martes, 31 de enero de 2023

China: el fin de la política Covid cero y sus consecuencias inmediatas


Como señalamos en estas páginas (https://politicaobrera.com/8656-china-colapsa), el desmantelamiento de la política de Covid cero en China está generando una verdadera catástrofe humanitaria. 
 Se estima que el 80% de la población china contrajo Covid el último mes, es decir, 1.100 millones de personas. Aunque las cifras de fallecidos han sido manipuladas, expertos calculan que China podría alcanzar muy pronto los 36.000 fallecidos por día. Los datos oficiales sólo reflejan las muertes en los hospitales. Profesionales de la salud han informado de presiones oficiales para no incluir el Covid-19 en los certificados de defunción y las mediciones toman sólo a las personas que murieron directamente de insuficiencia respiratoria relacionada con el coronavirus. La cifra puede ser mayor. El alto número de contagios se conjuga con una baja tasa de vacunación y vacunas menos eficaces.
 Algunas provincias, incluidas Henan, Gansu, Qinghai y Yunnan, han alcanzado un pico de infecciones, propagándose el virus más rápidamente hacia las áreas rurales (Airfinity, 16/01). El colapso del sistema de salud ha llevado a las autoridades a conminar a los trabajadores a concurrir a hospitales y clínicas incluso presentando síntomas compatibles con el Covid.
 La propagación desenfrenada del virus en China, por sus dimensiones y la internacionalización de su economía, plantea un desafío mundial ya que se ha convertido en un gigantesco caldo de cultivo para nuevas mutaciones y subvariantes.

 La crisis no es sólo sanitaria

 El desmantelamiento de la política de Covid cero se aprecia en otros indicadores: las empresas que fabricaban kits de pruebas, que se aplicaban masivamente y eran la base de la política de seguimiento y sofocación del virus, han visto desplomarse su actividad. Se han registrado acciones de protestas contra despidos y por reclamos salariales en fábricas ubicadas en las ciudades de Chongqing y Hangzhou.
 La crisis del Covid se entrelaza con datos sociales y económicos alarmantes. El año pasado las muertes superaron en número a los nacimientos, por primera vez en seis décadas. Por otra parte, la economía china registró una tasa de crecimiento de sólo el 3 por ciento el año pasado, la más baja desde principios de la década de 1990. Mientras tanto, el viceprimer ministro de China, Liu He, en el Foro de Davos, mencionó que China estaba abierta a los negocios porque “la vida ha vuelto a la normalidad” (WSWS, 23/01). 

 Soledad Domínguez
 30/01/2023

lunes, 30 de enero de 2023

Mesa Redonda: José Martí en el alma de Cuba


La educación perfecta


Ronald fue uno de los tantos veteranos de guerra que conocí, desde Vietnam hasta Afganistán. Algunos de ellos se convirtieron en militantes contra las guerras de los ricos; otros trataron de justificar la pérdida de una pierna o de una vida antes del suicidio. 
 Por alguna razón, la discusión sobre el golpe de Estado de 1976 en Argentina había derivado a la educación familiar. Ronald (su nombre era otro) levantó una mano y expuso su teoría de la educación de los hijos y el impacto en el destino de una sociedad y de una nación. Ese mito popular de “la familia es la base de la sociedad”. 
 Tenía 22 años. No tenía hijos, dijo, pero había sido educado por dos padres que nunca le habían dado un chancletazo, ni cuando él le había gritado a su padre el clásico “n’gger motherfucker” (traducción literal: “negro violador de tu madre”). En castellano no existe una ofensa tan obscena. Sus padres ni siquiera le habían levantado la voz para corregirlo. Habían apelado al modelo clásico de psicología Disney, tratando de comprender su frustración. En su casa, todo se discutía de forma democrática.
 ―Pero una familia no es una democracia―observé. 
 ―La mía sí. No todas las familias son iguales… 
 ―Cierto. Tampoco todos los hijos ni todos los padres son iguales… 
 Por entonces, Ronald era muy joven; no tenía hijos, lo cual no lo inhabilitaba para opinar sobre cómo educar a un hijo. Pero sí para moralizar. En realidad, todos estamos inhabilitados para moralizar, sobre todo en asuntos que ignoramos tanto, como lo es la vida privada de nuestros vecinos. 
 ―Mis padres ―cortó Ronald, con la fe de los convencidos― siempre estuvieron en contra de toda forma de violencia en la educación… 
 En este momento, se detuvo dos segundos y otro estudiante aprovechó para apoyar con más ejemplos personales a su compañero. Creo que alguien mencionó a la Madre Teresa, quien no había tenido hijos pero igual había sido madre. Una madre terrible, habría que agregar, como Santa Teresa unos siglos antes. Como algunos curas célibes, pero no abstemios, a quienes todos llaman padre mientras dan consejos matrimoniales y clases de educación sexual. 
 No recuerdo qué dijo la estudiante sobre sus padres en Nebraska, porque me quedé pensando en Ronald. El joven sufría de trastorno post traumático. El día que pasé la película Missing (sobre el golpe de Estado en Chile, con Jack Lemmon) salió del auditorio corriendo. Luego me dijo que por su condición no podía presenciar escenas violentas porque él mismo perdía el control y se ponía violento.
 Yo conocía a Ronald bastante bien porque había estado muchas veces en mi oficina y muchas veces habíamos terminado hablando de su experiencia en Irak. Lo habían enviado a esa guerra justificada con mentiras, como casi todas, de donde volvió con ese trauma o trastorno que parecía no tener cura. Los jóvenes sobrevivientes de esa y otras guerras que conocí (algunos muertos en vida) creían saber de qué se trataba todo, aunque solían ocupar sus días disparando al enemigo, hasta agotarse, o cargando el cuerpo de algún compañero caído. Algunos pocos entendieron que, en realidad, como decía Mohamed Alí, habían ido al otro lado del mundo a matar y a morir por los poemas de siempre: Dios, la patria, la libertad, la democracia y la seguridad nacional. Los otros, lo último que querían escuchar era que habían sido apenas peones de un viejo ajedrez. 
 Ronald fue uno de los tantos veteranos de guerra que conocí, desde Vietnam hasta Afganistán. Algunos de ellos se convirtieron en militantes contra las guerras de los ricos; otros trataron de justificar la pérdida de una pierna o de una vida antes del suicidio. Miles de ellos (16.000) se suicidan cada año en Estados Unidos, pero los medios prefieren enfocarrse en noticias de verdad. Junto con sus psicólogos del gobierno, muchos de estos combatientes se convirtieron en distintos personajes de mis novelas, como Crisis y El mar estaba sereno. Creo que no había otra forma explorar el problema desde su interior. 
 Ahora, Ronald es pastor de una iglesia en Texas. Probablemente eso lo salvó del suicidio o los psicólogos del gobierno lograron controlar su estrés post traumático. Su prédica de la no violencia de Jesús no le impide, ni a él ni a sus feligreses, acumular armas de guerra en sus casas, sólo por las dudas, por si un día deben defender la libertad contra otros compatriotas que no están pensando igual. Como en los videos tóxicos y virales donde un pobre muchacho es acosado por los bullies y al final los revienta a todos con elegantes patadas, Roland le enseña a sus hijos las virtudes de la educación libre de todo tipo de violencia que le enseñaron sus padres. Hasta que sea necesario recurrir a la solución de siempre, siempre en defensa propia. ¿Tenemos derecho a defendernos, o no? 
 Los padres de Ronald lo habían educado con amor, sin violencia. Amor al diálogo, a las armas, pero solo para protección personal y para proteger la libertad. Amor a Jesús, pero no amor de Jesús. Una educación amablemente construida en la pulcra y orgullosa devoción en la iglesia los domingos, en las bucólicas cenas de thanksgiving en noviembre y en los videojuegos casi todos los días. 
 Videojuegos y educación en valores de la no violencia, como el que siguió jugando Ronald cuando lo enviaron a Irak. Sólo que, cada vez que apretaba un botón, los otros jugadores morían de verdad. Como decía el Andrew Jackson de los billetes de veinte dólares, cuando aseguraba que debió tomar las tierras de los salvajes para dárselas a “los amantes de la libertad” y el bueno de Winston Churchill, cuando recomendaba usar armas químicas, era un sacrificio necesario para suprimir a los salvajes que no entienden eso de la civilización y la no violencia. 

 Jorge Majfud | 12/12/2022

Haiti, al borde de la disolucion y la barbarie


Se discute una nueva ocupación de ´paz´. 

 Cuando los 7 mil efectivos de la misión “de paz” de la ONU -llamada Minustah- se retiraron en 2017, tras 13 años de permanencia en el país, se dijo que Haití había sido ´normalizado´. En verdad, en ese largo período la fuerza ´pacificadora´ que integraron mayormente fuerzas armadas de Latinoamérica bajo conducción de Brasil, fue acusada de todo tipo de delitos – desde violencia y abusos sexuales hasta la introducción del cólera (se comprobó que un contingente de tropas nepalesas fueron responsables: el cólera se cobró la vida de decenas de miles de haitianos en 2011-2012). En 2010 el país sufrió un huracán devastador que destruyó sus débiles infraestructuras básicas y provocó un tendal de casi 100 mil muertos. Sobre su final la Minustah dejó instruido un cuerpo policial de 15 mil hombres. Desde entonces ese cuerpo se vio sistemáticamente desbordado frente al caos social imperante y la crónica inestabilidad política. 
 Desde 2004, cuando los yanquis provocaron el golpe de estado que destituyó al nacionalista Arístide, Haití se desbarrancó en una crisis crónica. En 2004, los gobiernos latinoamericanos, con Lula y Kirchner a la cabeza, aceptaron integrar la Minustah en reemplazo de las tropas yanquis que habían invadido el país y los yanquis necesitaban en Medio Oriente. Desde que la Minustah se retiró de Haití, el país se debatió en crisis recurrentes. El actual primer ministro Ariel Henry sustituyó a Jovenel Moise, asesinado dos años atrás en un golpe palaciego. Desde entonces Ariel Henry se ha perpetuado en el gobierno y viene reclamando una nueva fuerza armada internacional para hacer frente a su incapacidad de control del país. Desde hace meses zonas enteras de la isla están bajo dominio de pandillas armadas.
 Antonio Guterres, secretario general de la ONU, reclamó a la diplomacia internacional, en septiembre pasado, "examinar urgentemente la solicitud del gobierno haitiano de desplegar sin demora una fuerza armada internacional especializada para enfrentar la crisis humanitaria". Entonces, la terminal petrolera de Varreux, la más importante de Haití, permanecía bloqueada por bandas criminales. Lo mismo ocurría con el principal puerto del país, lo cual paralizaba toda la isla. En la ONU no ha habido acuerdo y ahora se habla de una intervención armada de los países del NAFTA, EE.UU., México y Canada, bajo dirección de la última, sin el patrocinio de la ONU. 
 De Buenos Aires, Ariel Henry se llevó un apoyo a “los constantes esfuerzos del gobierno haitiano para ampliar aún más el consenso entre los actores políticos y la sociedad civil haitiana” y a su política “con miras a hacer operativas las instituciones democráticas lo antes posible, tan pronto como el entorno de seguridad y los medios técnicos lo permitan”. En Puerto Príncipe, en cambio, lo recibió una movilización de efectivos policiales -once policías habían sido fulminados por bandas criminales- con una importante participación popular que, según los cables, procedió a ocupar el aeropuerto y varios edificios gubernamentales, impidiendo el aterrizaje del avión. 
 La situación desesperante de Haití es una expresión aguda del agravamiento de todas las condiciones de la opresión imperialista del subcontinente. Toda América Latina debe mirarse en el espejo haitiano. 

