martes, 31 de octubre de 2023

Quién mató a civiles israelíes


La Directiva Hannibal en acción. 

 ¿Muchos de los 1.400 israelíes muertos durante el ataque de las milicias palestinas fueron asesinados por el ejército sionista, su propio ejército, para evitar que Hamás los llevara como rehenes a la Franja de Gaza? 
 Esto no solo es posible sino perfectamente legal: el ejército israelí tiene un protocolo -la “Hannibal Directive”- que obliga al ejército impedir que israelíes sean tomados como rehenes, aunque para eso haya que matarlos, o matar a población civil para lograr ese objetivo. 
 La Directiva Aníbal es una orden secreta que data de 1986. Fue redactada por tres militares, incluido Yossi Peled, nombrado jefe del Comando Norte meses después de que Hezbollah capturara a dos soldados en El Líbano. 
La directiva suspendió los procedimientos de protección de los soldados y “equivale a ordenar que se fusile al soldado capturado para evitar que sea hecho prisionero” (Haaretz, 3/8/2014) La Directiva volvió a la plana de los diarios a partir de las declaraciones radiales de Yasmin Porat, una mujer israelí que el 7 de octubre se refugió en el kibutz Be’eri. En una entrevista a una radio israelí (programa Haboker Hazeh), después censurada, Porat denunció que el ejército atacó con tanques y por aire al kibbutz mientras decenas de familias se encontraban allí en poder de las milicias palestinas. 
 La versión de Porat fue confirmada por altos jefes militares que se felicitan por haber ordenado recuperar las posiciones tomadas por los palestinos aunque hubiera israelíes. Uno es el comandante Avi Rosenfeld, que estaba atrincherado en la División Gaza. Ante la imposibilidad de hacer retroceder a las milicias, “la división se vio obligada a solicitar un ataque aéreo contra la propia base para repeler a los terroristas”, se jacta Rosenfeld. 
 “En otras palabras, el ejército parece haber preferido matar tanto a civiles y militares israelíes como a los militantes de Hamás que los retenían en sus propios hogares en lugar de intentar negociar una liberación”, concluye Jonathan Cook, periodista inglés especializado en Medio Oriente, que vivió 20 años en Israel. 
 Los editores de la página neoyorquina Mondoweiss, Philiph Weiss y Adam Horowitz, llegan a una tajante conclusión: “La respuesta del ejército israelí a la incursión de Hamás en Israel y la captura de comunidades israelíes cerca de Gaza fue en los términos de la infame Directiva Aníbal de Israel”. Durante 17 años, la Directiva Hanníbal, una de las órdenes más controvertidas en la historia militar israelí, permaneció en secreto. Según Haaretz, algunos comandantes de batallón se negaron a transmitir la directiva a sus tropas. El Ejército sionista hasta entonces predicaba que su prioridad absoluta era preservar la vida de sus soldados. 
 En 2003, tras una carta de un médico a Haaretz, la censura militar permitió que saliera a la luz. “Es hora de que los soldados, sus familias y los ciudadanos sepan la verdad sobre el procedimiento que parece tener menos que ver con salvar a los soldados cautivos que con matarlos junto con sus captores”, polemizaba entonces el periodista Uri Misgav en Haaretz (3/10/2014). 
 Tal vez porque el escándalo no llegó a mayores, años después, en una entrevista de Haaretz en 2009, el general de brigada Moti Baruch explicó con extraordinaria franqueza: la directiva es "inequívoca" y se aplica "en todos los niveles, empezando por el soldado individual". “Ningún soldado debe ser capturado, y ese es un mensaje inequívoco”, ratificó.
 Fue el criterio que aplicó el comandante de batallón de la Brigada Golani, que dirigió a sus soldados a la Franja de Gaza durante la Operación Plomo Fundido a principios de 2009: "Ningún soldado del Batallón 51 será hecho cautivo. Sin precio y bajo ninguna circunstancia”.
 El propósito evidente de la Directiva es evitar cualquier negociación que obligue a Israel a liberar a sus prisioneros palestinos para recuperar a sus soldados y eliminar la presión de los familiares en ese sentido.
 El más reciente canje de prisioneros fue el acuerdo por el sargento Gilad Shalit, cuando Israel intercambió 1.027 palestinos por un sargento que había pasado más de cinco años cautivo de Hamás. Tras la captura de Shalit, hubo críticas dentro del ejército porque no se habían utilizado disparos de cañón para evitar que Shalit fuera llevado a Gaza, sino sólo ametralladoras. 
 El 1 de agosto de 2014, el ejército israelí invocó la Directiva Aníbal en Rafah, en el sur de Gaza, para impedir que los combatientes de Hamás huyeran con un oficial israelí capturado. La intensa acción que siguió tuvo como resultado la muerte de al menos 135 civiles, 75 de los cuales eran niños. Amnistía Internacional y otras ONG han calificado los acontecimientos de ese día, denominado “Viernes Negro”, como un crimen de guerra. 
 Este documental explora la historia secreta de la Directiva Aníbal, incluidos sus orígenes, uso reciente e implicaciones. La película, realizada en medio de la actual controversia en torno a la moralidad y la aplicación de la doctrina, presenta entrevistas con ex soldados, reservistas y civiles israelíes que estaban divididos sobre si la política, que resultó en la muerte de numerosos civiles inocentes, podría alguna vez justificarse. La orden finalmente fue revocada silenciosamente por el ejército israelí en junio de 2016.
 En este momento, 230 personas están en poder de Hamas en Gaza. Ayer fue difundido un video en donde aparecen tres mujeres: una de ellas acusa a Benjamin Netanyahu de ser responsable de la masacre del 7 de octubre: “Nadie llegó, nadie nos salvó. Nosotros somos civiles inocentes, contribuyentes, nos encontramos en cautiverio en condiciones horribles. Nos estás matando”. Netanhayu ha rechazado las propuestas de Hamas y de las familias de los rehenes para canjearlos por presos políticos. La vida de los rehenes depende del gobierno sionista. 
 La responsabilidad del ejército de Israel en la muerte de sus ciudadanos desmorona un gigantesco operativo de manipulación de la opinión pública del que participó personalmente hasta Joe Biden. 

 Olga Cristóbal 
 31/10/2023

lunes, 30 de octubre de 2023

La masacre contra el pueblo palestino, en una “nueva fase”


Empezó la invasión terrestre 

 El sábado 28, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció el inicio de una “nueva fase” en las operaciones contra la Franja de Gaza. Horas antes, Israel había desplegado tropas de infantería y tanques en el enclave costero. Es el inicio de la anunciada invasión terrestre, ya que hasta ahora solo se habían efectuado algunas incursiones puntuales.
 Según distintos medios de comunicación, las tropas israelíes están cerca de la ciudad de Gaza, la más importante del territorio. Algunos análisis sostienen que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) buscarán primero consolidar un área propia, como plataforma para una invasión más profunda. Por lo pronto, Netanyahu asegura que sus hombres atacaron distintas posiciones de Hamas, incluyendo su sofisticada red de túneles, conocida como “el metro” de la Franja. 
 En paralelo con la incursión terrestre, el fin de semana se llevaron a cabo los bombardeos más fuertes sobre el enclave, provocando un apagón completo de las telecomunicaciones. Hasta el momento, más de 8.300 palestinos murieron en estos ataques, de los cuales más de 3.300 son menores.
 Los informes sobre estos ataques son estremecedores. Un artículo del New York Times, reproducido por La Nación (30/10), que cifra en 7 mil el total de agresiones aéreas, señala que “los bombardeos arrasaron mezquitas, hospitales y escuelas, y sin previo aviso dejaron reducidas a escombros casas con familias enteras adentro”. 
 Según esa misma nota, “los habitantes de Gaza dicen que la mayoría de las bombas caen sin previo aviso y de manera indiscriminada, causando desesperación generalizada y la sensación de que la muerte inminente es inevitable”. Ante cada operación aérea, “los niños se escriben su nombre en la mano o en el brazo para que, en caso de morir, sus cuerpos sean identificados y no arrojados a fosas comunes”. Los bombardeos abarcan a todo el enclave, no hay sitio seguro para la población gazatí. El millón de personas desplazadas del norte se topó con el fuego israelí en el sur, lo que llevó, incluso, a 30 mil personas a retornar a sus lugares de origen.
 Funcionarios de Naciones Unidas, en tanto, informaron que Israel está bombardeando las inmediaciones de varios hospitales, a la vez que dicta órdenes de evacuación sobre los mismos, como Al Quds o Al Shifa, donde hay 50 mil refugiados. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice que es imposible evacuar esos centros sanitarios en condiciones de seguridad. 
 Con la ayuda humanitaria entrando a cuentagotas por el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, la situación social sigue siendo catastrófica. En este contexto, pobladores desesperados asaltaron instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados, llevándose harina y productos básicos de higiene. Recordemos que en la Franja escasea la comida, el agua, las medicinas y está cortada la electricidad. 
 El imperialismo es cómplice de esta devastación. Estados Unidos proporcionó más de mil bombas inteligentes a Israel desde el 7 de octubre, fecha de la incursión de Hamas en Israel, y la Unión Europea emitió una resolución encubridora que demanda “pausas humanitarias”, después de un debate entre los socios que descartó reclamar un cese al fuego, en nombre del derecho de Israel a defenderse. Es decir, reivindica el “derecho” al bombardeo indiscriminado sobre el pueblo de la Franja. En cualquier caso, el sionismo hizo oídos sordos incluso a esas “pausas”, y su ministro de defensa, Yoav Gallant, se jactó en los medios de que los ataques han hecho “temblar” a Gaza.
 A medida que se acentúa la ofensiva israelí, crecen los lanzamientos de cohetes de Hezbollah desde el Líbano, uno de los focos de una eventual regionalización del conflicto.
Hamas, por su parte, efectuó disparos sobre Tel Aviv y asegura haber infringido “pérdidas masivas” a las tropas invasoras. Hamas ha ofertado también un canje de los rehenes en su poder (algo más de 200) por los 5 mil presos políticos palestinos. Tel Aviv no dio una respuesta, pero lo interesante del caso es que el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos planteó en una conferencia de prensa que “le dejamos claro a Netanyahu que necesitamos un acuerdo de ‘todos a cambio de todos’” (ídem, 29/10). 
 El fin de semana se repitieron las movilizaciones multitudinarias en el mundo árabe y en Londres en apoyo al pueblo palestino (con picos muy altos de participación en Jordania y Turquía, en una concentración motorizada desde el gobierno). También hubo nuevas manifestaciones en Cisjordania, donde los ataques de Israel y las bandas armadas de colonos ya dejaron más de cien muertos desde el 7 de octubre.
 Sigue planteada la necesidad de detener la acción genocida de Israel: cese de los bombardeos, no a la invasión, abajo el Estado sionista, por una Palestina única, laica y socialista. 

