miércoles, 11 de diciembre de 2024

Un año de confiscación social excepcional en Argentina


El patrimonio del capital se valorizó en un 200 por ciento. 

 Un grupo privado de agentes bursátiles (“Invertir en Bolsa”, IEB) acaba de calcular cómo crecieron, contabilizados en dólares, los activos de las corporaciones capitalistas y los acreedores de deuda bajo el gobierno de Milei. 
 Según IEB, la valorización de las acciones y los títulos públicos en 2024 sumó a sus tenedores la friolera de 236.000 millones de dólares, una cifra equivalente al 43% del producto bruto interno de la Argentina. La “capitalización bursátil de las compañías argentinas” se acrecentó en unos 82.000 millones, unas 2,7 veces en ese período. El informe destaca entre los ganadores a los bancos, petroleras y empresas de servicios, éstas últimas beneficiadas por los tarifazos. En el caso de las compañías industriales, el panel bursátil registra la suba de sus beneficios en dólares luego de la liberación de los precios al consumidor. Luego, asigna a los acreedores de bonos soberanos en dólares una riqueza adicional de 44.000 millones de dólares, un aumento del 200%, como resultado de un aumento en su cotización de 25 a 75 centavos el dólar. En el caso de la deuda en pesos, el informe estima que su valor creció en casi 100.000 millones de dólares. En este caso, el grupo IEB hace referencia al “traspaso de pasivos remunerados (del BCRA) a títulos emitidos por el Tesoro”. Las LECAPs rinden intereses superiores a los plazos fijos y a los de las “viejas” Letras de Liquidez, o Leliq. Los contribuyentes pasaron, al correr de una pluma, a la condición de deudores de los bancos. La garantía de esta hipoteca es, aunque solo en parte, el superávit fiscal, como lo prueba el hecho de que se renueva a un promedio de cuatro meses. El otro guardián de esta deuda es el ‘cepo’, a través del cual el Estado antiestatista aplica las clavijas para que no se derrumbe con una corrida al dólar. 
 En un año de ‘gestión’, el gobierno de la ‘anticasta’ se convirtió en el mayor elenco de delincuentes de guante blanco de la historia. El capital financiero lo ovaciona, mientras tiene las valijas preparadas para una fuga apenas advierta el colapso de esta billetera digital. En inversiones nadie puso todavía un dólar: las grandes empresas se endeudan para pagar o refinanciar las deudas vigentes. A este otro fraude financiero, los Caputos lo llaman “desinflación”. Puesto de otra manera, una economía que cae en picada se ha revalorizado de 420 mil a 630 mil millones de dólares –el PBI Milei. Pero la participación de los ingresos del trabajo se han deteriorado, relativa y absolutamente.

  “Efecto riqueza” vs. pobreza masiva.

El informe de IEB atribuye a la ‘gestión’ de Milei la “creación de riqueza”, como si el capital pudiera valorizarse a sí mismo sin necesidad de la explotación del trabajo social. No hay en esto ninguna ‘creación’ sino, en primer lugar, una destrucción del valor de la fuerza de trabajo, o sea su poder adquisitivo y su vigor físico e intelectual. En este mismo período, la caída de los salarios reales le restó al mundo del trabajo unos 70.000 millones de dólares, y otros 10.000 millones le fueron despojados a las jubilaciones. Los apologistas del gobierno afirman que la revalorización cambiaria alcanzó también a los salarios formales, pero lo obreros no pueden usar sus ingresos para valorizarlos mediante la compra de títulos del Tesoro, porque ni siquiera les alcanza para el consumo familiar; sí ha hecho esto una fracción de la pequeña burguesía (y los propietarios de viviendas para alquiler), que luego votan por la “imagen” de Milei en los sondeos de opinión. La propaganda oficial intenta calar en la clase media acomodada y los trabajadores de mayor salario o alguna capacidad de ahorro, como lo había hecho Menem. Pero la crisis argentina de 2001 y la crisis mundial de 2008 despojaron a esta pequeña burguesía de esos precarios privilegios. 
 Otra parte de la ‘revalorización’ es ficticia. La acaparan los tenedores de activos financieros –acciones y títulos de deuda, pública y privada. Este sector se apropia de una tajada mayor de la tasa de la plusvalia o mayor valor que crea el trabajo productivo. Es así como Mercado Libre o los fondos financieros desplazan del ranking capitalista a los dueños de Tenaris o de General Motors. Por eso se queja la Unión Industrial, a la que Milei califica de “banda de delincuentes”. El languidecimiento de la industria y el florecimiento de la acumulación financiera es el preámbulo de las grandes crisis. El desarrollo del capital ficticio es considerado responsable del crecimiento voraz de la desigualdad social, incubadora de crisis revolucionarias. La “creación de riqueza” (ficticia) que se celebra es solamente una promesa incierta -nos referimos a la expectativa de resarcimiento en tiempo de la deuda pública en dólares y en pesos. El capital ficticio se sustenta en un dividendo a cobrar sobre la base de ajustes cada vez más agudos contra los salarios, el régimen previsional, el sistema público de salud o la educación estatal. 
 En cuanto a la “solidez” presente de esta “creación de riqueza”, el “mercado” festeja la valorización de la deuda en dólares de un país con reservas internacionales negativas, y un “superávit fiscal” mentiroso, porque los gastos del Estado se pagan con deuda. 
 La “cuenta” de los especuladores bursátiles nos deja una conclusión irrefutable: allí donde se nos dice que “no hay plata”, ocurre precisamente lo contrario: la plata es creada todos los días, todo el tiempo, por medio del endeudamiento del Estado y de empresas y bancos, que se trafica en los mercados financieros. Ahora mismo, el Banco Central está reduciendo la tasa de interés para dar salida, mediante deuda privada o deuda pública, a los depósitos acumulados en los bancos como consecuencia del blanqueo, que se revierten de dólares a pesos, y de la emisión monetaria con la que se compran los dólares del saldo comercial exterior. Incluso se favorece el turismo al exterior para darle salida a los pesos que cobran un interés, acumulados en los bancos. 
 Para cambiar la dirección de este movimiento capitalista, y para poner fin a la destrucción del valor de la fuerza de trabajo por parte del capital, es necesaria una acción independiente de las masas trabajadoras. No hay una lógica natural en la acción capitalista –hay un interés de parte de una clase que monopoliza los medios de producción y de cambio. Pero lo último que desea la burocracia sindical es torcer o quebrar esa falsa lógica. La burocracia se sienta a la mesa del régimen patronal para recoger jugosas migajas, que reinvierte enseguida con ese mismo capital, con el propósito de acrecentarlas. El capital se aviene a este canje, en pago a la función histórica de la burocracia, que es la de desnaturalizar los sindicatos, expropiándolos a los trabajadores. Un congreso de delegados de trabajadores organizados y desorganizados servirá para que las masas explotadas desencadenen una acción histórica contra la miseria que les inflige el capital. 

