viernes, 4 de octubre de 2024

El Opus Dei, acusado de explotación y trata de personas


La “obra de Dios” es una mafia político-financiera. 

 Durante más de cuatro décadas, entre 1972 y 2015, el Opus Dei, una organización ultraderechista de la Iglesia Católica, reclutó al menos a 44 mujeres pobres, la mayoría niñas y adolescentes, a las que les prometió trabajo y la posibilidad de estudiar, para poder someterlas a “condiciones de vida equiparables a la servidumbre”. 
 Así define la justicia federal argentina el accionar del Opus Dei, una organización a los que muchos estudiosos consideran directamente una mafia político-financiera de la Curia. 
 Si bien denuncias de este tipo contra el Opus hay en todos los países donde opera, incluido Estados Unidos, nunca antes habían sido citados a indagatoria por delitos tan graves los máximos responsables de una región del Opus. Los casos judiciales anteriores involucraban organizaciones benéficas o miembros que dirigen centros individuales del Opus Dei. 
 El informe es la culminación de una investigación, secreta y sin precedentes, que inició en septiembre de 2022 la Procuraduría contra la Trata de Personas de Argentina (PROTEX), después de que docenas de mujeres acusaron públicamente al Opus Dei de explotación en los medios de comunicación. 
 Las mujeres, que formaron parte del grupo entre 1972 y 2015 aproximadamente, eran “numerarias auxiliares”, una categoría de miembros del Opus exclusivamente femenina que dedican su vida al trabajo doméstico en los centros de la organización. 
 Los fiscales describen la captación de niñas de familias pobres o migrantes como una “selección engañosa” que se aprovechaba “de su extrema vulnerabilidad”. Afirmaron que las mujeres eran “seducidas” con promesas de educación y oportunidades laborales, pero luego quedaban “atrapadas en un ciclo de explotación y abuso”, trabajando jornadas de 14 horas, sin recibir salario alguno. 
 El acceso de las mujeres a la atención médica y al mundo exterior estaba fuertemente controlado. “Eran sometidas a una explotación laboral extrema, con una falta total de remuneración justa y de derechos básicos, todo ello bajo el pretexto del 'sacrificio' y la 'salvación espiritual'“, afirma la Protex.
 La acusación de la Protex, de 136 páginas, afirma que el Opus “creó una estructura dedicada al reclutamiento de por lo menos 44 mujeres” e imputa a la máxima jerarquía por tráfico de personas y trata. El informe del fiscal sugiere que la explotación de las mujeres es esencial para el funcionamiento de la organización. Cita a una víctima que declaró: “Éramos la base para que otros pudieran cambiar el mundo”. 
 Además, la investigación enumera y describe la situación de las víctimas dentro de los “centros” de la organización, las prácticas de manipulación psicológica, el “control disciplinario mediante elementos de castigo” y una serie de “normas de vida” que debían llevar las mujeres y que implicaban un sistema de charlas, confesiones y oraciones, además de la obligación de la castidad, el aislamiento de los vínculos familiares, la restricción de sus comunicaciones y cualquier contacto con el mundo exterior, el control psicológico y condicionamiento conductual, como también el control de la salud física y mental mediante visitas médicas supervisadas y suministro de pastillas psiquiátricas. Todo eso se pudo probar en los casos analizados.
 Una de las esclavas, M.I.E., fue captada a los 17 años, en 1984, cuando viajaba con una hermana mayor desde su Bolivia natal hacia Buenos Aires. Iban a vivir con una tía y estudiar. Una mujer les dio charla y les dijo que conocía un lugar donde podían vivir y estudiar. Lo mismo le dijeron a la tía cuando las acompañó a conocer una casona en el barrio de Belgrano llamada “Los Aleros”. 
 Allí las pusieron a trabajar en tareas domésticas mientras las obligaban a asistir a misa y confesarse. La primera vez que huyeron fueron rápidamente recapturadas. En los siguientes años las fueron moviendo por distintas residencias del país. Las dos volvieron a intentar fugarse, pero las atraparon una y otra vez, incluso cuando MIE logró llegar a Bolivia.
