sábado, 31 de octubre de 2015

Califica Maduro de “camino de hermandad” el que une a Cuba y Venezuela




El presidente de la República, Nicolás Maduro, enfatizó este viernes que a 15 años de haber iniciado el proceso revolucionario y las relaciones entre Cuba y Venezuela, se ha logrado construir un camino de hermandad, cooperación y felicidad para ambos pueblos.

Maduro recalcó, desde la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, en Caracas, donde participó en el acto conmemorativo de los 15 años de la firma del convenio entre ambos países, que los logros de la Revolución Bolivariana se han alcanzado junto al poder popular organizado. “Esa es la máxima socialista; trabajar con y a favor del pueblo”, recordó.
Asimismo, el Presidente resaltó que los misioneros de la patria representan “un nuevo poder moral, surgido de los humildes, de los pueblos, de los que trabajan, un poder espiritual de los que creen que a través de la solidaridad y del amor es posible construir una sociedad humana”.
En tal sentido, destacó la labor de todas estas personas que atienden al pueblo con un modelo de gestión directa desde las comunidades, en áreas como alimentación, educación, salud, seguridad social, deporte, cultura, vivienda, transporte y recreación.
Para garantizar la continuidad de estas políticas y hacer frente a las constantes amenazas de la derecha de eliminarlas, el presidente Maduro llamó al pueblo de Venezuela a convertirse en defensor y protector de estos programas y recalcó que las Bases de Misiones Socialistas, instancias desde donde se gestionan las misiones, “deben ser cada vez más centros de coordinación del poder popular, del protagonismo popular. El pueblo apoderado de sus misiones para que nunca, nada ni nadie, se las quite”.
Como un anuncio especial en el marco de estas políticas sociales, Maduro informó que Venezuela expandirá la cobertura de la salud primaria al 100% para todos los ciudadanos de manera gratuita y que aumentará las capacidades de la Misión Robinson II hasta el sexto grado para todos los adultos que no completaron su educación primaria
“Esa es la revolución de la salud, de la educación, y hoy es la oportunidad para asumir estos nuevos retos a nombre de 15 años de gloria, en un plan que nos conduzca a un país, a dos países que juntos se complementan en la solidaridad y en la cooperación”, enfatizó Maduro.
Por su parte, el embajador de la isla antillana en Caracas, Rogelio Polanco, subrayó que el convenio entre Cuba y Venezuela, más allá de la colaboración económica, se basa en una conciencia compartida sobre la necesidad de fomentar la unión y la justicia social en América Latina y el Caribe.

15 años de logros

La vicepresidenta para el Área Social, Gladys Requena, quien dio inicio al acto de conmemoración, resumió en 10 significativos logros lo que han sido estos 15 años de cooperación entre ambos países.
Indicó que la génesis del convenio Cuba-Venezuela se produjo cuando en 1999, luego de la tragedia natural en el estado Vargas, la cooperación cubana fue determinante para ayudar a salir adelante al pueblo venezolano de este episodio.
Entre los otros logros mencionó el compromiso de Sandino acordado entre Castro y Chávez, que ha permitido formar “nuevas generaciones de médicos venezolanos comprometidos con la salud integral de nuestro pueblo, como derecho humano y no como mercancía”; el método Yo sí Puedo, que permitió a más de millón y medio de personas aprender a leer y escribir entre los años 2003 y 2015; y las misiones Barrio Adentro; Sucre, Ribas, Barrio Adentro Deportivo, Cultura y Milagro.
Igualmente, resaltó como otra meta alcanzada el acompañamiento permanente a las 1.500 comunidades donde prevalece aún la pobreza extrema “que son protegidas por las Bases de Misiones Socialistas, apuntando hacia la erradicación definitiva de la pobreza para el año 2019″.

Política de EEUU con Cuba avanza… hacia más aislamiento.




Cuando el 17 de diciembre del pasado año el Presidente Barack Obama reconoció que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por EEUU ha provocado el aislamiento de su gobierno era de esperar que uno de los resultados de tal postura fuera el debilitamiento del apoyo a la resolución que cada año Cuba presenta ante la ONU condenando la política de cerco económico hacia la Isla. Incluso se llegó a pronosticar por algunos analistas que Cuba dejaría de presentar dicha resolución.
¿Cómo ha sido posible entonces que de 188 países que apoyaron en 2014 la resolución cubana de condena al bloqueo, la cifra ascienda hoy a 191, y con excepción de EEUU e Israel no haya quedado un solo miembro de Naciones Unidas sin condenar el cerco estadounidense a Cuba?
El mérito es de Obama y de quienes lo han acompañado en una política que, en vez de avanzar decididamente en el desmontaje de las regulaciones del bloqueo que le permite la ley con algunas excepciones que solo puede modificar el Congreso, ha preferido dictar en dos ocasiones (16 de enero y 18 de septiembre) medidas de mínimo alcance que como expresó el canciller cubano Bruno Rodríguez ante la ONU:
“aunque positivas, solo modifican de forma muy limitada algunos elementos de la aplicación del bloqueo”
Como señaló Bruno, en las condiciones actuales las muy publicitadas medidas se hacen impracticables sino son acompañadas por decisiones que no dependen del Congreso y que Obama puede adoptar, como permitir a Cuba exportar e importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos; utilizar el dólar estadounidense en sus transacciones financieras internacionales y operar cuentas en esa moneda en bancos de terceros países; así como tener acceso a créditos y financiamientos de entidades privadas y de las instituciones financieras internacionales.
Hasta la proclamada intención de Washington de aumentar su influencia en Cuba a través de las telecomunicaciones y los viajes no turísticos de ciudadanos norteamericanos ha chocado con su propia política cuando, como argumentó el Ministro de Relaciones Exteriores cubano, desde EEUU se ha retenido el primer pago de la compañía Sprint para iniciar las llamadas telefónicas directas entre ambos países, y varias transferencias bancarias a la Isla por la operación de vuelos chárter también sufrieron retenciones.
Con un proceder que pareciera querer sumar votos a favor de la resolución cubana la semana pasada el gobierno estadounidense aplicó una multa de 1 116 millones de dólares al banco francés Credit Agricole por realizar transacciones financieras cubanas. Para colmo, un último esfuerzo del gobierno norteamericano quizás logró sumar el apoyo de algún indeciso cuando la intervención del representante estadounidense ante la ONU para explicar la solitaria postura de su gobierno, adoptó un tono de velada amenaza al expresar:
“Si Cuba cree que este ejercicio va a ayudar a que las cosas avancen en la dirección que los dos gobiernos han indicado que esperan, está equivocada”
El resultado está a la vista. Con su vocación mediática, los dirigentes estadounidenses tal vez pensaron que enviando altos funcionarios a La Habana que le digan a los cubanos lo que deben hacer, recibiendo en la Casa Blanca al Buena Vista Social Club y sonriendo junto a los dirigentes cubanos van a convencer al mundo de que están desmantelando el bloqueo cuando este no sólo actúa más intenso que nunca contra Cuba sino que mantiene intacta su extraterritorialidad que afecta hasta a los propios aliados de EEUU.
“No debemos confundir la realidad con los deseos ni las expresiones de buena voluntad. En asuntos como estos, solo puede juzgarse a partir de los hechos”, dijo el canciller cubano. Este 27 de octubre en la ONU, los hechos una vez más se impusieron. La votación abrumadora ha demostrado que, lejos de debilitarse con las que Cuba calificó de muy limitadas medidas adoptadas por Washington desde el 17D hasta hoy, el aislamiento estadounidense en su política de bloqueo contra la Isla se ha fortalecido.

Iroel Sánchez

Grupos de poder, estratos sociales y orientación del cambio económico


Desde que Raúl Castro sustituyo a su hermano Fidel en la conducción política se comenzaron a fijar las bases de un nuevo modelo económico, con más claridad tras la aprobación parlamentaria en 2011 de los ‘Lineamientos de la Política Económica y Social’. Esto ha generado importantes interrogantes en torno a la orientación ideológica del proceso y a los grupos de poder que se disputan la dirección de este.
Tanto Juan Valdés Paz, sociólogo y Premio Nacional de Ciencias Sociales 2014, como Fernando Ravsberg, reputado periodista, coinciden en que Raúl impulsa una especie de NEP (nueva política económica) como hizo Lenin en la URSS en los años 20 del siglo pasado. Esto significaría que el Estado va a ceder más espacio al sector privado pero manteniendo el control de la economía.
En la práctica, sin embargo, la situación es mucho más compleja debido a que existen diversos sectores con perspectivas diferentes en torno a la orientación que debe tomar la economía y respecto a las recetas que hay que aplicar. Se está produciendo por tanto, una disputa abierta entre disímiles corrientes de pensamiento, como apunta Camila Piñeiro, del Centro de Estudios de la Economía Cubana.

Grupos en disputa. La mayoría de las y los expertos consultados identifican tres grupos ideológicos en disputa por la orientación del cambio económico. Valdés Paz, destaca por un lado a los ‘estatistas’, que consideran la reforma como “una concesión momentánea” y por tanto como una cesión “táctica”. Este sector, principalmente de tradición “pro-soviética”, es muy fuerte entre la burocracia y el funcionariado y es transversal a todos los estratos sociales.
Piñeiro resalta que la visión estatista es todavía respaldada por un porcentaje respetable de la población (fundamentalmente entre las generaciones más mayores) ya sea porque tienen temor a perder los logros sociales de la Revolución y/o porque consideran que es garantía de orden y seguridad.
Un segundo grupo de poder serían los denominados “economicistas”. “Están en el liberalismo y todavía no se han enterado”, señala agudamente Valdés Paz. Parafraseando al líder chino Den Xiaoping (impulsor de la liberalización económica tras la muerte de Mao), afirman que lo “importante es cazar ratones”, queriendo trasmitir la idea de que lo trascendental es generar riqueza y ser eficientes. Este grupo predomina en la esfera empresarial, también en la pública, y por supuesto entre las y los cuentapropistas.
Piñeiro además de a los citados incluye a un sector de los militares (principalmente los gerentes de empresas), a una franja del sector académico (donde predominan economistas) y a un importante volumen de población que ve en las “propuestas economicistas” una “solución” a las “deficiencias de la economía cubana”.
Valdés Paz identifica un tercer grupo, “situado más la izquierda: la izquierda del partido, libertarios, anarquistas, comunitaristas”. Este sector apoyaría la reforma pero para construir un socialismo autogestionario, para desestatizar el socialismo. Aclara que es un grupo “socialmente minoritario pero con mucho peso en el mundo intelectual” y que tiene a ser excluido de las esferas de poder, a diferencia de los otros dos.
Piñeiro puntualiza que la propuesta autogestionaria se ha inspirado, en gran medida, en los debates en torno al Socialismo del Siglo XXI. Agrega que el socialismo no es solo un modelo de distribución equitativa sino también un modelo de gestión horizontal, que implica participación directa de las y los trabajadores. Reconoce, sin embargo, que pocos sectores de la sociedad cubana se identifican con esta tendencia: por un lado, porque los mensajes pro-privatización son hegemónicos; por otro, por las escasas experiencias de autogestión en Cuba antes y después de 1959; finalmente, por el desprestigio de la idea de gestión obrera ya que en la práctica no se ha materializado, a pesar del discurso oficial.

