sábado, 25 de enero de 2014

Visita de Fidel a Venezuela en 1959




De Cuba al corazón de América

El 27 de enero de 1959 fue un día más, si es que esos primeros días de la Revolución Cubana pudieran denominarse así. El triunfo del pueblo en el brazo armado de los barbudos del Ejército Rebelde aún no llegaba a su primer mes, y ya tenía que enfrentarse a esas grandes tareas que había anunciado Fidel desde el propio primero de enero. No bastaba haberle arrebatado el poder a la tiranía, había que ordenar el país, impartir justicia y todo eso en medio de la hostilidad del imperialismo enmascarado tras las mentiras que propagaban los medios de difusión masiva.
El 27 de enero de 1959 las planas de los periódicos cubanos compartían su espacio entre los juicios a los criminales de la dictadura batistiana, los preparativos para el homenaje a José Martí en su natalicio —el primero en una patria verdaderamente libre— los problemas del empleo y la economía. Cuba era un hervidero en el que se mezclaban las ansias de transformación, la duda ante lo desconocido, la defensa de lo conquistado y los instintos de conservación de quienes veían en riesgo su precioso nivel de vida; un hervidero en el que las horas no tenían 60 minutos y los días duraban más de 24 horas.
Pero justamente ese martes 27, las primeras planas de Revolución y Prensa Libre no hablaban del regreso de Fidel Castro de un viaje de leyenda por Venezuela, quizás porque nadie creería que en tan poco tiempo se pueda tejer una.
Pero fue así. Ni los diarios de entonces ni los de ahora podrían aseverar cuántas personas se reunieron en el aeropuerto de Maiquetía para recibir al joven revolucionario cubano. Unos decían diez mil, otros 30 mil, algunos ni siquiera se aventuraron a dar una cifra, porque lo cierto es que el 23 de enero cuando Fidel llegó a la tierra de Simón Bolívar, miles se congregaron para esperarlo burlando las barreras de seguridad establecidas por la policía, obligando al avión a sobrevolar durante unos 30 minutos antes de aterrizar.
No solo fueron venezolanos, entre la muchedumbre se distinguían banderas de otros pueblos, como el dominicano y el haitiano. Tal vez fue entonces cuando dijo: "No puedo precisar si son cubanos o venezolanos, pero estoy seguro que son mis hermanos". Tal vez fue después, porque no hubo ni un instante de esa travesía en que no estuviera rodeado de una profunda admiración y cariño.
Y es que Fidel no viajó solo. Sus manos estrechadas en señal de saludo y al mismo tiempo de victoria, al asomar su rostro feliz en la portezuela del avión, era la imagen de esa Cuba alegre, esperanzada, agradecida, que se agitaba en la cotidianidad que reflejaban los diarios de la Isla. Él y sus acompañantes —Celia Sánchez, Pedro Miret, Paco Cabrera, Violeta Casals, Luis Orlando Rodríguez, Jorge Enrique Mendoza, Orestes Valera y otros compañeros— eran el pueblo que se había agigantado para tomar las riendas de su destino.
En esa lengua habló Fidel allá en el barrio El Silencio, en nombre de los cubanos. Fue ese idioma común de los pueblos el que sintieron los venezolanos y acogieron con el corazón. No el español que heredamos de la metrópoli, sino el del sacrificio, la sangre obrera, campesina, india; el de las ansias de libertad galopando fuerte dentro del pecho.
Allí y en otros lugares, al igual que el pueblo cubano lo esperaron por horas, porque el tiempo se volvió poco en medio de tantas cosas por hacer: el homenaje imprescindible a Bolívar y Martí, las palabras a los universitarios, el encuentro con los abogados, la caminata por los cerros de Caracas —tan parecidos a la Sierra Maestra, según dijo—; la donación de sangre para retribuir el plasma ofrecido para los heridos, en caso de que fuera necesario.
Allí como en Cuba lo escucharon por horas, porque no solo hablaba sobre la verdad de los hijos de su tierra, sino que llevaba un mensaje de gratitud ante los numerosos gestos de solidaridad que había dado Venezuela a su causa. Un mensaje también de alegría mutua ante la ruptura de las cadenas en una y otra Patria: aquí Batista, allí el primer aniversario del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Con humildad y dignidad les habló Fidel de la ayuda que precisaba Cuba en ese momento, cuando pretendían aislarnos por medio de las mentiras, construyendo una imagen falsa de nuestra Revolución recién estrenada.
Y en esos días que se entremezclaron, habló además del indispensable camino de unidad por el que tenían que transitar los pueblos de América, aunque sin duda sería una tarea larga. Los pueblos debían juntarse para acabar definitivamente con las tiranías y aquella visita era como sembrar la semilla necesaria para conseguir esa alianza en la defensa de nuestros intereses comunes.
Cuba y Venezuela abrían el sendero, aunque aquel 27 de enero de 1959, ya de regreso en La Habana, los diarios no lo dijeran así, ni pudieran imaginar cuánto de profecía habría en el anuncio de las becas estudiantiles, de los viajes de solidaridad, del comercio...
Está claro que nadie puede intuir que una leyenda nazca en tan poco tiempo y que la historia se torna invisible cuando se va tejiendo con hilos finos a cada segundo. Pero eso era lo que estaba sucediendo mientras los titulares venezolanos hablaban de una Caracas que aclamaba a Fidel Castro como héroe continental, y la grandiosa celebración del 23 de enero con Castro en El Silencio.
La historia se iba dibujando escondida en las reseñas que en Cuba hablaban de la muchachita que lo despidió en el aeropuerto de La Habana, deseando que la virgen de la Caridad lo acompañara; de los estudiantes venezolanos que lo llevaron en hombros, del momento en el que conoció a Neruda, en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria, y de la tristeza ante la pérdida del amigo y combatiente, del Comandante Francisco (Paco) Cabrera.
Dicen que Fidel tomó Caracas, allá por el año 1959, en un día común de la Revolución recién triunfante. La verdad es que Cuba viajó a las entrañas de América a agradecer, a través de los venezolanos, a todos sus hijos por ofrecernos su mano, y a pedir que nos levantáramos juntos, en una sola Patria.

KARINA MARRÓN GONZÁLEZ

El sueño de la Unión




De la TV cubana "CELAC es el sueño de la unión", que aborda la unión de América Latina y el Caribe, como el sueño de nuestros próceres, Simón Bolivar y José Martí. El sitio digital Las Razones de Cuba ha publicado la versión para Internet, que compartimos con nuestros usuarios.

sábado, 18 de enero de 2014

¿Por qué Sudáfrica ama a Cuba?




