sábado, 30 de diciembre de 2017

Mortalidad infantil, la más baja hasta la fecha




Cuba reporta hasta esta fecha de 2017 una tasa de mortalidad infantil de 4,1 por cada 1,000 nacidos vivos. La cifra es la más baja de la historia en la Isla, de acuerdo al Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Al cierre de este jueves habían disminuido a 35 los menores de un año fallecidos y existe la posibilidad de terminar diciembre con un índice aún inferior, dijo el ministro de Salud Pública, Roberto Morales, en un acto en el que se presentaron los principales resultados del sector en el año que termina.
“Este es un hito que refleja la integración de todo el sistema asistencial del país. Se trata de vidas salvadas, de calidad de vida, de felicidad y satisfacción para nuestro pueblo”, aseguró Morales, de acuerdo a la Agencia Cubana de Noticias.
También detalló que en 2017 se reducen otros indicadores con respecto al año anterior: el bajo peso al nacer –de 5,2 a 5,0 por cada 100 nacimientos–, y las tasas de mortalidad materna –de 42,6 a 38,0 por cada 100,000 nacidos vivos– y escolar, de 2,1 a 1,7 por cada 10,000 habitantes de ese grupo de edad.
El ministro comentó que por malformaciones congénitas se reporta un índice de 0,9 fallecidos por cada 1,000 nacidos vivos “como resultado del desarrollo y perfeccionamiento de la red de genética”.
Resaltó el programa para el control del cáncer, que en los últimos tres años ha detenido el crecimiento de la mortalidad por esa enfermedad, y dijo que se mantiene la eliminación de padecimientos como la poliomielitis, la difteria, el tétanos en recién nacidos, la tosferina, el sarampión, la rubeola y la parotiditis y que se cumplen los indicadores “de impacto”, después de que se eliminó la transmisión materno-infantil del VIH.
Según Morales, la esperanza de vida al nacer continuó creciendo en la Isla y ya alcanza los 78,45 años. Es de 80,45 para las mujeres y 76,50 para los hombres.
Además, dijo que se mantuvo el “aumento sostenido” de la actividad quirúrgica pues hasta la fecha se habían realizado 989 209 cirugías en Cuba –unas 5 326 más–, y se estima que al cierre de 2017 se logre más de un millón de intervenciones quirúrgicas por sexto año consecutivo.
En 2016, Cuba registró un indicador de mortalidad infantil de 4,3, lo que significó que durante nueve años consecutivos la Isla reportó una tasa menor a 5 por cada 1,000 nacidos vivos.
Esa cifra bajó hasta los 4,1 en el primer semestre de 2017, la misma con la que podría terminar el año según lo adelantado por el ministro de Salud Pública.

OnCuba

viernes, 29 de diciembre de 2017

Un terrorista cubano anda suelto en EEUU

Luis Posada Carriles es protagonista confeso de innumerables asesinatos, atentados y torturas en distintos lugares del mundo. Es un terrorista orgulloso de su profesión, formado y protegido por el gobierno de Estados Unidos.

Dedicada a la memoria del español José Acosta, el italiano Fabio di Celmo y las hermanas venezolanas Brenda y Marlene Esquivel, todos víctimas mortales de actos del terrorista cubano al servicio de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del gobierno de Estados Unidos Luis Posada Carriles, ha visto la luz una nueva edición del libro “La historia íntima de Luis Posada Carriles dentro de la CIA” presentada por su autor, el jurista e investigador titular de la Universidad de La Habana José Luis Méndez Méndez, con prólogo de la intelectual argentina Stella Calloni y edición por la Editorial de Ciencias Sociales de Cuba e impresa por SOYGRAF en la provincia norte oriental cubana de Holguín.
El libro describe, desde delitos comunes realizados por natos malhechores, hasta asesinatos por contrato, relaciones con las mafias estadounidense y colombiana, empleo de sustancias como el veneno paralizador conocido por “curare” para sus experimentos de torturas y para dominar la voluntad humana, falsificaciones de monedas de Venezuela y de Estados Unidos, y muchas otras fechorías realizadas con impunidad oficialmente garantizada.
El prólogo de la también periodista y escritora Stella Calloni revela que Luis Posada Carriles no solo puso en práctica los más siniestros planes de sus mandantes de la CIA, con quienes aparece registrado desde 1965, sino que, incluso, realizó por su propia cuenta múltiples acciones terroristas tan temibles y desmedidas, que en alguna ocasión lo enfrentaron a sus propios jefes.
En el libro se aprecian documentos publicados por el Archivo Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) que han revelado la asociación personal de Posada con la CIA en las décadas de 1960 y 1970. En ellos se describe a Posada Carriles, por su nombre clave, AMCLEVE/15, desde que era agente a sueldo con salario de $ 300 al mes, utilizado como instructor en el entrenamiento de otros agentes.
Lo publicado incluye elementos del expediente de Posada en la CIA, entre ellos varios documentos previamente publicados por el NSA. Aparece, por primera vez en línea, la acusación de la fiscalía de Panamá, por cargos de intentar asesinar al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, con 200 kilos de dinamita y explosivos C-4. La acusación describe la capacidad destructiva de los explosivos que se encontraban en posesión de Posada en la ciudad de Panamá, donde el líder cubano asistió a la Cumbre Iberoamericana en noviembre de 2000: “Este explosivo tiene la capacidad de destruir cualquier vehículo blindado, edificios, puertas de acero, y los efectos pueden extenderse hasta 200 metros… si una persona estuviera en el centro de la explosión, aunque se encontrara en un vehículo blindado, no podría sobrevivir”.
En el libro se muestran documentos oficiales de la CIA y el FBI en los que se identifica inequívocamente a Luis Posada Carriles como autor intelectual del estallido del vuelo 455 de Cubana de Aviación en el que perecieron las 73 personas que iban a bordo.
Tal vez lo más sorprendente de lo revelado es que Posada Carriles también espiaba para la CIA a sus supuestos aliados, como Jorge Mas Canosa, considerado el líder más prominente de la comunidad anticubana y otros líderes del llamado exilio anticastrista de Miami desde mediados de los años 60 del siglo pasado.
El libro demuestra documentalmente que Luis Posada Carriles participó en una operación terrorista contra buques soviéticos en el puerto de Veracruz, en México.
Peter Kornbluh, director del Proyecto Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional, organización independiente de investigación y documentación sobre política exterior de Estados Unidos que divulgó los documentos, ha considerado que Posada se esforzaba por congraciarse con la CIA, “tal vez en un intento por comprarse un grado de protección al desarrollar su carrera de terrorista”.
La falsa imagen con que las autoridades estadounidenses presentan a Posada Carriles cual paradigma de la lucha contra el comunismo en Cuba, se desmitifica al mostrarlo con la crudeza de su histórico comportamiento como malandrín de la peor ralea.
Méndez Méndez concluye preguntándose: ¿Cuántas fechorías más habrá cometido que quedaron impunes por la complicidad de sus superiores? ¿Cuántos secretos oficiales del proceder de la CIA conocerá este terrorista que lo han hecho invulnerable a la justicia norteamericana?
Es posible que se los lleve a la tumba o que en el futuro sean conocidos como pruebas de esta larga historia de agresiones del país más poderoso del mundo contra un diminuto y rebelde archipiélago cuyo pueblo está decidido a ser por siempre libre, independiente y soberano”.