 Norberto Malaj 
 29/01/2023

domingo, 29 de enero de 2023

Perú: una nueva correlación de fuerzas contra Dina Boluarte


Entre la tregua, el adelanto de elecciones, la militarización de la protesta social y la guerra civil. 

 En los últimos días, la presidente golpista, Dina Boluarte, dijo: “llamo a una tregua nacional para entablar una mesa de diálogo y fijar una agenda común por cada región”. A continuación, señaló que “Puno no es el Perú”, cuestión que exacerbó más a las masas laboriosas en lucha. 
 No obstante, el mensaje de tregua se da en un contexto donde el ala más dura del gobierno, el exministro de Defensa, premiado como premier, Alberto Otárola, opera como el Poder Ejecutivo de facto detrás de Dina. Es Otárola el que tiene las relaciones con la Junta directiva del Legislativo y con la embajada yanqui y el que lidera, junto con Dina, la orientación militarista de la protesta social. 

 La represión y la lucha de las masas 

Esta estrategia, en vez de amilanar a las masas en lucha, las ha envalentonado. Actualmente, existen aproximadamente 15 regiones con un nivel de conflictividad intenso (27 provincias con marchas, más de 80 bloqueos de carreteras, etc.), cinco regiones donde el paro indefinido es total, con el saldo de más de 60 asesinados, 1.492 heridos, etc. Recién se acaba de bloquear la carretera central que conecta a Lima con las regiones del centro del país (con una serie de conflictos vinculados a la contaminación minera, despedidos en protesta, etc.). 
 A esto hay que agregar que algunos nuevos bloqueos están en el “conservador” norte del país y están organizados por pobladores y obreros agrícolas (que ya han bloqueado la carretera antes por sus derechos laborales). El día 26 hubo una movilización de sacrificio importante de más de 10,000 pobladores desde Puente Piedra (al norte de la capital) hasta el centro de Lima, que demoró hasta las 16 hs. La misma estuvo compuesta de delegaciones provincianas y de trabajadores de la zona. Por su lado, indígenas awajún acaban de tomar las instalaciones de la Estación 5 del Oleoducto Norperuano pidiendo la renuncia de Boluarte. Y así cada día que pasa se suman nuevos actores sociales exigiendo la caída del régimen golpista pro yanqui. 

 Una nueva correlación de fuerzas

 Este nuevo ascenso popular que hace insostenible al gobierno golpista ha generado una reconfiguración de la correlación de fuerzas del golpismo. Grandes medios de prensa como el conglomerado del grupo El Comercio o La República han cambiado su línea editorial de defensa acérrima del régimen dictatorial, pasando a cuestionar la masacre y a pedir el adelanto de elecciones o la renuncia de Dina, respectivamente. Por otro lado, el vocero del capital agroindustrial y exgobernador fujimorista por Ica, Fernando Cilloniz, también está proponiendo el adelanto de elecciones de inmediato. Por la renuncia de Dina, también se pronunciaron el excandidato presidencial de derecha Hernando de Soto y la bancada congresal de centroderecha Podemos Perú (PP). 
 En una reciente entrevista, el premier Otárola declaró que “el país no está para medidas audaces y el proyecto del fujimorismo de adelanto de elecciones es una medida audaz, en todo caso que en el Congreso se pongan de acuerdo”. El fujimorismo planteó el adelanto de elecciones días después de la vacancia golpista de Pedro Castillo. 
 Así las cosas, mientras que el régimen cívicomilitar llama a la “tregua”, a la vez maniobra con el adelanto de elecciones para confundir a las masas y lograr replegarlas a sus casas, para luego imponer su política de explotación laboral y saqueo de los recursos naturales. En este sentido apunta el comunicado de los ministerios del Interior y de Defensa, con el fin de militarizar Puno y la frontera con Bolivia, so pretexto de una guerra con Bolivia. 

 La guerra con Bolivia, un distractivo peligroso 

La guerra con Bolivia, impulsada por congresistas de derecha como Ernesto Bustamante, cuando dijo que “el Perú debe dar ultimátum al gobierno de Bolivia, para que detenga su apoyo material y financiero a terroristas en Perú (…) el Ejército del Perú deberá ingresar a Bolivia y ocupar cautelarmente recursos naturales que garanticen una ulterior reparación”, opera como un distractor del aislamiento al que está ingresando el gobierno golpista. 
 No obstante, una guerra con Bolivia puede ser un búmeran. Bolivia y Perú son pueblos con muchos vínculos históricos, culturales, políticos y sociales. En vez de lograr la división, pueden agitar por una revolución social andina. 

 Imponer la caída de Dina 

Por estas razones, es vital la caída de Dina y la imposición de una Constituyente soberana (sin poderes paralelos). Para lograr esto es fundamental que las masas en combate se organicen eligiendo a sus delegados por centro laboral, comunidad, centro de estudiantes, etc. para que las representen en una gran asamblea popular nacional de trabajadores que apruebe un plan de lucha. 

 César Zelada 
 Agrupación Vilcapaza

sábado, 28 de enero de 2023

Nuevos crímenes del sionismo contra el pueblo palestino


El jueves el ejército sionista ingresó con bulldozers al campo de refugiados de Jenin, en la Cisjordania. Provocó una masacre: 9 palestinos murieron. En la incursión se gaseó un nosocomio. 
 El nuevo gobierno está pasando de la agresión discursiva a las provocaciones. Esa coalición reúne a un conjunto de fuerzas ultraderechistas-religiosas partidarias del “Gran Israel”. En nombre de la Torá pretenden imponer una política de limpieza étnica que amplíe la Nakba (expulsión de palestinos) de 1948. 
 Una de las fuerzas centrales de la coalición es el lobby de los colonos, casi medio millón de judíos religiosos -financiados por grandes multimillonarias yanquis trumpistas-, que se han asentado en la Cisjordania palestina y robado sus mejores tierras y cursos de agua. 
 La derecha procolonos es la principal instigadora de la reforma judicial que contra viento y marea se propone el nuevo gobierno. “La corte, en particular, es ampliamente vista por la derecha israelí como un impedimento para el asentamiento judío en Cisjordania y para una visión expansiva del Gran Israel. El antagonismo entre el movimiento de los asentamientos, por un lado, y la Corte, por el otro, no es un fenómeno nuevo” (Susie Gelman, Haaretz, 26/1). 
 Desde 1979 la Corte tendió a “prohibir el establecimiento de asentamientos en tierras privadas en los territorios ocupados”. Una y otra vez los colonos fueron avanzando sobre esas tierras: primero mediante amenazas, después ´comprándolas´; sobre todo aprovechando legislación que ese lobby arrancaba de la Knesset (parlamento). Precisamente en este proceso es que la Corte “desarrolló un enfoque más parecido al control judicial de EE. UU., a saber, la capacidad de anular leyes inconstitucionales (o de violar Leyes Fundamentales cuasiconstitucionales)” (ídem). Se entiende así la necesidad de esta derecha de barrer con la Corte y transformarla en un apéndice de la Knesset.
 Hasta ahora las grandes movilizaciones democráticas en Israel contra esa reforma muy limitadamente buscaron interesar a la minoría palestina-israelí. Sin embargo, la ofensiva de la derecha sionista contra el sistema judicial plantea como pocas veces antes una lucha común: “Neutralizar la corte a través de una legislación que permitiría a la Knesset anular sus decisiones no sería perjudicial solo para los derechos de los palestinos; limitaría la capacidad del poder judicial para proteger a las personas en Israel en una amplia gama de ejes, ya sea religión, género, capacidad o edad. Pero el conflicto palestino es la razón principal por la que la corte se convirtió en un objetivo para la derecha israelí” (ídem).
 Un objetivo central de la ´reforma´ es “eliminar las restricciones sobre la conducta de los soldados en los territorios y levantar los castigos para quienes las infrinjan. La defensa de los soldados ´rebeldes´, ya sea Elor Azaria en 2016 o el soldado que acosó a los activistas en Hebrón a fines de noviembre pasado, se relaciona con el conflicto; además de tener serias implicancias para la cadena de mando de las FDI y sus fundamentos morales” (ídem). No casualmente, la reforma ha sido rechazada por los altos mandos porque abriría las puertas a que los religiosos y/o los colonos operen como un mando alternativo.
 La coalición derechista no esconde “sus intenciones y planes audaces para legalizar los asentamientos hasta ahora no autorizados de Cisjordania”. En 2015 la Corte “ordenó la demolición de una sinagoga construida ilegalmente en el asentamiento de Givat Ze'ev”. Desde entonces los colonos denunciaron que “es inconcebible que un tribunal judío destruya una sinagoga” (ídem). Para estos sionistas, como ocurre en el mundo musulmán o cristiano con los ´fundamentalistas´, la ley ´divina´ está por encima de las leyes terrenales, que los religiosos observan como insuficientes para consagrar la opresión social y nacional de Palestina. 
 Se trata de una ofensiva en regla que amenaza todo el cuadro de ´acuerdos´ con la Autoridad Palestina, de colaboración entre el sionismo y la burguesía palestina que tolera casi todos los atropellos.
 La tentativa de ampliar la Nakva de 1948 con una nueva y mayor limpieza étnica de Palestina amenaza con potenciar agudamente la inestabilidad de la región, en el cuadro de una guerra internacional.