Marcelo Ramal
 10/12/2024

martes, 10 de diciembre de 2024

Un año de luchas contra Milei


La clase obrera y los explotados no se doblegan ante el ajuste. 

 Se cumple un año de gobierno de Javier Milei, quien planteó una fuerte ofensiva contra los trabajadores y los explotados, y que encontró rápidamente una respuesta contra el ajuste y los planes de destruir conquistas obreras, democráticas y populares arrancadas por la lucha obrera, de la juventud estudiantil, mujeres y jubilados. 
 El mandato del actual presidente comenzó con una provocación y ataque contra las libertades democráticas, con la implementación del Protocolo Antipiquetes ilegal de Patricia Bullrich, con la intención de liberar las calles y allanar el camino para hacer pasar de una un paquete de medidas antiobreras contra la población. 
 Los primeros en desafiar esta medida antiobrera y represiva fueron los trabajadores desocupados y precarizados del movimiento piquetero, convocando un Plenario Piquetero en Parque Lezama para poner en pie una fuerte movilización contra el ajuste el 20 de diciembre, en un nuevo aniversario del Argentinazo. Algo que se concretó y puso en cuestión los alcances de la ofensiva oficial, sorteando la represión policial y llegando a Plaza de Mayo, contra todo pronóstico y un operativo intimidatorio nacional contra los trabajadores. 
 Esta movilización abrió el juego a la intervención popular con los cacerolazos, que se expresaron en repudio al protocolo represivo de Bullrich y al mega DNU que sintetizaba la hoja de ruta privatizadora, ajustadora y liquidacionista del gobierno. 
 Esa acción decidida del movimiento piquetero y los sectores combativos le costaría al Polo Obrero –uno de sus principales impulsores- colocarse en el lugar de “enemigo n°1” del gobierno, comenzando una campaña de persecución política, espionaje, mentiras y criminalización de la protesta social que aún persiste. 
 No obstante esto, el Polo Obrero y el movimiento piquetero lucharon durante todo el año contra el desabastecimiento de los comedores populares y la política criminal de la ministra Sandra Pettovello, contra el ajuste y congelamiento de los montos de los programas sociales y las bajas oficiales y contra el crecimiento de la pobreza, el hambre y la desocupación. Lejos de terminarse los cortes, como señala falsamente el gobierno, venimos de una fuerte movilización en CABA en noviembre y de un gran acampe piquetero en La Matanza. 
 Estas luchas también reforzaron la defensa de las libertades democráticas, cuestionadas por la represión oficial y la detención recurrente de manifestantes. Esto cobró relevancia en la movilización contra la Ley Bases, con decenas de detenidos y una fuerte coordinación para obtener la liberación de todos los manifestantes. 
 El gobierno nacional se ensañó en particular contra la cultura y sus trabajadores, con la amenaza de cierre del Incaa y el vaciamiento presupuestario, lo que despertó un movimiento de lucha de artistas y de la cultura, para frenar esta ofensiva, con movilizaciones, campañas y expresiones de diversos sectores de la cultura. 
 En los primeros meses del año, el ajuste en el presupuesto educativo, particularmente el correspondiente a las universidades nacionales, sacudió las casas de estudios de todo el país, dando lugar a una masiva movilización educativa que el 23 de abril le infringió un duro golpe al gobierno nacional, con alrededor de un millón de personas movilizadas en CABA y manifestaciones multitudinarias en las provincias en defensa de la educación pública. 
 La AGD-UBA y la Conadu Histórica, gremios docentes universitarios, alimentaron este proceso, junto con la juventud estudiantil y los trabajadores no docentes, siguiendo la pelea por el presupuesto y las condiciones laborales y salariales, dando lugar a nuevas acciones, clases públicas, ocupaciones de facultades y una nueva movilización masiva. Incluso contra la orientación de la burocracia sindical y las autoridades universitarias. 
 La clase obrera comenzaba a intervenir decididamente contra la política del gobierno nacional, esto a pesar de la complicidad de la burocracia sindical que, tras unas primeras acciones dispersas (movilización a Tribunales en diciembre, paro del 24 de enero, paro del 29 de mayo y marcha de 1° de mayo) se plegó, con su complicidad, al ajuste en marcha, abandonando toda medida contra la reforma laboral, la Ley Bases antiobrera, los despidos y ataques contra los trabajadores, etc.
 La lucha de las mujeres también tuvo sus episodios y movilizaciones, ante un gobierno enemigo declarado de las reivindicaciones de las mujeres, negacionista de la violencia de género y oscurantista, con una fuerte movilización el 8 de Marzo, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Algo que también se reflejó en la lucha de las diversidades contra un gobierno que intenta suprimir el concepto de crímenes de odio y que aborrece a las diversidades.
 El 24 de marzo, con el antecedente inmediato de la lucha por la defensa de las libertades democráticas, se convirtió en otra gran jornada de movilización ante un gobierno amigo de los genocidas, con la vicepresidenta Victoria Villarruel organizando visitas de apoyo a los criminales de Estado. 
 Este gobierno siquiera le dio descanso a las y los jubilados, vapuleados por cada una de las gestiones ajustadoras y vaciadoras de la Anses. Los jubilados salieron a movilizarse contra los haberes de hambre y una nueva reforma de la fórmula de actualización de haberes que los condena a la miseria eterna. Con rondas semanales en Congreso y movilizaciones se enfrentaron a la represión en más de una ocasión, con un punto fuerte ante el veto presidencial a la ley que recomponía parcialmente los haberes.
 En el movimiento obrero la lucha se extendió en diversos conflictos contra los despidos, facilitados por las reformas antiobreras del gobierno (eliminación de indemnizaciones por trabajo no registrado, reforma laboral, represión, etc.). 
 El Sutna (sindicato del neumático) lideró varias peleas contra esta política en las plantas del neumático, con despidos patronales y ataques contra los trabajadores. Además de convocar al conjunto de los trabajadores, direcciones gremiales y sectores combativos a unificarse y levantarse en la lucha contra el gobierno nacional. 
 Otro punto fuerte fue el de las y los trabajadores de la salud, quienes protagonizaron diversos conflictos contra el vaciamiento oficial y el deterioro de la salud pública. Allí se inscribe la lucha contra el cierre del Hospital Bonaparte, contra los despidos y cierre de sectores y especialidades en el Hospital Posadas y la pelea de los trabajadores del Garrahan por salario y condiciones laborales, entre otras. 
 En el sector público también tenemos la lucha de docentes y estatales, con huelgas importantes como la de los docentes de Neuquén y en Misiones, que expresan la resistencia de los trabajadores al ajuste replicado por los gobernadores en las provincias, quienes pactaron con el gobierno el ajuste fiscal y/o son cómplices y colaboradores de la ofensiva nacional. 
 El primer año de gestión de Javier Milei estuvo surcado por la lucha de clases, mostrando que la clase trabajadora y los explotados no se resignan al ajuste en marcha, a pesar de los esfuerzos de la burocracia sindical y la oposición política patronal por facilitar el trabajo sucio del gobierno. 
 Gran parte de los procesos mencionados aún se encuentran abiertos y otros serán los que se sumen para aunar fuerzas y derrotar definitivamente a este gobierno hambreador, antiobrero y antipopular. Este 20 de diciembre volvemos a salir a las calles a redoblar la movilización contra el gobierno y por el Fuera Milei. 

