miércoles, 30 de noviembre de 2022

China: protestas, covid y derrumbe económico


Aunque los grandes medios de comunicación occidentales presentan a las protestas chinas como una suerte de resistencia a la cuarentena, lo cierto es que el gobierno de Xi Jinping viene desarrollando en el último período un proceso progresivo de apertura del país y de relajamiento de las medidas sanitarias. Es lo que refrendó el último Congreso del Partido Comunista Chino. Los medios han transformado el reclamo de alimentos de las familias pobres en cuarentena en un reclamo de “apertura del mercado”.
 Un ejemplo de esta campaña anticuarentena ha sido el tratamiento que se dio al trágico incendio de un edificio en la ciudad de Urumqi. Diversos medios han querido instalar la idea de que la vida de los 10 chinos muertos en el incendio pudieron salvarse si no fuese porque el régimen de cuarentena les impedía salir de sus departamentos. Pero Urumqi no se encontraba en confinamiento estricto y la dificultad de los bomberos chinos para apagar las llamas se debieron a las malas condiciones de infraestructuras urbanas y eléctricas que fueron denunciadas por los propios vecinos a través de las redes sociales. 
 Aunque el reclamo contra el confinamiento ha estado presente en las múltiples movilizaciones chinas (múltiples pero no multitudinarias, ya que se ha respetado la cuarentena), éste corresponde más bien a un reclamo de los sectores medios y altos. 
 Mientras tanto, otras protestas callejeras y obreras, como las de Foxconn, corresponden al rechazo de exponerse a personas contagiadas y contactos estrechos. En todo caso, las unas y las otras han sido reprimidas fuertemente por el gobierno chino.
 Esta política de “convivencia con el virus” fue aprobada en el último Congreso del Partido Comunista Chino y promovida desde occidente por Biden y el FMI. El levantamiento de medidas contra el Covid son el resultado de una gran presión de la burguesía y el sector inmobiliario, por el temor a la interrupción de la cadena de suministros, entre otros. 
 El levantamiento de medidas ha incluido la reducción de los días de aislamiento para los contactos estrechos y también la reducción de los días de sostenimiento de los contagiados a cargo del Estado. Ya tampoco se registran los contactos secundarios, y se han levantado los testeos masivos. Esto último es una de las principales preocupaciones de la población, pues han pasado de conocer el circuito del virus a moverse en terrenos desconocidos. 
 Producto de esta política, durante la última semana los casos diarios de contagiados han aumentado y superan los picos obtenidos durante abril. Se calcula que hay alrededor de 40 mil infectados en todo el país. Por ello, las medidas aperturistas de Xi han retrocedido por acción de los gobiernos locales que han tenido que restablecer los cierres parciales y generales. Este es el caso de Guangzhou y Chongqing. Ambas ciudades suman más de 50 millones de habitantes y debieron ir a un confinamiento general. También Beijing ha vuelto al cierre. Son en total 80 ciudades las que están volviendo a cuarentena. 
 Uno de los principales riesgos de la apertura es la baja tasa de vacunados mayores de 80 años. “Si el país abre, morirán 2 millones de chinos”, habría señalado el portavoz de la Comisión Nacional de Salud, Mi Feng, según el diario El Mundo. Una catástrofe humanitaria de esa envergadura podría colapsar el sistema sanitario chino. La vuelta a la cuarentena incluye regiones donde se producen cerca de dos tercios del PBI de China, según la consultora Capital Economics. Y bastaría tan sólo el cierre de las provincias portuarias para afectar las exportaciones de todo el mundo.
 El gobierno de Xi se debate entre la presión de la población ante una crisis humanitaria, y la presión del capital y un desplome brutal de la economía. Luego de las protestas del sábado y el domingo, la moneda china y los principales índices bursátiles cotizaron a la baja. Ante el riesgo de una mayor interrupción de la cadena de suministros, los mercados de todo el mundo respondieron vendiendo a lo loco. Los índices a la baja golpearon a todo el mercado asiático, la Bolsa de Nueva York y las bolsas europeas. Como uno de los mayores compradores de materias primas del mundo, la crisis china también provocó la caída mundial de los precios de insumos como el petróleo. 
 Apple, que durante la semana pasada estuvo en el epicentro de las huelgas obreras por las protestas de los trabajadores de Foxconn, cayó un 2,6%. Se calcula que la huelga dejó a la compañía con un ‘déficit’ de 6 millones de teléfonos Apple para este año. 
 La demanda de exportaciones chinas seguirán cayendo además porque el consumo y el poder adquisitivo en occidente también lo ha hecho. También el consumo interno de China seguirá estancado incluso con la baja de intereses hipotecarios del plan “Prosperidad Compartida” votado en el último Congreso del PC. El plan buscaría además una suerte de autoabastecimiento de alimentos, energía y tecnología. Sin embargo no es ningún rescate para la clase obrera, sino un intento de contener el estallido social y subsidiar también a los capitales con crisis de financiación. 
 El gobierno de Xi había pronosticado un crecimiento de 5,5%. Sin embargo las consultoras financieras internacionales señalan que al finalizar el año el crecimiento será como máximo del 4%. China ya no recuperará el crecimiento de dos dígitos que obtuvo antes de la pandemia. A esto se le suman las sanciones económicas que ha recibido por parte de EEUU, que ha buscado sacarlo de los circuitos comerciales vetando diversos entes financieros de bolsas como la de Nueva York. El país asiático corre además el peligro de las bancarrotas de sus gobiernos locales, que suman una deuda igual a la mitad de su producto interno bruto. La deuda del Estado nacional, tanto peor, corresponde al 300% de su PBI. 
 El ‘levantamiento en favor de la economía’ es el rescate principalmente del sector inmobiliario, quienes representan más de un cuarto de la actividad económica china. La China sobreexplotada y hacinada, también está recorrida por la construcción de ciudades fantasmas que nadie ha podido comprar, y por rascacielos a medio terminar. La bancarrota de las constructoras es total. Es el caso de Evergrande, con una estratosférica deuda de 300 mil millones de dólares, y que viene agonizando junto a todo el mercado inmobiliario. 
 Xi organizó 16 medidas de salvataje a las constructoras, entre ellas préstamos millonarios aún cuando no existan garantías de que puedan ser pagados luego. Esa es la situación de los créditos que se le han dado a las constructoras de la Ruta de la Seda, a quienes desde el 2013 se le han entregado cerca de 840 mil millones de dólares para que se mantengan en el circuito financiero. El Estado chino rescata a los capitales sabiendo que ese dinero no será devuelto: los créditos de inversiones otorgados a los Estados de la Ruta se encuentran en la lista de países en riesgo de default. 
 Pero este rescate no ha sido igual para todos. Para los 400 mil chinos de la Provincia de Henan que perdieron sus ahorros en inversiones de cuatro bancos quebrados por un valor de 6 mil millones de dólares, el rescate económico no pasa de ser un subsidio simbólico de unos pocos dólares. 
 La capacidad de financiación china para el bicicleteo de inversiones inmobiliarias provienen de los ahorros de capitales que se han obtenido gracias a la sobreexplotación de las masas asalariadas chinas cuyo poder adquisitivo es extremadamente restringido. La caída de la productividad china como consecuencia de los confinamientos ya han comenzado a manifestarse en el aumento aún más grave de la pobreza y el desempleo. Este último, para el caso de la juventud llega al 20% este año. 
 China ha sido el factor más dinámico del desarrollo capitalista de las últimas décadas. Más abiertamente visto, el epicentro de la economía capitalista internacional se levanta sobre la opresión y sufrimiento de cientos de miles de millones de chinos y chinas, y de las luchas que ellos puedan desarrollar. La incorporación de esta abundante y barata mano de obra incorporada al mercado mundial (a través de una suerte de proletarización forzada por parte del régimen chino), se ha realizado en un periodo de decadencia del capitalismo. Esta es la principal contradicción del régimen contrarrevolucionario chino y la capacidad de maniobra del propio Xi Jinping. 
 El trasfondo de la crisis china está puesto sobre la guerra mundial que la tiene a ella misma como enemigo estratégico del imperialismo estadounidense. habrá que seguir muy de cerca el desarrollo de las protestas, la propagación del Covid, y las alternativas históricas que se vayan presentando. 

