sábado, 31 de julio de 2021

Miguel Enríquez y el desafío de las nuevas generaciones


La familia revolucionaria 

Nuestra América vive un tiempo nuevo. El régimen chileno, mitad neoliberal, mitad pinochetista, cruje. La resistencia crece. Y toda resistencia se fortalece y consolida en la medida en que aprende de su propia historia. Nada mejor, entonces, que recuperar enseñanzas para los tiempos porvenir. 
 Miguel Enríquez [1944–1974], como tantos otros militantes de Nuestra América, constituye una de las principales fuentes de inspiración para las nuevas rebeldías. Hijo político del Che Guevara y, por eso mismo, hermano de nuestros Mario Roberto Santucho, John William Cooke, Alicia Eguren y Daniel Hopen; Miguel pertenece a esa gloriosa familia continental que también integran Luis Emilio Recabarren, José Carlos Mariátegui, Julio Antonio Mella, Farabundo Martí, Fidel Castro, Carlos Fonseca, Roque Dalton, Carlos Marighella, Fabricio Ojeda, Silvio Frondizi, Rodolfo Walsh, Turcios Lima, Inti Peredo, Tamara Bunke, Raúl Sendic, Camilo Torres, Raúl Pellegrín y Cecilia Magni, entre muchísimos más. 
 Que el recuerdo de su caída sirva no sólo para rememorarlo con cariño y orgullo en su querido país — hoy en plena ebullición popular, tras medio siglo de neoliberalismo — sino también para aprender de él, de su pensamiento, de su ejemplo y de su lucha en toda Nuestra América y el mundo.

 Un joven rebelde que interviene sin pedir permiso 

Miguel vivió la lucha revolucionaria de su pueblo como un joven rebelde. No solamente por su corta edad sino además por su mente abierta, su antiimperialismo visceral y su desafío de las jerarquías establecidas. 
 Su vida política juvenil fue meteórica. Vivió joven y, lamentablemente, murió joven. Apenas había cumplido los 30 (treinta) años cuando la muerte en combate lo encontró dignamente donde tenía que estar. Del lado del pueblo, de cara al enemigo, enfrentando la dictadura contrainsurgente del general Pinochet, quien inauguró — Milton Friedmann mediante — el neoliberalismo a escala mundial. Incluso antes que la Inglaterra de Margaret Thatcher y los Estados Unidos de Ronald Reagan. 
 ¡Sí, Miguel tenía apenas treinta años! Parece mentira. — No olvidemos que Julio Antonio Mella, el fundador del primer partido comunista cubano, fue asesinado en su exilio mexicano cuando apenas tenía 25 años… — . Y pensar que ya a esa edad había desarrollado todo un pensamiento teórico propio y una acción política encaminada a concretarlo. 
 Deberían tenerlo en cuenta algunos ex-revolucionarios, arrepentidos o quebrados, cansados de luchar y de confrontar, que apelando a su prestigio del pasado hoy se pliegan al poder subestimando con soberbia a las nuevas generaciones de militantes rebeldes que en el Cono Sur de Nuestra América y en otras latitudes se están formando con el objetivo de sembrar la simiente de una nueva y futura oleada revolucionaria. Esos mismos que, tan lejanos de la humildad de Miguel Enríquez y de Robi Santucho, de Fidel y el Che, de Sendic y Marighella, en lugar de acompañar a las nuevas generaciones en la recuperación de la tradición revolucionaria “olvidada”, de alentarlas en la rebelión contra el sistema imperialista y en el rechazo de sus múltiples estrategias contrainsurgentes — las “duras” y las “blandas” — , de transmitirles la experiencia del pasado — incluso si fue derrotada — , están más preocupados por lustrar su propio ego y exaltar su propio ombligo.
 La tarea urgente de nuestros días presupone revertir lo que el genocidio de las dictaduras militares — y las metafísicas “post” que las sucedieron durante las décadas subsiguientes en el campo de las formaciones ideológico-políticas — intentaron implementar: el olvido sistemático de las insurgencias y la “deconstrucción” de identidades antimperialistas y anticapitalistas en los movimientos juveniles del continente. Si a comienzos del siglo XX ser de vanguardia implicaba romper con todo pasado y toda tradición, actualmente, en el siglo XXI, después del genocidio y las metafísicas “post” — postestructuralismo, posmodernismo, posmarxismo, estudios postcoloniales, etc. — , no hay nada que sea políticamente más urgente y radical que recuperar la tradición revolucionaria olvidada y superar el vacío artificialmente inducido entre aquella generación de Miguel Enríquez y la actual. 
 En el año en que se funda el Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR de Chile, Miguel Enríquez tenía 21 años. Cuando se convierte en su secretario general contaba con 23. Su hermano argentino, Mario Roberto [“Robi”, “el negro”] Santucho, tenía 29 años cuando se funda el Partido Revolucionario de los Trabajadores-PRT y apenas llegaba a 40 cuando muere a manos del Ejército argentino. Ernesto Guevara ni siquiera había cumplido los 40 cuando fue asesinado, desarmado y a sangre fría, por el Ejército boliviano bajo órdenes de la CIA en La Higuera, Bolivia. 

 El doble desafío — de Lenin y Gramsci en clave latinoamericana — 

La práctica política del MIR y de Miguel Enríquez ubicaron en el centro del debate la doble tarea que los movimientos revolucionarios tienen por delante si pretenden lograr eficacia en su accionar contra el imperialismo capitalista como sistema mundial: crear, construir y desarrollar la independencia política de clase y, al mismo tiempo, la hegemonía socialista. 
 Una de las grandes enseñanzas políticas de Miguel Enríquez y de todos aquellos y aquellas que entregaron su vida por el sueño más noble de todos los que podamos imaginar, la creación del socialismo, es que hay que combinar ambas tareas. No excluirlas sino articularlas en forma complementaria y hacerlo de modo dialéctico, si se nos permite el término — que ha sido vituperado y denostado a rabiar por las metafísicas “post” e incluso por los neokantianos que en nombre de la Ilustración nos invitan a resucitar el reformismo oxidado del abuelo Eduard Bernstein y su nieto vergonzante, el eurocomunismo — . Es decir, que nuestro mayor desafío consiste en ser lo suficientemente claros, intransigentes y precisos como para no dejarnos arrastrar por los distintos proyectos imperialistas y mercantiles en danza — sean neofascistas o se disfracen de “tolerantes” y “progresistas” — pero, al mismo tiempo, tener la suficiente elasticidad de reflejos como para ir quebrando el bloque geopolítico de poder del capital y sus alianzas, mientras vamos construyendo nuestro propio espacio de poder, antimperialista y anticapitalista. Al interior de cada sociedad y cada país pero apuntando hacia una perspectiva integradora, de escala y alcance continental. Y eso no se logra sin construir alianzas contrahegemónicas con las diversas fracciones de clases explotadas, pueblos oprimidos y movimientos antisistémicos, articulando en un horizonte común el arcoíris multicolor junto a la bandera roja, símbolo del proyecto más radical que la humanidad ha podido crear hasta el momento. 

 No confiar en el imperialismo «pero… ni un tantito así» 

Miguel Enríquez y sus compañeros y compañeras también contribuyeron a esclarecer la necesaria e íntima imbricación entre las luchas populares de los movimientos sociales latinoamericanos — desde las reivindicaciones más elementales que laten en las poblaciones, villas miseria, favelas y cantegriles hasta las más elevadas como la lucha continental por el socialismo — con la cuestión del antiimperialismo. 
 Ese pensamiento tan característico de Miguel Enríquez también resulta aleccionador y goza de abrumadora actualidad para los debates teóricos y políticos contemporáneos. Tanto frente a quienes reducen las luchas latinoamericanas actuales únicamente a la contradicción entre imperialismo y nación — negando cualquier otro tipo de contradicciones en el medio — como frente a quienes, en el polo opuesto, pretenden enterrar por decreto filosófico posmoderno la existencia de la dependencia, del imperialismo y de su dominación guerrerista y genocida. 
 Un buen ejemplo de la primera posición lo constituyen aquellas corrientes que apoyan el actual proceso de lucha y resistencia antiimperialista de Venezuela bolivariana, pero tratando por todos los medios de frenar y moderar hasta el límite dicho proceso, de “aconsejar”, primero a Hugo Chávez y luego al presidente Nicolás Maduro, que lo mejor sería de aquí en más optar por la estrategia de una supuesta “tercera vía” — ni capitalismo neoliberal ni tampoco socialismo — . Como el término específico “tercera vía”, popularizado por el sociólogo británico Anthony Giddens en su libro de 1999 La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia cayó ya en descrédito, se utilizan otras denominaciones y rótulos, pero con idéntico contenido. — Cabe aclarar que Giddens no inventó nada, sólo un nombre, pero el contenido de su propuesta y su “programa” tiene como mínimo un siglo de existencia — . 
 Un ejemplo sumamente expresivo del otro polo de la ecuación lo constituyen aquellos que, seducidos por la promoción mediática de libros como Imperio (2000) de Negri y Hardt — y otros autores menos difundidos como los anglosajones Bill Warren, Nigel Harris y John Weeks, etc.— , creen ilusoriamente que hoy las identidades nacionales, las banderas históricas y las tareas antimperialistas se encuentran caducas, se han tornado inservibles y están démodé pues pertenecerían al museo arqueológico de los dinosaurios de la izquierda tercermundista. Supuestamente hoy habitaríamos un mundo “poscolonial”, plano y homogéneo, donde todos los estados-naciones serían equivalentes, en tanto “narrativas” ficcionales basadas en el “mito del origen”. — Curiosamente ninguna bandera nacional tendría vigencia, con excepción de la estadounidense de las barras y las estrellas, que en las películas de Hollywood — consumidas, según Fredric Jameson, por el 90% del público mundial — aparecen hasta en la sopa — . 
 Lejos de haber quedado aprisionado en las páginas amarillentas de una antigua enciclopedia o un libro viejo de historia, el pensamiento político de Miguel Enríquez nos enseña — no sólo a las hermanas y hermanos chilenos sino a todas y todos los latinoamericanos — que no habrá “democracia radical” ni democracia sustantiva, ni socialismo ni autodeterminación nacional duradera sino se lucha y confronta al mismo tiempo contra el imperialismo en sus mútiples caras y caretas. Este último sigue existiendo, está vivito y coleando a pesar de su crisis sistémica multidimensional y su ocaso crepuscular, y cada día, más allá de la frivolidad de la literatura posmoderna y posestructuralista a la moda, se vuelve más agresivo y guerrerista que nunca antes en la historia. — El reciente ataque al Capitolio en Washington y las escandalosas elecciones estadounidenses no son una simple anécdota “color” de una novela de las tres de la tarde sino el síntoma de una crisis medular extremadamente profunda — .

