jueves, 17 de julio de 2025

Crisis política en Estados Unidos por las tramas de encubrimiento sobre Jeffrey Epstein y su posible asesinato


El memorándum emitido conjuntamente por el Departamento de Justicia -encabezado por la Fiscal General Pam Bondi- y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) acerca del caso Epstein desató un escándalo en las filas del trumpismo. Jeffrey Epstein era un financista acusado por ejercer pedofilia y tráfico sexual durante años en su isla y otras propiedades en Nueva York, Florida, París y las Islas Vírgenes.
 El memorándum publicado el 7 de julio dejó asentado que no hay evidencia de una supuesta 'lista de clientes' de Epstein que implique a figuras de alto perfil y, al mismo tiempo, establece que Epstein se suicidó en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, haciéndolo constar mediante 11 horas de filmación que registran la entrada de su celda en los momentos claves. 
 El hecho de que la Fiscal General declarara que no existe tal lista generó el repudió generalizado de los fascistas que estuvieron años agitando teorías conspirativas y bregando por su publicación. La misma Pam Bondi había declarado hacía poco tiempo que ya la tenía sobre su escritorio, para ahora desmentirse descaradamente. 
 Que este giro cuente con el apoyo del FBI no es algo que calme a las hordas trumpistas, sino que sólo confirma, para sus ojos, un armado conspirativo, más aun con la perseverancia con la que el memorándum se dedica a descartar la hipótesis del asesinato de Epstein.
 Lo que empeoró la crisis es el apoyo público de Trump a Bondi y las declaraciones previas de esta, que acrecentaron la expectativa por una revelación masiva de acusados ricos y famosos de pedofilia. Una de las promesas de campaña electoral del fascista del norte fue la de publicar la lista de clientes si estaba en sus manos.
 A pesar de las numerosas evidencias y acusaciones, Epstein logró evitar ser juzgado y acusado acorde a la gravedad de los hechos durante años.
 Finalmente fue arrestado en julio de 2019 por cargos federales de tráfico sexual. Menos de un mes después, el 10 de agosto de 2019, fue encontrado muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan. El médico forense dictaminó que se había ahorcado. 
 Sin embargo, su muerte despertó la sospecha pública debido a evidencias sobre fallas en la seguridad y el patólogo pagado por la familia del reo declaró que, por la manera en que se quebraron los huesos, era más probable el ahorcamiento por un tercero que un suicidio. Otros especialistas estipularon que los videos -que solo muestran la puerta de su celda- fueron editados. 
 La furia se desató en las bases de MAGA, pero también en la administración presidencial. Trascendió que el subdirector del FBI, Dan Bongino, está considerando renunciar. 
 Hace tan solo un mes Elon Musk había denunciado en un tuit -que luego borró- a Trump de integrar la lista de clientes de Epstein. 
 La gestión Trump hace agua por varios lados.
 A nivel interno su ruptura con Musk es consecuencia de las contradicciones de su propia política económica, como eliminar los subsidios con los que contaba Tesla. Gran parte de la burguesía industrial vio aumentados los costos por las tarifas en los insumos importados y la persecución a los inmigrantes está dejando sin mano de obra al agro. 
 Pero las contradicciones en su retórica conspiranoica también tienen su peso. La base social que le soportó 1.000 denuncias y la violación fragante del estado de derecho no tolera una contradiccion tan evidente de sus propias promesas de campaña. 
 El discurso fascista genera crisis interna. Para Elon Musk significó una caída en sus ventas y el repudio de sus propios clientes a sus autos eléctricos. Recientemente Linda Yaccarino renunció -sin explicitar razones- como CEO de X, en medio de la polémica en torno al chatbot de inteligencia artificial Grok, desarrollado por la empresa de Musk, el cual en las últimas semanas ha sido criticado por publicar en X comentarios antisemitas y antislámicos. 

 Aldana González 
 16/07/2025

miércoles, 16 de julio de 2025

"El tiempo ha demostrado que las vacunas cubanas contra la Covid-19 son de las mejores del mundo"


Trump amenazó bombardear Moscú


La CNN ventiló un audio de 2024 de una reunión privada en donde Trump confiesa que amenazó al líder ruso con bombardear la capital de la Federación Rusa: “Le dije a Putin: ‘Si entras en Ucrania, voy a bombardear Moscú. Te digo que no tengo otra opción’, dijo Trump durante un evento de recaudación de fondos para 2024” (CNN 9/7). Este diálogo, durante su primer mandato, es recogido en un libro que se lanzó este año. Putín inició la “Operación Especial” durante la presidencia de Biden, pero fue Trump quien ordenó a la canciller Angela Merkel a desactivar los gasoductos, de dos mil kilómetros cada uno, que conectaban a Rusia con Alemania. De este manera, Trump, un lobista de las petroleras, impuso los intereses del gas licuado norteamericano a la Unión Europea. 
 La aparición de este audio coincide con las críticas que Trump viene realizando a Putin por el empantanamiento de las negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre Ucrania. “Putin nos tira muchas tonterías, si quieren saber la verdad", dijo Trump a los periodistas, que asistieron a casi dos horas de reunión. "Siempre es muy amable, pero resulta ser insignificante" (NBC 8/7).
 “Trump afirmó más tarde que había transmitido una advertencia similar al presidente de China, Xi Jinping, sobre una posible invasión de Taiwán, diciéndole que Estados Unidos bombardearía Beijing en respuesta.” (idem) 
 A pesar de todos estos entreveros agresivos, los altos diplomáticos de Estados Unidos y Rusia se reunieron el jueves 10 en la capital de Malasia. La comunicación, coinciden los medios, fue bastante cordial, cuando la guerra ha dado un salto por ambas partes. Tras la cortesía de la diplomacia se esconde el puñal. Los gestos y declaraciones disimulan una cuidadosa estrategia de desinformación deliberada (“headfake”). La maniobra de distracción para despistar ya ha sido usada en la guerra contra Irán hace unas pocas semanas, y lo mismo ocurrió con Rusia, cuando las negociaciones de Minsk, para convertir a Ucrania en una república federal, fueron dilatadas para dar tiempo al rearme de Ucrania, luego del golpe de estado de febrero de 2014. “Algo pasará”, se limitó a decir Trump en respuesta a la prensa luego de una reunión de gabinete en la Casa Blanca. La escalada militar desatada por Putin en las últimas semanas es una advertencia a Trump contra cualquier operación de “deception” y un ultimátum para que conceda lo que el Kremlin reclama –la instalación en Ucrania de un régimen político adecuado a un condominio de Ucrania entre Rusia y Estados Unidos-. 

 Camilo Márquez 
 13/07/2025

300.000 nuevos desocupados bajo el gobierno de Milei


Sturzenegger miente cuando afirma que los despedidos del Estado se incorporaron en el sector privado.

 Un informe reciente sobre el mercado de trabajo registra que bajo el gobierno de Milei creció la masa de desocupados en unos 300.000 trabajadores, dando por tierra todo intento del gobierno de hacer bandera de una supuesta reactivación económica y “crecimiento del empleo”.
 El estudio fue elaborado por la Fundación Encuentro y fue opuesto como respuesta a la afirmación del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien defendió que con la eliminación de 50.000 empleo públicos se crearon nuevos puestos de trabajo en el sector privado: un relato que contrasta con la realidad. 
 Según el informe señalado, y sobre la base de las cifras aportadas por el Indec, tenemos actualmente unos 1,1 millones de desempleados: 300.000 más que en diciembre del 2023, cuando asumió Javier Milei. Cabe agregar que la mitad de estos desocupados son jóvenes, dando cuenta que el gobierno es incluso incapaz de incorporar al mercado laboral a la juventud a la que le prometió “libertad” y “prosperidad”. 
 Esta dramática situación es resultado de la política económica recesiva y de ajuste del gobierno, comenzando con los despidos en el Estado y con la reforma laboral antiobrera que ampara el trabajo no registrado y allana y abarata el camino a los despidos.
 Entre los sectores más afectados por la desocupación se destacan la construcción (18,2 %), comercio (15,6 %) y servicio doméstico (14,6 %), poniendo de manifiesto su vulnerabilidad. Tanto la construcción como las trabajadoras de casas particulares cuentan con un régimen laboral específico, que los hace plausibles de una mayor precarización y flexibilidad laboral. Algo que justamente se intenta replicar en Comercio con la incorporación en el convenio del Fondo de Cese Laboral. 
 El empeño del gobierno por reemplazar las indemnizaciones por despido por los fondos de cese tiene su respaldo en un abaratamiento de los despido y en facilidades para que las patronales puedan despedir a su antojo para maximizar ganancias. Algo que está comprobado que no solo no genera empleo sin que destruye el existente. 
 Además, el informe destaca que mientras en un primer momento parte de esta nueva masa de desocupados se volcó hacia oficios y trabajos como cuentapropistas y autónomos, actualmente se trata de un mercado saturado por la sobreabundancia de trabajadores que no logran incorporarse al mercado laboral formal. 
 El gobierno viene atacando el trabajo y los salarios, como parte de su política antiobrera en defensa de las patronales, mientras tiene en cartera profundizar la reforma laboral, llevando los fondos de cese –y con ellos la timba financiera- a todos los convenios, y subordinando las condiciones laborales y derechos a las necesidades patronales, tal como lo intentó hacer con el DNU que prácticamente anulaba el derecho a huelga de los trabajadores. 
 La tesis gubernamental de que una eliminación abrupta de derechos laborales traería aparejada un crecimiento de las contrataciones resulta totalmente desmentida por la realidad: las patronales se valen de estas reformas para despedir personal y aumentar la productividad bajo la amenaza de nuevos ceses laborales, imponiendo condiciones laborales generales a la baja. 
 El gobierno que acusa a las organizaciones piqueteras y sociales y sus dirigentes como los “gerentes de la pobreza” es el principal responsable tanto del crecimiento de los desocupados, como de su precaria situación social, con el cierre de los programas sociales y el vaciamiento de los mismos con el congelamiento de los montos, junto a la quita de los alimentos de los comedores populares. 
 Hay que derrotar la ofensiva antiobrera de Milei y su plan de ajuste, que significa cientos de miles de despidos, crecimiento de la desocupación y penurias sociales y económicas para la población. 