 Javiera Sarraz 
 29/11/2022

martes, 29 de noviembre de 2022

sábado, 26 de noviembre de 2022

La Fifa y la lógica del fútbol capitalista


La pelota como negocio y su impacto negativo en el deporte
 El balón de Adidas, uno de los sponsors mundialistas 

“Cuando fui a la Fifa en 1974 encontré una casa vieja y $20 en el bote. El día que partí, 24 años después, dejé propiedades y contratos por valor de más de 4.000 millones de dólares”. La confesión de parte es de João Havelange, mandamás de la Fifa (entidad máxima Internacional del fútbol) desde la mitad de la década del ’70 hasta 1998. Los números buscan demostrar un éxito monetario para argumentar una eficaz visión “empresarial”. Pero, de fondo, evidencian un modus operandi: poner al deporte más popular del planeta al servicio de los negociados. 

 “Por el bien del fútbol”

 El reciente documental de Netflix titulado “Los entresijos de la Fifa” (Fifa Uncovered) comenta cómo la entidad máxima del fútbol profundizó esa visión en el último cuarto del siglo XX, de la mano de Havelange y su “mano derecha”, Joseph Blatter, que terminaría sucediendo al anterior desde 1998 y hasta 2015. La serie de cuatro capítulos refleja cómo el inicio de ese período abrió las puertas del fútbol mundial a la llegada de sponsors, contratos con marcas deportivas, proyectos de “mecenazgo” o “apoyo” en diferentes países. Este proceso, además de aumentar los ingresos de la entidad, construyó una influencia cada vez mayor de las multinacionales en el deporte. Fue el propio Havelange quien alguna vez patentó la frase “yo vendo un negocio llamado fútbol”.
 El documental no indaga a fondo (no sabemos si por simple elección o por desinterés en involucrarse en peleas con este sector) en uno de los principales negocios de la Federación: la televisación de los partidos. De hecho, en 2012, la propia Fifa (conducida por Blatter) tuvo que dar a conocer las pruebas de la corrupción de Havelange y su exyerno Ricardo Texeira con la empresa ISL, que cambiaba sobornos por derechos de transmisión hasta 2001. 
 El problema de las transmisiones deportivas es un ejemplo de la influencia del entramado de negocios en las decisiones deportivas. En México 1986 los partidos se jugaban al mediodía para favorecer la transmisión en horario “prime-time” europeo, lo que generaba un desgaste físico muy grande por el calor de la capital azteca. Varios jugadores (entre ellos Diego Maradona y Jorge Valdano) se quejaron. Havelange respondió a su estilo patronal: “Que se callen la boca y jueguen”.
 “Los entresijos de la Fifa” muestra cómo este entramado se transformó en un gigantesco escenario de corrupción. El hecho más reconocido es la elección, en simultáneo, de dos sedes (Rusia y Qatar) para las Copas del Mundo de 2018 y 2022. El Comité Ejecutivo intercambió esas decisiones por retribuciones económicas, en una dinámica que también se dio en la votación para Sudáfrica 2010. 
 La investigación fue llevada adelante por el FBI, como una suerte de “venganza” frente a su interés en organizar, al menos, alguno de los dos Mundiales. La fiscal Loretta Lynch inmortalizó una frase luego de que las fuerzas de seguridad estadounidenses interceptaran y llevaran detenidos a dirigentes de la Fifa en el hotel Baur au Lac de Zurich, en 2015. “Por el bien del fútbol”. El próximo Mundial se juega en Estados Unidos. 
 Si bien el documental se centra en las figuras de Havelange y Blatter, además de otros dirigentes como Jack Warner (Concacaf), hay otra figura que fue clave en el entramado de la Fifa en todos esos años. Julio Humberto Grondona, presidente de la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) y “número 2” de la Fifa. 
 Que la entidad era sinónimo de poder lo dejó en claro el mismo el día que le ofrecieron un cargo en la lista para ser intendente del partido de Avellaneda. Miró a sus interlocutores y les dijo, socarronamente: -Soy el vicepresidente del mundo. 

 Más allá del desierto

 Son varios los sentidos en los que se refleja que esta orientación al servicio de los negociados ordena la dinámica de Qatar 2022. 
 Uno de ellos es la enorme cantidad de lesionados y figuras mundiales que quedaron fuera de la competición. Algunos ejemplos son Karim Benzemá, Paul Pogba, N’Goló Kanté (Francia), Sadio Mané (Senegal), Diogo Jota (Portugal), Philippe Coutinho (Brasil), Georginio Wijnaldum (Países Bajos), Giovanni Lo Celso (Argentina), Marco Reus (Alemania) y tantos otros. Las razones, por fuera de los imponderables, se deben al agobiante calendario de partidos. 
 FIFPRO, la federación de los futbolistas profesionales, reveló en un informe de la semana pasada la suma de minutos jugados por equipo (en el caso de Portugal, la más afectada, daba 31.000) y alertó que el esfuerzo entre agosto y octubre podría generar lesiones y era causa de las bajas ya anunciadas. 
No son pocos los jugadores que no llegan en condiciones óptimas para la máxima competencia. El tiempo entre el final del calendario regular y el inicio del Mundial fue insólito para la mayoría de las selecciones: apenas una semana, cuando solía ser el triple o cuádruple, como amerita la preparación para este tipo de certámenes. 
 ¿Por qué ordenar los partidos así? Es cierto que hay una disputa interna entre la federación mundial y la europea (Uefa) por determinados intereses de torneos. No obstante, la lógica de fondo es la conocida: más partidos son más transmisiones, que son más ventas que son más ganancia. Y así sucesivamente. No es la única expresión. También lo es la defensa de la Fifa al Estado capitalista organizador y sus características reaccionarias. Solo así se entienden las amenazas de sanciones para aquellos jugadores que manifiesten su solidaridad con la comunidad LGBTI.

 ¿Para quién juega la Fifa?

 La configuración de la competencia deportiva como negocio no solamente permiten camarillas espurias de corruptelas inmensas que hacen de la pasión una búsqueda insaciable de ganancia, sino que atentan directamente contra el deporte mismo. 
 La Fifa, hoy con Gianni Infantino en su escritorio principal, refleja una continuidad del esquema armado por personajes como Havelange, Blatter y Grondona. No solamente por una cuestión de orden personal: la Fifa juega en el campo de los intereses del capital. 
 Hay que patear para el otro lado.

