jueves, 30 de enero de 2025

Mentiras para tapar verdadera noticia: aún con crisis, miles de jóvenes marchan por Revolución Cuba


Trump y la “limpieza étnica” de Gaza


Donald Trump, en declaraciones a la prensa en el avión presidencial, propuso una “limpieza” de la Franja de Gaza que pase por la expulsión de 1,5 millones de sus habitantes. “Me gustaría que Egipto recibiera gente” y “que Jordania recibiera más” -dijo en relación a los gazatíes desterrados de sus hogares.
 Y continuó: “Hablamos, probablemente, de un millón y medio de personas. Simplemente, limpiamos todo eso y decimos: ‘¿Sabes? Se acabó”. El País especula que Trump haya fijado la expulsión en 1,5 millones porque posiblemente ese sea el número de personas que cree que vive en la Franja.
 “Nuestro rechazo al desplazamiento de los palestinos es firme y no cambiará. Jordania es para los jordanos y Palestina, para los palestinos”, contestó rápidamente el canciller jordano, Ayman Safadi. En Jordania ya viven 2 millones de palestinos, los que fueron expulsados por la Nakba, en 1948, y sus descendientes. 
 También un comunicado del gobierno egipcio rechazó “todo” desplazamiento forzoso de los palestinos de su tierra, “sea temporal o a largo plazo”.
 La propuesta de Trump coincide con la de la ultraderecha religiosa israelí, que reclama la recolonización de la Franja y, de paso, la participación en los desarrollos inmobiliarios que ilusionan al flamante enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, Steve WitKoff, cuya profesión es, justamente, la de inversionista de desarrollos inmobiliarios. El día de la asunción de Trump también se regodeó con el potencial turístico de la costa gazatí: “Tiene que ser reconstruida de una manera diferente. Gaza es interesante, es un lugar fenomenal. En el mar, el mejor clima. Todo está bien. Se pueden hacer cosas hermosas allí, fantásticas.” 
 A pesar de ese potencial, Gaza es “un verdadero lío, una zona en demolición, todo está destruido”, opina Trump como si sobre la Franja se hubiera desatado un terremoto y no un genocidio que se cobró la vida a 47.000 personas y demolió viviendas, hospitales, escuelas, carreteras. 
 En vista de esa situación Trump dijo que “prefería involucrarse con algunos países árabes para construir viviendas en otras ubicaciones donde [los gazatíes] puedan quizá vivir en paz”, ha detallado.
 Trump prometió un “apoyo inquebrantable” a Israel. Su embajadora ante la ONU dijo que consideraba que Israel tenía un “derecho bíblico” sobre Cisjordania. (LN 27/1). 
 Para el caso en que los palestinos le arruinen el plan inmobiliario y no sea tan fácil “vaciar” la Franja, Trump ordenó el envío de bombas pesadas, de entre 900 y 225 kilos, que Biden había dejado sin efecto.
 “Israel encargó y pagó muchas cosas que no han sido enviadas por Biden. ¡Ahora están en camino!“, celebró. Alrededor de 1.800 bombas MK-84 de 900 kilos, serán entregadas a Israel en los próximos días.
 “Gracias, presidente Trump, por cumplir tu promesa de darle a Israel las herramientas que necesita para defenderse, enfrentarse a nuestros enemigos comunes y asegurar un futuro de paz y prosperidad”, ha reaccionado Netanyahu en un mensaje en inglés en vídeo.
 “En una confirmación de las perspectivas de negocio que el horizonte de la reconstrucción de Gaza puede tener para EE. UU.”, una empresa de seguridad privada estadounidense se hará cargo en los próximos días del control de los vehículos que utilicen el corredor de Netzarim, el paso hacia el norte, tras la retirada israelí. 
 El miembro del buró político de Hamás, Basem Naim, aseguró que los palestinos "no aceptarán ninguna propuesta o solución bajo el disfraz de la reconstrucción", como la propuesta por Trump. "Nuestro pueblo ha desbaratado todos los planes de desplazamiento y tierras alternativas durante décadas, y también rechazará tales proyectos", dijo Naim. 
 "Llamamos a la administración estadounidense a detener estas propuestas que están en línea con los planes israelíes y chocan con los derechos y las libertades de nuestro pueblo", recogió Hamás en un comunicado, en el que apeló a los países árabes e islámicos, especialmente Egipto y Jordania, a "sostener sus firmes posiciones de rechazo al desplazamiento y deportación", así como a proveer de asistencia a los gazatíes.
 Por su parte, la Yihad Islámica repudió la propuesta y precisó que es otro estímulo para la ejecución de crímenes de guerra, en tanto obligaría a todo el pueblo palestino a abandonar su tierra. “Las declaraciones de Trump, condenables y despreciables, están alineadas con lo peor de la agenda de la extrema derecha sionista”, afirmó el grupo. 
 Las amenazas de una nueva Nakba se producen mientras cientos de miles de palestinos están regresando ahora al norte de Gaza. Los sionistas abrieron el paso después de que se acordó realizar el jueves un canje extraordinario de tres rehenes por presos palestinos. 
 Una muchedumbre marcha a pie o en carros tirados por burros, que se extiende por kilómetros. Van hacia el norte a lo largo de la carretera costera de Gaza. Algunos tienen nenes chiquitos en brazos y colchones atados a la espalda. Otros arrastran sus muletas o empujan las sillas de ruedas. Se dirigen hacia la Ciudad de Gaza (la capital), Yabalia, Beit Lahia o Beit Hanun, donde son recibidos por milicianos de Hamás entre gritos de victoria.
 Vuelven a la destrucción total generada por los bombardeos sionistas. Sin embargo, varios diarios lo describen como una marcha entusiasta. 

 Olga Cristóbal 
 27/01/2025

miércoles, 29 de enero de 2025

CON FILO | En las entrañas del monstruo


Los aranceles y las sanciones no impiden el derrumbe de Wall Street y su expansión


Sobre el desplome bursátil de las tecnológicas estadounidenses y el ascenso de la empresa china Deepseek. 

 Las acciones de las empresas de tecnología que cotizan en Wall Street caen lideradas por Nvidia, que desarrolla “chips” de inteligencia artificial y es estrella y miembro del club de las “7 magnificas” -así se le dice al pequeño grupo de empresas de tecnología cuya valuación supera billones de dólares- y cuyos principales accionistas y directores estuvieron presentes en la asunción de Donald Trump días pasados. Los superbillonarios son hoy los protagonistas de gigantescas pérdidas en sus posiciones accionarias.
 Nvidia es una empresa que tiene una valuación de capitalización que supera los 3 billones de dólares; sus acciones cayeron un15 por ciento en la apertura y perdió 450 mil millones de dólares en una sesión de alta volatilidad y mucho nerviosismo en Wall Street. Broadcom, por su parte, cayó un 17 por ciento con un recorte de su valuación en la bolsa de 170 mil millones de dólares. La explicación del “liderazgo” en el derrape tiene su explicación en que son dos empresas que venden los “chips” de mayor precio usados para desarrollo de inteligencia artificial. El negocio ahora está cuestionado.
 Nvidia, Broadcom y otros fabricantes de chips se han beneficiado de la carrera de Silicon Valley por construir grupos de chips cada vez más grandes, que personas como el jefe de xAI, Elon Musk, y Sam Altman, de OpenAI, han sostenido que son necesarios para seguir avanzando en las capacidades de la IA. (Financial Times, 27/1/25)
 El derrumbe se fue esparciendo a otros miembros de las “magníficas” con perdidas igualmente significativas, el promedio de los fabricantes de semiconductores superaba el 7 por ciento de caída. 

 El desarrollo de inteligencia artificial de Deepseek

 Una empresa desconocida en “Occidente”, que analistas financieros explican que sorprendió intempestivamente, es «mucho mas barata y necesita de chips menos potentes para funcionar», lo cual pone en dudas todo el modelo de negocio de Nvidia y otros fabricantes similares. 
 Los modelos de inteligencia artificial de DeepSeek, la empresa china, han ascendido al top 10 mundial en rendimiento, según un ranking popular, lo que sugiere que las restricciones a las exportaciones de Washington no logran bloquear los rápidos avances de China en alta tecnología.
 DeepSeek dijo que entrenar uno de sus últimos modelos de inteligencia artificial costó 5,6 millones de dólares, en comparación con el rango de 100 millones a 1.000 millones de dólares como el costo para construir ese modelo citado el año pasado por Darío Amodei, director ejecutivo del desarrollador de IA Anthropic, una empresa de Estados Unidos. 
 Otro especialista citado por Wall Street Journal, Barrett Woodside, cofundador de la empresa de hardware de inteligencia artificial Positron de San Francisco, dijo que él y sus colegas han estado entusiasmados con DeepSeek. «Es genial», dijo Woodside, señalando los modelos de código abierto de DeepSeek en los que el código de software detrás del modelo de inteligencia artificial está disponible de forma gratuita. Esto es un golpe durísimo a las plataformas que impulsan las “7 magnificas”, que tendrían una competencia desde Asia. 

 El impacto en Wall Street frena el desarrollo alcista y produce grandes pérdidas que las sanciones no han podido impedir

 El impacto de las bajas se ha esparcido al conjunto del mercado produciendo una “vuelta de campana” a pocos días de la asunción del gobierno de Trump. 
 El cambio de rumbo del mercado era previsto debido a las extensas subas, que el año pasado resultaron con ganancias superiores al 25 por ciento en las bolsas de Estados Unidos. Aunque un análisis más detallado revela que las subas se concentran en un grupo reducido de acciones de empresas de tecnología, en particular las ya mencionadas “7 magníficas”. 
 Que empresas de tecnología china han logrado quebrar el dominio de la “alta tecnología” en inteligencia artificial, lo que es reconocido por especialistas de Estados Unidos, revela que las sanciones han sido insuficientes para bloquear el desarrollo de las empresas chinas rivales de las “joyas” de Wall Street. El objetivo de sanciones y aranceles es proteger 

Wall Street de la competencia 

Las sanciones a empresas de tecnología chinas fueron iniciadas por Trump cuando bloqueó el acceso de Huawei a Estados Unidos y otros países de Europa. Huawei logró superar el tropiezo y hoy está metida dentro del mercado chino de teléfonos móviles, donde está compitiendo con los Smartphone de Apple -cuyas ventas están en retroceso.
 Las sanciones de Estados Unidos tratan de bloquear el desarrollo de empresas que compiten con empresas de Estados Unidos, bloqueando el acceso al mercado. 
 Lo que viene a demostrar la pequeña empresa “Deepseek” es que no se puede tapar el sol con la mano. Y las sanciones no han logrado quebrar el desarrollo de la competencia en el marco del mercado capitalista.