 Gustavo Montenegro

CON FILO | La vanguardia de Camilo


sábado, 28 de octubre de 2023

La deshumanización de los (inmigrantes) pobres


A fines de los años 70, mi padre le compró un televisor a sus suegros. Ellos vivían en una granja sin electricidad en Colonia, Uruguay. Allí, mi hermano y yo pasábamos los tres meses del verano, los meses más felices del año, trabajando en el campo (con frecuencia al sol, durante horas; no era una imposición, sino el reflejo de la ética del trabajo de los abuelos). Por las noches, podíamos ver dos horas de televisión argentina, porque eso era lo que duraba la batería que alimentaba un cargador artesanal de viento. Uno de los programas favoritos de los niños era El Chavo del 8. 
 En una conversación reciente, Fernando Buen Abad me hizo notar la violencia permanente que sufría El Chavo. Yo nunca había reparado en ese tema que ocupaba a Fernando. De hecho, me hizo recordar que siempre me dolía la escena de don Ramón golpeando al niño cada cinco o diez minutos, pero, al mismo tiempo, lo tomaba como algo gracioso. De la misma forma, disfrutábamos del humor sexista de Benny Hill, uno de los actores más creativos en ese género. La violencia es fácil de naturalizar, incluso (o sobre todo) cuando se la presenta como algo divertido. También para los espectadores de las corridas de toros, el espectáculo de la tortura animal es algo divertido. 
 El pasado 2 de octubre, la embajada de Estados Unidos en México lanzó una campaña publicitaria destinada a quienes estaban pensando emigrar, recurriendo a El Quico, el segundo personaje más importante de la serie El Chavo, sino el primero. El publicitario está lleno de las famosas frases de nuestro querido antihéroe de la infancia, cuarenta años mayor pero vestido y hablando de la misma forma: 
 “Cállate, cállate porque me desesperas... No cruces la frontera de Estados Unidos porque pueden estar en peligro tu papá, tu mamá, tu tío, tu perro, el gato, el perico... Mejor, cruza legal. Ándale, dime que sí. Si lo haces, sí me simpatizas”. El anuncio cierra con “Cruza legal” y “Utiliza las vías legales”. Nada muy diferente de lo que cualquiera de nosotros recomienda cada tanto. Entonces, ¿cuál es el problema? 
 El Quico (la Embajada) no le está hablando a un niño que no puede realizar ningún trámite. Le está hablando a adultos, a quienes trata como si fueran niños. Pero esto sería un detalle, considerando la tragedia del contexto. 
 El discurso de la inmigración legal ha sido la tradicional muletilla para justificar cada uno de los ataques contra los inmigrantes pobres que, en Estados Unidos, desde la Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto se lava con la excusa de la legalidad. “No estamos contra los inmigrantes, sino contra la inmigración ilegal”. Por eso en 1882 prohibieron, legalmente, la inmigración de asiáticos y no pararon filtrando razas indeseables hasta 1965. En 2017 el presidente Trump reemplazó razas por naciones. El eslogan de la embajada “Cruza legal” también es demagógico. Los embajadores estadounidenses saben, mejor que nadie, que los pobres no cruzan de forma ilegal porque sea más fácil o porque sea más barato. Un coyote les cobra miles de dólares para dejarlos tirados en el desierto. Cruzan de ilegales porque son pobres o no tienen una beca universitaria, y las embajadas no otorgan visas a los pobres ni a los obreros que no pudieron estudiar.
 Voy a repetirme: si esos países empobrecidos del sur fuesen a reclamar una indemnización por más de un siglo de saqueos, de golpes de Estados, de destrucción de democracias o de apoyos a dictaduras amigas que dejaron varios cientos de miles de muertos sólo en América Central, no nos darían las reservas del Tesoro Nacional ni todo el oro de Fort Knox. 
 Así que, por lo menos, podríamos dejar de tratar a los inmigrantes ilegales como niños y como criminales. La solución de la pobreza y la violencia del mundo no está en las manos de un solo gobierno, pero dejar de deshumanizar a los pobres, como niños buenos o como adultos malos, podría ayudar en algo. Bastante deshumanizados ya están como mano de obra desechable.
 Los estadounidenses deberían agradecer que todavía hay pobres que quieren venir a trabajar a este país. Pero todavía no han tomado conciencia de que gran parte de su prosperidad (asentada en sus medios imperiales, desde la fuerza militar hasta la emisión de la divisa global) se basó en la necesidad de sobrevivencia de los habitantes de las neocolonias, ya sean profesionales especializados en la punta de la pirámide laboral o de inmigrantes pobres y sin títulos universitarios en la base. Justo en los dos extremos donde, desde hace décadas, existe un déficit crónico. 
 Sin embargo, al mismo tiempo que este flujo de fuerza productiva comienza a secarse en Europa y en Estados Unidos por la misma razón (por la pérdida de la hegemonía global y su poder de acoso y saqueo de los últimos siglos), en lugar de competir por los inmigrantes del mundo, insisten en obstaculizar su ingreso con leyes anacrónicas y discriminatorias, hijas de un viejo y profundo racismo que ha sabido camuflarse de legalidad. Racismo que el mismo embajador Lee Salazar en México sufrió en carne propia, cuando de joven, en Colorado, lo llamaban “mexicano sucio”, como si los mexicanos los hubiesen invadido y no al revés. 
 Ahora, que ya no es tan fácil dictar la moral y las políticas económicas al resto del mundo ni venderles brujas y espejitos a cambio de los recursos que mueven el poder global, entonces explota el fascismo visceral. Esta reacción fascista ha contagiado a otras partes del mundo, aun con situaciones sociales y económicas opuestas, como en las neocolonias que, por generaciones, han copiado las tendencias de la moda y de las ideologías del Norte. Ahora, una parte de las neocolonias es la encargada de mantener viva la mentalidad del colonizado, aunque más no sea como inercia cultural. Así aparecen los Jair Bolsonaro y los Javier Milei repitiendo ideas del imperialismo del siglo XIX con las narrativas de la Guerra Fría, como si fuesen la última novedad.
 Yo también aconsejo que nadie emigre de forma ilegal. Es una forma de convertirse en un esclavo moderno, como los europeos pobres se vendían como esclavos indenture en el siglo XIX, no porque quisieran hacerlo sino porque sus otras opciones eran el hambre y la muerte. Como esos indenture, el resto de los inmigrantes pobres también fueron criminalizados al llegar a este país, sobre todo si pertenecían a una variación corrupta de la sangre blanca, como era el caso de los irlandeses, primero, y de los italianos después. 
 Pero ¿quién soy yo, o cualquier otro, para juzgar y criminalizar a un padre o a una madre desesperada que sólo lucha por una vida mejor para su familia y, al llegar, encuentra más violencia y más miseria humana? En lugar de vender políticas infantiles, las leyes de inmigración bien podrían dejar de criminalizar a los trabajadores sin grandes cuentas bancarias. 
 Aquí, señores embajadores, necesitamos más gente como esa. No más inútiles de las oligarquías del Sur.

 Jorge Majfud 
23 de octubre de 2023 - 00:01

Punto por punto, el ataque genocida de Israel contra la Franja de Gaza


Bloqueo total, más de un millón de desplazados, hospitales sin anestesia y escuelas atacadas.

 Los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza ya han dejado 7.326 muertos, según las cifras del Ministerio de Salud del enclave costero. El 40% de los fallecidos son niños. A su vez, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) practicaron en las últimas horas dos incursiones terrestres puntuales que serían, dijeron, preparativos de una invasión en regla.
 Los ataques aéreos, constantes, incluyen a los campos de refugiados en que se hacinan cientos de miles de personas y no discriminan hospitales, escuelas ni supermercados. 
 A continuación, repasamos algunos de los aspectos más espeluznantes del ataque genocida en curso contra el pueblo palestino. 

 1) Bloqueo casi total: falta el agua y la comida 

Israel mantenía ya un férreo bloqueo terrestre y marítimo contra la Franja de Gaza desde 2007. Sin embargo, tras la incursión de Hamas del 7 de octubre, se convirtió en un bloqueo total. “No habrá electricidad, ni comida, ni gas, ni combustible. Nadie podrá entrar ni salir. Estamos luchando contra animales”, declaró el ministro de Defensa, Yoav Gallant. 
 Solo han podido ingresar, desde el 7, a través del cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, unos 84 camiones con ayuda humanitaria, definidos como “una gota en medio del océano” de necesidades por Nebal Farsakh, de la Media Luna Roja palestina (antes de la crisis entraban diariamente 450 camiones, según consigna la agencia Efe). A su vez, Israel sigue vetando el ingreso de combustibles, que son fundamentales para abastecer a los generadores de emergencia que se usan en los hospitales y a las plantas potabilizadoras de agua. 
 El viernes 27, en tanto, se produjo un corte total de las comunicaciones, en medio de nuevos bombardeos.

 2) Más de un millón de desplazados

 Tras la orden de evacuación del norte de la franja dictada por Israel, más de un millón de personas (sobre 2,3 millones de habitantes) debieron abandonar sus hogares, en dirección al centro y sur del enclave. Cientos de miles pasaron a engrosar los campos de refugiados de Naciones Unidas, en los que se vive una situación de hacinamiento extremo. El periodista Mikel Ayestaran informó que en uno de esos campos contaban con un baño para 3.000 personas (La Sexta, 26/10).
 El agua y la comida se encuentran racionadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua diarios para satisfacer sus necesidades básicas de salud: hoy los gazatíes disponen de entre uno y tres litros, según Pilar Orduña, de la ONG Oxfam (RFI, 27/10). 
 Alrededor de 30 mil personas que habían escapado del norte de Gaza volvieron a la zona, debido a los bombardeos permanentes en el resto del territorio. 