Mientras los medios de comunicación estadounidenses se centraron recientemente en “el apretón de manos” entre el presidente Obama y Raúl Castro, vale la pena reflexionar por qué los organizadores del funeral de Nelson Mandela invitaron a Raúl Castro como uno de los seis líderes – de las noventa y un asistentes extranjeros- para hablar en la ceremonia. No sólo se le concedió a Raúl Castro ese honor, sino también recibió la más cálida presentación en la ceremonia:
“Ahora vamos a presentar a un líder que viene desde una pequeña isla, representante de una pequeña isla, de un pueblo que nos liberó, que luchó por nosotros… el pueblo de Cuba”, dijo el presidente del Congreso Nacional Africano (ANC ).
Tales palabras se hicieron eco de lo que el propio Mandela dijo cuando visitó a Cuba en 1991 :
“Hemos venido aquí conscientes de la gran deuda que hay con el pueblo de Cuba. ¿Qué otro país puede mostrar una historia de mayor desinterés que la que ha exhibido Cuba en sus relaciones con África?”
Hay muchos factores que llevaron a la desaparición del Apartheid. El gobierno blanco sudafricano fue derrotado no sólo por el poder de Mandela, el valor del pueblo de Sudáfrica, o de la capacidad del movimiento mundial para imponer sanciones. También fue derribado por la derrota del ejército de Sudáfrica en Angola. Esto explica el protagonismo de Raúl Castro en el funeral: fueron las tropas cubanas las que humillaron al ejército sudafricano. En los años 1970 y 1980, Cuba cambió el curso de la historia en el sur de África a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos para evitarlo.
En octubre de 1975, los sudafricanos, alentados por el gobierno de Gerald Ford, invadieron a Angola para aplastar el Movimiento Popular por la Liberación de Angola (MPLA), de izquierda. Ellos habrían tenido éxito si no hubiesen estado ahí 36 000 soldados cubanos en Angola.
En abril de 1976 los cubanos habían empujado a los sudafricanos fuera del territorio angolano.
Como señaló la CIA, Fidel Castro no había consultado a Moscú la decisión de enviar a sus tropas (como se desprende de las tensas reuniones celebradas más tarde con la dirección soviética en la década de 1980). Los cubanos, confirmó Kissinger en sus memorias, habían enfrentado a los soviéticos con un hecho consumado. Fidel Castro comprendió que la victoria de Pretoria (alentados por Washington) habría reforzado las garras de la dominación blanca contra el pueblo de Sudáfrica. Fue un momento decisivo: Castro envió tropas a Angola por su compromiso con lo que él ha llamado “la más bella causa”, la lucha contra el Apartheid. Como Kissinger observó más tarde, Castro “era probablemente el más genuino líder revolucionario entonces en el poder”.
La ola desatada por la victoria cubana en Angola se apoderó de Sudáfrica. “África Negra está montando la cresta de una ola generada por el éxito de Cuba en Angola”, señaló World, un importante periódico de la Sudáfrica negra. “África Negra está probando el vino embriagador de la posibilidad de hacer realidad el sueño de la liberación total”. Mandela recordó más tarde que se enteró de la victoria cubana en Angola mientras estaba encarcelado en Robben Island:
“Yo estaba en la cárcel cuando me enteré de la ayuda masiva que las tropas internacionalistas cubanas estaban dando al pueblo de Angola… Nosotros en África estamos acostumbrados a ser víctimas de los países que quieren apoderarse de nuestro territorio o subvertir nuestra soberanía. En toda la historia de África es la única vez que un pueblo extranjero se ha levantado para defender a uno de nuestros países.”
Pretoria, sin embargo, no se había dado por vencido: incluso después de la retirada de los cubanos, esperaba derrocar al gobierno del MPLA de Angola. Las tropas cubanas permanecieron en Angola para protegerla de otra invasión sudafricana. Incluso la CIA admitió que eran “necesarias para preservar la independencia de Angola”. Además, los cubanos entrenaron a guerrilleros del ANC, así como a los rebeldes de la SWAPO, queluchaban por la independencia de Namibia contra los sudafricanos que la ocuparon ilegalmente.
De 1981 a 1987, los sudafricanos lanzaron por oleadas invasiones en el sur de Angola. La guerra estaba en un punto muerto, hasta noviembre de 1987, cuando Castro decidió expulsar a los sudafricanos fuera del país de una vez por todas. Su decisión fue provocada por el hecho de que el ejército sudafricano había acorralado las mejores unidades del ejército de Angola en una ciudad de la Angola meridional, Cuito Cuanavale. Y eso fue posible en cierta forma porque Washington se mecía en el escándalo Irán-Contra. Antes de estallar el escándalo Irán-Contra a fines de 1986, que debilita y distrae al gobierno de Reagan, los cubanos temían que Estados Unidos podría lanzar un ataque contra su patria. Por lo tanto, no estaban dispuestos a agotar sus reservasde armas. Pero el Irán-Contras limó los colmillos de Reagan, y liberó a Castro de la limitación de enviar mejores aviones de Cuba, pilotos y armas antiaéreas a Angola. Su estrategia era romper la ofensiva sudafricana contra Cuito Cuanavale en el sureste y luego atacar por el suroeste, “como un boxeador que con la mano izquierda golpea y con la derecha noquea”.
El 23 de marzo de 1988, los sudafricanos lanzaron su último ataque importante contra Cuito Cuanavale. Fue un fracaso absoluto. El Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos señaló: “La guerra en Angola ha tenido un giro dramático y – por lo que respecta a los sudafricanos- no deseado. ”
La mano izquierda de los cubanos había bloqueado el golpe de Sudáfrica, mientras que su mano derecha se estaba preparando para noquearlo: poderosas columnas cubanas avanzaban hacia la frontera de Namibia, empujando a los sudafricanos al repliegue. Los MIG- 23 cubanos comenzaron a volar sobre el norte de Namibia. Documentos de Estados Unidos y de Sudáfrica demuestran que los cubanos ganaron toda la franja superior de Angola. Los cubanos exigieron que Pretoria retirara incondicionalmente las tropas de Angola y permitiera elecciones supervisadas por la ONU en Namibia. El Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos advirtió que si Sudáfrica se negaba, los cubanos estaban en una posición de ventaja. Los sudafricanos reconocieron su dilema “para lanzar una ofensiva bien apoyada en Namibia”: Si se negaban a las demandas cubanas, corrían “el riesgo real de involucrarse en una guerra convencional a gran escala con los cubanos, cuyos resultados son potencialmente desastrosos”. La perspectiva del ejército sudafricano era sombría: “Debemos hacer todo lo posible para evitar una confrontación”.
Pretoria capituló. Aceptó las demandas de los cubanos y se retiró incondicionalmente de Angola y aceptó el acuerdo de las elecciones supervisadas de la ONU en Namibia, que ganó SWAPO.
La victoria cubana repercutió más allá de Namibia y de Angola. En palabras de Nelson Mandela, la victoria cubana “destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco … [e] inspiró a las masas en lucha de Sudáfrica… Cuito Cuanavale fue el punto de inflexión para la liberación de nuestro continente -y de mi pueblo – del flagelo del Apartheid” .

Piero Gleijeses, profesor de política exterior de Estados Unidos en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS), de la Universidad Johns Hopkins. Todas las citas del artículo anterior se han extraído de su último libro: Visiones de la Libertad: La Habana, Washington, Pretoria y la lucha por el sur de África , 1976-1991 [ 8 ] , The University of North Carolina Press, 2013 .

martes, 14 de enero de 2014

Guerra mediática a Cuba



Guerra mediática a Cuba - Iroel Sánchez por attactv

Entrevista a Iroel Sánchez, editor y periodista cubano

Iroel Sánchez, editor y periodista cubano, autor del blog “La pupila insomne”, y coordinador de Ecured, la wikipedia cubana. Habla en esta entrevista realizada por Attac Tv sobre la guerra mediática que existe contra Cuba y los ejemplos más representativos de manipulación y falsedad que los medios de comunicación occidentales, auspiciados por los EEUU, realizan de la realidad cubana.
También explica cuales son los desafíos de la prensa cubana en la actualidad y cómo en Cuba se quiere asentar un socialismo digital que concibe el conocimiento ofrecido en la red como un enriquecimiento para el pueblo y no como un producto de consumo, tal y como sucede en los países capitalistas.

domingo, 12 de enero de 2014

Video sobre actividades del Comité Argentino en Cuba 2013




Actividades en Cuba del 30-10 al 18-11-2013 en Cuba del Comité Argentino por la Libertad de los Cinco y la Agrup. Navegando con el Che. De La Habana al Coloquio de Holguín por la Libertad de los Cinco, y plantado un árbol en Santa Clara - Cuba con tierras de los Caminos del Che extraidas de Caraguatay, Rosario, Alta Gracia y San Martín de los Andes - Argentina

sábado, 11 de enero de 2014

50 verdades sobre Ernesto “Che” Guevara




El “guerrillero heroico” cubano-argentino perdura en la memoria colectiva como símbolo de resistencia a la opresión.

1. Ernesto Guevara nació el 14 de junio de 1928 en Rosario, Argentina, en el seno de una familia de cinco hijos. Sus padres Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna forman parte de la clase acomodada y aristocrática.

2. Con dos años, el joven Guevara sufre su primera crisis de asma, enfermedad que lo acompañaría toda su vida y forjaría su voluntad a toda prueba. Su familia se instala en Córdoba y luego en Alta Gracia donde el clima es más propicio. Guevara pasaría 17 años de su vida allí, hasta 1947.

3. Lector ávido, Guevara devora los libros desde su más temprana edad y se apasiona por la filosofía, particularmente social.

4. En 1948, empieza una carrera de medicina en la Universidad de Buenos Aires. Se graduaría en 1953.

5. En 1950, Guevara realiza su primer viaje en motocicleta por el norte de Argentina y visita las regiones más pobres. Recorre en total 4.500 kilómetros y la miseria que golpea a su pueblo lo impacta mucho. Al respecto, escribe: “N o me nutro con las mismas formas que los turistas. […] El alma [del pueblo] está reflejada en los enfermos de los hospitales”.

6. Un año más tarde, recorre la costa atlántica de América del Sur a bordo de un barco petrolero de la compañía nacional argentina que lo recluta como personal médico.

7. De enero a julio de 1952, con 24 años, Guevara realiza su primer viaje internacional en motocicleta con su amigo Alberto Granado. Visitan Chile, Perú, Colombia y Venezuela. En mayo de 1952, en Lima, Guevara conoce al doctor Hugo Pesce, dirigente del Partido Comunista de Perú y discípulo de José Carlos Mariátegui, que trabaja en un leprosería. Este encuentro así como los meses que pasarían en la institución médica se revelarían decisivos y orientarían su destino futuro de lucha a favor de los oprimidos. Durante este viaje, Guevara descubre la miseria y la explotación de los pueblos latinoamericanos, particularmente por las multinacionales estadounidenses.

8. En julio de 1953, tras graduarse de médico, Guevara realiza un nuevo viaje por América Latina con su amigo Carlos Ferrer. En Bolivia descubre el proceso radical que lanzó el Movimiento Nacionalista Revolucionario en 1952.

9. El 24 de diciembre de 1953 llega a Guatemala, que dirigía entonces el presidente reformador Jacobo Arbenz. Estaría nueve meses viviendo allí en condiciones económicas difíciles.

10. En Guatemala, Guevara traba amistad con Antonio “Ñico” López, exilado cubano que participó en el ataque al cuartel Moncada que lanzó Fidel Castro el 26 de julio de 1953. López sería quien daría el apodo de “Che” a Guevara, en referencia a la interjección típicamente argentina usada por el joven médico.