Contexto sociológico. La disputa entre los citados grupos se da en un contexto sociológico muy complejo, que se ha ido configurando progresivamente en el último cuarto de siglo, desde el inicio del ‘Periodo Especial’ a principios de los años noventa y donde los ingredientes básicos son: el cambio demográfico y generacional, la fuerte migración, el incremento de la desigualdad, y la supervivencia cotidiana.
Los datos demográficos y socioeconómicos cubanos son absolutamente singulares a nivel internacional ya que combinan una fotografía del “primer” mundo con el “tercero”. Actualmente la isla puede presumir de una esperanza de vida y una tasa de mortalidad infantil mejores que algunos países del Norte (además de una muy baja tasa de natalidad) pero a su vez muestra tasas de emigración y niveles de ingresos per cápita propios de Estados del Sur. Esto ha traído como consecuencia una situación de envejecimiento y decrecimiento poblacional, que afecta drásticamente al funcionamiento de una economía sumamente frágil.
De hecho, según el politólogo Rafael Hernández, en 20 años la PEA (Población Económicamente Activa) será poco más de 1/3 de la población, lo cual interpela directamente al proceso de cambio económico, ya que será fundamental un modelo de desarrollo lo suficientemente productivo como para sostener un alto porcentaje de población “no activa”.
Paralelamente, el problema migratorio también exige una reforma económica eficaz que frene o por lo menos reduzca la fuga de cerebros y/o la de jóvenes. Se está dando la dramática paradoja de un Estado (como pocos a nivel internacional) que invierte una gran cantidad de recursos públicos en formar a sus profesionales pero que ve como un porcentaje sustancial de estos buscan en el exterior mejores condiciones de vida, lo cual no deja de ser legítimo.
Salida al exterior que no solo se dirige hacia países del Norte, sino incluso hacia destinos latinoamericanos, que hace unos años serían impensables. Resulta muy simbólico el caso de Ecuador, que en los últimos tiempos está atrayendo profesores universitarios cubanos.
El incremento de la desigualdad es otro de los rasgos del actual momento histórico que cualquiera de los grupos en disputa no debe obviar. Según la socióloga Mayra Espina, el coeficiente de Gini (termómetro de la desigualdad) aumento del 0,24 de los años ochenta al 0,38 y paralelamente la pobreza del 6% al 20%, a pesar de la práctica inexistencia de extrema pobreza gracias al mantenimiento de los servicios sociales universales (educación, salud, etc.).
El reto no es en absoluto sencillo ya que cualquier orientación económica debe intentar sortear dos extremos mayoritariamente repudiados: por un lado, no regresar a la época del “igualitarismo improductivo”, expresión acuñada en los últimos tiempos y utilizada de manera natural por gran parte del stablishment político e intelectual: y por otro lado, no agravar aún más una desigualdad que ha sido producto del proceso de liberalización abierto en los noventa.
Un aspecto frente al que cualquier proyecto de cambio y grupo que lo sustenta debe mostrar capacidad de resolución eficaz es el relativo a las indudables carencias de la vida cotidiana. Desde sectores claramente alineados con la Revolución se reconoce que para satisfacer necesidades elementales del día a día hay que superar a veces grandes dificultades que terminan provocando un fuerte cansancio no sólo físico, sino psíquico y emocional en franjas importantes de la ciudadanía. Esta es una variable que funciona como una bomba de tiempo y evidencia la centralidad de lo cotidiano frente a aspectos “políticos” supuestamente más importantes.
Resulta muy significativo el debate nacional que convocó Raúl Castro en 2007. Según Fernando Ravsberg, participaron más de 5 millones de cubanos y el objetivo fundamental era identificar los principales reclamos de la población. Entre los 5 primeros destacaban la insuficiencia salarial, el precio de la comida, el transporte, la vivienda y la escasez de lugares de ocio. Temas radicalmente cotidianos, alejados absolutamente de la agenda “política” de Washington y de sus grupos opositores en la isla, pero que a su vez mostraban las debilidades estructurales del modelo vigente.

Orientación del cambio. Hacía donde se enrumbará definitivamente el modelo cubano es todavía un debate abierto, a pesar de que todos los proyectos no parten en igualdad de condiciones. Piñeiro, aunque defiende un socialismo autogestionario, advierte que la posición “economicista” es la que tiene más opciones de imponerse. Valdés Paz, por su parte, indica que si el actual proceso de reforma –con “fuertes elementos socializantes” y con un control estatal claro- no es exitoso, “se acentuará la tendencia liberal”.
Las posibles orientaciones del cambio económico también han generado un debate (quizás más insistente fuera de la isla que dentro) en torno a los modelos internacionales que pueden estar influenciando o sirviendo de referente al país. Aunque una gran parte del stablismenth intelectual rechaza que exista predominio de uno u otro modelo, resulta inevitable intentar averiguar hacia que coordenadas geográficas marca la brújula.
En primera instancia, la comparación con China y Vietnam es una de las más recurrentes por cuestiones obvias. Respecto al gigante asiático hay una opinión mayoritaria de que no va a ser el modelo a seguir por diversas razones: tamaño poblacional, papel geoestratégico, capacidad industrial, deterioro de la política social… Con Vietnam, la empatía es mayor, fundamentalmente por compartir una historia de lucha contra el imperialismo estadounidense. Sin embargo, tampoco se considera un referente debido a importantes diferencias en cuanto a estructura económica (base agraria), cultura laboral, etc., como señala Gilberto Valdés, del Instituto de Filosofía.
Los que abordan el debate en torno a la factibilidad de la reinstauración del capitalismo y del tipo de capitalismo que se implementaría deben tener en cuenta la variable geo-histórica y la condicionalidad del ‘sistema-mundo’ (Wallerstein). Ante el deseo manifestado por un cubano de querer vivir en un país “normal”, Fernando Ravsberg responde ácidamente: “Yo le dije que si querían ser un país normal significaba tener mucha más pobreza, tener que pagar por el médico… Le dije que si quería ser como Holanda es que estaba loco, que había fumado demasiado… el país normal que les toca ser es como Jamaica”.
Las comparaciones más sensatas, por el citado factor geoeconómico y por el nuevo contexto de cambio en diversos países de América Latina, se sitúan en la propia región. Valdés Paz afirma que “el modelo al que apuntamos se acerca al neo-desarrollismo latinoamericano (gobiernos progres, redistributivos en la política social, pero económicamente neodesarrollistas)”. La diferencia, según él, es que Cuba tiene la ventaja de que “aquí la política es la que manda, porque seguimos controlando la economía”.
De cualquier manera, la mayoría de las y los analistas consultados coinciden en que la forma de mirar hacia América Latina ha cambiado. Antes Cuba era la que debía exportar su Revolución, mientras que ahora el proceso de aprendizaje es bidireccional. Esto da margen para debates más allá del neo-desarrollismo, donde la reflexión en torno al Socialismo del Siglo XXI no queda excluida de la ecuación.

Luismi Uharte. Doctor en Estudios Latinoamericanos

jueves, 29 de octubre de 2015

Cuba:191; EEUU: 2.




Los números suelen ser elocuentes. La ONU cuenta con 193 Estados miembros. De ellos, 191 votaron el 27 de octubre a favor del proyecto de resolución cubano: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Solamente la potencia imperial y su impresentable secuaz sionista votaron en contra. No hubo abstenciones. Nunca en la historia de la ONU una cuestión litigiosa planteada por un Estado recibió un apoyo tan contundente de los demás Estados miembros.
Con esta van 24 resoluciones semejantes votadas favorablemente en igual número de años desde 1992. En la primera, 59 países apoyaron a Cuba y 71 se abstuvieron. Pero en 2014, cuando los sufragios a favor ya ascendían a 188, hubo todavía 3 abstenciones. Huelga nombrar los dos que votaron en contra.
Sin embargo, en esta ocasión hasta los más débiles y dependientes Estados insulares del Pacífico respaldaron la resolución cubana. Ello muestra el repudio unánime que concita el genocida bloqueo y confirma el aislamiento y la pérdida de prestigio y hegemonía internacionales que sufre Estados Unidos. Pues, con ser contencioso, el tema dista mucho de ser el único en que la otrora potencia unipolar no puede evitar que se le salgan por todos los poros la arrogancia, la prepotencia y el lamentable y belicista síndrome de excepcionalidad.
Por otra parte, esta contundente victoria de La Habana, que los pulpos mediáticos han tratado de minimizar, es un conveniente y oportuno recordatorio a quienes ya lo dan por concluido, de que el conflicto entre Cuba y Estados Unidos no ha llegado a su fin. Sí, ha sido muy positivo el restablecimiento de relaciones diplomáticas; ha abierto para bien un fluido canal de diálogo entre las partes, que no existía. Como también que Obama haya pedido al Congreso el levantamiento del bloqueo. Pero como el gobierno cubano reitera es solo el comienzo de un “largo y complejo proceso” hacia la normalización de relaciones.
Dicho proceso concluirá únicamente cuando Estados Unidos ponga fin al virtual estado de sitio económico, cese sus injerencistas trasmisiones radiales y televisivas hacia la isla, liquide sus planes subversivos contra el sistema socio-político cubano y devuelva el territorio ocupado de la Base Naval de Guantánamo. Nada de eso ha ocurrido.
El bloqueo ha sufrido un tímido relajamiento en algunos aspectos pero, una vez más, fue recrudecido este año, particularmente en todo lo concerniente a la persecución y castigo implacables de las operaciones financieras de Cuba. Sigue en pie en lo fundamental por cuanto a la isla le está prohibido el uso del dólar en sus transacciones internacionales y únicamente puede comprar a Estados Unidos alimentos, pero en efectivo, pagando por adelantado y sin poder transportarlos en buques cubanos. Quitando esa única excepción, no existe apenas relación comercial entre los dos Estados.
Recientemente, Washington ha impuesto multas de 1116 y 1710 millones de dólares a los bancos francés Credit Agricole y alemán Commerzbank por realizar transacciones con Cuba. Ni soñar que la isla pueda adquirir medicamentos del vecino del norte.
El nombre de la niña cubana Noemí Bernárdez lo recordó el martes 27 cuando fue evocado en el hemiciclo de la ONU, en el vibrante discurso del embajador del Estado Plurinacional de Bolivia. La vida de Noemí depende de un citostático de exclusiva producción estadounidense al que –como muchos otros fármacos- la isla solo puede acceder a través de terceros países, a precios muy altos y en plazos que pueden ser fatales para los pacientes.
En cuanto a la colusión en este tema del racista y colonial Estado hebreo con Estados Unidos, además de estar asociada al habitual desprecio que muestra por la opinión internacional, se debe principalmente a otra razón muy poderosa: Israel no podría subsistir sin la cuantiosa e incomparable ayuda económica y militar que recibe de su aliado yanqui.
Como tampoco sin su apoyo político incondicional. Este le permite conservar el nutrido e ilegal arsenal nuclear que posee, continuar la ocupación del Golán sirio, los bandidescos asentamientos de colonos judíos y los impunes crímenes contra la población palestina, incluyendo la profanación de sus lugares de culto.
Palestina, como Cuba, resiste heroicamente, y también vencerá.

