sábado, 30 de abril de 2022

Colombia: los “falsos positivos” eran órdenes del gobierno de Uribe


Nueve militares retirados, en una comparecencia convocadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), reconocieron por primera vez y frente a los familiares de las víctimas de "los falsos positivos" durante el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010). El asesinato de civiles para pasarlos como bajas de combate era una forma sistemática de represión estatal. Las declaraciones estremecieron al pueblo colombiano, que viene de protagonizar una rebelión popular y una huelga general histórica contra el régimen.
 "Maquinamos un teatro para mostrar un supuesto combate por la presión que había de los altos mandos", dijeron. "No voy a justificar lo que hice, porque cometí delitos, crímenes, asesinamos personas inocentes, campesinos. Lo que asesinamos fueron campesinos", declaró el ex militar Néstor Guillermo Gutiérrez.
 La presión ejercida sobre las unidades del Ejército Nacional Colombiano para que se reportaran éxitos militares respondían a la necesidad del gobierno de Uribe de mostrar avances de su política represiva contra las FARC y otros grupos guerrilleros asentados en la selva. Se incentivaba a los oficiales con retribuciones de carácter económico, más días de descanso, condecoraciones y otros reconocimientos. Tampoco los yanquis pueden ser ajenos a estas prácticas, ya que su injerencia militar en la represión interna de Colombia, en nombre de la lucha contra el narcotráfico, ha sido enorme. 
 Para el Derecho Internacional Humanitario la situación cae bajo la figura de "crímenes de guerra" y "ejecuciones extrajudiciales" y para el Derecho Penal Colombiano bajo la figura de "homicidios en persona protegida". La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) determinó en febrero de 2021 que en Colombia, al menos 6.402 personas fueron víctimas de los llamados falsos positivos. Un verdadero genocida. 
 Uribe, cabeza de este plan sistemático, debe ir preso junto a los militares que lo ejecutaron. El pueblo colombiano, en 2021, ha protagonizado, pese a la enorme represión, una prolongada rebelión popular contra la política de hambre del uribista Iván Duque. Su lucha llevará a los asesinos a la cárcel.

 Ana Belinco 
 29/04/2022

jueves, 28 de abril de 2022

La escalada de la guerra en Ucrania


El conflicto tiende a generalizarse 

 Tras los reveses sufridos en el occidente ucraniano, las fuerzas rusas han concentrado sus ataques en el este del país, donde se avizora una larga batalla. Pese a la captura de Mariúpol -una estratégica ciudad-puerto ubicada junto al Mar de Azov, que le permite a Moscú avanzar en la formación de un corredor terrestre para unir la península de Crimea, el Donbas y el territorio ruso- la nueva fase de la guerra apenas está comenzando. 

 Ampliación del conflicto 

El imperialismo está reforzando como nunca al gobierno de Volodímir Zelenski con armamento de mayor alcance y calidad. Si en una primera etapa se había concentrado en la entrega de misiles Javelin y Stinger (que se disparan desde el hombro, a través de un sistema portátil), rifles y municiones, ahora avanza en la provisión de “armamento más sofisticado”, según un artículo del New York Times (reproducido por La Nación, 23/4), como obuses y tanques. En Estados Unidos se está capacitando personal para el uso de drones fantasmas que atacan un objetivo y luego se desechan. Como parte de este mismo despliegue se discute si proporcionar a Ucrania información de inteligencia sobre objetivos en territorio ruso. Cabe señalar que Kiev ya ha atacado posiciones del otro lado de la frontera. Ello ha sido justificado por el Reino Unido como parte de las maniobras defensivas. “Ucrania necesita adentrarse en las profundidades de sus oponentes para atacar sus líneas logísticas, sus suministros de combustible y sus depósitos de municiones”, alegó el ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey (20 Minutos, 26/4). Londres prepara la entrega de un nuevo lote de tanques con misiles antiaéreos para Kiev. Mientras tanto, sigue en debate un potencial pertrechamiento con aviones de modelo soviético -los que saben manejar los pilotos ucranianos- desde países vecinos, a los que la Casa Blanca compensaría, a su vez, con aviones nuevos -la colaboración ya existe en materia de repuestos para las naves. 
 Washington ha proporcionado hasta aquí 3.700 millones de dólares en asistencia de seguridad al régimen de Zelenski, “dinero que luego vuelve a Estados Unidos y va directo a la industria armamentística del país”, según una aclaración del corresponsal de La Nación (26/4). Los yanquis no dan puntada sin hilo. Por lo demás, las compañías de armas están entre las ganadoras del conflicto, con un salto de su patrimonio. 
 El incremento en la ayuda militar despertó severas advertencias de Moscú, pero también la reticencia inicial de Alemania, que está demasiado cerca de la zona de combates como para no inquietarse. El ministro de Gobierno, Robert Habeck, había advertido que -por el riesgo de escalada que implica- la entrega de tanques debía consensuarse dentro de la Otan y con la Unión Europea. Finalmente, Berlín se terminó acoplando a Washington y anunció el envío de blindados.
 El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, volvió a plantear esta semana que la escalada militar abre el peligro de una tercera guerra mundial y acusó a Washington de aconsejar a Zelenski que se endurezca en la mesa de negociaciones, de modo de bloquear una salida diplomática al conflicto. La Casa Blanca quiere asestar un golpe profundo a Moscú, como parte de su ofensiva colonizadora en el este europeo. Dos enviados yanquis a Kiev han insistido en que aspiran a una Rusia fuertemente “debilitada” y el presidente estadounidense Joe Biden sostuvo en su gira por Europa que quería a Putin fuera del poder.
 El conflicto tiende a generalizarse. Las armas que se proveen a Ucrania ingresan por tres países diferentes (Polonia, Rumania y Eslovaquia), todos miembros de la Otan, que si sufrieran alguna represalia rusa, plantearían el involucramiento directo de la alianza atlántica en la guerra. 
 Al mismo tiempo, Suecia y Finlandia (país que comparte 600 kilómetros de frontera con Rusia) iniciaron la discusión sobre su ingreso al club militar, un asunto que podría resolverse antes de fin de año. Moscú respondió con la amenaza de trasladar parte de su arsenal nuclear a Kaliningrado, un enclave sobre el Mar Báltico que quedó en manos de la Unión Soviética tras la Segunda Guerra Mundial, que linda con Polonia y Lituania, muy próximo también a Alemania.

 Moldavia

 Con todo, el punto más sensible en cuanto a una posible extensión de los choques pasa en estos días por Moldavia, una nación que limita con Ucrania. En la región autónoma de Transnistria, que tiene un gobierno afín a Moscú, hubo una serie de explosiones contra antenas de radios y edificios gubernamentales que las autoridades atribuyeron a milicias ucranianas. En Transnistria hay hace tiempo 1.500 soldados rusos apostados. Moscú es un proveedor clave de gas. 
 Las autoridades reaccionaron con pies de plomo, pidiendo al gobierno moldavo que no entre en provocaciones. Por ahora, la presidenta Maia Sandu -representante de una fuerza que venció en las últimas elecciones a una coalición de partidos cercana a Moscú- convocó un consejo de seguridad. Para mayor tensión, en los días previos, un comandante ruso había asegurado que uno de los objetivos del Kremlin en la nueva fase de la guerra era formar un extenso corredor terrestre desde el Donbas hasta Transnistria, incluyendo a la ciudad ucraniana de Odessa. Las declaraciones de otros funcionarios superiores llamando a respetar la integridad de Moldavia y el estatus especial de Transnistria fueron en sentido contrario, pero la desconfianza ya se había instalado.
 La dinámica de la guerra en Ucrania desmiente la versión interesada de los medios occidentales, según la cual Occidente se estaría limitando a repeler la agresión rusa. El imperialismo está atizando el conflicto en función de sus propios objetivos y sigue ampliando las fronteras de la Otan. Todo esto alimenta las posibilidades de una guerra mundial.
 Mientras tanto, la población ucraniana sigue padeciendo en carne propia las consecuencias, y en el plano internacional, el aumento en los precios de los combustibles y los alimentos acelera las penurias de las masas. La clase trabajadora debe movilizarse en rechazo de esta guerra. Fuera el imperialismo del este europeo. Fuera Putin de Ucrania. Por una Ucrania unida y socialista. Por la unidad internacional de la clase obrera para terminar con la barbarie de la guerra y sus responsables. Por gobiernos de trabajadores. Por la unidad socialista de Europa, incluida Rusia. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 27 de abril de 2022

Elon Musk compra Twitter en medio de una guerra imperialista y una guerra espacial


