domingo, 21 de noviembre de 2010

Apuntes Revolucionarios de Celia Hart



Prólogo de Alan Woods

La publicación de esta recopilación de los escritos de mi amiga y camarada Celia Hart es un acontecimiento de gran importancia para todos aquellos, vengan de donde vengan, que se han mantenido fieles en el momento actual a las ideas del socialismo y que luchan por la revolución.
La autora no es cualquier persona. Su destino personal está íntimamente vinculado con el de la Revolución Cubana, siendo ella hija de dos de los más destacados líderes de la Revolución. Su madre, Haydée Santamaría, participó en el asalto al cuartel de Moncada y fue dirigente del Movimiento 26 de Julio, junto con Fidel Castro y Che Guevara. Su padre, Armando Hart, fue también uno de los fundadores del M26-J y se convirtió en el máximo dirigente de la lucha en las ciudades después de la muerte de Frank País. Después del triunfo de la revolución fue ministro de Cultura de la Revolución Cubana durante más de dos décadas.
Pero la aportación de Celia Hart no es producto de un accidente de nacimiento. ¡Cuántos hijos de líderes revolucionarios se han acomodado y se han convertido en conservadores, buscando una vida fácil y olvidándose del compromiso revolucionario, los sacrificios y principios de sus progenitores! Pero Celia Hart no es así. Apasionada, como solo puede ser una hija del Caribe, ella se ha dedicada plenamente a la causa del socialismo y la revolución.
Lo primero que nos llama la atención cuando leemos estos artículos tan llenos de fuego y fervor revolucionario es el espíritu desafiante, el entusiasmo que no conoce límites. Esto es algo que indudablemente molesta a aquellos (y no son pocos) que se autodenominan socialistas, marxistas o comunistas, pero que hace tiempo han perdido la chispa, la energía y el fervor que son los rasgos esenciales de cualquier revolucionario que merezca ese nombre.
Después de la caída de la Unión Soviética entramos en un período en que las ideas del socialismo y del marxismo estuvieron sometidas a un ataque feroz de todos los frentes. Asistimos a una contraofensiva ideológica sin precedentes, promovida por la burguesía y el imperialismo a escala mundial. En esta campaña furibunda jugaron un papel particularmente vergonzoso toda una serie de ex —ex comunistas, ex socialistas, ex guerrilleros, ex marxistas de todo tipo— que hacían cola para escupir sobre las ideas que antes (por lo menos formalmente) defendían.
El espectáculo más bochornoso de todos lo jugaron aquellos mal llamados comunistas, dirigentes del antiguo PCUS, que ayer se llenaban la boca de frases “marxistas”, alabando el supuesto “socialismo real”, pero que en el momento de la verdad pasaron con armas y bagajes al campo del capitalismo, convirtiéndose en los dueños de las fuerzas de producción y liquidando la economía planificada de un plumazo. Y cumplieron todo eso con la misma ligereza de un hombre que pasa del vagón de fumadores al de no fumadores en un tren.
Sean cuales sean tus antecedentes políticos, tus antiguas credencias, una cosa está clara: semejantes cosas exigen una profunda meditación de parte de todos los socialistas y comunistas del mundo. En la famosa frase del gran filosofo Spinoza, nuestra tarea es “ni reír ni llorar, sino comprender”.
Trotsky dijo alguna vez: “cuando no hay más remedio, tenemos que pensar”. Ya es hora de que el movimiento comunista empiece a pensar muy seriamente acerca de las auténticas causas de la degeneración burocrática y el colapso de la URSS. Y hay que decir que hasta la fecha los estalinistas, los antiguos “amigos de la Unión Soviética”, no han sido capaces de darnos ninguna explicación de estas cosas.
A todas las preguntas responden con un silencio embarazoso, declaraciones vacías de contenido o llantos sentimentales. De semejantes cosas uno no aprende absolutamente nada. No es verdad que el colapso de la URSS fuese algo totalmente inesperado que nadie había previsto. De hecho estuvo previsto y explicado de antemano —para ser exacto hace casi setenta años— en un libro genial escrito por el hombre que, junto con Lenin, fue el líder mas destacado de la Revolución de Octubre. Me refiero a La revolución traicionada de León Trotsky. Es absolutamente imposible comprender lo que pasó en la URSS sin haber leído este libro, que explica el proceso de la degeneración burocrática de la URSS después de la muerte de Lenin desde una óptica puramente marxista.
Lamentablemente, durante mucho tiempo, este libro y otros escritos de Trotsky no estuvieron disponibles en Cuba y no han sido conocidos hasta hace muy poco. Es fundamental que estas ideas —que representan una línea marxista leninista clásica— empiecen a ser un punto de referencia para llevar a cabo el rearme ideológico de los comunistas en un momento decisivo de la historia. Y un papel muy importante en esta tarea histórica lo ha jugado, y sigue jugando, la camarada Celia Hart.
Los artículos de Celia han hecho un gran servicio al movimiento comunista en Cuba y a escala mundial. Por fin rompieron el hielo, desafiando a todos los viejos prejuicios que, durante tantas décadas, habían actuado como una barrera que impedía a los comunistas tener acceso a este gran capital acumulado de teoría marxista. Merece la honda gratitud de todo comunista honesto y de cualquier persona que todavía es capaz de pensar.
Lamentablemente hay alguna gente que no es capaz de pensar, que no ve la necesidad de pensar, y a quien le molesta sobradamente que haya personas en el mundo que piensan. Los mismos estalinistas (aún quedan unos pocos) que alababan la URSS como el “paraíso socialista” ahora no tienen nada que decir acerca del colapso de la URSS. Pero se lanzan como tigres contra las personas que ofrecen un análisis marxista y una explicación coherente de los hechos. Esto no tiene por que sorprendernos. Un hombre confuso siempre odia a un hombre (o a una mujer) con ideas claras.
Celia Hart se convirtió inmediatamente en el blanco de ataques furibundos, calumnias, descalificaciones personales, distorsiones de todo tipo. Lo que realmente hirió a estos señores fue el hecho de que la autora de estos artículos defendiendo a Trotsky fuese una cubana, totalmente comprometida con la Revolución Cubana e hija de dos héroes de la misma. No podían pintarla como una extraña, alguien que no conoce la realidad cubana, un agente del imperialismo y todo la demás basura que les sirve habitualmente como argumentos e ideas.
