miércoles, 12 de noviembre de 2025

El gobierno de Israel promueve una ley que le permita matar a los presos palestinos


Israel, ejecutor del mayor infanticidio de la edad moderna y, simultáneamente, del primer genocidio transmitido en acto urbi et orbi, discute ahora bajo qué paraguas legal puede torturar, violar o matar a los prisioneros palestinos. Lo que otros regímenes tratan de mantener en las sombras, los sionistas lo exhiben obscenamente. 
 El lunes pasado, Poder Judío, el partido fascista del fascista ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, envió por segunda vez al Parlamento un proyecto de ley que autorizaría a ejecutar a los presos. Gvir insistió en que “todo el mundo está de acuerdo en que la pena de muerte para los terroristas puede servir como elemento disuasorio” (Haaretz 4/11). El proyecto cuenta con el apoyo de Benjamin Netanhayu. 
 Los requisitos para aplicar la pena de muerte son tan ambiguos que podría abarcar a los 11100 presos, un tercio de los cuales -entre ellos 400 niños- se pudren sin juicio ni condena conocida en las mazmorras sionistas: “Se impondrá la pena de muerte a cualquier persona que, de forma intencionada o por indiferencia, cause la muerte de un ciudadano israelí por motivos racistas, odio o intención de dañar al Estado de Israel”. Por indiferencia. 
 Hamas exigió a las Naciones Unidas y a las instituciones de derechos humanos una acción urgente para detener el proyecto. Solicitó también la creación de comisiones internacionales con el fin de acceder a los centros de detención, conocer la situación de los presos palestinos y revelar las atrocidades cometidas en ellos. 

