En ese contexto, y desde que se anunciaron los resultados electorales, el país fue escenario de numerosas manifestaciones. Este martes por la mañana, las autoridades de Georgia señalaron que al menos 26 personas han resultado heridas tras una nueva noche de protestas contra el Gobierno de Georgia en la capital del país, Tiflis, donde los aparatos represivos volvieron a usar gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a quienes protestaban. Fue así que varios manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra la policía, imágenes que se viralizaron a través de las redes sociales.
El Ministerio del Interior georgiano informó que hubo 224 manifestantes detenidos por cargos administrativos y tres arrestados por cargos criminales durante las manifestaciones de los últimos días. Al mismo tiempo decenas de miles se congregaron frente a la sede del Parlamento ondeando banderas de la UE y de Georgia.
La presidenta Zourabichvili habló después de cuatro noches consecutivas de enfrentamientos entre manifestantes y la policía, luego del anuncio del partido gobernante Sueño Georgiano la semana pasada de que cancelaría las negociaciones para unirse a la Unión Europea. Los críticos interpretaron esto como la afirmación de un giro influenciado por Rusia, dándole la espalda a las políticas prooccidentales y regresando hacia la órbita de Moscú, algo que el partido gobernante niega. El gobierno, que a principios de este año promulgó una ley contra los “agentes extranjeros” y aplicó restricciones a los derechos LGBTQ+, afirma que está actuando para proteger a Georgia contra la interferencia externa.
Hace tres semanas, la mandataria de Moldavia, Maia Sandu, obtuvo su reelección para un segundo mandato al frente del país y sobre ese resultado, la presidenta de Georgia, Zurabishvili, denunció que en ambos países existe una "injerencia rusa". Esto, aunque lo hace resaltando como un dato positivo que en Moldavia, Sandu ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 55,03 por ciento de los votos, según datos oficiales correspondientes al 98,87 por ciento de los sufragios. Así, logró imponerse al candidato del Partido de los Socialistas (PSRM), Alexandr Stoianoglo, considerado cercano a Rusia, que logró un 44,97 por ciento de apoyo.
En este mismo período de comicios, en Rumania, ganó la primera vuelta el nacionalista Calin Georgescu, marcando una parábola que acerca a dicho país al escenario que en Europa oriental se enfoca en movimientos "democráticos" a favor de la OTAN y otros "antieuropeos" prorrusos, en el marco de la guerra mundial.
En el giro que marca una franca escalada de choques entre las distintas fracciones de la burguesía georgianas e incluso más, del conjunto de Europa oriental, los sucesos de los últimos días que enfrentaron a la presidenta Zourabichvili con el partido gobernante Sueño Georgiano, es un retrato del desarrollo de las contradicciones insalvables que operan al interior del imperialismo. En el enfrentamiento de la guerra mundial, la izquierda, que “no la ve” de esa manera, termina por tomar partido por alguna de las dos facciones capitalistas de la guerra.
Frente al desenvolvimiento de esta barbarie del capital, que pretende arrastrar a la humanidad entera con la guerra mundial, es imperiosa la organización de la clase obrera en cada uno de sus países, en alzamiento internacional, para para derrocar a cada uno de sus gobiernos belicosos y explotadores.
Sergio Escalas
05/12/2024
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