lunes, 31 de octubre de 2016

El mundo contra el bloqueo




El resultado de la votación en la Asamblea General de la ONU, este 26 de octubre, de la Resolución cubana contra el bloqueo económico, comercial y financiero de los EE.UU., su impacto internacional y el contexto en que tiene lugar

sábado, 29 de octubre de 2016

Victoria del ejemplo




Cuba fue reelecta para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU

El prestigio internacional de Cuba en materia de Derechos Huma­nos fue reconocido este viernes nuevamente al ser elegida, con 160 votos (el país más votado de la región), en la Asamblea General de Naciones Unidas, como Estado miembro del Consejo de los Derechos Humanos (CODEHU) para el periodo 2017-2019.
Con la actual elección de Cuba al CODEHU, los países miembros de la ONU reunidos este viernes en el plenario de la Asamblea Ge­neral, ratificaron la extraordinaria labor del país antillano en la protección y promoción de los derechos humanos para todos los cubanos y en beneficio también de otros pueblos del mundo, refirió el sitio web de la cancillería cubana.
Fuentes diplomáticas citadas por Prensa Latina destacaron que con esta reelección, Cuba y su pueblo derrotan una vez más las campañas en su contra, enmarcadas en la manipulación y la selectividad que aplican al tema algunas potencias occidentales.

Granma

Asalto batistiano a la embajada de Haití

Los sucesos del 29 de octubre de 1956 fueron silenciados por la prensa internacional. Ese caso nunca se discutió en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), ninguna voz se alzó para condenarlo en el Congreso estadounidense

Durante la tiranía batistiana, en Cuba no existió un Estado de derecho. Ante el atentado a un alto personero del régimen, el sátrapa y sus compinches reclamaban venganza y no los iba a detener la inmunidad diplomática. El 29 de octubre 1956, después del mediodía, comenzaron a llegar a los alrededores de la Embajada de Haití carros patrulleros. Luego, de acuerdo con el relato de un testigo excepcional a un periodista de la época, llegaron en un mismo automóvil, escoltado por otros dos patrulleros, el brigadier Rafael Salas Cañizares, jefe de la Policía Nacional, acompañado del coronel Orlando Piedra.
Ambos sabían que ninguno de los diez asilados estaba involucrado con el reciente atentado, pero lo que les importaba era «dar un escarmiento», como cuando en el Moncada se asesinó a prisioneros. Cuando se cercioraron que dentro de la embajada no se hallaban los representantes de la nación francocaribeña, Salas ordenó el avance de sus hombres. Encabezándolos, traspasó la entrada. Violaba así los convenios sobre inmunidad diplomática y asilo político suscritos con Haití y tratados internacionales de los cuales Cuba era signataria. Pero él, Salas Cañizares, estaba por encima de la ley.
Se dirigió hacia la puerta de servicio. En la cocina de la mansión halló a la sirvienta. «¿Dónde están?», inquirió. La aterrorizada mujer señaló con el índice la puerta del garaje. De ese local, donde se habían acomodado los últimos cuatro asilados, salía en ese instante Secundino Martínez, El Guajiro. Entretanto, Salas se dirigía hacia el garaje.
Según relatara un testigo excepcional, el brigadier disparó primero. Secundino, al recibir los impactos, cayó lentamente pero ya había sacado el arma que llevaba siempre escondida en su ropa. El Jefe de la Policía batistiana protegía el pecho con un chaleco antibalas pero su abdomen quedaba indefenso. El Guajiro, agonizante desde el suelo, apretó el gatillo. El esbirro se derrumbó, mortalmente herido, ante el estupor de los subalternos.
Ya la jauría había entrado en la mansión diplomática disparando y profiriendo alaridos. Solo Secundino, de los diez asilados, estaba armado. Los restantes jóvenes revolucionarios fueron acribillados y en escenas que prefiguraron las de Humboldt 7, seis meses después, sus cadáveres sanguinolentos fueron arrastrados por las escaleras hacia el jardín, donde yacían los restos de los cuatro del garaje.
Rápidamente el régimen accionó su aparato propagandístico y según afirmaba, los diplomáticos haitianos habían pedido la intervención de la policía. En un encuentro con la prensa del oficial al frente de las investigaciones, un reportero le preguntó si Salas había actuado por instrucciones de Batista. El vocero se atuvo a las instrucciones: «Eso es lo que dice la nota». Santiago Rey, ministro del gobierno, resultó más explícito: «Si lo que necesita tu revista es una confirmación, pon ahí: sí, yo lo confirmo».
La embajada de Haití citó entonces a una conferencia de prensa. Gustavo Borno, segundo secretario y encargado interino de negocios, negó la versión del gobierno: «La embajada fue violada por la policía. La situación de los refugiados en ella era muy clara. Seis contaban ya con el salvoconducto de las autoridades cubanas. Los otros cuatro estaban con aprobación nuestra… Era como si estuvieran en Haití».
El embajador haitiano Jaques Françoise intervino: «No es cierto, como se ha dicho, que en esta residencia hubiera un campamento de armas. Tampoco es verdad que se llamara a la policía».
Llevaron a los periodistas a un recorrido por la sede diplomática y demostraron in situ que era imposible que los disparos procedentes del garaje pudieran alcanzar a alguien en la puerta principal. Tampoco podían impactar a alguien situado junto a la puerta de servicio. A menos que las balas desafiaran las leyes de la Física.
Los sucesos del 29 de octubre de 1956 fueron silenciados por la prensa internacional. Ese caso nunca se discutió en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA), ninguna voz se alzó para condenarlo en el Congreso estadounidense.

Pedro Antonio García | internet@granma.cu

Cuba obtiene la más grande victoria de la historia contra el bloqueo

No puede ser ya más grande su triunfo. Cuba derrotó definitivamente el bloqueo en el “cuadrilátero pacífico” que es la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU), al Estados Unidos decidir abstenerse en la votación de un nuevo proyecto de Resolución presentado por la mayor de las Antillas que condenó esa política ilegal de Washington.
La representante del gobierno norteamericano ante la ONU “sorprendió” este 26 de octubre, al anunciar en su intervención la abstención de su país, sin duda alguna un claro reconocimiento al hecho de que la guerra económica, comercial y financiera impuesta a la nación caribeña es absurda, obsoleta, y no tiene futuro alguno.
El proyecto de Resolución cubano fue adoptado por 191 votos a favor, 0 en contra, y dos abstenciones, las de Estados Unidos y su siempre aliado Israel.
El respaldo unánime de la comunidad internacional al decano archipiélago latinoamericano, y el rechazo que ello representa al bloqueo que todavía le mantiene Washington al pueblo cubano, demuestra que debe ser desmontado inmediatamente.
No obstante la abstención norteamericana en la AGNU, el cerco a Cuba persiste, por lo que no puede descartarse que el cambio de voto sea una posible postura engañosa.
Recordemos que el saliente presidente norteamericano, Barack Obama, admitió el fracaso de la conducta hostil de su país hacia la mayor de las Antillas, y prometió cambiarla.
Sin embargo, Obama concluirá su mandato en enero de 2017 y el bloqueo se mantiene hasta hoy intacto, no obstante Washington y La Habana haber restablecido los nexos diplomáticos bilaterales, luego de cinco décadas de ruptura.
El todavía inquilino de la Casa Blanca ha anunciado “paquetes de medidas” e incluso “directivas presidenciales” con respecto a la nación caribeña, pero en ningún caso significan el levantamiento definitivo del bloqueo.
Más bien Obama ha intentado confundir a la opinión pública internacional para infructuosamente evitar el fuera de combate que Cuba le propinaría por vigésimo quinta ocasión consecutiva a Estados Unidos en la ONU.
Los anuncios del máximo representante de Washington ni siquiera auguran esperanzas de que termine de una vez y por siempre el cerco extraterritorial que tanto ha dañado al pueblo cubano, y que le continúa impidiendo su desarrollo.
Como se ha reiterado por estos días, Obama se va y el bloqueo se queda, a expensas del próximo ocupante de la Casa Blanca que salga de las elecciones norteamericanas del venidero 8 de noviembre.
Por si acaso, los cubanos tienen bien claro que la lucha frente a la guerra económica, comercial y financiera que le prosigue imponiendo Estados Unidos aun no ha terminado, y están preparados para desafiarla y seguir librando contiendas como la escenificada este 26 de octubre en la AGNU.

Patricio Montesinos

miércoles, 26 de octubre de 2016

Todo Guantánamo es nuestro




El documental “Todo Guantánamo es nuestro”, del realizador colombiano Hernando Calvo Ospina, muestra el sentir del pueblo cubano sobre ese territorio ocupado por Estados Unidos. La película está producida por Resumen Latinoamericano y el Comité Internacional Cubano.

Bloqueo de EE.UU. contra Cuba, a las puertas de otra derrota

La Asamblea General de la ONU votará mañana un nuevo proyecto de resolución sobre la necesidad de levantar el bloqueo estadounidense contra Cuba, jornada en la que se espera el rechazo al cerco en ese foro por vigesimoquinta ocasión consecutiva.
Los contundentes resultados de los últimos años, la postura fijada por mandatarios de los cinco continentes hace un mes y el reconocimiento por el propio presidente norteamericano, Barack Obama, de que 'el embargo no debería estar más en vigor', neutralizan cualquier duda acerca de la posición de la comunidad internacional.
Al igual que sucedió el año pasado, la Asamblea se apresta a demandar el fin del entramado de medidas unilaterales que conforman el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por más de medio siglo en un escenario diferente, a partir del restablecimiento de relaciones entra La Habana y Washington, en julio de 2015.
Pese a los vínculos diplomáticos, la reapertura de embajadas, la docena de acuerdos firmados en sectores de interés mutuo y las visitas de alto nivel en ambas direcciones, incluyendo la de Obama a la isla, el cerco sigue en plena aplicación, porque desde 1996 se convirtió en ley del Congreso, al cual corresponde levantarlo en algunos de sus aspectos.

HISTORIA DE LAS VOTACIONES

El 46 Período de Sesiones de la Asamblea General, en 1991, fue escenario -por primera vez- de la presentación de la iniciativa para eliminar el cerco, pero las presiones de Estados Unidos sobre muchas naciones llevaron a retirarlo.
Al año siguiente, el proyecto fue introducido nuevamente en la ONU, y la Asamblea General se encargó de respaldar la demanda de Cuba de detener el bloqueo, con el apoyo de 59 países, el rechazo de tres y la abstención de 71, mientras 46 se ausentaron de la votación, sin dudas los dos últimos casos por la cruzada de la Casa Blanca.
Desde 1992, el planeta ha reclamado año tras año el fin de las unilaterales sanciones y su extraterritorial alcance, de manera categórica y con un claro ritmo de crecimiento, hasta alcanzar los 188 votos a partir de 2012.
Nunca, más de cuatro gobiernos han mostrado su oposición a la iniciativa, con Estados Unidos e Israel como los únicos en los tres últimos años en pulsar el botón rojo.
Bastaría señalar que comenzando en 2005, siempre al menos 182 naciones han dado su visto bueno a la necesidad de levantar el bloqueo.
El año pasado, la resolución obtuvo 191 de los 193 votos posibles.