 ¿Burguesías progresistas? ¿Capitalismos nacionales? 

Miguel Enríquez, siguiendo fielmente las enseñanzas del Che, siempre descreyó del “progresismo” discursivo de las burguesías vernáculas y de su supuesta capacidad para enfrentar realmente al imperialismo. Él había llegado a la conclusión, como muchos de los compañeros y compañeras de su generación, que las burguesías autóctonas de Nuestra América son parte funcional del engranaje mundial de dominación, aun cuando utilicen los fuegos de artificio verbales, seudo nacionalistas y seudo democráticos, para institucionalizar las protestas y neutralizar toda rebelión radical. 
 Enfrentando ideológicamente a quienes se proponían tejer alianzas con la burguesía “nacional” y sus expresiones institucionales, Miguel creía que los sujetos de las transformaciones sociales latinoamericanas pendientes no podían ni debían ser los “empresarios buenos”, aquellos que producen, por oposición a los “empresarios malos”, los que especulan. No hay capitalismo bueno y capitalismo malo, capitalismo con rostro humano y capitalismo con cara monstruosa. Hay capitalismo. Hay imperialismo. Ambos son partes de un sistema mundial, plagado de asimetrías y dependencias, superexplotación, desarrollo e intercambio desigual, geopolíticas de guerra y opresión de la gran mayoría de la humanidad por un puñado restrigido de firmas y empresas, protegidos por estados imperialistas — para quien crea que las líneas precedentes constituyen una descripción “romántica” de nostalgia izquierdista, completamente desactualizada, sugerimos consultar el libro de 2016 del marxista británico John Smith: Imperialism in the Twenty-First Century. Globalization, Super-Exploitation, and Capitalism’s Final Crisis [El imperialismo en el siglo XXI: globalización, superexplotación y crisis final del capitalismo. 2016, New York, Monthly Review Press. Se puede descargar gratis en inglés de la web]. 

 Néstor Kohan | 19/02/2021 | 
La Tiza (Cuba) 

https://medium.com/la-tiza/miguel-enr%C3%ADquez-y-el-desaf%C3%ADo-de-las-nuevas-generaciones-95b9aeaacd72

Brasil: ¿Quién le hace el juego a la derecha?


viernes, 30 de julio de 2021

Ganancias récord para las farmacéuticas, sufrimiento para las masas


Los fabricantes de vacunas contra el Covid disparan sus ingresos, mientras la cifra de muertos supera los 4 millones. 

 Cables informativos de los últimos días señalan que la farmacéutica norteamericana Pfizer, asociada a la alemana BioNTech en la fabricación de una vacuna contra el Covid-19, actualizó al alza sus proyecciones de ingresos y ganancias para el 2021. Estima una facturación de 33.500 millones de dólares para fin de año y solo en el segundo trimestre obtuvo ganancias por 5.600 millones de dólares, un 59% más que en el mismo período del año precedente (La Nación, 29/7). Estos números podrían ser aún mayores, dado que después de este balance la firma realizó un nuevo acuerdo con Estados Unidos por otras 200 millones de dosis (Estrategias de Inversión, 30/7). 
 En el resto de las compañías, también celebran. La británica-sueca AstraZeneca reportó ganancias por 1.169 millones de dólares en el primer semestre y “un incremento neto de sus beneficios de un 42% con respecto al año pasado” (AM 750, 29/7). El puñado de empresas que comercializan los inmunizantes “podrían ganar hasta 115.000 millones de dólares en ventas este año si alcanzan las metas de producción”, de acuerdo a una consultora británica (La Nación, 27/5).
 Según una investigación del Imperial College de Londres, empresas como Pfizer y Moderna tienen un costo de producción que oscila entre los 60 centavos y los 2 euros por unidad (RFI, 29/7), pero venden sus vacunas a los Estados por entre 18 y 37 dólares (BBC, 15/12/20). El mecanismo Covax, creado para el abastecimiento de las naciones menos desarrolladas, paga un sobrecosto de cinco veces respecto a los costos de producción, según la denuncia de la ONG Oxfam (RFI, ídem). 
 Estos sobreprecios y márgenes de ganancias por parte de los monopolios farmacéuticos, en medio una catástrofe social que ha causado 4 millones de muertes y 200 millones de infectados, además de todo tipo de padecimientos sanitarios y económicos para las masas, se vuelven aún más inauditos si se considera que el grueso de las investigaciones para acceder a la vacuna se hicieron con fondos públicos. Según el artículo ya citado de la BBC, los gobiernos aportaron 8.600 millones de dólares, las ONG casi 1.900 millones, y las empresas apenas 3.400 millones. En el caso de las de Johnson & Johnson y Moderna, se hicieron casi íntegramente con financiamiento público. Y en el de Pfizer y AstraZeneca, el aporte público es mayoritario. 
 Como las investigaciones son costosas, los resultados inciertos y muchos países no cuentan con fondos para comprar las vacunas, los laboratorios tienden a escapar de este tipo de inversiones y a concentrarse en la venta de medicamentos, sobre todo aquellos que deben ser administrados diariamente, que crean una suerte de demanda cautiva e inelástica. Pero una vez que el Estado pone los fondos, las empresas aparecen en las últimas fases del proceso para cosechar los réditos.
 A los fabulosos negociados de los laboratorios, hay que añadir el acaparamiento de las vacunas por parte de las principales potencias. Mientras que Estados Unidos y Alemania ya tienen inmunizada con dos dosis a la mitad o más de su población, Túnez -el país más adelantado de Africa en la materia- solo ha vacunado al 8%. Angola, al 2%; Senegal, al 1.6%; Afganistán, al 0.6% (Our World in Data). Estas disparidades prolongan la enfermedad en el tiempo y permiten que el virus siga mutando. Una pandemia, por definición, exige una solución de características globales, por lo que no sirve que cada país se encierre sobre sí mismo. 
 Finalmente, están las cláusulas de indemnidad con la que los laboratorios se protegen, como las que ha aceptado el gobierno argentino, quien confeccionó un DNU a la medida de Pfizer (empresa que encontró en Juntos por el Cambio a un gran lobbista). Y las demoras en las entregas, que en nuestro país envuelven tanto a AstraZeneca como a la Sputnik V. 
 Con su lógica, que antepone la rentabilidad a la salud de las masas, el capitalismo es incapaz de enfrentar eficazmente el Covid-19. Es necesaria la abolición de patentes y la estatización de la industria farmacéutica bajo control de sus trabajadores, como parte de un paquete de medidas que incluya también la centralización del sistema de salud, el aumento de su presupuesto, la adopción de los protocolos y medidas de restricción social que resulten necesarios, la formación de comisiones de seguridad e higiene en barrios y lugares de trabajo para garantizarlo, y la prohibición de despidos mientras dure la pandemia, más un seguro al desempleado e informales para que puedan sobrellevar el aislamiento. 

 Gustavo Montenegro

jueves, 29 de julio de 2021

Adónde va el Perú del nuevo gobierno de Pedro Castillo


Por la total independencia de los trabajadores. 

 Finalmente asumió la presidencia nacional Pedro Castillo, quien se impuso electoralmente en segunda vuelta contra la derechista Keiko Fujimori.
 Todos los medios de prensa mundiales señalan la incógnita de qué rumbo adoptará el nuevo presidente. La agencia argentina Télam lo señaló así: “se espera que utilice su discurso inaugural para definir los aspectos básicos de lo que será su gobierno”. 
 Recién hace una semana la Junta Electoral reconoció el triunfo. En el ínterin se ejerció una fuerte presión sobre Castillo para que diera garantías de toda clase a las clases dominantes de que no iba a avanzar por ningún camino de medidas radicales. Castillo firmó diversas actas de garantía con la centroizquierda (Juntos por Perú de Verónika Mendoza), con las Iglesias, etc. Castillo pidió que continuara al frente del Banco Central Julio Velarde, un tecnócrata agente del FMI y los fondos financieros. Su vocero económico, Pedro Francke, estableció un fuerte “diálogo” con las cámaras patronales donde se comprometió en declaraciones públicas a garantizar que no se iban a cuestionar los derechos de propiedad, que cualquier modificación impositiva se iba a realizar con acuerdos con esas patronales, etc. La “segunda reforma agraria” fue definida como la disminución de la pobreza mejorando los servicios públicos e impulsando “la productividad”. El sistema privado de jubilaciones (AFP) no sería estatizado, sino que se buscaría incrementar su competencia…
 Sobre la base de este curso adaptacionista de Castillo, el gran capital y el imperialismo dieron el OK a su proclamación y llamaron a la derecha fujimorista a ceder en su oposición, preparándose para ejercer un “control” desde el parlamento donde tiene mayoría y desde el conjunto de las instituciones del Estado burgués.
 Efectivamente, ayer las autoridades elegidas para dirigir la Unicameral parlamentaria fueron impuestas por 69 votos de diversas coaliciones derechistas, contra 10 votos de otra lista ultraderechista que presentó a un diputado ex almirante y… 50 votos en blanco, constituidas por los bloques “oficialistas” que apoyan a Pedro Castillo. La derecha utilizando maniobras leguleyas impidió que se presentara la lista oficialista. Y esta se adaptó por completo aceptando la “mayoría” legislativa y se limitó a una tibia protesta y a votar en blanco, en lugar de retirarse y boicotear la maniobra derechista. Lo más importante es que 3 de los 4 legisladores electos fueron golpistas en noviembre pasado, no solo destituyendo al entonces presidente Martín Vizcarra, sino nombrando en su lugar y sosteniendo al golpista Manuel Merino. La movilización popular enfrentó la represión y provocó la caída de Merino. Ahora estos 3 han vuelto al frente de la Unicameral. En lugar de que se vayan todos, están volviendo todos. 
 Su programa de trabajo es claro. En primer lugar fortalecer todos los organismos colocando a Castillo bajo “vigilancia”. Hace un mes –mientras se estaba discutiendo con el Tribunal Electoral que no quería proclamar el triunfo de Castillo- se intentó que el viejo parlamento que acabó con sus funciones hace 48 horas, eligiera al llamado Tribunal Constitucional, un engendro reaccionario que se adjudica derecho a veto y a acusaciones para destituir al presidente. Se amenazó con un golpe parlamentario (vacancia) contra el presidente provisional Francisco Sagasti por no habilitar este camino. Fracasó esta tentativa por el repudio de la opinión pública. Pero ahora se querrá sancionar esta nueva realidad reaccionaria, pidiendo que se respeten los fueros del Congreso. 