 Marcelo Mache

domingo, 13 de julio de 2025

Burkina Faso también está en las miras del imperialismo


El Sahel es la zona de África que está conformada por Niger, Mali y Burkina Faso. Gobernados por gobiernos militares, desde hace pocos años, los tres países fueron expulsando los resabios de la colonización francesa con una orientación panafricana, bajo la influencia de Rusia y China. 
 El caso más emblemático es el de Burkina Faso. Desde el 30 de septiembre de 2022 gobierna Ibrahim Traoré, luego del golpe de Estado que derrocó al presidente de facto Paul-Henri Sandaogo, quien había derrocado a un gobierno civil ocho meses antes.
 Traoré es uno de los muchos oficiales formados en la lucha contra el yihadismo en el norte del país y ha obtenido una fuerte popularidad -que trasciende fronteras y continentes- levantando las banderas del líder revolucionario burkinés Thomas Sankara, quien fue asesinado por orden de Francia en 1987. En los cuatro años que duró su mandato, Sankara estableció estrechas relaciones con Cuba e impulsó campañas de vacunación masiva y de alfabetización, y sostuvo un programa panafricano y antiimperialista. 
 En la actualidad, en el plano económico se ha dado un crecimiento del PIB del país entre 2022 y 2024, de aproximadamente 18.800 millones de dólares en 2022 a 22.100 millones en 2024. El gobierno de Burkina Faso ha rechazado préstamos del FMI y el Banco Mundial. Le quitó el manejo de los los recursos naturales a Francia, y para la explotación del oro, por ejemplo, creó un sistema mixto - un acuerdo con la empresa rusa Nordgold, que adquirió una participación del 85 % en un proyecto de extracción. El gobierno, que conservó el 15 % de la propiedad, impuso que el oro se refinara en el país. Con esto se espera el aporte de 101 millones de dólares a sus arcas en un período de ocho años. 
 También nacionalizó la tierra, reconoció los derechos consuetudinarios a las tribus locales y distribuyó maquinaria agrícola e insumos para impulsar una reforma agraria, al tiempo que fomentó la obra pública. Con Rusia firmó un acuerdo para construir una central nuclear. 
 Además, redujo los salarios de ministros y parlamentarios un 30 % y aumentó los de los funcionarios públicos un 50 %. 
 En 2023 expulsó a las fuerzas francesas que operaban en el territorio con la excusa de combatir al yihadismo, -y con las cuales, según Traoré, bien por el contrario, colaboraban-. Las fuerzas norteamericanas también se retiraron del territorio. 
 Con Rusia tiene acuerdos económicos y de seguridad. Estuvo invitado por Putin a Moscú en el aniversario del triunfo frente a los nazis, pero Traoré es el único de los tres gobernantes del Sahel que se negó a darle el control del territorio a las fuerzas rusas. Por eso la presencia militar de mercenarios rusos es la menor de la región, lo cual es una demostración de soberanía, aunque al mismo tiempo lo debilita frente a los yihadistas. Para enfrentar este déficit, Traoré creó las milicias de Voluntarios en Defensa de la Patria (VDP).
 Burkina Faso, junto con las juntas militares de Malí y Níger, impulsaron una nueva alianza regional denominada Alianza de Estados del Sahel (AES), la cual tiene alcance en materia económica, política y militar. Esto último cobra importancia por la lucha contra el yihadismo, el cual controla parte del territorio de Burkina Faso cercano a la triple frontera.
 La AES aspira a convertirse en una confederación estatal, con autonomía financiera propia, con una política exterior común y unificar la ciudadanía de sus habitantes. Surge como una alternativa a la organización regional CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental), a la que acusan de servir a intereses imperialistas, rivalizando en la región principalmente con Nigeria y Costa de Marfil. 

 La lucha contra Al Qaeda 

La principal consigna de Traoré es liberar la totalidad del territorio y con esta excusa ha pospuesto las elecciones para 2029, para consagrar la democracia en todo el país al mismo tiempo. Sin embargo, más de 17.000 personas han muerto a causa de la violencia yihadista desde que tomó el poder, más del triple de la cifra de muertos en los últimos tres años de gobierno civil, según un análisis del Centro Africano de Estudios Estratégicos, perteneciente a la Universidad Nacional de Defensa del Pentágono (Geopol21, 19/05).
 Según el Índice de Terrorismo Global (GTI), elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), Burkina Faso es considerado el epicentro del terrorismo mundial (idem), con 1.500 muertos a causa del terrorismo solo en 2024. 
 La principal amenaza a la que se enfrenta la Junta Militar en Burkina Faso es la organización terrorista, de naturaleza yihadista y filial de Al Qaeda, Jama´at Nasr al-Islam Muslimin (conocida por sus siglas como JNMI).
 Donde JNIM controla el territorio realiza proselitismo religioso como base para reclutar nuevos combatientes entre la población muy joven. Está muy infiltrada e identificada de manera indirecta con la etnia fulani. Esta etnia está compuesta por millones de personas que se extienden por el Sahel y África Occidental, carece de estado propio, pero consta de una unidad cultural con un fuerte componente islamista, idioma propio y en gran medida con una forma de vida nómada muy marcada por la ganadería (ídem). 
 Esta asimilación difusa de los fulani con los grupos terroristas ha dado lugar a campañas de represión desproporcionadas del gobierno de Burkina Faso contra la población fulani, a las que acusa de colaboracionistas con los grupos armados, y esto genera un espiral que retroalimenta al JNIM. 
 Pero, sin dudas, la principal fuente de apoyo a los yihadistas es el imperialismo que, como ya demostró en Medio Oriente, está decidido a resolver cada escollo que se le presenta de la mano del fundamentalismo islámico más reaccionario. En Siria y Afganistán el imperialismo los está reconvirtiendo en señores de traje y corbata como agradecimiento por los servicios prestados, aunque continúen con los viejos métodos fascistas en nombre de la Sharia. Este apoyo queda evidente en Burkina Faso en la mejora de la calidad del armamento y en la profesionalización de las tropas de Al Qaeda desde que se enfrentan contra el gobierno de Traoré. Las zonas en que el JNIM no logra asentarse debido al apoyo popular al gobierno y al rechazo que ellos mismos generan, realizan ataques pirañas de asalto y ejecuciones masivas a civiles.
 A mediados de mayo han demostrado esta capacidad de combate, llegando a tomar poblaciones de envergadura local al norte del país como Djibo o Diapara, causando centenares de bajas entre las filas gubernamentales. 
 Traoré ya tuvo varios intentos de golpe de estado, el último en abril, el cual fue rechazado por la fuerza y por una fuerte movilización popular.
 La puesta en escena internacional y la orden la dio -el 3 de abril, durante la Audiencia de las Fuerzas Armadas del Senado-, el general Michael Langley, comandante del AFRICOM, cuando acusó al régimen de Burkina Faso de estar sobornado por China y usar “sus reservas de oro para proteger el régimen de la Junta”, lo cual habilitaba a acciones oficiales de Washington en contra del gobierno burkinés.

 Aldana González 
 10/07/2025

Trump recargado


El régimen trumpista profundiza su guerra contra los inmigrantes y la clase obrera. 

 “Ahora tengo más poder”, afirmó Donald Trump tras la aprobación de la ley fiscal en el Congreso. La ley pasó, pese a no contar con el apoyo de tres senadores y dos representantes republicanos, debiendo resolver un empate en el senado con el voto del vicepresidente J. D. Vance.
 La ley no se limita a cuestiones fiscales, se trata de una “ley ómnibus” en la cual se refuerza la guerra contra los inmigrantes, se atacan los beneficios sociales en salud y alimentación para millones de personas, se aumenta el presupuesto militar y se rebajan los impuestos a los capitalistas y megarricos. En otras palabras, es un paquete de guerra contra los trabajadores, que potencia la militarización y el régimen bonapartista de Trump. 
 La aprobación de la ley no provocó una corrida financiera como la sufrida por la exprimer ministra británica Liz Truss en 2022 –cuando una reducción de impuestos al capital, en el marco de un creciente déficit estatal, provocó su caída-. La apuesta de Trump es que la reducción impositiva favorezca el crecimiento de la burbuja especulativa en Wall Street, atrayendo capitales hacia los Estados Unidos. 

 La motosierra aumenta el déficit y la deuda 

Las amputaciones realizadas por DOGE (departamento de “Eficiencia” creado para Elon Musk) y los masivos recortes en políticas sociales en la ley trumpista, no han producido una caída del déficit fiscal, de hecho, van acompañados por aumentos del gasto militar y en el presupuesto de ICE (inmigración) y de rebajas impositivas para las grandes fortunas. 
 La ley incluye recortes brutales al gasto social, especialmente en salud y alimentación, que según diferentes estimaciones rondan entre 1.2 a 1.6 billones de dólares en 10 años, siendo los aspectos fundamentales:
 Medicaid (seguro de salud): Le quita la cobertura a entre 12 y 17 millones de estadounidenses, ahorrando alrededor de 1 billón de dólares en 10 años. 
 Asistencia Nutricional (SNAP): Recorta los cupones de alimentación a millones de familias, lo cual afectaría alrededor de 2 millones de niños. El ahorro para el gobierno federal sería de 375.000 millones en 10 años. La motosierra aplicada a estos programas sociales (y a los achiques del Estado realizados por DOGE) no alcanza para financiar la rebaja de los impuestos (sobre todo a los más ricos) que llega a unos 4 billones de dólares. El aumento en gasto militar por 350.000 millones de dólares y el incremento presupuestario de ICE en unos 170.000 millones para su guerra contra los migrantes, son otros aspectos fundamentales del paquetazo. Ese gasto en la guerra a los migrantes se aplica en particular para las prisiones para alojar a las personas detenidas (45.000 millones) y la logística de las deportaciones (30.000 millones), así como para continuar con la construcción del muro fronterizo (otros 46.5 millones). La meta establecida es la deportación de al menos un millón de inmigrantes al año.
 El déficit estatal se incrementará en unos 4 billones de dólares, mientras que el techo de endeudamiento sube en 5 billones (un billón más de lo votado inicialmente en la cámara de representantes). Con esto la deuda puede superar los 41 billones, lo que la llevaría hasta un 140 % del PBI. 

