lunes, 4 de abril de 2016

Telesur se convirtió en un derecho para la gente




Patricia Villegas, presidenta de Telesur afirmó en que tiempo en que los vientos soplan cruzados, un canal como este hace más falta que nunca.

La verdad no admite espera y tiene, en la agenda editorial de Telesur y en el tiempo de su gente, toda la prioridad.
Para Patricia Villegas, presidenta del canal multiestatal, la relación con este es como un acto de fe, de compromiso vital que gobierna su actitud en virtud de la realidad más objetiva, plural, sin otra condición que la contrahegemonía, de la información como derecho y no mercancía.
La entrevista ofrecida a medios cubanos, por ejemplo, solo fue interrumpida por el reclamo de una verdad urgente. El intento de atentado a Piedad Córdoba, quien aún resollaba el susto en el teléfono, tenía que decirse al instante, y un minuto después que Patricia saliera del salón ya lo informaba la señal televisiva.
Ese compromiso es el centro de su rebelión actual contra la embestida del gobierno argentino de Mauricio Macri, que saltando toda formalidad, decidió sacar la señal de Telesur de los canales de distribución en el país.
“Es un acto abierto de censura”, inició Vi­llegas, contundente.
“Es lo que estamos denunciando. El go­bierno de Argentina tiene la potestad de retirarse de Telesur, estemos de acuerdo o no. Hay una serie de procedimientos que lo permiten. Pero otra cosa es sacar nuestra señal de la televisión digital abierta. Eso es censura.
“Incluso antes de las declaraciones del ministro Lombardi, la cablera del grupo Clarín nos había retirado la señal, aduciendo razones de espacio; pero en lugar nuestro pusieron Te­levisión Española, y en la mañana del viernes nos enteramos, sin ninguna comunicación formal, que nos habían retirado también del paquete básico de otra cablera llamada Tele­centro.
“Es la crónica de una censura anunciada, en varios tiempos. A los pueblos del sur nos ha costado mucho que nuestra voz se respete. No somos más que nadie pero tampoco somos menos, y tenemos el deber de decirlo: Eso que hacen es incorrecto, pisotean un derecho ganado por los latinoamericanos. Así lo de­nun­ciaremos en todos los momentos y espacios”.
La joven periodista asegura que la decisión no los tomó por sorpresa.
“Ya había sucedido una serie de antecedentes que identificaban la conducta del nuevo gobierno contra quienes tuvieran posturas críticas. Nosotros claramente somos un canal antimperialista, contrahegemónico. Eso está en nuestros va­lores, forma parte de nuestros principios y nos enorgullece; pero obviamente el gobierno de Macri tiene otra lógica y su posición, ahora mismo, atenta contra toda pluralidad y de­mocracia.
“Lo más peligroso es que esta conducta se convierta en algo modélico para otros lugares de la región e incluso más allá.
“Con modestia creemos que nuestro grito, respetuoso pero fuerte, es un grito necesario; para alertar a los pueblos del mundo que la censura por ser diferente, por pensar de otra manera, puede instalarse en sus naciones y catapultarlos hacia un pasado doloroso que no merecen.
“Me parece muy grave que un ministro, en nombre de un gobierno, quiera gestionar contenidos para que salgan en Telesur, y que en dependencia de esa posibilidad se reconozca o no un canal local o internacional.
“Nadie impone los contenidos en Telesur. Se desarrollan en debates intensos e internos de sus trabajadores, sus actores deciden en previsiones anuales, semanales, a diario. Es todo un entramado participativo.
“Por supuesto que el equipo argentino participa, pero no para imponer, como no impone Cuba sus contenidos, ni Nicaragua, ni Colombia que no es país miembro de Telesur, pero su equipo propone y debate con la redacción central.
Tampoco lo impone Venezuela, como muchos piensan.
“Con Argentina, como con todas nuestras corresponsalías, había una dinámica fluida y permanente típica de un ca­nal de noticias, y su participación era tanta como la del resto de los países.
