jueves, 2 de diciembre de 2010

Gerardo Hernández, el nuevo Nelson Mandela



Si me preguntaran por qué presidente votaría cuando se produzca el relevo de la generación que creó la Revolución y la sostuvo heroicamente durante más de 50 años mi elección sería el Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, preso en EEUU y calificado por el actor Danny Glover como “el nuevo Nelson Mandela”. Gerardo hace más de 10 años cumple injusta prisión con Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González por monitorear acciones de grupos terroristas que desde Estados Unidos pretenden provocar una guerra entre Cuba y el gigante del norte. Este hombre que se licenció en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García cumple dos cadenas perpetuas y 15 años de prisión. Nacido en Ciudad de La Habana el 4 de junio de 1965, desde su infancia se caracterizó por ser muy activo, estudioso, aplicado y admirado por su educación formal, resaltándose su esmero en el trato, ayuda y respeto hacia los ancianos. En 1988 contrajo matrimonio con su actual esposa, Adriana Pérez O’Connor y en 1989 partió a la República Popular de Angola, para cumplir misión internacionalista en una brigada de tanques, donde se destacó por su valentía y decisión en 54 misiones combativas. En 1990, al concluir su misión, fue condecorado con las medallas Combatiente Internacionalista y por la Amistad Cuba-República Popular de Angola. En 1993 se le otorgó la militancia en el Partido Comunista de Cuba. A mediados de los años noventa, marchó a Estados Unidos con el seudónimo de Manuel Viramontes para prevenir a Cuba de acciones de corte terrorista, planificadas y ejecutadas por organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Miami. En ese país laboró como artista gráfico. Vivió en condiciones de austeridad, con los medios imprescindibles y sin lujos de ningún tipo. Era respetado por sus vecinos en Miami, amistades y conocidos, por su excelente comportamiento social, quienes así lo expresaron públicamente a raíz de su detención. Gerardo perdió a una hermana, la teniente coronel Maria del Carmen Hernández Nordelo en un accidente aéreo junto a otros directivos del Instituto Técnico Militar "José Martí" en 1998 y posteriormente, ya en prisión, también a su madre. Ante el primer hecho, que marcó profundamente a Gerardo, y aun cuando se crearon condiciones para su viaje desde Estados Unidos a Cuba al sepelio, decidió permanecer cumpliendo sus importantes misiones como homenaje póstumo a su hermana. En todo este tiempo de cautiverio ese joven, junto a sus compañeros, ha recibido todo el odio posible de la CIA, el FBI y la contrarrevolución de Miami que no le perdonan pertenecer al pueblo que el año que viene celebrará los 50 años de haber derrotado a la Agencia Central de Inteligencia en Bahía de Cochinos. La resistencia de Gerardo, su carácter y entereza ante la enfermedad y el dolor familiar ha impresionado sensiblemente a todos y a grandes representantes del pueblo norteamericano, el de Lincoln y Roosevelt, como el astro de Hollywood Danny Glover y el periodista y cineasta Saúl Landau. “Las cárceles, decía Lenin, son como las universidades para los revolucionarios”. Según sus visitantes, Gerardo ha crecido hasta dimensiones titánicas en su encierro y estamos seguros que a su pronta vuelta, si se cumplen algunos estimados recientes, volcará toda su sabiduría y temple en bien de su patria.

Antonio de la Maza

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