viernes, 14 de noviembre de 2025

Trump en la cuerda floja


A su política de ajustes, represión y guerra se agregan miles de correos electrónicos que confirman su sociedad con el proxeneta Epstein. Una nueva tanda de más de 20 000 correos electrónicos de Jeffrey Epstein, el multimillonario proxeneta que llenó de adolescentes y jóvenes las camas de los patrones de los círculos financieros, políticos y sociales de todo el mundo, corrobora su cercanísima relación de Donald Trump. El presidente norteamericano “sabía lo de las chicas” y “pasaba horas” con una de ellas en la casa de Epstein. 
 Mientras su popularidad cae en picada, Trump sigue negando haber sabido antes la conducta de Epstein. 
 En la semana, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicaron tres correos electrónicos. Uno es un intercambio de Epstein con su amante y socia, la reclutadora Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de cárcel por explotación sexual y abuso de menores. 
 Epstein le escribió: “Quiero que te des cuenta de que el perro que aún no ha ladrado es Trump. La (victima) pasó horas en mi casa con él y nunca se lo ha mencionado ni una sola vez”. Maxwell respondió solo unas horas después: «He estado pensando en eso...». Se cree que el perro era Trump y la aludida Virginia Giuffre, víctima de tráfico y abuso sexual desde sus 16 años, que se suicidó en abril de este año. Giuffre también fue violada por el príncipe Andrés, recientemente expulsado de la Corona británica. 
 El correo electrónico contradice las afirmaciones de Maxwell a la Justicia, donde describió a Trump como un «caballero perfecto» que «nunca estaba cerca de las chicas». Maxwell pidió a Trump que le conmute su sentencia. 
 La conexión de Trump con Epstein se remonta a décadas atrás. En una entrevista de 2002 con la revista New York, dijo la famosa frase de que Epstein era «muy divertido». «Incluso se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes», dijo Trump al periodista. 
 En una maniobra desesperada por proteger a Trump, los republicanos respondieron publicando miles de correos electrónicos, imágenes y documentos de Epstein. El efecto fue el contrario: liberaron más pruebas de que el proxeneta siguió manteniendo un contacto estrecho con figuras poderosas de los medios de comunicación, las finanzas, el gobierno, el mundo académico y la política exterior aún después de cumplir su condena en 2009. O sea, cuando ya era pública su función. 
 Durante años, los medios de comunicación y el poder político intentaron restar importancia a esos vínculos. En un controvertido acuerdo de inmunidad con la fiscalía, Epstein se declaró culpable de solicitar prostitución y procurar menores para la prostitución. Cumplió una condena de 13 meses con salidas diarias para trabajar. 
 En julio de 2019, Epstein fue arrestado de nuevo, por tráfico sexual de menores. Lo acusaron de que entre 2002 y 2005, había explotado sexualmente y abusado de docenas de niñas menores en sus residencias de Manhattan y Palm Beach. No llegó a ser juzgado. Fue encontrado ahorcado en su celda en agosto de 2019. La muerte fue declarada suicidio, aunque siempre se ha cuestionado la versión oficial. 
 Decenas de correos electrónicos muestran la correspondencia de Epstein con el editor financiero del New York Times Landon Thomas Jr. en el periodo anterior a la detención y muerte de Epstein. Allí ofrece pruebas fotográficas del “comportamiento” de Trump con “mujeres jóvenes” en las propiedades de Epstein. El NYT nunca las publicó. 
 También menciona el intercambio de muchachas entre uno y otro. Epstein escribió: «Mi novia de 20 años en 1993, que después de dos años le di a Donald». 
 Muchos correos electrónicos revelan la constante correspondencia de Epstein con Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro, expresidente de Harvard y figura más que influyente de las finanzas internacionales. Summers pidió consejo a Epstein sobre citas en 2017, 2018 y 2019. El 3 de junio de 2019, Epstein escribió a Bannon: «El príncipe Andrés y Trump hoy. Demasiado divertido. Recuerda que la acusadora del príncipe Andrés salió de Mar a Lago». 
 En una declaración enviada a TIME, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, afirmó: «A pesar de las negativas de Donald Trump, estos correos electrónicos dejan claro que Trump sabía que su amigo íntimo Jeffrey Epstein era un pedófilo y un depredador, y que el propio Trump pasó horas en la casa de Epstein con una de sus víctimas. El intento fallido de la Casa Blanca de ocultar la verdad al pueblo estadounidense ha sido uno de los mayores encubrimientos de la historia de Estados Unidos, pero el juego ha terminado».
 Los archivos de Epstein van mucho más allá: permiten vislumbrar una élite degenerada que traficaba con niños y mujeres jóvenes, protegía a los abusadores, suprimía pruebas, manipulaba a la prensa y ahora bloquea abiertamente las investigaciones.
 Trump ha presionado directamente a los republicanos para que retiren sus firmas de una petición bipartidista que exige la divulgación de los archivos de Epstein (un compromiso electoral de Trump). 
 La divulgación final de los documentos requeriría la firma de Donald Trump mientras Ghislaine Maxwell está buscando que Trump firme una conmutación de su pena. 
 El caso Epstein es uno de los factores que corroen la aprobación al gobierno y a Trump, que cayó drásticamente desde el inicio de su segundo mandato. La sorpresiva revelación es que buena parte del descontento proviene de los mismos republicanos (LN 13/11). 
 Según la encuesta, solo alrededor del 68%, es decir, dos tercios de los republicanos, dijeron que aprueban la gestión de Trump, una caída con respecto al 81% en marzo. La aprobación de los independientes cayó del 38% al 25%. 
 La encuesta de AP-NORC Center for Public Affairs Research se realizó después de las recientes victorias demócratas en las elecciones intermedias. Muestra que solo el 33% de los adultos estadounidenses aprueban la forma en que el presidente republicano gestiona el gobierno, una caída con respecto al 43% obtenido en marzo. 
 La caída se adjudica principalmente al “cierre del gobierno” que complicó el tráfico aéreo, dejó a cientos de miles de trabajadores federales sin sueldo y puso en riesgo la ayuda alimentaria para los estadounidenses más vulnerables. 
 Sin embargo, afirma las conclusiones de la encuesta “podría mostrar un descontento más amplio con otros cambios drásticos –y polarizadores– realizados por Trump en el gobierno federal en los últimos meses, como el desmantelamiento de agencias y las oleadas de despidos masivos”. 
 En la encuesta se encontró que una abrumadora mayoría de demócratas, el 95%, siguen desaprobando la gestión del gobierno federal por parte de Trump, en comparación con el 89% en marzo. “La aprobación de su manejo de temas clave como la inmigración y la economía también ha cambiado poco desde el mes pasado.”
 En este contexto, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, dijo el viernes pasado que EE.UU. está en un momento similar al de 1939: “No nos estamos preparando para la paz. Estamos adaptando el Pentágono y nuestra base industrial a una situación de guerra”. Una guerra que también se libra contra los inmigrantes, los trabajadores, los estudiantes, en el territorio norteamericano. 

 Olga Cristóbal 
 13/11/2025

miércoles, 12 de noviembre de 2025

El gobierno de Israel promueve una ley que le permita matar a los presos palestinos


Israel, ejecutor del mayor infanticidio de la edad moderna y, simultáneamente, del primer genocidio transmitido en acto urbi et orbi, discute ahora bajo qué paraguas legal puede torturar, violar o matar a los prisioneros palestinos. Lo que otros regímenes tratan de mantener en las sombras, los sionistas lo exhiben obscenamente. 
 El lunes pasado, Poder Judío, el partido fascista del fascista ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, envió por segunda vez al Parlamento un proyecto de ley que autorizaría a ejecutar a los presos. Gvir insistió en que “todo el mundo está de acuerdo en que la pena de muerte para los terroristas puede servir como elemento disuasorio” (Haaretz 4/11). El proyecto cuenta con el apoyo de Benjamin Netanhayu. 
 Los requisitos para aplicar la pena de muerte son tan ambiguos que podría abarcar a los 11100 presos, un tercio de los cuales -entre ellos 400 niños- se pudren sin juicio ni condena conocida en las mazmorras sionistas: “Se impondrá la pena de muerte a cualquier persona que, de forma intencionada o por indiferencia, cause la muerte de un ciudadano israelí por motivos racistas, odio o intención de dañar al Estado de Israel”. Por indiferencia. 
 Hamas exigió a las Naciones Unidas y a las instituciones de derechos humanos una acción urgente para detener el proyecto. Solicitó también la creación de comisiones internacionales con el fin de acceder a los centros de detención, conocer la situación de los presos palestinos y revelar las atrocidades cometidas en ellos. 