 ¿Finalizó la burbuja bursátil? 

La caída de Wall Street revela el posible inicio del estallido de una burbuja bursátil, la mayor de la historia con valuaciones infladas. 
 Las autoridades financieras, como la Reserva Federal, se encuentran ahora en la encrucijada. Ante un eventual derrumbe bursátil, debaten si tienen la capacidad de reducir las tasas de interés y otorgar prestamos masivos para detener la extensión de la corrida hacia el conjunto del mercado de Estados Unidos y global. 
 La caída ya ha impactado en los mercados de Europa, Asia y Latinoamérica. Entre ellos el de Argentina, donde las acciones luego de un importante movimiento de suba pueden haber encontrado una barrera que no pueda ser superada. Es la decadencia de los capitalistas protegidos mediante barreras arancelarias y sanciones. 

 Sergio Rivero

martes, 28 de enero de 2025

Una “start-up” china le pega a Wall Street


Desde 2022, poco después del período duro de la pandemia del Covid, la Bolsa de Nueva York comenzó un raid de alzas extraordinarias, liderada por sus empresas tecnológicas –“las Magníficas Siete”. Con cotizaciones en aumento en el orden del 600%, generaron una versión renovada del “excepcionalismo norteamericano”, en contraste con el retroceso económico manifiesto de la Unión Europea y el estancamiento y la deflación en China. Un terreno propicio para hacer grande a América de nuevo, el slogan imperialista de Donald Trump. La subida bursátil ha sido de tal magnitud que el rendimiento de una buena parte del panel cotizante ofrece rendimientos del 3,4% anual, una tasa que es inferior a los de la deuda pública de Estados Unidos, cuya tasa de interés es superior al 4 por ciento. El dinero, sin embargo, seguía fluyendo a las compañías que desarrollan la Inteligencia Artificial con presupuestos enormes sin precedentes. 
 La fiesta, sin embargo, ha sufrido un shock ayer, cuando una empresa modesta de China, DeepSeek, se metió en los primeros puestos de descarga de chatbot en las diversas aplicaciones existentes. DeepSeek ha desarrollado un Modelo de Lenguaje Expandido que aprende y mejora su comprensión sin supervisión humana, a un costo sideralmente inferior a las empresas norteamericanas, especialmente Nvidia. El costo de entrenamiento del modelo más amplio de DeepSeek -el R1 Especial- ha sido evaluado en menos de seis millones de dólares, en cuanto que el presupuesto de las competidoras norteamericanas contabiliza un costo de 100 a 1.000 millones de dólares. El modelo de la “start-up” china es “open source”, o sea de acceso abierto. DeepSeek, obviamente, utiliza semiconductores (chips) de calidad inferior a las de sus rivales, pero es esto precisamente lo que derriba el valor de mercado de su competencia. El contraste provocó un derrumbe de precios de Nvidia y otras empresas similares del 17%: en una jornada; Nvidia perdió 600 mil millones de dólares en valor accionario. Los directivos de la compañía desafiaron el resultado negativo con el compromiso de que incrementarían el presupuesto de inversión y desarrollo. El panel tecnológico (Nasdaq) cayo un 4 por ciento. 
 La prensa internacional no demoró en sacar las conclusiones políticas del derrumbe de Wall Street. La más corriente es señalar el fracaso del bloqueo a la exportación de semiconductores de Estados Unidos a China para frenar su desarrollo tecnológico. Aunque el camino a recorrer es todavía largo, dada la desigualdad del desarrollo tecnológico entre ambos países, las sanciones económicas han reforzado los esfuerzos de China por obtener chips de calidad mayor por medios propios. El derrumbe de la Bolsa muestra, asimismo, otra cara del fracaso, porque cuestiona, de aquí en más, el financiamiento a las “Siete Magníficas”, por parte de Wall Street –como ya viene ocurriendo con el financiamiento a las nuevas inversiones petroleras que promueve Trump. El desarrollo de DeepSeek partió de un propósito, digamos banal, como automatizar las inversiones de un fondo de coberturas (hedge fund) que gerencia uno de los cofundadores de DeepSeek. El chatbot del grupo chino ofrece el arsenal informativo para operar ventajosamente en la Bolsa, cuyo derrumbe es, precisamente, lo que ha tenido lugar en Nueva York. Una contradicción que demuestra la universalidad de la dialéctica 
 El bot de DeepSeek rechaza “responder cuestiones políticas sensibles”, informa The South China Morning Post, en tanto que las versiones norteamericanas ofrecen la interpretación interesada de los círculos imperialistas acerca del carácter de los gobiernos y Estados rivales. La IA -o sea la concentración y sistematización de la información- se convierte así en un gigantesco medio de desinformación. Ha sido convertida también, como ocurre de parte del gobierno sionista, en un arma de precisión para la comisión de crímenes de guerra, en Gaza, contra la población palestina. 
 La irrupción de DeepSeek ha puesto un signo de interrogación acerca de la eficacia de los aranceles aduaneros que Donald Trump ha anunciado contra China. Las aplicaciones digitales han invadido para siempre el comercio y las finanzas, de modo que cualquier tentativa de interdicción contra ellas sólo sería viable en un cuadro de guerra mundial, y esto relativamente. Los viejos métodos de la guerra comercial se han convertido en anacronismos. Es lo que acaba de pagar Wall Street con un derrumbe de su valorización, que, probablemente, apenas ha comenzado. Si un presupuesto de gastos privados inferior a diez millones de dólares puede golpear tan duramente a un coloso como Nvidia, no se puede esperar mucho de los resultados del planteo de Trump de financiar a las empresas de Inteligencia Artificial por 500 mil millones de dólares, salvo para abultar las ganancias de una minoría capitalista. 
 En las primeras horas de la rueda de ayer, antes del anuncio de la performance de DeepSeek en las apps, la Bolsa neoyorquina había caído ya un 4 por ciento; quizás una manifestación del comienzo de la pinchadura de su burbuja especulativa. El Banco de Japón ha vuelto a subir la tasa de interés, en otro golpe a la especulación mundial financiada con dinero barato de Japón. El impacto se ha sentido con claridad en la Bolsa de Londres y en los títulos de la deuda de Gran Bretaña. DeepSeek puede haber sido el detonante accidental de una nueva crisis financiera internacional, que está ampliamente justificada. 

 Jorge Altamira 
 28/01/2025

lunes, 27 de enero de 2025

Esto ya es el fascismo y la barbarie contra el pueblo cubano


El pánico de EEUU a una Cuba sin bloqueo


Milei no es “anti-woke”, es fascista, al igual que la mayoría de sus secuaces


Horas después de que invitó a “temblar” a “los zurdos hijos de puta” porque los iba a ir a buscar “hasta el último rincón del planeta”, Milei, en Davos, desplegó enfebrecido el más feroz y más vulgar de los programas misóginos y homofóbicos en una declaración de guerra que amenaza al conjunto de los derechos políticos. 
 “Desde estos foros se promueve la agenda LGBT queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres sólo si así se autoperciben”, aseguró Milei. En consecuencia, el gobierno se propone anular los DNI no binarios y cancelar la atención médica de las personas que transicionan su sexualidad, como establece la ley y el PMO. De hecho, ya han sido privados de sus medicamentos. 
 El ministro Cúneo Libarona, en su momento había dicho que solo aceptan "las identidades sexuales que se alinean con la biología", ignorando que la biología, justamente, ha detectado muy diversas variaciones de los cromosomas sexuales. Las personas cuya biología no se puede clasificar en un ordenamiento binario de los sexos son llamadas intersexuales. Según Naciones Unidas, un 1,7 por ciento de la población.
 “La ideología *woke *es el cáncer que hay que extirpar”, dijo, para “extirpar” todas las conquistas de las disidencias sexuales y el derecho al aborto seguro y gratuito, lo mismo que con el derecho a la salud, a la educación y a la protesta; en cuanto a la jubilación, aplica la confiscación lisa y llana porque se trata de un aporte del salario que se paga en diferido. Las patotas fascistizantes se consideran con patente de corso para matar travestis y lesbianas, apalear homosexuales y personas que viven sin techo, y provocar a trabajadores y manifestantes.
 Milei se imagina como un cruzado que llega para expurgar al capitalismo de las “lacras” que promovió: el socialismo (¿?), el “feminismo”, los trabajadores organizados, los viejos, los enfermos, los discapacitados. Un mundo feliz que vuelva a los explotados sujetos absolutamente inermes. Como canta la argenmex Liliana Felipe, “se me hace que no va alcanzar la leña”. 
 El ataque de Milei a la “ideología de género” o “ideología woke” no es discursivo, como ocurre entre ideologías diversas u opuestas. Es un programa práctico para atacar al movimiento que lucha por los derechos de las mujeres y los derechos de la disidencia sexual, y para establecer un régimen político discriminatorio contra inmigrantes, negros, aborígenes y activistas de toda clase de tendencias. 
 La propuesta de regresar a un sistema de sometimiento clerical de la mujer y regresar a la clandestinidad a la disidencia sexual, como explicó su ministro Francos, no es un operativo de retorno al precapitalismo, sino una apuesta política fascista frente al desmoronamiento de la sociedad capitalista. 
 El gobierno juega con la vida y con la muerte de los explotados. No hay reactivos para VIH, no hay medicamentos para las enfermedades de transmisión sexual, ha cesado hace un año la entrega de preservativos y misoprostol, indispensable para la IVE, y escasean los anticonceptivos en el sistema público de salud. 
 Desde 2020, las muertes maternas por aborto bajaron un 53 %. El aborto y los métodos anticonceptivos salvan vidas y garantizan decidir libremente, y sirven para hacer frente al embarazo adolescente (no deseado). Milei y el gobierno liberticida pretenden barrer, precisamente, con los derechos arrancados con la lucha al estado opresor.

 Olga Cristóbal 
 26/01/2025

domingo, 26 de enero de 2025

Una Alemania en crisis se acerca a elecciones adelantadas


Olaf Scholz, canciller alemán. 

Alemania, el gigante europeo, se encuentra bajo el fuego cruzado de una crisis política que no para de escalar y de una recesión económica a la que algunos analistas han definido como “estructural”. El canciller socialdemócrata, Olaf Scholz, perdió una moción de confianza y habrá elecciones anticipadas en un contexto en el que la ultraderecha se posiciona como una de las fuerzas con mayor intención de voto. El telón de fondo de esta situación es la crisis del régimen capitalista, que está provocando sacudones sobre todos los países del mundo y se agravará como consecuencia de la política que aplicará Donald Trump para revertir el declive de Estados Unidos como potencia hegemónica. 