 Héroes nacionales, los torturadores 

La defensa de las torturas y los asesinatos a los presos es una política de Estado: la abogada principal del ejército israelí, Yifat Tomer-Yerushalmi fue encarcelada la semana pasada como represalia por filtrar un video que muestra la violación sucesiva de un prisionero palestino por un grupo de soldados en la prisión de Sde Teiman. El palestino ingresó en un hospital público “con perforación rectal grave, perforación de pulmón e intestino, fracturas costillas, y heridas oculares”, según el parte médico. 
 La exfuncionaria renunció poco antes de ser apresada, tras reconocer que había autorizado la filtración del video “para demostrar que la policía militar actuaba contra las torturas” El exfiscal jefe castrense Matan Solomosh, también fue arrestado. Netanhayu la ha acusado de causar “el mayor daño a la imagen” del Estado y su ejército desde 1948. 
 No es la primera vez que el gobierno y la derecha israelí defiende públicamente a los torturadores y el uso de la tortura. En julio de 2024, después de que la policía militar fuera a Sde Teiman a interrogar a 11 reservistas, manifestantes de extrema derecha -incluyendo por lo menos tres legisladores de la coalición de gobierno- ingresaron por la fuerza a la prisión a manifestarles su apoyo. 
 Esta semana, los soldados involucrados en la violación, encapuchados, dieron una conferencia de prensa, se nombraron “luchadores por la patria”, gracias a los cuales seguían con vida quienes los estaban escuchando. Y reclamaron “el apoyo del gobierno y del sistema”.
 En Israel, todos los palestinos son enviados a prisiones militares y sometidos a las leyes castrenses. 3.544 están en situación de detención administrativa (no se les formuló acusación y por lo tanto no tienen ninguna instancia donde defenderse ni como averiguar el tiempo de encarcelamiento). Unos 400 son menores de edad a partir de los 6 años. 
 Las ONG de DDHH israelíes han denunciado que son sometidos a torturas, privación de agua y comida, y negligencia médica. En los últimos dos años 81 murieron en prisión. Israel muchas veces también retiene por años los cadáveres como forma de torturar a su familia.
 En marzo de 2023, el Parlamento ya había aprobado en primera lectura un proyecto de ley que permitía la pena de muerte a palestinos “condenados por matar israelíes”, presentado por Ben-Gvir y apoyado por Netanyahu. En octubre de ese mismo año Hamas y otras organizaciones de la resistencia palestina cruzaron la “frontera israelí” con el fin, dijeron, de capturar rehenes para recuperar a palestinos presos.
 Desde entonces, el colono Ben-Gvir ha empeorado al extremo las condiciones carcelarias, restringiendo las visitas familiares, recortando la comida y limitando la movilidad y el acceso a las duchas. Médicos israelíes han declarado en Naciones Unidas que atendieron presos que estaban con pañales y vendados y esposados permanentemente de manos y pies a la cama. No los dejaban levantarse ni para ir al baño.
 Por ejemplo, en la cárcel militar de Sde Teiman (EP 10/7/24) a la que un soldado que prestó servicio allí se refirió como un “campo de tortura sádico”. Meses antes, Haaretz había publicado la carta de otro médico que decía: “Justo esta semana, a dos prisioneros les amputaron las piernas debido a lesiones de las ataduras, lo que, por desgracia, es algo que ocurre de manera rutinaria”.
 La liberación reciente de los presos palestinos, muchos capturados en redadas al voleo, mostró a personas destruidas, famélicas, golpeadas, sometidas a tortura psicológica (por ejemplo, les anunciaron la muerte de sus hijos y era falso). Algunos tenían dificultades para caminar y debían ser sostenidos o llevados en brazos. Dos niños liberados habían perdido la razón.
 Los días previos a la liberación redoblaron las torturas: "Nos esposaron y nos golpearon brutalmente. Nos dejaron bajo el sol durante 12 horas. De vez en cuando, los carceleros venían a humillarnos e insultar a nuestras madres. Nos impedían comer, beber e incluso ir al baño...", contó en Ramala un liberado a la BBC, que recogió numerosos testimonios de palestinos que afirmaron ser torturados con descargas eléctricas, quemaduras o abusos sexuales.
 Como símbolo de la mayor bajeza, en agosto de este año, Gvir se filmó maltratando a Marwan Bargouthi, el más destacado dirigente palestino que lleva dos décadas preso. Israel ha rechazado sistemáticamente incluirlo en los canjes de prisioneros. Una campaña internacional impulsada por su esposa afirma que Israel tiene planeado eliminarlo. 
 El estado de los rehenes palestinos, tan distinto del de los rehenes israelíes, causó una conmoción internacional. El sitio web de noticias Kikar HaShabbat publicó lo que describió como una «documentación a gran escala» del interior de la prisión de Ketziot, el mayor centro de detención de Israel, en la que se muestra a presos palestinos sometidos a tratos humillantes y a duros procedimientos de inspección. 
 Vídeos que circulan en las redes sociales muestran a soldados maltratando a presos dentro de la prisión de Ketziot, en el desierto del Negev. El fotógrafo israelí Haim Goldberg entró a Ketziot en febrero de 2025. Las imágenes muestran a los presos hacinados, atados o sentados en el suelo unos sobre otros. 
 Según numerosos informes verificados, muchos de los detenidos en Sde Teiman fueron sometidos a violencia sexual, desde desnudos forzados y humillaciones hasta violaciones; esposas constantes que provocaron lesiones y, en algunos casos, la amputación de extremidades; y palizas con porras, barras de metal y culatas de armas y botas, a veces hasta que los detenidos perdían el conocimiento. Se denunciaron prácticas similares en casi todas las prisiones y centros de detención israelíes donde se recluyó a palestinos tras los atentados del 7 de octubre. (The Conversation 21/10/25)
 El 23 de octubre, Ben-Gvir, volvió a jactarse públicamente de privar a los reclusos palestinos de sus derechos básicos en las prisiones israelíes. Ahora envió una ley para exterminarlos. 