 Héroes nacionales, los torturadores 

La defensa de las torturas y los asesinatos a los presos es una política de Estado: la abogada principal del ejército israelí, Yifat Tomer-Yerushalmi fue encarcelada la semana pasada como represalia por filtrar un video que muestra la violación sucesiva de un prisionero palestino por un grupo de soldados en la prisión de Sde Teiman. El palestino ingresó en un hospital público “con perforación rectal grave, perforación de pulmón e intestino, fracturas costillas, y heridas oculares”, según el parte médico. 
 La exfuncionaria renunció poco antes de ser apresada, tras reconocer que había autorizado la filtración del video “para demostrar que la policía militar actuaba contra las torturas” El exfiscal jefe castrense Matan Solomosh, también fue arrestado. Netanhayu la ha acusado de causar “el mayor daño a la imagen” del Estado y su ejército desde 1948. 
 No es la primera vez que el gobierno y la derecha israelí defiende públicamente a los torturadores y el uso de la tortura. En julio de 2024, después de que la policía militar fuera a Sde Teiman a interrogar a 11 reservistas, manifestantes de extrema derecha -incluyendo por lo menos tres legisladores de la coalición de gobierno- ingresaron por la fuerza a la prisión a manifestarles su apoyo. 
 Esta semana, los soldados involucrados en la violación, encapuchados, dieron una conferencia de prensa, se nombraron “luchadores por la patria”, gracias a los cuales seguían con vida quienes los estaban escuchando. Y reclamaron “el apoyo del gobierno y del sistema”.
 En Israel, todos los palestinos son enviados a prisiones militares y sometidos a las leyes castrenses. 3.544 están en situación de detención administrativa (no se les formuló acusación y por lo tanto no tienen ninguna instancia donde defenderse ni como averiguar el tiempo de encarcelamiento). Unos 400 son menores de edad a partir de los 6 años. 
 Las ONG de DDHH israelíes han denunciado que son sometidos a torturas, privación de agua y comida, y negligencia médica. En los últimos dos años 81 murieron en prisión. Israel muchas veces también retiene por años los cadáveres como forma de torturar a su familia.
 En marzo de 2023, el Parlamento ya había aprobado en primera lectura un proyecto de ley que permitía la pena de muerte a palestinos “condenados por matar israelíes”, presentado por Ben-Gvir y apoyado por Netanyahu. En octubre de ese mismo año Hamas y otras organizaciones de la resistencia palestina cruzaron la “frontera israelí” con el fin, dijeron, de capturar rehenes para recuperar a palestinos presos.
 Desde entonces, el colono Ben-Gvir ha empeorado al extremo las condiciones carcelarias, restringiendo las visitas familiares, recortando la comida y limitando la movilidad y el acceso a las duchas. Médicos israelíes han declarado en Naciones Unidas que atendieron presos que estaban con pañales y vendados y esposados permanentemente de manos y pies a la cama. No los dejaban levantarse ni para ir al baño.
 Por ejemplo, en la cárcel militar de Sde Teiman (EP 10/7/24) a la que un soldado que prestó servicio allí se refirió como un “campo de tortura sádico”. Meses antes, Haaretz había publicado la carta de otro médico que decía: “Justo esta semana, a dos prisioneros les amputaron las piernas debido a lesiones de las ataduras, lo que, por desgracia, es algo que ocurre de manera rutinaria”.
 La liberación reciente de los presos palestinos, muchos capturados en redadas al voleo, mostró a personas destruidas, famélicas, golpeadas, sometidas a tortura psicológica (por ejemplo, les anunciaron la muerte de sus hijos y era falso). Algunos tenían dificultades para caminar y debían ser sostenidos o llevados en brazos. Dos niños liberados habían perdido la razón.
 Los días previos a la liberación redoblaron las torturas: "Nos esposaron y nos golpearon brutalmente. Nos dejaron bajo el sol durante 12 horas. De vez en cuando, los carceleros venían a humillarnos e insultar a nuestras madres. Nos impedían comer, beber e incluso ir al baño...", contó en Ramala un liberado a la BBC, que recogió numerosos testimonios de palestinos que afirmaron ser torturados con descargas eléctricas, quemaduras o abusos sexuales.
 Como símbolo de la mayor bajeza, en agosto de este año, Gvir se filmó maltratando a Marwan Bargouthi, el más destacado dirigente palestino que lleva dos décadas preso. Israel ha rechazado sistemáticamente incluirlo en los canjes de prisioneros. Una campaña internacional impulsada por su esposa afirma que Israel tiene planeado eliminarlo. 
 El estado de los rehenes palestinos, tan distinto del de los rehenes israelíes, causó una conmoción internacional. El sitio web de noticias Kikar HaShabbat publicó lo que describió como una «documentación a gran escala» del interior de la prisión de Ketziot, el mayor centro de detención de Israel, en la que se muestra a presos palestinos sometidos a tratos humillantes y a duros procedimientos de inspección. 
 Vídeos que circulan en las redes sociales muestran a soldados maltratando a presos dentro de la prisión de Ketziot, en el desierto del Negev. El fotógrafo israelí Haim Goldberg entró a Ketziot en febrero de 2025. Las imágenes muestran a los presos hacinados, atados o sentados en el suelo unos sobre otros. 
 Según numerosos informes verificados, muchos de los detenidos en Sde Teiman fueron sometidos a violencia sexual, desde desnudos forzados y humillaciones hasta violaciones; esposas constantes que provocaron lesiones y, en algunos casos, la amputación de extremidades; y palizas con porras, barras de metal y culatas de armas y botas, a veces hasta que los detenidos perdían el conocimiento. Se denunciaron prácticas similares en casi todas las prisiones y centros de detención israelíes donde se recluyó a palestinos tras los atentados del 7 de octubre. (The Conversation 21/10/25)
 El 23 de octubre, Ben-Gvir, volvió a jactarse públicamente de privar a los reclusos palestinos de sus derechos básicos en las prisiones israelíes. Ahora envió una ley para exterminarlos. 

 Olga Cristóbal 
 09/11/2025

lunes, 10 de noviembre de 2025

La caída de Pokrovsk: Rusia captura la ciudad ucraniana más grande desde 2023


El empeoramiento de la situación sobre el terreno para las fuerzas de Kiev es inocultable. Para estas horas se espera la caída definitiva de la ciudad de Pokrovsk que, aunque se anticipaba desde hace tiempo, es un golpe significativo. “Rusia controla completamente al menos el 60 % de Pokrovsk, mientras que el resto está en disputa” (The Economist) una fuente de inteligencia ucraniana dice que el equilibrio depende menos de la geografía horizontal que del dominio vertical. “Hay que entender quién controla los edificios altos”, afirma. Lo que sucede a nivel de suelo no es tan relevante. Ucrania está luchando para recuperar alturas clave para desbloquear a las unidades rodeadas por el enemigo. La ciudad que tenía unos 60 mil habitantes antes de la guerra es pequeña, pero resulta esencial ya que constituye una puerta de entrada a la región de Donetsk. Putin la ha “codiciado durante mucho tiempo” apunta el New York Times. Comprende un importante nudo ferroviario que ha sido absorbido gradualmente por las tropas rusas, y sería la ciudad más grande en caer desde Bakhmut en mayo de 2023: “Se la considera el último gran obstáculo que impide que las tropas rusas se acerquen a Sloviansk y Kramatorsk, las únicas ciudades grandes que aún están bajo control ucraniano en Donetsk” (ídem). La situación no es mejor en Myrhnohrad, una ciudad satélite al este, donde las fuerzas ucranianas corren el riesgo de ser cercadas. El éxito ruso se basa en la superioridad de soldados, pero no menos crucial es el hecho de que tomó la delantera en la lucha con drones. La recientemente creada y temida Unidad Rubikón domina los cielos en esta parte del frente. Se trata de una organización experimental híbrida y de élite del ejército especializada en el uso de drones no tripulados que reportan directamente al ministro de Defensa ruso.
 La guerra ha evolucionado hasta convertirse en un conflicto dominado por aeronaves no tripuladas. Las estimaciones señalan que los drones ahora causan hasta el 80 por ciento de las bajas en el campo de batalla. La presencia de estos artefactos es tan densa que los soldados y civiles quedan afectados por la sensación de ser cazados desde arriba en cualquier momento, un fenómeno para el que los psicólogos acuñaron un nuevo término: “dronofobia”.
 Rusia parece que está logrando uno de sus objetivos principales, el debilitamiento continuo del enemigo hasta el punto en que ya no pueda ofrecer una resistencia organizada. Esto a cambio de un alto costo en vidas. Según todos los datos duplica en muertos al bando de Kiev. El ejército ruso supera con margen al ucraniano en proporción de 3 a 1, y en algunas zonas críticamente importantes hasta 6 a 1. Ucrania no se puede dar el lujo de un intercambio de golpes, en otras palabras, se vuelve insostenible en el mediano plazo. Es lo que ocurre en Pokrovsk actualmente. Por eso Zelensky ha insistido con la necesidad de un suministro mayor de armamento pesado y misiles de largo alcance, insistencia que, aunque no llegó al enfrentamiento de febrero en la Oficina Oval, según se informa, degeneró en una "discusión acalorada" con Trump. 
 Para curarse en salud Putín respondió que de suministrarles misiles de largo alcance a Ucrania la respuesta de Moscú sería muy grave, la palabra fue “abrumadora”. Hay que recordar que Rusia modificó su doctrina militar nuclear en noviembre del año pasado mediante un decreto presidencial. El cambio amplía los escenarios en los que se justificaría el uso de armas nucleares, bajando el umbral de respuesta nuclear en contextos de amenaza convencional “crítica para la soberanía e integridad territorial”. Hace diez días el Kremlin anunció que tiene un arma imposible de detener, el Burevesnik, un misil de crucero, de “alcance ilimitado”. Según el ministerio de defensa ruso, cuenta con propulsión nuclear en lugar de un motor de cohete convencional, y habría estado 15 horas merodeando por los cielos. Forma parte de la escalada armamentística en la que nos encontramos. Han desarrollado un nuevo sistema y ahora “tenemos que idear algo para derribarlo”, dicen desde la OTAN. Se trata de una espiral. Un caso de manual del llamado “dilema de seguridad”, el cual describe cómo las acciones que un Estado emprende para reforzar su seguridad —como la acumulación de armamento, el despliegue de fuerzas militares en alerta y la formación de nuevas alianzas— tienden a debilitar la seguridad de otros Estados y a provocar respuestas similares.
 Las sanciones contra Rusia por parte de Trump son políticamente relevantes, más allá de sus implicancias económicas. Echan por tierra las teorías que sostenían que EE.UU. y Rusia tenían un pacto. Josep Borrell, el funcionario español de los gobiernos del PSOE y de la UE, es quien más insiste en que Trump y Putin llegaron a un acuerdo confidencial en Alaska, donde Trump asumió la responsabilidad de hacer que ese acuerdo sea aceptado o impuesto (sic), a Zelensky. Este designio no se habría consumado inmediatamente después de la cumbre, cuando Zelensky concurrió a la Casa Blanca porque este se encontraba rodeado por todos los mandatarios europeos que fueron allí en una suerte de guardia pretoriana. La prueba de la existencia de este pacto sería que más tarde Trump emplazó a Zelensky a terminar la guerra y ceder territorios, de lo contrario se quedaba sin país. 
 Putin mientras tanto declaró que no se doblegará ante las nuevas sanciones estadounidenses, pero admitió que “se esperan algunas pérdidas”. Las sanciones, las primeras en el segundo mandato del presidente Donald Trump, podrían afectar sensiblemente el presupuesto de guerra de Rusia al imponer un embargo total contra los gigantes energéticos rusos Rosneft y Lukoil. La Casa Blanca también podría imponer sanciones a terceros países que compren petróleo ruso de cualquier fuente.
 Viktor Orbán, el derechista primer ministro de Hungría, visitará la Casa Blanca el viernes, buscando mediar y encaminar una nueva cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin, luego de que se descarrilara la que se estaba preparando en Budapest, precisamente la capital húngara. 
 “A menudo llamado el caballo de Troya de Putin en la UE por sus críticos, Orbán ha estado cultivando lazos con Trump desde su primera presidencia mientras construía una red internacional de extrema derecha desde Sudamérica hasta Europa” (The Guardián 7/11). Hungría depende completamente del crudo y el gas ruso; la mediación de Orbán tiene por tanto motivaciones terrenales: busca obtener una exención de las sanciones estadounidenses para que las compras de gas y petróleo rusos dejen afuera a Hungría. El ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó, declaró al The Guardian que la idea de que Hungría cortara sus lazos energéticos con Rusia era un “mundo de ensueño”. 
 Trump por su parte tiene un vínculo especial con varios gobiernos de Europa oriental, no sólo Hungría, también Polonia, que va a desempeñar un papel fundamental en la próxima etapa como “amortiguador” de la influencia rusa. Polonia se está armando hasta los dientes por un motivo sencillo: ubicada en la llanura sin montañas ni mares que la protegen de enemigos del este o del oeste, estuvo a merced de sus vecinos más poderosos durante siglos. Sus fronteras se han desplazado, desaparecido y reaparecido durante toda su convulsiva historia, pero lo que los analistas denominan “vulnerabilidad estratégica” se ha mantenido intacta. El destino de Polonia ha estado marcado por su geografía. Washington la apoya firmemente buscando consolidar la influencia estadounidense en Europa Central y Oriental, al tiempo que socava el dominio francoalemán en la política de la UE. Soldados estadounidenses están permanentemente estacionados en el territorio; el ejército polaco está integrado en armamento estadounidense; la cooperación en inteligencia y ciberseguridad es más estrecha que nunca. La modernización de la defensa polaca es, en esencia, un programa diseñado por Estados Unidos. 
 El derrumbe del ejército ucraniano traslada el teatro de operaciones, y amplía el campo de la guerra.

