sábado, 16 de mayo de 2020

¿Intento de invasión o el capítulo nuevo de una saga larga?




La efeméride triste que recuerda la primera invasión de Estados Unidos a República Dominicana, hace justo 104 años, más que una revisión ingenua de la historia regional, puede tener el peso de una lección peligrosa si se vuelve, desconfiadamente, sobre los hilos oscuros que movieron el reciente intento de infiltración armada contra Venezuela.
En mayo de 1916, la aventura militar sobre Dominicana permitiría asegurar el control de la isla para la producción de azúcar. Un año antes habían invadido Haití.
No obstante, sería este apenas un capítulo de una saga larga que tuvo un antes y un después muy similares. Los ejemplos hablan solos.
México fue la primera víctima de la tristemente célebre Doctrina Monroe, en 1846 y 1848.
En 1855, William Walker, filibustero yanqui al servicio de los banqueros Morgan y Garrison, invadió Nicaragua y se proclamó Presidente.
Cuba y Puerto Rico, en 1898; Colombia, en 1903; Panamá, en 1908, 1918 y 1989; Nicaragua, en 1909, 1912 y 1926; México de nuevo, en 1914; Honduras, en 1924; República Dominicana otra vez, en 1930 y 1965; Guatemala, en 1954; Cuba, en 1961; Granada, en 1983, y Haití, en 2003, son algunos de los episodios repetidos contra eso que la potencia del Norte considera su traspatio.
¿El modus operandi?, siempre el mismo: marines, filibusteros, aventureros, mercenarios, apoyados por poderosos medios de guerra, sobre la base de pretextos previamente fabricados y una propaganda apabullante, invaden, ocupan territorios, asesinan, destituyen presidentes, colocan en el poder a títeres «a la orden», mientras impunemente saquean las riquezas del país.
Recientemente, reviviendo los tiempos de Walker, en la madrugada del 3 de mayo, una incursión mercenaria arribó a las costas de Venezuela con el objetivo declarado de «capturar» a los miembros claves del Gobierno Bolivariano, incluido el presidente Nicolás Maduro.
No es posible ser ingenuos. Justo cuando una efeméride triste recuerda el largo historial de aventuras armadas contra países de la región, es fácil ver cómo los mismos aires soplan sobre la nación que se empeña en defender un gran proyecto de pueblo: grupos de mercenarios, narcotraficantes, paracos y traidores, se alistan, apremiados por el dinero yanqui, para invadir Venezuela; pero son otros los tiempos, y en suelo bolivariano solo van encontrando fracasos.

Raúl Antonio Capote | internacionales@granma.cu
16 de mayo de 2020 00:05:51

viernes, 15 de mayo de 2020

El éxito cubano con la covid-19 explicado desde dentro




Cuba es uno de los países del mundo con uno de los sistemas sanitarios más reconocidos, y durante la pandemia de la covid-19 se ha vuelto a demostrar. Las cifras lo avalan: ayer tenía 67 muertos y una proporción de 6 por cada millón de habitantes. Mucho mejor que Portugal (102) y Alemania (81) y ya no hablamos de Suecia (265), los EE. UU. (205) o el Estado español (540 por cada millón). En Cuba 6. La media mundial, 31. Y en España 540. A raíz de su prestigio ya hace años que los cubanos tienen 28.000 médicos en misiones internacionales, y durante la epidemia actual un equipo fue hasta Andorra a colaborar. El Estado español no permitió que una parte llegara al País Valencià y Catalunya, como se había pedido.
Las diferencias ya se ven con los largos y detallados informes médicos publicados por el ministerio cubano. Según el informe de ayer, murió una persona, tienen 2.744 ingresadas en los hospitales y a 6.515 las vigilan desde casa. Estos informes explican, sin dar nombres, caso a caso. Los críticos, los graves y los fallecidos. Todos. Por ejemplo, el fallecido del informe citado se explica así:
«Ha fallecido ciudadano cubano de cincuenta y ocho años, procedente del Centro de Protección Social, del municipio Cotorro. Presentaba antecedentes patológicos personales de alcoholismo, dolencia pulmonar obstructiva crónica. Ingresó porque presentaba diarreas y decaimiento. En el examen físico, se constató marcado deterioro físico y nutricional, presencia de sibilantes en ambos campos pulmonares, estabilidad hemodinámica. Presentó de manera repentina disnea intensa, bradicardia, hipotensión y cianosis. Ha tenido una parada cardiorespiratoria, se han hecho maniobras de reanimación cardiopulmonar que no han estado efectivas. Lamentamos profundamente los hechos y transmitimos a los familiares y amigos nuestras condolencias más sinceras».
Uno por uno, críticos, graves y positivos de covid-19 son explicados en los informes diarios. Inimaginable en nuestra tierra.