ACTUAL ESCENARIO

Del 20 al 26 de septiembre, la Asamblea celebró su 71 debate general anual, foro en el que si bien fue amplio el respaldo al acercamiento Washington-La Habana, igual lo fue el llamado al fin del prolongado cerco.
La plenaria escuchó a 40 jefes de Estado o de Gobierno y cancilleres abogar por el cese del bloqueo, medida que recibió calificativos de inhumano, cruel, criminal, injusto, castigo a un pueblo, contrario a la Carta de la ONU y obstáculo al desarrollo, entre otros.
En las últimas semanas, varios funcionarios y embajadores manifestaron a Prensa Latina el rechazo de sus países al cerco y adelantaron el apoyo a la resolución.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Guillaume Long, consideró que el bloqueo de Estados Unidos resulta incompatible con el multilateralismo y la voluntad de las mayorías, que se expresan año tras año en la Asamblea General.
Se trata de una vergüenza y una añoranza por las horas más oscuras de la Guerra Fría, precisó.
Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, denunció el impacto de las sanciones unilaterales de Washington en la mayor de las Antillas y su desarrollo.
Estaremos sin dudas respaldando la nueva resolución, porque siempre estaremos al lado del pueblo cubano, que ha resistido con dignidad, dijo.
También los representantes permanentes de Nicaragua, María Rubiales; Angola, Gaspar Martins; Argelia, Sabri Boukadoum; y Uruguay, Elbio Rosselli, entre otros, manifestaron el apoyo de sus gobiernos al texto que se votará mañana.
'Vamos a seguir como siempre apoyando a la isla, hasta el fin completo y total del criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a los cubanos. Nicaragua respaldará cuantas resoluciones hagan falta', sentenció Rubiales.
El embajador cubano aquí, Rodolfo Reyes, destacó en entrevista con Prensa Latina el aporte de la comunidad internacional en la lucha para eliminar las sanciones unilaterales aplicadas por 10 presidentes estadounidenses.
'Ha sido fundamental este respaldo, con su rechazo a lo que el bloqueo significa, el desprecio al Derecho Internacional y a la necesaria cooperación entre los países', expuso.
De acuerdo con el representante permanente, el apoyo del mundo a la justa causa del pueblo cubano resultó esencial para el cambio de política hacia la mayor de las Antillas durante la administración de Obama.
Reyes insistió en que pese a lo positivo de esos cambios, el bloqueo continúa vigente.
La propia comunidad internacional tiene claridad sobre esto y el impacto de la política de Estados Unidos contra la isla en materia de desarrollo y cooperación, en el planeta se comprende que si bien las modificaciones de Washington son positivas, resultan insuficientes, subrayó el diplomático.

