miércoles, 5 de enero de 2011

Cuba y la utopía vigente



Desde su triunfo, la Revolución Cubana ejemplificó para los países dependientes del mundo, la posibilidad de realizar la utopía de liberarse y poder decidir por sí mismos el camino a seguir. Las grandes transformaciones sociales que de inmediato implementó, son la muestra de que es posible desarrollar otra forma de economía y sociedad, alejada de la devastación que el capitalismo genera por naturaleza.
La Revolución ha logrado mantenerse resistiendo una invasión orquestada por Estados Unidos en 1961, un permanente bloqueo marítimo y cientos de ataques terroristas coordinados por la CIA, además de permanentes campañas contrarrevolucionarias realizadas desde Miami. De igual forma, ha superado un sinfín de boicots económicos mundiales.
A pesar del constante bombardeo informático en su contra, no es posible negar que la sociedad cubana es líder mundial en seguridad nacional y personal, pues los crímenes son pocos, y los delitos violentos muy infrecuentes.
La instauración del socialismo en Cuba --el 16 de abril de 1961-- permitió abrir el sendero que la ha conducido a la construcción de una nueva sociedad. En el campo de la educación, ha reducido a cero el nivel de analfabetismo. Tiene escuelas y maestros para todos los niños, hasta en los más apartados rincones. Además de que ha contribuido con brigadas internacionalistas de maestros para la alfabetización en el lugar en que sean requeridos. De igual forma, ha construido más de un centenar de centros de investigaciones científicas. Cada ciudadano tiene el derecho a recibir gratuitamente cualquier servicio de educación y salud. Los jubilados y pensionados reciben los beneficios de la seguridad social.
Cuba ha logrado mantener la mortalidad infantil por debajo de 8 por cada 1,000 nacidos vivos; su índice de enfermos de SIDA es muy inferior al de los Estados Unidos y otros países desarrollados y ricos.
El socialismo en Cuba permite a las familias que sus hijos crezcan sanos, instruidos y sin miedo a que se introduzcan al mundo de las drogas, o que puedan morir en las escuelas a manos de sus propios compañeros, como sí ocurre en Estados Unidos. Cuba es la más sólida barrera en el hemisferio contra el tráfico de drogas, esto último, en total contraposición con Estados Unidos, quien tiene los más altos índices de consumo por persona.
El camino de la Revolución y la construcción del socialismo no ha sido fácil, pues además de las permanentes amenazas del imperio, la sociedad cubana ha tenido que superar errores y contradicciones naturales de la permanente transformación que vive desde el 1 de enero de 1959. Incluso, en la actualidad los organismos de gobierno y la sociedad en general, discuten una serie de reformas vitales para el mantenimiento de la economía cubana.
Cuba sigue ejemplificando la posibilidad de realizar la utopía de construir otro mundo, para el cual, el proyecto socialista es el camino. Pero el nuevo mundo mejor, no llegará como consecuencia lógica de la evolución social, como se creyó erróneamente durante mucho tiempo. La utopía sólo se construirá como resultado de la toma de conciencia colectiva y de la acción organizada de la sociedad.
En la actualidad el capitalismo, en su fase neoliberal, continúa agravando los males que los pueblos padecen, por esa lógica de ganancia que sólo deja más ricos a unos pocos, y más pobres a la mayoría de la población.
La necesidad de desaparecer esos males, es la razón histórica del surgimiento del socialismo como alternativa, y es, la razón por la cual sigue siendo necesaria su construcción en los países del mundo, sobre todo, en los países como México, que esta tan destruido y lacerado por la voracidad de los gobiernos y de sus aliados. Dicho en forma simple, mientras el hombre siga siendo el lobo del hombre, la utopía socialista seguirá siendo necesaria.

Juan Cristóbal León Campos

1 comentario:

Eleutheria Lekona dijo...

¿México? mi patria está arruinada debido a la aplicación oligofrénica de medidas, reformas -o como se llamen-, de corte neoliberal, preconizadas -ya sabemos- por los organismos internacionales que sirven al imperio porque son el imperio.

El valor que miro en el socialismo está en su componente humanista. En lo personal, pugno por un retorno a lo que de más sublime -si es que queda algo- hay en lo humano.

Cuba, Venezuela, Bolivia son ejemplos claros de cómo otras formas de organización económica son posibles por exitosas y por menos nocivas al hombre y al entorno.