Santi Nuñez

Guinea Ecuatorial: la reelección de Obiang y el silencio del imperialismo


Obiang gobierna el país desde 1979 

Las elecciones presidenciales del domingo 20 en Guinea Ecuatorial fueron un trámite para ratificar en el poder a Teodoro Obiang, quien se desempeña como presidente del pequeño Estado africano desde 1979. 
 Con el 21,8% de las mesas escrutadas, el oficialista Partido Democrático (PDGE) se imponía con el 99,7% frente al opositor Convergencia para la Democracia Social (CPDS), que denunció fraude. También se eligieron los representantes en el Congreso, el Senado y los ayuntamientos. En las elecciones de 2017, el oficialismo se había alzado con todos los cargos en disputa, excepto una banca del Congreso que quedó en manos del partido Ciudadanos por la Innovación (CI). Sin embargo, ese diputado fue desplazado y CI proscripto, dando paso a un monopolio político absoluto del PDGE.
 En su longevidad en la cima del poder, el octogenario Obiang (que llegó al puesto a través de un golpe de Estado) solo es superado por algunos monarcas. Prepara, asimismo, el camino para ser sucedido por su hijo homónimo, alias “Teodorín”, quien ya ejerce como vice y ministro de seguridad.
 El clan Obiang controla con mano férrea los destinos del país. Este año, la Operación Limpieza contra el delito se transformó en la pantalla de una brutal represión contra la juventud. Cientos de personas han sido detenidas y torturadas, y se desconoce el paradero de algunas de ellas. 

 El petróleo y las grandes potencias 

Insular y continental a la vez (la capital, Malabo, se encuentra en una isla bañada por el Golfo), este territorio conoció en los ’90 un desarrollo astronómico de su PBI, gracias a la explotación petrolera –desde 2017 es parte de la Opep. Un negocio para los Obiang y para las compañías asociadas, mientras las masas siguen sumidas en la miseria. Según Unicef, cuatro de cada diez personas viven en la extrema pobreza (El País, 20/11).
 El imperialismo yanqui y europeo es cómplice de la dictadura de los Obiang, debido a los negocios energéticos. La firma Kosmos Energy, con sede en Texas, suscribió tres contratos de producción compartida en 2017 con la estatal Gepetrol. “Teodorín”, hijo del presidente, suena como potencial heredero.
 En julio de 2021, Malabo fue invitada al foro internacional sobre energía entre Estados Unidos y Africa, que se llevó a cabo en Washington. En febrero de este año, la subsecretaria norteamericana para asuntos africanos, Molly Phee, visitó la capital y declaró a los medios que “Guinea Ecuatorial tiene un papel importante (…) en el comercio internacional y en el sector de hidrocarburos. Es un país que juega un papel positivo en la comunidad de las naciones y en África Central”. Estas palabras fueron reproducidas con entusiasmo en el portal del PDGE, como parte de un comunicado que lleva por título “Guinea Ecuatorial y Estados Unidos refuerzan sus relaciones de amistad y cooperación”. 
 Para la Unión Europea, en tanto, Guinea Ecuatorial es una fuente de gas natural, en momentos en que intenta desembarazarse de la dependencia de los hidrocarburos rusos. España y Francia son dos importantes clientes. 
 Aquí se ve la doble vara del imperialismo, que tolera al dictador petrolero mientras agita la bandera de los derechos humanos como pretexto para bloquear a Cuba y Venezuela. 
 Ubicado sobre el Golfo de Guinea, una parte del país está sobre el continente y la otra es insular.
 Es cierto, no obstante, que la relación entre el imperialismo y los Obiang no es idílica. La justicia francesa confiscó en 2017 bienes de “Teodorín”, por considerar que provenían de una malversación de fondos públicos y de extorsión a empresarios. La justicia estadounidense, en un caso similar, arribó a un acuerdo económico con el vice.
 A la vez, representantes de las embajadas de Estados Unidos, Francia y España participaron en el curso de esta campaña electoral de un acto del CPDS, lo que motivó denuncias del gobierno de “injerencia”. El acercamiento a la oposición es una señal de disconformidad y un mecanismo de presión, dado que los Obiang están cultivando relaciones con Rusia y China. Moscú provee el “99 por ciento” del armamento ecuatoguineano, según el vice. Beijing, por su parte, empezará a construir una refinería, y, según denuncia Estados Unidos, apunta a poner en pie una base naval en la zona.
 A la dictadura hambreadora de los Obiang deberán batirla las masas movilizadas.

 Gustavo Montenegro

Más de un tercio de la población de América Latina es pobre


Un informe elaborado recientemente por la Cepal, titulado Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022, mostró cómo se disparó la pobreza en América Latina, la cual ha alcanzado a más de un tercio de su población. Estamos ante una verdadera catástrofe social, que podría profundizarse.
 El trabajo hace un énfasis especial en el hecho de que los índices de pobreza y de desigualdad actuales son mayores a los del año 2019, cuando todavía no había irrumpido el coronavirus. En 2021, la tasa de pobreza en América Latina fue de un 32,3%, porcentaje que se encuentra medio punto por debajo del índice de 2020; la tasa de pobreza extrema, por su lado, fue de un 12,9%, casi similar a la del año anterior.
 A fines de 2022, según la Cepal, la pobreza podría alcanzar a un 32,1% de la población (201 millones de personas), y la pobreza extrema a un 13,1% (82 millones), superando la marca del año anterior. “Estas cifras implican que 15 millones de personas adicionales estarán en la pobreza con respecto a la situación previa a la pandemia y que el número de personas en pobreza extrema será 12 millones más alto que el registrado en 2019”, señala el informe. 
 Los índices de pobreza e indigencia en cuestión, asimismo, han crecido respecto a los de 2014; en el primer caso, la suba ha sido de 4 puntos; y en el segundo sería de 5 puntos, teniendo en cuenta el pronóstico de indigencia para 2022. Entre el 2010 y el año en curso, la pobreza se ha mantenido -según el informe- más o menos en los mismos niveles, con una tendencia ascendente.
 Al interior de este universo de personas, la pobreza afecta a más del 45% de la población infantil y adolescente, y con una particular virulencia a las mujeres, a la juventud, y a los sectores indígenas o afrodescendientes. 
 A su vez, el informe destaca la crisis educativa que reina en el continente; en 2021, en 8 de 12 países de la región, más de la mitad de los menores de 18 años no tenía conectividad. 

 Ofensiva capitalista 

El parate que trajo consigo la aparición del coronavirus en el mundo agudizó contradicciones sociales y económicas que venían desarrollándose con anterioridad, con la economía capitalista toda dirigiéndose entonces hacia una recesión. En 2022, la guerra en Europa y el aumento de la inflación agravaron la situación económica global. Para América Latina, la Cepal ha revisado a la baja sus pronósticos de crecimiento del PBI para el 2023 (de un 3,3% a un famélico 1%). Entretanto, el peso de la deuda externa en los países latinoamericanos es bastante considerable.
 Los gobiernos capitalistas de América Latina son responsables del crecimiento de la pobreza, del incremento de la desigualdad social, y se han valido del impacto del coronavirus para avanzar en una ofensiva mayor contra los trabajadores (reforma laboral, previsional), que a su turno desató rebeliones y movilizaciones populares. 

 Argentina

 En Argentina, la pobreza envuelve casi a un 37% de la población y la indigencia a casi un 9%, según cálculos oficiales. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que estos datos están distorsionados, toda vez que los informes que estudian el problema no se realizan sobre la totalidad de la población del país. De todos modos, la pobreza en Argentina supera la media que expuso el análisis de la Cepal. 
 El gobierno del Frente de Todos está desarrollando un fortísimo ajuste contra los trabajadores, al servicio del FMI, con el apoyo de la oposición patronal. El recorte de los presupuestos de salud y educación, la rebaja del salario, la reforma previsional reaccionaria implementada en 2020, y la entrega de los recursos del país al capital financiero son una prueba de esto. 
 La situación plantea la necesidad de que los trabajadores de América Latina se unan en la lucha contra los gobiernos capitalistas. 