En medio de la guerra entre la OTAN y Rusia, del ascenso de contagios en Shaghai y otros lugares, y de la crisis financiera y alimentaria internacional, la atención de los medios fue acaparada por la compra de Twitter por el extravagante billonario Elon Musk, quien la retirará del mercado público de acciones. Todos esos acontecimientos se encuentran, sin embargo, ligados.
 Musk, que es también el dueño de Tesla, la empresa de autos a batería y de SpaceX, que fabrica cohetes para el espacio, incluso para la NASA, venció la resistencia del directorio de Twitter, cuando demostró que podía pagar por ella 44 mil millones de dólares –54.20 dólares por acción-. El directorio de Twitter había establecido una norma estatutaria que impedía a cualquier accionista tener más de un 15% de participación accionaria. Finalmente, capituló ante la masa de dinero reunida por Musk. Musk puso 21 mil millones de dólares en efectivo y la otra mitad la recaudó por medio de préstamos bancarios, para lo que tuvo que empeñar o hipotecar, como garantía del crédito, 60 mil millones del capital de Tesla –un 40% de los 240 mil millones de sus activos-. 
 Se trata, sin duda, de un compromiso especulativo muy alto, de un lado porque pone en riesgo a Tesla, que progresa a zancadas (ha comenzado a producir desde Alemania, su mayor competidor), y del otro porque Twitter está muy lejos de ser una máquina que produzca beneficios. Meta, la nueva denominación de Facebook, ha visto evaporarse 400 millones de dólares. Meta tiene ingresos anuales por 180 mil millones de dólares, en tanto que Twitter no supera los 30 mil millones. Musk se declaró dispuesto, como una garantía suplementaria, a vender una participación adicional en Tesla, si fuera necesario. Ante el periodismo justificó que si no adquiría Twitter ahora, podría no hacerlo nunca después, lo que pone en evidencia que no deposita mucha confianza en la solidez o consistencia de los mercados financieros internacionales –y no sólo los mercados, sino los gobiernos y los Estados. 
 Pero Musk, que tiene 88 millones de seguidores en Twitter, cree tener en claro lo siguiente: “Twitter es la plaza digital de la ciudad, donde se debaten los asuntos vitales para el futuro de la humanidad”. Sin orden de aparición, se refiere al derrumbe de la economía internacional ‘globalizada’, a la guerra mundial y a la disputa del espacio exterior por parte de compañías capitalistas y sus Estados. Hace un par de semanas, Musk reconectó la red digital de las fuerzas armadas de Ucrania hacia uno de sus satélites de comunicaciones, para hacer frente a la ciberguerra de Putin. 
 Twitter es un arma poderosa de interacción personal, sobre todo en el campo político, o sea, en la formación de la opinión pública. En las condiciones del capitalismo realmente existente, es un arma de la guerra de propaganda. Desde siempre ha sido objeto de manipulaciones que han mellado su efectividad y últimamente de proscripciones hacia lo que se ha tipificado como ‘fake news’, ‘mensajes de odio’ y toda clase de descalificaciones, y las legiones de ‘trolls’. Su utilización fue denunciada en las elecciones que llevaron a la victoria de Trump en 2016, y aún más en las acciones conspirativas que culminaron, por ahora, en el asalto al Capitolio de Washington en enero del año pasado. Sólo con el tiempo se conocerá de manera más cercana a la realidad la campaña de desinformación de la OTAN, que se presenta, en la guerra actual, como una fuerza de la democracia y de la paz, cuando esta guerra ha sido preparada meticulosamente por la OTAN desde la disolución de la Unión Soviética. 
 Frente a la crisis de Twitter y de otras redes, Musk plantea una reestructuración, que pretende completa de la red, en función de asegurar la “la libre expresión”. Es cierto que las redes son, en considerable medida, un vehículo de desinformación y un terreno de la agitación fascista. Las regulaciones estatales para “moderar’ sus implicancias son denunciadas como proscriptivas. Los algoritmos clasifican mensajes y usuarios en función de un mercado publicitario, que incluyen acuerdos de ‘exclusividad’, como se demostró en casos resonantes. En la línea de salir de este pantano, Musk ofrece hacer público el algoritmo que ‘selecciona’ los mensajes e intercambios –el “open code”. De otro lado, se propone introducir la identificación de los internautas por medio de un sistema de suscripciones, “edit button”, de modo de relevar la responsabilidad de la compañía y dirigirla hacia los protagonistas del medio. No es difícil advertir la incongruencia de la salida libertaria del autor, que conduciría a una intervención desorbitada de las autoridades judiciales y políticas, para bloquear lo que ahora hace el algoritmo. Es público y conocido que las redes de China y de Rusia han sido desalojadas de los medios de comunicación de los países de la OTAN, como parte fundamental de la guerra actual. Un ‘open source’ en medio de guerras, rebeliones y revoluciones, suena a un embuste. Si Musk emprende el camino que anuncia, no pasará de la fase de experimentación. La manida expresión de que “la primera víctima de una guerra es la verdad” tiene más vigencia que nunca, porque tiene que ver con una guerra imperialista y con la barbarie.
 Probablemente, Musk es un tero, o sea, que apunta hacia otro lado. La disputa por el espacio exterior puede ser caracterizada legítimamente como una guerra, porque apunta, como prioridad, a recoger minerales de la luna, que habilitarían el desarrollo de la fusión nuclear; una metodología para producir energía en forma abundante, barata y por sobre todo limpia. Estados Unidos y China se encuentran en la ‘pole position’ en esta carrera, e incluso China más avanzada que Estados Unidos. Los lanzadores y cohetes reusables de SpaceX desempeñarían en este desafío un papel sobresaliente. Pero las dificultades objetivas del emprendimiento alientan la oposición del capital ‘extractivista’; otro aspecto, más fundamental, es que el transporte estratégico espacial no será una empresa ‘pacífica’, como se está viendo. 
 Musk busca en Twitter la adquisición de un activo estratégico, que si cumple el objetivo que tiene reservado, valorizará el capital invertido a tasas extraordinarias. La prensa de la derecha norteamericana le tira misiles a este proyecto y lo acusa de “traición al Estado”. El enfrentamiento traduce el nivel que ha alcanzado la crisis política en Estados Unidos, y el entrelazamiento de esta crisis con la guerra mundial. Biden y el Pentágono llaman a ganar la guerra contra Rusia, porque un resultado diferente amenazaría, a término, con una guerra civil en la metrópoli del imperialismo mundial. El ascenso de luchas de la clase obrera norteamericana es el mayor de los últimos 70 años. 

 Jorge Altamira 
 27/04/2022

lunes, 25 de abril de 2022

Hoy en la Mesa Redonda: Primero de Mayo en Cuba


¡Liberen ya a Assange!


Con las firmas del Premio Nobel de la Paz (1980), Adolfo Pérez Esquivel, y la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, el Servicio de Paz y Justicia hizo un llamado “a todos los medios de comunicación, a periodistas que luchan por la libertad a pronunciarse” para “reclamar la libertad de Julián Assange; quien con coraje cívico, publica documentos de los EE.UU., país que viola los derechos humanos y de los pueblos”.
 Urgente… La Corte Suprema de Gran Bretaña decidió la extradición de Julian Assange a los Estados Unidos, decisión que lleva a una condena de muerte por defender la libertad de prensa. 
 Hacemos un llamado a todos los medios de comunicación, a los periodistas que luchan por la libertad, a pronunciarse y reclamar la libertad de Julian Assange, quien con coraje cívico publica documentos de los Estados Unidos, que viola los derechos humanos y de los pueblos. 
 Permitir que extraditen a Julian es una amenaza a la libertad de prensa y una grave advertencia a quienes cuestionen la política represiva y las graves violaciones de los derechos humanos y de los pueblos cometidas por los Estados Unidos. 
 Assange es víctima de la política de opresión de los Estados Unidos por defender la libertad de prensa. 
 Rechazamos la decisión de la justicia británica y reclamamos la libertad de Julian Assange. 

domingo, 24 de abril de 2022

El Trotsky de Padura y otras notas


Hay obras que me gusta leer después de un tiempo de reposo, y este ha sido el caso de la obra de Padura, “El hombre que amaba los perros”. De entrada, un enorme aporte literario sobre el personaje a la altura de la trilogía de Deutscher, mucho más lograda que el “Trotsky en el exilio” de Peter Weiss, obra ya olvidada del autor de “Marat-Sade”.
 Esta “novela histórica” evoca los últimos años de la trayectoria política y vital de Liev Davidovich Bronstein, alias Trotsky, y el cúmulo de circunstancias coincidentes en un tramo que Walter Benjamin definió como “la medianoche del siglo”. Es una historia que transcurre cuando se acababa de cumplir la segunda década de lo que había sido la revolución de octubre; una revolución contra la “Gran Guerra” que tuvo la audacia de “plantear” la revolución socialista en un país atrasado (Rusia), donde la clase obrera era una isla en un océano campesino y en donde a la “Gran Guerra” le sucedió una devastadora guerra civil contra la reacción, animada por la “Contra” internacional: Gran Bretaña, Francia, etc. Semejante audacia se justificó por una inmediata prolongación de la revolución internacional que no resultó triunfante, pero que dio lugar a una cadena de crisis sociales (hasta tres en Alemania entre 1918 y 1923) y que demostró, tanto a los poderosos como a los pobres del mundo, que todo podía ser posible. El fracaso de estas tentativas acabó mitificando una “revolución” que se enfrentaba al abismo y en cuyo seno estaba incubándose un “Termidor”. Todo sucedió en muy poco tiempo y en una coyuntura histórica en la que el capitalismo sufría la crisis más profunda de la historia. La debacle moral y económica del capitalismo llevó a las masas y a la izquierda a idealizar un régimen que creían mera continuación de la mítica toma del Palacio de Invierno exaltada en películas como “Octubre”. 
 El hilo narrativo nos lleva hacia dos “herederos” puestos en esta historia. De un lado, la víctima, León Trotsky; el personaje al que propios y extraños mencionaban junto con Lenin, entre 1917 y 1923, como los dos líderes más importantes de la revolución rusa. Del otro, el verdugo, Ramón Mercader; un vástago de la burguesía catalana, hijo de una mujer atormentada convertida a la fe que venía de Moscú y enamorado de África de las Heras; una militante que ponía “la causa” por encima de cualquier otra consideración. El autor, Leonardo Padura, penetra en la hasta ahora somera biografía de este último personaje; Ramón Mercader. 
 Pero la trama tiene más hilos; el lector se enfrenta a esta página clave de la historia del siglo XX, contada desde la perspectiva de una revolución que sufrirá un proceso de desnaturalización extrema en un país donde la tradición zarista y oscurantista se reencarnará en una burocracia que –como tantas veces sucede- travestida con los oropeles de la revolución, será férreamente controlada por un personaje como Stalin, una de las figuras más siniestras de la larga historia de la infamia. El autor emprende este viaje con la perspectiva que permite el final del siglo soviético y con la ayuda inexcusable de autores como Isaac Deutscher; autor de una trilogía inacabada con retratos de Stalin, de Trotsky, y un Lenin que no pudo acabar por su temprana muerte. Los lectores de Deutscher 1/ lo sentimos respirar a lo largo de esta evocación en la que se describen las luchas por el control de la gran maquinaria estatal soviética y del movimiento comunista internacional, cuyo aliento magnífico de los primeros años será sucedido por la ascensión de una nueva franja de “comunistas”, cuya primera divisa será la obediencia ciega a una pirámide cuyo centro incuestionable está en Moscú. 
 La (de hecho, inevitable) derrota del partido de la revolución en un país donde lo único que funciona es el aparado del estado, está descrita desde fuera y desde dentro. Es decir, desde la historia verificada por la documentación, los análisis y la propia interpretación de los móviles internos que efectúa con altura y precisión el novelista. Pocas veces hemos podido ver el escenario desde estas dos caras. Padura atraviesa minuciosamente esa suma de eventos que van desde la eliminación de los contendientes políticos mediante el destierro hasta el asesinato a sangre fría. Un proscenio que describe la primera fase del exilio de Trotsky, un hombre que ama profundamente a la gente y también a los perros (2), y en la que tiene lugar el asesinato de Jacob Blumkin, el “eserista” (Social-revolucionario) de izquierda. Blunkin, en las negociaciones del tratado de paz (con Alemania) de Brest-Litovsk en 1918, había atentado contra el propio Trotsky. Su fusilamiento, anunciado en los periódicos, escondió su “conversión” en un especialista militar del equipo que Trotsky movilizó al formar el Ejército Rojo. Estando su antiguo jefe exiliado en la isla de Prinkipo (Turquía), tuvo la imprudencia de visitarle de regreso a Moscú tras realizar un viaje oficial como miembro del aparato militar soviético, lo cual llegará a conocimiento de Stalin. Al asesinato de Blumkin le seguirá la aplicación de la metodología “marxista-leninista” de la eliminación física de los adversarios con quienes, en un primer momento de su ascenso al poder, Stalin había debatido en discusiones en las cuales el aparato votaba como un solo hombre. Pero en esa etapa final, la de la derrota de Trotsky, cuyo trasfondo histórico ya no es el escenario ruso sino el desastre del movimiento obrero alemán neutralizado por una guerra entre socialdemócratas y estalinistas, gracias a la cual llegará al poder Hitler, la “dialéctica” era la que imponían los asesinos a sueldo. De este modo entramos en la fase abierta por “los asesinos de Kirov”, una suma intensa de datos y controversias que Padura evoca con una prosa atrayente y un rigor a prueba de balas. Como en las grandes novelas de disidentes, como Víctor Serge, Padura describe los métodos cada vez más sutiles en la aplicación masiva del terror estalinista. 
 Toda esta parte histórica esta evocada con maestría en la novela. Asistimos al hecho de como Stalin descubre que la manera de quebrar a la mitad de sus oponentes consiste en forzarles a reconocer públicamente los peores crímenes y conspiraciones, aunque tampoco tardará en descubrir igualmente que la forma más inmediata y eficaz de eliminar a la otra mitad de los oponentes, consiste en forzarlos a ser acusadores y verdugos de la primera mitad en trance de ser eliminada. La suma de ejemplos de este exterminio, resulta literalmente aterradora. 
 Se trata –no hay que decirlo- de una trama nada fácil de contar. Pero Leonardo Padura la asume escogiendo una técnica narrativa de una complejidad casi barroca, pero sin embargo, el libro se desliza por nuestro imaginario atormentado por toda esta historia, como si estuviera navegando. Pone en la puerta un narrador en primera persona, al que no hay que confundir con el firmante del libro, que se llama Iván Cárdenas; un escritor fracasado que sobrevive en la Cuba del “Período especial” trabajando en una clínica veterinaria de ínfima categoría. 
 Este Iván es quien ha escuchado de labios de un exilado español oculto tras un nombre falso, el relato de los últimos días de Trotsky y las circunstancias de su muerte. Obsesionado por esa historia y aunque le aterran las consecuencias de lo que está haciendo, opta por reflejar en un manuscrito las confesiones del exilado, en el que no cuesta mucho reconocer a un Ramón Mercader, liberado de la URSS por estar enfermo de un cáncer Terminal, a quien le ha sido permitido instalarse en Cuba para que pase en paz sus últimos días. Con todo, este libro es “solamente” la trascripción de los últimos días de Trotsky realizada por Iván Cárdenas, pues éste le cede el manuscrito a su amigo Daniel Fonseca Ledesma, que lo lee y luego lo destruye como queriéndose desvincular de una historia siniestra, plagada de traiciones, debilidades y miserias pero que se resiste a morir porque ella (la historia) va pasando de unos a otros en un decidido empeño por sobrevivir y salir a la luz para ser conocida por todos. Como si la historia tuviese voluntad propia y se impusiese a la voluntad de quienes la escuchan y les obligase a contarla, aunque sea lo último que hagan en su vida.
 En contra de lo que han venido a decir los comentaristas de las páginas culturales de los periódicos “oficiales”, no hay en la obra de Padura el menor detalle que invite a una simetría bajo el amparo del juego de mano del “totalitarismo”. 
 Es más, aunque Padura nos describe a un Trotsky atormentado por la tragedia que golpea la revolución, a sus camaradas, amigos y familiares más queridos, y también por las consecuencias de aquella guerra civil en el seno del partido bolchevique –en palabras de Deutscher, tuvieron que quemar todo lo que antes adoraban y adorar todo lo que antes habían quemado-, lo cierto es que se puede decir que Padura, como ya antes André Breton, ha caído en un complejo de Cordelia 3/, pintando a Trotsky como un gigante de la revolución humano, tremendamente humano. 