Ángel Guerra Cabrera

Momentos de la histórica presencia de Fidel Castro en la ONU 26 09 1960


Avanza la informatización de la sociedad cubana


lunes, 26 de octubre de 2015

El bloqueo está en el aire.




Como es conocido el bloqueo en el ámbito económico, financiero y comercial aplicado por once administraciones estadounidenses contra Cuba por casi 57 años, ha tenido una incidencia en todos los sectores de la sociedad cubana.
De la misma forma que la violación de los márgenes terrestres, marítimos y aéreos de cualquier nación afecta su soberanía, el bloqueo al espacio radioeléctrico nacional es inadmisible para cualquier Estado.
Desde 1959 no ha pasado un día en que los límites definidos por normas internacionales para el uso de las frecuencias de radio en la mayor de las Antillas no se hayan afectado por señales emitidas desde territorio de Estados Unidos. Emisoras de radio, frecuencias para los servicios de navegación, radioaficionados y de otras organizaciones se han interferido con transmisiones provenientes del vecino del Norte.
Han sido incontables las horas de transmisiones hacia Cuba con el objetivo definido de desacreditar y desestabilizar el país. Así, surgieron Radio Swan, Radio Mambí, La Cubanísima, Radio Cadena Azul, La Voz del CID, La Voz de la Fundación, Radio Fé, Radio Martí y muchas otras, hasta llegar a más de 130 emisoras, patrocinadas por 43 organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Miami, o por el gobierno estadounidense, que han violado el Reglamento de Radiocomunicaciones anexo al Convenio Internacional de Telecomunicaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Actualmente se transmiten desde territorio de Estados Unidos mil 900 horas semanales en 24 frecuencias de Ondas Medias, Ondas Cortas, Frecuencia Modulada y televisión.
Hay que destacar que en las décadas de los 70 y los 80 del siglo pasado la administración norteamericana utilizó frecuencias radioeléctricas en las bandas de onda media, FM y televisión en el territorio nacional de Cuba que usurpan por la fuerza en la provincia de Guantánamo, obstaculizando los servicios de radiocomunicaciones y la soberanía de nuestro país.
A las emisoras de radio, se une una estación de televisión que salió al aire el 27 de marzo de 1990, denominada Televisión Martí, propiedad del gobierno estadounidense, que ha transmitido desde un globo aerostático ubicado a 10 000 pies de altura sobre el nivel del mar, desde un avión militar EC-130 J, un bimotor Gulfstream G-1 y actualmente a través de cuatro satélites, en dos de ellos de lunes a domingo las 24 horas del día, constituyendo un verdadero acto de guerra en los órdenes técnico, diplomático y de inteligencia. Gracias a la eficaz acción de técnicos cubanos en defensa de la soberanía nacional, sus programas no se han visto en Cuba y el gobierno de Estados Unidos y la contrarrevolución han tratado de imponer en balde al Estado cubano su doctrina de dominación utilizando este medio de comunicación.
Luego de más de 56 años de fracasadas transmisiones ilegales de radio y televisión hacia nuestro país, se pone de manifiesto la impotencia de la potencia más poderosa del planeta para cumplir sus objetivos imperiales con relación a Cuba. Es tanta la soberbia, que desconocen las reiteradas llamadas de atención realizadas al gobierno de Washington por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo de la ONU.
Por solo citar un ejemplo, en febrero de 2012 la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, que se celebró en Ginebra, reafirmó que Estados Unidos viola las normas a las que está sujeta por invadir el territorio cubano con frecuencias radioeléctricas enviadas desde aeronaves, que interfieren canales de televisión y frecuencias de radio en ondas medias y FM que se encuentran en servicio en la isla. La administración de Barack Obama también se ha empecinado en incrementar estas transmisiones, a pesar de las acusaciones de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, y el Congreso de ese país aprueba cada año un presupuesto de más de 30 millones de dólares de fondos federales para ese tipo de acciones contra la Isla.
La noticia publicada en el Blog Along the Malecon, del periodista Tracey Eaton, y confirmada el 24 de septiembre de 2015, de que la Oficina de Transmisiones para Cuba, OCB, planea gastar dinero de los contribuyentes para atacar a los dirigentes cubanos en una serie de televisión, es una nueva agresión cuando ambos gobiernos buscan normalizar las relaciones.
Cuba tiene el derecho de denunciar estos actos ilegales en el marco de diversos escenarios multilaterales y emprender medidas político – diplomáticas con dicho fin, y sostiene claramente, que el fin de las transmisiones radio televisivas ilegales es una condición indispensable para la normalización de las relaciones.