Camilo Márquez
08/11/2025

Jeanine Áñez fue liberada en Bolivia a tiempo para asistir a la asunción de Rodrigo Paz


Todos los planetas se alinean para dar a luz a un Milei boliviano. 

 Este jueves fue liberada la golpista Jeanine Añez, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Bolivia anulara el miércoles la sentencia de diez años de prisión en su contra y ordenara su inmediata liberación tras considerar que hubo “vulneraciones al ordenamiento legal vigente” que afectaron su derecho al debido proceso.
 Áñez fue detenida hace casi cinco años, inicialmente acusada de terrorismo, sedición y conspiración. En junio de 2022 recibió la condena de diez años de prisión por lo que se denominó el caso ‘golpe de Estado II’, que la señalaba por asumir de forma ilegal la presidencia tras la renuncia de Evo Morales y otros miembros de la cadena de sucesión en noviembre de 2019. 
 Según la Defensoría del Pueblo, la represión de las movilizaciones provocó la muerte de 36 personas, -conocida como las masacres de Sacaba y Senkata-. Además del proceso principal, la golpista enfrenta otras investigaciones relacionadas con las muertes durante las protestas, por blindar con impunidad a todas las fuerzas represivas implicadas. 
 Añez piensa participar de la asunción del reciente presidente electo Rodrigo Paz -en calidad de expresidente- y fue saludada por Ana Maria Machado, la venezolana que acaba de ganar el premio Nobel de la Paz por su perseverancia a través de los años en reclamar una invasión yanqui para su país.
 La decisión del TSJ se acomoda al resultado electoral –que además de sacarlo del poder, dejó al MAS sin representación parlamentaria- y, ante todo, es resultado de la presión del imperialismo norteamericano por convertir en protectorados a diversos países de América latina de los que pretende los recursos naturales. En el caso de Bolivia, diversos minerales, en especial el litio. 

 El gobierno de Rodrigo Paz 

Paz era considerado el candidato de la centroderecha. En el balotaje se enfrentó al ultraderechista Tuto Quiroga, y por eso buena parte de los votos de Paz provinieron de las bases del MAS que pretendían evitar el gobierno de un Milei boliviano.
 Sin embargo, la presión de Trump lo está perfilando como otro ladero suyo en el continente. 
 Rodrigo Paz, ya anunció que no invitará a su asunción a los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua, razón por la cual Bolivia fue suspendida del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) tras 20 años de formar parte. Como primera señal de apoyo internacional tangible, este lunes firmó un acuerdo financiero con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) por 3.100 millones de dólares. El préstamo se le hace necesario por la falta de divisas y la escasez de combustibles que afecta al país desde hace meses y es, por lo tanto, un intento de estabilizar la economía antes del inicio de su mandato. 
 El 15 % de los fondos serán desembolsados en 30 días. El resto de los recursos se ejecutará durante el periodo 2025-2030. 
 El plan de gobierno de Paz comprende una transferencia de recursos hacia la burguesía del Oriente en un país que vive una crisis económica extrema por la falta de divisas.
 Se plantea medidas como una reducción de cargas tributarias y adoptar un sistema de banda cambiaria con máximos y mínimos, como Argentina.
 Otros puntos de su plan son la descentralización del presupuesto –algo que reclamaba la burguesía del Oriente que no quiere repartir su riqueza con el resto del país- y la eliminación de los subsidios a los combustibles que harían llevar el precio al doble y la inflación a las nubes.
 Para la reforma del estado Paz se plantea la motosierra. Su programa tiene previsto congelar las actividades de las empresas públicas con déficits operativos. 
 Por más que Rodrigo Paz argumente que su negativa a pedir un préstamo con el FMI es para evitar el ajuste, su plan de gobierno lo desmiente.
 Para paliar la escasez de combustible –que provoca filas que duran horas y hasta días- Paz ya tuvo conversaciones con funcionarios de Estados Unidos, Brasil, Uruguay y Paraguay para organizar el abastecimiento desde el 8 de noviembre, día en que asumirá el poder.
 Hay, por lo tanto, una clara sintonía del TSJ con los nuevos vientos para que Añes pueda asistir a la asunción, sin que los movimientos sociales ligados o antes vinculados a Evo Morales hayan hecho ninguna movilización rechazando la liberación de la golpista.
 Algunas federaciones (Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, Pacto de Unidad, CSUTCB y otras) emitieron declaraciones en meses previos expresando rechazo y anunciando estados de alerta o posible movilización por lo que consideraban “privilegios judiciales” hacia Áñez, pero no hay noticias de que se hayan concretado. Evo Morales sigue emperrado en una diatriba personalista denunciando un plan de Milei y Paz para asesinarlo, pero sin hacer un intento por organizar la lucha contra el plan de ajuste que viene a imponer Paz. 
 La desmovilización del indigenismo y de los trabajadores en general es el resultado del fracaso de los nacionales y populares que agotaron los pozos de gas sin diversificar la producción y sumieron a Bolivia en una crisis de escasez, inflación, déficit fiscal y deuda externa de un 80 % del PBI. 
 El curso abierto por las protestas y piquetes que se levantaron contra está situación durante el 2025 quedó frenado a la expectativa del nuevo gobierno, el cual asumió con un programa “gradualista” a lo Macri pero por la presión del imperialismo se vislumbra como un Milei que le conviene “aprovechar” el inmovilismo total y la oportunidad que se le presenta al encontrar a los trabajadores con la guardia baja para atacar de prepo no bien asuma, imponiendo una quita de subsidios que Evo Morales también intento pero no pudo imponer en el pasado. 
 Sin embargo, las presiones del imperialismo lo obligarán a llegar a contradicciones insuperables, como romper con China que es el segundo destino de sus exportaciones.
 La implosión autoinfligida del MAS tiene que servir a la clase obrera boliviana para encontrar un curso independiente para enfrentar al gobierno de Rodrigo Paz.

 Aldana González 
 08/11/2025

domingo, 9 de noviembre de 2025

Israel ocupa el 58 % de Gaza


Mientras es incesante la colonización de Cisjordania. 

 “La Franja de Gaza se encuentra al borde de su mayor división geográfica y política en la historia reciente. Ya no se trata solo de líneas de alto el fuego o nuevos mapas. Esto se ha convertido en una profunda reestructuración de quién controla qué, y quién tiene influencia dentro de la Franja.”
 La caracterización, de un analista saudí, Salem Alketbi, describe con tono neutral la entrega a Israel de la mitad de territorio gazatí, una brutal partición instituida por el Plan de Paz de Trump y Netanyahu, que contó y cuenta con el respaldo de la Unión Europea y de los países árabes. 
 La llamada “línea amarilla” no es ninguna línea, en realidad abarca ya el 58 % del territorio gazatí, y está bajo el control absoluto del ejercito sionista que, según afirma la BBC, trabaja colocando bloques y corriendo sus límites sin pausa. Los sionistas están instalando cada 200 metros bloques amarillos de hormigón que delimitan la zona bajo control israelí. 
 Según un análisis del Centro de Estudios del Congreso de Estados Unidos, esta línea implica en la práctica el mantenimiento del control militar israelí incluso después de un acuerdo de alto el fuego. 
 Otro de los objetivos del ocupante ha sido convertir en escombros cualquier edificio que aún se mantuviera en pie, de modo de volver inviable el retorno de la población. La limpieza étnica ya logró su cometido en el 58 % de la Franja.
 La nueva configuración consolida una división en dos zonas. Una quedaría bajo control israelí y la otra seguiría en manos de Hamas. 
 Los medios de comunicación israelíes se ilusionan conque las insoportables condiciones de vida generen un éxodo que vacíe la mitad poblada en poco tiempo. El ejército ha destruido deliberadamente las tierras agrícolas, en la zona más fértil de la Franja, y provocado el desplazamiento forzoso de decenas de miles de palestinos hacia el sur, a terrenos áridos, arenosos y sin agua potable. 
 Israel mantiene las restricciones al ingreso de camiones de ayuda; donde se hacinan los palestinos han entrado solo 28 % de los 600 camiones comprometidos y eso no incluye ni carpas ni maquinaria para remover escombros ni alimentos frescos como carne, frutas o verduras. 
 Israel ha reforzado decenas de puestos militares y matan a cualquiera que se acerque a la línea. Importantes localidades son inaccesibles para la población gazatí como Beit Hanun (norte) o Rafah (sur). 
 La línea amarilla se extiende hasta las fronteras con Israel y rodea por el Norte y el Sur a los palestinos. El ministro de seguridad Ben Gvir esta semana le ordenó al ejército que bloquee también la frontera con Egipto como “zona militar cerrada”, instituyendo una nueva “línea” mortífera, o, como dice él, “una zona en la que el ejército actúa sin ninguna limitación”. 
 “Estamos declarando la guerra. Cualquiera que penetre en el área prohibida será dañado”, advirtió Katz (Haaretz 6/11). Por otra parte, Katz desmintió cualquier acuerdo que permita salir a los 200 milicianos atrapados en los túneles del sur de la Franja -en la zona que controla el ejército-, y anunció que van a matarlos apenas recuperen el cadáver de un rehén que suponen está en la zona. La paz de Trump es un baño de sangre. 
 El saudita Alketbi, que da por sentado que el desarme de Hamas es inviable, dice que el último acuerdo de alto el fuego “es más bien un ensayo para una nueva configuración política en la Franja, práctica y realista” en la Hamas permanezca en un territorio donde no habría ningún tipo de reconstrucción e Israel en el resto.
 En tanto, Estados Unidos envió un borrador de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la Fuerza de Estabilización Internacional que no es más que una cobertura multinacional de la ocupación israelí. 
 Trump propone dos años de presencia militar extranjera prorrogables y el desarme de Hamas antes de que se permita a los palestinos asumir el control de Gaza. Los puntos 15 y 16 dicen que la fuerza de estabilización ayudará a controlar las fronteras y el ingreso de ayuda humanitaria y será la encargada de entrenar una nueva policía palestina no adscripta a Hamas. Respecto del ejército israelí plantean que “irán entregando progresivamente el territorio” sin establecer plazos ni límites. 

