jueves, 17 de julio de 2025

Crisis política en Estados Unidos por las tramas de encubrimiento sobre Jeffrey Epstein y su posible asesinato


El memorándum emitido conjuntamente por el Departamento de Justicia -encabezado por la Fiscal General Pam Bondi- y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) acerca del caso Epstein desató un escándalo en las filas del trumpismo. Jeffrey Epstein era un financista acusado por ejercer pedofilia y tráfico sexual durante años en su isla y otras propiedades en Nueva York, Florida, París y las Islas Vírgenes.
 El memorándum publicado el 7 de julio dejó asentado que no hay evidencia de una supuesta 'lista de clientes' de Epstein que implique a figuras de alto perfil y, al mismo tiempo, establece que Epstein se suicidó en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, haciéndolo constar mediante 11 horas de filmación que registran la entrada de su celda en los momentos claves. 
 El hecho de que la Fiscal General declarara que no existe tal lista generó el repudió generalizado de los fascistas que estuvieron años agitando teorías conspirativas y bregando por su publicación. La misma Pam Bondi había declarado hacía poco tiempo que ya la tenía sobre su escritorio, para ahora desmentirse descaradamente. 
 Que este giro cuente con el apoyo del FBI no es algo que calme a las hordas trumpistas, sino que sólo confirma, para sus ojos, un armado conspirativo, más aun con la perseverancia con la que el memorándum se dedica a descartar la hipótesis del asesinato de Epstein.
 Lo que empeoró la crisis es el apoyo público de Trump a Bondi y las declaraciones previas de esta, que acrecentaron la expectativa por una revelación masiva de acusados ricos y famosos de pedofilia. Una de las promesas de campaña electoral del fascista del norte fue la de publicar la lista de clientes si estaba en sus manos.
 A pesar de las numerosas evidencias y acusaciones, Epstein logró evitar ser juzgado y acusado acorde a la gravedad de los hechos durante años.
 Finalmente fue arrestado en julio de 2019 por cargos federales de tráfico sexual. Menos de un mes después, el 10 de agosto de 2019, fue encontrado muerto en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan. El médico forense dictaminó que se había ahorcado. 
 Sin embargo, su muerte despertó la sospecha pública debido a evidencias sobre fallas en la seguridad y el patólogo pagado por la familia del reo declaró que, por la manera en que se quebraron los huesos, era más probable el ahorcamiento por un tercero que un suicidio. Otros especialistas estipularon que los videos -que solo muestran la puerta de su celda- fueron editados. 
 La furia se desató en las bases de MAGA, pero también en la administración presidencial. Trascendió que el subdirector del FBI, Dan Bongino, está considerando renunciar. 
 Hace tan solo un mes Elon Musk había denunciado en un tuit -que luego borró- a Trump de integrar la lista de clientes de Epstein. 
 La gestión Trump hace agua por varios lados.
 A nivel interno su ruptura con Musk es consecuencia de las contradicciones de su propia política económica, como eliminar los subsidios con los que contaba Tesla. Gran parte de la burguesía industrial vio aumentados los costos por las tarifas en los insumos importados y la persecución a los inmigrantes está dejando sin mano de obra al agro. 
 Pero las contradicciones en su retórica conspiranoica también tienen su peso. La base social que le soportó 1.000 denuncias y la violación fragante del estado de derecho no tolera una contradiccion tan evidente de sus propias promesas de campaña. 
 El discurso fascista genera crisis interna. Para Elon Musk significó una caída en sus ventas y el repudio de sus propios clientes a sus autos eléctricos. Recientemente Linda Yaccarino renunció -sin explicitar razones- como CEO de X, en medio de la polémica en torno al chatbot de inteligencia artificial Grok, desarrollado por la empresa de Musk, el cual en las últimas semanas ha sido criticado por publicar en X comentarios antisemitas y antislámicos. 

 Aldana González 
 16/07/2025

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