lunes, 10 de enero de 2011
La ayuda a Haití: Cuba en el epicentro
Reconocida por Naciones Unidas y la comunidad internacional y silenciada por los grandes medios de información, la colaboración cubana con Haití sobresale hoy en ocasión del primer aniversario del terremoto en ese país antillano.
Cinco días después de la tragedia del 12 de enero, el embajador de Cuba en la ONU, Pedro Núñez Mosquera, ratificó la voluntad de la isla para cooperar con todos los gobiernos, incluido el de Estados Unidos, a favor de las víctimas del seísmo.
El diplomático recordó que la asistencia médica cubana fue la primera y más importante ayuda recibida por los afectados por el fenómeno telúrico que devastó Haití aquel segundo martes del primer mes del pasado año.
En el momento de la sacudida, unos 400 colaboradores de Cuba trabajaban ya de forma gratuita en Haití y días después se sumaron otros 60 que viajaron desde Cuba con medicamentos, alimentos, plasma, avituallamientos y bolsas de suero, entre otros insumos.
Pero más allá de esa labor sobre el terreno, el gobierno cubano autorizó de manera inmediata la utilización de su espacio aéreo sobre el territorio oriental de la isla por parte de aeronaves estadounidenses con ayuda para los haitianos.
También se acordaron acciones conjuntas con otros países, entre ellos Venezuela, Noruega, Namibia, China, México, Rusia y la República Dominicana.
La colaboración de Cuba con Haití comenzó en 1998, cuando el huracán George, y desde entonces los médicos cubanos atendieron, hasta enero de 2010, a más de 14 millones de pacientes, con 225 mil cirugías, 100 mil partos y más de 230 mil vidas salvadas.
Por otro lado, y como parte de la Operación Milagro para personas con enfermedades oftalmológicas, desde 2004 los especialistas de Cuba habían realizado más de 47 mil cirugías de la vista a ciudadanos haitianos, según datos de la misión cubana ante la ONU.
Hasta el día del terremoto, la isla había formado 917 profesionales de Haití y alfabetizado, como resultado de la cooperación en materia de educación, a más de 160 mil personas.
Dos meses después del temblor, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, presentó en la ONU un Programa de Reconstrucción y Fortalecimiento del Sistema Nacional de Salud de Haití, preparado por los gobiernos haitiano y cubano, junto con el de Venezuela.
El esquema contempla un centenar de centros de salud de atención primaria para asistir a dos millones 800 mil pacientes anuales, realizar un millón 300 mil urgencias médicas y 168 mil partos y aplicar tres millones de vacunas.
A eso se añaden 30 hospitales comunitarios de referencia para atender a más de dos millones de pacientes al año, 30 salas de rehabilitación, tres centros de electromedicina, un laboratorio de ortoprótesis y un Programa Integral de Higiene y Epidemiología.
Como parte del proyecto, Cuba, Haití y Brasil firmaron un Memorando de Entendimiento para el Fortalecimiento del Sistema y los Servicios Públicos de Salud y Vigilancia Epidemiológica.
Pero después del terremoto vino la epidemia de cólera a finales de octubre pasado, a la cual Cuba respondió con el envío de más médicos, especialistas y personal de la salud.
Durante la más reciente sesión de la Asamblea General dedicada a la situación haitiana, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, elogió el trabajo de la brigada médica cubana en Haití en el combate contra esa enfermedad.
La asistencia de Cuba fue destacada también por el embajador haitiano ante la ONU, Leo Merore, y representantes de varios Estados miembros, entre ellos Noruega, cuya delegada expresó el orgullo de su país de cooperar con los cubanos en Haití.
En estos momentos, mil 200 médicos, enfermeras y técnicos de la salud de Cuba laboran en territorio haitiano, luego de la llegada de 300 nuevos colaboradores enviados tras el estallido del cólera.
Víctor M. Carriba (PL)
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