lunes, 8 de diciembre de 2008

“Vuelta a la barbarie”... en tan sólo un mes


Rosa Luxemburgo, estando en prisión durante la primera guerra mundial escribió en "El folleto Junius: La crisis de la socialdemocracia":
“Federico Engels dijo una vez que la sociedad burguesa se enfrenta a este dilema: transición al socialismo o vuelta a la barbarie ¿Qué significa «vuelta a la barbarie» en la presente situación de la civilización europea? Ciertamente hemos leído estas palabras más de una vez y las hemos repetido sin percatarnos su terrible gravedad... El triunfo del imperialismo conduce a la decadencia de la cultura. Decadencia cultural durante cualquier guerra moderna o decadencia completa, si la era de las guerras mundiales que ha comenzado, durara hasta llegar a su conclusión lógica. Por lo tanto en la actualidad... Nos encontramos de nuevo ante la alternativa: o triunfa el imperialismo y presenciamos la devastación de toda cultura, como en la Roma antigua (devastación, degeneración, estancamiento y disminución de la población, un enorme cementerio) o la victoria del socialismo.”
Espanta pensar que este vaticinio se dijo hace cerca de 80 años. Si alguien alberga alguna duda de si Federico y Rosa llevaban razón, acá están los hechos hablando por sí mismos, prácticamente sin necesidad de ser interpretados. Apenas unos pequeños ejemplos de agosto.
No quiero referirme ahora a la guerra (a la vulgar invasión a Iraq), ya se sabe los motivos abiertamente económicos por los que se ha esgrimido la mil veces nefasta palabra terrorista, a la cual, les confieso le tengo profunda animadversión.
El imperialismo ha alcanzado los mayores signos de incultura en su discurso y en su conducta. Es preciso que de una buena vez no apelemos más a que entiendan algo, pues ese gobierno y sus voceros han sido abducidos por la prepotencia, síntoma primero de la barbarie a la que nos veremos sometidos si no logramos actuar de manera rápida.
He perdido confianza también en la diplomacia. La diplomacia que impera es la antidiplomacia. El cinismo se está convirtiendo en epidémico y más nos vale que busquemos medios alternativos de defensa.
El imperialismo se estrenó en la isla de Cuba en 1898, a decir de Lenin, usando la vieja estratagema de fingir atentados y declarar guerras. ¡Vamos, pudiesen ser hoy, al cabo de un par de siglos, un tanto más originales! La explosión del Maine donde perecieron norteamericanos inocentes fue el pretexto perfecto para arrebatarle la independencia a los mambises.
Y es con Cuba también donde el Imperio parece exhibir parte de su metástasis. Miami se ha convertido en uno de los primeros signos de decadencia de ese llamado imperio.
Todos creímos que el 9 de agosto de este año habíamos recibido algo de consecuencia del sacrosanto sistema de los tres poderes. Al fin, de alguna manera, en medio de tanta perversidad e impunidad se respetaban las palabras. El Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta había fallado en contra del No-Juicio celebrado en Miami años antes, cuando en medio de la vulgaridad más escandalosa, decidieron condenas para cinco cubanos. Estoy convencida que su mayor delito no fue otro que este: Ser revolucionarios. Todas las artimañas y la estupideces jurídicas que reinaron en aquel momento, fueron tan sólo por eso. Los condenaron por ser revolucionarios. Ese país ha dejado atrás su pasado progresista. El sistema de separación de poderes de Motesquieu ya está agonizando. Nuestros compañeros ¡Porque son compañeros para todo hombre progresista del mundo! Se enfrentaron con una altivez proverbial a aquella Inquisición, porque ¿cuál es la diferencia entre los que quemaron a Giordano Bruno y la histeria de Miami? Como pasó en la Edad Media, los jerarcas no soportaron su integridad, ni su inteligencia. Sometieron a esos cinco hombres a la mayor tortura que puede tener un reo: No tener acceso a sus defensores cuando más los necesitaban. Aun así, la luz de cinco celdas que paradójicamente honraron las cárceles norteamericanas, triunfó frente a tanta oscuridad. Uno de los poderes, el poder judicial, les hizo justicia. Los cinco compañeros son hoy inocentes. Pero eso no altera la conciencia del poder ejecutivo de ese pobre país; que sean declarado inocentes les es indiferente ¡Y luego hablan sin cepillarse los dientes de dictaduras en Cuba o Venezuela! Dictadura es esa, que reniega de los propios valores jurídicos que fundaron esa nación. El Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta los declaró inocentes y en este momento el gobierno los secuestra tan sólo porque tiene el poder de la fuerza para hacerlo y cuentan con la amnesia que le han inoculado a parte de su pueblo, el cual por cierto, va ya despertándose. Es tanta la estupidez que si no fuera dramático deberíamos reírnos. La fiscalía tiene que pensar si apela o no. Tal cual la disyuntiva shakesperiana To be or not to be, o como decía Ricardo Alarcón desojar una margarita “apelo o no apelo”. Los puntales de la sociedad capitalista se caen sobre sí mismos. Sin que nadie se alarme hay cinco hombres en cautiverio esperando por una tarde de otoño en que el fiscal general de esa nación, luego de tomarse un buen café decida si es o no es oportuno apelar. Esos hombres están bajo secuestro, y el poder ejecutivo se burla del poder judicial sin que nadie se ruborice.