 Marcelo Mache

Derrocamiento de Bashar al Assad: “No la vieron venir”


Los despojos de Siria y la guerra mundial. 

 La República Siria no era un estado unificado al momento en que la milicia islámica Hayat Tahrir al Sham (HTS) y el “Ejército nacional sirio” (ENS) sostenido por Turquía lanzaron la guerra relámpago que acabó con el régimen de Bashar al Assad en sólo diez días. HTS ejercía un control en Idlib, en el noroeste del país, donde tenía sus propias fábricas de armamentos. El ENS había asumido el control de una franja de 15 a 20 kilómetros de la frontera con Turquía, a expensas de las milicias kurdas, el YPG, en territorio sirio del irredento Kurdistán, que ha construido una suerte de estado en esa región. Al sur de Siria, en Deraa, operaban otras milicias, mientras una zona desmilitarizada separaba a Israel, en posesión de los altos del Golán, de Siria. El derrocamiento de al Assad deja expuesta esta división territorial y la intervención extranjera que la sustenta, desde Turquía e Irán, hasta Estados Unidos y Rusia. EEUU tiene un cuerpo militar junto a las milicias del YPG y Rusia una base naval en Tartus y una base aérea. 
 El ejército del estado sirio sucumbió en masa ante el avance de las milicias opositoras –sin pelea-. Ahora los medios informan del estado de decrepitud en que se encontraban las fuerzas armadas de Siria y de los reproches que le dirigían Rusia e Irán a al Assad por la tolerancia con semejante debacle. Desde mucho antes del asalto del ejército sionista contra Gaza, y más tarde contra Líbano, el régimen sirio y su soporte ruso habían contraído un acuerdo, al menos de facto, con Israel, que vedaba cualquier ataque de las fuerzas de la Guardia Revolucionaria de Irán y de Hizbollah, desde Siria, contra el estado sionista y, de otro lado, permitía los ataques de la aviación israelí contra las bases de una y otra. En reconocimiento por esta complicidad de hecho de Rusia y del régimen sirio con el régimen sionista, el gobierno de Netanyahu se negó a condenar la invasión de Ucrania y el gobierno de Bashar al Assad fue reincorporado a la Liga Árabe, a instancias de los emiratos del Golfo. El nexo político-territorial se encontraba destruido antes de la caída de al Assad y lo mismo puede decirse de la proyección naval que pretendía Putin en el Mediterráneo oriental. 
 El derrocamiento del gobierno de Bashar al Assad ha acentuado la disgregación política de Siria. En el sur, las milicias tomaron la provincia de Daraa; las milicias kurdas ocuparon las ciudades de Deir el Zou y Bukamal, sobre la principal ruta que conduce a Bagdad, un contratiempo para el régimen de Erdogan, que sin embargo ha impulsado el avance arrollador de HTS y el ENS hacia Damasco, la capital de Siria. De acuerdo a los principales diarios internacionales, Erdogan había intentado conseguir una renuncia pacífica de al Assad, para bloquear este desenlace, sin el menor resultado. La ocupación, por parte de cuatro a cinco milicias diversas, del terreno dejado por las fuerzas armadas oficiales, se ha mostrado como un obstáculo para formar un nuevo gobierno nacional. Al Jolani, el jefe HTS, la mayor y más pujante milicia, ha convocado a la “unidad de Siria”, y tomado la inusitada decisión de reclamar la continuidad del primer ministro del gobierno derrocado, para defender “las instituciones”. En medio de una conmoción política que ha sacudido a gran parte del mundo, el planteo suena a una mascarada de Macrón ante la TV de Francia. Es el mismo que la prensa atribuye a las conclusiones de una reunión entre los ministros de exteriores de Rusia, Irán y Turquía, para evitar un incendio de toda la pradera. Netanyahu, por su lado, ha tomado el control militar de la tierra de nadie entre Siria y Turquía, sin importarle otra violación más de los acuerdos internacionales. Donald Trump y su vice, JD Vance, se apresuraron en tuitear mensajes de apaciguamiento: el primero llama a que el gobierno de Estados Unidos no intervenga; el segundo, alertando contra una reaparición del Estado Islámico. 