La lealtad de Celia hacia la Revolución Cubana no se puede poner en duda. La defensa de la Revolución Cubana contra sus enemigos —el imperialismo y también los elementos proburgueses en la Isla que pretenden repetir la triste experiencia de la URSS en cuanto puedan— es naturalmente su punto de partida —como es mi punto de partida y el de todos los trotskistas que merezcan el nombre—.
Pero en el caso de Celia esta lealtad va mas allá de meros principios abstractos. Celia Hart vive la revolución, la respira, está en su alma y en su sangre. De ahí ese gran fervor que se nota en cada línea de sus escritos.
Cuando ella escribe de Che Guevara, no lo hace con el espíritu santurrón e hipócrita de los fariseos que siempre mitifican a un gran revolucionario después de su muerte, convirtiéndolo en un icono inocuo, cuando en vida se oponían a él y a sus ideas. La camarada ve en Che algo totalmente vivo y actual, y su actitud hacia Trotsky es la misma.
Che Guevara era un revolucionario de la cabeza a los pies, que comprendió que el destino de la Revolución Cubana dependía de la extensión de la revolución a América Latina. La idea fue correcta, y se acerca a la idea de León Trotsky de la revolución permanente, que explica que la revolución socialista puede triunfar en un solo país, pero sólo puede consolidarse y avanzar al socialismo en la medida en que la revolución triunfe en otros países, y finalmente a escala mundial. Lamentablemente, el intento de Che Guevara de llevar la llama de la revolución a América Latina fracasó en las selvas de Bolivia. Este no es el lugar para analizar las razones de esta derrota. Pero hay que decir que la idea de Che era esencialmente correcta, a diferencia de la postura vergonzosa de los líderes estalinistas del Partido Comunista de Bolivia y los demás países del continente, que criticaban a Che Guevara como un “ultraizquierdista” e incluso un trotskista.
Hoy por hoy, nadie puede dudar que las condiciones para la victoria de la revolución socialista en América Latina están madurando a pasos agigantados. Las masas están despertándose en un país tras otro: Bolivia, México, Perú, Uruguay, Ecuador... Sobre todo la Revolución Venezolana representa un hito en todo el proceso. No cabe la menor duda de que el destino de la Revolución Cubana y el de la Revolución Venezolana están ahora orgánicamente unidos. Una derrota de la Revolución Venezolana pondría en grave peligro a la Revolución Cubana... y viceversa.
Celia Hart apoya apasionadamente la Revolución Venezolana. Su punto de vista es el mismo que el de Che Guevara: para salvar la Revolución Cubana es necesario el triunfo de la revolución socialista en otros países de América Latina. Venezuela está ahora mismo en la primera línea de fuego de la revolución latinoamericana. La conexión de todo esto con las ideas de Trotsky es más que evidente. Lo ha comentado en más de una ocasión el presidente Chávez, que ha dicho públicamente: “Trotsky tenía razón contra Stalin cuando dijo que la revolución no puede sobrevivir en un solo país”.
Hoy todo el mundo está hablando de socialismo en América Latina. El debate sobre el socialismo lanzado por Hugo Chávez ha despertado el entusiasmo y la ilusión entre millones de hombres y mujeres azotados por la miseria, el hambre y la opresión. La vieja teoría estalinista de la “revolución por etapas”, que relega la perspectiva del socialismo a un futuro lejano, está hecha añicos por la realidad de la revolución misma. La Revolución Bolivariana triunfará como una revolución socialista o no triunfará nunca.
Todo esto demuestra que el debate en torno a la figura e ideas de León Trotsky en Cuba y en América Latina —un debate en el que Celia Hart ha jugado un papel protagónico— no es un mero debate histórico sin aplicación alguna a la situación actual, sino todo lo contrario. Es absolutamente fundamental que la nueva generación en Cuba, Venezuela y el resto de América Latina y el mundo, se apoderen de las ideas del marxismo —de Marx, Engels, Lenin y Trotsky—. He aquí la única garantía para el futuro éxito de la revolución y del socialismo.
Durante décadas los revolucionarios cubanos han estado separados de los trotskistas. Pero la marcha de la historia ha derrumbado muchos muros —no sólo físicos sino psicológicos—. Ahora es el momento de llevar a cabo una reagrupación de las fuerzas revolucionarias a escala mundial. Gente proveniente de diferentes tradiciones: revolucionarios cubanos y bolivarianos venezolanos, republicanos irlandeses y trotskistas, estamos entrando en contacto por primera vez, estrechando la mano, luchando hombro a hombro contra el enemigo común, hablando, escuchando y aprendiendo los unos de los otros. Sólo de esta manera el movimiento revolucionario puede avanzar y madurar.
Es verdad que, a veces, precisamente por venir de diferentes tradiciones, puede haber malos entendidos, choques, discrepancias. Esto es totalmente natural e inevitable. El autor de estas líneas se considera un buen amigo y camarada de Celia Hart. Pero a veces hemos tenido, y probablemente seguiremos teniendo, nuestras diferencias. ¡El mundo sería un lugar muy gris y triste si todos estuviésemos siempre de acuerdo! Antes que nada coincidimos en las ideas fundamentales, y estamos peleando juntos por ellas.
La pasión de Celia por la causa de la revolución —fiel reflejo de su carácter apasionado— se siente en cada línea de sus artículos. Los pedantes critican esta u otra idea que a lo mejor se podía haber expresado de otra manera, con más nitidez, o lo que sea. Pero la verdad es que, con su pasión y su garra, ella ha podido llegar a la gente, y en particular a los jóvenes, de una manera que los burócratas y pedantes nunca podrían lograr. Como nos explica la Biblia: “La letra mata pero el espíritu da vida eterna”.
La colaboración de Celia Hart con la Tendencia Marxista Internacional —la corriente internacional que tengo el honor de representar— se remonta a alrededor de dos años. Ha sido un proceso de aprendizaje mutuo y algo tremendamente positivo para ambas partes. No tengo duda alguna de que esta colaboración es la base para un gran salto hacia delante. Ha llegado la hora para un auténtico renacimiento del movimiento marxista revolucionario en el mundo entero.