 Divergencias en “MAGA”

 La amplia base derechista que llevó al triunfo trumpista ha crujido, pero no se ha quebrado. En el senado, tres republicanos terminaron votando contra la ley fiscal. Algunos porque aumentaba el déficit y el techo de la deuda, otros porque recortaba demasiado los beneficios sociales de salud -por ejemplo, el republicano Thom Tillis, al cual Trump amenazó con impedir su reelección apoyando a un candidato alternativo, lo que llevó al senador a anunciar que no se postularía para un nuevo mandato y a mantener su voto en contra. La presión del presidente se impuso finalmente en ambas cámaras, ratificando el control de Trump sobre el Congreso. 
 Otro opositor a la ley, desde las redes sociales, fue el magnate Elon Musk, que también amenazó a los legisladores con combatirlos en las próximas elecciones, pero en este caso si aprobaban la ley. Musk ha fracasado en su intento de bloquear la ley y ha anunciado que lanzará el “Partido América” en oposición tanto a Demócratas como Republicanos. El CEO de Tesla -que sigue viendo caer sus ventas y sus acciones- ha salido muy golpeado tanto de su participación en el gobierno como de su ruptura con Trump. La presentación de un tercer partido podría quitar votos al trumpismo, por más que no alcance representación en el Congreso, por lo que el planteo ha sido atacado desde otras expresiones del movimiento MAGA, como el ultraderechista Steve Bannon, quien había planteado a Trump la deportación de Musk así como cortar sus contratos con el Estado (por ejemplo, con la NASA). Bannon había tomado cierta distancia frente al bombardeo contra Irán, que también fue cuestionado por otras figuras “MAGA”, como la representante por Georgia Marjorie Taylor Greene o el exconductor de la cadena Fox, Tucker Carlson. 
Bannon ya había proclamado al inicio del actual gobierno que “nuestro movimiento irá hacia donde nos lleve el presidente Trump. Y puedo no estar de acuerdo en [determinadas] políticas. (…) Pero al final del día, si dice que vamos en esta dirección, yo le diré: está bien, no estoy de acuerdo con esto y no creo que sea la dirección correcta, pero estoy totalmente de acuerdo. Sigamos adelante.” (NYT, 31/1). Trump confía en que los demagogos e influencers de su base pueden protestar eventualmente frente a tal o cual medida, pero terminarán disciplinándose en función de la orientación general del gobierno.
 Musk ha vuelto a explotar en las redes el tema de los “archivos de Epstein” (un millonario acusado de tráfico sexual de menores), acusando al gobierno de encubrir a los pedófilos clientes de dicho tráfico. La fiscal general trumpista, Pam Bondi, anunció que no existe una lista de clientes y que está confirmado que Epstein se suicidó en prisión (y no fue asesinado); lo mismo aseguraron el director y subdirector del FBI, Kash Patel y Dan Bongino. Lo que tienen en común Bondi, Patel y Bongino es que durante años agitaron que existía un archivo con los clientes de Epstein y que Biden lo encubría. Ahora son la fiscal y los jefes del FBI los que están sospechados de encubrimiento en la base “MAGA” y, por elevación, el propio Donald Trump (por otra parte, existen muchas fotografías y videos de años atrás donde el actual presidente participaba en fiestas con Epstein). Musk busca explotar a su favor las teorías conspirativas derechistas que habían favorecido el ascenso de Trump. Si bien Trump ha mantenido las riendas tanto de los congresistas como del universo MAGA, las recientes elecciones primarias demócratas en Nueva York mostraron que no pocas personas que votaron por el presidente en noviembre se han volcado a favor del “socialista demócrata” Zohran Mamdani, motivados por su agenda de reformas sociales. Los líderes del establishment demócrata fueron incapaces de impulsar la más mínima movilización contra la ley trumpista, y se limitaron a tediosos torneos oratorios en el congreso. Son incapaces de generar la más mínima fuerza de atracción no solamente sobre la base trumpista sino incluso sobre la parte de la población que ni siquiera vota. Ahora están alarmados por el muy probable triunfo de Mamdani en la principal ciudad de EE.UU., que implicaría un castigo no solamente contra el gobierno federal sino contra la “oposición” demócrata.

 Los jueces dan vía libre 

Trump ha salido fortalecido también en los tribunales, con distintos fallos judiciales a su favor. Un Tribunal de Apelaciones de California dictó sentencia a favor del presidente, declarando que el envío de la Guardia Nacional (sin el aval del gobernador) estaba dentro de sus atribuciones. Trump celebró su victoria, y afirmó que el alcance de este fallo va más allá de California, confirmando que su política de militarización de la guerra contra los migrantes y contra las protestas sociales será profundizada. Trump ha amenazado con enviar a la Guardia Nacional a otros ciudades y estados que obstaculicen sus políticas migratorias. Tanto o más relevante es el fallo de la Corte Suprema que limita la potestad de los jueces federales de bloquear la aplicación de una orden ejecutiva presidencial. El caso que dispara el fallo refiere a la ciudadanía por nacimiento, que Trump pretende eliminar para los hijos de inmigrantes ilegales, algo que viola claramente la constitución. Ante un fallo de un tribunal inferior que había fallado en contra del gobierno y establecido un amparo de alcance nacional para todos los hijos de inmigrantes nacidos en EE.UU., la Corte Suprema decretó que los tribunales sólo pueden bloquear las resoluciones a nivel del Estado o de distrito (dependiendo de las características del tribunal) y no a nivel de todo el país. Esto implicará que en cada Estado o eventualmente en cada distrito podría haber un criterio diferente respecto al derecho a la ciudadanía por nacimiento. La decisión no solamente favorece al gobierno en su pretensión de expulsar millones de inmigrantes, sino que además establece jurisprudencia que puede extenderse a otros temas. El fallo no elimina en términos absolutos la potestad de un tribunal federal para establecer un amparo de alcance nacional, pero lo limita al extremo y lo hace muy difícil de alcanzar para los abogados y organizaciones que impulsen una demanda contra una orden ejecutiva. 

 “Alligator Alcatraz” 

El gobierno ha inaugurado una mega cárcel para inmigrantes detenidos en espera de su deportación, a la que ha llamado “Alligator Alcatraz”, ya que evitaría posibles fugas al estar rodeada de caimanes, cocodrilos y serpientes pitón, en la Florida. La cárcel puede albergar hasta 3.000 presos y será ampliada a 5.000 próximamente. La ley ómnibus fiscal estableció la posibilidad de ampliar en unas 60.000 plazas destinadas a la detención de inmigrantes, muchas de ellas en prisiones privadas de las empresas que lucran con la “seguridad”, como el grupo GEO (al cual están vinculados tanto la fiscal general Pam Bondi como el “zar de la frontera” Tom Homan). Tras la inauguración de la prisión, Trump dejó abierta la posibilidad de utilizarla no solamente contra indocumentados sino también contra inmigrantes legales e incluso ciudadanos estadounidenses: “Muchos de ellos nacieron en nuestro país”, declaró, “Creo que deberíamos sacarlos de aquí también. (…) Así que tal vez ese sea el próximo trabajo” (Washington Post, 30/6). 
 El gobierno ha revocado el estatus de protección a medio millón de haitianos, que se suman a todas las medidas anteriores en el mismo sentido contra inmigrantes provenientes de Haití, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países. Con esta medida se apunta a facilitar la expulsión por “vía rápida” de gran cantidad de inmigrantes que tenían hasta ahora un estatus legal y a los cuales se les cambiaron las reglas de juego de la noche a la mañana.
 La administración Trump también ha demandado a la ciudad de Los Ángeles por las políticas de “santuario” para los inmigrantes, que limitan la cooperación de la policía local con la ICE y su cacería de indocumentados. “Los Ángeles ha tratado de nada menos que prohibir [al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] operar dentro de los límites de la ciudad, directamente en contra de la ley federal de inmigración”, afirma la demanda contra la ciudad, su alcaldesa y su ayuntamiento (WSJ, 30/6). “Trump también ha amenazado con retener la financiación federal a lugares que limiten la cooperación con las autoridades de inmigración”.
 Paralelamente, el gobierno ha ordenado al Departamento de Justicia (DOJ) que inicie investigaciones y demandas por la vía civil para despojar de la ciudadanía a inmigrantes legales no solamente por eventuales fraudes o declaraciones falsas durante el proceso de naturalización, o por haber cometido determinados crímenes, o “Representar un peligro para la seguridad nacional”. La directiva es muy vaga y amplia respecto a quiénes podrían ser perseguidos por el DOJ, según abogados especializados en la cuestión migratoria. Se trata de una amenaza para millones de ciudadanos naturalizados y especialmente cualquiera que haga oposición a Trump, quien ha deslizado amenazas él mismo contra Elon Musk y muchos de sus seguidores han agitado la posibilidad de desnaturalizar y deportar a Zohran Mamdani. 
 Por cierto, Trump ha amenazado con “tomar” la ciudad de Nueva York en caso de un triunfo de Mamdani. “Si un comunista es elegido para gobernar Nueva York, nunca volverá a ser lo mismo. Pero tenemos un poder tremendo en la Casa Blanca para gobernar lugares cuando sea necesario”, declaró durante una reunión del gabinete. 
 Aunque Trump ha manejado la posibilidad de flexibilizar la persecución de los migrantes que trabajan en la agricultura, la hotelería y la industria frigorífica, a partir de pedidos de los empresarios de esos sectores, la realidad es que esta guerra contra los inmigrantes -ya no solamente los indocumentados- permite unificar y galvanizar a su base política, y avanzar en el ataque a las libertades democráticas contra toda oposición.

 Lucha de clases

 La movilización del 14 de Junio (“No Kings”) contra Trump, en la que participaron entre 6 y 11 millones de personas (según las estimaciones) en más de 2.000 ciudades y pueblos, demostró que el curso fascista del régimen trumpista despierta la reacción de las masas. La contrarrevolución derechista genera una radicalización creciente, como se expresó en las revueltas en Los Ángeles y en las acciones en solidaridad en todo el país. La guerra contra la clase obrera y los recortes a las políticas sociales van a agudizar esta polarización social y política. El creciente control de Trump de todos los resortes del poder político y judicial, refuerza la conclusión de que la única salida está en la movilización de masas, las huelgas, los piquetes, la huelga general, sin depositar ninguna expectativa en la “oposición” demócrata sometida a Wall Street.

 Rafael Fernández 
 11/07/2025

jueves, 10 de julio de 2025

Trump lanza un golpe económico contra Brasil, con la mira puesta en un golpe de estado


Milei y Lula frente a un intento de disolver el Mercosur. 