Manuel E. Yepe

Fidel y Baracoa, la ciudad primada de Cuba

La historia puede ser contada a partir de grandes y pequeños acontecimientos que se desarrollan y concatenan en parajes cercanos o distantes, y finalmente forman un todo indisoluble que vive en el interior y alrededor de las personas, y con el tiempo son carne de la realidad de un pueblo.
Así que diremos, por ejemplo, que la dictadura impuesta por Batista el 10 de marzo de 1952, concitó el repudio de los sectores más puros del pueblo cubano, desde La Habana, capital del país, hasta Baracoa, la ciudad primada, un pedazo olvidado del territorio insular. En ésta, aquel día, niños y jóvenes asistentes a las aulas, escucharon de labios de sus maestros la condena al golpe de estado, y las clases fueron suspendidas en gesto reprobatorio.
Empezó a partir de entonces las acciones y gestos que conducirían a una lucha incesante contra aquel régimen dictatorial. Las noticias trajeron el nombre de Fidel como el jefe del asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, y luego la condena a prisión. Pasó el tiempo con sus días, meses y años, y se fue produciendo un clima revolucionario que fue creciendo a medida que la represión, cárcel, tortura y muerte aumentaban en todas partes. El 2 de diciembre de 1956 desembarcó Fidel, cerca de las Coloradas, con 82 expedicionarios que viajaron desde México en el yate Granma Todo el mundo conocía de su desafío consistente en que ese año serían “libres o mártires”, y llegó como prometiera. Pronto se divulgó la noticia de su muerte en la zona de su desembarco. En esa fecha cinco adolescentes se reunían en el parque Martí de Baracoa, frente a la estatua levantada en el lugar, e intercambiaban sobre la certeza o no de tal hecho. Tenían la intención de continuar la incipiente lucha.
Fue así que empezaron a surgir células del movimiento revolucionario 26 de julio en la ciudad y el campo. Y en 1957 los militantes iniciaron sus acciones diversas contra la tiranía, y también fueron presos, en distintos periodos, tres grupos de revolucionarios, dos de los cuales fueron juzgados por el tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba. El tercer grupo sería liberado cuando la ciudad fue liberada por el Ejército Rebelde a finales de 1958. Durante 2 años fueron presos, torturados y asesinados, con la participación de la policía, el ejército y la marina batistiana, muchos de los mejores hijos del pueblo.
El ejército rebelde comandado por Fidel fue desgastando al ejército de la tiranía y sus agentes, hasta provocar su estampida y evacuación por vía marítima en una goleta, la noche del 26 de diciembre, y simultáneamente se produjo la entrada en Baracoa de los soldados revolucionarios en horas de la mañana del día 27 de diciembre de 1958. Fue la entrada triunfal la Columna No. 18 Antonio López Fernández, perteneciente al II Frente Oriental cuyo jefe era el Comandante Raúl Castro. La columna estaba dirigida por el comandante Félix Pena Díaz y los capitanes José Durán Bravet (Zapata) y Carlos Lahite Lahera. Un mar del pueblo baracoense saludó aquel inolvidable acontecimiento.
Allí, en medio de alborozo general, se encontraron y abrazaron cuatro de los jóvenes, provenientes en aquel momento de la lucha guerrillera, la clandestinidad y otro liberado aquel día de la cárcel. El otro, había sido asesinado por los esbirros. En la vorágine, Pena y su estado mayor, en la sede del Ayuntamiento, designaron el mando civil y militar de la ciudad y empezaron a transmitirse por la emisora local Radio Baracoa las orientaciones a la población en nombre del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, con mensajes sobre ideas programáticas de Fidel, Raúl, José Martí y otros revolucionarios cubanos. La tropa rebelde restante, con el Comandante Pena al frente, se dirigió rumbo hacia la ciudad de Guantánamo para continuar su sitio.
El día 31 de diciembre la dictadura se derrumbó con la huida del tirano y sus compinches y el primero de Enero de 1959 la revolución triunfante avanzó de oriente hacia occidente, acompañada por un mar de pueblo, con su Comandante en Jefe Fidel Castro al frente de la caravana de la victoria.
Es importante subrayar un hecho de que la Baracoa actual, como territorio y desarrollo, no es la misma que la de aquel momento de su liberación.
En aquella época era un municipio extenso de la antigua provincia de Oriente, e incluía unos 23 barrios. Por tanto, Baracoa era muy extenso y abarcaba desde San Antonio del Sur hasta Moa, con una extensión superficial total de 3 404 km2 en el territorio de su jurisdicción, con una población total, según censo de 1953 de 68 263, de la cual era urbana el 19,1 %. Hoy con la nueva división política del país, establecida por ley de 1976, el municipio de Baracoa, perteneciente a la provincia de Guantánamo, solo tiene una extensión de 976,6 km2 o sea, 28,69% del antiguo territorio. No obstante, es hoy el mayor municipio de la provincia de Guantánamo; pues ocupa el 15,3% del territorio provincial. Su población total es de 83 974 habitantes, con una población urbana del 50,8% del total.
Fidel en su discurso en la reunión con los habitantes de Baracoa el 21 de junio de 1959, abordó las principales inquietudes en ese momento relacionadas con los puestos de trabajo en las construcciones, la construcción del aeropuerto, las escuelas y las perspectivas de la educación en todos los niveles, en un diálogo con los asistentes. Solo mencionaremos algunos aspectos del discurso, por su sentido práctico y doctrinario:
“¿Ustedes no creen que todos tenemos que hacer nuestra parte de sacrificio y hacer lo más posible con lo que tenemos? Miren: si matamos la gallina de los huevos de oro nos quedamos sin gallina. (…) Si todos creemos que ha llegado el momento de vivir bien, entonces matamos la gallina de los huevos de oro, y lo que hace falta es preparar las condiciones que permitan desarrollar el país y resolver definitivamente todos los problemas.”
“Esta zona de Baracoa tiene que ser una de las fortalezas más inexpugnables de la Revolución. Esta es una de las zonas que se caracterizó durante las luchas por la independencia por ser una de las zonas más inexpugnables. Y ustedes recordarán que por aquí fue donde desembarcó Maceo para comenzar la Guerra de Independencia. (…) Porque acuérdese de una cosa: que sin soberanía no hay trabajo, sin libertad no hay trabajo, sin revolución no hay progreso.”
“Afortunadamente en el pueblo es donde hay más virtudes. Afortunadamente en el pueblo es donde usted se encuentra mayor número de personas buenas y personas virtuosas. (…) Naturalmente que mi misión aquí es recoger, no juzgar. Tengo que oír y tengo que informarme bien de cualquier cosa que no funcione bien, y antes de hacerme un juicio definitivo tengo que recoger todas las informaciones e investigar.”
“Lo que les quiero decir es que cuando nosotros desembarcamos hubiéramos querido ganar la guerra en un mes o la hubiéramos querido ganar en seis meses o la hubiéramos querido ganar en un año. (…) ¡Pues nos pasamos (…)siete años, siete años esperando, ¡siete años!, para poder hacer lo que estamos haciendo hoy, para haber podido hacer en un año todo lo que ha hecho el Gobierno Revolucionario, y para seguir haciendo y venciendo los obstáculos, venciendo los males, combatiendo los vicios que todavía perduran, las lacras que todavía perduran, algunas costumbres que todavía perduran; los seudorrevolucionarios que se puedan haber infiltrado en las filas, los oportunistas, los malos cubanos, los individuos incompetentes e indignos de ocupar determinados cargos y hacer determinados trabajos.”
“Esta es una jornada larga y una lucha larga. (…) Es una lucha dura, que requiere por parte de todos nosotros la conciencia de lo que es una revolución y de lo que es una verdadera revolución. Y que una verdadera revolución no es un paseo, y que una verdadera revolución no es un juego, y que una verdadera revolución no es un cambio de hombres: que es una lucha dura, una lucha amarga, una lucha en que tenemos que ir sin descuidarnos nunca, sin bajar nunca la guardia, luchando constantemente contra todos los obstáculos, porque es una tarea casi sobrehumana, la tarea de una revolución. Y que la tienen que hacer los dirigentes y que la tiene que hacer el pueblo, y que la tienen que defender los dirigentes y la tiene que defender el pueblo en todas las circunstancias”
Fidel visitó Gran Tierra, zona cafetalera, el 27 de julio de 1967, acompañado de visitantes extranjeros. En su discurso resaltó: “ porque la primera mala fama la tenía la de Baracoa, Baracoa llevaba no sé cuántos años, siglos creo, esperando una carretera: que si la vía Mulata, que si la vía Azul, que si esto, que si lo otro. Y sin mucha bulla y sin mucho ruido, a la carretera de Baracoa le falta en estos momentos cuatro kilómetros nada más para terminar la pavimentación, cuatro kilómetros de pavimentación. Y esa carretera que tiene ciento y tantos kilómetros, una obra que cuesta millones de pesos, esa obra ya en cuestión de semanas estará terminada.”
“Estamos precisamente en la región del país donde se inició la colonización de esta isla, y esa ciudad que ustedes vieron al pasar por allí fue la primera ciudad que se fundó en Cuba, y posiblemente una de las primeras de América. Marcó el inicio de cuatro siglos de dominación colonial, esa ciudad precisamente. Y después que nos llamábamos un país independiente, hoy todos los cubanos comprenden cuánta mentira había en todo aquello de considerar a este país independiente.”
“ Este es un lugar representativo, porque esta región era precisamente la región más apartada. Fue la primera población que se fundó y era, precisamente, la región del país más incomunicada cuando triunfa la Revolución. Lo primero que tuvo que hacer la Revolución fue esa carretera por donde ustedes transitaron, que era una carretera difícil de hacer, y que, en realidad, los ingenieros cubanos encontraron soluciones muy correctas para poder abrir paso hasta aquí.”
Moa, región minera y fuente de trabajo en su comunidad de incipiente desarrollo, fue visitada por Fidel el 26 de agosto de 1966 y en su discurso abordó las comunicaciones de esa región con Baracoa y otros territorios. “No solo les explico esto para darles algunas noticias de la situación de aquella zona que era una zona que estaba muy incomunicada, pero muy incomunicada la zona de Baracoa, tremendamente incomunicada. Todo eso está sufriendo un cambio considerable.”
Resaltó también los problemas del territorio minero, señalando posibles medidas de mejoras ambientales, y en cuanto a la recreación apuntó: “Pero les voy a decir a ustedes una cosa: las mejores posibilidades de recreación de toda esta población van a estar hacia allá, hacia la zona de Baracoa.”
Así fue avanzando la Revolución Cubana, liderada por Fidel, y haciendo realidad lo planteado por Raúl de que el Ejercito Rebelde no era un adorador ciego de la violencia, y las ideas de Fidel en el exilio, en el sentido de que el pueblo cubano deseaba algo más que un simple cambio de mandos. “Cuba ansía un cambio radical en todos los campos de la vida pública y social. Hay que darle al pueblo algo más que libertad y democracia en términos abstractos, hay que proporcionarle una existencia decorosa.”
Cuando se empezaron a distribuir las tierras a tenor de la ley de la Primera Reforma Agraria, el primer título de propiedad firmado por Fidel Castro fue otorgado el 30 de noviembre de 1959 a la campesina Engracia Blet, de la comarca Duaba Arriba, haciendo realidad su sentencia en el sentido de que “vamos a comenzar a darle la tierra a los campesinos por donde mismo comenzaron a quitárselas los conquistadores, por Baracoa.”