 3) Hospitales colapsados y sin anestesia 

Ante la falta de drogas, en algunos hospitales se están realizando operaciones sin anestesia (incluso amputaciones) y los doctores usan las luces de sus celulares para guiar sus intervenciones, debido a la falta de energía eléctrica. Los pasillos, atestados de desplazados por el conflicto, también son sitio de intervenciones quirúrgicas. El hospital Al Shifa, según la ONU, trabaja al 150% de su capacidad (BBC, 25/10). En otros, la situación es aún peor. La falta de agua y el hacinamiento amenazan con desatar enfermedades.
 Un tercio de los hospitales debió cerrar ante los bombardeos y la falta de insumos. Según Irene Huertas, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Cisjordania, la situación ya es tan dramática que los médicos gazatíes “han llegado al punto de tener que elegir a quién salvar y a quién dejar morir” (Clarín.com, 26/10). 
 La escasez de combustibles plantea el peligro de que no puedan abastecerse los generadores eléctricos de emergencia. Está en juego la vida de miles de pacientes: bebés prematuros, pacientes de diálisis, de cáncer, o en terapia intensiva. 
 Como un modo artero de justificar esta situación, funcionarios israelíes declararon este 27 de octubre que Hamas usa a los hospitales como centros de operaciones, acusación que fue rechazada tanto por ese grupo como por las autoridades hospitalarias. 

 4) Ataques a escuelas 

La Unesco afirmó en un comunicado que más de 200 escuelas (40% del total) sufrieron daños, cuarenta de ellas graves, a raíz de los ataques israelíes. 

 5) Masacres en Cisjordania 

El accionar de las fuerzas israelíes y bandas de colonos armados dejó desde el 7 de octubre casi 100 muertos en Cisjordania, donde diariamente hay manifestaciones de solidaridad con Gaza y ataques a los centros de control y vigilancia sionista.
  El repaso por estos datos muestra que el Estado de Israel lleva a cabo una operación que no se restringe a Hamas: es una acción genocida contra todo el pueblo de la franja. “Algunas almas frágiles y santurronas están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula”, sostuvo la ministra de los Derechos de la Mujer, May Golan. 
 Detengamos la operación genocida del Estado israelí.

Prensa Obrera

jueves, 26 de octubre de 2023

The New York Times certifica que un misil israelí destruyó el hospital Al Ahli


Una investigación realizada por uno de los principales medios imperialistas concluyó que el misil que destruyó el hospital Al Ahli de Gaza, el martes 17, se originó en Israel. La investigación demuestra que el video difundido por la inteligencia yanqui y el Mossad es trucho. 
 TNYT dice que el supuesto misil que Israel adjudicó a Hamas y a la Jihad Islámica “nunca estuvo cerca del hospital y parece haber explotado sobre la frontera entre Israel y Gaza a dos millas de distancia del hospital”. TNYT descarta que existan pruebas para aseverar que Hamas o la Jihad hayan estado detrás de la explosión que segó la vida de casi 500 palestinos. 
 Las pruebas utilizadas por Israel y EE. UU., dice TNYT, muestran un cohete lanzado desde Israel, no desde Gaza. Mediante diferentes análisis TNYT sostiene que “para rastrear el objeto en el cielo -el cohete de los palestinos- hasta territorio israelí se sincronizaron las imágenes de Al Jazeera con otros cinco videos filmados al mismo tiempo, incluidas imágenes de una estación de televisión israelí, el canal 12, y una cámara CCTV en Tel Aviv. Estos diferentes videos proporcionaron una vista del misil desde el norte, el sur, el este y el oeste, utilizando imágenes satelitales para triangular el punto de lanzamiento en esos videos”. 
 Así TNYT concluye que el proyectil que destruyó el hospital de Gaza y provocó la muerte casi instantánea de 500 palestinos, en su mayoría enfermos y niños, fue disparado cerca de la ciudad israelí de Nahal Oz, poco antes de la mortal explosión. 
 La barbarie sionista sin maquillajes. 

 Norberto Malaj 
 25/10/2023

Israel no puede encarcelar a dos millones de habitantes de Gaza sin pagar un precio cruel


Detrás de todo esto se esconde la arrogancia israelí; la idea de que podemos hacer lo que queramos, que nunca pagaremos el precio ni seremos castigados por ello. Seguiremos adelante sin ser molestados.
 Arrestaremos, mataremos, acosaremos, desposeeremos y protegeremos a los colonos ocupados con sus pogromos. Visitaremos la Tumba de José, la Tumba de Otoniel y el Altar de Josué en los territorios palestinos y, por supuesto, el Monte del Templo: más de 5.000 judíos sólo en Sucot. 
 Dispararemos contra personas inocentes, les sacaremos los ojos y les destrozaremos la cara, expulsaremos, confiscaremos, robaremos, sacaremos a la gente de sus camas, llevaremos a cabo una limpieza étnica y, por supuesto, continuaremos con el increíble asedio de la Franja de Gaza, y todo saldrá bien. Está bien. 
 Construiremos un obstáculo aterrador alrededor de Gaza (solo el muro subterráneo costó 3.000 millones de shekels: 765 millones de dólares) y estaremos a salvo. Confiaremos en los genios de la unidad de ciber-inteligencia 8200 del ejército y en los agentes del servicio de seguridad Shin Bet que lo saben todo. Nos avisarán a tiempo. 
 Transferiremos medio ejército de la frontera de Gaza a la frontera de Hawara en Cisjordania, sólo para proteger al legislador de extrema derecha Zvi Sukkot y a los colonos. Y todo estará bien, tanto en Hawara como en el cruce de Erez hacia Gaza. 
 Resulta que incluso el obstáculo más sofisticado y costoso del mundo puede superarse con una vieja y humeante excavadora cuando la motivación es grande. Esta arrogante barrera se puede cruzar en bicicleta y ciclomotor a pesar de los miles de millones invertidos en ella y de todos los famosos expertos y contratistas gordos. 
 Los palestinos de Gaza están dispuestos a pagar cualquier precio por un momento de libertad. ¿Aprenderá Israel la lección? No. 
 Pensamos que continuaríamos yendo a Gaza, esparciendo unas cuantas migajas en forma de decenas de miles de permisos de trabajo israelíes –siempre condicionados al buen comportamiento– y aun manteniéndolos en prisión. Haremos las paces con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos y los palestinos serán olvidados hasta que sean borrados, como les gustaría a bastantes israelíes. 
 Seguiremos reteniendo a miles de prisioneros palestinos, a veces sin juicio, la mayoría de ellos prisioneros políticos. Y no aceptaremos discutir su liberación incluso después de que hayan estado en prisión durante décadas. 
 Les diremos que sólo por la fuerza sus prisioneros verán la libertad. Pensamos que seguiríamos rechazando con arrogancia cualquier intento de solución diplomática, sólo porque no queremos ocuparnos de todo eso, y todo seguiría así para siempre.
 Una vez más quedó demostrado que las cosas no son así. Unos cientos de palestinos armados traspasaron la barrera e invadieron Israel de una manera que ningún israelí imaginó que fuera posible. Unos cientos de personas demostraron que es imposible encarcelar a 2 millones de personas para siempre sin pagar un precio cruel. 
 Así como la vieja y humeante topadora palestina atravesó el sábado la barrera más inteligente del mundo, destrozó la arrogancia y la complacencia de Israel. Y así es también como desbarató la idea de que basta con atacar ocasionalmente Gaza con drones suicidas –y venderlos a medio mundo– para mantener la seguridad. 
 El sábado, Israel vio imágenes que nunca antes había visto. Vehículos palestinos patrullando sus ciudades, ciclistas entrando por las puertas de Gaza. Estas imágenes desgarran esa arrogancia. Los palestinos de Gaza han decidido que están dispuestos a pagar cualquier precio por un momento de libertad. ¿Hay alguna esperanza en eso? No. ¿Aprenderá Israel la lección? No. 
 El sábado ya hablaban de aniquilar barrios enteros de Gaza, de ocupar la Franja y de castigar a Gaza “como nunca antes se había castigado”. Pero Israel no ha dejado de castigar a Gaza desde 1948, ni por un momento. 
 Después de 75 años de abusos, le espera una vez más el peor escenario posible. Las amenazas de “aplanar Gaza” sólo prueban una cosa: no hemos aprendido nada. La arrogancia llegó para quedarse, aunque Israel esté pagando un alto precio una vez más. El primer ministro Benjamín Netanyahu tiene una gran responsabilidad por lo sucedido y debe pagar el precio, pero esto no comenzó con él y no terminará después de su partida. Ahora tenemos que llorar amargamente por las víctimas israelíes, pero también deberíamos llorar por Gaza.
 Gaza, la mayoría de cuyos residentes son refugiados creados por Israel. Gaza, que nunca ha conocido un solo día de libertad.

 Gedeón Levy 
 25/10/2023

martes, 24 de octubre de 2023

Abajo los bombardeos en Gaza y el ataque genocida del Estado de Israel


Ya son más de 5 mil los palestinos muertos. 