 Aunque la alianza de Erdogan con HTS y el ENS le otorgan las cartas más fuertes en una negociación de poder, el desenlace de la guerra ha reforzado considerablemente la autonomía de esas milicias, que han tomado el control del arsenal militar de al Assad con la deserción masiva del ejército de Siria. Por otro lado, el YPG, la milicia kurda, ha tomado la importante ciudad de Majlib, sobre el río Éufrates. Putin, Khameini y Erdogan ya no contarían con actores subordinados en el territorio sirio; el mismo Netanyahu habría expresado reservas o temores por esta situación. Se ha desatado una crisis de poder en Siria. Ninguna de las fuerzas autóctonas en presencia se han pronunciado ante la anexión de Gaza y eventualmente Cisjordania por parte del estado y los colonos sionistas. Pero no se puede gobernar Siria sin esta clarificación, mientras que lo contrario –definir una política– desataría tempranamente una guerra civil e internacional. 
 Cuando todavía no se ha reunido la mesa de negociaciones sobre Ucrania que propondría Donald Trump, y el sionismo violenta el cese el fuego en Líbano y prosigue con la masacre en Gaza (recibiendo una condena más de genocidio, por parte de Amnistía Internacional), la cuestión siria se ha convertido en incandescente. En el Medio Oriente y en el mundo musulmán, el nacionalismo laico ha desaparecido por completo como consecuencia de su propia impotencia e incapacidad. La dirección política ha pasado a las diversas corrientes del integrismo islámico, que la mayor parte de las veces se convierten en tributarias de los diversos poderes imperialistas. Después del derrumbe gigantesco de los partidos comunistas de masas de la región, la cuestión de la dirección de la clase obrera de la lucha antiimperialista no ha sido resuelta. 
 La mayor parte de los medios atribuye el abandono del régimen sirio, por parte de Putin, a una ‘distracción de fuerzas’ debida a la guerra de Ucrania. Es como decir que la decisión de invadir Ucrania con el propósito de someterla nacionalmente ha fracasado. Pero este revés estratégico repercutirá, a su vez, en las condiciones de esa guerra. Una entrevista muy oportuna del argentino La Nación (7/12) a quien fuera embajador de Israel en Rusia y en Azerbaiyán, no podía ser más esclarecedora, pues este hombre del aparato del sionismo declara abiertamente: “No hay que darle a Putin una victoria sobre Ucrania”, para oponerse a las intenciones que se le adjudican a Trump. Arkadi Mil-Man, el entrevistado, expone la estrategia que informa toda la operación genocida contra el pueblo palestino, que es asumir la guerra imperialista de carácter mundial que ha emprendido la OTAN. Con todas sus acentuadísimas peculiaridades, el derrocamiento militar de una dinastía de medio siglo, que ha recorrido todas las variantes del nacionalismo árabe, desde el reformismo nacional hasta la contrarrevolución, forma parte de una guerra imperialista, cuyo objetivo es, de nuevo, un nuevo reparto del mundo. 

 Jorge Altamira 
 08/12/2024

domingo, 8 de diciembre de 2024

Argentina: Balance de un año de un gobierno incompatible con la vida del pueblo


El Observatorio de la Deuda Social de la UCA acaba de publicar un informe que –teniendo en cuenta los ingresos- revela que en el tercer trimestre de 2024 en relación al de 2023 –después de meses de baja de la inflación- la pobreza aumentó 5 puntos (de 44,7 a 49,7) y la indigencia pasó de 11,9% al 12,9%. “Mientras tanto, la pobreza infantil trepó del 62,9% al 65,5% y la inseguridad alimentaria aumentó del 20,6% el año pasado al 24,3% en este tercer trimestre” (El Cronista, 5/12). La mitad de los jubilados cobra la mínima que, con el bono de $70.000, llega a menos de $320.000, cuando la canasta básica para jubilaciones en septiembre estaba calculada en $912.684 
 Según el Indec el retroceso de los trabajadores en la “torta” cayó del 54,2% del PBI en 2016 al 45% en julio de 2024, solo en el último año fue del 3,9%. Cerca de 250.000 trabajadores registrados perdieron sus empleos, la mayoría en el sector privado, pero también en el Estado en todos los niveles. A esto hay que sumarle la caída del trabajo no registrado, el que vive de changas, el monotributista.
 Avanza la reforma laboral, no solo la aprobada en la Ley Bases sino también la acordada gremio por gremio, fábrica por fábrica entre la burocracia sindical y las patronales, que ha incrementado la explotación y arbitrariedad patronal. 
 En el medio se están vaciando los hospitales, se paralizó la obra pública -¡viviendas!-, se desfinanció la educación, se golpeó a la cultura, etc. Milei salió a golpear a los trabajadores en sus ingresos, en el salario indirecto y en todos los aspectos de su vida cotidiana. 