 Nazareno Kotzev

jueves, 24 de noviembre de 2022

La quiebra de las empresas de criptomonedas continúa


El hundimiento de FTX desencadenó un dominó de derrumbe de precios, cierres de empresas y corralitos, otra muestra del inicio de una crisis financiera.

 Fortune, una de las revistas más prestigiosas de las finanzas, había retratado en su portada de la edición de agosto al fundador y jefe de FTX, Sam Bankman-Fried, con una nota al “multimillonario de 30 años” definiéndolo como “un niño prodigio del comercio cuya ambición no conoce límites” (1/8/2). 
 No era un elogio solitario. Grandes fondos de inversión de Wall Street, entre los más “prestigiados”, ayudaron a dar credibilidad y financiar a un fondo de nula trayectoria y experiencia. Gigantes de la administración de fondos a nivel global, como de Singapur, Temasek, con más de 400 mil millones de dólares, Tiger Global especializado en Internet; Ontario Teachers’ Pension Plan; Blackrock, que administra más de 10 billones de dólares, y una larga lista de fondos de criptomonedas que han quedado atrapados con el súbito colapso y la suspensión de los reembolsos a los clientes, que suman más de un millón de damnificados (Financial Times, 11/11) 
 Las consecuencias y derivaciones continúan expandiéndose y se van conociendo nuevas ramificaciones. El Wall Street Journal informa que BlockFi Inc. se “prepara para una potencial quiebra por el contagio de la quiebra de FTX y la interrupción los retiros de los depósitos de los clientes por una “exposición signficativa en FTX”. Otra es Genesis Trading, que también detiene los reembolsos a los clientes (15/11). 

 Los coletazos de FTX en Argentina

 Operando en Argenina -pero con sede en las “Islas Vírgenes”- el fondo en criptomnedas Quantia (con 500 millones de dólares recaudados) informó en un comunicado la suspensión los retiros; el “corralito” es debido a su relación con FTX y sus “problemas de liquidez” (El Cronista, 14/11) 
 Hace tres meses, el presidente de Quantia decía en una nota a Ámbito Financiero que “el nivel de adopción [de las criptomonedas] es consecuencia de los problemas económicos que tuvo Argentina en el último tiempo. Es una alternativa para dolarizarse, tanto de las personas como las empresas, que encontraron en el mundo cripto una solución a estos problemas. Mucha gente busca soluciones para cubrir riesgo de tipo de cambio, hacer transferencias al exterior o importar bienes” (30/6). 

 La anunciada quiebra de FTX

 Sam Bankman-Fried fundó Alameda Reaserch para administrar fondos e invertirlos en criptomonedas. Luego de los primeros negocios de arbitrajes con Bitcoin fundó FTX, una plataforma de negociación de criptomonedas que tuvo un rápido crecimiento por los lazos y vínculos con el sector financiero de sus familiares.
 Las inversiones de Alameda Reaserch fueron un fracaso desde el inicio: varias compras de plataformas e inversiones fallidas lo dejaron sin fondos. Al ser quien tomaba decisiones en FTX, se otorgó un préstamo de 10 mil millones de dólares con dinero de los clientes de FTX. Las inconsistencias en el balance de Alameda y FTX fueron denunciadas por un medio especializado, Coin Desk, quien dió a conocer la insolvencia de las dos empresas, se desencadenó una corrida de retiros de fondos de los clientes en Alameda y FTX, que a las pocas horas cerraron (2/11).
 La nota de Coin Desk desnunda un mecanismo ya usado por otras plataformas quebradas, que es el caso de Terra y su token “Luna”, que no tenia ningún respaldo en activos. En el caso de FTX, que había emitido el token FTT, era la garantía que había otorgado Alameda Reaserch: el token era emitido por la misma empresa que lo utilizaba de garantía para respaldar el dinero que tomaba en préstamo. 
 El alto endeudamiento de estas “monedas virtuales” o tokens circula como garantías de los préstamos que se ofrecen en las plataformas. Este entrelazamiento entre las diversas monedas y plataformas produce el efecto dominó, insolventando a las plataformas y hundiendo los precios. 

 Las criptomonedas se están transformado en una estafa 

El esplendor de las criptomonedas se alcanzó durante la pandemia, donde el dinero inyectado por los bancos centrales liderados por la FED facilitó una suba de precios de activos financieros en las bolsas y en los bonos. Las cotizaciones de Bitcoin, Etherum, Solana, entre otras, generaron ganancias extraordinarias y acercaron inversiones ante las promesas de innovación financiera y grandes ganancias. 
 Pero ese esplendor finalizó con el cambio de las facilidades financieras hacia el ajuste que anunció la FED ante la escalada inflacionaria. El ajuste financiero, de suba de tasas de interés y el final de la compra de bonos por parte de los bancos centrales cambió el rumbo de los precios de las criptomonedas y comenzó una declinación que continúa. 
 Se comenzó a comprobar que la innovación financiera prometida por las criptomonedas no solo era un fiasco, en varios casos es directamente una estafa, al conocerse emisiones de tokens que enriquecen a sus emisores. 
 Lo que ha demostrado la caída de precios y la crisis de las plataformas es que las criptomonedas están íntimamente vinculados a las condiciones financieras imperantes, no tienen un desarrollo independiente o autónomo de la política financiera que implementan los bancos centrales, algo que desmiente a sus promotores. 
 La quiebras de las plataformas cripto recuerda lo ocurrido el 2008. 

 Sergio Rivero

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Pablo Milanés, un indispensable de la canción latinoamericana


El cantautor cubano tenía 79 años y murió este martes en Madrid Autor de clásicos como “Yolanda”, “Yo no te pido” y “Yo pisaré las calles nuevamente”, fue una de las voces más profundas de la Nueva Trova, el movimiento que fundó junto con Silvio Rodríguez y Noel Nicola en los ’60. En el amor o en la lucha, la coherencia de Milanés siempre estuvo al frente de sus obras y si bien nunca renegó de la Revolución, de la que se consideraba “abanderado”, supo criticar sus estancamientos con lucidez y sensibilidad. 

