martes, 16 de mayo de 2017

Intenta la CIA cambiar el sistema electoral cubano

58 años de fracasos en sus planes de acciones encubiertas, no le son suficientes a la CIA para admitir que Cuba tiene un sistema político, económico y social escogido por su pueblo y tienen que respetarlo.
Ahora intentan derrocar el sistema socialista mediante una nueva Operación subversiva, con el empleo de algunos de sus agentes entrenados para enturbiar el proceso electoral del año 2018, cuando el actual presidente de los Consejos de Estado y de Ministro, Raúl Castro Ruz, deje su cargo.
Para ejecutarlo instruyen a sus asalariados, a quienes preparan durante sus continuos viajes a Estados Unidos, aprovechando la nueva ley migratoria cubana.
El pasado 10/08/2015 sus jornaleros presentaron ante la prensa extranjera, la denominada Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), con la finalidad de dar los primeros pasos para recabar el apoyo de varios de los grupúsculos contrarrevolucionarios que sostienen financieramente en la Isla.
El agente CIA Carlos Alberto Montaner imparte las instrucciones
En el diseño de esta Operación, incluyen en la MUAD a grupúsculos radicados en Cuba y en Miami, como la llamada “Unión Patriótica de Cuba” (UNPACU), encabezada por el santiaguero José Daniel Ferrer, el desconocido “Frente Anti totalitario Unido”, a cargo del villaclareño Guillermo Fariñas, el nuevo engendro “Cuba Decide”, de la residente en Miami bajo el visado de refugiada política, Rosa María Payá Acevedo y la artista Tania Bruguera.
Realmente poner de acuerdo a estos asalariados es tarea bien difícil, por las características egocéntricas de los personajes y el interés desmedido por el dinero; no obstante, la CIA insiste en manejarlos bajo la promesa de apoyo en un futuro gobierno sin Castro.
Para alcanzar sus objetivos, preparan a varios contrarrevolucionarios para postularlos como delegados de base en las elecciones del Poder Popular del próximo año.
Igualmente, fue fabricada la llamada plataforma “Otro 18”, la cual desea ejecutar una hipotética consulta pública sobre las elecciones cubanas del próximo año 2018, bajo el supuesto de conformar una oposición interna con los divididos y enfrentados grupúsculos “disidentes”.
Ese conato de organización sueña con postular sus candidatos a las elecciones municipales del presente años 2017, como si el pueblo cubano, mayoritariamente comprometido con la Revolución, acepte que los peones de Estados Unidos desprestigiados por ser construidos por una potencia extranjera, los representen ante las autoridades del Gobierno. Para eso, preparan a algunos para que se auto propongan en municipios como Boyeros y Santa Cruz del Norte en la provincia de Mayabeque.
La Operación subversiva tiene entre sus tareas proponer una nueva ley electoral, otra de asociaciones e incluso una para la creación de partidos políticos.
Otros puntos son: realizar un plebiscito que legitímese esas propuestas, todo lo cual tiene el olor característico de los planes Made in USA y algo que los cubanos conocen muy bien, desde la maniobra de proponer en la naciente República en 1902, a un único candidato a Presidente, Tomás Estrada Palma, quien disolvió el Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí, liquidó el ejército mambí y entregó la Isla a los yanquis con la execrable Enmienda Platt.
Desde esa fecha hasta 1958 Cuba contó con una veintena de partidos políticos que nada resolvieron.
Una encuesta de 1957, respecto al nivel de vida de los obreros agrícolas cubanos, realizada por una de las agrupaciones religiosas existentes, arrojó que:
▪ El 60 % de ellos vivía en bohíos con techos de pencas de palma real, piso de tierra, sin baños, ni agua.
▪ El 44 % no asistía a la escuela.
▪ El 90 % de esas viviendas no tenía electricidad.
▪ No existían servicios médicos.
▪ El 14% de esa población padecía de tuberculosis.
▪ El 36 % sufría de parásitos intestinales.
▪ 200 mil familias no tenían una vara de tierra donde cultivar.
