viernes, 10 de octubre de 2014

USA vs. Cuba: tres Carriles para el exterminio




El intento del Águila Imperial para desaparecer nuestra Revolución, por lo menos, asume las variables Militar, Económica e Ideológica
Hace más de cinco años, resalté que el Diferendo cubano-yanqui era/es una expresión de antagonismo entre la Identidad Nacional Cubana y el Sistema Político de los Estados Unidos, excluyendo al pueblo y al empresariado norteamericanos; al tiempo que constituye una contradicción que presuponen defender-enriquecer constantemente las esferas militar, económico-social e ideo-política en la Mayor de las Antillas, frente a las múltiples y variadas agresiones procedentes del “Norte revuelto y brutal”.
En cuanto al ámbito militar, en aquella oportunidad no solo aludí al Plan Bush Jr. contra la Revolución Cubana que encerraba un paquete de medidas secretas por “razones de seguridad nacional” y para garantizar su “efectiva realización”, sino que también signifiqué que uno de los personeros de la Administración de ese señor manifestó que “por ahora no” habían pensado repetir el episodio iraquí o sea, invadir a nuestra Patria —entre otros aspectos vinculados al mencionado Diferendo.
Por estos días, ha sido develado por The New York Times más datos en cuanto a ese ámbito: me refiero a planes de agresión de Estados Unidos de América a la República de Cuba en 1976 que incluían ataques aéreos, minados de puertos y envío de tropas. Sí. Resultó que el entonces secretario de Estado, Henry A. Kissinger, trazó esos planes, según documentos desclasificados de la Biblioteca Presidencial Gerald R. Ford, a petición de un grupo de investigadores estadounidenses del Archivo Nacional de Seguridad.
Puntualmente, Kissinger expuso en aquella ocasión: “Si [los cubanos] entran en Namibia o Rodesia, yo apoyaría aplastarlos”. “Si decidimos utilizar el poder militar, debe tener éxito”. “No debe haber medidas a medias. Si nos decidimos por un bloqueo, debe ser implacable, rápido y eficiente”. “Creo que tendremos que golpear a Castro” —idea asumida por el presidente Ford, quien dijo: “Estoy de acuerdo”.
Así, ¿alguien se atreve a dudar que se trató de aupar un ataque castrense vs. infantes, adolescentes, jóvenes, adultos/as y personas de la tercera edad en la Mayor de las Antillas, una cuestión que avaló/a el porqué de nuestra sabia concepción de la Guerra de Todo el Pueblo (prepararnos militarmente para evitar la contienda bélica —modo de disuadir/ganarla al evitarla) y el tino de ni por equívoco entretenernos en pensar que una agresión de ese tipo estaría descartada de la mentalidad imperialista?
Las ideas antes anotadas de modo sucinto, se inscriben en lo que podemos llamar Carril III (una variante del empeño de Washington en hacer lo indecible por desaparecer La Habana) sazonada con las acciones de la terrorista-mafia-gusano-yanqui con base en la Florida, la misma que tuvo que ser penetrada por Los Cinco para salvaguardar vidas cubanas, norteamericanas y de otros países. Siempre debemos recordar que entre las acciones previstas por esa delincuencia política estuvo/¿dejó de estar? licencia de tres días para matar a quienes hemos apoyado al Socialismo en la Isla.
Entretanto, Cuba ha tenido que actuar entre los Carriles I y II que datan de más de medio siglo atrás y que ha sido continuado/acrecentado en el mandato de Barack Obama. Acerca del Carril I, invito a mis lectores/ras a meditar a propósito de Cuba: ¿es un cuento el Bloqueo USA?, Cuba: Odio Made in USA, para nunca acabar y el Informe entregado a la ONU Sobre la resolución 68/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”/ Julio de 2014.
Sobre este último particular, apenas comparto un párrafo del referido Informe:
“El complejo y ramificado conjunto de leyes y normas políticas y administrativas que codifican al bloqueo no se deroga. Muy por el contrario, se refuerza y reafirma su vigencia. La prórroga anual de la Ley de Comercio con el Enemigo, promulgada como medida de guerra en 1917 para restringir el comercio con naciones consideradas hostiles, es muestra elocuente de ello. El 12 de septiembre de 2013, el presidente Obama en memorando dirigido a los secretarios de Estado y del Tesoro de los Estados Unidos, difundido por la Casa Blanca, mostraba una vez más su determinación de mantener intacta su política de agresión y hostilidad contra Cuba.”
En este orden de pensamiento, debo decir que somos acusados de “inventar” los muy perjudiciales efectos de la Guerra Económica contra la Revolución Cubana; pero al mismo tiempo, debo colocar una simple pregunta: ¿Por qué el Gobierno y Legislativo de Estados Unidos no acaban de quitarle a nuestras autoridades políticas el pretexto del “Embargo” —léase, Bloqueo, reflejo del Carril I— para así poder percibir dónde está la causa principal de las desgracias del pueblo cubano?
En paralelo, acerca del Carril II resalto ideas contenidas en Cuba: asecha más subversión ideológica donde consta la apuesta de la Casa Blanca al desmontaje de nuestra Revolución según un informe de la NED, videojuegos a favor de Washington y la renovación de las licencias “Si es para salsa y mojitos, no”, una manifestación que tiende cada vez más a privilegiar la opción validada en la extinta Unión Soviética.
Asimismo, he de significar la persistencia de los ataques Made in USA en el campo espiritual. Como hice justo un mes atrás, traigo ahora a colación el despacho de AP desde la capital del norteño vecino que confirma que la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) “envió a Cuba jóvenes extranjeros para provocar cambios políticos” apoyado en un proyecto de la administración Obama que contemplaba “el uso de la cobertura de programas de salud y cívicos”.
Añado que el portavoz de la delincuencia política anticubana con asiento en Miami reflejó la posición de los jóvenes en cuestión —en maniobra por opacar una realidad confirmada: “Nuestro único propósito era ubicar jóvenes que tuviesen capacidad de hacer cambios pero que no tuviesen las herramientas. Nada de politica” [sic]. “En ninguno de los países donde se han desarrollado proyectos, se ha buscado generar ningún tipo de desestabilización política”. “Sugerir que estos actos son desestabilizadores no es mas [sic] que una interpretación subjetiva de AP y no está respaldada por los hechos o los documentos”.
Y acredito que es difícil predecir hasta cuándo durará tanta ignominia del Águila Imperial contra el Caimán Verde. Por tanto, me alejo del subjetivismo al alertar y volver a alertar a la opinión pública de que la administración USA no vislumbra renunciar a sus tres Carriles para el intento de exterminio de la Revolución en Cuba (las variables Militar, Económica e Ideológica), actitud que exige cada día más perfeccionar en todos los sentidos la obra que edificamos la mayoría de cubanas y cubanos en el patio e, incluso, muchos/as allende el Mar.

Noel Manzanares Blanco

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