Omar Pérez Salomón

El bloqueo estadounidense a Cuba, huella putrefacta de la Guerra Fría




El 27 de octubre el mundo nuevamente rechazará el bloqueo a Cuba por ilegal e inmoral, y por respeto y admiración a un pueblo que lo ha resistido con coraje y sacrificio durante más de cinco décadas.
Desde que se comenzó a aplicar el bloqueo a Cuba, su transitar ha sido contradictorio y obtuso. Estados Unidos ni siquiera, desde el punto de vista del concepto, ha querido aceptar su formulación y ejecución, utilizando para ello el eufemismo de “embargo”, confirmando de esta manera incluso, que terminológicamente, debe recurrir a la falsedad a fin de sostener una política injusta, que además ha fracasado de manera estrepitosa.
El embargo es un término jurídico que dice relación con una acción judicial mediante la cual ciertos bienes quedan afectados hasta extinguir una obligación pecuniaria, a fin de que no puedan ser utilizados por el afectado ni en su propio provecho ni en el de terceros. Resulta evidente que en el caso que nos convoca, no hay obligación de Cuba para con Estados Unidos, toda vez que el origen de esta acción tiene claras motivaciones políticas, cuyos fundamentos se basan en la decisión soberana emprendida por el pueblo cubano de iniciar en 1959, un camino de desarrollo independiente y soberano, liberándose de la tutela que había ejercido por 60 años la potencia imperial. Además, ningún tribunal ha juzgado a Cuba, ni se ha probado delito alguno que pudiera justificar tal medida.
Hablar de bloqueo, establece con precisión el ejercicio emprendido a partir de una actitud imperial, si se considera que éste se define como un acto de guerra, de hostilidad contra un enemigo al que se le pretende doblegar a través de acciones que buscan impedir que obtenga suministros, mantenga sus comunicaciones y evite que pueda desarrollar sus actividades con normalidad. El problema, en este caso, es que Cuba jamás le ha declarado la guerra a Estados Unidos y, éste formalmente tampoco lo ha hecho. Por eso es que se ha visto obligado a eludir el término que conceptualmente define esta criminal política contra Cuba.
54 años después, período en el que 10 presidentes han pasado por la Casa Blanca, el bloqueo contra Cuba ha mostrado su ineficacia para cumplir los objetivos que se había propuesto, como lo ha reconocido el propio inquilino actual de la sede del gobierno estadounidense. El entramado jurídico que sustenta el bloqueo está montado sobre la Ley de Asistencia Exterior de 1961, la de Administración de las Exportaciones de 1979, la Torricelli de 1992 y la Helms-Burton de 1996. Todas fueron aprobadas por el Congreso de Estados Unidos y es esa instancia la que debe revocarlas, sin embargo, como dio a conocer la Directora General de Estados Unidos en el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, “el Presidente tiene posibilidades, yo diría que ilimitadas, para vaciar al bloqueo de su contenido fundamental”.
Durante el último año (para que sirva de referencia), la política emprendida por el gobierno estadounidense significó que la economía y la sociedad cubana fue perjudicada en un monto calculado en 3.850.916.000 dólares, en su mayor parte (70%) por dificultades e impedimentos para realizar exportaciones de bienes y servicios. Las prohibiciones por el cierre del mercado estadunidense aumentaron 196% en este período. Así mismo, las medidas punitivas afectan los inventarios que deben mantenerse inmovilizados en el territorio cubano mientras puedan trasladarse a destinos más lejanos y la reducción de la inversión extranjera por temor a represalias y sanciones a las empresas que comercien con Cuba.
Hoy esta medida es repudiada por todo el mundo. En 1991, por primera vez Cuba presentó un Proyecto de Resolución contra el bloqueo durante el 46to. Período de Sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, pero tuvo que ser retirado con posterioridad debido a las fuertes presiones ejercidas por Estados Unidos sobre muchos países. A pesar de ello, a partir de 1992 cuando 59 países la apoyaron y solo 3 la rechazaron, durante 23 años seguidos, la aplastante mayoría de naciones (incluyendo todas los de América Latina y el Caribe) que llegaron a 188 el año pasado, rechazaron el intento estadounidense de aislar a la isla antillana. Por el contrario, como expresión de otro gran revés de su política exterior, Estados Unidos se ha quedado solo apoyado por Israel en la votación anual.
En la reciente Asamblea General de este año, Jefes de Estado y gobierno de países de todos los continentes, alzaron una vez más su voz para repudiar tal política. A través de sus máximos representantes, pueblos tan distantes y de gobiernos de diversas ideologías, como los de Ghana, Panamá, Serbia, Benin, Guinea Ecuatorial, Comores, Laos, Vanuatu, Namibia, México y Mozambique por citar algunos, clamaron por el cese del bloqueo a Cuba.
En este marco, pareciera un contrasentido la visita de Penny Pritzker, Secretaria de Comercio del gobierno de Estados Unidos a Cuba. Tal vez podría entenderse este viaje como un intento del presidente Obama de presionar al Congreso para que acelere la derogación de las leyes que mantienen el bloqueo, sin embargo como señala el destacado analista cubano Esteban Morales, la funcionaria estadounidense al comentar algunas medidas tomadas por su gobierno el pasado 18 de septiembre puntualizó que “las últimas regulaciones estaban diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba y colocarnos más cerca de alcanzar los históricos objetivos de política del presidente Obama”. El mismo Morales reflexiona al respecto “Su histórico mesianismo y la prepotencia los lleva a pensar que los demás somos tontos. Están tan acostumbrados a manipular a los otros y que les salga bien, que llegan a veces a desplegar una diplomacia tonta. Por eso su mayor reto será continuar negociando con Cuba de manera equilibrada y en igualdad de condiciones. Con respeto de su soberanía e independencia…”
En tal contexto, durante su reciente visita a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU, el presidente de Cuba, Raúl Castro, fue enfático al referirse al tema del bloqueo durante su intervención en la magna cita. Así mismo, en la reunión bilateral que sostuvo con el presidente estadounidense, en un ambiente “respetuoso y constructivo”, según informó el canciller cubano Bruno Rodríguez, el mandatario cubano le reiteró a Obama su opinión respecto de que va a haber relaciones normales entre Cuba y Estados Unidos cuando el bloqueo, que causa daños y privaciones al pueblo cubano y afecta los intereses de los ciudadanos estadounidenses, sea levantado.
De igual manera, el máximo responsable cubano de la política exterior expuso que el ritmo del proceso hacia la normalización de las relaciones entre los gobiernos de Esta¬dos Unidos y Cuba dependerá del levantamiento del bloqueo, que persiste en su totalidad y está en completa aplicación. Por ello, y considerando que el proceso de restablecimiento y normalización de relaciones no ha significado cambios sustanciales respecto del bloqueo, Cuba presentará nuevamente un proyecto de resolución similar al de los 23 años anteriores. Este proyecto será debatido y votado por la Asamblea General el próximo martes 27 de octubre.
Vale decir, que también al interior de Estados Unidos, son cada vez más, los que alzan sus voces para exigir el fin del bloqueo. En una declaración emitida por Engage Cuba, un grupo lobbysta de Estados Unidos que favorece las relaciones bilaterales, al referirse a la visita de las Secretaria Pritzker expuso que la misma es “un avance positivo que fortalecerá el momento sin precedentes en las relaciones Cuba-Estados Unidos” para concluir reafirmando que “A la vez que aplaudimos este viaje, consideramos absurdo que la política de Estados Unidos prohíba a nuestra propia Secretaria de Comercio promover las exportaciones estadounidenses durante su viaje a Cuba. El Congreso debe hacer su trabajo y levantar el embargo para un mejor fortalecimiento de los negocios en ambos países”.
Por su parte, en una carta fechada el pasado 8 de octubre y enviada a los líderes del Congreso de Estados Unidos, nueve gobernadores de ese país han solicitado el levantamiento del bloqueo, por ser un impedimento para la normalización de las relaciones entre ambos países. En la misiva exteriorizaron que “Como gobernadores de los estados de Estados Unidos, escribimos para compartir nuestro apoyo al fin de las sanciones comerciales actuales impuestas contra Cuba. Es hora de que el Congreso tome medidas y retire las restricciones de viaje, financieras y otras que impiden una relación normal y el comercio entre nuestro país y Cuba”.
Así mismo, conocidas encuestadoras de Estados Unidos han mostrado que en los últimos meses ha habido un sustancial crecimiento del rechazo de la población y sectores sociales de ese país al mantenimiento del bloqueo a Cuba. En particular, esa cifra es aplastante entre los ciudadanos estadounidenses de origen cubano. Entre ellas, están la encuestadora Bendixen, Public Policy Polling, Universidad Internacional de la Florida, Hearst Corporation, el Pew Research Center y la empresa Associated Gik quienes confirmaron lo señalado anteriormente.
Ya hace un año, el 12 de octubre de 2014, The New York Times, el medio de comunicación más influyente del país, publicó un editorial en el cual señalaba el beneficio que significaba para los dos pueblos la eliminación del bloqueo y el aumento de los mecanismos de intercambios culturales.
En este contexto, será verdaderamente interesante constatar qué postura asumirá Estados Unidos el próximo 27 de octubre. Un voto en contra, sería reflejo de una actuación contradictoria con el discurso del presidente, y de alguna manera, expresión de la debilidad que se ha hecho manifiesta en sus últimas decisiones de política exterior. Otras opciones, son que se abstenga o se ausente de la sala durante la votación. Más que una decisión referida a un tema internacional, la misma se sustentará en consensos y equilibrios internos que el presidente considerará, sobre todo cuando la campaña para elegir su sucesor o sucesora está lanzada. Queda por ver también que hará Israel en esta situación. Lo único seguro, es que el 27 de octubre el mundo nuevamente rechazará el bloqueo a Cuba por ilegal e inmoral, y por respeto y admiración a un pueblo que lo ha resistido con coraje y sacrificio durante más de cinco décadas.

Sergio Rodríguez Gelfenstein. Venezolano Licenciado y Magister en Relaciones Internacionales por la Universidad Central de Venezuela. Analista y consultor internacional. Profesor del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual" del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela.

viernes, 23 de octubre de 2015

Devolver GITMO e indemnizar a Cuba




“La demanda de compensación proveniente de un estado soberano que negocia la normalización de sus relaciones con Estados Unidos ayudará a que crezca la comprensión de la extensa deuda que tiene Washington en el mundo por sus atropellos”, manifiesta el escritor y columnista Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, en un artículo aparecido el 13 de Octubre en el Philadelphia Inquirer.
También es bueno que haya salido a relucir la situación de la base naval de Estados Unidos (GITMO) que ilegalmente mantiene desde hace más de un siglo en el oriente de la isla y la devolución a Cuba del territorio que ésta ocupa, considera Weisbrot.
El Presidente Obama inició un cambio histórico cuando decidió en diciembre comenzar a normalizar las relaciones con Cuba. Era el reconocimiento del fracaso de más de medio siglo tratando de derrocar al gobierno cubano con invasiones, intentos de asesinatos, bloqueo económico y otras vilezas.
Fue también una concesión a la mayoría de los gobiernos del hemisferio, que habían hecho saber a Washington en 2012 que, sin Cuba, no habría nuevas Cumbres de las Américas porque, si así fuera, se abstendrían ellos de participar.
Sin embargo, aún Estados Unidos no ha considerado necesario hacer cambios en sus objetivos respecto a Cuba, lo que se constata en varias declaraciones oficiales indicando que el propósito de normalizar las relaciones y expandir el comercio con Cuba es el mismo de antes, cambiar el régimen (regime change)… sólo que por otros medios. No obstante, no hay dudas de que se trata de un gran paso adelante, apunta Weisbrot. Washington llevaba décadas aislado en su política exterior por el bloqueo a Cuba, con reiteradas votaciones en su contra en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la votación más reciente, el pasado año, el resultado fue de 188 a 2, con solo Israel votando junto a Estados Unidos.
Recientemente el gobierno cubano reiteró su posición de que para que las relaciones puedan ser normales, Estados Unidos no solo debe terminar el bloqueo, debe también compensar a Cuba por los daños que éste ha causado a la Isla y su pueblo durante los últimos 54 años. El Presidente Raúl Castro recordó además a Washington que, en aras de la normalización de relaciones, la ilegal base militar convertida en prisión que mantiene en la bahía de Guantánamo debe retirarse y el territorio que ocupa devuelto a Cuba.
Según Weisbrot, son solicitudes enteramente razonables, dado que Estados Unidos, siendo la fuerza ocupante de la Isla a inicios del siglo XX, forzó a Cuba a que le concediera permiso para establecer la base militar en 1903, como una de las condiciones sine-qua-non para acceder a su “independencia”.
Agréguese -señala Weisbrot- que aún sin tomar en cuenta la manera en que se originó el arriendo del territorio para la base, éste fue otorgado para una base naval y estación carbonera, no para una prisión. “Es como si alguien, violando los términos de un arriendo, alquilara un apartamento y lo utilizara para vender drogas ilícitas”. Y GITMO es hoy una ofensa aún mayor para los cubanos, convertida en una prisión notoria por las torturas y otros abusos a prisioneros, la mayoría de ellos declarados no imputables, o sin pruebas contra ellos que permitan su procesamiento.
La demanda cubana de reparaciones es igualmente sensible. El bloqueo de 54 años ha causado a Cuba decenas de millones de dólares de daños, escaseces de alimentos y medicinas, barreras a la inversión extranjera y carencias infraestructurales hasta de agua limpia.
Es difícil calcular los daños del bloqueo a Cuba, aunque se sabe que multiplican muchas veces el monto total de las reclamaciones de los negocios e individuos estadounidenses que perdieron propiedades en Cuba por efecto de la revolución social.
Weisbrot opina que será difícil que Washington reconozca su deuda a los cubanos por los crímenes contra la Isla, porque teme abrir compuertas a las demandas de tantos países en los que el gobierno de Estados Unidos ha contribuido al sacrificio masivo de personas y a la destrucción de sus riquezas materiales.
Bill Clinton es el único presidente moderno de Estados Unidos que ha expresado pesar por los crímenes de su país contra otras naciones. Fue él quien pidió perdón a Guatemala por el papel de Estados Unidos en el prolongado genocidio a cargo de dictaduras militares que tiranizaron ese país desde la década de 1950 hasta la de 1980.
Esta declaración de Clinton ha sido prácticamente ignorada.