 Los que sí ganaron… con la nuestra 

Esto contrasta fuertemente con las ganancias fabulosas de las empresas. Veamos algunos casos: mientras las compras minoristas de alimentos en el primer semestre cayó 21,8% la ganancia operativa de Molinos Río de la Plata (Pérez Companc) creció un ¡7.542%! El consumo de leche fue un 13% inferior pero la ganancia neta –operativa más financiera- de Mastellone (La Serenísima) trepó 2.050%. 
 Mediante los tarifazos ganaron las privatizadas: +352% resultado neto Pampa Energía, +727% resultado neto Edenor, +779% resultado neto Central Puerto, así y todo se viene un verano de apagones porque nadie invierte. 
 Los combustibles aumentaron a lo largo del año y cayó el consumo un 9,3% pero las ganancias de PAE (Bulgheroni) crecieron un 421%, las de Tecpetrol (Paolo Rocca) 1.860% y las de CGC (Eurnekián) 3.121%.
 A su vez el gobierno liberó el precio de los medicamentos y recortó la cobertura del Pami, todo eso llevó a una caída del 29,6% de las ventas en farmacias pero Laboratorios Richmond tuvo una ganancia neta de 1.325%. 
 A esto hay que sumarle las ganancias de los bancos (solo el Santander ganó el 727%) y de todos los que apostaron a la bicicleta financiera. El gobierno intervino para mantener bajo el dólar y garantizar el llamado “carry trade” cuya ganancia en dólares de 2024 es la más alta en al menos 32 años, provocando un rendimiento del ¡45%! en dólares. Las acciones en noviembre ganaron 27,9% en dólares y los bonos del Tesoro en pesos dejaron 16,5% en dólares; los Bonares, Globales y Bonceres, algo más de 12%; y las Lecap, 9,8%; y el plazo fijo, 7,7%. (ámbito, 2/2). 
 Mientras los trabajadores padecen, los capitalistas festejan y aplauden. A la par de los negocios ofrecidos por el gobierno, vía el Rigi o la bicicleta financiera, hay un hecho invaluable para la clase capitalista: en un año han obtenido “reivindicaciones” históricas para modificar las relaciones laborales y acabar con una parte de las conquistas obreras.

 No todo lo que brilla es oro 

Junto al festejo aparecen las preocupaciones: cuál es el alcance de la “paz cambiaria”, su perdurabilidad. Y eso no depende ya de las fanfarroneadas del liberfacho. El Central sigue con las reservas en rojo, lo que obliga a renegociar los vencimientos de deuda que abruman en 2025, pero además el emblocamiento con Trump viene “envenenado” porque el nacionalismo que éste pregona exacerba las tendencias a la recesión de la economía mundial, lo cual es mortal para un país dependiente de la colocación de materia prima en el mercado. 
 Además una revalorización del dólar con un aumento de la tasa de interés por parte de la FED puede invertir el flujo de capitales secando a los países emergentes como Argentina. A la par la industria tiene una capacidad ociosa del 40% y el dólar barato y la apertura de las importaciones agravaría más la situación. 
 Pero hay otro hecho que importa y preocupa. El éxito de Milei tampoco está garantizado políticamente, hay una precariedad también en ese aspecto. Una fuerza reducida en el Parlamento, la ausencia de gobernadores propios, un sistema judicial armado por peronistas, radicales y macristas, e incluso sin tropa propia para cubrir el staff de funcionarios no hubiera podido gobernar sin la concurrencia del resto de las fuerzas políticas. La oposición patronal salió en su auxilio habilitando la Ley Bases, dejándole pasar los DNU y los vetos, callando frente a los atropellos represivos, etc. Eso ha llevado a crisis que amenazan la existencia de partidos como el PRO, el más jugado en sostenerlo en el Parlamento, y ya tiene dividido al radicalismo.
 El sostén fundamental vino del peronismo, el cual también está golpeado y dividido. Por eso el papel de la burocracia sindical ha sido clave: habilitó la reforma laboral, tal cual había prometido Barrionuevo –sin la necesidad de una ley específica-; abandonó la calle frente a los vetos o la Ley Bases; firmó acuerdos salariales siguiendo la pauta oficial; permitió la militarización del Aeroparque contra los reclamos por los despidos en Intercargo, y luego los gremios de Aerolíneas Argentinas firmaron la entrega del convenio. A cambio de ello el oficialismo no habilitó el tratamiento del proyecto radical para terminar –formalmente- con el unicato en los sindicatos. 
 Y también lo obligó a una negociación con el kirchnerismo que llamó a no “patalear” frente a los vetos mientras centenas de miles ganaban las calles en defensa de la universidad. Máximo llamó a concentrarse en las elecciones legislativas del año que viene. La expresidenta –que se ufana de ser más trumpista que Milei- “aggiornó” su discurso para plantear la necesidad de la reforma laboral, de una “Estado eficiente”, de garantizar el pago de la deuda usuraria, de limitar a las organizaciones sociales, etc. Así hubo un acuerdo para que no salga la ley de Ficha Limpia que dejaría a Cristina fuera de las próximas elecciones. 
 Milei pone de manifiesto permanentemente sus planteos fascistas, pretende imponer un control ideológico en el Estado, la cultura y la educación, halaga y exacerba a sus seguidores más reaccionarios, todo lo cual debe ser fuertemente combatido; estamos ante un intento de cambio de régimen político, que barra con conquistas, derechos políticos, sindicales, de organización, una agenda reaccionaria. Pero hoy Milei gobierna en el marco del actual régimen político, habilitado por Cristina, la burocracia, los gobernadores, la oposición “dialoguista”, todos ellos actúan con el mandato de la clase capitalista: asegurar la gobernabilidad de Milei para que no peligre su guerra contra los trabajadores. 
 La dependencia de Milei de la oposición pero sobre todo del peronismo revela una precariedad política para afrontar una crisis de envergadura ante la agudización de las contradicciones de la propia política oficial y las exigencias que imponen la subordinación a Trump y Netanyahu.