 Norberto Malaj
 27/01/2023

viernes, 27 de enero de 2023

Francia: la reforma jubilatoria y la guerra de la OTAN


El gobierno de Emmanuel Macron ha decidido avanzar con el proyecto de reforma previsional enviando la versión preliminar para su debate parlamentario, a pesar de las grandes movilizaciones en contra. Prevé aumentar los años de aportes -de 42 a 43- y elevar la edad jubilatoria de 62 a 64 para el año 2030. Empezará a ser debatido a partir del próximo 6 de febrero entre los diputados. Las centrales sindicales francesas, por su parte, han ratificado un nuevo paro activo de 24 horas para el 31 de enero.
 El gobierno aún debe conseguir los votos que le faltan para su tratamiento y aprobación, pues en las elecciones parlamentarias de junio pasado perdió la mayoría absoluta. En la actualidad, cuenta con 250 parlamentarios, entre propios y aliados, mientras que la oposición dispone de 327 bancas. Los Republicanos, que vienen de una mala elección, cuentan con 64 diputados y se han mostrado dispuestos a una negociación con el oficialismo. Estos votos le permitirían al gobierno aprobar su proyecto, así sea con reformas. Se especula también con la variante alternativa de una aprobación por decreto del Ejecutivo.
 Todo el proyecto del gobierno francés está justificado en las estimaciones del Consejo de Orientación de las Pensiones (COR), un organismo “independiente”, que señala al sistema previsional como deficitario. El déficit previsto para 2030, sin embargo, no superaría al 3 % del gasto en jubilaciones. Mientras tanto, la deuda externa francesa alcanza el 115 % del PBI. 
 El gobierno ha intentado, mediante algunas “concesiones”, hacer más digerible la reforma, como una suba de las pensiones jubilatorias a 1.200 euros mensuales (el 85 % del salario mínimo). Lo cierto es que dichas pensiones se encuentran por debajo del aumento del costo de vida que han disparado la pandemia y la guerra de la OTAN.
 La austeridad previsional contrasta con los gastos de guerra. Macron ha declarado su intención de incrementar el gasto militar a 400.000 millones de euros para el período 2024-2030, más de un 30 % por encima del aplicado en 2019-2023. “Debemos estar preparados para guerras más brutales y numerosas”, dijo, ante el alto mando militar (WSJ, 20/01). Francia cuenta con 200.000 soldados activos, siendo el ejército más grande de la Unión Europea (UE) y el único que cuenta con armas nucleares. La reforma previsional, por lo tanto, se encuentra atada a la necesidad de sufragar a las necesidades de la guerra mundial. 

 Joaquín Antúnez
 25/01/2023

jueves, 26 de enero de 2023

Hoy en la Mesa Redonda: Cuba al Clásico Mundial de Béisbol


Twitter y el lobby de las farmacéuticas para censurar el reclamo de exención de patentes


En medio del Covid-19. Lobby farmacéutico contra la abolición de patentes 

Una reciente investigación publicada en el portal The Intercept revela las presiones que ejercieron las grandes farmacéuticas sobre Twitter para bloquear contenidos que reclamaran la abolición de patentes para facilitar la producción genérica, masiva y de bajo costo de vacunas contra el Covid-19.
 Según apunta el trabajo, una lobista de Twitter en Europa, Nina Morschhaeuser, informó al equipo de la red social que el gobierno alemán y la firma Biontech (asociada a la norteamericana Pfizer en la producción de una vacuna) la habían contactado para alertarla de una inminente campaña pública en tal sentido. Morschhaeuer pide blindar las cuentas de empresas y directivos de Pfizer, Biontech, Moderna y AstraZeneca, protegiéndolos de mensajes de los activistas. A su vez, llama a monitorear los hashtags #PeoplesVaccine y #JoinCTAP, este último un mecanismo que promovía un acceso igualitario a la vacuna. 
 La investigación del portal norteamericano revela también otras modalidades de presión y lobby de las farmacéuticas. En ciertos casos, con el argumento de enfrentar campañas de desinformación del lobby reaccionario anti-vacunas, se terminaba promoviendo una censura generalizada, incluyendo reclamos para facilitar la recepción de inmunizantes por parte de los países más pobres.
 Estos grupos empresarios hicieron ganancias multimillonarias; son los ganadores de una pandemia que asoló a la humanidad y aún hoy se cobra la vida de más de mil personas por día. La anteposición del lucro privado a la salud de la población ha obstaculizado la lucha contra el Covid. 
 Al negocio de la apropiación de la tecnología para la vacuna se sumó el acaparamiento inicial de las mismas por parte de las grandes potencias, lo que relegó durante meses a los países periféricos.
 No está claro hasta qué punto y en qué medida la red social accedió a los pedidos de los grupos farmacéuticos, pero de los documentos se desprende un contacto fluido entre las partes. El artículo del periodista Lee Fang se basa en algunos textos que ofreció a la prensa el nuevo propietario de Twitter, el multimillonario Elon Musk, probablemente como parte de la puja que sostiene con los ex dueños de la red del pajarito.
 Así como el afán de lucro de los pulpos farmacéuticos conspira contra el acceso a la salud, la libertad de expresión está aprisionada por el monopolio capitalista de los medios de difusión.

 Gustavo Montenegro

miércoles, 25 de enero de 2023

Perú: una dictadura militar, bajo cobertura civil


Más de 60 muertos y un millar de heridos por la represión no lograron amainar las protestas en Perú. Ya son cinco jornadas consecutivas de movilizaciones en Lima reclamando la renuncia de la presidenta Dima Boluarte, quien asumió el cargo tras la destitución de Pedro Castillo en diciembre pasado. Cada manifestación es en sí misma una demostración del enorme arrojo de la población peruana, que enfrenta la represión y las masacres policiales con determinación. El reclamo de renuncia de Boluarte es acompañado por la exigencia de la libertad al ex presidente Castillo, la renuncia de todo el gabinete de gobierno y de todo el Congreso, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. 
 La escalada represiva conoció un nuevo hito con la irrupción de la Policía Nacional en la Universidad de San Marcos el pasado sábado, deteniendo a estudiantes y a decenas de manifestantes provenientes del interior que allí se alojaban. La respuesta popular fue una inmediata convocatoria de la comunidad educativa a movilizarse en todo el país bajo el lema “Universitario de todo el Perú, unido”. También se produjo un fuerte aumento del caudal de movilizados desde las regiones del sur y centro del país hacia la capital, con delegaciones que incluyeron numerosos estudiantes. 
 Distintas organizaciones y coordinadoras peruanas han declarado la huelga general, que se impone a través de más de 180 cortes de las principales rutas del país, en más de 27 provincias. El gobierno denuncia que la extensión de los bloqueos está comenzando a generar desabastecimiento en diversas regiones. Los cortes en el sur, donde se concentran gran parte de las protestas, afectan especialmente la producción minera. En las regiones de Ica y Puno, manifestantes irrumpieron en instalaciones de importantes agroexportadoras exigiendo el cese de la producción. Más de una decena de agroexportadoras decidieron suspender sus actividades. La parálisis de la Central de Trabajadores se vio superada por las autoconvocatorias y coordinadoras y, finalmente, la CGTP se limitó a convocar a un paro nacional que no aún tuvo continuidad. 

 La crisis en el gobierno 

El gobierno de Boluarte cuenta con un único recurso para enfrentar la situación, que es la actuación de las fuerzas represivas. En los últimos días se dio a conocer la compra oficial de 665.000 equipos antimotines (granadas, gases lacrimógenos, balas de goma, etc). Pero la represión, hasta hora, sólo cumplió el papel de echar más combustible al fuego. 
 El mes pasado el Congreso aprobó el adelantamiento de elecciones para abril del 2024, en lugar de la vigencia actual del mandato que vencería en 2026. Al tratarse de una reforma constitucional, requiere ser ratificada en segunda votación, en la siguiente sesión parlamentaria. El gobierno decidió adelantar esta segunda sesión para el 15 de febrero, debido a que el aumento constante de las protestas en las calles hace su situación cada vez más insostenible. El fiujimorismo se opuso a este adelantamiento por el temor a sesionar en medio de un mar de protestas. 
 De todas maneras, las fuerzas que apoyan el proyecto de adelantamiento electoral estiman que ya no cuentan con los votos necesarios para su aprobación –los dos tercios. Las fuerzas de centroizquierda abogan para que el adelantamiento electoral se realice este año, y convocar una Asamblea Constituyente. Estas propuestas, sin embargo, tampoco lograrían un consenso en el Congreso por el momento. 
 Con la legislación actual, el Congreso no puede hacer que se vaya Boluarte por vía electoral sin que con ella se vayan también todos los legisladores. Es decir, una renovación completa del Ejecutivo y del Parlamento. Por eso, están en carpeta una serie de reformas constitucionales que apuntan a la bicameralidad y a la renovación parcial de los parlamentarios. Las fuerzas derechistas buscan también acortar el mandato del Tribunal Supremo Electoral. Pero las sesiones del Congreso vienen fracasando en hacer aprobar cualquier reforma en las últimas semanas. El mayor temor de las fuerzas del régimen es que naufrague el proyecto de adelantamiento electoral. 
 El diario La República de Perú concluye que “la salida a la crisis política se complica y el único camino legal que queda, para que se vayan todos, es la dimisión de Boluarte y que su sucesor convoque a un proceso electoral de inmediato”. El sucesor de Boluarte, el derechista José Williams, es más cuestionado que la actual presidenta. 
 Por su parte, el periódico El Comercio reclama a los legisladores que ratifiquen el adelantamiento de elecciones que aprobaron en primera votación. Lo más probable es que el Congreso no logre reunir nuevamente los votos necesarios para ratificar el adelantamiento electoral del 2024. El Comercio sostiene que con esta variante “en las actuales circunstancias, las consecuencias serían impredecibles”. De no aprobarse el adelantamiento electoral, la renuncia de Boluarte se tornará inevitable. Sin un adelantamiento electoral, el gobierno perderá la posibilidad de jugar un papel de transición; no puede quedar hasta 2026. 
 Una corriente de analistas políticos concluye que sólo queda mayor firmeza de parte del gobierno actual. Reclama a la presidenta remover todos los vestigios del gobierno de Castillo del Estado y asegurar un poder firme. 
 El fujimorismo baraja otra salida. La congresista de derecha Maricarmen Alva sostuvo que “es momento para que saquen al Ejército a las calles” –un estado de sitio “en el marco de la democracia”. “Sí bien estamos en estado emergencia, el problema que no han salido las Fuerzas Armadas a las calles a apoyar realmente a la policía”, sostuvo la congresista.
 El desarrollo de un doble poder, mediante la formación de comités en todas las regiones y ciudades, es el desafío fundamental del momento. Es fatal cualquier expectativa de dirección en la CGTP. La insurrección indígena y campesina plantea esa organización. 