 Donald Trump anunció el miércoles 9 que establecería una sobretasa arancelaria del 50% contra la totalidad de los productos de exportación de Brasil – se encuentren ya tasados, como el acero, el aluminio, el azúcar y el bíoetanol, o no. En el caso de este tarifazo “recíproco” no hizo casi alusión al intercambio comercial con ese país, que registra un pequeño superávit a favor de Estados Unidos dentro de un marco de exportaciones de 40 mil millones de dólares cada uno. 
 Lo bizarro, en apariencia, de todo el asunto, es que Trump ha justificado ese arancelamiento recargado en lo que ha llamado “la persecución judicial” contra Jair Bolsonaro. El expresidente de ultraderecha se encuentra acusado de tentativa de golpe de estado, en enero de 2023, y destrozos de propiedades y patrimonios públicos. Trump denuncia “una caza de brujas” y ha reclamado el indulto al golpista incluso antes de recibir una condena. Las autoridades brasileñas caracterizan la extorsión de Trump como un ataque a las instituciones del Estado, especialmente contra el Tribunal Superior Federal. Dentro de una guerra arancelaria que nunca ha sido solamente comercial, sino que forma parte de una guerra mundial imperialista propiamente dicha, la bravuconada del mandatario norteamericano representa un ostensible salto, o sea a la guerra política. Trump ha cargado sobre sus espaldas la orientación a un golpe de Estado en Brasil, con la expectativa de obtener un éxito mayor que los fracasados golpes que él y su compinche brasileño intentaron, respectivamente. En el juicio a Bolsonaro se encuentran acusados de sedición varios jefes militares brasileños.
 De acuerdo a la prensa brasileña (Folha de Sao Paulo), Bolsonaro estaría preparando su fuga y el asilo político por parte de Trump. El hijo mayor del golpista frustrado, Eduardo Bolsonaro, ha obtenido residencia en Estados Unidos, donde se ha declarado “diputado en el exilio”. El mismo Bolsonaro se habría refugiado en la embajada de Hungría en Brasilia durante 48 horas, luego que la Justicia le retirara el pasaporte. Aunque el Congreso de Brasil ampara políticamente a Bolsonaro, en el marco de una política para consagrar al ultraderechista gobernador de Sao Paulo como próximo presidente de la nación, Trump apunta sus dardos con el Tribunal de Justicia, a quien acusa de atacar la libertad de expresión y acallar las redes sociales, por los límites que le ha impuesto a las noticias falsas y políticamente desestabilizadoras que promueven Elon Musk y la camarilla oficialista MAGA de Donald Trump. Es claro para cualquiera que el candidato a dictador de Estados Unidos (por de pronto ha vulnerado principios constitucionales decisivos como el derecho de nacionalidad) proyecta una suerte de fascismo universal bajo los pliegos de un bonapartismo militarizado internacional.
 El tiro golpista contra el gobierno y el poder judicial brasileño apunta a objetivos más ambiciosos. Donald Trump ha amenazado con la guerra a los BRICS, la coalición que integra Brasil, junto a Rusia, China, India y Sudáfrica, si continúan “socavando” la primacía del dólar, en referencia a los acuerdos comerciales de esos países mediante el uso de monedas locales. Trump mira a Brasilia pero apunta a Pekín y Moscú. Como ocurrió con el simulacro engañoso que utilizó para bombardear a Irán mientras pretendía públicamente lo contrario, el objetivo de Trump son las cabezas de sus rivales económicos y, en última instancia, geopolíticos e imperialistas de cuño propio. En un reciente pre-acuerdo comercial con Vietnam, Trump ha impuesto un desalojo de China del sudeste asiático. Cuando las principales potencias, y en especial el imperialismo norteamericano y la OTAN, dan los pasos necesarios para desarrollar una guerra mundial, es que estamos en una guerra mundial. Los planes para proceder a una “limpieza étnica” en Gaza y en Cisjordania prosiguen sin pausas; en cuanto a Ucrania, la guerra se ha convertido en ilimitada – involucra al territorio ruso y lo mismo ocurrirá con las naciones que bordean el Mar Negro, sin exceptuar a Turquía. 
 Una semana antes de estos improperios imperialistas contra Brasil, Lula y Milei habían convenido en una lista de 150 posiciones arancelarias para negociar con Trump una serie de concesiones recíprocas, en especial, acero, aluminio, etanol, azúcar, carne y otros. El asalto de Trump contra Brasil va dirigido a desintegrar al Mercosur, sin reparar los privilegios que esta asociación ofrece a industrias y agroindustrias de sus países. La declaración de guerra a América Latina que comenzó con la amenaza de ocupar por la fuerza el canal de Panamá, gana un nuevo desarrollo. A esto se añade el régimen de deportaciones arbitrarias por parte de Trump; las amenazas contra México, que so pretexto de la lucha contra los carteles de la droga está dirigido a quebrar el sistema bancario mexicano; o el proyecto de una base militar en Tierra del Fuego.
 Las campañas electorales de medio término, en Argentina, ignoran olímpicamente el alcance de la guerra, salvo cuando se escapa la tortuga, ocasionalmente, y dos legisladoras de condición judía, una por la LLA y la otra por UxP, se acusan, también recíprocamente, de “antisemitismo”, una, y de “genocidio”, la otra, sin que el juez Daniel Rafecas sea convocado o se ofrezca a laudar.
 Las compras de todo tipo de pertrechos militares a Estados Unidos, los protocolos represivos de todo orden, el uso abundante de la Gendarmería contra los trabajadores en lucha y la extensión del espionaje a la ciudadanía, muestran que la tendencia al golpe de estado no es exclusiva de Trump contra Brasil; el ex secretario de Carlos Saúl Menem, Alberto Kohan, acaba de exhortar a una disolución del Congreso, como respuesta a los obstáculos (ficticios) que enfrentan Caputo y Milei en el Senado y Diputados.

 Jorge Altamira
 10/07/2025

miércoles, 9 de julio de 2025

Milei ofrenda las Malvinas y sigue comprando armamento obsoleto según las exigencias de la Otan


La revista británica The Economist reveló negociaciones secretas entre Argentina y el Reino Unido.

 Mientras hambrea al pueblo, Milei sigue rematando el país para congraciarse con las potencias imperialistas, colocando a la Argentina como peón de la Otan en la región. Según la revista británica The Economist, el gobierno está negociando con el Reino Unido “moderar o incluso desactivar” el reclamo sobre las Islas Malvinas y comprarle pertrechos militares. 
 Las tratativas son secretas. Estamos ante un intento del imperialismo por imponer la venta de sus armas –cuando no hay ninguna hipótesis de conflicto militar en la región– y de avanzar en una mayor colonización económica y política de la Argentina. Desde la Guerra de Malvinas, el Reino Unido impuso un embargo a las exportaciones de armamento hacia Argentina, que incluye la prohibición de vender equipos y componentes militares fabricados en suelo británico. Dicho embargo se levantaría si Argentina abandona su reclamo de soberanía sobre las Islas. 
 EE.UU. y el Reino Unido buscan reforzar su injerencia en Argentina y América Latina, en el marco de la crisis capitalista y las disputas con China y Rusia. Son países que, como las demás potencias capitalistas, vienen aumentando sus presupuestos militares –incluso en armamento nuclear– al calor de la escalada en los choques comerciales y bélicos que amenazan con llevar a una nueva conflagración mundial. 
 Milei ha dado sobradas muestras de proimperialismo en el tema Malvinas, al punto de defender la “autodeterminación” de los kelpers ocupantes. Su gobierno permitió al Reino Unido extender su control sobre el Mar Argentino y no dice nada sobre los ejercicios militares que realiza en las Islas. 
 The Economist señaló que el ministro de Defensa, Luis Petri, impulsa la integración de Argentina como “socio global de la Otan” –categoría que ya tienen países como Colombia, Japón y Corea del Sur. Actualmente, Argentina es “aliado extra Otan”, un estatus obtenido durante el gobierno peronista de Menem cuando estableció las “relaciones carnales” con Estados Unidos.
 Ser “socio global” traería consigo un mayor alineamiento con el imperialismo en conflictos bélicos y temas de “seguridad” y “terrorismo”, mayor intromisión de los países miembro en el aparato militar, un reforzamiento de la participación en misiones de la Otan y la inclusión en entrenamientos para operaciones futuras. 
 Milei viene profundizando la subordinación de Argentina a las grandes potencias. Ya sumó al país a iniciativas como la fuerza marítima proimperialista en el Medio Oriente e incrementó la participación en ejercicios militares internacionales –incluso con fuerzas británicas.
 Además, hay negociaciones con EE.UU. para permitir el atraque de sumergibles nucleares en Tierra del Fuego, donde quiere construir una base militar. A esto se suma la intención de comprar submarinos franceses y helicópteros. 
 El gobierno libertario nos alinea con el imperialismo en su intento por ir a una nueva guerra por el reparto del mundo. La tendencia hacia una tercera guerra se ve en los conflictos en Medio Oriente (con los ataques del imperialismo e Israel a Gaza, Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán), en Europa (guerra en Ucrania), en el aumento de las tensiones en el Pacífico (Estados Unidos-China) y en los conflictos armados en África. 
Milei afirmó que Argentina es la 23° potencia militar mundial, dato desmentido, pero que no oculta que aumenta el presupuesto de defensa mientras aplica un brutal ajuste contra los trabajadores: recortes a jubilaciones, salarios, despidos masivos y reducción de fondos para salud y educación. 
 El gobierno adquirió 24 cazas F-16 estadounidenses de segunda mano a Dinamarca, la mayor inversión aérea en décadas, y vehículos blindados Stryker 8x8 (con capacidad para lanzagranadas y ametralladoras). Además, planea comprar fragatas, más blindados, fusiles y aviones de transporte. Todo esto es impulsado por un gobierno que entrega la soberanía nacional en un país sin hipótesis de conflicto armado.
 El elenco gobernante refuerza a las Fuerzas Armadas para aumentar la represión y regimentación de la clase obrera, como parte de su intento por poner en pie un régimen totalitario donde las libertades democráticas queden reducidas a su mínima expresión. 
 Abajo el gobierno represor. Fuera el imperialismo de Argentina y América Latina.

