domingo, 31 de marzo de 2013

Independencia y socialismo en la América nuestra.




Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

El 12 de junio pasado, el Comandante Hugo Chávez Frías escribió, en su Programa de Gobierno para 2013-2019: “a la tesis reaccionaria del imperio y de la burguesía contra la Patria, nosotros y nosotras oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la independencia y el socialismo como proyecto abierto y dialéctica construcción”. La riqueza de esa proposición me inspira a hacer un breve comentario sobre algunas de las cuestiones que ella plantea.
La primera independencia, obtenida en la gesta continental que va de 1791 a 1824, fue insuficiente, pero fundó a nuestras naciones cuando la idea misma de nación era incipiente en Europa, creó nuevas identidades y nos aportó una extraordinaria acumulación cultural revolucionaria, un legado inapreciable al que atenernos y la necesidad de promover nuevos proyectos de liberación.
La gran Revolución haitiana, el Grito de Murillo, la obra, el pensamiento y el proyecto de Bolívar, Sucre --el antioligarca de virtud sin par--, la epopeya de Hidalgo y Morelos, y después la trascendente propuesta de Martí, confirmada por la sangre del pueblo cubano, le pusieron metas muy altas a la libertad, mucho más altas que las vigentes en Europa. Esos revolucionarios bregaban por el gobierno del pueblo desde mucho antes de que el liberalismo europeo se decidiera a aceptar y utilizar su democracia. Le dieron un lugar preferente a la igualdad y la justicia en sus combates, algo que negaba los fundamentos mismos del sistema colonialista-imperialista que se fue desarrollando en el mundo, y que puso al derecho internacional y a la conciencia común a su servicio. La resistencia, la rebeldía y el proyecto de la América nuestra resultaban opuestos incluso a los fundamentos ideales burgueses de la civilización como misión patriarcal colonial de las potencias, y a su racismo “científico”, que eran dominantes hace un siglo en el mundo espiritual y de las ideas.
En América del Sur, las guerras de independencia se internacionalizaron, la independencia se consideró parte de una épica y un proyecto americanos y así quedó fijada en la conciencia social. Hidalgo se proclamó “General de los ejércitos de América”; Morazán intentó lograr la unión centroamericana. Esa experiencia nos permite hasta hoy referirnos a hechos históricos cuando pretendemos una integración continental.
En estos dos últimos siglos, los que han ejercido la dominación les han negado a amplios sectores de la población la igualdad real, la justicia social y muchos derechos en sus repúblicas, en todo lo que consideraron necesario y todo el tiempo que han podido hacerlo, para defender y ampliar sus ganancias, mantener su poder político y social y su propiedad privada, con un ordenamiento legal y político favorable a ellos. Han preferido no ser clase nacional y, cada vez que ha sido necesario, han sido antinacionales. Al mismo tiempo, el capitalismo mundial se impuso en la región de acuerdo a las características de sus fases sucesivas, mediante su viejo y su nuevo colonialismo, aplastando resistencias y rebeldías, cooptando y subordinando, hasta que en la actualidad su propia naturaleza imperialista saqueadora, parasitaria y depredadora ha cerrado la posibilidad de que bajo su sistema la América Latina pueda satisfacer las necesidades básicas de sus pueblos, mantener las soberanías nacionales, desarrollar sus economías y sus sociedades, defender y aprovechar sus recursos y organizar su vida en comunión con el medio natural.
Pero una constante latinoamericana y caribeña de resistencias, ideas, combates y sentimientos ha mantenido vivo el carácter popular del legado patriótico, sin entregarlo a los burgueses cómplices y subalternos del capitalismo imperialista, y le ha ido aportando desarrollos. El Presidente de Venezuela, compañero Nicolás Maduro, recordó en el funeral de Estado del Comandante Chávez en la Academia Militar los avatares póstumos del Libertador y de Sucre. Cada época tuvo sus logros y sus avances, porque, en su saldo histórico, ninguna revolución verdadera es derrotada.
El largo camino ha brindado conocimientos y certezas, que ayudan a los que se han puesto en marcha en este continente a tener una conciencia superior. La primera región del Tercer Mundo que logró crear Estados independientes y mantenerlos aprendió que el capitalismo también podía desarrollarse y establecer sistemas de dominación nuevos, neocoloniales, más funcionales a su madurez que el bárbaro colonialismo, y así subordinarnos, dividirnos y perpetuar nuestra condición mísera e inerme, teniendo a las relaciones económicas capitalistas como centro de esa dominación. Pero no por eso los revolucionarios despreciaron a sus repúblicas. Al contrario, levantaron en una sola bandera la causa del verdadero patriotismo y la causa de las luchas de las clases explotadas y oprimidas.
Hemos tenido que ir más lejos que compañeros de otras regiones, que no lograron entender que esta mitad del mundo no podía considerarse “atrasada” y resignarse a vivir en supuestas etapas intermedias en espera de una providencia ajena. Que para poder ser nosotros, y para pelear por ser realmente libres, teníamos que pensar con cabeza propia.
Cuando la libertad y la justicia son planteadas de tal modo y con tanta hondura desde el inicio, la independencia tiene que tornarse liberación nacional, y la justicia social, socialismo. Experiencias y estudios, combates y debates, han sido el taller y la escuela. Un avance fundamental está en la comprensión de la relación que ha existido históricamente entre la independencia y el socialismo. No ha sido fácil ni rápido, una cultura entera universalizante ha estado en contra de que lo entendamos, sobre todo desde el imperialismo, que levantó promesas sucesivas, como el progreso, el panamericanismo y el desarrollo, siempre dirigidas a conducir a los emprendedores, confundir a todos y neutralizar y vencer a los rebeldes y a los que querían avances para sus países. El capitalismo actual ha perdido la posibilidad de ofrecer promesas, solo propone palabras como éxito y fracaso, imágenes e informaciones controladas en un sistema totalitario de formación de opinión pública y conversión de la gente en el público --el rostro de un mundo despiadado en que todo es mercancía--, y reparte algunos premios para los cómplices. Sin embargo, no podemos subestimar su poder, su agresividad y su criminal inmoralidad, ni los atractivos de su colosal capacidad de manipulación cultural.
Pero también hemos encontrado muchas dificultades y obstáculos en nosotros mismos. En la nación independiente que no sabe ser la nación para todos sus hijos, y el gobierno que ante las crisis no lleva su desafío frente a enemigos tan poderosos hasta cruzar la frontera de darle más poder al pueblo, que es al final su única fuerza, y convertirse en un poder popular. En la educación y la cultura que, en países formalmente independientes, siguen siendo escuela y agencia de colonización de las mentes y los sentimientos, sostén de desprecios y exclusiones de una parte del propio pueblo y refugio de la legitimación de las dominaciones de unas personas sobre otras. En los Estados que no logran liberarse de las marcas infamantes de la época de balcanización, y en los que levantan demasiado la ventaja particular en sus tratos con los países que su interés estatal bien entendido debiera considerar como hermanos.
Otra América nuestra es posible, porque hemos ido creando sus cimientos. Para que tomemos posesión de esa fuerza fue que el Presidente Chávez se lanzó a liberar el pasado. Una historia en la que Simón Rodríguez enseñó a Simón Bolívar que es necesaria una revolución social, cultural y económica junto a la revolución política. En la que Sandino dirigió una gran insurrección de campesinos pobres que pelearon durante seis años contra el invasor yanqui sin ser derrotados, y le pudo escribir a un dirigente comunista que su ejército era la vanguardia del proletariado de la América Latina. En la que el Che, entre tantas lecciones incomparables de pensamiento y de acción que dio, afirmó que en este continente se hará “revolución socialista o caricatura de revolución”, y que para triunfar, habrá que instaurar gobiernos de corte socialista. Y el líder de la herejía cubana, Fidel, que es tan grande y es de todos, aclaró hace más de cuarenta años que el gran revolucionario Carlos Marx concibió el socialismo como consecuencia del desarrollo, pero en nuestro mundo, será el socialismo el que haga posible el desarrollo.
Ese socialismo, dice Chávez hace dos años, tiene que ser un poder, pero un poder del pueblo, una nueva concepción de poder y una nueva forma de crear poder y distribuir poder. Como reza la Constitución venezolana, en un Estado democrático y social de derecho y de justicia que propugna como valores superiores la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia y los derechos humanos. Y en su texto de junio de 2012: “Este es el tiempo, como nunca antes lo hubo, de darle rostro y sentido a la Patria Socialista por la que estamos luchando”.
Ya sabemos que la bonanza económica por sí sola no trae ningún avance real para las mayorías, y las modernizaciones bajo un régimen de dominación traen consigo, en el mejor caso, la modernización de la dominación. La actividad liberadora es lo decisivo, ella es la que será capaz de darle un sentido a las fuerzas sociales económicas. El carácter de una revolución no está determinado por la medición de la estructura económica de la sociedad, sino por la práctica revolucionaria. En las condiciones desventajosas de la mayoría de los países del mundo, la transición socialista y la sociedad a crear están obligadas a ir mucho más allá de lo que su “etapa del desarrollo” supuestamente le permitiría, y ser superiores a la reproducción esperable de la vida social: consistir en simultáneas y sucesivas revoluciones culturales, que las vuelvan invencibles. Es preciso acometer la creación de una nueva cultura, que implica una nueva concepción de la vida y del mundo, al mismo tiempo que se cumplen las tareas imprescindibles, más inmediatas, urgentes e ineludibles.
Lo decisivo es que existe una gran acumulación cultural en este continente, de capacidades económicas, cultura política y social, identidades, experiencias e ideas, de poderes populares y procesos autónomos que buscan bienestar para sus pueblos y tienen voluntad de integración y unión. Esa acumulación cultural nos hace capaces de enfrentar en mejores condiciones que las otras regiones del mundo los males a los que ha sido sometido en las últimas décadas y la rapacidad y las guerras actuales del imperialismo, y de emprender en consecuencia transformaciones profundas que hagan posible y conviertan en realidad lo que impide el sistema capitalista.
Somos los herederos de una tradición maravillosa, que convirtió lo que en el Viejo Mundo y en las ideas colonizadas se consideraban luchas nacionales burguesas o rebeldías primitivas de grupos sociales arcaicos en unas formidables revoluciones de los humildes y sus guiadores y representantes, lanzados a conquistar la asunción de la plena soberanía sobre nuestras patrias y el pleno dominio sobre nuestros recursos, y desde ellos, como plantea el Plan de la Patria, asegurar la mayor suma de seguridad social, estabilidad política y felicidad.
Hay que llamar a las cosas por su nombre. El socialismo es la forma nuestra, latinoamericana, de ser independientes.

- Fernando Martínez Heredia, investigador cubano, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias Sociales 2006.

Intervención para el X Encuentro Internacional de intelectuales, artistas y luchadores sociales en defensa de la humanidad, Plan de la Patria: pensamiento y acción de Hugo Chávez, celebrado en Caracas los días 25 y 26 de marzo de 2013.