 Los trabajadores o Milei

 Solo una intervención de los trabajadores puede convertir la precariedad en una derrota del gobierno. Tampoco Milei ha conjurado el peligro de una irrupción popular que se lo lleve puesto, en una situación mucho más precaria por la propia crisis de las fuerzas políticas históricas que él explotó para ganar las elecciones. 
 Milei y Bullrich se han propuesto cumplir con el mandato de vaciar las calles de protestas y quebrar las organizaciones de lucha, para ello hay un hostigamiento a la movilización popular mediante el Protocolo Antipiquetes, un despliegue represivo sin precedentes y la represión directa, con detenidos incluidos. El otro aspecto es la persecución al activismo, el ensañamiento con las organizaciones piqueteras, los comedores populares, incluso apelando a las difamaciones de los medios de comunicación y los jueces de la “democracia”, como la que vive el Polo Obrero.
 Pero los ataques de Milei contra los trabajadores alimentan la lucha de vastos sectores. No bien asumió debió enfrentar movilizaciones como la del 20 de diciembre, cacerolazos, paros impuestos a la burocracia que se había mandado a guardar. Sacudieron muy fuerte las movilizaciones en defensa de la Universidad, primero el 23 de abril con más de un millón en todo el país, lo que constituyó un plebiscito de hecho, y luego las tomas y movilizaciones en noviembre en defensa del salario docente. También las calles fueron ocupados con marchas multitudinarias el 8 de marzo, día de la mujer trabajadora; el 24 de marzo; el 1° de Mayo; las concentraciones contra el ataque a la cultura; contra la ley Bases y los vetos; los paros de maestros, trabajadores de la salud (¡Garrahan!) en todo el país frente a la miseria salarial; la lucha contra los despidos y por salario en gremios industriales –Sutna, por ejemplo-, en Aerolíneas, en Afip; movilizaciones y acampes piqueteros como el de hace unos días en La Matanza; solo una lista somera que muestra las tendencias a la lucha que anidan entre los trabajadores. Todo ello a pesar de la persistente parálisis a que somete a los sindicatos la burocracia, lo cual coloca la tarea de expulsarla de las organizaciones obreras como una necesidad de primer orden.
 El de Milei es un gobierno de los capitalistas cuyas consecuencias tendrán efectos devastadores sobre el presente y el futuro del pueblo argentino. El retroceso que está provocando su política de miseria salarial en la salud y en la educación –sobre todo la universitaria- ya se percibe en la renuncia de destacados profesionales formados que abandonan sus puestos en busca de mejores oportunidades. Lo mismo sucederá en el abandono de la obra pública que terminará en una crisis habitacional sin precedentes, en el hundimiento del sistema de transporte y en la infraestructura de servicios. Todo ello es un acicate para impulsar la irrupción popular en la situación.
 A Milei y su gobierno hay que derrotarlos, es la única salida al calvario que hoy vive el pueblo, hay que enfrentarlo con la lucha independiente de los trabajadores, ganando las calles por las reivindicaciones en la perspectiva de la huelga general; es decir, en abierta oposición al rumbo que pretenden imponer el peronismo y la burocracia de los sindicatos. Con ese objetivo planteamos la necesidad de que el 20 de diciembre haya una gran movilización obrera y popular en todo el país de oposición a Milei, y que ponga en la agenda el programa y las necesidades de los trabajadores. 
 La vida de los argentinos es incompatible con Milei. ¡Fuera Milei! 

 Eduardo Salas

sábado, 7 de diciembre de 2024

“Con la victoria de Trump los banqueros de Wall Street bailan en la calle”


Según J. Dimon del J. P. Morgan. 

 La “desregulación” prometida por Donald Trump producirá amplias facilidades de negocios para una mayor concentración de grandes empresas al facilitar fusiones, desregular reglas de contaminación ambiental y promover negocios para los bancos reduciendo los requisitos de capital cuyo efecto será mayor riesgo e insolvencia financiera. Los cambios anunciados de suba de aranceles sobre las importaciones de los vecinos Canadá y México, y de China, predisponen grandes choques dentro del gobierno por sus consecuencias.

Una de las primeras consecuencias de la victoria de Trump: evadir las condenas judiciales 

La nueva elección de Trump facilitó su impunidad al suspenderse las demandas y condenas con sentencia firme, algo solicitado por el fiscal Jack Smith. Un juez dictaminó que es anticonstitucional la acusación federal a un presidente en ejercicio.
 Antes de la elección, la Corte Suprema, que tiene una mayoría que es afín a Trump, le permitió evadir las condenas con sentencias firmes por varios delitos y el enjuiciamiento por el levantamiento del 6 de enero de 2020 provocado para anular el resultado electoral y la proclamación de Joe Biden como presidente electo. 
 El amplio triunfo electoral, que le permitirá manejar ambas cámaras legislativas, da al futuro gobierno gran poder ejecutivo, legislativo y judicial y un status cercano a la impunidad. 