 Nazareno Suozzi

CON FILO | Julio


domingo, 6 de julio de 2025

La diplomacia de la cobardía: «genocidio» no es solo una palabra


Uno de los presidentes latinoamericanos que más he apreciado y defendido ha sido la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. No sólo por sus políticas sociales; me pareció digno de ella cierta postura de reconocimiento de la humanidad de los palestinos, con el valor agregado de ser ella una mujer judía. Entiendo que esto no debería tener ninguna conexión ni debería sorprender a nadie, pero dado que los sionistas han secuestrado al judaísmo hace ya mucho tiempo, no deja de ser un mérito desmarcarse de esa ideología racista, supremacista y psicótica, como lo han hecho otros grandes, como mis amigos Jill Stein, Aviva y Noam Chomsky, por no extenderme en una larga lista de ejemplos de dignidad humana.
 Luego de ponerla como ejemplo ante la vergonzosa política exterior de mi país, Uruguay (cobarde y cómplice como solo se podría entender de un gobierno gorila de la ciudad vecina, Buenos Aires) sobre el mismo tema del genocidio palestino, debo presenciar el rostro del miedo global en una mujer que consideré tan fuerte como las milenarias pirámides de su hermoso país. 
 Veo los ojos húmedos llenos de lágrimas que no son de dignidad sino de temor. Escucho sus titubeos y sus rodeos aferrados a la negación de siquiera decir la palabra genocidio (esa palabra que todos los medios y plataformas censuran para no perder visibilidad o no ser censurados por Dios Algoritmo) ante la respetuosa, razonable y valiente insistencia del periodista mexicano Ernesto Ledesma, sobre por qué el gobierno no usa la palabra “genocidio” para referirse a “el problema de Gaza”. 
 Múltiples veces me han dicho que la palabra genocidio no tiene importancia, que es solo una palabra, que no debería insistir en algo tan superficial, que hay otras palabras para decir lo mismo. Pues, bien, si es tan irrelevante, ¿Por qué no la dicen? ¿Por qué ese miedo que suda en los ojos y en las manos? 
 Por supuesto que las palabras importan. Para la Corte de Pena Internacional y para otros organismos judiciales, las palabras son engranajes cruciales de un sistema de relojería que, si falla uno, el reloj deja de funcionar o da la hora equivocada. Para un político, para un líder nacional, es algo mucho más simple, basado en principios morales. Los principios morales no son complicados. De hecho, son prejuicios fundadores, es decir, algo que no estamos dispuestos a cuestionar y que nos define como humanos morales, como un axioma define un teorema. Por ejemplo, que los seres humanos somos todos iguales o que tenemos el mismo derecho a la vida es un prejuicio fundador de la civilización que surgió con la Ilustración. Irónicamente, esa civilización que los fanáticos racistas y nacionalista y teólogos dicen defender como “Occidente”, ese mito criminal que nunca existió fuera del fanatismo de los cruzados, los inquisidores, los supremacistas blancos y sus herederos, los nazis de ayer y los pseudo libertarios de hoy―por su tradicional carencia creativa, los fascistas siempre secuestran todo lo que puede serles de algún valor, como el trabajo del esclavo; cuando no secuestran de sus enemigos palabras como libertario, se ensañan con otras como socialismo (nacional socialismo) o, lisa y llanamente, libertad, para poder ejercer la censura y la represión a gusto. 
 Las palabras tienen significados, tantos como los silencios. Los silencios de los políticos en el poder sólo significan que quien calla no tiene el poder, sino que vive de él y no quiere perderlo.
 La idea de que es mejor no decir esta o aquella palabra (genocidio) para facilitar la paz y el entendimiento ente las naciones, se choca de narices con la realidad: las peores, las más cobardes y sistemáticas matanzas de este siglo (la de Gaza, la de Palestina) ya llevan, en su peor fase, casi tres años―acompañadas de su correspondes prudencia y silencio. Entonces, ¿para qué mierda ha servido la prudencia y el silencio sino para subrayar la cobardía del poder político ante el Verdadero Poder?
 ¿Es que hasta los líderes más humanos del mundo han perdido el sentido de la decencia? 
 ¿O es que han confundido moderación con complicidad y sobrevivencia con cobardía? 

 Jorge Majfud | 28/06/2025 |

Palabras del Presidente de Cuba en clausura del Décimo Pleno del Comité Central


sábado, 5 de julio de 2025

25 años después, la dignidad de Elián no será televisada


Los jerarcas del Opus Dei denunciados por trata de mujeres para servidumbre


43 víctimas denunciaron a la organización del ala más oscurantista de la Iglesia Católica. 

 La Fiscalía argentina imputó al sacerdote Mariano Fazio, segundo al mando del Opus Dei, por reducción a la servidumbre y trata de personas en una causa que involucra a otros jerarcas. Otra muestra del carácter barbárico de esta institución, que posee vínculos importantes con el mundo político y empresarial en Argentina y otros países. 
 La investigación judicial de los hechos, ocurridos en el Instituto de Capacitación Integral en Estudios Domésticos (Icied), comenzó en 2022 tras las denuncias de 43 víctimas durante el año anterior; la acusación se formalizó en 2024. La causa está a cargo de la Procuraduría contra la Trata de Personas y la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 3. 
 Inicialmente, los acusados fueron jerarcas que dirigieron la delegación argentina del Opus entre 1991 y 2022. Fazio es el principal colaborador de Fernando Ocáriz, prelado (máxima autoridad) de la institución, y el primero en la línea sucesoria. El infierno del Icied, que funcionó entre 1973 y 2017 -fue cerrado por el Ministerio de Educación bonaerense-, ha sido relatado por Claudia, una de las víctimas, en un documento. 
 Las 43 mujeres, pertenecientes a familias trabajadoras-rurales pobres y católicas, fueron reclutadas por el Opus Dei cuando eran menores de edad con la promesa de tener un hogar, ir a la escuela y acceder a un trabajo. Finalmente, trabajaron gratis durante décadas como empleadas domésticas para satisfacer las demandas de los miembros varones del Opus.
 Claudia contabilizó veintidós años y seis meses de servidumbre en el Icied. Secó miles de vasos, limpió pisos de rodillas, planchó y fregó sotanas innumerables veces, y cocinó para hombres de la élite vinculados al Opus (empresarios, políticos, jueces, académicos, terratenientes). En los casi diez mil días que trabajó, “rezó, se flageló y besó el piso al sonar el despertador, cada mañana a las 6, diciendo: te serviré” (ElDiarioAr, 29/6). 
 Las mismas penurias sufrieron otras 42 mujeres. Trabajaban desde las 6 am hasta altas horas de la noche bajo un régimen opresivo. El adoctrinamiento y la manipulación ideológica eran la norma. Bajo amenaza de castigo, debían aceptar la obligación de castidad, la ruptura de lazos familiares y sociales, y revisiones periódicas de salud que incluían medicación psiquiátrica (El País, 3/7).
 Además, no tenían acceso a medios de comunicación. Las autoridades del Icied controlaban las cartas que recibían: si anunciaban la muerte de un familiar, las ocultaban durante meses para evitar visitas; otras simplemente se descartaban. Una de las víctimas declaró en abril que sirvió directamente a Fazio. 
 El Opus Dei ha negado los cargos y pidió que se permita dar “su versión de los hechos” a los implicados. Mientras tanto, como era de esperarse -por su historial en la vulneración de derechos y la defensa de curas abusadores-, el Vaticano ignora las denuncias.

 La sotana, la política y el dinero 

El Opus Dei es una facción derechista de rasgos sectarios que pertenece a la Iglesia Católica. Fue fundada en 1928 por el sacerdote español Josemaría Escrivá de Balaguer, canonizado en 2002 por Juan Pablo II -Francisco beatificó a Álvaro del Portillo, su sucesor. Opera como una logia; en su seno hay jerarquías e impera el secretismo, y muchos de sus miembros pertenecen a la élite capitalista. Solo se sabe si alguien es del Opus cuando trasciende, pues no hay actas públicas. 
 Durante la Guerra Civil española, el Opus apoyó al bando fascista de Franco. Balaguer creía que los republicanos estaban controlados “por una camarilla de judíos, masones y comunistas empeñados en socavar a los nacionalistas y a la Iglesia” (Perfil, 15/12/2014). Algunos miembros del régimen franquista pertenecían al Opus. 
 Aprovechando sus vínculos con el franquismo, Balaguer logró expandir la organización usando los mismos métodos que Fazio y su séquito: reclutamiento de jóvenes engañados para ingresarlos a la organización, a la que entregaban sus salarios y herencias. Actualmente, los miembros célibes ejercen profesiones bien remuneradas y están obligados a ceder todo su dinero a la organización. 
 El Opus considera que el rol de la mujer debe reducirse al de ama de casa, prohíbe los anticonceptivos a los matrimonios, predica entre la juventud que el sexo prematrimonial es pecado y obliga al celibato a los solteros. A algunos miembros les colocaban un anillo de púas apretado en las piernas para “reprimir el deseo”. 
 “Las prácticas de autolesión, las técnicas agresivas de reclutamiento, la segregación de sexos en sus centros residenciales y de estudios, además de los informes de exmiembros a quienes se prohibía el contacto con sus familias, contribuyeron a la percepción de que el Opus era más una secta que una institución, pese a contar con la bendición del Papado”, señala Perfil (ídem). Los miembros de élite del Opus viven en comunidades cerradas y segregadas, actuando como células clandestinas en ciudades de todo el mundo. Su objetivo es extender su influencia entre ricos y poderosos, según el periodista Gareth Gore, autor de un libro que trata sobre los chanchullos empresariales del Opus. 
 Y así lo demostró la realidad. El presidente del Banco Popular español fue Luis Valls Taberner, miembro del Opus. La organización tuvo entre sus filas a otros banqueros españoles y a un presidente de las cajas de ahorro. Desde su posición, facilitó que un comerciante de vino se convirtiera en dueño de un holding multinacional, en una movida en la que se vieron involucradas empresas fantasma. Una versión a mayor escala del kirchnerista Lázaro Báez. El Opus, claro, se benefició de esto. 
 “El propósito de la Sindicatura era presuntamente emplear su dinero para crear redes de reclutamiento y explotación de niñas en países como Nigeria, Filipinas, Australia, Bélgica, Francia y Argentina, entre otros. Hasta cien millones de euros anuales se desviaban del banco a través de esa red”, señala Gore. El Banco Popular fue llevado a la bancarrota.
 Sus negocios se extendieron a Europa (Reino Unido, Suiza, etcétera) y América Latina (Argentina, Chile, etcétera). En Argentina, el Opus Dei es dueño de la Universidad y el Hospital Austral. Además, tuvo lazos con Gregorio Pérez Companc, que giró grandes sumas a la organización, y con Jorge Neuss, cuya familia está vinculada a Santiago y Francisco Caputo. En pleno 2000 de crisis, Neuss donó al Opus un predio de casi 5.000 hectáreas en Miramar y le construyó una mansión. 
 “Ninguna institución del Opus Dei tiene nombre religioso: Los Molinos, Universidad Austral, Universidad de los Andes (Chile), Universidad de Montevideo (Uruguay) o la Universidad de Navarra (España)”, señaló la periodista Paula Bistagnino. El Opus también tuvo vínculos con la dictadura de Videla. El Icied funcionó cerca de Campo de Mayo, el mayor centro de tortura, y obtuvo fondos gracias al militar Osvaldo Cacciatore, que estaba a cargo de la intendencia de Buenos Aires. 
 Gustavo Béliz, exfuncionario de Menem, Néstor Kirchner y Alberto Fernández, cultivó relaciones con el Opus. Jorge O’Reilly, miembro de la organización, egresado de la misma escuela que Mauricio Macri y desarrollador inmobiliario en Tigre, se alió con Sergio Massa durante su intendencia y fue su nexo con la embajada estadounidense (Revista En Defensa del Marxismo, 2023). Manzur, que obligó a una niña de 11 años a parir tras haber sido abusada y solicitar el derecho a la interrupción legal del embarazo y uno de los dirigentes favoritos de Cristina Kirchner -fue su ministro de Salud-, es un agente del Opus. También son conocidos los lazos del macrismo con la organización. Milei intentó colocar como miembro de la Corte Suprema a Manuel García-Mansilla, hombre del Opus Dei. Y la lista continúa. Ningún partido capitalista ha roto con esta lacra. 

