lunes, 19 de noviembre de 2018

Respuestas a las insidias: Salario, títulos, familia y el bien de los colaboradores cubanos en Brasil




Desde 2016, cuando era diputado, Jair Bolsonaro, el presidente electo de Brasil, ha tenido al programa Más Médicos en el centro de su discurso ultraderechista, denostando de la formación del personal médico cubano y calificándolos de esclavos modernos y también los llamó cobras, mercenarios y agentes.
Tras su elección el pasado octubre, Bolsonaro ha abierto fuego permanente contra Cuba y el programa Más Médico en un lenguaje agresivo y ofensivo. Además de reiterar su cuestionamiento a la calidad y formación de los profesionales cubanos y exigirles que pasen un cuestionado examen de reválida, Bolsonaro ataca los acuerdos triangulares OPS-Brasil-Cuba hablando de que Cuba se apropia de los salarios de los médicos y que no permite la presencia de sus familiares en Brasil.
En su afán de estar bien alineado con la administración Trump y con sus amigos de la ultraderecha anticubana, encabezados por el senador Marco Rubio, Bolsonaro es capaz de hacer añicos un programa de colaboración que le ha brindado atención de salud a millones de brasileños, especialmente a los más pobres de ese país, muchos de los cuales nunca habían tenido atención primaria de salud. No es de extrañar entonces la complacencia pública de la subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en EE. UU., Kimberly Breier, con las acciones anticubanas de Bolsonaro.
Desde el pronunciamiento del Ministerio de Salud cubano, el presidente electo de Brasil, la ultraderecha de ese país y sus congéneres de Miami repiten una y otra vez su discurso de insidias e intentan revertir las culpas del golpe mortal que le han dado a la asistencia médica de una parte significativa del pueblo brasileño.
Hagamos un repaso de verdades que desnudan las perversas insidias:

¿Cuba le quita el salario a los médicos en Brasil?

El MINSAP paga en Cuba el 100% de los salarios de los colaboradores. Aunque no están en Cuba preservan sus plazas y todas las garantías laborales y sociales de las que son acreedores como trabajadores del sistema nacional de salud, y la protección y atenciones necesarias para sus familias.
Los colaboradores en Brasil no reciben salarios, porque no son empleados del sistema de salud, sino becarios que prestan servicios especializándose en servicios primarios de Brasil, que es lo permitido por la Ley Federal del Programa Más Médicos.
El gobierno de Brasil no paga salarios a la Organización Panamericana de Salud sino que paga por los servicios que la organización ha contratado al Ministerio de Salud Pública.
Los colaboradores que por elección personal deciden participar en el Programa Más Médicos bajo los auspicios de la OPS firman un contrato con el Ministerio de Salud Pública de Cuba por el cual deciden voluntariamente compartir ingresos para fortalecer el sistema de salud cubano.
Los colaboradores en Brasil reciben un estipendio para gastos personales y el Programa financia su alimentación, vivienda, transporte y seguro médico, lo que hace parte de sus ingresos.
Los colaboradores cubanos tienen vocación solidaria y prefieren compartir beneficios para el bien común de su país, en vez de defender una visión egoísta e individualista. Lo hacen no sólo en Brasil, sino en otros países que pagan por la prestación de servicios de salud cubanos.
Los aportes voluntarios de los colaboradores al sistema de salud han contribuido a financiar la reparación y rehabilitación de policlínicos, varios hospitales provinciales y los suministros de insumos, medicamentos y equipos para importantes programas como el de lucha contra el cáncer.
Hasta el cierre de 2017 se intervino en más de 2 700 consultorios y 327 policlínicos con acciones de reparación y mantenimiento.
Fueron introducidas 31 nuevas tecnologías y técnicas de avanzada, fundamentalmente en las líneas de desarrollo de las especialidades que dan respuesta a la solución de problemas priorizados de salud, así como los que requerían de tratamiento en el exterior.
Como parte de la adquisición de nuevas tecnologías y la renovación de otras, se importaron más de 5 000 equipos médicos, con un valor superior a 32,5 millones de dólares, priorizándose anestesia, la actividad quirúrgica y los programas materno infantil y de atención al grave, entre otros.
Esos recursos se revierten en los servicios universales, gratuitos y de calidad que el sistema de salud brinda a todo el pueblo de Cuba, incluidos los colaboradores a su regreso y sus familias, víctimas todos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos que impide acceder de otra manera a dichos recursos.
Se reportaron en el 2017, 96 361 152 consultas médicas, 6 480 369 más que el año anterior, al tiempo que la actividad hospitalaria logró, por séptimo año consecutivo, más de un millón de cirugías, alcanzando la cifra más alta de la historia con 1 085 623 intervenciones quirúrgicas. De las cirugías mayores electivas, el 14 % fueron realizadas por mínimo acceso.
Los aportes de los colaboradores han contribuido a sufragar necesidades materiales de la formación gratuita en Cuba de médicos de otros países mucho más pobres, que en 55 años ascienden a casi 36 mil.