Silvio Rodriguez en concierto en el teatro Karl Marx


Silvio Rodríguez - Por quien merece amor


sábado, 30 de marzo de 2013

El consorcio Casa de América y Cuba




El 12 de marzo se realizó un acto en casa de América de Madrid, donde la infatigable dama del poder nacional católico y franquista Esperanza Aguirre, miembro del Partido Popular y ex presidenta de la comunidad de Madrid recibió a Berta Soler, representante de las damas de blanco. (Que feo eso de damas, pero mejor así para que no usen la hermosa palabra mujer.) Las dos damas son abanderadas de la propaganda contra Cuba y América Latina. La dos damas dicen ser defensoras de la democracia. Pero en el acto, hubo gente del público que intentó hablar y debatir y fueron sacados violentamente del recinto por fuerzas policiales. Quedó claro que no era un lugar para debatir y menos para ejercitar ningún tipo de diálogo en democracia. Quedó claro que la invitada lo había sido para hacer publicidad y decir lo que tenía que decir, no para conversar o escuchar otras voces. Ese es el tipo de democracia que ambas damas promueven.
Y merece la pena analizar esa paradoja. La dama Esperanza emplea a la dama Berta para que hable sobre democracia y pida apoyo para la democracia, mientras impiden que se hable democráticamente. No es para menos, los viajes son caros y no pueden perder tiempo en responder a preguntas que incomodan y que puedan demostrar qué tipo de montajes hace Esperanza Aguirre y su partido en nombre de una democracia que no es tal democracia. La señora Soler también se entrevistó con el ministro de relaciones Exteriores, Margallo, y le pidió que la siguiera apoyando hasta que en Cuba hubiera democracia y se respeten los derechos humanos, como en España. Y yo, al leerlo francamente sentí un escalofrío y crucé los dedos para que eso no suceda jamás. Ni en la peor pesadilla, que es la que aquí en España se vive ahora. Porque en España se vive bajo la dictadura del capital, y si bien el pueblo se moviliza en calle casi todos los días, sólo recibe oídos sordos y represión. ¿Cómo hablar de democracia cuando no hay cómo hacer que se cumpla la voluntad de la mayoría? ¿Cómo hablar de democracia con cinco millones de desempleados y una ley laboral que sólo protege los derechos de las grandes empresas y los bancos? ¿Cómo hablar de democracia si están privatizando la salud pública para entregarla a empresas privadas que sólo atienden a aquellos que pueden pagarla? Y esas empresas privadas de salud curiosamente son propiedad de los amigos del partido de la dama Esperanza, como es el caso de la empresa Capio. ¿Cómo hablar de democracia si están recortando la educación pública y privatizándola para que sólo los ricos puedan acceder a ella? ¿Cómo hablar de democracia si a la gente que se queda sin trabajo la echan de sus casas a la calle porque no pueden pagar el alquiler o la cuota de hipoteca basada en la usura de los intereses altísimos? ¿De que democracia pueden hablar si sólo gobiernan para el sufrimiento enorme de un pueblo? ¿De que democracia hablan cuando las cárceles para inmigrantes –los CIES- están llenas de gente que no ha cometido ningún delito? ¿O es delito pedir un trabajo y papeles para vivir con dignidad? ¿La democracia es sólo para los dueños de los bancos y las empresas? ¿De que democracia se puede hablar si todas las leyes que este gobierno ha promulgado son contra las mayorías empobrecidas y castigadas?
Aclaro que el consorcio Casa de América está formado por tres instituciones: el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Por supuesto, las tres gobernadas por el Partido Popular, como está gobernada por el pp la pobre y sometida España. Un partido y un gobierno que en este momento está cuestionado gravemente por casos probados de corrupción y estafa en sus altas esferas. Un partido que reprime la movilización popular en la calle. Un gobierno que está saqueando implacablemente la educación pública, la salud pública, y el derecho a la la vivienda. Un gobierno de un país con cinco millones de desempleados. Un gobierno que no es capaz de escuchar el clamor de los ciudadanos y trae a perorar sobre ese modelo perverso de democracia a una dama vendepatria que es capaz de decir con su boca que viene a hablar de democracia. Vergüenza debería darle pronunciar esa palabra. Porque aquí cualquier persona con dos dedos de frente y un poco de sensibilidad sabe que se están atropellando día tras día los más elementales derechos civiles, sociales y democráticos.
Dios lo cría y ellos se juntan. Esperemos que algún día, si hay un dios los junte frente aun juez honesto y democrático para que sean juzgados y les exija devolver al pueblo todo lo que le han robado y roban, que devuelvan y expliquen el saqueo absoluto de las arcas públicas, y de los derechos sociales que al pueblo le corresponden y por los que ha luchado tanto tiempo.
Porque la democracia popular y participativa es eso: un sistema en el que el pueblo gobierna a través de sus representantes. Un gobierno que responde a las mayorías y debe dar cuenta de sus actos.
Porque la democracia capitalista es esto: un sistema que impide al pueblo ejercer sus derechos y permite al ladrón llenarse los bolsillos con el sudor ajeno. Un sistema que sólo beneficia al 1% -los oligarcas- en contra del 99% de los que están siendo cada día más despojados.
Entérese doña Berta, que doña Esperanza cuando no la necesite más la dejará en la cuneta, como ha hecho con los presos cubanos que se trajo y a los que les prometió trabajo y vivienda, pero que todavía siguen acampando en la plaza mayor y reclamando que cumplan con lo que les prometieron, ellos, sus amigos, los demócratas de este gobierno de ladrones y corruptos. ¿O no la han llevado a dar una vuelta por el centro de Madrid para verlos? ¿No vio usted los miles de mendigos tampoco? ¿No vió a la gente desahuciada acampando en la calle porque le quitaron su vivienda? ¿O sólo anduvo por los despachos ministeriales y las ventanillas de bancos a la espera del cheque por su actuación a favor de eso que ustedes llaman democracia y que es democracia de mercado, sólo para el mercado y los mercaderes?
Y además, la dama Berta tuvo la desfachatez, la crueldad de pedir que continúe el bloqueo a Cuba. Y es que así son las damas demócratas, sólo saben cacarear con la voz del amo y contra sus propios hermanos, y esa es la democracia que ellas predican: la de la corrupción y el robo.
Para eso les pagan y para eso las llaman damas.
Y antes de terminar agrego que me acabo de enterar que esta mañana del día 20 de marzo Luis Pérez, presidente de la FACRE (Federación de Asociaciones de Cubanas y Cubanos Residentes en España), fue amenazado de muerte mediante un anónimo colocado en el vehículo de la empresa en la que trabaja. Pérez participó el pasado 12 de marzo en un acto de la llamadas Damas de Blanco en Madrid, en el que trató de realizar una pregunta a la dirigente del Partido Popular Esperanza Aguirre. Aguirre no le respondió y le acusó de ser un enviado de la Embajada de Cuba.
Esta es la España de los demócratas y a la que vienen a ponerse de rodillas esas damas de sucio blanco pagadas por el imperio.

Sara Rosenberg
La pupila insomne

viernes, 29 de marzo de 2013

Cuba y Haití, los dos extremos de la desigualdad sanitaria latinoamericana



Un estudio comparativo resalta las diferencias de la salud pública de los países latinoamericanos. Los que logran mejor nota son Cuba, Argentina, Uruguay, Chile y México mientras que en el pelotón de cola están Haití, Guatemala, Bolivia, Venezuela y Honduras.
Uno de los grandes indicadores del bienestar social de los países es el estado, nivel y funcionamiento de sus servicios de salud. Y aunque no son determinantes únicos, son una parte decisiva para medir el tamaño de las desigualdades sanitarias entre países. Con ese espíritu, investigadores de Colombia y Argentina midieron la calidad de los distintos sistemas de salud de 20 países de Latinoamérica y el Caribe usando 16 indicadores simples, objetivos y estandarizados, como la tasa de mortalidad infantil o la densidad de médicos. El resultado de sus análisis muestra una gran desigualdad entre naciones, con diferencias de hasta 17 años de esperanza de vida media.
El índice utilizado para comparar los distintos parámetros deja un grupo de cabeza liderado por Cuba, seguida por Argentina, Uruguay, Chile y México. El país cuyo sistema sanitario saca peor nota es Haití, seguida en el pelotón de cola por Guatemala, Bolivia, Venezuela y Honduras. “La brecha entre los países latinoamericanos todavía es amplia. Estos hallazgos se convierten en señales de alarma para los estados latinoamericanos”, advierten los autores del estudio, publicado en Gaceta Sanitaria.
Entre los distintos indicadores usados para deducir la nota total de cada país, destaca la esperanza de vida al nacer, que es de 73,7 años de media en toda la región, siendo la menor los 61,5 años de Haití y la mayor los 79 años de Costa Rica y Chile. Esos casi 74 años de esperanza de vida en Latinoamérica son cuatro menos de los que suma EEUU, seis menos que Alemania y ocho menos que España.
En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, el promedio en la región es de 20,5 por cada mil bebés nacidos vivos. Pero se trata de un número muy poco representativo debido a la notable heterogeneidad de los números de cada estado: desde las 64 defunciones de niños menores de un año por cada mil en Haití al fallecimiento de cinco niños cubanos. En España son 11 y en EEUU son 14.
Haití, con diferencia el país con la sanidad más precaria, tiene los peores números en muchos otros parámetros, como en mortalidad materna, porcentaje de partos atendidos por personal de salud cualificado, inmunización contra el sarampión, gasto en salud per cápita y población con acceso a agua potable.
Otros países con malos datos concretos son Nicaragua, que presenta la menor proporción de médicos por habitante; Guatemala, con el menor porcentaje de camas hospitalarias; y Bolivia, el país de América Latina que destina menos proporción del PIB al gasto en salud. Venezuela a pesar de figurar como uno de los países con mayor PIB y se encuentra dentro del pelotón de cola “debido fundamentalmente al menor gasto destinado a salud, lo cual puede observarse en los indicadores de recursos sanitarios”, según el estudio.

Ajustes que perjudican seriamente la salud

“Para disminuir las desigualdades en salud”, advierte el estudio, “debería actuarse sobre los factores estructurales que afectan en gran parte las condiciones de vida de las personas. Éstos, también llamados factores contextuales, resultan de la combinación nociva de políticas injustas, situación económica precaria y mala gestión política”. Según se explica en este trabajo, algunos estudios previos han demostrado como ese contexto ha marcado negativamente, o hundido, los indicadores de salud. ”En América Latina y el Caribe, durante la década de 1980, el ajuste de las políticas macroeconómicas tuvo un efecto negativo sobre los indicadores sociales, específicamente sobre los relacionados con la situación de salud”, aseguran.
Un estudio publicado en la Revista Panamericana de Salud Pública en 2006 describía cómo el adelgazamiento del Estado y la reducción del gasto público en los países de América Latina y el Caribe en la década de 1980 provocó “una ralentización del incremento de la esperanza de vida y del descenso de la mortalidad infantil”. “Fue ahí [en Latinoamérica] donde se sintió de manera más temprana el impacto macrosocial de esos ajustes sobre la salud, lo que demuestra que en solo una década de ajuste, las políticas macroeconómicas pueden causar efectos mensurables sobre los indicadores sociales”, explicaban.
En cualquier caso, a pesar de ese frenazo sufrido hace dos décadas, la situación en la región parece avanzar muy lentamente. Al comparar los resultados obtenidos en el estudio de Gaceta Sanitaria (que centra su atención en la evolución entre 2005 y 2010) con un estudio previo similar (entre 2001 y 2005), “puede señalarse que las condiciones de inequidad en la región permanecen en el tiempo”, afirman los autores.
Por último, el estudio reconoce que no se han detenido a comparar las notables desigualdades que se dan dentro de los propios países, poniendo la situación mexicana como ejemplo: ”En el caso de México, en la quinta posición tras Cuba, Argentina, Uruguay y Chile, se ha observado que hay grandes desigualdades en los indicadores de salud entre sus estados”, destaca.

La sanidad cubana, hegemónica y fuente de disputas

Cuba siempre ha considerado su sistema sanitario como uno de los puntos fuertes del régimen y es un tema recurrente en las controversias que tratan de confrontar sistemas políticos como si fueran naipes. En el estudio reseñado, que coloca al país caribeño con la mejor nota para su Sanidad, se usaron 16 parámetros distintos. Y las fuentes de las que se recogieron merecen toda la credibilidad: la Organización Mundial de la Salud en diez parámetros, el Banco Mundial en tres y otros tantos de la Comisión Económica para Países de América Latina y el Caribe (CEPAL). “El país mejor posicionado es Cuba, una nación que aunque no tiene el mayor PIB muestra los mejores indicadores de salud y de dotación de recursos sanitarios en la región”, dicen los autores.
Hace tres años, Science publicaba un estudio en el que se aplaudían los méritos de la sanidad isleña justo cuando se cumplían cinco décadas de embargo: “[En EEUU] tenemos la oportunidad de aprender de Cuba valiosas lecciones acerca del desarrollo de un sistema de salud verdaderamente universal, que hace hincapié en la atención primaria”, decían sus autores, investigadores de la Universidad de Stanford. El 29 de abril de 2010, exactamente un día antes del Science, otra prestigiosa revista, The Lancet, publicaba un análisis de cómo había evolucionado la mortalidad entre adultos en el mundo entre 1970 y 2010. Uno de los países peor parados en la comparación era precisamente Cuba, que era el tercer país del mundo con menor mortalidad en adultos en 1970 y hace tres años había caído hasta el puesto 36º.