«Nosotros somos fuertes en la prevención»

Hace pocos días el ministerio de salud cubano informó de los tres medicamentos que usa en los casos más graves. Son el antirretroviral Kaletra, el Interferon Alfa-2b y la cloroquina. Pero la gran fortaleza del sistema cubano no es la tecnología punta o los recursos. Es la salud pública, la medicina de base y la prevención. Lo explica a VilaWeb la doctora Tania González Vázquez, médica de Atención Primaria en el barrio del Vedado de La Habana y durante veinte años profesora en la Universidad de Ciencias Médicas en la Escuela Latinoamericana. «Nosotros en Cuba somos fuertes en la prevención y con la covid-19 esto nos ha ayudado mucho. Usamos medicamentos monoclonales o incluso homeopatía, unas gotas sublinguales que estimulan el sistema inmunológico y que ya usábamos para el dengue. Hacemos terapia anticipatoria para evitar que los pacientes empeoren, usamos retrovirales, antibióticos y el Interferon Alfa 2B por vía intramuscular. También oseltamivir. Todo esto ayuda a prevenir. Porque parte del éxito es que no esperamos que estén graves. En Cuba no tenemos recursos y con el bloqueo todavía menos. La situación se ha agravado, pero tenemos formación y estamos avezados a trabajar sin recursos. Es la población, por ejemplo, la que ha hecho las mascarillas de tres capas de tela, gruesas. En cambio de guantes a veces vamos escasos».
La doctora González trabaja en la policlínica Corinthia, en La Habana, que cubre a 22.000 personas con 23 consultorios. Ella personalmente atiende 1.033 personas, de las cuales 342 son personas mayores, repartidas en 417 familias: «Hemos dividido las policlínicas en dos zonas: una para enfermos con problemas respiratorios y otra para las otras dolencias. Las dos zonas no se comunican. En la nuestra hemos tenido nueve casos y dos muertos”.

«Quedarme en Cuba ha sido buena idea»

Lena Solà Nogué, nacida en Barcelona, reside en Cuba largas temporadas desde el año 2015 porque trabaja en el estudio del artista plástico Wilfredo Prieto. Hace semanas tuvo que decidir si se quedaba a pasar la pandemia o volvía a Catalunya «Al final decidí de quedarme aquí y creo que ha sido una buena idea», afirma en declaraciones a VilaWeb. «La vivo mucho más relajada que vosotros. Veo que hay un control bastante más afinado aquí y no el descontrol que he visto de los gobiernos europeos. Cuba falla en muchos casos, pero en momentos de crisis o emergencias es un país que da buenos resultados. Lo ves con ciclones o huracanes, con pocos difuntos, y ahora se ha vuelto a ver. Bajo esta apariencia de la ruina, la sanidad funciona. De otro modo, pero funciona. Aquí la gente tiene mucho más conocimiento médico básico que nosotros. La población, en general, está más informada».
Estos son algunos aspectos claves del éxito de la gestión de la covid-19 en la isla.

Confinamiento

«La gente está obligada a estar en casa y si sales por necesidad tienes que ir con mascarilla. Por otra parte hay barrios o edificios aislados. No se puede entrar ni se puede salir y los controla la policía. ¿La gente cumple el confinamiento? Tenemos de todo, porque no se tiene percepción de riesgo. Pasa siempre. Todo el mundo cree que ‘a mí no me tocará'», dice la doctora González. «Encuentro que en Barcelona se hizo muy tarde el confinamiento y aquí realmente con solo cuatro casos ya se empezaron a cerrar cosas», dice Lena Solà. «Pero incluso antes de que lo dijeran las autoridades. Todo el mundo se adelantó. La gente pidió que cerraran las escuelas antes de que lo pidieran las autoridades. Camiones con megáfonos avisan de evitar salidas innecesarias y controlan que todo el mundo lleve mascarilla o vaya en grupo. La mayoría no puede ir a trabajar».