Wilkie Delgado Correa

Un fusil que sobresale de la sombra

Palabras en la presentación de la revista La Gaceta de Cuba No. 6, 2017

Agradezco la invitación de Norberto Codina para esta presentación, y en especial a Esther Pérez, quien aparece como editora invitada de este número. Esther, que en los últimos tiempos nos acompaña sistemáticamente en los encuentros de la Cátedra Antonio Gramsci del instituto Marinello y a quien, mis compañeros y yo, insistimos en ver como la excepcional editora, educadora, pensadora y persona que es.
Estamos ante un excelente número de La Gaceta, que agrupa varios trabajos que darían –individualmente– para los quince minutos que usualmente se dedican a hablar de la entrega completa. Por eso me ahorro comentarios generales que aludan a los 55 años de la publicación y comienzo esta tarea de presentador, que considero me supera.
El eje del número –junto a otras secciones que pudieran decirse habituales– se encuentra en un dossier dedicado a Fernando Martínez Heredia. En su introducción se refiere a la obra de Fernando como “una de las más coherentes, intensas y originales generadas en la Isla de 1959 a la fecha”. Con el título Pensar y hacer la Revolución no se trata de un pastiche de textos desconectados y grandilocuentes, todo lo contrario, es un dossier-diálogo colectivo en el que Martínez Heredia participa con sus textos y lo que se escribe de él.
Ya el nombre da para polémica: pensar y hacer la Revolución. Esa conjunción puede dar la engañosa idea de una relación causa y efecto: pensar la Revolución y luego hacerla. Afortunadamente, aunque se expresa en todos los trabajos, los de Magdiel Sánchez Quiroz y Pedro Pablo Rodríguez lo resuelven explícitamente. Dice el joven mexicano, recientemente ganador del Premio de ensayos “Haydée Santamaría” con una versión más extensa de lo que publica La Gaceta, “Pensar y hacer la revolución constituye, como síntesis, el caminar de FMH. En esa unidad se entreteje su práctica política local e internacionalista”. Por su parte, Pedro Pablo lo resume en unas líneas: “Si alguien en el campo intelectual cubano ha demostrado con su quehacer que para hacer la revolución esta ha de pensarse y repensarse una y otra vez, y que ese pensamiento requiere del ejercicio práctico de la revolución, ese es Fernando Martínez Heredia”.
Se ha insistido en la capacidad de Fernando para conectar con la gente joven. Cuando era joven –ajustándonos al criterio biológico– lo hizo con sus coetáneos, y ya luego con los que se han dado en llamar “sus discípulos”, un término terrible si se piensa desde una educación bancaria y vertical de la que no fue parte y rechazó. Esa capacidad de conectar, o diría más, de encantar, se visibiliza en este número. Desde su compañero de siempre Aurelio Alonso (La Habana, 1939) hasta la joven investigadora Rosario Alfonso (La Habana, 1988), la edad de quienes escriben parece relativizar esa mitad de siglo que media entre Aurelio y Rosario.
Incluso en un ejercicio “formal” es difícil despegarse de la cotidianidad con Fernando. En sus funciones de director del instituto Juan Marinello cuando quería “dar” y/o que te compraras una tarea, destacar algo que “hicimos bien” o azuzar un desacuerdo decía a los más jóvenes: “Niño, eres el anuncio de los tiempos que vendrán”. Pues este número de La Gaceta trae, en materia editorial y de futuro, varias anunciaciones. Así por ejemplo, se publican del propio Fernando Martínez El mundo en el que nació Carlos Enrique Marx y algunas cuestiones de método, los primeros epígrafes de un libro resultado del curso que impartió en 2015 a jóvenes –y no tanto– del Marinello, FLACSO-Cuba, profesores y estudiantes de las universidades de La Habana, Oriente y de Ciencias Informáticas, docentes de la Escuela Superior del Partido, entre otros; y El Che en la Casa de Las Américas, prólogo al libro del fondo editorial de Casa “De/sobre Ernesto Che Guevara” en proceso de publicación. A ellos se suman el mencionado trabajo de Magdiel Sánchez y los pasajes del libro “Habitaciones oscuras” de Rebeca Chávez, al que me referiré más adelante.
Debe entenderse la imposibilidad de referenciar todos los textos de este número, pido adelantadas disculpas por las omisiones. Sería más conveniente hablar de algunas líneas generales y comunes.
Parece una preocupación colectiva la insistencia en poner a hablar a la gente común, lo que se diría “la gente del pueblo” sobre y desde la revolución. Así ocurre a partir de los seis cuentos de Fernando que inician la revista (solo uno de ellos publicado antes). En narraciones cortas empiezan a asaltarnos las canciones antiguas que tararea una tía, liberales alzados y conservadores, guardias rurales, combatientes de las gestas independentistas que no llegaron a generales hasta ese Emilio Vapalpueblo que se mueve de la fragua al torno, del taller a la discusión, del martillo a la lectura del periódico Hoy, para rematar con frases demoledoras como “Por él sé que existe «mecánico popular», y que no toda la sabiduría va a las aulas” o “Yo me pregunto de cuántas historias está hecha la Historia”. Después, el propio Fernando complejiza el asunto al recordarnos que el joven Marx “quería poner su talento personal en una relación íntima y nueva con el genio del pueblo” y que “Siglo y cuarto después, en Cuba nació una revolución socialista de liberación nacional desde la conjunción y los combates de una vanguardia política y «el ingenuo suelo popular»” (esta última, frase del propio hombre de Treveris).
Pero decía que esta insistencia es una preocupación colectiva. A propósito, dicen Oscar Zanetti en su trabajo El intrusismo historiográfico de Fernando que en su obra tiene especial relevancia “la cuestión del papel desempeñado por el sujeto popular en nuestra evolución nacional” y Julio César Guanche en La fuerza de Fernando, que este se situó “en una posición ventajosa para comprender las múltiples dimensiones sociales de la política, para visibilizar al pueblo, y para hacer algo tan importante como difícil de entender: identificar cómo gana y cómo pierde la «gente común» dentro de un proceso determinado”.
Las preocupaciones y temas tratados por Fernando se ventilan en todos los trabajos del dossier, y hacen que debamos enfrentarnos a los textos a golpe de emboscada: a cada paso, a cada frase, nos asalta uno nuevo o se amplía otro.
Quisiera particularizar en algunos textos, por la manera en que nos hablan hoy. En el mencionado El mundo en el que nació Carlos Enrique Marx… de Fernando, el autor se bate con la importancia de analizar las realidades en las cuales se “produce” el pensamiento, y considera en esas realidades no solo el elemento “material”; habla de examinar “por una parte, el medio social y el decurso histórico, la formación, las motivaciones y las pertenencias ideológicas de los autores; por otra, la producción misma de conceptos y conocimientos sociales en función de sus concreciones sociales e históricas”. Esto forma parte de una preocupación dominante de Fernando: ver los marxismos y los socialismos desde su historia, que no se inicia –a la manera más simple– con Marx y “El socialismo”. Más adelante, como un mazazo, nos dice –o le dice a sus intérpretes utilitarios– “tengo una posición determinada como marxista. No todos los marxistas piensan igual que yo. Esto lo podría decir todo profesor al comenzar su curso de marxismo, pero, lamentablemente, no es lo usual. Creo que algunos no lo saben, a otros no les parece bien decir algo así, y no faltan quienes creen que solo son marxistas los que piensan como ellos”.
Me detengo ahora en el trabajo de Rebeca Chávez. Como se sabe, las entrevistas (al respecto amplía en este número Rafael Acosta de Arriba en calidad de entrevistado) tienen su dinámica propia, como el testimonio y las cartas; a veces una dinámica más rica que otros tipos de textos. Rebeca se lanza a preguntar por la experiencia vital de Fernando en los sesenta, específicamente por Pensamiento Crítico y el Departamento de Filosofía; y Martínez Heredia, con libertad, menciona nombres, emite juicios y recrea a un tiempo procesos, hechos y actores. No se esconde, como no lo hizo nunca y asume cada palabra con responsabilidad. ¡Y esto se anuncia como parte de un libro! No pude menos, al leerla, que recrear una canción popular del Noro y Primera clase: “¡Si así está la parada, cómo estará la terminal!". A manera de muestra, me quedo con una frase de Fernando en este diálogo sobre aquellos años: “Empezamos a ser criticados por algunas personas del campo revolucionario. Nos encuentran excesivos, demasiado radicales y quizás algo irrespetuosos”. 1. Fernando no elimina a “los críticos” (los que les criticaron a ellos) del “campo revolucionario”; 2. Demuestra que a él (y varios de sus compañeros) a los que hoy se puede considerar sin dudas revolucionarios –y han sido legitimados desde perspectivas diversas como tales– les llegaban críticas en nombre de “la Revolución”.
Finalmente, como corresponde a un buen número y una buena revista, hay trabajos que en una primera lectura no he podido “resolver”. Digo que es bueno porque una publicación que no genere cola o saga debía preocuparse. Me ocurre con El intrusismo historiográfico de Fernando, de Oscar Zanetti. En este texto transparente, sincero y fiel a la academia historiográfica, en el que se exponen con amplitud, seriedad y claridad los aportes de Fernando a la historiografía cubana se dice: “Desde luego, cuando se entreteje con la vivencia el juicio histórico siempre resulta controvertido y las interpretaciones, pese a la contundencia factual en que se asientan, son sobre todo propuestas para el debate”. Personalmente, quizás por la libertad que otorga la no pertenencia gremial, prefiero al Trotski del prólogo a Historia de la Revolución rusa: “(…) en épocas de revolución es un poco peligroso asomar la cabeza sobre las murallas”1 [para mirar con objetividad desde arriba].
En junio, al morir Fernando, escribí un trabajo de nombre poco afortunado en el que decía: “Fernando merece un texto negativo, que sería un texto en rebeldía. Fernando merece ser interpelado: Pensamiento Crítico no es LA Revista, Fernando no es EL Premio Nacional de Ciencias Sociales, Fernando no es EL historiador, Fernando no es EL Maestro de Juventudes de la Asociación Hermanos Saíz… si nos quedamos con esas cosas, en unos meses se apostillará en el recuerdo algo como un Lord inglés. Entre otras razones, Fernando merece un texto negativo porque uno se queda sin la más puta idea de cómo armar un mapa con lo hecho, con lo vivido. Y en esta Cuba de hoy, donde quedarse sin mapas parece una moda, hay que gritar al menos desde los tres jirones que vienen a la cabeza”2. Creo que este dossier de La Gaceta es, en este sentido, un conjunto de textos negativos.
Siendo riguroso, este número es más que el homenaje a Fernando. Sus lectores encontrarán una deliciosa entrevista a Rafael Acosta de Arriba, considerado por Daniel Céspedes (el entrevistador) “uno de los intelectuales cubanos más prolíficos en escrituras y temáticas”. No puedo borrar el recuerdo de mis primeras clases como profesor de historia del preuniversitario y la manera en que, para hablar de Céspedes, acudía a “La Revolución de Yara” de Figueredo y “Los silencios quebrados de San Lorenzo” de Rafael Acosta. Sobre su pasión cespediana y las miradas e indagaciones historiográficas recientes sobre el Padre de la Patria se conversa aquí; como también de la crítica de arte, la curaduría y las investigaciones de Acosta acerca del Congreso Cultural de La Habana que se realizó en 1968. Este es un trabajo que no se desconecta del eje de la revista, como se ilustra en palabras del investigador titular del instituto Juan Marinello: “La crítica se basa en la duda y se alimenta de la polémica, por eso y por su carácter incisivo, suele ser tan molesta, sobre todo para el blanco de sus dardos y más en un paisaje letrado (el nuestro) en el que impera el axioma de: «No se te ocurra tocarme ni con el pétalo de una rosa»”.
Menciono finalmente el díptico que conforman Al rescate de Leonardo de Graziella Pogolotti y Julio Antonio Mella de Leonardo Fernández Sánchez. Como señala Graziella, Leonardo –cuya talla y papel verdadero “habrán de valorarse cuando emerjan de los archivos los testimonios de su quehacer periodístico”– nos entrega a un Mella vivo, “una figura atlética, gallarda, saco verde y pantalón de franela, zapatos de dos tonos, fuerte el mentón voluntarioso, alta y poderosa la cabeza, luminosos los ojos, sobre los que llamea la melena rebelde”. Precisamente Mella, fue puerto y despegue para Fernando Martínez Heredia.
Reitero mis disculpas por las omisiones. Les sugiero completo, de principio a fin, este número de La Gaceta. Considero, volviendo a los cuentos de Fernando, que constituye un material que sobresale, “una punta de fusil que sobresale del bulto de la sombra”.

Fernando Luis Rojas
La Gaceta de Cuba

Notas:

1 León Trotski. Historia de la Revolución rusa. Tomo 1. Ruedo ibérico, 1972. p. 5.
2 Fernando Luis Rojas. Fernando Martínez y la jamonada en salsa. En https://medium.com/la-tiza/fernando-mart%C3%ADnez-y-la-jamonada-en-salsa-f1ce8ff70f01.

África nuestra




La pupila asombrada mira África y los estereotipos sobre ella, a través de Eduardo Galeano y la música de Raúl Torres, Tony Ávila entre otros materiales.

martes, 26 de diciembre de 2017

Todavía veo El Brigadista




A 40 años de su estreno, El Brigadista sigue siendo una película memorable

Una proeza, una película, una realidad.

La Habana, 1961. El 22 de diciembre, Fidel declaró a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo, hecho trascendental para el naciente proceso revolucionario que se cumplía gracias a la campaña masiva de alfabetización desplegada en la Isla, con miles de jóvenes a la vanguardia.
Ciénaga de Zapata, 1977. La acción transcurre durante la Campaña de Alfabetización. Un brigadista adolescente de procedencia urbana llega a un poblado cercano a Playa Girón. Allí deberá vencer la resistencia inicial de algunos pobladores, habituarse a un medio totalmente desconocido y enfrentar a los bandidos que apoyan la invasión mercenaria. Estas experiencias contribuyen a su madurez.
Cuba, 2017. Hoy 22 de diciembre se celebra el Día del Educador, el país rinde tributo a los maestros y celebra el acceso universal del pueblo cubano a los distintos niveles de enseñanza de manera gratuita. Una película, conocida y aplaudida por todos, podrá ser vista nuevamente. Cumple 40 años como retrato y ficción de una época.

***

Siete semanas consecutivas de exhibición en el principal circuito de cines de La Habana y más de un millón de espectadores en todo el país tuvo durante su estreno la película El Brigadista hace ya 40 años.
Desde su primera presentación en la pantalla grande, el filme de Octavio Cortázar (1935-2008) logró lo que pocos: la similar acogida de público y crítica tanto dentro como fuera de Cuba. Las mismas páginas de este diario, el 2 de enero de 1978, auguraban la pervivencia de la cinta dentro de la filmografía nacional.
«El brigadista enseña cómo se hace un hombre. La cinematografía cubana ha logrado una obra cautivante y singular cuya comunicación es unánime, en particular con el público joven y con todos los espectadores en general (…) Nos hace revivir imágenes reconocidas por experiencias propias, ajenas o hechos probables ocurridos durante la Campaña de Alfabetización, esa batalla gigante librada por niños y niñas cuanto más adolescentes que en ella aprendieron a ser hombres y mujeres revolucionarios, a la vez que participaban como autores de una gran proeza cultural de la revolución cubana».
En efecto, los valores comprendidos en el alcance universal del tema, el profundo contenido humano en la historia del joven alfabetizador de procedencia urbana que llega a la Ciénaga y el estímulo de su ejemplo repercutieron en la sociedad por lo fiel de su trama y por perpetuar en el lente una proeza de la naciente revolución cubana.
Premios en varios festivales internacionales como el oso de Plata en el Festival de Cine de Berlín Oeste y en el Internacional de Cine de Cartagena llegaron enseguida a manos de su director y protagonistas. No obstante, de todos ellos solo uno ha sido el más importante: la preferencia, durante décadas, en la memoria fílmica e histórica de la nación.
A lo verídico y sensible de la historia de la película se sumaba, además, el excelente elenco de su producción. Con guion de Luis Rogelio Nogueras y del propio director, El Brigadista contó con la participación de Pablo Emilio Martínez en la fotografía, la edición de Roberto Bravo, el sonido de Juan Demósthenes y la música de Sergio Vitier.
Su elenco, igualmente, combinaba a reconocidos actores de experiencia como René de la Cruz, Mario Balmaseda, Mario Limonta, Adela Legrá, Miriam Learra, Luis Rielo y Salvador Wood con jóvenes actores emergentes, casi adolescentes, que debutaban en la gran pantalla, entre ellos, el protagonista: Patricio Wood.
Imberbe, con 15 años, Patricio entró al mundo del cine por la puerta ancha. De la premier de la película en el cine Yara rememoró en una entrevista con esta redactora: «La premier de El Brigadista fue un acto tremendo, muy impresionante para mí que era un muchacho que ni venía al Vedado. Mi vida era en Cojímar y mi madre me dijo: ¡ay mi niño, te has metido en camisa de once varas!, sin embargo, ese mismo día mi padre me dijo una cosa muy linda porque el lobby del Yara estaba repleto de gente que quería conocernos, tenía 15 años, y de pronto cuando estamos en el carro mi padre me dijo: ¡tú te imaginas la persona que tiene que limpiar ese lobby mañana!…Eso para mí fue una enseñanza tremenda, en el sentido de cómo asumir el trabajo y en qué pensar cuando se te puede presentar un momento de éxito como ese…»
Y sobre Cortázar, su primer director, evocó: «Hay momentos en que la relación con la obra de arte tiene una sintonía que varía y en ese sentido, Octavio Cortázar fue importantísimo para mí. Con él pude hacer El Brigadista y Guardafronteras pero lo más importante es que él no solo me regaló la oportunidad de entrar en el arte, me regaló una posibilidad muy hermosa que fue la de amistad. Octavio fue muy importante para mí. Siempre puede contar con él como una columna importante, un asidero grande. Siempre Octavio te dejaba, aunque fuera en un saludo, un ejemplo».