Le temen por supuesto a un nuevo juicio, y no los quieren dejar libres. Todo muy sencillo: los dejan presos por voluntad divina. Sí, porque desde hace un tiempo a esta parte Dios está muy ocupado en darle orientaciones precisas al gobierno de ese país. A decir verdad me alegraría que así fuera, a ver si aprenden a decir la verdad, y a portarse bien, aunque Dios debe haberse rendido ya ante tanta incapacidad.
Los cinco presos políticos cubanos sufren ahora terrorismo de estado. No hay una sola enmienda, un solo argumento, una sola frase que justifique mantenerlos en prisión. Si es que la Fiscalía que debe apelar no cuenta con el poder neuronal suficiente para saber si hay apelación o no y debe posponer la decisión, entonces deben ser liberados. La corrupción del país que dice ser ejemplo del mundo está en sus propias instituciones, y la decisión de tres jueces de una instancia superior es cuento de niños para esas autoridades. Si es esa la democracia a la que debemos aspirar que se erige con guerras, mentiras y patrañas, será que mejor hagamos testamento, pues nuestra muerte ética es un hecho. No hay alternativa para ese cáncer, a no ser por supuesto lo que sugería Rosa y Federico.
Simultáneamente se está celebrando en El Paso, Texas un dulce trámite para decidir si el noble viejecito Posada Carriles puede o no tener acceso a ser considerado exiliado en los Estados Unidos. Aunque inesperadamente decidió retirar su petición de asilo político y el juez de inmigración consideró que existe suficiente evidencia para no deportarlo a Venezuela. Tras anularse la solicitud de asilo, el juez William Abbott manifestó que Posada ha logrado convencerlo de que merecería protección del gobierno de Estados Unidos bajo el Convenio contra la Tortura (CAT), internacionalmente reconocido desde 1987. Dijo el magnánimo juez:”Incluso si fuera Hitler quien solicitara protección bajo el CAT, este tribunal tendría que considerar la suspensión de su deportación. Su pasado criminal horrible o sus antecedentes terroristas no descalifican a un ciudadano extranjero para recibir la protección de no ser enviado a un país donde se le torturaría''.
Es una pena que los centroamericanos torturados a expensas de los buenos servicios de de Posada Carriles y sus colegas no se hayan enterado de este ... CAT, ni que el joven Fabio Di Celmo hubiese tenido alguna información al respecto al sentarse en el bar del hotel Copacabana. Parece que tuvieron falta de orientación. y los infelices iraquíes torturados tampoco tuvieron acceso al candoroso CAT.

Por la misma razón que Posada Carriles supuestamente no puede ser extraditado a Venezuela por la posibilidad que lo torturen, ¿no piensa nadie a los que envían a la base naval de Guantánamo, Abu Gharib y demás cárceles–torturas de Estados Unidos, diseminadas por el mundo? ¿Sabían del CAT? Allí no es una posibilidad, es un hecho la tortura y no conozco un juez que haya tomado eso en consideración. Claro, ¡qué digo!, si es que ninguno de estos infelices “terroristas en potencia” tuvo derecho tan sólo a un juez. Los envían como cerdos y los someten a torturas que harían palidecer a la Inquisición. Carriles es un probado terrorista por documentos desclasificados, a diferencia de los árabes que envían a esas cárceles dantescas.