 El Be 
 24/01/2023

Celac: el cierre sin gloria de una “cumbre” dividida y paralizada


La pomposa declaración de ¡100 puntos! aprobada por la CELAC en su jornada de cierre no pudo disimular la crisis política vertebral que atraviesa al continente, en el marco de una guerra internacional y del agravamiento de todos los antagonismos imperialistas. 
 Uno de los mayores desaciertos de esa declaración final es caracterizar al continente como “Tierra de Paz”, una afirmación que pretende oponer a América Latina al escenario de la guerra, para postularla, enseguida, como reservorio de alimentos, minerales o energía (otra de los puntos de la ´declaración´). 
Los mandatarios omitieron, así, a la monumental puja desatada en el continente en torno del acaparamiento de esos recursos naturales. Esa pelea, extremamente agravada por la guerra, enfrenta todo el tiempo a los intereses de Estados Unidos con los de China en el continente. En México, López Obrador ensaya un equilibrio imposible entre la articulación de México con el Norte, por un lado, y las relaciones tejidas con el gigante de Asia, del otro. En la misma línea, el derechista Lacalle Pou se quejó del carácter “ideológico” de la Cumbre, tal vez para justificarse él mismo por los acuerdos que anuda su gobierno con la ´comunista´ China. Los mandatarios fingieron ignorar ese escenario convulsivo, que conduce a golpes y crisis políticas recurrentes, para reivindicar en cambio el principio estéril de la ´no intervención´ entre países y de unos poderes del Estado sobre otros, justamente en momentos en que se han barrido todas esas fronteras. Para demostrarlo, estuvo la propia cumbre y su anfitrión: Fernández no pudo asegurar que la visita de Maduro no culminara en una detención del venezolano ordenada por la justicia argentina, lo que hubiera devenido en una crisis internacional mayúscula. La declaración final saluda al “proceso de diálogo y negociación” entre el gobierno de Maduro y la Plataforma Unitaria (oposición) venezolana. Ese saludo diplomático omite, por un lado, a la extorsión económica del imperialismo sobre el país bolivariano y, del otro, al papel regimentador y represor del chavismo en descomposición sobre la clase obrera de su país. 
 El documento reclama “el levantamiento del bloqueo a Cuba”, una petición largamente reiterada y fracasada por parte de las burguesías continentales que comenzaron a reunirse en los años 80 para promover la “integración” de la isla al régimen económico y político del continente. Para los gobiernos de la región, esa asimilación representó siempre una vía de neutralización de la revolución cubana; hoy, se trata de borrar todo vestigio de aquella experiencia para atenazar a las masas a un nacionalismo continental que, en cualquier caso, se encuentra en completa crisis. La fase “dorada” del ascenso de los precios de las materias primas ha culminado hace rato – lo que domina el escenario continental es el peso monumental de las deudas externas, que condiciona a la región en su conjunto. Sobre este punto, el documento final sólo presentó una súplica, en favor de un rescate financiero internacional.
 El documento final optó por la diplomacia y la impostura para referirse a la degradación social del continente. Pide una “migración segura, ordenada y regular,“ como si ello pudiera serle exigido a la masa pauperizada de Centroamérica que hoy protagoniza esa gran crisis humanitaria. El planteo de “orden y regularidad”, en cambio, suena como un traje a la medida de las pretensiones de Biden, que deporta al 70% de los migrantes con diversos bloqueos burocráticos. El documento se pronuncia “contra la precarización laboral que viven los jóvenes”, una forma de presentar a la degradación del trabajo como un “problema” de la nueva generación, en un continente donde la precarización ha avanzado a través de ´reformas laborales´ (Bolsonaro) y, alternativamente, de la liquidación de los convenios y de la llamada ´economía popular´, como ocurre en Argentina.
 En medio de la brutal represión en Perú, la cumbre se guardó de cualquier reproche o censura al gobierno de Boluarte. Según la prensa, la cuestión fue debatida entre bastidores, y el reclamo por la libertad de Castillo fue abandonado a partir del rechazo de Lula y la diplomacia brasieña. La cumbre, así, aseguró su silencio y connivencia para con la represión en Perú. 
 La CELAC fue una gran operación de encubrimiento de la crisis continental. Su propio desarrollo, sin embargo, no pudo evitar del todo convertirla en un escenario -deformado- de esa crisis. 

 Marcelo Ramal 
 25/01/2023

Vacunas cubanas y Visión Sur


martes, 24 de enero de 2023

Ucrania: comienza la campaña de invierno


La guerra en Ucrania se encuentra a mitad de la campaña invernal. 