 En 1993 la llevaron a Roma, donde sirvió a la jerarquía internacional del Opus sin pago, seguro médico ni la posibilidad de hablar con su familia. Volvió 2000, ya intentando sobrellevar una gran crisis de salud mental. Recién logró escapar a los 47 años, en 2015.
 La denuncia ante la justicia federal apunta contra cinco imputados: los exvicarios regionales Carlos Nannei (1991-2000), Patricio Olmos (2000-2010), Víctor Urrestarazu (2014-2022), y el sacerdote numerario que dirigió durante casi todas estas décadas la rama femenina de la organización, Gabriel Dondo. Hay un quinto, Mariano Fazio, responsable de la institución entre 2010 y 2014, que en la actualidad forma parte del gobierno mundial del Opus Dei y vive en Roma. Urrestarazu cuando estalló el escándalo se mudó al Paraguay.
 La investigación, entregada al juez Daniel Rafecas, menciona 44 casos de explotación y tráfico de mujeres, pero solo cuatro podrían enmarcarse bajo la Ley de Trata, que entró en vigor en mayo de 2008, porque la mayoría de las denunciantes salió de la organización antes de esa fecha. Un quinto caso está por vencer. 
 El Opus Dei refutó las acusaciones: “Negamos categóricamente las acusaciones de tráfico de seres humanos y explotación laboral”. Y afirmó que las acusaciones se basaban en una “descontextualización total” de “la vocación libremente elegida por las numerarias asistentes”, añadiendo que las mujeres recibían un salario por su trabajo y vivían en un “ambiente acogedor [con] instalaciones para el descanso, el recreo, la lectura y el estudio”. 
 Sin embargo, cuando estallaron las denuncias, el Opus Dei dijo que cuenta con un Instituto de Capacitación Integral en Estudios Domésticos (sic) por donde pasaron más de un millar de adolescentes entre 1972 y 2017, sin que hubiera mayores problemas. De todos modos, admitieron “probablemente en algunos casos no se cumplió estrictamente con las leyes laborales”. Según el diario Público de Madris, el OPUS tiene “escuelas de mucamas” en por lo menos medio centenar de países. Actualmente forman parte del Opus Dei alrededor de 93.600 personas, de las cuales 2.122 son sacerdotes. Del total de fieles, el 60% son mujeres y 40% hombres. La distribución por continentes es la siguiente: África 4%, América 36%, Asia 4,5%, Europa 54,5%, Oceanía 1%.28 jun 2024 
 A principios de este año, una investigación del Financial Times descubrió acusaciones similares en Europa y Estados Unidos. Ahora, el periódico británico opina que “las graves acusaciones suscitarán nuevas preguntas sobre el funcionamiento interno del grupo católico, estrechamente vinculado a movimientos políticos conservadores en Estados Unidos”. 
 El caso de M.I.E. podría ser el primero en el mundo que reúna las condiciones para que el Opus Dei tenga que enfrentar a la justicia de un país acusado por trata de personas para servidumbre. Con esa historia se podría avanzar en la investigación de lo que decenas de mujeres de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia denunciaron en 2021, primero en la prensa argentina y después en una presentación ante el Tribunal para la Doctrina de la Fe del Vaticano que aún no tuvo respuesta. 
 El juez aún no se ha pronunciado sobre la petición de indagatoria. En la Argentina son connotados miembros del Opus desde Gustavo Béliz y Rodolfo Barra hasta el pediatra Abel Albino -el de los espermatozoides que atraviesan la porcelana-, encargado de distribuir los alimentos de Capital Humano con la precondición de que las beneficiarias asistan a cursos contra el aborto.
 Entre los hombres de negocios sobresalió como cooperador Gregorio Perez Companc, que murió este año. Algunas fuentes dicen que donó más de 50 millones de dólares para el formidable campus y el hospital que la Universidad Austral tiene en Pilar. “Lo que sumado al IAE -su instituto de finanzas, considerado una de las mejores escuelas de negocios del mundo- confirma la potencia local del Opus Dei”. 