Niños

«Los niños tienen que estar en casa y reciben las clases por televisión. De 8.00 a 9.00 dan clases de un curso, de 9.00 a 10.00 otro y etcétera. Y así pueden seguir las clases. A pesar de que cada vez hay más personas que usan el móvil y que con los datos muy a menudo se accede a internet, es sobre todo la televisión la que funciona. Todo el mundo la sigue. Y los niños, estos días, siguen el curso por la televisión», dice Lena Solà.

Pesquisas

«Vamos a las casas de la gente, porque no todo el mundo tiene móvil o teléfono, y sin entrar los preguntamos si tienen síntomas, malestar, cuántas personas viven, si hay personas mayores o si han estado en contacto con casos confirmados. Casa por casa. Lo hacemos en toda la población. Es mucha gente y para eso se han movilizado estudiantes de enfermería. Pero también la población que ha perdido el trabajo. Yo, por ejemplo, con un trabajador de una empresa de telefónica y un profesor universitario. Los dos me ayudan con las pesquisas. La universidad y la empresa de telefónica les paga el 60% del sueldo, pero trabajan conmigo, no con ellos», dice la doctora.

Centros de aislamiento

«Junto con la atención primaria y los hospitales, existen centros de aislamiento. Algunos son hoteles pequeños o escuelas que se han habilitado. Aquí va gente que no tiene síntomas, pero que sabemos que han estado en contacto con enfermos. O en contacto con personas no infectadas pero que han estado en contacto con casos confirmados. Los aislamos catorce días en celdas de dos personas y les hacemos seguimiento. Si muestran síntomas se van al hospital. Y si no, cuando salen del centro de aislamiento yo les hago seguimiento en su casa», dice la doctora.

Hospitales

«Hemos empezado a usar plasma de pacientes recuperados, se usa con pacientes muy graves y da buenos resultados. Ya lo hacíamos con el ébola» dice la doctora.

Aeropuertos

«A todo el mundo que entraba al país le tomábamos la temperatura y lo ingresábamos catorce días en los centros de aislamiento. Tuviera síntomas o no. Y con vigilancia diaria. Y a los mayores de sesenta años les dábamos estimulador de las células. Cuando les damos el alta a los viajeros les hacemos un seguimiento en su casa», afirma la doctora. «Los cubanos, cuando entran, antes de coger la maleta, tienen que pasar por un control médico, después lo envían a un consultorio. Esto ha pasado siempre, no es de ahora. Cada vez que entraban, antes de recoger las maletas, explicaban donde habían estado», concluye Lena Solà Nogué.

Andreu Barnils

Nobel de la Paz para la Brigada “Henry Reeve”




