viernes, 14 de noviembre de 2025

Trump en la cuerda floja


A su política de ajustes, represión y guerra se agregan miles de correos electrónicos que confirman su sociedad con el proxeneta Epstein. Una nueva tanda de más de 20 000 correos electrónicos de Jeffrey Epstein, el multimillonario proxeneta que llenó de adolescentes y jóvenes las camas de los patrones de los círculos financieros, políticos y sociales de todo el mundo, corrobora su cercanísima relación de Donald Trump. El presidente norteamericano “sabía lo de las chicas” y “pasaba horas” con una de ellas en la casa de Epstein. 
 Mientras su popularidad cae en picada, Trump sigue negando haber sabido antes la conducta de Epstein. 
 En la semana, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicaron tres correos electrónicos. Uno es un intercambio de Epstein con su amante y socia, la reclutadora Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de cárcel por explotación sexual y abuso de menores. 
 Epstein le escribió: “Quiero que te des cuenta de que el perro que aún no ha ladrado es Trump. La (victima) pasó horas en mi casa con él y nunca se lo ha mencionado ni una sola vez”. Maxwell respondió solo unas horas después: «He estado pensando en eso...». Se cree que el perro era Trump y la aludida Virginia Giuffre, víctima de tráfico y abuso sexual desde sus 16 años, que se suicidó en abril de este año. Giuffre también fue violada por el príncipe Andrés, recientemente expulsado de la Corona británica. 
 El correo electrónico contradice las afirmaciones de Maxwell a la Justicia, donde describió a Trump como un «caballero perfecto» que «nunca estaba cerca de las chicas». Maxwell pidió a Trump que le conmute su sentencia. 
 La conexión de Trump con Epstein se remonta a décadas atrás. En una entrevista de 2002 con la revista New York, dijo la famosa frase de que Epstein era «muy divertido». «Incluso se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes», dijo Trump al periodista. 
 En una maniobra desesperada por proteger a Trump, los republicanos respondieron publicando miles de correos electrónicos, imágenes y documentos de Epstein. El efecto fue el contrario: liberaron más pruebas de que el proxeneta siguió manteniendo un contacto estrecho con figuras poderosas de los medios de comunicación, las finanzas, el gobierno, el mundo académico y la política exterior aún después de cumplir su condena en 2009. O sea, cuando ya era pública su función. 
 Durante años, los medios de comunicación y el poder político intentaron restar importancia a esos vínculos. En un controvertido acuerdo de inmunidad con la fiscalía, Epstein se declaró culpable de solicitar prostitución y procurar menores para la prostitución. Cumplió una condena de 13 meses con salidas diarias para trabajar. 
 En julio de 2019, Epstein fue arrestado de nuevo, por tráfico sexual de menores. Lo acusaron de que entre 2002 y 2005, había explotado sexualmente y abusado de docenas de niñas menores en sus residencias de Manhattan y Palm Beach. No llegó a ser juzgado. Fue encontrado ahorcado en su celda en agosto de 2019. La muerte fue declarada suicidio, aunque siempre se ha cuestionado la versión oficial. 
 Decenas de correos electrónicos muestran la correspondencia de Epstein con el editor financiero del New York Times Landon Thomas Jr. en el periodo anterior a la detención y muerte de Epstein. Allí ofrece pruebas fotográficas del “comportamiento” de Trump con “mujeres jóvenes” en las propiedades de Epstein. El NYT nunca las publicó. 
 También menciona el intercambio de muchachas entre uno y otro. Epstein escribió: «Mi novia de 20 años en 1993, que después de dos años le di a Donald». 
 Muchos correos electrónicos revelan la constante correspondencia de Epstein con Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro, expresidente de Harvard y figura más que influyente de las finanzas internacionales. Summers pidió consejo a Epstein sobre citas en 2017, 2018 y 2019. El 3 de junio de 2019, Epstein escribió a Bannon: «El príncipe Andrés y Trump hoy. Demasiado divertido. Recuerda que la acusadora del príncipe Andrés salió de Mar a Lago». 
 En una declaración enviada a TIME, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, afirmó: «A pesar de las negativas de Donald Trump, estos correos electrónicos dejan claro que Trump sabía que su amigo íntimo Jeffrey Epstein era un pedófilo y un depredador, y que el propio Trump pasó horas en la casa de Epstein con una de sus víctimas. El intento fallido de la Casa Blanca de ocultar la verdad al pueblo estadounidense ha sido uno de los mayores encubrimientos de la historia de Estados Unidos, pero el juego ha terminado».
 Los archivos de Epstein van mucho más allá: permiten vislumbrar una élite degenerada que traficaba con niños y mujeres jóvenes, protegía a los abusadores, suprimía pruebas, manipulaba a la prensa y ahora bloquea abiertamente las investigaciones.
 Trump ha presionado directamente a los republicanos para que retiren sus firmas de una petición bipartidista que exige la divulgación de los archivos de Epstein (un compromiso electoral de Trump). 
 La divulgación final de los documentos requeriría la firma de Donald Trump mientras Ghislaine Maxwell está buscando que Trump firme una conmutación de su pena. 
 El caso Epstein es uno de los factores que corroen la aprobación al gobierno y a Trump, que cayó drásticamente desde el inicio de su segundo mandato. La sorpresiva revelación es que buena parte del descontento proviene de los mismos republicanos (LN 13/11). 
 Según la encuesta, solo alrededor del 68%, es decir, dos tercios de los republicanos, dijeron que aprueban la gestión de Trump, una caída con respecto al 81% en marzo. La aprobación de los independientes cayó del 38% al 25%. 
 La encuesta de AP-NORC Center for Public Affairs Research se realizó después de las recientes victorias demócratas en las elecciones intermedias. Muestra que solo el 33% de los adultos estadounidenses aprueban la forma en que el presidente republicano gestiona el gobierno, una caída con respecto al 43% obtenido en marzo. 
 La caída se adjudica principalmente al “cierre del gobierno” que complicó el tráfico aéreo, dejó a cientos de miles de trabajadores federales sin sueldo y puso en riesgo la ayuda alimentaria para los estadounidenses más vulnerables. 
 Sin embargo, afirma las conclusiones de la encuesta “podría mostrar un descontento más amplio con otros cambios drásticos –y polarizadores– realizados por Trump en el gobierno federal en los últimos meses, como el desmantelamiento de agencias y las oleadas de despidos masivos”. 
 En la encuesta se encontró que una abrumadora mayoría de demócratas, el 95%, siguen desaprobando la gestión del gobierno federal por parte de Trump, en comparación con el 89% en marzo. “La aprobación de su manejo de temas clave como la inmigración y la economía también ha cambiado poco desde el mes pasado.”
 En este contexto, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, dijo el viernes pasado que EE.UU. está en un momento similar al de 1939: “No nos estamos preparando para la paz. Estamos adaptando el Pentágono y nuestra base industrial a una situación de guerra”. Una guerra que también se libra contra los inmigrantes, los trabajadores, los estudiantes, en el territorio norteamericano. 

 Olga Cristóbal 
 13/11/2025

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