Londres, 14 de diciembre de 2005

sábado, 20 de noviembre de 2010

José Martí en el periodismo



En el periodismo de José Martí saltan a la vista ideas de profundo significado y estilo revolucionario; nada insignificante surgió jamás de su pluma.
Todo en él estaba destinado a impulsar la liberación de Cuba, al tiempo de responder a la necesidad de mantenerse, de ganar el pan.
Como escribió la intelectual cubana Fina García Marruz, Martí "más que expresar lo americano se propuso actualizarlo, aunque para ello tenga que sacrificar la inmovilidad de la forma y el cuidado de la vida".
Esta es una de las razones que justifica cómo dentro de las circunstancias reinantes en la época, la obra en prosa de Martí, hecha para publicarse impresa sea, casi en su totalidad, periodismo. Su actitud hacia él tuvo aspectos contradictorios en apariencia.
Una gran parte de su labor como articulista y traductor la juzgaba "solo trabajo de pan para ganar, para el que la honradez da fuerza".
Sus primeros pasos como periodista los llevó adelante cuando, en unión de su maestro Rafael María Mendive, inició la publicación en La Habana del periódico La Patria Libre.
Ese "Semanario democrático-cosmopolita", como reza su subtítulo, apareció en un único número el 23 de enero de 1869, cuando Martí tenía solo 16 años de edad.
En él insertó el poema Abdala, donde presentó simbólicamente la lucha ya emprendida un año antes por la libertad de Cuba y auguró la victoria final; sin duda, hubiera sido capaz de redactar el periódico íntegro.
Sobrevino entonces el período tempestuoso de Martí estudiante; es reducido a prisión y desterrado posteriormente.
Pero ya llevaba en preparación su primera obra de importancia, "El presidio político en Cuba", que publicó completa en Madrid, en 1871, aunque el fragmento inicial apareció en el periódico La Soberanía Nacional, de Cádiz.
El 27 de noviembre de 1872, primer aniversario del fusilamiento en La Habana de los ocho estudiantes de Medicina, surgen hojas sueltas firmadas por dos jóvenes supervivientes, Fermín Valdés Domínguez y Pedro de la Torre. El texto de la misiva fue escrito por Martí, quien creó en el público español un ambiente favorable a la idea de la libertad de Cuba.
Pero fue en México, a partir de 1875, donde se reveló como periodista: hasta entonces había escrito artículos sobre aquellos asuntos al servicio de su patria, pero ahora su labor llegará a constituir una obra inmensa llena de trabajos y notas imposibles de recoger en su totalidad. Nada de desdeñable hay en ellas.
Martí levantó todos los temas hasta su propia altura; en las notas informativas hay pensamientos originales, emociones, estilo, color, ritmo, perfume, y conmueve a cuantos leen sus principios políticos y sociales.
Encontró en la Revista Universal campo expedito para desarrollar su capacidad como periodista lleno de ideas y pronto pasó a redactar editoriales, amén de revelarse como dueño de la técnica de imprenta.
En ella logró penetrar cada vez más en las realidades de lo que él denominó "Nuestra América".
Su labor diaria fue incansable; llena cuartillas de última hora, si es preciso escribe un editorial, una reseña teatral o un juicio crítico, todo lo hace con seguridad y rapidez asombrosas.
En Martí vemos surgir al periodista de visión total, bolivariano, humano, de ideas, conciencia, política social y amor para el indígena, del cual dijo: "Hay que echar a andar al indio para que América pueda marchar adelante".
A principios de 1877 un nuevo campo se abrió a su vida y acción desde Guatemala. Es el de profesor primero de la Escuela Normal y de la Universidad después; en ambos lugares dejó oír palabras luminosas que despertaron entusiasmo entre los estudiantes por el patriotismo enunciado.
Todo lo ocurrido renació el proyecto de fundar una Revista Guatemalteca, lo cual materializó en abril de 1878, pero la publicación no estaba destinada a ver la luz.
Martí volvió a Cuba por un breve lapso tras concluir la Guerra de los Diez Años, pero terminó por ser deportado en septiembre de 1879.
Un año después logró llegar a Nueva York, Estados Unidos, con un profundo conocimiento del inglés que nunca había puesto suficiente en práctica.
Pero la revista norteamericana The Hour, de reciente creación, lo invitó a colaborar como crítico de arte en inglés, lo cual no lo arredra.
Se denomina "crónica" al comentario en torno a algún suceso de actualidad y esta forma era totalmente desconocida antes del último tercio del siglo XIX; él aceptó audaz el encargo y recibió la tarjeta de periodista de la publicación para presentarla en museos y galerías.
De hecho, las crónicas agradan a los lectores y ocupa el primer lugar entre las atracciones de la publicación.
Motivos personales incitaron a Martí a viajar a Venezuela el primero en febrero de 1881 y, cuando llegó, ya era conocido en Caracas por su fama de periodista, escritor, poeta, orador y patriota, pero sintió de nuevo la necesidad de crear una publicación como intentó en Ciudad de Guatemala.
Revista Venezolana apareció en julio del propio año, pero en ese país no podía hablarse de libertad sin el beneplácito del gobernador Guzmán Blanco, quien lo llamó a su presencia: la entrevista fue tan tensa que salió de ella decidido a partir.
Su carta de despedida a los venezolanos, dirigida a Fausto Teodoro de Aldrey y publicada en La Opinión Nacional, fue una declaración de principios: "De América soy hijo y a ella me debo".
Aldrey concertó con Martí colaboraciones que debía enviarle desde Nueva York. Así lo hizo con rapidez y asiduidad casi increíble, pero comenzaron las instrucciones limitadoras y decidió volver a escribir para La Opinión Nacional.
De Buenos Aires y Ciudad de México recibió nuevas solicitudes. El 15 de julio envió la primera correspondencia a La Nación y en ella deslizó en su concepto de lo que debe ser el periodismo:
"Lo primero no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la lujosa imaginación". Martí concibió la misión de la prensa como una obra educadora y, por lo tanto, creadora.
Bartolomé Mitre, miembro de la redacción de La Nación, escribió a Martí una carta donde le solicitó se convirtiera en corresponsal del periódico en Estados Unidos, debido a la reproducción de la primera carta en Argentina y otros países, mereciendo favorables conceptos de su lectura.
Aceptó el ofrecimiento a partir de 1882 y hasta que las exigencias de la lucha por la independencia de Cuba absorbieron todo su tiempo.
En el propio año comenzó a publicar en Nueva York una revista en español titulada "La América" totalmente redactada por él, que insistía en los puntos esenciales donde habría de apoyarse la educación de los hombres de nuestra América.
Por otra parte, cada vez más enfrascado en la causa cubana sostuvo una polémica con los diarios The Manufacture, de Filadelfia, y The Evening Post, de Nueva York, que publicaron artículos injuriosos contra los cubanos.
Martí difundió luego en un folleto esos artículos ignominiosos traducidos y seguidos del suyo titulado "Vindicación de Cuba"; había llegado a ser un periodista continental, no ha existido en el periodismo latinoamericano ningún otro que haya alcanzado tan general reconocimiento.
La idea de una nueva revista escrita por su mano volvió a urgir al desaparecer "América". Una de las más soñadas fue "La Edad de Oro", dedicada a los niños, y en ella se convirtió en padre y amigo por ser una obra con una belleza y frescura inigualables, que nadie ha logrado en ningún idioma.
Pero en 1891 comprendió que había llegado el momento de hacer el esfuerzo supremo por lograr la libertad e independencia de Cuba, y renunció a todas las representaciones consulares y las colaboraciones periodísticas.
Entró completamente en la fundación del Partido Revolucionario Cubano, mientras el 14 de marzo de 1892 publicó el primer periódico Patria; un mes después proclamó el PRC y fue designado Delegado.
El 17 de abril publicó en Patria El Papel de la Revolución Cubana y El futuro de Cuba en América, que habló muy alto de su extraordinaria visión: "Un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta en Cuba, se levanta para todos los tiempos."