 Crisis política y elecciones anticipadas 

La crisis política en Alemania se profundizó en noviembre tras el colapso de la coalición gubernamental del semáforo –formada por el Partido Socialdemócrata (SPD), los Verdes y los liberales (FPD). Se vino a pique cuando Scholz despidió al ministro de Finanzas, Christian Lindner (FPD), debido a una disputa en torno a cómo hacer reflotar la economía germana. El canciller y sus socios verdes eran partidarios de levantar el techo que limita el endeudamiento al 0,35% del PBI. Más tarde, en diciembre, Scholz perdió una moción de confianza y se allanó el camino hacia la convocatoria de elecciones anticipadas, que se realizarán el 23 de febrero.
 El gobierno alemán se fue desgastando por su incapacidad para pilotear la crisis, atender las necesidades sociales del conjunto de los trabajadores, y fundamentalmente por su política de apoyo al eje Otan-Ucrania en la guerra que desenvuelve contra la Rusia de Putin, que es vista con mucho recelo por la población. Scholz puso en marcha el mayor programa de rearme de la historia de Alemania y su ministro de Defensa, Boris Pistorius, acaba de anunciar que el presupuesto militar podría aumentar hasta alcanzar el 3% del PBI (Infobae, 18/1). 
 No por nada, entonces, han crecido partidos que aparecen como opositores a la guerra, estos son, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y la “izquierdista” Alianza SahraWagenknecht (BSW). AfD, que sin embargo sostiene que es necesario reforzar las capacidades de las Fuerzas Armadas alemanas, es la segunda fuerza con más apoyo electoral; según una encuesta realizada por el instituto Insa, tiene un 21% de intención de votos. En tercer lugar se encuentra el SPD, con un 16%, y luego los Verdes, con un 13%. Más atrás se sitúan BSW, que registró un alza en posibles votos, y Die Linke, que alcanza un 4%. 
 Las encuestas las lidera la coalición conservadora constituida por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), con un 29% de intención de votos. Entre otras cosas, propone una política dura contra los migrantes, reforzar el apoyo a Ucrania –incluso enviando misiles Taurus, lo que viene siendo rechazado por Scholz–, mantener el “freno a la deuda” e ir hacia un recorte de las prestaciones sociales. 
 El avance de AfD, que explota a su favor el hastío de sectores de la clase obrera y de la pequeño burguesía con la crisis reinante, no asegura su llegada al gobierno, puesto que Alemania cuenta con un régimen parlamentario que promueve la formación de coaliciones, que este partido no está claro que pueda poner en pie. 

 “Recesión estructural” y bancarrota capitalista 

El descalabro político hunde sus raíces en la crisis económica en la que está hundida la economía alemana. Según cifras oficiales, en 2024 se contrajo por segundo año consecutivo y las exportaciones se redujeron pese al incremento del comercio mundial. El año anterior pasó por lo mismo, como producto de la guerra en Ucrania, que privó a la industria alemana de la energía barata proveniente del Kremlin. La burguesía alemana enfrenta un panorama sombrío; las automotrices están en crisis y vienen perdiendo terreno frente a sus competidores chinos fuera de Europa –y al interior del gigante asiático, donde Mercedes Benz y Volkswagen obtienen el 30% de sus beneficios. 
 La industria química también sufre los coletazos de la crisis, como lo demuestra la situación de Basf. El aumento de los costos de energía, consecuencia de la guerra, provocó un cimbronazo en el mundo de los negocios de la burguesía alemana. La principal potencia de Europa se ha vuelto muy dependiente de Rusia y China, y eso ha intensificado las contradicciones que la corroen. Con Moscú ha visto disminuir su intercambio en materia energética. El régimen chino está inmerso en una crisis económica de alto voltaje y no puede oficiar como dínamo de la economía alemana. El Brexit también ha aportado condimentos explosivos a la debacle de Alemania, cuyas exportaciones al Reino Unido se redujeron fuertemente después de su consumación. 
 En este marco muchas empresas están bajando sus persianas, deslocalizando su producción hacia Estados Unidos y al este y el sur de Europa. Volkswagen anunció el cierre de fábricas y despidos masivos, lo que provocó una reacción de los trabajadores. La tasa de beneficio capitalista en Alemania se ha estancado, como señala el economista británico Michael Roberts (Sin Permiso, 31/12/2024). Por eso las empresas son reacias a invertir. Al calor del incremento de la crisis social, el consumo ha caído. Los salarios reales se mantuvieron en la primera mitad de 2024 en niveles más bajos que en 2019, al igual que en otras potencias como Francia, Italia y Reino Unido. Los jóvenes deben destinar el 40% de sus alicaídos ingresos en gastos de vivienda. Asimismo, el 40% de las personas sin hogar alojadas en centros de asistencia el año pasado tenía menos de 25 años (UDGTV, 17/1). El desempleo, por su parte, se situó en un 6,1%; el nivel más alto en cuatro años. El Bundesbank ha señalado que el empleo podría seguir reduciéndose en los meses de invierno.
 El futuro por venir, como se ve, no es para nada alentador. Según la Ocde, Alemania crecerá más lentamente que cualquier otra nación industrializada en 2025. El Bundesbank prevé que el PBI se expanda en torno a un pequeño 0,1%. Y algunos analistas han dicho que el estancamiento podría prolongarse hasta casi una década. A esto hay que sumarle las contradicciones que añadirá a la economía alemana y a la economía mundial la política de guerra comercial –y de guerra en sí– que prometió llevar adelante Trump. Alemania exporta el 28% de su producción y los aranceles pueden reducir su crecimiento en un 1,6% del PBI. No por nada ciertos economistas de la burguesía han dicho que Alemania va hacia una recesión estructural. 
 Según el Instituto de Macroeconomía e Investigación Económica, la política arancelaria del gobierno republicano pondría en peligro directamente 300.000 puestos de trabajo. El Instituto Prognos señaló que un total de 1,2 millones de puestos de trabajo alemanes dependen de las exportaciones a Estados Unidos. Trump apunta a someter a los países europeos haciendo primar los intereses de la burguesía norteamericana. Es una competencia a muerte por el copamiento del mercado mundial para sacar a la economía capitalista de su impasse mortal. En este contexto se inscriben las guerras imperialistas en Europa y en Medio Oriente. Trump, con su promesa de abandonar la Otan si sus países constituyentes no aumentan radicalmente los presupuestos de guerra, busca profundizar las divisiones en el seno de la UE –que, además, alberga países de buenos lazos con Rusia, como Hungría. Y Alemania ha sido el país que más dinero desembolsó en esa empresa.

 Perspectivas 

Los trabajadores alemanes están dispuestos a luchar contra los capitalistas y sus gobiernos, que buscan descargar la crisis del sistema sobre sus espaldas. Así lo han demostrado los de Volkswagen, Audi, Amazon, Lufthansa, IG Metall, los maquinistas y los de otros gremios que han ido a paros y medidas de acción el año pasado en defensa del salario y sus condiciones de existencia. Es necesario construir una fuerza revolucionaria en Alemania que dirija esa bronca por la vía de la pelea por un gobierno obrero y socialista, que es lo único que puede abrir un norte progresivo para el pueblo alemán y para los pueblos de Europa y del mundo entero. 

 Nazareno Suozzi

Gaza: más de 15.000 niños en edad escolar están muertos o desaparecidos


Un comunicado del Ministerio de Educación de las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), ha denunciado este miércoles que más de 15.000 niños en edad escolar están muertos o desaparecidos, tras más de un año y medio de constantes bombardeos del Ejército de Israel, que ha dejado más de 47.150 muertos. 
 A los estudiantes se agregan 800 docentes y la destrucción lisa y llana de toda la infraestructura educativa. 
 "Esta enorme cantidad de muertos equivale al genocidio de todos los elementos humanos (estudiantes y trabajadores) en más de 30 escuelas, reflejando la extensión de los crímenes cometidos", dice el comunicado. 
 Por lo menos 50.000 niños han quedado con heridas gravísimas. “Muchos de ellos sufren discapacidades permanentes, como amputaciones, parálisis, lesiones en la cabeza y las extremidades, pérdida sensorial”. El Ministerio calcula que se quintuplicó el número de estudiantes con necesidades especiales en las escuelas.
 Miles de niños necesitan atención psicológica especializada por los traumas y síntomas que padecen por haber estado expuestos a presión psicológica y situaciones traumatizantes sin precedentes. 
 “A nuestros niños no se les ha respetado su inocencia, ni su infancia, ni los pactos internacionales que garantizan su protección y preservan su sangre, y hacen de las escuelas objetos civiles y dicen que quién entraba a ellas estaba a salvo”, agrega.
 En cuanto a la educación superior, más de 1.200 estudiantes y 150 académicos y trabajadores han sido asesinados. 
 El 95 por ciento de las instituciones educativas fue bombardeado y un 85 % de éstas quedó fuera de servicio por su destrucción total. Las pérdidas se calculan en 3.000 millones de dólares. 
 La invasión sionista a Gaza mató a 17.800 menores de edad, de los cuales al menos 800 tenían menos de un año. El último, de 15 años, perdió la vida cuando las tropas israelíes abrieron fuego contra él en Rafah, en el sur de Gaza, el segundo día de alto el fuego. 
 Israel dejó huérfanos a 38.495 chicos palestinos. Según en Ministerio de Salud, 36.569 niños han perdido a uno de sus padres y, 1.918, a los dos. 
 A pesar de que se trata de un conflicto en el que el 70 % de sus víctimas fueron mujeres y niños, la mayoría de menores que han quedado huérfanos han perdido a su padre -32.152- frente a los que han perdido a su madre -4.417-. 
 En el mayor campo de refugiados de toda Gaza, el de Jabalia, donde más de 200.000 personas vivían y donde había 25 escuelas infantiles, apenas quedan el 10 % de edificios en pie tras el paso del genocidio sionista.

