viernes, 19 de mayo de 2017

La historia cubana en la pantalla

El investigador José Bell Lara valora la representación de los temas históricos en la TV

“Los temas históricos cubanos han sido abordados en nuestros medios de un modo convencional. En mi opinión se sigue el patrón de las conmemoraciones, o sea, se realiza una campaña sobre determinada fecha o hecho y esto ha marcado una forma de hacer con respecto a las fechas históricas”, afirma José Bell Lara, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
A juicio del también sociólogo e investigador, la etapa de Cuba más insuficientemente abordada ha sido la del protectorado y la República neocolonial:
“Prácticamente hay un salto de las luchas por la independencia a la lucha contra la dictadura de Batista. Sin embargo, en el intervalo histórico entre una y otra etapa se dieron acontecimientos y luchas importantes en nuestro país.
“Menciono al paso la Revolución del 30, que no se fue a bolina, hay episodios de ese proceso que dan para una epopeya; pienso en la resistencia del capitán del Pino, la actividad de los Grupos de Acción, diversas anécdotas de Pablo de la Torriente Brau, etcétera.
“También están las luchas estudiantiles, las luchas campesinas como la del Realengo 18 o la de Las Maboas, las luchas de los trabajadores azucareros, en fin, como se dice, hay tela por donde cortar. Estos procesos pueden ser abordados en la TV desde la ficción y la realidad histórica”.
Para el entrevistado existe un universo de personajes cubanos que pudieran nutrir muchas series de aventuras, como Manuel García, el rey de los campos de Cuba, quien inspiró en la década del 30 del pasado siglo una importante película cubana.
Esta y otras figuras históricas forman parte del capital simbólico y cultural de los cubanos, que tienen el derecho y el deber de conocerlo y preservarlo.
“Puedo mencionar algunas figuras que vale la pena recuperar, como Juan Gualberto Gómez, Antonio Guiteras, Eduardo Chibás, por solo citar tres. La vida de Guiteras por ejemplo, da para una serie de aventuras. Hasta ahora solo conozco sobre él un documental de hace muchos años: Muerte y vida en el Morrillo.
“Nuestra historia es rica y no la sabemos aprovechar y, sobre todo, no la sabemos transmitir a las nuevas generaciones utilizando el lenguaje actual de los medios, sin la papilla ideológica que no forma conciencia, sino todo lo contrario.
“Se puede utilizar la ficción para recrear figuras y hechos históricos de forma tal que contribuyan a la formación de la conciencia y el orgullo nacional. En esta cuerda se encuentran personajes de ficción, como Juan Quin Quin, del que pueden hacerse nuevas aventuras para no quedarnos solo con Elpidio Valdés”, señaló Bell Lara.
Entre los espacios que el entrevistado citó como buenos ejemplos en el tratamiento del tema se encuentran: la serie Duaba, la odisea del honor, que combina ficción e historia con un alto nivel de calidad, los documentales de Milton Díaz Canter sobre Angola y la telenovela Al compás del son, la cual marcó un hito en el abordaje de la historia de este género musical.
“En mis investigaciones sobre la lucha insurreccional me asombro de lo mucho que se desconoce sobre el heroísmo presente en ella. Este es un filón que no se aprovecha.
“Otra etapa que tiene mucho que aportar es la lucha contra el espionaje y la labor subversiva del imperialismo, en ella hay todavía muchos héroes anónimos”, acotó el especialista.
Para el también autor de múltiples libros, la recreación de la historia demanda cuantiosos recursos. Por ello lo primero es valorar si la inversión en este tipo de producto televisivo vale la pena en función de objetivos ideológicos.
En su opinión sería muy útil, además, crear en nuestra pantalla espacios que permitan el análisis y el desmontaje de algunas series históricas extranjeras, de gran aceptación en el público cubano, y en las cuales existen elementos técnicos y artísticos que se pueden aprender o transformar.

Anette Jiménez Marata
TV cubana

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