 Olga Cristóbal 
 03/10/2024

jueves, 3 de octubre de 2024

¿Hacia dónde va la economía mundial?


Lo que está detrás de la reducción de la tasa del interés de Estados Unidos 

 La Reserva Federal de Estado Unidos acaba de anunciar una reducción de la tasa de interés. Las bajas cifras de creación de empleo, unidas a indicadores de desaceleración económica, encendieron las alarmas sobre la necesidad no solo de poner un freno a los incrementos que se fueron registrando estos dos años sino de empezar a revertirlos. Uno de los temores mayores es que la economía entre en una recesión incluso más severa de la que se pronosticaba. 
 Pero el asunto no termina ahí. No se nos puede escapar la enorme burbuja en la bolsa, con una valorización ficticia en la que las cotizaciones de las acciones no se compadecen con el desempeño real de las empresas. Muchas de las empresas son zombies, altamente endeudadas y sin capacidad para hacer frente a los intereses de la deuda que han contraído. Ni siquiera las empresas líderes que son las estrellas de la bolsa escapan a la crisis, ya que las expectativas que se abrigaban sobre las ganancias de las inversiones hechas en inteligencia artificial se han revelado infundadas. La tendencia a la caída de la tasa de ganancia, motor del capitalismo, condiciona el conjunto de la economía mundial. 
 El desplome bursátil de un mes atrás es un aviso y una advertencia del alcance de la crisis. Sin embargo, en el campo de la economía convencional, las autoridades y algunos analistas han intentado poner paños fríos, sosteniendo que la bolsa se recuperó y hasta retomó un curso ascendente. A lo sumo, en sus pronósticos ven la perspectiva de un aterrizaje suave. Incluso entre los economistas marxistas, advierten que no necesariamente una crisis financiera es la antesala de una recesión. La prueba de ello lo constituiría el derrumbe bursátil del ’87 que no estuvo acompañado de una recesión. Pero no podemos olvidar que a renglón seguido del crack se precipitó la disolución de la Unión Soviética y la anexión del ex espacio soviético y de China al campo de la explotación capitalista. Esto abrió una euforia en el mundo de negocios y de las finanzas que vieron en este hecho la posibilidad de un reflorecimiento del capitalismo. La apertura de las ex economías estatizadas a la voracidad del capital extranjero, y en particular el acople chino norteamericano, fue el punto de partida de una onda ascendente de la economía mundial. 

 Otro escenario

 En la actualidad, estamos frente a otro escenario marcado por el desacople chino norteamericano y las tendencias cada vez más agravadas a escala global a la guerra comercial y a la guerra misma. La restauración capitalista, concebida inicialmente como la panacea para devolverle una vitalidad al capitalismo, se terminó convirtiendo en un factor de potenciación de las contradicciones capitalistas y de la crisis de sobreproducción y sobreacumulación de capitales. El capitalismo en estas últimas décadas se ha caracterizado por un desarrollo anémico, con tasas de crecimiento inferiores en promedio al 2 por ciento, alejadas del auge de la posguerra. 
 Pero, además, quienes salen al cruce desechando la perspectiva de una depresión omiten el hecho de que ya Europa está entrando o ya entró en recesión, empezando por Alemania, la principal potencia del viejo continente, que ya registra una retracción económica que está lejos de revertirse. Japón va en esa misma dirección. El país nipón es un caso muy emblemático porque desde la crisis bursátil del ’89 no pudo recuperarse y no ha logrado un relanzamiento de su economía y ha ido perdiendo peso relativo en el concierto mundial. Ni siquiera las políticas monetarias expansivas y el crédito barato ensayadas por los diferentes gobiernos de turno han logrado darle un impulso a la economía. En los años recientes, mientras las principales economías del mundo aumentaron las tasas de interés, Japón las redujo, lo cual no sacó al país de la meseta pero fue suficiente para alimentar una especulación con la divisa nipona y un cimbronazo financiero. El gobierno japonés se ha visto forzado a un aumento de apuro de la tasa de interés, con lo cual se vislumbra un freno aún mayor de su economía. 
 En Estados Unidos, que según muchos analistas venía escapando a este cuadro, están asomando cada vez más nubarrones que indican un enfriamiento de su economía. China, a su turno, viene sufriendo una desaceleración, jaqueada por la crisis inmobiliaria que no para y un endeudamiento que ha crecido como una bola de nieve y que condiciona la capacidad financiera del Estado para lograr un rescate del aparato productivo. Han quedado en el recuerdo las tasas de crecimiento de dos dígitos, pero lo que está en discusión no es si China puede ser una locomotora sino que las tendencias actuales terminen por provocar un desbarranque. Hay quienes señalan que las estadísticas oficiales distan de ser genuinas y el desinfle de la actividad económica es mayor. Lo cierto es que, lejos de que el gigante asiático saque la economía mundial de la crisis capitalista, ha sido arrastrado por ella. 