Javier Salas

Trotsky, el revolucionario


lunes, 25 de marzo de 2013

Julio Antonio Mella



Nació el 25 de marzo de 1903 y aparece inscrito en el Registro Civil como Nicanor McPartland. En su niñez visitó varias veces a Nueva Orleáns (Estados Unidos) en compañía de su madre. Hizo la primera enseñanza en varios colegios católicos en la capital. En 1921 obtiene el título de Bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río. Ese mismo año matricula Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana.
Sustentada por la pasión revolucionaria, fecunda, la trayectoria de Julio Antonio Mella es de esas que nutren, como savia vital, la historia de los hombres y de los pueblos.
Fue su vida tan breve, pero tan dinámica, tan combativa, tan profunda, que a pesar de sus 26 años de existencia física es, sin lugar a dudas, una de las más extraordinarias personalidades de nuestro país y de la América Latina.
Entregado por entero a la lucha revolucionaria, Mella se desplazó en múltiples actividades y frentes. Inició la Reforma Universitaria en la bicentenaria Alma Máter, con lo cual el movimiento estudiantil se insertó en la batalla contra los males de la república neocolonial. Vinculó a los estudiantes con los obreros. Organizó el Primer Congreso de Estudiantes. Fue artífice de la Universidad Popular José Martí y de la Liga Antimperialista de Cuba. Y fundó, junto con Carlos Baliño y otros revolucionarios, el primer partido marxista-leninista de Cuba.
Permeado del pensamiento martiano y de la teoría marxista-leninista, fue Mella un lúcido intérprete de la realidad de su época. Proclamó que de la lucha antimperialista dependía la redención de Cuba y de América Latina.
"El imperialismo —decía— es el mayor enemigo de América. Por eso la lucha contra el imperialismo de todas las fuerzas y tendencias desde las obreras y campesinas, hasta las burguesías nacionales (aunque estas en su mayoría sean capaces de traicionar) es la lucha más importante en el momento actual".
Solo los de mentalidad tullida podrán creer —agregaba— que la revolución de los pueblos de América se ha detenido en las guerras de independencia, que han producido estas factorías llamadas repúblicas, donde gobiernan hombres iguales, peores algunas veces, que los virreyes y los capitanes generales españoles".
Julio Antonio Mella, en síntesis, fue la respuesta concluyente y enérgica a la necesidad de proseguir, bajo las nuevas condiciones históricas creadas por el dominio imperialista, la lucha liberadora y revolucionaria que habían iniciado Céspedes, Agramonte, Martí, Maceo, Gómez y demás próceres de la Patria. Demostró que, dadas las circunstancias de su época, esta lucha emancipadora era inseparable del combate de la clase obrera internacional y de todos los explotados del mundo contra el imperialismo y el capitalismo.
Mella fundió genialmente en nuestro país las tradiciones heroicas de ayer, los ideales y aspiraciones populares, con el pensamiento revolucionario universal del marxismo-leninismo y con la lucha por el socialismo.
Asesinado cobardemente en México por orden del tirano Gerardo Machado, "el asno con garras", el 10 de enero de 1929, Julio Antonio Mella, "atleta olímpico de la Revolución", como lo llamara tan acertadamente el Canciller de la Dignidad, Raúl Roa, solo desapareció físicamente. Mella vive y vivirá eternamente en la obra de la Revolución. Mella vive y vivirá eternamente en lo más hondo del corazón del pueblo y de todos los obreros y campesinos de la Tierra.

Granma

domingo, 24 de marzo de 2013

Sentir en lo más hondo cualquier injusticia.



A 25 años de la victoria militar más importante de Cuba fuera de su territorio. Un repaso histórico del apoyo cubano a Angola y los pueblos africanos en su lucha por la independencia, la derrota del ejército sudafricano y la importancia de este hecho en el fin del régimen racista conocido como Apartheid*.

El 23 de marzo de 2013 se cumplen 25 años de la victoria cubana en la batalla de Cuito Cuanavale. Allí, tropas de la isla caribeña derrotaron al poderoso ejército sudafricano y le asestaron el golpe definitivo que los obligó a retirarse de Angola tras una década de atentados e incursiones militares en ese país. Además esa victoria permitió la independencia de Namibia y dio un golpe definitivo al Apartheid, régimen racista que culminaría con la llegada de Nelson Mandela al gobierno de Sudáfrica en 1994.
Cuba, sin pedir nada a cambio, envió a más de 200 mil hombres y mujeres a miles de kilómetros de su patria a defender la soberanía de Angola y dar un apoyo incondicional a los pueblos del África Austral que luchaban por su independencia. Esta es la historia de esa hazaña épica.

Capítulo 1: La invasión sudafricana a Angola y la primera victoria cubana

En enero de 1975 la República de Angola declaró su independencia de Portugal, la cual debía concretarse formalmente el 11 de noviembre. Sin embargo, en ese contexto y antes de la fecha señalada, se desató una guerra civil por el poder entre los tres movimientos que se habían enfrentado al colonialismo portugués: el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) cuyo máximo dirigente era Agostinho Neto, el Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) de Holden Roberto y la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) de Jonas Savimbi.
El MPLA era una organización de orientación marxista en contraposición al FNLA y la UNITA que eran financiados y apoyados militarmente por Estados Unidos y Sudáfrica. A pesar de su orientación ideológica esto no le valió al MPLA, en el marco de la Guerra Fría, un apoyo de la Unión Soviética como creían muchos y difundía la prensa mundial. El movimiento de Neto, sin embargo, se encontraba en clara superioridad respecto a sus oponentes porque, tal como describía el jefe de la CIA en Angola, sus líderes y partidarios “eran más eficaces, mejor educados, estaban mejor entrenados y más motivados”.
Para impedir la victoria del MPLA, que era muy hostil al régimen racista del Apartheid y apoyaba a los movimientos de liberación del África Austral, el 14 de octubre de 1975 Sudáfrica invadió Angola con el visto bueno de los Estados Unidos. La guerra civil se convirtió en un conflicto internacional.
La resistencia del MPLA poco pudo hacer ante el avance del moderno y bien equipado ejército sudafricano que llegó a las puertas de Luanda, la capital. Pero por pedido expreso del entonces presidente Agostinho Neto, en noviembre de ese año, 36 mil soldados cubanos aterrizaron en Angola. Y, a pesar de su inferioridad numérica y armamentística, hicieron retroceder al ejército “de los blancos”.
El historiador sudafricano F.J. du Toit Spies sostuvo que “los cubanos casi nunca se rendían y, muy simplemente, combatían con alegría hasta morir”. El 27 de marzo de 1976 las últimas tropas sudafricanas abandonaron Angola, aunque volverían más temprano que tarde.

Capítulo 2: El internacionalismo de Cuba desafía a la URSS

Alguien dijo en sus memorias, hablando de la actitud de Fidel Castro respecto a Angola: “No podíamos imaginar que actuaría en forma tan provocadora, tan lejos de su país, a no ser que Moscú lo presionara para pagarle el apoyo militar y económico. Las pruebas hoy disponibles indican que fue lo opuesto”. Esta frase pertenece a Henry Kissinger, ex Secretario de Estado de EE.UU. y uno de los personajes más influyentes en la política internacional durante la Guerra Fría.
En contra del sentido común instalado, Cuba no envío a miles de ciudadanos a combatir en Angola contra un ejército extranjero por orden de los soviéticos. De hecho, en parte, lo hizo contra la voluntad de Moscú quién no envió apoyo logístico (ni hablemos económico o militar) a cubanos y angolanos hasta el 9 de enero de 1976.
Tampoco fue un acto de pragmatismo. Por aquellos años la Organización de Estados Americanos había levantado las sanciones impuestas a Cuba en 1964 y países como Inglaterra, Francia y Alemania Occidental ofrecían préstamos y ayuda para el desarrollo. Ante esta situación, la racionalidad hubiera indicado no involucrarse en un conflicto internacional que tensara las relaciones diplomáticas y comerciales. Sin embargo Cuba actuó por principios. El internacionalismo que caracterizó siempre a la Revolución Cubana fue el que motivó esta decisión que, a la larga, rendiría sus frutos.
La victoria cubana, como explicó el investigador de la Universidad John Hopkins de Washington D.C. Piero Gleijeses, tuvo un importante impacto psicológico no sólo en Angola si no en toda la región de África Austral. El analista militar sudafricano Roger Sargent lo describió de la siguiente manera: “En Angola, soldados negros derrotaron a las tropas blancas en combate (…) vencieron, están venciendo y no son blancos; se está desvaneciendo esa ventaja psicológica (…) el elitismo blanco ha recibido un golpe irreversible en Angola”.
El resultado inmediato de este hecho fue el retiro del apoyo estadounidense a Sudáfrica y el fortalecimiento de los movimientos de liberación nacional en Rhodesia (que a partir de 1980 pasó a llamarse Zimbabwe) y Namibia (país que se encuentra justamente entre Angola y Sudáfrica y estuvo ilegalmente ocupado por éste último).
Luego de la victoria los cubanos le plantearon al gobierno de Neto un plan de retiro gradual de las tropas durante tres años mientras el país africano conformaba las Fuerzas Armadas Populares para la Liberación de Angola (FAPLA). Los angolanos aceptaron pero pidieron a Cuba que sostuviera su ayuda humanitaria ya que el país había quedado devastado por la guerra y porque la mayoría de los técnicos y profesionales habían huido a Portugal.
Para finales de 1976 había más de mil colaboradores cubanos entre médicos, técnicos e instructores militares en Angola. Un año después, el delegado del país africano a la Asamblea Mundial de la Salud declaró que “la contribución más importante en el campo de la salud ha venido de Cuba sin que nos pidieran nada a cambio. Teníamos sólo 14 médicos, ahora tenemos más de 200”.

Capítulo 3: Cuba en toda África y por cuenta propia

El desembarco cubano en Angola no fue un hecho aislado. La relación entre Cuba y los pueblos africanos que luchaban por su independencia comienza en la década de 1960 y llega hasta nuestros días. El apoyo, tanto a través de profesionales de distintas disciplinas (médicos, ingenieros, etc.,) como también soldados y armas a Argelia, la República Democrática del Congo, el Congo, Guinea-Bissau, Mozambique, Benin, entre otros, fue una constante de la política cubana.
De hecho, mientras los soldados cubanos seguían en Angola, en 1977, el gobierno revolucionario de Etiopía (que había derrocado al emperador Haile Selassie en 1974) pidió ayuda a Fidel Castro ante la invasión de Somalía que pretendía tomar control de un amplio territorio etíope. Los somalíes avanzaron rápidamente sobre la zona de Ogaden, la cual reclamaban como propia. Sin embargo, 12 mil soldados cubanos marcharon a Etiopía y lograron repeler el avance de las tropas somalíes que eran apoyadas, como no podía ser de otra forma, por Washington.
Cuba, un pequeño país del Caribe, se encontraba en 1977 manteniendo dos misiones militares importantes en África, además de otras misiones menores de médicos y otros profesionales en el resto del continente.
¿Cuál era la retribución que Cuba obtenía a cambio? Esa pregunta se la hicieron varios medios de comunicación. The Economist tituló “Cuba cobra muy caro por sus mercenarios” y William Safire, un analista de The New York Times aseguró que “la Cuba de Castro necesita desesperadamente seguir alquilando sus soldados”. Nada más alejado de la verdad.
No sólo Cuba corría con los gastos de todas sus misiones militares y humanitarias si no que en 1976, un año después de la llegada de las tropas cubana a Angola, Raúl Castro le escribía al presidente Neto recordándole que “actualmente unos 25 mil combatientes de la FAPLA (fuerzas armadas de Angola) son abastecidos por la misión cubana”. Es decir que los cubanos sostenían también a las propias FF.AA. angolanas ante la incapacidad del Estado africano de afrontar los gastos.
En 1978 ambos países firmaron un convenio en el que Cuba seguiría pagando los sueldos de sus soldados pero Angola se haría cargo de “los demás gastos que se ocasionen con motivo de la estancia del personal militar cubano en territorio angolano”. A su vez el gobierno del MPLA también empezó a pagar ese año por la colaboración civil cubana, la cual había sido gratuita hasta entonces. En 1983, imposibilitada económicamente, Angola dejó de pagar tanto los gastos civiles como militares pero la misión cubana no disminuyó y de hecho aumentó progresivamente hasta 1988 cuando concluyó la guerra.
Fidel Castro se lo dijo al presidente angolano, José Eduardo dos Santos, en 1984: “Los angolanos saben que la colaboración militar siempre ha sido gratuita; no podemos cargar con todos los gastos de la alimentación pero los salarios los pagamos aquí y no se sabe lo que nos ha costado en millones de pesos (…) Nuestros soldados en ninguna parte del mundo han cobrado nada. Son internacionalistas, no mercenarios”.