 Pepe Gutiérrez-Álvarez 
14 Sep, 2021 
 Notas:

 1/ LA TRILOGÍA DE ISAAC DEUTSCHER SOBRE TROTSKY. 

 Me he referido en numerosas ocasiones a la trilogía de Deutscher y el lector podrá encontrar reflexiones añadidas en obras como Campos de batalla, de Perry Anderson (anagrama), o en las memorias de Tariq Ali, Años de lucha en la calle (Ed. Foca). Aunque autores como Pierre Broué (Fayard, 1989) y, más recientemente, Jean-Jacques Marie, Trotski. Revolucionario sin fronteras (2009, Fondo de Cultura Económica, ver reseña en la Web de Viento Sur), puedan atribuirle numerosos errores documentales y tomas de posición discutibles, hay tres aspectos en su trilogía que considero insuperado: el primero es obvio, y radica en su carácter “pionero” (fueron escritos en los años cincuenta), el segundo en su extraordinario brillo literario, y el tercero, en su capacidad de mirar a Trotsky de frente, y no de rodillas, como acaban haciendo tanto Broué como Marie, además, en el caso de este último por una obcecación de “demostrar” que su escuela es la “verdadera continuadora”. 

 2/. LA AMISTAD DE LOS PERROS. 

 «En nuestros días, no se puede consentir que exista un misticismo portátil, algo así como un perrito doméstico que uno lleva a su lado». Trotsky, Literatura y revolución. 
 “La mano nerviosa y fina que había dirigido algunos de los acontecimientos más grandes de este tiempo, se distraía acariciando a un perro que vagaba alrededor nuestro. Hablaba de los perros y yo observaba cómo su lenguaje se hacía menos preciso, su pensamiento menos exigente que de costumbre. Se abandonaba a amar, a atribuirle a un animal bondad natural, hablaba, incluso, como todo el mundo, de devoción.” André Breton.

 3/. EL «COMPLEJO DE CORDELIA» 

 «Qué hará Cordelia? Amar sin pronunciar palabra…» Shakespeare, El Rey Lear. 
 Es hacia finales de mayo o principios de junio de 1938, cuando Trotsky le pide a Breton, quien se encontraba en México, la redacción de un proyecto de manifiesto que debía servir de base de reagrupamiento a los escritores y artistas revolucionarios. Es entonces cuando se produce un extraño fenómeno: Breton, paralizado, «con el aliento de Trotsky en la nuca» -según la expresión de Van Heijenoort-, no logra redactar el proyecto solicitado. El retraso persistente provoca, en el transcurso del mes de junio, un breve y violento incidente entre Trotsky y Breton. En la ruta de Guadalajara, en medio de un viaje, Breton es obligado a descender del auto que encabeza la caravana; Van Heijenoort toma entonces su lugar cerca de Trotsky, quien viaja sentado en el asiento trasero del auto, derecho y silencioso, visiblemente irritado. Fue el retraso de Breton en redactar el manifiesto lo que provocó la cólera de Trotsky. Después de este incidente, hubo un enfriamiento que duró varios días, luego, las relaciones cálidas se restablecieron. A comienzos de julio hubo otro viaje de varios días a Patzcuaro. Después de las excursiones del día, por las noches se desarrollaban animadas discusiones alrededor de cuestiones del arte y la política. Hubo incluso la intención de publicar estas conversaciones bajo el título de «Las conversaciones de Patzcuaro» firmadas por Breton, Rivera y Trotsky. Lamentablemente, Breton cayó enfermo, afectado de pronto por una afasia. El león surrealista (Breton) estaba privado de su voz frente a la estatura imponente del águila (Trotsky). Por cierto, se pueden hacer comentarios sobre las razones sicosomáticas de esta enfermedad repentina, que, por desgracia, nos privó de un libro magnífico, que hubiera rivalizado con las conversaciones entre Goethe y Eckermann. Breton sintió la necesidad de explicarse acerca de su inhibición, en una carta a Trotsky, escrita en el barco que lo llevaba de vuelta a Francia: “Así, muy frecuentemente, me he preguntado lo que sucedería si, aunque sea imposible, me encontrase frente a uno de esos hombres alrededor de los cuales he moldeado mi pensamiento y mi sensibilidad: digamos por ejemplo, Rimbaud o Lautréamont. Me sentiría de golpe extrañamente privado de medios, preso de una especie de necesidad perversa de disimularme. Es lo que yo denomino, recordando al Rey Lear, mi «complejo de Cordelia»: no se burle, es totalmente innato, orgánico, lo creo totalmente imposible de desarraigar. Usted es, precisamente, uno de esos hombres, quizá también -no estoy del todo seguro, a causa de Freud – el único vivo. (…) Pero no lo aburriré más con estas explicaciones sentimentales. Tal vez puedan solamente hacer justicia sobre el malentendido de la ruta de Guadalajara, que usted tuvo razón en querer dejar en claro.»

sábado, 23 de abril de 2022

Alejo Carpentier en en su reino del Caribe


Suecia y Finlandia: la OTAN abre un segundo frente


A horas de que Rusia relanzara su ofensiva sobre Ucrania, enfocando sus fuerzas sobre el Donbass, la OTAN se prepara para abrir un segundo frente, incorporando a Suecia y Finlandia a la OTAN y a la guerra. Los gobiernos de ambos países han declarado que abandonarán la historia de neutralidad militar frente a Rusia. Incluso hasta enero de este año, la Primera Ministra de Finlandia consideraba que unirse a la OTAN, al menos durante su mandato, era “muy improbable”. Ahora preparan un proceso express que quizás se limite a un debate parlamentario. Las autoridades y cuadros militares escandinavos especulan que las consecuencias de la adhesión, en el plano militar, serían manejables (Breaking Defence, 8/4). 
 Si bien tanto Suecia como Finlandia tienen una larga historia de colaboración con la OTAN, su incorporación tiene como principal implicancia estratégica que EEUU podrá desplegar su armamento ofensivo (incluyendo armas nucleares) e infraestructura militar en esos territorios. La extensa frontera que Finlandia comparte con Rusia es varias veces mayor que la que ésta comparte con los países bálticos, miembros de la OTAN desde 2004. Desde el punto de vista de la OTAN, la adquisición de estos nuevos países no sólo es congruente con la vieja estrategia de “contención” sobre Rusia, sino también con una nueva que está asomando en Ucrania, que tiene por objetivo “sobreextender y desbalancear” al régimen putiniano. Ya en 2019 la RAND Corporation había publicado un estudio evaluando un amplio abanico de opciones de acuerdo a sus costos, riesgos y beneficios. En ese estudio, se concluía que la opción de armar a Ucrania hasta los dientes era por lejos la menos riesgosa y costosa para EEUU y la de mayor potencial para desbalancear a Rusia (1).
 Los gobiernos de Suecia y Finlandia usan las encuestas para legitimar su giro estratégico. No faltará izquierdista que querrá ver en ello una expresión de la autodeterminación de los pueblos escandinavos. Algún democratizante quizás ponga el reparo de la falta de un referéndum. No obstante, unirse a una alianza militar imperialista nunca puede ser invocada como una legítima expresión de su propia autonomía. 
 La OTAN nunca cae como paracaidista en los países. Pasa años y décadas de preparación mediante una sistemática penetración política e ideológica en el aparato de Estado (fundamentalmente los servicios de inteligencia y cuadros de las fuerzas armadas) y sembrando las semillas en la llamada ´sociedad civil´ por medio del copamiento gradual de los medios de comunicación. Incluso cuando todos los componentes del ´poder blando ́ fallan, la OTAN se las ha arreglado para tomar ´aliados´ a como dé lugar. El caso de España es paradigmático, el país fue ingresado a la alianza en 1982 con un apoyo ultra minoritario. Dos años después, el gobierno del PSOE siguió por ese camino, postergando un referendum al respecto. El referéndum en sí, cuatro años más tarde, resultó amañado y arrojó por un resultado ajustadísimo a favor de España permanezca en la OTAN con una serie de condiciones, que fueron sistemáticamente violadas en la práctica (Público, 10/3/16). No son los países quienes ´libremente´ eligen formar parte de la OTAN, es ésta la que elige a los países. Disfrazar la toma de Suecia y Finlandia por la OTAN como una expresión de afirmación y autonomía nacional es una estafa.
 La expansión de la OTAN a Suecia y Finlandia no mejorará su seguridad, precisamente se hace a expensas de ella. Ucrania (un objetivo militar mucho más difícil para Rusia que lo que podría ser Finlandia) está siendo destruida por Rusia precisamente para evitar su ingreso en la alianza. Durante la Guerra Fría, la neutralidad garantizó a Suecia y Finlandia buenas relaciones con la URSS, incluso a pesar del posicionamiento pro nazi de ambos durante la Segunda Guerra Mundial. No sólo jamás estuvieron amenazados de ser absorbidos por la Tercera Guerra Mundial sino que ese status y los acuerdos con Moscú permitieron mantener esa región libre de armas nucleares. Rusia ha advertido a ambos países que su ingreso en la OTAN tendrá consecuencias militares, incluyendo el despliegue del armamento nuclear. 

