La libra esterlina se devaluó con respecto al dólar
Los bancos centrales intentan resolver con suba de tasas de interés y emisiones de deuda, la creciente inflación y la recesión económica y están creando un caos financiero global con devaluaciones masivas, derrumbe de acciones y bonos de deuda.
La suba de tasas de la Reserva Federal
La creciente inflación en Estados Unidos, Europa y todo el planeta ha sido enfrentada por las autoridades financieras de las economías centrales con subas de las tasas de interés. La primera reacción es un impacto con devaluaciones masivas.
Las subas en las tasas de interés del dólar tienen un impacto directo al modificar la relación de cambio con las otras monedas, por ser el dólar la moneda de reserva más utilizada. Aunque el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra también han subido las tasas lo han hecho en una magnitud menor que la Reserva Federal, esto ha llevado a bajas de las monedas europeas y suba del dólar.
A las recientes subas de tasas se suman los desequilibrios en el comercio exterior con aumentos en la factura de las importaciones por subas de precios de la energía y alimentos originados por la guerra y en Ucrania y las sanciones a Rusia.
Las soluciones monetarias de los bancos centrales se agotan
El yen japonés, la libra esterlina, el euro, etc. han estado cayendo todo el año, acelerando su devaluación en semanas recientes, produciendo inquietud en las mismas autoridades financieras, que ante la inestabilidad financiera realizaron anuncios de “emergencia”.
El Banco de Inglaterra informó de “compras temporales” de bonos de deuda para “restaurar el orden” y detener el hundimiento de la libra. En un camino inverso a lo que había anunciado solo horas antes -nuevas emisiones de bonos para financiar reducciones impositivas.
Hace una semana el Banco de Japón ha intervenido en el mercado de cambios por primera vez desde 1988 para detener ya no la devaluación del yen sino su desbarranco. La intervención no dio ningún resultado, la medida es resultante de haber anunciado la decisión de mantener los niveles de tasas de interés sin cambios.
Estas devaluaciones se producen con la caída de precios de bonos de deuda del Estado. Hay una salida en estampida de los bonos de deudas en todos los países, no solo en Argentina. Es una señal del agotamiento de las salidas “monetarias” a profundos desequilibrios económicos acumulados en años.
En Europa también los bonos de deuda han sufrido el impacto y han sido golpeados con importantes bajas de cotización.
Estas bajas dificultan futuras emisiones como estamos viendo en el Reino Unido que se ha visto obligado a decisiones de “emergencia” para detener la caída de la libra y los bonos anunciando compras por parte del Banco de Inglaterra, abandonando los anuncios previos de reducir sus tenencias que superan los 730 mil millones de libras, compradas para el auxilio de los bancos en 2008 y luego para financiar al Estado.
La libra esterlina se hunde hasta su menor nivel histórico frente al dólar
El nuevo gobierno del Reino Unido, a horas de asumir, anunció medidas para incentivar el crecimiento económico mediante una reducción impositiva a los empresarios y préstamos para financiar ayudas ante la crisis energética.
Las medidas anunciadas se financiarían con emisiones de deuda. La repuesta del “mercado” no se hizo esperar, los bonos cayeron y la libra se hundió al menor nivel nunca alcanzado. ”La crisis financiera, el Covid y la salida del Mecanismo Europeo de Tipos de Cambio golpearon duramente a la libra, pero nunca antes nada la había empujado tan bajo”, comenta una columnista del Financial Times.
Las empresas se preparan para costos más altos en sus importaciones en proporción a la devaluación de la libra que ya ha perdido un quinto desde inicios de año.
El alto endeudamiento del Reino Unido, que supera el 100 por ciento del producto bruto con las nuevas subas de tasas aumentará el déficit por la suba del servicio de la deuda.
El anuncio de nuevas compras por parte del Banco de Inglaterra es un salvataje de emergencia ya no para financiar al Estado, sino para evitar el colapso de la libra esterlina y la insolvencia del Estado ante el hundimiento de los bonos que emite.