A lo largo del mundo se reconoce su esfuerzo, solidaridad, entrega y compromiso con la salud de todos los seres humanos, la Brigada “Henry Reeve” de médicos cubanos, actúa en estos momentos en por lo menos 23 países de Europa, África, Asia, América Latina y el Caribe, divulgando los valores esenciales del internacionalismo inculcado por Fidel Castro desde 2005 cuando se fundó, sumándose a la larga historia de apoyo y hermandad realizada por Cuba en el mundo desde los primeros años del triunfo revolucionario.
Hoy, ese internacionalismo da ejemplo y esperanza a millones de seres humanos que enfrentamos la pandemia de COVID-19, sin importar el permanente clima de agresión y hostilidad que Cuba afronta por el Bloqueo Económico impuesto por los Estados Unidos hace ya sesenta años y las embestidas de grupos ultraconservadores ocupados de sus intereses particulares y oscuros sin importarles la gran labor humanitaria que realizan los médicos cubanos, la cual, ha sido tiempo atrás, reconocida no únicamente por los gobiernos de los pueblos auxiliados, sino por organismos internacionales como la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así aconteció en mayo de 2017, al entregársele el premio “Dr. Lee Jong-wook de Salud Pública”, en una ceremonia realizada en Ginebra, en el marco de la 70 Asamblea Mundial de la Salud. En aquella ceremonia se dijo por parte de la OMS que: “La Brigada Henry Reeve ha diseminado un mensaje de esperanza en todo el mundo. Sus 7400 profesionales de la salud voluntarios que la integran, han tratado a más de 3,5 millones de personas en 21 países enfrentando los peores desastres y epidemias de la última década”.
Pero el más importante reconocimiento, el que llena sin duda el corazón de los médicos cubanos en cada rincón del orbe que pisa, es el que le dan los pueblos con su reconocimiento, tal y como hemos visto en estos tiempos de pandemia, con aplausos, frases, mensajes en redes sociales o escritos en diversos medios, muestras de cariño y gratitud, por la luz que transmite la Brigada “Henry Reeve” y que brilla por encima de cualquier injuria inhumana lanzada desde Washington o por algunos de sus fieles servidores, el ejemplo de amor que significa el internacionalismo revolucionario-humanista de Cuba merece todos los reconocimientos posibles.
Es en ese sentido, en el de gratitud y hermandad entre los pueblos sin importar las diferencias de los gobiernos, que El Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos ha convocado a todos y todas en el mundo para que nos sumemos, a la iniciativa de solicitar se nomine a la Brigada Internacional Médica Especializada en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve” de Cuba, para que reciba el Premio Nobel de la Paz, por su alta contribución a la humanidad en el enfrentamiento de la pandemia generada por el coronavirus Covid-19.
Ha este llamado, cientos de voces se han sumado, desde comités de solidaridad, grupos de intelectuales, asociaciones civiles, religiosas, sociales y de salud, residentes en diferentes países, incluso, en el propio seno de los Estados Unidos, como lo ha hecho el capítulo de la Red en Defensa de la Humanidad EEUU o el capítulo del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos del mismo país, junto a ellos, la organización estadounidense Codepink, integrada mayoritariamente por mujeres, ha expresado referente a la importancia de reconocer la labor de la Brigada “Henry Reeve” que: “Tal muestra de solidaridad es especialmente importante de cara al aumento de las sanciones y amenazas de la administración Donald Trump y dados los eventos de la semana pasada, cuando un hombre armado abrió fuego con un rifle de asalto contra la embajada de Cuba en Washington D.C. […] Mientras la administración Trump sataniza el programa médico de Cuba e intensifica su bloqueo contra el país, yendo tan lejos como para confiscar suministros médicos altamente necesitados ante el Covid-19, debemos apoyar a Cuba y llamar la atención en la buena labor de los doctores cubanos alrededor del mundo”.
Las organizaciones impulsoras del reconocimiento a la Brigada Médica “Henry Reeve”, buscan que el apoyo se expanda por el mundo y pueda incluirse la candidatura para el Nobel de la Paz, pues si bien la fecha límite para las nominaciones ya transcurrió, el contexto mundial y la gran labor realizada, ameritan se haga una excepción por la Academia Sueca y se inscriba a los médicos cubanos en ella, esto permitiría dar un ejemplo al mundo, de que por encima de los deseos e intereses de gobiernos y grupos de poder, está y estará siempre, el humanismo y la esperanza practicada por quienes creen en un mundo mejor, en donde la salud y el bienestar social no sea una prebenda política, sino un derecho real y cumplido para todos los seres humanos, ese es el mensaje cubano a través del internacionalismo representado por la Brigada Médica “Henry Reeve”, ese es el deseo de los pueblos que reconocen su esfuerzo humanista. Para tal efecto, se necesita escuchar la voz de todos y todas en favor de la nominación de los médicos cubanos mediante todos los medios posibles.
Sea el Nobel de la Paz para a la Brigada Médica “Henry Reeve” de Cuba.

Cristóbal León Campos

martes, 12 de mayo de 2020

Cubadebate en Mesa Redonda: Marca país




¿Qué significa el símbolo con la palabra Cuba que desde hace semanas exhibe el Dr. Francisco Durán en su bata de médico? ¿Cuánto nos representa? ¿Qué podemos hacer para difundirlo? Sobre la Marca País se habla en la emisión de este martes de Cubadebate en Mesa Redonda con la presencia de los reconocidos diseñadores Gisela Herrero y Pedro García.

lunes, 11 de mayo de 2020

Estados Unidos: ¿frente a una nueva gran depresión?