 Los ataques de Israel contra la Franja de Gaza han dejado, al día de hoy, 5.087 palestinos muertos, de los cuales más de 2 mil son niños, según cifras de la agencia de noticias Wafa. El viernes 20, miles de personas se movilizaron en Cisjordania y los países árabes para denunciar esta masacre. 
 Si bien el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, fue reabierto este fin de semana para permitir el ingreso de una veintena de camiones con ayuda humanitaria (medicamentos, agua y comida), el Ministerio de Salud de la Franja alertó que apenas representa el 3% de lo que ingresaba diariamente antes del bloqueo total impuesto por Tel Aviv. Además, Israel vetó el ingreso de combustibles, fundamentales para restablecer el suministro eléctrico, y no quiere que la ayuda llegue al norte de la Franja, bajo el pretexto de que eso podría favorecer a Hamas, la fuerza que encabezó el ataque en territorio israelí.
 En estas condiciones, la Franja continúa hundida en una catástrofe humanitaria. Más de un millón de personas debieron abandonar sus hogares, debido a la orden de evacuación israelí y los bombardeos constantes. El ataque aéreo israelí contra el hospital Al-Ahli, que dejó casi 500 muertos, es uno de los capítulos más negros del ataque genocida que está en curso. 
 El presidente norteamericano Joe Biden arribó a Tel Aviv la semana pasada para dar su respaldo a Israel, e incluso promueve la aprobación de un paquete de ayuda militar para el ejército sionista en el Congreso estadounidense. La Unión Europea (UE) también está alineada con el régimen israelí. 
 En un intento por controlar las consecuencias más explosivas de la agresión sionista, que podría conducir a una insurrección generalizada del pueblo palestino y a una guerra regional indeseada para el imperialismo, con la frontera siria-libanesa de Israel como un segundo teatro de operaciones, Biden intercedió para lograr una flexibilización del bloqueo sobre Gaza. A la par, según Times of Israel, la Casa Blanca habría pedido a Tel Aviv que aún no lance su incursión terrestre, para no entorpecer las negociaciones en curso con Hamas –aparentemente con la mediación de Qatar- para la liberación de rehenes. El fin de semana, la milicia islámica liberó a dos prisioneros estadounidenses. En total, quedarían unos 200.
 El mandatario estadounidense buscó, además, reunirse con la Autoridad Palestina y Jordania, pero el ataque al hospital Al-Ahli forzó a estos gobiernos a suspender el encuentro. En paralelo, Jordania y Egipto dijeron que no están dispuestos a hacerse cargo de un desplazamiento masivo de la población gazatí a sus territorios. En Jordania, ya viven más de dos millones de personas que fueron expulsadas por la política de colonización territorial sionista, semejante a un Pac-Man que ha ido acorralando y confinando a las masas palestinas. 
 No deben mover a confusión estos movimientos de Biden: mientras finge preocupación por la población civil, Washington facilita el armamento que llueve sobre el pueblo de Gaza. El diario argentino La Nación informa este 23 de octubre que “unas 1.000 bombas de pequeño diámetro, que pesan unos 250 kilos cada una y utilizan un sistema de navegación GPS para atacar objetivos” fueron facilitadas por Estados Unidos a Tel Aviv desde el inicio de las operaciones de Hamas.
 Mientras Israel sigue apostando tropas en la frontera con Gaza, en la perspectiva de una invasión, en el mundo se multiplican las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino. Grupos antisionistas de la comunidad judía, inclusive, irrumpieron en el Capitolio estadounidense para cuestionar el asedio de Gaza y el apartheid contra el pueblo palestino. En países como Francia y Alemania, estas marchas desafiaron las prohibiciones instrumentadas por sus Estados. 
 En Cisjordania, donde hay cotidianamente manifestaciones contra los ocupantes, las fuerzas israelíes y bandas de colonos armados asesinaron a casi cien personas. Como parte de la escalada, Israel efectuó también este fin de semana un bombardeo sobre territorio cisjordano por primera vez desde la segunda intifada (2000-2005), dejando dos muertos en la mezquita de Jenín. 
 El sionismo ha emprendido una feroz campaña de propaganda para atacar todas las voces de solidaridad con la causa palestina, y se registraron múltiples amenazas contra referentes políticos, como Gabriel Solano y Vanina Biasi, del Partido Obrero y el Frente de Izquierda – Unidad. 
 La propaganda sionista omite deliberadamente un debate sobre las raíces del conflicto, porque quedaría en claro que se corresponden con la expulsión masiva de los palestinos de sus tierras para la formación del Estado de Israel, en 1948, como Estado gendarme del imperialismo en la región. Desde ese momento, el sionismo continuó su política de agresión y anexión territorial, sumando vastas áreas de Cisjordania, Jerusalén Este, los Altos del Golán y Gaza. En el caso del enclave costero, Israel se retiró en 2005, pero desde 2007 impuso un feroz bloqueo terrestre y marítimo que transformó el lugar en una “prisión a cielo abierto”. 
 ¡Cese de los bombardeos a Gaza! No a la invasión y al bloqueo. Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente. 

 Gustavo Montenegro

Abel Santamaría, El Elegido


lunes, 23 de octubre de 2023

Gaza, cuadro de situación a 15 días del inicio de la guerra


¿Podría convertirse Gaza en el “Stalingrado de Israel”? (Al Jazeera). 

 No es sólo la presencia de Biden y del primer ministro británico en Israel estos días lo que muestra que la guerra criminal de los sionistas contra Gaza esconde mucho más que lo que aparece en la superficie. El amplio despliegue de la flota norteamericana en el Mediterráneo frente a las costas de Israel y Líbano es sólo un principio de una escalada internacional. La guerra de exterminio sobre Gaza oscurece lo que está ocurriendo en el norte, en la frontera con el Líbano, en toda la “línea verde” frente a Cisjordania y dentro del país con los propios palestino-israelíes. En Umm al-Fahm, una ciudad árabe del norte de Israel, se produjeron manifestaciones donde se detuvo a 11 residentes. Una corte de Haifa “sin escuchar los reclamos de sus abogados” extendió la prisión sin importar que en su mayoría eran menores (Haaretz, 20/10). El Pentágono acaba de informar que un navío yanqui interceptó tres misiles cruceros y varios drones lanzados por los rebeldes houthi de Yemen “dirigidos potencialmente hacia Israel” (ídem).

 “Unión nacional” 

El régimen de los derechistas de Netanyahu y los colonos encontró una tabla de salvación en un sector de la oposición sionista. Este acuerdo se afirma exclusivamente en una política de bombardeos aéreos sobre Gaza que como “señaló una alta fuente militar israelí está siendo castigada a una escala como no se ha visto en décadas” (ídem). Los bombardeos y el corte de todo suministro de energía, agua potable, medicinas y avituallamiento de la Franja provocaron ya el cierre de siete hospitales y van camino a lo mismo los últimos cuatro que aún funcionan. La UNRWA, la agencia de Naciones Unidas dedicada a los refugiados palestinos denunció que 16 empleados de su staff ya han muerto por los bombardeos sionistas; duplican esa cifra los fallecidos en nosocomios y personal de salud palestinos. 
 Las acciones sionistas no se detienen ante nada: «El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén, la principal denominación cristiana palestina, dijo que las fuerzas israelíes habían atacado la Iglesia de San Porfirio en la ciudad de Gaza, donde cientos de cristianos y musulmanes habían buscado refugio… 18 palestinos cristianos fueron asesinados… La oficina de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas dijo que más de 140.000 viviendas (casi un tercio de todas las casas en Gaza) han resultado dañadas y casi 13.000 están completamente destruidas» (The Guardian, 21/10). El retraso del asalto militar a la Franja revela profundas divergencias dentro de las propias FF.AA. y el establishment sionista. La política a seguir con los más de 200 rehenes retenidos por Hamas, la mayoría militares sionistas, quienes podrían morir por este “fuego amigo”; «‘se está cerrando la ventana de oportunidad para liberar a los rehenes israelíes’, advierte un alto experto del Mossad en intercambios de prisioneros» (ídem, 19/10). En cambio “Hamás liberó a los primeros rehenes” (ídem) en un gesto de buena voluntad dirigido a abrir una negociación (los liberados deliberadamente son una pareja de yanquis). 
 La segunda cuestión tiene que ver con el temor a que “a pesar de unas capacidades militares muy superiores, Israel podría encontrarse atrapado en Gaza”, según Al Jazeera. “¿Será Gaza el Stalingrado de Israel?” se pregunta Zoran Kusovac (18/10). 
 Según este corresponsal, siguiendo la experiencia del cerco de Sarajevo en 1993, la estructura de túneles subterráneos de la franja de Gaza podría ser una tumba mortal infinitamente más efectiva ante una eventual invasión sionista. 

 Hamas 

Las fábulas que se tejen sobre el carácter “criminal” de Hamas y su semejanza con el accionar del Isis (Estado islámico) son un completo fraude. 
 Según explica “el Dr. Ronit Marzan, que estudia la sociedad y la política palestinas en la Universidad de Haifa”, desde 2017 Hamas adoptó un “carácter nacionalista a expensas del Islam y declaró que si bien está comprometido con la visión de liberar a toda Palestina, en aras del consenso nacional, está dispuesto a aceptar un Estado dentro de las fronteras de 1967 con Jerusalén. de capital” (Haaretz, 19/10). Esta política “a diferencia de la carta original, fue aprobada por el Consejo Shura, el consejo más alto de Hamás” (ídem). 
 “Ese mismo año, señala Marzan, el nuevo líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, incluso acordó colocar las armas del grupo bajo la autoridad de la OLP. ‘Él habló y nosotros no escuchamos’, dice. Quería actuar de manera diferente. Después de todo, él estaba en Gaza y fue blanco de todos los ataques en todas las rondas de la guerra, mientras que los líderes exiliados (Arouri, Khaled Meshal, Ismail Haniyeh] estaban en Qatar y el Líbano, viviendo la buena vida con sus familias. En una entrevista de 2018 Sinwar dijo que “una nueva guerra no es del interés de nadie, ciertamente no del nuestro”. 
 Fue Netanyahu quien afirmó, a lo largo de los años, que Hamás debería fortalecerse, a expensas de la Autoridad Palestina. “Cualquiera que quiera frustrar el establecimiento de un Estado palestino debería apoyar el fortalecimiento de Hamás y la transferencia de fondos a Hamas”, dijo a la facción del Likud de la Knesset en marzo de 2019. “Es parte de nuestra estrategia, separar a los palestinos en Gaza de los palestinos en Judea y Samaria (Cisjordania)”. En 2021, tuvieron lugar negociaciones indirectas del gobierno de Netanyahu con Hamás sobre un acuerdo general que incluía permisos laborales y comerciales, suministro de gas y financiación catarí. 

 Norberto Malaj
 21/10/2023

CON FILO | Negocios


domingo, 22 de octubre de 2023

Hoy Palestina, mañana Cuba: los derechos humanos de la “disidencia” cubana


La previa al 22: entre la campaña electoral y la solidaridad con el pueblo palestino


El proceso electoral está terminando.

 Este domingo 22 cuando se sepan los resultados se configurará un nuevo cuadro político, que se caracterizará por la incertidumbre sobre el futuro más inmediato, esto cualquiera sea el resultado e incluso si el proceso se continúa con un balotaje el próximo 18 de noviembre para saber quién será el próximo presidente.
 La Argentina entra de lleno en una crisis que se ha ido incubando a lo largo de las últimas décadas y que es una expresión del fracaso de un régimen que ha agravado a niveles históricos las condiciones de vida de los trabajadores, que ha provocado un retroceso en todos los terrenos en beneficio del gran capital financiero y la burguesía nacional que acoplaron el país a la crisis sistémica del capitalismo permitiendo el saqueo capitalista de la Nación. 
 Lo que sí está claro a estas horas es que se avecina un profundo ataque -sin “gradualismos”- a los trabajadores con devaluación, hiperinflación, ataque a los derechos laborales, previsionales, de salud, de educación, que agravará el ajuste hoy en curso. La inflación de septiembre, que conocimos en octubre, confirmó que el pueblo argentino la está pagando “cara”. Los $ 320.000 que según el Indec necesita una familia para no ser pobre es alcanzado apenas por la mitad de la población. Y eso es lo que explica la tenacidad de algunas luchas como la de los docentes bonaerenses que esta semana se movilizaron contra los brutales descuentos de Kicillof -por ejercer el derecho al paro-, que además montó una provocación para meter presos a quienes fueron a manifestarse. 
 Las divergencias y divisiones entre los políticos capitalistas que se ventilaron en la campaña electoral son la expresión de las propias divisiones en el seno de la clase capitalista que no quiere para los costos de su propia crisis. Sin embargo la virulencia con que se trataron Massa, Milei y Bullrich no pudieron ocultar el hecho que todos ellos van contra los trabajadores. Usaron sus actos de cierre para profundizar la que fue una característica de toda la campaña: pelear para ver quién tenía mejores condiciones para imponerle al pueblo argentino un mazazo como se perfila. El Frente de Izquierda colocó la agenda de los trabajadores y los reclamos populares y actuó en la campaña con la consigna de preparar la intervención popular frente a esa situación, como manifestaron Vanina Biasi, Nestor Pitrola y Celeste Fierro en el acto de cierre del pasado jueves en el obelisco.
 Las perspectivas que se abren después de este 22 han sido abordadas por nuestro compañero Gabriel Solano en el editorial de esta semana y que titulamos Se viene el estallido y que recomendamos como lectura clave ante de ir a votar.