 Olga Cristóbal 
 08/11/2025

sábado, 8 de noviembre de 2025

¿Un colapso como ningún otro?


Gita Gopinath, ex número dos del FMI 

El “catastrofismo” en las filas del FMI

 El título de este artículo no proviene del pronóstico de un autor o corriente marxista. Son las palabras de Gita Gopinath, hasta hace muy poco economista en jefe del FMI, la segunda figura en jerarquía en el seno del organismo luego de Georgieva. La exfuncionaria, hoy en Harvard, alerta sobre la amenaza de “un colapso que podría quemar 35 billones de dólares de riqueza (The Economist, 15/10).
 Gopinath señala los efectos devastadores que podrían abrirse paso como consecuencia de un estallido de la actual burbuja bursátil. El actual boom es superior a cualquiera del pasado y, por lo tanto, su alcance infinitamente más grande. Las cotizaciones han llegado a su máximo histórico y, aún así, esos registros vienen siendo superados semana tras semana en el curso de 2025. Una advertencia clave que no podemos perder de vista tiene que ver con las expectativas que se han abierto respecto a la inteligencia artificial, las cuales se han revelado infundadas, no se compadecen con la realidad. Los rendimientos hasta ahora son muy reducidos comparados con la inversión, por lo cual el peligro de que esto sea una repetición del espejismo que se vivió con el auge de las punto.com sobrevuela el ambiente.

 Las dimensiones de lo que está en juego

 La exfuncionaria del FMI enciende las alarmas en torno a la elevada exposición, tanto nacional como internacional, a las acciones estadounidenses. “Durante la última década y media, los hogares estadounidenses han incrementado significativamente sus inversiones en el mercado bursátil, impulsados por la sólida rentabilidad y el dominio de las empresas tecnológicas estadounidenses. Por las mismas razones, los inversores extranjeros, en particular los europeos, han invertido en acciones estadounidenses, beneficiándose al mismo tiempo de la fortaleza del dólar. Esta creciente interconexión implica que cualquier caída brusca de los mercados estadounidenses repercutirá en todo el mundo” (The Economist, ídem). 
 Para tener una dimensión del problema, el cálculo que hace la ex economista en jefe es que una caída de la misma magnitud que la crisis de las punto.com en el año 2000 podría eliminar más de 20 billones de dólares de riqueza de los hogares estadounidenses, lo que equivale aproximadamente al 70% del PBI estadounidense en 2024. Esto es varias veces las pérdidas sufridas por el desplome de las punto.com que acabamos de nombrar. Las implicaciones para el consumo serían graves. El crecimiento del consumo ya es más débil que antes del desplome de las punto.com. Un shock de esta magnitud podría reducirlo “en 3,5 puntos porcentuales, lo que se traduciría en un impacto de dos puntos porcentuales en el crecimiento general del PIB, incluso antes de considerar la disminución de la inversión” (ídem). 
 La onda expansiva se propagaría a todo el planeta. Los inversores extranjeros podrían enfrentar pérdidas de patrimonio “superiores a los 15 billones de dólares, o aproximadamente el 20% del PBI del resto del mundo”. A modo de comparación, el desplome de las punto.com provocó pérdidas extranjeras de alrededor de 2 billones de dólares, aproximadamente 4 billones de dólares en valores actuales y menos del 10% del PIB del resto del mundo en ese momento. 
 Este verdadero tsunami desestabilizaría la economía mundial y precipitaría una depresión. 


 Caída del dólar y crisis de la deuda 

El panorama es todavía más preocupante porque, como bien alerta Gopinath, esta vez, estamos asistiendo a una declinación del dólar, que viene retrocediendo como medio de pago internacional y reserva de valor. A diferencia del pasado, la divisa norteamericana ha dejado de ser un refugio seguro y lo mismo ocurre con los bonos del Tesoro norteamericano. El mundo históricamente encontraba cierta protección en la tendencia alcista del dólar durante las crisis. Esta “huida a la seguridad” ayudaba a mitigar el impacto de la pérdida de riqueza cuando se precipitaba una crisis. El escenario ahora es diferente. El dólar se ha depreciado frente a la mayoría de las principales divisas y lo que aún es más relevante frente al oro. El hecho que éste haya llegado a sus máximos históricos es un indicador de la desvalorización que se ha operado en la divisa norteamericana. El descenso actual completa un ciclo que arranca hace más de medio siglo con la inconvertibilidad del dólar dispuesta por Nixon en agosto de 1971, a partir del cual el dólar ha funcionado como una moneda fiduciaria. Es decir, no está respaldada por un valor real, sino que se basa en el poder financiero del Estado norteamericano y sus instituciones. La confianza en ese poder se ha ido erosionando constantemente con la evolución de la crisis capitalista mundial y en particular con el declive yanqui. De representar casi la mitad del PBI y el comercio mundial en los primeros años posteriores a la a la segunda guerra mundial, Estados Unidos ha ido retrocediendo posiciones, unido a un proceso de desindustrialización y un endeudamiento que se ha vuelto cada vez más insostenible. 
 Asistimos a una crisis de la deuda que llega a la friolera de 36 billones de dólares en Estados Unidos, lo cual hace que crezcan las dudas sobre la capacidad del Estado de hacer frente a sus compromisos y, al mismo tiempo, su capacidad para rescatar al capital. Si hay algo que distingue la economía mundial es la multiplicación de frentes de tormenta que tienen un carácter explosivo. No se le escapa a la exnúmero 2 del FMI que la guerra comercial y arancelaria que ha pegado un salto a partir de los anuncios de Trump en abril de este año alimenta un cuadro de incertidumbre y dislocamiento de la economía mundial y eso está socavando un crecimiento económico. Lo central a la hora de un balance de la gestión del magnate republicano es que no ha logrado relanzar la producción norteamericana. Está asomando una recesión sin que haya logrado mitigar las tendencias inflacionarias. A este panorama la economista agrega las tensiones crecientes entre el presidente republicano y la Reserva Federal. La tentativa del magnate de quitarle todo tipo de autonomía y transformar a este organismo en un apéndice del Poder Ejecutivo es un factor adicional que provoca un mayor recelo entre los inversores sobre la trayectoria del dólar y mina aún más la confianza en la divisa norteamericana y en los activos financieros estadounidenses en general.

 Crece el descontento

 Estamos frente a una bomba de tiempo y esto explica el nerviosismo y volatilidad que existen en los mercados. El nerviosismo se traslada al propio gobierno norteamericano que viene presionando a la FED para que disponga una reducción drástica de la tasa de interés como un recurso al cual se aferra el magnate para evitar que la economía colapse. Lejos de una resurrección de Estados Unidos como proclama, el país está moviéndose a los tumbos, acosado por una crisis estructural y de fondo.
 Esto está provocando una decepción de la población. Se acaba de dar a conocer la noticia sobre un marcado descenso de la popularidad de Trump que ha quedado reducida a un 37%, el punto más bajo de su segundo mandato. La desconfianza se traslada a la propia clase capitalista, que se ve afectada por la guerra arancelaria y la inestabilidad e incertidumbre que viene provocando la política del magnate. 
 Este disconformismo ha tenido una traducción en la curva ascendente de la movilización popular (se calcula que 7 millones de personas ganaron las calles de las principales localidades del país en la jornada de protesta presidida por la consigna “Ningún Rey” (No King, en inglés), y esto es un caldo de cultivo para que emerjan giros políticos. Un síntoma de ello es el disruptivo triunfo electoral de Zohran Mamdani en Nueva York. 

 Pablo Heller

viernes, 7 de noviembre de 2025

Derrota aplastante de Trump en Nueva York


Las puertas que abre la victoria de Zohran Mamdani.