 Reforma o Asamblea Constituyente Soberana 

La inmensa mayoría de la burguesía acepta la “necesidad” de una “reforma constitucional”. Pero pretende que esta sea llevada adelante por vía parlamentaria (donde tiene mayoría) para controlarla. Pero la bandera central de Pedro Castillo y de los sectores que lo apoyaron planteaba la necesidad de una Asamblea Constituyente elegida por el voto popular. 
 Las urgentes reivindicaciones populares serían postergadas hasta la convocatoria de esta Constituyente. Este planteo es levantado por la centroizquierda, estrecha base del nuevo gobierno, que plantea que lo fundamental es darle estabilidad a la acción del gobierno. Perú tiene el 70% de los trabajadores sumergidos en la informalidad (en negro). El 50% de la población en el nivel de pobreza. Casi 200 mil muertos por el desastre sanitario frente a la pandemia (el más alto del mundo por cantidad de infectados). Las patronales han impuesto la llamada “suspensión perfecta” que facilita los despidos masivos, etc., etc. 
 ¿Seguir esperando a la convocatoria de una hipotética Asamblea Constituyente para no desestabilizar al nuevo gobierno? De ninguna manera: hay que pasar a la acción directa para imponer los reclamos de las masas. Plan de lucha de los trabajadores por el salario, contra el desastre sanitario, por la derogación de la “suspensión perfecta”, nacionalización del sistema previsional bajo control obrero, etc. Es necesario avanzar hacia un Congreso de Trabajadores reclamando a los sindicatos y centrales obreras y de masas romper toda subordinación al gobierno y adoptar un curso de independencia obrera. 
 La Unicameral se va a atrincherar en que cualquier reforma constitucional sea desarrollada y controlada por su mayoría. Algunos opinan que para superar este escollo, el gobierno de Pedro Castillo alentaría el camino de juntar centenares de miles de firmas para que se convoque a un referéndum a favor o en contra de convocar a una Asamblea Constituyente. Habrá que ver si esto avanza o no pasa de ser un fuego de artificio adaptándose como viene ocurriendo hasta ahora a las presiones de la clase capitalista.
 Muchos trabajadores ven la dinámica de capitulación y conciliación en que está sumergido Castillo, pero se ilusionan en que la contemporización actual es una “maniobra” del mismo para llegar al poder y luego ejecutar un plan de medidas antiimperialistas y pro trabajadores. 
 Este domingo 25, masas campesinas en Chumbivilcas, en el Cuzco, después de 4 días de huelga con corte de ruta, protestando por la autorización dada al transporte minero que destruye sus caminos comunales fueron fuertemente reprimidas con 15 heridos de gravedad. A pesar de ello, el lunes 26 volvieron a salir al corte de ruta. Uno de sus representantes declaró ante los medios de prensa, que espera que el presidente Castillo atienda sus pedidos, así como ellos apoyaron su candidatura durante la segunda vuelta presidencial. “Se tiene que recordar que el 97% de nosotros lo respaldó”.
 La lucha en curso de los campesinos del Cuzco debe culminar solo con la derogación de la autorización depredatoria a las mineras, no debe aceptarse “promesas” para levantar el movimiento. 
 Independencia obrera y de los explotados. 

 Rafael Santos

miércoles, 28 de julio de 2021

Mentiras, manipulación y odio como herramientas contra Cuba, hoy en la Mesa Redonda


Brasil: los límites de la jornada nacional de lucha del 24


Dos alternativas abiertamente contrapuestas. 

 El sábado 24 se produjo una nueva jornada nacional de movilización en todo Brasil bajo la consigna central de ¡Fora Bolsonaro! Es la cuarta en menos de dos meses. Aunque en muchos sectores de los manifestantes despertó gran entusiasmo, estaría, sin embargo, evidenciando los límites de este tipo de “passeatas” (marchas). En algunas ciudades, se afirma que creció la cantidad de manifestantes (¡Rio de Janeiro!) pero de conjunto se ha frenado un mayor desarrollo de las mismas. 
 La Central Unica de Trabajadores (CUT), dirigida por Lula y el PT, informó que se movilizaron en todo el país unos 600 mil manifestantes. Pero la misma CUT balancea que el 29/5 salieron a las calles 420 mil; el 19/6 fueron 700 mil y el 13/7 se llegó a los 800 mil. Igualmente la dirección burocrática de la CUT la considera un éxito, porque creció “la capilaridad”: se extendió a más ciudades. 
 La dirección burocrática de la CUT y el frente que tiene constituido con otras burocracias, se esforzaron por darle a la consigna de Fora Bolsonaro un carácter concreto: el apoyo a los proyectos de “impeachment” (juicio político) presentados en el parlamento.
 Hubo por lo tanto dos grandes tendencias que se manifestaron en la jornada del 24/7. Por un lado diferentes corrientes de izquierda y sectores activistas que entienden que el Fora Bolsonaro plantea la lucha consecuente (un plan de lucha continuado y creciente hacia la huelga general) por las reivindicaciones de las masas y el derrocamiento de Bolsonaro, el vice Hamilton Mourao y el régimen corrupto y antiobrero. Una tendencia, sin embargo, desarticulada en diversos referentes y organizaciones. 
 La otra –constituida por las burocracias sindicales y los partidos patronales- considera que hay que “ejercer presión” sobre la mayoría parlamentaria de la derecha, para que inicie el juicio político a Bolsonaro. Y en caso de que no avance, estas marchas irán ayudando a desgastar al gobierno con vistas a “echarlo” con los votos en las elecciones de octubre del 2022. Esta otra tendencia brega abiertamente por la formación de un “Frente Amplio” sin margen a la derecha para incorporar nuevos partidos burgueses con vistas a un frente electoral para el 2022.
 La “estrategia” de presionar y hacer frente con la derecha por el impeachment ha recibido, dos días antes de la jornada nacional del 24/7, una sentencia en contra por parte del Tribunal Superior de Brasil (STF), negando que se habilite esa perspectiva. Y el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, también anunció el bloqueo de esa posibilidad por “falta de pruebas” (hay constituida una Comisión Investigadora Parlamentaria, CPI, que tendría que estudiar expedientes por casi 2.000 denuncias. Terminaría después de las elecciones del 2022). 

 Corrupción y ataque contra las masas

 Bolsonaro y los militares que lo apoyan (hay 6.000 de ellos en diversos puestos dentro de la administración; un número mayor, incluso, que en la época de la dictadura) se han sostenido en el gobierno porque este recibe el apoyo político de la mayoría del parlamento, nucleada en torno al “Centrao”, un frente de diputados provenientes de distintos partidos que se reclaman de “centro” pero que “negocian” y avalan la política entreguista y antiobrera. Gracias a esta alianza entre Bolsonaro, los militares y el Centrao es que fueron aprobadas todas las leyes de privatización de empresas estatales y ataque a los trabajadores (reforma laboral y previsional antiobreras, etc.). Sectores de la burguesía lo apoyan mientras Bolsonaro pueda seguir con su programa de “reformas estructurales” contra el pueblo. 
 Frente a las denuncias de corrupción contra ministros y funcionarios militares que salpican directamente al propio Bolsonaro, el régimen se vio obligado a hacer renunciar de la cartera de Salud al general Eduardo Pazuello, acusado con pruebas abundantes, de negociar fabulosas coimas con los proveedores de vacunas contra el Covid. Y, para fortalecer su relación con el Centrao, ha desplazado al general Luiz Eduardo Ramos, encargado de la coordinación entre el Poder Ejecutivo y el parlamento, que operaba desde la llamada Casa Civil del gobierno. Fue reemplazado en ese puesto por el diputado Ciro Nogueira, principal referente del Centrao. La relación del gobierno con el Congreso va a estar “coordinada” con el Centrao, colocando para ello a uno de los principales dirigentes de dicho espacio político. 
 En la Jornada Nacional de Lucha, junto a carteles con el Fora Bolsonaro se levantaron la denuncia del régimen sanitario genocida que llevó a una cifra superior al medio millón de víctimas por el Covid; el rechazo a las privatizaciones (Correos, Electrobras, sectores de Petrobras, etc.); y, entre otras muchas, la devolución del subsidio que Bolsonaro derogó a fines del año pasado de 600 reales a los millones que no tienen ingresos. La crisis sanitaria y social es impresionante. Y Bolsonaro amenaza con profundizarla. Ahora quiere poner en marcha la enmienda constitucional (PEC 32/20) que le quita la estabilidad laboral a los trabajadores estatales. No solo para “abaratar costos al Estado”, sino fundamentalmente para incentivar las privatizaciones de empresas estatales, disminuyendo los costos de despidos masivos. 
 La CUT, Lula y el PT han dejado pasar todos estos ataques a las masas trabajadoras con “protestas” con sordina, sin una movilización real de los trabajadores y explotados nucleados en sus centrales, sindicatos y organizaciones de masas. El principio elemental del sindicalismo de clase es la defensa de los derechos del trabajador. Para ello apela a la organización y la lucha: al paro, a la huelga general cuando tiene que enfrentar al Estado que se constituye en el eje de la ofensiva capitalista contra las masas. Pero Lula ni siquiera participó en la jornada del sábado 24, como tampoco lo hizo en las otras tres que le precedieron. El periodista de Página 12 en Brasilia (25/7) caracterizó correctamente estas ausencias de Lula: no son “por motivos de seguridad, sino por motivos políticos. Prefiere adoptar un perfil bajo, por lo pronto”. Quiere dar señales claras a los militares y al gran capital de que él viene a contener, no a incentivar las movilizaciones de masas. 

 Hacer realidad el Fora Bolsonaro

 Para hacer realidad el Fora Bolsonaro es necesario poner en pie de lucha a la clase obrera y los explotados. En primer lugar, encarando la defensa de sus conquistas y condiciones de vida contra la ofensiva de los capitalistas y el régimen de Bolsonaro. Para ello hace falta que las centrales obreras, los sindicatos y organizaciones de masas (estudiantes, etc.) rompan con su subordinación a los políticos burgueses pseudo opositores y recuperen sus organizaciones para la lucha independiente de los trabajadores. Es necesario reclamar que se convoquen a congresos, plenarios y asambleas para cambiar su orientación, votar un pliego de reclamos y un plan de lucha nacional consecuente y continuado hasta la huelga general. 
 Los partidos de izquierda y los sectores activistas combativos tendrán que unir fuerzas, quizás organizando un plenario nacional, para constituir un polo clasista detrás de este objetivo. 