 El martes de madrugada, en Madrid, murió Pablo Milanés. Tenía 79 años. Las complicaciones de una enfermedad oncohematológica que sufría desde hacía varios años y que lo obligó a instalarse con su familia en Madrid a finales de 2017 para recibir tratamiento, fueron la causa del deceso. Con Milanés se va una de las voces más profundas de la Nueva Trova cubana, el movimiento del que fue fundador junto con Silvio Rodríguez y Noel Nicola en los ’60 y una de las influencias más poderosas para la moderna canción en castellano. “Agradecemos profundamente todas las muestras de cariño y apoyo, a toda su familia y amigos, en estos momentos tan difíciles. Que descanse en el amor y en la paz que siempre ha transmitido. Permanecerá eternamente en nuestra memoria”, se lee en el comunicado con el que la oficina del artista publicó la noticia en las redes sociales. 
 Pablo, así sin apellido como afectuosamente se lo reconocía, fue autor de temas que lo trascendieron para hacerse parte del cancionero multitudinario de Latinoamérica. Canciones de amor como “Yolanda”, “El breve espacio en que no estás” o “Yo no te pido”, por nombrar algunas, complementaban el fervoroso compromiso político de una época que se refleja en “Yo pisaré las calles nuevamente”, “La vida no vale nada” o “Yo me quedo”. En el amor o en la lucha, la coherencia del cantautor siempre estuvo al frente de sus obras y si bien nunca renegó de la Revolución, de la que se consideraba “abanderado”, supo criticar sus estancamientos con lucidez y sensibilidad. Así, en los ’90 cantó su dolor profundo con temas como “Días de gloria (“Vivo con fantasmas / Que alimentan sueños y falsas promesas / Que no me devuelven / Los días de gloria que tuve una vez”); "Éxodo" (“¿Dónde están los amigos que tuve ayer? ¿Qué les pasó? ¿Qué sucedió? ¿A dónde fueron? Qué triste estoy”) o "La libertad" (“A qué seguir respirando / Si no estás tú, libertad”). 
 En Argentina, sus canciones circulan desde hace mucho por los lugares privilegiados del gusto popular. En ese intercambio que el tiempo, “el implacable”, no deterioró, hay un primer momento que tiene mucho de épico y que marcó para siempre la calidad de su recepción. Fue cuando tener ciertos discos era un acto de insurrección y escucharlos un ejercicio de esperanza. Por estas playas a Pablo se lo comenzó a escuchar a mediados de los ‘70, con esa mezcla de cuidado y devoción que imponen los tiempos de intrigas y represión. En 1976, el editor Rafael Cedeño publicó un casette con licencia de Egrem Cuba. Ahí estaban “Para vivir”, “A Salvador Allende en su combate por la vida”, “Llegaste a mi cuerpo abierto” y “El tiempo, el Implacable, el que pasó”, entre otros temas que serían revelaciones.
 Cantándole al amor o a la guerra, a lo frecuente o lo excepcional, a lo perdido o lo por recuperar, Pablo ponía una impronta personal para el regocijo colectivo. Como todo lo que por entonces se filtraba de Cuba, para muchos una isla de esperanzas y reivindicaciones, esas canciones bellísimas en su forma, bien acabadas en su factura, y perfectas en el sentimiento, se convirtieron en el santo y seña de una manera de estar en el mundo. Poco después, cuando Mercedes Sosa regresó a la Argentina, en febrero de 1982, lo hizo cantando “Años”, otra canción perfecta, que solo un joven podía escribir con semejante arrebato. 
 En abril de 1984 Pablo llegó a la Argentina por primera vez, junto a Silvio Rodríguez. En el país que fatigosamente reconstruía su democracia, se los recibió como a viejos amigos. Dieron catorce conciertos en Obras. De esas noches quedó un registro: En vivo en Argentina, un álbum doble del que participaron además León Gieco, Víctor Heredia, Cuarteto Zupay, Cesar Isella, Piero y Antonio Tarragó Ros. Desde entonces, Pablo regresó una innumerable cantidad de veces y en distintas circunstancias, incluso para cantar en la 50º edición del Festival de Cosquín, en enero de 2010, en una madrugada para el olvido. No obstante, su relación con el público argentino fue inquebrantable, hasta su última visita en 2019. Milanés en el Festival de Cosquín, en enero de 2010 (foto: Dafne Gentinetta) 
Pablo había nacido el 24 de febrero de 1943 en Bayamo, que por entonces era la provincia de Oriente y tras la Revolución sería la de Granma. Se formó, más allá de algunos años en el conservatorio, con los sones de los viejos trovadores y los clásicos del filin, la apropiación cubana del jazz que renovó la canción entre los cincuenta y sesenta. Bajo esta influencia, que nunca dejó de cultivar, compuso “Mis 22 años”, para muchos el germen de lo que sería la Nueva Trova. En ese contexto representó un puente entre géneros y generaciones. Al filin, siendo ya un cantautor consagrado, volvió con un trabajo de seis volúmenes en los que interpreta a José Antonio Méndez, a Marta Valdés y a César Portillo de la Luz, entre otros. Hizo lo mismo con la trova tradicional, con la música de Sindo Garay, Compay, Miguelito Cuní y Cotán, a quienes dedicó un álbum triple que significativamente llamó Años.
 Después de su paso en 1968 por el Centro de la Canción Protesta de la Casa de las Américas, entre 1969 y 1974 Pablo fue parte del Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, bajo la dirección de Leo Brouwer. Ahí se encontró con Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Eduardo Ramos, Sergio Vitier, Emiliano Salvador y Sara González. De ese taller creativo, que cambió las bases y los modos de entender la música cubana, surgió el movimiento de la Nueva Trova, una manera de entender la canción popular, con contenidos políticos y sociales pero sin renunciar al lirismo, sobre el modelo que a principios de los ’60 había planteado el Manifiesto del Nuevo Cancionero en Argentina. Antes, por indisciplina en el servicio militar, el joven rebelde pasó a un campo de trabajo en Camagüey, del que escapó. Terminó en la Unidad Militar de Ayuda a la Producción, donde había religiosos, homosexuales y todos aquellos que no cuadraban con los “parámetros revolucionarios”. 
 Todo eso se refleja en sus canciones, corajudas y bellas, distribuidas en alrededor de sesenta discos editados en distintos lugares del mundo, trabajos que lo colocan entre los indispensables y de la música iberoamericana. Fue cantado por muchos y muy distintos y escuchado por las mayorías, por varias generaciones. Por eso, hablar de Pablo Milanés en términos de canciones políticas, de amor, o de aquellas más críticas en su desencanto, no es suficiente para comprender la dimensión real del hombre que inseparable del artista transitó con lucidez su tiempo, desde las luchas colectivas de la juventud hasta la personal contra una enfermedad que a pesar de condicionar sus últimos años de vida, no llegó a alejarlo de los escenarios. 
 Aunque cualquier frase de cualquiera de sus canciones mantiene fresco y latente su sentido, será imposible olvidar al que cantó con voz cristalina y sentimental: “La vida no vale nada si escucho un grito mortal/ y no es capaz de tocar mi corazón que se apaga”. 

 Santiago Giordano
23 de noviembre de 2022 - 00:01

martes, 22 de noviembre de 2022

El Fidel que yo conocí


Pablo Milanes - Actuacion en el 80º aniversario de Fidel


Qatar 2022, crónicas de un mundial agitado


Protestas, brazaletes y algunas sorpresas. 

 La inesperada derrota argentina frente a Arabia Saudita en su debut no es el único sobresalto que dejó el comienzo del Mundial. He aquí un pantallazo.

 “Doble moral” 

Ante el aluvión de críticas por la realización del torneo en el emirato, el presidente de la Fifa, el suizo-italiano Gianni Infantino, intentó salir del aprieto por medio de un contragolpe. En una conferencia de prensa que dio el sábado en el Qatar National Convention Center, el jefe de la Federación acusó al viejo continente de “doble moral”. Comparó la situación de los trabajadores migrantes que murieron en la construcción de los estadios mundialistas con la de aquellos que son superexplotados en Europa o que directamente perecen en el camino. 
 Infantino también puso el dedo en la llaga cuando recordó que “empresas europeas vienen a invertir y ganar millones acá”. Por ejemplo, en el gas natural. 
 La hipocresía del imperialismo es indiscutible, pero lo que mueve a Infantino no es el amor a la verdad, ni siquiera a la pelota, sino la defensa de los negocios. El torneo en el emirato le reportará a la Federación ingresos por 6.500 millones de dólares, un 14% por encima de Rusia 2018 (El Confidencial, 17/11). En una competencia que será vista por 5 mil millones de personas, la parte más suculenta proviene de los derechos televisivos. Pero también están los ingresos que dejan las grandes marcas que patrocinan el evento. A modo de ejemplo, Adidas paga 100 millones de dólares para que se use su balón. Hay otros nombres conocidos entre los sponsors (Coca-Cola, McDonald’s, Budweiser, Visa), así como también firmas chinas (Vivo, Wanda Group) y qataríes (Qatar Airways, Qatar Energy). Y a esto hay que sumar la venta de entradas, la zona de fans, etc.
 En el caso de Budweiser, su alianza con la Fifa entró en un cono de sombras debido a la prohibición del alcohol en los estadios, a instancias de la corona qatarí, que se conoció pocas horas antes del inicio del campeonato. Enseguida circularon rumores de una posible demanda millonaria del gigante cervecero contra la Federación por los daños comerciales que esto le ocasionaría.
 En cualquier caso, el prurito del emir hacia el consumo de alcohol tiene sus límites. La cerveza podrá venderse en la zona de fans, donde la botella chica ya se ofrece, según la BBC, a la nada despreciable suma de 13 dólares. 