Manuel E. Yepe

Obama: habla mucho, hace poco




Una de las preguntas que es posible formularse desde Cuba es por qué el criminal bloqueo aplicado en contra de Cuba desde hace más de medio siglo –de lejos, un record absoluto a nivel mundial por su radicalidad, ensañamiento y duración- todavía se mantiene sin cambios. Las bellas palabras y los amables gestos de Barack Obama, John Kerry y otros altos funcionarios del régimen norteamericano.
Digo “régimen” porque en ciencia política así se califica a cualquier gobierno que viola los usos y costumbres de la comunidad internacional, su legalidad y las resoluciones de las Naciones Unidas. Casos notables de “régimen” son los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, para los cuales todo lo anterior carece de importancia, se burlan de las disposiciones y recomendaciones de las Naciones Unidas y actúan haciendo de la prepotencia y la impunidad el rasgo distintivo de su gestión gubernativa.
En el caso que nos ocupa y a diez meses del histórico anuncio conjunto del presidente norteamericano y su par cubano nada ha cambiado. Como dicen algunos amigos de la isla, en donde la ironía y el sentido del humor son tan afilados como el mejor acero, la canción de moda que se canta hoy en Washington cuando se habla de Cuba dice en uno de sus versos “killing me softly”, o sea, “mátame dulcemente”. El objetivo del imperio es el mismo de antes: precipitar el derrumbe de la revolución y promover, mediante iniciativas inocentes sólo en apariencia el logro del tan anhelado “cambio de régimen”. Ahora con dulzura, antes, con los predecesores de Obama, apelando al sabotaje, la invasión y los atentados. Pero el objetivo estratégico no ha cambiado.
Para los distraídos recuerdo que cuando en Washington se habla de “cambio de régimen” de lo que se trata es de fomentar una guerra civil, perpetrar indecibles atrocidades y, de ser posible, apoderarse de esos desdichados países y sus riquezas. Los ejemplos más recientes son Libia, Irak y Afganistán, y lo que hoy se está intentando en Siria. Por supuesto, las cubanas y los cubanos saben muy bien esto, porque si hay un pueblo que conoce a Estados Unidos y su clase dominante ese pueblo es el cubano. Por eso no están sorprendidos por la continuidad del bloqueo y las enormes dificultades que esto les ocasiona en su cotidianidad.
Obama eliminó a Cuba de la lista de países auspiciantes del terrorismo, lugar al que había sido confinado por uno de los presidentes más ignorantes y brutales de la historia de los Estados Unidos, el semianalfabeto Ronald Reagan. Pero todavía no se puede operar con tarjetas de crédito que, directa o indirectamente, tengan relación con un banco o una empresa norteamericana; el acceso a internet sigue siendo un dolor de cabeza para las empresas, los funcionarios, los académicos y el público en general, víctimas de una de las formas más sutiles de asfixia de una sociedad en el mundo actual.
La reciente visita de la Secretaria de Comercio de Estados Unidos no permite apreciar ningún cambio concreto en el corto plazo. Como lo hemos dicho en numerosas oportunidades la Casa Blanca cuenta con suficientes atribuciones como para poder dar pasos muy importantes que redundarían en beneficio de la vida de los cubanos, cuya condición un documento del gobierno norteamericano (Estrategia de Seguridad Nacional 2015) asegura querer mejorar. En ese texto se establece la necesidad de que los cubanos “decidan libremente” sobre su futuro.
Resulta por lo menos paradojal que para poder decidir en libertad Washington considere que la mejor ayuda es establecer toda clase de obstáculos para acceder a internet, dificultar las relaciones económicas entre los dos países, mantener restricciones a los viajes o límites a los objetos que los residentes en Estados Unidos pueden adquirir en la isla y toda una interminable lista de limitaciones que más que encaminadas a fomentar el florecimiento de la libertad en Cuba, como asegura el citado documento, fueron concebidas para hostigar a una población, provocar su malestar y crear un clima de opinión sedicioso y destituyente.
Obama debería recordar, además, que el bloqueo es una flagrante violación de los derechos humanos y la legalidad internacional, y que haría una importante contribución a la humanidad si comenzara a desmontar esa infernal maquinaria de dolor y de muerte.

Atilio A. Boron. Investigador Superior del Conicet​. ​ Investigador del IEALC, Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

El imperialismo de EE.UU., The New York Times y Cuba.




El imperialismo de EE.UU. es el enemigo histórico y el enemigo actual de la existencia de una nación independiente en Cuba y de todo proceso de liberación y de vida digna del pueblo cubano. Nunca le fue posible a Cuba tener en EE.UU. un buen vecino. Desde que logramos quitarnos su yugo, el 1ro. de enero de 1959, hasta hoy, ha estado tratando de desbaratar nuestro socialismo de liberación nacional y someternos otra vez, de manera sistemática y por todos los medios, desde los más criminales hasta los más sutiles. La conciencia maravillosa que hemos desarrollado, la unidad y la fuerza que tenemos, han sido el valladar eficaz frente al imperialismo.
En la situación actual, han crecido los intercambios y las interacciones entre personas de los dos países, sin que el gobierno imperialista de EE.UU. haya cedido un milímetro en sus objetivos contra Cuba. La sombra ominosa de la Resolución Conjunta de su congreso, de 1898, está ahí: “El pueblo de Cuba es y de derecho debe ser…” Es decir, nosotros decidimos qué es el pueblo de Cuba y qué derechos debe tener; su soberanía, su Estado y la voluntad de su pueblo son inaceptables para nosotros; no les perdonaremos jamás la ofensa de liberarse y el mal ejemplo que han dado; nunca les permitiremos ser libres. Para los imperialistas que gobiernan EE.UU., todos los cubanos somos negros.
Veo con alegría todo lo concerniente a avances y facilidades en las relaciones entre los cubanos que vivimos en Cuba y los que viven fuera de Cuba, y entre estos, naturalmente, los que viven en EE.UU., que forman con mucho la mayor colonia cubana en el exterior. Me parece muy positivo que artistas, deportistas y otros especialistas que viven en nuestro país realicen actividades en EE.UU., algo que no sería noticia si ese país tuviera un comportamiento menos agresivo, y que a personas de ese país amigas de Cuba, o interesadas en conocernos, se les permita por su gobierno venir a Cuba. Al mismo tiempo, no me descuido en cuanto a la realidad de que el imperialismo norteamericano siempre ha tratado de adaptar todas las coyunturas a su designio agresivo contra Cuba, y trabajar en ellas. Hay más de medio siglo de ejemplos conocidos.
The New York Times es una gran empresa del sector de información y formación de opinión pública, antigua e influyente, y se sujeta a normas correspondientes a la idea que tiene de su función y al papel que le toca al servicio del orden vigente en su país y su política exterior imperialista. En todo sistema de dominación desarrollado cada uno tiene su esfera, sus maneras y su función. Que yo sepa, nunca ha mostrado alguna simpatía por la sociedad que tratamos de edificar en Cuba, pero puedo admitir que forma parte del sector educado de nuestros enemigos. Eso, sin embargo, no lo hace menos peligroso: puede ser un vehículo mucho más eficaz que los medios de comunicación que hacen el trabajo sucio, si se trata de confundirnos, dividirnos, ponernos a pelear alrededor de nuestros males y deficiencias, y de sembrar desconfianza y cizaña entre nuestros amigos de la América Latina, el Caribe y los propios EE.UU.
Por eso me preocupa que en la ampliación de los contratos en unas relaciones que crecen, ellos lleguen a incluir el tratamiento de nuestras cuestiones sociales en los medios del imperialismo. Estamos viviendo en Cuba un tiempo crucial de enfrentamiento cultural entre el socialismo y el capitalismo. Los que bregamos a favor de la victoria del socialismo estamos obligados a actuar acertadamente y a mostrar con claridad las cuestiones principales, porque, en tiempos como estos, esas cuestiones exigen claridad y determinación.

Fernando Martínez Heredia

viernes, 9 de octubre de 2015

Cuba hoy. Los logros y las irregularidades




Tras 56 años de Revolución, Cuba está cambiando. Los acercamientos a Estados Unidos, la apertura a mercados internacionales y el anuncio del VII Congreso del Partido Comunista Cubano marcan los inicios de un viraje que, pese a todo, resiste y muestra con orgullos sus conquistas.

Los logros del socialismo

En el marco del especial sobre Cuba, desde Marcha decidimos mostrar lo que es el socialismo cubano hoy. Desde sus logros más destacables hasta sus situaciones más irregulares. Todo cruzado por el contexto de un bloqueo económico y comercial y una conducción centralizada.
Cuba ha representado por más de medio siglo una resistencia férrea al imperialismo. Pasó la Guerra Fría, la Unión Soviética, crisis económicas diversas, y el pueblo cubano continúa como bastión de una lucha contra el capitalismo, pese a las claras dificultades de construir un proyecto socialista en los límites de un país (más encima en una pequeña isla del Caribe).
El VI Congreso del Partido Comunista Cubano definió, entre otras cosas, abrirse a mercados internacionales. Pero también determinó que la salud, educación y otros derechos sociales continuarán siendo prioridad en el socialismo cubano. No es de menos, puesto que en esta materia es donde la revolución muestra orgullosa sus credenciales.
Cuba entrega educación gratuita y de calidad en todos los niveles educativos. Fue el primer país de América Latina en erradicar por completo el analfabetismo. La inversión pública de Cuba en educación grafica la importancia que tiene para el desarrollo de la sociedad: El 13% del Producto Bruto Interno (PBI) es destinado a educación, el porcentaje más alto en todo el mundo.
Según el Informe de Seguimiento de la Educación para Todos, elaborado por la UNESCO este 2015, Cuba fue el único país del continente en cumplir con los objetivos trazados en el año 2000. Entre ellos destacan la universalización de la educación primaria, garantía de iguales oportunidades de acceso al aprendizaje, suprimir disparidad entre los sexos, etc.
La misma Unesco ha declarado que la educación en Cuba “es un ejemplo para el mundo”.
La salud es, al igual que la educación, garantizada para todos. Y se repiten los logros de la revolución: El país está libre de desnutrición infantil, mantiene una tasa de mortalidad infantil de 4,2 por cada mil nacidos vivos, la cifra más baja del continente, tiene la mejor cifra de médicos por habitante en el mundo (1 cada 133), la esperanza de vida al nacer es de 78,45 años y presta colaboración internacional (cerca de 30 mil médicos cubanos) en más de 66 países del mundo.
Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alabado el sistema cubano. En su visita a la isla en 2014, la directora Margaret Chan señaló que “Cuba es el único país que he visto que tiene un sistema de salud estrechamente relacionado con la investigación y el desarrollo en ciclo cerrado. Es esta la dirección correcta, porque la salud humana no puede mejorar si no es con la innovación (…) Deseamos ardientemente que todos los habitantes del planeta puedan tener acceso a servicios médicos de calidad, como en Cuba”.