¡Que ese juez se deje de payasadas! Si Hitler hubiese sobrevivido hubiese sido condenado en Nurenberg. Son tecnicismos que le quedan muy mal de maquillaje a ese país.
¡Pobre anciano el Posada Carriles! Víctima de calumnias comunistas, además ¿cuál es el delito de asesinar, despedazando por los aires a 73 personas? ¿Ni de planear matar a un jefe de estado con todo y cientos, y más de cientos de jóvenes como víctimas colaterales? Nada. Tal cual el joven italiano Fabio esos estudiantes habrían sacado mal sus cuentas; estaría en el lugar equivocado a la hora equivocada. Los venados que solían cazar los reyes en Europa eran más listos que este joven, y estos estudiantes.
Este gobierno torturador y demente mantiene secuestrados a cinco hombres inocentes y protege a un asesino confeso. Se burlan de la constitución de su propia constitución, se burlan de la humanidad, se burlan del sentido común. Insisto en hacer nuestra batalla sin apelar a esas normas corruptas y decadentes, es como querer hacer rodar un auto con las llantas ponchadas.
Ese sistema tiene podrido los puntales de su propia creación. No pueden sostener con decoro la antorcha de la infeliz dama francesa que representó los altos ideales de la Ilustración europea y que hace brillar la Antorcha en New York. La estatua de la libertad morirá de depresión crónica. Y La Fayette estuviese hoy quebrando su espada y horrorizado de la república que ayudó a fundar a fuerza de verdad y coraje. Porque la Ley Patriótica olvida a veces, que el mundo dio su propia sangre por la fundación de los Estados Unidos.
Nuestros compañeros dispersos en la geografía de ese país fueron liberados por el sistema judicial de Lincoln, y son secuestrados por la prepotencia de Cutting. Cutting es quien defiende a Posada Carriles. Nos lo dijo Martí: “Amo la patria de Lincoln tanto como odio la de Cutting”. Uff, pero al parecer Lincoln anda también secuestrado, y más nos vale acudir a liberarlo también.
Pero no es todo. La corrupción ética, y la arrogancia no se circunscriben al quehacer humano ¡Que va! El buen Dios está incluido en esa farsa. Simultáneamente con el secuestro de nuestros hermanos, con la desfachatez con que asumen el caso de un asesino en serie como es Posada Carriles, se suma la nueva interpretación asesina de las sagradas escrituras:
Pat Robertson, el evangelista que promueve el reino del partido republicano en nombre de Dios se ha reído a carcajadas abiertas de los mandamientos de la Iglesia. Parece ser que el sexto mandamiento que le reveló Dios a Moisés en Sinaí, estuvo mal entendido hasta ahora.”No mates”, le dijo Yavé a Moisés. Los nuevos revisionistas, como Robertson dirían lo siguiente: “Si el precio del petróleo sube, y el presidente del país propietario no es títere del actual pueblo elegido, pues... corrijan el mandamiento y maten”. Debe causarnos pavor que este mandamiento sea incitado a ser incumplido por los voceros de Dios. Pero Georges Bush aventaja a Robertson con creces en relación a la interpretación de la Biblia. No creo que haya un solo mandamiento del cual no se mofe la actual administración de Estados Unidos públicamente. Por ejemplo: “Prohibición de tomar el nombre de Dios en vano”. Prácticamente Dios, según la Casa Blanca, pilotea los aviones que destruyen vidas inocentes en Iraq. Y del noveno de los mandamientos de Moisés, Prohibición de levantar falsos testimonios, ¡qué podemos decir! Creo que Bush ostenta el Premio Guines de decir más mentiras por cada posible verdad.
Los religiosos, judíos y cristianos deberían hacer protestas masivas frente a tanta impunidad. La Biblia está lanzada a la hoguera en voces del putrefacto capitalismo.
Si un país que se dice civilizado lanza por la televisión el deseo expreso de asesinar a un ser humano, presidente o mendigo, debería ser puesto en prisión.