¿Cuba veta el contacto de los médicos con sus familiares?

El Ministerio de Salud de Cuba no prohíbe a los colaboradores relacionarse con sus familias y de hecho, la mayoría de ellos han recibido de visita a sus familiares en distintos momentos de su estancia en Brasil, además de que mantienen comunicación permanente con ellos, por diversas vías. Miles de familiares han viajado a Brasil en estos años y más de 300 están actualmente en Brasil acompañando a colaboradores.
Las reglas del Programa establecidas por el gobierno de Brasil regulan el acceso y convivencia de personas ajenas a la colaboración con los médicos cooperantes.
No todos invitan a sus familiares por diferentes razones personales ni todos los familiares están en disposición de viajar.
¿No están calificados los médicos cubanos? ¿No han sido examinados por las autoridades? ¿Qué se busca con las reválidas?
La Ley del Programa Más Médicos es clara en cuanto a cómo se acreditan los títulos de los médicos y el papel que desempeñan la Organización Panamericana de la Salud, el Ministerio de Salud Pública y las universidades cubanas de ciencias médicas en su acreditación.
Nuestros colaboradores tienen que someterse a exámenes previos antes de viajar a Brasil y a exámenes periódicos durante su estancia, conducidos todos esos exámenes por el Ministerio de Salud de Brasil.
Los médicos cubanos no son los únicos exceptuados de la reválida. Una ley de 2013 firmada por la presidenta Dilma Rousseff (12.871) exceptúa de la reválida durante tres años de servicio a todos los profesionales extranjeros y los brasileños graduados en el exterior. Dicha decisión fue prorrogada por el actual gobierno de Brasil, mediante la ley 13.333.
Según el Ministerio de Salud de Brasil han recibido esa excepción los 8332 cubanos que laboran en el programa y otros 451 médicos extranjeros de 15 países (de EE.UU, Rusia, Holanda, Austria, Portugal, España, Argentina, Venezuela, Siria, entre otros países); así como 2842 brasileños formados fuera del país y que se integraron al Más Médicos.
Los ofrecimientos de revalidación de títulos son engañosos porque el Colegio Médico se opone a ello: en Brasil hay miles de médicos graduados cuyos títulos no han sido revalidados. De cada 100 médicos que se presentan a examen, solo aprueban a 8.
Esa es la forma de mantener regulado el mercado de la salud privada para garantizar sus enormes ingresos: menos médicos y más dinero. Por eso se opusieron desde el comienzo al Programa Más Médicos.

¿Con esos agresivos pronunciamientos se garantizará la seguridad de los médicos cubanos?

Nuestros colaboradores prestan servicios en aquellos lugares a los que no quieren ir los médicos brasileños ni los médicos de otros países. Asumen los peligros por su vocación de salvar vidas.
Por eso están en los lugares de más riesgo, en las comunidades de pobreza extrema, en favelas y barrios violentos donde incluso la policía no puede entrar. Están en los 34 distritos especiales indígenas y en 700 municipios que nunca conocieron antes un médico, en toda la historia de Brasil.
Hasta hoy el pueblo y el gobierno los han protegido, pero esa protección va a ser retirada por el nuevo gobierno
¿Los pronunciamientos de Bolsonaro y sus condicionamientos son “para el bien de los colaboradores”?
Es falso que se busque un bien. Sabemos bien que las insidiosas propuestas del nuevo presidente buscan desacreditar a los médicos, humillarlos, vejarlos en su dignidad, conducirlos a violar un contrato, a abandonar a sus compañeros y a la misión.
Si buscara un bien, por qué no resuelve antes la revalidación de títulos de los miles de médicos brasileños que no pueden ejercer y que tienen que abandonar el país porque les niegan las plazas.
Si buscara un bien se enfrentaría al Colegio Médico para permitir que sus propios compatriotas, graduados de medicina en Cuba, puedan aprobar el examen y acceder a puestos de trabajo en el sistema de salud brasileño.
Si buscara de verdad el bien de los colaboradores no los invitaría a separarse de sus familias y su país bajo el pretexto de unirlos con sus familias aquí. Esa invitación tiene un nombre: robo de cerebros.
El presidente electo lo único que ha propuesto es una gran operación de robo de cerebros cubanos, semejante al Parole.
La mejor respuesta a la insidia de Bolsonaro la dio a la agencia de noticias AP el exministro de salud de Brasil Alexandre Padilha: “Bolsonaro no entiende que un médico no practica medicina solamente por dinero. Los médicos que trabajan en las áreas más pobres no piensan solamente en el dinero”.

Redacción de Cubadebate

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