 El acuerdo de cese de fuego

 Este viernes, Hamas debería anunciar los nombres de los próximos cuatro rehenes que quedarán libres el sábado. Después, Israel hará pública la lista de los prisioneros palestinos que correrán la misma suerte. 
 En tanto, los familiares de los rehenes reclamaron a Benjamin Netanyahu que asegure la liberación de todos los que siguen cautivos. A la vez, le pidieron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para que continúe presionando por su liberación. 
 Hamas anunció a los gazatíes que podrán volver al norte por la carretera costera que recorre toda la longitud de la Franja de Gaza. Los que viajen en coche o en carreta tirada por burros, tendrán que someterse a la inspección de una empresa privada. Son las condiciones del acuerdo. 
 Steve Witkoff, el enviado para Oriente Medio de Donald Trump, anunció este miércoles que en los próximos días visitará los corredores de Filadelfia y Netzarim, en la Franja de Gaza, ambos bajo control israelí. 
 Witkoff, un multimillonario especializado en inversiones y desarrollos inmobiliario, explicó en una entrevista con Fox News que formará parte de "un equipo de inspección" que visitará estos dos corredores ingresando desde Israel. La orden de Trump, explicó, es que "el cese del fuego se implemente correctamente”. 
 Netzarim es una franja este-oeste que Israel ocupó durante la guerra e impide la libre circulación de los palestinos entre el norte y el sur de Gaza. Filadelfia es una estrecha franja fronteriza entre Gaza y Egipto. 
 “Ahí es donde hay supervisores externos que se aseguran de que la gente está a salvo y de que los que entran no van armados y nadie tiene malas intenciones”, añadió Witkoff. 

 Olga Cristóbal 
 24/01/2025

sábado, 25 de enero de 2025

Milei expone en Davos un programa clerical, militarista y fascista


En su discurso en Davos, Milei arrancó recordando su primera visita al “Forum Económico Mundial” hace un año atrás, para acoger enseguida la totalidad de la agenda de Trump: la hostilidad hacia la cuestión del cambio climático; hacia las reivindicaciones de mujeres y disidencias sexuales y, desde luego, contra el “cáncer del socialismo”. 
 De su primer año de gestión sólo reivindicó “la reducción de la inflación y la eliminación del déficit fiscal”. Es que a las mentiras hay que decirlas rápido y cambiar de tema, porque la inflación argentina sólo se “redujo” después que los liberticidas promovieron una “hiper” entre diciembre 2023 y febrero 2024. El propósito central de este “cambio de precios relativos” fue, por un lado, proceder a una confiscación histórica de salarios y jubilaciones; y, por el otro, elevar sustancialmente el valor en dólares de los precios, tarifas, beneficios y títulos de la deuda pública. Si el “enemigo del Estado” se hubiera detenido unos minutos en su propia gestión, debió decir que esa operación económica contra los trabajadores se ejecutó apelando al más furioso intervencionismo estatal –tarifazos, decretos, vetos presidenciales. 

 Desatinos 

Milei “se fue” enseguida de la situación nacional para incurrir en varios desatinos. Dijo que a partir de la revolución industrial se “dio rienda suelta a la capacidad creativa del hombre para dar inicio a un proceso de generación de riqueza nunca antes visto”. Lo que ocurrió fue más bien lo contrario, es decir, la subordinación de la creatividad humana al capital -el obrero moderno como “apéndice de la máquina”- para una acumulación de riqueza “nunca vista” por parte del capital. La “generación de riqueza” no “sacó de la pobreza al 90% de la población mundial”, como afirmó Milei; cambió sí la forma de la miseria social, exacerbando un “polo de riqueza y otro de miseria”. Pero enseguida, Milei se ensombreció para decir que “en algún momento del siglo XX perdimos el rumbo”, y comenzó “la utilización del poder coercitivo del Estado para distribuir la riqueza creada por el capitalismo”. En realidad, el Estado fue forzado a reconocer los derechos de los trabajadores, por el pánico que le causó la revolución social –el Octubre ruso y las revoluciones de posguerra. Ahora, todo el peso del “poder estatal coercitivo” está concentrado en la guerra imperialista internacional. En esa línea, el gobierno liberticida ha colocado a su propio aparato estatal de “seguridad” e inteligencia en manos de elementos más o menos declarados del Departamento de Estado y del Mossad. 

 Ambiente y género

 Milei le dedicó una parte desmesurada de su discurso a repudiar a la llamada agenda “woke” –la cuestión ambiental, la inmigración y las políticas de género. Fue un intento grosero de reivindicar para él mismo la primacía de la agenda que acaba de exponer Trump, aunque sólo ahora se declara dispuesto a aplicarla. En el caso de la inmigración, Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta, ha tomado la posta para crear un Estado policial en la provincia. Milei también la emprendió contra el “ambientalismo fanático”, para defender su agenda minera y petrolera, que se verá afectada por la competencia y la reducción de precios que propone el norteamericano. Los proyectos de gas natural licuado (GNL), anunciados por Trump, empujan a un escenario de sobreproducción y bajos precios que manda a la ´banquina´ a Vaca Muerta y a los proyectos gasíferos de Argentina. 
 Finalmente, el argentino embistió contra las leyes que penan la violencia a la mujer, en este caso, en nombre de la “igualdad (de hombres y mujeres) ante la ley”. La desigualdad social, sin embargo, está por encima de la ficción jurídica, como lo demuestra el intento de condenar por homicidio a Yolanda Vargas. El ataque político contra la mujer es un ataque contra toda la colectividad de obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras, en una palabra, contra la clase proletaria explotada por el capital. Milei le teme como a la peste a la movilización de masas de la mujer. Milei, el libertario, esgrime una agenda clerical, el sometimiento bíblico de la mujer hacia el hombre, y contra la libertad sexual en general. La gran burguesía que reivindica para sí la diversidad sexual deberá hacer mutis por el foro para no comprometer el “superávit fiscal”. El Wall Street Journal deberá mandar al olvido su famoso editorial a favor del matrimonio igualitario. Milei ha dado un paso atrevido para su gobernabilidad, como lo veremos cuando se reanuden las clases y celebremos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. 

 Otra vez, pasado y presente 

Milei y Trump, sin embargo, no abandonarán la agenda de la “transición energética”, que supone subsidios inconmensurables para los capitalistas. Simplemente la convertirán en un campo de disputas contra europeos, chinos o rusos. La estrechez nacionalista de estos bandidos no les impide ver que el clima es una cuestión planetaria. Sólo la quieren poner bajo su hegemonía. Un régimen social de rivales es incompatible con una estrategia conjunta internacional en relación al medio ambiente. La transición climática es incompatible, por sobre todo, con un régimen histórico embarcado en otra guerra mundial con armas de destrucción planetaria.

 Marcelo Ramal 
 23/01/2025

viernes, 24 de enero de 2025

Nosotros, los terroristas


No sorprende que Trump recogiera la pita; era de esperar 

 Para Donald Trump –aunque ni él mismo se lo cree– seguimos siendo terroristas. 
 De un plumazo ha echado abajo lo que (ahora me estoy preguntando, aún más, con qué intención) había decidido su antecesor en la silla imperial: el señor Joseph Robinette Biden.
 Lo real es que la alegría con que el mundo –nótese que no digo todo el mundo– acogió la exclusión de Cuba del humillante listado de países que, según la Casa Blanca, patrocinan el terrorismo, duró menos en el éter que merengue en puerta de un colegio. 
 En lo personal, que Trump recogiera la pita de Joe Biden no me sorprende en lo más mínimo. Era, prácticamente, de esperar. Quizá más pronto de lo que algunos (ni) imaginaron, pero ahí está el hecho, consumado, consumido, una especie de afrenta o de burla, reflejando los tira y encoge de la política en un país que se erige como paradigma mundial de ética, valores, buenas costumbres, cultura, derechos humanos, respeto por la libertad y amante del progreso. 
 Sobre formulaciones así debe sustentar el presidente estadounidense número 47 su anunciada, irrespetuosa y peligrosa locura de apoderarse de Groenlandia como sea (por acuerdo, aranceles, presiones, fuerza bruta), «recuperar» el Canal de Panamá –que, la humanidad sabe, es de los panameños–; cambiarle, a su antojo, el nombre al Golfo de México por Golfo de América, entre otras aberraciones fruto de una imaginación que pretende aterrizar, amarizar y espaciar, con el poder de su poder.
 Pero volviendo al tema, según él, somos y debemos seguir siendo terroristas. 
 Creo que hasta lo comprendo. Sabe que –formando parte de su «celebre lista» o no– le seguirá aterrando que Cuba tenga en su cálido seno una Escuela Latinoamericana de Medicina, en la que se forman jóvenes de los rincones más pobres del planeta; que enviemos médicos a cuanta nación necesitada precise de nuestra ayuda, que continuemos compartiendo solidariamente lo que ni para nosotros mismos alcanza, que nuestras vacunas y medicamentos sigan teniendo una aceptación mundial basada en su probado valor científico y no en mecanismos de propaganda y de fanfarria comunicacional… 
 Si terror es decirle la verdad al imperio, mirando directamente a su pupila de águila; si terror es preferir continuar enfrentando penurias en piel y estómago antes que apoyar sumisamente las rodillas; si terror es generar a escala global una simpatía, un reconocimiento que no solo se expresa en manifestaciones a ras de calle y de plazas públicas para demandar el fin del bloqueo impuesto precisamente por Estados Unidos contra Cuba (cuya máxima expresión toca cumbre en las urnas de la onu, año tras año), entonces, obviamente, el hombre no puede vernos de otro modo o desde otra óptica. No puede. 
 Por supuesto que nos hubiera gustado seguir adelante sin el sambenito que su capricho nos colgó y que ahora vuelve a acuñar, tras rebobinar la cinta. Pero tal devaneo no nos altera el sueño. Acude, por cierto, a mi mente, el fragmento de una canción en la que consta que «de eso no me acuerdo y si no me acuerdo no pasó». A esa, como oímos miles de veces en la narración de la pelota, ¡olvídala!
 Nuestra suerte está echada… solo que no por mano ajena, sino por nuestras propias manos: las que empuñaron el machete mambí ayer, el de cortar la caña luego y el fusil que solo emplearemos para defendernos de algún nuevo y nunca descartable absurdo imperial hacia nosotros, al estilo del que pretende hacerse de las gélidas tierras de Groenlandia. 

 Pastor Batista Valdés | pastor@granma.cu

jueves, 23 de enero de 2025

Mitos y verdades sobre el Canal de Panamá, una de las nuevas obsesiones de Trump


Quema de bandera norteamericana en una protesta contra las amenazas de Trump 

En su discurso de asunción como presidente, Donald Trump volvió a amenazar con una reocupación del Canal de Panamá. El magnate ya se había quejado anteriormente por lo que considera tarifas “exorbitantes” para los buques estadounidenses, y por una supuesta presencia china en la zona, incluyendo soldados. 
 Tanto desde el gobierno panameño como desde Beijing negaron las acusaciones. En rigor, no solo Trump no presentó evidencias de que haya militares chinos en el canal, sino que los buques norteamericanos siguen siendo los principales clientes de esa vía navegable artificial. China le sigue en volumen, con el 21% del total de viajes.