Waldo Mendiluza
Prensa Latina

lunes, 24 de octubre de 2016

El factor Fidel. El pensamiento político del Comandante




Prólogo del libro de Katrien Demuynck y Marc Vandepitte

Desde el engreído eurocentrismo y como buenos ilusos pragmáticos poco conocemos y menos nos interesan la historia y la realidad de países como Botswana, Burkina Faso, Vietnam, Grenada y otros muchos procesos. Sin embargo, de Cuba todos y todas creemos saberlo todo o casi todo. ¿Será que los cubanos han sabido venderse mejor a pesar del bloqueo criminal? No, los cubanos y las cubanas no solo no se han vendido ni se venden más o mejor que otros sino que la realidad es justo la contraria: en Cuba la gente ha vencido, resistido y siguen construyendo en dirección contraria a los intereses del Imperio y sus lacayos. Por eso precisamente es tan necesario para los poderes de Occidente que lo sepamos todo sobre Cuba, que creamos saberlo incluso mejor que los propios cubanos. Así nos va.
Sobre la revolución cubana se ha escrito mucho, demasiado. Pero los propios actores no son los que más han influido en el conocimiento que de su realidad tenemos en el mundo desarrollado. No es fácil escribir desde la propia realidad histórica y cultural para gentes de otras latitudes. Las distintas improntas dificultan hacerse entender y más aún interesar a los y las lectoras. Ni siquiera cuando el idioma es el mismo, como en el caso de los cubanos y los castellano-parlantes de la putativa madre patria, es posible transmitir el espíritu de la verdad histórica e ideológica y las valoraciones del contexto y la coyuntura que han obligado a tomar decisiones estratégicas de hondo calado siempre entre Patria Libre o Morir.
Al escribir sobre la revolución cubana los europeos siempre tienen sus propias prioridades de las que convencer a los que ya creen saberlo todo. La verborrea occidental sobre Cuba en forma de artículos, reportajes, ensayos, análisis, libros, charlas, noticias y documentales llenos de opiniones, valoraciones, críticas, juicios con intenciones inconfesas, manipulaciones, idealizaciones y mentiras producidas en las más diversas torres de marfil, desde cómodos sofás y siempre subvencionados (directa o indirectamente) y distribuidas por bombardeo a discreción por medios de desinformación masiva o desde medios alternativos como francotiradores, toda esta verborrea, sí ha calado. También en aquellos que nos consideramos de izquierdas, progresistas y auto-críticos. Todo tipo de presuntos y presuntuosos intelectuales, periodistas y escritores especialistas han producido material para explicar la verdad de la Revolución Cubana y mostrar su Santo Grial descubierto individual y personalmente en el caos de sus lecturas y viajes más o menos turísticos sobre por qué todavía resisten estos pobres, bananeros, muertos de hambre, exguerrilleros criados por el oro de Moscú. Empotrados en las tertulias de la Torre de Babel del mundo enriquecido, pocos se han atrevido a morder la mano que les da de comer.
¿Cómo lograr, entonces, que jóvenes vascas y vascos, y no tan jóvenes, no solo conozcan la Revolución Cubana a través de otro libro más, sino que la comprendan, asimilen su espíritu y aprendan algo útil para su propia lucha? ¿Cómo aportar algo revolucionario desde el proceso cubano a la batalla de ideas en Europa? ¿Cómo escribir sobre este proceso revolucionario caribeño sin ser cubano o cubana, sin vivir el día a día, sin estar entregado a la práctica cotidiana, sin tener que asumir las consecuencias, sí o sí, de perder no solo su identidad y su vida sino la Revolución junto con todo el pueblo si se equivoca de estrategia o de ideología?
Entonces ¡que sobre su Revolución escriban solamente las cubanas y los cubanos! Difícilmente podrán sortear el bloqueo occidental que ha sido introducido en nuestras mentes. Para llegar al lectorado occidental hay que conocer y vivir en el día a día la realidad práctica y cotidiana (además de la teoría) de la alienación e impronta eurocéntrica del lectorado occidental y si se escribe sobre Cuba, superar a la vez la impronta eurocéntrica y la alienación propia. ¿Cómo transmitir objetivamente la realidad cubana y al mismo tiempo lograr emocionar y motivar a los lectores, pero sin caer en la trampa de la idealización del buen revolucionario a miles de kilómetros, ya sea en su versión romántico-infantil o en la que surge de la resignación y frustración por sus propias derrotas entre los reyes tuertos de la actual izquierda-geriátrica europea?
No se pueden comparar la realidad cubana y la europea. Europa tiene una historia que no ha tenido Cuba. El pueblo cubano no es una sociedad desarrollada como la nuestra. En Cuba son pobres, tienen una dictadura, hay corrupción y miseria, y todavía están lejos del progreso y del crecimiento económico. Los problemas políticos e ideológicos del pueblo cubano nada tienen que ver con los problemas que hemos solucionado hace mucho en nuestro Occidente desarrollado (o estamos a punto de solucionar), etc. Estos son solo algunos de los innumerables falsos argumentos con los que nos solemos zafar de la responsabilidad de analizar las diferencias antes de comparar, aprender y sintetizar en lecciones tanto si estamos ante un escrito europeo sobre la Revolución Cubana como si estamos ante un análisis cubano de su revolución. De esta forma mostramos nuestro déficit de formación y seriedad autocrítica e impedimos que un conocimiento de la revolución cubana sea útil para nuestra propia desalienación. Esto es así en mayor grado en el caso de aquella población que sufrimos voluntariamente o por imposición imperialista la manipulación a través del curriculum de indoctrinación histórica e ideológica del ministerio de Educación, los medios de desinformación masivos y demás instituciones del Reino.
Cuando las izquierdas de los países desarrollados, siguiendo un hermético manual demócrata electoral, se visten victoriosamente de seda, cuando la incurias prepotentes del enemigo se celebran una y otra vez como victorias estratégicas, cuando los errores propios ya ni se intuyen porque hemos mandado acallar a las niñas y niños del pueblo encerrándoles en ludotecas del pato Donald y guarderías para la izquierda infantil, cuando ocurre todo esto un libro sobre la revolución cubana, exquisitamente veraz que desentona del griterío intelectual, polifónico y atonal con palabras claras y contundentes como las de Fidel, es más necesario que nunca.
Transmitir verazmente una selección de citas de Fidel es harto difícil y requiere técnica literaria, talento y conocimientos de la realidad cubana y, sobre todo, de la sociedad lectora. El solo conocimiento del objeto sobre el que se escribe es insuficiente. Si el contenido es difícil, denso, grande e importante, como la historia de la Revolución Cubana, lograr transmitir algo de la verdad es arte. En su forma más sintetizada es poesía. Fidel es el poeta del pueblo cubano, no por lo escueto sino por la síntesis ideológica y política y lo comprensible de sus discursos hasta para el más sencillo de los cubanos. Sus palabras están hechas de realidad y con ellas hace realidad, hace revolución, hace y se hace pueblo. Nadie puede negar que Fidel ha llegado al corazón del pueblo cubano porque la verdad es poesía y siempre revolucionaria.
Por eso, utilizar las palabras del propio Fidel para escribir sobre el proceso revolucionario cubano como han hecho Katrien Demuynck y Marc Vandepitte tiene muchas ventajas. Se pueden utilizar grandes palabras sin perder la humildad propia. No podrían haber encontrado palabras más dotadas de experiencia práctica y de compromiso hasta las últimas consecuencias y, a la vez, de la objetividad que un héroe tan involucrado en la Revolución Cubana y un político tan longevo como Fidel puede ofrecernos. Nunca hay paja por muchas horas que hayan durado en sus discursos. Nunca ha utilizado palabras altisonantes para esconder desconocimiento y aparentar autoridad que nadie le había otorgado, ni para ocultar contradicciones, disimular intereses inconfesables, engañar, manipular ni para justificarse con la excusa de la ignorancia del pueblo. Esto es lo que sí ocurre sistemática y estructuralmente con los discursos de los dirigentes politiqueros en las democracias capitalistas (valga el oxímoron).
La dificultad de utilizar citas de Fidel para escribir una historia de la Revolución Cubana desde y para el autodenominado mundo desarrollado radica en seleccionarlas y en construir los puentes, las explicaciones entre una y otra cita. ¿Qué palabras usar, con qué estilo y con qué contenidos unir una cita con otra sin evidenciar torpeza, ignorancia o engreída petulancia en comparación con las palabras de Fidel, con sus actos y con los hechos y las victorias de la heroica revolución.
Esta dificultad se ha superado de forma ejemplar utilizando un lenguaje sencillo que se asemeja más a un recorrido de datos y hechos históricos que a un relato. Con ello los autores se mantienen alejados de valoraciones y matizaciones subjetivas y de tentativas de magnificar la historia cubana. Así evitan distracciones del lector y lectora que provocarían con su propia admiración. Con todo ello se permite que brillen las citas de Fidel y se alcen como puños con todo su poder, verdad y razón.
Después de casi seis décadas desde la victoria contra el régimen dictatorial de Batista la historia ha tenido tiempo para absolver a Fidel y lo absolvió con la realidad empírica y la lógica objetiva como prueba irrefutable. La Historia ha demostrado y sigue dando testimonio de lo acertado de sus ideas, análisis, propuestas y sus órdenes que siempre estaba dispuesto a cumplir él mismo y que siempre ordenó obedeciendo al pueblo. Todas sus críticas y autocríticas engrandecen aún más su valor porque nunca las ha utilizado para fines ajenos a enmendar los errores.
Pero la Historia nunca logra convencer siempre y a todos. Hay demasiados intereses inconfesables disfrazados y maquillados como diferencias ideológicas. Sin embargo, ni los enemigos más acérrimos de la revolución cubana, los que la califican de dictadura terrorista que viola los derechos humanos para enriquecerse personalmente, pueden negar la trascendencia de Fidel como político tanto a nivel nacional cubano como del mundo. Cuando lo hacen saben que mienten descaradamente para defender los privilegios o simplemente han perdido todo sentido de la realidad a causa de su odio fanático y miedo enfermizo a perder sus privilegios.
A demasiados políticos, intelectuales y supuestas autoridades varias en los países enriquecidos se les llena la boca con los derechos humanos como lo más importante e inviolable, la prueba de algodón de su sistema democrático y su moral. Con ello tratan de persuadir al electorado de que son merecedores de confianza por su ética pragmática y universal. Bajo ciertas condiciones objetivas incluso puede ser verdad. Sin embargo, un mínimo de crisis económica o electoral es suficiente para que obvien o justifiquen flagrantes violaciones de los derechos humanos con razones de Estado, con otros principios y valores valores como la necesidad cumplir la ley, la Constitución o un supuesto progreso de la humanidad. De esta forma visten de otra seda su intereses más inconfesables. Capitalistas se quedan.
Errar es humano. El peor error es pretender no errar rechazando el riesgo del qué hacer. Nunca nadie puede hacer todo lo que quisiera y debiera hacer. Tampoco nadie puede exigir ausencia de errores, ni a Fidel y menos con todo lo que ha hecho, decidido y arriesgado. Tampoco al pueblo cubano. Pero desde el mundo desarrollado y de sus izquierdas y progresías continuamente se sonsacan errores y critican de forma explícita o sutil al proceso cubano y a su gobierno. Este empecinamiento debería hacer sospechar al más crédulo que el motivo real es la intención de desviar la atención de las propias debilidades, incapacidades, omisiones, negligencias y errores: el placebo con el que dejar de ver la viga en el ojo propio. Frente a la mala costumbre o incapacidad de la izquierda eurocéntrica y engreída de exigir autocrítica, pero siempre a los demás o, cuando ya no hay forma de echar balones fuera, utilizar la necesidad de la autocrítica como valor autoadjudicado y transformarla en fetiche autocomplaciente y propaganda para la próxima campaña electoral, Fidel no solo pone sus errores boca arriba sobre la mesa para el debate y la crítica de la sociedad sino que analiza y concreta el qué hacer, tanto para hacer las cosas mejor en el futuro como para contrarrestar los males causados y pagar por sus errores cometidos. Fidel se responsabiliza tanto de sus errores como de los de los demás y hace de la autocrítica sincera una estrategia revolucionaria para vencer y ganar.
De buenas intenciones están empedrados todos los caminos al infierno, también los de Cuba. La sinceridad de los discursos se demuestra con la cantidad de recursos materiales, económicos y humanos que se invierten para pasar de las palabras a los hechos. La cantidad de recursos que invierte el pueblo cubano y su gobierno en los derechos humanos es despreciada por parte de las democracias de los países enriquecidos. Ni sus izquierdas valoran este esfuerzo en su justa medida. Hay que tasar las inversiones siempre en relación a las riquezas disponibles. Por muy grandes que sean la palabras de Fidel la realidad de los recursos invertidos por la Revolución Cubana los ha superado siempre y nos ha superado con creces en todo y a todos.
En nuestras democracias capitalistas cuando ya no se pueden obviar los delitos y crímenes que requiere el crecimiento económico y la competitividad entre los propietarios privados de las riquezas, se legalizan. Si todavía no se pueden legalizar, directamente se omite realizar inversiones para evitarlos. Se justifican las omisiones aludiendo vagamente a estos otros valores y principios abstractos (marxistas, pero de los hermanos, no de Carlos Marx), a una ley natural del mercado sin definir y a la necesidad de un realismo pragmático. Donde no hay no se puede y asunto zanjado. La omisión del delito de omisión (salvo excepciones puntuales) se aplica sistemática y estructuralmente, y en función de intereses ajenos a los derechos humanos. Si no fuera así nadie (salvo accidente o error) moriría de hambre, de frío, de falta de atención médica, de falta de educación, de falta vivienda, por miseria. Nadie moriría indignamente e innecesariamente porque existen recursos suficientes en la Tierra para satisfacer todas las necesidades básicas de toda la humanidad y de las futuras generaciones.
Desenmascaremos las verdaderas prioridades de nuestras democracias capitalistas según inversiones en relación al PIB: la especulación financiera o juego de Monopoly para ricos, la tecnología de la obsolescencia programada, la propaganda y el marketing, la industria militar ofensiva (es la que da divisas), en drogas y medicamentos enfermantes, en ocio y prostitución frustrante que crea sicopatologías como el consumismo compulsivo, macroproyectos inútiles, productos dietéticos, estéticos y animales de compañía, sistemas de seguridad e inseguridad, etc., tecnología de represión de cualquier alternativa o disidencia por muy pacífica y razonable que sea. ¿En qué invierte Cuba? En producción y distribución de alimento para todos, acceso a la salud (incluido I+D), educación y formación, organización de la defensa militar con todo el pueblo, cultura y solidaridad internacionalista, etc. Con la lectura de este libro nos podemos hacer una somera idea de lo que el pueblo cubano sí invirtió e invierte en garantizar los derechos humanos de todas las personas, especialmente de los más empobrecidos, pero incluyendo también a los opositores y a supuestos disidentes políticos y aportando solidaridad internacionalista. Todo ello a pesar de no disponer ni de lejos de los recursos y riquezas de nuestras sociedades tan desarrolladas y nuestras izquierdas tan autoindulgentes. La riqueza cubana no solo está en su interior. La riqueza cubana está en el modelo de reparto de sus bienes.
En Euskal Herria, por ejemplo, se ha hecho un gran esfuerzo colectivo en formular una Carta de Derechos Sociales. Sin embargo, para evitar discusiones, no se ha analizado la diferencia entre necesidades básicas, derechos humanos, derechos económicos, sociales, políticos, reivindicaciones, privilegios y herramientas. El resultado de ello es que la sociedad vasca ni conoce ni entiende ni le interesa ni se moviliza. Se obvia el problema del dilema entre hacer la revolución con el estómago vacío o con el estómago lleno. Como consecuencia, utilizamos indistintamente el argumento del estómago lleno y el del estómago vacío para justificar cualquier derrota: la gente todavía vive demasiado bien como excusa de nuestra incapacidad de movilizar o nos han faltado recursos para la propaganda y la socialización como excusa de la misma incapacidad. La polarización teórica, los debates estériles y los errores estratégicos que produce el no ser conscientes de esta contradicción y no tratarla dialécticamente pueden ser mitigados con la experiencia práctica y teórica de Fidel. Nos ahorraríamos muchos fracasos y derrotas en nuestros intentos de movilizar a la sociedad vasca si estudiáramos cuándo y en qué condiciones fracasaron y cuándo, por qué y cómo lograron movilizar finalmente a la inmensa mayoría de la población iniciando la revolución una treintena de guerrilleros.
Es imposible garantizar las necesidades básicas y defender los derechos humanos sin una estrategia para mantener a raya a los parásitos privilegiados, los de la acumulación de propiedad privatizada de las plusvalías del trabajo ajeno, el extractivismo de recursos de todas y la destrucción de la naturaleza. Es necesario coartar el derecho a la libertad. Sí, a la libertad de explotar y robar, de oprimir y matar de todas aquellas personas que confunden derecho con su privilegio. En nuestras democracias supuestamente desarrolladas se legalizan los privilegios como si fueran derechos y se legitiman con supuestos principios democráticos y leyes naturales. ¿Cómo no errar si no hacemos pedagogía para diferenciarlos? La experiencia de Cuba en cómo gestionar este problema no nos da ninguna receta, pero nos ayuda a encontrar la nuestra.
No se pueden imitar ni modelos ni aciertos ajenos. Siempre serán errores. Solo si innovamos creamos, solo si superamos la tendencia a imitar y tomamos lo de fuera pero con el fin, no de copiarlo, sino de asumir con criterio propio lo que es acertado, acertaremos. En palabras de José Martí: Crear es la palabra de pase de esta generación. El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!. O en las de José Carlos Mariátegui: Solamente la completa incomprensión del marxismo puede hacer llegar a la conclusión de que semejante proyecto (la revolución rusa), seriamente abarcado, pueda significar copiar un modelo de revolución estrictamente europeo. O de Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar: inventamos o erramos. Lo que sí se puede y se debe imitar es la seriedad y la sinceridad con la que en Cuba, desde la gente hasta su Comandante, se comprometen, gestionan y cumplen con sus principios éticos y socialistas estudiando e innovando.
Cuando la izquierda europea confunde la batalla de las ideas, la que se combate en las calles y montañas como pueblo, con una batalla de palabras de vanas disputas teóricas entre intelectuales y desde las académicas torres de marfil; cuando no se diferencia la batalla de ideas de análisis tendenciosos desde privilegiados centros de investigación, universidades o fundaciones; cuando se habla de batalla de ideas aunque solo se haga proselitismo electoral, propaganda y marketing alienante que idiotiza al pueblo; cuando la izquierda, sea de donde sea, confunde dónde, para qué y con quién, algo huele mal en el reino de la Democracia.
Hasta la izquierda en Europa hemos asumido la democracia parlamentaria, formal y representativa como única definición de democracia. Ni siquiera las excepciones, que confirman la regla, concretan una alternativa estratégica práctica y real a esta democracia. Por ello, todas las estrategias ignoran las contradicciones, incoherencias y limitaciones de cualquiera de los métodos democráticos existentes y cuando hay una mínima posibilidad de participar en el reparto de poltronas (que no de poder) simplemente participamos, cada cual en la suya. Algunos demócratas afirman que Cuba es una dictadura (aunque sea nuestra dictadura si nos consideramos socialistas), otros insisten en que Cuba tiene que desarrollar mucho más su democracia, dan consejos desde su convencimiento de estar en la democracia y el menos malo de los sistemas. Lo decimos o solo lo pensamos, porque al decirlo nos chirría. Nuestros actos siempre acaban por descubrir la mentira tras nuestro discurso o nuestro silencio. Desde Cuba se ve mucho más claro que esta democracia nuestra funciona tanto mejor cuanto menor sea la participación del pueblo en ella. La razón radica en que funciona con lógica, racionalidad, valores y sentido común capitalista, como todos nosotros y nosotras. Al negarlo rotundamente solo lo confirmamos.
No debemos ni podemos imitar el modelo democrático cubano. Pero desde una perspectiva autocrítica, de respeto y cierta humildad podríamos aprender a tener en cuenta para nuestra propia democracia interna, sea del partido, de la organización popular, y para las instituciones locales de la futura República Socialista Popular Euskaldun y Feminista Vasca, las paradojas e incoherencias entre fórmulas democráticas tan diversas como cercanas (las de Condorcet, Borda, de mayoría simple, Hamilton, D'Hondt, Jefferson, Adams, Webster…). Seguro que llegaríamos a la conclusión de que quizá la democracia que tenemos no sea la peor, pero seguro que tampoco es la menos mala. Y para Cuba, desde nuestro pobre y limitadísimo conocimiento sobre la historia y las condiciones objetivas y subjetivas cubanas, la valoración más acertada tiene que ser siempre que la democracia existente en Cuba quizá sea como su vino de plátano, agria, pero es la suya y por eso mismo la menos mala. En Cuba sí pueden valorar autocríticamente todo lo que es mejorable y lo hacen, Fidel el primero. Por eso resisten y vencen.
Como izquierda europea estamos enfrascados en nuestros limitados e injustos sistemas electorales. Es nuestra realidad política y social. Esta realidad nos obliga también a las izquierdas a movilizar más y más electorado para ir ganando terreno. Pero invertir más y más en movilización electoral es antagónico con la necesidad de invertir más y más en concienciar y formar ideológica y políticamente a la población para que elija y participe de la democracia con conciencia y conocimiento de causa. Aumentar nuestro índice de audiencia electoral en competencia con partidos capitalistas requiere propaganda, simplificaciones, mentiras creíbles (¡pero mentiras!), de política basura a fin de cuentas. En nuestro sistema democrático la verdad y la razón son insuficientes para ganar electoralmente. La política honesta no es competitiva frente a la política basura. Para cambiar esto hay que cambiar las reglas del juego de este marco democrático. Para cambiar las reglas del juego hay que ganar la mayoría electoral. La imprescindible idiotización del electorado (y la autoidiotización de los propios políticos) dificulta enormemente la concienciación y movilización de la gente o la imposibilita por completo para que se comprometan con cambiar cualquier forma de democracia capitalista. Y es que, nos guste o no, democracia y capitalismo son incompatibles. Qué fácil y cómodo lo tienen las y los cubanos, porque desde el socialismo ¡sí se puede! El único pequeño inconveniente es que están rodeados por el capitalismo mundial. Las palabras de Fidel citadas en este libro deberían logran destapar el persistente constipado ideológico que sufrimos respecto a nuestras democracias. Solo hay que leerlas y comprenderlas.
Hacer una síntesis de la historia y la realidad actual de Cuba mediante las citas de Fidel ofrece no solo una forma de cambiar nuestra visión de la historia cubana sino que nos ayuda a informarnos, formarnos, reformarnos y desalienarnos con respecto a lo que es y lo que no es el socialismo, el comunismo, el marxismo-leninismo, la lucha, la violencia, el derecho, la paz y la revolución. Nuestra lucha contra la injusticia social y por valores alternativos en el marco viciado y enfermizo de nuestra democracia capitalista reproduce las relaciones de dominación más que producir alternativas en las relaciones sociales. Es el mecanismo que crea y manipula los valores en lugar de que los valores conduzcan a mecanismos alternativos de producción y relaciones sociales más justas y dignas. En Cuba sí han logrado revolucionar las relaciones sociales y de dominación en muchos aspectos, por un lado cambiando los mecanismos de producción, políticos, económicos y de la propiedad, y, por otro, desde la ética y los principios de los y las revolucionarias como el Che, Celia Sánchez, Melba Hernández, Frank País, Haydée Santamaría, Delsa Esther Puebla, Armando Hart y el propio Fidel, así como tantos y tantas más. Las citas de Fidel sobre todos estos temas son como puños en pleno plexo solar. Duelen, luego podemos aprender de ello. Así es la revolución.
No hay revolución sin vanguardia. Demasiadas iniciativas han fracasado porque algunos no entendieron que una vanguardia autoproclamada no aglutina sino que provoca división, enfrentamiento interno y derrotas ante el enemigo. La autoridad, para ser vanguardia revolucionaria inequívoca, la dan siempre las demás organizaciones revolucionarias y, sobre todo, el pueblo. ¿Quién mejor que Fidel para explicar en qué condiciones surge y cómo se hace y se organiza una vanguardia? ¿Qué es y qué no lo es nunca? ¿Con quiénes y en qué condiciones objetivas puede darse? ¿Cuáles son las causas que la pueden hacer degenerar y que sea derrotada o que la vanguardia se derrote a sí misma? Si estudiáramos más a Fidel nos ahorraríamos mucho tiempo de debates, tiempo que podríamos utilizar para construir las condiciones subjetivas necesarias para una lucha revolucionaria.
Siguiendo un obscuro manual, cuando disminuye tanto como cuando aumenta la represión, ya sea tras una victoria o después de una derrota, las izquierdas del pueblo unido jamás será vencido comienzan un baile nefasto de división y polarización con insultos mutuos y enfrentamientos no solo verbales que no tiene sentido y solo propician una derrota final. Unos llaman a los otros reformistas, socialdemócratas, liquidacionistas y traidores. Los otros arremeten contra los unos llamándoles sectarios, izquierda infantil, ilusos, utópicos y, cómo no, también traidores. Las emociones encontradas se disfrazan con análisis y argumentos ideológicos y políticos sin pies ni cabeza o que brillan por su ausencia y son sustituidos por tópicos, eufemismos, espacios comunes, generalidades indefinidas y en su acumulación interpretables para llegar a cualquier conclusión y la contraria. Cada sector dividido proclama su intención de aglutinar y coordinar (como vanguardia dirigente) lo que deja el otro, busca alianzas, aunque sean contranatura, y llega a consensos con otros cediendo en sus principios y postulados mucho más de lo que hubiera permitido mantener unido la fuerza. El enemigo se frota ambas manos. ¿Cómo evitar esto o cómo diferenciar este baile de una degeneración ideológica o de una traición verdadera? No es que en Cuba no ocurriera todo esto, incluso con muy graves consecuencias en algún caso. Precisamente por ello y porque finalmente sí vencieron, nos debería interesar la manera de identificar, analizar, gestionar y resolver estos casos. Fidel tiene toda la información para ofrecernos ideas y consejos. Dejemos de creernos más listos que nadie.
¿Cómo ha de ser la relación de las organizaciones revolucionarias y sus militantes con la sociedad, con el pueblo? Confianza absoluta y respeto total de la voluntad del la gente es un principio de la izquierda que es incompatible con la realidad de una sociedad alienada y víctima inconsciente e inocente dispuesta a defender hasta la última gota de su sangre a sus propios verdugos. ¿Qué hacemos cuando la gente tiene intereses y voluntades contradictorias e incompatibles y en contra de sus propios intereses objetivos? ¿Cuándo y cómo hacer una política de alianzas estratégicas, de unidades de acción, coaliciones tácticas, agrupaciones electorales, o diluirse en un Frente Amplio? ¿Cómo gestionar una derrota para recuperarse y cómo gestionar una victoria para que no se transforme en derrota por mala gestión? ¿Dónde quedan la ética y los principios cuando no hay condiciones para lograr los objetivos máximos y hay que invertir todos los recursos en unos objetivos mínimos? ¿Cómo desenmascarar los objetivos inconfesables tras engorrosas y grandilocuentes discursos propagandísticos y evitar que simples tácticas se transformen en estratégicas y objetivos estratégicos se desechen como tácticas trasnochadas? ¿Cómo resolver los problemas de las violencias? ¿Cómo gestionar las dispensas de los principios revolucionarios como mal menor? ¿Qué modelo policial es coherente con los principios del socialismo? ¿Cómo administrar una sociedad sin cárceles si no hay recursos para resolver las necesidades básicas de los niños? ¿Qué tipo de defensa militar hay que organizar frente al gran capital imperialista y con qué coste?¿Cómo articular la solidaridad internacionalista con el principio de no injerencia? En el proceso de la Revolución Cubana han surgido todas estas dudas y muchas más. Si nosotros y nosotras no tenemos estos problemas y peligros es solo que no los vemos y no hay más ciego que el que no quiere ver. Si en Cuba era pecado y delito dormirse durante sus interminables discursos es porque Fidel no dejaba de analizar y explicar cada uno de estos temas neurálgicos por muy complicados que fueran y por muchos riesgos que conllevara equivocarse. Hasta ahora ninguno de los errores que cometieron al intentar resolverlos fue demasiado grave como para impedir la victoria de la revolución hasta el día actual y a pesar del inmenso poderío del Goliath imperialista. No leamos este libro con los ojos cerrados. Cada frase nos muestra un problema, un peligro y una posible solución.
¿Cómo no interesarnos entonces por cada una de las respuestas, intentos, fallos, errores, fracasos, aciertos y victorias del pueblo cubano y su vanguardia? Querámoslo o no, nos guste o nos disguste, la racionalidad de la izquierda europea es una racionalidad capitalista, liberal, (inquisitorial en el caso de España), imperialista y eurocéntrica. Precisamente por eso y a pesar de disponer de recursos infinitamente mayores que Cuba todavía estamos muy lejos de las condiciones subjetivas para una revolución. Con infinitamente menos recursos y condiciones objetivas mucho peores Cuba ha logrado vencer y sigue venciendo. Vence porque consiguió construirse una racionalidad cubana en base a la práctica revolucionaria y el estudio crítico de la teoría. Comprender y hacer es nuestro gran reto. Fidel siempre un ejemplo.
Este libro permite darse cuenta de que la revolución cubana no siempre ha estado ahí sino que se ha hecho a base de mucho esfuerzo de todo un pueblo, de mucho sufrimiento, de compromiso, de confrontación, de logros y victorias, y a pesar de los errores. Por muchos e importantes que sean los temas tratados, otros, como el tema de la juventud, el feminismo, la ecología, etc., faltan por tratar; muchas preguntas quedan pendientes y, por tanto, muchas respuestas sin dar. Aún así, la lectura y el estudio de este libro nos da una buena visión de conjunto, tan necesaria en estos tiempos de información troceada, tergiversada y dispersa en tamaño twitter. Sin embargo, la tarea y responsabilidad del lector y la lectora no acaba con la lectura de este libro. Si es así no se ha captado el espíritu de las palabras de Fidel. A partir de la lectura de este libro se nos abre todo un abanico de nuevas oportunidades para innovar y resolver problemas de nuestra propia lucha estudiando los libros de autores y autoras cubanas que tanto tienen que aportar sobre su revolución y tanto que enseñarnos todavía sobre las nuestras. Pocos o ninguno habrá que no cite al Comandante en cualquiera de los temas que trate.
Un aspecto limitante que conviene tener en cuenta es que este libro solamente lo leerán aquellas personas que ya tienen una buena disposición, están motivadas e interesadas en la Revolución Cubana y en la experiencia y la sabiduría del Comandante de Cuba. ¿Pero cómo llegar a las demás personas, a las reacias, a las desinteresadas, a las necias que han asimilado todos los prejuicios y manipulaciones y creen saberlo todo, a las más empotradas en nuestro sistema? ¿Cómo convencer a estas personas de que sin Cuba nada sería igual y todo sería peor? Esto es uno de los mayores frentes en la batalla de las ideas. Y no se resuelve ni con este libro ni con ningún otro. Se hace sacando conclusiones de los libros y confrontándolas en la calle, en las casas, con la gente, en las tabernas, en los lugares de trabajo; construyendo en la práctica alternativas valientes que muestren en el presente de la lucha de hoy una firme huella del futuro socialista. Esta es la conclusión principal de este libro.