 La “desregulación” para los bancos que prometió Trump durante la campaña hace que los banqueros estén “bailando en la calle” 

Wall Street está celebrando las promesas de Trump de retirar regulaciones que “obstaculizaron el crédito”. Las políticas del magnate de desregulación para facilitar negocios de Wall Street con menores requisitos de capital y menos controles a las apuestas de alto riesgo, según ha dicho J. Dimon del J. P. Morgan, hacen “bailar en la calle a los banqueros”. 
 El banco estadounidense promedio solía tener 100 dólares en depósitos por cada 100 dólares en préstamos que otorgaba, pero ahora presta solo 65 dólares por cada 100 dólares en depósitos. Dimon dijo que “los aumentos de capital luego de la crisis financiera del 2008 no son necesarios”, negando lo sucedido en marzo de 2023, cuando la desvalorización de sus activos (bonos del Tesoro y propiedades comerciales) crearon la insolvencia y llevaron a la quiebra tres bancos (Silicon Valley Bank, Signature Bank y First National) por falta de capital. 
 La gran cantidad de depositantes que quedaron sin cobertura de seguro de depósitos (que cubren hasta 250 mil dólares) amenazaba con producir una corrida bancaria más amplia. Esto obligó a la Reserva Federal (banco central) a llevar adelante una medida excepcional: extender la devolución de los depósitos a todos los clientes sin colocar límite de monto. 
 Los banqueros impulsan reducir todas las regulaciones para tener “libertad” de negocios, esa libertad que facilitó en Londres una pérdida de 6,2 mil millones de dólares al JPMorgan en 2012 al operar con derivados financieros. Y más aún con los derivados de hipotecas, lo que produjo la gran crisis financiera de 2008. Pérdidas que pagaron todos los trabajadores con el monumental rescate que impidió la propagación de la crisis.

 Scott Bessent, el nuevo secretario del Tesoro, hizo experiencia financiera administrando un “pequeño” fondo buitre 

Scott Bessent ha sido nombrado como el próximo secretario del Tesoro, un millonario administrador de fondos con apuestas de alto riesgo. Una reciente revisión del historial de su fondo Key Square revela las arriesgadas y cambiantes apuestas con derivados financieros. 
 Entre sus méritos se encuentra ser aceptado en el ámbito de las criptomonedas, donde su elección ha sido vista con gran entusiasmo ya que promete desregular las limitaciones para las operaciones con criptoactivos, entre ellos el Bitcoin. Dijo a Fox Business, a mediados de este año: “cripto es libertad, y la criptoeconomía está aquí para quedarse”. 
 El cargo le dará a Bessent una enorme influencia sobre la mayor economía del mundo, y, con ella, sobre los mercados globales, aunque no ha tenido ninguna experiencia en funciones de gobierno en todo su historial. Su fondo Key Square tiene 25 empleados. Y ahora pasará a dirigir el Tesoro de Estados Unidos, que tiene más de 100.000 trabajadores.
 Desde ese puesto deberá cumplir la promesa de Trump de recortar varios impuestos y el año próximo renovar las reducciones impositivas a las ganancias.
 También tendrá que contener las consecuencias económicas de deportar a millones de inmigrantes y al mismo tiempo aumentar los aranceles de importación desde Canadá, México y China, lo que de llevarse adelante tendrá un gran impacto inflacionario en la economía según adelantan varios especialistas.

 Los derivados financieros usados con las deudas hipotecarias en 2008 causaron la mayor crisis financiera desde 1930

 El jefe del J. P. Morgan, que festeja los anuncios de reducción de controles financieros y menores requisitos de capital, tiene una importante experiencia con derivados financieros. Experiencia que adquirió cuándo el banco que dirige perdió, en apuestas con derivados de deuda, 6.200 millones de dólares en 2012, en el episodio conocido como la “Ballena de Londres” (por el tamaño de las apuestas financieras).
 Las apuestas con derivados se realizaron en Londres como consecuencia de las restricciones regulatorias en Estados Unidos, que fueron impuestas luego de la crisis financiera de 2008 debido a que la extensión y profundidad de la crisis se debió al alto apalancamiento de las apuestas con derivados de hipotecas. 
 Cuando los endeudados en hipotecas dejaron de pagar y entraron en mora con los acreedores también dejaron de cobrar los que compraron valores respaldados por las mismas hipotecas. Los bancos usaron las hipotecas para organizar valores que vendieron (MBS Mortgasge Backed Security) a otros bancos para recuperar el dinero a corto plazo. Así se produjo una cadena de quiebras que atrapó a varios bancos europeos, extendiendo la crisis a nivel global. 
 La Reserva Federal organizó un salvataje con reducción de la tasa de interés, préstamos masivos y compra de los valores hipotecarios para rescatar a los bancos. El tamaño del rescate fue de 16 billones de dólares.
 J. Dimon, director ejecutivo de JP Morgan Chase, formó parte del consejo de administración del Banco de la Reserva Federal de Nueva York al mismo tiempo que su banco recibía préstamos de emergencia de la Reserva Federal y era utilizado por esta como banco de compensación para los programas de préstamos de emergencia de la Reserva Federal. De esto da cuenta un informe realizado para el Senado de Estados Unidos. 
 Los banqueros “bailan en la calle” esperando desregulaciones porque, según su experiencia, cuando sus apuestas financieras generan una crisis financiera como en 2008, están tranquilos esperando que el Estado salga al rescate como hizo en esa oportunidad. 
 La diferencia con el 2008 es que la deuda equivale al 100 por ciento de la producción anual, cuando en aquel año era inferior al 70 por ciento. Y las tasas de interés, actualmente, son del doble; las previsiones de los especialistas mencionan que seguirá aumentando. 