 Rafael Santos

martes, 27 de julio de 2021

Juegos Olímpicos: militarizados y bajo el asedio de las protestas


Como los anteriores juegos olímpicos que se realizaron en Río de Janeiro (2016), los de Tokio (2021) también están bajo intensa custodia policial y el asedio de enormes protestas. En lo que la prensa juzga como “algo histórico”, la oposición en Japón es vehemente: entre el 60 y 80% no quiere los juegos (Al Jazeera, 23/7). Varios atletas testeados arrojaron resultado positivo, mostrando la falibilidad de las “burbujas”. Se teme que la variante Delta rápidamente se esparza entre las delegaciones. Los juegos, luego de haberse pospuesto un año por la pandemia, comenzaron con una lúgubre inauguración y con protestas afuera del estadio olímpico. Las presiones del del gobierno de Japón para que se llevaran adelante contrastaban con el rechazo de la mayoría de la población, que no los quiere. 
 El costo de los JJOO de Tokio pasó 7,3 billones de dólares a 30 billones, según una auditoría estatal. Sin embargo, la población trabajadora no recibe ningún tipo de beneficio de esta fortuna. El turismo está paralizado, y el dinero fluye hacia las élites y el capital financiero. Las protestas van a acompañar todas las sedes, aseguran los manifestantes. 

 Inauguración con protestas afuera 

La ceremonia de inauguración fue bastante sombría. El estadio de 68.000 personas estaba vacío, mientras en las afueras había una movilización que hacía ruido para frenar la inauguración. “Los manifestantes se expresaron durante varias partes del himno japonés, y mucho más durante el momento en que se hizo silencio para recordar a las víctimas del Covid-19”, naturalmente, en repudio a la hipocresía de las autoridades por llevar adelante los juego. Los parlantes del estadio retumbaban a todo volumen para tapar la protesta. 
 Los manifestantes comenzaron a marchar hace varios meses, exigiendo la cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio mientras el país lidia con una cuarta ola de infecciones por Covid-19. Las pancartas en las diferentes movilizaciones decían “los juegos matan a los pobres”. En mayo una petición contra los juegos recibió 350.000 firmas. 

 Protestas, libre expresión y rebeliones populares 

El Comité Olímpico Internacional tuvo que “flexibilizar” las reglas para permitir protestas de los atletas, que hasta hace poco estaban prohibidas y podían costar la descalificación. Sin embargo, según estas reglas, las protestas no pueden apuntar a “países específicos” ni ser “disruptivas”. En 1975 se creó la regla 50, que prohibía la “propaganda política” a los atletas, cuando los juegos son un enorme espacio de propaganda política y de negocios para los gobiernos que los organizan y numerosos grupos capitalistas. Los deportistas, para el capital, son máquinas que generan dividendos, no sujetos implicados en la realidad política y social que los rodea. 
 La reforma de la reglamentación del artículo 50 del COI, a principios de julio, se realizó luego de las protestas contra el asesinato de George Floyd el año pasado en EEUU, y de las constantes manifestaciones de los atletas, algo que amenazaba con una deserción masiva. Sin embargo, el cambio no incluye que estas manifestaciones se puedan hacer en la entrega de medallas. Las declaraciones políticas durante los eventos, las ceremonias de victoria y en la Villa Olímpica todavía están prohibidas. Sin embargo, en Tokio las manifestaciones de los atletas no se hicieron esperar.
 Las futbolistas británicas se arrodillaron el miércoles en el primer día de competencia en los Juegos Olímpicos de Tokio, en una protesta contra la discriminación y el racismo que fue rápidamente correspondida por sus oponentes de Chile. Algo repetido en otros partidos y por otras delegaciones. No fue el único caso. 
 Una atleta argelina, la judoca Fethi Nourine, abandonó los juegos luego de conocer su cruce con una luchadora israelí, en protesta a favor de la causa Palestina y denunciando las masacres, ocupación ilegal y genocidio perpetrado por el estado israelí en la TV argelina. Dijo que no se iba a “ensuciar sus manos” y que luchar habría sido avalar el apartheid israelí (SMCP, 23/7). 
 Muchos atletas norteamericanos de origen asiático denunciaron el racismo que se vive en el país e incluso contra ellos mismos, en las calles o en los campos de entrenamiento.
 De reojo mira China, que será sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, a realizarse en en febrero próximo. 
 El deporte está completamente enajenado bajo este modo de producción, convertido en una mercancía más. Pero el deporte es un valor de uso, asociado a una de las expresiones físicas y artísticas más creativas que conoce el ser humano. También a la salud física y mental de los pueblos, destruida por las reglas de reproducción de la sociedad capitalista y las condiciones de reproducción de la fuerza laboral. Se trata de transformar el deporte y todas sus expresiones en el libre desarrollo individual en función del libre desarrollo del conjunto de la sociedad.

Emiliano Monge
23/07/2021

lunes, 26 de julio de 2021

Hoy en la Mesa Redonda “Fidel habla del Moncada”




Haití: el injerencismo descarado de los yanquis


Funeral del presidente asesinado Jovenel Moïse. 

Designa al nuevo primer ministro y manda un enviado especial.

 Este viernes 23 se realizó en Cabo Haitiano, la segunda ciudad más importante del país, el funeral del presidente Jovenel Moïse, en medio de un país convulsionado.
 Poco antes de su asesinato, el presidente haitiano designó como nuevo primer ministro a Ariel Henry, en reemplazo de Claude Joseph, como parte de una remodelación de su gabinete. El problema es que al momento del magnicidio el traspaso no se había concretado, por lo que estas dos figuras tuvieron que disputarse el cargo, que ante la acefalía de la presidencia se transformó en el más importante. 
 Pues bien: quien ha laudado en esta controversia, una vez más, ha sido el imperialismo. El llamado “Core Group” (que nuclea a Estados Unidos, Francia, la ONU la OEA -y también a Brasil) expresó el sábado pasado su apoyo a Henry. Cuarenta y ocho horas más tarde, Joseph anunciaba su renuncia y su regreso al ministerio de relaciones exteriores. 
 Para completar la tarea, el Departamento de Estado anticipó el envío al país del diplomático Daniel Foote, quien estará a cargo de “coordinar los esfuerzos para la asistencia en varias áreas, incluidas la humanitaria y la de seguridad” (NotiAmérica, 22/7). En verdad, parece la llegada de un virrey. 
 Henry promete un gobierno de consenso y la realización de elecciones generales, como le reclaman sus mandantes extranjeros. A tal efecto, entregó algunas de las carteras a sectores de la oposición, si bien la mayor parte de esta ha rechazado a la nueva administración como ilegítima.

 Kill the president 

El país aún se encuentra conmocionado por el magnicidio. Los seguidores de Moïse se movilizaron el día 22 y durante el funeral. Desde el partido de gobierno (el PHTK, los “cabezas rapadas”) se denuncia que el asesinato fue urdido por un sector de la clase dominante local que estaba enfrentada a Moïse, él mismo un magnate del sector agrícola. La justicia citó a declarar a los empresarios Réginald Boulos y Dimitri Vorbe, así como a dos exsenadores de la oposición. A la familia Vorbe, que domina el sector eléctrico, Moïse la acusó tácitamente en un reportaje de febrero de querer derrocarlo (El País, 13/2). Hay quienes apuntan, como el director de la revista “Haití Liberté”, Kim Ives (Jacobin, 10/7), que la clase dominante se quiso sacar de encima al presidente porque éste ya no aseguraba la estabilidad del país, desbordado por el accionar de las bandas criminales y los choques de éstas con la Policía Nacional, que dejaron más de cien muertos en las últimas semanas. 
 Por el momento -lo que no es excluyente con la hipótesis anterior- las investigaciones apuntan a un plan orquestado desde Florida por el médico y pastor Christian Sanon para llegar a la presidencia, financiado por dos empresarios de infraestructura y seguridad de origen latino, residentes en Estados Unidos. La recompensa para estos últimos estaría supuestamente en contratos de obras con el futuro gobierno. Un miembro de la firma de seguridad en cuestión (CTU) habría contratado a los mercenarios colombianos que torturaron y abatieron a Moïse en su domicilio, y que habrían contado a su vez con el apoyo de efectivos de la Policía Nacional haitiana. También está bajo la lupa la guardia de seguridad de Moïse, que al parecer no intervino para defenderlo. Sanon se encuentra actualmente detenido. Walter Veintimilla, dueño de la contratista sospechada, afirma que ayudó a financiar la ambición presidencial de Sanon pero no el magnicidio. 
 La investigación sigue siendo, de todos modos, bastante confusa.

 Perspectivas 

La muerte de Moïse dejó un vacío de poder, dado que el parlamento no funciona hace más de un año y el máximo tribunal judicial ha perdido a varios miembros. La posibilidad de encauzar la crisis por medio de un proceso electoral resulta más que dudosa. A la pulverización de los partidos políticos, se le suma la proliferación de las bandas armadas y las divisiones y choques al interior de la Policía Nacional (en cuanto al Ejército, apenas tiene algunos centenares de miembros). 
 Por todo esto, no se puede descartar la posibilidad de una nueva intervención extranjera. Haití ya tiene experiencias en este sentido, incluyendo la nefasta Minustah, que operó entre 2004 y 2017 y fue responsable de múltiples violaciones a los derechos humanos y de la introducción del cólera en el país. 
 El empobrecido pueblo haitiano se sublevó contra Moïse en dos ocasiones, debido al recorte de subsidios en el combustible y al desabastecimiento de los mismos. También protagonizó grandes protestas contra el desvío de fondos de Petrocaribe y se movilizó para que el empresario bananero abandonara el cargo, cuando se venció su período en el poder, a comienzos de este año. En ese momento, con el aval norteamericano, el mandatario interpretó que le quedaba un año más de gobierno.
 Frente a la nueva situación, se vuelve necesario el desarrollo de un reagrupamiento independiente de los trabajadores y el repudio a la opresión del imperialismo y a toda intervención extranjera.

 Gustavo Montenegro

domingo, 25 de julio de 2021

Desde Cuba, ¿qué alcance tienen las nuevas medidas de EE.UU.?