Mario Mainadé, presidente de la Comisión de Calidad de Prensa Latina, Cuba.

Las venas abiertas de America Latina


domingo, 14 de noviembre de 2010

33 Aniversario del Centro de estudios martianos



Un mandato de la historia y la realidad cubanas

Nos reunimos una vez más para recordar los momentos fundacionales del Centro de Estudios Martianos, que cumple hoy 33 años. Es ya un largo camino recorrido desde que la dirección de la Revolución tomó la decisión de constituir esta institución y encomendarle una tarea que ya era reclamada como un mandato por la historia y por la realidad cubana.
Era imprescindible concentrar todo el talento y los recursos que fueran posibles en la creación de un espacio dedicado exclusivamente — tal como era merecedor — , a la investigación, el estudio y la divulgación de la vida y obra del Apóstol José Martí, de su pensamiento multifacético, su ideario antimperialista y toda su acción política.
Nada más urgente y necesario para la Revolución Cubana, si tenemos en cuenta que Martí fue el autor intelectual del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, o sea, fue el autor intelectual del 26 de Julio y su pensamiento guió todo el curso de la acción revolucionaria que nos condujo al triunfo del 1º de Enero y posteriormente en los años de construcción de la nueva sociedad.
Correspondió al Ministerio de Cultura dar entonces los primeros pasos para la constitución del Centro de Estudios Martianos. Como primer director estuvo a punto de ser designado uno de nuestros más ilustres, prestigiosos y reconocidos estudiosos y divulgadores de la obra de Martí, el doctor Juan Marinello, de reconocida trayectoria política y revolucionaria. Su lamentable fallecimiento por aquellos días así lo impidió y se convirtió Roberto Fernández Retamar, figura igualmente respetada y reconocida como martiano profundo, en el director del Centro durante la etapa inicial de organización y cumplimiento de sus tareas iniciales, poniendo los cimientos de lo que ahora tenemos.
No podemos olvidar en momentos como este al querido Cintio Vitier, presidente de honor, cuya presencia y colaboración permanentes, hasta sus últimos días, llenaron de prestigio, sabiduría, autoridad moral e intelectual la obra llevada a cabo por este centro en más de tres décadas. En cada aniversario se hace insoslayable rendir homenaje a Cintio, y también a Fina, que han sido pilares sostenedores de esta labor que Cuba y América necesitan.
En esta ocasión, es oportuno y justo señalar que el Centro de Estudios Martianos, — bajo la dirección de la compañera Ana Sánchez Collazo — , llega a este aniversario con pleno vigor, desafiando con éxito las limitaciones materiales y con logros evidentes que podemos señalar, como los siguientes:
Se ha completado la publicación de los primeros 18 tomos de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí (que es el principal proyecto de investigación y editorial del Centro.
Haber logrado la reedición de los tomos I y II de la Edición Crítica de las Obras Completas de José Martí en la tirada masiva del Instituto Cubano del Libro.
Actualización y publicación de los últimos 5 números del Anuario del Centro de Estudios Martianos (que es su revista científica acreditada por el CITMA).
El Portal José Martí se ha mantenido por más de dos años en el primer lugar del buscador Google, logrando desplazar las páginas webs de los llamados “cubanólogos” de Miami.
Se han materializado con calidad los proyectos de investigación aprobados en las sesiones del Consejo Científico de la Institución.
El índice de publicación de artículos y libros alcanzado por los investigadores del CEM ha sido elevado y sigue de manera creciente la publicación anual de un promedio de 25 libros y folletos por la editorial del CEM durante los últimos años.
La confección y publicación de seis multimedias sobre la temática martiana:
Las Obras Completas de José Martí (en su nueva edición)
La Cronología
El periódico Patria
Martí para todos
Anuario del Centro de Estudios Martianos
Aforismos
Ha continuado la celebración anual de Coloquios Internacionales de gran calidad, entre los que se destaca el VII Encuentro Internacional de Cátedras Martianas realizado en el 2009.
El trabajo comunitario realizado con las escuelas primarias, secundarias y los adultos de la tercera edad.
El fortalecimiento de trabajo de las Cátedras Martianas en Cuba y en la arena internacional.
El reinicio de cursos con estudiantes de otros países sobre la vida y la obra de José Martí y la cultura cubana.
El fortalecimiento de la disciplina, solidaridad y sentido de pertenencia del colectivo laboral del Centro, tal como corresponde a una institución de Académica y Revolución.
El año 2009 fue, además, pródigo en reconocimientos y distinciones para nuestros investigadores y para el Centro.
Fuimos acreedores de 5 premios nacionales y 1 internacional:
Premio Martiano de la Crítica de ensayo del Centro de Estudios Martianos: Rodolfo Sarracino.
Premio Nacional de Ciencias Sociales 2009: Pedro Pablo Rodríguez.
Premio Félix Varela de la Sociedad Económica Amigos del País: Salvador Arias.
Premio Nacional de Historia 2009: Ibrahim Hidalgo.
Premio de Ensayo Alejo Carpentier: David Leyva.
Premio del Concurso Internacional de Ensayo de la Revista Temas: David Leyva.
Premios Colectivos :
Distinción: Pluma de Rubén Martínez Villena, otorgada al Centro de Estudios Martianos, por la Universidad Pedagógica de La Habana.
Centro de Investigación Destacado del CITMA 2009.
No podemos, sin embargo, conformarnos con lo alcanzado. Debemos velar por el control de todo lo que se viene programando y su aplicación adecuada procurando promover relaciones fraternales con todas las instituciones y personalidades que puedan contribuir a estos empeños en el país y fuera de él. Asimismo, debemos investigar y estudiar cómo relacionar cada vez mejor la práctica del hacer con la necesidad de hallar la relación entre las posiciones radicales y armoniosas; así encontraremos los caminos teóricos y prácticos que necesita el mundo en el siglo XXI.
Reciban todos los trabajadores del Centro de Estudios Martianos y su dirección nuestro reconocimiento y felicitación en este nuevo aniversario y exhortación a seguir avanzando por el camino de Martí, que es el camino de la Revolución, que es el camino de Cuba y de América en estos momentos difíciles y complejos para el mundo y para el futuro de la humanidad.
Muchas gracias a todos.

Patria o muerte, Venceremos.

Armando Hart Dávalos

Acto conmemorativo del aniversario 33 del Centro de Estudios Martianos celebrado el 19 de julio de 2010.