40 AÑOS, REENCUENTRO CON LA MEMORIA

Para conmemorar las cuatro décadas de la película, el Icaic organizó el pasado miércoles un encuentro con algunos miembros del equipo de trabajo de la película en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y chocolate.
En la cita, que tuvo por nombre Reencuentro con la Memoria Histórica, se exhibió el documental Todavía veo El Brigadista, producido y dirigido por Patricio Wood, que incluye fragmentos de entrevistas a Octavio Cortázar y varias escenas de la película.
Luego de la proyección, los protagonistas compartieron anécdotas de la filmación con los presentes, entre los que se encontraba una representación de la Peña Alfabetizadores 50 aniversario, que agradeció al staff de la película por el trabajo realizado.
«Fue una película de mucha unión», coincidieron todos. «Estamos hablando de una película muy afortunada por el hecho que trata: la campaña de alfabetización. Creo que es un logro de la cinematografía cubana. Además, El Brigadista por primera vez reunía en el cine cubano a tantos jóvenes y su repercusión fue enorme. La Ciénaga de Zapata todavía la acoge como suya», agregó Patricio.
Mientras, para los actores Luis Rielo, Miriam Learra y Mario Limonta haber participado en la película es un orgullo. «Fue una gran historia para nosotros y para el mundo», afirmaron.
Hoy viernes, como homenaje al Día del Educador se inaugurará, a las 5:30 p.m. en el cine Charles Chaplin, la exposición de fotografías inéditas El brigadista, se filma… y se va a proyectar una copia restaurada del largometraje.

Amelia Duarte de la Rosa | amelia@granma.cu

domingo, 24 de diciembre de 2017

Ana Belén Montes culmina su año dieciséis tras las rejas

Una noticia devastadora: cáncer del seno derecho. Una mastectomía. El trauma físico y emocional. La soledad. Las visitas al hospital, encadenada, adolorida. El descubrimiento de la solidaridad en sus compañeras de celda. La incertidumbre. Otra vez el dolor. La añoranza de su familia. Y recientemente, la noticia que le sacó lágrimas cada vez que advirtió, a través de la cadena CNN en español que transmite la prisión Carswell, el destrozo de Puerto Rico tras el paso del huracán María.
Así entiendo que fue el año 2017 para mi prima.
Se llama Ana Belén Montes. Es una prisionera puertorriqueña que extingue una condena de veinticinco años por obedecer su conciencia y solidarizarse con el pueblo cubano ante las políticas de agresión del gobierno estadounidense.
Este año, Ana Belén cumplió dieciséis años encarcelada.
Aún está sujeta a las medidas administrativas especiales, las cuales limitan su acceso al mundo fuera de la prisión. Lleva dieciséis años silenciada y aislada. Sólo se le permite comunicarse con un puñado de familiares y amigos que la hayan conocido antes de su arresto. Nadie puede citar las palabras que Ana ha hablado a partir de su encarcelamiento. Nadie puede hacerse eco de su dolor, ése que experimenta cualquier mujer ante la mutilación de su cuerpo y la incertidumbre de su futuro. Nadie. Sólo imaginarlo.
El cáncer es una enfermedad debilitante para todo ser humano, mucho más cuando se sufre dentro de una prisión. Me duele pensar que Ana enfrenta esa condición de salud sin el apoyo de sus seres queridos, sin la posibilidad de escoger un médico de su confianza, tratamientos alternos o paliativos, una dieta rica en vegetales y frutas frescas, o al menos alguien con quien desahogarse. Por el contrario, a Ana le ha tocado enfrentarse al cáncer en un ambiente de constante vigilia. En un lugar donde impera el ruido, la violencia, la hostilidad emocional...y la soledad. En medio de ese caos, Ana convaleció de su cirugía.
Los carceleros la llevaban de la prisión al hospital, encadenada de manos y pies, con una cadena gruesa amarrada a la cintura, de la cual cuelga un grillete pesado donde se unen las cadenas de la cintura con las de los pies. Y una herida en el pecho.
Durante este año tormentoso, Ana se dedicó s recuperar sus fuerzas.
Su meta a corto plazo: estar viva y libre de cáncer por los próximos cinco años. A pesar de las condiciones en las cuales vive.
Su meta a largo plazo: regresar a la libre comunidad, si no antes, al menos el primero de julio de 2023.
Ana es fuerte. Al menos, eso es lo que pienso. Durante casi cuatro meses estuvo imposibilitada de escribir cartas. Luego comenzó de a poco: media página, una página, dos… mientras soportaba la punzada que le provocaba un nervio pinchado en su brazo derecho. Le volvieron los dolores de espalda. Sus compañeras en la prisión la cuidaron. Fue, tal vez, un abrazo del cielo.
Reinició sus lecturas. “Conoció” a Pedro Albizu Campos y su sacrificio a favor de la independencia de Puerto Rico. Se acercó a las gestas nacionalistas puertorriqueñas. “Viajó por el mundo” con el Papa Francisco y se dejó impregnar de su espíritu compasivo. Sonrió al “escuchar” los diálogos entre el Dalai Lama y el Arzobispo Desmond Tutu. Se ha interesado en estudiar, con su usual minucia, la Carta Autonómica del 1897, el Tratado de París, y otros documentos que evidencian la trayectoria política de la Isla. Pero a Ana tampoco se le permite articular públicamente sus reflexiones sobre el trayecto político de Puerto Rico; ni sobre las corrientes ideológicas a nivel mundial; ni sobre filosofías o religiones.
Hoy día, Ana Belén resiste la muerte, ésa que muestra sus rostros de fealdad dentro de cualquier prisión. Día a día. Con la mente alerta. Con el corazón sensible ante el mundo que ella percibe desde sus rejas. Con la esperanza viva.
Imagino a Ana Belén durante estos últimos tres meses, mientras contemplaba, a través de las transmisiones televisivas, los destrozos perpetrados por los huracanes Irma y María. Me la imagino con el pesar que produce advertir una fatalidad y no poder hacer nada para remediarlo. No, el pueblo puertorriqueño nunca escuchará sus palabras de aliento y solidaridad luego de la devastación que experimenta el país.
De seguro, si estuviera en tierra boricua, Ana Belén trabajaría sin descanso para ayudar al que sufre. Es lo que le nace hacer. Como si estuviera entre nosotros, la Mesa de trabajo por Ana Belén Montes en Puerto Rico ha hecho un paréntesis en su labor educativa para ofrecer su solidaridad a los damnificados del país. Como si ella lo hiciera. En el nombre de Ana Belén.

Miriam Montes Mock, prima de Ana Belén, especial para CLARIDAD.

FIdel y el día en que se proclamó la hazaña del pueblo de Cuba

Era sin duda una hazaña de naturaleza educacional y cultural debido a que nunca antes ni después un pueblo alguno eliminara el analfabetismo, en apenas un año, e involucrando a miles de alfabetizadores surgidos de sí mismo, por demás en un periodo convulso por las agresiones de EE.UU.
Existen fechas que por su significación para un país marcan un hito en la historia de un pueblo por los hechos o acontecimientos concretos que las representan. Si a ello se une la realidad que los mismos son singulares y excepcionales en el mundo, estos acontecimientos pasados se convierten en paradigmas de los cambios sociales que conservan su vigencia en el presente y futuro de la mayoría de los países.
Una de las metas particulares de los países que concita los esfuerzos de las sociedades la constituye la eliminación del analfabetismo, que es una condición que afecta a más de 100 millones de niñas y niños y a más de 800 millones de adultos en el planeta, a los cuales habría que añadir los millones de analfabetos funcionales. Esta realidad lacerante se mantiene a pesar de que la UNESCO declarara el 8 de septiembre como el Día Internacional de la Alfabetización y se estableciera la década 2003-2012 como “la década de la alfabetización”.
Pienso que tal vez la mejor fecha para reflejar la lucha por la alfabetización de los pueblos debió ser el 22 de diciembre, ya que en esa fecha del año 1961 se produjo la declaración de Cuba como primer territorio libre de analfabetismo, en acto presidido por Fidel. Era sin duda una hazaña de naturaleza educacional y cultural debido a que nunca antes ni después un pueblo alguno eliminara el analfabetismo, en apenas un año, e involucrando a miles de alfabetizadores surgidos de sí mismo, por demás en un periodo convulso por las agresiones de EE.UU.
Fue precisamente en los inicios de la campaña de alfabetización que ocurrió la invasión de las tropas mercenarias por Playa Girón, organizada, financiada, y dirigida por el gobierno estadounidense, y que fuera derrotada en menos de 72 horas, del 17 al 19 de abril. Este hecho también constituyó una proeza político militar, ya que por primera vez se infligió la primera derrota del imperialismo en América.
Fidel anunció al pueblo de Cuba el inicio de la campaña de alfabetización en el discurso del 29 de agosto de 1960 en la graduación del primer contingente de Maestros voluntarios. Dijo que “el año que viene, vamos a la batalla contra el analfabetismo. El año que viene tenemos que establecernos una meta: liquidar el analfabetismo en nuestro país.”
Posteriormente, el 26 de septiembre de 1960, dio a conocer al mundo este propósito en su discurso en la Asamblea General de la Onu. Allí expresó: “ Treinta y siete y medio por ciento de nuestra población era analfabeta, no sabía leer ni escribir; el 70% de nuestra población infantil rural no tenía maestros.
El Gobierno Revolucionario, en solo 20 meses, ha creado 10 000 nuevas escuelas, es decir, en tan breve período de tiempo se ha duplicado el número de escuelas rurales que se habían creado en 50 años. Y Cuba es hoy ya el primer país de América que tiene satisfechas todas sus necesidades escolares, que tiene un maestro hasta en el último rincón de las montañas. Las fortalezas militares más importantes albergan hoy decenas de miles de estudiantes, y, en el próximo año, nuestro pueblo se propone librar su gran batalla contra el analfabetismo, con la meta ambiciosa de enseñar a leer y escribir hasta el último analfabeto en el próximo año, y, con ese fin, organizaciones de maestros, de estudiantes, de trabajadores, es decir, todo el pueblo, están preparándose para una intensa campaña y Cuba será el primer país de América que a la vuelta de algunos meses pueda decir que no tiene un solo analfabeto.”
Sin duda, había una fuerte motivación de todo el pueblo por erradicar uno de los problemas más grandes y sensibles que arrastraba desde la época colonial.
Las fuerzas participantes: se movilizaron con carácter voluntario, bajo el lema "El que sabe enseña al que no sabe", y estaba integrada por 20,000 alfabetizadores populares, 100,000 brigadistas estudiantes, 13,000 brigadistas obreros y 34,000 maestros y profesores. En fin, una fuerza de 167 mil voluntarios provenientes de todos los sectores de la sociedad.
Los resultados de la Campaña fueron: De 979,207 analfabetos censados, se logró la alfabetización de 707 202, quedando un saldo de 3,9 por ciento de analfabetismo residual sobre la población total estimada en Cuba en aquella época.
En los años posteriores se continuó la atención al analfabetismo residual y los alfabetizadores se incorporaron a los estudios de continuación de la Educación de Adultos.
Al respecto, Fidel expresó: “No nos contentaremos sólo con liquidar el analfabetismo, sino que seguiremos aprendiendo y seguiremos enseñando, seguiremos estudiando y seguiremos dándole oportunidades al pueblo para estudiar. Liquidar el analfabetismo no es más que un primer paso; después vendrán nuevos pasos, después vendrán nuevas batallas, porque nuestro pueblo tiene que proponerse estudiar, superarse, saber cada día más, para comprender cada vez mejor; estudiar cada vez más, para comprender la verdad cada vez mejor.”
Y como conclusión de los fines de esta gran proeza educacional y cultural del pueblo cubano, cabe reflejarlos a través de estas ideas cardinales de Fidel: “Los que enseñan la verdad preparan a los pueblos para comprenderla; los que enseñan la mentira condicionan a los pueblos para engañarlos. Los que defienden la explotación, los privilegios y la injusticia tratan de mantener a los pueblos en la oscuridad y la ignorancia más completa. Las revoluciones que predican la justicia, que se hacen para redimir a los pueblos de la explotación, enseñan, educan, erradican la ignorancia.”
En estas ideas se resumen los aportes de Cuba para sí misma, y los esfuerzos que ha realizado para contribuir a la erradicación del analfabetismo en otros países, a través de la creación de un método de alfabetización idóneo denominado Yo sí puedo y Yo sí puedo seguir. Ya suman millones de personas alfabetizadas por esta herramienta educacional, que en los países aplicada ha contado con la asesoría y participación de maestros cubanos.