Leib Erlej
 22/04/2022 

(1) https://www.rand.org/pubs/research_briefs/RB10014.html

viernes, 22 de abril de 2022

La libertad vigilada de los libertarios


El gobernador Ron DeSantis de Florida ha prohibido 54 libros de matemáticas alegando que incluyen la teoría crítica de la raza y nuevos métodos pedagógicos que, según él, “no son efectivos” como el Aprendizaje social y emocional (SEL). 
 No explicó ni discutió qué párrafos de las matemáticas pueden ser antirracistas, pero dio una conferencia de prensa con el estilo propio de los políticos de la negación: con furiosa obviedad sobre cómo se creó el universo, la moral y el sexo de los caracoles. 
 Los medios y las plataformas crean una necesidad psicológica y los políticos de la negación venden a los consumidores la droga que los alivia, droga con todos los ingredientes reaccionarios que se puedan imaginar: seguridad, inmediatez, victimización. Algunas alucinaciones son tan viejas como la Teoría del genocidio blanco, inventada en el siglo XIX cuando los negros se convirtieron en ciudadanos, casi en seres humanos. 
 Esta política de la negación profundiza y limita la discusión a la política de identidad (como la negación del racismo; la negación de la existencia de gays y lesbianas) silenciando la matrices como la existencia de una lucha de clases y cualquier forma de imperialismo propio. Si de eso no se habla, eso no existe. 
 Este producto se vende tan bien que, como ha ocurrido desde hace siglos, se ha exportado manufacturado a las colonias del sur. Por ejemplo, solo el nombre “libertarismo”, ahora bandera de figuras ascendentes de la extrema derecha en América latina como el argentino Javier Milei, es una copia literal de los “libertarians” que surgieron en Estados Unidos como reacción a la humillante elección de un mulato como presidente de Estados Unidos en 2008. Como el Tea Party, estos grupos siemrpe se justifican en una tradición que toman de los llamados Padres Fundadores. Incluso en Argentina y Brasil se han usado la bandera amarilla con la serpiente que representaba la unión de las Trece Colonias y que enroscada sobre el lema “No pases sobre mí” más bien parece un emoji de excremento humano. También en Europa, en América latina y hasta en Hong Kong los grupos de derecha han hondeado la bandera racista y esclavista de la Confederación. 
 Muchos estadounidenses que flamean esta bandera en sus 4×4 se sorprenden cuando uno les recuerda que es la bandera del único grupo que estuvo cerca de destruir el país que dicen defender (Estados Unidos) con el objetivo de mantener la esclavitud y el privilegio de los blancos. Muchos ni siquiera lo saben porque en este país la historia cruda es uno de los tabúes más consolidados. 
 No sin paradoja, fue un conservador libertario, el representante por Texas y candidato a la presidencia Ron Paul, quien reconoció y condenó la tradición imperialista de Washington y la responsabilizó de los líderes latinoamericanos como Fidel Castro y Hugo Chávez. “Nosotros no recordamos nada y ellos no se olvidan de nada”, dijo en un debate. Por esta insistencia, fue silenciado por la gran prensa y muchos de sus seguidores (entre ellos algunos de mis ex estudiantes, quienes continúan militando en política) se convirtieron en votantes del socialista Berenie Sanders. 
 El nuevo mote de “libertario” fue una estrategia conocida en los negocios: cuando una empresa está quebrada por las deudas, se la declara en banca rota, se le cambia el nombre y se continúa con en el mismo negocio. Lo mismo ha ocurrido con el neoliberalismo. Impuesto a la fuerza de las armas en Chile con Pinochet y por la fuerza de los bancos internacionales en decenas de otros países en los 80s y 90s y, más recientemente, con Mauricio Macri en Argentina y Luis Lacalle Pou en Uruguay, siemrpe han terminado en un doloroso fracaso, no sólo económico sino social. Fracaso, naturalmente, no para sus intereses de clase. 
 Libertario y neoliberal son la misma cosa, pero los libertarios le agregaron la furia de Savonarola y Lutero. Es la misma diferencia que hay entre el sermón pausado de un sacerdote católico y la arenga sudorosa de un pastor protestante. ¿Recuerdan aquellos muchachos tan amables con acento inglés que predicaban barrio por barrio salvando almas (sobre todo las suyas) allá en los 70s y 80s? Bueno, la semilla ha dado frutos. 
 Contrario a las de los Padres Fundadores estadounidenses que insistían en separar la religión del Estado (herencia de los filósofos de la Ilustración), los libertarios han metido al misionero en los gobiernos. En Brasil organizaron rezos en un congreso; la misma esposa del presidente Bolsonaro es una influyente pastora; en Costa Rica la esposa de un candidato “hablaba en lenguas” para apoyar la campaña electoral; más recientemente el diputado Milei argumentó en la cámara contra los impuestos citando la Biblia: los judíos se fueron de Egipto para escapar de la esclavitud y de los impuestos, como ahora se van los empresarios de Argentina. La lista es larga y significativa.
 La política de la negación es la política del exitismo frustrado: “la derecha sabe gobernar pero tiene mala suerte”, por eso fracasa siempre. El sentimiento de frustración fue una razón para que tantos millones de europeos civilizados apoyasen el fascismo y el nazismo hace cien años. Si ya no lo vemos venir, es porque estamos dentro de ese absurdo suicida. 
 ¿Qué hay más adoctrinador que repetirle a los niños que somos los campeones de la libertad? Que nunca invadimos para defender intereses económicos sino, como decía Roosevelt y los esclavistas, por altruismo, para llevar la libertad a los países de negros que no saben gobernarse. ¿Qué hay más adoctrinador que negar los horrores de una historia de la que no somos responsables pero la adoptamos cuando decimos “nosotros” y acto seguid negamos haber hecho nada malo? 
 Por si todo este fanatismo fuese poco, el gobernador DeSantis, como ahora sus remedos del Sur, también insiste en que los profesores y los activistas por los derechos civiles adoctrinan a los jóvenes, pero ¿qué adoctrinación es más radical que enseñar a negar la historia en nombre de Dios, la libertad, la patria y la familia? 
 ¿Qué más radical que presentar a los tradicionales opresores de clase, de género y de etnias ajenas como víctimas?
 ¿Qué más radical que el poema de Kipling, “La pesada carga del hombre blanco”, bandera del imperialista feliz que en una mano cargaba la Biblia y en la otra el látigo?
 ¿Qué más radical y qué peor adoctrinación que la política de la negación que permite que se comentan viejos crímenes colectivos como si fuesen derechos tribales?
 ¿Qué más radical, dogmático, doctrinario e hipócrita que llenar tribunas con discursos contra la “cancel culture” (cultura de la cancelación), furiosos discursos sobre la libertad y, apenas llegan al poder se dedican a aprobar una y otra vez leyes prohibiendo decir esto, discutir aquello, hacer lo otro? La misma hipocresía de los esclavistas de Estados Unidos que defendían la expansión de la esclavitud en nombre de la libertad, el orden y la civilización. Nada diferente a los dictadores latinoamericanos promovidos por las Transnacionales, herederas de los poderosos esclavistas sureños.
 Esta derecha rancia y rejuvenecida a fuerza de cirugía es tan libertaria que solo prohíbe algo cuando los de abajo amenazan con obtener o conservar algún derecho. Siemrpe en nombre de la Ley y el Orden. Como decía Anatole France, “la Ley, en su magnífica ecuanimidad, prohíbe, tanto al rico como al pobre, dormir bajo los puentes, mendigar por las calles y robar pan”. 

 Jorge Majfud | 22/04/2022

jueves, 21 de abril de 2022

La crisis y las luchas obreras en Brasil


En los últimos días nuevas huelgas han sido lanzadas por varios sindicatos obreros frente al recrudecimiento de la miseria social impuesta a la clase obrera brasileña luego de padecer una verdadera catástrofe social y sanitaria con las políticas impulsadas por el gobierno de Bolsonaro y las patronales, que durante la pandemia se han opuesto a las medidas de aislamiento social y cuarentenas apelando a la inmunidad de rebaño y a la apertura indiscriminada de la actividad económica y que ha llevado a la pérdida de 662 mil personas. 
 Tras tres años de congelamiento salarial y en medio de una inflación que no para de crecer, ahora propulsada por la guerra en Ucrania, los trabajadores salieron a la lucha para enfrentar la carestía, la miseria y los ataques a las conquistas y derechos golpeados por reformas laborales y previsionales; la precarización laboral y la desocupación masiva. 

 Crecen las huelgas 

Los metalúrgicos de la CSN (Companhia Siderurgica Nacional) llevan dos semanas de huelga y piquetes exigiendo un reajuste del 30% de sus salarios como forma de recuperar la pérdida salarial de los últimos tres años. De acuerdo al sindicato Metabase adherido a Conlutas, la empresa registró un crecimiento de sus ganancias del 300% en los últimos años. La patronal se niega a reabrir las paritarias. 
 Asimismo, los metalúrgicos de AVIBRAS ( en el ABC paulista) llevan 10 días de huelga y ocupación para enfrentar el pedido de recuperación judicial de la empresa que llevó a atrasos en el pago de salarios y a 420 despidos. Al calor de esta enorme lucha los trabajadores han obtenido un primer triunfo con la reincorporación de todos los despedidos. La dirección sindical forma parte de Conlutas. También en el ABC los trabajadores de Toyota están en proceso de movilización frente al anuncio de la patronal nipona de trasladar su planta a otra región, dejando a 520 trabajadores en la calle. A principios de abril, otra huelga victoriosa de metalúrgicos en el ABC fue la de TI Automotive, autopartista proveedora de la General Motors Hyundai, Peugeot y Fiat, arrancaron un aumento de 10.000 reales en la participación de ganancias de la empresa, un 30% superior al del año anterior. 
 Los trabajadores del pulpo minero Vale do Rio Doce están en plan de lucha con paros y piquetes en Espíritu Santo y Minas Gerais contra los miles de despidos bajo el pretexto patronal de reducción de costos. Los trabajadores denuncian que en 2021 la empresa obtuvo lucros por 1.210 millones de reales. También en Espíritu Santo los metalúrgicos de Elfe Operaciones y Manutención que presta servicio a la Petrobras realizaron este jueves 14 medidas de lucha por los cobros de los salarios adeudados desde hace dos meses. Ya este lunes 18 los empleados estatales del Instituto Nacional de Seguridad Social (nuestro equivalente al Anses) ocuparon la superintendencia de San Pablo y los empleados de la Receita Federal (la dirección impositiva nacional) comenzaron un paro por tiempo indeterminado. 
 Esta onda expansiva huelguística está corroyendo hasta las entrañas del propio Estado. La Policía Federal, base electoral del bolsonarismo, amenaza con ir a la huelga después de rechazar por "ridículo" el aumento del 5% previsto por el gobierno y denuncian al presidente por "no cumplir su compromiso de campaña electoral" (CB, 15/4).