11. Guevara llega a Guatemala con un pensamiento político bien definido como lo muestra una carta que escribe a su tía Beatriz el 10 de diciembre de 1953: “ Tuve la oportunidad de pasar por los dominios de la United Fruit, convenciéndome una vez más de lo terribles que son estos pulpos. He jurado ante una estampa del viejo y llorado camarada Stalin no descansar hasta ver aniquilados estos pulpos capitalistas. En Guatemala me perfeccionaré y lograré lo que me falta para ser un revolucionario auténtico... Tu sobrino, el de la salud de hierro, el estómago vacío y la luciente fe en el porvenir socialista”.

12. Guevara asiste al golpe de Estado que organizan la CIA y el coronel Castillo Armas en junio de 1954 que bombardean la capital. Integra las brigadas juveniles comunistas que organizan la resistencia y piden en vano armas al Gobierno. El Estado Mayor del Ejército apoya al golpista y exige la salida de Arbenz, quien es derrocado en julio de 1954.

13. Guevara saca las lecciones del golpe de Estado contra Arbenz en una carta a su madre: “ La traición sigue siendo patriotismo del ejército, y una vez más se prueba el aforismo que indica la liquidación del ejército como el verdadero principio de la democracia”.

14. Tras refugiarse en la embajada de Argentina, consigue en septiembre de 1954 un salvoconducto para ir a México, donde viviría dos años. Trabaja como fotógrafo y médico y logra sobrevivir a duras penas. Poco después de su llegada, vuelve a encontrar a su amigo cubano López que lo invita a juntarse con los otros sobrevivientes del Moncada.

15. En 1955, Guevara conoce a Raúl Castro, recién salido de la cárcel, con el cual traba amistad. Poco después, lo presenta a Fidel Castro. Éste recuerda: “El Che era de aquellos por quienes todo el mundo sentía inmediatamente afecto, a causa de su sencillez, de su carácter, de su naturalidad, de su espíritu de camaradería, de su personalidad, de su originalidad. No necesitamos mucho tiempo para ponernos de acuerdo y aceptarle en nuestra expedición. […] Cuando nosotros nos encontramos con el Che, ya era un revolucionario formado; además, un gran talento, una gran inteligencia, una gran capacidad teórica”. A Fidel Castro también lo impacta el carácter del argentino: “ El Che padecía de asma. Ahí estaba el Popocatépetl, un volcán que se halla en las inmediaciones de México, y él todos los fines de semana trataba de subir el Popocatépetl. Preparaba su equipo —es alta la montaña, 5.482 metros, de nieves perpetuas—, iniciaba el ascenso, hacía un enorme esfuerzo y no llegaba a la cima. El asma obstaculizaba sus intentos. A la semana siguiente intentaba de nuevo subir el «Popo» —como le decía él— y no llegaba. Nunca llegaba arriba, y nunca llegó a la cima del Popocatépetl. Pero volvía a intentar de nuevo subir, y se habría pasado toda la vida intentando subir el Popocatépetl, hacía un esfuerzo heroico, aunque nunca alcanzara aquella cumbre. Usted ve el carácter. Da idea de la fortaleza espiritual, de su constancia”.

16. La personalidad de Fidel Castro también asombra a Guevara. En una carta a sus padres, escribe: “ Trabé amistad con Raúl Castro, el hermano menor de Fidel. El me presentó al jefe del Movimiento cuando ya estaban planeando la invasión a Cuba. [...] Charlé con Fidel toda una noche. Y al amanecer ya era el médico de su futura expedición. […] Fidel me impresionó como un hombre extraordinario […].Tenía una fe excepcional […] Compartí su optimismo”. Che pide entonces a Fidel Castro que le permita ir a pelear en Argentina, una vez que triunfase la Revolución en Cuba.

17. El 2 de diciembre de 1956, Guevara desembarca en Cuba con los revolucionarios liderados por Fidel Castro. El ejército los espera a su llegada y logra dispersarlos.

18. Guevara se distingue desde el inicio por su audacia y sus capacidades de líder. Fidel Castro recuerda los primeros momentos: “Sobrevino el primer combate victorioso y Che fue soldado ya de nuestra tropa y, a la vez, era todavía el médico; sobrevino el segundo combate victorioso y el Che ya no solo fue soldado, sino que fue el más distinguido de los soldados en ese combate, realizando por primera vez una de aquellas proezas singulares que lo caracterizaban en todas las acciones. […] Esa era una de sus características esenciales: la disposición inmediata, instantánea, a ofrecerse para realizar la misión más peligrosa. Y aquello, naturalmente, suscitaba la admiración, la doble admiración hacia aquel compañero que luchaba junto a nosotros, que no había nacido en esta tierra, que era un hombre de ideas profundas, que era un hombre en cuya mente bullían sueños de lucha en otras partes del continente y, sin embargo, aquel altruismo, aquel desinterés, aquella disposición a hacer siempre lo más difícil, a arriesgar su vida constantemente”.

19. Fidel Castro decide nombrarlo comandante en julio de 1957 y Guevara toma la cabeza de la segunda Columna llamada “Columna n°4” para engañar al enemigo sobre el número de guerrilleros. Guevara es el primero en conseguir ese grado, mucho antes que Raúl Castro.

20. Implacable con los traidores, los asesinos, los ladrones y los violadores a quienes aplica la pena capital, en cambio, Guevara se muestra generoso con los soldados enemigos hechos presos a quienes da la más grande atención, así como con los heridos. Guevara relata un episodio al respecto: “Cuando tomamos por asalto el primer camión, encontramos a dos soldados muertos y a un herido que en su agonía parecía seguir luchando. Fue rematado sin que se le diera la posibilidad de rendirse, algo que no podía hacer pues estaba medio inconsciente. Este acto de vandalismo lo realizó un combatiente cuya familia fue aniquilada por el ejército de Batista. Le reproché violentamente su acto sin darme cuenta que me escuchaba otro soldado herido. Se había escondido debajo de las mantas y se había quedado en la plataforma del camión sin moverse. Al oír eso y las excusas que pronunció nuestro compañero, el soldado enemigo señaló su presencia y pidió que no lo mataran; una bala le había fracturado la pierna y se había quedado al lado del camino mientras los combates continuaban en los otros dos camiones. Cada vez que pasaba un combatiente a su lado, el hombre gritaba: “¡No me maten, no me maten, el Che dijo que no se mataba a los presos!”.

21. En 1958, Fidel Castro decide nombrar al Che a la cabeza de la Escuela Militar recién creada para formar a los futuros guerrilleros, con el fin de protegerlo de su carácter demasiado temerario: “ Che era un insuperable soldado; Che era un insuperable jefe; Che era, desde el punto militar, un hombre extraordinariamente capaz, extraordinariamente valeroso, extraordinariamente agresivo. Si como guerrillero tenía un talón de Aquiles, ese talón de Aquiles era su excesiva agresividad, era su absoluto desprecio al peligro”.

22. En junio de 1958, Guevara forma la Columna n°8 con los nuevas reclutas para hacer frente a la ofensiva final que lanzó Batista un mes antes mandando a 10.000 soldados a la Sierra Maestra para aplastar a la guerrilla.

23. El 31 de agosto de 1958, tras el fracaso militar de la dictadura, Fidel Castro lanza la contraofensiva con el fin de extender la guerrilla a todo el país y ordena al Che y a Camilo Cienfuegos dirigirse hacia la capital. El periplo de más de 500 kilómetros pone a la tropa a difícil prueba, acosada por las inclemencias de la naturaleza y por el ejército gubernamental. En una carta a Fidel Castro, Cienfuegos cuenta los sufrimientos padecidos durante la odisea: en 31 días de caminata, sólo comen once veces, entre otras cosas “una yegua cruda sin sal”. “Sólo los insultos y las amenazas de todo tipo lograban el avance de esta masa agotada”.

24. En la zona de Villa Clara, el Che crea el “Pelotón Suicida” integrado por guerrilleros aguerridos, encargados de las misiones más difíciles: “El ‘Pelotón Suicida’ era un ejemplo de la moral revolucionaria y se componía sólo de voluntarios seleccionados. Sin embargo, cada vez que moría un hombre –y eso ocurría en cada combate– en el momento de designación del nuevo aspirante, los que no fueron seleccionados ofrecían escenas de dolor que iban hasta los llantos. Era curioso ver a los jóvenes guerreros […] mostrar su juventud dejando correr algunas lágrimas, por no tener el honor de estar en primera línea de combate de muerte”.

25. El 28 de diciembre de 1958, Guevara lanza el ataque contra la ciudad de Santa Clara, último bastión del régimen antes de La Habana, reforzado por tropas diez veces superiores al número de guerrilleros que no superaban los 300 hombres. La batalla termina con la captura del tren blindado que vino de la capital con los refuerzos. No obstante, los rebeldes pagan un alto precio. Guevara brinda un testimonio al respecto: “Recuerdo un episodio que era revelador del espíritu de nuestra fuerza en esos días finales. Yo había reprendido a un soldado que se había quedado dormido en pleno combate y me respondió que lo había desarmado pues se le había escapado un tiro. Le contesté con mi tono seco habitual: ‘Consigue otro fusil y ve desarmado en primera línea de combate… si es que eres capaz de hacerlo’. En Santa Clara, mientras yo estaba reconfortando a los heridos, un moribundo me tocó la mano y me dijo: ‘¿Se acuerda de mí, Comandante? Usted me mandó a conseguir un arma en Remedio… aquí está’. Se trataba del [mismo] combatiente […], feliz de haber demostrado su valentía. Así es nuestro Ejército Rebelde”.