33,5 millones de nuevos desocupados, desastre sanitario, “huelgas salvajes” en aumento y choques entre gobiernos locales y Trump.

Los datos dados a conocer el viernes 8 confirmaron un nuevo salto del desempleo en Estados Unidos, que pasó de 3,5% en febrero a 14, 7% en abril.
Sí: en dos meses se quedó sin trabajo uno de cada diez estadounidenses económicamente activos. Una verdadera catástrofe social. Se trata de niveles de desocupación que no se veían desde el ’39, cuando el comienzo de la Segunda Guerra Mundial dio fin a la gran depresión que había comenzado con el crack financiero de 1929.
Con los últimos datos, ya son 33,5 millones de trabajadores estadounidenses los que han hecho los trámites para recibir el seguro al desocupado desde marzo. Se trata de un estipendio limitado –que varía por estado, pero no se prolonga más de seis meses y medio-, como el conjunto de la ayuda social que se está brindando para contener el impacto social de esta crisis enorme. El cheque de 1.200 dólares se dio por única vez y está lejísimos de cubrir la caída en los ingresos de millones de familias trabajadoras, en relación de dependencia o cuentapropistas.
El paquete de rescate votado por republicanos y demócratas en el congreso ha servido para canalizar fondos del tesoro al gran capital y ha dado lugar a fuertes choques y denuncias por el reparto. El paquete excluye a empresas medianas, solo brindando asistencia a las que tengan 10 mil empleados o recaudación anual de dos “billones” y medio (Financial Times 28/4). Los préstamos con grandes beneficios incluidos en el paquete han sido asignados a empresas que tienen balances superavitarios, como la cadena de restaurantes Shake Shack y el equipo de básquet de Los Angeles Lakers. El escándalo alrededor de estos casos dio lugar a que devuelvan el préstamo, pero muestra la discrecionalidad y la rapiña empresarial. Ashford Inc., una cadena hotelera propiedad de uno de los principales donantes a la campaña de Trump ha recibido 70 millones de dólares. Boeing recibió miles de millones de crédito en condiciones privilegiadas.
Todo el negocio le dejó a los intermediarios -bancos como JP Morgan Chase, Well Fargo y el Bank of America- comisiones que rondan hasta ahora los 2 mil millones de dólares (The Hill 3/5). Esta inyección de fondos ha generado días de euforia en Wall Street y condiciones para que grandes empresas puedan dedicar estos ingresos a copar agresivamente a empresas rivales. Elizabeth Warren, una demócrata “progre” que apoyó la medida, presentó un proyecto para tratar de frenar fusiones y adquisiciones en esta etapa, como si no fuera una consecuencia previsible del paquete que votaron en el congreso.