Desde hace unos días las temperaturas se elevaron y el suelo se descongeló. Hasta que estas bajen y el suelo se vuelva a congelar, nos encontraremos en una suerte de pausa operacional. Tanto para Ucrania como para Rusia, la temporada de invierno da una oportunidad de emprender operaciones ofensivas limitadas, con el objetivo para cada uno de mejorar sus posiciones tácticas de cara a la próxima primavera, cuando el suelo presentará condiciones ideales para grandes movimientos durante varios meses. Ambos bandos especulan con poder realizar grandes operaciones decisivas, pero lograr o no los objetivos tácticos del invierno puede facilitar o dificultar sus posibilidades de ello. 
 Desde que el Gral. Surovikin asumió el mando de la totalidad de las fuerzas actuando en Ucrania, efectivamente logró estabilizar todos los frentes donde los ucranianos estaban llevando a cabo ofensivas el año pasado. Puso la cara para una retirada de la ribera occidental del río Dnieper, cediendo la ciudad de Jersón, pero como era ampliamente previsible, los ucranianos no fueron capaces de proseguir esa operación a través del río. 
 En el norte de la región de Lugansk (esto es, al norte del río Donetsk), los ucranianos estaban continuando la ofensiva que comenzaron en Járkov, lograron hacerse de las ciudades de Izium y Liman (garantizando el flanco norte de las aún más importantes Slaviansk-Kramatorsk), pero los rusos se compactaron en una línea defensiva que corre de norte a sur, sobre la ruta que conecta las ciudades de Troitske, Svatove y Kremminna. La ´línea Svatove´ protege las rutas logísticas y el flanco norte de la ciudad capital de Lugansk; si los ucranianos hubiesen podido atravesar esta línea, de cara a la primavera se estarían encontrando con chances reales de sitiar la ciudad y avanzar por el sector norte del Donbass. No obstante, después de varios meses de intentos y muchas bajas, los rusos le quitaron a los ucranianos la iniciativa en este frente y son ellos los que contraatacan y se hacen de poblados, empujando a los segundos hacia el oeste. El empuje ruso bien puede tener el objetivo de recuperar las ciudades de Liman, Krupianks y en última instancia, Izyum, revirtiendo los avances ucranianos de finales del año pasado.
 En el óblast de Zaporiyia, los ucranianos evidentemente tuvieron que abortar por el momento la ofensiva en dirección del Mar de Azov, hacia ciudades costeras como Melitopol y Berdyansk. Ya habíamos escrito que esta ofensiva era la que más peligros presentaba para los rusos y de allí que priorizaron la defensa de este frente por sobre Jersón o Járkov. De haber tenido éxito, los ucranianos habrían podido cortar el puente terrestre a Crimea y aislar a las fuerzas rusas en Jersón y la península. La concentración de unidades rusas disuadió a los ucranianos y desde entonces los rusos han reforzado a sus unidades con reservistas movilizados y construido grandes líneas de fortificaciones y trincheras en profundidad, haciendo las chances de éxito ucranianas aún más pequeñas. La construcción de líneas defensivas es algo que los rusos continuaron y conectaron prácticamente en todos los frentes, estas incluso continúan hacia el óblast ruso de Belgorod. Evidentemente, no quieren correr ningún riesgo. 
 Por último, en el frente del Donbass (esto es, la mayor parte de la región de Lugansk y Donetsk), los ucranianos no lograron detener el avance lento pero metódico de los rusos. Están a la ofensiva en todos los sectores del frente, desde Vugledar hasta Siversk. Particularmente en este frente, en las últimas semanas destacan los avances en el asalto hacia la ciudad de Bajmut. La importancia de esta ciudad y las implicancias operacionales de una toma rusa no pueden ser exageradas. Por su posición con respecto a las rutas que conectan con otras ciudades del frente y la retaguardia, Bahamut es considerada como la ´llave del Donbass´, su captura por parte de los rusos prácticamente condena a la actual línea defensiva ucraniana a un colapso. Los rusos llevan varios meses asaltando Bahamut, son las fuerzas de mercenarios del Wagner Group las encargadas de la tarea, para lo cual están utilizando de manera extensa los prisioneros reclutados hace unos meses. Se estima que el Wagner Group tiene una fuerza total de hasta 50.000 combatientes. 
Los rusos, al mismo tiempo que aplican presión frontal sobre la ciudad (lo cual acarrea grandes pérdidas de personal), todas estas semanas estuvieron tomando otros poblados que rodean a la misma, con la finalidad de cortar todas las vías de suministro y abrir más ángulos de ataque. Los propios ucranianos admiten estar sufriendo más pérdidas que los atacantes en la ciudad y sus alrededores. El valor de la ciudad y el empeoramiento de la situación a diario han forzado al mando ucraniano a rotar varias veces en poco tiempo las unidades apostadas en la zona y aumentar el número total. Para ello tuvieron que desviar unidades y equipo que habían concentrado para atacar en Zaporiyia y en la línea Svatove, lo cual explica la pérdida de iniciativa en ambos frentes. 
 Un hito reciente en el ataque ruso contra Bajmut ha sido la toma de la ciudad minera de Soledar. Esta ciudad se encuentra a medio camino entre Bajmut (al sur) y SIversk (al norte). Esta línea defensiva era la mejor posición que tenían los ucranianos para detener la marcha de los rusos hacia la zona de Slaviansk-Kramatorsk y el último circuito urbano del Donbass. La línea Siversk-Bajmut ha sido cortada y es posible que los rusos tomen Siversk antes que Bajmut y procedan hacia el último rincón urbano importante del Donbass. No obstante, a pesar del significado político, este triunfo tiene implicancias limitadas con respecto a la marcha general de la guerra. Los ucranianos siguen movilizando población y la OTAN la sigue aprovisionando. Para terminar la guerra los rusos necesariamente tendrán que ampliar aún más sus operaciones y la dirigencia política y el mando militar han estado dando señales en ese sentido. 
 Los rusos, en un movimiento un tanto sorpresivo, volvieron a realizar cambios en el comando de sus operaciones militares en Ucrania. Recordemos que recién en septiembre del año pasado los rusos formaron un comando unificado para sus fuerzas en la guerra, encabezado por el “General Armagedón” Surovikin. La novedad es que este último ha sido reemplazado en sus funciones en Ucrania por el Gral. Valeri Gerasimov, quien ya era Jefe del Estado Mayor ruso y Viceministro de Defensa, o sea, el único militar que supera en rango al propio Surovikin. A Gerasimov se le atribuye la responsabilidad por las reformas militares durante la última década y es considerado en gran estima. Su análogo ucraniano (y discípulo en épocas soviéticas), el Gral. Zaluzhny, lo ha elogiado públicamente en más de una ocasión además de asegurar haber estudiado detenidamente todo su trabajo teórico. Surovikin no ha sido despedido ni degradado, continuará como máximo responsable de las operaciones aéreas en el país invadido mientras que el Gral. Oleg Salyukov asume el mando superior de las unidades terrestres. Fuera del comando formado para las fuerzas en Ucrania, los mismos tres generales (entre otros) ya trabajan juntos en las mismas funciones análogas dentro del Estado Mayor ruso desde hace años. Esta reorganización del mando operacional sugiere que los rusos se preparan para volver a conducir grandes maniobras ofensivas, probablemente pasada la ´temporada del barro´, ya entrada la primavera en marzo o abril.
 Paralelamente, hasta el propio mando militar norteamericano reconoce que los rusos han movilizado efectivamente una cantidad cercana a la declarada (New York Post, 20/1). Estamos hablando de alrededor de 300.000 reservistas. Para equipar tal cantidad y reemplazar los equipos perdidos en combate, los rusos han movilizado a su industria militar y ampliado el output productivo entre un 30 y un 50 %, las metas para este año son superiores. En una reciente conferencia en el Ministerio de Defensa en diciembre, tanto Putin como Shoigu han expuesto públicamente los problemas organizacionales que encontraron a la hora de motorizar la movilización de reservistas, llamando a la necesidad de solucionarlos lo antes posible. La urgencia demostrada no tiene sentido a menos que estén planificando oleadas adicionales de movilizaciones. 
 Los ucranianos mientras tanto retrasan en la medida de lo posible a los rusos en las líneas del Donbass, al mismo tiempo que intentan reconstituir el potencial ofensivo de sus fuerzas armadas. Han anunciado que durante los próximos meses hasta el comienzo de la primavera (cuando las condiciones del suelo vuelvan a ser propicias para operaciones ofensivas) estarán formando dos Cuerpos de Ejército a partir de brigadas existentes pero desgastadas, fusionadas en brigadas nuevas. Estos dos Cuerpos pueden tener una fuerza combinada aproximada de entre treinta mil a sesenta mil hombres, comparable a las fuerzas de ataque que Ucrania formó el año pasado para las ofensivas en Jersón y Járkov. El problema que tiene Ucrania por delante no es solamente cómo balancear las necesidades urgentes de frenar a los rusos con el objetivo de retomar la iniciativa, sino que estas nuevas unidades, además de entrenadas, tienen que ser equipadas. Los estadounidenses de manera pública llaman a los ucranianos a abandonar Bahamut (y la línea defensiva entera), ya que la cantidad de pérdidas que sufren ahí les impide acumular fuerzas para la próxima ofensiva (France 24, 20/1). 
 La OTAN ha anunciado otra oleada de transferencias de armas para Ucrania. Como sucedió en otras ocasiones, esta nueva oleada agrega nuevos tipos de armamento que antes no estaban dispuestos a donar. En concreto, las grandes novedades son los tanques y demás vehículos blindados de diseño occidental. La decisión de comenzar a dar a Ucrania tanques occidentales no se explica por una ventaja de este tipo, sino que estos diseños tienen varias desventajas prácticas para el contexto de la guerra actual. Su peso promedio muy superior es inconveniente en el suelo barroso, Ucrania no tiene infraestructura de trenes capaz de transportarlos por el país, no tienen munición o repuestos en común con los sistemas que usan, ni tiene las instalaciones ni el know how para mantenerlos. Cada vez que uno de estos tanques se averíe o dañe, tendrán que arrastrarlo todo el camino hasta la frontera con Polonia. Esta decisión se debe a que la OTAN ya prácticamente agotó los stocks de tanques y blindados de diseño soviético de los países donantes y todo ese equipo ya ha sido destruido o deteriorado en combate. 
 En términos de capacidades, son sistemas más anticuados que los análogos que los rusos están produciendo en masa. Por el momento, la cantidad de tanques prometida a los ucranianos es puramente simbólica y tiene el objetivo de forzar al país fabricante, Alemania, a dar luz verde al suministro de estos tanques (Leopard 2) por parte de otros países europeos en cantidades relevantes y, a la vez, asumir la totalidad de los costos de mantenimiento y reemplazo de los tanques donados. El Leopard 2 es el único tanque del cual se mantiene una línea de producción en funcionamiento en toda la UE. No obstante, la producción alemana no está a la altura de reemplazar los equipos donados en el corto plazo y ningún donante se quiere quedar sin flota de tanques. La presión a Alemania viene fundamentalmente de Polonia, los países bálticos, Gran Bretaña y Estados Unidos. El último lo hace con una finalidad oportunista, ve la chance de reemplazar los Leopard 2 donados por tanques norteamericanos Abrams. Los yanquis planean usar la guerra para desplazar a los rusos del mercado de energía europeo y a los alemanes del mercado de armas (Neue Zürcher Zeitung 22/1). Recordemos que los norteamericanos fueron partícipes necesarios y principales beneficiarios del operativo de voladura de los gasoductos que proveían gas ruso a Alemania, de esta manera terminaron obligando a esta última a comprar gas estadounidense, varias veces más caro. Con amigos así... 
 Todas las señales apuntan a que la guerra seguirá escalando sin perspectiva de encontrar un techo. Las próximas ofensivas se darán en una escala mayor y provocarán una destrucción mayor a todo lo visto hasta ahora.

 Leib Erlej 
 23/01/2023

domingo, 22 de enero de 2023

La Celac en un continente explosivo


Y una guerra mundial en desarrollo. La Comunidad Latinoamericana y del Caribe (Celac) fue concebida hace tres décadas para hacer un contrapeso a la Organización de Estados Americanos (OEA). Forma parte de la retórica de la Patria Grande, que denuncia a la OEA como el ministerio de Colonias de Estados Unidos, sin dejar de formar parte de ella. Integra una amplia constelación de agrupamientos regionales, en el marco de la ONU y fuera de ella, para moderar las crisis internacionales cada vez más intensas que ocasiona la declinación y la agresividad del capital financiero internacional y de los estados imperialistas. Al lado de la Celac conviven la Unasur, el bloque andino, la Comunidad Centroamericana y el Mercosur. Una novedad poderosa fue la creación del Brics – entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, al cual quiere adherir Argentina. Introdujo en la diplomacia latinoamericana a los dos estados que confrontan con la Otan la guerra internacional en desarrollo.
 El acta de bautismo de este pseudo latinoamericanismo que no rompe con la OEA, fue la guerra librada por el gobierno de Ronald Reagan contra Nicaragua y contra la insurgencia salvadoreña. La mediación de un grupo de países de América Latina, encabezada por Raúl Alfonsín, puso de manifiesto la declinación de la hegemonía norteamericana en la región, en paralelo al final de las dictaduras militares. El propósito del bloque latinoamericano no fue, de ningún modo, confrontar con Estados Unidos, sino iniciar una ‘normalización’ política que re-integrara a Cuba al orden político de la región. En la Celac se encuentra Cuba, excluída de la OEA en 1962. Esto da inicio a una larga temporada diplomática para levantar el bloque de EEUU a Cuba, en la que participaron dos Papas y en la reapertura de relaciones diplomáticas entre los dos países, bajo el gobierno de Obama. 
 Los objetivos estratégicos de la Celac han fracasado en forma notoria e irreversible, pues al bloqueo contra Cuba, nunca levantado por Obama y reforzado por Trump, se han añadido las sanciones a Venezuela, incluída la confiscación de sus reservas de oro; y las sanciones contra Nicaragua. El régimen de Ortega, convertido en modelo ejemplar de la gran empresa y de Estados Unidos en la primera década del siglo, pasó a la condición de paria internacional, a partir del intento de abrir una interconexión entre Atlántico y Pacífico, por medio de inversiones de China, y de la feroz confiscación de tierras campesinas que implicaba esa potencial ruta inter-oceánica. 
El latinoamericanismo tuvo su momento de fama bajo el gobierno de Hugo Chávez, cuando los precios internacionales de las materias primas agricolas y mineras alcanzaron niveles nunca vistos, La caja resultante fomentó la alianza Chávez-Kirchner-Lula-Correa-Evo-Raúl Castro, que se convirtió con el tiempo en una diplomacia de camarillas. La reversión de esos procesos, uno por uno, dejó en girones ese nacionalismo continental. El gran proyecto de un gasoducto latinoamericano nunca vio la luz, pero en cambio prosperaron los negociados de infraestructura de la brasileña Odebrecht, impulsados por Lula, el PT y Petrobras – bajo el paragüas de la Unasur. Las enormes estafas denunciadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos desataron la conocida persecución judicial de sus responsables, que se quejaron de sufrir un “lawfare”. La Unasur se tomó unas vacaciones sabáticas. 
 El latinoamericanismo es presentado como una política de autonomía naciional, pero, en primer lugar, dentro de límites muy estrechos; la proyección internacional de ciertas empresas mexicanas o brasleñas ha retrocedido considerablemente. América Latina es una entidad política acogotada por la deuda pública en poder de BlackRock, Pimco, Templeton o Gramecy. El “gran hermano” no es otro que el FMI. De otro lado, el propósito de neutralizar a la Revolución Cubana por vía diplomática y comercial, o sea abrirla a la inversión extranjera, equivale a hacer de este lado del globo lo hecho en la ex Unión Soviética y China. Lo mismo ocurre con las revoluciones centroamericanas del último cuarto del siglo pasado. Apunta, en definitiva, a borrar la tradición revolucionaria y doblegar políticamente a las masas, para asegurar que sean furgones de cola de las burguesías nacionales. La derecha latinoamericana, a su modo, ha adherido a estos planteos – por eso estará en pleno en la reunión que se inicia el lunes en Buenos Aires.
 El escenario de esta reunión está completamente fragmentado. El fracaso político-militar de Bolsonaro, en Brasil; el de Piñera, en Chile, que conoció la mayor rebelión popular de su historia; el del uribismo colombiano, luego de una huelga general intermitente a lo largo de 2020; y el fracaso, finalmente del golpe bolsonarista en Bolivia, en 2021; todo esto representa una fisura estratégica en el control de América Latina por parte del imperialismo y las burguesías nacionales. El golpe militar que destituyó al peruano Pedro Castillo ha tenido una respuesta diversa de parte del otrora bloque bolivariano. López Obrador, el boliviano Arce, Alberto Fernández y Gustavo Petro denuncian ese golpe y reclaman un salvoconducto para Castillo; Lula, en cambio, saluda la preservación de la continuidad constitucional, o sea el golpe. El conjunto de los estados latinoamericanos enfrenta un escenario de default – del cual no escapa, en última instancia, Estados Unidos, cuya deuda pública ha crecido exponencialmente como consecuencia de los rescates que ha emprendido para responder a la ola de quiebras en 2008 y la pandemia. Las contradicciones de la Celac la condenan a inanidad. 
 La cuestión de la guerra imperialista en Europa es un condicionante decisivo. La jefa del Pentagóno para el Cono Sur, la generala Richardson (conocida de los Fernández) ha declarado, en las vísperas, que China es el enemigo a abatir en América Latina. El mismo Pentágono ha reclamado que el armamento soviético y ruso que se encuentra en los arsenales latinoamericanos, por ejemplo Venezuela, Ecuador, posiblemente Bolivia, sea entregado a Ucrania a cambio de la recepción de armamento norteamericano. China, por el contrario, ha desplazado a Estados Unidos en la macroeconomía de la región. Varios países se han inscripto en el programa de la Ruta de la Seda, incluído el conservador Uruguay. Un acuerdo comercial del Mercosur con la Unión Europea habilitaría a otro rival de Estados Unidos, y favorece la política de China de acuerdos con la UE y especialmente Alemania. Las burguesías latinoamericanas se encuentran escindidas entre pro-yanquis y pro-chinas en forma manifiesta. Es el gran punto de enfrentamiento de López Obrador y Biden. Un retorno republicano al gobierno de Estados Unidos acentuaría estos choques.
 La prensa confunde una reunión cruzada por conflictos internacionales y por lo tanto condenada a un fracaso, con un encuentro anodino. Estos conflictos parten al gobierno argentino en dos: la embajada norteamericana ha entronizado a Massa en el ministerio de Economía, bajo la tutela del FMI, con el apoyo de las automotrices y Techint, cuando los Fernández alientan inversiones chinas, anuncian el ingreso a la Ruta de la Seda, quieren ingresar al Bric y han convertido en préstmo una operación bancaria de pase con el Banco Central de la República Popular.
 La Celac no reúne condiciones ni capacidad para estabilizar la convulsiva situación latinoamericana. Biden la presiona para que repita la formación de una fuerza militar para ‘pacificar’ la explosiva situación de Hiatí, como lo había logrado Clinton en el pasado, para poner fin al gobierno popular de Arístide. De esa Minustah salieron el bolsonarista Augusto Heleno, comandante en jefe, y el recién designado comandante del Ejército brasileño, general Fava. Se trata de una política para devolver a las Fuerzas Armadas la capacidad de aibitraje frente a situaciones revolucionarias. Frente a esta incuestionable crisis geopolíica de régimen, la acumulación de fuerzas revolucionarias procede con lentitud. Esto ofrece espacios para transiciones políticas contradictorias. Las bases de la conciliación de clases, sea ‘democrática’ o ‘nacionalista’, se desintegran sin retorno. 