 ¿Aterrizaje suave? 

Pero la pregunta más importante es cuál es el panorama que se avecina Hay quienes hablan de un aterrizaje suave. Es decir, un declive sereno. Esta visón excluye un escenario catastrófico. Esta visión es sostenida por una parte de “mainstream” en la esfera de la economía convencional. En ese ámbito, se ha acuñado la teoría del “estancamiento secular”. Este enfoque que tiene adeptos en representantes conspicuos de la burguesía como Larry Summers, ex secretario del Tesoro de Bill Clinton, plantea que el capitalismo ha perdido un impulso para el desarrollo de las fuerzas productivas. Según sus voceros, la economía mundial está atrapada en una impasse que se prolongaría en el tiempo, una suerte de meseta de largo aliento como ocurrió con Japón en las últimas décadas, de la cual no pudo salir hasta el día de hoy. 
 Esta tesis también se hace extensiva a corrientes marxistas. En nombre de que “siempre que llovió paró”, se hace hincapié en la capacidad del capital para pilotear la crisis. En lugar de una tendencia al colapso se habla de “desequilibrios”, de “tendencias y contratendencias” en el marco en el cual históricamente vino operando el capital. En definitiva, como el capitalismo tiene un comportamiento cíclico, las caídas son la antesala de recuperaciones. 
 A la hora de hacer los anuncios sobre el recorte de la tasa de interés, las autoridades de la Reserva Federal han hecho hincapié en que la inflación ha bajado y estaría bajo control, pero este relato oculta problemas que se han vuelto explosivos. En primer lugar, la persistencia en el tiempo de las actuales tasas de interés amenaza con provocar una crisis bancaria. A las instituciones financieras se les hace cada vez más insostenible cumplir con los ahorristas cuando sus activos están conformados por valores con rendimientos muy inferiores a los actuales del mercado. Este descalce que se fue agravando en estos dos años provocó el hundimiento del Silicon Valley y del Signature Bank. Esto se trató de un aviso, pues el problema está lejos de haberse resuelto. Más recientemente, se ha anunciado que el NET York Comunita Bancorp (NYCB) estaba atravesando los mismas dificultades que los bancos nombrados. Recordemos que la Fed tuvo que salir a anunciar que extendía la garantía de los depósitos superiores a los 250.000 dólares que no gozaban de esa garantía. Pero este descalce afecta también a las compañías de seguro y al mercado de hipotecas. Agreguemos que una parte considerable de los créditos inmobiliarios están en manos de los bancos. 
 Las elevadas tasas de interés se han convertido en una amenaza creciente para la bolsa, que se venía sosteniendo con un gran apalancamiento. Los operadores de Wall Street venían pidiendo que se relajara la política monetaria para evitar que se produjera un estallido de la burbuja en momentos que los valores de las acciones están superinflados y la relación precio-ganancia ha llegado a récords históricos. 
 El financiamiento más caro, a su turno, se ha vuelto no solo una pesada carga para las corporaciones privadas sino para el propio Estado. La deuda pública asciende a los 35 billones de dólares y hoy supera al PBI, lo cual ha provocado que los intereses de la deuda se acerquen al billón de dólares. El aumento de la tasa de interés ha traído aparejado una apreciación del dólar respecto a las otras monedas, encareciendo las exportaciones estadounidenses, abaratando las importaciones y echando leña al fuego al déficit de la balanza comercial. 

