domingo, 27 de septiembre de 2015

Insólito: este año EE UU se abstendrá de votar a favor de su bloqueo




Washington podría estar dispuesto a aceptar, sin dar batalla diplomática, una condena de las Naciones Unidas a las sanciones económicas que aplica contra Cuba desde 1962. La decisión de la Casa Blanca colisionaría con el propio Capitolio, que se niega a debatir una derogación de la ley de embargo.

Por primera vez en las votaciones anuales sobre el bloqueo a Cuba que lleva realizadas la Asamblea General de las Naciones Unidas, Estados Unidos podría estar dispuesto a aceptar, sin dar batalla diplomática, una condena del organismo global a las sanciones económicas que la gran potencia aplica contra la isla caribeña. Según revelaron funcionarios estadounidenses a Associated Press, la Casa Blanca evalúa abstenerse en la votación anual de la Asamblea sobre la resolución presentada por Cuba, en la que exige el levantamiento de embargo.
Todavía no se tomó una decisión sobre la votación que seguramente se hará en octubre, dijeron cuatro funcionarios próximos al presidente Barack Obama que reclamaron el anonimato. Pero la simple consideración de la abstención es un hecho sin precedentes. Proseguir con la idea sacudiría tanto a las Naciones Unidas como al Congreso en Washington. Y, sobre todo, dejaría "colgado del pincel" al gobierno de Israel, el único que lo ha acompañado, votando en contra de la opinión de los 188 restantes países del mundo que integran las Naciones Unidas.
Es inaudito que un estado miembro de la ONU no se oponga a una resolución crítica de sus propias leyes. Y, de no oponerse activamente a la resolución, Washington estaría aliándose de facto con el ente internacional en contra de su propio Congreso, que ha rechazado levantar el bloqueo a pesar de los llamados del presidente Obama para hacerlo.
Desde el pasado diciembre, cuando anunció que Washington y La Habana normalizarían sus relaciones diplomáticas, Obama exhorta al Congreso a anular el bloqueo establecido hace 54 años por el gobierno demócrata de John F. Kennedy. Ambos países reabrieron el mes pasado sus embajadas en territorio del adversario y Obama aligeró las limitaciones sobre el comercio y los viajes a la isla en virtud de sus poderes presidenciales. Pero el embargo se mantiene en vigor.
El último alivio del embargo se produjo el viernes, y fue seguido de una extraña conversación telefónica entre Obama y el presidente cubano Raúl Castro. El Papa Francisco, quien jugó un papel clave en el acercamiento entre las dos naciones, llegó a la capital insular un día después y viajará a Estados Unidos mañana. La Casa Blanca dijo que Obama y Castro analizaron "los pasos que los dos países pueden dar, juntos e individualmente, para avanzar en la cooperación bilateral". El gobierno cubano dijo que Castro "hizo hincapié en la necesidad de expandir su ámbito de aplicación y derogar, de una vez por todas, la política de bloqueo para beneficio de ambos pueblos".
Ninguno de los comunicados mencionó la votación en Naciones Unidos. Sin embargo, y al igual que durante los últimos 23 años, Cuba presentará una resolución en la próxima Asamblea General, criticando el embargo y pidiendo su cese definitivo. Estados Unidos perdió todas y cada una de estas votaciones por una mayoría cada vez mayor y con márgenes abrumadores. El año pasado, la propuesta cubana se aprobó por 188 votos a favor frente a dos en contra. Sólo Israel respaldó a Washington. La votación de este año será la primera desde el cambio de política estadounidense hacia Cuba.

Tiempo Argentino

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