 Jorge Altamira 
 22/01/2023

viernes, 20 de enero de 2023

Jack London: literatura en el imaginario político


A 147 años del nacimiento de este celebre escritor norteamericano. 

A principios del siglo XX se encontraba dentro de las más famosas figuras de la literatura mundial y se reivindicaba hijo de la clase obrera y militante revolucionario. Recordamos algunas anécdotas que tuvieron Lenin, Trotsky y el "Che" Guevara con sus escritos. 

 Lenin: amor a la vida

 En su libro "Recuerdo de Lenin", Nadia Krúpskaya, su compañera de vida, dirigente del Partido Bolchevique, de enormes aportes a la educación en el estado obrero soviético, cuenta que en los últimos días de vida de Lenin, sin poder hacerlo él, pedía que le leyera literatura. Una de esas lecturas fue un cuento de Jack London, titulado “Amor a la vida” (Love of Life, 1905). Una trama que habla sobre la voluntad de un hombre en la soledad y el abandono, que sobrevive a diferentes situaciones como el hambre y la desolación, y que al final del camino, donde divisa un horizonte que se le aparece como la salvación a sus pesares, libra una batalla final, la batalla final entre un hombre agonizante y un lobo enfermo que ha seguido sus rastros de sangre para comerlo ni bien muera. Posiblemente Lenin, quien sentía especial interés por los libros de literatura que reflejaban ideas sociales, se identificase con ese personaje, que aún a merced de la muerte seguía sosteniendo esa mecha de vida para seguir batallando, para enfrentarse a ese lobo que era personificado por una burocracia que se alzaba como usurpadora de la revolución.
 "Sabía que no podía arrastrarse ya ni media milla, y, sin embargo, quería vivir. Sería una locura morir después de todo lo que había soportado. El destino le exigía demasiado. Y aun muriendo se resistía a morir. Quizá fuera una completa locura, pero al borde mismo de la muerte se atrevía a desafiarla y se negaba a perecer". 

 Trotsky: el talón de hierro 

 En 1929, León Trotsky y su compañera, Natalia Sedova, fueron desterrados de la Unión Soviética por decisión de la dictadura burocrática dirigida por José Stalin. Los dos habían sido actores fundamentales en las revoluciones de Rusia de 1905 y 1917, así como en la defensa del Estado Obrero de la Unión Soviética. Trotsky se había encargado de la organización y conducción del Ejército Rojo, que tuvo el honor de vencer a los 14 ejércitos imperialista que acechaban la revolución. Luego de peregrinar de forma precaria por Turquía, Francia y Noruega: perseguidos, vigilados, presos por momentos, sorteando atentados contra su vida, llegaron a México en 1937. 
 Instalados en Coyoacán, Trotsky recibió un archivo con las obras escritas de Jack London.
 En una carta que acompañaba las mismas Joan London, hija del reconocido escritor norteamericano, pedía que las leyera y diera su opinión. Si bien Trotsky no pudo leer todo el material, si se detuvo en una de su más lograda novela, "El talón de hierro". 
 En carta fechada el 16 de octubre de 1937, dice: 
 "Con un retraso de treinta años, he leído por primera vez El talón de hierro. Este libro me ha producido -sin exagerar- una viva impresión. El movimiento obrero mundial se ha desarrollado, a fines del siglo pasado y comienzos del presente, bajo el signo del reformismo. De una vez para siempre parecía establecida la perspectiva de un progreso pacífico y continuo del desarrollo de la democracia y las reformas sociales. Desde luego, la revolución rusa fustigó al ala radical de la socialdemocracia alemana y dio por algún tiempo un vigor dinámico al anarcosindicalismo en Francia. El talón de hierro lleva, por otra parte, la marca indudable del año 1905. La victoria de la contrarrevolución se afirmaba ya en Rusia en el momento en que apareció este libro admirable. En la arena mundial, la derrota del proletariado ruso dio al reformismo no sólo la posibilidad de recuperar posiciones perdidas un instante, sino incluso los medios de someter completamente al movimiento obrero organizado." 
 En 1905, London había recibido con entusiasmo las noticias que llegaban de Rusia sobre la revolución dirigida por los socialistas. Fue parte de la campaña impulsada por los socialistas en EE.UU. que convocan a asambleas populares para expresar su simpatía por sus camaradas en combate, y hacer una colecta de dinero para los revolucionarios rusos.
 Trotsky, continua: "...hay que destacar muy particularmente el papel que Jack London atribuye en la evolución próxima de la humanidad a la burocracia, vía la aristocracia obrera. Gracias a su apoyo la plutocracia americana logrará aplastar el levantamiento de los obreros y mantener su dictadura de hierro en los tres siglos venideros. No vamos a discutir con el poeta sobre un plazo que no puede dejar de parecernos extraordinariamente largo. Aquí lo importante no es el pesimismo de Jack London, sino su tendencia apasionada a espabilar a quienes se dejan adormecer por la rutina, a obligarlos a abrir los ojos, a ver lo que es y lo que está en proceso". Las tendencias reformistas dentro de la Segunda Internacional, que planteaba un desarrollo Pacífico al socialismo, se apoyaron para sostener esto en la llamada aristocracia obrera y la burocracia sindical que comenzaba a desarrollarse. Algo que London describe muy bien en la novela. Ernesto Everhard, el personaje principal, discute con los dirigentes sindicales, que luego de la Primer Gran Huelga General reniegan de ese método y planteaban que habían pagado esa experiencia con sudor y sangre. O’Connor, dirigente sindical de los trabajadores mecánicos, lo describe así, "merecemos todo lo que nos suceda. La caridad bien entendida empieza por casa. Soy el presidente de la Asociación de Mecánicos y mi misión es considerar los intereses de los hombres que represento, eso es todo", desconociéndose como parte del conjunto del movimiento obrero y sus métodos históricos de lucha. 
 Trotsky reinvidicaba el atrevimiento y la independencia de previsiones en el terreno de la historia, y afirma que, "en 1907 no había un marxista revolucionario, sin exceptuar a Lenin y a Rosa Luxemburgo, que se representara con tal plenitud la perspectiva funesta de la unión entre el capital financiero y la aristocracia obrera". Esto basta para definir el valor específico de la novela. Recordemos que esta novela se publica en 1908, en pleno auge del reformismo en la socialdemocracia alemana, que dirigía La Segunda Internacional de Trabajadores. Tal vez, como sostuvo Ernesto Everhard, Trotsky leyó en voz alta: 
 “Hemos perdido esta vez, pero no será así la próxima vez. Hemos aprendido mucho de la derrota. Mañana, la causa volverá a levantarse, más fuerte, más preparada y más disciplinada”. 