Intervención del canciller de Cuba en la XXI Reunión de Cancilleres de la CELAC


Proyecto Pegasus: espionaje para todos

En los últimos días, la empresa Israelí NSO Group ha quedado en el centro de la escena mundial, luego de que Amnistía Internacional y Forbidden Stories difuendieran una lista de 50.000 números de teléfonos pertenecientes a periodistas, activistas políticos e incluso políticos de alto rango -incluidos tres presidentes en funciones: el francés Emmanuel Macron, el iraquí Barham Salih y el sudafricano Cyril Ramaphosa- infiltrados por el virus informático espía "Pegasus", desarrollado por la mencionada firma. La información fue compartida y publicada por un consorcio de 17 medios de comunicación bajo el nombre de “Proyecto Pegasus”. 
 Las revelaciones sobre el alcance del uso del software espía Pegasus a nivel internacional están dando lugar a una serie de demandas y crisis políticas en todo el mundo. En Francia, el gobierno exigió una investigación y anunció que todo lo que sea recabado “será arrojado a la luz”. En México, si bien López Obrador ha negado que su gobierno haya echado mano al sistema, existe un manto de sombra sobre la gestión anterior. Los medios y activistas alcanzados por el espionaje ilegal -unos 15 mil afectados- presionan para que el estado mexicano transparente las informaciones y vaya a fondo con la investigación contra Peña Nieto. Entre los infectados se encuentran miembros de todos los partidos políticos, defensores de derechos humanos y periodistas - en un país donde, desde 2010, 86 comunicadores han sido asesinados-, incluso el presidente Lopez Obrador y su esposa. 
 Este ´malware´ -como se conoce a estos programas en informática- es capaz de recopilar toda la información de un Smartphone, sin que el usuario lo sepa. El virus, presentado como una herramienta defensiva “contra el terrorismo” por su desarrollador, es utilizado sencillamente para el espionaje estatal y paraestatal a mansalva. Entre los países que han adquirido el software se encuentran Azerbaiyán, Bahrein, Kazajstán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita, Hungría, India y los Emiratos Árabes Unidos. Un eminente lobbista de este tipo de sistemas es el primer ministro israeli, el fascineroso Naftali Bennet, quien precisamente hizo su fortuna en el sector tecnológico. Bennet defendió al ´floreciente´ desarrollo comercial en materia de armamento y espionaje. “Por cada 100 dólares que se invierten en ciberdefensa en el mundo, 41 se invierten en empresas israelíes”, se jactó. Mientras fue ministro de Defensa, intentó que en el parlamento aprobará el uso de Pegasus, con la excusa de rastrear a las personas contagiadas de Coronavirus. 
 En la mira de los piratas informáticos figuran más de 180 periodistas del Financial Times, CNN, New York Times, France 24, The Economist , Associated Press y Reuters. Entre los antecedentes, en 2018, Amnistía Internacional había acusado a NSO Group de ayudar al régimen de Arabia Saudita a espiar y de jugar un papel clave en el asesinato del periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi. 
 El estado de Israel, en manos de las camarillas belicistas que se reparten el poder político y oprimen al pueblo palestino, han transformado a su país en una plataforma exportadora de instrumentos de represión y guerra. 

Mauri Colón 
 24/07/2021

Colombia: sesionó la segunda Asamblea Nacional Popular

A pesar de los retenes militares en el ingreso de las delegaciones al Valle del Cauca, sesionó con demora la segunda Asamblea Nacional Popular (ANP) en Cali, centro de la resistencia del país y del paro nacional que llega a los 90 días. Hasta el momento, las protestas del Paro Nacional han causado la muerte de más de 80 personas.
 El objetivo de esta segunda reunión es ampliar las movilizaciones luego del impasse al que llevó la lucha el Comité Nacional de Paro (CNP). El CNP levantó el Paro y la Fecode (Educación) se plegó a esta medida como también a garantizar la “presencialidad” escolar.
 Miles de delegaciones se hicieron presentes en la Universidad del Valle, que fue pacíficamente ocupada. Se denunciaron ataques contra los jóvenes y las organizaciones que acudieron a la reunión, cometidos en predios de Cundinamarca, Boyacá, Medellín, Huila y Popayán. El lugar del encuentro fue militarizado: sobrevolaron helicópteros, mientras camionetas blancas rondaban el campus y desconocidos los apuntan con láseres rojos desde edificios circundantes. Así sesionó durante tres días la Asamblea. 
 En la ANP de entrada se pusieron en evidencia dos estrategias opuestas: la de impulsar consignas que se convirtieran en “proyectos de ley” para ser presentados en el Congreso, en función de la candidatura electoral de alguna variante centroizquierdista, esto es, “votar mejores representantes”; y la estrategia de retomar las movilizaciones masivas bajo la consigna de “Fuera Duque”, impulsar Asambleas Populares, Coordinación de las luchas, Comités de Paro. Se organizaron 10 mesas, DDHH, recursos naturales, mujeres, cuestiones gremiales, antirrepresivas, salud, educación, y otras. 

 Jornada de Protestas

 Embarcado en una estrategia electoral, “hay 2022”, el CNP convocó una jornada de protestas para el 20 de julio, el día de la independencia, presentando proyectos parlamentarios, que incluyen renta básica, matrícula cero, reivindicar el proyecto de Ley 073 de salud pública, reactivación de mipymes, reforma a la Policía, garantías para ejercer el derecho a la protesta social, derogación del Decreto 1174, financiamiento y alivios para el sector agropecuario. El 21 de julio comenzó una nueva legislatura que tratará diferentes proyectos. 
 En Bogotá, marcharon las organizaciones nucleadas en el Comité Nacional de Paro (CUT, CGT, CTC), que se enceuntran de espalada a los luchadores nucleados en la primera línea, que como sucede en todo el país, rechazan la política del CNP y marchan separados. La primera línea bogotana confluyó con la Minga Indígena. Hubo represión y ataques con armas de fuego y por la policía en muchas ciudades del país. 

 La ANP y el balance ausente

 En la ANP también se discutió esta fractura estratégica. Muchas consignas planteadas estaban completamente contrapuestas, como la diferencia entre la disolución del ESMAD (escuadrones policiales) de un lado, y la reforma con educación de la policía y del ejército, por el otro. 
 Los proyectos de ley del CNP instan a la población a tener confianza en el Congreso y a votar mejor. En la Asamblea se planteó tener una mejor “cultura democrática”, cómo defender los votos, cómo organizar la elección, pero en función de una estrategia que lleva a votar a candidatos que se han opuesto al Paro. 

 Emiliano Monge 
 24/07/2021

jueves, 22 de julio de 2021

Pegasus: el espionaje es la regla en los regímenes capitalistas?

 


Una investigación de la organización Forbidden Stories y Amnistía Internacional, difundida por importantes medios del mundo (Washington Post, The Guardian y Le Monde, entre otros), reveló que varios jefes de Estado, funcionarios, periodistas, activistas de derechos humanos y empresarios fueron espiados mediante el software Pegasus, de la compañía israelí NSO. 
En total, se trata de 50 mil números telefónicos invadidos desde 2016, en mil de cuyos casos se pudo identificar al vigilado. Pegasus, una tecnología vendida a gobiernos y fuerzas de seguridad con el pretexto del combate al terrorismo, accede a los datos de los móviles e incluso puede prender la cámara y el micrófono de los dispositivos. 
 Entre los gobiernos acusados de espiar a periodistas, opositores u otros jefes de Estado están los de Arabia Saudita, Marruecos, Hungría y Ruanda. Entre los vigilados figuran familiares del periodista saudí asesinado Jamal Khashoggi; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador; el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa; y el rey marroquí Mohammed VI, quien podría haber sido víctima de sus propios servicios secretos. 
 La firma NSO tiene contratos con 40 países que fueron aprobados por el ministerio de defensa. Israel es una potencia en tecnología informática y su actual primer ministro, Naftali Bennett, supo ser un hombre del sector; en 2005 vendió su compañía Cyota a la empresa de seguridad estadounidense RSA en 150 millones de dólares. Estas tecnologías son claves en el actual cuadro de guerra comercial y disputas por la supremacía global. 
 El gobierno israelí no solo aprobó los contratos sino que promovió a Pegasus. Una investigación del diario Haaretz mostró que los acuerdos suscriptos por NSO se corresponden con las giras emprendidas por el exprimer ministro Benjamin Netanyahu: Marruecos, Emiratos Arabes, Bahréin y Arabia Saudita, los países que normalizaron relaciones con el Estado sionista o están en camino a ello, se transformaron en clientes de la firma (El País, 22/7). 
 El portavoz de la empresa corroboró esta denuncia al afirmar que “NSO vende sus tecnologías únicamente a agencias policiales y de inteligencia de determinados gobiernos” (Página 12, 20/7), es decir, aquellos que tienen buenos vínculos con el Estado sionista. 
 El escándalo abierto por las revelaciones de espionaje ha llevado a los líderes del mundo a reclamar un mayor control de estas tecnologías. La canciller alemana Angela Merkel dijo que se debe evitar que “terminen en malas manos” y que “no deberían venderse a países donde quizá no esté garantizado que la justicia vigile las operaciones (de escuchas) (Télam, 22/7)”. El problema, para la canciller, serían los gobiernos “autoritarios” o “dictatoriales”.
 ¿Pero cómo son las cosas en el “mundo democrático”? Hace apenas semanas, un trabajo periodístico deschavó la operación Dunnhamer, por la que la inteligencia de Dinamarca espió entre 2012 y 2014 a dirigentes políticos europeos (incluyendo a la propia Merkel), por encargo norteamericano. Es decir que, además de la guerra cibernética con Rusia y China, EE.UU. vigila a sus propios socios.
 En 2013, Edward Snowden sacó a la luz el espionaje contra la población y otros países por parte la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana. A partir de los atentados de 2001 contra las torres gemelas, los Estados capitalistas emprendieron, con el argumento de la lucha antiterrorista, una mayor vigilancia de la población y un cercenamiento de las libertades democráticas en sus propios países. Esto se hace tanto en forma legal como ilegal.
 No estamos ante el problema de una serie de “Estados parias”, sino de una práctica cotidiana de los regímenes capitalistas para confrontar a naciones rivales y para mantener a raya a sus propias poblaciones. 
 Una lucha contra el espionaje de la población y en defensa de las libertades democráticas implica también una lucha contra la guerra imperialista y el Estado capitalista.

 Gustavo Montenegro

¿Por qué las Fake News contra Cuba son una industria?


Laboratorio fotográfico de la protesta en Cuba


¿Cómo respondió la Policía Nacional Revolucionaria a la violencia del 11 de julio en Cuba?


Colombia: lo que dejó la jornada nacional del 20


Este martes 20 se desarrolló una nueva jornada de movilizaciones en Colombia, que coincidió con el día de la independencia y la apertura de sesiones en el parlamento. 