Irregularidades

La contracara de la Revolución. Pese a los logros del proyecto cubano, no son pocas las situaciones irregulares y contradictorias que se viven hoy en la isla, partiendo por una centralización burocrática y las consecuencias que esto trae.
Una de las situaciones reconocidas por el VI Congreso es que la economía cubana estaba estancada. Bajo crecimiento, baja productividad, atraso tecnológico (se mantiene mucha tecnología de la época de la URSS).
La pobre situación económica del país ha repercutido en los salarios, cada vez más insuficientes para abarcar los costos de la vida en la isla. Tras las últimas crisis económicas en la isla, se permitió el ingreso de remesas desde el extranjero, fomentando la diferenciación social. Se da, entonces, casos de personas que pueden vivir exclusivamente de lo que les envían familiares desde el extranjero. “Eso nos plantea un dilema capital y filosófico de esta sociedad, ya que aquí siempre se ha premiado el mérito. Pero el recibir remesas de la familia en el extranjero no simboliza ningún mérito en especial. El monto de las remesas es importante, es mayor aún que el ingreso por turismo y entonces genera una desigualdad, por lo pronto en el consumo, que no existía para nada”, señaló Esther Pérez en entrevista con Marcha.
La creciente importancia del turismo en la economía y la existencia de la doble moneda han aumentado las diferencias sociales. Existen sectores de la población que reciben su sueldo en CUC (peso convertible) y otro en CUP (peso cubano), aunque la eliminación de la doble moneda parece ser una de las próximas reformas.
La baja productividad ha generado una gran escasez en Cuba. Si bien existe la Libreta de Abastecimiento, con la que el Estado entrega productos básicos subsidiados (arroz, azúcar, leche, etc.), actualmente no alcanza para abarcar las necesidades de la población. Pese a todo, sigue siendo la principal fuente de abastecimiento de los sectores más vulnerables. Los productos que no están incluidos en la Libreta se suelen distribuir a través de mercados paralelos. Son redes “ilegales”, pero finalmente toleradas por el Estado, al abarcar las necesidades no cubiertas de la población. Según Rolando Astarita, docente de economía en la UBA, la existencia de los mercados negros representa una forma de acumulación proto-capitalista, representada en el funcionario estatal que desvía recursos hacia el mercado negro para así acumular riqueza.
En 2011 se decidió levantar la prohibición de compraventa de viviendas, abriendo el paso al negocio inmobiliario. Quienes se han aprovechado de la situación desde el poder estatal son las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que con gran influencia en la conducción del Estado han generado negocios paralelos. El holding Gaesa, por ejemplo, controlado por militares, tiene hoteles, restaurantes, agencias de viajes, inmobiliarias, cadena de joyerías, etc.
La centralización burocrática explica gran parte de los fenómenos asociados a la corrupción interna en Cuba. Según el cubano Esteban Morales Domínguez, “la burocracia resulta ser corrupta por su propia naturaleza; tiende a usufructuar los bienes estatales como si les pertenecieran y en medio de esa confusión de la que no nos hemos librado aún, entre propiedad estatal y propiedad social, la burocracia inclina más las cosas hacia el ordeno y mando, disponiendo de los bienes estatales, administrándolos, e incluso, disfrutando de ellos, olvidando, no pocas veces, que los bienes son del pueblo, son propiedad social, y no de ningún gobierno en particular. Por lo que los trabajadores no deben permitir que ningún organismo burocrático luche solo contra la corrupción, sin su explícita participación y fiscalización”.

Francisco Parra

jueves, 8 de octubre de 2015

A propósito del 8 de octubre: Che, más allá del mito




El 11 de octubre de 1967, Walt Rostow, asesor del presidente estadounidense Lyndon Johnson, le envía a éste un memorando donde analiza las implicaciones del ajusticiamiento de Ernesto Che Guevara: “Su muerte marca la desaparición de otro de los agresivos revolucionarios románticos… En el contexto latinoamericano, tendrá un gran impacto en descorazonar futuros guerrilleros”. A pesar de la sensación de triunfo que embargó a los sectores dominantes estadounidenses y latino-caribeños del momento, la desaparición física del Comandante Guevara no impidió que se mantuviera latente la lucha de resistencia de los pueblos de nuestra América por su liberación nacional.
Médico de profesión, pero revolucionario internacionalista de convicción, más allá del mito, el Che representa un ejemplo permanente de pensamiento y de acción en pos de la construcción de un modelo de civilización de nuevo tipo, como lo demostrara en diversos momentos de su vida, reivindicando una tradición de lucha revolucionaria que diera comienzo con el proceso independentista de las naciones de nuestro continente. En él no tenían cabida los prejuicios chovinistas exhibidos por algunos seudo revolucionarios para quienes la revolución es un proceso a desarrollarse fronteras adentro de sus países, sin llegar a comprender a cabalidad la dimensión de la lucha anticapitalista y antiimperialista al lado de todos los demás pueblos del planeta.
Esa visión internacionalista de la revolución le llevó a dejar Cuba, donde fácilmente pudo quedarse con su familia y ejercer funciones importantes de gobierno. Sin embargo, en vez de ello decidió incorporarse a las guerrillas que combatían el colonialismo belga en África. Incluso, tuvo la idea de unirse a la lucha guerrillera en Venezuela, pero por diferencias con quienes estaban al frente de la misma no pudo concretarse, teniendo que esperar su momento para ir a Bolivia y, desde allí, crear las condiciones necesarias para que la América nuestra insurgiera en masa contra el imperialismo y sus lacayos tradicionales. Todo esto en un contexto generalizado de lucha antiimperialista, cuyos símbolos más resaltantes entonces eran Vietnam y Cuba, enfrentados en una guerra asimétrica contra el poderío militar y económico de Washington.
Pero, al margen de sus experiencias militares conocidas, el Che demostró sus dotes como teórico original del socialismo revolucionario, de modo que se pudiera contar con las herramientas ideológicas adecuadas a la realidad cubana, en un primer lugar, y que éstas, en un segundo plano, sirvieran para orientar lo propio en otras latitudes a fin de destruir el orden imperante de explotación y alienación creado por el sistema capitalista hegemónico. Esto lo condujo a teorizar sobre el hombre y la mujer nuevos, dejando a la posteridad un conjunto de reflexiones fundamentales para emprender la transición hacia el socialismo.
Como lo recordara el Comandante Fidel Castro el 15 de octubre de 1967 durante la velada en su memoria, el Che “no es que reuniera esa doble característica de ser hombre de ideas, y de ideas profundas, la de ser hombre de acción sino que Che reunía como revolucionario las virtudes de un revolucionario: hombre íntegro a carta cabal, hombre de honradez suprema, de sinceridad absoluta, hombre de vida estoica y espartana, hombre a quien prácticamente en su conducta no se le puede encontrar una sola mancha. Constituyó, por sus virtudes, lo que puede llamarse un verdadero modelo de revolucionario”.
Para el Che Guevara, la conciencia revolucionaria mediante el trabajo voluntario, sin percibir remuneración material alguna, como es habitual bajo la lógica del capitalismo, era un modo apropiado de formar y elevar la conciencia socialista de los revolucionarios y convertirla en fuerza vital para alcanzar los cambios estructurales que debiera impulsar y consolidar la Revolución en todo momento. Por ello, no elude la polémica (todavía vigente) frente al dogmatismo soviético, el cual contradecía los postulados ideológicos del materialismo científico y que, décadas después, confirmaría lo que ya anticipaba el Che respecto al verdadero carácter contrarrevolucionario y reformista del Estado y de la burocracia imperantes en la extinta Unión Soviética.
Del mismo modo que el Che lo alertara en su Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental, en abril de 1967, “todo parece indicar que la paz, esa paz precaria a la que se ha dado tal nombre, sólo porque no se ha producido ninguna conflagración de carácter mundial, está otra vez en peligro de romperse ante cualquier paso irreversible e inaceptable, dado por los norteamericanos. Y, a nosotros, explotados del mundo, ¿cuál es el papel que nos corresponde? Los pueblos de tres continentes observan y aprenden su lección en Vietnam. Ya que, con la amenaza de guerra, los imperialistas ejercen su chantaje sobre la humanidad, no temer la guerra es la respuesta justa. Atacar dura e ininterrumpidamente en cada punto de confrontación, debe ser la táctica general de los pueblos. Pero, en los lugares en que esta mísera paz que sufrimos no ha sido rota, ¿cuál será nuestra tarea? Liberarnos a cualquier precio”.
En la actualidad, su legado revolucionario conserva toda una vigencia plena, fuera de todo dogma que pretenda limitarlo y siempre abierto a las nuevas generaciones de revolucionarios a profundizar en sus enseñanzas para la construcción definitiva y verdadera de la revolución socialista.

Homar Garcés

miércoles, 7 de octubre de 2015

Tributo al Che este 8 de octubre en Santa Clara




Mañana jueves, un grupo de jóvenes protagonizará el cambio de flores en el Mausoleo que guarda los restos de los combatientes caídos

Este 8 de octubre, el pueblo santaclareño, en representación de toda Cuba, rendirá sentido homenaje al Guerrillero Heroico en ocasión de conmemorarse ese día el aniversario 48 de su caída en combate en tierras bolivianas.
Desde el día anterior a la fecha, comenzarán las actividades con la tradicional caminata universitaria Por la Ruta del Che, la cual se iniciará en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas y concluirá en la Loma del Ca­piro, sitio decisivo en la Batalla de Santa Clara, donde tendrá lugar un concierto del dúo Buena Fe.
De acuerdo con la explicación de Yoel Padrón Padrón, ideológico de la UJC en el te­rritorio, el 8 de octubre, como ya es costumbre, un grupo de jóvenes destacados protagonizará el cambio de flores en el Mausoleo que guarda los restos de los combatientes caídos, además de tener lugar el acto por el aniversario 40 de la Ciudad Escolar Comandante Er­nesto Che Guevara.
Luego, en la Plaza que se honra con llevar el nombre del Guerrillero Heroico, se desarrollará el acto nacional de iniciación de pioneros, donde centenares de niños de primer grado recibirán sus pañoletas azules, ceremonia que será replicada en todas las escuelas primarias del país.
Asimismo, durante la jornada serán reconocidos los organismos e instituciones de la provincia de mejores resultados en el quehacer económico y social, además de homenajear a las numerosas fábricas e industrias fundadas por el Che en Villa Clara, señaló el funcionario.
Como parte de la solemnidad, tendrá lugar la entrega del carné del Partido y la UJC a personas merecedoras de ese alto honor, dijo Pa­drón, quien explicó que también habrá matutinos y vespertinos en todos los centros de trabajo y estudio para recordar al Héroe de la Quebrada del Yuro.
De esta manera volverán a hacerse realidad los versos de Nicolás Guillén, cuando al referirse al Che, dijo: “Estás en todas partes, vivo, como no te querían”.