26. Al enterarse de la caída de Santa Clara en manos de los rebeldes, Batista decide huir en la noche del 1 de enero de 1959 hacia la República Dominicana. Fidel Castro ordena al Che y a Cienfuegos dirigirse hacia La Habana y tomar control de los cuarteles de Columbia y la Cabaña.

27. Durante los primeros meses de 1959, Guevara se encarga de los tribunales revolucionarios que juzgan los crímenes cometidos durante la dictadura militar. Cerca de 1.000 personas pasan por la “justicia expeditiva” y cerca de 500 son fusiladas. A guisa de comparación, durante la “Depuración Francesa” tras la Segunda Guerra Mundial, cerca de un millón de personas fueron arrestadas y cerca de 100.000 fueron condenadas. Hubo 10.000 ejecuciones, de ellas 9.000 extrajudiciales.

28. En febrero de 1959, el Presidente Manuel Urrutia declara a Ernesto Guevara ciudadano cubano por los servicios rendidos a la nación.

29. Guevara desempeña un papel clave en la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria y en la elaboración de la Ley de Reforma Agraria promulgada en mayo de 1959. Según él, “e l guerrillero es, fundamentalmente, y antes que nada, un revolucionario agrario. Interpreta los deseos de la gran masa campesina de ser dueña de la tierra, dueña de los medios de producción, de sus animales, de todo aquello por lo que ha luchado durante años”.

30. En 1959, Guevara es nombrado Ministro de Industria y luego Presidente del Banco Nacional y firma los billetes con su apodo “Che”, para mostrar su desprecio hacia el dinero y las riquezas materiales. Procede a la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía del país.

31. En 1960, durante el Primer Congreso de Juventudes Latinoamericanas, Guevara desarrolla el concepto del “hombre nuevo socialista” que privilegiaría el interés general sobre las aspiraciones personales. Insiste en la importancia del trabajo voluntario, una “escuela creadora de conciencia”, y da ejemplo todos los fines de semana trabajando voluntariamente en las fábricas, los cañaverales y los puertos. También, realiza una gira por el bloque socialista y China y firma numerosos acuerdos comerciales.

32. Feroz detractor de la coexistencia pacífica elaborada por Estados Unidos y la Unión Soviética tras la crisis de octubre de de 1962, Guevara multiplica la ayuda a los movimientos revolucionarios en América Latina y en el mundo en nombre de la solidaridad internacionalista. Su sueño es desatar una guerra insurreccional en Argentina.

33. En 1964, Che renuncia a sus cargos en el Gobierno revolucionario para reiniciar la lucha armada en América del Sur. Como no estaban reunidas las condiciones, Fidel Castro le propone ir a África, al Congo, donde la CIA asesinó a Patricio Lumumba tres años antes. Situado en el centro de África, con fronteras con nueve países, el Congo podía ser el foco revolucionario que se expandiría a todo el continente.

34. En 1965, Guevara escribe la famosa carta de despedida a Fidel Castro en la cual renuncia definitivamente a sus cargos y a la nacionalidad cubana y declara su voluntad de hacer la revolución en otras tierras. La carta se haría pública en octubre de 1965 en el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba.

35. En abril de 1965, Guevara llega a Tanzania, retaguardia de los revolucionarios congoleños. La presencia del líder argentino en el campo de batalla suscita la preocupación de los jefes de la rebelión congoleña por las implicaciones internacionales. Del mismo modo, mientras aquéllos pasaban la mayor parte del tiempo en Dar es Salaam, en Tanzania, Guevara les recuerda con su presencia que un jefe debe estar entre sus hombres en primera línea de combate. La experiencia congoleña que duraría nueve meses sería un “fracaso, según el Che, a causa de las luchas internas, la falta de disciplina entre los insurrectos y la decisión unilateral de Tanzania de dejar de suministrar a los rebeldes. En una Carta al Presidente Julius Nyerere, Guevara expresa su incomprensión y su disgusto: “ Cuba ofreció ayuda sujeta a la aprobación de Tanzania, ésta aceptó y la ayuda se hizo efectiva. Era sin condiciones ni límites de tiempo. Comprendemos las dificultades de Tanzania hoy, pero no estamos de acuerdo con sus planteamientos. Cuba no retrocede de sus compromisos ni puede aceptar una fuga vergonzosa dejando al hermano en desgracia a merced de los mercenarios”.

36. Tras una estancia en Praga, Guevara regresa secretamente a Cuba donde decide ir a Bolivia, entonces bajo el yugo de la dictadura del general René Barrientos. El objetivo es lanzar un movimiento insurreccional que se expandiría por toda América del Sur.

37. El 7 de noviembre de 1966, Guevara empieza la redacción de su diario de Bolivia. En total 47 combatientes, entre ellos 16 cubanos, componen el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia y ocupan la zona montañosa del sureste del país, cerca del río Ñancahuazú.

38. En marzo de 1967, el arresto de dos desertores pone en alerta al régimen militar que solicita la ayuda de Estados Unidos para capturar a Guevara y a sus hombres. El mismo mes empiezan los combates entre la guerrilla y el ejército boliviano, el cual inflige severas bajas a la tropa de insurrectos.

39. El 20 de abril de 1967, el ejército arresta a Regis Debray y a Ciro Bustos, dos miembros de la red de apoyo a la guerrilla. Ambos son sometidos a torturas y brindan información que permite al régimen localizar a los revolucionarios.

40. Mario Monje, secretario general del Partido Comunista de Bolivia, en vez de brindar una ayuda logística y humana prevista a la tropa, abandona a Guevara y a los guerrilleros a su suerte.

41. Lejos de resignarse, Guevara lanza su famoso “Mensaje a los pueblos del mundo” y exhorta a los revolucionarios a “crear dos, tres, muchos Vietnam”.

42. En agosto de 1967, el ejército aniquila a la columna n°2 y Guevara se encuentra solo con una veintena de combatientes a la cabeza de la columna n°1.

43. El 7 de octubre de 1967, Guevara se encuentra cerca de La Higuera con 16 combatientes y redacta su última reflexión en su diario, tras “once meses” de lucha.

44. El 8 de octubre de 1967, el ejército sorprende a la tropa en la Quebrada del Churo. Para permitir que se escapen los heridos, Che decide afrontar al ejército con los pocos hombres válidos. Tras varias horas de combate, Guevara, herido en una pierna, es capturado por el ejército que lo lleva a una escuela de La Higuera. Sólo cinco guerrilleros sobrevivirían y lograrían refugiarse en Chile.

45. El 9 de octubre, el dictador Barrientos, siguiendo las órdenes de la CIA, ordena la ejecución del Che. El coronel boliviano Miguel Ayoroa, quien participó en la captura del Che, brinda su testimonio: “Uno de los hombres de la CIA era Félix Rodríguez, un cubano exiliado, que entró en la escuelita al grito de “¿Tú sabes quién soy yo?”. El Che lo miró con asco y le contestó: “Sí, un traidor”, y le escupió la cara”.

46. Félix Rodríguez contaría más tarde: “ Mandé [al sargento] Terán que efectuara la orden. Le dije que debía dispararle bajo el cuello ya que así podríamos probar que había sido muerto en combate. Terán pidió un fusil y entró a la sala con dos soldados. Cuando escuché los disparos anoté en mi cuaderno 1:10 pm, 9 de octubre de 1967 ”.

47. El sargento Mario Terán contaría su experiencia en 1977 a la revista francesa Paris-Match: “ Dudé 40 minutos antes de ejecutar la orden. Me fui a ver al coronel Pérez con la esperanza de que la hubiera anulado. Pero el coronel se puso furioso. Así es que fui. Ése fue el peor momento de mi vida. Cuando llegué, el Che estaba sentado en un banco. Al verme dijo: ‘Usted ha venido a matarme’. Yo me sentí cohibido y bajé la cabeza sin responder. Entonces me preguntó: ‘¿Qué han dicho los otros?’. Le respondí que no habían dicho nada y él contestó: ‘¡Eran unos valientes!’. Yo no me atreví a disparar. En ese momento vi al Che grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el Che podría quitarme el arma. ‘¡Póngase sereno —me dijo— y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!’. Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé la primera ráfaga. El Che, con las piernas destrozadas, cayó al suelo, se contorsionó y empezó a regar muchísima sangre. Yo recobré el ánimo y disparé la segunda ráfaga, que lo alcanzó en un brazo, en el hombro y en el corazón. Ya estaba muerto”.

48. En 1997, los restos del Che y de sus compañeros de lucha son trasladados a Cuba donde descansan en el Memorial Ernesto Guevara de la ciudad de Santa Clara.