En Bogotá, marcharon por un lado las organizaciones nucleadas en el Comité Nacional de Paro (CUT, CGT, CTC) y por otro la juventud de la “primera línea”, que confluyó con la Minga Indígena que había arribado a la capital desde el interior del país. Algunas concentraciones fueron reprimidas por la policía.
 En el Congreso, el presidente Iván Duque defendió el accionar criminal de las fuerzas de seguridad contra la rebelión popular, que ya ha dejado más de 50 muertos. Dijo que “nuestra fuerza pública está sujeta a los más altos estándares en materia de derechos humanos”. La jornada de lucha estuvo precedida por otras provocaciones oficiales, como la detención de jóvenes de la “primera línea”. 
 Tras levantar en junio las movilizaciones y el único paro efectivo (el de los maestros de la Fecode), el CNP volvió a convocar una jornada de protestas, pero con el eje puesto en la presentación de una batería de proyectos parlamentarios, inspirados en su pliego de emergencia (renta básica y gratuidad universitaria, entre otros). 
 Al revés que esta orientación, lo que está planteado es retomar los niveles de movilización que marcaron el comienzo de la rebelión, bajo la perspectiva de echar al gobierno de Duque. 
 En el movimiento de lucha colombiano se está procesando un debate sobre los pasos a seguir. El fin de semana pasado se desarrolló en Cali la segunda Asamblea Popular Nacional, con varios cientos de delegados, pese al hostigamiento policial. A su vez, se reunieron en algunas ciudades los Cosoles (comités de solidaridad sindical, que reúnen sectores que se reclaman del movimiento obrero combativo). En estos últimos, un grupo de dirigentes presentó un texto que advierte que “los triunfos parciales que obtuvo el pueblo colombiano, como detener la reforma tributaria (…) se diluirán rápidamente si el movimiento entra en un ciclo prolongado de dispersión; dando tiempo al gobierno para recuperarse de los golpes recibidos”. Plantea la necesidad de una centralización de la lucha para “derrotar los planes del gobierno de Duque y su régimen corrupto y asesino”. En esa dirección, propone un encuentro sindical de bases con delegados democráticamente electos y postula como consignas la disolución del Esmad (el Escuadrón Móvil Antidisturbios, responsable de varias muertes), la libertad de los detenidos, la cárcel a los responsables de los asesinatos de manifestantes y la aparición con vida de los desaparecidos durante el proceso de lucha. 
 Viva la rebelión colombiana. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 21 de julio de 2021

Delta, la salud y la economía, y un baño de realidad


La caída de las bolsas y la tercera y cuarta olas.

 Desde noviembre del año pasado, la aparición de las vacunas contra el COVID-19 motivó una suba sideral en los mercados financieros. Disipaba, se presumía, la incertidumbre acerca de la disposición de una oferta en tiempo de la fuerza de trabajo, y con ello un obstáculo decisivo para emprender nuevas inversiones y para disminuir los salvatajes financieros del Estado. La pandemia ha vuelta el relato de que el capital crea el trabajo, para dejar al desnudo que sin fuerza de trabajo no hay capital – en el sentido pleno de este concepto. 
 Las nuevas variantes han devuelto la incertidumbre a los mercados, y al mercado de los mercados, el mercado financiero. La expansión de la variante "Delta" ha despertado el pánico entre los capitalistas. Las caídas bursátiles, el lunes 19, en la Bolsa de Nueva de Nueva York, promediaron el 10%, y produjeron una fuga hacia los títulos del Tesoro.. Como consecuencia de ello, las tasas de interés retrocedieron a niveles del 1.5%, un indicador del derrumbe de las expectativas en las ganancias capitalistas. Una desvalorización acentuada de la tasa de interés es un síntoma de depresión económica. Como la tasa de inflación se disparó del 2 al 5.6% anual, la tasa de interés ha quedado negativa en un porcentaje no visto desde la década de los 70 del siglo pasado. 
 Uno de los sectores más golpeados ha sido el petróleo, un insumo de la industria. En Europa las principales bolsas cayeron fuertemente. "París cerró en retroceso de 2,54%; Londres, de 2,34%; Fráncfort, de 2,62%; Milán, de 3,34%; y Madrid, de 2,40%" (Clarín, 19/7). El sacudón también golpeó en Asia.
 Los especialistas financieros ya advierten sobre caídas aún más violentas si continúa la progresión de las nuevas variantes. Los capitalistas vuelven ahora a reclamar el ‘lockdown’ o cuarentena, con la exclusión de sus empresas. La variante Delta está poniendo en cuestión todos los planes “aperturistas”. Según estudios científicos preliminares, Delta es 54% más contagiosa que las otras variantes, tiene mayor probabilidad de transmisión en espacios abiertos (40% más que otras variantes) y hasta una carga viral 1.000% superior a cualquier otra variante conocida hasta ahora y aún no ha impactado con todas sus fuerzas en el mundo – incluida la Argentina.
 La jornada financiera del lunes ha mostrado una tendencia renovada a la “averisión al riesgo”, o sea a la inversión y exportación de capitales. En caso de mantenerse firme, es un golpe a las economías más débiles, que verán cerrada una salida a la crisis de financiamiento. Un acuerdo con el FMI no movería el amperímetro en el flujo de capitales a Argentina, salvo para casos específicos. El impasse económico se convertiría en insoportable, y mucha más la situación de las masas. Esto demuestra que la crisis de salud tiene un carácter sistémico para el conjunto del orden capitalista. 

 Joaquín Antúnez
 20/07/2021

La eficacia de Abdala y Soberana y la nueva cepa


martes, 20 de julio de 2021

Programas subversivos, guerra comunicacional y cibernética y “golpe suave” contra Cuba


"Carlos del Pueblo" Documental sobre Carlos Puebla.


Inundaciones en Europa: destrucción capitalista del medio ambiente


Al menos 188 personas en Alemania y Bélgica han muerto por las inundaciones después de que cayeran dos meses de lluvia en un par de días (NYT, 17/7). Las mediciones arrojaron para julio el indicador más alto en 200 años. Más de 1.300 personas están desaparecidas en Alemania. Un funcionario alemán dijo que la crisis climática "ya no es abstracta. La estamos experimentando de cerca y dolorosamente" (AJ+, 16/7). Se refiere al aumento de las temperaturas provocado por el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.
 En la ciudad de Maastricht, en el sur de Holanda, se ha evacuado a 10.000 personas por temor a un desborde del río Mosa. En Renania del Norte-Westfalia han muerto al menos 46 personas. En Bélgica subió a 31 el domingo. Cientos de miles están incomunicados y sin electricidad o agua. Los niveles de daño son descritos como los peores desde la Segunda Guerra Mundial - como “en un bombardeo". 
 La destrucción del medio ambiente se suma a la falta de inversiones en infraestructura. Uno de los fenómenos es la expansión inmobiliaria privada y el consecuente “sellado del suelo”. Friederike Otto, directora del Instituto de Cambio Ambiental de Oxford indica: "Sabemos esto por la física, así como por las observaciones y proyecciones climáticas (…) el hecho de que tales lluvias torrenciales tengan consecuencias tan dramáticas se debe en gran medida al sellado del suelo” (cleanenergywire.org, 16/7).
 Para el activista británico por la Justicia Climática Ashish Ghadiali, las “transiciones verdes” constituyen un fraude: “No se resuelve esta crisis creando un nuevo apocalipsis: las soluciones capitalistas verdes no acabarán con el colonialismo y el extractivismo de los últimos 400 años; simplemente reemplazará la extracción de carbón con la extracción de metales preciosos necesarios para fabricar baterías para la nueva economía verde. Lo que se necesita es una transformación mucho más profunda” (cleanenergywire.org, 16/7). Las energías renovables y los autos eléctricos se han convertido en las joyas del mercado y del financiamiento bursátil. 

 Colapso civilizatorio

 Los gobiernos son incapaces de frenar el cambio climático. Así, no se va a llegar a la pauta del calentamiento global menor a dos grados Celsius para 2030. El cambio climático afecta de muchas maneras, una de ellas es que hace que las tormentas portadoras de las lluvias se muevan a menor ritmo (“traslación”) que en décadas anteriores, haciendo que los efectos de tormentas sean más intensos y destructivos. 
 De acuerdo a la Agencia europea de medio ambiente, el daño de eventos hidrometeorológicos, causantes de dos tercios de los daños de los llamados “desastres naturales”, se han incrementado desde 1980. El 20% de las ciudades europeas con más de 100 000 habitantes es muy vulnerable a las inundaciones de los ríos. Las superficies impermeables ("sellado del suelo") evitan que el agua se drene. 
 Europa cuenta desde hace años con el “plan Copérnico” - los satélites para prever las inundaciones y crear mapas de inundaciones. Sin embargo, los cambios climáticos son tan bruscos que no se puede prever este tipo de eventos. Las inundaciones son responsables de buena parte de las muertes en el tercer mundo, sobre todo en zonas costeras, donde vive una buena parte de la población mundial.
 Durante los últimos años el avance de los seguros contra inundaciones ha ofrecido un pingüe negocio al capital financiero. . Los estados también han desarrollado una imbricada infraestructura jurídica para desligarse de responsabilidades penales por la contaminación ambiental.
 Angela Merkel dijo que “si lo miramos a lo largo de los años, siempre ha habido una tormenta y una inundación” (Reuters, 17/7). Sin embargo, en junio, las precipitaciones alcanzaron los 96 litros por metro cuadrado, 10 litros por encima del promedio del período de referencia de 1961 a 1990. En la primera quincena de julio, alrededor de 68 litros por metro cuadrado, El 86% del objetivo ya se cumplió, dijo Andreas Friedrich, portavoz del Servicio Meteorológico Alemán (DWD). Alemania ya se ha calentado alrededor de 2 grados centígrados desde el comienzo de la industrialización. Con un promedio de 19 grados Celsius, junio en Alemania ya fue 3,6 grados más cálido que el promedio del período de referencia. "Nuestro análisis de radar de lluvia de los últimos 20 años muestra: Los eventos de fuertes lluvias pueden ocurrir en cualquier lugar de Alemania porque se deben al sistema caótico" (cleanenergywire). El candidato reemplazar a Merkel, el conservador Armin Laschet, fue duramente criticado por la falta de política medioambiental. 

 Emiliano Monge 
 19/07/2021

Chile: una Constituyente “en la medida de lo posible” es una Constituyente tutelada


¡Libertad a los presos políticos!