¡Hasta la victoria, siempre mundo libre o morir!

Walter Wendelin

domingo, 23 de octubre de 2016

En persona: El General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quintas Solá




Hijo de la Ciudad Héroe, donde se forjó como combatiente de la lucha clandestina, en los años en que ser joven en Santiago de Cuba era un riesgo permanente, el General de Cuerpo de Ejército Joaquín Quinta Solá, narra episodios de una vida ejemplar, preñada de combates y lealtad a la Revolución y a su liderazgo histórico, en esta emisión de la Mesa Redonda: En Persona.

sábado, 22 de octubre de 2016

Un reclamo que se escucha por todas partes




En diferentes partes de la Isla se sintió el clamor de los cubanos por el fin del bloqueo que mantiene Estados Unidos

Frente a las dificultades, el cubano siempre ha antepuesto su sonrisa, su alegría, el amor por los suyos; y estos, a su vez, han sido pilares para sostener su voluntad de no rendirse. Es por ello que no resulta extraño que en esta jornada contra el bloqueo, aun cuando esa política ha causado daños y dolores, uno se cruce en un centro de trabajo con el baile y la broma; porque como dijeron en uno de ellos este viernes, aunque generaciones de cubanos hayan nacido y crecido bajo este cerco, no ha impedido nunca que volemos.
No hay sector de la economía en el cual no tengamos impacto del bloqueo, señaló Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Po­lítico del Partido y secretario general de la Cen­tral de Trabajadores de Cuba. Por eso he­mos convocado a un avispero en cada colectivo laboral, para que los obreros, esos que hu­mildemente lo sufren a diario, puedan expresar su rechazo a esa política obsoleta.
La respuesta no se hizo esperar. Temprano en la mañana de este viernes, y bajo una fina llovizna, la casa matriz de Artex acogió el reclamo de los trabajadores de la cultura y más.
Las 11 agencias y sucursales de la em­presa más grande del sistema de cultura en la capital, se unieron a una representación de trabajadores de los hoteles Comodoro y Meliá Ha­bana, Etecsa y el Acuario Nacional, para reafirmar que Cuba no responde ni responderá jamás a los intereses de Estados Unidos.
Adanay Mesa, secretaria de una de las secciones sindicales de Artex, quien se dirigió a los presentes, sostuvo que Obama puede hacer todavía mucho más para ir derribando el cerco económico, pues las medidas tomadas hasta el momento son insuficientes.
Prueba de ello es que, como denunció Ali­na Torres, secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) de la misma empresa, es prácticamente nulo el acceso al mercado y los servicios culturales de Estados Unidos.
Más de un millón de dólares ha dejado de recaudar la agencia Musicalia, y Bismusic alrededor de 100 000, por no poder comercializar sus CD en ese territorio, añadió.
A la convocatoria de los trabajadores responden todos: autoridades del Partido en la provincia y los municipios, dirigentes sindicales a todos los niveles, glorias del deporte como la martillista Yipsi Moreno y la judoca Estela Rodríguez, y los pioneros.
El bloqueo es una muralla contra el desarrollo y pedimos su fin, porque no merecemos esa injusticia, exigieron los alumnos de la escuela primaria Fructuoso Rodríguez, en el municipio de La Lisa.
Sus voces se levantaron en la UEB Habana de la Empresa de Servicios Técnicos In­dus­tria­les, perteneciente al grupo Azcuba, uno de esos sitios donde las carencias generadas por el bloqueo han tenido su impacto en la labor de reparar turbogeneradores para los centrales azucareros, motores eléctricos, cadenas de transporte y estructuras metálicas de todo tipo para asegurar la zafra.
Por casi cuatro décadas que llevo trabajando aquí, he sido testigo de las afectaciones que causa el bloqueo, expresó René González Santana, jefe de área de diseño en la UEB.
El ingenio de los obreros para sobreponerse a las limitaciones, los turnos de trabajo extra para recuperar el tiempo perdido por la llegada tardía de las materias primas, han sido también historias de la resistencia del pueblo cubano por más de cinco décadas, con expresión en este centro laboral, recordó González Santana.
El joven ingeniero mecánico Joel Aldana González añadió a la lista de daños causados por esta política estadounidense, las dificultades en el acceso a las tecnologías de punta, las piezas de repuesto para las maquinarias y las licencias para el uso de software, con el fin de automatizar la producción.
Más de siete millones de pesos en los dos últimos años ha costado el bloqueo a la UEB Habana; sin embargo, como expresó José Eresme Labrada, secretario del buró sindical en esta entidad, la zafra no se detendrá.
Ese mismo sentimiento de superar los obstáculos embarga a los trabajadores de la em­presa Internacional Cubana de Tabacos S.A. (ICT), entidad a la cual en un año las afectaciones del bloqueo le han restado 129 millones 595 346 dólares, fundamentalmente por no poder acceder al mercado estadounidense; aspecto que sigue sin modificarse tras el último paquete de medidas aprobado por el presidente Barack Obama.
Desde allí, trabajadores de ICT se unieron a una representación de artistas —entre los que se encontraban la pintora Zaida del Río, humoristas, locutores y actores como Nilda Collado, Rogelio Blaín y Enrique Molina— para denunciar el cerco económico a Cuba. Cultura no es solo actuar en un escenario, en una película, en la televisión…, cultura es también el tabaco cubano, manifestó este último, quien reafirmó que también ellos unían su voto contra el genocida bloqueo.
El bloqueo es una violación del derecho internacional y una violación sistemática de los derechos humanos del pueblo cubano, dijo Daniel Sánchez, trabajador de la empresa, a cuya voz también se sumó la de Eli­za­beth Perdomo, secretaria de una sección sindical, quien expresó que jamás debió existir y debe cesar de inmediato. Se trata de una política fracasada, pues al contrario de lo que han querido lograr, el bloqueo nos ha hecho más firmes y revolucionarios, añadió.