Capítulo 4: Angola es amenazada por todos los frentes, los cubanos se quedan

Cuando Cuba ya había retirado más de 10 mil soldados de Angola, en 1977, un imprevisto modificó los planes. Con apoyo del MPLA y sin que los cubanos tuvieran conocimiento, un grupo de exiliados zairenses invadieron la provincia de Shaba en el sur de Zaire. El dictador de aquel país, Mobutu, solicitó ayuda a sus aliados y soldados marroquíes en aviones franceses dieron fin a la invasión que obligó a los exiliados a volver a Angola.
La intervención marroquí con apoyo francés hizo que los angolanos pidieran a Cuba que mantuviera su misión militar. Cuba así lo hizo a pesar de no haber tenido conocimiento previamente de la invasión a Shaba y estar en contra de la misma. En 1978 el hecho se repitió y está vez no fueron soldados marroquíes, si no belgas y franceses, los que respondieron el ataque de los exiliados zairenses.
Fue entonces que Fidel envió un memorando al presidente Neto: “En África Austral, Angola es hoy, más que hace un año, el bastión de la lucha contra los racistas y la vanguardia revolucionaria irrefutable. El imperialismo lo sabe” comenzaba. Y luego explicaba que Angola “valientemente, presta apoyo real a los movimientos de Namibia, Zimbabwe y África del Sur” entrenando “20 mil combatientes” en su territorio. “Angola corre peligro” continuaba Fidel, “pero es un peligro que vale la pena correr; es un deber inexcusable de solidaridad e internacionalismo”. Sin embargo advertía que “el imperialismo busca el pretexto, la ´justificación’ política para agredir a Angola. El reinicio de la guerra de Shaba podría ser el pretexto”.
Un par de meses después, aviones de la Fuerza de Defensa Sudafricana (SADF por sus siglas en inglés) bombardearon un campamento de refugiados namibios en Cassinga, 250 km al norte de la frontera con Namibia. Una columna cubana que se encontraba cerca avanzó 16 km a campo traviesa, siendo bombardeada, y obligó a retirarse a la SADF. El historiador sudafricano Willen Steenkamp recuerda aquella jornada: “Los soldados sudafricanos que monitoreaban su avance aquel día, rinden homenaje a la valentía de los cubanos que siguieron avanzando a pesar del peligro de ser aniquilados por la aviación, contra la que no tenían defensa alguna”. Esta fue la incursión más importante de Sudáfrica en territorio angolano desde la invasión de 1975/76.
Ante las nuevas amenazas externas, los soldados cubanos se quedaban en Angola.

Capítulo 5: Ronald Reagan, el Linkaje y la presión sudafricana

Con la victoria de Ronald Reagan en las elecciones presidenciales de EE.UU. de 1980 el panorama mundial cambió. El gobierno conservador estadounidense se convirtió en un importante respaldo para el régimen racista de Sudáfrica y su lucha contra los movimientos de liberación nacional del sur del continente.
Desde el año 1978 el gobierno sudafricano incumplía la resolución 435 de la ONU. La misma exigía que Sudáfrica abandonara la ocupación ilegal de Namibia (frontera por la cual sus tropas llegaban al sur de Angola) ejercida desde la década de 1920 pero con fuerza a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial. Ante esta situación, el gobierno sudafricano se arriesgaba a ser sancionado por distintos organismos internacionales. Reagan ofreció una solución: el Linkaje.
El Linkaje era un artilugio de la diplomacia estadounidense que igualaba la ocupación ilegal de Sudáfrica sobre Namibia con la presencia legal de los cubanos en Angola. De esta forma, Pretoria cumpliría con la resolución 435 sólo si Cuba retiraba su misión militar.
Stephen Lewis, embajador canadiense ante el Consejo de Seguridad de la ONU, declaró entonces: “El Linkaje no tiene justificación en el derecho internacional (…) es incompatible con la resolución 435 y ha sido rechazado por el mismo Consejo de Seguridad (…) Así como el sistema del Apartheid tiene un solo defensor, la independencia de Namibia tiene un solo obstáculo”.
Dando cuenta del carácter positivo que tuvo esta maniobra para Sudáfrica, todavía en 1988 el canciller Pik Botha declaraba ante el parlamento sudafricano que “durante los siete años del gobierno de Reagan, el Linkaje ha sido un escudo que nos ha protegido de las sanciones”.
Alentados por este apoyo estadounidense Sudáfrica comenzó a lanzar importantes ataques sobre el sur de Angola persiguiendo a los guerrilleros namibios, golpeando al gobierno angolano y dando apoyo a la UNITA. Esta presión militar llevó al gobierno del MPLA a firmar un acuerdo con los sudafricanos.
El acuerdo de Lusaka de 1984 se llevó a cabo sin consultar a los cubanos. Implicaba el retiro de las fuerzas de Sudáfrica del territorio ocupado en el sur de Angola y como contrapartida el MPLA no permitiría que cubanos y guerrilleros namibios circularan por esa zona del país. A su vez planteaba el “inicio de conversaciones” sobre la resolución 435 pero no decía nada del apoyo de Pretoria a la UNITA.
Lusaka no llevó a nada (tal como los cubanos habían advertido a los angolanos) ya que el planteo de Sudáfrica era que el retiro de las tropas cubanas se diera en paralelo a la ejecución de la resolución 435. Mientras tanto la UNITA con apoyo del ejército de Sudáfrica seguía atacando puestos del gobierno.
En Mayo de 1985 las negociaciones se dieron por terminadas cuando se encontró una fuerza especial de la SADF preparándose para hacer volar los tanques de petróleo de la Gulf Oil Company en Cabinda, al norte del país.

Capítulo 6: El papel de la UNITA y la obsesión soviética por Mavinga

Luego de derrotar a las tropas del Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) en 1976, las fuerzas del MPLA se concentraron en luchar contra el otro grupo irregular que actuaba en su territorio: la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA).
Esta organización, dirigida por Jonas Savimbi, recibía un abierto apoyo de Sudáfrica y tenía su base de operaciones en el sur de Angola. En esa parte del país el poderío de la fuerza aérea sudafricana le permitía a la UNITA moverse con facilidad sin que las tropas angolanas pudieran actuar. A su vez, para mediados de la década de 1980 la UNITA se había desplegado también en la zona meridional de Angola realizando actos de sabotaje y matanzas contra la población civil.
Los cubanos no participaban de las acciones contra la UNITA salvo con asesores militares y algunos pocos soldados que defendían posiciones estratégicas. Su tarea principal en Angola era defender al país de la amenaza externa. Sin embargo, en la década de 1980 los soviéticos habían desembarcado en Angola apoyando al MPLA en su lucha contra Sudáfrica y las fuerzas irregulares de la UNITA. Aunque nunca enviaron tantos soldados ni ayuda humanitaria como los cubanos su peso era importante porque garantizaban apoyo económico y, sobre todo, las armas y municiones para llevar a cabo la guerra.
Fue así que un debate entrecruzó a cubanos, angolanos y soviéticos durante aquellos años. Los generales soviéticos apoyaban fervientemente un ataque directo al poblado de Mavinga (tomado por las tropas de Savimbi en 1981) que era la cabecera municipal más al sur de la provincia de Cuando Cubango, 250 km al norte de la frontera con Namibia. Era considerado por los soviéticos como la puerta de entrada al sur de Angola y por lo tanto a las bases de la UNITA.
Los cubanos, por el contrario, argumentaban que con la superioridad militar que tenía la fuerza aérea de Sudáfrica, adentrarse en el sur del país podría tener resultados catastróficos. Los caribeños sostenían que era necesario combatir a las bandas de la UNITA que actuaban en el centro y norte del país, contra la línea de ferrocarril más importante y muchas veces cerca de Luanda, la capital.
Los angolanos primero siguieron el consejo cubano, pero en 1985 cedieron ante los soviéticos. Fue así como tropas angolanas y soviéticas (los cubanos se negaron a participar) avanzaron contra Mavinga. Al principio lograron dispersar a las tropas de la UNITA pero entonces Sudáfrica intervino con su aviación y artillería pesada de largo alcance torciendo el rumbo de la batalla.
En 1987 la situación se repitió. Soviéticos y angolanos marcharon contra Mavinga y nuevamente fueron aplastados por la SADF pero esta vez los sudafricanos no solo los repelieron si no que se adentraron a perseguirlos. Para noviembre, las mejores unidades angolanas se encontraban cercadas en Cuito Cuanavale y todo parecía indicar que serían aniquiladas.

Capítulo 7: Cuito Cuanavale, la batalla final

A fines de 1987 las mejores unidades de las Fuerzas Armadas de Ángola se encontraban acorraladas en el poblado de Cuito Cuanavale. Las tropas sudafricanas, luego de repeler el ataque sobre Mavinga y la UNITA, habían avanzado hasta allí adentrándose como nunca antes en territorio angolano.
El 25 de noviembre el Consejo de Seguridad de la ONU voto de manera unánime que Sudáfrica “retirara incondicionalmente sus tropas de territorio angolano”. Sin embargo dicha resolución no planeaba sanciones al gobierno de Pretoria si este incumplía con su mandato. “Esto no es por casualidad, sino el resultado de nuestros esfuerzos para mantener la resolución dentro de determinados límites” le explicó al embajador sudafricano en EE.UU. el secretario de Estado adjunto para África, Chester Crocker.
Diez días antes de la inofensiva resolución de la ONU, Fidel Castro ya había tomado una definición mucho más efectiva. Las mejores unidades del ejército cubano viajaron a liberar Cuito Cuanavale y expulsar definitivamente a los sudafricanos de Angola.
En una entrevista posterior, sin embargo, Fidel no dejó de remarcar que esa no era su idea original y que tuvieron que ir a resolver el error de los soviéticos que habían sugerido atacar en el sur de Angola. “Aceptamos el desafío, pero desde el primer momento nuestra idea fue acumular fuerzas para atacar en otras direcciones que es el ejemplo que yo pongo, el boxeador, con la mano izquierda lo mantiene y con la derecha lo golpea”.
Esto se vio en las discusiones posteriores entre cubanos y soviéticos. Estos últimos, embarcados en conversaciones de distensión con EE.UU. no vieron con buenos ojos el traslado de tropas cubanas e intentaron frenarlo. Sin embargo nuevamente Fidel respondió: “Sudáfrica creó una situación militar peligrosa, lo que obligó a Cuba a reforzar sus tropas en una acción absolutamente defensiva y legítima”. Además agrego: “Sudáfrica está sobrepasando con sus acciones los límites que pueden conducir a un conflicto de serias proporciones con las tropas cubanas”. Y concluía asegurando “al compañero Gorbachov que Cuba hará todo lo que este a su alcance para ayudar a Angola a salir de esta difícil situación”. Y así fue.
Varios meses se combatió en Cuito Cuanavale. Durante enero de 1988 la prensa sudafricana anunciaba la “inminente” rendición de cubanos y angolanos, sin embargo la batalla continuó.
El 23 de marzo de 1988 los sudafricanos avanzaron con la intención de dar el golpe final. Sin embargo, en palabras del oficial Breytenbach de las SADF: “Bajo el experimentado mando del general [cubano] Cintra Frías” el ataque “fue frenado abrupta y definitivamente”.
Luego de detener a los sudafricanos en Cuito Cuanavale, las tropas cubanas avanzaron velozmente hacia la frontera con Namibia. El gobierno de Pretoria hacía declaraciones públicas sobre el carácter “grave” de ese avance y que podría desencadenar una guerra mucho peor. Sin embargo, retrocedieron.
Ante esa ofensiva, los EE.UU. y Sudáfrica no tuvieron otra opción que sentarse a negociar con angolanos y cubanos. Antes, el gobierno de Reagan se había opuesto fervientemente a dialogar con los cubanos, pero el veloz avance de los caribeños no les dejó opción. El mismo Crocker reconoció que no eran los soviéticos si no “Castro quien estaba conduciendo el tren comunista en Angola”.
Por su parte el coronel Dick Lord, de la CIA, declaró: “La manera exitosa con que Cuba ha utilizado su fuerza aérea y la aparente debilidad de las defensas anti-aéreas de Pretoria pone en evidencia el dilema frente al desafío cubano”. Y agregaba que “Cuba lleva la ventaja, especialmente en medios de defensa anti-aérea y en el número de aviones y tropas”. La histórica supremacía aérea con la que había contado Sudáfrica durante los años del conflicto se desvaneció en cuestión de meses.