 Olga Cristóbal 
 09/11/2025

lunes, 10 de noviembre de 2025

La caída de Pokrovsk: Rusia captura la ciudad ucraniana más grande desde 2023


El empeoramiento de la situación sobre el terreno para las fuerzas de Kiev es inocultable. Para estas horas se espera la caída definitiva de la ciudad de Pokrovsk que, aunque se anticipaba desde hace tiempo, es un golpe significativo. “Rusia controla completamente al menos el 60 % de Pokrovsk, mientras que el resto está en disputa” (The Economist) una fuente de inteligencia ucraniana dice que el equilibrio depende menos de la geografía horizontal que del dominio vertical. “Hay que entender quién controla los edificios altos”, afirma. Lo que sucede a nivel de suelo no es tan relevante. Ucrania está luchando para recuperar alturas clave para desbloquear a las unidades rodeadas por el enemigo. La ciudad que tenía unos 60 mil habitantes antes de la guerra es pequeña, pero resulta esencial ya que constituye una puerta de entrada a la región de Donetsk. Putin la ha “codiciado durante mucho tiempo” apunta el New York Times. Comprende un importante nudo ferroviario que ha sido absorbido gradualmente por las tropas rusas, y sería la ciudad más grande en caer desde Bakhmut en mayo de 2023: “Se la considera el último gran obstáculo que impide que las tropas rusas se acerquen a Sloviansk y Kramatorsk, las únicas ciudades grandes que aún están bajo control ucraniano en Donetsk” (ídem). La situación no es mejor en Myrhnohrad, una ciudad satélite al este, donde las fuerzas ucranianas corren el riesgo de ser cercadas. El éxito ruso se basa en la superioridad de soldados, pero no menos crucial es el hecho de que tomó la delantera en la lucha con drones. La recientemente creada y temida Unidad Rubikón domina los cielos en esta parte del frente. Se trata de una organización experimental híbrida y de élite del ejército especializada en el uso de drones no tripulados que reportan directamente al ministro de Defensa ruso.
 La guerra ha evolucionado hasta convertirse en un conflicto dominado por aeronaves no tripuladas. Las estimaciones señalan que los drones ahora causan hasta el 80 por ciento de las bajas en el campo de batalla. La presencia de estos artefactos es tan densa que los soldados y civiles quedan afectados por la sensación de ser cazados desde arriba en cualquier momento, un fenómeno para el que los psicólogos acuñaron un nuevo término: “dronofobia”.
 Rusia parece que está logrando uno de sus objetivos principales, el debilitamiento continuo del enemigo hasta el punto en que ya no pueda ofrecer una resistencia organizada. Esto a cambio de un alto costo en vidas. Según todos los datos duplica en muertos al bando de Kiev. El ejército ruso supera con margen al ucraniano en proporción de 3 a 1, y en algunas zonas críticamente importantes hasta 6 a 1. Ucrania no se puede dar el lujo de un intercambio de golpes, en otras palabras, se vuelve insostenible en el mediano plazo. Es lo que ocurre en Pokrovsk actualmente. Por eso Zelensky ha insistido con la necesidad de un suministro mayor de armamento pesado y misiles de largo alcance, insistencia que, aunque no llegó al enfrentamiento de febrero en la Oficina Oval, según se informa, degeneró en una "discusión acalorada" con Trump. 
 Para curarse en salud Putín respondió que de suministrarles misiles de largo alcance a Ucrania la respuesta de Moscú sería muy grave, la palabra fue “abrumadora”. Hay que recordar que Rusia modificó su doctrina militar nuclear en noviembre del año pasado mediante un decreto presidencial. El cambio amplía los escenarios en los que se justificaría el uso de armas nucleares, bajando el umbral de respuesta nuclear en contextos de amenaza convencional “crítica para la soberanía e integridad territorial”. Hace diez días el Kremlin anunció que tiene un arma imposible de detener, el Burevesnik, un misil de crucero, de “alcance ilimitado”. Según el ministerio de defensa ruso, cuenta con propulsión nuclear en lugar de un motor de cohete convencional, y habría estado 15 horas merodeando por los cielos. Forma parte de la escalada armamentística en la que nos encontramos. Han desarrollado un nuevo sistema y ahora “tenemos que idear algo para derribarlo”, dicen desde la OTAN. Se trata de una espiral. Un caso de manual del llamado “dilema de seguridad”, el cual describe cómo las acciones que un Estado emprende para reforzar su seguridad —como la acumulación de armamento, el despliegue de fuerzas militares en alerta y la formación de nuevas alianzas— tienden a debilitar la seguridad de otros Estados y a provocar respuestas similares.