 Palestina 

En la semana la situación de Palestina se agravó enormemente. Israel se apresta a ingresar a Gaza, cuestión que solo puede augurar una masacre de un pueblo que desde hace 18 años vive encerrado en una prisión a cielo abierto y que es atacado a mansalva porque “osó” rebelarse frente a un bloqueo insostenible. El ataque del sionismo a un hospital en Gaza que dejó 500 muertos es la confesión de que Israel, apoyada por el imperialismo yanqui y europeo está dispuesta a todo para terminar con la expulsión del pueblo palestino de sus tierras y concluir la limpieza étnica que empezó organizadamente hace cinco décadas. 
 Las movilizaciones a favor de Palestina se repiten en el mundo y en nuestro país este jueves hubo un acto frente a la embajada palestina a la vez que se preparan nuevas movilizaciones de apoyo.
 Desde nuestro partido estamos comprometidos con esta causa y en Prensa Obrera -seguir por aquí– estamos sosteniendo una fuerte lucha política para combatir la campaña del sionismo contra el pueblo palestino y contra cualquiera que lo apoye. 
Nuestros compañeros Gabriel Solano y Vanina Biasi presentaron una denuncia ante la justicia por los cientos de llamados y mensajes con amenazas a sus vidas. Para terminar no podemos dejar de recordar que este viernes 20 se cumplieron 13 años del asesinato de nuestro joven compañero Mariano Ferreyra a manos de una patota de la Unión Ferroviaria en el marco de una lucha contra la precarización laboral y los despidos vía las tercerizaciones. Mariano fue recordado como todos los años con un acto, donde pusimos de manifiesto la vigencia de su lucha obrera y socialista y de los reclamos que lo llevaron, junto a cientos de trabajadores a movilizarse ese día. 
 La seguimos en la semana. Buen domingo. 

Eduardo Salas

jueves, 19 de octubre de 2023

Cómo la fuerza aérea sionista bombardeó el hospital Al-Ahli de Gaza


La prensa sionista y norteamericana salió a decir “Israel no fue”. Culpó a la Yihad Islámica que negó inmediatamente toda responsabilidad. El misil supersónico israelí -única arma capaz de poner en ruinas al 80% de un hospital y provocar más de 500 muertos- habría sido obra de un cohete de fabricación casera ´mal dirigido´. 
 “Las publicaciones iniciales sobre X (ex Twitter) enviadas por Hananya Naftali, una asistente digital del primer ministro Benjamín Netanyahu, despertaron sospechas, dice la agencia qatarí Al Jazeera. ´La Fuerza Aérea Israelí atacó una base terrorista de Hamas dentro de un hospital en Gaza´, escribió Naftali, pero la publicación fue eliminada casi de inmediato”.
 “A las 22:58, Naftali se disculpó en X por compartir ´un informe de Reuters´ que ´declaraba falsamente que Israel atacó el hospital´. Dijo que desde entonces había eliminado el tweet. ´Como el [ejército israelí] no bombardea hospitales, supuse que Israel estaba apuntando a una de las bases de Hamás en Gaza´, añadió”.
 Al Jazeera denuncia que las supuestas ´evidencias´ de Israel acerca del ´bombardeo de cohetes enemigos hacia Israel´, que se habrían ´desviado´ y provocado la carnicería del hospital al Ahli son falsas de cabo a rabo. Lo mismo vale para una “versión anterior (que) había incluido supuestas pruebas en vídeo. Aric Toler, periodista del equipo de investigaciones visuales de The New York Times, cuestionó la exactitud de las imágenes y señaló que la marca de tiempo indicaba que habían sido grabadas 40 minutos después del momento de la explosión. 
 “Tal Heinrich, portavoz de Netanyahu, dijo a CNN el martes por la noche que ´[el ejército israelí] no ataca hospitales´, y agregó: ´Sólo atacamos los bastiones de Hamás, los depósitos de armas y objetivos terroristas´. Pero en un comunicado emitido la noche de la explosión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que en realidad se habían producido más de 51 ataques contra instalaciones sanitarias en Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre. Quince trabajadores sanitarios habían muerto y 27 resultaron heridos. 
 “El propio ejército israelí había emitido la semana pasada órdenes de evacuación de 22 hospitales que trataban a más de 2.000 pacientes en la Franja de Gaza mientras intensificaba su campaña de bombardeos. Un alto funcionario de salud en Gaza dijo a Al Jazeera que Israel había disparado dos proyectiles de artillería como ´advertencia´ contra el Hospital Árabe Al-Ahli días antes de la explosión. 
 “El ejército israelí también publicó un vídeo que muestra al portavoz Daniel Hagari traduciendo una grabación de una conversación entre supuestos funcionarios de Hamás, donde parecen hablar sobre el cohete fallido que provocó la explosión en el hospital. A algunos les pareció demasiado elegante. Como le preguntó más tarde un periodista: ´Me gustaría que abordara la cuestión de la credibilidad, porque el [ejército israelí] tiene un historial menos que perfecto en la cuestión de la credibilidad´”. En su respuesta, Hagari admitió que los militares habían mentido antes, pero que ahora era diferente. 
 La crueldad de los ataques israelíes contra la población sitiada de Gaza tiene pocos precedentes. A las 7 de la tarde del 17 de octubre, poco antes de la explosión en el hospital de Al-Ahli, Itamar Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional de Israel, había dicho en X: “Mientras Hamás no libere a los rehenes que tiene en sus manos, lo único que necesita para entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la Fuerza Aérea, ni una onza de ayuda humanitaria”. 
 Poco después de la explosión, Netanyahu borró un mensaje suyo en X que repetía una línea de su discurso del 16 de octubre ante la Knesset. Decía: “Esta es una lucha entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre la humanidad y la ley de la selva”. Una afirmación típicamente fundamentalista.

 Norberto Malaj 
 19/10/2023

miércoles, 18 de octubre de 2023

Israel hunde a la Franja de Gaza en una catástrofe humanitaria


El bloqueo mantiene a Gaza sin agua, combustible ni medicamentos 

Se estima que más de un millón de personas abandonaron sus hogares en la Franja de Gaza desde el comienzo de los bombardeos israelíes, pero sin tener dónde ir, debido a que el enclave costero se encuentra férreamente bloqueado por el Estado sionista y Egipto. Como resultado, cientos de miles de personas se amontonan en precarios campamentos de refugiados de Naciones Unidas en los que, dado el implacable cerco, escasea la comida y las familias “disponen de menos de un litro de agua al día” (La Nación, 17/10). 
 Hace pocos días, el gobierno de Tel Aviv dictó un ultimátum para que la población civil abandonara el norte del territorio gazatí. Esto provocó un flujo poblacional hacia el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto. Pero, mientras daba esta orden de evacuación, Israel seguía bombardeando intensamente el sur del enclave, recibiendo de ese modo a los desplazados. Hasta el día 16 de octubre, según la agencia palestina Wafa, más de 2.800 palestinos fueron asesinados por los ataques, de los cuales 853 eran niños y 37, trabajadores de la salud. Esto, según el primer ministro Benjamin Netanyahu, es “solo el comienzo”, ya que aún falta la invasión terrestre, que se espera para las próximas jornadas. 
 Mientras tanto, “los hospitales advirtieron que están al borde del colapso, casi sin medicamentos y a un día de que los generadores que mantienen operando máquinas como incubadoras y respiradores se queden sin combustible” (ídem). La vida de miles de pacientes está en riesgo. Los nosocomios han resistido la orden de evacuación israelí, dado que cumplirla implicaría el deceso de muchos internados. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, advirtió el riesgo de que el desplazamiento masivo, sin agua ni condiciones sanitarias, conduzca a una ola de enfermedades.
 Mientras el pueblo de Gaza es sometido a este castigo colectivo, hay ayuda humanitaria para 300 mil personas del otro lado de la frontera que no puede ingresar debido a los bombardeos y el bloqueo. “Tenemos que destruirlos hasta la médula”, había anticipado recientemente May Golan, ministra de los Derechos de la Mujer. “Estamos tratando con animales”, intentó justificarse el ministro de seguridad Yoav Galant. 
 El desplazamiento forzoso de más de un millón de gazatíes trae a la memoria el triste recuerdo de la “Nakba” (catástrofe), cuando 700 mil palestinos fueron expulsados de sus tierras durante el proceso de conformación del Estado de Israel. De momento los gazatíes se encuentran encerrados, pero en el mediano plazo no se puede descartar un éxodo masivo hacia países vecinos, como Egipto o Jordania, donde ya viven más de dos millones de palestinos. 
 “La catastrófica situación humanitaria en Gaza está a punto de alcanzar un punto de inflexión. La población atrapada en Gaza debe recibir inmediatamente el combustible, el agua, los alimentos y los medicamentos que necesita desesperadamente”, admitió la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien no se caracteriza precisamente por su simpatía hacia la causa palestina. 
 Mientras tanto, en Cisjordania fueron asesinados 52 palestinos por la represión policial desde el inicio de la incursión de Hamas en territorio israelí. A su vez, cinco murieron a manos de las bandas de los colonos. El gobierno israelí promueve abiertamente el armamento de estos grupos: desde enero de 2023 hasta octubre, el Ministerio de Seguridad de Itamar Ben-Gvir, del ultraderechista Poder Judío (junto al Likud, los partidos ultraortodoxos y el Partido Sionista Religioso, la coalición que posibilitó el nuevo mandato de Netanyahu), distribuyó 27.000 armas de fuego para favorecer esas milicias (Wafa, 17/10). Además, en el mismo sentido, se vienen relajando las normas para el acceso a las armas.
 El escenario se completa con los bombardeos que Israel ha realizado contra Hezbollah en el Líbano y sobre los aeropuertos de Damasco y Alepo, en Siria. En la frontera con el país de los cedros, Israel evacuó 38 localidades ante la posibilidad de una regionalización del conflicto. La milicia chiíta apoya a Hamas y lanzó cohetes sobre territorio israelí. 
 El titular del Departamento de Estado yanqui, Antony Blinken, visitó Medio Oriente para reforzar el apoyo a Israel (este miércoles lo hará Joe Biden), pero también preocupado ante un posible desmadre de la situación, ya sea una insurrección generalizada del pueblo palestino, o una guerra regional, dos consecuencias posibles de la ofensiva sionista. Como válvula de escape, Blinken aseguró que se reabrirá el paso de Rafah para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, y se reunió también con el jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y con el rey de Jordania, Abdullah II.
 La segunda ola de manifestaciones en apoyo al pueblo palestino en el mundo ha sido más masiva que la primera, tanto en Europa como en el mundo árabe. Esto tiene que ver con que la acción genocida que Israel está llevando adelante empieza a quedar en evidencia, a pesar de la profusa propaganda sionista en los medios de comunicación y las redes sociales. 
 Hay que detener esta masacre. 