Capítulo 8: Una epopeya que cambió la historia

Mientras la década de 1980 llegaba a su fin, el neoliberalismo avanzaba a pasos agigantados y el “socialismo real” se desmoronaba, Cuba lograba una de las victorias más importantes de los países del Tercer Mundo sobre el imperialismo estadounidense y el racismo sudafricano.
El 22 de julio de 1988 la mesa de negociaciones entre cubanos, angolanos, sudáfricanos y estadounidenses se realizó en Cabo Verde. Los representantes del gobierno racista cedieron: El 1 de septiembre retirarían sus tropas de Angola a cambio de un cese al fuego inmediato.
En ese entonces Crocker escribió nuevamente: “Descubrir lo que piensan los cubanos es una forma de arte. Están preparados tanto para la guerra como para la paz. Hemos sido testigos de un gran refinamiento táctico y de una verdadera creatividad en la mesa de negociaciones”.
El 22 de diciembre de ese mismo año, en Nueva York, finalmente la guerra llegó a su fin. Sudáfrica aceptó la independencia de Namibia. Los cubanos habían logrado sostener la integridad territorial de Angola y garantizar la independencia de otro país del continente.
2077 cubanos perdieron la vida entre 1975 y 1991, cuando los últimos soldados abandonaron Angola. En el primer año de esta epopeya 36 mil soldados desembarcaron en el país de África Austral y en el momento más álgido de la guerra, en 1988, llegaron a ser 52 mil. Además, 70 mil cooperantes cubanos (médicos, maestros, ingenieros, etc.) pasaron por Angola durante esos años y 40 mil africanos han estudiado en Cuba totalmente becados desde el comienzo de la revolución a nuestros días.
A la luz de estos hechos, el aporte cubano a África es invaluable. Como declaró Nelson Mandela, la victoria cubana de 1988 “destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco y sirvió de inspiración al pueblo combatiente de Sudáfrica. Cuito Cuanavale marca el viraje en la lucha para librar al continente y a nuestro país del azote del Apartheid”.
Una demostración de la coherencia entre las palabras y los hechos. Cuba es ese país que supo y sabe sentir en lo más hondo cualquier injusticia, cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo.

Santiago Mayor.
Marcha.

Comandante Chávez- un humilde homenaje del equipo de Cubainformación


Damas de Blanco y Yoani Sánchez: la gira mundial de la represión y la censura.


Cuito Cuanavale: la batalla que terminó con el Apartheid



Este año marca el aniversario 25 (NR) del comienzo de la batalla de Cuito Cuanavale en el sureste de Angola, en que las fuerzas armadas de la Sudáfrica del Apartheid se enfrentaron con el ejército cubano y las fuerzas angolanas.
El asalto sudafricano "fue frenado abrupta y definitivamente" por las fuerzas revolucionarias.
El general Magnus Malan escribe en sus memorias que la campaña fue una gran victoria para las fuerzas de defensa sudafricanas (SADF) pero Nelson Mandela no podía discrepar más: "Cuito Cuanavale —afirmó— fue el viraje para la lucha de liberación de mi continente y de mi pueblo del flagelo del Apartheid".
El debate sobre lo que significa Cuito Cuanavale ha sido intenso, en parte porque los documentos sudafricanos relevantes siguen clasificados. Sin embargo, yo he podido estudiar los documentos en los archivos cerrados cubanos y también muchos documentos norteamericanos. A pesar de la brecha ideológica que separa La Habana y Washington, estos documentos relatan una historia que impacta por lo parecida que es.
Analizamos los hechos. En julio de 1987 el ejército angolano (FAPLA) lanzó una ofensiva de mayor envergadura en el sureste de Angola contra las fuerzas de Jonás Savimbi. Pero al ver que la ofensiva estaba teniendo éxito, las SADF, que controlaban las partes más meridionales del suroeste de Angola, intervinieron en el sureste. Para principios de noviembre las SADF habían acorralado las mejores unidades angolanas en el poblado de Cuito Cuanavale y estaban preparándose para aniquilarlas.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió que las SADF se retiraran incondicionalmente de Angola, pero la administración Reagan se aseguró de que esta exigencia fuera una Resolución sin mayor trascendencia.
El secretario de estado adjunto para África de Estados Unidos, Chester Crocker, le dijo al embajador de Sudáfrica en Estados Unidos: "la resolución no reclama sanciones y no plantea ninguna asistencia para Angola. Esto no es por casualidad sino el resultado de nuestros esfuerzos para mantener la resolución dentro de determinados límites". (1) Mientras, las SADF aniquilarían a las unidades elites de las FAPLA.
Para comienzos de 1988, fuentes militares sudafricanas y diplomáticos occidentales aseguraban que la caída de Cuito era inminente. Esto significaría un golpe demoledor al gobierno angolano.
Pero el 15 de noviembre de 1987 el presidente cubano Fidel Castro había decidido enviar más tropas y armas a Angola: sus mejores aviones con sus mejores pilotos, sus armas antiaéreas más sofisticadas y sus tanques más modernos. La intención de Castro no era solo defender a Cuito, era sacar a las SADF de Angola de una vez y para siempre. Más tarde él describió su estrategia al líder del Partido Comunista Sudafricano Joe Slovo: Cuba pararía la embestida sudafricana y luego atacaría en otra dirección, "como el boxeador que con la mano izquierda lo mantiene y con la derecha lo golpea". (2)
Aviones cubanos y 1 500 soldados cubanos reforzaron a los angolanos y Cuito no cayó. El 23 de marzo de 1988 los sudafricanos lanzaron su último asalto de mayor envergadura contra Cuito. Tal como lo describe el coronel Jan Breytenbach, el asalto sudafricano "fue frenado abrupta y definitivamente" por las fuerzas conjuntas cubanas-angolanas.
La mano derecha de la Habana se preparó a golpear. Poderosas columnas cubanas estaban avanzando en el suroeste de Angola hacia la frontera de Namibia. Los documentos que nos podrían decir lo que los líderes sudafricanos pensaron de esta amenaza siguen clasificados. Pero sí sabemos lo que las SADF hicieron: cedieron terreno. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos explicaron que los sudafricanos se retiraban porque estaban impresionados por la rapidez y la fuerza del avance cubano y porque consideraban que un combate de mayor envergadura "hubiera acarreado grandes riesgos". (3)
Cuando niño en Italia escuché a mi padre hablar de la esperanza que él y sus amigos sintieron en diciembre de 1941 al oír por radio que las tropas alemanas habían tenido que abandonar la ciudad de Rostov del Don. Era la primera vez en dos años de guerra que el "superhombre" alemán había sido obligado a retirarse. Me acordé de sus palabras —y del profundo sentimiento de esperanza que ellas conllevaban— cuando leí la prensa sudafricana y de Namibia hacia mediados de 1988.
El 26 de mayo de 1988 el jefe de las SADF anunciaba que "fuerzas cubanas y de la SWAPO fuertemente armadas, integradas por primera vez, han avanzado hacia el sur a unos 60 kilómetros de la frontera con Namibia". El 26 de junio el administrador general sudafricano de Namibia reconocía que MIG-23 cubanos estaban volando sobre Namibia, un cambio dramático de aquellos tiempos en que los cielos le pertenecían a las SADF. Añadía que "la presencia de los cubanos había provocado una oleada de ansiedad en Sudáfrica".
Sin embargo estos sentimientos de ansiedad no eran compartidos por los negros sudafricanos: ellos veían la retirada de las fuerzas sudafricanas como una luz de esperanza.
Mientras que las tropas de Castro avanzaban hacia Namibia, cubanos, angolanos, sudafricanos y estadounidenses se enfrentaban en la mesa de negociaciones. Dos puntos eran claves: si Sudáfrica aceptaba la implementación de la Resolución no. 435 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigía la independencia de Namibia y si las partes podrían ponerse de acuerdo sobre un cronograma de la retirada de las tropas cubanas de Angola.
Los sudafricanos parecían estar llenos de esperanza: el canciller Pik Botha esperaba que la Resolución no. 435 sería modificada. El ministro de Defensa Malan y el Presidente P.W. Botha afirmaban que Sudáfrica se retiraría de Angola solo "si Rusia y sus títeres hacían lo mismo". Ellos ni siquiera mencionaban retirarse de Namibia. El 16 de marzo de 1988 Business Day informaba que Pretoria estaba "ofreciendo retirarse a Namibia —no de Namibia— a cambio de la retirada de las fuerzas cubanas de Angola". Es decir Sudáfrica no tiene ninguna intención de retirarse del territorio en ningún futuro cercano.
Pero los cubanos habían revertido la situación en el terreno y cuando Pik Botha presentó las exigencias sudafricanas, Jorge Risquet, que estaba al frente de la delegación cubana le cayó encima con una tonelada de ladrillos: "la época de las aventuras militares, las agresiones impunes, de sus masacres de refugiados ha finalizado". Sudáfrica —dijo— estaba actuando como si fuera "un ejército vencedor en vez de lo que es en realidad: un ejército agresor golpeado y en discreta retirada. Sudáfrica debe comprender que no obtendrá en esta mesa de negociaciones lo que no pudo lograr en el campo de batalla". (4)
Al terminar la ronda de negociaciones en el Cairo Crocker le mandó un cable al secretario de Estado George Shultz diciendo que las conversaciones habían tenido "como telón de fondo la tensión militar creciente por el avance hacia la frontera de Namibia de tropas cubanas fuertemente armadas en el suroeste de Angola. El avance cubano en el suroeste de Angola ha creado una dinámica militar impredecible". (5)
La gran pregunta era: ¿se detendrían los cubanos en la frontera? Para obtener una respuesta a esta pregunta, Crocker fue a buscar a Risquet: "¿Cuba tiene la intención de detener su avance en la frontera entre Namibia y Angola?". Risquet contestó: "si yo le dijera que no van a detenerse yo estaría profiriendo una amenaza. Si yo le dijera que van a detenerse yo le estaría dando un meprobamato y yo ni quiero amenazar ni quiero darle un calmante, lo que he dicho es que solo los acuerdos sobre la independencia de Namibia pueden dar las garantías". (6)
Al día siguiente, 27 de junio de 1988, MIG cubanos atacaron posiciones de las SADF cerca de la presa de Calueque, 11 kilómetros al norte de la frontera de Namibia. La CIA informó que: "la manera exitosa con que Cuba ha utilizado su fuerza aérea y la aparente debilidad de las defensas antiaéreas de Pretoria" subrayaban el hecho de que la Habana había logrado la superioridad aérea en el sur de Angola y en el norte de Namibia. Unas pocas horas después del ataque exitoso de los cubanos, las SADF destruyeron un puente cercano a Calueque sobre el río Cunene. Lo destruyeron —la CIA opinó— "para dificultar a las tropas cubanas y angolanas el cruce de la frontera con Namibia y para reducir el número de posiciones que deben defender". (7)
El peligro de un avance cubano sobre Namibia nunca antes había parecido tan real.
Los últimos soldados sudafricanos salieron de Angola el 30 de agosto, cuando los negociadores ni siquiera habían empezado a discutir el cronograma de la retirada cubana de Angola.
A pesar de todos los esfuerzos de Washington para impedirlo, Cuba cambió el curso de la historia de África Austral. Hasta Crocker reconoció el papel de Cuba cuando le dijo en un cable a Shultz el 25 de agosto de 1988: "descubrir lo que piensan los cubanos es una forma de arte. Están preparados tanto para la guerra como para la paz. Hemos sido testigos de un gran refinamiento táctico y de una verdadera creatividad en la mesa de negociaciones. Esto tiene como telón de fondo las fulminaciones de Castro y el despliegue sin precedentes de sus soldados en el terreno". (8)
La proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosidad en la mesa de negociaciones fueron decisivas para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia.
Muchos autores —Malan es solo un ejemplo— han tratado de reescribir esta historia, pero documentos norteamericanos y cubanos relatan lo que verdaderamente pasó. Esta verdad fue expresada con elocuencia por Thenjiwe Mtintso, embajadora de Sudáfrica en Cuba, en diciembre del 2005: "hoy Sudáfrica tiene muchos nuevos amigos. Ayer estos amigos se referían a nuestros líderes y a nuestros combatientes como terroristas y nos acosaban desde sus países a la vez que apoyaban a la Sudáfrica del Apartheid. esos mismos amigos hoy quieren que nosotros denunciemos y aislemos a Cuba. Nuestra respuesta es muy simple, es la sangre de los mártires cubanos y no de estos amigos la que corre profundamente en la tierra africana y nutre el árbol de libertad en nuestra Patria".