 El "Che" Guevara: encender una hoguera 

 En su libro Él último lector (2005), Ricardo Piglia, rescata una imagen de el "Che" y la literatura. Una imagen que será una constante en la vida del revolucionario y que se remonta a su infancia. incluso, en los últimos días de vida, en Bolivia, el "Che" Guevara tiene atado a la cintura un portafolio de cuero, en su costado derecho, donde guarda su diario de campaña y sus libros. También poseía una pequeña biblioteca en una gruta. Hay fotos donde se lo ve leyendo en plena campaña. Es una imagen del primer intento de desembarco en Cuba. Un primer intento frustrado que pone al "Che" frente a la muerte. En ese momento en que presiente que luego de ser herido va a morir, recuerda un cuento de Jack London, "Encender una hoguera" (1908), que así como en "Amor a la vida", en él aparece el mundo de la aventura, el mundo de la exigencia extrema, los detalles mínimos que producen la tragedia, la soledad de la muerte. "Inmediatamente me puse a pensar en la mejor manera de morir en ese minuto en el que parecía todo perdido. Recordé un viejo cuento de Jack London, donde el protagonista apoyado en el tronco de un árbol se dispone a acabar con dignidad su vida, al saberse condenado a muerte, por congelación, en las zonas heladas de Alaska. Es la única imagen que recuerdo", escribe el "Che" en sus "Pasajes de la guerra revolucionaria". 
 "Guevara encuentra en el personaje de London el modelo de cómo se debe morir. Se trata de un momento de gran condensación. No estamos lejos de don Quijote, que busca en las ficciones que ha leído el modelo de la vida que quiere vivir", dice Ricardo Piglia, y agrega que, en esta imagen, "la vida se completa con un sentido que se toma de lo que se ha leído en una ficción". La literatura como herramienta moral en una situación adversa. Una herramienta de donde rescata el valor para enfrentar el final trágico del héroe que asumió insubordinarse contra una sociedad de explotación y opresión. Tal vez, en ese momento donde la salida hubiese sido rendirse, el revolucionario, recordó:
 "Pensó primero que había perdido el tiempo al correr como corre la gallina con la cabeza cortada. Cuando hubo recobrado el aliento y el control, se sentó y recreó en su mente la concepción de afrontar la muerte con dignidad." 
 Que la lectura sirva para elevar la imaginación y abra tantas grietas hasta tirar abajo la pared gris de la rutina y que ello nos permita no sólo pensar, si no, construir una sociedad sin explotadores ni explotados, sin dinero y sin Estado.

 Roberto Amador 
Obrero de Madygraf y docente de escuela secundaria 
 Jueves 12 de enero | 19:32

jueves, 19 de enero de 2023

Nueva Zelanda: el fin del gobierno de Ardern


Jacinda Andern

 La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció su renuncia al cargo y afirmó que no se postulará en busca de un nuevo mandato en las elecciones generales que tendrán lugar dentro de unos meses. 
 En su alocución, Ardern dijo sentirse sin fuerzas para seguir en la jefatura de Estado y enunció algunos de los problemas que atravesó su administración: el atentado islamófobo contra dos mezquitas, en Christchurch, que dejó 50 muertos; la erupción del volcán Whakaari (nota al margen: hay un entretenido documental sobre el tema en Netflix); la pandemia de Covid-19; y la crisis económica.
 Ardern, quien pertenece al partido laborista, se convirtió en la primera ministra electa más joven del mundo (con 37 años), tras las elecciones de 2017. Logró cierta proyección internacional, a punto que, por sus modales más refinados, un sector de la prensa la ensalzaba como la contracara de Donald Trump (no obstante lo cual, en su primer gobierno sumó al gobierno a “Nueva Zelanda Primero”, una fuerza hostil a los migrantes que adopta, en clave kiwi, el lema del magnate). 
 El apogeo de Ardern se produjo en 2020, al comienzo de la pandemia, cuando instrumentó un rápido cierre de fronteras y una cuarentena bastante estricta que le permitieron contener al virus. Y si bien posteriormente la enfermedad se diseminó por las islas, el impacto fue menos severo que en otros países desarrollados. En las elecciones de 2020, Andern fue reelecta con el 50 por ciento de los votos. Logró una mayoría absoluta propia, con 65 diputados sobre 121. 
 Sin embargo, el agravamiento de la crisis económica mundial fue erosionando su popularidad. El punto más sensible hoy en día es la inflación, que ronda el 7 por ciento anual, el nivel más elevado en treinta años. Para tratar de conjurarlo, Ardern apeló a la ortodoxia neoliberal: nueve subas consecutivas de la tasa de interés (llevándola por encima del 4%). 
 Algunas encuestas previas a la renuncia de la primera ministra ya ubicaban al oficialismo por debajo del Partido Nacional, la oposición de centroderecha, de cara a los próximos comicios. 
 El laborismo debe elegir un sustituto que complete el mandato de Ardern y un candidato para las elecciones. De entrada, el vice de la renunciante, Grant Robertson, ya aclaró que no le interesa encabezar la nómina. Tal vez no se ve con chances. 

 Política exterior

 Un aspecto que Ardern no señaló en su discurso pero también es un factor de estrés para cualquier mandatario es la política exterior.
 Nueva Zelanda se alineó con Estados Unidos y la Unión Europea en la guerra de Ucrania, proporcionando armas y entrenamiento al régimen de Volodomir Zelensky. 
 Sin embargo, ha tratado de mantener un perfil propio frente a la guerra comercial y las tensiones entre China y Washington. Con el gigante asiático, Wellington mantiene una relación extremadamente compleja. Por un lado, fue el primer país desarrollado que estableció con Beijing (en 2008) un tratado de libre comercio. China es el principal socio comercial para el gobierno de Ardern, exportándole productos lácteos y forestales. Capitales neozelandeses adquirieron firmas en suelo chino. También firmaron las islas un memorándum de entendimiento por la ruta de la seda y se sumaron a un proyecto del Banco Asiático de de Inversiones en Infraestructura. 
 Pero por otro lado, Nueva Zelanda y China son rivales directos en la influencia y control del Pacífico y los países insulares. Tras el acercamiento de Beijing con las Islas Salomón, y posteriormente ante el intento chino de establecer un acuerdo de seguridad con varios países de Oceanía, el gobierno de Ardern firmó un texto conjunto con la Casa Blanca expresando su preocupación por la injerencia china en esa zona del Pacífico. Esto cayó mal en China, aunque unos meses más tarde se intentaron limar asperezas con un encuentro bilateral Ardern-Xi Jinping. 
 La tensión creciente entre Washington y Beijing pone en crisis los lazos entre Nueva Zelanda y China. En el caso de la vecina Australia, directamente los dislocó. 
 La crisis económica mundial y las tendencias a la guerra, que hacen al mundo cada vez más convulsivo, han liquidado el experimento político de Ardern. Aun los lugares más apartados, y aparentemente más resilentes, forman parte de una misma realidad global. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 18 de enero de 2023

Chile: un pacto infame del gobierno y la oposición contra el pueblo


Algunos de los firmantes del pacto político 

 Sobre el nuevo proceso de reforma constitucional.

 En el diseño original de los partidos patronales chilenos, el nutrido calendario de elecciones y el proceso constituyente debían dejar atrás la profunda crisis en que el régimen político heredero de la dictadura ingresó a raíz de la rebelión popular que se inició en octubre del 2019. Sin embargo, ello no ocurrió: el gobierno de Gabriel Boric, a poco de asumir, es tributario de un extendido desprestigio ante los ojos de las mayorías populares, determinante para el resultado del 4 de septiembre, donde el triunfo del Rechazo al proyecto de nueva Constitución no solo significa un duro golpe para este, sino que dejó trunca la tentativa de reciclar y estabilizar el régimen. La crisis se sigue profundizando. 
 Conscientes de ello, a tres años del monumental levantamiento del pueblo chileno, gobierno y oposición se encuentran embarcados en un nuevo intento de clausurar las perspectivas políticas abiertas con la movilización del pueblo. La pieza central de este esquema es el plato recalentado de la reforma constitucional, acompañada por un burdo e inmoral despliegue para borrar del espacio público las manifestaciones de aquella gesta popular, cuyos efectos políticos persisten. Nos referimos al show montado junto a dirigentes derechistas, anunciando la remodelación de la Plaza Dignidad, llevándose puestos espacios de la memoria, murales alusivos, etc. 
 A esta empresa responde también el indulto presidencial a 13 presos políticos, 12 de los cuales fueron condenados, montajes policiales mediante, por participar de las protestas del 2019. Estamos ante una indudable conquista, ya que la libertad de estos compañeros fue incansablemente reclamada por familiares y organizaciones políticas, sociales y territoriales, reclamo que recibe una respuesta tardía y en extremo acotada, porque quedan decenas de luchadoras y luchadores rehenes del Estado, incluidos presos políticos mapuches en huelga de hambre hace semanas. Celebramos la libertad de los 13 compañeros junto a sus familias, pero rechazamos la pretensión oficialista de dar un cierre al reclamo de libertad de quienes aún están encarcelados: la prisión política es utilizada también por este gobierno para castigar a quienes reclaman por derechos negados y, de paso, intentar disciplinar al conjunto de las y los trabajadores. La criminalización contra estudiantes y mapuches no sólo ha continuado sino que se vio profundizada. 

 Primero como tragedia, después como farsa 

Como lo señalamos al inicio, el llamado “Acuerdo por Chile” representa un nuevo ensayo que busca dar estabilidad a un régimen político remecido en sus cimientos por la rebelión protagonizada por el pueblo. Asistimos a un nuevo pacto contra las y los trabajadores ya que, entre otras cosas, fue fraguado a sus espaldas por los sectores políticos que, de “izquierda” a derecha, representan los intereses de los dueños de Chile. Somos convocados a validar con el voto un proceso que es en esencia la negación de la participación popular. Tutelado de principio a fin por los partidos enemigos de la clase trabajadora, este engendro (impulsado por Boric, quien intervino personalmente para destrabar las negociaciones en más de una oportunidad) busca saldar el fracaso del proceso constituyente anterior, esto es, relanzar el capitalismo neoliberal imperante cambiando la tapa a la Constitución de Pinochet. 
 El Congreso redactó los términos de este acuerdo cerrado en las altas esferas del poder. Es decir, uno de los poderes del Estado más cuestionados fue el escenario de la cocina más funesta de la historia reciente. Como el 15 de noviembre del 2019, pero esta vez con una derecha envalentonada por el triunfo del Rechazo y sin estar arrinconada por la movilización popular. Los candados y amarres del nuevo esquema constituyente, lejos de asegurarles el éxito a sus autores, dan cuenta de su fragilidad. De partida, tambalea el acuerdo -al que incluso el PC le puso la firma- y muestra de ello son los anuncios de presentaciones de indicaciones para modificar algunos de sus aspectos realizados por diputados de partidos oficialistas, lo que determinó que sea ingresado por el Senado, donde su aprobación en sus términos originales estaría asegurada. Con todo, nada asegura que cumpla con su objetivo final. Repetir como mantra que este engendro antidemocrático sirve porque al menos permite “cambiar la Constitución de Pinochet” ya no convence a nadie. 