49. Dotado de una gran inteligencia, Guevara dejó muchos escritos y una filosofía política llamada Guevarismo. Según Fidel Castro, “Che era un hombre de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, un hombre de profunda cultura. Es decir que reunía en su persona al hombre de ideas y al hombre de acción […]. El pensamiento político y revolucionario del Che tendrá un valor permanente en el proceso revolucionario cubano y en el proceso revolucionario en América Latina”.

50. Guevara queda en la memoria colectiva de los pueblos como el defensor de los oprimidos, el que se indignó ante las injusticias, el símbolo del desinterés y el hombre que tomó las armas en nombre del interés superior de los condenados de la tierra.

Salim Lamrani
Opera Mundi

domingo, 5 de enero de 2014

50 verdades sobre Fidel Castro




El líder histórico de la Revolución Cubana marcó para siempre la historia de Cuba y de América Latina, convirtiendo a su país en símbolo de dignidad y resistencia.

1. Procedente de una familia de siete hijos, Fidel Castro nació el 13 de agosto de 1926 en Birán en la actual provincia de Holguín, de la unión entre Ángel Castro Argiz, rico terrateniente español oriundo de Galicia, y Lina Ruz González, cubana de nacimiento.

2. A los siete años se marcha para la ciudad de Santiago de Cuba y reside en casa de una maestra encargada de su educación. Ésa lo abandona a su suerte. “Conocí el hambre”, recordaría Fidel Castro y “mi familia había sido engañada”. Un año después ingresa en el colegio religioso de los Hermanos de la Salle en enero de 1935 como interno. Deja la institución para ir al colegio Dolores con 11 años, en enero de 1938, tras rebelarse contra el autoritarismo de un profesor. Prosigue su escolaridad con los jesuitas en el colegio de Belén de La Habana de 1942 a 1945. Tras una carrera brillante, su profesor, el Padre Armando Llorente, escribe en el anuario de la institución: “ Se distinguió en todas las asignaturas relacionadas con las letras. Excelencia y congregante, fue un verdadero atleta, defendiendo siempre con valor y orgullo la bandera del colegio. Ha sabido ganarse la admiración y el cariño de todos. Cursará la carrera de Derecho y no dudamos de que llenará con páginas brillantes el libro de su vida”.

3. A pesar de su exilio a Miami en 1961 tras las tensiones entre el Gobierno revolucionario y la Iglesia Católica cubana, el Padre Llorente siempre guardó un recuerdo nostálgico de su antiguo alumno: “Me dicen ‘usted siempre habla bien de Fidel’. Yo hablo del Fidel que conocí. Inclusive, una vez, me salvó la vida y esas cosas no se pueden olvidar nunca”. Fidel Castro se tiró al agua para salvar a su profesor llevado por la corriente.

4. En 1945, Fidel Castro ingresa en la Universidad de La Habana, donde cursa la carrera de Derecho. Elegido delegado de la Facultad de Derecho, participa activamente en las manifestaciones contra la corrupción del Gobierno del Presidente Ramón Grau San Martín. No vacila tampoco en denunciar públicamente a las pandillas del BAGA vinculadas a las autoridades políticas. Max Lesnik, entonces secretario general de la Juventud Ortodoxa y compañero de Fidel Castro, recuerda este episodio: “ El comité «30 de Septiembre» [creado para luchar contra las pandillas] tomó el acuerdo de presentar la denuncia contra el Gobierno y los gánsteres en el pleno de la Federación de Estudiantes En el salón, más de 300 alumnos de las diversas facultades se aprestaban a escuchar a Fidel cuando alguien […] gritó: «El que hable lo que no debe, hablará por última vez». Estaba claro que la amenaza era para el orador de turno. Fidel se levantó de su silla y con paso pausado y firme se encaminó al centro del amplio salón, después de pedir un minuto de silencio en recordación a los mártires, […] comenzó a leer una lista oficial con los nombres de todos y cada uno de los miembros de las pandillas y de los dirigentes de la FEU que habían sido premiados con jugosas «botellas» [cargos] en los distintos ministerios de la administración pública.

5. En 1947, con 22 años, Fidel Castro participa con Juan Bosch, futuro Presidente de República Dominicana, en un intento de desembarco de Cayo Confite para derrocar al dictador Rafael Trujillo, entonces apoyado por Estados Unidos.

6. Un año después, en 1948, participa en el Bogotazo, sublevación popular desatada por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, líder político progresista, candidato a las elecciones presidenciales en Colombia.

7. Graduado en Derecho en 1950, Fidel Castro ejerce como abogado hasta 1952 y defiende a la gente humilde, antes de lanzarse a la política.

8. Fidel Castro nunca militó en el Partido Socialista Popular (PSP), partido comunista de la Cuba prerrevolucionaria. Era miembro del Partido del Pueblo Cubano, también llamado Partido Ortodoxo, fundado en 1947 por Eduardo Chibás. El programa del Partido Ortodoxo de Chibás es progresista y se basa en varios pilares: la soberanía nacional, la independencia económica con una diversificación de la producción agrícola, la supresión del latifundio, el desarrollo de la industria, la nacionalización de los servicios públicos, la lucha contra la corrupción y la justicia social con la defensa de los trabajadores. Fidel Castro reivindica su pertenencia al pensamiento martiano (de José Martí), chibasista (de Chibás) y antiimperialista. Orador de gran talento, se presenta a las elecciones parlamentarias como candidato del Partido del Pueblo Cubano en 1952.

9. El 10 de marzo de 1952, a tres meses de las elecciones presidenciales, el general Fulgencio Batista rompe el orden constitucional y derroca al Gobierno de Carlos Prío Socarrás. Consigue el apoyo inmediato de Estados Unidos que reconoce oficialmente a la nueva dictadura militar.

10. El abogado Fidel Castro presenta una denuncia contra Batista por romper el orden constitucional: “Si existen tribunales, Batista debe ser castigado, y si Batista no es castigado [...] ¿Cómo podrá después este tribunal juzgar a un ciudadano cualquiera por sedición o rebeldía contra este régimen ilegal producto de la traición impune?” El Tribunal Supremo, a las órdenes del nuevo régimen, rechaza la demanda.

11. El 26 de julio de 1953, Fidel Castro se pone al frente de una expedición de 131 hombres y ataca el cuartel Moncada en la ciudad de Santiago, segunda fortaleza militar del país, así como el cuartel Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo. El objetivo era tomar el control de la ciudad –cuna histórica de todas las revoluciones– y lanzar un llamado a la rebelión en todo el país para derrocar al dictador Batista.

12. La operación es un fracaso y numerosos combatientes –55 en total– son asesinados tras ser brutalmente torturados por el ejército. En efecto, sólo seis de ellos murieron en combate. Algunos logran escapar gracias al apoyo de la población.

13. Fidel Castro, capturado unos días después, le debe la vida al sargento Pedro Sarría, quien se niega a seguir las órdenes de sus superiores y ejecutar al líder de Moncada. “¡No disparen! ¡No disparen! ¡Las ideas no se matan!”, exclamó frente a sus soldados.

14. Durante su histórico alegato titulado “La Historia me absolverá”, Fidel Castro, quien se encarga de su propia defensa, denuncia los crímenes de Batista y la miseria en la cual se encuentra el pueblo cubano y presenta su programa para una Cuba libre basado en la soberanía nacional, la independencia económica y la justicia social.

15. Condenado a 15 años de prisión, Fidel Castro es liberado en 1955 después de la amnistía que le concedió el régimen de Batista. Funda el Movimiento 26 de Julio (M 26-7) y declara su proyecto de seguir la lucha contra la dictadura antes de exilarse en México.

16. Fidel Castro organiza allí la expedición del Granma con un médico llamado Ernesto Guevara. A Fidel Castro no le costó mucho trabajo convencer al joven argentino quien recuerda: “Lo conocí en una de esas frías noches de México, y recuerdo que nuestra primera discusión versó sobre política internacional. A las pocas horas de la misma noche –en la madrugada- era yo uno de los futuros expedicionarios.”

17. En agosto de 1955, Fidel Castro publica el Primer Manifiesto del Movimiento 26 de Julio que retoma los puntos esenciales de su alegato “la Historia me absolverá”. Trata de reforma agraria, de prohibición del latifundio, de reformas económicas y sociales a favor de los desheredados, de industrialización de la nación, de construcción de viviendas, de disminución de los alquileres, de nacionalización de los servicios públicos de teléfono, gas y electricidad, de educación y de cultura para todos, de reforma fiscal y de reorganización de la administración pública para luchar contra la corrupción.

18. En octubre de 1955, para reunir los fondos necesarios para la expedición, Fidel Castro realiza una gira por Estados Unidos y se reúne con los exilados cubanos. El FBI vigila estrechamente a los clubes patrióticos M 26-7 fundados en las diferentes ciudades.

19. El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro embarca en el puerto de Tuxpán, México, a bordo del barco Granma, con capacidad para 25 personas. Los revolucionarios son 82 en total y navegan rumbo a Cuba con el objetivo de desatar una guerra de guerrillas en las montañas de la Sierra Maestra.