 Ayer, 4 de noviembre, tuvieron lugar numerosas elecciones en Estados Unidos. La mayor parte de ellas fueron municipales, algunas para gobernadores y hasta referendos acerca del rediseño de las secciones electorales en varios estados. En la totalidad de estos eventos ganó el Partido Demócrata, incluso con exfuncionarios de la CIA como candidatos, por ejemplo, en Virginia, o en otros con candidatas musulmanas. Fue una jornada de derrotas generalizadas para Trump y su pandilla MAGA. La que adquirió, sin embargo, dimensión nacional e internacional fue la que dio el triunfo a Zohran Mamdani, 34 años, miembro de la fracción Socialista Democrática del Partido Demócrata, en Nueva York, la metrópoli del imperialismo mundial. Mamdani no contó con el apoyo del aparato oficial de los demócratas, ni de sus figuras relevantes. Apenas le ofreció un gesto la gobernadora del estado de Nueva York, cuando participó en el acto de cierre, donde fue abucheada. Mamdani movilizó para su campaña a cien mil voluntarios (no rentados) y obtuvo la mayoría absoluta de los votos (50,4 %) en una elección que recogió la mayor participación electoral de los últimos sesenta años. 
 Donald Trump y el capital financiero norteamericano desataron una campaña furiosa y grotesca a la vez contra Mamdani, a quien califican como “un comunista”. Trump anunció, por de pronto, que privaría a NY de fondos federales a partir del 1 de enero, cuando el ganador asumirá como Intendente. En un brulote antisemita, el mismo Trump acusó de “estúpidos” al gran número de judíos que votaron por Mamdani, un musulmán; NY es la urbe que reúne al mayor número de judíos del planeta. El jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer, Obama y Kamala Harris, negaron su apoyo. La elección neoyorquina no ha sido, definitivamente, una elección municipal.
 Sin embargo, la crisis social de “la ciudad que nunca duerme” es ostensible: una crisis de costo de vida, una crisis habitacional, laboral, del transporte y urbana. El compromiso de congelar los alquileres protegidos; la gratuidad del cuidado de la niñez y del transporte urbano; el financiamiento de un plan de viviendas populares; la contratación de diez mil maestros y profesores fue un factor decisivo para ganar el voto de los trabajadores. Mamdani se ha pronunciado también a favor de la sindicalización en las empresas tecnológicas y ha conseguido apoyo de los trabajadores de aplicaciones para organizar sindicatos. Un columnista del insospechable The Wall Street Journal (3/11), para quien Mamdani es “un defensor de causas perdidas”, advierte, sin embargo, que el programa de este resuena en todo Estados Unidos y que se trata de “un regalo” que Trump y los políticos patronales deberían “desempaquetar con cuidado” (como una bomba de reloj). La derecha concuerda, definitivamente, en que Estados Unidos, el centro nervioso del capital financiero, es un polvorín social. El WSJ advierte a Trump que, si quiere convertir a NY en un terreno de combate a las masas, es necesario que adopte parte del programa de los socialistas para esta guerra. Bernie Sanders, el senador que oficia de abuelo de los SDS, ya ha elogiado numerosas medidas “industrialistas’ e “intervencionistas” de Trump. 
 Más allá del programa que lo llevó a la victoria electoral, Mamdami se destacó por llamar a una “Intifada global” y denunció el genocidio en Palestina, algo que otros miembros de la corriente Socialista Democrática y acompañantes evitaron hacer. Pero fue precisamente en NY donde la movilización contra la masacre sionista alcanzó mayor envergadura, al igual que la represión policial contra ella, incluyendo la invasión de los campus universitarios. El apoyo a Mamdani y el voto de ayer expresan un rechazo a la guerra imperialista, precisamente cuando Trump reúne las fuerzas para un ataque contra Venezuela y, desde otro lado, se dispone a reanudar los ensayos nucleares. En una forma, por cierto, confusa y todavía poco desarrollada, la lucha contra la guerra mundial imperialista se convierte en la lucha contra los gobiernos imperialistas de cada país. Es, por otra parte, lo que hace inversamente Trump, en forma consecuente: llevar la guerra imperialista contra los trabajadores, en Estados Unidos, mediante una ofensiva política y militar en las grandes y pequeñas ciudades del país. 
 Mamdani, conscientemente o no, intenta eludir estas condiciones, o sea, la lucha de clases que encierra. Ha anunciado, por ejemplo, que desea conservar a la actual jefa de la Policía neoyorquina, que ejecuta una política de “delito cero” con todos los medios de represión a su alcance. Ha planteado, textualmente, en su discurso de cierre de campaña: “vamos a trabajar con los oficiales de policía para reducir la criminalidad, mientras creamos el Departamento de Seguridad Comunitaria” – una Defensoría diluída para supervisar a ‘la peor del mundo’. Se trata, naturalmente, de una espada de Damocles contra la movilización popular, que es el instrumento insoslayable de lucha contra la ofensiva reaccionaria. Es cierto que “el desarme de la burguesía”, ni qué decir del “armamento del proletariado” no puede ser la consecuencia inmediata de una elección municipal, pero esto no autoriza a lo contrario, a dar un voto de confianza a la fuerza militar de la burguesía y a desarmar la iniciativa combativa de los trabajadores. En la tradición política del movimiento obrero estadounidense, el llamado a los “piquetes obreros armados” contra los piquetes de rompehuelgas y de la policía ha sido una reivindicación política de primera línea, en las grandes luchas de la década del 30 del siglo pasado. Mamdani reivindica con insistencia al intendente ‘reformista’ de esos años, Fiorello H. La Guardia, partidario de la economía política del gasto público, pero deja a un lado las huelgas y piquetes que jalonaron a los nuevos sindicatos industriales de aquella época. 
 Mamdani, poseedor de un discurso carismático y poético (dijo, textualmente, que ahora hay que convertir la poesía de la campaña electoral en la prosa de los hechos) no ha esclarecido cómo se propone gravar a los ricos y desgravar a los pobres, para financiar los planes de vivienda, la gratuidad y la contratación de personal de educación, cuando el Código Fiscal es una jurisdicción del estado provincial y no del municipio, y cuando Trump ha amenazado con cortar los fondos nacionales. Para zafar del impasse recurrirá a negociaciones con la gobernación y en el Congreso, los cuales podarán los gastos por lo menos a la mitad. Una gestión municipal tiene límites insalvables, cuando no hay un proyecto revolucionario nacional. Por esto también Mamdani ha comenzado a ‘conversar’ con la oligarquía del “real estate” (inmobiliarias) para conciliar propósitos acerca de la propiedad urbana. El contenido político de la movilización electoral de masas se confronta con las limitaciones de una estrategia de conciliación de clases. Pero esto mismo es ya un grado más elevado de la lucha de clases en EE. UU. y en los países desarrollados en su conjunto.
 Bien mirado, bajo la expresión de una rebeldía popular, el planteo de Mamdani y la corriente socialista del Partido Demócrata –un partido patronal e imperialista– es conservador. Mamdani repite con reiteración el propósito de retornar al pasado, cuando el ascenso social y el “american way of life” caracterizaba a la sociedad norteamericana, así como retornar al ‘laborismo’ de antaño del Partido Demócrata. “Nuestro trabajo es, dice, reconstruir un sistema quebrado”. “Cómo sería el cambio sistémico”, se pregunta un vocero de The Nation, de la progresía norteamericana, en un programa radial sin encontrar respuesta. El “eterno retorno” se ha convertido en la línea maestra del socialismo de clase media.
 La crisis del régimen político de la capital del mundo; el derrumbe del Partido Demócrata en su versión oficial; la crisis del régimen político norteamericano en su conjunto, que se ha manifestado en la jornada electoral de ayer, pero con epicentro en Nueva York, ha dejado las puertas ampliamente abiertas para una experiencia revolucionaria. En este desarrollo, “el eterno retorno” no sería hacia el ascenso fugaz del capitalismo, como en la posguerra, sino a la barbarie. La categoría central de esta fase del capitalismo es la guerra total contra la clase obrera y la humanidad. Con independencia de sus intenciones, los socialistas democráticos no podrán rescatar al partido Demócrata, ni ‘reencauzar’ a las masas en la vieja política. O surge un partido obrero independiente históricamente demorado, en una fase muy avanzada de la decadencia capitalista, o se derrumba el sistema bipartidista para abrir paso a un régimen de excepción, la dictadura y el fascismo. El agotamiento prematuro de los socialistas democráticos (que, de todos modos, vegetan desde tiempos inmemoriales), lo refleja un artículo de la revista Jacobin (“Out of the dark”), que adelanta el pronóstico de que la responsabilidad de un fracaso de Mamdani recaería por completo en la clase obrera y no en los SD. “Si Mamdani ganara, dice el autor, el pueblo va a radicar el sujeto político en él y se quedará observando desde las laterales. Me interrogo acerca de esto cuando veo el pedestal en que lo ponen sus partidarios, como si elevar a alguien más alto no significara, justamente, que caerá desde más arriba”. Las masas deben moderar sus expectativas, porque, dice, “la realización de su agenda depende de los legisladores del estado y de la gobernadora”. La prosa que reemplaza a la poesía es el viejo compromiso con el poder de turno. 

 Jorge Altamira 
 05/11/2025

jueves, 6 de noviembre de 2025

miércoles, 5 de noviembre de 2025

Trump ´analiza´ bombardear instalaciones militares en Venezuela


El Gobierno del presidente Donald Trump estudia lanzar ataques aéreos sobre instalaciones militares venezolanas, entre ellas puertos, aeródromos y bases navales, con la excusa absurda de que estarían siendo utilizadas para el narcotráfico. 
 La medida se enmarca en una estrategia de presión creciente sobre el gobierno de Nicolás Maduro, con la intención de lograr un cambio de régimen a favor de Corina María Machado, que desde hace años viene pidiendo una invasión yanqui contra su país. 
 Estados Unidos estuvo reforzando su presencia militar en el Caribe constantemente en el último mes, su última carta fue el arribo del portaviones USS Gerald Ford, el más poderoso del mundo, en estos días. También ha desplegado misiones de reconocimiento y bombardeo de barcazas con -hasta ahora- cerca de 60 víctimas, próximos a la costa venezolana para amedrentar y estudiar las capacidades defensivas de Caracas, que dispone de sistemas antiaéreos rusos S-300.
 La Administración Federal de Aviación (FAA) anunció este viernes la prohibición de vuelos en la zona de Ceiba, en el este de Puerto Rico y sede de una base militar estadounidense hasta marzo de 2026, por “razones especiales de seguridad”. 
 A pesar de que Maduro le ofreció a Trump -en negociaciones que mantuvieron hasta hace unas semanas- una participación mayoritaria en todos los recursos naturales de Venezuela, el fascista del norte está empeñado en conseguir un cambio de régimen y en lograrlo por algún nivel de fuerza, magnificando el escenario lo más posible para que sirva como método de presión para todo el continente. En consonancia con esto es que Trump anunció el reinicio de pruebas nucleares -poco antes de reunirse con Xi Jinping-, lo que sería una violación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. 
 En agosto, Maduro había firmado un acuerdo de 1.000 millones de dólares con China para empezar a producir otros 60.000 barriles diarios en el Lago de Maracaibo. La asonada de Trump paralizó toda esta operación.
 Hace apenas una semana Maduro declaró que Venezuela cuenta con más de 5.000 misiles antiaéreos rusos listos para el combate y ordenó ejercicios de defensa en zonas estratégicas del país.
 Este viernes advirtió sobre la posibilidad de un ataque inminente por parte de Estados Unidos y anunció que pidió ayuda militar a tres potencias aliadas -Rusia, China e Irán- para reforzar la defensa del país. Según reveló The Washington Post, el gobierno venezolano solicitó a Rusia asistencia técnica para reparar y modernizar su flota de cazas Sukhoi Su-30, además de nuevos juegos de misiles y sistemas de radar. A China le pidió acelerar el envío de equipos de detección y a Irán el suministro de drones de largo alcance, sistemas de interferencia de GPS y equipos de detección pasiva. 
 En respuesta, Rusia reafirmó su apoyo a Venezuela y denunció cualquier intento de “intervención externa”, mientras China pidió “moderación”, pero defendió el derecho de Caracas a proteger su soberanía. Irán, por su parte, ofreció “cooperación técnica y militar” y denunció la política “imperialista” de Washington. Pero de nueces, nada. China viene de firmar una tregua con Trump en la que, sin declaraciones al respecto, este se aseguró una clara delimitación de territorio. 
 Así como en Afganistán la excusa fue la lucha contra el terrorismo, hoy el narcotráfico es la “razón” que usa el imperialismo para tirar sus bombas donde sea. 
 Con esa excusa intervino en Colombia durante décadas. En el caso de Venezuela, el primer blanco es un régimen cuestionado por fraude electoral por la opinión pública mundial, pero en la lista siguen todos aquellos países que no se sometan a Trump en su disputa con China. Cuba, Colombia, Honduras y México son también objetivos a disciplinar o cambiar de régimen. Los Bolsonaro, por su parte, reclaman bombardeos en Brasil. 
 La amenaza de caos fue esgrimida para condicionar al electorado argentino y apuntalar a un gobierno desahuciado. Sin embargo, el caos de la desregulación, la reforma laboral, el ajuste permanente y el hambre salarial es lo único que tienen para ofrecer Trump y sus laderos en toda América. Es necesario discutir entre los trabajadores cómo enfrentarlo. 

