sábado, 2 de julio de 2016

Claudio Bouzón primer mártir comunista de Cuba




Rosa Bouzón Servides era una campesina que vivía en Berres en el municipio de A Estrada perteneciente a la provincia de Pontevedra. El paisaje era verde, con todos sus matices. Por las mañanas de invierno, las brumas ocultaban todo, hasta las montañas cercanas desaparecían de su vista. Al mediodía salía el sol, que con su tibieza animaba a los pájaros a seguir cantando. Con el tiempo Rosa tuvo tres hijos, el primero fue Alejo, más tarde, en 1888 nació Claudio, y por último Felipa.
Claudio con los niños de la aldea le gustaba en el verano bañarse en el Areal de Berres sobre el rio Ulla, que quedaba a poco metros de su casa. También recorría el pazo señorial del siglo XVI, donde se imaginaba que se trasladaba a tiempos pasados, donde vivían los Caballeros. En 1906, Rosa junto con Claudio y Alejo se embarcaron en el puerto de Vigo rumbo a Cuba, mientras Felipa quedaba al cuidado de su familia en la aldea. Después de casi 13 días de navegación, el buque entró en la bahía de La Habana. Desde la capital se trasladaron al puerto pesquero La Coloma, en la provincia de Pinar del Río.

Eran tiempos convulsionados

El 20 de mayo de 1906 Tomás Estrada Palma asumía la presidencia para un segundo período, tras unas fraudulentas elecciones. Según reconoció uno de sus más estrechos colaboradores, Fernando Freyre de Andrade, “aparecieron” 150 mil electores más de los que tenían derecho a votar. En esa época sobre Cuba pendía el Tratado Permanente -es decir, la Enmienda Platt, no ya un apéndice constitucional, sino un convenio entre gobiernos-, cuyo capítulo III arrogaba a Estados Unidos el derecho a intervenir cuando lo estimare necesario. Bajo ese signo, Washington impuso a la nación antillana el Tratado de Reciprocidad Comercial, que consolidaba su condición de metrópoli económica, y el arrendamiento de parte del territorio cubano ubicado en la bahía de Guantánamo para una base naval. Al llegar a Cuba, Claudio aprende el oficio de carpintero, y trabaja en distintos talleres de muebles como barnizador. Las condiciones laborales de esos días eran de suma explotación, especialmente para un extranjero. Después de varios años residiendo en Pinar del Río, Claudio y su madre se trasladan a la ciudad de La Habana, en cambio su hermano Alejo se queda en La Coloma.

Su inicio en la colectividad gallega

A Cuba habían arribado antes y después de la independencia miles de emigrantes gallegos escapando del hambre o de la guerra de Marruecos, es así como en el siglo XIX comienzan a fundarse las primeras sociedades gallegas y los periódicos de la colectividad. La primera asociación gallega del mundo y que aún existe fue la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Galicia fundada en 1871; pocos años después, el 23 de noviembre de 1879, se creó el Centro Gallego de la Habana, cuya sede fue el edificio del Teatro Tacón. En las veladas bailables que organizaba el Centro Gallego, Claudio conoció a una joven compatriota emigrante llamada Aurora Lastas La Fuente. A los dos les encantaba el baile y parece que lo hacían muy bien. Junto a otros jóvenes interesados por las actividades culturales, por la música y el canto de su país de origen, deciden crear una asociación que se dedicará a organizar este tipo de eventos artísticos. De este modo, el 23 de septiembre de 1919 Claudio Bouzón funda la Sociedad Artística Gallega, que estaba ubicada en la calle San Juan de Dios número l5. La entidad, que aún existe, desarrolló por esos años una intensa actividad cultural, llegando a gozar de gran prestigio en esta ciudad. Entre las obras puestas en escena se destacaron: ´La casa de la Troya´ (1920), obra de dos autores gallegos: Pérez Lujín y Linares Riva. Este último visitó la asociación junto con el violinista Andrés Gaos y Manolo Quiroga, acompañado también por Roberto Novoa, catedrático de la Universidad Central de Madrid. Asimismo, crearon el primer orfeón de aficionados en Cuba, con el cual ganaron premios en 1924 y 1926. Uno de sus primeros directores musicales fue Gonzalo Roig. La asociación estrenó en Cuba la zarzuela “A Meiga” de Jesús Guridi, en el antiguo Teatro del Centro Gallego, actual Teatro Nacional, también llamado García Lorca. El estreno estuvo a cargo del comité de Manuel Curros Enríquez.

