domingo, 27 de septiembre de 2015

En el trayecto de Cuba a Estados Unidos, el papa confiesa




El pasado 9 de julio, en medio de un mar de aplausos de dirigentes sociales y sindicales, en la feria Expocruz de Santa Cruz, Bolivia, Jorge Mario Bergoglio, el Papa Franciso I, pronunció un combativo discurso contra el sistema capitalista actual, dijo que “se están produciendo daños tal vez irreversibles en el ecosistema, se está castigando a la tierra, a los pueblos y las personas de un modo casi salvaje (…) Y detrás de tanto dolor, tanta muerte y destrucción, se huele el tufo eso que Basilio de Cesarea, llamaba El Estiércol del Diablo; la ambición desenfrenada de dinero, ese es el estiércol del diablo (…) cuando el capital se convierte en ídolo y dirige las opciones de los seres humanos. (...) Campesinos sin tierra, familias sin techo, trabajadores sin derechos, personas heridas de su dignidad, responden a un sistema que se ha hecho global (...) La globalización que nace de los pueblos crece entre los pobres, debe sustituir esta globalización de la exclusión y la indiferencia”.
Para clausurar ese II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, junto a Evo Morales, el Papa propuso tres tareas para el cambio: “Poner la economía al servicio de los pueblos, unir nuestros pueblos en el camino de la paz y defender la Madre Tierra”.Estas palabras fueron como un bálsamo para muchos de los dirigentes populares, partidos autodenominados de izquierda, y los sectores progresistas de la propia iglesia católica, que vieron en el jerarca religioso un posible aliado para la lucha anticapitalista.
El 21 de septiembre, desde la Plaza de la Revolución “Calixto García”, en la Provincia de Holguín, ciudad natal de Fidel y Raúl Castro; Francisco, a sabiendas de que con la llegada de Raúl al frente del gobierno Cubano, ha iniciado una serie de contrarreformas para acercar la política y la economía cubana al régimen neoliberal imperante en el mundo actual; ante unas 150 espectadores hace un llamado al pueblo: “superar la resistencia al cambio, a no temer ser políticamente incorrectos”. Esas palabras fueron pronunciados en presencia de Raúl Castro, quien acompañó al Papa en todas sus homilías, tal vez tenga que ver con lo que prometió en la Ciudad del Vaticano el pasado mes de mayo, donde Raúl dijo: “Leo todos los discursos del Papa y si el Papa continua hablando así volveré a rezar y regresaré a la iglesia y no lo digo en broma”.
Aleida, una de las hijas del Comandante Ernesto Guevara de la Serna “El Ché”, señaló ante los medios su desacuerdo en asistir a las misas del Papa, “El PCC (Partido Comunista Cubano) nos pide a los militantes que vayamos a la misa, que vayamos a recibir al Papa Francisco; es como una tarea de Partido prácticamente, con lo cual no estoy totalmente de acuerdo. A la misa no (voy) porque eso para mí es hipócrita”, con ello se evidencia la actitud de los “comunistas” cubanos.
Conciente de que el catolicismo avanza en la isla, el Papa ha sido cauteloso y altamente diplomático; no cayó lo que algunos sectores de la derecha esperaban, por ejemplo, que se pronunciara por ampliar las “libertades”; pero tampoco dijo nada de la restitución de Guantánamo que está ocupado por los Yanquis, y que la mayoría del pueblo cubano espera escuchar.
A su llegada a la capital del Estiércol del Diablo, Washington D. C. Bergoglio, varió su discurso; alabó al señor Barack Obama “por sus posiciones sobre el ambiente y la necesidad de reducir la contaminación, a las que calificó de alentadoras”, y aunque pidió “desarrollo que incluya a los millones de excluidos”; pronunció otro discurso “progresista” en una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado de los EE. UU. Otra actividad principal fue canonizar al fraile franciscano Junípero Serra, misionero español en el Estado de California (1713-84), misionero genocida que según Toypurina Carac, vocero del grupo Kish Gabrieleño, fue responsable del exterminio de los pueblos originarios, que en aquel tiempo habitaron en la alta California.
Si bien, la visita del Papa tiene previsto recibir a la representación de distintos grupos “vulnerables”, como migrantes, refugiados, mutilados del tren La Bestia, pero sobre los temas torales, como la guerra imperialista que se promueve desde la Casa Blanca, la cuestión de la reforma migratoria, y la gran desigualdad social que existe entre el 99% y el 1% de la población que rige los destinos de ese país; hay un pronunciamiento conciliador.
Una comisión de padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Gro. desaparecidos por el Estado Mexicano buscarán en Filadelfia reunirse con el Papa, los reciva o no, habría que recordar la actitud que asumió ante las Abuelas de Plaza de Mayo, cuando a pesar de que hace 40 años años recibió a la familia de Alicia Zubasnabar de la Cuadra, una de las fundadoras de Abuelas, hace 4 años escribió: “No recuerdo que me haya referido que su hija se encontraba embarazada”. “No recuerdo haber tenido conocimiento de las reuniones que podría haber realizado monseñor Picchi”, admitió que no hizo ninguna gestión para ayudar a la familia De la Cuadra; y de ello fue demandado ante los tribunales, igual que en otro caso donde está señalado como delator y cómplice del dictador argentino Jorge Rafael Videla, en la desaparición y tortura de dos curas que se pronunciaron por la causa popular de ese tiempo, ellos fueron: Francisco Jalics y Orlando Yorio.
Pero el Papa fue claro, en la narrativa periodística difundida por Asociated Press (AP) y otros medios, se señala que en el trayecto del vuelo de La Habana a Washington, rechazó que lo consideren comunista o marxista por sus críticas, como los sectores de la derecha norteamericana lo han tachado y dijo “que algunas personas pueden tener la impresión equivocada de que se inclina un poco más hacia la izquierda” Así lo confesó el propio Papa.

Florentino López Martínez, Presidente Nacional del Frente Popular Revolucionario y miembro del Comité de Coordinación de la Liga Internacional de la Lucha de los Pueblos (ILPS).

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