AVISPERO CONTRA EL BLOQUEO TOMA LA CUJAE

En la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría se escuchó insistentemente «¡Obama, le­van­ta el bloqueo! ¡Pa’ abajo el bloqueo!». Foto: Ricardo López Hevia
En la jornada, celebrada en la escalinata de esa casa de estudios, se escuchaba a los estudiantes clamar, al ritmo de una comparsa que nunca falta, consignas como: «¡Obama, le­van­ta el bloqueo! ¡Pa’ abajo el bloqueo!»; o se podían leer carteles tan pintorescos como «Me pongo eléctrica contra el bloqueo».
Estuvieron presentes los presidentes de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de todas las provincias y representantes del estudiantado del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de Cuba Raúl Roa García, quienes denunciaron la injusta política económica, comercial y financiera de Estados Uni­dos contra Cuba.
«Los estudiantes universitarios, como siem­pre, dando su paso al frente, extendiendo nuestro apoyo al país y dando nuestro voto contrario al bloqueo y a todo lo que implique retroceso», explicó Mariam Figueredo Ro­drí­guez, presidenta de la FEU de la Uni­ver­sidad de Cienfuegos.
Para Roberto Cruz, presidente de la FEU de la Universidad de Ciego de Ávila, y los que allí estaban, esta denuncia constituye un deber, pues por más de 50 años esa acción genocida de los gobiernos estadounidenses ha afectado a todo el pueblo de Cuba, y su generación nació bajo sus efectos.
En palabras de Daniel Reina, presidente de la FEU de la Universidad de Oriente, «estamos acá para oponernos también a todo el contenido injerencista del último plan de medidas que aplicó el Gobierno de los EE. UU. a través de su directiva presidencial».
La velada también incluyó un conversatorio con el periodista Oliver Zamora Oria, quien intercambió con los estudiantes. Entre los tópicos que se debatieron, sobresalió el análisis de las actuales medidas implementadas por el gobierno de los EE. UU. contra Cuba.
En el encuentro estuvieron presentes Su­selys Morfa González, miembro del Comité Central y primera secretaria del Comité Na­cional de la UJC, y Jennifer Bello, miembro del Consejo de Estado y presidenta de la FEU.

EL DISEÑO TAMBIÉN CONTRA EL BLOQUEO

Con la convocatoria a un certamen que reconocerá la creación de los mejores carteles acerca del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba abrió este viernes el encuentro entre jóvenes de los institutos superiores de Diseño y de Relaciones Internacionales, un debate oportuno sobre cuestiones políticas, que apostó en primera instancia por la transparencia.
La iniciativa, que simultáneamente se llevó a los centros de las enseñanzas técnico- profesional, media y superior en La Habana, se centró en desmontar la última directiva emitida por el presidente Barack Obama hacia Cuba. En palabras de Rogelio Carmenate, responsable de la Federación Estudiantil Universitaria en el Instituto Superior de Diseño (ISDI), la reinterpretación de esa posición es una forma más de denunciar los daños ocasionados por el bloqueo.
Carmenate destacó que «también quienes estamos en el mundo del diseño nos hemos visto afectados porque el bloqueo limita considerablemente nuestro acceso a la información, el conocimiento y tecnología especializada. A través de un concurso de carteles, nos sumamos a la lucha».
De acuerdo con la estudiante de tercer año del Instituto Superior de Relaciones In­ter­na­cionales, Lil María Pichs, el intercambio re­flejó la movilización de la sociedad civil cubana y reafirmó que las medidas de la Casa Blanca quieren hacerle creer a la comunidad internacional que ya no es necesaria la votación de la Asamblea General de la Or­ga­ni­zación de Na­ciones Unidas para ponerle fin al bloqueo.
A la vez, Pichs resaltó el carácter histórico de la directiva que acompaña al más reciente paquete de medidas de Estados Unidos hacia Cuba (el quinto desde el 17 de diciembre del 2014) porque reconoce la legitimidad del gobierno revolucionario cubano.
Según recordó durante la charla el profesor de Teoría Sociopolítica, Andrés Fer­nán­dez, el Comandante en Jefe Fidel Castro lo llamó en los noventa «bloqueo total», porque va más allá de lo económico, es una política absurda para la sociedad cubana y para la norteamericana.
Lo que busca Obama, agregó Fernández, es configurar una nueva generación política que lleve a Cuba a lo que era antes de 1959. «El presidente estadounidense espera algo a cambio de sus decisiones, pero nunca serán los principios cubanos, porque no son negociables», acotó.
«No negamos que las medidas sean positivas, pero son insuficientes y nos hace preguntarnos si quieren ayudar al avance económico cubano o si están pensadas para favorecer más las necesidades de Washington», reflexionó Clau­dia García, profesora de Diseño Industrial.
Si bien hay una modificación de la política norteamericana, ratificó García, no la hay en sus objetivos. La joven llamó a no caer en la ingenuidad porque «siguen existiendo restricciones que ya podían haber sido eliminadas por Obama, y que muestran los puntos negros que tiene aún el proceso de normalización de las relaciones entre ambas naciones».
Por otra parte, Karina Parada, quien cursa el segundo año en el ISDI, reiteró que es imposible en Cuba tener conciencia de las afectaciones del bloqueo. «El conocimiento y la interpretación de la realidad política, económica y social del país tiene necesariamente que estar presente en cada momento de la vida estudiantil de la juventud cubana».

NO OLVIDAR UN PASADO CON VESTIDURAS DE BLOQUEO

Contra el bloqueo económico, comercial y financiero que ha propinado millonarias pérdidas al pueblo de Cuba, se pronunciaron este viernes los vecinos del CDR 4, perteneciente a la zona 25 del municipio capitalino de Plaza de la Revolución, como parte de la jornada de debate por el deber patrio y antimperialista, convocada por la organización de masas.
El espacio constituyó tribuna para el llamado a no olvidar la historia, erigido desde la convocatoria tanto de jóvenes de la comunidad como Darianna Vidal y Oscar Pérez, has­ta de aquella vecina que alzó su voz para de­nunciar los crímenes de la tiranía batistiana a que fue sometida en carne propia. «No se dejen engañar», convidó a los jóvenes visiblemente emocionada.
Janco Martínez, estudiante universitario que fungió como orador, explicó las raíces históricas del cerco impuesto por Estados Unidos a la Mayor de las Antillas, y se refirió a la directiva presidencial emitida por el presidente Ba­rack Obama el pasado 14 de octubre, la cual «no oculta sus intenciones de realizar cambios en el ordenamiento económico, político y so­cial de nuestro país».
Y si bien el bloqueo insiste en «encorsetar» el desarrollo del pueblo cubano, no es solo esa la única razón que encontró ecos de denuncia en el barrio debate donde participó el coordinador nacional de los CDR, miembro del Co­mité Central del Partido y del Consejo de Es­tado, Carlos Rafael Miranda. También el ciudadano Gilberto Patao puso sobre el tapete actos como el atentado al círculo infantil Le Van Tan y la guerra biológica contra Cuba.
El cederista Eduardo González, por su par­te, subrayó que en lo esencial el cerco económico se mantiene intacto, en tanto el presidente de la nación norteña tiene todavía prerrogativas que no ha agotado para ir «desmenuzando» sustancialmente esa política. «Ellos han cambiado sus métodos, pero sus objetivos están latentes», puntualizó.

Granma

miércoles, 19 de octubre de 2016

Armando Hart, pasión por Cuba




En ocasión del Día de la Cultura cubana. Documental realizado por el Instituto de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y el proyecto Crónicas sobre Armando Hart Dávalos y su entrega a Cuba y a la Revolución

El testamento de Celia Hart Santamaría




Celia Hart Santamaria (1963-2008), revolucionaria cubana, hija de dos combatientes históricos de la revolución cubana. Una voz libre y crítica de gran actualidad.

Centro Pablo: hogar para el buen arte y las ideas




Este martes en la Mesa Redonda: Centro Pablo: hogar para el buen arte y las ideas

“Hoy Ana Belén enfrenta además el diagnóstico de un cáncer de mama cuyo alcance aun se desconoce”

Carta del trovador cubano Vicente Feliú a Barack Obama, sobre Ana Belén Montes

Señor Barack Hussein Obama, Presidente de los Estados Unidos de América.

Ante todo, mis respetos.
Es la segunda ocasión que decido escribirle en este año, durante el cual pese a las presiones que sabemos ha recibido y recibe por atreverse a restablecer las relaciones con mi país ha decidido Usted personalmente dar pasos importantes, asunto que no ha pasado por alto la comunidad internacional y muchas personas en nuestros dos países, y los buenos cubanos lo recordaremos.
En la misiva anterior le decía que entre los Estados Unidos de América y Cuba, teníamos tanto grandes diferencias como semejanzas con antiguas y profundas raíces desde sus propios orígenes como naciones, causas reales que siguen saltando a la vista y por las cuales cada país ha intentado siempre conocer de los planes del otro, por un problema elemental de seguridad.
Incuestionablemente uno de los hechos más indelebles de su gestión en la administración estadounidense será la de haber restablecido relaciones con Cuba, visitarla y compartir con nuestro pueblo, en plenas funciones de su mandato. Para unos, con la intención de anexarla a la bandera de las estrellas; para otros, como un gesto elemental de lógica vecindad. De cualquier ángulo que se le mire es un acto de valentía, yo diría además que de coherencia política. En aquella visita expresó Usted públicamente dos conceptos fundamentales:
que no somos una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos y que podemos asumir una vecindad coherente, colaboradora y participativa en muchos aspectos comunes, y convivir con los desacuerdos, reforzando el deshielo que ambos pueblos sin dudas desean y aplauden.
En mi carta del 12 de mayo le hablaba de Ana Belén Montes, ex agente de la DIA, que pensó y actuó de acuerdo a su conciencia sin mediar chantaje, remuneraciones económicas ni implicaciones para la seguridad nacional de los Estados Unidos, encarcelada desde hace 15 años, y le comentaba un fragmento de su alegato de defensa:
“Mi mayor deseo sería ver que surja una relación amistosa entre Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso, en alguna manera, estimule a nuestro gobierno para que abandone su hostilidad en relación con Cuba y trabaje conjuntamente con La Habana, imbuido de un espíritu de tolerancia, respeto mutuo y entendimiento.
“Hoy vemos más claro que nunca que la intolerancia y el odio –por individuos o gobiernos- lo único que disemina es dolor y sufrimiento.
Espero que Estados Unidos desarrolle una política con Cuba fundamentada en el amor al vecino, una política que reconozca que Cuba, como cualquier otra nación, quiere ser tratada con dignidad y no con desprecio.”
Esas palabras de Ana Belén Montes tienen gran y hermosa coincidencia con las suyas al finalizar su discurso en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso el pasado 22 de marzo de 2016: “La historia de Estados Unidos y Cuba abarca revolución y conflicto; lucha y sacrificio; retribución y ahora reconciliación. Ha llegado el momento de que dejemos atrás el pasado. Ha llegado el momento de que juntos miremos hacia el futuro –un futuro de esperanza.
Y no será fácil, y habrá reveses. Tomará tiempo. Pero mi visita aquí a Cuba renueva mi esperanza y mi confianza en lo que hará el pueblo cubano. Podemos hacer este viaje como amigos, y como vecinos, y como familia – juntos. Sí se puede. Muchas gracias.”
Hoy Ana Belén enfrenta además el diagnóstico de un cáncer de mama cuyo alcance aun se desconoce. Pronto le harán una mastectomía y se someterá a un tratamiento de quimioterapia. Con su sensibilidad podrá Usted imaginarse el desafío tan crudo que enfrenta Ana, sobrevivir a una situación tan penosa en medio de un ambiente hostil y separada de quienes la aman.
Estoy convencido de que ninguna de las dos personas que pugnan para sucederle en la Presidencia intentará continuar los mejores logros de su gestión, mucho menos tener en cuenta a una persona capaz de haber puesto su vida en función de los demás, porque para ello hay que conocer el amor.
Está Usted en los finales de su mandato y la memoria de su gestión presidencial llevará irremediablemente el nombre de Cuba. Éste es su momento, Señor Presidente. Por eso no albergo dudas en pedirle, de todo corazón y modestamente, que indulte a Ana Belén Montes, de manera que pueda estar con quienes la quieren en los momentos difíciles que le quedan por vivir. Por la justicia que ello significa, hará Usted felices a muchas personas en Estados Unidos, Cuba y el mundo.
Le ruego que piense en Ana, y obre de acuerdo a su corazón.
Quedo con un saludo.