 Una obra faraónica 

El Canal de Panamá es una importante vía comercial global, ya que evita a los barcos tener que cruzar de un océano a otro a través del remoto Cabo de Hornos -lo cual les permite ahorrar un enorme trayecto. Francia hizo el primer intento de construirlo a partir de la década de 1880, pero terminó abandonando el proyecto. En el camino, se estima que murieron 20 mil trabajadores. 
 En 1903, Estados Unidos apoyó la separación territorial de Panamá respecto a Colombia, envío de buques militares mediante, a cambio de un tratado para retomar las obras. Otros 5 mil obreros murieron durante la construcción. 
 El canal fue inaugurado en 1914 y estuvo bajo control total de la Casa Blanca hasta 1977, cuando los gobiernos de Jimmy Carter y Omar Torrijos firmaron dos tratados que establecieron la “neutralidad” del canal y su traspaso progresivo a manos panameñas. Según la página de la Autoridad del Canal de Panamá, “durante los primeros 10 años del período de transición, un ciudadano estadounidense sirvió como administrador del Canal y un panameño era el subadministrador. A partir del primero de enero de 1990 (…) un panameño sirvió como administrador y un estadounidense como subadministrador”. En medio de este lento proceso, en diciembre de 1989, Estados Unidos invadió Panamá para capturar al presidente Manuel Noriega (un antiguo colaborador de la CIA que se había peleado con la Casa Blanca) y llevárselo, dejando más de 500 muertos. 
 Desde el 31 de diciembre de 1999, el canal pasó a la órbita completa de Panamá, o, para ser más exactos, de un ente autónomo que está a cargo de su administración, operación y mantenimiento. Las tarifas que pagan los buques dependen de su tamaño y de la vía del canal que escogen. En el año fiscal 2024, los ingresos del ente en cuestión fueron de 5 mil millones de dólares. Junto al turismo, es una pieza clave para la economía panameña, aunque su población trabajadora nunca haya visto los beneficios de contar con esa vía estratégica.

 ¿Un cuento chino? 

Quitando los aspectos delirantes del discurso del magnate, es cierto que China viene ganando posiciones, tanto en Panamá como en América Central en general. En 2017, Panamá rompió vínculos con Taiwán y entabló relaciones diplomáticas con Beijing, un rumbo que imitaron República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Honduras (BBC News, 22/1). A su vez, el país se integró a la “ruta de la seda” china, el megaproyecto global de infraestructura. 
 Washington entiende estos avances como un desafío en su propio “patio trasero” y, en la medida que Trump apunta a una nueva “edad dorada” del imperialismo y a profundizar la confrontación con Beijing, el asunto está en la agenda.
 En el caso de Nicaragua, el gobierno de Daniel Ortega, actualmente enfrentado a la Casa Blanca, intenta revitalizarse proponiendo a inversores chinos la construcción de un canal interoceánico en su propio país. Un primer intento, cuando se llegó a asignar la concesión a un empresario chino, naufragó. En noviembre de 2024, Ortega volvió a la carga con la propuesta, pero lo cierto es que requiere un nivel de inversiones descomunal (60 mil millones de dólares, según algunas estimaciones), y su recuperación se daría recién en veinte años (El País, 20/11/24). 
 Se especula en algunos medios si las provocaciones de Trump pueden empujar al gobierno panameño a un acercamiento con China, a modo de contrapeso. El presidente José Raúl Mulino, una figura de derecha que venció en las elecciones presidenciales de mayo de 2024, ratificó la soberanía panameña sobre el canal, pero también envió un guiño al magnate. “De esta, vamos a llamarla crisis, deben salir oportunidades para trabajar otros temas que nos interesen con los Estados Unidos y que hemos venido trabajando en el tiempo, temas de seguridad (…) tenemos un problema migratorio inmenso en la frontera con Colombia” (Clarín, 22/1), sostuvo en el foro económico de Davos. 
 La cuestión migratoria, se sabe, es uno de los caballitos de batalla del nuevo mandatario estadounidense. Y, por cierto, el presidente panameño firmó, durante la gestión de Joe Biden, un pacto para contener las migraciones a través del peligroso paso selvático de Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia, a cambio del financiamiento de viajes de deportación. En agosto de 2024, en efecto, 29 ciudadanos colombianos fueron expulsados en un avión hacia Medellín. 
 La defensa de la soberanía panameña ante las amenazas de Trump solo estará segura en manos de la clase trabajadora, como parte de una lucha estratégica por un gobierno obrero. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 22 de enero de 2025

Augusto Trump


Una generación antes de Cristo, Augusto liquidó la república romana apelando a la religión, presentándose como el preferido de Apolo, poniendo al senado bajo su autoridad y convirtiéndose en el primer emperador romano. Promovió la natalidad en las clases altas, el moralismo tradicionalista y la literatura patriótica, como la Eneida de Virgilio, escrita por encargo, un clásico de la propaganda política basada en hechos inexistentes sobre la pasada grandeza de Roma.
 Augusto capitalizó la inestabilidad social del momento con un carismático, demagógico y estratégico discurso de hacer Roma grande de nuevo bajo el símbolo del águila dorada. Medio milenio más tarde, Augústulo fue el último emperador del Imperio de Occidente, derrotado por los bárbaros germanos.
 El Imperio americano, el más poderoso de la historia de la humanidad, probablemente sea también el más breve. Ha sustentado ese título por un décimo del tiempo que duró el Imperio romano en Europa y por un centésimo de lo que duró el Imperio de Oriente. 
 Por su parte, China terminará con esa rara excepción histórica llamada el “Siglo de la humillación” y volverá a ser la mayor potencia económica, como lo ha sido por milenios. Esperamos que lo aprendido por China de esos cien años no la convierta en un imperio tipo franco-anglosajón y continúe su más antigua tradición de no someter pueblos del otro lado del planeta. 
 Es probable que Trump sea Augusto y Augústulo al mismo tiempo. Podríamos desear que el reemplazo de hegemonías no cumpla con la violenta Trampa de Tucídides, como no lo cumplió el reemplazo de Gran Bretaña por Estados Unidos, pero en ese caso había una continuidad estratégica del capitalismo anglosajón. La hegemonía pasó de un aliado al otro. 
 Ahora las diferencias son sustanciales y, sobre todo, la obsesión anglosajona por no permitir ninguna competencia global nos promete un conflicto mayor. Noroccidente se encuentra enfrentando no solo a un nuevo ejemplo de éxito, el de China comunista, sino también a su propia pobreza nacional y a su derrumbe internacional. Ya no solo exporta violencia, como lo ha hecho históricamente, sino que la consume en su mercado interno. Como solución, apela a la narrativa de estilo religioso de siempre, negadora de cualquier evidencia en contra. 
 Uno de sus sermones más recientes ha sido justificar el éxito del socialismo chino con el capitalismo de Estado norteamericano, a pesar de que las corporaciones chinas están por debajo del gobierno comunista, mientras en Occidente están por encima y a pesar de que la economía china está planificada por el gobierno, no por las corporaciones. China posee una economía de mercado (algo que el capitalismo no inventó, sino que limitó) pero no es un país capitalista. Es un país comunista en un mundo todavía capitalista. 
 Más allá de su poder material, lo que a Noroccidente le preocupa es lo que lo ha movido por generaciones: la necesitad de abortar ejemplos de éxito que no sea “El único modelo posible”: el capitalismo corporativo. El éxito anglosajón no se basó en el capitalismo, sino en el imperialismo ultramarino. Los países capitalistas que cumplieron la función de proveedores coloniales a precio de miseria, fueron más capitalistas que Estados Unidos. 
 Ahora el ejemplo del éxito anglo-capitalista comienza a degradarse por la pérdida de poder global y por sus graves contradicciones internas, propias del capitalismo, y afloran de forma cruda: casi un millón de personas viviendo en las calles de Estados Unidos; epidemias de adicción y muertes por sobredosis; masacres periódicas; odio étnico para disimular una despiadada lucha de clase; estudiantes endeudados hasta convertirse en esclavos indenture; diferencias sociales en aumento; criminalidad que no puede ser reducida; fascismo en ascenso y reconocimiento, hasta hace pocos años impensable, de que la democracia liberal (el circo político de la plutocracia) ya no sirve; reconocimiento (ahora desde la derecha pobre y de los capitalistas ricos) de que la democracia no funciona y nunca funcionó; de que los oligarcas han tomado Washington, ahora sin máscaras, para terminar de secuestrar eso que se llamaba democracia y multiplicar sus arcas invirtiendo en las guerras del fin del mundo… 
 Ahora, si por un lado la política del ejemplo exitoso (la derecha, por ponerlo de una forma simplificada) y las narrativas sobre la democracia y la libertad han entrado en estado de pánico y catarsis de confesión, por el otro (la izquierda), algunos tabúes y tótems se han quebrado para siempre. Por ejemplo, de repente millones de estadounidenses comienzan a considerar obviedades, como: 
 1. El patriotismo es otra forma de silenciar la verdad y mantener la justicia con los ojos vendados. 
 2. El problema no es la democracia, sino su substituto: el secuestro de todo un país y del mundo por parte de la oligarquía tecno-financiera anglosajona. 
 3. El fracaso del dogma neoliberal de que las corporaciones privadas lo hacen mejor y más barato.
 4. La criminalidad y corrupción descontrolada de los gobiernos paralelos, como la NSA, la CIA, Wall Street y Silicon Valley. 
 5. El quiebre del consenso sobre el rol bondadoso del Imperio. Antes de la confirmación de Merco Rubio como Secretario de Estado, mientras era esposado en el Capitolio, un activista gritó lo que piensan millones: “Rubio es un sediento de sangre… sólo quiere mantenernos en un estado de guerra perpetua; liberen a Cuba de las sanciones que matan gente. Libertad para Palestina”. Otros excombatientes fueron arrestados por gritarle a Blinken: “Necesitamos dinero aquí, no para bombardear niños en Gaza”.
 6. La compra de políticos, senadores y representantes por parte de los mayores lobbies en Washington. En enero de 2025, el senador Bernie Sanders, refiriéndose a Netanyahu y el lobby israelí AIPAC, dijo: “la mayoría de los estadounidenses no quiere que apoyemos un gobierno que mata niños; pero si lo dices, te vas a enfrentar al AIPAC y otros millonarios y vas a perder las elecciones… Muchos senadores me dicen ‘Dios, lo que está haciendo Netanyahu es monstruoso, pero no puedo votar en contra porque van a destruir mi carrera política’. Saben que si no se complace a las corporaciones, perderán las elecciones…” 
 Ninguna de estas críticas e ideas son nuevas. Muchos venimos escribiendo sobre esto desde los años 90. No desde antes porque no habíamos nacido. Lo nuevo es que, al mismo tiempo que la política fascista de los superricos toma el poder en la Casa Blanca, apoyados por una mayoría de la población consumidora de sus productos, una nueva y creciente minoría ha salido del closet con una mayor conciencia de la de fato lucha de clases. 
 El lunes 20 asumió otra vez Donald Trump. Solo su rosto adusto dice mucho. Ni sus seguidores están esperanzados. Como diría Jorge Luis Borges, no los une el amor, sino el espanto. Como escribió la italiana Oriana Fallaci en 2001 y criticamos como el inicio de una Era peligrosa (“El lento suicidio de Occidente” 2002), los une “la rabia y el orgullo”. 
 Ahora, tampoco debemos perder de vista que cuanto más progresa la derecha nacionalista, fascista y feudocapitalista, más se hace evidente un quiebre que recurra a la izquierda, como siempre―y, como nunca desde hace un siglo, de una forma radical. 