 Aldana González 
 03/11/2025

lunes, 3 de noviembre de 2025

Masacre en Río de Janeiro y crisis política


Mientras el imperialismo norteamericano prepara el asalto final sobre Venezuela. 

 La Masacre de Río de Janeiro, con un saldo de 132 muertos, no puede ser considerada por fuera del contexto internacional, de la injerencia de Trump y su política de intervención en América Latina bajo la acusación de “narcoterrorismo” a todo opositor político a sus posiciones. 
 Las primeras investigaciones oficiales sobre los eventos ocurridos en la madrugada del martes en los complejos Alemao y Penha, han confirmado la barbarie acometida por la policía. Los peritajes de los cuerpos evidencian signos de torturas, quemaduras, ejecuciones sumarias. Los jefes del operativo fingieron lamentar “una letalidad que se creía probable, pero no deseable”. Sin embargo, la megaoperación -que contó con la participación de 2.500 efectivos- y el traslado de los combates a la Sierra de la Misericordia fueron planificados previamente por las propias fuerzas policiales que interpusieron una “pared” de oficiales de élite, fuertemente armados, del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE). Las bandas criminales, que el gobernador Castro busca catalogar como narcoterroristas -en sintonía con Trump- están lejos de suponer una amenaza al monopolio estatal de la fuerza. Múltiples analistas políticos brasileños, así como expertos en delito, aseguran que estos grupos, si bien están fuertemente armados, no tienen comparación con una fuerza regular, ni siquiera con organizaciones armadas como las FARC. Los asesinados fueron mayoritariamente jóvenes reclutados en los barrios más pobres de Río al servicio de un oscuro entramado delictivo. Jóvenes que combatían en ojotas y sin remera fuerzas de élite policial que los torturaron y asesinaron en la oscuridad de un monte. El principal objetivo del operativo era detener al capo narco “Doca”, que todavía se encuentra prófugo.
 La policía, en un operativo que demoró interminables horas, citó a los familiares para reconocer los cuerpos en los hospitales cercanos a las favelas – el IMF y el Hospital Getulio Vargas-. La situación terminó en represión ante el malestar de las familias por las demoras y la negativa a entregar los restos. 
 El operativo policial fue vitoreado por la ultraderecha brasileña como el modelo a imitar en todo el país. En las últimas horas, fue replicado en San Pablo por Tarcisio de Freitas, aunque en este caso, se trató de una acción sumamente medida –arrojó sólo una víctima mortal y un herido-. El operativo buscaba ejecutar órdenes de detenciones de la banda más imponente de Brasil: el Primer Comando Capital (PCC). A diferencia de las operaciones en Río, los destinos fueron barrios cerrados y urbanizaciones de ricos, donde viven los capos del delito. La operación, ampliamente publicitada, sin embargo, no logró encontrar a los principales implicados. Se sospecha que ninguno de ellos vive en Brasil. La violencia vista el martes en Río, conocida en las jornadas de miércoles y jueves, ha llevado a reactivar causas contra el gobernador Claudio Castro por abuso de poder político y económico, que se encuentran en la última instancia judicial, en manos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), e involucran al presidente del Parlamento regional, Rodrigo Bacellar. Al mismo tiempo, el juez Alexandre de Moraes, ha solicitado a Castro que se presente el próximo lunes 3 de noviembre ante el Tribunal Supremo Federal a declarar y dar cuenta sobre el operativo del martes, bajo riesgo de acusación de violar los derechos humanos.
 La ofensiva de la ultraderecha cuenta con un aval de Trump. Lula, por su parte, ha tomado distancia de las polémicas públicas con Castro. Ha firmado una resolución presidencial que eleva la protección a fiscales y policías. La derecha ha montado una operación política en su contra. El contraste político entre los dichos de Lula y la “cautela” oficial en sus declaraciones y acciones, contrasta con las de los dirigentes de base en las barriadas asediadas por la violencia narco y policial. Las denuncias de los delegados barriales en Alemao y Penha expusieron una situación de crisis humanitaria en las favelas.
 Por otro lado, la iniciativa de Castro busca esconder una profunda fractura política en las filas del bolsonarismo y la lucha intestina por la candidatura para enfrentar a Lula en 2026. Castro, una figura en declive, es catalogado como un oportunista por la prensa brasileña. De ahí, las acusaciones que ubican al megaoperativo como una acción electoral en favor de su política de mano dura. Las intenciones de Castro, egoístas y oportunistas, no están en juicio. Lo que debe ser caracterizado es el alcance político de este globo de ensayo ejecutado por los círculos bolsonaristas contra el gobierno nacional. Diversas investigaciones, aparecidas en Folha de Sao Paulo, denuncian que las autoridades militares nacionales ocultaron el operativo al gobierno nacional; también se denuncia la filtración del operativo al Comando Vermelho. Las irregularidades se multiplican rápidamente. La descomposición social y política de Brasil busca ser aprovechada por una banda cívico militar de delincuentes para alinear al país más grande de América Latina en una empresa de rapiña internacional. No pueden entenderse de otra manera las súplicas de Flavio Bolsonaro (hijo) a Donald Trump para que bombardee las costas de Brasil.

 Joaquín Antúnez 
 31/10/2025

domingo, 2 de noviembre de 2025

¿Qué significa la tregua que pactaron Donald Trump y Xi Jinping?


Este jueves 30, los líderes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jiping, pactaron una tregua comercial de un año en una cumbre que celebraron en Busan, Corea del Sur. China acordó suspender durante un año los controles a las exportaciones de las estratégicas tierras raras, mientras que Estados Unidos suspendió los mayores controles a las exportaciones de semiconductores, y se suspendieron los nuevos aranceles recíprocos al transporte marítimo. A su vez, Estados Unidos redujo en 10 puntos porcentuales los aranceles a los productos chinos relacionados con el fentanilo, disminuyendo el arancel promedio al 45%, mientras que China acordó reanudar las compras de soja y habilitar el control de TikTok por una empresa norteamericana. 
 El repliegue se produce luego de la escalada que protagonizaron ambas potencias en las últimas semanas, que prefiguraba un choque con derivaciones inciertas. Sin embargo, este repliegue, no representa una reversión de la tendencia a una confrontación decisiva entre ambas potencias. Hacia adelante, se acelerará la carrera de ambos países para dominar las cadenas de suministro y hacerse de los recursos naturales, tecnológicos y militares para poder prescindir y, a su turno, someter a su adversario. 

 La escalada previa

 Recordemos que en el llamado “Día de la Liberación”, cuando Trump anunció aranceles exorbitantes para todo el mundo, China y Estados Unidos se enfrascaron en una escalada que llevó los aranceles recíprocos por arriba del 100 %. La decisión de China de restringir las exportaciones de siete elementos de tierras raras y los imanes relacionados —utilizados en armamento, automóviles y electrónica— fue un punto de inflexión en esa escalada. Es que China domina la mayor parte de la producción de tierras raras (entre un 60% y un 70%) y de su refinación (un 90%), y sus restricciones amenazaron con paralizar la industria yanqui y la industria automotriz internacional. Por esta razón, Estados Unidos redujo los aranceles sobre los productos chinos al 30 % como parte de una tregua de 90 días, que posteriormente se extendió, y China redujo sus aranceles sobre los productos estadounidenses al 10 % y comenzó a permitir nuevamente el flujo de tierras raras. 
 Esta dinámica había tenido un antecedente bastante inmediato. En diciembre de 2024, Washington había anunciado restricciones a las exportaciones a China con el objetivo de limitar el desarrollo de microchips avanzados para la inteligencia artificial con uso militar. El Estado chino respondió, en aquel momento, con la prohibición a la exportación de galio, germanio, antimonio y grafito, metales clave para la fabricación de semiconductores o baterías. 
 En el marco de la tregua arancelaria iniciada en mayo y prorrogada en agosto por otros 90 días más, Estados Unidos sostuvo las restricciones al envío de chips de alta tecnología al gigante asiático. China, por su parte, dejó de comprarle soja a Estados Unidos y recrudeció las investigaciones antimonopolio contra grandes empresas estadounidenses como Google, DuPont, Nvidia y Qualcomm. 
 Pero en las últimas semanas, faltando un mes y medio para que se venza la tregua arancelaria, se produjo un mayor recrudecimiento de las hostilidades. A finales de septiembre, la Oficina de Sanciones de Estados Unidos amplió la lista de empresas a las que se les prohíbe el acceso a la tecnología norteamericana, afectando especialmente a empresas chinas. A su vez, Estados Unidos impuso nuevos aranceles a los buques de fabricación china en puertos estadounidenses. Como respuesta a todo esto, China elevó a principios de octubre sus controles de exportación de tierras raras a un nuevo nivel. Así, estableció un régimen global de licencias que, de aplicarse con rigor, le otorgaba a China la posibilidad de dictar qué productos de alta tecnología se fabrican fuera de sus fronteras y quién los fabrica. Trump respondió amenazando con nuevos aranceles del 100% y con cancelar la cumbre entre ambos líderes del jueves 30. 