 Por una salida propia 

La crisis política se profundiza también por la crisis económica, cuyas consecuencias están siendo soportadas de lleno por las familias trabajadoras que han visto desmejorar sustancialmente sus condiciones de vida. Además del peso de tener que pagar por acceder a derechos básicos, los recursos se ven menguados por el proceso inflacionario. El gobierno, a un año de asumir, ha negado toda asistencia social. Un año donde las familias ya han agotado su capacidad de endeudamiento y la situación se ha tornado desesperante. Sólo la amenaza de discusión de un nuevo retiro de los fondos de pensiones ha hecho que desde el oficialismo salgan a anunciar que se están “estudiando” algún tipo de ayuda desde el Estado. 
 No podemos mirar pasivamente los acuerdos donde somos el pato de la boda. Las y los chilenos de a pie debemos echar a andar las reservas políticas y orgánicas para intervenir en este escenario de crisis en nuestros propios términos, en oposición al pacto urdido por nuestros enemigos políticos. Poner en pie la instancia de deliberación y organización que nos permita romper con la dispersión de los esfuerzos de lucha, para discutir un programa común y un plan de lucha para conquistarlo. Recomponer y recuperar los sindicatos, así como la construcción de un partido propio, de la clase, siguen como desafíos pendientes que debemos asumir para dotarnos de las organizaciones propias para dar las batallas en todos los terrenos por el objetivo estratégico: que gobierne la clase obrera. 

 Olivia Campos 
 Fuerza 18 de Octubre

Colombia: intento de magnicidio contra Francia Márquez


El martes pasado, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, denunció que fue víctima de un intento de asesinato. En concreto, los agentes de seguridad encargados de la custodia encontraron 7 kg de explosivos de alta capacidad de destrucción al costado de la ruta donde debía pasar Márquez para volver a su vivienda. Personal de inteligencia y seguridad concluyó que, por las características y ubicación de los explosivos, se trató de un evidente atentado contra la vida de la vicepresidenta. 
 En sus redes sociales, la Márquez publicó el informe del hallazgo y manifestó que esto representa un “nuevo intento de atentar contra su vida”. En 2019, fue objeto de un ataque con granadas y ráfagas de fusil en el departamento de Cauca, donde aún reside. Márquez argumentó que aquel atentado fue una respuesta a su activismo ambiental, cuando se enfrentaba contra la minería legal e ilegal. 
 Rápidamente, el gobierno colombiano, recogió la solidaridad de varios sectores de la política. Si bien las autoridades colombianas no han mencionado a quién le atribuyen el atentado, tanto Márquez como el presidente Gustavo Petro sostienen que el ataque pretendería socavar un posible acuerdo de paz que con las fuerzas paramilitares y algunos cárteles narcos que operan en el país. 

 El trasfondo

 En Cauca, se encuentran activas las disidencias de las FARC, que no se acogieron al acuerdo de paz en el pasado, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En principio, el ELN formó parte del cese al fuego bilateral proclamado por Petro en la víspera de año nuevo. Pero, más tarde, el ELN desmintió al gobierno alegando que el cese al fuego no formó parte de la primera ronda de negociaciones de paz que sostienen con delegados del Ejecutivo. En respuesta, el ministerio de seguridad, ordenó retomar la persecución contra los 3.500 guerrilleros de la organización. 
 Por otro lado, los esfuerzos de paz generaron críticas de las facciones de derecha. Muchas de estas facciones tienen grupos armados que están vinculados, en general, al narcotráfico y a los intereses empresariales. Estos grupos desangran al país. Colombia, sufre el incesante asesinato de todo tipo de líderes sociales y ambientalistas. La región del Cauca, donde reside Márquez, es una de las más golpeadas, debido a que es un punto estratégico para las rutas del narcotráfico por su salida al Pacífico. Estos asesinatos fueron amparados, en gran medida, por los gobiernos conservadores ligados al uribismo. El gobierno de Petro y Francia Márquez no ha desarticulado el poder, ni ha tocado los intereses de estas bandas. Sin embargo, éstas son hostiles al actual gobierno nacional.
 Según el último informe de la ONG Human Right Watch, el año pasado en Colombia se retrocedió a los mismos niveles de violencia que se tenían antes del proceso de cese del conflicto con la extinta guerrilla de las FARC, en 2016. Este aumento fue debido a que las bandas ligadas al Narco-Estado fueron usadas como fuerzas de tercerización de la represión por el Estado Colombiano y los empresarios. 

 Mauri Colón 
 15/01/2023

lunes, 16 de enero de 2023

El circo colaboracionista de los perseguidos


Ana Belén Montés: guerra y paz


Perú: crisis revolucionaria


La segunda ronda de revueltas populares contra el gobierno golpista, caracterizada por embrionarias tendencias insurreccionales, está planteando una crisis revolucionaria. 

 Revolución y contrarrevolución 

Dina Boluarte está “escondida” y algunas de las maniobras que operativiza se convierten en su contrario. La masacre golpista de trabajadores provincianos no ha amilanado a las masas. Lo contrario. Las ha impulsado a una mayor intervención. Los Comités de Lucha o de Huelga formados en muchas zonas se desarrollan como organismos paralelos casi de poder obrero y campesino. No se mueve nada en la sociedad si así lo quiere el Comité. 
 El Aymarazo profundizó y extendió la rebelión. El estado de sitio en las regiones como Puno es ninguneado por los manifestantes, que continúan en paro indefinido. Hasta en las regiones norteñas más conservadoras, las masas campesinas están saliendo a la lucha.
 El golpismo contrarrevolucionario, en sus trece, y estaría pensando en reprimir más ferozmente a través de una dictadura militar abierta. Esta salida es acicateada por los militares congresistas como Montoya, Cueto, Chiabra, a la cabeza del presidente del Congreso, Williams Zapata. Pero un golpe militar dentro del golpe sería recibido con una mayor movilización de masas y el eventual desarrollo de una guerra civil. 
 Como si fuera la insurrección obrero y popular boliviana del 2003, las masas en lucha, arengan, “ahora sí, guerra civil”. En el campo, ya existen conatos de guerra civil. De querer imponerse una dictadura militar abierta, pasaríamos a un escenario más sangriento. 
 Este es el impasse que ira resolviéndose en los próximas días. El gobierno golpista de Dina es insostenible. Hasta la centroizquierda, que estaba apoyando a Dina, ha tenido que sacar cuerpo por el escándalo en la cantidad de muertos y la radicalización de la lucha. Colegios profesionales, gobernadores regionales, etc. exigen la renuncia de Dina Golpista. 
 Esta puede ser una de las maniobras políticas a las que termine llegando la burguesía. En el parlamento ya han sido presentadas mociones para “vacar” (destituir) a la “presidenta” Dina Boularte, haciéndola responsable de una represión “desmedida”. Querrán en ese caso transformarla en un chivo emisario de la responsabilidad de todo el régimen golpista (congreso, poder judicial, fuerzas policiales y armadas).
 El Ayamarazo está cambiando la correlación de fuerzas incluso en la Lima conservadora. En la movilización de ayer se movilizaron más de 10.000 trabajadores, estudiantes y autoconvocados. 

 No a las falsas salidas “institucionales”-continuistas 

Entre las salidas que propugna el democratismo burgués está la del Partido Morado (Francisco Sagasti) que plantea una “tregua”. Muchos se adaptan reclamando “nuevas elecciones” y, simultáneamente, una “consulta” (referéndum) sobre la “necesidad” de convocar a una Constituyente. Sería recorrer un camino parecido al pactado por Boric en Chile que logró mantener la continuidad del gobierno asesino de Piñera y constituir una Constituyente amañada al poder político burgués. Se han ido barajando incluso propuestas de “gobierno provisional” (Asamblea de Gobernadores, gobierno de “notables”, etc.) para encargarle llevar adelante esta hoja de ruta seudodemocrática. Todo el objetivo sería sacar a las masas de su movilización en la calle y de su creciente radicalización, con el planteo del cese de la represión, de la “pacificación”. 
 Incluso el Imperio del Norte, con Joe Biden, se ha visto obligado a proponer “moderación en el Perú… apoyamos el compromiso del gobierno peruano de investigar todas las muertes y garantizar que sus fuerzas de seguridad respeten la ley y el orden, de acuerdo con los derechos humanos y la legislación peruana”. ¿Qué hay que “investigar”? Los 50 caídos en la lucha y los centenares de heridos y detenidos son producto del accionar represivo del régimen golpista. Es un campo para buscar la detención de algún perejil (incluido una eventual vacancia de Dina Boularte).
 “Nuevas elecciones” bajo un régimen burgués con las mismas reglas de poder no van a solucionar nada. Este planteo en la centroizquierda hace gala de su carácter de aggiornamiento al régimen de explotación capitalista. Perú ya tuvo adelanto de elecciones en el 2000 y 2020 y nada ha cambiado: el mismo perro con diferente collar. De convocarse a “nuevas elecciones”, con el golpismo en el poder, sería cambiar moco por babas.
 La salida democrática más elemental plantea: abajo el régimen golpista. Asamblea Constituyente Soberana.

 Por una Asamblea Nacional de Trabajadores 

El objetivo central en este momento es extender la huelga general -que tiene su vanguardia masiva en el sur del Perú- a Lima y a todo el país. Para eso sería importante que la CGTP y todas las organizaciones de masas rompan con toda expectativa de “diálogo” con el gobierno golpista y realizando una Asamblea Nacional de Trabajadores, con delegados y representantes de las fábricas, barriadas, organizaciones, etc., voten un plan de lucha en el marco de la huelga general y una plataforma independiente de los trabajadores: fuera el golpe, asamblea constituyente soberana ¡ya! 
 Libertad a Pedro Castillo y todos los detenidos por luchar contra el golpe. Derogar el Estado de Emergencia. Plena vigencia de las libertades democráticas (reunión, manifestación, etc.). Fuera el Ejército y la Policía de las calles. Cárcel a los represores del pueblo.

 César Zelada 
 Dirigente de la Agrupación Vilcapaza.