 Bancos en la sombra 

Está a la vista que detrás de la decisión de la reducción de la tasa de interés están todos estos desequilibrios explosivos. ¿Pero alcanza esta medida para a revertir este cuadro? Por lo pronto, Wall Street se quedó con el gusto a poco esperando anuncios más agresivos de la FED sobre los futuros recortes. La alta volatilidad es el rasgo que hoy prevalece en las bolsas mundiales, incluida la yanqui.
 Los anuncios tampoco disipan el peligro de una crisis bancaria. Las normas que se originaron con la crisis del 2008 disponiendo aumentar el capital de los bancos para cubrir pérdidas y evitar un rescate por parte del Estado no se cumplieron. Y eso pese al nuevo aviso que significó el hundimiento de los bancos que describimos en 2023. 
 En lugar de un requisito de capital del 19% que se había fijado inicialmente, la tasa se redujo al 9% en medio de un enorme lobby de los bancos. Incluso no corre esa norma para instituciones con un patrimonio inferior a 250.000 millones de dólares, A esto habría que agregar el espectacular crecimiento de la llamada “banca en la sombra”. Los prestamistas no bancarios tienen la mitad de los activos financieros del mundo. Unos 240 billones de dólares que equivalen a dos veces y media el PBI mundial. Los expertos avisan del alto riesgo de esta situación dada la menor supervisión de estas instituciones. 
 Dentro de esta “banca en la sombra”, es materia de especial preocupación una serie de intermediarios que se distinguen por su alta exposición al riego. “Hay 67 billones de dólares en manos de intermediarios que podrían suponer un riesgo para la estabilidad de todo el sistema si se diesen retiradas masivas de liquidez. 67 billones son más de lo que generan en un año las economías de la zona euro, China y Estados Unidos juntas. Esos activos están en manos de muchos tipos de instituciones: fondos de renta fija, fondos mixtos, fondos de cobertura, fondos inmobiliarios, sociedades de préstamos al consumo, empresas de leasing y factoring, brokers, sociedades de custodia, compañías de seguros de crédito, garantes financieros, aseguradoras, vehículos de titulización o vehículos de financiación estructurada” (“Banca en la sombra”, El País, 21/3/23).

 Perspectivas 

Viene al caso advertir que un abaratamiento del dólar puede comprometer seriamente la capacidad de financiamiento de la deuda pública estadounidense, que ya se encuentra cuestionada, como lo revela que los bonos del Tesoro han perdido la calificación de triple A. No hay que olvidar que Estados Unidos ha actuado estos años como una aspiradora de los capitales del globo. Entre los principales acreedores figuran Japón y China. Una retracción o una huída de capitales acentuarían una falta de liquidez y hasta una depreciación de los títulos públicos estadounidenses. 
 Muy probablemente, un abaratamiento del dólar ni siquiera redunde en una mejora de la balanza comercial: por el contrario, puede ser el puntapié de una cadena de devaluaciones competitivas, enrareciendo más el intercambio comercial y el movimiento financiero. Un descenso del valor del dólar puede ser la señal que faltaba para provocar un golpe más rotundo a la divisa norteamericana como medio de pago internacional y reserva de valor. Esta tendencia ya se está dando: el dólar concentraba el 80% de la transacciones internacionales dos décadas atrás y ahora menos del 60%. En el contexto actual, esto llevaría a buscar refugios en activos más seguros. El oro, cuya cotización ya es record y se aproxima a superar la barrera de los 2.700 dólares, es un indicador de este fenómeno. 
 Visto este panorama, salta a la vista que los frentes de tormenta son demasiados y de una envergadura sideral y exceden holgadamente la capacidad de rescate de los Estados capitalistas, empezando por el de Estados Unidos. Estamos frente a un escenario convulsivo cuyo recorrido no estará exento de crisis bancarias, derrumbes bursátiles, defaults corporativos y soberanos, bancarrotas y quiebras. La guerra que se extiende y que ahora está pegando un nuevo salto en Medio Oriente es una consecuencia de la crisis capitalista y, al mismo tiempo, un factor de su agravamiento, pues excluye cualquier posibilidad de acción coordinada de los Estados y acentúa las tendencias a la fractura y dislocación de la economía mundial. 
 El devenir de la bancarrota capitalista que viene sometiendo a los pueblos a privaciones y sacrificios sin precedentes y a los horrores de la guerra habla por sí solo de la inviabilidad de las salidas reformistas, basadas en la regulación del Estado capitalista, y actualizan la necesidad de una salida anticapitalista que, como tal, está reservada a la acción revolucionaria de los trabajadores, que apunte a un reorganización de la humanidad sobre otras bases sociales. 