Desastre sanitario y sálvese quien pueda

Este reparto promiscuo de los fondos estatales en plena crisis humanitaria (y sin que sirva para contener despido alguno) es una verdadera provocación contra los trabajadores que enfrentan la penuria y la enfermedad como perspectivas inmediatas.
La enorme presión patronal para reabrir la economía, compartida en particular por Trump (desesperado por la perspectiva de una caída electoral arrastrada por una depresión), está actuando en forma caótica sobre el manejo de la pandemia. Ya se acumulan más de 78 mil muertos y un millón de casos, manteniendo claramente a EEUU como el centro internacional de la pandemia (y de la crisis mundial capitalista). El país tiene un tercio de los casos confirmados del mundo, a pesar de que empezó a realizar tests mucho después y en una relación a su población menor que en los otros países desarrollados. Tom Frieden, ex director del Centro para Control de Enfermedades (CDC), cree que para manejar esta pandemia el país debería contar con 300 mil empleados dedicados a rastrear los contactos previos de los contagiados para disponer nuevos aislamientos. Mientras que en el pico de la pandemia 9.000 actuaron en Wuhan, en todo EE.UU. hay 2.200. Tampoco se han dispuesto espacios para aislar a los contagiados y evitar la propagación a familiares y vecinos.
La mecánica de la rapiña capitalista no se ha alterado por la dimensión del desastre. Ha habido despidos de trabajadores de la salud en más de cien hospitales a nivel nacional, mientras decenas de miles han sido suspendidos, increíblemente, cuando más se necesita tener a los servicios de emergencia con el personal completo. Una explicación es que la competencia por los insumos necesarios para la pandemia, como los equipos de protección personal, ha llevado a estos a precios astronómicos, en un efecto de tipo subasta. “Esto ha resultado en gastos extraordinarios en momentos que hemos bajado el volumen de pacientes intencionalmente en más del 50%”, explicaba como causa de las suspensiones de personal el CEO del Hospital Nacogdoches Memorial (Labor Notes 15/4)
En este marco, Trump capitaneó esta semana un evento televisivo llamado “América unida: volviendo a trabajar” moderada por los presentadores de la cadena derechista Fox News.
En el evento no se anunciaron nuevas medidas para proteger del virus, aunque Trump pronosticó que “creo que tendremos una vacuna para fin de año”. Una parte de los estados ya están tomando medidas para liberar actividades económicas, incluso aunque la tendencia sea al alza de casos, como en Colorado, Georgia, Indiana, Iowa, Minnesota, Nebraska, Texas y Wyoming. Ningún estado ha tenido una reducción consistente de casos nuevos de coronavirus por 14 días, que fueron los parámetros oficiales que Trump había emitido en su momento.
Esta realidad golpea particularmente a la población negra de tales estados sureños. Por las condiciones de vivienda, económicas y de explotación laboral, negros y latinos mueren en una proporción mucho mayor a los blancos. En Luisiana, los negros son el 32% de la población y el 70% de las muertes por coronavirus. En Misisipi, las cifras son similares: 37 y 72%.

La “guerra de clases”

Los datos de desocupación y la profunda recesión no son los únicos aspectos que hacen que distintos comentaristas asemejen la situación a la de los años ‘30. El mes pasado, un articulista de la revista The Nation, una exponente del sector centroizquierdista del establishment del Partido Demócrata que ha apoyado a Warren y luego a Biden en las primarias, titulaba su análisis “Ya comenzó la guerra de clases del coronavirus”.
El autor tomaba nota de que el obsceno reparto de fondos entre los capitalistas, la falta de ayuda a los trabajadores, la obligación para muchos de ellos de arriesgar su vida desempeñando sus tareas, junto a los despidos, suspensiones y rebajas salariales, generan una situación explosiva. “El colapso de los sindicatos norteamericanos en las últimas décadas quiere decir que se ha perdido la fuerza estabilizante del movimiento obrero organizado, lo que hace que las huelgas salvajes sean el arma elegida de esta nueva guerra de clases. EE.UU. puede estar comenzando un periodo de combatividad obrera que no se asemeja a nada de lo que ha conocido desde los años 1930 y 40”.
Las acciones obreras del 1º de mayo mostraron este cambio de época. Enfermeras y trabajadores de la salud, uno de los sectores que ha estado a la cabeza de la ola de conflictos, abandonaron sus puestos de trabajo en trece estados. Hubo un paro concertado entre organizaciones de trabajadores de las grandes empresas Amazon, Instacart, Whole Foods, WalMart, Target, y FedEx, exigiendo condiciones de seguridad, licencia paga por enfermedad y bonificaciones por trabajo de riesgo. La acción concitó abandonos de trabajo, piquetes de huelga y llamados a boicot de acompañamiento. Esta acción unificada surge del impulso de los 140 paros “salvajes” que se registraron en marzo y abril según contabilizó el sitio Payday Report. Algunos de estos conflictos han logrado conquistas parciales, como barbijos y guantes para los empleados de Target, kits de seguridad en Instacart, o la interrupción de la producción en la industria automotriz de Detroit y alrededores, que afectó por lo menos a 150 mil trabajadores.
El primero de mayo también dio lugar a diversas acciones virtuales, concentraciones e incluso “cacerolazos”, modelados en las protestas latinoamericanas. La otra importante lucha que pegó un salto ese día son las huelgas de inquilinos. Algunos estiman que 200 mil hogares familiares se han plegado a la decisión de no pago. Los reclamos incluyen la suspensión del cobro de alquileres y del pago de hipoteca y de servicios mientras dure la emergencia, así como una moratoria de desalojos y clausuras. El Consejo Nacional de Hogares Plurifamiliares informó que un 31% de los inquilinos dejó de pagar sus alquileres en abril, cifra que se calcula crecerá en mayo (Socialist Resurgence, 2/5); una encuesta calcula que en la ciudad de Nueva York serían un 44% de los inquilinos los que dejen de pagar. A su turno, ocho millones de familias han dejado de abonar sus hipotecas (un 6,4%), dejando un pasivo sin cobrar de 754 mil millones de dólares.
La enorme crisis capitalista, que antecede a la pandemia, ha sido transformada en una depresión profunda. La polarización política y social del país se está traduciendo en choques de clases profundos, que tienden a tomar una escala mayor y un carácter más combativo. Miles han sacado la conclusión de que el régimen capitalista está profundamente enfermo y debe ser superado. El fiasco de Bernie Sanders, que ha reunido millones de votos hablando de socialismo, pero no ha instalado un movimiento político independiente de los trabajadores en la escena nacional, debe ser superado construyendo una organización política independiente de las masas explotadas, firmemente enraizada en los movimientos de lucha que se desarrollan en el país.