 Jorge Majfud | 21/01/2025

Trump: un programa de guerra interno e internacional


Inaugura mandato con doscientos decretos ejecutivos. 

 El día de ayer, Donald Trump inauguró su mandato presidencial con un discurso perfectamente fascista, pero no ante un palco de masas desesperadas o desclasadas, sino ante la plana mayor de la oligarquía capitalista internacional –los líderes de las compañías de Silicon Valley, Meta, Starlink, Apple, Amazon, que acompañaron la diatriba con aplausos estruendosos. Trump mismo es un desclasado, porque ha sido condenado por la Justicia sin aplicación de pena, en consideración a su investidura presidencial. La Corte Suprema de Estados Unidos ha acordado que los delincuentes comunes vean suspendidos sus procesos judiciales durante el ejercicio de la jefatura de Gobierno. El gobierno de los mejores, meritocracia, como defiende el anarcocapitalismo, ha dado lugar al gobierno de los bajos fondos. 
 En lugar de un cambio de gobierno, ayer tuvo lugar un principio de cambio de régimen político, pues la ceremonia fue proseguida por la emisión de más de un centenar de decretos ejecutivos. En consecuencia, fue militarizada la represión a la llamada inmigración ilegal, sin considerar si el afectado ha cometido algún hecho punible. El ejército ha sido movilizado a la frontera sur del país. El derecho de asilo ha sido abolido, porque el trámite correspondiente debe hacerse fronteras afuera de EE.UU. e incluso ha dejado de funcionar la aplicación para su solicitud digital. El decreto que declara terroristas a los carteles de la droga, es un paso hacia la guerra contra países extranjeros, por ejemplo, México, que alberga a los más importantes. Cualquier pasante de droga podría ser tipificado como terrorista, con las consecuencias correspondientes. Como ha ocurrido en la historia con todas las medidas de discriminación masivas, constituyen el peldaño hacia la militarización de la represión de las luchas sociales y políticas. En un acto de características inconstitucionales, que el Poder Judicial podría avalar a partir de su copamiento por la derecha, Trump ha abolido, en su primer día de mandato, el derecho de ciudadanía por lugar de nacimiento. En una legislación ulterior, seguramente establecerá su validez a partir de una patria potestad de varias generaciones precedentes. Tropezará, en el intento, con varias piedras como las que tuvo que enfrentar Hitler para determinar cómo los matrimonios mixtos afectaban la determinación de judeidad de una persona. Ha abolido también el derecho a la libertad de género, en una ‘guerra cultural’ que invoca ‘la libertad’; ha dado el primer paso hacia la ilegalización de las relaciones homosexuales y la prohibición de que los matrimonios del mismo sexo tengan derecho a la paternidad. Trump, por de pronto, ha derogado, según revistas cubanas, el decreto ejecutivo de Biden, de pocos días antes, que sacaba a Cuba de la lista de “patrocinadores” del terrorismo. El libelo que pronunció Trump es, en definitiva, una convocatoria a la guerra civil contra la democracia y el movimiento obrero. 
 En un contexto en el que reivindicó al presidente William McKinley, cuando Estados Unidos ocupó Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las islas de Guam, Trump reiteró el propósito de arrebatar el canal de Panamá, anexar a Canadá y a Groenlandia, y rebautizar el Golfo de México a Golfo de América. Javier y Karina Milei aplaudían a rabiar: su pasión fascista los ha llevado a descalificar a la generación que reivindican, la del 80 del siglo XIX, que desplegó una diplomacia enérgica contra esas anexiones, en defensa de la alianza de la oligarquía agraria de Argentina con Inglaterra. El pretexto esgrimido para justificar estos nuevos atropellos, que el canal de Panamá habría pasado al control de China, ha puesto en la agenda la preparación de la guerra contra el llamado gigante asiático. Trump juró su compromiso presidencial ante una Biblia de Abraham Lincoln, quien antes de dirigir la guerra civil contra el Sur esclavista y probritánico, se opuso con vigor a la guerra de anexión contra México, en 1848, a la que no vio como parte de un ascenso del capitalismo industrial sino como una extensión de las plantaciones de esclavos. A sabiendas de esto, el convicto llevó a la ceremonia otra biblia, que le habría regalado su madre. 
 Trump no perdió el tiempo en sacar un decreto que retira el acuerdo firmado con la OCDE, hace un año, que pone un piso del 15% a la tasa que grava a las multinacionales, en especial de aquellas sentadas ayer en la Casa Blanca, más allá de lo que pagan en su sede de residencia. Para la prensa europea, esta “guerra fiscal” tendría consecuencias más graves que la guerra arancelaria que Trump prometió en su campaña. Para un editorialista del Financial Times, Trump estaría convirtiendo a Estados Unidos en “un estado canalla”, que actúa al margen de la ley internacional. 
 Trump tampoco perdió el tiempo en quitar subsidios a la industria de automóviles eléctricos, e incluso prohibir la importación, para proteger a Tesla y a las automotrices norteamericanas de la competencia de China. Además de proceder a un cambio de régimen político y montar un Estado canalla, Trump quiere imponer una reestructuración de la economía política mundial, para poner fin a lo que él mismo llama “el declive americano”. Es una clara diferencia de época con el ascenso que cimentó la hegemonía del imperialismo norteamericano, desde finales de la primera guerra mundial (1918/20) hasta la declaración de la inconvertibilidad del dólar (1968/71).
 Trump prometió poner fin a la inflación y al déficit fiscal que dice haber heredado del gobierno de Biden, olvidando los billones de gastos y de deuda pública que él impulsó en su mandato previo, especialmente cuando se derrumbó la Bolsa en marzo de 2020. Como no tiene la menor intención de tocar los gastos discrecionales (defensa e intereses de deuda), y como ha anunciado una poda de diez puntos en el impuesto a las ganancias (25 a 15%), es claro que apunta a una enorme cirugía en la asistencia de salud. Tampoco esto bajaría la inflación si sigue a la letra el programa de imponer aranceles altos a las importaciones –naturalmente inflacionarios. Para la prensa financiera internacional, la Bolsa norteamericana se encuentra en zona de “alta burbuja”, porque sus cotizaciones se encuentran muy alejadas del valor real de las compañías, o sea al borde de un derrumbe. Es lo que podría volver a provocar el alza de la tasa de interés de Japón, cuya baratura financia a la bolsa neoyorquina. La salida a las contradicciones insuperables del programa antiobrero de Trump conducen a una agudización de los conflictos de clase al interior del país y a choques y guerras internacionales.
 El régimen económico y político mundial al que apunta Trump, significa, antes que nada, una reestructuración de conjunto de las relaciones con China. En términos monetarios consistiría en un régimen de dólar devaluado y renminbi revalorizado, y un concierto en las tasas de interés. Pero el fondo de ese acuerdo -el rebalanceo del consumo y la inversión en ambos países- está más allá de las posibilidades de un acuerdo, porque afecta en forma decisiva el equilibrio interno de uno y otro, y las relaciones con las terceras partes de la economía internacional. Las tendencias a un nuevo reparto de la economía internacional entre ambos países no excluyen la guerra, sino que la presuponen. Trump levanta un programa de guerra, que él y la prensa disfrazan como “transaccional” porque su propósito final sería la consumación de nuevos acuerdos pseudo estratégicos, con el fondo de la guerra. 

 Jorge Altamira
 21/01/2025

martes, 21 de enero de 2025

Frente a la arremetida imperialista, Cuba vencerá


Cese al fuego en Gaza: se concretó el primer intercambio de rehenes por prisioneros políticos palestinos


Con la entrada en vigor del cese al fuego, este fin de semana se produjo la primera fase del intercambio de rehenes, en manos de las organizaciones armadas palestinas, por presos políticos encerrados en cárceles de Israel. Puntualmente, en Gaza fueron liberadas tres mujeres civiles israelíes que habían sido capturadas el 7 de octubre de 2023, mientras que pudieron salir de prisión 90 prisioneros palestinos (69 mujeres y 21 adolescentes). Casi la totalidad de estos liberados habían sido arrestados con posterioridad al 7/10/23. 
 En esta primera etapa del acuerdo, que dura poco más de un mes, debería haber un lanzamiento de otros 30 rehenes (sobre 98 totales), a cambio de varios centenares de presos palestinos (1.900, según la cadena Al Jazeera). El próximo sábado se concretaría un nuevo intercambio.
 En las cárceles israelíes hay más de 10 mil presos políticos palestinos, la mayor parte de ellos bajo el régimen de detención administrativa, que permite a las autoridades sionistas mantener a las personas cautivas de manera indefinida y sin cargos. Las condiciones de detención son brutales, habiendo denuncias recurrentes de maltratos, tortura y privación de recursos básicos de vida. 
 Precisamente, una de las liberadas en esta primera tanda es una militante por los derechos de los detenidos. Se trata de Khalida Jarrar, quien también es dirigente del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), grupo considerado “terrorista” por Israel. Jarrar fue arrestada por primera vez en 1989, durante una movilización en Cisjordania por el día internacional de la mujer. Su última detención se produjo a fines de diciembre de 2023. También resultó liberada Rula Hassanein, editora de Wattan Media Network, un medio cisjordano, quien había sido detenida en marzo de este año. En paralelo con el intercambio, se reabrió el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, por donde reingresaron camiones de ayuda humanitaria. 
 Israel continuó realizando bombardeos y ataques hasta el último minuto de inicio del cese al fuego, con más de 80 asesinatos. El lunes mismo, pese a la vigencia del acuerdo, un joven fue asesinado por un francotirador israelí en la zona de Rafah. 
 El gabinete de seguridad israelí aprobó finalmente el acuerdo de cese al fuego, pero la organización Poder Judío, del ministro Itamar Ben-Gvir, que contaba con tres ministros y tiene seis legisladores, se retiró del gobierno en señal de disconformidad. En tanto, el Partido Sionista Religioso de Benjamin Smotrich, el ministro de Finanzas, que cuenta con siete diputados, se mantuvo en la coalición gubernamental, pero exige a Netanyahu que reocupe Gaza y proceda a instaurar un “gobierno militar temporal”. 
 En la primera etapa del acuerdo de cese al fuego, que está en curso, las tropas israelíes deben retirarse de las zonas pobladas de Gaza hacia un área ubicada unos 700 metros dentro de la frontera, y deben iniciar su salida del corredor de Filadelfia, en la frontera con Egipto. Recién en la segunda etapa de las negociaciones, que está condicionada al éxito de la primera, habría tratativas para una retirada efectiva de las tropas sionistas de todo el enclave costero, que era el planteo inicial que había formulado Hamas. 
 Para el gobierno israelí, el acuerdo supone un golpe a su objetivo declarado de aniquilar a la resistencia palestina. Esto explica la crisis interna y la demora de varios días de Netanyahu en aceptarlo. 
 Viva la lucha del pueblo palestino. Por la retirada total de las tropas israelíes de Gaza. Fuera Israel del Líbano y Siria. Por una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente. 