 Pablo Heller

martes, 1 de octubre de 2024

Vicio en Miami: la mayor base de la CIA


Manifestantes cubanos con los retratos de algunas de las 73 víctimas del atentado planeado por Posada Carriles contra el avión de Cubana. Foto: Ricardo López Hevia

 En 1981 el agente del FBI Robert Scherrer escribió que su colega Carter Cornick se encontraba trabajando en Miami, “ya que es allí donde viven los expertos en bombas, junto con narcos y exdictadores latinoamericanos; el legendario mafioso y exsenador cubano, Rolando ‘El Tigre’ Masferrer fue ejecutado allí mismo en 1975… Orlando Bosch todavía continúa recabando fondos en Miami”.[i] Ambos agentes habían sido asignados al caso del carrobomba que mató a Orlando Letelier y Ronni Moffitt y, como otros federales, conocían a Miami como “la capital del terrorismo en Estados Unidos”. El récord de ejecuciones y bombas en autos, edificios públicos y privados no dejaban un centímetro para la duda. 
 Este consenso entre los detectives del FBI tenía una explicación en la historia, pensé, anoté, taché, volví a escribir. La ola de atentados terroristas en Florida, Nueva Jersey y Nueva York era el resultado natural de un desarrollo histórico que había comenzado con las organizaciones mafiosas que dominaban la economía cubana aún antes del gobierno de Fulgencio Batista. Más tarde, fue un efecto colateral de los planes de la CIA a partir del golpe de Estado de Guatemala en 1954 y, sobre todo, a partir de la Revolución cubana de 1959. 
 En 1961, al sur del campus de la Universidad de Miami, la CIA instaló su mayor estación de operaciones del mundo, la que bautizó como JMWAVE, con un presupuesto de 50 millones de dólares (equivalente a 500 millones, medio siglo más tarde), lo que se tradujo en una milagrosa bonanza de los pequeños negocios del área, al tiempo que demostraba las virtudes del capitalismo, del libre mercado y de la libertad libre de la tiranía de los gobiernos. Allí comenzaron a trabajar 300 empleados estadounidenses y 6.000 cubanos del exilio, reclutados como colaboradores. Todos, según los registros, ingresaron antes o después en las nóminas de pagos de la CIA. El proyecto fue cerrado en 1968 debido a los persistentes fracasos, entre ellos el más importante, que consistía en el asesinato de Fidel Castro y los más persistentes sabotajes y bombardeos de la isla lo que, lejos de menguar el poder del nuevo régimen, terminó por fortalecerlo.[ii] 
 Entre los colaboradores directos estuvieron figuras que más tarde tendrían un gran poder en la política y en los negocios, como el empresario gastronómico y de los medios Jorge Mas Canosa. En la invasión de 1961 a Cuba, Mas Canosa dirigió el grupo Niño Díaz. También fue locutor de Radio Swan y Radio Américas, la AM pirata que la CIA instaló en la isla propiedad de la CIA, frente a Honduras, para preparar la invasión de Cuba con su manual de guerra psicológica. La radio fue una copia de la radio de Radio Liberación, la onda corta inventada en 1954 para desestabilizar la democracia de Guatemala, presidida por Jacobo Árbenz, y que por entonces resultó un éxito absoluto. Por entonces se encontraba en Guatemala un joven médico llamado Ernesto Guevara, quien llevará su experiencia a Cuba y será parte de la resistencia al plan de la CIA para convertir a Cuba “en otra Guatemala”.
 En abril de 1965, esta estación de la CIA en Miami incorporó a Luis Posada Carriles. En junio de 1967, Posada fue enviado a Caracas para hacer carrera en la policía secreta de Venezuela (donde se destacó por sus violentas técnicas de interrogación) y abrir el camino a una decena de otros cubanos de Miami, quienes no trabajarían como agentes de segunda ni como sargentos, sino en los altos puestos en la Disip apenas arribados al aeropuerto de Maiquetía. Uno de ellos será el cubano Ricardo Morales Navarrete, incorporado ese mismo año a la estación de la CIA de Miami.