Wilkie Delgado Correa

Fidel filósofo, el eslabón más alto de la dignidad

Recuerden que el eslabón más alto que puede alcanzar la especie humana es ser revolucionario.
Che

Es preciso estudiar el carácter filosófico de la obra revolucionaria de Fidel de la mano de su pueblo. No por ambiciones museísticas o enciclopédicas, sino porque la humanidad vive una crisis de dirección revolucionaria donde son indispensables los aportes y los debates posibles que su pensamiento y su obra fecundan permanentemente. Siempre creyó Fidel que es posible cambiar al mundo, porque es insostenible e insoportable la aberración oligarca que hace de la vida un esperpento desolador donde se destruye a la especie humana y al planeta entero.
Entre todas las dimensiones revolucionarias de Fidel, la de “filósofo” tiene brillo y definiciones propias. En su pensamiento, y especialmente en su praxis, fijó coordenadas clarísimas para entender su inteligencia y su vigencia revolucionaria capaces de superponerse al paso del tiempo y a toda forma del olvido. Fidel, por ejemplo, prestó carne al pensamiento de José Martí, lo hizo suyo y lo profundizó. Fidel trabó litigio permanente contra la realidad miserable que carcomía al pueblo no solo bajo la dictadura de Batista, sino mucho antes. De aquel Martí y de ese litigio contra la injusticia emerge la certeza definitiva de un filosofar en lucha que asciende hacia la praxis revolucionaria y que por cumplirse como ejemplo y con lealtad durante toda una vida, derrota a la muerte y derrota al olvido. Porque las ideas revolucionarias son ideas que deben perfeccionarse permanentemente.
Contra la operación mediática o psicológica imperial que ha tratado de convencernos de que muerto Fidel está muerta la revolución, tenemos por herencia el bastión de su Filosofía crítica, que supo ser vertedero ético mundial, que supo ser luz de dignidad a prueba de todo. Que supo llamar por su nombre a cada una de las virtudes de los revolucionarios y también a cada uno de sus errores. Que supo ser visionario ejemplar y estudioso riguroso de las luchas (y de las amenazas contra esas luchas), gracias al privilegio de su inteligencia creadora en pleno uso del método de Marx y Engels en la acción directa. Supo esclarecer la premisa más importante en una Revolución que no es “propiedad” de Fidel sino del pueblo revolucionario de Cuba.
En el repertorio de las ideas filosóficas de Fidel destaca su preocupación esencial por la humanidad, especialmente por el carácter revolucionario de la humanidad, y destaca su siempre ejemplar confianza en que es posible e irrefrenable el ascenso de los seres humanos hacia una sociedad superior. Por eso Fidel está presente en toda rebeldía, a pesar de los debates, las contradicciones y los retrocesos que la humanidad sufre. La filosofía socialista de Fidel, su filosofar la sociedad superior y los caminos hacia ella, continua su marcha y perfeccionamiento en manos del propio pueblo cubano. “Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che! Si queremos expresar cómo queremos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir: ¡Que sean como el Che! Si queremos decir cómo deseamos que se eduquen nuestros niños, debemos decir sin vacilación: ¡Queremos que se eduquen en el espíritu del Che!”
Pero la consigna es defenderlo de ser Dios, tal cual Feliú lo invoca pensando en el Che. Como todo ser humano revolucionario hay en Fidel errores —que él mismo reconoció y faltantes que él mismo admitió—, en la dinámica misma de su formación o de las tensiones mundiales que Cuba tuvo y tiene. “He cometido errores, pero ninguno estratégico, simplemente táctico. No tengo ni un átomo de arrepentimiento de lo que hemos hecho en nuestro país”, dijo en una entrevista.
Fidel incubó en su pensamiento la certeza de que una Revolución (que alguna vez pareció imposible) debía realizarse (hacerse realidad) convirtiendo su teoría y su método en acción concreta. Todo a pesar de las amenazas y los ataques del imperialismo norteamericano… había una revolución en marcha. Confianza en la humanidad, desconfianza en el imperio. El pensar filosófico de Fidel, que no es obra decorativa, está impregnado de verdades humanas y eso es lo que lo hace, junto a su raíz revolucionaria, materia contagiosa.
Eso contagió a millones de seres humanos, e hizo a Fidel madurar como líder al mismo tiempo que se hizo educador popular y estadista de nuevo cuño, alejado de las formas políticas acartonadas, diluyendo las veleidades diplomáticas convencionales y pariendo el nuevo orden de la fraternidad revolucionaria con todos los pueblos y la unidad de la Revolución al Socialismo con la liberación nacional. Pieza clave de su filosofar la Revolución —como revolucionario— se expresa en el pensar de su pueblo, que se transformará a sí mismo para ver nacer una nueva conciencia que es logro epistemológico, ético y estético. Todo ello filosofado en clave de humanista, de nuevo tipo, forjado en la lucha revolucionaria. Fidel siempre audaz y fraterno. Su pensamiento ha trascendido las fronteras. Fidel supo darse tiempo para reflexionar profundamente, sin dejar las urgencias y sin frenar el combate. Especialmente la “Batalla de las Ideas”. Filósofo sin dejar de ser soldado, pensador en acción para la libertad y la justicia. Soldado de las ideas y de la moral de la práctica. Exigió, junto a Chávez, la existencia de una Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.
Fidel, desde su altura y anchura intelectual, desde su envergadura moral y política, tenía entre sus preocupaciones el problema permanente de hacer conocer las ideas, trasmitirlas, contagiarlas. Dilema de todos nuestros frentes y nuestras luchas. Apelaba Fidel a cuanta gracia y a cuanta audacia hicieran expandir (con claridad) los idearios revolucionarios (su Filosofía) madurados por los pueblos, con sus sueños de justicia y de igualdad; con sus planes de equidad y de felicidad. Estaba Fidel dispuesto a admitirlo todo, sin confundir la táctica con las estrategias, porque su ética tenía también claridad meridiana, márgenes irrefutables y solvencia a toda prueba. Su ética humanista… su ética en pie de lucha. Su consigna filosófica vigente: “Dentro de la revolución todo; fuera de la revolución nada”. Está claro.

Fernando Buen Abad Domínguez
La Jiribilla

jueves, 21 de diciembre de 2017

Cuba: ¿falta de libertad religiosa o de privilegios de la Iglesia?




En Cuba el llamado “problema religioso” poco tiene que ver con la libertad de culto. Sino, más bien, con un objetivo histórico de la jerarquía católica: volver a tener colegios privados y medios de comunicación. Ambos prohibidos por la Constitución de la República.

martes, 19 de diciembre de 2017

Grandes medios y webs pagadas por EEUU: estrategia coordinada contra Cuba




Basado en un texto de La pupila insomne.- El gobierno de EEUU destina cuantiosos fondos para la desestabilización política y social de Cuba. Los canaliza hacia grupos de la llamada “disidencia” interna cubana, del llamado “exilio” de Miami y hacia otros actores políticos ubicados dentro y fuera de la Isla.
Edición: Ana Gil.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Desiderio Navarro: el hombre-institución




El reciente fallecimiento de quien ejerció la crítica, el ensayo, la investigación literaria y la traducción ha dejado un vacío insustituible en la culturología cubana.

Irónico, mordaz pero de una eticidad a prueba de balas fue ese Desiderio Navarro que acaba de fallecer en La Habana y que no dejó discípulos puesto que su sabiduría era de las que se dan raramente en la cultura de una nación y dejan huellas insustituibles en una isla a la que trajo el pensamiento más avanzado de los siglos XX y XXI.
Todo comenzó en el número 100 de La Gaceta de Cuba (febrero de 1972), en una entrega dedicada a “Problemas de la crítica y la ciencia literaria” en la que Desiderio hizo viajar al mundo letrado de Cuba por ámbitos intelectuales poco o nada conocidos en este país.
Es en esa revista donde se reconoce la génesis de lo que en 1982 se convertiría en la revista Criterios que acababa de cumplir cuarenta y cinco años cuando ocurrió el deceso de este brillante pensador que según Roberto Fernández Retamar “valía lo que una institución” pues él solo traducía de 16 idiomas y divulgaba cuanto artículo o libro pensaba que era necesario que los cubanos conocieran.
No había un Congreso o un Consejo Nacional de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en el que Desiderio Navarro no interviniera para mostrar su inconformidad con los aspectos negativos de los temas que se trataran, ya fueran de la cultura o de la sociedad en general.
En su más reciente entrevista había expresado su preocupación por lo que, según él, estaba pasando en el medio intelectual en el que se desenvolvía.
Desde los 70 —opinaba—se desalentó la figura del intelectual público revolucionario, o sea, crítico y ahora estamos pagando los costos de ello. Habría que ver cuánto pensamiento afloraría en nuestra vida pública cuando se le ponga fin a la invisibilización del intelectual en la esfera pública, en general, y en los medios masivos, en particular.
La labor a la que dedicó su vida Navarro se llamó Criterios, revista primero y Centro Teórico Cultural, después y, según La Gaceta de Cuba en el número que dedicara al intelectual muy poco antes de su muerte, ha sido reconocida en el mundo de las letras cubanas como una de las realizaciones más necesarias, intensas y enriquecedoras que ha conocido la cultura cubana, cuya importancia desborda las fronteras de la nación.
Esta empresa la realizaba él solo con la ayuda de la Casa de las Américas, un sitio donde siempre se le respetó y apoyó como se merecía, y en el cual tenía sinceros admiradores.
Las generaciones todas reconocieron su magisterio. De esta manera el joven y brillante ensayista Jorge Fornet ha dicho que Desiderio Navarro fue, antes que todo, una revista. Y ella era el sitio al que había que ir, la lectura que teníamos que hacer, el espacio donde hallar la idea que debíamos discutir.
Sorprende que Desiderio, nacido en Camagüey en la década del treinta, haya sido un autodidacto. Nadie se explica dónde aprendió los 16 idiomas que dominaba a la perfección, muchos de los cuales se hablan en un solo país, especialmente aquellos situados geográficamente en Europa del Este.
A Desiderio Navarro se deben muchos artículos publicados en Cuba y en países de Europa y América, y los libros Cultura y Marxismo. Problemas y polémicas (1986), Ejercicios del Criterio (1989) Las causas de las cosas (2007) A pe(n)sar de todo, Para leer en contexto (2008).
Era además asesor permanente del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas “Armando Reverón”, en Venezuela y miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Latinoamericana de Estética.
En su país recibió numerosos reconocimientos como la Distinción por la Cultura Nacional, la Medalla Alejo Carpentier y el Doctor Honoris Causa del Instituto Superior de Arte.
La última vez que lo vi estaba en una silla de ruedas pero sonreía y a su alrededor una gran cantidad de amigos y colegas hablaban con él de temas intelectuales.
Difícilmente Desiderio sostenía una conversación trivial. Siempre fue una persona para quien la vida era estudiar y ayudar a los demás a través de los saberes que jamás guardó únicamente para sí. Siempre sintió la necesidad de compartirlos y así lo hizo.
Como ya dije y acaso lo escuché de alguien: no dejó discípulos. Pero lo tuvimos a él y aunque sea un lugar común habría que decir que inobjetablemente su impronta lo sobrevivirá como nos sobrevivirá a todos nosotros: sus eternos deudores.