 Brazaletes y protestas 

Cuando el mundial se acercaba y se multiplicaban los cuestionamientos de futbolistas e hinchadas, Infantino firmó una carta dirigida a las federaciones nacionales donde exhorta a evitar “que el fútbol sea arrastrado a todas las batallas ideológicas o políticas” (Télam, 4/11). 
 En línea con este afán de regimentación, la Fifa advirtió recientemente que los futbolistas que portaran un brazalete llamado “One Love”, en apoyo a las diversidades (fuertemente perseguidas en Qatar), se expondrían a sanciones deportivas. 
 Lo que se ha pasado por alto es que la presión sobre los jugadores es doble, porque incluye a las federaciones europeas (Inglaterra, Gales, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Suiza) que inicialmente promovían el uso del distintivo. “Como federaciones nacionales, no podemos poner a los jugadores en la posición de recibir sanciones deportivas, incluidas amonestaciones (tarjeta amarilla), así que hemos solicitado a los capitanes que no vistan este brazalete en los partidos de la Copa del Mundo”, señala una declaración conjunta (destacado nuestro). Lo de “hemos solicitado”, por supuesto, es un eufemismo para disimular la orden. 
 La presión dio frutos. Harry Kane, el capitán inglés, usó en el debut frente a Irán (un contundente 6-2) un brazalete alternativo impulsado por la Fifa que dice “No Discrimination” -aunque los integrantes del seleccionado europeo pusieron una rodilla en el campo de juego como señal de protesta por la vulneración de los derechos humanos en Qatar. 
 En ese mismo encuentro, hubo cánticos en las tribunas (y otros para taparlos), en el minuto 22, como recuerdo de Mahsa Amini, la joven iraní de 22 años que murió bajo custodia de la Policía de la Moral. Su caso desató una rebelión popular y una furibunda represión que ya dejó más de 200 muertos. 
 El seleccionado de Irán no cantó el himno, en lo que fue interpretado por muchos medios como un gesto crítico hacia el régimen persa. En contra de esta apreciación, otros dicen que es una costumbre del equipo -que ya data de otros mundiales- no entonar las estrofas de la canción patria. 

 Fútbol y diplomacia 

La foto es expresiva: un anfitrión relajado los presenta, mientras, visiblemente incómodos, ellos se miran recelosamente.
 La ausencia de Turquía y Egipto en el Mundial no fue óbice para que sus jefes de Estado, Recep Tayiip Erdogan y Abdelfatah al Sisi, estuvieran presentes en la inauguración y se dieran un desconfiado apretón de manos. Desde hace aproximadamente un año, Ankara y El Cairo tratan de reencauzar relaciones. 
 Ambas capitales rivalizan en el norte de Africa y los vínculos quedaron muy deteriorados tras el golpe de Estado de 2013 en Egipto, cuando al Sisi puso fin al gobierno de los Hermanos Musulmanes, apoyado por Turquía. 
 A Erdogan y al Sisi los separan múltiples cuestiones pero los une un mismo espíritu represivo. Las cárceles de los dos países están atestadas de prisioneros políticos. El líder turco viene de impulsar una nueva ola de bombardeos contra el pueblo kurdo, que incluyó el uso de armas químicas. 
 A esta clase de figuras, la Fifa les tiende la alfombra. 

 Gustavo Montenegro

lunes, 21 de noviembre de 2022

domingo, 20 de noviembre de 2022

Qatar 2022: las hinchadas alemanas denuncian las miles de muertes obreras


Desplegaron carteles con consignas alusivas a la violación de los derechos humanos y laborales en el emirato, en el marco de la campaña #BoycottQatar2022.

 Este fin de semana, varios estadios alemanes fueron escenario de ásperas críticas contra la Fifa por la realización del mundial de fútbol en Qatar. Las hinchadas del Borussia Dortmund y el Bayern Munich, entre otros clubes de la Bundesliga, desplegaron afilados carteles con consignas alusivas a la violación de los derechos humanos y laborales en el emirato. Lo mismo ocurrió en uno de los partidos del ascenso, entre el Fortuna Düsseldorf y el St. Pauli. 
 El movimiento de hinchas alemanes que organiza estas actividades se nuclea en un colectivo llamado #BoycottQatar2022, que cuenta con su propia página web.
 En un llamamiento, este frente de aficionados denuncia que “la decisión de elegir a Qatar como país anfitrión no se basó en consideraciones deportivas, sino únicamente comerciales”. Cuestiona la realización de faraónicos estadios que después del mundial ya no tendrán razón de ser, como el de Al-Shamal, que tiene espacio para 45 mil espectadores, en una ciudad de apenas 11 mil habitantes.
 Pero sobre todo, el manifiesto denuncia las condiciones de superexplotación de los trabajadores migrantes en la construcción de los estadios, que llevó a la muerte de miles de obreros, debido a extenuantes labores bajo temperaturas extremas. En el partido entre el Hertha de Berlín y el Bayern Munich, algunos carteles resumían esta situación: “15.000 muertos para 5.760 minutos de Mundial” [las cifras en realidad varían: el sitio británico The Guardian contabilizó 6.500 muertos].
 El manifiesto se hace eco también de la persecución contra el colectivo LGTBI y de las denuncias de soborno contra autoridades de la Federación, por parte de la corona qatarí, para conseguir la organización de la copa.
 El texto pide a la DFB (la federación alemana de fútbol) renunciar al torneo. A jugadores, entrenadores y medios de comunicación, los llama a visibilizar la situación de opresión y explotación en la península. A las empresas, las exhorta a no realizar campañas de marketing relacionadas con el mundial. En términos prácticos, propone atiborrar a la Fifa con correos electrónicos y cartas de protesta; no adquirir mercancías con el logo del mundial; no comprar productos de empresas patrocinadoras; y no viajar a Qatar. La cruzada de los hinchas alemanes muestra el hastío que se produce cuando “la pelota se mancha” por los intereses comerciales y el afán de lucro.
 Otra cosa muy distinta es la hipócrita campaña lanzada por algunos gobiernos occidentales, como el de Francia, varios de cuyos jefes comunales (París, Lille, Bordeaux) han resuelto no pasar los partidos en pantallas gigantes en espacios públicos. El expresidente Francois Hollande sostuvo que, si estuviera al frente del Palacio del Elíseo, “no iría” a Qatar. 
 Mientras sus personeros hacen estas diatribas para la tribuna, el Estado francés y la burguesía profundizan sus lazos con el emirato. Con una inversión de 1.500 millones de dólares, TotalEnergies se convirtió en el principal socio internacional del NFS (North Field South), controlado por Qatar Energy, en la elaboración de gas natural licuado (Euronews, 24/9). 
 Qatar ya es el segundo proveedor de gas de Europa (xataka.com, 2/11). Ante la guerra en Ucrania y debido a las contrasanciones rusas, las potencias del viejo continente se han volcado al emirato y otros países de Medio Oriente (como Kuwait y Arabia Saudita) en busca de recursos energéticos. Negocio mata derechos humanos. Los “petrodólares” qataríes controlan también el mayor club de fútbol francés, el Paris St. Germain. 
 Las denuncias que escamotean los gobiernos las terminan haciendo los hinchas, los organismos de derechos humanos y los trabajadores. Para usar una metáfora futbolística, “es por abajo”.