La militancia política

Claudio comenzó a participar en sindicatos y más tarde se afilió al entonces recién creado Partido Comunista de Cuba, fundado el 16 de agosto de 1925 por Carlos Baliño, José Miguel Pérez, Julio Antonio Mella y el ´gallego´ Rego López, ente otros. También pertenecía a la Liga Antiimperialista de Cuba, organización unitaria impulsada por los comunistas, que exigía la inmediata retirada de las tropas de Estados Unidos que se hallaban en el territorio de América Latina, la completa independencia de Puerto Rico y Filipinas, la internacionalización del Canal de Panamá, y especialmente la devolución del territorio ocupado por EE.UU. en la Base Naval de Guantámano. En 1925 Gerardo Machado asume como presidente de Cuba. Era un hombre de negocios, que contó con el apoyo del presidente Zayas, en su disputa electoral con Menocal. En los primeros años tuvo un importante apoyo social, hasta que instauró una sangrienta dictadura pro-yanqui. En tanto Claudio, después de un largo noviazgo, se casó con su paisana la lucense Aurora Lastas Lafuente, cinco años menor que él. El matrimonio decidió vivir en la casa de su madre Rosa. La vivienda estaba ubicada en la calle San Miguel Nº 79, de la ciudad de La Habana. Claudio y Aurora pensaban que ya era hora de tener un hijo. Con la edad que tenían ambos, no era cuestión de esperar más tiempo. Aurora quedó embarazada, mientras Claudio siguió trabajando en una mueblería de la ciudad. Por las tardes, al salir del empleo, se encontraba con los compañeros del partido, para realizar alguna tarea de agitación o discutir las novedades políticas. También por entonces se mudaron de casa, para tener más intimidad y se fueron a vivir a la Calle Campanario 89. En los primeros días de enero, el partido lanzó una campaña contra la llegada del primer presidente norteamericano que visitaba Cuba, Calvin Coolidge, con el fin de participar en La Habana de la VI Conferencia Panamericana. El destacado pensador cubano Julio Antonio Mella, desde su exilio en México, escribe sobre esta conferencia: “Bajo la hospitalidad de Machado, el Mussolini Tropical de opereta, tendrá lugar en La Habana el Congreso Panamericano. Ningún observador de la política internacional de la Casa Blanca puede tener fe en la Unión Panamericana, patrocinadora de esta reunión…La Unión presenta todos los caracteres de una embrionaria estructura política para el imperialismo americano, que a golpe de dólares forjan los financieros estadounidenses.” En la reunión de la célula partidaria se distribuyeron las tareas y Claudio quedó a cargo, junto con otros compañeros, de repartir el manifiesto que había redactado el poeta y dirigente comunista Rubén Martínez Villena, y pegar unos carteles que denunciaban a Machado. El Partido Comunista unió la lucha contra Machado al combate contra el imperialismo y el panamericanismo, que no era otra cosa que la alianza de las oligarquías latinoamericanas con su amo, el imperialismo norteamericano. En el acto de inauguración de dicha Conferencia, la multitud recibió la aparición de la bandera de las barras y las estrellas con una ola de chiflidos a la vez que gritaba: “¡Viva Sandino!” “¡Muera el imperialismo!”. Y en el trascurso del evento, la policía arrestó a más de 200 obreros y estudiantes, por sus protestas antiimperialistas.