 Nazareno Suozzi

El fallo buitre por YPF, una radiografía del saqueo de Argentina


La trama de una estafa al país por el capital imperialista, en la que tienen sus huellas dactilares los capitalistas locales y todos sus gobiernos. 
 Solo una movilización antiimperialista de los trabajadores puede terminar esta rapiña.

 El fallo del tribunal de Nueva York que ordena entregar el 51% de las acciones de YPF a un buffet de abogados buitre es la coronación de uno de los capítulos más infames del saqueo de la Argentina por el imperialismo, los capitalistas criollos y sus gobiernos. Milei le echa la culpa al "inútil soviético" de Kicillof para presentarlo como el resultado de un estatismo negligente, cuando por el contrario es una muestra del carácter buitre del capitalismo argentino.
 Toda la trama que termina en este juicio es una estafa monumental, en la que dejaron sus huellas digitales los gobiernos capitalistas de todos los colores que se alternaron en las últimas décadas . 
 La demanda alega que cuando el Estado argentino expropió el 51% de las acciones de YPF que estaban en manos de la española Repsol, en 2012, se incumplió un estatuto que ordenaba compensar por igual al resto de los accionistas. Esa norma, alevosamente inconstitucional, pretendía bloquear toda posibilidad de intervención estatal en la petrolera que rige la industria energética en el país. De respetarse se hubiera duplicado la usura que pactó el gobierno de Cristina Kirchner con Repsol en 2014, con Axel Kicillof como ministro emisario, fijando una indemnización de 8.900 millones de dólares (si contamos los intereses de los bonos con que se pagó) a pesar del vaciamiento perpetrado por el pulpo español y los pasivos ambientales con que dejó a YPF. 
 El "damnificado" sería el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, que en aquel momento controlaba el 25% de las acciones de la compañía, adquiridas por medio de un fraude concertado para terminar de vaciar la petrolera. Fijémonos.
 Los Eskenazi son un exponente del empresariado que hizo buenos negocios con el remate de las empresas públicas en los '90, cuando entre otras se quedaron con el Banco de Santa Cruz durante la gobernación de Néstor Kirchner, quien por entonces desde la provincia petrolera apoyaba también la privatización menemista de YPF. Años después, el mismo Kirchner impulsaba desde la presidencia la “argentinización de YPF”... para que los Eskenazi se hicieran con el 25% de la compañía sin poner un solo peso. 
 Para eso, los Eskenazi crearon en España las firmas Petersen Energía y Petersen Inversora, dos empresas fantasma sin activos ni actividad. Compraron las acciones de YPF gracias a un préstamo de un consorcio bancario y de la misma Repsol, que ni siquiera le pidieron garantías porque acordaron que se repagaba con el giro de utilidades de la propia empresa. Una maniobra fraudulenta por la cual entre 2008 y 2011 se repartieron entre ambos grupos empresarios dividendos por casi 6.000 millones de dólares, a pesar de que las ganancias fueron de unos 4.000 millones. 
 Sin reinversión alguna, YPF fue sobreendeudada (su pasivo saltó de 3.000 a 9.000 millones de dólares) mientras la producción de petróleo cayó 21% y la de gas un 10%, las reservas netas se desplomaron un 24% y la exploración tocó el punto más bajo de su historia. El país, mientras tanto, caía en un descomunal déficit en su balanza energética debido a la necesidad de importar combustibles. 
 En aquellos años, Enrique, Sebastián y Matías Eskenazi eran vicepresidente, CEO y director de la petrolera respectivamente, y cobraban millonarias bonificaciones extrasalariales que no eran aprobadas por la asamblea de accionistas. Luego de la expropiación a Repsol la administración prohibió el giro de dividendos y el Grupo Petersen se declaró en quiebra por no poder afrontar las deudas con los bancos extranjeros. En 2015 vendió el derecho a litigar a un estudio de abogados inglés, Burford Capital, por 15 millones de dólares (menos del 0,1% del monto fijado ahora por el fallo de la jueza neoyorquina Loretta Preska). 
 Burford es un fondo de cobertura (hedge fund), lo que significa que es un buffet de abogados caranchos que hacen negocios con la compra de derechos de litigio de empresas quebradas para después cobrar los juicios. De hecho, vendiendo parte de esos derechos ya multiplicó por 20 su "inversión" inicial en este caso. Es análogo a lo que hacen fondos buitre que compran títulos de deuda defaulteada que valen centavos para exigir después el pago total. Los argentinos ya conocemos esta carroña.
 Es un secreto a voces que entre los que se asociaron a Burford en este megaestafa hay varios empresarios argentinos. Una prueba es que parte de la sentencia sería cobrada por el fondo buitre Eton Park Managment, socia de Pampa Energía en el negocio con las privatizadas energéticas, incluidos enjuagues como la compra fantasma de la empresa Iecsa al entonces presidente Macri y su primo Ángelo Calcaterra. Usó para eso la plata que cobró del fallo de Thomas Griesa (precursor de Preska), que obligó a pagarle casi 10.000 millones de dólares a un puñado de fondos buitre que no ingresaron a los canjes de deuda de los Kirchner. 
 Burford supo aprovechar los tiempos políticos. Inició sus acciones legales cuando Cristina y Kicillof ya ensayaban su política de “vuelta los mercados”, que incluía el pago de todas las sentencias contra Argentina en los tribunales internacionales del Ciadi -que insumieron 1.000 millones de dólares durante los últimos años del mandato de CFK. Como todavía hoy tenemos a un gobierno cuya estrategia se reduce a lograr acceder al mercado de crédito internacional, podemos descontar que la apelación de Milei a este fallo solo busca ganar tiempo y finalmente negociar el pago multimillonario mediante una nueva megaemisión de bonos de deuda.
 Lo dicho permite ver que la política de intentar complacer al capital financiero internacional es como un barril sin fondo, y que el saqueo del país por estos buitres es lo verdaderamente inviable. No el "sovietismo", sino el estatismo capitalista. Por eso en solo una semana el "market friendly" Milei vio cómo el JP Morgan le bajó el pulgar a la bicicleta financiera con bonos de deuda y el Morgan Stanley mantuvo la peor calificación para la inversión en acciones argentinas. Ahora, con el fallo buitre, se recrudecen las dudas sobre la capacidad de pago de los vencimientos de deuda, y además se complican operaciones de endeudamiento corporativo como la que iba a financiar el oleoducto Vaca Muerta Sur para exportar crudo. 
 Esta estafa es el corolario lógico de la "renacionalización" trucha de YPF por el kirchnerismo, que mantuvo a la compañía como sociedad anónima que cotiza en Wall Street y se asoció a la yanqui Chevron para impulsar el negocio de Vaca Muerta. Hoy los habitantes del país pagamos el triple por calefaccionarnos y la nafta a precio internacional, mientras un puñado de pulpos hizo grandes negocios exportando petróleo. Por esa orientación social, y cuando su estrategia es que el gran capital los vaya a buscar cuando fracase el experimento Milei, el peronismo ni insinúa la necesidad de una movilización popular contra esta intromisión buitre de un juzgado de Nueva York que ni siquiera tiene competencia en el asunto. 
 Solo la clase obrera tiene un interés en combatir este saqueo, y puede impulsar una movilización antiimperialista del pueblo argentino para impedir que se consume esta nueva estafa, reclamar la nacionalización integral de la industria energética en función de las necesidades del país, y en definitiva pelear por la ruptura con el capital financiero internacional que hunde a la Argentina en un espiral descendente de devaluaciones, defaults, tarifazos y empobrecimiento.

 Iván Hirsch

martes, 1 de julio de 2025

Fin de la cooperación europea y sanciones a Cuba:Deutsche Welle y su maloliente propaganda de guerra


Cumbre de la OTAN en La Haya: otro hito de la guerra mundial


El discurso proferido por Trump, al fin de la reunión de la OTAN, señalaba repetidamente los logros de la diplomacia americana y cómo los nuevos acuerdos entre los miembros de la alianza militar serian un hito (“milestone” en inglés) por la seguridad de sus ciudadanos. De un lado propaganda interna para reforzar su apoyo político, luego un comienzo de mandato borrascoso; del otro, propaganda externa para instilar la idea de que los intereses de Estados Unidos sean coincidentes con los intereses de la “civilización occidental” (Milei diría “judeo-cristiana”) o, más prosaicamente, de los países europeos de la OTAN. 
 Como señaló una periodista presente en la sala del discurso, Trump abandonó (“given up”) el supuesto objetivo de una política diplomática americana “aislacionista” y de no intervención militar en el extranjero, al mismo tiempo que su sueño de imponer en pocos días un acuerdo de paz en Ucrania quedó frustrado y todo indica que quedará frustrado por bastante tiempo. El mismo Trump lo expresó con una torpeza, habiendo relatado una llamada donde Putin le preguntaba si necesitaba una “ayuda con Irán” y donde la respuesta sarcástica fue “me podés ayudar con Rusia”. La conversación señala emblemáticamente que Putin anhela un compromiso imperialista con Trump para gestionar el mundo, utilizando sus influencias diplomáticas y su capacidad militar; también expone los limites insalvables de esa política “multipolar”, dado que Trump no logra llegar a un acuerdo en Ucrania en cuanto quiere imponer a Putin una “victoria mutilada” –expresión acuñada por D’Annunzio luego de que Italia no obtuvo lo esperado en la primera guerra, a pesar de su participación en el bando de los ganadores y a pesar de las victimas sin precedentes-. Una Rusia siempre más sostenida militarmente por la industria china (Enabling Russia’s War, The Economist, 21/06/25).
 Así que la pregunta oportuna es: ¿es una verdadera victoria la de Trump? A primera vista parece indudable que Estados Unidos logró imponer un mayor gasto militar de los aliados para beneficiar su balance público y un mejor uso de sus recursos militares. Un aumento del 2 % del PBI al 5 % total, entre gastos militares (3,5 %) y gastos infraestructurales (1,5). En la última década el porcentaje de inversiones militares americanas sobre las inversiones totales de la OTAN bajaron del 73 % al 63 %, caída aún más significativa cuando se considera el 85 % del año 2010. Los países de la OTAN casi duplicaron su gasto militar (de 250 a 430.000 millones de dólares), mientras Estados Unidos lo subió de 90.000 millones. Ese menor gasto americano en términos relativos permite a Trump reducir sus gastos para “proteger” a Europa y liberar recursos y militares para su política de guerra hacia China (los militares yankees en Europa suman 80.000 efectivos). Además, el crecimiento repentino del gasto militar -o sea, de la demanda en ese sector- resulta incapaz de ser sustentado con la producción europea que ve una escasa integración de los capitales industriales en el sector militar; así que probablemente la industria americana se vea beneficiada por una mayor venta de sus bienes militares (el mismo Trump, en el discurso, señaló descaradamente que “hopefully” (afortunadamente) los medios militares y los misiles sean americanos porque funcionan “very well” (muy bien). 
En una segunda mirada, la victoria es mera propaganda, porque todavía hay que constatar cuál será el efectivo aumento de los gastos por los países europeos y el desarrollo de la Unión Europea como polo imperialista y sus relaciones con Estados Unidos. 