 La deuda nacional en el centro de la escena

 Durante el anterior gobierno, Donald Trump impulsó la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017, que entre las varias reducciones que dispuso se encontraba una rebaja del impuesto a las corporaciones del 35 al 21%. 
 Eso elevó el endeudamiento nacional; cuando asumió en 2017 era de 20 billones de dólares, y al finalizar su mandato de 28 billones. 
 Cuando Trump asuma nuevamente el cargo en enero, la deuda nacional será de casi el 100 por ciento del Producto Bruto, mientras que el déficit del presupuesto federal será de aproximadamente el 6,6 por ciento. Mientras tanto, las tasas de interés reales sobre la deuda del Tesoro son de aproximadamente el doble de las que eran al comienzo de su última administración. Los costos netos de los intereses consumen ahora alrededor del 3 por ciento del Producto Bruto y casi el 13 por ciento de todo el gasto federal. Trump ha pedido que se prorroguen los recortes de impuestos de 2017, lo que añadiría más de 5 billones de dólares en 10 años a la deuda nacional de 35,7 billones de dólares de Estados Unidos.
 La desregulación buscada por los banqueros y fondos de inversión generarán mayor inestabilidad financiera; el nivel alcanzado por la deuda incrementa el riesgo de insolvencia bancaria y posibilidades de una crisis de endeudamiento. 
 Wall Street es el centro financiero del capitalismo global y fue origen de la mayor crisis financiera desde 1930, cuando en 2008 llevó a un derrumbe de la bolsa y a la insolvencia de los bancos por la crisis hipotecaria. 
 “La historia no se repite, pero a menudo rima”, escribió Mark Twain. 

 Sergio Rivero

jueves, 5 de diciembre de 2024

Georgia, otro casillero en el tablero de la guerra mundial


La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, embistió este martes contra a la decisión del Tribunal Constitucional, que ha avalado los resultados de elecciones legislativas el 26 de octubre, y afirmó que ella es la "única autoridad legítima" del país.
 En ese contexto, y desde que se anunciaron los resultados electorales, el país fue escenario de numerosas manifestaciones. Este martes por la mañana, las autoridades de Georgia señalaron que al menos 26 personas han resultado heridas tras una nueva noche de protestas contra el Gobierno de Georgia en la capital del país, Tiflis, donde los aparatos represivos volvieron a usar gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a quienes protestaban. Fue así que varios manifestantes lanzaron fuegos artificiales contra la policía, imágenes que se viralizaron a través de las redes sociales. 
 El Ministerio del Interior georgiano informó que hubo 224 manifestantes detenidos por cargos administrativos y tres arrestados por cargos criminales durante las manifestaciones de los últimos días. Al mismo tiempo decenas de miles se congregaron frente a la sede del Parlamento ondeando banderas de la UE y de Georgia. 
 La presidenta Zourabichvili habló después de cuatro noches consecutivas de enfrentamientos entre manifestantes y la policía, luego del anuncio del partido gobernante Sueño Georgiano la semana pasada de que cancelaría las negociaciones para unirse a la Unión Europea. Los críticos interpretaron esto como la afirmación de un giro influenciado por Rusia, dándole la espalda a las políticas prooccidentales y regresando hacia la órbita de Moscú, algo que el partido gobernante niega. El gobierno, que a principios de este año promulgó una ley contra los “agentes extranjeros” y aplicó restricciones a los derechos LGBTQ+, afirma que está actuando para proteger a Georgia contra la interferencia externa.
 Hace tres semanas, la mandataria de Moldavia, Maia Sandu, obtuvo su reelección para un segundo mandato al frente del país y sobre ese resultado, la presidenta de Georgia, Zurabishvili, denunció que en ambos países existe una "injerencia rusa". Esto, aunque lo hace resaltando como un dato positivo que en Moldavia, Sandu ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 55,03 por ciento de los votos, según datos oficiales correspondientes al 98,87 por ciento de los sufragios. Así, logró imponerse al candidato del Partido de los Socialistas (PSRM), Alexandr Stoianoglo, considerado cercano a Rusia, que logró un 44,97 por ciento de apoyo.
 En este mismo período de comicios, en Rumania, ganó la primera vuelta el nacionalista Calin Georgescu, marcando una parábola que acerca a dicho país al escenario que en Europa oriental se enfoca en movimientos "democráticos" a favor de la OTAN y otros "antieuropeos" prorrusos, en el marco de la guerra mundial. 
 En el giro que marca una franca escalada de choques entre las distintas fracciones de la burguesía georgianas e incluso más, del conjunto de Europa oriental, los sucesos de los últimos días que enfrentaron a la presidenta Zourabichvili con el partido gobernante Sueño Georgiano, es un retrato del desarrollo de las contradicciones insalvables que operan al interior del imperialismo. En el enfrentamiento de la guerra mundial, la izquierda, que “no la ve” de esa manera, termina por tomar partido por alguna de las dos facciones capitalistas de la guerra. 
 Frente al desenvolvimiento de esta barbarie del capital, que pretende arrastrar a la humanidad entera con la guerra mundial, es imperiosa la organización de la clase obrera en cada uno de sus países, en alzamiento internacional, para para derrocar a cada uno de sus gobiernos belicosos y explotadores. 

 Sergio Escalas 
 05/12/2024