Marilyn Bobes
IPS

La «resistencia no violenta» y los derechos humanos

La doctrina de la «resistencia no violenta», conocida también como «golpe suave» o «desafío político», constituye una forma moderna de subversión imperial, un modelo más sofisticado de desestabilización política contra estados soberanos, considerados por el Gobierno de Estados Unidos como adversarios.
Esta novedosa doctrina subversiva genera un complejo entramado de hilos virtuales, que autores y medios informativos conectan con diversos conflictos y procesos de desestabilización interna ocurridos en diversas naciones a partir de los años 90, algunos de los cuales han sido bautizados como «revoluciones de colores» o la «primavera árabe». Esta doctrina intervencionista liderada por Estados Unidos ha dejado también su impronta en países latinoamericanos como Venezuela y Cuba.
La «no violencia» maquilló la sedición en la Europa del Este en los 80. Los ideólogos del neoconservadurismo estadounidense no descuidaron detalles en aquella acometida que dio al traste con el socialismo europeo y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. La instigación contrarrevolucionaria después de 1981 adoptaría abiertamente el financiamiento de instituciones y agencias millonarias dentro de Estados Unidos y Europa Occidental y la manipulación masiva de organizaciones no gubernamentales (ONG) creadas dentro de los países socialistas.
Como gran paradoja, la instigación de estos actos de intimidación y desobediencia civil se esgrimirían supuestamente para «democratizar el mundo en defensa de los Derechos Humanos». En esto radicaba la cínica singularidad del Proyecto Democracia, que mientras promovía la subversión y la guerra económica, aprovechaba los errores político-económicos internos de esos países, agudizaba la hostilidad, promovía la traición y el ascenso de la contrarrevolución al poder, contribuyendo al desplome del socialismo.
De aquella doctrina surge en 1983 el Albert Einstein Institution (AEI), en Boston, Estados Unidos, «obra» del ideólogo anticomunista Gene Sharp, con un novedoso esquema de «lucha política» ampliamente utilizado contra el socialismo europeo y la URSS. Se trataba de nuevos métodos de desestabilización abierta, bajo una supuesta bandera de no violencia, pero diferenciados de los tradicionales conceptos de «pacifismo y desobediencia civil».
El naciente AEI fue diseñado para elaborar y enseñar teorías y estrategias para derrocar gobiernos, enfocando su atención en el entrenamiento de jóvenes como elementos de movilización y choque sedicioso en las calles, siguiendo la agenda de Washington, y creció con asignaciones de la National Endowmend for Democracy (NED), canalizadas a través del Instituto Republicano Internacional (IRI), creado junto a su homólogo el Instituto Demócrata Internacional (IDI).
Sharp organizó el «Programa sobre las Sanciones No Violentas» en la Universidad de Harvard, donde transformó el uso de nuevas técnicas de desobediencia civil con un perfil intervencionista más agresivo. Según Sharp: «La acción no violenta es un medio de combate, tal y como es la guerra. Incluye el pareo de fuerzas, y el librar batallas requiere de una sabia táctica y estrategia y demanda de sus soldados coraje, disciplina y sacrificio».
Esta técnica tiene por base una copiosa literatura, de libre acceso en internet. Dos de estos libros fundamentan los 198 métodos de «desestabilización interna» y otros conceptos, expuestos por Sharp en De la Dictadura a la Democracia [1] y
El rol del poder en la lucha no violenta [2], en el que exalta el empleo de la «protesta y persuasión», a las que denomina acciones simbólicas, como paradas, asambleas, mítines, marchas y vigilias. Hace un llamado a la «no cooperación con el adversario», como la huelga y el desabastecimiento en sectores privados, y la llamada «intervención no violenta» que acrecienta la intensidad de la provocación, convocando a obstruir calles y avenidas, «ocupar pacíficamente» instituciones oficiales y otros actos de irrespeto a la autoridad, para propiciar una respuesta represiva y el encarcelamiento, enfatizando el apoyo mediático.
Según otros trabajos consultados, esta capacidad para promover la protesta, la indocilidad o la desobediencia civil se asienta en tres factores: 1) El financiamiento de agencias e instituciones para el sostenimiento de estos movimientos. 2)
La participación de ONG –entiéndase partidos políticos, organizaciones y sindicatos, medios privados de comunicación y prensa de derecha– los que desempeñarán un importante rol organizativo y de dirección. 3) Un fuerte nivel movilizativo, tanto en la dirección de sus «centros» de preparación como en la conformación de grupos de choque entre estudiantes, profesionales o mercenarios a sueldo, que tendrán el peso principal en enfrentar la posible represión e implantar el caos y la violencia en las calles bajo la bandera de la «democracia».
Según Sharp, «…la represión es una respuesta esperada… el grupo de acción tiene que desafiar la represión […] una represión más dura, puede incrementar, lejos de reducir, la resistencia y hostilidad al régimen […] la violencia de la represión puede alienar el apoyo al adversario».[3] Contradictoriamente a este juicio, las acciones contrarrevolucionarias en la República Bolivariana de Venezuela causan mucho más muertes y heridos en las filas de los manifestantes que apoyan al gobierno, convertidos en blanco de criminales armados pagados por la oposición, lo que revela la naturaleza fascista de esta doctrina golpista a la que es sometida esta revolución latinoamericana.

LA VOLUNTAD DEL PUEBLO Y SU LÍDER HISTÓRICO FIDEL CASTRO RUZ

Muchos consideraron en occidente en 1991 que la Revolución Cubana no sobreviviría al desplome del socialismo europeo y la URSS. En solidaridad con esta percepción, la CIA declaró poco después: «…existe una oportunidad mejor que nunca, para que el gobierno de Fidel Castro caiga en los próximos pocos años…».
El imperio endureció el bloqueo económico para acelerar esa caída y la Sección de Intereses Norteamericanos (SINA) en La Habana acrecentó sus actos ilegales, mientras el gobierno estadounidense toleraba todas las formas de terrorismo contra Cuba desde sus fronteras, estimulaba la emigración ilegal y fortalecía los grupúsculos internos mediante asignaciones de medios y recursos técnicos. Crecían las campañas mediáticas instigando el desánimo y la desestabilización. La economía cubana sufría enormes daños mientras comenzaba una difícil etapa de sacrificio y abnegación para el pueblo en la que se recrudecían las terribles condiciones del periodo especial.
Mientras esto ocurría, la SINA introducía a través de su valija gigantescos envíos de literatura contraria a la Revolución y creaba tres flamantes «Centros de Recursos Informativos» dentro de su sede diplomática, donde se entrenaban también cabecillas y grupos mercenarios internos en programas de enseñanza dedicados a la lucha «no violenta», «liderazgo» y «periodismo independiente».
Pero la engañosa «resistencia» nunca tomó por sorpresa a los cubanos. El AEI había iniciado desde 1996 sus contactos sediciosos con diferentes grupos terroristas de la mafia anticubana de Miami, a los que ofreció entrenamiento. Sharp brindó talleres y conferencias y concedió una entrevista en vivo a la mal llamada Radio Martí en 1997. En 1998 organizó en Boston un «taller científico» para activistas cubanos y publicó cuatro trabajos periodísticos sobre la «migración ilegal cubana», presentándola como un nuevo método de acción «no violenta» contra Cuba.
Paralelamente introducía en Cuba literatura subversiva enmascarada a través de emisarios extranjeros que abastecían de dinero y materiales a los mercenarios internos. Eran textos de estudio del AEI para impartir clases de «desobediencia civil» en viviendas de cabecillas, amenizadas con las «experiencias» de algún renegado llegado de Europa Oriental, pagado por Freedom House. Estos actos violatorios de la ley y el orden público, tuvieron presencia en Cuba a principios de los años 2000, con la anuencia de la SINA. Eran generalmente acciones aisladas de grupos contrarrevolucionarios, sin apoyo popular, autodenominadas «vigilias, marchas, conferencias de prensa, clases de desobediencia civil y planes de ayuno», estos últimos, convertidos en ridículas pantomimas.
Algunas de estas provocaciones se planificaban en la vía pública, aprovechando la masividad de alguna festividad social o religiosa, para tratar de engañar a la población, ajena a estos propósitos. Su intención era desafiar a la Revolución y provocar una respuesta desmesurada por parte de las autoridades, atraer la atención de la prensa extranjera en una suerte de show propagandístico internacional, especialmente dirigido a Miami. En este artilugio subversivo los diplomáticos yanquis hacían acto de presencia en apoyo cómplice con estos transgresores.
El pueblo cubano no cedió ante la provocación. La denuncia pública y la firme actuación, basada en una estricta legalidad y racionalidad política frustraron entonces aquella patraña. Pero la subversión tiene muchos rostros que trazaron nuevos derroteros de lucha en esta última década. Queda aún un largo trecho en este combate. Sus argumentos serán demolidos, como nos enseñó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Manuel Hevia Frasquieri
Granma

Notas:

[1] Sharp, Gene: De la Dictadura a la Democracia, EE.UU., 4ª edición, mayo, 2010.
[2] Sharp, Gene: El rol del poder en la lucha no violenta, Foro de Pensamiento Árabe, Ammán, Jordania, 15 y 17 de noviembre, 1986.
[3] Obra citada, página 3.