Todo hace indicar que los asalariados de la CIA olvidaron que, en 1958 la tasa de mortalidad infantil en Cuba era de 60 por mil nacidos vivos y hoy a pesar de las dificultades causadas por la guerra económica impuesta por Estados Unidos, es de 4,2 por mil niños nacidos vivos y que existía un solo hospital rural en toda la isla con 10 camas y sin médicos.
Gracias a la Revolución socialista que pretenden destruir para reinstalar el capitalismo, Cuba posee un médico por cada 133 habitantes y es reconocida por la Organización Mundial de la Salud, la nación mejor dotada en este sector.
La Casa Blanca en su comunicado oficial del 17/12/2014 aseguró:
“Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano. […] El Congreso de EE.UU. financia la programación de la democracia en Cuba para proporcionar asistencia humanitaria, promocionar derechos humanos y libertades fundamentales […] La administración continuará implementando programas de EE.UU. enfocados en promover el cambio positivo en Cuba…Al final, los cubanos conducirán las reformas económicas y políticas”.
Repitiendo las indicaciones recibidas en Estados Unidos, uno de los afiliados al invento “CubaDecide”, declaró a la prensa extranjera:
“El cambio en Cuba no va a venir de fuera, ni lo traerá el papa, ni la Unión Europea, sino que lo tienen que hacer los cubanos, quienes deben movilizarse para reivindicar pacíficamente sus derechos, el cambio que se quiere potenciar desde la MUAD”
La Operación Subversiva pretende confundir a los jóvenes que no conocieron el pasado en Cuba, e incluso muchos desconocen el sistema electoral estadounidense, donde el pueblo no elige al Presidente.
Para edulcorar sus pretensiones, la CIA entregó encargos a cada uno de los grupúsculos. A Guillermo Fariñas le orientaron proponer un proyecto titulado “Urna Transparente”, a Cuba Decide la realización del “Plebiscito”. Además, quieren introducir otros temas como:
“AlternativaCuba2018”, el cual contempla los principios rectores del nuevo marco jurídico-electoral, entre ellos el supuesto pluralismo político, igualdad de condiciones y transparencia.
“Candidatos por el Cambio”, donde se exponen varias propuestas legales, entre ellas modificar la Constitución para excluir a los miembros de los cuerpos armados de las listas de votantes y la capacidad de ser elegidos a cualquier nivel de gobierno.
Para no dejar lugar a las dudas de quien esta tras esas propuestas, el grupúsculo de Rosa María Payá Acevedo propone iniciar la llamada “Transición a la Democracia”, la misma que propuso el ex presidente George W. Bush en el año 2014.
Esta asalariada que disfruta de los beneficios de haber viajado a Estados Unidos con un visado de “perseguida política”, y a la vez continua con residencia en La Habana, ejecuta una encuesta a través de las redes sociales, donde pregunta:
“¿Está usted de acuerdo con que se convoque a elecciones libres, justas y plurales, ejerciendo la libertad de expresión y de prensa; y organizándose libremente en partidos políticos y organizaciones sociales con total pluralidad? ¿Sí o No?”.
Y como no puede faltar el negocio de obtener dinero fácil, este grupúsculo solicita “donaciones”, para seguir engañando a la gente como han hecho los del mal llamado “exilio cubano” en Miami, aclarándole a los futuros donantes que el dinero que envíen está exento de impuestos, bajo la Sección 501 (c) (3) del Servicio de Impuestos Internos (IRS), concedida a “Fundación para la Democracia Panamericana”, y aclaran que igualmente se puede enviar un cheque a La Fundación para la Democracia con referencia a “CubaDecide”.
Las solicitudes van desde 25 usd para recargarle los teléfonos móviles a los contrarrevolucionarios en Cuba, hasta 10 mil usd para las actividades de promoción de la campaña a todos los niveles.
Es la misma historia de los años 60, 70 y 80, que a nadie confunde ni engaña en la Isla, pues como aseguró José Martí: “…en el pueblo cubano es tan grande la inteligencia como el valor”.

Arthur González, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

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