En el aniversario 45 de Juventud Rebelde



Al llegar al aniversario 45 del fraterno diario de la juventud cubana, fundado por Fidel un día como hoy, durante el quinto aniversario de la integración del movimiento juvenil cubano en la Asociación de Jóvenes Rebeldes —preámbulo de nuestra Unión de Jóvenes Comunistas— tengo la satisfacción de transmitirles mi más cordial y sentida felicitación.
Desde entonces, Juventud Rebelde ha cumplido con honor y eficiencia la misión que le fue encomendada como órgano de información y orientación para los jóvenes cubanos, realizando valiosos y sólidos aportes a la cultura, el debate y a las inquietudes siempre crecientes de una juventud —hija de la Revolución— cada vez más culta e instruida.
En las páginas de Juventud Rebelde hemos confirmado que pueblo, juventud, revolución y patria no son tan solo palabras para nosotros, los martianos. Son conceptos teóricos, son guías para la práctica y son también bellos sentimientos.
Si el Apóstol enseñó que «patria es humanidad», entonces patria marca la existencia de un pueblo concreto, de aquel en que nace cada hombre, de aquel que tiene más cerca.
Lo más dinámico de un pueblo son sus jóvenes. Ellos simbolizan no solo el futuro sino también el presente. Saben que inclinar la cabeza ante los libros de estudio es la mejor forma de levantarla ante el porvenir. Conocen que del trabajo cotidiano y útil nace la virtud más duradera. Ejercitan las armas en las tareas de la defensa, sabiendo como Martí, que «es un soldado todo ciudadano, y el que no sepa combatir no es ciudadano».
Conjugar todas esas facetas solo se logra con la Revolución que es, en definitiva, el arte de hacer feliz al pueblo. Cuando la juventud actual proclama «todo por la Revolución», se está uniendo, en su convicción, no solo al más universal de los cubanos, sino también a su más destacado discípulo y continuador, nuestro invencible Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Todo ello explica que nos hayamos propuesto desarrollar un diálogo sistemático de generaciones en el que participen quienes traemos la experiencia vivida en el siglo XX y los que vivirán bien entrado el siglo XXI: se trata de la necesidad de un diálogo entre dos siglos.
Las sociedades clasistas y coloniales, es decir el régimen de explotación del hombre por el hombre, nos han dejado como nefasta herencia un mundo cargado de enormes peligros. Por vez primera en la milenaria historia del hombre sobre la Tierra existe la posibilidad real de que desaparezca el género humano, y no solo esto, sino que con él desaparezcan también todas las formas de vida. Es muy triste y amargo pensar que nuestro globo terráqueo pueda convertirse, por la acción irracional y bárbara de algunos hombres, en un inmenso cementerio.
Si investigamos el pensamiento y la acción de los grandes próceres y pensadores de América en dos siglos de historia, encontraremos pensamientos luminosos orientados hacia la universalidad que necesita el mundo. Los invito a proseguir el diálogo de generaciones con esas ideas fundamentales.
Martí afirmó que Bolívar tenía mucho que hacer en América todavía. Sugiero como lema para este diálogo de generaciones que Bolívar, Martí y los próceres y pensadores de América tienen mucho que hacer en el mundo. La idea cardinal que debemos exaltar es la de extraer, de la inmensa sabiduría acumulada en este «pequeño género humano», lo necesario para unir al continente y para volcarlo hacia el mundo sobre la base del principio martiano: «Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas».
Estamos convencidos de que Juventud Rebelde seguirá participando activamente en este diálogo de generaciones, tan urgente para Cuba y para el mundo, y seguirá siendo trinchera y brújula de los principios revolucionarios enarbolados por nuestros herederos y sucesores —con igual firmeza y decisión— en las nuevas condiciones históricas que vive el siglo XXI.
Con deseos de mayores éxitos para Juventud Rebelde.