 Gustavo Montenegro

sábado, 19 de noviembre de 2022

La “era Musk” en Twitter empieza con despidos y renuncias masivas


Crisis y disputas en el sector tecnológico. 

 El empresario Elon Musk, quien dijo haber comprado la red social Twitter para “intentar ayudar a la humanidad”, envió una intimación a sus empleados (los que quedan, ya que se desprendió al asumir de la mitad de la plantilla) que rezaba: “para tener éxito en un mundo cada vez más competitivo, tendremos que ser extremadamente duros. Esto significará trabajar muchas horas a gran intensidad. Solo un rendimiento excepcional constituirá un aprobado”. 
 El que no avalara esta orientación corporativa antes del jueves, se quedaba fuera, con una indemnización equivalente a tres meses de sueldo.
 El aporte de Musk a la humanidad, así, empieza por la más cruda superexplotación del personal. Se estima que cientos de empleados no respondieron (o lo hicieron negativamente) el formulario enviado por el hombre más rico del mundo (dueño de Space X y Tesla), en lo que ha sido definido por los medios como una ola de renuncias masivas.
 La sangría de personal, entre despidos y renuncias, abre la duda sobre la capacidad de funcionamiento de la red del pájaro. Hasta el 21, la empresa cerró su sede en San Francisco e invalidó los pases de seguridad, mientras procesa los cambios. 
 A la vez, la caótica instrumentación del servicio Twitter Blue, que arancela la verificación de autenticidad de una cuenta por 8 dólares mensuales, obligó a poner en el congelador el proyecto hasta fin de mes. Aparecieron todo tipo de impostores que registraron cuentas con el nombre de importantes figuras y empresas (hasta un Jesucristo), emitiendo luego mensajes apócrifos.
 La era Musk en Twitter coincide con un ajuste en las grandes tecnológicas. Facebook y Amazon también lanzaron despidos masivos. Se trata de firmas favorecidas durante la pandemia, que a la primera de cambio buscan descargar sus problemas sobre los trabajadores. 
 Twitter, además, es centro de agudas disputas políticas, debido a la posibilidad de que Musk rehabilite la cuenta del expresidente Donald Trump. El megamillonario de origen sudafricano llamó en estas últimas elecciones a votar por los republicanos, aunque bajo un ángulo democrático -dividir el poder. 
 Siete senadores demócratas han presentado un pedido de investigación a la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés), argumentando posibles vulneraciones a la seguridad de los usuarios como resultado del despido de personal clave. 
 La puja recién está empezando. 
 En la era de los monopolios, la libertad de expresión y los derechos de los trabajadores son igualmente pisoteados. 

 Gustavo Montenegro

Amazon prepara cerca de 10 mil despidos


Los trabajadores como material descartable.

 Amazon, una de las empresas más poderosas del planeta, ha comenzado a aplicar un plan de despidos, que podría perjudicar a unos 10.000 trabajadores. Se trata del ajuste de personal más importante de la historia de la compañía, cuyo dueño es el magnate norteamericano Jeff Bezos.
 El gigante del comercio electrónico es el segundo mayor empleador privado de Estados Unidos, por detrás de Walmart. La cifra de posibles cesantes equivale al 3% de los trabajadores fijos, y al 1% de la plantilla total, que está compuesta por unos 1.5 millones de empleados que se encuentran diseminados por todo el mundo, “la mayor parte de ellos, fuerza laboral contratada temporalmente en los almacenes o dedicada a las tareas logísticas” (El País, 14/11). 
 En Seattle, la ciudad en la que fue fundada la empresa, ya se ha despedido a trabajadores de la plataforma de juegos Amazon Luna y de la división de Alexa, el asistente de voz. Otros 260 obreros serán cesanteados en varios centros de trabajo ubicados en California, donde realizan actividades científicos de datos e ingenieros de software. 
 En el marco de este plan de ajuste, Amazon ha eliminado algunos de sus proyectos, como la telemedicina Amazon Care, la subsidiaria de telas Fabric, y Scout, el robot de entrega a domicilio. Asimismo, está optando por cancelar contratos para la construcción de nuevas naves o centros, como ha ocurrido en las ciudades españolas de Girona, Reus, Sevilla y Vitoria (La Vanguardia, 17/11). 
 Amazon experimentó un gran desarrollo durante la pandemia, como fruto del crecimiento del comercio electrónico. Sumó centros y empleados en todo el mundo, bajo modalidades precarias de contratación. Ahora que hay un reflujo de esa modalidad de compra, se empieza a desprender -como si fuera material descartable- de personal. 
 Otras empresas tecnológicas también han avanzado en despidos, como Meta y Twitter. 
 El secreto de Amazon siempre ha sido la superexplotación y desprotección del personal. Sus almacenes tienen tasas de lesiones que duplican la media del sector; los conductores de Amazon Flex y Amazon Delivery a menudo se hallan tercerizados, no tienen tiempo para ir al baño y están vigilados por cámaras; y los pilotos de Amazon Air están mal pagados y padecen sobrecarga laboral. 
 “En la sede central de la empresa en Seattle, los trabajadores de cuello blanco son conocidos por llorar en sus escritorios y han presentado quejas sobre la falta de tiempo suficiente para usar el baño” (Jacobin, 23/4/2021). La brutalidad de la compañía se expresó con fuerza cuando una trabajadora, Patty Hernández, sufrió un aborto espontáneo porque la empresa rechazó hacer adaptaciones en su puesto de trabajo durante el embarazo (Público, 24/7/2021). 
 Amazon ha erigido un sistema policiaco de control, lo que fue acompañado por una feroz persecución para impedir la formación de sindicatos. A pesar de ello, algunos almacenes han conseguido poner en pie organizaciones obreras para defender sus derechos. 
 Abajo los despidos. 