 Las sanciones contra Rusia por parte de Trump son políticamente relevantes, más allá de sus implicancias económicas. Echan por tierra las teorías que sostenían que EE.UU. y Rusia tenían un pacto. Josep Borrell, el funcionario español de los gobiernos del PSOE y de la UE, es quien más insiste en que Trump y Putin llegaron a un acuerdo confidencial en Alaska, donde Trump asumió la responsabilidad de hacer que ese acuerdo sea aceptado o impuesto (sic), a Zelensky. Este designio no se habría consumado inmediatamente después de la cumbre, cuando Zelensky concurrió a la Casa Blanca porque este se encontraba rodeado por todos los mandatarios europeos que fueron allí en una suerte de guardia pretoriana. La prueba de la existencia de este pacto sería que más tarde Trump emplazó a Zelensky a terminar la guerra y ceder territorios, de lo contrario se quedaba sin país. 
 Putin mientras tanto declaró que no se doblegará ante las nuevas sanciones estadounidenses, pero admitió que “se esperan algunas pérdidas”. Las sanciones, las primeras en el segundo mandato del presidente Donald Trump, podrían afectar sensiblemente el presupuesto de guerra de Rusia al imponer un embargo total contra los gigantes energéticos rusos Rosneft y Lukoil. La Casa Blanca también podría imponer sanciones a terceros países que compren petróleo ruso de cualquier fuente.
 Viktor Orbán, el derechista primer ministro de Hungría, visitará la Casa Blanca el viernes, buscando mediar y encaminar una nueva cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, luego de que se descarrilara la que se estaba preparando en Budapest, precisamente la capital húngara. 
 “A menudo llamado el caballo de Troya de Putin en la UE por sus críticos, Orbán ha estado cultivando lazos con Trump desde su primera presidencia mientras construía una red internacional de extrema derecha desde Sudamérica hasta Europa” (The Guardián 7/11). Hungría depende completamente del crudo y el gas ruso; la mediación de Orbán tiene por tanto motivaciones terrenales: busca obtener una exención de las sanciones estadounidenses para que las compras de gas y petróleo rusos dejen afuera a Hungría. El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, declaró al The Guardian que la idea de que Hungría cortara sus lazos energéticos con Rusia era un “mundo de ensueño”. 
 Trump por su parte tiene un vínculo especial con varios gobiernos de Europa oriental, no sólo Hungría, también Polonia, que va a desempeñar un papel fundamental en la próxima etapa como “amortiguador” de la influencia rusa. Polonia se está armando hasta los dientes por un motivo sencillo: ubicada en la llanura sin montañas ni mares que la protegen de enemigos del este o del oeste, estuvo a merced de sus vecinos más poderosos durante siglos. Sus fronteras se han desplazado, desaparecido y reaparecido durante toda su convulsiva historia, pero lo que los analistas denominan “vulnerabilidad estratégica” se ha mantenido intacta. El destino de Polonia ha estado marcado por su geografía. Washington la apoya firmemente buscando consolidar la influencia estadounidense en Europa Central y Oriental, al tiempo que socava el dominio francoalemán en la política de la UE. Soldados estadounidenses están permanentemente estacionados en el territorio; el ejército polaco está integrado en armamento estadounidense; la cooperación en inteligencia y ciberseguridad es más estrecha que nunca. La modernización de la defensa polaca es, en esencia, un programa diseñado por Estados Unidos. 
 El derrumbe del ejército ucraniano traslada el teatro de operaciones, y amplía el campo de la guerra.