La detención

El sábado 14 de enero de 1928 por la noche, cuando se encontraban pegando carteles, Claudio Bouzón y Noske Yalob son detenidos por la Policía Nacional. El compañero de infortunio de Claudio era comunista y emigrante como él. Había nacido en 1905 en el pueblo de Berece, Bielorrusia y llegó a Cuba a la edad de 19 años. Trabajó como obrero pintor y estaba vinculado al sindicato del ramo, que se encontraba en el Centro Obrero de la calle Dragones 104, donde funcionaba la sede de la Confederación Nacional Obrera de Cuba. Esa noche también fueron detenidos con ellos, Antonio Puerta y Manuel Cotoño, siendo los cuatro interrogados y golpeados, antes de ser llevados a la cárcel de la Fortaleza de La Cabaña. Tiempo después, el policía Henry Salazar Parejo, en su declaración ante el juez, aclaró lo sucedido aquella noche: “La policía de esta ciudad detuvo a una serie de individuos tildados de contrarios al Gobierno de Machado; entre estos detenidos se encontraba el señor Claudio Bouzón, que fue arrestado en la calle de Galiano, cerca del antiguo café ´El Día´, en ocasión de fijar con engrudo una proclama en la que se representaba a Machado como un perro mientras era llevado de la cadena por el ´Tío Sam´; en el texto de dicha proclama se injuriaba a Machado, llamándole lacayo del imperialismo yanqui, tal proclama estaba firmada por la ´Liga Antiimperialista´. Bouzón fue llevado a la Sección de Expertos, sometido a interrogatorios y minuciosamente registrado. De allí se lo trasladó a la estación de Policía del Cerro donde se encontraban arrestados por la misma causa que él, el líder obrero estudiantil Manuel Cotoño Valdez, un obrero de apellido Puertas y otro cuyo nombre no recuerda en estos instantes; que el que efectuó estos arrestos fue el fallecido capitán Calvo, auxiliado de un experto de apellido Montero; que de esa estación, con una ambulancia fueron trasladados a La Cabaña, habiéndose efectuado ese traslado en forma alto significativa ya que, dicha ambulancia llevaba bajadas las cortinillas, induciendo los presos que los llevaban camino de La Cabaña por el aire del mar y al mismo tiempo por lo disminuido que se hacia el ruido de los vehículos…”
Al llegar a La Cabaña el coronel Julio Aguado les dio entrada legal. A Claudio le sacaron el reloj y el dinero en efectivo que llevaba, siendo depositados en la caja de caudales, donde guardaban las pertenencias de valor de los detenidos. Esa noche permanecieron en La Cabaña, junto a otros detenidos comunistas como ellos. Al llegar fueron golpeados y torturados salvajemente. Los policías murmuraban entre ellos que tanto Claudio Bouzón como el ´Ruso´ tenían previsto atentar contra el presidente norteamericano.