Vicente Feliú Miranda.

World Learning en la cruzada imperial contra el avance político

En Cuba fueron becados (la palabra beca debería ser escrita entre comillas) cerca de cien jóvenes universitarios y preuniversitarios de entre 16 y 18 años para recibir un entrenamiento que nadie ha podido explicar en qué consiste. En República Dominicana, los becarios son universitarios con edades que oscilan entre 18 y 24 años, y estudian asignaturas escolares además de participar en trabajo social. En los más de 60 países donde realiza actividades, la Organización No Gubernamental World Learning impulsa el atraso político y promueve la adhesión al proyecto imperialista. Nada diferente puede hacer con el acompañamiento financiero y logístico de la USAID y la NED.
En República Dominicana, cuentan con el apoyo del Gobierno, mientras en Cuba, desconocen las instancias oficiales porque su finalidad es abonar la subversión. El objetivo de revertir un proceso político y la misión de preservar el entreguismo y la estafa política, conllevan tareas diferentes, pero son elementos del mismo esquema.
Para negar el propósito subversivo de su accionar en Cuba, World Learning y su directora Carol Jenkins, utilizan medios como TV Martí, el blog que administra Yoani Sánchez y el diario El Nuevo Herald, de Miami. Son espacios creados para esos fines, pues ni los medios veladamente controlados por la CIA reconocen importancia a tan infelices argumentos.
Los pronunciamientos constan de los mismos elementos. Para citar solo un ejemplo, hay que decir que en la extensa declaración ofrecida a través del espacio contrarrevolucionario Martí Noticias, Jenkins no explica por qué, para las actividades relacionadas con el llamado Programa de Verano para Jóvenes Cubanos, la ONG bajo su dirección no recurrió al Ministerio de Educación Superior ni estableció contacto con las instancias oficiales encargadas de coordinar el intercambio académico en Cuba.
No explicó tampoco por qué utilizó a varios emisarios, tres de ellos de nacionalidad panameña, para trasladar a Panamá a los becarios del programa. Obando Chávez, Ricardo Ceballos Kitwood y Paul Alba Caballero, llegaron a Cuba como turistas, por lo cual carecían de permiso para trabajar en territorio cubano.
Alba Caballero declaró que recibió de la World Learning 100 dólares por cada día de estancia en Cuba.
Estados Unidos financia el activismo anticomunista y también paga para ocultar ese financiamiento. Por eso sus agencias utilizan a terceros, generando con esto un gasto adicional. ¡Ese destino tiene una parte del dinero de los contribuyentes estadounidenses!

EL PROGRAMA DE VERANO

En el año 2015 y en el presente año, la ONG World Learning, llevó a cabo el Programa de Verano. En el año 2015, captó a 34 jóvenes cubanos de entre 16 y 18 años, y en el reciente verano algo más de 60 (la cifra exacta no figura en sus declaraciones, pues sus directivos solo dicen que han participado poco menos de 100 jóvenes).
Dado que no fueron utilizados los medios oficiales, no se ocuparon los promotores de articular el pretexto de que enseñarían asignaturas que no contienen los programas de estudios de las universidades a las cuales asisten los becarios.
Yoani Sánchez dice en su blog que “al oficialismo cubano le ha molestado especialmente” que World Learning buscara desarrollar en estos jóvenes “habilidades en áreas que incluyan hablar en público, trabajar en equipo, negociar, fomentar consenso, resolución de conflictos, defender los derechos propios, y solución de problemas”.
Repite la bloguera contrarrevolucionaria el contenido de la propaganda de World Learning, lo que dijo Jenkins por Martí Noticias. ¿A quién le asombra?
Jenkins dice que el programa terminó y que World Learning no tiene para Cuba ningún programa especial financiado por Estados Unidos.
¿Apela a la fingida ingenuidad de algunos analistas? World Learning participa junto a la USAID (o asumiendo la representación de la misma) en proyectos de género, liderazgo y otros temas.
¿Acaso no invirtió USAID, en el año 2014, más de 7 millones de dólares en Venezuela financiando a Acción Democrática, Liderazgo y Visión y otros grupos, y apoyando las actividades de Leopoldo López como alcalde del Chacao?
En el año 2013, Bolivia expulsó a la USAID de su territorio, por realizar activismo político ilegal. Funcionarios de la USAID llegaron a ofrecer apoyo logístico a los sectores que promueven el desmembramiento del Estado Plurinacional de Bolivia.
¿Para qué convoca World Learning a jóvenes cubanos si no para emplear, en la realización de la tarea que le ha sido asignada, los cuantiosos fondos que recibe de la USAID y de otras agencias de Estados Unidos?
Dando continuidad a un viejo plan, trata de formar a los nuevos colaboradores de Radio y TV Martí, o del blog 14 y medio.
En un artículo publicado en el año 2005 (http://www.voltairenet.org/article125754.html),el fenecido Philip Agee, quien hasta 1967 fue agente de la CIA (esta experiencia lo motivó a escribir el libro Inside the Company: CIA Diary) señala que, a finales de la década de 1970, cuando se creó la American Political Foundation, Estados Unidos se presentó ante el mundo como promotor de la democracia en América Latina, y surgió la National Endowment for Democracy, NED, que junto a la USAID mantiene cuatro institutos satélites: American Center For International Labor Solidarity (Sindicato AFL-CIO), Center for International Labor Solidarity (Cámara de Comercio), National Democratic Institute for International Affairs (NDI) y el International Republican Institute (IRI).
Está documentado que más de 40 programas de World Learning son financiados por la USAID.

EN REPÚBLICA DOMINICANA

En República Dominicana, como en Cuba, el accionar de la World Learning es promovido desde la Embajada de Estados Unidos.
En la página de la embajada de Estados Unidos, se informa sobre el Global Undergraduate Exchange Program.
Se le define como un programa de intercambio (de inmersión cultural, dice el sitio), dirigido a estudiantes de licenciatura, para cursar un semenestre en una universidad de Estados Unidos.
El estudiante asiste durante un semestre a una universidad de Estados Unidos, sin recibir diploma o garantía de convalidación al regresar al país.
Puede tratarse de asignaturas de medicina, enfermería, veterinaria, farmacia u otros campos clínicos.
Dice textualmente la página: “Los candidatos escogidos vivirán en la universidad con compañeros estadounidenses. Para asegurar que el estudiante reciba la orientación necesaria para llevar a cabo su semestre o año con éxito, la universidad se encargará de guiarlos en temas como: técnicas de estudio, metodología para llevar a cabo investigaciones, manejo del tiempo, técnicas para tomar apuntes de manera eficiente, etc.”.
Para añadir: “Los estudiantes participarán en labores de servicio comunitario por un mínimo de 20 horas durante el semestre de intercambio”.
¿Ha indagado el Gobierno dominicano sobre las coincidencias entre los propósitos generales de la educación en el país y las enseñanzas de UGRAD y de otros programas de la misma factura? ¿Están conscientes las familias de los objetivos que persiguen los centros que captan a los becarios? ¿Compensa un viaje o eventualmente un empleo la conversión de un joven en agente de la política imperial?
World Learning tiene estrechos vínculos con la Agencia Central de Inteligencia. Se le define como sucesora de la Delphi International Group, utilizada contra el primer gobierno sandinista en Nicaragua.
En términos reales, cambiando de nombres y agregando o suprimiendo algunos rostros, la CIA ha utilizado a las mismas agencias para apoyar las dictaduras o para poner sello de legitimidad al entreguismo en las democracias que no merecen ese nombre.

EL SELLO DE LA ULTRADERECHA

La obligatoriedad de regresar al país de origen, sea Cuba, República Dominicana, Nigeria o cualquier otro, está en las condiciones que se imponen al becario, porque los organismos de inteligencia requieren que se realice el trabajo en los lugares de origen.
Además, los organismos oficiales de Estados Unidos no renuncian a la aspiración de seleccionar a los migrantes, de modo que un becario, para permanecer en territorio norteamericano tiene que ser captado y empleado allí.
En República Dominicana, el visado es una especie de premio. En Cuba, se trata de asignar tareas dentro del país, porque los emigrantes cubanos con recibidos (aún después del restablecimiento de relaciones) con mayor facilidad.
¿Con qué derecho pretende un cartel de agencias decidir sobre el destino de los jóvenes de nuestros países?
La derecha y la ultraderecha trabajan en conjunto en estos planes, por lo cual no es extraño que los regalos de Obama, al retirarles la envoltura, destilen veneno… El imperialismo cambia de táctica, pero no de esencia, y por supuesto, mantiene el propósito de hundir los procesos de avance político a nivel global.

Lilliam Oviedo

martes, 18 de octubre de 2016

Diez de Octubre de 1868: 148 años de la misma Revolución cubana




Esta tertulia de TV es, a su vez, un fragmento del programa semanal de Cubainformación Radio: El Che Guevara y la actual relación EEUU-Cuba y otros temas (programa 436).

El pueblo saharaui sufre la tortura, la cárcel y la violencia del régimen de Marruecos...




