miércoles, 18 de septiembre de 2024

Ola de atentados en El Líbano: el sionismo es un régimen de asesinato de masas


A pesar de que Israel aún no ha reclamado el galardón por asesinar el martes 12 personas -incluidos una nena y un nene de 9 años- y de haber herido a otras 4.000 -300 de toda gravedad-, nadie desmiente que el estallido de los beepers -unos pequeños dispositivos de mensajería- en El Líbano fue producto de “una operación conjunta del servicio de inteligencia israelí, el Mossad, y el ejército israelí” (NYT, 18/9)
 El martes, a las 15, los dispositivos portátiles explotaron simultáneamente en las calles, comercios, viviendas, dentro de autos y en las instituciones sanitarias, educativas y de la administración del Estado donde trabajan miembros de Hezbollah, que utiliza los beepers desde que detectó que la inteligencia sionista controlaba sus celulares. 
 El miércoles, un día después, se produjeron nuevas explosiones en handies, paneles solares y otros aparatos de Hezbollah en Beirut, el norte y el sur del país. Al momento se cuentan 9 muertos más y cientos de heridos. Varias de las explosiones se produjeron en el funeral de tres miembros de Hezbollah y un niño muertos ayer por la explosión de unos beeper, según informaron periodistas de Associated Press en el lugar de los hechos.
 Las calles de Beirut se llenaron de personas sangrando profusamente, con heridas en los ojos y el rostro. Según el Ministerio de Salud libanés, el primer día se efectuaron 460 operaciones. El diario Aurora, de Tel Aviv, ofrece la versión sionista: eran 4.000 terroristas, por algo usaban beeper. Incluidos, se ve, los niños de 9 años, los trabajadores de la salud y los ancianos postrados.
 Hezbollah compró una partida de miles de beeper hace meses, según una fuente de seguridad libanesa. Los dispositivos explotaron simultáneamente tras recibir un mensaje. Una fuente de seguridad afirmó que los handies se compraron hace cinco meses al mismo tiempo que los beepers. 
 Israel colocó los explosivos junto a la batería de cada aparatito, así como un detonador a larga distancia, informó el New York Times, citando a funcionarios estadounidenses y de otros países. La Inteligencia israelí habría logrado ocultar material explosivo dentro de un lote de unos 3.000 beeper importados a El Líbano. Les introdujo material explosivo de entre 30 y 60 gramos junto a la batería y un sistema que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés. Los beepers estarían distribuidos en Líbano, Siria e incluso Irán. 
 La empresa taiwanesa Gold Apollo, identificada por algunos funcionarios como el fabricante de los dispositivos, ha negado su participación, afirmando que los beepers fueron fabricados por una compañía europea, con dirección en Hungría, como parte de un acuerdo de licencia. "Esta operación es básicamente el 7 de octubre de Hezbollah", dijo Mohanad Hage Ali, investigador senior en el Centro Carnegie para Oriente Medio en Beirut, comparando las fallas de seguridad del grupo con las que permitieron a su aliado Hamás atacar a Israel el año pasado, comenzando la guerra en Gaza. "Es una gran bofetada."
 Los integrantes de Hezbollah calificaron el ataque como la “mayor violación de seguridad” que ha sufrido el grupo desde el comienzo de la guerra en la zona y prometieron una venganza memorable. Hezbollah dijo que al menos ocho de sus combatientes han sido asesinados. El embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amini también fue herido y fue evacuado a Teherán. Expertos en seguridad israelíes le bajaron el precio a lo que llamaron una “demostración llamativa de la destreza tecnológica de Israel” pero a la que no le ven “impacto estratégico” porque no detendrá los ataques de Hezbollah mientras decenas de miles de israelíes residentes del norte de Israel hace un año que reclaman regresar a sus hogares. 
 “Si cree que con esto los colonos del norte de Palestina (los habitantes del norte de Israel) podrán volver a sus hogares le digo a (el primer ministro israelí, Benjamín) Netanyahu que no conseguirá ese objetivo y que verá en los próximos meses cómo es así”, dijo uno de los líderes chiitas en los funerales. La operación parece ser parte de los esfuerzos del gobierno de Netanhayu por convertir la masacre en Gaza y Cisjordania en una guerra regional, como el mismo Netanhayu predicó hace unos meses en Washington. Israel comenzó a desplazar más tropas a su frontera con Líbano el miércoles como medida de precaución.´
Según en New York Times, “es posible que los militares israelíes temieran que Hezbollah hubiera descubierto el sabotaje de los beepers y que esto los haya llevado a hacerlos estallar de inmediato”. Esta versión fue confirmada por fuentes de inteligencia a escala regional al medio Al Monitor, según cita el diario israelí Haaretz 
 En la misma línea, algunos comentaristas se preguntan si este atentado de masas no decidirá a Irán a finalmente responder al asesinato de Ismail Haniya, líder de Hamás, eliminado en Teherán el pasado 31 de julio (El País 18/9). 
 Ayman Safadi, el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, una aliado incondicional del sionismo, culpó a Israel del ataque y dijo que estaba aumentando la probabilidad de una escalada militar. “Israel está empujando a toda la región hacia el abismo de una guerra regional”, dijo Safadi a los periodistas. “Una guerra así tendría repercusiones drásticas no sólo para la región, sino para el mundo.” 
 Hezbollah dijo en un comunicado el miércoles por la mañana que continuaría sus ataques normales contra Israel como parte del apoyo a Hamas y a los palestinos de Gaza. 
 “Este camino es continuo y separado del difícil ajuste de cuentas que el enemigo criminal debe esperar por su masacre del martes”, dijo. “Este es otro ajuste de cuentas que llegará, si Dios quiere”.

 Olga Cristóbal 
 18/09/2024

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