Ángel Freddy Pérez Cabrera | freddy@granma.cu

martes, 6 de octubre de 2015

Crimen en Barbados




En el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, Granma recuerda los vínculos de los asesinos que perpetraron el crimen contra el avión de Cubana.

Al dolor de los familiares de las víctimas del crimen de Barbados se unió en duelo el pueblo cubano. Foto: Archivo
Varios documentos secretos desclasificados por el Departamento de Estado de Es­ta­dos Unidos elaborados en 1976, consideran al terrorista internacional de origen cubano Luis Posada Carriles, hoy protegido en el te­rritorio norteamericano, como el autor más probable del acto terrorista contra el avión civil de Cubana de Aviación, en el que mu­rieron las 73 personas que viajaban a bordo, el 6 de octubre de ese año.
El memorando enviado al entonces secretario de Estado Henry Kissinger por dos altos funcionarios de la Agencia Central de In­teligencia, analiza las denuncias del líder de la Revolución cubana Fidel Cas­­tro Ruz sobre el involucramiento de agencias estadounidenses en el derribo de la aeronave.
El documento afirma que la CIA tuvo vínculos con tres de las personas investigadas por tener relación con el derribo del avión cubano, pero aclara: “cualquier participación que esas personas pudieran haber tenido con el derribo ocurrió sin el conocimiento de la Agencia”.
El texto aborda en detalles los vínculos de esa Agencia con los investigados y cita directamente a Hernán Ricardo Lozano y Freddy Lugo, quienes años más tarde fueron sentenciados por haber sido los autores materiales del acto terrorista, al colocar las bombas que lo hicieron estallar en pleno vuelo.
Además con Luis Posada Carriles, quien desde el año 2005 reside en Estados Unidos, sin ser extraditado a Venezuela para ser juzgado por los crímenes que cometió en ese país cuando ejerció como represor durante los años se­senta y setenta del siglo pasado, y era conocido como el temible Comisario Basilio. Hay que tener en cuenta que Posada Carriles fue un agente asalariado desde el 13 de marzo de 1965, según consta en su expediente personal en los archivos de la CIA, cuando se le asignó el nombre clave de AMCLEVE/15.
La CIA también admitió haber tenido vínculos con el criminal Orlando Bosch Ávila, quien falleciera impune en Miami, donde vi­vió desde que fuera indultado por el presidente George H. W. Bush —director de la CIA en 1976.
También reconoció sus vínculos con el terrorista Francisco Eulalio Castro Paz, alias Frank Castro, lugarteniente de Bosch Ávila en la organización extremista Acción Cu­bana, y quien conspirara en mayo de 1977 —según otro documento estadounidense desclasificado— para derribar un avión mexicano cuya ruta se iniciaba en Miami y terminaba en La Habana, con la intención de amedrentar a los pasajeros que se dirigieran a Cuba.
El documento revelado confirma que la CIA también tuvo nexos con Orlando García Vázquez, alto funcionario de los cuerpos represivos de Venezuela durante los mandatos de Carlos Andrés Pérez y con Ricardo Morales Navarrete, un mercenario de origen cubano a quien esa agencia envió al Congo belga como parte de su intervención en el conflicto bélico en ese país en 1965.
Morales Navarrete fue insertado después en los cuerpos represivos de Venezuela, como parte del amplio programa de contrainsurgencia de Es­­tados Unidos, que empleó a cientos de emigrados cubanos como mercenarios en varios países de América Latina.
El documento, que está firmado por Ha­rold H. Saunders, director del Buró de In­teligencia e Investigaciones del Depar­tamento de Estado y el subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Harry W. Shlau­deman, ya formaba parte de la colección del Archivo Nacional de Seguridad, pero en una versión censurada, fue desclasificado por la Oficina del Historiador del De­partamento de Estado dentro de un volumen de documentos referidos a América Central y México, entre 1973 y 1976.
Cuba ha denunciado en múltiples escenarios internacionales que el acto terrorista que derribó al avión civil cubano fue parte de una conspiración. Este fue el intento logrado de los 14 planes identificados que los terroristas de origen cubano concibieron, con conocimiento de los servicios de inteligencia estadounidenses.
El 22 de junio de 1976, existió un plan para derribar un avión de Cubana de Aviación, que salía de Pa­namá, con destino a La Habana; el 9 de julio de ese mismo año, ejecutaron un intento similar en Jamaica; en mayo de 1977 el plan se dirigió contra un avión de una línea aérea mexicana; después en un avión de la compañía española Iberia se transportó desde Madrid una bomba camuflada en latas de leche en polvo, y el mismo Posada Carriles urdió planes similares cuando desde Cen­troamérica comenzaron a volar aviones civiles con destino a Cuba en la década de los noventa.
Desde que se conoció la revelación de los documentos hace varios meses, no se ha iniciado ninguna acción judicial contra el terrorista Luis Posada Carriles para investigar si la afirmación del Departamento de Estado de Estados Unidos es válida. La impunidad histórica protege a este y a otros extremistas cubanos en ese país, que persisten en emplear la violencia con fines políticos.

José Luis Méndez | internet@granma.cu
Investigador del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado

lunes, 5 de octubre de 2015

Celebran medio siglo de fundación del Partido Comunista de Cuba




El aniversario 50 de la creación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y el periódico Granma, órgano oficial de esa organización política, fue motivo de celebración entre fundadores.

domingo, 4 de octubre de 2015

El discurso más aplaudido el primer día del 70 Período de Sesiones de la Asamblea General de la ONU




Estimados Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno;

Distinguidos Jefes y Jefas de Delegaciones;

Señor Secretario General de las Naciones Unidas;

Señor Presidente:

Hace 70 años que, en nombre de los pueblos, los miembros de esta organización suscribimos la Carta de las Naciones Unidas. Nos comprometimos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y a edificar una nueva forma de relacionarnos bajo la guía de un conjunto de propósitos y principios, que debían augurar una época de paz, justicia y desarrollo para toda la humanidad.
Sin embargo, a partir de entonces, han sido constantes las guerras de agresión, la intervención en los asuntos internos de los Estados, el derrocamiento por la fuerza de gobiernos soberanos, los denominados “golpes suaves” y la recolonización de territorios, que han sido perfeccionados con formas de actuar no convencionales, con el empleo de nuevas tecnologías y esgrimiendo supuestas violaciones de los derechos humanos.
Es inaceptable la militarización del ciberespacio y el empleo encubierto e ilegal de las tecnologías de la información y las comunicaciones para agredir a otros Estados, como también lo es que se distorsione la promoción y protección de los derechos humanos, utilizándolos de forma selectiva y discriminatoria para validar e imponer decisiones políticas.
A pesar de que la Carta nos llama a “reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana”, el disfrute de los derechos humanos continúa siendo una utopía para millones de personas.
Se niega a la humanidad el derecho a vivir en paz y su derecho al desarrollo. Es en la pobreza y la desigualdad donde deben buscarse las causas de los conflictos, generados por el colonialismo y el despojo de las poblaciones autóctonas, primero, y más tarde por el imperialismo y el reparto de esferas de influencia.
El compromiso asumido en 1945 de “promover el progreso social y elevar el nivel de vida” de los pueblos y su desarrollo económico y social, sigue siendo una quimera, cuando 795 millones de personas sufren hambre, 781 millones de adultos son analfabetos y 17 000 niños mueren cada día de enfermedades curables, mientras que los gastos militares anuales en todo el mundo ascienden a más de 1,7 millones de millones de dólares. Con solo una fracción de ese monto podrían solucionarse los problemas más acuciantes que azotan a la humanidad. Incluso, en los países industrializados ya prácticamente desaparecieron las “sociedades de bienestar”, que se nos presentaban como el modelo a seguir. Los sistemas electorales y los partidos tradicionales, que dependen del dinero y la publicidad, son cada vez más ajenos y distantes de las aspiraciones de sus pueblos.
El cambio climático pone en peligro la existencia de la especie humana, y los Estados deben asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas ante la inobjetable realidad de que no todos los países somos responsables por igual de lo ocurrido, ni despilfarramos los recursos naturales y humanos en un consumismo irracional e insostenible.
Las consecuencias del cambio climático son especialmente devastadoras en los pequeños países insulares en desarrollo e imponen una tensión adicional a sus frágiles economías. Lo mismo sucede en África, con el incremento inexorable de la desertificación.
Nos solidarizamos con nuestros hermanos caribeños y demandamos que se les dé un trato especial y diferenciado. Apoyamos a los países africanos y reclamamos para ellos un tratamiento justo, transferencia de tecnología y recursos financieros (Aplausos).

Señor Presidente:

Con la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y, particularmente con la firma por los jefes de Estado y de Gobierno, en enero del 2014, de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, ha quedado demostrado que, por encima de nuestras diferencias, podemos avanzar hacia la unidad y la consecución de objetivos comunes en el marco de nuestra diversidad (Aplausos).
En la Proclama, reafirmamos el compromiso inquebrantable con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional y de resolver las diferencias de forma pacífica, así como la convicción de que el pleno respeto al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural constituye una condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones. Reclamamos que estos principios sirvan de base a las relaciones de otros Estados con nuestra región.
La República Bolivariana de Venezuela contará siempre con la solidaridad de Cuba frente a los intentos de desestabilizar y subvertir el ordenamiento constitucional, y destruir la obra iniciada por el compañero Hugo Chávez Frías (Aplausos) y continuada por el presidente Nicolás Maduro Moros a favor del pueblo venezolano.
De igual manera, va nuestra firme e irrestricta solidaridad a la República del Ecuador, a su Revolución Ciudadana y a su líder, Rafael Correa Delgado, quien se ha convertido en el blanco del mismo guión de desestabilización aplicado contra otros gobiernos progresistas de la región (Aplausos).
Nos solidarizamos con las naciones del Caribe que solicitan justas reparaciones por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos (Aplausos), sobre todo en un mundo en el que la discriminación racial y la represión de las comunidades afrodescendientes han ido en ascenso.
Ratificamos nuestra convicción de que el pueblo de Puerto Rico merece ser libre e independiente, luego de más de una centuria sometido a la dominación colonial (Aplausos).
Nos solidarizamos con la República Argentina en su legítimo reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur (Aplausos).
Reiteramos nuestro apoyo solidario a la presidenta Dilma Rousseff y al pueblo de Brasil en la defensa de sus importantes logros sociales y de la estabilidad del país.
Reafirmamos nuestro rechazo a la intención de extender la presencia de la OTAN hasta las fronteras de Rusia y a la imposición de sanciones unilaterales e injustas contra esa nación.
Saludamos el denominado acuerdo nuclear con la República Islámica de Irán, que demuestra que el diálogo y la negociación son la única herramienta efectiva para solventar las diferencias entre los Estados.
Renovamos nuestra confianza en que el pueblo sirio es capaz de resolver por sí mismo sus diferencias y demandamos que cese la injerencia externa.
Una solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente exige, inexorablemente, el ejercicio real del derecho inalienable del pueblo palestino a construir su propio Estado dentro de las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén oriental, lo que enérgicamente apoyamos (Aplausos).
Durante las últimas semanas nos han impactado las imágenes de las oleadas migratorias hacia Europa, que constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países del Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperantes en países del continente africano. La Unión Europea debe asumir, de manera plena e inmediata, sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar.

