sábado, 26 de agosto de 2017

Las siete maravillas de Cuba.

Es una costumbre humana muy antigua, el establecer listas y órdenes de cualquier tipo. Da lo mismo hacerlas sobre las empresas, familias o personas más adineradas, como es habitual en la Lista 500 de Fortune o de Forbes y destacar las variantes de lo natural o construido por los seres humanos, antes, ahora y, de seguro, en los años del porvenir. Aunque no huelga decirlo, sería interesante también divulgar y conocer la lista 500 de los más desposeídos del mundo a ver si algunos de los primeros se conduele y ofrece “alguito” de ayuda.
Así se encuentran las Siete Maravillas del Mundo antiguo, desde las persistentes Pirámides de Egipto, hasta los desaparecidos y actualmente necesarios, por su aporte ecológico, Jardines colgantes de Babilonia. De igual forma, tenemos la lista de las Siete Maravillas Naturales, con las americanas Cataratas de Iguazú, la sudafricana Montaña de la Mesa o la Bahía de Ha Long en Vietnam.
Las construida por el hombre en el mundo moderno, desde la francesa Torre Eiffel, hasta el centroamericano Canal de Panamá, forman parte también de otra de las llevadas y traídas listas, aunque en ninguno de los casos, los proponentes y votantes terminen poniéndose de acuerdo.
Nosotros los cubanos no podíamos quedarnos atrás y promovimos nuestra lista de maravillas arquitectónicas, incluyendo el Puente de Bacunayagua o la Ciudad Deportiva de La Habana, sin olvidar el curveado FOCSA, aunque muchas veces, al justamente glorificar estas obras humanas, olvidemos la necesaria ubicación de contexto en que fueron realizadas.
Entonces, si tantos hacen listas, por qué no puedo yo promover la mía. Aquí les va la invitación y espero por la obvia polémica que desde el mismo encabezamiento saldrá entre los lectores.
El título: Las siete maravillas de la Cuba de estos sesenta años. Tenemos unos 500 días para lograr una lista final antes de la primera jornada del año 2019.
No descubro el agua tibia, ni me ubico entre los críticos, al asegurar que obviamente se han cometido errores en estos años y que algunos han tenido real incidencia en nuestra vida cotidiana, pero incluso, los más fustigadores de nuestro proceso, no dejan de ponderar nuestros logros.
Entonces, luego del preámbulo, aquí va mi lista

1.- La resistencia del pueblo cubano. Fundamentación sencilla: ¿Cuántos países del mundo, sin importar su tamaño, hubieran resistido este medio siglo de bloqueo y persecución despiadada por la más que conocida potencia mundial que es nuestro vecino norteño. Así que nosotros mismos, mestizos en color y en ideas, somos la primera maravilla.

2.- El triunfo del primero de enero de 1959. Ese mismo pueblo maravilla, se decidió a romper amarras y comenzar un vuelo independiente, incluso cuando algunos decidieron dejarnos solos, para evitar la ojeriza del poderoso vecino.

3.- La campaña de alfabetización. En muchas ocasiones, ubico este hecho como el elemento fundacional de todo. Las primeras letras para un millón de analfabetos, era la tarea a enfrentar. Los textos, las metodologías, la enseñanza para los improvisados profesores, salieron de nuestro pueblo. Un ejército armado de saber. Fue sentar las bases para el conocimiento que hoy tenemos y seguimos ofreciendo a muchos y la base del millón, esta vez de graduados universitarios y de nuestro hoy de hombres de ciencia cubanos.

4.- Las primeras campañas de vacunación antipolio. Caramelos, helados o simples goticas. Escuela por escuela y casa por casa, sentaron las bases para erradicar un viejo flagelo de nuestros niños y llegar a ser declarados un país libre de la poliomielitis. Fueron las bases de un sistema preventivo de salud que cada día recoge sus frutos.

5.- El sistema general de salud. Cuando hoy miramos las impactantes fotos de lo que fuera el Hospital Siquiátrico de Mazorra o las más conocidas imágenes de niños con barrigas repletas de parásitos o recordamos la necesaria entrega de un voto para acceder a la prohibitiva cama de un hospital, esa maravilla que es la salud cubana, no sólo para nosotros, sino también para ofrecer al mundo, tiene espacio obligado en esta lista.

6.- El deporte cubano. Aquí de seguro, algunos me tildaran de loco, otros de ingenuo, porque ante un deporte actual deudor de medallas y glorias, es más, deudor actual de victorias, pensarán que me quedé en el pasado. Las Espectaculares Morenas de Caribe, que me doy el lujo de calificar como “Mis”, cientos de medallas, Juantorena con el Corazón, Stevenson y el Niño Linares, rechazando millones: También los que salieron de nuestras vitrinas expositivas, formados acá y que están hoy en la Gran Carpa Beisbolera o compitiendo por otra bandera, cuyas decisiones respeto, nunca podrán negar que se originaron en ese sistema de participación deportiva, desde el más recóndito lugar de Condado, donde fueron a buscar al Gigante del Escambray o desde la más céntrica instalación citadina. Ver ondear mi bandera y escuchar mi himno, seguro además, de que volveremos al camino ganador, me obliga a ubicarlo entre el septeto, aunque, hoy, vale decirlo, sea en verdad un reto, más que un resultado.

7.- Cuba en el mapa geopolítico. 111 111 kilómetros cuadrados de superficie. La isla número 14 del mundo, se ha ganado el lugar que hoy tiene para todos, incluidos sus más acérrimos enemigos, que nunca se han podido explicar de dónde sale tanto corazón para luchar, resistir y seguir adelante. La cultura de América, la política del mundo, la solidaridad como proceder diario, han hecho que muchos, incluso temerosos de apoyarnos, esperen nuestro llamado, pues saben que allí tendrá lugar imprescindible, el hablar de los que siempre han querido acallar. La presidencia norteamericana, enemigo permanente, los más al sur, al oriente u occidente, hace mucho, saben que Cuba es diferente. Esa maravilla ya no puede ser obviada.

La lista está abierta a opiniones y discrepancias

Víctor Ángel Fernández

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