El asesinato

La noche posterior, el domingo 15, tanto Bouzón como Yalob fueron sacados de su celda y trasladados hasta las cuadras de caballos, donde el sargento Duque, con un hierro, los mató a golpes. Luego llevaron los cadáveres hasta el Morro. Desde allí fueron conducidos en un coche por los integrantes de la ´Comisión de Asuntos Obreros´ dependiente de Expertos de la Policía Nacional hasta el barco de los ´Mallorquinos´ El capitán Calvo, Rojitas, Méndez, el teniente Betancourt y Vaquero fueron cómplices de los asesinatos. Embarcaron los cadáveres y en medio de la bahía les ataron un lingote de hierro y los tiraron al mar, con el fin de que fueran devorados por los tiburones y no quedaran rastros de los asesinatos. En esa época era jefe de la policía el tristemente célebre represor Coronel Perdomo, perteneciente al ejército nacional. Todas las investigaciones posteriores indican que fue el propio Machado quien ordenó la ejecución de ambos militantes comunistas. Por su parte, el Partido Comunista de Cuba redacta un manifiesto denunciando los crímenes cometidos por Machado, que fue publicado en el periódico comunista ´El Machete´ de México el 18 de febrero de 1928, señalando entre otras cosas: “Muchas son las víctimas entre el proletariado cubano contra las cuales se ha ensañado el sanguinario dictador de Cuba, Machado; pero los últimos crímenes ya sobrepasan todo lo imaginable. La última desgracia de Cuba ha sido ser designada como lugar donde el imperialismo yanqui prepara nuevas cadenas para los países de América Latina, como el hecho de ser elegida sede de la IV Conferencia Panamericana, y por esto el dictador Machado decidió que el homenaje más digno en esta conferencia para el máximo representante de Wall Street – Coolidge-, era ofrecerle nuevos sacrificios de obreros y apretar aún más estrechamente las cadenas del pueblo de Cuba. Amordazó a la prensa proletaria, exigió silencio y compró a la prensa burguesa, y así el carnicero Machado se vio libre para continuar sus hechos de bandidaje, ahogando toda voz de protesta, recluyendo en las cárceles, expulsando del país por centenares y asesinando sin celebrar juicio alguno a los heroicos líderes revolucionarios de la clase trabajadora. Al inaugurarse las secciones de la Conferencia Panamericana, fueron detenidos en la noche del 13 de enero y conducidos a la fortaleza La Cabaña –funestamente famosa entre los obreros de Cuba como recinto de tortura –, los compañeros Claudio Bouzón y Noske Yalob. Todas las investigaciones han sido inútiles para conocer la situación actual de los dos compañeros. La prensa permanece callada; ningún abogado quiere tomar a su cargo la investigación de este asunto por temor a arriesgar su propia vida; las organizaciones obreras están sin fuerza; el movimiento de la juventud estudiantil está ahogado, y toda clase de protesta puede causar nuevos asesinatos y nuevas clausuras de las ya rotas y debilitadas organizaciones obreras…” “… ¡Camaradas! En un momento de peligro nos dirigimos a ustedes para llamarles a la solidaridad. Recuerden que los intereses nuestros son sus propios intereses. Que se levante una ola de protesta en todo el continente americano y en el mundo entero, contra la conducta sanguinaria y los asesinatos del lacayo de Wall Street. El gobierno de Cuba tiene que rendir cuenta de los dos nuevos sacrificados: Claudio Bouzón y Noske Yalob. ¡Hágase en contra del frente unido sanguinario de Wall Steet con sus cómplices de la América Latina, un frente único de todo el proletariado americano y el proletariado de todo el mundo!”. El mismo estaba firmado por el Comité Central del Partido Comunista Cubano (Sección de la Internacional Comunista).

