jueves, 9 de octubre de 2014

Cuba desconocía las intenciones de Kissinger de invadir la Isla en 1976




El Presidente Gerald R. Ford (a la derecha) y su Secretario de Estado, Henry Kissinger, en la Casa Blanca.

Cuba jamás supo, hasta ahora, de la propuesta del ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger de “machacar” a la Isla en 1976. Néstor García Iturbe, quien representó al gobierno de La Habana en las primeras negociaciones secretas entre ambos países desde el triunfo de la Revolución, asegura que en la última reunión sostenida el 7 de febrero de ese año el ambiente fue distendido y solo se trató el tema de la visita de ciudadanos residentes en Estados Unidos a sus familiares en Cuba.
“No teníamos idea de que Kissinger estaba proponiéndole en ese momento al Presidente (Gerard) Ford que arrasara con la Isla. Aquel último encuentro en el aeropuerto nacional de Washington transcurrió con normalidad, aunque sí suponíamos que no todo estaba normal”, asegura García Iturbe, hoy profesor titular del Instituto Internacional de Relaciones Internacionales, de La Habana.
Sus declaraciones se producen a propósito de los documentos desclasificados la semana pasada, contenidos en el libro Back Channel to Cuba (El canal oculto hacia Cuba), de los investigadores William M. Leogrande y Peter Kornbluh, que narra las negociaciones y contactos secretos entre Washington y La Habana desde 1959.
El libro revela un memorando del encuentro sostenido entre el Presidente Ford y su Secretario de Estado: “Creo que vamos a tener que machacar a Castro”, dijo Kissinger en una reunión en la Casa Blanca el 25 de febrero de 1976. “Pero no podemos hacerlo antes de las elecciones (presidenciales )”, añadió. “Estoy de acuerdo”, respondió Ford.
Otro documento reseña la reunión con Ford el 15 de marzo de 1976, donde Kissinger comentó que el propósito del bombardeo a Cuba era “humillar” a los cubanos. Planeó, además, minar y bombardear los puertos de la isla y sus instalaciones militares en respuesta a la decisión del gobierno cubano de enviar tropas a Angola. El plan contemplaba una respuesta militar soviética, lo que habría desembocado en una “guerra general”. El ataque, pensado para después de las elecciones, no se produjo, porque fue un demócrata, Jimmy Carter, quien finalmente se alzó en las urnas.
“Sabíamos que no estaban felices con nuestra presencia en África, y lo habían dicho por escrito. Pero ellos estaban financiando en ese momento las fuerzas sudafricanas que invadían a Angola. Nosotros podíamos estar tan molestos como ellos, y no interrumpimos las conversaciones ni planificamos bombardeos”, añade García Iturbe.
Aplazado hasta después de noviembre el bombardeo que pedía Kissinger, Washington optó por utilizar a terroristas subcontratados por la CIA para tratar de “humillar” a la isla. El año 1976 fue uno de los más sangrientos en la historia de las operaciones terroristas organizadas desde Estados Unidos contra la nación caribeña, recuerda García Iturbe.
En los últimos seis meses de 1976, terroristas entrenados por Estados Unidos detonaron más de 50 bombas contra instalaciones cubanas en el exterior, incluyendo las dos que causaron la voladura de una aeronave civil de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo, hace hoy 38 años. Uno de los autores intelectuales de ese atentado en el que murieron todos los pasajeros, Luis Posada Carriles, vive en Miami, protegido por las autoridades estadounidenses.

Rosa Miriam Elizalde

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