Hugo Chávez esta cometiendo el pecado de ser auténticamente cristiano y de repartir panes y peces, y de optar por los pobres. Por eso debe ser eliminado según los fariseos de la actualidad. El pecado de la revolución bolivariana es ése, hacer milagros. Como lo hizo el buen Jesús. Devolver la vista a los ciegos, hacer caminar a los paralíticos y dar de comer a los hambrientos. Es por eso que deberá ir a la cruz...
Robertson, Bush y colegas del mal le temen a Cristo. De Cristo, tan sólo... la burocracia; los sermones dominicales y lecturas parcializadas e incultas en las sesiones de trabajo donde planean asesinar al planeta. ¡Si hay una imagen que todos los revolucionarios deberíamos rescatar de las garras de los imperialistas es la de Jesús! No sólo Federico Engels y Rosa Luxemburgo vieron al socialismo como única alternativa a la barbarie. Antes de que hubiese un pensamiento científico para la sociedad, antes que Carlos Marx nos enseñara las vías precisas de nuestra liberación, en Galilea hubo intentos empíricos de lo mismo. Marx puso rigor, donde Jesús entregó el corazón. Y hablo por supuesto no “del Cristo del madero, sino el que anduvo en la mar”. En virtud de tanta palabra engañosa no nos hablan del Cristo hombre, del Cristo revolucionario, del Cristo que diseñó el partido político para los pobres, del Cristo internacionalista que refutó toda versión de supuestos pueblos elegidos. ¡Ese! Tal como tantos otros, nos lo están secuestrando.
Jesús luchó por el socialismo primitivo. Ese socialismo nació en alma de los pescadores en Galilea y sus confines. En Hechos 4,34 se anuncia en relación a la creación de la nueva iglesia. “No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que tenían casa o campos la vendían y ponían el dinero a los pies de los Apóstoles, quienes repartían a cada uno según sus necesidades.”
El secuestro de los cinco cubanos, declarados técnicamente inocentes por el Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta, la burla grotesca del caso que sucede en el Paso, Texas con el terrorista Posada Carriles y las invitaciones a asesinar a un presidente venezolano legítimamente elegido y amado por su pueblo, marcan zona roja en el barómetro del sistema actual. Un sistema que no puede sostenerse por sus propios pies. La barbarie se apodera de los juzgados, del vocabulario, de la televisión.
Pueden ser necesarias respuestas legales, mas yo sigo insistiendo en las respuestas políticas. El mundo debe movilizarse frente a los signos evidentes de decadencia. Paradójicamente el sistema no es reversible. No hay manera de volver atrás. La salida está en la lucha por el socialismo.
Y ya como para que agosto no acabe de terminar viene Katrina. El desastre sin precedentes en esos estados del Sur de los Estados Unidos, confirma de manera escalofriante la incapacidad de un sistema para tener mecanismos para resolver los grandes desafíos de la época. Porque nadie piense que los desafíos actuales son “el terrorismo” sin rostro, o el patético rescate de una libertad indefinible. Los acontecimientos del 11 de septiembre con miles de muertos desataron guerras y más muertes en rincones oscuros del mundo....oscuros me imagino, por los yacimientos de petróleo. Esta tragedia en esos estados del sur de la gran república no han movilizados ni una parte infinitesimal de aquel despliegue del septiembre del 2001. Despliegue por supuesto para hacer guerras y seguir matando. Esto nos confirma que no es muy probable que ese gobierno haga la guerra en nombre de sus muertos. Pues ahora, ahora que todavía yacen en la desesperación miles de hermanos, para variar los más pobres y los más negros ¿Qué despliegue han hecho? ¿Cuál fue su plan de evacuación? ¿Qué hacía el presidente encaramado por los aires viendo como una película el desastre que puede convertirse en catástrofe, después de sus vacaciones escolares?
El que me ha leído alguna vez, sabe que me alejo bastante de sentimientos estrechos de patriotismo. Mi Patria es la Humanidad, para volver a citar a Martí. Pero ¿por qué en Cuba cuando el huracán Dennis no quedó un alma sin evacuar? Se nos fueron cerca de 15 compatriotas y todavía no nos reponemos en ver dónde fallamos. Y allá donde el dinero parece crecer en los trigales, dado el presupuesto de guerra, ¿dónde estuvo el apoyo a sus propios ciudadanos?