Señor Presidente:

Tras 56 años de heroica y abnegada resistencia de nuestro pueblo, quedaron restablecidas las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos de América.
Ahora se inicia un largo y complejo proceso hacia la normalización de las relaciones, que se alcanzará cuando se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero; se devuelva a Cuba el territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo; cesen las transmisiones radiales y televisivas y los programas de subversión y desestabilización contra la isla, y se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre (Aplausos).
Mientras persista, continuaremos presentando el proyecto de resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”.
A los 188 gobiernos y pueblos que han apoyado aquí y en diversos foros internacionales y regionales nuestra justa demanda, les reitero el eterno agradecimiento del pueblo y el gobierno cubanos por su sostenido respaldo.

Señor Presidente:

Cuba celebra, con profundo compromiso, el aniversario 70 de la Organización de las Naciones Unidas. Reconocemos que en estos años se ha intentado, pero no se ha hecho lo suficiente, para proteger a las generaciones presentes y futuras del flagelo de la guerra y su derecho a un desarrollo sostenible, sin exclusión. La ONU ha de ser defendida del unilateralismo y profundamente reformada para democratizarla y acercarla a los pueblos.
Como señalara en esta misma sala hace 15 años el compañero Fidel Castro Ruz, Líder Histórico de la Revolución Cubana —y cito: “Cualquiera comprende que el objetivo fundamental de las Naciones Unidas, en el siglo apremiante que comienza, es el de salvar al mundo no solo de la guerra sino también del subdesarrollo, el hambre, las enfermedades, la pobreza y la destrucción de los medios naturales indispensables para la existencia humana, ¡Y debe hacerlo con premura antes de que sea demasiado tarde!” —fin de la cita.
Podrá contar siempre la comunidad internacional con la sincera voz de Cuba frente a la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo, la discriminación y la manipulación; y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo, en cuyo centro se ubique, realmente, el ser humano, su dignidad y bienestar.

Muchas gracias (Ovación).

Así actúan las embajadas… de EEUU




Estados Unidos evaluó la posibilidad de asesinar al presidente boliviano Evo Morales en el año 2008, según revela un libro sobre Wikileaks publicado en septiembre que da cuenta de la intervención política de este país en América Latina para desestabilizar a los Gobiernos progresistas del continente.
wikileaks1En el año 2008, “el Departamento de Estado (de los EEUU) analizó seriamente la posibilidad de un golpe de Estado (en Bolivia), o el asesinato del presidente boliviano Evo Morales“, explican Alexander Main y Dan Beeton, autores de uno de los capítulos del libro, en un artículo publicado la semana pasada en Jacobin Magazine.
Main y Beeton trabajan en el Centro para la Investigación Económica y Política, con sede en Washington.
Durante agosto y septiembre de 2008, el Gobierno de Evo Morales se enfrentó a los líderes opositores que gobernaban los departamentos de la región conocida como la Media Luna, quienes se oponían a las reformas impulsadas por el presidente y llamaron a crear departamentos autónomos en el país.
El libro prueba que durante el conflicto, Estados Unidos estaba en “comunicación regular” con los líderes autonomistas, con quienes mantuvieron conversaciones en las que hablaron de “hacer explotar gaseoductos” y de utilizar la “violencia como una probabilidad para forzar al Gobierno…a tomar en serio cualquier diálogo”.
El conflicto de mediados de 2008 puso en riesgo la permanencia de Morales al frente de la presidencia y los enfrentamientos dejaron más de 30 personas muertas; la gran mayoría partidarias del presidente boliviano.
La situación llevó a Morales a expulsar al embajador estadounidense, Philip Goldberg, a quien acusó de colaborar con los líderes de las manifestaciones contra el Gobierno.
El libro, The Wikileaks Files: The World According to US Empire (Los Archivos de Wikileaks: El Mundo según el Imperio de los Estados Unidos), analiza decenas de miles de cables filtrados por la organización, que van desde los primeros años de la primera presidencia de George W. Bush (2001-2009), hasta la administración de Barack Obama, iniciada en 2009.
Los cables “revelan el día a día de los mecanismos de intervención política de Washington en América Latina” y ridiculizan “el mantra del Departamento de Estado de que ‘los EEUU no interfieren en la política interna de otros países'”.
Según los autores, queda demostrado que Estados Unidos proveyó de material y “soporte estratégico” a partidos opositores de derecha, “algunos de los cuales son violentos y antidemocráticos”.
“Los cables dibujan además una vívida imagen de la mentalidad de Guerra Fría de algunos embajadores estadounidenses y los muestran usando medidas coercitivas”, contra los mandatarios progresistas latinoamericanos, explican Main y Beeton.

El caso de Venezuela

También en el caso de Venezuela, la información provista por las filtraciones de Wikileaks, prueban que EEUU estuvo detrás de varios intentos de derrocamiento del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013).
Además del intento de golpe de Estado del año 2002, que quitó a Chávez del poder durante 48 horas, los cables revelan que el Departamento de Estado entrenó y apoyó a líderes estudiantiles opositores, algunos de ellos conocidos por sus intenciones de “linchar” a dirigentes del Gobierno.
Una de las comunicaciones filtradas por Wikileaks, muestran en detalle la estrategia de EEUU para sacar del poder a Chávez, que incluye “dividir al chavismo” y “aislar internacionalmente” al presidente de Venezuela.
En 2010 Wikileaks ya había dado a conocer comunicaciones secretas entre altas autoridades del Gobierno estadounidense, quienes acordaron implementar un plan para “fortalecer los lazos con los líderes militares de la región que compartan nuestra preocupación por Chávez”.
El libro menciona también la intervención política estadounidense en países como Ecuador y Nicaragua.
Wikileaks fue fundada en el año 2006 por Julian Assange, quien escribe el prólogo del libro.

Bajo el lema “abrimos los gobiernos”, la organización lleva filtrados más de un 1,2 millones de documentos clasificados de Gobiernos de todo el mundo.

(Sputnik)

sábado, 3 de octubre de 2015

Se cumplen 50 años de la histórica carta del Che a Fidel




Cuando Ernesto Guevara se sumó en México a los cubanos con la intención de derrocar al ilegítimo gobierno de Fulgencio Batista, planteó una sola cuestión al máximo dirigente del Movimiento Revolucionario 26 de Julio: que, liberada Cuba, razones de Estado no le impidieran ir a combatir a otras tierras del mundo. El compañero Fidel no solo le prometió que respetaría su decisión sino que, además, llegado el momento, Cuba revolucionaria le ayudó en su empeño.
El Che fue uno de los 82 expedicionarios del yate Granma que, el 2 de diciembre de 1956, desembarcaron en Cuba por playa de Las Coloradas. Casi 25 meses después, el Ejército Rebelde se hizo con el poder. A partir de ese momento y de manera ejemplar, el Che desarrolló tareas muy importantes. Fue presidente del Banco Nacional de Cuba y dirigió el Ministerio de Industrias. Representó a la Revolución Cubana en la Asamblea General de la ONU y en la Reunión en Punta del Este, Uruguay, en 1961, además de en otros eventos internacionales.
Pero pasó el tiempo y, en 1965, el Guerrillero Heroico decidió que ya había llegado el momento de despedirse de Cuba y, fiel a su palabra, Fidel aceptó su partida. Ese mismo año, al frente de un destacamento de internacionalistas cubanos, se trasladó al Congo —hoy Zaire— para materializar la ayuda solicitada por Gastón Soumialot, del movimiento “Patricio Lumunba”.
Fue, precisamente, antes de salir para África cuando el Che escribió la carta de despedida. Aunque entregada a su destinatario el 1 de abril, ésta —escrita sin fecha— se haría pública en el momento que se considerara más oportuno.
Como todo el mundo sabe, durante su estancia en Cuba el Che siempre fue un dirigente muy “visible”, de modo que su ausencia pronto fue notable para los amigos y, sobre todo, para los enemigos. No pasó mucho tiempo sin que éstos últimos comenzaran a especular sobre su suerte. Llegaron a decir de todo —que estaba enfermo, que había muerto, incluso; que había sido purgado por discrepancias con la dirección del proceso revolucionario y un largo etc. de barbaridades.
Durante largo tiempo, el Gobierno cubano soportó aquella sucesión de calumnias para no arriesgar la misión que el Che quería cumplir en Suramérica, tras el relativo fracaso en África. Pero, lejos de disminuir, el tamaño de la bola fue creciendo. Mientras los enemigos de la Revolución se regocijaban por algo que no había sucedido, no pocos amigos comenzaron a creerse las mentiras por aquellos vertidas.
Era ya muy perjudicial aquella campaña sin respuesta o explicación alguna a la opinión internacional por parte del Gobierno cubano. La publicación de la carta resultó inevitable.
Fue Fidel el encargado de leerla. Y lo hizo el 3 de octubre de 1965, durante su discurso pronunciado en el acto de presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el Teatro Chaplin de La Habana —hoy Karl Marx—. Se cumplen 50 años, pues, de la publicación del histórico documento.

Paco Azanza Telletxiki
Blog del autor: http://baragua.wordpress.com

Carta de despedida del Che a Fidel

Habana

Año de la Agricultura

Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos.
Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario.
Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario.
He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.
Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario,

Che