NOTAS

(NR) Este artículo se escribió hace cinco años, en el aniversario 20 de la batalla.
1) Secretario de Estado, a la embajada de EE.UU., en Pretoria, 5 de diciembre de 1987, Freedom of Information Act (en adelante FOIA).
2) Transcripción sobre la reunión del Comandante en Jefe con la delegación de políticos de África del Sur (Comp Slovo), Centro de Información de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
3) Abramowitz (Oficina de Inteligencia del Departamento de Estado) al Secretario de Estado. 13 de mayo de 1988, FOIA.
4) Transcripción no oficial. Conversaciones RPA-CUBA EE.UU.-RSA (Reunión Cuatripartita) sesión de la tarde del 24-6-88. Archivo del CC, La Habana (en adelante, ACC)
5) Crocker al Secretario de Estado 26 de junio de 1988. FOIA.
6) Entrevista de Risquet con Chester Crocker, 26-6-88, ACC.
7) CIA, South Africa-Angola-Cuba, 29 de junio de 1988. FOIA; CIA, South África-Angola-Cuba, 1 de julio de 1988, FOIA.
8) Crocker al Secretario de Estado, 25 de agosto de 1988, FOIA.

PIERO GLEIJESES
Politólogo e historiador italiano, profesor de política exterior de Estados Unidos en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos.

viernes, 22 de marzo de 2013

Jóvenes cubanos




Frank Pais funeral, Santiago de Cuba, 1957 (Latin American Studies Collection)

La mañana amaneció lluviosa en La Habana. Un frente frío, anunciado con anterioridad, hizo sentir bajas las temperaturas. Se trata de un miércoles con fecha 13 de marzo.
La efeméride, indica una jornada histórica para toda Cuba. En 1957 universitarios valientes quisieron tomar el poder político ajusticiando al dictador Fulgencio Batista en el Palacio Presidencial y llamando a la huelga general por la emisora Radio Reloj.
En 2013, la convocatoria de las organizaciones estudiantiles divulgó un acto. A las ocho de la mañana en la zona del rectorado de la Universidad de La Habana, miles de personas esperan la hora de inicio, mientras tanto, diálogos, sonrisas y alegría.
Jóvenes con sus mochilas y enseres al hombro despliegan tres grandes banderas; al centro la cubana y a ambos lados de ella, la roja (color vino) con las letras de la FEU -Federación Estudiantil Universitaria.
Los altoparlantes emiten la voz de arrancada a las ocho y 15, una multitud desciende la escalinata y allí queda la estatua del Alma Mater con sus brazos abiertos y la sonrisa tierna.
Inmediatamente, en el ambiente irrumpen las sirenas de los bomberos. Tres carros cisternas y cinco patrullas de la policía aparecen a toda velocidad. Los estudiantes no se detienen, no hay temor, continúan los cantos y coros. En una maniobra rápida, las tropas inician una operación de asalto.
Por ambos lados de la escalinata se aproximan jóvenes uniformados. La escena pudiera parecerse a fuerzas antimotines, pero no vienen vestidos de negro, ni parapetados en trajes antibalas, con cascos plásticos, escudo y garrote.
Los combatientes cubanos, tan jóvenes como los que vociferan consignas por las escaleras de mármol, no portan armas. Allí, están, para entregar una flor.
Ambos bloques se funden, las frases de apoyo a la Revolución con el puño en alto raspan las gargantas. El frío y la llovizna se convierten en aliados. Junto a la tarja del líder mártir José Antonio Echeverría se entona el Himno Nacional y se inicia el acto.

Nuria Barbosa León, periodista de Granma Internacional y Radio Habana Cuba

Julio César González Pagés: un hombre contra el machismo en Cuba, para la trasformación social




“Lo que grita la calle, el informe lo oculta. Los que manchan la patria, la historia sepultan........ Lo que me jode, Lo que me insulta...que la culpa,
La maldita culpa, No la tiene nadie....... ¿Cómo que no la tiene nadie?”