 Gustavo Montenegro

lunes, 20 de enero de 2025

Imperialismo recargado: Trump insiste en quedarse con Groenlandia


El hijo de Donald Trump visitó la isla este mes 

La fría isla de Groenlandia quedó en el centro de la atención internacional en las últimas semanas, luego de que el presidente electo norteamericano, Donald Trump, renovara su propuesta de compra del enorme territorio insular de más de 2 millones de km2, próximo al Polo Norte, que está bajo control de Dinamarca. El magnate amenazó, simultáneamente, con reocupar el Canal de Panamá si no hay una renegociación favorable a los intereses norteamericanos, y buscó persuadir a Canadá de que se transforme en parte de los Estados Unidos. Imperialismo recargado. 
 De acuerdo a cronistas que visitaron Groenlandia por estos días, la calma de la isla de apenas 60 mil habitantes, que en un 80% está cubierta de hielo, se ha visto sobresaltada. Es que el magnate, ante la requisitoria de la prensa, no descartó presiones económicas y militares para lograr su objetivo. 
 En este codiciado territorio, rico en recursos minerales e hidrocarburíferos sin explorar, la actividad preponderante, casi exclusiva, es la pesca, con Estados Unidos y China como principales clientes, y las distancias entre pueblos deben recorrerse en avión o barcos, debido a la ausencia de caminos. La otra fuente de recursos son los 600 millones de euros anuales que gira Dinamarca. 
 La isla, vieja colonia danesa, se convirtió en un territorio autónomo en 1979, después de un referéndum, y amplió sus prerrogativas en 2009, tras otra votación popular. Actualmente, la defensa y la política exterior son las principales herramientas que quedan en manos de Copenhague. 
 En 2019, cuando Trump blanqueó por primera vez su interés por Groenlandia, el gobierno danés dijo que era una propuesta descabellada y que la isla no se encontraba en venta. Ahora, respondió con una inversión de 1.300 millones de euros para la compra de material militar y de defensa para el territorio polar. 
 La propuesta de Trump es bastante insidiosa, porque coincide con un desarrollo de los sentimientos independentistas en Groenlandia, cuyos habitantes se sienten discriminados por Copenhague. Por lo pronto, el primer ministro groenlandés Mute Bourup Egede se ha mostrado cauto ante las presiones, asegurando esta semana en una conferencia de prensa realizada en Nuuk, la capital, que “tenemos que negociar con Estados Unidos. Hemos iniciado un diálogo y empezado a explorar las posibilidades para cooperar con Trump”.
 La isla se encuentra gobernada por una coalición de los partidos centroizquierdistas Inuit Ataqatigiit –que ganó las elecciones de 2021 y al que pertenece el primer ministro- y Siumut. Según el diario madrileño El País, mientras que los primeros sostienen una postura de acercamiento gradual a la independencia, los segundos quieren acelerar el proceso y alcanzarla en un plazo de diez años. 
 La victoria de Inuit Ataqatigiit en los comicios de 2021 se cimentó en sus promesas de suspender las exploraciones de uranio e hidrocarburos, atento a los problemas ambientales. En la isla se han desarrollado importantes movimientos populares contra proyectos mineros y existe también un temor de que la actividad pesquera pueda verse afectada por ese potencial giro económico. 
 Mientras el pueblo de Groenlandia teme por la sustentabilidad de la isla, a las grandes compañías multinacionales y potencias capitalistas se les hace agua la boca por los ingentes recursos de la zona, entre ellos las tierras raras, que sirven para la fabricación de baterías de autos eléctricos, y cuyas principales reservas están en China. 
 A la cuestión de la posesión de los recursos naturales, para Washington se suma el interés por las rutas árticas. El calentamiento global ha abierto rutas comerciales alternativas de gran valor durante buena parte del verano, y se estima que para 2050 el Ártico podría quedar, durante toda esa estación, libre de hielo. 
 Para los que creen que la propuesta de Trump es solo una más de sus ideas estrambóticas, conviene tener presente que el mandatario Harry Truman ofreció por ella 100 millones de dólares en oro, en 1946. Y, antes aún, un documento de 1867 del Departamento de Estado señalaba que “deberíamos comprar Islandia y Groenlandia, especialmente la segunda. Las razones son políticas, militares y comerciales” (El País, 31/12/24). La Casa Blanca, además, cuenta ya con una importante base militar en la isla (Pituffik), es decir que el área forma parte del radio de interés del imperialismo norteamericano. En la puja con China y Rusia, Groenlandia resultaría una pieza de gran importancia.

 Gustavo Montenegro

domingo, 19 de enero de 2025

Los dueños del cañón queman todas sus naves


Detrás de las amenazas de Trump 

 A pocos kilómetros de donde pierdo mi vida tratando de entender el absurdo de nuestra especie humana, Donald Trump ha vuelto a acusar a México de abusar de “la bondad de Estados Unidos” y a China de “abusar del canal de Panamá”. Como en el siglo XIX, el electo presidente también quiere Canadá como un estado. Al fin y al cabo, sus habitantes pertenecen a una raza superior.
 El abuso de China sobre el Canal de Panamá se refiere a que está haciendo demasiados negocios con Occidente y, peor, con América Latina, nuestro Patio trasero, nuestras repúblicas bananeras. Como dijo el presidente Ulysses Grant en 1873 y lo practicaron siempre los británicos, “cuando hayamos obtenido todo lo que puede ofrecer del proteccionismo, también adoptaremos el libre comercio”―solo que ahora es a la inversa. Las amenazas de Trump por apoderarse de Canadá, Groenlandia y Panamá responden al “deshielo del Ártico” que le daría más independencia a China y Rusia. 
 Claro que más importante que la flexibilidad ideológica del capitalismo es su flexibilidad moral. Los imperios siempre se presentaron como víctimas o con algún derecho divino. Cuando en 1832 Andrew Jackson, en su discurso en el Congreso, justificó la remoción de los pueblos nativos de sus propias tierras, proclamó: “nos agredieron sin que nosotros los provocásemos”. Tuvimos que defendernos. Desde 1763 hasta hoy, la tradición ha sido forzar a los nativos a firmar tratados que luego serían violados por los dueños del cañón cada vez que los tratados limitaban las oportunidades de hacer buenos negocios despojando a “las razas inferiores”. Lo mismo ocurrió con el tratado de 1848 que obligó a ceder la mitad de México a Estados Unidos por una limosna y nunca se cumplió en los acuerdos que protegían los derechos de los mexicanos que quedaron de este lado de la nueva frontera. El mismo lamento de “La pesada carga del hombre blanco” acuñado por el poeta británico Rudyard Kipling y difundido por Teo Roosevelt sobre la humanidad de los invasores a tierras de “negros pacíficos” -esa “perfecta raza estúpida”, según Roosevelt-. 
 Si salteamos tres mil intervenciones de Washington en los siguientes cincuenta años, podemos recordar que, según la lógica capitalista, el Canal de Panamá nunca fue de Estados Unidos como el Hudson Yards de Manhattan no le pertenece a Qatar, ni el One World Trade Center ni el nuevo Waldorf Astoria en Nueva York o las mega urbanizaciones de Chicago y Los Angeles les pertenecen a China, por nombrar solo ejemplos recientes. 
 Desde la moral y desde la ley Internacional, podríamos recordar que Teo Roosevelt le robó Panamá a Colombia con una revolución financiada por Washington. El canal, comenzado por los franceses y terminado por Washington fue, de hecho, construido con la sangre de cientos de panameños que el histórico racismo olvidó, como olvidó la construcción de las vías de ferrocarriles por parte de inmigrantes chinos en la costa Oeste o de irlandeses en la costa Este, grupos que sufrieron la persecución y la muerte por pertenecer a “razas inferiores”.
 Si Washington pagase a los países latinoamericanos una mínima compensación por todas sus invasiones y democracias destruidas, por todas las sangrientas dictaduras impuestas a fuerza de cañón, por la “política del dólar” o por los sabotajes de la CIA durante la Guerra Fría y más acá, no nos darían las reservas de oro del Tesoro para cubrir un porcentaje mínimo. Por no hablar de los crímenes imperiales, muchas veces en colaboración con los imperios europeos (los supuestos enemigos de la Doctrina Monroe) en Asia y África que no solo asesinaron a sus lideres independentistas como Patrice Lumumba sino que dejaron mares de muerte y destrucción, todo en nombre de una democracia y una libertad que nunca llegaron y que nunca les importó. 
 El sistema esclavista que le arrebató Texas, New Mexico, Colorado, Arizona, Nevada y California a México no desapareció con la Guerra Civil. Simplemente cambió de nombre (a veces, ni siquiera eso) para continuar haciendo lo mismo, como los bancos y las corporaciones esclavistas JP Morgan, Wells Fargo, Bank of America, Aetna, CSX Corporation, entre otros. En 1865 los esclavos de grilletes se convirtieron en esclavos asalariados (en muchos casos ni eso, ya que trabajaban por propinas, como lo siguen haciendo hoy las meseras). De la misma forma que durante la esclavitud, al sistema se lo siguió llamando democracia, mientras que sus constituciones (la de 1789 y la confederada de 1861) protegían la “libertad de expresión”. 
 Señores amos y cipayos, ¿piensan que este país necesita más adulones, o más críticos? Claro, todos responderán en favor de los críticos, pero en los hechos mudos la mayoría apoya lo contrario, sobre todo a través del descredito y de la demonización de los verdaderos críticos del poder―aquellos que hasta en la Biblia se apreciaba como profetas, no por anunciar el futuro sino por tener el coraje de decir lo que el pueblo no quería escuchar. Todos saben que si alguien quiere progresar en la escalera del éxito y del poder, por lejos paga mucho más la adulonería, por barata que sea, como es el caso del rabioso patriotismo de algunos inmigrantes al imperio. No son solo inmigrantes pobres, sino también orgullosos académicos serviles que acusan a los críticos de estar politizados o de victimizar a las víctimas del imperialismo. 
 Estamos en la misma situación del siglo XIX: expansión geopolítica y arrogancia racial. La diferencia es que, por entonces, Estados Unidos era un imperio en acenso y hoy está en descenso. Como lo demuestran los ejemplos europeos desde el español, el británico o el francés, a la larga, y pese a toda la muerte y el despojo ajeno, los imperios siempre han sido muy caros para sus ciudadanos, ya que no existen sin guerras permanentes. En sus apogeos siempre dejaron ganancias económicas, sobre todo para los de arriba. El problema es cuando se trata de un imperio en decadencia. Entonces, la arrogancia es una reacción natural, pero resulta carísima y solo puede acelerar su decadencia, miseria y conflictos, tanto dentro como fuera de sus fronteras.
 Saber negociar en un mundo que no nos pertenece, hacer amigos en lugar de enemigos, es la estrategia más económica, más efectiva, más justa y más razonable. El problema es que liderar en la paz siempre ha sido más difícil que liderar en la guerra. 
 Cada año que pasa vamos confirmando la historia hacia el fascismo de los imperios decadentes de hace un siglo. Los primeros en caer (por la censura, el silencio, la prisión o la muerte) seremos los críticos. Cuando las cenizas no sean cosas de algún pobre e indefenso país en el otro lado del mundo, sino del corazón mismo del imperio, los sobrevivientes colaboracionistas se negarán tres veces. Como siempre, será demasiado tarde, porque si la Humanidad ha tenido la verdad y la justicia como valores supremos, rara vez los ha practicado como un compromiso inquebrantable. Lo normal ha sido lo contrario. 