Armando Hart Dávalos
JR

martes, 9 de noviembre de 2010

Vicente Feliú: un miembro activo de la Revolución Mundial



“La única lucha que se pierde es la que se abandona”
Ernesto Che Guevara

Creo que es innecesario tener que presentar al trovador cubano Vicente Feliú, quien junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola fundó, en los años setenta, la Nueva Trova cubana, movimiento con un compromiso militante, una actitud de apoyo a las ideas de transformación social, que soplaban por todo el mundo por aquel entonces, actitud que mantuvo a través de décadas y que sigue siendo, hoy, su principal fuente inspiradora.
Tuve la suerte de conocer a Vicente gracias a la escritora cubana desaparecida Celia Hart Santamaría, que a lo largo de su corta vida tuvo siempre la preocupación de romper barreras y construir puentes de unidad y solidaridad, especialmente en la lucha por la liberación de los Cinco cubanos. Por desgracia, la desaparición física de Celia en el 2008, nos dejó un vacío inmenso, y la sensación de que todos nosotros, que siempre le ofrecimos un afecto muy sincero, íbamos a sentirnos un poco abandonados. Me conecté con Vicente nuevamente gracias a otra gran amiga, una cantante latinoamericana, exactamente, de Honduras: Karla Lara.
De nuevo regresa el concepto de “puente” de Celia, la clave de mi solidaridad internacionalista, de nuevo los mismos ideales martianos, morazanistas, guevarianos nos unen a los tres, en un gran abrazo, porque, como decía la Hart Santamaría: “Puente es el vínculo ideal entre los que somos diferentes por circunstancias externas. Todavía no sé por qué somos “diferentes” porque son iguales nuestros sueños, porque en casi todos los idiomas la palabra amor no tiene sinónimos, porque en todos los lugares del planeta el Sol regala su calor y la primavera empuja las flores al viento”.
Así que cuando el 15 septiembre de 2010, Día de la Independencia de Honduras de la corona española, recibí la noticia de que los gorilas de la policía habían atacado al grupo musical Café Guancasco, destruido sus instrumentos valorados en $ 25.000, y habían amenazado a Karla Lara y a otros Artistas en Resistencia, con la ayuda de Rosa Báez, conocida bloguera cubana, decidí rápidamente notificar todo a Vicente Feliú, de modo que pudiera convocar, principalmente a los artistas, de todo el mundo, para denunciar públicamente esta barbarie, para crear un puente de solidaridad a fin de que la derrota se revierta en victoria.
El problema es que el gobierno espurio de Pepe Lobo, niño mal parido del golpe de estado cívico-militar del 28 de junio del 2009 en Honduras, es tan bruto y violento, que no puede hacer nada contra la cultura, no está dispuesto a aceptar que el arte, cuando se logra hacer bien y se sabe usar, es prácticamente invencible.
Así que Vicente, en calidad de coordinador general de “Canto de Todos”, que forma parte del ALBA Cultural (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) tomó su guitarra de combate e hizo un llamado a muchos artistas en todo el mundo.
Como dice en su declaración: “Acción como ésta deben ser censuradas por toda persona que se precie de ser honrada. Una vez más lamentamos corroborar el carácter fascista del golpe militar que perpetró la oligarquía y la embajada de los Estados Unidos contra los hondureños el pasado año. En la resistencia popular, legítima defensa de los pueblos oprimidos, participan nuestros hermanos del canto, como debe ser. Nuestra solidaridad y apoyo al pueblo de Honduras”.
A demostrar la universalidad del arte, que también se burla de las rejas de las cárceles de EE.UU. donde están encerrados Cinco Cubanos inocentes, presos políticos del imperio, están ahí, delante de nosotros, las firmas de estos cinco gigantes de la paz, en apoyo a sus hermanos hondureños y contra todo tipo de violencia que genera el fascismo.
El nombre del proyecto, “Canto de Todos” viene de la canción de la famosa trovadora chilena Violeta Parra, “Gracias a la vida”, que termina con este texto maravilloso, que nos recuerda que, en la unidad, la guitarra de combate puede ganar cualquier obstáculo, de hecho, “el canto de ustedes, que es el mismo canto, el canto de todos, que es mi propio canto”.
Le pregunto, entonces, a Vicente, el motivo de la fundación del proyecto del ALBA Cultural, y él me responde: “La necesidad de provocar encuentros entre nosotros, los trovadores, se convierte en necesidad urgente al empezar de los años 80, cuando estábamos a punto de celebrar 10 años de la fundación de la Nueva Trova, como fenómeno organizacional, y por lo tanto toma forma el ‘Primer Encuentro Internacional de la Canción Nueva’, que se lleva a cabo en México”.