Buena Fe-Dial

"La masturbación es un problema que en Cuba, por su asociación con la cultura, se generalizó. Ya en el 1881 existió una denuncia de negros masturbadores en la Fuente de la India, se puede consultar en el Archivo Nacional del país,… así, hoy, en el 2013, casi podemos celebrar el 150° aniversario de los masturbadores en la Fuentes de la India… claramente no hay nada que celebrar, porque es un grave acto de violación del espacio público de las mujeres. Mi mensaje es que tenemos que reflexionar, en este aniversario 150, sobre el hecho que existen muchos hombres que se masturban en los espacios públicos y no hay leyes que tienen la fuerza de impedir esta agresión a las mujeres. Importante, no son las mujeres que se masturban, son los hombres."
Estoy afrontando este espinoso y conflictivo problema, desgraciadamente muy difundido en Cuba, con Julio César González Pagés, cubano, ensayista, profesor, coordinador general de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, Doctor en Ciencias Históricas, pero sobre todo activista contra la violencia de género.
"La culpa de este flagelo viene de cómo aprendemos la sexualidad, empezó como fenómeno urbano, pero ahora ya también lo tenemos en el campo, en las playas. Una vez, una amiga extranjera me dijo: al cubano le gusta muchísimo masturbarse en la calle, prácticamente ya es una tradición. Me asusté y aclaré que no lo es absolutamente, porque yo soy cubano, estoy orgulloso de ser cubano y no me gusta para nada masturbarme en la calle. Representa una apropiación violenta del espacio público por parte de hombres que están practicando un poder contra la mujer, sin permitirle una elección”.
“Esta sexualidad puede ser muy divertida con tu pareja en tu cuarto, no soy parte de un movimiento contra la masturbación, pero ruego a todos los ciudadanos para que sean más militantes, más activos para combatir este fenómeno. No es una tarea exclusiva de la policía, es un deber de todas las instituciones sociales, políticas, de la comunidad y de los individuos combatir este flagelo que nuestras mujeres están sufriendo por culpa de personas acosadoras, que no les permiten estar libremente en los cines, en ciertas zonas de la ciudad, ya sea por la noche o de día, en los centros de trabajo, en el recinto universitario. Hace falta provocar un debate, hacer visible el problema en los medios de comunicación, para poderlo prevenir y combatir con energía.
“Existe un documental muy interesante ‘Mirame mi amor’ de Marilyn Solaya, pero nadie lo conoce, sólo se trasmitió una vez por el canal de televisión local de la capital, es del 2002, pero desgraciadamente no perdió validez, ¡al contrario! Haría falta transmitirlo en la televisión estatal o en otros espacios públicos, porque el problema de la masturbación es una llaga a nivel mundial: el otro día estaba viendo una película de El Cairo, que hablaba de los hombres que se frotan y tocan a las mujeres en los autobuses. Pues, ¿si también sucede en Cuba por qué negarlo y en cierto modo legitimarlo, cuando lo hacemos invisible? Tenemos que denunciar el problema, no para escandalizar, sino para buscar que las leyes sean más eficaces y aplicarlas, para poder proteger a la población femenina de este tipo de agresión."
Empecé la entrevista con este tema porque yo también sufrí este tipo de violencia en Cuba, y después de muchas denuncias, no logré ningún resultado.
Creo que en Cuba sería muy necesario afrontar temas como la desigualdad y la violencia de género, por ello admiro mucho el trabajo de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades y su coordinador, Julio Cesar, que decidió comprometer completamente su tiempo por una verdadera transformación social, sobre todo en el momento que descubrió que "la masculinidad es un indicador de todas las faltas que nosotros los hombres tenemos con respecto a temas que se relacionan con nosotros mismos y con las mujeres."
"Me dediqué a la masculinidad porque descubrí que existía un elemento tan importante, por ser un factor de cambio para mi país, pues debía prepararme y estudiar mucho para desarrollar dentro de Cuba, no sólo un movimiento académico alrededor de la masculinidad, sino para alcanzar un cambio social en un país que tiene muchas leyes revolucionarias de los años 60-70 sobre la igualdad de género, pero donde el machismo parece inamovible en 50 años de Revolución. Existe un elemento cultural y educativo que no pudimos cuestionar hasta hoy en un proceso tan valiente como la Revolución cubana."
Le pregunté a Julio Cesar como pudo encontrar seguidores para sus verdaderas ideas revolucionarias en un país machista y me contesta que empezó "con los familiares y amigos que, sin haber estudiado el tema, fueron hombres sensibles e interesados sobre contenidos sociales y políticos parecidos a los míos. Luego, en el 1996, tuve la posibilidad, en la sede del Movimiento Cubano por la Paz aquí en La Habana de reunirme con otros hombres que venían de los medios de comunicación y decidimos hacer un Foro, para encontrarnos periódicamente y tratar el tema de la masculinidad”.
“Así nació el Foro de las Masculinidades en Cuba, dónde tuvimos la suerte de compartir con extranjeros del calibre de los dominicanos Angel Pichardo Almonte y Hanry Troncoso, con quien nos sentamos a conversar, como hombres sobre la dimensión de los hombres, en diferentes temas. Creo que el proceso que hemos vivido es un proceso de crecimiento sustentado sobre el plano personal y sobre la comunidad que nos circunda, para luego continuar en las redes sociales que nos permitieron crecer y llegar a niveles que al principio pensamos imposibles."
Uno de los muchos libros que Julio Cesar escribió, el ensayo "Macho, varón, masculino", con 50.000 copias vendidas hasta hoy, fue el libro más vendido en el verano del 2011 en Cuba: una sorpresa para todo, y para su autor también. Este libro es una demostración clara que la Mayor de las Antillas es una isla de lectores, dispuestos a devorar cualquier texto con un tema interesante.
Los temas tratados en el libro son diversos, pero hay una cita para mí muy importante y atrevida que quería subrayar, porque no la he visto nunca en un libro editado y publicado en Cuba. En una parte del libro, Julio Cesar condena la UMAP (Unidad Militar de Ayuda a la Producción), dónde fueron encerrados al final de los años sesenta homosexuales, roqueros, religiosos y auténticos delincuentes, todos juntos, para "volverlos más fuertes y forjarlos".
Tristemente, también fueron confinadas importantes figuras de la cultura cubana de la época.
"Yo creo que tenemos que hablar de este tema en los espacios públicos, la Revolución cometió un grave error y tiene que reconocer que en el Socialismo no se debe dar espacio a la discriminación. Se cometen siempre errores y ser revolucionario también significa cambiar lo que tiene que ser cambiado, pero sobre todo, en el caso de la UMAP, el hecho grave es que no se realizaron nunca excusas públicas a las personas que fueron encerradas, que fueron maltratadas duramente allí adentro. Además, la UMAP aconteció en los años fatídicos dónde el mundo estaba cambiando de actitud hacia los homosexuales, en el 1969 en los EE.UU., donde sucede la primera marcha del orgullo gay, después de los disturbios de Stonewall”.
“El hecho más triste es que se estableció un silencio penoso e infeliz sobre el tema, en el propio siglo XXI. En el libro describo mi preocupación, como cubano que quiere a su país, que algunos presos ya fallecieron sin poder aliviar su dolor de haber padecido este atropello, así les dedico un pequeño espacio, entre muchos otros temas, y me enorgullece haberlo hecho. Me gustaría en el futuro dedicar una investigación mucho más amplia sobre este tema y otros contenidos que siguen siendo invisibles e importantes, llevarlos a los medios de comunicación, para que el pueblo los conozca y no se cometan nunca más errores como este."
Seguimos conversando y Julio, que está trabajando en este momento como asesor en los proyectos de amigos y personajes culturales del país ("para mí es fundamental poder tejer redes y puentes en mi activismo"), me da un preestreno del último proyecto: un libro sobre la relación entre la sexualidad y la pornografía en los hombres cubanos.
"Ya de ahora te digo que será muy polémico, también esta vez planeo publicarlo en el verano, porque me considero un escritor de verano, cuando los jóvenes son más libres, sin la escuela y pueden dedicarse a la lectura. Estoy investigando cuál es el impacto de la pornografía en nuestra educación y cuál es su consumo, en efecto a pesar de que Cuba tenga leyes muy severas sobre el argumento, continúa siendo un elemento fundamental para la construcción de nuestra sexualidad. Empiezo el libro con datos históricos: Cuba fue uno de los primeros cuatro países en el mundo dónde se filmó una película pornográfica y tuvimos un importante actor gallego de este género, que se llamaba ‘Manolete' o ‘Manolo Tolete'”.
“Todos estos temas pueden hacer sonreír, pero siempre llevarán a una reflexión, puesto que no es una novela sino un ensayo con un enfoque histórico-social. Y dado que yo soy un escritor de verano con temas hasta antropológicos (en el verano del 2012, uno de los libros más vendido, fue "Por andar vestida de hombre", siempre de Julio Cesar) apuesto que también ésto robará la atención de los lectores."
En la última parte de la entrevista, charlo con Julio Cesar sobre el documental "Guajiro… .de donde viene el amor", de la reconocida directora Lizette Vila, que Julio mismo presentó en el aniversario 54 del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica: la obra versa sobre las entrevistas alrededor de catorce hombres de las zonas rurales de 11 provincias cubanas, entre ellos encontramos ganaderos, campesinos, veterinarios, dirigentes de cooperativas, que reflexionan, contando emociones experimentadas por ellos mismo, y tratando temas mucho más controversiales como la desigualdad de género, el machismo, la violencia, el alcoholismo, el amor, la ética y la dignidad.
"Yo creo que estos hombres son muy valientes, supieron liberar sus almas delante de una cámara, sabiendo que luego habrían sido objeto de bromas en su comunidad, porque vivimos en un país machista, dónde también algunas mujeres lo son, y exigen a veces comportamientos hegemónicos y violentos; para construir esta equidad que estamos intentando conseguir, hace falta realizar una revisión de toda la cultura, no busquemos los culpables en hombres y mujeres, sino en el patriarcado". "Para mí este documental es muy importante, haría falta proyectarlo en la televisión y difundirlo en otros países del mundo dónde hay zonas rurales parecidas a las nuestras, por ejemplo con los gauchos en Argentina."
"Pero el mensaje más importante es que el hombre cubano quiere cambiar esta hegemonía del patriarcado, porque afirmar que un mundo mejor es posible no tiene que ser sólo un eslogan, no tiene que ser la tarea de los otros dónde colaboramos, sino tiene que ser tarea nuestra donde luchamos para aglomerar aún más personas, no podemos esperar siempre que los demás hagan por nosotros, tenemos que saber actuar como vanguardia y tratar de unir muchos campos como la lucha contra el SIDA o la defensa del medioambiente, porque en la unidad radica el resultado positivo de nuestra lucha. Nuestras metas no tienen que ser las modas del momento, tenemos que creer firmemente en lo que hacemos y sobre todo actuar las 24 horas del día y los 365 días del año, porque aquellas personas que quieren exactamente lo contrario, buscan a cada momento nuestras debilidades para dividirnos y boicotearnos."
Personalmente, estoy absolutamente de acuerdo, además el Che Guevara, lo dijo ya…"al enemigo, ni un tantito así"!.

Ida Garberi

miércoles, 20 de marzo de 2013

Dos estrategias y un mismo objetivo contra Cuba



En la semana del 10 al 17 de marzo se han paseado por el territorio español distintos personajes de la guerra contra la isla vinculados a dos corrientes políticas anticubanas distintas pero coincidentes en sus objetivos de injerencia y desestabilización de Cuba.
Estuvieron Yoani Sánchez, Berta Soler y la hija de Oswaldo Payá. También se espera que a lo largo del próximo mes se incrementen las visitas y los actos de la “disidencia” aparentemente justificados por la recogida de premios de las instituciones europeas y medios de comunicación, así como por la que llaman “primavera negra cubana”. Coincidencias y pequeñas divergencias en sus declaraciones dibujan el mapa de dos opciones que corresponden a dos grupos de poder distintos en España y en EEUU, ambos con un único objetivo marcado por el imperio: acabar con la revolución y la soberanía cubana.
Los sectores más vinculados a la administración socialdemócrata norteamericana llevan a cabo una estrategia más acorde con la teoría del “soft power” que busca la desestabilización interna a través de apoyo logístico, la financiación encubierta de sectores “moderados” de la oposición en el interior, organización de actividades culturales, y la captación de los intelectuales europeos progresistas. Se dirigen hacia la “sociedad civil” cubana y hacia los sectores ideológicamente más vulnerables como los jóvenes. Se apoyan más a menudo en los socios europeos afines, buscan alianzas, son menos cortoplacistas, más sistemáticos y responden a una visión más global de guerra contra los proyectos soberanistas que atenten contra los intereses estadounidenses en Latinoamérica. Personajes como Yonais Sánchez se construyen acorde con esta lógica de ingerencia.
Por su parte, el partido republicano y una parte importante de la mafia cubano americana están conectados con los grupos caracterizados como “el exilio de Miami”, sectores que tradicionalmente han utilizado la vía terrorista, la confrontación más directa y han sido los defensores de la invasión. Son sectores más envejecidos y fundamentalistas que ven cómo se agota su tiempo. A través de la fundación cubanoamericana su estrategia se ha dirigido a la financiación directa de aliados ultraconservadores especialmente en España y en la República Checa. Son menos pragmáticos y más viscerales pero desde la desaparición de Mascanosa, presidente de la Fundación Cubano Americana, ha sido frecuente su confluencia con la política exterior demócrata. Las damas de blanco han resultado ser buenos interlocutores para estos grupos recalcitrantes y también para la sección más reaccionaria de la derecha española vinculada a estos grupos de Miami. Las dificultades de la administración norteamericana y su oficina de intereses en Cuba para controlar a este grupo, tal y como reflejan los informes de wikileakes, evidencian su predisposición natural hacia la política exterior tradicional de los republicanos pero también su visión oportunista capaz de adaptarse a cualquier circunstancia.
Estos dos caminos de confrontación con Cuba han convivido con pequeños altibajos dependiendo de la fase en la que se encontrara la política exterior estadounidense y las disputas internas de los socios europeos. También han surgido diferencias al interior de estos grupos de disidentes como en el caso de las damas de blanco entre la anterior portavoz Laura Pollán y la actual Berta Soler, relacionados con la apropiación de los fondos suministrados a través de la SINA (Oficina de intereses estadounidenses en Cuba). Pero la mayor parte de las veces ha primado el interés general de los EEUU que, desde el fracaso de la invasión de Playa Girón (1961) y la resistencia del pueblo cubano al bloqueo desde 1960, ha apostado por la construcción de la disidencia interna. Ciertamente en 54 años han tenido escaso éxito y la disidencia más sólida y numerosa se encuentra en el exterior de la isla. La propia Berta Soler reconocía en una entrevista a la BBC lo contenta que estaba porque en ocho años habían pasado de ser 8 a 115.
Los recorridos por la península de Yoani, la hija de Oswaldo Payá y las damas de blanco, y los que tendrán lugar los próximos días reflejan la confluencia de intereses de las distintas administraciones estadounidenses pero también la utilización de la disidencia cubana al servicio de intereses más locales de nuestro país. Nos referimos a la confrontación entre una parte del partido popular liderado por Esperanza Aguirre y las “razones de Estado” del PP, ahora en el poder, para “normalizar” las relaciones con Cuba.
Conferencias, entrevistas, premios, encuentros con parlamentarios, etc. muestran que no hay divergencia de objetivos ni distintas disidencias sino distintos tipos de clientes.