Camilo Márquez
08/11/2025

Jeanine Áñez fue liberada en Bolivia a tiempo para asistir a la asunción de Rodrigo Paz


Todos los planetas se alinean para dar a luz a un Milei boliviano. 

 Este jueves fue liberada la golpista Jeanine Añez, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia anulara el miércoles la sentencia de diez años de prisión en su contra y ordenara su inmediata liberación tras considerar que hubo “vulneraciones al ordenamiento legal vigente” que afectaron su derecho al debido proceso.
 Áñez fue detenida hace casi cinco años, inicialmente acusada de terrorismo, sedición y conspiración. En junio de 2022 recibió la condena de diez años de prisión por lo que se denominó el caso ‘golpe de Estado II’, que la señalaba por asumir de forma ilegal la presidencia tras la renuncia de Evo Morales y otros miembros de la cadena de sucesión en noviembre de 2019. 
 Según la Defensoría del Pueblo, la represión de las movilizaciones provocó la muerte de 36 personas, -conocida como las masacres de Sacaba y Senkata-. Además del proceso principal, la golpista enfrenta otras investigaciones relacionadas con las muertes durante las protestas, por blindar con impunidad a todas las fuerzas represivas implicadas. 
 Añez piensa participar de la asunción del reciente presidente electo Rodrigo Paz -en calidad de expresidente- y fue saludada por Ana Maria Machado, la venezolana que acaba de ganar el premio Nobel de la Paz por su perseverancia a través de los años en reclamar una invasión yanqui para su país.
 La decisión del TSJ se acomoda al resultado electoral –que además de sacarlo del poder, dejó al MAS sin representación parlamentaria- y, ante todo, es resultado de la presión del imperialismo norteamericano por convertir en protectorados a diversos países de América latina de los que pretende los recursos naturales. En el caso de Bolivia, diversos minerales, en especial el litio. 

 El gobierno de Rodrigo Paz 

Paz era considerado el candidato de la centroderecha. En el balotaje se enfrentó al ultraderechista Tuto Quiroga, y por eso buena parte de los votos de Paz provinieron de las bases del MAS que pretendían evitar el gobierno de un Milei boliviano.
 Sin embargo, la presión de Trump lo está perfilando como otro ladero suyo en el continente. 
 Rodrigo Paz, ya anunció que no invitará a su asunción a los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua, razón por la cual Bolivia fue suspendida del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) tras 20 años de formar parte. Como primera señal de apoyo internacional tangible, este lunes firmó un acuerdo financiero con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) por 3.100 millones de dólares. El préstamo se le hace necesario por la falta de divisas y la escasez de combustibles que afecta al país desde hace meses y es, por lo tanto, un intento de estabilizar la economía antes del inicio de su mandato. 
 El 15 % de los fondos serán desembolsados en 30 días. El resto de los recursos se ejecutará durante el periodo 2025-2030. 
 El plan de gobierno de Paz comprende una transferencia de recursos hacia la burguesía del Oriente en un país que vive una crisis económica extrema por la falta de divisas.
 Se plantea medidas como una reducción de cargas tributarias y adoptar un sistema de banda cambiaria con máximos y mínimos, como Argentina.
 Otros puntos de su plan son la descentralización del presupuesto –algo que reclamaba la burguesía del Oriente que no quiere repartir su riqueza con el resto del país- y la eliminación de los subsidios a los combustibles que harían llevar el precio al doble y la inflación a las nubes.
 Para la reforma del estado Paz se plantea la motosierra. Su programa tiene previsto congelar las actividades de las empresas públicas con déficits operativos. 
 Por más que Rodrigo Paz argumente que su negativa a pedir un préstamo con el FMI es para evitar el ajuste, su plan de gobierno lo desmiente.
 Para paliar la escasez de combustible –que provoca filas que duran horas y hasta días- Paz ya tuvo conversaciones con funcionarios de Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Paraguay para organizar el abastecimiento desde el 8 de noviembre, día en que asumirá el poder.
 Hay, por lo tanto, una clara sintonía del TSJ con los nuevos vientos para que Añes pueda asistir a la asunción, sin que los movimientos sociales ligados o antes vinculados a Evo Morales hayan hecho ninguna movilización rechazando la liberación de la golpista.
 Algunas federaciones (Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Pacto de Unidad, CSUTCB y otras) emitieron declaraciones en meses previos expresando rechazo y anunciando estados de alerta o posible movilización por lo que consideraban “privilegios judiciales” hacia Áñez, pero no hay noticias de que se hayan concretado. Evo Morales sigue emperrado en una diatriba personalista denunciando un plan de Milei y Paz para asesinarlo, pero sin hacer un intento por organizar la lucha contra el plan de ajuste que viene a imponer Paz. 
 La desmovilización del indigenismo y de los trabajadores en general es el resultado del fracaso de los nacionales y populares que agotaron los pozos de gas sin diversificar la producción y sumieron a Bolivia en una crisis de escasez, inflación, déficit fiscal y deuda externa de un 80 % del PBI. 
 El curso abierto por las protestas y piquetes que se levantaron contra está situación durante el 2025 quedó frenado a la expectativa del nuevo gobierno, el cual asumió con un programa “gradualista” a lo Macri pero por la presión del imperialismo se vislumbra como un Milei que le conviene “aprovechar” el inmovilismo total y la oportunidad que se le presenta al encontrar a los trabajadores con la guardia baja para atacar de prepo no bien asuma, imponiendo una quita de subsidios que Evo Morales también intento pero no pudo imponer en el pasado. 
 Sin embargo, las presiones del imperialismo lo obligarán a llegar a contradicciones insuperables, como romper con China que es el segundo destino de sus exportaciones.
 La implosión autoinfligida del MAS tiene que servir a la clase obrera boliviana para encontrar un curso independiente para enfrentar al gobierno de Rodrigo Paz.