“En noviembre del 1981, hubo un festival en Varadero, a donde habían sido también invitados músicos de otros géneros musicales; pero contra Cuba, en ese momento, se produjo la histeria del Pentágono de los Estados Unidos, que querían probar en la isla la famosa bomba de neutrones, que no destruye los edificios, pero mata a las personas. Así que los invitados no asistieron, asustados por la peligrosa situación, los únicos que vinieron fueron los trovadores. En esta reunión surgió la idea de establecer un ‘Comité de la Nueva Canción Mundial’, que vería la luz un año después, en 1982, también en Varadero, en el 10° aniversario de la Nueva Trova: nosotros, los trovadores, declaramos al mundo nuestra necesidad de experimentar emociones todos juntos. Para no asustar al público con el ‘comunismo espantoso de Cuba’, decidimos que la sede de la secretaría sería México y el secretario ejecutivo debía ser un hombre inmune a las pasiones más bajas (no me entiendan mal, Gabino bebía, fumaba, se enamoraba) pero tenía que ser incorruptible, decente, honesto, transparente y todos, por unanimidad, reconocimos al candidato en Gabino Palomares. Participaron Manuel Serrat por España, Pete Seeguer por los EE.UU., Isabel Parra por Chile y Silvio Rodríguez por Cuba, entre otros”.
Vicente me dijo que en el 83 la reunión tuvo lugar en Nicaragua, en plena guerra civil y en una situación tan peligrosa que los movimientos de las brigadas de los trovadores de una provincia a otra, se decidían por el comandante sandinista Daniel Ortega, que estaba al frente de la guerra y del festival. “En Managua, al concierto asistieron alrededor de 10.000 personas, lo que representaba en ese momento, aproximadamente el 10% de la población, que es una cantidad enorme, teniendo en cuenta el momento muy peligroso”.
El trovador cubano me confiesa que la reunión más memorable y emocionante fue en Ecuador en el 1984, un momento “interesante” en el país, bajo la presidencia de León Febres-Cordero, organizada por el grupo “Pueblo Nuevo”: el público no quería dejar ir a los trovadores y siguió al grupo de músicos desde la sala de teatro hasta su hotel, cantando “Canción con Todos” del poeta argentino Armando Tejada Gómez.
“En el 1985, el encuentro iba a tener lugar en Argentina, pero el presidente Raúl Alfonsín no tuvo el coraje de permitir el evento. En el 1986 y en el 1987, pudimos vernos en el Perú, a través del trovador Fernando Arias, un amigo del presidente Alan García”. A partir de este momento, me dijo Vicente, que el movimiento de la Nueva Trova es abandonado, por desgracia, se considera que se terminaron los días de las dictaduras en América Latina, y por eso la canción protesta no tiene razón de ser.
“La figura de los trovadores nació en Cuba antes de que la nación cubana fuera libre e independiente (en Cuba, incluso los padres de la patria escribieron canciones revolucionarias)”. “Su imagen, hasta ese momento era una parte esencial de la cultura cubana, de la vida política, de la manera de luchar y hacer la guerra, una manera de comer, bailar y muchas otras cosas más: pero, ahora sí, no tenía sentido, y también estaba demasiado burocratizada”.
“Entonces, me dediqué a cantar y a organizar mis ideas, tuve que cambiar el orden en mi cabeza y me propuse un descanso activo. Pero más tarde, a mediados de los años 90 decidí dar un paseo por toda América Latina, y descubrí que los trovadores de mi edad, que estaban como yo, en silencio, nunca se detuvieron, ellos estaban esperando y recopilando historias, canciones ancestrales, canciones originales, canciones de ombligo, en busca de las raíces... el punto era contar la historia dolorosa de las dictaduras a los jóvenes y a los niños que no habían sufrido directamente las barbaries. Sí, porque el asunto parte del momento en que uno empieza a preguntarse cosas y es cuando para los fascistas te conviertes en un peligro. Si tú tienes solo respuestas y eres un contestatario, no es un problema. El verdadero subversivo se interroga”.
Así, Vicente, en los caminos de América Latina, encontró nuevamente a Luis Rico, César López, y conoció nuevas voces, como el Dúo Negro y Blanco (Christian Benítez y Mario Ramírez), se vale de ser conocido y no famoso, que con seguridad puede sentarse en un bar para compartir ideas con las nuevas voces del continente, sin la molestia de sus seguidores pidiendo un autógrafo o una foto.