Ejes de la campaña contra Cuba en España

Los personajes de la llamada “disidencia cubana” que han desfilado estos días por Europa con escala en el Estado Español han abordado en las entrevistas y discursos de los actos que se les ha programado temas comunes: la muerte del presidente venezolano, la inexistencia de cambios reales en la isla, su representación del pueblo cubano y los derechos humanos. Además han coincidido en salir al paso de las acusaciones sobre la financiación de sus actividades y han insistido en la unidad y buenas relaciones entre los disidentes. Los puntos de divergencia han estado en la especificidad del grupo disidente al que representan, en el caso de Yoani a grupos empresariales con interés en invertir en la isla y a jóvenes cubanos emigrantes económicos sin vínculo orgánico entre sí; en el caso de las damas de blanco al exilio de Miami, a la ultraderecha europea, y a la española en su particular guerra contra el gobierno de su partido.
¿Por qué se coloca en la agenda de la disidencia cubana el tema Venezuela? Más allá de la circunstancia concreta de la muerte del presidente venezolano, desde la perspectiva de la administración estadounidense actual, se trata de una oportunidad que hay que aprovechar en la guerra contra Cuba. Coloca a la isla en una situación de debilidad, no sólo por sus relaciones preferentes y de ayuda mutua con Venezuela sino porque desaparece la figura que lideraba el proceso de confluencia latinoamericano que ha sostenido una posición unánime de apoyo a Cuba. Hasta que se defina la continuidad o no por parte del nuevo gobierno venezolano que salga de las urnas la maquinaria propagandística se reactiva prácticamente en automático. Las declaraciones de Yoani sobre la muerte del presidente venezolano y la situación en la que queda la isla se insertan en esta lógica. Algo similar ocurrió con la guerra y ocupación de Irak en el 2003 que reactivó la campaña bélica-mediática contra la isla antes incluso de que arrancara la campaña contra Iraq. Parece como si se siguiera el siguiente protocolo: se aprovecha la oportunidad de que la atención pública está centrada en otro conflicto y se reactivan otros frentes. Aunque evidentemente lo que estaba en juego en aquel momento tenía diferente calado para América Latina.
Tanto en el caso de Yoani como en el de Berta Soler los periodistas han servido en bandeja preguntas para contrarrestar la imagen de cambios significativos en la isla sobre economía, leyes migratorias, etc. Ambas han insistido en que su propia salida de la isla no tiene que ver con estas circunstancias, que se ha tratado de operaciones de maquillaje y que no está habiendo cambios reales en la isla. Negar la evidencia de su salida, de sus viajes y de hablar mal de su gobierno sin temer consecuencias, constituye un acto de cinismo, sin dudas, pero también señala uno de los principios básicos de la propaganda: la repetición de las consignas que se insertan en matrices de pensamiento ya prefijadas en las audiencias.
Los discursos sobre la libertad y los derechos humanos se ubican en dos campos distintos según sea Yoani quien hable de ello o Berta Soler. En el primer caso su participación en el campo de las nuevas tecnologías, las redes sociales, su intento de conectar con esa población dinámica, joven, individualista y con escasa formación política favorece que la consigna “libertad” sea una herramienta útil contra Cuba. El hecho de que las actividades de Yoani estén financiadas por empresas como Telefónica, responsable del despido de más de 3.000 trabajadores en España, o BBVA con miles de desahucios en su haber, ambas con fuerte implantación en América Latina y partícipes del expolio de esta zona, no parece crear contradicción. En el caso de las damas de blanco, como recoge la BBC, tras los acuerdos con el gobierno español para la excarcelación de los presos cubanos condenados por distintas actividades contra el Estado cubano al servicio de una potencia extranjera (2003) y la conmutación de todas las penas de muerte, estos grupos de opositores se han visto aislados internacionalmente. Muestra de ello es que Amnistía internacional ya no incluye ningún preso de conciencia cubano en sus informes. De modo que reactivar el discurso de la violación de derechos humanos, la represión del gobierno etc. es un intento de retomar el sentido de sus actividades opositoras de cara a la comunidad internacional.
La insistencia tanto de Yoani como de Berta Soler en negar su vínculo con el gobierno de EEUU no deja de apuntar hacia la financiación indirecta vía ONGs y sobre todo los premios siempre dotados con miles de dólares (financiación indirecta que demuestran las filtraciones de wikileaks) Pero son las leyes estadounidenses tanto la Ley Torricelli (1992) como la Helms-Burton (1996) las que permiten este tipo de financiación aunque parece que la opinión pública no asimila fácilmente la contradicción entre unas actividades desinteresadas “a favor del pueblo cubano” y la financiación de las mismas por el gobierno que le tiene declarada la guerra.
Finalmente, la particularidad del discurso de la representante de las damas de blanco hay que buscarla en el enfrentamiento entre los grupos afines a Esperanza Aguirre dentro del Partido Popular y los más próximos a Mariano Rajoy. La entrevista que Televisión Española realizó a Berta Soler reproduce punto por punto la intervención de Esperanza Aguirre en Casa de las Américas en Madrid: los ataques al gobierno de Cuba, la falta de libertad y, específicamente, la puesta en duda del juicio a Ángel Carromero, presidente de las Nuevas Generaciones del PP que fue responsable de la muerte de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero al estrellar el coche que conducía. Mientras que el ministro de Exteriores, Jose Manuel García Margallo, no sólo dio por bueno el juicio sino que trata de “normalizar” las relaciones con Cuba. El caso Carromero se ha convertido en un arma importante de la expresidenta de la Comunidad de Madrid contra el gobierno central.
En los próximos días asistiremos a nuevos flujos de propaganda y podremos encontrar las coincidencias que responden a una estrategia común contra Cuba y también contra lo que Cuba representa para América Latina.

Ángeles Diez

domingo, 17 de marzo de 2013

Aparecen las “manos amigas” que financian gira de Yoani Sánchez



La gira internacional de la bloguera contrarrevolucionaria cubana Yoani Sánchez, financiada por “manos amigas” y personas que han pagado “colectas en Internet” para que nuestra pobre bloguera, cuyo humilde salario sobrepasa los 10 mil dólares mensuales, pueda desarrollar su viaje de 80 días por doce países, está poniendo en el tapete ideas muy interesantes que demuestran quiénes están detrás de dicho recorrido.
Su visita a Brasil, donde recibió un “no muy caluroso recibimiento” por parte de miembros de la solidaridad cubana, presentados por la “pacífica y plural disidente” como terroristas, quiso justificarla como financiada por “amigos desinteresados”, cuando realmente fue organizada y financiada por la Embajada norteamericana conjuntamente con los sectores de la derecha brasileña y los grandes medios de prensa opuestos al gobierno de Dilma Rousseff.
Ahora no puede decir que amigos estuvieron detrás de su visita en la República Checa, cuando ella misma se ha encargado de difundir que su estancia en ese país europeo fue organizada y pagada por la supuesta ONG People in Need (PIN), organización creada y financiada por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), institución fachada de la CIA. A su lado en Praga siempre estuvo un funcionario de PIN, entre ellos Stanislav Skoda, editor del tema Cuba en esa institución, Tomas Trampota y Ondrej Jurik.
Solo un botón de muestra de la dependencia de PIN con la NED, entre los años 2006 y 2011 según los informes anuales de la institución yanqui, PIN recibió de la NED 675 077 dólares (http://www.ned.org/where-we-work/la…) para publicar artículos contra Cuba, organizar eventos anticubanos, brindar asesoría, asistencia técnica y material a grupos contrarrevolucionarios en Cuba. Parte importante del dinero recibido ha sido utilizado para financiar, a través de emisarios, a los llamados disidentes cubanos, en especial a Yoani Sánchez.
Se está cumpliendo con este trabajo tras bambalinas de la NED a través de People in Need en lo que a Yoani Sánchez se refiere, lo recogido en su “Estrategia2012”, documento donde esta organización reconoce sin tapujos que una de los principales objetivos para el año 2012 y los subsiguientes era “continuar y de ser posible incrementar su apoyo a los demócratas en países como Cuba”. ¿Nos extrañaría entonces que People in Need estuviera financiando la visita de la superbloguera a la República Checa y le haya organizado una cargada agenda de trabajo? Imagino que también haya sido entrenada por sus mentores para evitar chascos como el ocurrido en Brasil.
Pero no esperemos que la contrarrevolucionaria vaya a reconocer que la NED, o quienes están detrás de esta organización: el gobierno norteamericano, son sus verdaderos empleadores. Ella es tan “ingenua” o cree que el mundo está lleno de ingenuos que se tragan sin chistar todo lo que ella dice y escribe o le dicen y le escriben.
En Praga, bajo el manto de la CIA, perdón, de People in Need, Yoani coincidió con otra estrella en ascenso de la disidencia cubana, Eliécer Ávila, también de gira en Europa, financiada, según él, por amigos que tiene en el Viejo Continente. El encuentro en tierra checa no es casual, ha sido bien organizado y planificado por los servicios especiales norteamericanos. Es interesante que mientras se han reducido los viajes de los europeos debido a la crisis económica, los “perseguidos disidentes” cubanos logran colectas que les permite realizar viajes que ningún simple trabajador europeo o norteamericano puede dar.
Fue una visita “turística” bien cargada, como puede verse en los tuitts enviados por Yoani Sánchez, donde participó en varios eventos y fue incluso recibida por el canciller checo. ¿Cuántos blogueros en el mundo pueden hacer gala de tantos reconocimientos?
Dentro de su periplo por tierras checas “impartió” una conferencia en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Carolina de Praga, titulada “Los medios de comunicación y el periodismo independiente cubano”. A diferencia de Brasil se realizó en un lugar cerrado, con apeneas 50 participantes, donde habían algunos amigos de Cuba que emplazaron a Yoani con preguntas que esta, bien asesorada por la CIA, perdón, PIN, declinó responder dejando que fuera Eliécer Ávila, mucho más preparado que ella, se encargara de tratar de justificar lo injustificable.
Al parecer la idea es no dejar que Yoani siga exponiendo su capacidad limitada de razonamiento cuando es emplazada en público, momento en que se ve obligada a dar respuestas contradictorias, evasivas y breves, sin sustancia, lo que evidencia que ella es más de lo mismo en el espectro de la contrarrevolución cubana.
La sumisión de ambos contrarrevolucionarios hacia sus amos siempre se hizo explícita. Nunca dudaron de dejar bien claro su agradecimiento a la Embajada Checa en Cuba por permitirles acceder a Internet y por facilitarles recursos (interprétese dinero necesario para darse una buena vida en Cuba y acceso libre a Internet) y así desarrollar su “enfrentamiento” al gobierno cubano.
No nos extraña la “coincidencia” de ambos contrarrevolucionarios se hayan reencontrado en Praga. Eliécer se convirtió en el apoyo de Yoani en Praga, él, mucho más preparado que ella, respondía todo aquello que ella era incapaz de responder y ella era quien hablaba para la prensa y televisión checa, como lo hizo, con más penas que glorias, en la entrevista transmitida en los canales públicos de la televisión checa CT-1 y CT-24, sin ningún impacto fuera del país y con poca credibilidad al interior.
Tampoco es coincidencia que la Editorial Random House de “forma muy generosa” se haya hecho cargo de la publicación de los bodrios “Habana Real” y “Cuba Libre. Vivir y escribir en La Habana”, ambos de Yoani Sánchez. Estamos hablando de una editorial vinculada al Pentágono y que por encargo del gobierno de EEUU ha publicado libros dirigidos a demonizar gobiernos como el de Venezuela, Cuba y otros países que no se subordinen a los designios norteamericanos. ¿Cómo una total desconocida” como Yoani tiene acceso a esta editorial? ¿Quién financia esto? Por supuesto que los mismos que están financiando la gira de la multipremiada bloguera, que nos son para nada personas sencillas que admiran la obra de ese gran fraude que es Yoani Sánchez.
La gira de Yoani se ha convertido en un verdadero circo, con una estrella mediática que ha demostrado no estar a la altura de lo que quieren sus amos yanquis. Estos ven azorados como la “estelar bloguera” no es capaz de comportarse en público cuando es cuestionada, dando respuestas que no son del agrado de sus patrones. Es por ello que le han creado nuevos “Lazarillos de Tormes”, papel desarrollado en República Checa por Eliécer Ávila.
Ahora en México siguen las diatribas de Yoani. Resulta ser que, según sus propias palabras, tomadas de EFE, ella es “…pro Cuba, no tengo ninguna relación con un Gobierno de otro país… No veo por qué mi nombre tiene que estar vinculado a otro país, del que además tengo muchas críticas”. ¿A cuáles críticas se refiere Yoani Sánchez? No recuerdo haber leído nunca en su blog un post de apoyo al movimiento Ocuppy Wall Street cuando era brutalmente reprimido por la policía; tampoco sus cuestionamientos por la existencia de un centro de torturas en la Base Naval de Guantánamo (excepto sus tibias palabras en Brasil). ¿Acaso sus críticas son contra el bloqueo o a favor de la liberación de los Cinco Héroes? En la realidad con críticas como estas no se llegará muy lejos.
¿Cómo es posible que Yoani diga que no está ligada a ningún gobierno extranjero? Entonces cómo puede justificarse que tenga libre acceso a las embajadas de la República Checa y de Suiza, donde accede libremente a Internet. Eso solo se hace recibiendo órdenes de sus respectivos gobiernos. ¿Acaso ignora Yoani que la NED responde directamente al gobierno de Estados Unidos? Particularmente no entiendo como puede decir esto cuando el propio ex jefe de la SINA, Michael Parlmy, llegó a decir que se molestaría mucho si aparecieran publicados por Wikileaks cables que reflejaran sus encuentros con Yoani Sánchez. ¿Por qué tanto temor?

Luis Miguel Rosales