 

Conocido como El Mono, Morales había sido un agente secreto de la G-2 en Cuba hasta 1960 y miembro de “Commandos L” de Miami en 1963. Fue reclutado un año después por la CIA “para actividades paramilitares” en Florida. El Mono se convertirá en una figura central del exilio cubano. Será agente de la CIA en las masacres del Congo y Angola (a 350 dólares por mes); uno de los jefes de la policía secreta de Venezuela en los 70; informante protegido del FBI (a 700 dólares por mes) contra sus propios camaradas y pese a haber admitido en 1972 un asesinato en Florida.[iii] Finalmente, se dedicará al narcotráfico, hasta su ejecución, en un bar de Miami, en 1982.
 Debido al célebre fracaso de Bahía Cochinos, el futuro empresario y poderoso financiero de varias operaciones paramilitares desde Miami, Jorge Mas Canosa, fue premiado con un grado de alférez, apenas se enlistó en el ejército de Estados Unidos para dejar de ser un paramilitar. En Fort Benning, estuvo encargado del entrenamiento de cubanos en propaganda y operaciones clandestinas.[iv] 
 Fort Benning, en Georgia, se llamó así en honor Henry Lewis Benning, general de las fuerzas proesclavistas de la Confederación, exactamente un siglo antes y, por entonces, sede de la School of the Americas ―la Escuela de Asesinos, según la traducción de Robert Richter. Allí, Mas Canosa conoció y se hizo amigo incondicional de Félix Rodríguez, Luis Posada Carriles y Oliver North. A Oliver North volvió a encontrarlo en la Casa Blanca durante los años de Ronald Reagan. A pesar de insistir que él no era el Jorge Mas Canosa que había mencionado el teniente North durante el escándalo Irán-Contras, las investigaciones posteriores revelarán que las donaciones a North para financiar a los Contras eran del único Mas Canosa conocido en Miami―y usuario de los mismos números telefónicos investigados. El coronel Oliver North hará una carrera entrenando a los Contras en Honduras y Nicaragua. Será condenado por mentirle al Congreso de Estados Unidos sobre el caso Irán-Contras y, poco después, liberado por la Casa Blanca. También será reconocido por otras masacres impunes, como en Afganistán, décadas después. 
 Con alguna imprecisión, Rodríguez se atribuyó la ejecución del prisionero Ernesto Che Guevara en la Bolivia de la Standard Oil Company y de nazis enviados por la CIA, como el criminal de guerra Klaus Barbie. 
 Posada Carriles fracasó en todos sus intentos de matar a Fidel Castro, pero Mas Canosa lo ayudará varias veces a mantenerse en distintos países y a escapar de situaciones incómodas, como la cárcel de Caracas, luego de ser condenado por volar el avión de Cubana, con 73 pasajeros.
 El más listo de todos parece haber sido Mas Canosa. Para finales de los años 60 ya manejaba negocios de un millón de dólares en Miami y, en su tiempo libre, financiaba grupos paramilitares como Comandos L. Si Orlando Bosch había fracasado en su intento de convertirse en el Che Guevara del capitalismo (la referencia fue explícita en una carta que envió desde Chile), Mas Canosa había fracasado en su obsesión por reproducir el éxito del Granma, cuando en 1956 unos pocos rebeldes sobrevivientes desembarcaron en Cuba y, en tres años, lograron derrocar la dictadura de Fulgencio Batista, una dictadura aún mejor armada que la de Castro y con el apoyo incondicional del gobierno de Estados Unidos y de la poderosa mafia de los casinos y prostíbulos de La Habana. Sus intentos de desembarcar en Cuba en sofisticados yates para derrocar a Fidel Castro fracasaron una y otra vez. Por alguna razón, nada funcionaba, ni por lejos. Por alguna razón, ni Dios confiaba en nosotros, a pesar de que nosotros confiábamos tanto en Dios. Nada funcionará nunca, frustración que fue incrementando el nivel de violencia endogámica. 
 A partir de los años 70, como fue el caso de otros exiliados y de la misma CIA a mayor escala, Mas Canosa se relacionó con diferentes narcotraficantes, como Rafael de Arce y Antonio Canaves.[v]
―Esta gente visitaba a Jorge una o dos veces por semana ―declaró bajo juramento y ante un juez su hermano, Ricardo Mas Canosa―, hasta que se metieron en líos con la ley, debido a sus negocios con los narcos. Los recuerdo muy bien, porque aparecían en las oficinas en sus lujosos Cadillacs, fumando enormes habanos. Apenas entraban a la oficina de Jorge, cerraban la puerta y me dejaban afuera.[vi]
 Una serie de documentos desclasificados del FBI (con la aprobación de la CIA, que por entonces ya no consideraba importante a estos colaboradores) registran múltiples actividades ilegales de Mas Canosa y Posada Carriles, desde el narcotráfico internacional hasta la creación de campos de entrenamiento paramilitares en Florida; el tráfico continuado de armas desde Venezuela; la colocación de bombas en México y en América Central, y (según otro informe secreto de la CIA del 26 de julio de 1965) el intento de derrocamiento de otro presidente de Guatemala, esta vez el coronel Alfredo Peralta Azurdia, a pedido de otro residente de Miami Beach, el millonario empresario Roberto Alejos Arzú.[vii] 
 Según un documento clasificado once años después, con fecha del 26 de noviembre de 1976, Posada Carriles, “experto en demoliciones”, también trabajó con Alejos Arzú en su plan de golpe de Estado en Guatemala.[viii] El plan, cargado de armas y bombonas contra Peralta Azurdia, otro dictador protector de corporaciones bananeras y con algunos amigos de alcobas, fue frustrado por Washington en México. Años después, el coronel y dictador Peralta Azurdia, en cuyo gobierno reinaron los Escuadrones de la muerte, al igual que sus enemigos personales también se jubiló en Miami. 
 El rol de Posada Carriles en Venezuela fue muy similar al de Dan Mitrione en otros países del continente, como Uruguay. En junio de 1967, la CIA terminó su relación laboral con Posada Carriles, aduciendo problemas impositivos, actividades independientes, no reportadas a la Central. En agosto ya estaba trabajando para la Digepol, en Caracas.[ix] Mientras fue jefe de la policía secreta de Venezuela, fue conocido como el Comisario Basilio. No sólo se dedicó a supervisar la tortura y desaparición de disidentes venezolanos sometidos a técnicas especiales de interrogación, sino que también facilitó el tráfico de drogas desde Colombia con destino a Miami, como consta en memorándums del FBI de marzo de 1973. Un mes más tarde, la CIA confirmó la conexión de Posada Carriles con el narcotráfico, siendo reportado en compañía de “poderosos jefes del narco”. Los investigadores federales prefirieron no formalizar acusaciones, para mantenerlo como fuente de información. En mayo de 1973, se lo encontró “culpable solo de tener amigos equivocados”. No solo amigos. Para marzo de 1976, la DEA continuaba detrás de su esposa, Nieves Elina González, sospechosa de participar en el tráfico de droga de Colombia a Miami a través de Venezuela. 
 Tres meses después, Posada Carriles solicitaba a la CIA una visa especial para pasar sus vacaciones en Estados Unidos.[x] 