 “Parenti serpenti, cugini assassini, fratelli coltelli” 

El tema de fondo que ese acuerdo no puede ocultar son los intereses conflictivos entre Estados Unidos y la Unión Europea, o mejor dicho, el eje Francia-Alemania. Con la guerra en Ucrania Biden rompió la nueva Ostpolitik de Merkel, un eje económico donde Rusia abastecía la industria alemana de energía barata que luego exportaba sus bienes instrumentales a China y Rusia y sus bienes de consumo a Estados Unidos. Al mismo tiempo se beneficiaba de la OTAN para tener un escaso gasto militar que le permitía tener menores impuestos y un mayor gasto social. Ese atraso del imperialismo alemán y francés en términos de fuerza militar y de integración de los ejércitos significó una subordinación política en la gestión y en el comienzo del conflicto ucranio (Macron de hecho logró un acuerdo con Putin antes del estallido de la guerra que fue rechazado por Biden). Y el conflicto determinó la crisis industrial y fiscal (y en el futuro monetaria) de la Unión Europea, con Alemania a la cabeza de esa crisis económica. 
 El imperialismo europeo está muy consciente de que una reversión de la crisis pasa por la formación de una fuerza militar europea unificada, condición necesaria para la unificación política de la UE y base de apoyo para sus miras imperialistas (sea o no factible ese proyecto franco-alemán), como es muy consciente de que el camino de ese desarrollo imperialista será constelado por luchas de clase profundas. En su forma ideológica Draghi lo expresó así: “para defender nuestra libertad tenemos que apagar los acondicionadores de aire… tenemos que hacer sacrificios”. Lástima que los sacrificios reales consisten en la matanza social que sufrió Grecia en la pasada década, con la reaparición de la malnutrición infantil y la desocupación masiva; algo más que tener calor en el verano. Eso implica una secuela de crisis políticas y de rebeliones populares en cada Estado de la Unión Europea. 
 La Unión Europea, en el medio de ese marasmo, tiene que enfrentar las tarifas americanas que apuntan a obtener un alineamiento europeo con los propósitos diplomáticos y militares de Trump, con una política muy agresiva que apunta incluso a determinar las leyes europeas hacia la producción industrial y su impacto ambiental, en favor de los intereses de Exxon y de las empresas americanas (Wall Street Journal, 28/06). Trump utilizó la amenaza tarifaria para obtener el aumento de los gastos militares al 5 % del PBI, así como hizo emerger Meloni, por la negativa, afirmando en la cumbre de la OTAN “el target del 5 % y una zona de free trade entre las dos orillas del Atlántico son dos caras de la misma moneda” (Corriere della Sera, 27/06). Al mismo tiempo “Daddy” Trump apoya los partidos “soberanistas” en la misma forma que apoyó el Brexit en 2016, buscando abiertamente una Europa fragmentada y sin autonomía económica y militar. Es llamativo que el apodo antes citado -”Daddy”, papito en inglés- haya sido utilizado por el jefe de la OTAN, Mark Rutte, exprimer ministro de Holanda. Rutte -que por su historia representa el imperialismo europeo y que espera una alianza estable entre la UE y los Estados Unidos- no se enteró de que su “Daddy” es un Cronos que quiere comerse a los hijos.

 Conclusión

 Llamativamente un articulista de The Economist (“Why Europeans won’t fight”, 21/06) señala como “problema” la tendencia al pacifismo de los jóvenes y de las masas trabajadoras. “Los europeos son orgullosos de sus formas pacíficas”. “Atraer los jóvenes a una carrera que implica ser disparado nunca fue fácil”. Buscando una causa de ese “reprochable” efecto pone una hipótesis “sociológica”: nos encontramos en una era “post-heroica” y la realización personal obstaculiza el fervor patriótico. Él mismo, pero, señala como era postheroica o no era postheroica, fervor patriótico o no fervor patriótico, lo que preocupa a las masas europeas consiste en “la inflación, los impuestos, las jubilaciones y el cambio climático”, lo que un viejo revolucionario definiría como las condiciones materiales de existencia. Si la cumbre es un hito en el desarrollo de la guerra mundial que estamos viviendo por su escalada armamentista, aunque no haya resuelto las contradicciones entre Estados Unidos y la Unión Europea, la otra cara de ese hito es la lucha sistemática del proletariado en contra de una guerra imperialista. Le guste o no al Economist, los europeos y los pueblos de todo el mundo siguen teniendo una conciencia. Sigue vigente la poesía “General” de Bertolt Brecht, donde en una conversación imaginaria el poeta le dice a un general que por mucho que sea potente el tanque y los bombarderos inventados, todavía el hombre tiene un “defecto”: ¡pensar! Y con su conciencia moral no accionar esas herramientas de destrucción masiva. 
 Nuestra tarea es transformar en lucha organizada los pensamientos y los sentimientos hostiles a la guerra de las masas proletarias.

Michele Amura
30/06/2025

jueves, 26 de junio de 2025

Ted Cruz: odia el comunismo porque su padre fue torturado... ¡por Batista!


Trump-Netanyahu: “Hagamos la guerra para conseguir ‘la paz’”


Un “cese del fuego” para preparar nuevas guerras. 

 El así llamado “cese del fuego” se ha transformado en el Medio Oriente en el recurso preferido del Estado sionista para rubricar una rendición incondicional de sus adversarios, aunque no lleve ese nombre ni sea completamente tal, sino una tregua de duración indeterminada en detrimento del bando derrotado, en una guerra que tiene un alcance más amplio que el que están dispuestos a reconocer, en este caso Israel y el imperialismo norteamericano. La tregua alcanzada, luego de doce días de una guerra no provocada del Estado sionista contra Irán, tiene además un sello no habitual: el mediador es nada menos que el gobierno de Trump, que desató un bombardeo sin precedentes contra las tres instalaciones nucleares de Irán en las 48 horas antes de anunciar una propuesta de armisticio. 
El cese del fuego compromete, si se puede llamar así, a Israel y a Irán, pero no a Estados Unidos, que guarda las manos libres para cualquier clase de acción, sea abierta y especialmente clandestina. Una de las descontadas tareas que Irán ha anunciado para la etapa posterior a la tregua es una “limpieza” exhaustiva del aparato de infiltración de los servicios de espionaje de Israel en Irán, que le han permitido a Netanyahu ejecutar una cadena de asesinatos de científicos iraníes y de altos funcionarios militares, así como el transporte de artefactos para el armado de drones que han servido para inhabilitar a un número desconocido de arsenales del gobierno de Teherán. El cese del fuego que ha impuesto Trump se encuentra desnivelado por la enorme destrucción de activos militares de Irán a manos del Estado sionista; es un cese del fuego fuertemente condicionado. Como ha ocurrido en Gaza y luego en Líbano y Siria, Israel ha violado todos los ceses del fuego que ha firmado, con el pretexto de que sus enemigos se hallaban complotando una amenaza ‘inminente’ contra sus fuerzas armadas. Bajo el cese del fuego en Líbano, Israel ha bombardeado decenas de veces Beirut. No dejó de asesinar gazatíes en el caso del cese del fuego con Hamas, que finalmente canceló. Cuando se tiene presente el trabajo de engaño y desinformación practicado por Trump, para ocultar el inminente ataque no provocado de Israel, el 13 de junio, mientras fingía negociar un acuerdo nuclear con Irán, no cabe esperar de la tregua más que un espacio de tiempo para nuevas hostilidades. Lo mismo ocurrió cuando anunció que se tomaría dos semanas de tiempo antes de tomar cualquier decisión de intervención en la guerra, para no demorar más de 24 horas en descargar la furia de bombardeos ultrapesados del sábado 21 pasado. 
 En las horas siguientes al ataque norteamericano a Irán y el ‘cese del fuego’ subsiguiente, Trump reivindicó la importancia de la disuasión militar como medio para alcanzar la “paz”; de paso advirtió al resto del mundo que el Pentágono tenía el monopolio de la disuasión militar a nivel internacional. Bien mirado, no expuso un objetivo pacifista, sino de guerra permanente, por lo menos hasta alcanzar una paz imperialista de cementerios. Como ha ocurrido en todas las guerras mundiales precedentes, una legión de pacifistas se ha tragado sin masticar las promesas de Trump. 
 El cese del fuego viene acompañado de condiciones no escritas, ‘sopladas’ por los servicios a los medios de comunicación. Las tres más importantes son: no reanudar los trabajos nucleares; no recomponer los activos militares destruidos por los bombardeos; no movilizar a las fuerzas proiraníes en la región (un llamado a la rendición de Hamas). Israel no ha sido objeto de ningún condicionamiento. Un cese del fuego que exige el abandono de la resistencia a las matanzas en Gaza y al cese de la expulsión de palestinos de Cisjordania es, simplemente, una charada. La sola intención de reconstruir sus medios de defensa nacional, por parte de Irán, sería considerada causal para un nuevo ataque no provocado. En una declaración que pasará a la historia de la diplomacia y el derecho internacional como una vergūenza y una infamia, Alemania, Francia, Gran Bretańa e Italia han proclamado que el bombardeo norteamericano del infame fin de semana pasado “no viola la ley internacional”. Este es el principio fundamental de los imperialismos que prometen la paz duradera por medio de la guerra devastadora. 
 La prensa sionista de Israel discute ahora cómo traducir al largo plazo las victorias que habría obtenido Netanyahu a corto plazo. Mientras tanto, admite que el progreso nuclear de Irán ha sido retrasado sólo por algunos meses y que, otra admisión fundamental, los misiles iraníes han causado enormes daños a la infraestructura civil y militar de Israel. Sobre el final de los ataques contra Irán, la defensa antimisiles de Israel se habría debilitado seriamente –tanto la Cúpula de Hierro como el sistema Arrow (que debe detener los misiles que ingresan desde la atmósfera exterior)-. De acuerdo al diario Haaretz, la resistencia de Hamas, en Gaza, ha recobrado fuerzas, como lo muestran numerosas bajas israelíes. Trump y Netanyahu recurrieron al cese al fuego para ganar un espacio de tiempo; Trump enfrenta una crisis fundamental debido a la rebelión que ha desatado su política de expulsión ilegal de migrantes, que tiene el apoyo de la Corte Suprema. En este escenario, la consigna de una parte del ‘establishment’, tanto sionista como norteamericano, es aprovechar la destrucción propinada a Irán para que el régimen iraní colabore en alcanzar una ‘paz’ en Gaza. Luego del asesinato indiscriminado de casi cien mil gazatíes y del acorralamiento de la población en el sur de la Franja para facilitar su expulsión del territorio, la ‘paz’ señalada suena siniestra. Probablemente también se vuelva a un cese del fuego, pero solamente después de una liberación incondicional de los rehenes aun retenidos. La anexión de Cisjordania se encuentra totalmente fuera de la agenda. Para avanzar en la fuerza disuasoria militar que llevará al mundo a la “paz’, la OTAN se ha comprometido a gastar el 5 % del PBI de los Estados que la integran en el “rearme’ colectivo. Que la perspectiva es la guerra y no la paz obedece a que el control total del Medio Oriente, por parte del imperialismo, es una plataforma necesaria para la preparación de la guerra contra China, calificada por la OTAN como “el enemigo fundamental”. 
 Sea que fuere para mostrar una megalomanía, que sólo se apodera de los mediocres, o por otros dislates, la corporación Trump ha anunciado la intención de construir una megatorre en Tel Aviv. Así como se ha enriquecido con un u$smeme Trump, el magnate se propone estafar a quienes inviertan “en el pozo”. 