“Durante años han atacado a Telesur di­ciendo que obedecemos órdenes de determinados gobiernos, de determinaos funcionarios, y el mismo ministro Lombardi, en sus reac­ciones por no poder incluir sus contenidos, desmontó esa matriz que hemos cargado en casi 11 años.
“Esta situación lo que ha hecho es darnos la oportunidad para ampliar la participación, incluyendo a los gremios, las universidades, los sectores populares, los movimientos sociales, y estamos rearmando una propuesta que enriquecerá aún más la pluralidad de voces en el canal”.
Contrario a la matriz de opinión económica que muchos medios, argentinos y extranjeros, se han encargado de promover en contra de Telesur, Villegas aseguró que la decisión del gobierno macrista no limitará el trabajo del canal ni apagará su señal en el país.
“De ninguna manera afectará nuestro fun­cionamiento, la logística, la misión, la visión, o la capacidad para transmitir.
Ellos ha­blan del tema económico para distraer la atención del ver­dadero objetivo, que es la censura a Tele­sur.
“En este momento exacto, el gobierno argentino no pone un centavo ni para la corresponsalía en Buenos Aires, ni para la operación global del canal en el mundo.
“Tampoco Argentina dejará de estar en nuestra pantalla, ni Telesur dejará de estar en Argentina. Primero, nuestro equipo va a seguir funcionando allí, haciendo periodismo, contando historias, dando voces, recorriendo el país. Segundo, estamos presentes en otras plataformas.
“Nunca nos conformamos con las cableras u otros grandes sistemas de distribución; sino que nos replicamos por medio de universidades, radios comunitarias, en los pequeños em­prendimientos de comunicación para los cuales nos convertimos en una especie de agencia noticiosa.
“Es verdad que Internet no llega a todos los sectores, pero allí también estamos, en una multiplataforma.
“Esto no quiere decir que mientras más cables argentinos vayan apagando la señal de Telesur en sus paquetes de televisión digital abierta, no sea un golpe fuerte para la visibilidad en los hogares.
“Si la gente quiere vernos, hoy puede ha­cerlo por la aplicación móvil, por nuestro ca­nal de Youtube, por la señal en tiem­po real de la web, por un cable de Internet conectado al te­levisor.
Todas esas opciones las desarrollamos y están a disposición, pero en América Latina aún es muy popular la distribución por cable, de encender el televisor y enterarse. Es un golpe fuerte al derecho de la gente, y es lo que estamos de­nunciando”.
De la reacción mundial que provocó la decisión del gobierno argentino, del apoyo al canal en miles de formas, Patricia Villegas dijo asumirlas como estímulo y confirmación de su lucha.
“Es conmovedor, muestra de que Telesur se ha convertido en un derecho para la gente. Estoy segura que lucharán por restituir la señal en las cableras donde fue retirada y hacer entrar en razón al gobierno de que su argumento de pluralidad es insostenible.
“No le tocamos la puerta a nadie para que hablara en nombre de Telesur. Todas las manifestaciones a nuestro favor han sido espontáneas. Apenas el gobierno anunció su posición, empezaron a alzarse las voces de repudio.
“Pensar en la reacción de la gente es de las pocas cosas que en estos días me hacen sonreír, porque la distribución en Ar­gentina como en todo el mundo ha sido fruto de un esfuerzo enorme de nuestro equipo, y cuando aquello que tanto costó lograr se arrebata sin razón, sin argumentos, solo con la idea de eliminarlo porque es distinto, es realmente doloroso.
“Pero cuando por todas las vías posibles de comunicación te dicen: ‘Fuerza. Te bancamos, Telesur’, pues realmente alienta y hace son­reír, a pesar de la tristeza y la rabia que produce que te quieran callar.
“Pienso todo el tiempo en esas muestras de cariño y solidaridad para seguir en esta lucha, y también pienso en la gente que nos antecedió, en los que ya no están y soñaron con un canal así.
“Hoy que los vientos soplan cruzados, un canal como Telesur hace más falta que nunca. Tenemos la experiencia, la fuerza, y sobre to­do el derecho a luchar. La nuestra es una causa justa”.

Dilbert Reyes Rodríguez

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