20. La travesía se convierte en pesadilla por las condiciones climáticas. Un expedicionario cae al mar. Juan Almeida, miembro del grupo y futuro comandante de la Revolución, recuerda el episodio: “Fidel nos dijo lo siguiente: ‘De aquí no nos vamos hasta que lo salvemos’. Eso conmovió a la gente y levantó la combatividad. Pensamos ‘con ese hombre no hay abandonados’. Lo salvamos, a costa que se echara a perder la expedición”.

21. Tras una travesía de siete días, en vez de los cinco previstos, el 2 de diciembre de 1956, la tropa desembarca “en el peor pantano jamás visto”, según Raúl Castro. Los tiros de la aviación cubana la dispersan y la persiguen 2.000 soldados de Batista que esperaban a los revolucionarios.

22. Unos días después, en Cinco Palmas, Fidel Castro vuelve a encontrarse con su hermano Raúl y otros 10 expedicionarios. “Ahora sí ganamos la guerra”, declara el líder del M 26-7 a sus hombres. Empieza la guerra de guerrillas que duraría 25 meses.

23. En febrero de 1957, la entrevista a Fidel Castro que realiza Herbert Matthews del New York Times permite que la opinión pública estadounidense y mundial descubra la existencia de una guerrilla en Cuba. Batista confesaría más tarde en sus memorias que gracias a ese palo periodístico “Castro empezaba a ser un personaje de leyenda”. Matthews matizó sin embargo la importancia de su entrevista: “Ninguna publicidad, por más sensacional que fuese, habría podido tener efecto si Fidel Castro no fuera precisamente el hombre que yo describí”.

24. A pesar de las declaraciones oficiales de neutralidad en el conflicto cubano, Estados Unidos brinda su apoyo político, económico y militar a Batista y se opuso a Fidel Castro hasta los últimos instantes. El 23 de diciembre de 1958, a una semana del triunfo de la Revolución, mientras el ejército de Fulgencio Batista se encuentra en plena desbandada a pesar su superioridad en armas y hombres, tiene lugar la 392 reunión del Consejo de Seguridad Nacional, con la presencia del Presidente Eisenhower. Allen Dulles, entonces director de la CIA, expresa claramente la posición de Estados Unidos: “Tenemos que impedir la victoria de Castro”.

25. A pesar del apoyo de Estados Unidos, sus 20.000 soldados y una superioridad material, Batista no pudo vencer a una guerrilla que se componía de 300 hombres armados durante la ofensiva final del verano de 1958 que movilizó a más de 10.000 soldados. Esta “victoria estratégica” revela entonces el genio militar de Fidel Castro que había anticipado y derrotado la operación Fin de Fidel que lanzó Batista.

26. El 1 de enero de 1959, cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al cuartel Moncada del 26 de julio de 1953, triunfó la Revolución Cubana.

27. Durante la formación del Gobierno revolucionario en enero de 1959, Fidel Castro es nombrado ministro de las Fuerzas Armadas. No ocupa la Presidencia, ocupada por el juez Manuel Urrutia, ni el puesto de Primer Ministro, entregado al abogado José Miró Cardona.

28. En febrero de 1959, el Primer Ministro Cardona, quien se opone a las reformas económicas y sociales que considera demasiado radicales (proyecto de reforma agraria), presenta su dimisión. Manuel Urrutia llama a Fidel Castro para ocupar el cargo.

29. En julio de 1959, frente a la oposición del Presidente Urrutia quien rechaza nuevas reformas, Fidel Castro renuncia a su cargo de Primer Ministro. Inmensas manifestaciones populares estallan en toda Cuba, exigiendo la salida de Urrutia y el regreso de Fidel Castro. El nuevo Presidente de la República Osvaldo Dorticós lo vuelve a nombrar Primer Ministro.

30. Estados Unidos se muestra inmediatamente hostil a Fidel Castro al acoger con los brazos abiertos a los dignitarios del antiguo régimen, incluso varios criminales de guerra quienes habían robado las reservas Tesoro cubano, llevándose 424 millones de dólares.

31. No obstante, desde el principio, Fidel Castro declara su voluntad de mantener buenas relaciones con Washington. Sin embargo, durante su primera visita a Estados Unidos en abril de 1959, el Presidente Eisenhower se niega a recibirlo y prefiere ir a jugar al golf. John F. Kennedy lamentaría eso: “Fidel Castro forma parte del legado de Bolívar. Debíamos haber dado al fogoso y joven rebelde una más calurosa bienvenida en su hora de triunfo.”

32. A partir de octubre de 1959, pilotos procedentes de Estados Unidos bombardean Cuba y regresan a la Florida sin ser molestados por las autoridades. El 21 de octubre de 1959, lanzan una bomba sobre La Habana que ocasiona dos muertos y 45 heridos. El responsable del crimen, Pedro Luis Díaz Lanz, regresa a Miami sin ser molestado por la justicia y Washington se niega a extraditarlo a Cuba.

33. Fidel Castro sólo se acerca de Moscú en febrero de 1960 y sólo adquiere armas soviéticas después del rechazo de Estados Unidos a proporcionarle el arsenal necesario para su defensa. Washington también presiona a Canadá y a las naciones europeas solicitadas por Cuba con el fin de obligarla a dirigirse al bloque socialista y así justificar su política hostil hacia La Habana.

34. En marzo de 1960, la administración Eisenhower toma la decisión formal de derrocar a Fidel Castro. En total, el líder de la Revolución Cubana sufriría no menos de 637 intentos de asesinato.

35. En marzo de 1960, el sabotaje por la CIA del barco francés La Coubre cargado de armas en el puerto de La Habana ocasiona más de cien muertos. En su discurso en homenaje a las víctimas, Fidel Castra lanza el lema “Patria o muerte” inspirado en el de la Revolución Francesa “Libertad, igualdad, fraternidad o muerte”.

36. El 16 de abril de 1961, tras los bombardeos de los principales aeropuertos del país por la CIA, preludio de la invasión de Bahía de Cochinos, Fidel Castro declara el carácter “socialista” de la Revolución.

37. Durante la invasión de Bahía de Cochinos por 1.400 exilados financiados por la CIA, Fidel Castro se encuentra en primera línea de combate. Inflige una severa derrota a Estados Unidos y aplasta a los invasores en 66 horas. Su popularidad alcanza cimas en todo el mundo.

38. Durante la crisis de los misiles de octubre de 1962, el general soviético Alexei Dementiexv estaba al lado de Fidel Castro. Cuenta sus recuerdos: “Pasé junto a Fidel los momentos más impresionantes de mi vida. Estuve la mayor parte del tiempo a su lado. Hubo un instante en que considerábamos cercano el ataque militar de los Estados Unidos y Fidel tomó la decisión de poner todos los medios en alerta. En pocas horas el pueblo estaba en posición de combate. Era impresionante la fe de Fidel en su pueblo, y de su pueblo y de nosotros, los soviéticos, en él. Fidel es, sin discusión alguna, uno de los genios políticos y militares de este siglo.”

39. En octubre de 1965, se crea el Partido Comunista de Cuba (PCC) en sustitución del Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) nacido en 1962 (que remplazó las Organizaciones Revolucionarias Integradas –ORI- creadas en 1961). Fidel Castro es nombrado Primero Secretario.

40. En 1975, Fidel Castro es elegido por primera vez a la Presidencia de la República tras la adopción de la nueva Constitución. Sería reelecto a ese cargo hasta 2006.

41. En 1988, a más de 20.000 kilómetros de distancia, Fidel Castro dirige desde La Habana la batalla de Cuito Cuanavale en Angola, en la cual las tropas cubanas y angoleñas infligen una estrepitosa derrota a las fuerzas armadas sudafricanas que invadieron Angola y que ocupaban Namibia. El historiador Piero Gleijeses, Profesor de la Universidad Johns Hopkins de Washington, escribe al respecto: “A pesar de todos los esfuerzos de Washington [aliado al régimen del apartheid] para impedirlo, Cuba cambió el curso de la historia de África Austral […].La proeza de los cubanos en el campo de batalla y su virtuosismo en la mesa de negociaciones fueron decisivas para obligar a Sudáfrica a aceptar la independencia de Namibia. Su exitosa defensa de Cuito fue el preludio de una campaña que obligó a la SADF a salir de Angola. Esta victoria repercutió más allá de Namibia ».

42. Observador lúcido de la Perestroika, Fidel Castro declara al pueblo en un discurso premonitorio del 26 de julio de 1989 que en caso de desaparición de la Unión Soviética Cuba deberá resistir y proseguir en la vía del socialismo: “Si mañana o cualquier día nos despertáramos con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS, o incluso si nos despertáramos con la noticia de que la URSS se desintegró [...] Cuba y la Revolución cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo”.

43. En 1994, en pleno Periodo Especial, conoce a Hugo Chávez con el cual establece una fuerte amistad que duraría hasta la muerte de éste en 2012. Según Fidel Castro, el presidente venezolano fue “el mejor amigo que tuvo el pueblo cubano”. Ambos establecen una colaboración estratégica con la creación en 2005 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América que agrupa hoy día ocho países de América Latina y el Caribe.

44. En 1998, Fidel Castro recibe la visita del Papa Juan Pablo II en La Habana. Éste pide que “el mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al mundo”.