 Finalmente el miércoles 14 pudo comenzar a sesionar la Convención Constituyente. Así se dio tratamiento a la cuestión de la libertad de los presos políticos, en un contexto donde la urgencia en expedirse sobre el tema se impuso desde las calles por parte de las organizaciones de víctimas de la represión, familiares, asambleas y activistas. Particularmente en las movilizaciones que tuvieron lugar en la sesión de instalación de la convención del 4 de julio, donde la demanda de liberación de lxs presxs políticxs fue transversal a todos los espacios que se auto convocaron y la respuesta del Estado fue, una vez más, la represión. 
 En la sesión del jueves, tras una segunda votación, la convención aprobó por 105 votos a favor, 34 en contra y 10 abstenciones, la declaración presentada por constituyentes del Partido Socialista, Partido Comunista (PC) y Frente Amplio (FA). Esta delega el problema de la libertad de lxs presxs por luchar en manos de las instituciones del Estado que reprimió ferozmente al pueblo y lxs encarceló. 
 En la primera votación la Lista del Pueblo y convencionales independientes integrantes de la “vocería de los pueblos” presentaron otra propuesta de declaración que sacó 49 votos (frente a 52 de la ex Concertación, FA y PC), que en sus definiciones políticas plantea: “Las circunstancias de origen y concurrentes a la legitimidad del proceso constituyente, así como el compromiso con el respeto irrestricto a los ddhh (derechos humanos)… son parte de nuestra competencia”. Esta definición es sumamente relevante pues reafirma la competencia de la Constituyente para tratar y resolver sobre la libertad de los presos políticos, desafiando la campaña mediática lanzada por el gobierno y los círculos de poder rechazando esa facultad. En otros términos, lo que afloró tempranamente a través de este debate es el carácter de la Constituyente, si a va a ser soberana o una instancia amañada prisionera de las instituciones y del orden social en vigencia. Sin embargo, no debe pasar desapercibido el hecho de que la propuesta de los independientes, a renglón seguido, al derivar la resolución de la libertad a los “poderes constituidos” se declaraba incompetente, en abierta contradicción a lo expuesto líneas más arriba. Sin la mayoría necesaria hubo una segunda vuelta en la votación. La derecha, por su parte, presentó otra declaración, pero como “opinión”: no la puso a votación consciente que perdía por paliza y que, en definitiva, la moción votada defendía la estabilidad del régimen ya que aparece como un pedido más a los poderes constituidos y por lo tanto un reconocimiento a éstos.
 Ahora bien, ¿qué plantea la declaración votada? Solicita a los poderes constituidos –parlamento nacional y Poder Ejecutivo- que acelere el trámite legislativo del proyecto de ley de indulto general básicamente, pero lo más importante son sus fundamentos. Dice expresamente: “La convención constitucional, sin pretender interferir ni arrogarse las competencias y atribuciones de otros poderes del Estado, tiene la responsabilidad política de pronunciarse frente al país en relación con éstas situaciones contingentes que, claramente, contravienen el espíritu que guía su trabajo: asentar un camino de paz y justicia social…”. 
 Es decir, que renuncia explícitamente a ser un poder soberano, se declara un poder que se restringe a emitir pronunciamientos pidiendo a los poderes del Estado cuestionados por la movilización popular y carentes de legitimidad a que sigan gobernando arbitrariamente contra la voluntad de la mayoría explotada. 
 La estabilidad del régimen represivo “de los 30 años” depende completamente del bloque PS, PC, FA. Pero este bloque no hubiese triunfado si independientes integrantes de la Lista del Pueblo y Vocería de los Pueblos no se hubieran sumado con sus votos.

 Cientos de luchadorxs seguirán tras las rejas 

Esto plantea una crisis en el bloque de la “vocería de los pueblos”. Tratándose de una declaración redactada por el PS-FA-PC no llama la atención que se adapte completamente al pacto del 15 de noviembre, que habilitó este proceso constitucional con la funcionalidad política de darle continuidad al actual régimen. Son coherentes a su política tributaria del régimen de los 30 años. 
 La declaración aprobada ni siquiera plantea la libertad de todos los presos políticos, sino que se posiciona en favor de una salida limitada, ya que por los alcances del proyecto de indulto general quedarían fuera quienes han sido criminalizados con anterioridad al estallido, principalmente (pero no exclusivamente) lxs hermanxs mapuches. Pero, en el caso de los convencionales integrantes de la “vocería de los pueblos” (y otros que se reclaman independientes), es un paso atrás frente a la declaración pública con la que se presentan como bloque. Vuelven sobre sus pasos para cerrar filas con la “izquierda” colaboracionista integrante del régimen de los 30 años. Entre la primera declaración de este espacio y la declaración que terminaron votando hay un abismo político. 
 Solo la propuesta de la convencional María Rivera (Movimiento Internacional de Trabajadores -MIT-, integrante de la LIT-CI) planteaba intimar a los poderes estatales a la libertad de todxs lxs presxs y en caso de oposición de éstos o no pronunciamiento, declarar su libertad directamente desde la Convención, convocando al pueblo a movilizarse en defensa de esta resolución. Pero nadie la acompañó. 
 La burguesía está “controlando” la Constituyente pese a que la derecha no posee los escaños siquiera para vetar nada y lo hace a partir del bloque centroizquierdista del PS, PC, FA, que obtiene su mayoría de la migración de los independientes hacia ellos. 

 Plan de lucha para conquistar la libertad de nuestrxs compañerxs 

La batalla política para conquistar la libertad de las y los presos políticos y, en definitiva, todos nuestros derechos, se dará en el terreno de la acción directa, en un paro general y en las calles. 
 La declaración aprobada por la Constituyente no cierra la lucha por la libertad de nuestrxs compañerxs. El llamado a que el parlamento y el presidente Sebastián Piñera den una solución al reclamo es una vía para que el movimiento salga de las calles. La frustración en la Constituyente puede terminar provocando un desinfle en el espíritu beligerante del pueblo que estalló con la rebelión popular y que aún permanece latente. De todos modos, en caso que no fuera suficiente, hay un reaseguro. Este operativo de contención orquestado con el «acuerdo de paz» del 18 de noviembre tiene ahora un segundo acto con las elecciones presidenciales y legislativas. Así como inicialmente se esgrimió como argumento que había que esperar la Constituyente, ahora se procura concentrar la atención en que la salida de los reclamos y aspiraciones populares que la Constituyente no pude resolver vendrá de la mano del nuevo titular del Ejecutivo y una renovación parlamentaria y por esa vía tirar la pelota para adelante. El recurso electoral, como lo comprobamos en otras experiencias en el escenario latinoamericano, es una carta fundamental a la que apela la burguesía en momentos en que irrumpen severas crisis políticas y levantamientos populares, procurando desactivar esta bomba de tiempo. 
 Si la movilización obrera y popular se desarrolla y crece, es probable que el régimen decida “tirar lastre” y marchar a algún tipo de “concesión” en este terreno. Hay familiares de detenidos que han visto como “positiva” la declaración que reclama la libertad de los presos. Otros que la critican y hasta protagonizan la toma del INDH (Instituto Nacional de Derechos Humanos) y las acciones que de allí surgen para potenciar su reclamo de libertad ya. La presión sobre la Constituyente, reclamando que asuma la soberanía y libere a los presos debe continuar y acrecentarse.
 Pero la movilización popular es clave para terminar con la violencia estatal que no cesa, que se sigue cobrando víctimas, de lo que da cuenta la ejecución del weichafe mapuche Pablo Marchant por parte de Carabineros. Para ello es necesario articular en forma independiente del Estado y de los partidos del orden burgués y represivo, entre las organizaciones, asambleas, y coordinadoras y partidos o movimientos de izquierda que se reclaman de esta lucha contra la impunidad y la represión por parte del Estado; para poner en pie un plan de lucha que conquiste la libertad de lxs presxs políticxs, así como verdad, justicia y reparación para las víctimas. En esa dirección cabe destacar el rol de nucleamiento que está jugando la toma del INDH por parte de la Aces (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios) y la Coordinadora de Víctimas de Trauma Ocular, entre otras organizaciones, que en la última semana se ha convertido en un espacio de deliberación y organización del movimiento popular y de lucha. 
 La intervención protagónica de los trabajadores no solo por la libertad de los presos políticos sino por sus demandas (nacionalización de las AFP, etc.), de los estudiantes (derogación de la educación privada, educación laica, estatal y gratuita, etc.) es fundamental. En el movimiento obrero hay que reclamar que la central obrera (CUT) y los sindicatos rompan con la parálisis y pasen a un plan de lucha nacional para imponer estos reclamos. 
 A organizar el plan de lucha para conquistar la libertad de lxs presxs por luchar; por verdad y justicia para las víctimas de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos; por la desmilitarización del Wallmapu; para terminar con el Estado terrorista y su régimen de impunidad; por todos nuestros derechos. Fuera Piñera. Asamblea soberana y con poder para dar respuesta inmediata a las demandas de las familias trabajadoras y no al servicio de los intereses de este sistema de hambre, opresión y terror. 

 Olga Aguirre

viernes, 16 de julio de 2021

Joven cubana no aguantó más y explotó en Facebook

Texto publicado en Facebook por la joven cubana Arianna Álvarez Avalo, profesora de clarinete en la Universidad de las Artes