El pueblo saharaui lleva dividido más de 40 años. La mitad de su población resiste en las duras condiciones del desierto más inhóspito del mundo, la Hamada argelina. La otra mitad sufre la represión del régimen marroquí en los territorios ocupados.

domingo, 16 de octubre de 2016

Fidel en La historia me absolverá




Tan importante fue el alegato de Fidel en lo político, como en cuanto a los argumentos jurídicos que expuso

«¡Gracias por la seria y amable atención que me están prestando! ¡Ojalá tuviera delante de mí todo el Ejército!». Es el doctor Fidel Castro Ruz, el «principal encartado» de la Causa 37 por el asalto al Moncada, quien lo expresa du­rante su alegato de autodefensa, el 16 de octubre de 1953. Está frente al Tribunal de Urgencia que lo juzga en la pequeña sala de estudios de las alumnas de enfermería del entonces hospital provincial Saturnino Lora, de Santiago. Al igual que el 21 de septiembre en que se inició el juicio del Moncada, en la inmensa Sala del Pleno del Palacio de Justicia, la mayor audiencia que lo rodea la integran soldados con bayonetas caladas.
En aquella ocasión esa guardia excesiva lo escuchó durante dos sesiones sucesivas, pues a partir de la tercera fue excluido de ese paraninfo y el proceso siguió para los demás acusados. La selección de soldados para custodiar la salita de las enfermeras debió ser muy «selecta», porque en las sesiones anteriores, durante dos horas de respuestas al interrogatorio de los magistrados al doctor Fidel Castro, y luego en el ejercicio como abogado —togado—, interrogando él a sus propios compañeros sobre crímenes cometidos por el mando y la soldadesca el 26 de julio y en días sucesivos; se había convertido en un tormento para el régimen de Batista, no solo para el mando del Moncada. Los papeles se in­virtieron: de acusado devino acusador.
De ahí que tenía que ser retirado de aquella sala donde, además de los soldados, había público civil y 25 periodistas, sin contar con los dirigentes de partidos políticos de la oposición involucrados en la Causa 37, aunque nada tu­vieron que ver con el asalto al Moncada, y ob­viamente negaron los hechos.
En la pequeña salita de las enfermeras, Fidel detalla los hechos de cómo fue retirado del mencionado juicio en la Audiencia. La orden fue que los médicos del penal firmaran un documento que acreditara que él estaba enfermo y no podía asistir a las sesiones. Y él revela aquí, durante el alegato, que los médicos le explicaron que el co­ronel Chaviano les dijo que él «le estaba ha­ciendo en el juicio un daño terrible al Gobierno».
De ahí que, sin duda, Fidel había alcanzado la primera victoria, tras el 26 de julio de aquel año.
El hecho de que los soldados prestaran tan­ta atención a sus palabras el 16 de octubre tenía un significado grande.
Se desmoronaban las mentiras «como un castillo de naipes», dijo él mismo en la salita de las enfermeras: destruyó definitivamente las ale­vosas calumnias contra sus compañeros, de­nunció los crímenes espantosos cometidos por la soldadesca obediente, denunciaba a la nación y al mundo, con pruebas irrebatibles, la verdad, y daba a conocer, pormenorizadamente, el programa de la Revolución, luego de de­nunciar la situación política, económica y so­cial de la nación. Ello podría revertirse con una revolución que, de hecho, había comenzado el 26 de julio.
En uno y otro espacio —el Palacio de Jus­ticia y la salita de estudios de las enfermeras del hospital— proclamó a José Martí, a su pensamiento y acción, como el autor intelectual del Moncada. Y dijo, enfático:
«Vivimos orgullosos de la historia de nuestra patria; la aprendimos en la escuela, y hemos crecido oyendo hablar de la libertad, de la justicia, y de derechos. Se nos enseñó a venerar desde temprano el ejemplo glorioso de nuestros héroes y de nuestros mártires. Céspedes, Agramonte, Maceo, Gómez y Martí fueron los primeros nombres que se grabaron en nuestro cerebro; se nos enseñó que el Titán (An­to­nio Maceo) había dicho que la libertad no se mendiga. Sino que se conquista con el filo del machete». Y mucho más que desde aquel m­omento no cupo duda, ni para los más jóvenes, como quien escribe, que aquel hecho era, ni más ni menos, que la continuidad histórica de nuestras guerras de independencia.
El alegato del 16 de octubre de 1953 es también, y hay que subrayarlo, el más minucioso y ambicioso programa social y económico de una revolución triunfante.
El Tribunal no lo interrumpió. El Fiscal ha­bía sido brevísimo al iniciarse esa sesión del juicio, pues pensaba que así el «principal encartado», al asumir su propia defensa, no tendría oportunidad de rebatirle sus acusaciones. Erró. Había expuesto que se le pedía al acusado 30 años de cárcel por haber atentado contra los Po­deres Constitucionales del Estado. Craso error: el propio golpe militar del 10 de marzo, perpetrado por Batista, había abolido la Constitución y solo regían unos estatutos de­cretados por el go­bierno de facto. Final­mente fue condenado a 15 años de prisión.
Tan importante fue el alegato de Fidel en lo político, como en cuanto a los argumentos jurídicos que expuso.
Luego, en Isla de Pinos, Fidel reconstruyó, como se sabe, aquella pieza excepcional, im­presa y distribuida clandestinamente en 1954. Misión que le encomendó a Haydée Santa­maría y Melba Hernández.
Sería asombroso para aquellos que, extrañamente, le prestaron tanta atención en la salita del juicio oír en la voz del acusado tantos sueños del pueblo como, por ejemplo, la erradicación del latifundio y la Ley de Reforma Agraria, la prioridad de la enseñanza, de la atención a la salud del pueblo, la nacionalización de los emporios ex­tranjeros como la United Fruit Company y la West Indian que unían la costa norte con la costa sur de Oriente, la entonces provincia más ancha de Cuba. El defensor de la Patria no omitió ni una posibilidad de cambio económico y social. Ni la importancia de la llamada industria del ocio quedó fuera. Dijo Fidel en su autodefensa que «el turismo podría ser una enorme fuente de riqueza». Claro, no pensaba en el turismo de casinos y gansters que existió hasta el triunfo de la Revolución, apenas seis años después.

Marta Rojas Rodríguez | marta@granma.cu

sábado, 15 de octubre de 2016

Entrevista de Ernesto Che Guevara a BBC en 1964.




El programa de la Televisión Cubana, "La pupila asombrada", que se transmite los jueves a las diez de la noche por Cubavisión, rescató del olvido una entrevista que ofreció el Comandante Ernesto Che Guevara para el programa “Face the Nation”, de la CBS, el 13 diciembre de 1964. En el diálogo con los periodistas, transmitido en vivo de costa a costa en Estados Unidos, el Che emitió criterios sobre las relaciones de EEUU-Cuba, de sorprendente actualidad.

El crimen de Barbados

El 6 de octubre se cumplieron cuarenta años de la destrucción en pleno vuelo de un avión civil cubano que estalló cerca de Barbados y aniquiló a 73 personas. Fue el atentado terrorista más grave ocurrido hasta entonces en el Hemisferio Occidental pero aun no se ha hecho justicia. Se cumplen también cuarenta años de impunidad y complicidad.
Los autores intelectuales del horrendo crimen han disfrutado de la protección y la hospitalidad ininterrumpida de los gobernantes norteamericanos, desde Bush padre hasta Barak Obama.
Uno de los asesinos, Orlando Bosch, vivió tranquilamente en Miami sus últimos veinte años y murió allí en 2011 de muerte natural sin que nadie lo molestase. Cuando esto ocurrió hubo homenajes y discursos prometiendo continuar el terrorismo contra Cuba. Para esa fecha Barak Obama era Presidente y buscaba reelegirse. Pero guardó silencio.
El otro, Luis Posada Carriles, permanece en la misma ciudad, libre y confiado. Allá está desde 2005. Hace once años que Washington se niega a extraditarlo a Venezuela para que sea juzgado por la atrocidad de la que fue el principal responsable.
Cuando visitó La Habana el actual Presidente de Estados Unidos no se cansó de hablar pero sobre este asunto no dijo una palabra.
Tampoco intentó pedir disculpas. Prefirió sermonear repitiendo su llamado a olvidar la historia.
Sin embargo, el ex profesor de Derecho Constitucional sabe que con tal conducta Estados Unidos está al margen de la Ley violando incluso la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada por unanimidad en septiembre de 2001 que obliga a todos los estados, sin excepción, a actuar para que cualquier individuo vinculado al terrorismo sea sometido a la justicia.
Hombre culto seguramente ha leído a William Faulkner y debemos suponer que conoce la advertencia del gran escritor norteamericano: “El pasado nunca muere. Ni siquiera queda atrás”.

Ricardo Alarcón de Quesada
Por Esto!

Hablemos del 12 de octubre… de 1979

Hay figuras que marcan una época y decir eso de quien aquí voy a habar se me antoja algo obvio que solo engrosaría los recopilatorios de sus hitos. Hitos en cuanto a acciones, pero hoy me quiero detener en las palabras, en expresión oral llenando plazas de oyentes, en su forma escrita con miles de ojos fieles lectores que reflexionan en torno a sus análisis. Palabras como aquellas pronunciadas por Fidel Castro Ruz en las Naciones Unidas en 1979:
“Se habla con frecuencia de los derechos humanos, pero hay que hablar también de los derechos de la humanidad.”1
“¿Por qué unos pueblos han de andar descalzos para que otros viajen en lujosos automóviles? ¿Por qué unos han de vivir 35 años para que otros vivan 70? ¿Por qué unos han de ser míseramente pobres para que otros sean exageradamente ricos?” 2
Aquellas palabras eran pronunciadas en un atrio tantas veces profanado con discursos de falsas intenciones, de sesgados intereses o simplemente protocolarias comparecencias. No escuché el discurso hasta años después de pronunciado, y solo en forma de pequeño fragmento, pero aún así recuerdo el magnetismo de aquellas sentencias, con un tono contundente pero no por ello duro, de responsabilidad pero no revanchista.
Vericuetos de la historia, ésta quiso que coincidiera en un 12 de octubre esa sesión de la asamblea de las Naciones Unidas, en la que Cuba expondría las conclusiones de la Sexta Conferencia de Países No Alineados celebrada en La Habana, celebrada días antes. También por esta fecha cumplimos los pocos días de su celebración, cuando muchos dicen de ella que es un movimiento de nostálgicos y que nada aporta a la esfera internacional, aun siguen demostrando la necesidad de la misma, y aun se sigue clamando por los Derechos de la Humanidad.
Fidel recuerda en su comparecencia, la no aplicación de la Resolución 1514 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre la concesión de independencia a los países y pueblos coloniales, para el caso del Sahara Occidental. Trasladó la denuncia de las agresiones sufridas por el pueblo palestino, así como la necesidad del cumplimiento de la Resolución 3236 de la Asamblea General para el establecimiento de un Estado independiente en Palestina. Expresó la solidaridad con la lucha del pueblo de Puerto Rico y su derecho a la libre determinación. Ejemplos estos también de lo que aún hoy se sigue demandando.
12 de octubre, fecha en la que la historiografía oficial nos recuerda la llegada de Cristóbal Colón a una tierra que en un futuro se conocería como América. Cuba, un país que se independizó dos veces, primero en 1898 y después en 1959. Un discurso, que aboga por un reparto de la riqueza y el fin del derroche de recursos expoliados de los países y continentes castigados por la historia. Un discurso que recuerda lo tortuoso del camino hacia esa independencia:
“La historia nos ha enseñado que el acceso a la independencia para un pueblo que se libera del sistema colonial o neocolonial es, a la vez, el último acto de una larga lucha y el primero de una nueva y difícil batalla”3
Y oh si sabe Cuba de esta batalla, que aún a 57 años de su independencia, aun sufre los envistes contra la osadía de su libertad y autodeterminación.
Lucha contra un colonialismo que hoy se enmascara en forma de grandes entidades que llevan logos más que banderas nacionales, desembarcan publicidad más que soldados con espadas, tratados más que documentos de concesión de tierras, aunque subrepticiamente sea la misma táctica de dominación e injerencia, aunque con la legitimación que les confiere el término “libertad”, aunque sea libertad de comercio.
¡Basta ya de palabras! ¡Hacen falta hechos!4
Concluía Fidel su discurso en la Asamblea de las Naciones Unidas un 12 de octubre de 1979, y aun siguen haciendo falta esos hechos.

Ivana Belén Ruiz Estramil
Asociación Euskadi-Cuba / Cubainformación

Notas:
1 Palabras pronunciadas por Fidel Castro Ruz en las Naciones Unidas en 1979, disponible en: [ENLACE]
2 Ibidem.
3 Ibidem.
4 Ibidem.

miércoles, 12 de octubre de 2016

La penetrante mirada de Haydée que habla del Moncada




Haydée tenía la mirada más desconcertantemente triste que he sentido en mis días de existencia. Era una mirada dura y tierna a la vez. Daba pasos cortos, firmes y era algo cargada de hombros.