Guillermo Kane

domingo, 10 de mayo de 2020

Medicina en Argentina, medicina en Cuba




Cubainformación TV – Basado en un texto de Alberto Cerda Expósito - El esquiú / La pupila insomne.- En un artículo -que solo leeremos en medios alternativos-, el médico argentino Alberto Cerda salía al paso de la enorme campaña organizada en su país contra la llegada de cooperación sanitaria de Cuba.

sábado, 9 de mayo de 2020

Antonio Guiteras. Cuando la traición acecha




Para el Che, Guiteras representa el más puro luchador antimperialista.

Su muerte en combate privó a la Revolución del 30 de uno de sus grandes líderes

El plan era marchar hacia México. A seguir una vieja idea de Julio Antonio Mella, a quien solo la encerrona de la calle Abraham González, en 1929, le impidió acometerla: la preparación de una expedición al oriente cubano para iniciar allí, mediante la lucha guerrillera, la insurrección popular armada que derrocara el régimen tiránico Batista-Caffery-Mendieta y a la vez, la dominación imperialista en la Isla.
En la patria de Juárez, a Antonio Toni Guiteras, máximo dirigente de la organización insurreccional Joven Cuba, le aguardaban dos barcos y armas, adquiridos gracias a gestiones del entonces presidente del hermano país, Lázaro Cárdenas, aunque todavía se adeudaba parte del dinero de la compra, la que el revolucionario cubano pensaba saldar a su llegada allí. También en aquel mayo el Distrito Federal iba a ser sede de un importante foro antimperialista al cual deseaba asistir.
Tres opciones se le ofrecieron para abandonar la Isla. El capitán de un barco de la naviera Ward Line se comprometió a trasladarlo sin dificultades. Se había equipado una lancha, en Puerto Esperanza, Pinar del Río, para realizar la travesía hasta Yucatán. Por un precio razonable, se le admitía como tripulante en un barco mercante. Pero Guiteras las rechazó, solo saldría de Cuba en compañía de sus colaboradores más perseguidos por los aparatos represivos.
Al final aceptó la propuesta de Carmelo González, un amigo de la infancia que era entonces oficial de la Marina de Guerra y tenía bajo su mando al puesto de El Morrillo, un antiguo fortín de los tiempos de la colonia, ubicado en las márgenes del río Canímar y compuesto por un torreón y una casa aspillerada. Se le escogió como lugar de la partida por tener un atracadero natural y estar alejado de la Carretera Central. Un yate, el Amalia, lo llevaría hasta alta mar donde lo recogería un buque.
Guiteras y sus acompañantes llegaron a El Morrillo al anochecer del 7 de mayo de 1935. Lo que no sabían era que Carmelo le había comunicado los planes del jefe de la Joven Cuba a sus superiores y estos, a su vez, al sargento devenido coronel jefe del Ejército, Fulgencio Batista, quien ordenó la detención de los revolucionarios. Fuerzas del regimiento provincial partieron en la madrugada de Matanzas para cumplir la orden del sargento golpista.
Por otra parte, el yate Amalia se retrasó. Por desperfectos técnicos y eso le dio tiempo a las huestes batistianas para que pudieran cercar el lugar. Al amanecer del 8 de mayo, Guiteras y sus compañeros toparon con el Ejército. Cuentan que Carlos Aponte, un internacionalista venezolano vinculado a la Joven Cuba, le dijo a Toni poco antes de caer en combate: “Compay, antes de rendirse, nos morimos”. Y este le contestó simplemente: “Nos morimos”. Casi inmediatamente después, un disparo impactó en su pecho.