Se empieza, así, a formar una red entre los trovadores y el intercambio de discos para que conocerse unos a otros... para construir puentes de solidaridad y formar una memoria acerca del sur, la famosa identidad que la política neo-liberal no quiere que exista.
“¿Te parece lógico que cuesta más un boleto de avión desde Buenos Aires hasta Santiago de Chile, que uno Buenos Aires-Nueva York?”.
En su caminar, Vicente sugiere a los trovadores inventar festivales y reuniones, le propone eventos a la gente de dinero y a gobernantes dudosos, hasta que lo invitan a
Colombia, a un evento por la paz, (“y para poder llegar a la paz, especialmente en Colombia, estoy dispuesto hasta a matar...”) y aquí encuentra de nuevo a Alberto Cortés, Facundo Cabral y a Pablo Milanés.
“Canto de Todos” nace en el año 2000, cuando nos convertimos en un grupo motivado por, ‘el canto de todos, que es mi propio canto’, de Violeta Parra; pero también porque ‘canto que ha sido valiente siempre será canción nueva’, como dijo el gran Víctor Jara”.
“La diferencia entre los trovadores y los cantautores (tanto los unos como los otros cantan texto y música compuesta por ellos mismos) es que los primeros están dispuestos a apostar por su vida por cantar”. “Un ejemplo es Víctor que, en el estadio Chile, cantó hasta el último momento”.
Vicente sigue recordando que el grupo se estableció en el 2005 en Puerto Alegre en el Foro Social Mundial, con el apoyo de la Casa Cuba-Venezuela: al frente de ella estaba el trovador cubano. Vicente convocó a los trovadores para que cantaran por Chávez y Lula, y respondieron afirmativamente Gabriel Sequeira (Argentina),
Ricardo Flecha (Paraguay), Juan Pablo Fernández (Argentina), Pedro Muñoz y Marcial Congo (Brasil), Panchito y Francisco Villa (Chile), Miryam Quiñones
(Perú) y el Dúo Negro y Blanco (Christian Benítez y Mario Ramírez, Bolivia).
“Sería en el 2006 cuando la creación del ALBA Cultural nos permitió crear el proyecto oficial ‘Canto de Todos’, del cual yo soy el coordinador general, y darnos cobertura”. “En 2009 se organizó en la Casa del ALBA en La Habana el concierto ‘A Che’ (con todos los juegos de palabras que se pueda imaginar), claramente dedicado al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara”. “En el 2010 hubo una reunión de trovadores en Paraguay y Ecuador, y un encuentro bilateral cubano-venezolano, una vez más aquí, en la Casa del ALBA en La Habana”.
“El proyecto ‘Canto de Todos’ no es inocuo, no es inofensivo, somos trovadores comprometidos con la lucha de los pueblos, con la vida, con el amor.... no necesariamente de izquierda, porque esta palabra hoy en día está bastante prostituida”. “Seguimos de cerca todo lo que sucede en Honduras después del 28 de junio del 2009, disgustados por el vergonzoso zarpazo de la bestia fascista”. “El 15 de septiembre, cuando los gorilas hondureños golpearon el grupo Café Guancasco, me acordé de la muerte de Víctor Jara, ya que la cultura, después de aquel día, no había sido más nunca atacada tan brutalmente”. “Así que hemos tenido que llamar las cosas por su nombre, también convocar a nuestros hermanos cubanos presos político de EE.UU., entre ellos cinco, Antonio Guerrero y René González en especifico”. “Era un deber moral de ‘Canto de Todos’ denunciar el incidente”.
“Todo esto para subrayar que somos trovadores ‘ideologizados’, no somos neutrales, no somos tontos, cantamos una canción de lucha, una canción de riesgos”.
“Tengo cuatro pilares que lideran mi filosofía ‘cantoral’, además de Violeta Parra y Atahualpa: Joe Hill (trovador sueco fusilado en los EE.UU.), Benjo Cruz (boliviano, del Ejército de Liberación Nacional, asesinado en Teoponte), Jorge Salerno (Tupamaro asesinado) y, por supuesto, Víctor Jara (Chile). A ellos, les debemos lo que somos, nosotros, los trovadores de ‘Canto de Todos’”, concluye Vicente.
Y yo, en cambio, como conclusión de esta interesante charla con uno de los más importantes trovadores cubanos, quiero citar sus propias palabras, dichas el día de su 60° cumpleaños, cuando otro reportero le preguntó lo que representaba para él, el ejemplo del Che Guevara: “Lo mas difícil es el intento de actuar como él en cada una de las dificultades y maravillas que la vida te impone, y no como un manual, si no con la búsqueda permanente de revolucionarse uno mismo”.

Ida Garberi