 Una situación explosiva 

Brasil se encuentra sumergido en una fuerte y prolongada crisis económica y financiera desde los comienzos de la recesión en 2014, luego agravada durante la pandemia y ahora por la guerra imperialista en Europa; la desocupación alcanza la brutal cifra de 15 millones de trabajadores. En este cuadro de enorme pauperización del conjunto de la clase obrera, la inflación de marzo fue la mayor para el mes en 28 años. En 12 meses (desde abril de 2021 a marzo de 2022) fue del 11,34% donde los alimentos y el combustible registraron los mayores aumentos de precios pegando duramente en los bolsillos de las masas populares. La garrafa de gas aumentó un 30%. La inflación acumulada en el año, desde enero, fue de 2,68% para los sectores más ricos y de 3,4% para las familias más pobres. "Proyecciones del mercado financiero apuntan que la inflación debe cerrar por encima del 8% en 2022" (Correio Braziliense, 14/4). 
 Los nuevos tarifazos golpearon aún con mayor dureza las economías de las familias obreras con 28,5% de aumento en la energía eléctrica y de 29,6% en el gas. Según las últimas estadísticas del DIEESE (Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos) en marzo el salario mínimo para cubrir los gastos de un trabajador y su familia sería de 6.395 reales. Ese valor es 5,28% el salario mínimo vigente en Brasil, de 1.212 reales. 
 La proyección de la suba de la tasa de interés para este año es de 13%. El Copom (Comité de Política Monetaria) del Banco Central elevó nuevamente, el 16/3, la tasa básica de intereses. Con esta suba de un punto porcentual, la tasa de interés llega ahora al 11,75% anual, el mayor nivel desde febrero de 2017.
 Apenas un año atrás, en marzo de 2021, la tasa estaba en 2%, el menor nivel de su historia. Con una secuencia de nueve altas seguidas la tasa del Banco Central subió 9,75% en 12 meses en un esfuerzo de frenar la inflación, su contracara es una inminente recesión económica, una aumento del desempleo y un aumento. La tasa de familias endeudadas en Brasil entraron al 2022 a la más alta de su historia con un 76,3%, en su enorme mayoría se trata de familias que deben financiar su consumo cotidiano con créditos. Los que han entrado a la cuenta de deudores morosos llega al 26%, mientras que aquellas familias que declaran no tener condiciones de pagar sus cuentas se eleva a un 11% (economía.uol.br). El consumo popular se verá en ruinas llevando los niveles de miseria y pobreza a niveles de barbarie. Como se puede deducir, la situación financiera es explosiva. Todas las encuestas señalan que el gobierno derechista de Bolsonaro es visto por la enorme mayoría de la población como el responsable del derrumbe económico y del crecimiento de la miseria. Todos los analistas ya pronostican la derrota electoral sin atenuantes de Bolsonaro el 2 de octubre. La deuda pública del país supera el 80% del PBI. 
 Las patronales se encuentran ante esta formidable ofensiva obrera que salió a la lucha para impedir ser arrastrados a esta situación de miseria, hambre y barbarie a que este régimen social capitalista en bancarrota y su gobierno bolsonarista de turno los condena. Luego de años de ataques a las conquistas laborales y a las condiciones de vida de las vastas masas populares, los trabajadores dicen basta. La punta de lanza reivindicativa es el reajuste salarial luego de tres años de congelamientos. La clase obrera ha entrado en la escena nacional decididamente, a través de huelgas con piquetes y ocupaciones de fábricas. 
 Hay que señalar el vasto proceso de huelgas prolongadas con los métodos del piquete y la ocupación de planta se desarrolla como producto de masivas asambleas al interior de las empresas, retomando las mejores tradiciones combativas del proletariado brasileño. Miles de activistas se están forjando en estas luchas y aparecen direcciones clasistas y agrupamientos antiburocráticos como es el caso de los garis de Rio de Janeiro. 
 En pleno auge huelguístico, Lula se reunió con la dirección burocrática de la central sindical centroizquierdista CUT para decirles que de vencer en las elecciones este año irá a "mejorar la legislación laboral", dejando claro que esto se lograría “creando una mesa de negociación con los sindicatos y con los empresarios; no haremos nada por la fuerza" (Sitio oficial de la CUT 14/4). En un encuentro del que fuera su sindicato Lula no dedicó una sola mención a este gigantesco proceso huelguístico, mucho menos propuso la derogación de la "reforma" laboral y previsional de Temer/Bolsonaro, una de las consignas estratégicas fundamentales del movimiento obrero brasileño.
 A la izquierda que aún se referencia en la clase obrera se le abre un terreno muy propicio para aglutinar a estas camadas de nuevos activistas, huelguistas y piqueteros, para convocar a una coordinación nacional de lucha en el camino a la huelga general para imponerles al gobierno de Bolsonaro y al conjunto de la patronal todas las reivindicaciones levantadas e ir más allá, creando las condiciones para una lucha de conjunto por la derogación de las reformas y leyes reaccionarias y anti obreras y, finalmente, para derrotar con los métodos de la lucha de clases al gobierno de Bolsonaro. Para ello es imprescindible la organización independiente del movimiento obrero que supere la parálisis de las burocracias sindicales y erija nuevas direcciones clasistas y luchadoras. 

 Hernán Gurian 
 19/04/2022

miércoles, 20 de abril de 2022

Tiroteo en el subte de Nueva York: socialismo o barbarie


El martes pasado, 12 de abril, se generó un violento ataque con un arma de fuego que tuvo lugar en la estación de la Calle 36 y la 4° Avenida, del barrio Sunset Park, y se suma a un creciente número de tiroteos masivos que han tenido lugar en el último tiempo, en EEUU. Recientemente se informó que la policía de Nueva York detuvo a un neoyorquino de 62 años, sospechoso de ser el responsable de activar, en plena hora pico, dos granadas de humo y de disparar 33 veces contra los pasajeros de un vagón del subte cuando entraba en la estación “36 Street” de Brooklyn. En total, 23 personas resultaron heridas, 10 de ellas, de bala, aunque ninguna vida correría peligro. 
 Según se dio a conocer por AFP, el tiroteo en Nueva York fue un día después del anuncio del presidente Joe Biden para regular las "armas fantasmas", de fabricación casera y difíciles de rastrear, con componentes frecuentemente comprados a través de Internet.
 Frente a esa situación, el Gobierno de Biden preparó un paquete de normativas para elevar el control de las armas de fuego en Estados Unidos. Las “armas fantasma” deberán someterse a la misma regulación que las tradicionales. 
 Los lobbys de la industria armamentística, en nombre de la Segunda Enmienda de la Constitución -que estipula el derecho a poseer y portar armas- ya expresaron su rechazo. El grupo Gun Owners of America anunció que “así como nos opusimos a la prohibición arbitraria de los aceleradores de disparos por parte de la Administración Trump, GOA también demandará a la ATF de Biden para detener la implementación de esta regla”, indicó en un comunicado Aidan Johnston, director de asuntos federales del movimiento. 
 Más de 20.000 “armas fantasma” fueron vinculadas a delitos en el último año, según France 24. Solo en 2021 las autoridades hallaron alrededor de 20.000 posibles “ghost guns” involucradas en investigaciones criminales, en EEUU. Por su parte, el grupo de investigación Gun Violence Archive (GVA) indicó que en Estados Unidos se registraron 131 tiroteos masivos desde que inició el 2022 hasta este martes 12 de abril, incluyendo el ocurrido en Nueva York. El ente también precisó que, en 2021, para esta fecha, habían sido reportados 140 ataques. Esta escalada de violencia en EEUU, encuentra crecientes evidencias en las estadísticas de la GVA. Hasta el 11 de abril se registraron 5.101 muertes y 9.322 personas heridas por armas de fuego. Además, 274 niños menores de 11 años fueron baleados, mientras que 1.888 adolescentes de entre 12 y 17 años recibieron disparos. Dentro de los datos también se precisan 292 casos de defensa propia y 394 accidentes no intencionales, entre otros. 

 Las raíces de la violencia 

Hace un mes que estalló la guerra sobre Ucrania y los intereses imperialistas promovidos estratégicamente por la OTAN y EEUU, encuentran un ejemplo ilustrativo de ello en los anuncios recientemente efectuados por Biden, con respecto a que su gobierno enviará 800u$S millones adicionales al presupuesto que ya viene otorgando, en asistencia militar para el gobierno ucraniano.
 De este modo, se expandirá el alcance de su arsenal militar, incluyendo artillería pesada con el objetivo de enfrentar la avanzada rusa sobre el Este de Ucrania. El “paquete de ayuda”, desde que comenzó la guerra, está compuesto por la suma de 2.5 billones de dólares y contiene desde sistemas con ráfagas de artillería, once helicópteros Mi-17, 300 drones, hasta asistencia marítima de defensa armada, según aseguró el propio Biden, luego de una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy. John Kirby, portavoz del Pentágono, resaltó que este nuevo equipamiento militar, requerirá el entrenamiento del ejército ucraniano, por parte de EEUU. 

 Socialismo o barbarie 

Frente la etapa abierta de guerras imperialistas, con la OTAN y EEUU a la cabeza, que se evidencia por un lado en el umbral extremo al que llega el capital en su manifestación más clara de violencia en el pasaje de la Guerra Comercial a la Guerra bélica abierta por mercados y territorios y por otro lado, a la violencia que se demuestra que las posiciones que pugnan por las “libertades individuales” en relación a las armas de fuego, solo llevan a una barbarie de un grado inusitado. 
 Es imperiosa una reorganización social bajo otras bases, que solo podrá ser llevada a cabo mediante la intervención directa de la clase obrera, desarrollando un programa por el poder que logre dotarla de una fisionomía propia, poniendo fin a la explotación del hombre por el hombre y acabar a su vez, con toda guerra imperialista. 