 Jorge Altamira 
 25/06/2025

miércoles, 25 de junio de 2025

Escalada de violencia política en EE.UU.


En las ciudades de Champlin y Brooklyn Park, al norte de Minneapolis, en el estado de Minnesota, un hombre disfrazado de policía y con máscara de látex atacó, con precisión militar, a dos matrimonios en sus casas, distantes 13 kilómetros una de otra. El hecho ocurrió en las últimas horas del viernes 15 o primeras del sábado 16 de junio. El sospechoso, que ya fue detenido, se llama August Vance Luther Boelter, tiene 57 años, y aparentemente utilizó un fusil de asalto tipo AK. En cuanto a las víctimas, Melisa Hortman y su esposo, Mark, perdieron la vida, en tanto John Hoffman y su esposa, Yvette, quedaron gravemente heridos. Dos hijos en el primer caso, una hija en el segundo, resultaron ilesos. Hortman y Hoffman revistan como legisladores en el Partido Demócrata. 
 En cuanto se confirmó la muerte de la legisladora, el gobernador Tim Walz salió a decir que se trató de “un asesinato político”. Ambos congresistas representaban al norte de Minnesota. Hortman, de 55 años, era la principal líder demócrata en la Legislatura estatal y colaboró en la aprobación de varias políticas sobre el derecho al aborto y la marihuana, entre 2023 y 2024. En tanto Hoffman, de 60 años, es senador por el Partido Demócrata y siempre se ha desempeñado en temas relacionados con los servicios para personas con discapacidad y las necesidades de niños y familias. 
 Vance Boelter, por su parte, el hombre detenido por los atentados, es un exfuncionario público de Minnesota, primero en la administración del gobernador Mark Dayton desde 2016, reelegido en 2019 por el gobernador Tim Walz, ambos demócratas. Su mandato terminó en enero de 2023. Está asociado con una empresa de seguridad, Praetorian Guard Security Services, donde su esposa, Jenny Boelter, figura como Directora Ejecutiva. A pesar del nombre rimbombante de la compañía y del alto cargo que opstenta la esposa de Boelter, a la agencia no se le conocen clientes y está registrada en el domicilio familiar. 
 Pero Boelter es, además, un exmilitar y pastor evangélico asociado al movimiento de Christian Nationalism y la New Apostolic Reformation. Fundó Revoformation Ministries y predicaba consignas antiaborto y anti LGTBQ, enmarcadas en una visión de “guerra espiritual”. Tras su huida, August Vance fue buscado por más de 40 horas en una cacería policial y del FBI. Lo capturaron en una zona rural de Sibley County, vestido con atuendo militar, tras ser identificado por vecinos. En el vehículo que usó para los atentados -camuflado como vehículo policial- se encontró una libreta con setenta nombres, que incluía políticos demócratas y figuras proderechos reproductivos. 
 Lejos de ser un lobo solitario, Boelter expresa un síntoma de un proceso de radicalización de la derecha político-religiosa en EE. UU., donde el nacionalismo cristiano articula odio ideológico, violencia política y utopía teocrática. El nacionalismo cristiano (Christian Nationalism) es una corriente político-religiosa que sostiene que Estados Unidos debe ser una nación explícitamente cristiana, donde las leyes, instituciones y autoridades se rijan por preceptos bíblicos. Rechaza el secularismo y propugna un “retorno” a los valores cristianos tradicionales. Es la base que utiliza la escritora canadiense Margaret Atwood para su conocida obra de ciencia ficción social, The Handmaid’s Tale (“El cuento de la criada”), trasformada en serie de televisión. Revoformation Ministries, por otra parte, el movimiento religioso fundado por Boelter, deja ver en la denominación una mixtura entre “revolución” y “reforma” para su idea religiosa en clave política (o viceversa), que deja atrás por varias vueltas a un Lutero aminorado. 
 El tiroteo tuvo lugar en medio de profundas divisiones políticas en Estados Unidos y grandes protestas contra las políticas de Trump. El trumpismo (no nos referimos solamente al movimiento político que propugna el magnate, sino a la dinámica social, en sentido amplio, que impulsa) es un crisol donde arde una miríada de episodios de violencia política. No aludimos, por caso, a confrontaciones en las calles, entre trabajadores y fuerzas policiales o la Guardia Nacional, ni siquiera a la explotación y los abusos del poder que llevaron a estas confrontaciones, como las que hemos visto en California en estos días. Hablamos, en cambio, de episodios puntuales, donde atacantes individuales o grupales -pero por fuera de la clase obrera movilizada por la agresión contra sus condiciones de vida- atacan a individuos, grupos, comunidades enteras y también infraestructura simbólica o funcional como edificios públicos, religiosos o de servicios como salud, transporte, comunicación, etcétera. Desde Lincoln, probablemente, ha habido en la historia norteamericana una cantidad considerable de este tipo de ataques, pero ciertos estudios arrojan que han aumentado en cantidad con el ascenso político de Donald Trump, donde 2017, el año de su primera asunción como presidente, parece ser un año distintivo.
 Por supuesto ha habido violencia política antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, incluso extrema, pero era menos frecuente, más marginal y menos centrada en la política partidaria inmediata que la que se registra a partir de enero de 2017, con antecedentes en 2016 (otros estudios registran el inicio del alza de atentados en ese año), y las amenazas contra funcionarios electos eran mucho menos intensas y más fáciles de controlar. Veamos algunos datos:

 Incremento de amenazas a miembros del Congreso

 En 2017 se registraron 3.939 casos investigados por la Policía del Capitolio. Para 2021, esta cifra había ascendido a 9.625 -un aumento de más del doble– y se mantuvo alta en 2022 (7.500) y 2023 (8.000) (counterterrorismgroup.com, tampabay.com).

 Más ataques terroristas motivados por razones partidarias

 Entre 2016 y abril de 2024 ocurrieron alrededor de 21 ataques o planes violentos dirigidos a funcionarios o lugares gubernamentales por motivos partidarios, frente a solo dos incidentes en los 20 años previos (csis.org). Otra fuente eleva esa cifra a 25 casos entre 2016 y 2025, con una marcada mayoría de origen extremista de derechas.

 Creciente normalización del discurso violento 

 Encuestas indican que, aunque una minoría apoya directamente la violencia política, el porcentaje subió del 7 % al 20 % desde 2017, reflejando una erosión de las normas pacíficas (reddit.com, theguardian.com). El número de amenazas procesadas por los tribunales federales pasó de un promedio de 38 por año (2013-16) a 62 por año entre 2017 y 2022 (nolabels.org). 

 Atentados de alto perfil 

 Entre 2022 y 2023 hubo múltiples episodios: intentos de asesinato contra Trump (en julio de 2024; en septiembre, un segundo intento fue abortado en un campo de golf del multimillonario, cuando un francotirador escondido entre arbustos fue interceptado sin disparar, y en julio del año siguiente fue desbaratado otro plan para matarlo, sin que llegara a la fase de intento) y Pelosi (2022); ataque incendiario a la casa del gobernador Josh Shapiro (2022); intento de toma y violencia en oficinas de campaña demócrata (Arizona 2022) (npr.org). 
 Es necesario aclarar que la gran mayoría de los ataques que estamos comentando entran en lo que el FBI y el Departamento de Justicia consideran “terrorismo doméstico”. Ahora bien, también hay que aclarar que la definición no hace hincapié en la nacionalidad del atacante, sino en la de quien lo dirige; vale decir que si un norteamericano cometiera un atentado bajo las órdenes o los planes de una organización foránea, sería considerado un acto de terrorismo internacional. Sin embargo, lo relevante en el análisis presente es que en el 95 % de los casos se trata de ataques de nativos contra nativos, en razón de violentas discrepancias políticas: supremacistas blancos contra afroamericanos, judíos, latinos o el Estado; milicias antigobierno contra funcionarios electos; antiabortistas contra clínicas; grupos de izquierda radical contra instalaciones policiales o símbolos de derecha (casos mucho menos frecuentes); etcétera. 
 Por otro lado, dejamos aparte la ocupación del Capitolio del 6 de enero de 2021, porque representó un fuerte salto cualitativo en la crisis política. Fue la primera vez en la historia moderna de EE. UU. que una turba (más de 1.200 personas fueron arrestadas: una cifra inusitada en la “democracia” norteamericana), en gran medida armada, motivada políticamente y alentada por el propio presidente en ejercicio, irrumpió en el Congreso con la intención explícita de frenar una transición democrática. Vale decir: un golpe de Estado. Trump, que no aceptaba la derrota electoral y que había incitado directamente a la sedición, no sólo no condenó el ataque en tiempo real, sino que lo minimizó después, consolidando un precedente de validación presidencial de la violencia y/o la asunción de parte de mucha gente con opinión heterogénea respecto de que la violencia explícita es un recurso legítimo, cuando no el único, para salir de contradicciones. 

 Ceferino Cruz
 23/06/2025