45. En 2002, el expresidente de Estados Unidos James Carter realiza una visita histórica a Cuba. Interviene en vivo por televisión: “ No he venido acá a interferir en los asuntos internos de Cuba, sino a extender una mano de amistad hacia el pueblo cubano y ofrecer una visión del futuro para nuestros dos países y para las Américas. […] Quiero que lleguemos a ser amigos y nos respetemos unos a otros. […] Debido a que los Estados Unidos es la nación más poderosa, somos nosotros quienes debemos dar el primer paso”.

46. En julio de 2006, tras una grave enfermedad intestinal, Fidel Castro renuncia al poder. Conforme a la Constitución, le sucede el vicepresidente Raúl Castro.

47. En febrero de 2008, Fidel Castro renuncia definitivamente a todo mandato ejecutivo. Se consagra entonces a la redacción de sus memorias y publica regularmente artículos bajo el título de “reflexiones”.

48. Arthur Schlesinger Jr., historiador y asesor especial del Presidente Kennedy, evocó la cuestión del culto de la personalidad tras una estancia en Cuba en 2001: “Fidel Castro no fomenta el culto a la personalidad. Es difícil encontrar un cartel o incluso una postal de Castro en ningún lugar de La Habana. El icono de la Revolución de Fidel, visible en todas partes, es el Che Guevara”.

49. Gabriel García Márquez, escritor colombiano y Premio Nobel de literatura, es un íntimo amigo de Fidel Castro. Esbozó un retrato de él y subraya “la confianza absoluta que coloca en el contacto directo. Su poder es de seducción. Busca los problemas donde están. Su paciencia es invencible. Su disciplina es de hierro. La fuerza de su imaginación lo empuja hasta los límites de lo imprevisto”.

50. El triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959 dirigida por Fidel Castro es el acontecimiento más relevante de la Historia de América Latina del siglo XX. Fidel Castro seguirá siendo una de las figuras más controvertidas del siglo XX. No obstante, hasta sus más acérrimos detractores reconocen que hizo de Cuba una nación soberana e independiente respetada en la escena internacional, con innegables logros sociales en los campos de la educación, la salud, la cultura, el deporte y la solidaridad internacional. Quedará para siempre como el símbolo de la dignidad nacional que siempre se puso del lado de los oprimidos y que brindó su apoyo a todos los pueblos que luchaban por su emancipación.

Salim Lamrani
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité , Paris, Editions Estrella, 2013, con un prólogo de Eduardo Galeano.

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Contacto: lamranisalim@yahoo.fr ; Salim.Lamrani@univ-reunion.fr

jueves, 2 de enero de 2014

Con la Revolución Cubana, a 55 años del triunfo




Coherencia, lealtad, solidaridad y lucha

No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando de José Martí, Antonio Maceo, Máximo Gómez o Mariana Grajales, ni de la indoblegable fuerza que la lucha contra la colonización española desató en el pueblo de Cuba. Tampoco voy a escribir sobre la huella de Pablo de la Torriente Brau, ni de los más de mil cuatrocientos brigadistas cubanos que combatieron en España defendiendo la II República. No voy a empezar a hablar sobre la Revolución Cubana contando sobre los gobiernos títeres que EEUU fue colocando en el país a lo largo de los años ni del analfabetismo, crónico y oscuro, que azotaba la vida de los hombres y las mujeres de Cuba, ni siquiera del terror sembrado por la tiranía de Fulgencio Batista. Mucho menos hablaré del coraje de la juventud del centenario, que se enfrentó a un ejército (apoyado por la CIA) de decenas de miles de soldados y logró derrotarlo. No hablaré de Frank País, ni de Abel Santamaría o de su hermana Haydeé, ni siquiera de Vilma Espín, o de Melba Hernández; tampoco de Raúl Castro o Marta Rojas. No hablaré del Moncada. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando sobre los campesinos cubanos que se sumaron a la guerrilla de la Sierra Maestra o de los que ayudaron a los rebeldes porque ansiaban la justicia por la que estos habían decidido luchar hasta vencer o hasta morir. No hablaré de Juan Almeida Bosque. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución en Cuba hablando de la entrada de los revolucionarios en La Habana, ni siquiera hablaré de Camilo Cienfuegos o del Che Guevara. Tampoco hablaré de la nacionalización de las empresas estadounidenses y de su devolución legítima al pueblo cubano. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución cubana hablando de la campaña de Alfabetización, ni de la Casa de las Américas o del Ballet Nacional. Tampoco del Festival de Cine de La Habana, ni de la Feria del Libro. No hablaré de Alfredo Guevara, ni de Roberto Fernández Retamar ni de Armando Hart o Alicia Alonso. Y no nombraré a Conrado Benítez. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando de la UNEAC, y menos aún de Nicolás Guillén o de Carlos Puebla. Tampoco de la Nueva Trova, ni de Silvio Rodríguez o Sara González. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando del ICAP, ni siquiera del Yo Sí Puedo, el CIEM, la ELAM o la Operación Milagro. No hablaré de Oswaldo Martínez y tampoco recordaré a Corrieri. (1) No voy a empezar a hablar sobre la Revolución hablando de la sangre cubana derramada en África en la lucha contra el apartheid y por la liberación de los pueblos de ese continente. No hablaré de los estudiantes saharauis en Cuba. No hablaré de internacionalismo. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando de la investigación científica, ni siquiera mencionando el Heberprot-P o las vacunas contra el dengue o el cáncer de pulmón. (2) No voy a empezar a escribir sobre la Revolución en Cuba hablando sobre el atentado de la CIA contra el buque "La Coubre" (1960), en el muelle de La Habana, donde hubo más de cien muertos, ni siquiera mencionando la explosión del avión de Cubana de Aviación, en 1976, provocada por mercenarios pagados desde EEUU en la que fueron asesinadas 73 personas. No hablaré de Eduardo García, ni de Nemesia Montano, ni nombraré Girón o La Colmenita. No voy a empezar a escribir sobre la Revolución Cubana hablando sobre el joven italiano Fabio Di Celmo, quien cayó abatido por la bomba de otro mercenario a sueldo de las mafias contrarrevolucionarias afincadas en Miami, bajo el amparo de los gobiernos estadounidenses. No hablaré del bloqueo ni del imperialismo. No hablaré de Los Cinco. No nombraré a Fidel.

Una beca, Cascarero y la niña que leyó 4

Torres es el apellido de un joven de Jinámar, uno de los barrios obreros de Canarias más golpeados por el desempleo, la pobreza y la marginalidad. En 1997, Torres logró acudir al Congreso Internacional de Pedagogía de La Habana de ese año, que clausuraría Fidel. En medio del discurso, el muchacho escribió una nota al líder revolucionario y la entregó a alguno de los responsables de sala que, personalmente, se la hizo llegar. Fidel la leyó y, sin protocolo, dijo a la audiencia: "hay aquí un canario que quiere y necesita venir a estudiar a Cuba, y a este joven lo invitaremos para que estudie aquí". Conocí esta historia hace años, a través un profesor del Instituto de Jinámar donde había estudiado aquel joven, y también por él supe que Torres terminó su carrera y se quedó a trabajar en las montañas de Santiago de Cuba, como pedagogo, pero aprendiendo allí a hacer de todo, como cualquiera del lugar, como cualquier cubano.
De Cascarero no sabía ni el nombre hasta hace dos días; me encontré con el lugar y su gente por pura casualidad, porque Irma González Salanueva, la hija mayor de René, había escrito sobre ese pueblo del occidente cubano (http://www.cubadebate.cu/opinion/2013/11/19/tony-mi-papa-y-el-guajiro-cascarero/). (3) Su padre, uno de los revolucionarios cubanos injustamente presos en EEUU por luchar contra el terrorismo -y el único que ha logrado regresar a Cuba tras cumplir su condena-, le había prometido a un compañero de la prisión de Florida en la que estuvo que visitaría a su madre, Ovidia, cuando volviera a la isla. Cascarero no es La Habana, ni Santiago, ni siquiera es Holguín, pero René, llevando con él a su familia, cumplió la palabra dada al amigo de cautiverio. René llegó a Cascarero y buscó a Ovidia para darle el abrazo del hijo. (http://www.radiolibertad.cu/index.php/cinco-heroes/966-rene-en-el-pueblo-de-cascarero.html).
A la niña, en cambio, la conozco bien. He estado con ella mientras crecía y he visto cómo se aprendía sus nombres: Antonio, René, Fernando, Ramón, y.......Ge..rar..do, este último siempre le costaba pronunciarlo. La semana pasada vio una imagen y me miró en busca de alguna respuesta. Con el ceño fruncido y los ojos azorados y un poco brillantes me preguntó : "¿Sólo 4?" En la imagen no estaba René, el número no era el de siempre y ella no entendía por qué. Para la niña, que también es canaria -como el joven pedagogo de la primera historia-, Los Cinco son Los Cinco y, o están todos, o el puzzle no puede acabarse. A su manera había hecho suyo el mensaje que René González, el revolucionario que falta en la imagen, pusiera en un mural el pasado junio: "Aún preso, mientras no estemos en Cuba Los Cinco".
Estas historias hablan de coherencia, de lealtad, de solidaridad y de lucha. De eso quería hablar cuando empecé a escribir sobre la Revolución Cubana, que triunfó hace 55 años y no ha dejado de resistir ni de avanzar.

