sionistas —como ocurre en Cisjordania y ocurrió en el pasado en la franja—; el ministro de Seguridad y colono de la primera pugna abiertamente por lo contrario. 
 Todos estos crímenes de lesa humanidad que repudian la consciencia democrática más elemental sólo son posibles por la complicidad y el respaldo de las potencias imperialistas. 
 Desenvolver una campaña por el cese del fuego, por el envío de ayuda humanitaria urgente, por el retiro de las tropas sionistas de toda Palestina es una necesidad imperiosa y un deber elemental. 

 Norberto Malaj
 07/01/2024