 Sergio Escalas 
 20/04/2022

lunes, 18 de abril de 2022

La guerra en Ucrania y sus consecuencias mundiales, hoy en la Mesa Redonda


La debacle económica-humanitaria de Ucrania


Convertir a Ucrania en una punta de lanza para tratar de destruir a Rusia, bajo las órdenes de Estados Unidos y de la OTAN, le ha costado al presidente Volodimir Zelenski llevar al país a una completa debacle económica y humanitaria. 
 Miles de muertos y heridos, millones de refugiados, destrucción de infraestructuras y un daño económico multimillonario son las consecuencias de la operación militar especial lanzada por Moscú para defender a las repúblicas de Donetsk y Lugansk del genocidio sufrido desde 2014 por parte de Kiev, y desmilitarizar y desnazificar al país vecino. 
 También Rusia calculó que era mejor salvaguardar a su nación ante el inminente peligro que representaba una Ucrania unida a la OTAN en su frontera, donde en 30 laboratorios biológicos se procesaban varios patógenos del ántrax, tularemia, brucelosis, cólera, leptospirosis y peste porcina africana, proyectos encargados directamente por el Pentágono. 
 Esa es la verdadera historia de esta guerra en la que los medios de propaganda occidentales tergiversan las informaciones y descargan todo su odio contra Rusia. 
 La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, señaló en una reciente entrevista, que Moscú había advertido a Kiev que «se iba a caer en pedazos si no adoptaba una política nacional equilibrada y basada en los ejemplos de los logros europeos». 
 En el plano económico, la ministra ucraniana del ramo, Yulia Svyrydenko cifró en 564 900 millones de dólares el impacto directo de las destrucciones que incluyen las consecuencias indirectas de los combates en la economía, como el aumento del desempleo, la reducción del consumo de los hogares o la disminución de los ingresos del Estado. 
 Svyrydenko, que también es viceprimera ministra, agregó que las mayores pérdidas se hallan en la infraestructura con casi 8 000 kilómetros de carreteras dañadas o destruidas, así como estaciones de trenes y aeropuertos. Estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) tendría una contracción de más del 55 % en comparación con 2021. 
 A esas grandes pérdidas hay que sumar las del sector agrícola, uno de los principales suministradores al aporte de su PIB. Estados Unidos y Occidente, que han hecho todo lo posible por extender la guerra con la finalidad de demonizar a Rusia y provocarle grandes pérdidas militares y económicas, le han otorgado a Kiev millonarios préstamos (para la compra de todo tipo de armamentos) los que tendrán que reembolsar en el futuro con los consabidos intereses.
 A principios de marzo, el Banco Mundial (con aportes de Suecia, Reino Unido, Países Bajos, Dinamarca, Letonia, Lituania, Polonia e Islandia) estableció un programa urgente de financiamiento por 489 millones de dólares para “ayudar” a Ucrania, pero con garantías por un monto de 139 millones de dólares. 
 El país deberá devolver al menos el 50 % del monto, mientras que, por lo general, la otra mitad es a fondo perdido, aunque deberá demostrar hacia dónde se van esos recursos, o sea, la fiscalización será permanente. 
 El Fondo Monetario Internacional (FMI) también llegó con sus conocidas “bondades” financieras y proporcionó a esa nación un crédito por 1 400 millones de dólares, unido a cláusulas que impone ese organismo en detrimento de programas sociales, las que deberá cumplir Kiev cuando finalice el conflicto. 
 Con base al artículo cuatro del reglamento del FMI, el régimen de Ucrania tendrá que regresar el monto otorgado en un periodo determinado. 
 Como impulsor de esa guerra, el Gobierno estadounidense ha sido el más magnánimo al aprobar presupuestos al régimen de Zelenski por más de 14 000 millones de dólares como préstamos de garantía soberana. 
 La Unión Europea entregó fondos para el envío de material bélico por 1.100 millones de dólares. Según cálculos de varias entidades financieras, los préstamos puestos por Occidente a disposición de Kiev para tratar de prolongar ese conflicto, se estiman en la abultada cifra de 27 000 millones de dólares.
 Las grandes pérdidas de vidas humanas, los traumas y secuelas psicológicas para la población, unidas a los desastres económicos-financieros dejarán huellas difíciles de reparar en años a la antes floreciente Ucrania. 
 La jugada de Zelenski y sus ultraconservadores de seguir ciegamente las órdenes de Washington para debilitar a Rusia les falló por completo.
 Como advirtió María Zajárova, “Kiev se caería a pedazos” si no adoptaba una política nacional equilibrada. Moraleja: el que no oye consejo no llega a viejo. 

 Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

domingo, 17 de abril de 2022

El mercado internacional dolarizado se resquebraja


Rusia reorganiza el funcionamiento de su sistema financiero y evita el colapso de su economía. 

 En dos días el dólar subió de 83 rublos a 170. Estados Unidos y Europa extendieron la guerra a las finanzas al sancionar a Rusia luego de la invasión a Ucrania. Militarizaron el uso del dólar y el euro al decidir excluir a Rusia del sistema monetario global, con el objetivo de aislar y convertir a Rusia en un paria financiero y “el rublo en escombros” (en palabras de Biden).
 Las sanciones consensuadas entre la Comisión Europea y Estados Unidos expropiaron 300 mil millones de dólares del Banco de Rusia, excluyeron los bancos rusos de hacer transferencias y pagos internacionales. Y también expulsaron al rublo de Euroclear, lo que impidió a Rusia pagar los bonos de deuda en rublos. Nos “declararon la guerra financiera” dijo Putin. Los objetivos eran “dañar significativamente la economía rusa, empujar la moneda rusa en ‘caída libre’”, según los voceros de Europa y Estados Unidos (Financial Times, 6/4). 
 El rublo se devaluó y en dos días el dólar subió de 83 rublos a 170. El gobierno ruso subió la tasa de interés a 20% y limitó la compra de dólares. Pero la calma retornó con la decisión del gobierno ruso de que el pago del gas que se vende a Europa debe realizarse en rublos, o cortaría el suministro. La Unión Europea no tuvo una reacción unánime, ya el reelecto Víctor Orban de Hungría dijo que no tiene problemas en pagar en rublos. 
 El rublo comenzó a revaluarse y regresar al nivel previo a la invasión de Ucrania, el dólar cotiza hoy en 83 rublos y el Banco de Rusia redujo las tasas de interés a 17%. Las sanciones fracasaron en hundir la moneda rusa y generar un caos financiero.

 El sistema de pagos internos se reorganiza en rublos 

Otro frente de dificultades fue abierto cuando Visa y Mastercard, decidieron irse y dejaron súbitamente al país sin su sistema de pagos internos e internacional, siguiendo el éxodo de empresas extranjeras de Rusia.
 Ya estaba funcionando un sistema de pagos administrado por el Banco de Rusia, que desde la anexión de Crimea en 2014 organizó un sistema de pagos que elude la dependencia de las tarjetas de crédito internacionales. El Sistema Nacional de Tarjetas de Pago de Rusia (NSPK). Y emitieron tarjetas llamadas MIR, medio por el cual se pagan las pensiones. En 2021 ya habían emitido más de 100 millones de tarjetas procesadas con el sistema NSPK (The Guardian, 6/3). Las sanciones no lograron quebrar el rublo y “reducirlo a escombros” ni la salida de Mastercard y Visa lograron interrumpir el sistema de pagos internos. Las sanciones fracasaron en su propósito de quebrar la economía y generar el caos interno. Fueron un estímulo para la organización de un sistema financiero alternativo en rublos que prescinde del dólar. 
 Las exportaciones de petróleo y gas aumentan los ingresos La Unión Europea que junto a Estados Unidos expropió sus reservas “no prohibirá las importaciones de petróleo ruso por ahora y se centrará en la tarea mucho más fácil de eliminar el carbón menos valioso ”, rebela la dependencia de los suministros de Rusia (Político, 5/4).
 Las exportaciones de petróleo a India y China aumentan y compensan la reducción de envíos a Europa. Funcionarios de la India hacia donde las exportaciones de petróleo se cuadruplicaron en marzo, están organizando un sistema de pagos en rublos y rupias (Financial Times, 18/3). Las exportaciones de gas y petróleo generan 9.600 millones de dólares adicionales en ventas de energía en abril debido a los altos precios del petróleo (Reuters, 5/4).

 China organiza un sistema de pagos y bolsas en yuanes 

China organizó el Sistema de Pago Interbancario Transfronterizo (CIPS) “en octubre de 2015 como un sistema de liquidación y compensación de pagos para transacciones que utilizan el yuan, también conocido como renminbi, o ‘moneda popular’”. Su uso ha aumentado constantemente, con un valor de transacción diario promedio de 388.800 millones de yuanes (61.300 millones de dólares) en febrero, un aumento de aproximadamente el 50% respecto al año anterior, según datos de la compañía” (Bloomberg, 14/3). En Shangai los contratos de petróleo se negocian en “petroyuanes”
 Desde 2018 en la bolsa de Shangai se comercian contratos de petróleo en yuanes, en 2020 ya representaban más del 10% del volumen mundial de petróleo. Se negocian en yuanes de manera similar como la variedad Brent o WTI en dólares (SCMP, 12/6/20). 
 China es el principal importador de petróleo del mundo, Rusia y Arabia Saudita sus principales abastecedores, junto a Iran, Irak y Angola. Y el intercambio en yuanes en la bolsa de Shangai ha logrado liquidez para ser una alternativa a los mercados que negocian exclusivamente en dólares. 
 Ahora Arabia Saudita está en conversaciones con Beijing para establecer ventas de petróleo en yuanes, “una medida que afectaría el dominio del dólar estadounidense en el mercado mundial del petróleo y marcaría un cambio en el exportador de crudo hacia Asia más importante del mundo” (Wall Street Journal, 15/3).
 Hay buenas razones comerciales para el giro hacia el este de Arabia Saudita, comenta The Economist, ya que “ Más de una cuarta parte de sus exportaciones de petróleo van a China. Solo el 10% va a Europa y el 7% a América” (26/3). 

 El resquebrajamiento del mercado mundial dolarizado 

El impacto de las sanciones no han logrado quebrar el comercio de Rusia, que recibe mil millones de dólares diarios de sus exportaciones a Europa. Nuevas sanciones son anunciadas de manera continua ante la ineficacia en lograr sus objetivos. Con “las sanciones adicionales, se han intensificado las dudas sobre la efectividad”, comenta el Washington Post, 6/4). 
 Donde las sanciones tuvieron un impacto es en las subas de precios de las materias primas, la energía y los granos que se producen en la zona de conflicto con subas de precios que están impactando en la economía mundial, con subas de energía y alimentos que impulsan la inflación a nivel global.
 También están dibujando un nuevo cuadro de las finanzas mundiales, donde el dólar que es la moneda más usada en el comercio mundial está siendo desplazada por monedas regionales y limitando su dominio global. Las “sanciones a Rusia amenazan con erosionar el dominio del dólar estadounidense”, dice un funcionario del FMI. “La guerra de Ucrania podría causar más ‘fragmentación’ en el sistema financiero mundial” (Financial Times, 31/3). 
 La militarización del dólar ya ha sido usada con otros países (Irán, Corea del Norte, Cuba, etc.) pero nunca antes con un país del tamaño de Rusia, la octava economía del mundo y con finanzas integradas a occidente. Las implicancias de esta división recién se están viendo. China y la India no siguieron a la Otan en la condena a Rusia y mantienen sus fuertes lazos comerciales. 
 La participación de la economía de Estados Unidos en el mundo está en declive de más del 30% en 1980 ha caído a menos del 24% en 2020 y el dólar se usa desproporcionadamente en el 60% de las transacciones. La economía China en el mismo lapso ha crecido desde el 1,28% al 14% en la actualidad, y el yuan se usa en menos del 3% de las transacciones globales. 
 La militarización del dólar expuesta en las sanciones a Rusia y las amenazas hacia China de Biden y sus funcionarios es una bravuconada de corto alcance que puede resultar en un boomerang y facilitar la pérdida de dominio del dólar en el comercio y en las finanzas globales.

