martes, 24 de junio de 2025

El ataque a Irán no fue sólo obra de Israel con la “ayuda” de Estados Unidos


Cómplices europeos y árabes de la escalada imperialista en Medio Oriente. 

 Hay varios indicios que dan cuenta de que el ataque israelí contra Irán contó con un armado internacional de mayor alcance. 
 En primer lugar está el claro papel de los Estados Unidos quien en los días previos le dio falsas garantías a Irán de que las negociaciones por el desarme nuclear iraní transcurrirían sin acciones bélicas por parte de Israel. Hoy muchos medios dan como un hecho que Trump, no solo no fue sorprendido por los ataques, tal como él mismo terminó admitiendo, sino que dio las ubicaciones de los negociadores para que fueran ejecutados igual que los científicos y los altos mandos iraníes. 
 Más allá de los supuestos deseos de Trump de quitarle a Estados Unidos su papel de gendarme mundial -tal como prometió en campaña- las internas al interior del gobierno y la dinámica de la crisis imperialista mundial determinan sus acciones. 
 Un papel semejante pero que no tuvo tanto protagonismo cumplieron los países árabes al establecer reuniones de supuesto acercamiento con Irán.
 Días antes de la ofensiva israelí el responsable de la Defensa saudí, Khalid bin Salman se reunió con el líder de la República Islámica de Irán, Seyed Ali Jamenei, para discutir un supuesto acuerdo bilateral de defensa, lo cual resulta inverosímil sabiendo que tanto Emiratos árabes como Arabia saudi tienen acuerdos con Israel en su conflicto con los hutíes en Yemen -conflicto proxy con Irán-. 
 Son todas maniobras que apuntaron a bajar la guardia del gobierno iraní, pero son armas de una sola bala que mellan la credibilidad de los implicados.
 A pesar de haber firmado una declaración junto con todos los países árabes “condenando el ataque israeli a una nación islámica” Jordania colabora desde el primer día directamente con el régimen genocida derribando los drones y los misiles iraníes que vuelan por su espacio aéreo.
 Por su parte, Arabia Saudita proporciona datos de radar y tolera el acceso israelí a su espacio aéreo, especialmente en la parte norte del país. 
 Bastó que Irán ejerciera su derecho a defensa atacando las bases militares norteamericanas para que se corriera aún más el velo entre los países árabes. Respaldándose en que una de esas bases está en Qatar, Jordania y Arabia Saudí repudiaron el ataque y declararon “el despliegue de todos los medios para apoyar a Qatar en todas las medidas que adopte”, en una demostración de que están impacientes de encontrar una excusa para entrar en el conflicto. Otros países árabes también repudiaron el ataque, aunque sin tanta efervescencia. Uno de los casos más lamentables es el de la Autoridad Palestina que condena el ataque a las bases militares del país que pertrecha al genocida de su propio pueblo. No se puede esperar otra cosa del guardiacárcel del gueto en que se está convirtiendo Cisjordania. 
 A todos ellos en el pasado los tuvo sin cuidado que Qatar infringiera su propia soberanía y pusiera en riesgo a la región al aceptar bases militares yanquis y británicas en su territorio, de la misma manera que también lo hicieron Emiratos árabes y Arabia Saudí. 
 Por el contrario, el que le bajó el precio al ataque fue el mismo Donald Trump quien declaró que no hubo víctimas yanquis debido a que el mismo Irán le había dado aviso previo. 

 La OIEA

 A criterio del régimen iraní, el que también cumplió su función fue el argentino Rafael Grossi, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). 
 El régimen de Teherán consideró que la reciente publicación de un informe del OIEA, en el que se detallan aspectos sensibles de su programa nuclear, fue funcional para que la comunidad internacional apoye la ofensiva israelí. Según el informe, Irán contaba con suficiente uranio enriquecido como para crear, luego de un proceso, una bomba nuclear. Ahora Grossi está de gira por los medios alertando que todo el Tratado de No Proliferación Nuclear está en peligro y aclarando que Irán no tiene armas nucleares, pero la guerra ya estalló. 

 Reino Unido

 Otro actor que tiene una actuación velada es Reino Unido. 
 La semana pasada la Armada iraní interceptó a un destructor de Reino Unido que navegada en el mar de Omán hacia el Golfo Pérsico, para apoyar a Israel, y le obligó a cambiar de rumbo con drones.
 Los aviones israelíes se abastecen y refugian en las bases militares que Reino Unido tiene en Chipre, y, para algunos analistas, el ataque de drones israelíes que salieron desde el propio territorio iraní en camiones es muy semejante al ataque que sufrieron las cuatro bases aéreas rusas desde dentro de su propio territorio, también desde camiones, -por drones que se suponen de fabricación ucraniana pero que el gobierno ruso denuncia que contaron con apoyo y planeación británicos-. 
 Por lo tanto, toda la pantomima británica previa sobre sanciones a instituciones y personas vinculadas a grupos de colonos, la suspensión de las relaciones comerciales con Israel y el llamado al embajador por una supuesta condena al genocidio palestino, solo tuvo como objetivo levantar una cohartada para llevar adelante, solapadamente, el apoyo militar pleno a Israel. 
 Escalado el conflicto, Reino Unido reforzó su presencia militar en Chipre con el envío de aviones de combate Typhoon y aviones cisterna Voyager. 
 Esta confabulación internacional contra Irán es solo un eslabón de la guerra imperialista que tuvo como escalones necesarios el cambio de régimen en Siria, el genocidio palestino y los ataques terroristas contra Hezbolla. De momento, el anhelo imperialista de cambio de régimen en Irán está siendo detenido por el rechazo popular que genera el ataque sionista y que se expresa en movilizaciones multitudinarias en Teherán a pesar de la crisis económica y el recrudecimiento de la represión interna del régimen de los ayatolá. 

 Aldana González 
 24/06/2025

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