 Aldana González 
 08/11/2025

domingo, 9 de noviembre de 2025

Israel ocupa el 58 % de Gaza


Mientras es incesante la colonización de Cisjordania. 

 “La Franja de Gaza se encuentra al borde de su mayor división geográfica y política en la historia reciente. Ya no se trata solo de líneas de alto el fuego o nuevos mapas. Esto se ha convertido en una profunda reestructuración de quién controla qué, y quién tiene influencia dentro de la Franja.”
 La caracterización, de un analista saudí, Salem Alketbi, describe con tono neutral la entrega a Israel de la mitad de territorio gazatí, una brutal partición instituida por el Plan de Paz de Trump y Netanyahu, que contó y cuenta con el respaldo de la Unión Europea y de los países árabes. 
 La llamada “línea amarilla” no es ninguna línea, en realidad abarca ya el 58 % del territorio gazatí, y está bajo el control absoluto del ejercito sionista que, según afirma la BBC, trabaja colocando bloques y corriendo sus límites sin pausa. Los sionistas están instalando cada 200 metros bloques amarillos de hormigón que delimitan la zona bajo control israelí. 
 Según un análisis del Centro de Estudios del Congreso de Estados Unidos, esta línea implica en la práctica el mantenimiento del control militar israelí incluso después de un acuerdo de alto el fuego. 
 Otro de los objetivos del ocupante ha sido convertir en escombros cualquier edificio que aún se mantuviera en pie, de modo de volver inviable el retorno de la población. La limpieza étnica ya logró su cometido en el 58 % de la Franja.
 La nueva configuración consolida una división en dos zonas. Una quedaría bajo control israelí y la otra seguiría en manos de Hamas. 
 Los medios de comunicación israelíes se ilusionan conque las insoportables condiciones de vida generen un éxodo que vacíe la mitad poblada en poco tiempo. El ejército ha destruido deliberadamente las tierras agrícolas, en la zona más fértil de la Franja, y provocado el desplazamiento forzoso de decenas de miles de palestinos hacia el sur, a terrenos áridos, arenosos y sin agua potable. 
 Israel mantiene las restricciones al ingreso de camiones de ayuda; donde se hacinan los palestinos han entrado solo 28 % de los 600 camiones comprometidos y eso no incluye ni carpas ni maquinaria para remover escombros ni alimentos frescos como carne, frutas o verduras. 
 Israel ha reforzado decenas de puestos militares y matan a cualquiera que se acerque a la línea. Importantes localidades son inaccesibles para la población gazatí como Beit Hanun (norte) o Rafah (sur). 
 La línea amarilla se extiende hasta las fronteras con Israel y rodea por el Norte y el Sur a los palestinos. El ministro de seguridad Ben Gvir esta semana le ordenó al ejército que bloquee también la frontera con Egipto como “zona militar cerrada”, instituyendo una nueva “línea” mortífera, o, como dice él, “una zona en la que el ejército actúa sin ninguna limitación”. 
 “Estamos declarando la guerra. Cualquiera que penetre en el área prohibida será dañado”, advirtió Katz (Haaretz 6/11). Por otra parte, Katz desmintió cualquier acuerdo que permita salir a los 200 milicianos atrapados en los túneles del sur de la Franja -en la zona que controla el ejército-, y anunció que van a matarlos apenas recuperen el cadáver de un rehén que suponen está en la zona. La paz de Trump es un baño de sangre. 
 El saudita Alketbi, que da por sentado que el desarme de Hamas es inviable, dice que el último acuerdo de alto el fuego “es más bien un ensayo para una nueva configuración política en la Franja, práctica y realista” en la Hamas permanezca en un territorio donde no habría ningún tipo de reconstrucción e Israel en el resto.
 En tanto, Estados Unidos envió un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la Fuerza de Estabilización Internacional que no es más que una cobertura multinacional de la ocupación israelí. 
 Trump propone dos años de presencia militar extranjera prorrogables y el desarme de Hamas antes de que se permita a los palestinos asumir el control de Gaza. Los puntos 15 y 16 dicen que la fuerza de estabilización ayudará a controlar las fronteras y el ingreso de ayuda humanitaria y será la encargada de entrenar una nueva policía palestina no adscripta a Hamas. Respecto del ejército israelí plantean que “irán entregando progresivamente el territorio” sin establecer plazos ni límites. 