Manuel Hevia Frasquieri. Director del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado

La economía cubana en 2017 según CEPAL

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) divulgó hoy por la mañana su “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017”, un documento que siempre es bienvenido por los economistas cubanos. De acuerdo con el informe, Cuba habría retomado la senda del crecimiento con un incremento de 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2017, pronosticándose un crecimiento de 1,0% para 2018.
Ante la penuria de datos oficiales sobre la economía nacional, hay que mirar 6400 kilómetros hacia el sur, para encontrar en Santiago de Chile –sede de la CEPAL- las cifras claves de la economía cubana, aunque sea de forma aproximada. Este año, el retraso informativo de la Oficina Nacional de Estadística e Información de la República de Cuba (ONEI) ha sido significativo en materia de las llamadas Cuentas Nacionales. Esas cifras son imprescindibles para hacer análisis macroeconómico, pero la información oficial más “fresca” se refiere al año 2015.
A las puertas del 2018, todavía no se conocen las estadísticas de Cuentas Nacionales de Cuba para 2016.
Con el estimado de crecimiento de 0,5% del PIB para el 2017, CEPAL mantuvo su pronóstico anterior, emitido el pasado 12 de octubre. Apenas unos meses antes –en agosto- el estimado de CEPAL era el doble (1%), una cifra que se aproximaba al registro oficial de 1,1% de crecimiento real para el primer semestre de 2017, aunque inferior al estimado de 2% presentado por el gobierno cubano durante la sesión del parlamento cubano, en diciembre de 2016.
Un crecimiento de 0,5% significaría en la práctica que, aunque la economía dejaría de estar técnicamente en una recesión, se encontraría esencialmente en una situación de estancamiento.
A nivel regional, el magro crecimiento de Cuba de 0,5% sería el quinto peor desempeño económico, solamente superado por otros cuatro países que habrían registrado decrecimientos del PIB (Venezuela, Dominica, Surinam y Trinidad y Tobago). En el caso de Venezuela, el decrecimiento habría sido de -9,5%.
El pronóstico de CEPAL no despeja las cosas para Cuba en 2018 –en el marco regional- pues una tasa de 1,0% seguiría ubicando a Cuba en el grupo de los cinco países con menor dinamismo de América Latina y el Caribe.
El documento “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017” puede leerse aquí http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42651/19/S1701178_es.pdf
La sección dedicada a Cuba puede leerse aquí http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42651/12/BPE2017_Cuba_es.pdf
Esa sección sobre Cuba se reproduce íntegramente a continuación.

Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2017

http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42651/12/BPE2017_Cuba_es.pdf

Emitido el 14 de diciembre de 2017

Cuba

Después de una contracción de la economía cubana del 0,9% en 2016, la CEPAL proyecta una ligera recuperación del 0,5% en 2017. Este desempeño refleja el balance entre el comportamiento positivo del flujo de turistas hacia el país y el impulso fiscal, contrarrestado parcialmente por el endurecimiento del bloqueo estadounidense, la difícil situación económica por la que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela (uno de los principales socios comerciales de Cuba ) y los efectos climatológicos extremos sobre la actividad agropecuaria.
Ante la adversa situación económica, que significó menores ingresos, en 2016 el déficit fiscal del Estado fue equivalente al 6,8% del PIB, ligeramente por debajo del 7,1% del PIB previsto en la ley del presupuesto. Para 2017, el presupuesto contempla un déficit cercano a los 11.500 millones de pesos (un 12% del PIB presupuestado), cifra superior en más de 5.000 millones de pesos a la registrada en 2016. Destacan la reducción del impuesto por la utilización de la fuerza de trabajo al 5% del salario devengado, así como los incrementos del 29,2% en el gasto en actividades no presupuestadas y del 42,9% en gastos y transferencias de capital con respecto a lo ejecutado en 2016. La información disponible indica que, aunque no se anticipa un incremento del déficit respecto del presupuestado, algunas partidas del gasto se han reorientado para atender la reconstrucción de hogares e infraestructura clave a raíz de los daños provocados por el huracán Irma.
Al cierre del primer semestre de 2017, los ingresos públicos se incrementaron ligeramente por encima de lo presupuestado, impulsados por el desempeño de la recaudación de impuestos sobre utilidades e ingresos personales. Por su parte, los gastos fueron menores que los presupuestados debido a crecimientos por debajo de los anticipados en rubros como mantenimiento constructivo e insumos intermedios. Como resultado, el déficit fiscal acumulado en el primer semestre rondó los 4.500 millones de pesos y ha sido financiado mediante la colocación de bonos soberanos en el sistema bancario nacional. Durante el mismo período se reporta el pago de deuda pública por 2.306 millones de dólares.
En lo que respecta a la política monetaria, los instrumentos del banco central, en el contexto de una economía planificada centralmente, son el control del tipo de cambio, el manejo de las tasas de interés y el encaje legal, que se mantuvieron sin cambio durante el período de análisis. En 2016, el agregado monetario M2 creció un 13,1% en términos nominales, impulsado por la expansión del 15,9% del efectivo en circulación, que refleja parcialmente la evolución del capital de trabajo de los trabajadores del sector no estatal.
En noviembre de 2017 entraron en vigor una serie de medidas del Gobierno de los Estados Unidos que imponen restricciones adicionales a la inversión, los intercambios comerciales y los viajes de sus ciudadanos a Cuba. A principios de noviembre, no obstante, se anunció la firma de un acuerdo para la exportación de carbón vegetal a los Estados Unidos, a sí como la apertura de una distribuidora de una empresa de equipo industrial estadounidense en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Por otra parte, a partir del 1 de noviembre entró en vigor el acuerdo de diálogo político y cooperación con la Unión Europea.
En octubre de 2017 se firmó un convenio marco con China que incluye líneas de crédito concesionales para inversión en el sector de la energía. A principios de noviembre de 2017 se presentó la actualización de la cartera de oportunidades de inversión extranjera, en la que se incorporan 156 proyectos centrados en los sectores de turismo, agroindustrial, alimentario, energético y de construcción. A fines de noviembre comenzó el proceso político que culminará con el cambio de mando de la presidencia cubana en febrero de 2018.
A pesar de la caída de casi un 30% en las exportaciones de mercancías en 2016, afectadas por los menores volúmenes de producción y un escenario adverso de precios, el déficit de la balanza de mercancías se redujo casi 400 millones de dólares debido a la pronunciada disminución de las importaciones de bienes a causa de dificultades en el acceso a crédito comercial asociado a los saldos pendientes de pago en cartas de crédito. Durante el primer semestre de 2017 se observó una ligera recuperación de las exportaciones de bienes, impulsadas por la dinámica de precios internacionales. Dicho repunte podría verse comprometido por los daños vinculados al huracán Irma durante el segundo semestre de 2017. En lo que respecta a los servicios, continuó el dinamismo del flujo de turistas y a principios de noviembre de 2017 se superó la cifra récord de 4 millones observada en 2016, con lo que se estima que el año cierre con una cifra superior a los 4,7 millones de visitantes. Además, se observa una reconfiguración de la modalidad en la que se exportan servicios de salud, privilegiando el otorgamiento de dichos servicios a los visitantes que llegan a la isla a través del turismo de salud.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, durante 2017 se han anunciado proyectos de inversión extranjera directa (IED) que suman 2.000 millones de dólares, concentrados en infraestructura turística y de energía. Entre ellos se destacan diversas inversiones rusas.
Después de que, de acuerdo con cifras preliminares, la economía cubana sufriera una contracción en 2016 debido a caídas en los sectores de manufactura (-3%), construcción (-4,6%) y salud pública (-5,3%) —que no alcanzaron a ser compensadas por la expansión en transporte, almacenamiento y comunicaciones (5%) y hoteles y restaurantes (5,1%)—, en el primer semestre de 2017 se retomó la senda de crecimiento, con una expansión interanual del 1,1%. El repunte de la actividad económica habría sido impulsado por el continuado dinamismo del turismo, no obstante la recomendación de no viajar a la isla que el Gobierno de los Estados Unidos realizó a sus connacionales, por el positivo desempeño del transporte, por una aceleración de la actividad agropecuaria y por la recuperación del sector de la construcción. Durante el segundo semestre del año la actividad económica se vio afectada por el impacto del huracán Irma sobre el sector agropecuario.
Los informes disponibles dan cuenta de que la inflación de precios al consumidor se mantuvo baja durante el primer semestre ante mejores condiciones de oferta. Sin embargo, dicha tendencia podría haberse revertido en el segundo semestre debido al impacto del huracán Irma sobre el abasto de alimentos.
Si bien la tasa de desempleo se redujo de un 2,4% en 2015 a un 2,0% en 2016, esto coincide con la tendencia negativa observada en la tasa de participación desde 2011, en la que inciden tanto la dinámica demográfica de la población como los patrones de migración internacional. De acuerdo con cifras del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), al cierre del tercer trimestre de 2017, el crecimiento interanual de trabajadores por cuenta propia fue del 10,8%. El dinamismo del empleo en el sector no estatal podría verse afectado en el corto plazo por la decisión del Gobierno de suspender temporalmente la entrega de permisos para diversas actividades. En lo que respecta a salarios, de acuerdo con declaraciones oficiales, el salario medio nominal, que en 2016 creció un 7,7%, se habría reducido un 1,2% durante el primer semestre de 2017 producto de una rebaja del 0,6% en la productividad de los ocupados.
Para 2018 la CEPAL proyecta una ligera aceleración de la tasa de crecimiento para alcanzar un 1% sobre la base de un continuado dinamismo de la actividad turística, una regularización en el abasto de productos energéticos, una modesta mejoría de los precios internacionales de los principales productos de exportación y un mayor gasto asociado al esfuerzo de reconstrucción de los daños ocasionados por el huracán Irma.

El Estado como tal (Blog)

Cuba, Las drogas y los nuevos desafíos


sábado, 16 de diciembre de 2017

El Che Guevara en Palestina




Su lucha contra las injusticias lo llevó a Guatemala, Cuba, Bolivia y hasta El Congo. Pero no tan recordada es su breve visita a la franja de Gaza.

“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario” es sin dudas una de las frases más recordadas del Che. Consecuente con la misma, la lucha contra esas injusticias lo llevó a Guatemala, Cuba, Bolivia y hasta El Congo. Pero no tan recordada es su breve visita a la franja de Gaza.
La visita del “Che” Guevara a Gaza se dio en 1959 (meses después del triunfo de la revolución cubana) y representó la primera señal de la transformación de un conflicto regional (colonización sionista de Palestina) a una lucha mundial contra el colonialismo.
La franja de Gaza se había convertido en el símbolo de la resistencia. Siendo un territorio muy pequeño pero el único en el cual aún se seguía izando la bandera de Palestina.
El disparador para recibir la visita del “Che” fue la conferencia de Bandung en 1955. Cuando Gamal Abdel Nasser, presidente de Egipto y principal impulsor del “Socialismo Árabe” se convirtió en uno de los reconocidos líderes del Movimiento de Países No Alineados.
Desde 1948 el recientemente creado Estado de Israel llevaba a cabo una limpieza étnica en territorio Palestino. Comenzando con la operación militar “Yoav” en la zona cercana a la actual Tel Aviv, en la cual no quedo en pie ni una sola aldea. Operación que termino con el bombardeo del hospital Al-Majdal.
Entre 1949 y 1955 Israel de manera ininterrumpida atacó territorios Palestinos perpetrando bombardeos y dejando miles de víctimas (la mayoría civiles) y expulsados.
Estos hechos dieron lugar a un movimiento de resistencia, conocido entonces como los Fedayines.
Es en 1955 cuando el mencionado Nasser, líder del alzamiento de los Oficiales Libres en Egipto y luego presidente de este país, convoca a la conferencia de Bandung haciendo visible hacia los ojos del mundo occidental el conflicto en medio oriente
El 29 de octubre de 1956 Israel invadió la península del Sinaí junto con Gran Bretaña y Francia. Ejecutando a sangre fría a todos los varones de entre 15 y 50 años de edad. El número total de víctimas registradas fue de 520 personas.
Como consecuencia de estos hechos, el “Che” Guevara, revolucionario latinoamericano, invitado por el mismo Nasser aceptó visitar la Franja de Gaza.
La visita de Guevara fue trascendental, teniendo en cuenta que hacía meses triunfaba la revolución cubana y el argentino se había convertido en un símbolo en cuanto a la lucha contra el colonialismo. Fue recibido con gran entusiasmo por los referentes de la resistencia Árabe, como Abdullah Abu Sitta, líder de los Fedayines.
Según las pocas evidencias que existen de la visita, el “Che” tuvo algunas definiciones en cuanto al “caso palestino”.
Primero afirmó que era un caso “complejo” debido a los nuevos colonos israelíes que ya se encontraban ocupando las casas de los expulsados palestinos. “No hay otro camino sino la resistencia a la ocupación” dijo. Y ofreció suministrar armas y entrenamiento para la liberación palestina.
En su visita al campamento de Al-Bureji pregunto que habían hecho para liberar a su país y cuestionó la falta de campos de entrenamiento, fábricas de armas y centro de movilizaciones del pueblo.
Quizás estas observaciones del Che hayan sido el punto de partido de la creación del futuro “Ejército para la liberación de Palestina” (ELP) en 1967.
Al regreso de su viaje por medio oriente, el “Che” señaló que “Desde antes del descubrimiento de América, obedeciendo a la expansión Europea en busca de nuevos mercados donde adquirir materia prima para sus industrias nacientes, Asia y África fueron objeto de la visita y de la rapiña disfrazada bajo el pomposo título de colonización, de esas potencias. Nuestro viaje de tres meses por los países que acaban de liberarse de un yugo feroz y han iniciado su camino hacia la liberación económica y el desarrollo industrial, significó una serie de enseñanzas políticas, sociales y económicas”.
Nasser se ocupó de hacer visible la visita de Guevara a la franja de Gaza llevándolo a actos públicos oficiales y entregándole medallas y distinciones como el título de “Gran Libertador de los Oprimidos”.
Este también fue el comienzo de una relación muy cercana entre Cuba y Palestina. Luego de la visita, el país caribeño brindó becas a estudiantes y concedió la ciudadanía a exiliados palestinos.
Mas acá en el tiempo, durante la ofensiva israelí contra Gaza en 2014, Cuba envió una importante ayuda humanitaria a medio oriente.
Hoy la figura del “Che” Guevara, recorre las calles de los campamentos de refugiados palestinos en Beirut y en las calles de Palestina. Sobre todo entre los jóvenes, como símbolo de liberación, revolución, independencia y resistencia.