La muerte en combate de Antonio Guiteras privó a la Revolución del 30 de uno de sus grandes líderes, tal vez el único capaz, en el momento de su desaparición física, de dirigir exitosamente una insurrección popular armada contra el régimen Batista-Caffery-Mendieta debido a su pretigio y ascendiente sobre las masas, avalado por una trayectoria que databa desde sus días universitarios, cuando integró el Directorio Estudiantil contra la Prórroga de Poderes con la que Machado quería perpetuarse en el poder.
Opositor tenaz contra la tiranía machadista, la combatió mediante la lucha armada y sufrió persecuciones y cárcel. Cuando se instauró el Gobierno de los Cien Días, el presidente provisional Ramón Grau San Martín lo designó ministro de Gobernación, Guerra y Marina. Al asumir el cargo, declaró: “Seré firme defensor del gobierno hasta tanto no se convierta en lacayo fiel de Washington”. Por primera vez en la República neocolonial, un antimperialista consecuente formaba parte de un gabinete ministerial.
A Toni se debieron las leyes más radicales promulgadas en ese período: Establecimiento de la autonomía universitaria, jornada laboral de 8 horas, legalización de la actividad sindical, ley de accidentes del trabajo, rebaja de las tarifas eléctricas y de gas, denuncia del intervencionismo imperialista en foros internacionales, concesión de 2 000 matrículas gratis, suspensión de pagos al Chase Nacional Bank hasta aclarar ciertos manejos, intervención de la Cuban Electric Company, de propiedad yanqui.
El 15 de enero de 1934, Fulgencio Batista, con el apoyo del embajador de los Estados Unidos, Jefferson Caffery, perpetró un golpe de Estado que instauró un tenebroso régimen encabezado por una triada insólita: un sargento golpista devenido coronel, un diplomático yanqui y Carlos Mendieta, como el presidente títere de los dos anteriores. Guiteras y sus colaboradores fueron los únicos dentro del Gobierno de los Cien Días que se opusieron al cuartelazo. Y cuando le preguntaron qué va a hacer, responde simplemente: “Comenzar de nuevo, ahora mismo”.
A finales de mayo de 1934, fundó la Joven Cuba, cuya razón de ser era la lucha armada contra el régimen tiránico. Pero en el programa de esta organización, publicado íntegramente por el periódico Ahora en su edición del 24 de octubre de 1934, aclaraba que no se trataba únicamente de la sustitución de un Gobierno por otro: “Para que la ordenación orgánica de Cuba en nación alcance estabilidad, precisa que el estado cubano se estructure conforme a los postulados del socialismo”.
En trajines conspirativos andaba cuando un sujeto a quien consideraba un amigo lo vendió por 30 monedas. Durante mucho tiempo, los medios de comunicación, dominados por la oligarquía, trataron de presentarlo como un gánster. Fue la Revolución en el poder y sus principales líderes (Fidel, Raúl, Che), quienes aquilataron su valía y su legado. Y el Guerrillero Heroico le calificaría en una conmemoración de su caída en combate: “Su espíritu era el mismo espíritu mambí… Representa al más puro luchador antimperialista, y al precursor de la nueva etapa, la lucha guerrillera”.

Pedro Antonio García
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Fuentes consultadas: Los libros Guiteras, de José A. Tabares del Real, y Aquella decisión callada, de Newton Briones, las compilaciones Guiteras 100 años, a cargo de Ana Cairo, y Antonio Guiteras, su pensamiento revolucionario, de Olga Cabrera.