 Las razones del repliegue 

A diferencia de la guerra comercial impulsada por Trump bajo su primer mandato, la actual confrontación ha encontrado a China mejor preparada. Y es evidente que Xi le ha dado a Trump de su propia medicina. 
 Muy tempranamente China ha sido consciente del poder de fuego con el que cuenta con su cuasi monopolio de las tierras raras. Nos referimos a los 17 elementos químicos que resultan indispensables para la producción de autos eléctricos, teléfonos inteligentes y aviones de combate, entre otras cosas, que le otorgan a China un enorme poder en el control de la cadena de suministros. De hecho, ya en 1992 Deng Xiaoping había señalado que “así como Medio Oriente tiene el petróleo, China tiene las tierras raras”. En 2010 el gigante asiático utilizó su dominio de las tierras raras contra Japón, lo que motivó un pronunciamiento por parte de la Organización Mundial del Comercio contra China en 2012.
 Pero así como ha sido consciente de su potencial, China también lo ha sido de sus limitaciones en el terreno tecnológico, especialmente en el de los microchips, y de dependencias de las importaciones. Por eso en 2015 lanzó el programa Made In China 2025, con el objetivo de superar su atraso tecnológico, reducir su dependencia de las importaciones e incrementar su productividad laboral (ver la sección “La puja tecnológica” en “De donde viene y adónde va China”). El lanzamiento en 2013 de la Iniciativa de la Ruta y la Franja fue otra forma de sortear su dependencia comercial de Estados Unidos, diversificando su entramado comercial. Es por eso que, en septiembre de este año, el valor de las exportaciones chinas han crecido en un 8,3% interanual, a pesar de las restricciones norteamericanas y la caída del comercio con Estados Unidos. 
 En contraste con la previsión china, Estados Unidos recién ahora se ha volcado a superar su dependencia de las tierras raras producidas y refinadas por China. Trump ha planeado crear una reserva estratégica de minerales y establecer un precio mínimo para las tierras raras, agilizando los trámites de permisos y reduciendo drásticamente las normas medioambientales para acelerar la construcción de minas y plantas de procesamiento. De hecho la administración norteamericana ha tratado de adquirir minerales críticos por el orden de los mil millones de dólares, como parte de una campaña de acumulación de reservas, y el Estado yanqui se ha volcado a la adquisición de participaciones en empresas mineras, como MP Materials, Lithium Americas y Trilogy Metals (Financial Times 20/10).
 Esta dinámica es lo que explica que muchos hayan señalado que China mantiene una ventaja respecto a Estados Unidos en la guerra comercial. El semanario inglés, The Economist, tituló su editorial del 23 de octubre: “Por qué China está ganando la guerra comercial”. Chris Miller -el autor de Chip War, un libro dedicado a mostrar el rol de los chips como la infraestructura crítica de la civilización moderna y a analizar la puja entre ambas potencias por el dominio de los semiconductores- señaló en un reciente artículo de opinión que China “sigue ganando” la guerra comercial (Financial Times 27/10). Como balance de la cumbre entre Trump y Xi, un artículo publicado en The New York Times (reproducido por La Nación 31/10) afirma que “Xi sale fortalecido de Busan, pero deja que Trump cante victoria”. Mientras, el Financial Times sostiene que “China emerge como un ‘rival a la par' de Estados Unidos”, mostrando un contraste entre la situación de China con Japón, Malasia y Corea del Sur. Es que en las reuniones que mantuvo Trump con los mandatarios de los países asiáticos, estos se vieron obligados a hacer concesiones, incluyendo acceso a sus mercados y la promesa de invertir cientos de miles de millones de dólares en Estados Unidos, a cambio de una modesta reducción de aranceles. 
 Sin embargo, también hay que incorporar al panorama general que Trump afirmó no haber hablado en la cumbre sobre Taiwán, algo que le preocupa especialmente a China ante el armamento sistemático de la isla gracias a la asistencia del imperialismo yanqui. A su vez, Trump afirmó no haber aceptado la venta de los avanzados chips de IA Blackwell de Nvidia a China, aunque indicó que sí abordó el acceso a otros chips de la compañía. 

 La preparación de la ofensiva 

Sea como fuere, es claro que cada potencia apunta a superar, en el marco de la tregua, sus propios flancos débiles.
 Tal es así que, una vez concluida la cumbre Trump-Xi, el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, señaló que China “cometió un grave error” al amenazar con suspender las exportaciones de tierras raras, ya que “alertó a todo el mundo de ese peligro”, y que Estados Unidos se protegerá de una eventual nueva crisis de suministro de tierras raras “en un plazo de 12 a 24 meses”. Hay que apuntar también que Trump, en la víspera de la cumbre de Busan, anunció el retorno de las pruebas de las armas nucleares, interrumpiendo más de tres décadas de moratoria nuclear. Lo hizo en respuesta al gobierno ruso, que lanzó recientemente el misil crucero Burevestnik y el torpedo nuclear Poseidón, pero también como una señal de poderío militar a Xi Jiping. 
 Por su parte, China seguirá intentando superar su retraso en materia de desarrollo de semiconductores. En la cuarta sesión plenaria del XX Comité Central del PCCh, que tuvo lugar el 23 de octubre pasado, se sentaron las bases del nuevo plan quinquenal de China. Allí, volvió a quedar clara su determinación de dominar la manufactura avanzada y lograr la autosuficiencia tecnológica y, entre otras cosas, “acelerar la construcción de capacidades de combate avanzadas y propulsar la modernización de la gobernanza militar” (Comunicado de la IV Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China). Hay que recordar, a su vez, el impactante desfile militar que protagonizó el Ejército chino en Tiananmen, en el marco del 80 aniversario de la victoria china contra Japón, a principios de septiembre.
 El repliegue, como se ve, no inaugura un período de paz y estabilidad. Ambas potencias “retroceden” con el único objetivo de tomar impulso y lanzarse más decididamente a una confrontación decisiva.

 Pablo Giachello

miércoles, 29 de octubre de 2025

La guerra del narcotráfico contra el gobierno de Lula.


El bolsonarismo irrumpe en las favelas de Río de Janeiro con los métodos de la guerra civil 

 Un megaoperativo de 2.500 efectivos de la policía civil y militar, ordenado por el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, irrumpió en los complejos de favelas Penha y Alemão, en la zona norte de Río. El saldo oficial ascendía por estas horas a 120 muertos -entre ellos cuatro policías- y más de 80 detenidos, entre ellos, Thiago do Nascimento Mendes (“Belão do Quitungo”) y el operador financiero de Edgard Alves de Andrade (“Doca”), identificados como líderes del Comando Vermelho, una de las más antiguas y poderosas organizaciones narco de Brasil, sumada a una red extraordinaria de asistencia a los favelados. La intención declarada del operativo “Contención” era ejecutar 100 órdenes de detención. Fue realizado mientras Lula, presidente de Brasil, se encontraba en una cumbre en Malasia y mantenía reuniones con su homólogo Donald Trump. 
 La operación, que recibió el inmediato apoyo de los sectores políticos ligados a Jair Bolsonaro, estuvo precedida por diversas declaraciones del senador Flavio Bolsonaro, su hijo. En su cuenta de X había reposteado un vídeo de las lanchas bombardeadas por Estados Unidos en el Pacífico, “invitando” al gobierno estadounidense a realizar esas mismas operaciones frente a las costas brasileñas. Castro, aliado de Bolsonaro, había asegurado que este operativo era necesario ante los rechazos que imputa al Ejecutivo a enviar a las Fuerzas Armadas y dotarlas de vehículos blindados. “Río estaba sola”, se auto justificó Castro. Calificó el operativo como “una defensa del Estado” ante el “narcoterrorismo”. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde el Ejecutivo de Trump propina golpes de estado contra los estados que protegen a los inmigrantes, en Brasil varios estados urden golpes contra el gobierno nacional.
 El operativo político del bolsonarismo ha sido acompañado por la presentación de un proyecto de Ley impulsado por Unión Brasil, para declarar a ciertas bandas criminales como “terroristas”. Este punto de vista es acompañado por otros bolsonaristas declarados, como Tarcisio da Freitas, gobernador de San Pablo, y Romeu Zema de Minas Gerais. Eduardo Paes, quién ganó la alcaldía de la ciudad (no el estado) de Río con el apoyo explícito del PT y Lula en persona, acompañó el operativo con un video y con el compromiso de que no va a permitir “que la población sea rehén de bandas criminales”. La ultraderecha brasileña, que busca instaurar un estado de excepción para avanzar con medidas extraconstitucionales e imponer un estado policial, ha contado con un guiño de Páez. 
 Las imágenes y videos que se han viralizado muestran un escenario de guerra con todas las letras. La policía cercó los barrios del operativo y acompañó sus actividades terrestres con helicópteros – algo que la Corte Suprema prohibió en 2020, para luego rehabilitar en 2024. Barricadas improvisadas, escuelas cerradas y gente encerrada en sus casas esperando que el sonido de las balas cesara para volver a salir. La brutalidad policial recordó a los operativos de 2010, ejecutados también contra bandas de narcotraficantes con un saldo de más de 30 muertos. En los principales diarios de Brasil, el horror de los entrevistados grafica una jornada de barbarie completa, en una ciudad acostumbrada a redadas policiales y asesinatos cotidianos. 
 La mañana del miércoles ha dejado observar en su totalidad el espectáculo dantesco. Cadáveres trasladados a la plaza del barrio de Penha, luego de que las mujeres del barrio decidieron salir a buscar en los morros cercanos a sus esposos, hijos y familiares desaparecidos. La escena del horror es acompañada por el llanto y los lamentos de las familias que reconocen -sin intervención de autoridad alguna- los cuerpos uno a uno, mientras los cubren con plástico y telas. Hay denuncias de que al menos uno de los hombres se había entregado a la Policía y aun así fue asesinado. Los muertos encontrados esta madrugada no fueron informados por la policía, lo que ha despertado sospechas sobre ejecuciones extrajudiciales.
 El Comando Vermelho compite en diversos barrios de la ciudad por el control territorial. Desde el ascenso de Bolsonaro al gobierno, diversas bandas ligadas políticamente a la ultraderecha fueron al choque de estos grupos, conquistando territorios y monopolizando el control del tráfico de drogas y armas para usufructo personal. "Son todos carteles bolsonaristas que llegaron, inicialmente, para expulsar a los narcos tradicionales y lo hicieron, pero se afincaron y ahora son ellos los que trafican. Río vive una situación de violencia rutinaria", explicó Darío Pignotti, colaborador de Página 12 que reside en Brasil (Página12, 28/10). 
 Los medios definen el operativo como un “cortocircuito” entre Río y la presidencia de Brasil, que según denuncia el gobernador Castro, rechazó en tres oportunidades brindar la ayuda de las Fuerzas Armadas. Ahora, el reclamo es la declaración de Garantía de Orden Público (GLO), que garantiza el despliegue de las FFAA en el territorio. Al ser una competencia del Presidente, se descarta que pueda suceder a la brevedad. En una reunión de emergencia con el gabinete, Lula ha definido enviar una comitiva para reunirse con Castro y ofrecer plazas en cárceles federales para los más de 80 detenidos. La aberración de las acciones policiales ha generado un malestar entre las propias filas del gobierno petista. El presidente del Partido de los Trabajadores, Edinho Silva, calificó a la operación como desastrosa, destaca Página12. 
 El comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que este operativo viola el derecho internacional más elemental por su brutalidad. Las acciones del bolsonarismo, en su propio territorio, coinciden con el escalamiento de la intervención de Trump sobre el Mar Caribe y el Pacifico en su “acción contra el narcoterrorismo”, que es la pantalla para un cambio de régimen de Venezuela y Colombia. La presión sobre Brasil, desatada por la condena contra Bolsonaro, había disparado sanciones económicas contra las exportaciones brasileñas a Estados Unidos. 
 El bolsonarismo se vale del apoyo trumpista para desarrollar un método de guerra civil, lejos de un “operativo electoral” sobre la seguridad urbana -como han denunciado diversos referentes políticos brasileños- estamos ante un operativo de amedrentamiento contra los trabajadores y las libertades democráticas más elementales. En un plano más general, es la declaración de América Latina como territorio en disputa para alinearlo de manera irremediable en la conflagración mundial del imperialismo norteamericano. 