 Gustavo Montenegro

martes, 17 de octubre de 2023

´Fake news´ sobre el ataque de Hamas


La columnista de El País de Madrid no mezquinó el título: “Los bebés decapitados que nadie vio, pero alguien usó”. El miércoles 11, Joe Biden, presidente de la mayor potencia imperialista del mundo, durante una reunión con líderes sionistas, dijo a la prensa: “Nunca pensé que vería, y lo he confirmado, fotografías de terroristas decapitando a niños”. Sus palabras fueron multiplicadas al infinito. 
 Un día antes, Nicole Zedeck, periodista de canal israelí i24, había dicho a cámara, desde el kibutz de Kfar Aza, masacrado por la milicia palestina, que “unos soldados” le habían contado que había bebés con la “cabeza cortada”. Unos 40, dijo. 
 Antes de las 24 horas, según el experto en desinformación en Oriente Próximo, Marc Owen Jones, la noticia recibió 44 millones de impresiones, 300.000 me gusta y 100.000 reposts. Imparable. 
 Horas más tarde, la Casa Blanca tuvo que desmentir tajantemente a su presidente. Ni Biden había visto las imágenes ni estaban confirmadas las decapitaciones: solo repetía lo que había leído en la prensa israelí.
 Más tarde, Zedeck reconoció que no había chequeado la información y que el “soldado” era el subcomandante David Ben Zion, un colono extremista israelí que supo pedir la aniquilación de la ciudad palestina de Huwara. Los otros corresponsales que recorrieron el kibutz no tenían ese dato.
 Apremiada, la oficina de prensa israelí mostró fotos de un bebe en una bolsa de cadáveres y otro quemado. La rectificación no impidió que Clarín, La Nación, Infobae, insistieran con los bebés decapitados sin aportar ninguna prueba. 
 Hamas, en su canal de Telegram, tildó la acusación de “fake news” y dijo que se están promoviendo acusaciones “falsas y calumniosas” sobre que “miembros de la resistencia palestina han decapitado a niños y agredido a mujeres sin pruebas que respalden dichas mentiras” e insisten en que su objetivo “han sido y siguen siendo las fuerzas militares sionistas”. 
 Las noticias falsas involucraron también a una joven alemana, Shani Louk, que supuestamente había sido asesinada en la rave que tuvo lugar a 1 km de Gaza. Una foto de la chica en una camioneta, en short y corpiño, fue descripta como su cadáver abusado.
 Finalmente, la madre desde Alemania reclamó que el gobierno israelí se ocupe de la libertad de su hija, que está herida y hospitalizada en Gaza, y suele vestirse así cuando baila. 

 Olga Cristóbal
 16/10/2023

Israel bombardea Gaza y El Líbano con fósforo blanco


La organización norteamericana de derechos humanos Human Rights Watch anunció el jueves pasado que había confirmado que el Ejército israelí utilizó municiones de fósforo blanco (WP) durante ataques de artillería contra objetivos en El Líbano y Gaza “incluso sobre una zona civil densamente poblada”.
 HRW entrevistó a testigos y verificó imágenes de video filmadas en El Líbano y Gaza el martes y miércoles “que muestran múltiples ráfagas de fósforo blanco disparadas por artillería sobre el puerto de la ciudad de Gaza y dos localidades rurales a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano”. 
 Lo mismos confirmaron Amnistía Internacional y expertos entrevistados por France Info y por el Washington Post.
 El fósforo blanco, que reacciona directamente con el oxígeno, arde mucho tiempo a una temperatura de hasta 816 grados y el agua no lo apaga. Al entrar en contacto, quema a las personas, térmica y químicamente, hasta los huesos, ya que es muy soluble en grasas y, por tanto, en la carne humana. Los fragmentos de fósforo blanco pueden exacerbar las heridas y pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar insuficiencia orgánica múltiple. Las heridas pueden volver a encenderse cuando se retiran los vendajes y se vuelven a exponer al oxígeno. Incluso las quemaduras relativamente menores suelen ser mortales. En el caso de los sobrevivientes, las cicatrices tensan el tejido muscular y generan discapacidades físicas. 
 "Cada vez que se utiliza fósforo blanco en zonas civiles pobladas, se plantea un alto riesgo de quemaduras insoportables y sufrimiento de por vida. No solo quema las casas, causa daños atroces a los civiles", dijo en un comunicado el director de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, Lama Fakih.
 El Estado de Israel negó las acusaciones. Sin embargo, HRW acusó con anterioridad a Israel de crímenes de guerra por utilizar municiones WP en zonas densamente pobladas, incluida una escuela de las Naciones Unidas, durante la invasión de Gaza por la Operación Plomo Fundido de 2008-2009. 
 En respuesta a una petición de 2013 ante el Tribunal Superior de Justicia de Israel presentada por grupos de derechos humanos, incluido HRW, las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que ya no usarían WP en áreas pobladas, con “excepciones muy limitadas” que no revelarían.
 Según la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, los ataques aéreos con armas incendiarias en zonas civiles están prohibidos.

 Olga Cristóbal 
 17/10/2023

lunes, 16 de octubre de 2023

Gaza: el estado sionista prepara una masacre


“El fantasma de la muerte planea sobre Gaza. Sin agua, ni electricidad, ni alimentos, ni medicinas, miles morirán. Así de claro”. Lo dice el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths. Esto ocurre el mismo día en el que Israel declaró que la principal carretera que permitiría la evacuación “era un corredor seguro solo durante tres horas”. Este plazo y el inicio de la evacuación oficial de la ciudad israelí de Sderot, a apenas un kilómetro de Gaza, “apuntan a la inminencia de la invasión” (El País, 16/10). 
 El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo en una conferencia de prensa en la frontera de Gaza que "esta será una guerra feroz, una guerra mortal, una guerra precisa, y será una guerra que cambiará la situación para siempre”. Agregó que Israel "no tiene interés en librar una guerra en su frente norte”, es decir en la frontera con El Líbano. Sin embargo, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, ha amenazado este lunes con una "respuesta mortal" al grupo libanés chií Hezbollah, si este sigue atacando con cohetes y misiles desde la frontera. "Si Hezbollah se atreve a ponernos a prueba, la reacción será mortal. EE. UU. nos está dando todo su respaldo.”
 En tanto, hay un millón de palestinos desplazados y toneladas de ayuda apiladas en el Sinaí egipcio a la espera de un acuerdo que permita entregarlos a la población que los necesita desesperadamente. Más de la mitad de la población del norte de Gaza -600.000 personas de 1,1 millones- ha huido hacia el sur ante el temor a una invasión del ejército israelí, según cifras de la ONU. 
 La guerra de Israel contra el pueblo de Gaza entró a su décimo día y, si se toma como fuente la información de Médicos Sin Fronteras en Gaza, en los hospitales ya no quedan ni analgésicos y el ejército sionista ataca a las ambulancias impidiendo el traslado de los heridos, del mismo modo que inutilizó el cuartel de bomberos, pulverizando los únicos equipos para rescatar a las personas que quedan bajo los escombros de sus viviendas (vale recordar que el bloqueo terrestre y marítimo contra Gaza desde 2007 impide ingresar hasta escaleras). También bombardearon los almacenes de la oficina de refugiados de Naciones Unidas. Las presiones internacionales habrían logrado que se reanude la provisión de agua. 
 Egipto afirmó que Israel había aceptado un alto el fuego temporal para el ingreso de agua y medicamentos, pero Israel lo desmintió. Curiosamente, Israel -el país más tecnologizado y controlado de la región- necesitó 10 días para informar que el ataque de Hamás dejó más de 1.300 israelíes muertos y al menos 3.968 heridos. Y que tiene en su poder 199 rehenes entre israelíes y extranjeros 
 Mientras los gobiernos -incluido el propio Joe Biden- y los medios de comunicación occidentales propagan información falsa de las usinas sionistas -por ejemplo, respecto de bebés decapitados y violaciones a mujeres que nunca se comprobaron-, hacen un silencio de radio sobre el bombardeo a la población, la exigencia de evacuación masiva o el asesinato de unas 4.000 personas, incluidos 724 nenes y nenas esta semana (cifra de Unicef). Los heridos son más de 10.000. Todos crímenes de guerra hasta para los cánones imperialistas. Por el contrario, la UE pidió a Hamás que libere inmediatamente a los rehenes sin condiciones previas.
 En el frente norte, “las tensiones han aumentado vertiginosamente” dice Haaretz, con disparos a ambos lados de la frontera durante todo el domingo. Israel creó una “zona de amortiguación” de 4 km en la frontera con El Líbano que incluye la orden de evacuar 28 poblaciones israelíes.
 Se espera que el parlamento israelí -la Knesset- vote una ley que permite aumentar la ya escandalosa superpoblación de las celdas para los prisioneros de seguridad palestinos. 
 Este lunes, “más de 60 intelectuales, activistas por la paz y líderes de pensamiento progresistas radicados en Israel” en una carta abierta expresan su preocupación por la “respuesta inadecuada de ciertos progresistas estadounidenses y europeos” respecto del ataque de Hamás. Hablan de “insensibilidad moral” y “falta de escrúpulos políticos”, una “tendencia inquietante en la cultura política de la izquierda global” y advierten que “legitimar o excusar estas acciones equivale a una traición a los principios fundamentales de la política de izquierda”. El escritor David Grossman está entre los firmantes. “Las palomas de Israel, los defensores de la paz con los palestinos, hablan el mismo lenguaje que los halcones, los que rechazan la solución de los dos Estados”, dice El País.
 Estados Unidos y Alemania ampliaron el envío de armas y recursos, mientras la Unión Europea intenta reprimir e ilegalizar la solidaridad popular con Gaza. En Francia prohibieron las movilizaciones y multan (sic) a quienes ondean banderas palestinas, en Alemania prohibieron el uso de la kufiya -el típico pañuelo palestino en las escuelas; en Estados Unidos, un hombre que alquilaba a una familia palestina asesinó a un niño de 6 años e hirió gravemente a la madre. La Unión Europea advirtió el Elon Mask porque en X circula información que juzgaron “antisemita”. Tic Toc canceló la cuenta Palestina Hoy, una agencia de noticias con miles de seguidores. El primer ministro británico acusó a la BBC de no cuadrarse con la política de su país porque se refiere a Hamas como “militantes” y no como “terroristas”.
 Lo que están tratando de ocultar es una masacre de proporciones inéditas que incluye la evacuación de por lo menos un millón de palestinos y la muerte de decenas de miles. No les va muy bien: el domingo 150.000 personas marcharon en Londres y otros tantos en Madrid, Berlín y en Nueva York y distintas ciudades y campus norteamericanos. En el mundo musulmán, esos números se multiplican. 
 Este lunes, la protesta de un hombre pidiendo por el retorno de los rehenes a las puertas de los cuarteles militares de Tel Aviv terminó con una movilización masiva para que los rehenes sean la cuestión prioritaria y el pedido de la renuncia de Netanhayu. 
 Por otra parte, el imperialismo ha manifestado sus dudas respecto de los planes israelíes y la conveniencia de la reocupación de Gaza por parte del Estado sionista. Biden dijo que sería un gran error por parte de Israel ocupar Gaza, pero que “eliminar a los extremistas” allí “es un requisito necesario”.
 El embajador de Israel ante la ONU respondió diciendo que Israel no tiene intención de ocupar Gaza, pero se ve que Biden tiene sus dudas. La segunda hipótesis, la de “devolver” Gaza a la Autoridad Palestina, es un sinsentido. No solo porque fue expulsada de allí por una rebelión popular, sino porque incluso en Cisjordania el descrédito del régimen de Mahmud Abás es total.
 Tal vez estos cálculos expliquen por qué los más altos funcionarios norteamericanos han comenzado a pedir que Israel “aunque tiene la obligación y el derecho de defenderse” no puede mantener el bombardeo indiscriminado de civiles. Lo dicen cuando nadie duda de que el Ejército sionista entrará a Gaza en las próximas horas.
 Según la prensa, Biden y su par Alemán, Olaf Scholz, evalúan viajar a Israel para reunirse con Netanyahu. Aunque la razón expuesta es expresar su solidaridad, “en lo profundo se busca que se desista de una invasión a la Franja de Gaza que causaría una montaña adicional de muertos, incluidos soldados propios, y sería utilizada por los enemigos de Israel como un pretexto para involucrarse en el conflicto” (Clarín, 16/10).