Las devaluaciones se extienden por todo el globo
La devaluación de las monedas se replica en Japón, en Corea del Sur y otros países miembros del G20. Corea del Sur enfrenta un creciente déficit en sus exportaciones, al caer la venta de semiconductores. Y el won padece una de las mayores devaluaciones de Asia, solo superada por el yen de Japón. Esto ha llevado al banco central de Corea a intervenciones en los mercados por 2.100 millones de dólares para intentar frenar el derrumbe de su moneda y sus bonos de deuda. Indonesia también anunció que ha intervenido para defender su moneda.
Solo el rublo de Rusia y el real de Brasil se han revaluado respecto al dólar, el resto de las monedas se han devaluado lideradas por el peso de Argentina, la lira de Turquía y la libra esterlina.
La crisis de las “monedas” se está extendiendo por todo el globo. También el yuan de China se ha devaluado un 12 por ciento desde inicios de año.
El “superdólar” que no es tal
Las materias primas cotizan en dólares y las recientes “subas del petróleo, gas y otras materias primas produce desequilibrios en las balanzas comerciales” y la guerra en Ucrania “que golpea las limitaciones de la oferta de insumos industriales y productos básicos”.
Mientras el dólar se fortalece frente a otras divisas, en Estados Unidos la inflación reduce su poder adquisitivo. La caída de la actividad y las presiones sobre una recesión ha llevado a una profunda caída del precio de bonos y acciones.
Grandes bancos no ven un “aterrizaje suave”
La política de “ajuste financiero” de los bancos centrales con el objetivo de bajar la inflación están empujando a la economía a mayor recesión y a mayor inestabilidad financiera.
Bancos de Wall Street como Goldman Sachs Group y BlackRock son más bajistas con respecto a las acciones en el corto plazo. Dicen que los mercados no han terminado de incorporar a los precios los riesgos de una recesión global. Y aconsejan mantenerse en efectivo. Esto explica la baja que están experimentado los mercados de acciones y bonos ante la recesión.
No son los únicos, Morgan Stanley y J. P. Morgan “se hacen eco de preocupaciones similares después de que los bancos centrales, desde Estados Unidos hasta Europa, anunciaran su determinación de luchar contra la inflación, lo que ha provocado una caída libre de las acciones mundiales en los últimos días. Parece que no se vislumbra un respiro, incluso cuando los miembros del índice MSCI World han perdido más de us$8 billones en valor de mercado desde el máximo alcanzado a mediados de septiembre…” (ídem).
Los bancos centrales son parte del problema
Los aumentos de las tasas de interés y anuncios de incrementos futuros está produciendo un mayor desorden financiero global con devaluaciones de las monedas de las principales economías y dificultando las importaciones de todos los países con mayores costos y con crecientes dificultades para financiarlas.
En los países de menores ingresos, la situación es explosiva. A Bangladesh, Sri Lanka, ahora sigue el reciente levantamiento en Haití, que ya lleva seis semanas de movilizaciones que han paralizado el país. “El desencadenante inmediato de esta última crisis fue la decisión de duplicar los precios del combustible fijados por el gobierno, elevando la gasolina de 2 dólares a 4,78 dólares el galón, mientras que el diésel y el queroseno subirán de 3 dólares el galón a alrededor de 5,60 dólares. Los ingresos de más de la mitad de la población son inferiores a 3,20 dólares al día”.
En varias ciudades de Europa se han realizado movilizaciones contra la carestía, ante los aumentos de energía y alimentos. En Praga, en Dublin, en Alemania; en varias regiones de Italia quemaron las facturas de gas, movilizaciones en París, Lyon…
Estamos en los inicios de una nueva crisis económica y financiera. La diferencia con la que vivimos en el 2008 y 2020 es que ahora los bancos centrales son parte del problema y sus principales causantes. Las políticas financieras de asistencia al capital financiero con bajas tasas y compra de activos financieros se agotaron. La Reserva Federal, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo, el Banco de Japón están con sus balances colmados de activos financieros que compraron para facilitar negocios de los bancos y una valoración artificial de activos financieros que ya no pueden sostener.
Los levantamientos y movilizaciones que se están multiplicando por todo el globo deben tener un rumbo, una consigna que las unifique.
¡Abajo la guerra imperialista y abajo el dominio del capital financiero!
Sergio Rivero
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