Me contaba alguien que estuvo presente el día de aquel conmovedor conversatorio; que se publicó con el nombre de Haydée habla del Moncada; 1967, mes de julio y día 13, que Haydée Santamaría Cuadrado (1923-1980) comenzó a hablar con una voz queda y casi imperceptible a los estudiantes y profesores de la entonces Escuela de Ciencias Polí­ticas de la Universidad de La Habana acerca de sus recuerdos del Asalto al Cuartel Moncada y los días posteriores al hecho. Vehementes y conmovedoras remembranzas contó que se aglomeraron para siempre en la memoria de quienes la escucharon, y para ella fue como un doloroso fardo pesante que cargó hasta sus últimos días.
Debió haber hablado ese día, como la recuerda Roberto Fernández Retamar, con la virtud de “decir las cosas más intensas con la mayor sencillez del mundo”, y lo hizo penetrando en el alma de los demás, tal es así que al volver a hojear el texto impreso; no lo hago con el original, tengo la edición que en 1985 hiciera la Casa de las Américas, la luminosa institución que creó junto a varios compañeros, las palabras se sienten como si volviera a escuchar su voz.
Ese día Haydée contó a los presentes que participar en la acción del 26 de julio de 1953 cambió definitivamente su vida, y cómo de esas sensaciones… “La transformación después del Moncada fue total. Se siguió siendo aquella misma persona, pudimos seguir siendo aquella misma persona que fue llena de pasión, y pudimos, se pudo seguir siendo una apasionada. Pero la transformación fue grande, fue tanta que si allí no nos hubiéramos hecho una serie de planteamientos hubiera sido difícil seguir viviendo o por lo menos seguir siendo normales”[i].
En el texto, preguntas de un público heterogéneo a Haydée, nos revela ella por qué consideró que el Moncada fue un parto: “Yo algunas veces he dicho, no sé si en alguna entrevista…., que a mí esto se me reveló muy claramente cuando nació mi hijo. Cuando nació mi hijo Abel fueron momentos difíciles, momentos iguales a los que tiene cualquier mujer cuando va a tener un hijo… Eran dolores profundísimos, eran dolores que nos desgarraban las entrañas y, en cambio, había fuerza para no llorar, no gritar o no maldecir. (…) Porque va a llegar un hijo. En aquellos momentos se me reveló qué era el Moncada”[ii].
Su hermano Abel (20 de octubre de 1927-26 de julio de 1953), segundo jefe del Movimiento, que por la época no tenía nombre, trabajó en el antiguo central Constancia como mozo de limpieza, fue despachador de mercancías de la tienda y oficinista; pero en 1946 decide buscar mayores posibilidades de trabajo y estudio, se va a La Habana. Termina el bachillerato y cuando su situación económica le permitió alquilar un apartamento, mandó a buscar a su hermana Haydee. Abel aprobó el ingreso en la Escuela Profesional de Comercio y más tarde al Instituto No.1 de Segunda Enseñanza de la capital. Trabajó en la textilera Ariguanabo, en Bauta. Después fue contador-tesorero en la agencia de automóviles Pontiac. Ingresó en la Juventud Ortodoxa y ante la realidad provocada por el golpe de estado de Batista, repulsa el hecho.
Abel y Fidel se conocieron durante los actos conmemorativos del 1 de mayo de 1953; juntos comenzaron a gestar los asaltos al Moncada y Bayamo.
Cuenta Haydee que aquella noche del 25 de julio: “…Nosotros mismos nos sentíamos mejores, nos sentíamos más buenos. Pensábamos en nuestros padres y los veíamos más buenos; no recordábamos si alguna vez nos regañaron o nos pegaron injustamente… Pensábamos…pensaba en mi sobrinita ya la encontraba la niña más bella de la tierra, porque tal vez no la volvería a ver y no la volvería a tener.”[iii]
“Miraba a Abel y me confortaba pensar que tal vez no le vería más, pero no tendría la necesidad porque yo tampoco viviría. Pero de todas maneras lo miraba”.
Haydée hablando se convierte en luz, en alguien a plena luz, sufrida sí, emotiva sí, alejada de vanidades y ambiciones también, una persona que cuenta sus vívidas emociones y realidades antes durante y después de la acción, y sobre todo que transmite una visión y una fe que hace comprender el humanismo de la acción, llena de devoción y amor por los ideales, para tener una Patria mejor. “Mirábamos a Fidel, y sí había algo que nos decía que sí viviría, que él sería el único que viviría; porque tenía que vivir”.[iv]
En Haydée… hay dolor, incertidumbre y muerte, recuerdos, la pasión y los sentimientos, fe en la victoria y en Fidel, sobre todo cuando nos llegan las imágenes que cuenta ese espíritu original, sensible, con una visión de la historia que marca a la propia poética de la Revolución, y nos alcanza también la alegría. “Todo lo encontrábamos tan bello, que hasta uno taburetes de los que dos o tres días antes nos reíamos porque no servían, en aquellos momentos antes de partir, ¡qué hermosos eran!”[v]
Ella sufrió mucho. “Con un ojo humano ensangrentado en las manos se presentaron un sargento y varios hombres en el calabozo donde se encontraban las compañeras Melba Hernández y Haydée Santamaría, y dirigiéndose a la última mostrándole el ojo, le dijeron: “Este es de tu hermano, si tú no dices lo que no quiso decir, le arrancaremos el otro.” Ella, que quería a su valiente hermano por encima de todas las cosas, les contestó llena de dignidad: “Si ustedes le arrancaron un ojo y él no lo dijo, mucho menos lo diré yo.” Más tarde volvieron y las quemaron en los brazos con colillas encendidas, hasta que por último, llenos de despecho, le dijeron nuevamente a la joven Haydée Santamaría: “Ya no tienes novio porque te lo hemos matado también.” Y ella les contestó imperturbable otra vez: “Él no está muerto, porque morir por la patria es vivir.” Nunca fue puesto en un lugar tan alto de heroísmo y dignidad el nombre de la mujer cubana.”[vi]
Y ella se salió de la “vida real” y se hizo mito, del que aquí tocó esto o aquello, que allí dijo una cosa, acá “salvó” a alguien o defendió a otro y entró en la Historia, no sólo porque la hizo sino porque nos ayudó a otros a tratar de comprenderla mejor, sin medias tintas, como lo es de cruda en la realidad.
El sufrir alcanzó a toda su familia. Fidel, en su alegato de defensa por los sucesos del 26 de julio de 1953, señala: “En los anales del crimen merece mención de honor el sargento Eulalio González, del cuartel Moncada, apodado “El Tigre”. Este hombre no tenía después el menor empacho para jactarse de sus tristes hazañas. Fue él quien con sus propias manos asesinó a nuestro compañero Abel Santamaría. Pero no estaba satisfecho. Un día en que volvía de la prisión de Boniato, en cuyos patios sostiene una cría de gallos finos, montó el mismo ómnibus donde viajaba la madre de Abel. Cuando aquel monstruo comprendió de quien se trataba, comenzó a referir en alta voz sus proezas y dijo bien alto para que lo oyera la señora vestida de luto: “Pues yo sí saqué muchos ojos y pienso seguirlos sacando.” Los sollozos de aquella madre ante la afrenta cobarde que le infería el propio asesino de su hijo, expresan mejor que ninguna palabra el oprobio moral sin precedentes que está sufriendo nuestra patria. A esas mismas madres, cuando iban al cuartel Moncada preguntando por sus hijos, con cinismo inaudito les contestaban: “¡Cómo no, señora!; vaya a verlo al hotel Santa Ifigenia donde se lo hemos hospedado.”[vii]
La necesidad no es dolorosa, nada que se nos plantea como necesario duele, eso coadyuvó entonces a todo lo necesario que hubo que hacer posterior al triunfo del 1 de enero de 1959.
A raíz de estos días se ha escrito sobre la bandera, sus significados y su significante, volví sobre estas páginas ahora amarillas. Escucho de los más jóvenes sus insatisfacciones y honestamente cuento las mías, les recuerdo la frase del poeta José Zacarías Tallet, la de los golpes de mandarria dados para romper cadenas, las mismas que se deshacen sólo cuando llega su tiempo y cuando se ablandan, por los golpes, previos, de otros. Les recuerdo que tienen el deber y el derecho de hacer su tiempo, que no se gana, que se exige, y que los momentos más encumbrados de la libertad de la Patria, con mayúsculas, llegaron con jóvenes que lucían cabellos y lungas barbas; sin ninguna experiencia, sin permiso, con osadía y convicción, y lo trataron de cambiar todo; en sus mentes un sueño: hacer distintas las cosas, con la sensación que se tiene en la juventud, todo el tiempo está por delante. Repito que hay generaciones con más ni con menos oportunidades ni valor, cada generación tiene su momento histórico y con ese se ha de cumplir.
Haydee hablando del Moncada dice: “Cuando nos encontramos a Fidel, todo empezó a hacerse posible, todo fue hablar de una verdad y una realidad; y partir de algo: que no teníamos nada…” Y cuando veíamos a todo un mundo de gente que decía que tenía tanto y más cuanto,… Entonces nos encontramos a Fidel que dice: No tenemos nada, no hay nada, y hay que buscarlo; y el problema aquí ya no es de cantidad, sino de empezar”.[viii]
Una tarde de agosto de la segunda mitad de los años setenta, Haydée estaba sentada en un sillón en la sala de su casa. Su hermana Aida, se reclinaba en una butaca pequeña de mimbre, que cubría con una sábana, pues se le enterraba en la piel el tejido y le daba dolores. Dos adolescentes estábamos en el piso. Su hermana más pequeña, Ada, entró blandiendo una sartén de gran tamaño, al tiempo que anunciaba que ella cocinaría una tortilla de papas crudas. Con ella llegó su hija Norma; tenía el pelo muy compuesto y exhibía dos grandes lazos blancos que duraron cerca de 10 minutos mientras jugaba con sus primos Celia María y Abel Enrique. Uno de los lazos se deshizo casi en la nada y a las primeras carreras, el otro se convirtió en un lánguido trapo amarrado que pendía de un mechón de pelo.
Y entonces ellas hablaron de Abel y recordaron lo que le gustaba bailar y la música, lo mal que entonaba cantando, los gritos que daba en la ducha, al punto que los vecinos de O y 25 -la estrecha puerta por la que entró la Revolución[ix]– lo mandaban a callar. Según Abel eran canciones muy bien entonadas y decía: “…es que no me sale por la boca como yo lo oigo por dentro”. Recordaron cuánto lo querían en los trabajos, cómo discutía con el maestro sobre la historia de Cuba, cómo reconoció desde joven que fue Jesús Menéndez el único que se les plantó cara a los Luzárraga[x], y como quiso que lo botaran del trabajo, llegando un día a decirle a un campesino delante de uno de la familia Luzárraga, “…no coja el préstamo, ellos lo que quieren es que Usted lo coja y no lo pueda pagar y después quedarse con la tierra”.
Mi hermano me recordaba también el día que conocimos a una persona que fue amigo de Abel, que rebautizó con el apodo de “Mister Day”; y cómo habló aquella persona del buen humor que siempre tuvo Abel y la dignidad de la palabra empeñada.
A propósito del calor de estos días, de aniversarios, de evocaciones me han venido a la mente estos recuerdos de más de cuarenta años. Lo más curioso es que de quienes estábamos allí aquel domingo solo dos estamos aún vivos.
Cuento a veces a mi hijo algunas cosas que he escuchado de mis mayores, otras que he visto; alguna vez oye, otras veces pide concreción, que obvie los detalles, entonces le recuerdo que son precisamente los detalles los que marcan, señalan, focalizan y nos acercan o alejan a los colores de un relato. Las sensaciones son distintas en cada ocasión y cuando aparecen distinguen una cosa de la otra.
Desde temprano se nos enseña a venerar a nuestros héroes y mártires. Céspedes, Agramonte, Maceo, Gómez, Martí, Mella, Villena, Camilo, el Ché son nombres que se graban; Maceo dijo que la libertad no se mendiga, sino que se conquista con el filo del machete. Pero el pasado no es mejor ni lo será, ahí están los jóvenes, para y porque: “Si queremos hacer algo de verdad por Cuba, levantémonos, si queremos hacer algo por Cuba, levantemos la frente y aceptemos que llevamos en ella la estrella solitaria, la misma que acompañó a los padres fundadores, que dilapidaron su sangre en el acto sagrado de fundar una nación”[xi].
En el sermón de la montaña se lee el “Beatus pauperes spiritu…”; sin embargo no encontré ninguna bienaventuranza a quienes dieron sus vidas para que las de otros fueran mejores e incluso un poquito más felices, aunque a veces hay poemas y canciones. Sucede.

F. Vladimir Pérez Casal

Notas

[i] Haydee habla del Moncada. Casa de las Américas, La Habana, 1985, 108 páginas. pág. 20
[ii] IDEM pág. 19
[iii] IDEM págs. 47-48
[iv] IDEM pág. 48
[v] IDEM pág. 48
[vi] Ver La historia me Absolverá
[vii] Ver La historia me Absolverá
[viii] IDEM, pág. 93
[ix] Frase de Celia María Hart Santamaría en referencia a la puerta del apartamento de 25 y O.
[x] Hermanos Mamerto y Ramón Luzárraga, dueños del central Constancia.
[xi]http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/09/13/recibe-eusebio-leal-titulo-de-doctor-honoris-causa-de-la-universidad-de-la-habana-fotos/#.V9lEVSec6KE