 Olga Cristóbal 
 08/11/2025

sábado, 8 de noviembre de 2025

¿Un colapso como ningún otro?


Gita Gopinath, ex número dos del FMI 

El “catastrofismo” en las filas del FMI

 El título de este artículo no proviene del pronóstico de un autor o corriente marxista. Son las palabras de Gita Gopinath, hasta hace muy poco economista en jefe del FMI, la segunda figura en jerarquía en el seno del organismo luego de Georgieva. La exfuncionaria, hoy en Harvard, alerta sobre la amenaza de “un colapso que podría quemar 35 billones de dólares de riqueza (The Economist, 15/10).
 Gopinath señala los efectos devastadores que podrían abrirse paso como consecuencia de un estallido de la actual burbuja bursátil. El actual boom es superior a cualquiera del pasado y, por lo tanto, su alcance infinitamente más grande. Las cotizaciones han llegado a su máximo histórico y, aún así, esos registros vienen siendo superados semana tras semana en el curso de 2025. Una advertencia clave que no podemos perder de vista tiene que ver con las expectativas que se han abierto respecto a la inteligencia artificial, las cuales se han revelado infundadas, no se compadecen con la realidad. Los rendimientos hasta ahora son muy reducidos comparados con la inversión, por lo cual el peligro de que esto sea una repetición del espejismo que se vivió con el auge de las punto.com sobrevuela el ambiente.

 Las dimensiones de lo que está en juego

 La exfuncionaria del FMI enciende las alarmas en torno a la elevada exposición, tanto nacional como internacional, a las acciones estadounidenses. “Durante la última década y media, los hogares estadounidenses han incrementado significativamente sus inversiones en el mercado bursátil, impulsados por la sólida rentabilidad y el dominio de las empresas tecnológicas estadounidenses. Por las mismas razones, los inversores extranjeros, en particular los europeos, han invertido en acciones estadounidenses, beneficiándose al mismo tiempo de la fortaleza del dólar. Esta creciente interconexión implica que cualquier caída brusca de los mercados estadounidenses repercutirá en todo el mundo” (The Economist, ídem). 
 Para tener una dimensión del problema, el cálculo que hace la ex economista en jefe es que una caída de la misma magnitud que la crisis de las punto.com en el año 2000 podría eliminar más de 20 billones de dólares de riqueza de los hogares estadounidenses, lo que equivale aproximadamente al 70% del PBI estadounidense en 2024. Esto es varias veces las pérdidas sufridas por el desplome de las punto.com que acabamos de nombrar. Las implicaciones para el consumo serían graves. El crecimiento del consumo ya es más débil que antes del desplome de las punto.com. Un shock de esta magnitud podría reducirlo “en 3,5 puntos porcentuales, lo que se traduciría en un impacto de dos puntos porcentuales en el crecimiento general del PIB, incluso antes de considerar la disminución de la inversión” (ídem). 
 La onda expansiva se propagaría a todo el planeta. Los inversores extranjeros podrían enfrentar pérdidas de patrimonio “superiores a los 15 billones de dólares, o aproximadamente el 20% del PBI del resto del mundo”. A modo de comparación, el desplome de las punto.com provocó pérdidas extranjeras de alrededor de 2 billones de dólares, aproximadamente 4 billones de dólares en valores actuales y menos del 10% del PIB del resto del mundo en ese momento. 
 Este verdadero tsunami desestabilizaría la economía mundial y precipitaría una depresión. 