 Joaquín Antúnez
 29/10/2025

martes, 28 de octubre de 2025

Pretenden convertir a Gaza en una “zona de reconstrucción”, controlada por un Protectorado internacional y el estado sionista


El objetivo siguiente es el cambio de régimen en Irán. 

 En una sola semana se han amontonado en Tel Aviv el vicepresidente estadounidense, JD Vance; los responsables de la política de la Casa Blanca en Oriente Próximo, Steve Witkoff y Jared Kushner, y el secretario de Estado Marcos Rubio. Kushner es yerno de Trump y el autor del ultimátum de 20 puntos presentado por Trump. Es también el responsable del proyecto de convertir a Gaza en la Riviera oriental del Mediterráneo y del establecimiento de un Protectorado encabezado por el masacrados de Irak, Tony Blair.
 Rubio a la vez que explicó su viaje como un intento de reforzar el alto el fuego dijo que ‘los norteamericanos’ no eran quienes para impedir que Israel bombardeara Gaza como bombardea El Líbano (donde también hay un alto el fuego). En línea con la posición del carnicero de Tel Aviv, Rubio calificó a la UNRWA, el organismo de la ONU encargado del socorro a los refugiados, como “una filial de Hamas”. El aviso de que “no jugará ningún papel en Gaza” constituye una violación al acuerdo de cese del fuego. Conclusión: la hambruna y el genocidio continúan 
 Vance y Kushner, en cambio, anunciaron que Estados Unidos e Israel pretenden mantener dividida Gaza en dos zonas, la que está ocupada por el ejército sionista -y abarca el 58 % del territorio- y el resto. “La reconstrucción solo se llevaría a cabo en el lado israelí hasta que Hamas pueda ser desarmado y destituido del poder”, adelantó el Wall Street Journal (22/10). La operación de limpieza militar fuera de la zona ocupada consiste en destruir la totalidad de los túneles construidos por Hamas y la resistencia islámica. Netanyahu ha asegurado que ninguna formación militar extranjera podría llevar a cabo esa tarea -sólo el ejército sionista-. La masacre continúa 
 Los palestinos son empujados por el ejército hacia una supuesta “zona segura”, que es un territorio árido, sin agua potable, imposible para cualquier actividad productiva. Esta situación deja a los palestinos a expensas de la ayuda humanitaria, que Israel deja entrar con cuentagotas.
 (La infame “Línea Amarilla” definida por Trump, no es ninguna línea: abarca más de la mitad del territorio gazatí y está ocupada por el ejército sionista. Se extiende hasta las fronteras con Israel y rodea por el Norte y el Sur a los palestinos.) 
 Philippe Lazzarini, el jefe de la UNRWA, advirtió que la situación sigue siendo dramática. Aunque en la frontera tienen comida para tres meses, dijo, Israel no la deja entrar. Las tiendas de campaña y los sistemas de desalinización de agua también siguen en Egipto o en Jordania. “Hasta ahora no se nos ha permitido llevar un solo convoy, como a muchas otras ONG internacionales”, agrega. 
 Limpiar de escombros y bombas a Gaza tomará hasta 30 años, según un funcionario del grupo de ayuda Humanity & Inclusion, que describe el enclave como un "terrible campo minado sin cartografiar". El asedio israelí -lo pregona Netanyahu- impedirá que entre la maquinaria indispensable para remover los escombros, construir viviendas, hospitales, cañerías o plantas potabilizadoras de agua. 
 Ese es el carácter de la paz de Trump. Esperan que este cerco mortífero precipite el éxodo de los habitantes a los “paraísos” que le tienen preparado Trump y Netanyahu (Somalía, Sudán del sur, etc.) 
 El vicepresidente JD Vance y Jared Kushner (que es también titular del fondo fiduciario para la “reconstrucción” de Gaza) insistieron en que hasta que no se “destituya” a Hamas no se destinarán fondos por fuera de la Línea Amarilla. La confesión de que avanzarán en el genocidio es también la admisión del fracaso de dos años de sus intentos de aniquilar a la resistencia palestina. Hamas ha dicho que no dejará las armas 
 Kushner acaba de recibir miles de millones de dólares de fondos soberanos (estatales) extranjeros, y ahora está negociando “acuerdos de paz” que faciliten sus planes inmobiliarios en nombre de Estados Unidos. Su flamante empresa, Affinity Partners, ha recaudado más de 4.800 millones de dólares, principalmente de fuentes de Oriente Medio
 Sólo el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita invirtió 2.000 millones de dólares en Affinity Partners. También aportaron Qatar y Emiratos Árabes Unidos. Los gobiernos árabes han invertido sumas siderales en el “fondo de reconstrucción” -los planes inmobiliarios- de Kushner-. La solución de los “dos estados” quedaría, improbablemente, reducida a una fracción de la actual Cisjordania, y al Protectorado de Gaza.
 Affinity Partners obtiene más de 80 millones de dólares anuales en comisiones y aspira a alcanzar un fondo de 25.000 millones de dólares, utilizando el 80 % de su financiación mediante deuda.
 La "nueva Gaza", recordó Vance, sería “protegida por una fuerza internacional que estabilice la región”, de la que participarían, entre otros, Egipto, Qatar, los emiratos y Turquía. Esta opción fue repudiada de plano por el gabinete confesional de Netanhayu, que no quiere resignar la exclusividad del control militar en la región. 
 “(U)na Gaza dividida aborda las dificultades aún sin resolver de desarmar a Hamas y establecer un gobierno alternativo que cree un entorno seguro para los miles de millones de dólares de inversión necesarios para la reconstrucción”, opina WSJ, el diario de Rudolf Murdoch, un fascista que apoya a Trump. 
 "A veces resulta muy difícil para los israelíes admitir que Hamas aún existe y es el actor dominante en Gaza", explica Michael Milshtein, exjefe del Departamento de Asuntos Palestinos de la Inteligencia Militar Israelí. “Confiar en actores sospechosos -clanes, milicias, bandas, muchos de ellos criminales, muchos de ellos afiliados a ISIS (el grupo Estado Islámico), muchos de ellos implicados en atentados terroristas contra Israel- y considerarlos una alternativa a Hamas es una ilusión" (BBC 23/10). Trump ha dejado abierta una rendija para permitir que Hamas ejerza una función policial de orden, junto al Protectorado internacional, en una transición que será acompañada por las oligarquías árabes. 
 Milshtein alude a las bandas de delincuentes cooptadas por Israel para robar alimentos, disparar a las filas de hambrientos y generar caos. Algunos de sus cabecillas fueron fusilados por Hamas en estos días. 
 El domingo pasado, en una abierta ruptura del alto el fuego, el gobierno israelí descargó 153 toneladas de bombas sobre Gaza, según dijo el propio Netanhayu en el Parlamento. Los ataques duraron 9 horas y sembraron el terror, dejando 50 muertos y 150 heridos. 
 Los sionistas justificaron la ofensiva porque Hamas habría violado la tregua (sic) en tres incidentes consecutivos y disparado contra sus tropas en Rafah, que está prácticamente despoblada y bajo control israelí. 
 Hamas desmintió el enfrentamiento y el periodista palestino Younis Tirawi reveló que el primer incidente se produjo porque una de las excavadoras contratadas por Israel para demoler hasta la última vivienda de Rafah atropelló un artefacto explosivo. 
 Los otros dos aluden a un enfrentamiento entre distintas facciones de la banda Abu Shabab. Los sionistas quedaron entre dos fuegos cuando quisieron proteger a su esbirro Yasser Abu Shabab, un delincuente de larga data vinculado al narcotráfico. Cooptado por Israel, asaltó camiones de ayuda para revender los alimentos y más tarde se sumó a la Fundación cuya distribución de comida terminó en el asesinato de varios miles de palestinos que pugnaban por una caja de comida. En noviembre de 2024, la tribu Tarabin de la que es originario lo repudió públicamente.
 La paz y la estabilidad en Medio Oriente no están más que en las rimbombantes declaraciones de Trump mientras prepara un rediseño de la región que colabore con su avance imperialista en el escenario mundial. El objetivo siguiente es el “cambio de régimen en Irán”. 

 Olga Cristóbal 
 24/10/2025