 Olga Cristóbal 
 16/10/2023

En la víspera de la invasión terrestre a Gaza


Israel prepara una masacre histórica y se preconfigura una guerra regional. 

Hay que desarrollar a fondo la movilización internacional en apoyo a Palestina. 

 El viernes 13 se registraron las primeras incursiones terrestres del ejército israelí en el norte de la Franja de Gaza. La incursión tuvo lugar luego del ultimátum lanzado contra 1,1 millón de palestinos, para que desalojen el norte del enclave costero, donde se ubica la ciudad de Gaza. Israel, arteramente, bombardeó las rutas por donde se desplazaban los palestinos que se encontraban evacuando el norte de Gaza a raíz del ultimátum, con un saldo de 70 muertos. Las más de 6.000 bombas arrojadas por Israel a la población de Gaza en el curso de una semana dejaron más de 2.200 muertos, entre ellos más de 600 niños. La organización de derechos humanos Human Rights Watch acusó a Israel de utilizar municiones de fósforo blanco -condenado por las leyes de la guerra por sus devastadores efectos- en sus recientes operaciones militares en Gaza y en el Líbano. El asedio a Gaza incluye el corte de la provisión de gas, electricidad y combustible, lo que fue considerado como un “bloqueo ilegal” por Amnistía Internacional. La única central eléctrica de Gaza quedó fuera de servicio el miércoles 11 después de quedarse sin combustible. La incursión del viernes vaticina una invasión en regla que significará una masacre sin precedentes del pueblo palestino. 
 La invasión a Gaza viene siendo preparada con la movilización extraordinaria de tropas (más de 300 mil soldados reservistas), la distribución de armas a los colonos sionistas del norte y por la constitución de un gobierno de unidad nacional. El 11 de octubre, Netanyahu acordó formar un gabinete de guerra de emergencia con Benny Gantz, el líder del segundo partido de oposición más grande de Israel. Con el gobierno de concertación, el sionismo busca cerrar la crisis interna desatada por la reforma constitucional impulsada por Netanyahu, darle estabilidad a un gobierno fuertemente golpeado por la acción de la resistencia palestina y posicionarlo para una “ofensiva final” contra Gaza. Uno de los requisitos impuestos por la oposición para ingresar al gobierno es que, mientras dure el conflicto, el parlamento no emitirá ninguna ley que no sea concerniente a la guerra. El gobierno de emergencia existirá mientras dure la guerra e influirá en el curso de los combates. Netanyahu contaba con pocos ministros con experiencia en conflictos de este tipo. De hecho, los numerosos enfrentamientos bélicos que Israel protagonizó en Gaza bajo el liderazgo de Netanyahu no han tenido la escala del conflicto actual. Gantz, en cambio, es un exministro de Defensa y comandante de las fuerzas armadas. 
 Quien más claramente expresó el objetivo del sionismo en Gaza fue la ministra de los Derechos de la Mujer del Estado de Israel, May Golan, cuando declaró que “algunas almas frágiles y santurronas están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula” . Es decir, la incursión terrestre que se prepara no apunta únicamente a aniquilar a Hamas y a las organizaciones de la resistencia palestina. Tiene en carpeta la “solución final”, es decir, el exterminio completo del pueblo palestino. El carácter terrorista y criminal del Estado sionista es, sin lugar a dudas, una de las expresiones más crudas y sanguinarias de la barbarie imperialista-capitalista. 

 Guerra regional

 Naturalmente, Israel cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano. Los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, Antony Blinken y Lloyd Austin, visitaron Israel en estos últimos días. Washington desplegó un portaaviones y otros buques de guerra en el Mediterráneo oriental y prometió municiones y otros equipos a Israel. Luego de su visita a Israel Blinken comenzó una gira por el resto de los países árabes aliados de Estados Unidos, incluidos Jordania, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Es que Blinken encara un desafío en extremo complejo, que el Financial Times denominó como “tarea imposible”: apoyar la ofensiva sionista, que promete ser devastadora, y evitar que intervengan otros países árabes y se configure una guerra regional en Medio Oriente, en momentos donde el imperialismo yanqui delibera en torno a cómo continuar con la guerra en Ucrania y se recalientan las tensiones entre China y Taiwan y en todo el Mar de la China Meridional. 
 Pero mientras Blinken estaba en Israel, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, estaba en el Líbano advirtiendo que los ataques israelíes contra los palestinos recibirán una respuesta. Por su parte, Hezbollah, ante la muerte de un periodista en el sur del Líbano como resultado de una incursión israelí, advirtió que “está preparado para la guerra”. Israel también bombardeó los aeropuertos de Damasco y Alepo, un día antes del arribo del canciller persa y horas después de que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, llamara a su homólogo sirio, Bashar al Asad, y pidiera a los países árabes e islámicos que cooperen “para atajar los crímenes del régimen sionista contra la nación palestina oprimida” (Infobae, 12/10). 
 Por esas ironías de la historia, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ocho días antes de que se produjera la ofensiva militar liderada por la resistencia palestina, había declarado que “la región de Medio Oriente es más tranquila hoy de lo que ha sido en dos décadas”. La preconfiguración de una guerra regional echa por tierra todas las especulaciones acerca de la posibilidad de un encarrilamiento de los choques y conflictos bélicos en Medio Oriente sin una resolución de la cuestión palestina. Los acuerdos de paz de Abraham, firmados en 2020 entre Israel y sus vecinos árabes, incluidos Bahrein, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, se han resquebrajado. Se acaba de frustrar la firma del acuerdo entre Arabia Saudita e Israel. Es que, nuevamente, se ha confirmado que la causa palestina constituye el centro histórico de la cuestión de Medio Oriente. Sin la resolución de esta causa, garantizando la autodeterminación del pueblo palestino mediante la destrucción del Estado sionista -que no es más que un Estado gendarme del imperialismo- no existen chances de una pacificación de Medio Oriente. 

 Desenvolver la movilización internacional 

Es evidente que la incursión en Gaza no será un paseo. Hamas tiene varios cientos de kilómetros de túneles en Gaza y cuenta con el apoyo masivo de la población palestina. En las anteriores incursiones terrestres de Israel en Gaza, los combatientes palestinos participaron “en combate cuerpo a cuerpo con las fuerzas israelíes y llevaron a cabo misiones de infiltración y emboscadas con determinación” (The Economist, 11/12). A su vez, son varios los que alertan que la extraordinaria movilización de fuerzas israelíes a Gaza podría dejar desprevenida Cisjordania, donde el sionismo cuenta con numerosos puestos de control. La violencia desenfrenada, instigada y perpetrada por colonos israelíes en la ocupada Cisjordania, es un caldo de cultivo para una reacción popular. En Cisjordania se acumulan fuertes tensiones que crecen a la par que se conoce la masacre perpetrada por Israel contra el pueblo de Gaza. En cierto sentido, la advertencia enviada por el gobierno Egipto al gobierno de Netanyahu diez días antes de la incursión de la resistencia palestina a Israel, de que la situación en Gaza era explosiva en materia política, social y humanitaria, vale ahora para Cisjordania.
 Es necesario desenvolver a fondo la movilización internacional contra la masacre que prepara el Estado de Israel y el imperialismo contra el pueblo palestino. La necesidad de un frente único internacional contra la matanza sionista y en apoyo a Palestina toma mayor importancia aún si se tiene en cuenta el papel de los gobiernos imperialistas e incluso de la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos, que están desenvolviendo una campaña furibunda contra la izquierda y las organizaciones antisioniostas y propalestinas. El viernes pasado, fue brutalmente reprimida en Francia una movilización en apoyo al pueblo palestino 
 Más que nunca, la solidaridad internacional y el impulso de un frente único en apoyo a la causa palestina es una tarea de primer orden para los socialistas y revolucionarios del mundo entero. 