 *** 

 ¿Dónde estaban los que unen las palabras “ayuda” y “humanitaria” cuando Estados Unidos prohibió la entrada de un buque proveniente de China con insumos para enfrentar la Covid y ayudar al pueblo cubano? ¿Dónde estaban cuando Trump prohibió la ayuda monetaria a las familias en la isla, cuando recrudeció una política inhumana en medio de una crisis mundial y una enfermedad mortal, cuando prohibió la compra de ventiladores a empresas norteamericanas, cuando dejó barcos de petróleos en el mar? ¿Dónde estaban cuando más el pueblo los necesitó? La principal ayuda humanitaria para todos los cubanos sería la eliminación total del Bloqueo. Si no estás de acuerdo no eres humano, ni quieres ayudar a nadie. Casualmente son los mismos que pusieron el grito en el cielo cuando Cuba ayudó al buque Inglés porque nadie más quiso hacerlo… 
 Los cubanos somos solidarios de por sí. No necesitamos ningún corredor “humanitario” oportunista con claros fines políticos cuando tenemos miles de hermanos en todas partes siendo ese corredor humanitario sin tanto bombo y platillos por años. Hay organizaciones de solidaridad con Cuba que llevan años enviando donaciones y durante la pandemia no han cesado. Es público los proyectos, organizaciones, ONGs, iglesias y centros que envían ayuda a Cuba. Si quieren ayudar ¿por qué nunca se han puesto en contacto con estas organizaciones y grupos de cubanos? ¿Por qué ahora es que hacen directas y cartelitos haciéndose los héroes mientras han sido cómplices de los abusos más grandes contra el pueblo de Cuba? Desde Italia, Canadá, Islas Canarias, España, Inglaterra, Alemania, Panamá… han enviado insumos y ayuda verdaderamente humanitaria, desde medicamentos, jeringuillas, hasta dinero. Y siguen armando contenedores para enviar, esquivando las miles de trabas que impone el Bloqueo para poder hacer llegar el cargamento a puerto cubano. A todos ellos, nuestro más sincero agradecimiento. 
 Duele mucho cada vida que se pierde, duele mucho la situación de hospitales y centros de aislamiento, duele mucho la escasez pero no somos ni remotamente el peor país de la región. Y aunque la matemática me parece inoportuna cuando se trata de vidas humanas, es hora de mostrar algunos datos para quienes quieren vendernos el caos y el abandono. Estos datos son de ayer pero la situación no ha cambiado mucho, o al menos no para bien. 
 Miami Dade con solo 2 717 000 de habitantes ha tenido 504 mil casos de Coronavirus y 6472 muertes (1.28% de los casos confirmados). 
 En la Florida con el doble de habitantes que en Cuba solamente, han tenido 37 895 muertos. ¿Pedimos ayuda humanitaria para la Florida?
 Madrid con 6 752 763 de habitantes ha tenido 739 000 casos y 15 469 muertos (2.09% de los casos confirmados). 
 Río de Janeiro con 6 748 000 de habitantes ha tenido 973 000 casos y 56 321 muertes (5.78% de los casos confirmados). De ayer para hoy casi 200 muertes más.
 La Región metropolitana de Chile con 7 112 808 de habitantes ha tenido 661 000 casos y 17 377 muertes (2.62% de los casos confirmados) 
 Así podría seguir mostrando los datos de ciudades de la región y del Primer mundo donde, con muchos menos habitantes, el manejo de la pandemia ha sido catastrófico y nadie ha pedido la tan ansiada “intervención humanitaria”. 
 Luego está Cuba quien ha controlado esta pandemia por más de un año sin llegar al colapso de los sistemas de salud y que con 11 333 483 de habitantes ha presentado 218 396 casos y 1431 muertes (0.65% de los casos confirmados). 
 No tengo mucho más que decir… Cuba no tiene las condiciones necesarias ni está remotamente cerca, según la resolución de la ONU, para pedir o aceptar una intervención humanitaria. No hay un conflicto bélico, ni estamos cerca de la media del mal manejo pandémico en la región. No me voy a prestar para ingenuidades tontas y campañas orquestadas. 
 Ejemplos de sobra hay de “Ayudas humanitarias” que terminaron en intervenciones militares y derrocamientos de gobiernos con intereses económicos detrás y con miles de muertes de civiles, a pesar de que la ONU estipula que debe existir el respeto a la soberanía. Por solo citar algunos tenemos a Panamá, Yugoslavia, Haití, Irak, Libia, etc. ¿Que quién estuvo detrás, directa o indirectamente, de todas esas “ayudas humanitarias”? Pues los mismos abusadores de siempre que no nos dejan vivir en paz y que ahora dicen “preocuparse” por nuestro bienestar. Cinismo político y oportunismo imperial.
 Me niego a ser utilizada. Toda la ayuda es bienvenida y el agradecimiento será eterno. La solidaridad de los grupos que se encuentran en el exterior y que no han parado de buscar las vías para enviarnos insumos son la verdadera ayuda humanitaria, son el único corredor humanitario que ha existido hasta la fecha. Las organizaciones están, las vías están, los mecanismos existen, la intención está. Si quieren ayudar a sus hermanos cubanos háganlo de corazón y desinteresadamente como solo puede ser la verdadera solidaridad. Cuba necesita de todos pero para hacer por ella. Dejen de figurar en redes que aquí hay vidas que salvar. 
 ¡Fuerza Cuba!

Dictadura cubana, tiranía estadounidense

En 1997 un amigo cubano me dijo “Fidel es un dictador, mas no un tirano”. Estábamos en una provincia de Mozambique donde él trabajaba como médico y yo como arquitecto.
 Esa tarde, en un patio de tierra roja africana, no comprendí su idea. Parecía contradictoria. Por alguna razón, nunca la olvidé hasta que, unos años después, revisando documentos desclasificados, pensé que Washington no era una dictadura, pero sí una tiranía.
 La trampa de palabras no estaba en la aparente contradicción de la frase de Javier sino en en el habitual engaño que llevan los ideoléxicos, por ejemplo cuando palabras como “democracia” o “dictadura” se usan como si fuesen la Luna y el Sol: dos cuerpos claramente diferenciados, pero no la única luna ni el único sol del Universo. De esa forma, una potencia hegemónica que dicta su voluntad fuera de fronteras y carece de igual representación para todos sus ciudadanos (sobre todo para quienes no son millonarios) como Estados Unidos, un régimen paramilitar como el Colombiano, un neoliberalismo impuesto con sangre, como el Chileno, o un sistema como el noruego o el islandés se llaman por igual “democracias”. Por razones estratégicas, no se llama “capitalismo” a Haití o a Honduras, aunque sean más capitalistas que Estados Unidos. Está de más insistir que no es el capitalismo, sino la hegemonía la que define el poder y la riqueza de un país. 
 Theodore Roosevelt, entre muchos otros, lo puso de forma más clara: “La democracia de este siglo no necesita más justificación para su existencia que el simple hecho de que ha sido organizada para que la raza blanca se quede con las mejores tierras del Nuevo mundo”. Esa democracia se fue adaptando una y mil veces para servir a una minoría, ya no tan blanca pero sí económica y financieramente dominante. Sólo un ejemplo: en las democracias formales, las clases dominantes no censuran como en una dictadura tradicional; se reduce a los críticos al silencio de los grandes medios o, cuando estos trascienden de alguna forma, se los demoniza como en tiempos de la Inquisición. La lógica es simple: en las democracias formales, al uno por ciento le basta con convencer a la mitad más uno de los votantes para mantenerse en el poder político. Tarea nada difícil cuando, por ejemplo, se mete a Dios en el paquete de sus “valores y principios”. Pero los de arriba no dependen de la mitad de abajo para mantenerse en el poder económico. Sólo cuando ese poder está en cuestionamiento, la democracia formal es rápidamente reemplazada por dictaduras fascistas, como las apoyadas por Washington y las transnacionales a lo largo de una larga historia. Hasta mediados del siglo XIX, los esclavistas habian logrado convencer a una mayoría que la esclavitud era el mejor régimen para expandir la libertad y la civilizacion. Cuando la democracia se hizo inevitable, la secuestraron con ideas similares: la riqueza de los ricos es la mejor forma de expandir el bienestar y la libertad de los pobres.
 Aun así, esa idea vaga y contradictoria que llamamos “democracia” sigue siendo la mejor utopía y el mejor recurso de los de abajo. Pero que quede claro: ninguna, por chueca que sea, existe gracias a los poderosos de turno, sino a pesar de ellos. Lo mismo los derechos y las libertades individuales y colectivas; todas son producto de interminables (y demonizadas) luchas de los de abajo. 
 En Estados Unidos, los principios racistas y clasistas, banderas de la derrotada Confederación, se consolidaron fronteras adentro y se extendieron a América latina, donde impusieron decenas de brutales dictaduras, siempre en complicidad con la eterna oligarquía criolla, generaciones antes de que apareciera la maravillosa excusa del comunismo. 
 Desde entonces, Washington y las megacorporaciones han sido los principales promotores del comunismo y de otras alternativas de izquierda en el continente. Uno de los primeros casos se remonta a los años 30 con las masacres de indios y campesinos en El Salvador, pero el pie en el acelerador ocurre luego de la Segunda Guerra, cuando el más importante aliado de Estados Unidos, la Unión Soviética, se convierte en el único opositor con poder y en posible inspiración para el Tercer Mundo contra la vieja tiranía anglosajona. Es, en este momento, cuando nace la CIA (1947) y, poco después crean, entre muchos otros y sin advertirlo, al Che Guevara. 
 Cuando la CIA y la UFCo lograron destruir “el régimen comunista de Jacobo Arbenz” en 1954, uno de los únicos indicios de democracia en la región, el joven médico Ernesto Guevara debió huir a México, donde se encontró con otros exiliados, los hermanos Raul y Fidel Castro. Cuando la Revolución cubana triunfó en 1959, Guevara advirtió: “Cuba no será otra Guatemala”. Es decir, su independencia del imperio estadounidense no sería boicoteada con bombardeos mediaticos primero, movilizaciones inducidas y ataques miulitares despues, como en Iran, como en Guatemala. Cuando cuatro meses después Fidel Castro visitó la Casa Blanca para confirmar las relaciones comerciales y diplomáticas con Washington, Nixon, Eisenhower y la CIA ya tenían otra invasión en mente. La costumbre de derrocar alternativas independentistas era tan larga y la arrogancia por una abrumadora fuerza militar y mediática tan ciega, que no pudieron prever ni una derrota vergonzosa y ni un trauma insuperable en Bahía Cochinos. El agente de la CIA encargado de las operaciones de Guatemala y Cuba, David Atlee Phillips escribió que el problema del fracaso fue que El Che y Castro habían aprendido de la historia y Washington no. 
 Pero el Che Guevara es descrito como un asesino sin misericordia por haber ordenado la ejecución sumaria de 200 criminales del régimen de Batista (la misma CIA informó que ni por lejos se aproximó al número de ejecutados por el régimen anterior) mientras que los terroristas cubanos como Posada Carriles, Orlando Bosch y tantos otros que se dedicaron a poner bombas en aviones, barcos, hoteles, en autos diplomáticos, como el de Orlando Letelier y colaboraron con mafias genocidas de todo tipo, como la misma Operación Cóndor, fueron protegidos por Washington. Las masacres de cientos de miles de víctimas en unas pocas décadas sólo en América Central por la gracia de Washington y la CIA fueron para llevar la paz, la democracia y la libertad a esas tierras. (Luego de la muerte de Stalin y hasta 1989, los asesinados por razones políticas en América Latina superaron con creces las víctimas de los países comunistas bajo la influencia de la Unión Soviética.)
 La misma práctica, los mismos intereses, el mismo discurso de los esclavistas del siglo anterior con nuevos ideoléxicos. Desde la lógica de la historia, Fidel Castro y las decenas de Augusto Pinochet no son la misma cosa, aunque en el lenguaje idealizado se puedan etiquetar a los dos como dictadores. También Cuba y el Che son consecuencia directa del imperialismo de Washington, pero por razones opuestas. Hasta un candidato a la presidencia, el conservador republicano Ron Paul lo reconoció así antes de ser abucheado como el Diablo en Miami.
 Por esa razón, aunque según todos los estándares occidentales se puede decir que Cuba es una dictadura, es necesario recordar que Estados Unidos es la tiranía que la creó, una tiranía brutal que lleva por lo menos doscientos años. Cuba fue la primera gran derrota de esa arrogancia y, por alguna razón, ha sabido resistir 60 años. 
 ¿Es necesaria una dictadura para lograr vencer a la tiranía de dos siglos? Por todas estas razones, aunque (o porque) somos demócratas radicales, no vamos a salir a tirar piedras sobre la isla estrangulada en nombre de la libertad. Jamás podríamos estar del lado de los mercenarios ni de los adulones, muchos de ellos ex comunistas que cambiaron de ideología apenas cambiaron de país y de residencia, porque no bastaba con el auto y la casita con césped en Miami sino que había que calmar la conciencia también, vendiéndola a un precio muy bajito. 

 Jorge Majfud | 16/07/2021