La búsqueda desesperada

Días después del asesinato de ambos militantes comunistas, ante la presión y los distintos rumores que circulaban por la ciudad, se presentó en la Fortaleza, Ramón Montero Rovirosa, y sacó del penal a Manuel Cotoño y Antonio Puerta, conduciéndolos a la Sección de Expertos, en cuyo lugar fueron puestos en libertad. Aurora, ante la ausencia de su marido, intentó contactar con los compañeros del partido, para denunciar la desaparición de Claudio. La mujer, desesperada, visita hospitales y comisarías sin ningún resultado. Recorrió las calles de La Habana procurando saber que había pasado con su compañero. Aurora intentó contratar a un abogado pero le fue imposible. Nadie se animaba a exponerse defendiendo a un comunista, en un momento en que se estaba desatando una ola de terror. Los compañeros de la célula del partido de Claudio, le informaron que aquella noche habían sido detenidos varios militantes. Aurora conto con la ayuda de la Agrupación Artística Gallega cuyo presidente el señor Matalobos la acompaño en la búsqueda de de Bouzón. Al final se presento ante el juez de Instrucción de la sección cuarta para denunciar la desaparición de su marido.
A fines de enero un grupo de estudiantes se acerco hasta la casa de Aurora para comentarle que ellos también habían estado presos en la Cabaña junto a su marido. Que lo habían detenido cuando repartía propaganda contra la visita del presidente norteamericano y que cuando ellos fueron puestos en libertad Claudio Bouzón aun permanecía con vida. Estando Claudio desaparecido, Aurora da luz a su hija Rosa de la Purificación, el 20 de enero.
El 5 de marzo se produce un acontecimiento que pone al descubierto la barbarie de Machado. El pescador Ángel Prado Pérez, vecino de la calle Ancha del Norte, se presenta en la Capitanía del Puerto, para contar sobre un suceso macabro, que le había ocurrido. En su declaración señala: “En la mañana de hoy, encontrándome pescando a unas cinco millas del Morro, pesqué un tiburón, y lo llevé a la playita conocida como ´Cuba´, al fondo de la Antigua Maestranza, frente a la calle de Cuba y Cuarteles, en donde procedí a abrir el tiburón, encontrándome adentro del mismo, un miembro humano”. Dentro del tiburón se encontraba el brazo de Claudio y un gato devorado por el escualo. Al otro día los periódicos se hacían eco de la macabra noticia. Aurora se enteró por los diarios del tremendo hecho, estaba fuera de sí, días atrás había parido a su primera hija. El 9 de marzo se presenta ante el juez de sección cuarta, para solicitar examinar los restos de ropa que tenía el brazo hallado. En su presentación ante el magistrado solicita el esclarecimiento de lo sucedido y pide el correspondiente certificado de defunción. Mientras su hija recién nacida se quedó al cuidado de su suegra, Aurora se trasladó hasta el cementerio de Colón, para hacer el reconocimiento del brazo de su marido y los restos de tela de la manga de la camisa y la chaqueta. La escena fue patética. Sobre una camilla había un brazo con restos de ropa. Aquella mano era la de Claudio, no podía ser otra, decía entre gritos y lágrimas Aurora. Después del reconocimiento legal, las autoridades judiciales autorizaron que el brazo fuera sepultado en el cementerio de Colón. Ante las pruebas aportadas por Aurora, el juez dictaminó que la mano y antebrazo pertenecían a Claudio y esto permitió que su hija recién nacida, pudiese ser reconocida con ambos apellidos. El mismo 5 de marzo, día que apareció el brazo de Claudio en el interior del tiburón, Machado reunió a la espuria Asamblea Constituyente, la cual ordenó la celebración de elecciones para el 1º de noviembre de 1928, de modo que Machado pudiera ser reelecto por seis años más. Fue postulado por los tres partidos del oficialismo y resultó elegido sin oposición. El dictador firmó un decreto que prohibía la reorganización de los partidos. Fue tal el escándalo periodístico por la aparición del brazo de Bouzón dentro del animal, que el dictador prohibió la pesca de tiburones. Machado y su gobierno fueron los responsables directos de numerosos asesinatos de dirigentes del Partido Comunista y del movimiento obrero, entre ellos: Enrique Varona, Alfredo López, Tomás Grant, Claudio Bouzón, Noske Yalob y Julio Antonio Mella. Aurora Lastas La Fuente y su hija Rosa, vivieron unos años más en Cuba.
El 6 de marzo un diario de la colonia española titulaba. “Un español desaparecidos” y como subtitulo decía: ¿Se lo han comido los tiburones? Su esposa reconoce como de el los restos de las ropas halladas en uno de estos escualos”.
A pesar de la desgracia familiar la hija de Claudio y Aurora es bautizada en la iglesia Parroquial del Cerro el día 24 de marzo. Siendo sus padrinos Purita García López y Pedro Serrano. En el acto religiosos ya consta la condición de fallecido de Claudio.
Según cuenta su nieto Manuel Bouzón: Mi abuela era una mujer de armas tomar. Enterada de cómo fue asesinado su marido, intenta atentar contra Machado con una pistola. La acción fue descubierta siendo conducida hasta Fortaleza de La Cabaña. Posteriormente fue expulsada del país. El 20 de junio de 1928 el Consulado español le emite un pasaporte conjunto para Aurora y su hija y a los pocos días regresa en barco, instalándose en la ciudad de Lugo. En Galicia estaba Felipa, la hermana de Claudio, mientras que Alejo, su otro hermano, falleció en 1931, dejando seis hijos pequeños.
Claudio Bouzón el primer mártir comunista de Cuba, escribió una página heroica de la revolución cubana.

Lois Pérez Leira

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