 Pablo Giachello

viernes, 13 de octubre de 2023

Abajo el ultimátum, no a la invasión de Gaza

Bombardeo a Gaza

 El ultimátum lanzado contra la población civil de la Franja de Gaza para que huya del enclave costero (a sabiendas de que no puede hacerlo, debido al bloqueo fronterizo sionista y egipcio), la inminencia de una operación terrestre, y las declaraciones amenazantes del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acerca de que los ataques en curso son “sólo el comienzo”, plantean el riesgo de una masacre de proporciones inéditas contra el pueblo palestino que el mundo entero debe repudiar.
 Para tomar dimensiones de lo que podría llegar a venir, basta decir que el “comienzo” del que habló Netanyahu como de un simple preparativo, han sido seis días de bombardeos constantes, día y noche, contra Gaza (más de seis mil bombas, según fuentes militares sionistas), que dejaron 1.800 palestinos muertos, casi 600 de ellos, niños. 
 El bloqueo total de la Franja que un ministro israelí justificó por estar tratando con “animales”, sumado a los bombarderos, ha dejado a Gaza sin agua, luz, combustibles ni medicamentos. Uno de los pocos hospitales en pie es inaccesible debido a los ataques aéreos. La corresponsal de La Nación, una de las pocas en los grandes medios argentinos que reporta testimonios palestinos, cita a un poblador que afirma que se está enterrando a la gente en fosas comunes y que familias enteras han desaparecido. 
 Para silenciar esta masacre, los gobiernos “democráticos” de Alemania, Francia y Reino Unido decidieron prohibir las manifestaciones propalestinas, que, no obstante, se abren paso en todo el mundo. 
 El Estado de Israel no solo ha atacado a Gaza sino también al Líbano y Siria. Durante un abrazo solidario a la embajada palestina en Buenos Aires el día viernes, una referente de la Asociación Cultural Siria denunció los ataques aéreos a Damasco, indicando que aún no había podido tomar contacto con sus familiares en ese país. Este es el clima que vive hoy la población de origen árabe en la región. 
 La declaración de “guerra” de Netanyahu contra el pueblo palestino pretende justificar los crímenes de la ocupación sionista, tanto los que ya se llevaron a cabo como los que están por venir. Recordamos que Netanyahu encabeza un gobierno de ultraderecha que asumió prometiendo avanzar hacia una anexion completa de Cisjordania y en una legalización y expansión de los asentamientos coloniales. 
 Los grandes medios, en modo propaganda de guerra, no solo omiten referirse a la desproporción completa de fuerzas entre los bandos sino que apelan a una cobertura sesgada y sensacionalista para evitar ir a las raíces del conflicto, dado que ello demolería el relato maniqueo del sionismo sobre el “terrorismo”: ese origen es la expulsión de 700 mil palestinos de sus tierras para la formación, en 1948, de un Estado gendarme del imperialismo yanqui y británico, con el propósito de controlar el Medio Oriente. Desde ese momento, el Estado de Israel no detuvo jamás su ofensiva colonizadora, hasta llegar al punto actual, en que el pueblo de Cisjordania vive en pequeños cantones entrecortados por la vigilancia militar sionista, sometido a recurrentes redadas criminales del ejército y ataques de bandas de colonos armados; 2 millones de personas están confinadas en la “prision a cielo abierto” de Gaza; y la población arabe-israelí está sometida a un régimen de apartheid.
 La dinámica colonizadora y racista del Estado sionista es lo que explica el conflicto actual. 
 Llamamos a la más amplia solidaridad con el pueblo palestino. No al ultimátum, no a la invasión, cese de los bombarderos a Gaza. 
 Abajo el Estado sionista. Viva la lucha del pueblo palestino. Por una Palestina única, laica y socialista. 

 Gustavo Montenegro

jueves, 12 de octubre de 2023

miércoles, 11 de octubre de 2023

Netanyahu ha iniciado su operación de exterminio sobre Gaza


Sin fisuras, las potencias imperialistas del mundo y sus vasallos aplauden el implacable bombardeo israelí contra la Franja de Gaza -41 km de largo y 10 de ancho-, donde sobreviven 2 millones de palestinos, casi la mitad niños y adolescentes. “La prisión más grande del mundo”, como la llamó el historiador israelí Ilan Pappe. 
 El ministro de Defensa sionista, Yoav Galant, fue muy claro respecto de los propósitos del gobierno de Benjamin Netanyahu: "Estamos luchando contra animales y actuamos en consecuencia". Una guerra de exterminio anunciada por Netanyahu y respaldada enfáticamente por Biden y sus socios de la OTAN, que les dieron luz verde para cometer más crímenes de guerra contra Gaza. 
 Según el ministro de Salud palestino, en dos días hubo 1.050 muertos y por lo menos 5.100 heridos. A ellos hay que sumar los 1.500 milicianos que el gobierno sionista dice haber matado dentro del Estado de Israel. 
 El bombardeo israelí -que incluye fósforo blanco- es el más intenso de los últimos años. Además de barrer las zonas del sur gazatí, donde especulan que podrían quedar milicianos, atacaron durante horas campos de refugiados y redujeron a escombros los centros urbanos. También apuntaron a escuelas de Naciones Unidas que albergan a cientos de civiles, incluidos niños y ancianos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que hubo 11 ataques contra centros de atención médica y que una docena de ambulancias fueron bombardeadas en las primeras 36 horas del conflicto. Nueve trabajadores del centro de refugiados de Naciones Unidas fueron asesinados. 
 La corresponsal de la BBC, Rushni Alouf, afirma que en una sola noche “barrios enteros fueron aplanados” y la magnitud de la destrucción es tal que no se logra reconocer los edificios. Muchas familias quedaron atrapadas en los sótanos. “Los gritos de los niños se escucharon durante toda la noche”. Escasean los equipos de rescate porque “el bloqueo, al que a menudo se suma Egipto, ha impedido que equipos, incluidos camiones de bomberos, ambulancias y escaleras, ingresen al territorio” (NYT 11/10). Más de 260.000 personas han huido de sus hogares. 
 El gobierno sionista combinó los bombardeos con un bloqueo total al suministro de electricidad, combustible, agua, alimentos y medicamentos. El miércoles a la mañana se quedó sin combustible la única central eléctrica que Israel no destruyó en la Franja de Gaza. No hay más luz. 
 Desde la Guerra del 67 la autodenominada “única democracia de Medio Oriente” se apropió de los recursos hídricos desde Jordania al Mediterráneo y los convirtió en una herramienta de extorsión militar. En 2019 Naciones Unidas advirtió que el 85% del agua disponible en Gaza no proviene de fuentes aptas para el consumo. Una tarea habitual de los jóvenes soldados sionistas es romper cañerías y segar con hormigón armado los conductos que llevan el agua. 
 Mahmud Shalabi, director de la ONG Ayuda Médica para los Palestinos, describió el principal hospital de Gaza como un "matadero", donde muchas personas yacen en el suelo. "Hay muchos cadáveres en la morgue y los miembros del personal médico son incapaces de hacer frente a la enorme afluencia de víctimas”, añadió Shalabi. Gaza tiene alrededor de 2.200 o 2.500 camas y en la noche del martes ya había por lo menos 4.500 heridos. No hay electricidad y casi no quedan medicamentos.

 El éxodo imposible 

Netanyahu ha explicado que “esto es solo el principio” y llamó hipócritamente a la población civil a abandonar Gaza, a sabiendas de que todos los pasos que controla Israel están cerrados y también el de Rafah, el único que controla Egipto. El miércoles Rafah fue bombardeado por Israel en dos oportunidades, mientras miles de personas se agolpaban esperando que lo abrieran para poder huir. 
 El ejército israelí anunció que cientos de miles de soldados esperan en la frontera con Gaza "listos para ejecutar la misión que se nos ha encomendado" (BBC 11/10). Gallant les dijo a los soldados: “Hamás quería un cambio y lo conseguirá. Lo que había en Gaza ya no estará nunca más. Comenzamos la ofensiva desde el aire, luego también vendremos desde tierra”. Nunca más es mucho tiempo. Hamas ha amenazado con matar a un rehén ante cada ataque israelí. 
 Que el objetivo militar sionista es dejar tierra arrasada lo confirmó el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, que admitió que hay conversaciones entre Israel y Egipto para abrir una vía de escape a los civiles de Gaza. Lo que discuten es si la invasión por tierra debe evacuar a los palestinos extendiendo a Israel hasta el mar, como predican los sionistas religiosos del gabinete de Netanyahu, o solamente restaurar el control militar del territorio, como sucedía antes de 2005.
 No son pocos los que advierten que la retirada de 2005 no fue una concesión graciosa, sino que se debió a la imposibilidad israelí de sofocar la resistencia de los palestinos. Y que la infantería sionista ya mordió el polvo en otra invasión a Gaza y el Líbano. En un discurso a la nación a última hora del martes, Netanyahu ha pedido a la oposición integrar “sin condiciones” un gobierno unitario de emergencia, como sucedió en la Guerra de los Seis Días de 1967. 
 Netanyahu, además, reconoció a Biden la posibilidad de otro frente de guerra en El Líbano y explicó que Israel se está preparando para eso (El Economista 11/10).
 El espaldarazo de Biden es contundente: envió a Israel más armas y municiones, incluido su portaaviones más moderno y sofisticado, el Ford, junto con varios destructores al Mediterráneo oriental. ¿Acaso el poderoso ejército israelí necesita de las Fuerzas Armadas yankis para enfrentar a Hamas?
 El refuerzo de todas las otras fuerzas estacionadas en la región inserta cómodamente la “solidaridad” norteamericana en el contexto de la guerra mundial con epicentro -por ahora- en Rusia-Ucrania. 

 Olga Cristóbal 
 11/10/2023