Martín Leonardi

martes, 12 de diciembre de 2017

Los esclavos de CNN en Libia, el fraude tranquilo en Honduras: duelo mundial de hipocresías




Imaginemos que en las últimas elecciones de Venezuela el Consejo Nacional Electoral hubiera tardado ocho días en dar los resultados. Que, con el 57 % de los votos contados y llevando la oposición un 5 % de ventaja, el sistema informático se hubiera caído durante más de diez horas y, a su regreso, como por arte de magia, la mayoría hubiera pasado a la candidatura del gobierno.

lunes, 11 de diciembre de 2017

¡Gracias, Desiderio!




No estoy seguro de que en Cuba se tenga la exacta dimensión de lo que ha representado en nuestro tiempo Desiderio Navarro, fallecido este pasado jueves 7 de diciembre. Vivimos tan de prisa e inmersos en los apremios de lo cotidiano que en no pocos casos se nos escapa poder apreciar lo que en verdad es esencial. Pensé en ello en varias de las cinco emisiones de entrega de los Mil y un textos, al comprobar la relativa baja asistencia de interesados en acceder de manera absolutamente libre a tan impresionante compendio del mejor saber humanístico contemporáneo. ¡Y después hay que oír a algunos que se quejan de no tener la indispensable bibliografía en el ámbito de las ciencias sociales para poder acometer determinada investigación académica!
Por supuesto que para sumergirse en las profundidades conceptuales del rico universo de la culturología, hay que tener ganas y voluntad pues si se hace en serio, ello implica una buena cantidad de horas nalgas en un asiento. Yo lo he intentado en la medida que está a mi alcance y en ello, para mí ha sido fundamental la ayuda recibida de parte de Desiderio Navarro y de lo que es su prolongación, o sea Criterios, que ha sido mucho más que una revista o un centro teórico-cultural.
En no pocas ocasiones, durante mis estancias como profesor invitado en distintas universidades fuera de Cuba, me han preguntado cómo hago para estar relativamente al día en materia de lecturas teóricas, teniendo en cuenta lo difícil que es acceder a tal clase de materiales desde nuestro país, a lo que habría que agregar mi condición de persona ciega. Entre los argumentos que he manejado para responder semejantes interrogantes, siempre he aludido a la ayuda que para mí ha sido contar con la amistad de una figura como Desiderio Navarro, porque además de todos los materiales que él ha puesto a la disposición de los interesados en poseerlos, tengo que decir particularmente que él me facilitó numerosos libros en formato digital y que cada vez que apelé a su persona para conseguir este o aquel material, Navarro se mostró solidario conmigo y tarde o temprano me lo hacía llegar. Es algo que siempre le agradeceré.
Quien nunca se haya acercado a la revista Criterios, debe saber que los autores escogidos por la publicación a lo largo de su historia —la mayoría de ellos presentados por primera vez en nuestra lengua— han estado entre las personalidades de mayor destaque en su momento en las líneas académicas representadas por ellos, tanto en sus países de origen como a escala internacional, y han pertenecido a las más diversas tendencias de la humanística contemporánea.
Criterios surge en febrero de 1972, con un número especial (el 100) de La Gaceta de Cuba, órgano de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Aquel fue un número monográfico, dedicado a los problemas de la teoría y la crítica literarias. Entre los materiales que incluía (además de textos de autores locales sobre el pensamiento francés y checo), aparecía lo que a la postre resultó la especificidad de la publicación ideada por Navarro: traducciones de artículos de destacados teóricos extranjeros, de otro modo inaccesibles por entonces para la gran mayoría o la totalidad de nuestros estudiosos (en esa primera entrega: un formalista ruso, dos estructuralistas checos y un neoestructuralista ruso casi desconocidos en el mundo de habla hispana, a saber, Tyniánov, Mukařovský, Vodička y Meletinski).
Como expresaba Desiderio Navarro –el gestor, alma y hacedor del proyecto—, Criterios ha respondido a la urgente necesidad de que a críticos, investigadores, profesores y estudiantes universitarios, escritores y artistas de Cuba y de lengua española en general —o sea, de la América Latina y, también, de la europea España— se les ofrezca la posibilidad de sostener un contacto directo, amplio, continuo y sistemático con lo mejor del pensamiento mundial sobre la literatura, el arte y la cultura y en relación con la metodología de la investigación y crítica de éstos.
Desiderio siempre argumentó que ese contacto, en muchos casos durante lustros y décadas, se ve muy demorado por razones lingüísticas (la escasez o ausencia total de traductores especializados en estas ciencias o de investigadores culturales que dominen ciertas lenguas, en particular las de Europa oriental y Asia), por causas ideológicas y políticas, pero también, sobre todo en la América Latina de nuestros días, por motivos económico-comerciales (la no-importación de libros y revistas especializados de ciertos países o los elevadísimos precios de las publicaciones científicas importadas y de los derechos de reproducción, la disminución de los títulos teóricos en las editoriales locales por su orientación hacia ganancias más rápidas y masivas, entre otras limitaciones que impone el subdesarrollo económico al aprovechamiento de la información científica foránea).
En semejante infausto panorama, Criterios ha tenido como especificidad el ofrecernos traducciones de artículos sobre los más diversos problemas de la literatura, las artes plásticas, el teatro, la música, el cine y el arte y la cultura en general, textos redactados por eminentes teóricos extranjeros, de otro modo inaccesibles a la gran mayoría o la totalidad de nuestros estudiosos del tema.
Vale también resaltar que esta publicación se ha caracterizado a lo largo de sus 45 años de vida, por lo que puede catalogarse como una “actividad divulgativa” independiente de las coyunturas político-culturales nacionales y de las valoraciones oficiales sobre tendencias teóricas o autores en Cuba y en los respectivos países de origen.
Fiel a dicho postulado, Navarro consiguió lo que no dudo en catalogar de proeza; es decir, que su revista nunca se haya vinculado de manera exclusiva a alguna escuela, moda o tendencia teórica y en sus páginas ha habido espacio para autores de múltiples orientaciones metodológicas y disímiles países. Así, hemos podido leer materiales que van desde un enfoque en el que prevalece el marxismo “ortodoxo” y “heterodoxo”, hasta otros en los que se apuesta por el estructuralismo, la teoría de la recepción y el postestructuralismo postmoderno.
Si seguimos la trayectoria de Criterios a lo largo de sus 45 años de existencia, como ha expresado la escritora y profesora Maggie Mateo: «es posible apreciar cómo los trabajos que divulga vibran en profunda consonancia con lasinquietudes y puntos más candentes del debate cultural y artístico de cada etapa del contexto insular.»
Gracias a la visión ecuménica que todo el tiempo animó el accionar en vida de Desiderio, en las páginas de Criterios hemos podido leer a autores como Bajtín, Todorov, Eco, Moles, Genette, Uspenski, Bürger, Kristeva, Tarasti, De Marinis, Dubois, Huyssen, Markiewicz, Eagleton, Morawski, Clifford, Sławiński, Foster, Popovič, Bourdieu, Flaker, Fischer-Lichte, Hutcheon, Ďurišin, Lachmann, Even-Zohar, Barilli, Marin y Vattimo, entre muchos otros representantes de los estudios literarios, la estética, la culturología, la teoría de las artes plásticas, el teatro, el cine, la televisión, la música, la antropología y la sociología de la cultura; o escuchar en directo conferencias de personalidades como Loman, Jameson, Culler, Prince, Pavis, Ivanov y Pfister, llegadas a Cuba solo por la amistad y el respeto que profesaban por la figura de Navarro.
Si en el plano cultural y pese a la voluntad de los castradores de sueños y reticentes a todo tipo de transformación hemos sido testigos de un fuerte proceso de desautomatización, de superación de muchos tabúes (aún quedan unos cuantos pendientes), de erradicación de absurdos dogmas y formas unívocas de pensar, como expresión de un cambio de mentalidad, hay que decir que a ello ha contribuido el accionar de Desiderio y Criterios al poner a artistas, intelectuales y funcionarios en contacto con lo mejor del pensamiento mundial acerca de la cultura, en su sentido más abarcador, y así propiciar que todos los interesados (siempre que lo deseemos) estemos menos desinformados.
A partir de este 7 de diciembre de 2017, el hombre que fue él solo un organismo cultural, como lo definiese Gerardo Mosquera, ya no está físicamente entre nosotros. Nos queda su legado a favor de la comprensión del rol de los intelectuales y artistas en una sociedad como la cubana. En mi caso, no lo recordaré únicamente como el autor de artículos y libros críticos y polémicos, como eminente lingüista, como un erudito y políglota descomunal, sino como un amigo pensador, un marxista no adocenado ni dogmático, con el que sostuve intensas charlas telefónicas o instructivas conversaciones en sus oficinas en el edificio del ICAIC en 23 entre 10 y 12, fluidos intercambios de correos electrónicos y que siempre me ayudó en cuanto estuvo a su alcance.
Por último, quiero concluir esta evocación de Desiderio Navarro con unas palabras suyas que me parecen definitorias para comprender su quehacer en pro de la reflexión y el debate imprescindibles en Cuba y que ojalá llegase el día en que muchos de los llamados entre nosotros «decisores» hicieran suyas:
“…he dedicado más de 35 años de vida a abrirles horizontes del pensamiento teórico mundial a mis compatriotas, porque, en mi concepción del socialismo, creo que tienen derecho a conocer por lo menos lo mejor, lo más importante o lo más influyente de lo que pasa en el pensamiento cultural más allá de las costas de nuestra isla; derecho a ser revolucionarios o socialistas o marxistas no por ignorancia, por forzoso desconocimiento de todo lo demás, sino, como yo, justamente por el máximo conocimiento personalmente posible de lo que ocurre en el pensamiento en escala mundial.”

Joaquín Borges-Triana
El Caimán Barbudo