Jorge Majfud | 28/09/2024 
 Del libro 1976. La capital del terrorismo (2024) 

 Notas: 

 [i] Branch, Taylor & Eugen Propper. Labyrinth. Penguin, 1983, p. 177.
 [ii] Alan McPherson. Ghosts of Sheridan Circle. How a Washington Assassination Brought Pinochet‘s Terror State to Justice. University of North Carolina Press, 2018, p. 77. 
 [iii] “The President John F. Kennedy Assassination Records Collection”. The National Security Archive. Geroge Washington University. Archives.gov, www.archives.gov/files/research/jfk/releases/2018/180-10143-10345.pdf 
 [iv] Bardach, Ann Louise. Cuba Confidential: Love and Vengeance in Miami and Havana. United Kingdom, Knopf Doubleday Publishing Group, 2007, p. 136. 
 [v] Idem, 138. 
 [vi] Idem, 138. 
 [vii] “The President John F. Kennedy Assassination Records Collection”. The National Security Archive. Geroge Washington University. Archives.gov. www.archives.gov/files/research/jfk/releases/104-10178-10061.pdf
 [viii] The National Security Archive. Geroge Washington University. Archives.gov, nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB157/19761209.pdf
 [ix] The National Security Archive. Geroge Washington University. nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB157/19761209.pdf
 [x] “The President John F. Kennedy Assassination Records Collection”. The National Security Archive. Geroge Washington University. Archives.gov, www.archives.gov/files/research/jfk/releases/2023/180-10145-10345.pdf

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