 Sergio Rivero

sábado, 16 de abril de 2022

Las extorsiones contra Rusia golpean a Latinoamérica


La situación de guerra entre Rusia y Ucrania, unida a las numerosas extorsiones que Estados Unidos y sus aliados han impuesto contra Moscú, no solo golpean económicamente a esta nación sino también a los países latinoamericanos. 
 Uno de los más afectados es Ecuador pues si en 2021, el 20 % de los plátanos que exportaba se destinaban a Rusia (unas 85 millones de cajas) ahora no tiene dónde ubicarlas y se echarán a perder con la consecuente merma monetaria.
 El año pasado Ecuador obtuvo 706 millones de dólares por la exportación de plátanos al gigante euroasiático; 142 millones de dólares por camarones; 99 millones en flores; 28 millones por pescado y 17 millones por café.
 Paraguay tenía a Rusia como su segundo comprador de carne bovina y en 2021 envió 79 213 toneladas que le representó una entrada de 314 millones de dólares y ahora con la desconexión de Moscú del sistema bancario internacional (swift) no sabe cómo cobrar ni enviar el producto. . 
 Con Brasil ocurre algo parecido. Este país vendió a Rusia en el período anterior, soja por 343 millones de dólares; 167 millones por carne de ave; 133 millones por café y 117 millones por carne bovina. 
 En cuanto a México, enviaba a esa nación autos, ordenadores, cerveza, tequila entre otros productos y compraba fertilizantes. Si le falta este suministro, la agricultura tendrá pérdidas y se encarecerán los alimentos. 
 Esta situación provocará el acrecentamiento de la crisis económica en esas naciones con los consecuentes recortes salariales, despido de trabajadores, alza de los precios. 
 Las enormes presiones que ejerce Estados Unidos para que las naciones latinoamericanas se unan a la política de rusofobia que ha impuesto en el planeta al controlar los principales medios de comunicación, pueden agrandar esos problemas. Por ejemplo, se detendría un acuerdo Intergubernamental de cooperación entre Rusia y Argentina para el uso de la energía nuclear con fines pacíficos, en particular en áreas de la investigación básica y aplicada, la construcción y la explotación de centrales y reactores nucleares.
 Además, Moscú ha expresado su interés en participar en una licitación para la construcción de una instalación de almacenamiento en seco para combustible nuclear gastado en la central nuclear Atucha II en la nación sudamericana. 
 Washington instrumenta todo tipo de extorsiones con ese fin: influencia política, promesas económicas y el chantaje, como ocurrió durante la reciente votación en la Asamblea General de Naciones Unidas para lograr la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Tras el sufragio, varios delegados expresaron que por diversos motivos se les había obligado a votar de esa manera.
 Por el impacto de la guerra de “sanciones” de Occidente, el suministro de fertilizantes se ha visto afectado lo cual representa una amenaza para los agricultores latinoamericanos, pero contrariamente resulta ventajoso para Estados Unidos que fabrica grandes cantidades de abono.
Ya los productores norteamericanos están en busca de aumentar exportaciones a países de la región. Actualmente los precios de los fertilizantes se encuentran en su máximo histórico y en el primer trimestre de 2022 crecieron en un 30 % lo que supera los alcanzados en 2008 durante la crisis financiera mundial. 
 Con motivo de las “sanciones” los envíos desde Rusia se han interrumpido y este país es uno de los principales productores y exportadores a nivel global. Moscú es el mayor exportador de fertilizantes nitrogenados y el segundo de fertilizantes potásicos y fosforados. 
 En 2021 el gigante euroasiático despachó abonos por valor de 12 500 millones de dólares. Entre sus principales compradores estuvieron Brasil y la Unión Europea con 25 % respectivamente, y Estados Unidos con 14 %.
 Como es de esperar, si no llegan los fertilizantes, la producción agrícola en esos países se afectará en grado sumo. Este complejo panorama aparece en momentos en que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (ONUAA) informó que el índice de precios de alimentos alcanzó en marzo, 159,3 puntos, el máximo histórico, mientras que en febrero ya había batido el récord desde la creación del índice de costos en 1990. 
 El organismo agregó que entre las cinco categorías que componen el índice, cuatro nunca han registrado unos precios tan altos: aceites vegetales (248,6 puntos), cereales (170,1), productos lácteos (145,2) y carne (120,0). Dos de las categorías incrementaron en febrero los precios motivado por el conflicto ruso-ucraniano: los cereales en 17 % y los aceites vegetales en 23 %. 
Estos países en conjunto, exportan el 30 % del trigo y el 20 % del maíz que se consume en el mundo. Las perspectivas presentes y futuras para las economías latinoamericanas se consideran difíciles pues tendrán que enfrentar los altos costos de los productos alimenticios, sin aun reponerse de las enormes pérdidas provocadas por la pandemia de covid-19. 
 Como corolario se puede afirmar que la sarta de extorsiones impuestas por Estados Unidos, no solo a Rusia sino a más de 30 países en el orbe, están llevando a un abismo a varias naciones de América Latina. 

 Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Hoy en la Mesa Redonda: Feria Internacional del Libro


Asteroide «Anadiego»


Ana Teresa Diego, estudiante de Astronomía, fue detenida-desaparecida de la dictadura militar-empresarial-eclesiástica argentina el 30 de septiembre de 1976. En 2011 un asteroide fue llamado «Anadiego» en su honor. Su historia y la de los 30.000 desaparecidos sigue presente en el 46 aniversario del golpe de Estado. ¡Nunca más!

 «-Son las 5 de la tarde -me dijo Ana casi susurrando.
 -¿Cómo sabes? -le pregunté desde la celda de al lado
 -Por la proyección del sol en la pared. Se forma un ángulo y, por Trigonometría, mido el seno y el coseno; así lo puedo calcular. Estudio Astronomía. 
 Seguimos hablando un rato, de celda a celda, en el Pozo de Quilmes. Nos habíamos levantado la venda y mirábamos por las ventanitas de las puertas de los calabozos que daban a un paredón. Un día se la llevaron. Nunca supe más de ella. Siempre trasmití a mis alumnos que la trigonometría es muy importante para resolver problemas cotidianos de nuestras vidas. Un homenaje a vos Ana, que me pudiste decir la hora cuando había perdido todas las coordenadas.» 
 Este texto fue escrito por Emilce Moler, sobreviviente de los campos de concentración argentinos, 41 años después en redes sociales (el 30 de septiembre de 2017) en homenaje a Ana Diego. 
 El periodista Héctor Rodríguez dice:
 «Tenía 21 años, había nacido en Bahía Blanca. Era una brillante estudiante del doctorado en Astronomía de la Universidad de La Plata y militaba en la Federación Juvenil Comunista. La vieron por última vez en un centro clandestino del Circuito Camps. Su mamá, Zaida Franz, viuda desde 1975, fue de las primeras Madres que se puso a marchar en su búsqueda. 
 El Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de Ana Teresa Diego en 2012. Su cuerpo había sido enterrado en una fosa común del cementerio de Avellaneda. Pero antes, el 10 de diciembre de 2011 (Día de los Derechos Humanos), el Comité de la Unión Astronómica Internacional aprobó la propuesta del decanato de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas platense y bautizó a un asteroide con el nombre “Anadiego”. 
 El nombre de esa alumna generosa y comprometida designará por siempre al asteroide 11441; se encuentra entre Marte y Júpiter, en el cinturón principal de asteroides. Había sido descubierto en 1975 en San Juan.
 Es la primera vez que el nombre de un desaparecido se asigna a un cuerpo del sistema solar.» 
 En un nuevo aniversario del golpe de Estado, recordamos a Ana Diego y a los 30.000 detenidos desaparecidos. ¡Nunca más!

 Rebelión

jueves, 14 de abril de 2022

Ucrania: más misiles que vacunas


“Una guerra contra Rusia para poder entrar a la OTAN”.