 Caída del dólar y crisis de la deuda 

El panorama es todavía más preocupante porque, como bien alerta Gopinath, esta vez, estamos asistiendo a una declinación del dólar, que viene retrocediendo como medio de pago internacional y reserva de valor. A diferencia del pasado, la divisa norteamericana ha dejado de ser un refugio seguro y lo mismo ocurre con los bonos del Tesoro norteamericano. El mundo históricamente encontraba cierta protección en la tendencia alcista del dólar durante las crisis. Esta “huida a la seguridad” ayudaba a mitigar el impacto de la pérdida de riqueza cuando se precipitaba una crisis. El escenario ahora es diferente. El dólar se ha depreciado frente a la mayoría de las principales divisas y lo que aún es más relevante frente al oro. El hecho que éste haya llegado a sus máximos históricos es un indicador de la desvalorización que se ha operado en la divisa norteamericana. El descenso actual completa un ciclo que arranca hace más de medio siglo con la inconvertibilidad del dólar dispuesta por Nixon en agosto de 1971, a partir del cual el dólar ha funcionado como una moneda fiduciaria. Es decir, no está respaldada por un valor real, sino que se basa en el poder financiero del Estado norteamericano y sus instituciones. La confianza en ese poder se ha ido erosionando constantemente con la evolución de la crisis capitalista mundial y en particular con el declive yanqui. De representar casi la mitad del PBI y el comercio mundial en los primeros años posteriores a la a la segunda guerra mundial, Estados Unidos ha ido retrocediendo posiciones, unido a un proceso de desindustrialización y un endeudamiento que se ha vuelto cada vez más insostenible. 
 Asistimos a una crisis de la deuda que llega a la friolera de 36 billones de dólares en Estados Unidos, lo cual hace que crezcan las dudas sobre la capacidad del Estado de hacer frente a sus compromisos y, al mismo tiempo, su capacidad para rescatar al capital. Si hay algo que distingue la economía mundial es la multiplicación de frentes de tormenta que tienen un carácter explosivo. No se le escapa a la exnúmero 2 del FMI que la guerra comercial y arancelaria que ha pegado un salto a partir de los anuncios de Trump en abril de este año alimenta un cuadro de incertidumbre y dislocamiento de la economía mundial y eso está socavando un crecimiento económico. Lo central a la hora de un balance de la gestión del magnate republicano es que no ha logrado relanzar la producción norteamericana. Está asomando una recesión sin que haya logrado mitigar las tendencias inflacionarias. A este panorama la economista agrega las tensiones crecientes entre el presidente republicano y la Reserva Federal. La tentativa del magnate de quitarle todo tipo de autonomía y transformar a este organismo en un apéndice del Poder Ejecutivo es un factor adicional que provoca un mayor recelo entre los inversores sobre la trayectoria del dólar y mina aún más la confianza en la divisa norteamericana y en los activos financieros estadounidenses en general.

 Crece el descontento

 Estamos frente a una bomba de tiempo y esto explica el nerviosismo y volatilidad que existen en los mercados. El nerviosismo se traslada al propio gobierno norteamericano que viene presionando a la FED para que disponga una reducción drástica de la tasa de interés como un recurso al cual se aferra el magnate para evitar que la economía colapse. Lejos de una resurrección de Estados Unidos como proclama, el país está moviéndose a los tumbos, acosado por una crisis estructural y de fondo.
 Esto está provocando una decepción de la población. Se acaba de dar a conocer la noticia sobre un marcado descenso de la popularidad de Trump que ha quedado reducida a un 37%, el punto más bajo de su segundo mandato. La desconfianza se traslada a la propia clase capitalista, que se ve afectada por la guerra arancelaria y la inestabilidad e incertidumbre que viene provocando la política del magnate. 
 Este disconformismo ha tenido una traducción en la curva ascendente de la movilización popular (se calcula que 7 millones de personas ganaron las calles de las principales localidades del país en la jornada de protesta presidida por la consigna “Ningún Rey” (No King, en inglés), y esto es un caldo de cultivo para que emerjan giros políticos. Un síntoma de ello es el disruptivo triunfo electoral de Zohran Mamdani en Nueva York. 

 Pablo Heller