M.L. González

Notas:

(1) ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos). ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina). CIEM (Centro de Investigación de la Economía Mundial)
(2) La vacuna contra el pie diabético (Heberprot P) se debe al científico cubano Jorge Berlanga y ha significado un avance crucial en el tratamiento de esta enfermedad. La del dengue, por su parte, se debe al trabajo del equipo dirigido por la científica cubana Guadalupe Guzmán.
(3) En 1998, cinco revolucionarios cubanos fueron detenidos y encarcelados en EEUU por infiltrarse en organizaciones terroristas de Miami que planificaban atentados en Cuba. La información que obtuvieron con su trabajo fue transmitida al Gobierno de Cuba, que la hizo llegar al Gobierno estadounidense, a través del FBI. Los Cinco fueron condenados, en un juicio plagado de irregularidades y violaciones de derecho, a penas que alcanzan la doble cadena perpetua (caso de Gerardo Hernández). Los terroristas que planeaban los atentados en Cuba, siguen libres en Miami. De Los Cinco, sólo uno, René González, ha logrado regresar a Cuba tras permanecer en prisiones de EEUU durante 13 años.

miércoles, 1 de enero de 2014

La Habana, Washington y el caso Alan Gross




Desde el 3 de diciembre de 2009, Alan Gross está encarcelado en La Habana. Era empleado de la Development Alternative, Inc (DAI), subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), la cual a su vez depende del Departamento de Estado. Gross fue juzgado y condenado a 15 años de prisión por distribuir equipos satelitales, en el marco de un programa del Departamento de Estado de «promoción de la democracia en Cuba», cuyo objetivo es un “cambio de régimen” en la isla.[1]
Según Washington, Gross se encontraba en La Habana para ayudar a los miembros de la comunidad judía cubana a “a conectarse con otras comunidades judías del mundo”.[2] No obstante, la misma comunidad judía de La Habana contradice la versión oficial de Estados Unidos y de la familia Gross. Por su parte la Agencia estadounidense Associated Press señala que los “líderes de la comunidad judía de Cuba negaron que el contratista estadounidense Alan Gross […] hubiera colaborado con ellos”.[3] Del mismo modo, la Agencia Telegráfica Judía precisa que “los principales grupos judíos de Cuba han desmentido cualquier contacto con Alan Gross y cualquier conocimiento de su programa”.[4]
El reverendo Odén Marichal, secretario del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), que agrupa las instituciones religiosas cristianas así como a la comunidad judía de Cuba, también ha ratificado esta posición: “La comunidad hebrea de Cuba, que es miembro del Consejo de Iglesias de Cuba, nos dijo: ‘Nosotros jamás tuvimos relación con ese señor, jamás nos trajo equipo de ninguna clase. Negaron cualquier relación con Alan Gross'”.[5]
Wayne S. Smith, embajador estadounidense en Cuba entre 1979 y 1982 y director del Programa «Cuba» del Centro de Política Internacional de Washington, señala en cambio que “Gross estaba implicado en un programa cuyas intenciones son claramente hostiles a Cuba ya que el objetivo es nada menos que el cambio de régimen”.[6]
En efecto, Alan Gross violó la legislación cubana, particularmente el Artículo 11 de la Ley 88 cubana que estipula que “El que, para la realización de los hechos previstos en esta Ley, directamente o mediante tercero, reciba, distribuya o participe en la distribución de medios financieros, materiales o de otra índole, procedentes del Gobierno de Estados Unidos de América, sus agencias, dependencias, representantes, funcionarios o de entidades privadas, incurre en sanción de privación de libertad de tres a ocho años”.[7]
Este rigor no es específico de la legislación cubana. En efecto, la ley estadounidense prevé sanciones similares para este tipo de delitos. La Ley de Registro de Agentes Extranjeros (Foreign Agents Registration Act) sanciona a todo agente no registrado por las autoridades que “en Estados Unidos solicita, recolecta, proporciona o gasta contribuciones, préstamos, dinero u otro objeto de valor en su propio interés”, con una pena de cinco años de prisión y una multa de 10.000 dólares.[8]
La legislación francesa también sanciona este tipo de actuación. Según el Artículo 411-8 del Código Penal, “el hecho de ejercer, por cuenta de una potencia extranjera, de una empresa u organización extranjera o bajo control extranjero o de sus agentes, una actividad con el objetivo de conseguir o proporcionar dispositivos, informaciones, procedimientos, objetos, documentos, datos informatizados o ficheros cuya explotación, divulgación o reunión tengan la naturaleza de atentar contra los intereses fundamentales de la nación se castiga con diez años de cárcel y 150.000 euros de multa”.[9]
El New York Times recuerda que Gross “fue arrestado en diciembre pasado durante un viaje a Cuba en el marco de un programa semiclandestino de la USAID, servicio de ayuda extranjera del Departamento de Estado destinado a socavar al Gobierno de Cuba”. El diario neoyorquino subraya también que “las autoridades estadounidenses han reconocido que el señor Gross entró en Cuba sin visa en regla, y han declarado que distribuía teléfonos satelitales a disidentes religiosos”.[10]
Desde un punto de vista jurídico, esta realidad ubica de hecho a los disidentes que aceptan los emolumentos ofrecidos por Washington en una situación de agentes al servicio de una potencia extranjera. La Agencia USAID es consciente de que su política constituye una grave violación del Código Penal cubano. Recuerda entonces que “nadie está obligado a aceptar o formar parte de los programas del Gobierno de Estados Unidos”.[11]
El caso Alan Gross constituye un obstáculo mayor a una eventual normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Parece vinculado a la suerte de los cinco agentes cubanos condenados a severas penas de prisión en Estados Unidos y encarcelados desde 1998. Después de una serie de atentados con bombas contra los centros turísticos de La Habana, el Gobierno cubano envió a los cinco agentes para que se infiltraran en los grupos terroristas anticastristas de Florida y recogieran información sobre sus planes. El FBI, tras recibir pruebas por parte de La Habana de la implicación de esos grupos en actos violentos contra Cuba, en vez de neutralizarlos procedió al arresto de los agentes cubano. Luego, la justicia de Estados Unidos los condenó a penas que van de 15 años de prisión hasta dos cadenas perpetuas, durante un juicio denunciado por numerosos organismos internacionales.[12]
Cuba ha hizo partícipe de su “inmediata disposición” a encontrar una solución humanitaria a estos dos asuntos[13]. Un intercambio de presos es perfectamente posible y permitiría dar un gran paso hacia la flexibilización de las relaciones bilaterales entre La Habana y Washington y resolver un conflicto de otro tiempo.

Salim Lamrani
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité, Paris, Editions Estrella, 2013, con un prólogo de Eduardo Galeano.

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[1] Jeff Franks, «Scenarios-U.S. Contractor Jailed in Cuba Still in Limbo», Reuters, 24 de octubre de 2010.
[2] Phillip J. Crowley, «Statement on Anniversary of Alan Gross’ Incarceration in Cuba», U.S. Department of State, 3 de diciembre de 2010; EFE, “EEUU insta a Cuba libertar de ‘inmediato’ al contratista Alan Gross”, 2 de diciembre de 2013.
[3] Andrea Rodríguez, «Judíos niegan haber colaborado con Alan Gross», The Associated Press, 2 de diciembre de 2010.
[4] Jewish Telegraphic Agency, «Cuba to Seek 20- Year Prison Term for Alan Gross», 6 de febrero de 2011.
[5] Andrea Rodríguez, «EEUU pide Iglesias de Cuba interesarse por contratista preso», The Associated Press, 2 de diciembre de 2010.
[6] Wayne S. Smith, « The Gross Case and the Inanity of U.S. Policy », Center for International Policy, marzo 2011. http://ciponline.org/pressroom/articles/030411_Smith_Intelligence_Brief_Gross.htm (sitio consultado el 5 de diciembre de 2013).
[7] Ley de protección de la independencia nacional y la economía de Cuba (LEY N˚. 88), Artículo 11.
[8] U.S. Code, Title 22, Chapter 11, Subchapter II, § 611, iii <>, § 618, a, 1 <>.
[9] Code Pénal, Partie législative, Livre, Titre Ier, Chapitre I, Section 3, Article 411-8.
[10] Ginger Thompson, « Wife of American Held in Cuba Pleads for His Release and Apologizes to Castro », The New York Times, 24 de octubre de 2010.
[11] Along the Malecon, « Exclusive: Q & A with USAID », 25 de octubre de 2010. http://alongthemalecon.blogspot.com/2010/10/exclusive-q-with-usaid.html (sitio consultado el 5 de diciembre de 2013).
[12] Salim Lamrani, « 50 vérités sur le cas des Cinq », Opera Mundi, noviembre de 2013.
[13] Agence France-Presse, « Cuba propone diálogo ‘inmediato’ sobre Gross y agentes cubanos », 3 de diciembre de 2013.