 Pocas cosas ilustran de manera más contundente el rol que la OTAN le asignó a Ucrania como carne de cañón en la guerra contra Rusia que comparar la pobrísima política del gobierno Zelensky contra el COVID con las transferencias de armamento y apoyo militar activo que ha recibido. 
 Hasta el día anterior al comienzo de la invasión rusa, Ucrania había aplicado dos dosis al 35% de la población (1). El gobierno de Kiev nunca ordenó medidas de distanciamiento social, ni cuarentenas o campañas de testeo masivo, esto último sólo los primeros cuatro meses de la pandemia. No debería sorprender entonces que las cifras de contagios registrados en Ucrania estén por arriba de la media de otros países europeos. Para julio del año pasado, Ucrania había recibido unas escasas dos millones de dosis de vacunas por parte de EEUU (2). En comparación, desde el 24 de febrero los estadounidenses por sí mismos han transferido armas a Ucrania por un valor de 1.700 millones de dólares (2.400 en total desde que Biden asumió como presidente) (3). Al momento de escribir estas líneas, la Casa Blanca anunció otro paquete de armas por 800 millones. Queda claro que para ´combatir a los rusos hasta el último ucraniano´, la OTAN no necesita que la población esté particularmente sana. 
 El volumen de transferencia de armas de la OTAN a Ucrania no tiene precedentes. A modo de ejemplo, EEUU ha dado a Ucrania más de 5.000 misiles antitanque guiados ´Javelin´ (contra el que los modelos de tanque rusos en servicio no tienen protección alguna), mientras que EEUU no compra más de 700-800 de esos misiles para uso propio por año. Se estima que EEUU ha transferido a Ucrania alrededor de un tercio de la totalidad de su propio arsenal y le tomará muchos años volver a completarlo (4). Las acciones de los fabricantes del Javelin (Raytheon y Lockheed Martin) están por las nubes. 
 Sin embargo, las pérdidas de material han sido tan cuantiosas (dependiendo de la categoría de armas, los rusos declaran haber destruido entre un 50 y 90 % del inventario ucraniano) que Kiev demanda de todo: aviones, tanques, artillería. La alemana Rheinmetall ha declarado que tiene en stock viejos tanques Leopard 1 y vehículos de combate de infantería Marder disponibles para Ucrania (5) y el Reino Unido anunció la donación de un lote de artillería y vehículos blindados (The Guardian, 7/4). Ni lentos ni perezosos los estadounidenses iniciaron hace unas semanas un verdadero rally por Europa para convencer a los países con armas soviéticas a donarlas para Ucrania, que los soldados ucranianos no necesitan ser re-entrenados para operarlas. Polonia, por ejemplo, decidió el año pasado hacer un pedido enorme de 250 tanques del modelo más nuevo del Abrams (SEPv3) por la friolera de más de cuatro mil millones de dólares para reemplazar T-72 soviéticos, que comenzaron a ser transferidos a Ucrania. EEUU busca repetir este esquema en otros países – vaciar el arsenal soviético para reemplazarlo por el de la OTAN. 
 No obstante, la OTAN no sólo asiste a Ucrania con armas, mercenarios (La Razón, 10/4) y entrenamiento. Más importante es la colaboración en inteligencia (The Intercept 17/3). La vasta infraestructura estadounidense ha sido puesta a disponibilidad de los ucranianos para que estos sepan la ubicación y movimientos de las tropas rusas en tiempo real, con la dificultad extra para Moscú de que no puede atacar los sistemas norteamericanos (de lo que es técnicamente capaz) a menos de que quiera comenzar otra nueva escalada. A modo de ejemplo, en todo momento EEUU tiene varios aviones AWACS volando en la frontera ucraniana con países de la OTAN, sobre todo Polonia. Estos aviones, que son básicamente aviones de pasajeros con una gigantesca antena de radar montada sobre ellos, permiten a los norteamericanos saber con mucha precisión qué tipo de aviones rusos despegan y hacia dónde se dirigen; su alcance de detección excede la propia extensión territorial de Ucrania. De esta manera, los estadounidenses alertan y coordinan los sistemas de defensa aérea ucranianos, los cuales pueden evitar encender sus propios radares de alerta temprana (lo que los haría fácilmente detectables para los rusos).
 Que el pueblo ucraniano sea tratado como descartable en la guerra no debería sorprender a nadie que siga el desarrollo de las hostilidades. Incluso hasta el último momento antes de que Putin enviara a sus tropas a cruzar la frontera, ningún organismo ucraniano tomó medida alguna para preservar las vidas de los civiles, ni siquiera una evacuación. Días antes, los rusos ya habían comenzado a evacuar a civiles de Donetsk y Lugansk. Esto tiene un sentido militar a la luz de la estrategia general ucraniana: lejos de salir a buscar a los rusos a campo abierto, la regla general ha sido que frente a las columnas de blindados rusos, las unidades ucranianas reaccionaron replegándose hacia adentro de las ciudades y los poblados para continuar la lucha entremezclados con los civiles, sabiendo perfectamente que los rusos no pueden desatar ni siquiera una fracción de su poder de fuego en esas condiciones (Washington Post, 28/3). 
 Cuando las organizaciones armadas palestinas hacen exactamente lo mismo, los ´patrocinadores´ de Ucrania ponen el grito en el cielo contra el uso de escudos humanos. Esta estrategia ha sido particularmente evidente en Mariupol, y los que han logrado escapar de allí cuentan historias de cómo las unidades regulares ucranianas y más aún los nazis del Regimiento Azov usaron todos los medios a disposición para impedir a los civiles evacuar de la ciudad. En los últimos días, un misil balístico con cabeza de racimo (esto es, el tipo de explosivo más efectivo contra personal y no contra instalaciones o vehículos) ha impactado sobre una numerosa multitud de civiles que esperaban tomar un tren para evacuar Kramatorsk (ciudad que será uno de los objetivos principales en la inminente batalla por el Donbás). Las autoridades ucranianas en su momento declararon varias decenas de muertos y múltiples veces más de heridos, mientras que sus primeros reportes apuntaron a que sería un misil de tipo 9K270 Iskander. De por sí, no cerraría mucho la lógica de que los rusos hagan algo que no puede sino disuadir a la población civil de evacuar aquella ciudad, dificultando enormemente su toma. Un análisis visual de los restos del misil en la zona permitieron identificarlo fácilmente como un 9K79 Tochka-U, actualmente sólo en uso en Ucrania, la estimación de la trayectoria indica que ha sido disparado desde territorio controlado por el ejército ucraniano y su número de serie (cada misil tiene un número identificatorio) también indica que era parte del inventario ucraniano. A mediados de marzo, otro misil Tochka-U había sido lanzado al centro de la ciudad de Donetsk, matando al menos a 30 civiles, sin que ningún medio occidental se preocupara por ello. A la luz de estas revelaciones (cualquiera con un mínimo de conocimiento puede diferenciar ese misil de los que están usando los rusos), la historia de la masacre de Kramatorsk ha desaparecido misteriosamente de la prensa pro ucraniana. 
 En una entrevista en 2019, el asesor presidencial de Zelensky, Oleksy Arestovych, declaró textualmente y sin pudor alguno que su intención no era ingresar a la OTAN para prevenir una guerra contra Rusia, sino que una guerra con Rusia era el precio de la entrada a la OTAN (5). Este precio en sangre lo paga el pueblo ucraniano a cuenta de la burguesía antinacional ucraniana, a cambio de promesas, humo y ´espejitos de colores´.

 Leib Erlej 
 13/04/2022

 Notas: 

 (1) https://graphics.reuters.com/world-coronavirus-tracker-and-maps/countries-and-territories/ukraine/ 
 (2) https://www.unicef.org/ukraine/en/press-releases/ukraine-receives-2-million-doses-moderna-vaccine-donated-usa-through-covax 
 (3) https://www.defense.gov/News/Releases/Release/Article/2992414/fact-sheet-us-security-assistance-to-ukraine/ (
4) https://www.csis.org/analysis/will-united-states-run-out-javelins-russia-runs-out-tanks
 (5) https://intellinews.com/former-ukrainian-presidential-advisor-perfectly-predicted-russian-invasion-in-2019-238183/

miércoles, 13 de abril de 2022

Elecciones en una Francia en guerra


La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia debe ser caracterizada en el contexto de la guerra imperialista de la OTAN. Los ecologistas, que tienen el hábito de hacer campaña por el cannabis y la interdicción de la caza de pájaros, esta vez se alinearon favor de la OTAN y del envío de armas a Ucrania –sin importarles naturalmente el ambiente y la destrucción militar. Lo mismo ha sucedido con el conjunto de los candidatos, por caso, Marine Le Pen, que intentó distanciarse sin convicción de Putin, quien ha financiado todas sus campañas electorales. Del otro lado, Macron aprovechó su rol de “mediador” entre Rusia y Ucrania para presentarse como un gestor de la crisis europea y de la independencia de la UE. Le Pen propugna, por su lado, que las legislaciones nacionales tengan prelación con relación a la del Parlamento europeo. El saldo del primer turno ha sido desfavorable a la OTAN, la agudización de la crisis social provocada por la guerra ha marcado puntos contra la línea bélica de la Unión Europea. Macron será castigado de aquí en más, por la prensa y la diplomacia anglo-sajona, por su vacilación en apoyar la extensión de la guerra, incluido el ‘cambio de régimen’ en Rusia.
 Los partidos tradicionales -el Partido Socialista y los Republicanos (gaullistas)- han realizado respectivamente las peores elecciones de su historia, sin alcanzar siquiera el modesto 5% que exige el estado francés para pagar los gastos de campaña –el PS sacó el 1,8% y LR el 4,7%-. A la caída de los ecologistas (4,5%) le siguió la del Partido Comunista, con el 3%. El “soberanista” que canta la Internacional, Luc Melenchon, creció del 19% al 22% quedando a solo 500 mil votos de Le Pen. Lutte Ouvriere y el NPA, por su parte, obtuvieron 0,6% y 0,8%, respectivamente, una caída sensible respecto al 2017. Por último, las variantes derechistas alternativas a Le Pen obtuvieron un 2%, Nicolas Dupont-Aignan, un 7%, Eric Zemmour, candidato del movimiento Reconquista. El abstencionismo fue récord para una elección presidencial, cercano al 30%, lo que también representa una resistencia pasiva confusa a la guerra. El abstencionismo, en las condiciones de una guerra en el terreno, es un hecho extraordinario.

 ¿Polarización? 

Se ha hecho costumbre valerse de la palabra ‘polarización’ para explicar los fenómenos políticos que no se entienden. En el caso de Francia ha ocurrido casi lo contrario, toda vez que Macron se ha distanciado del ‘extremismo’ guerrero de Biden, mientras que Le Pen lo ha hecho, al menos de palabra, con Macron. Melenchon no se diferencia de ninguno de ellos en esta cuestión vital. Los análisis que abordan las elecciones fuera de la guerra en curso, con la amenaza del uso de armas nucleares ‘tácticas’, están fuera de foco, son ‘depassé’. El ‘clivage’, otro de los galicismos adoptados en Buenos Aires, pasa ahora por la lucha de clases que ha desatado la inflación y la dislocación financiera y comercial que provocan las sanciones económicas y la guerra. 
 La recuperación económica que se adjudicaron Macron y ‘tutti quanti’, cuando se largó la “nueva normalidad” (convivir con la pandemia), ha sido pulverizada por toda esta crisis mundial. Lo que interesa ver ahora es si el registro del primer turno atrae a nuevos votantes para el balotaje, y si lo hacen para respaldar a la OTAN, con un voto a Macron. El ‘soberanista’ Mélenchon ha llamado a “no votar a Le Pen”, lo que es un aliento también a la abstención o a la anulación del voto. La izquierda democratizante, que llegó, en 2002, a llamar a votar al derechista Chirac contra el papá de Le Pen, hará mutis por el foro. Lo que es cierto es que ha adoptado una posición filo OTAN en la cuestión de la guerra, a la que ha presentado como una lucha del pueblo de Ucrania por la independencia nacional. 

 Frente popular 

La izquierda, en todas sus versiones, se ha caracterizado por una campaña de slogans vacíos de contenido. El NPA se ha reducido a sus rutinarias campañas identitarias (feminismo, género) y hasta desplazando la atención de la guerra. La “revolución política” que ha anunciado el PTS, con los candidatos obreros, no concurrió a la cita. Siguiendo el método de su mentor, Nahuel Moreno, el PTS juega más a los candidatos que al programa. Revolution Permanente -un injerto del PTS en la izquierda democratizante gala- levanta ahora la causa del ‘antifascismo’, en referencia a la subida de Le Pen y los otros dos derechistas, olvidando, de nuevo, que a la guerra imperialista la impulsan los ´liberales´ –del partido demócrata de EE. UU.- y los conservadores y laboristas de Gran Bretaña, contra el fascista indudable de Putin. El mundo del revés. 
 El conjunto del centro izquierda y la derecha “republicana” han llamado a votar por Macron de manera directa o indirecta. Aunque Le Pen solo suma el apoyo de los otros candidatos de ultraderecha, la disputa no está saldada. Las dos semanas que faltan para el balotaje estarán signadas por una guerra más brutal y más extensiva, y la incógnita acerca del armamento que se despliegue en el terreno. La izquierda francesa no ha denunciado el enorme crecimiento de los gastos militares y los preparativos para la guerra del Estado francés. 

Joaquín Antúnez 
 11/04/2022