Los problemas a los que se enfrenta nuestra especie es salvar a la Tierra. Si se siguen deshelando los glaciales, si sigue el calentamiento global, habrá más huracanes, y más desgracias, sin tener que tirar un solo tiro. El Universo no va a perdonarnos.
El imperialismo norteamericano no sólo es incapaz de proteger preventivamente a la Tierra, es incapaz de organizar acciones de rescate en su propio territorio. Es un sistema social egoísta y vicioso que no cumple con los requisitos de la mayoría de edad. Los que aspiramos a ver a nuestros descendientes vivos deberíamos luchar contra él.
He dicho también que el socialismo está por construirse, pues se abarrota en fronteras nacionales. Sin embargo. ¿Por qué en unas escasas horas puede Cuba enviar a ese país más de mil médicos equipados? ¿Es que los cubanos somos mejores que otros? ¿O es que tengamos tres brazos en lugar de dos? ¡No! Es que hemos tratado con las enormes dificultades que nos ponen, de colocar al hombre por encima del dinero y de colocar al hombre como motor impulsor de las soluciones y no tan sólo los fríos presupuestos. ¿Tendrán la decencia de aceptar este ofrecimiento o preferirán ver morir a miles de norteamericanos en una tragedia peor que la de las Torres Gemelas?
Ahí ven: Hugo Chávez y Fidel Castro con sus pueblos sintiéndose partícipes del gran dolor de los pobladores de aquellas regiones y dispuestos todos a dar lo mejor para aliviar tanto sufrimiento.
Y esto es tan sólo el comienzo. El socialismo apela a los sentimientos de altruismo y solidaridad. Basta saber si ese gobierno acepta la ayuda. En estos momentos las víctimas del capitalino se encuentran de manera dramática en Iraq, en Nueva Orleáns, Lousiana, Mississippi, Alabama, Texas y en los otros estados del sur afectados por Katrina.
Salgamos a las calles a pedir la justicia que las instituciones burguesas no quieren concedernos. No es imposible. Lo hizo Ecuador, y Bolivia y Argentina alguna vez. El pueblo de los Estados Unidos debería ser uno de los convocados, por ahí anda la camarada Cindy Sheehan utilizando los métodos correctos de movilización ¡Ah, cuánto debe enseñar el dolor de un hijo muerto! Es una pesadilla , los convierten en asesinos y en asesinados de una sola vez.
En este instante que vive el mundo los revolucionarios tenemos una responsabilidad mucho mayor que en 1917. No sólo el socialismo libera a la clase obrera. Es el único remedio para salvar la especie, de un sistema que se ha convertido en su propio destructor.
Los presos políticos cubanos, Gerardo, Fernando, Ramón, René y Antonio deben ser puestos en libertad, Posada Carriles deberá cumplir con la sentencia en Venezuela de donde se fugó con la complicidad de Estados Unidos. Pat Robertson deberá callarse la boca de por vida y no seguir tomando el nombre de Dios en vano, propiciando como vulgar terrorista un magnicidio, y por último deberemos exigir que los recursos para la guerra se destinen a restaurar los desolados campos de la costa sur norteamericana, y los soldados norteamericanos regresar a casa y no terminar como el hijo de Cindy, muerto por una mentira. Y sobre todo aceptar los ofrecimientos de ayuda humana hecha por Cuba, porque podrán contar con dinero, pero nunca con nuestros médicos. Esa “mercancía”, médicos altruistas, no se produce en las factorías capitalistas.
Los vocablos libertad, justicia, decencia y hasta la palabra Dios sólo podrá ser defendida con la revolución socialista.
En apenas un mes tenemos cuatro evidencias del camino que nos propone el imperialismo. Denunciarlo es la mitad de la batalla, la otra mitad es echar ese sistema incompetente a la hoguera de la historia.
Los pobres, los que no tienen nada que perder son los protagonistas. Lo dijo Carlos Marx y también José Martí con su espléndida pluma: “¡Y son como siempre los humildes, los descalzos, los desamparados, los pescadores, los que se juntan frente a la iniquidad hombro a hombro, y echan a volar con sus las de plata el Evangelio! ¡La verdad se revela mejor a los pobres y a los que padecen! ¡Un pedazo de pan y un vaso de agua no engañan nunca!”

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