 Jorge Majfud 
15 de enero de 2025 - 00:01

Canadá, la asunción de Trump y el riesgo de una nueva guerra comercial


La asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, el próximo 20 de enero, será seguida con especial atención en la vecina Canadá, ya que el magnate amenazó a fines de noviembre con imponer un arancel generalizado del 25% a sus importaciones y las de México, en caso de que estos países no detengan lo que el nuevo titular de la Casa Blanca califica como una “invasión” migratoria y de drogas a gran escala desde las respectivas fronteras norte y sur. 
 En una cena posterior con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, Trump, quien viene también de expresar sus intenciones de reocupar el canal de Panamá y comprar Groenlandia, no solo ratificó su postura arancelaria sino que se permitió, medio en broma y medio en serio, sugerirle a su par que, si no puede enfrentar esos gravámenes, integre su país a los Estados Unidos como el estado número 51. 
 En Canadá, las amenazas de Trump abrieron un clima de deliberación. A mediados de diciembre, la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, renunció a su cargo. Entre otros motivos, dijo que mantenía diferencias con Trudeau acerca de cómo enfrentar el desafío estadounidense. Pocas semanas después, el propio Trudeau, cuya imagen venía cayendo fuertemente en las encuestas, anunció su salida del poder en cuanto el Partido Liberal encuentre un nuevo jefe político, en un proceso que seguramente culmine en elecciones adelantadas este 2025. Varios diputados liberales le reclamaban ese paso al costado, mientras que el Nuevo Partido Democrático (NPD), una fuerza centroizquierdista que lo venía sosteniendo, empezó a amenazar en estos últimos meses con una moción de censura, igual que el opositor Partido Conservador y el Bloque Quebequés. 
 Dentro del empresariado canadiense, la duda es si Trump está realmente decidido a imponer una medida tan severa como la anunciada, o si, por el contrario, solo busca crear un clima que le permita llegar en mejores condiciones a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que debería llevarse a cabo entre sus tres socios en 2026.
 Los empresarios canadienses, cualquiera sea su pronóstico al respecto, están muy preocupados, ya que Estados Unidos es el destino de más del 70% de las exportaciones y la fuente de la mitad de las importaciones nacionales. Se trata de economías fuertemente relacionadas, en especial en la industria automotriz. 
 Hasta ahora, Canadá ha asumido una actitud ambivalente. Por un lado, como concesión a Trump, instrumentó un paquete de 1.300 millones de dólares para reforzar la vigilancia y la represión en la frontera, incluyendo la compra de nuevos drones y helicópteros. A su vez, se comprometió a alcanzar la meta de 2% del presupuesto dedicado al área de Defensa, que es una medida que el magnate reclama a todos los socios de la Otan. En estas decisiones, vemos que la burguesía canadiense no tiene problemas en acentuar el militarismo y el ataque a los sectores más oprimidos.
 Pero al mismo tiempo, Ottawa da señales de que podría dar batalla a una imposición arancelaria de Trump, sea por medio de aranceles de represalia o, llegado el caso, el corte del suministro de petróleo y gas, una medida que tendría un impacto extraordinario, ya que el 60% de las importaciones de crudo estadounidenses provenían de Canadá en 2022. La posibilidad de una interrupción del suministro es una baraja que se discutió en un reciente cónclave de gobernadores, y mereció el rechazo en solitario de la primera ministra de Alberta, Danielle Smith -según parece, por tratarse de un Estado productor (RCI, 16/1). “No buscamos una pelea, pero estaremos ahí para pelear si es necesario”, acaba de decir Trudeau. Los funcionarios canadienses advierten también a Trump que los aranceles impulsarían la inflación en Estados Unidos, ya que los importadores trasladarían ese recargo a los precios.
 Durante su primer mandato, en 2018, Trump aplicó aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio canadiense, respondidos por Ottawa con aranceles de represalia, abriéndose, entonces, un conflicto que demoró la ratificación del TLCAN. Ante el acercamiento de la fecha de renegociación de dicho tratado, pautada para 2026, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, quien preside el consejo de gobernadores canadienses, por así llamarlo, hizo en noviembre pasado un planteo a tener en cuenta. Propuso reemplazar el pacto en cuestión por un acuerdo bilateral Canadá-Estados Unidos, excluyendo a México, aduciendo que la economía azteca es una plataforma para el ingreso de productos chinos en América del Norte (ídem, 22/11/24). 
 Todas estas cuestiones indican que la llegada de Trump al poder abrirá una etapa muy agitada en América del Norte, que inevitablemente sacudirá, por sus consecuencias, a la clase trabajadora de estos países. Es imperioso preparar una intervención independiente y unitaria. 

 Gustavo Montenegro

sábado, 18 de enero de 2025

Gaza: las masacres sionistas en vísperas del cese de fuego


El gabinete de seguridad de Israel aprobó este viernes el acuerdo de alto al fuego y la liberación de rehenes alcanzado con mediación de Qatar, Egipto y los Estados Unidos. 
 Votaron en contra los ministros de la ultraderecha religiosa, el de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, y el de Finanzas, Bezalel Smotrich. El ministro David Amsalem no tiene derecho a voto en el gabinete de seguridad pero expresó su oposición. 
 Netanyahu habría asegurado al gabinete de seguridad que contaba con garantías de Estados Unidos para reanudar los bombardeos si las negociaciones sobre una segunda fase fracasan. 
 Más elocuente es el asesinato diario de un centenar de palestinos en cada día que siguió al anuncio del acuerdo. “Solo en Ciudad de Gaza hay 82 mártires”, detalla en un comunicado el portavoz de los equipos de rescate de la Defensa Civil, que cifra el número total de heridos en 264. Jan Yunis, en el sur, es la segunda localidad más castigada con 14 muertos, seguida de 5 en ataques contra el centro del enclave. Las masacres causaron la muerte de familias enteras, bombardeando hogares, tiendas de campaña y reuniones de ciudadanos. 
 Las maniobras dilatorias del gabinete sionista fueron frenadas por los familiares: "No hay justificación para esperar hasta después del Shabat; vidas están en juego", dijeron. 
 Netanyahu ha publicado los nombres de los 95 prisioneros palestinos que van a ser liberados en la primera fase de canje, este domingo. Se trata de una lista parcial, el registro completo se publicará una vez que el Gobierno haya aprobado el acuerdo, esta misma tarde. 
 La prensa israelí ha publicado la lista de los nombres de los primeros 33 rehenes que se prevé que sean entregados en la primera fase del acuerdo. Entre ellos, hay dos niños de 2 y 5 años y sus padres, así como tres mayores de 80 años. Después de la aprobación del gabinete, aun restarán 24 horas para que cualquiera apele ante el Tribunal Superior de Justicia contra la liberación de palestinos. Estos días, familias de soldados muertos en Gaza se manifestaron con carteles que desconocían el derecho del gobierno a liberar prisioneros.
 Hamás publicará el sábado por la tarde los nombres de las mujeres rehenes que serían liberadas el domingo. En la primera fase, el ejército suspenderá el tráfico aéreo sobre Gaza durante 12 horas en los días en que se liberen rehenes y durante 10 horas en los demás días, similar al acuerdo de noviembre de 2023. 
 Un alto funcionario israelí confirmó el jueves que el acuerdo entre Israel y Hamás incluye la retirada de las fuerzas israelíes de la ruta Filadelfia, a lo largo de la frontera Egipto-Gaza, tras la finalización de la primera etapa del acuerdo. Sin embargo, las tropas permanecerán desplegadas en la zona durante la primera fase de 42 días del acuerdo. A medida que avance el alto el fuego, se espera que el ejército se retire a una "franja de seguridad", creando un área de separación entre Gaza y las comunidades israelíes vecinas.
 Según el acuerdo, no se espera que las fuerzas militares israelíes se retiren de Gaza hasta que todos los rehenes hayan sido liberados, pero permitirán el movimiento de los habitantes de Gaza desde el sur hacia el norte. 
 Unos 12.000 pacientes, un tercio de ellos niños, requieren de atención médica especial y deben ser evacuados de Gaza, según ha dicho el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS). 
 Dieciséis días después de la firma del acuerdo, comenzarán las discusiones sobre la segunda fase, con el objetivo de que conduzcan a la liberación de los rehenes restantes y el retiro del ejército israelí. 
 No parece que el gobierno de Netanyahu ni gran parte de los habitantes de Israel estén dispuestos a aceptar semejante derrota. 

 Olga Cristóbal 
 17/01/2025