 Nazareno Kotzev

viernes, 18 de noviembre de 2022

Mundial de Qatar 2022: los jeques lo lograron, comienza la función


En uno de sus últimos actos públicos como presidente de la FIFA, el 2 de diciembre de 2010, Joseph Blatter leyó cinco letras que causaron asombro en el mundo del fútbol: Qatar, un territorio de apenas 11.571 kilómetros cuadrados -la mitad de la superficie de la provincia de Tucumán- sería la sede del mundial 2022. Si bien la lengua oficial es el árabe, el idioma inglés domina pues es el lugar del mundo que alberga más extranjeros en su suelo. 
 En la cuarta ronda de las votaciones, cuando los otros candidatos -Corea del Sur, Japón y Australia- ya habían quedado en el camino, Qatar venció por 14 a 8 nada menos que a los Estados Unidos. 
 La noticia fue el principio del fin de una era en la FIFA, la mayor multinacional del deporte y de los grandes negocios del fútbol, y la cuenta regresiva del poder de Blatter. Lo que siguió a aquella decisión de la FIFA fue polémica y escándalo. El “FIFA Gate” se destapó porque, en los Estados Unidos -que estaba deseoso de organizar su segunda Copa del Mundo, tras la de 1994- comenzó una investigación sobre "soborno, fraude y corrupción" en la FIFA y, sobre todo, sobre las elecciones para las Copas del Mundo de 2018 y 2022. De la investigación casi no quedaron sobrevivientes. Cayeron casi todos los dirigentes involucrados. 
 A pesar de estos antecedentes, el mundial de Qatar se transformó en una realidad y se pusieron en marcha todos los mecanismos económicos para la realización del mismo. Se realizaron gigantescas inversiones en infraestructura que, como ya ocurrió en otros países del mundo, sólo cumplirán funciones durante el desarrollo del propio mundial. Se estima que las inversiones fueron aun superiores a las que se realizaron en el mundial del 2018 en Rusia, pero con la particularidad de que, como ocurrió en África 2010, los estadios creados para ese evento ni siquiera serán utilizados en lo sucesivo para albergar fútbol. Se ha creado un inmenso escenario futbolístico en un país donde el fútbol es una cuestión minoritaria y secundaria entre sus propios habitantes, pero allí, durante 30 días, se realizarán negocios multimillonarios, donde todas las multinacionales del deporte y de las redes televisivas han de tomar parte.
 Muchas organizaciones de derechos humanos denunciaron la gran cantidad de muertos en accidentes de trabajo y la utilización de mano de obra precarizada proveniente de Nepal, India y Bangladesh para las obras. Aunque el ingreso en dólares “per cápita” de Qatar es uno de los más altos del mundo, se puede decir junto a ello que es la capital mundial de la precarización laboral, de donde son deportados todos los trabajadores que inicien la organización de reclamos pues rige una “ley de residencia” similar a la que existió en Argentina a principios del siglo XX para los inmigrantes.
 Este será el mundial más “internacionalista”. Además de los 32 países participantes, distribuidos en 8 grupos que disputarán 64 partidos, será seguido por más espectadores que todos los mundiales anteriores. Además contará con los máximos adelantos tecnológicos, con la inclusión, por primera vez en un Mundial, del VAR . 

 ¿Y por casa cómo andamos?

Argentina llega al mundial en “estado de gracia”, a diferencia del mundial de Rusia, cuando cambió tres veces de técnico, la AFA casi no existía y se vivía como un síndrome salir siempre segundos. Ahora, en cambio, la selección nacional llega invicta en varias decenas de partidos, con el triunfo de la Copa América y con una conformidad absoluta con su técnico y sus jugadores, lo que ha despertado una gran expectativa. 
 Vamos a vivir, durante 30 días, dos sensaciones cruzadas. El 18 de noviembre, fecha de inicio del torneo, habrá sido precedido por la inmensa lucha del neumático, la de los docentes santafesinos, la de los médicos residentes y las de los desocupados. Esto muestra una enorme tendencia a profundizar las luchas de la clase obrera frente a un gobierno en crisis y con una inflación imparable: nadie postergará por el mundial las reivindicaciones pendientes, aunque “Kelly” Olmos se ilusione con ello. 
 Por otro lado, como en todos los mundiales, como millones de trabajadores quieren que gane el equipo argentino, desde el mismo gobierno se alentará un fuerte chauvinismo y una defensa de la marca “Argentina”. Pero como decía un gran creador de la música uruguaya, refiriéndose al carnaval, “El tamboril se olvida y la miseria no”. Sepa el gobierno que lo mismo ocurrirá con este mundial de Qatar.
 Hasta la próxima. 

 Juan Ferro 
 16/11/2022

domingo, 13 de noviembre de 2022

La COP 27, el escenario de un nuevo fracaso


Otra cumbre de gobiernos incapaces de reducir la emisiones de gases de efecto invernadero. 

 La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, la COP 27, comenzó el domingo en Egipto con la presencia de 30.000 delegados de unos 200 países, reunidos en la ciudad de Sharm el-Sheikh. Como muestra de que estas instancias despiertan cada vez menos expectativas en lograr los objetivos que declara, esta vez no participa la joven Greta Thunberg denunciando que “el evento es una oportunidad para que las personas de poder usen el greenwashing, mientan y hagan trampa, en un país que viola los derechos humanos y reprime a los ambientalistas, que no podrán realizar la contracumbre”. 
 Un informe de Naciones Unidas publicado días atrás alertó que la mayoría de países no están cumpliendo sus compromisos para reducir la producción de carbono ni las emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales aumentarán un 10,6% para 2030 en comparación con los niveles del 2010. A pesar de que los científicos han dicho que las emisiones se deberían reducir un 43% para 2030 con el fin de limitar el calentamiento global a 1,5º C, si se quiere evitar que la “situación se salga de control”. En una agenda internacional dominada por los conflictos, varios de las principales economías y más contaminantes del mundo, como Rusia, la India o China, no estarán presentes en la cumbre con representantes de alto rango (Reuters); mientras que entre los presentes y más convencidos asistentes se encuentran los integrantes de la Otan y su ofensiva guerrerista. 
 Según la agencia climática de la ONU, tan sólo 24 de los 200 países que asistieron a la COP26 de Glasgow han presentado sus planes de reducción de emisiones actualizados. Chile, México y Turquía han anunciado que publicarán sus nuevos planes durante la conferencia en Egipto y aún no se sabe si las principales economías en desarrollo como China e India presentarán sus planes. Se suman este año las consecuencias nefastas de la guerra en Ucrania en cuanto a la generación de gases en la escena de operaciones bélicas y la consecuencia de la conversión en la producción y transporte del combustible y los alimentos.
 La Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) nació en 1992, en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. En esa importante cumbre sobre desarrollo sostenible, se identificaron tres procesos biofísicos en alto riesgo: la desertificación, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Transcurridas tres décadas, la realidad es que, con los compromisos actuales de todos los países, el escenario más probable es una subida de la temperatura por encima de los 3.2ºC a final.
 A su vez el Acuerdo de París de 2015 que se puso en marcha 2020, tuvo como propósito la elaboración de un reglamento que está prácticamente terminado, excepto el Artículo 6°, que abordaría uno de los problemas más delicados: cómo medir las emisiones (de modo que todos los países midan de la misma manera) y cómo garantizar un comercio de emisiones entre países que sea transparente. A su vez han creado este año la expectativa de conseguir fondos para aportar a la transición energética y a las medidas de mitigación, veremos cómo continua la farsa.

 Y por casa cómo andamos

 El martes 1 de noviembre el presidente argentino Alberto Fernández junto a su ministro de Ambiente Juan Cabandié presentó en el Museo del Bicentenario el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático (PNAyMCC) hacia 2030, que en los papeles propone metas y líneas estratégicas para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y ayudar a que territorios, ecosistemas, sectores y comunidades vulnerables se adapten a los impactos de la crisis climática. Pero en los hechos la política ha sido la contraria, es decir, aumento de la deforestación, invasión del agronegocio, la ganadería, la minería, aumento de la actividad petrolera y las inversiones inmobiliarias sobre los humedales, es decir promoción de todas estas actividades primarias como forma de conseguir dólares para concentrar la riqueza de los grandes capitalistas y pagar le deuda externa. Como si esto fuera poco, represión para las comunidades que intentan proteger sus territorios. 
 Para presentar este Plan de Mitigación una gran comitiva de políticos, funcionarios y ambientalistas cooptados por el gobierno viajaron y permanecerán dos semanas en un resort de lujo con lagos artificiales, patrocinado por la Coca Cola. No se menciona esta vez la propuesta llevada el año pasado a la COP27 de Glasgow, Escocia, donde Fernández proponía el canje de deuda por reducción de emisiones. 
 Corresponde de describir el escenario local ante una aumento de 2,5 a 3 °C y para ello citamos a la investigadora especialista Inés Camilioni que respondiendo a un reportaje de Pagina 12 dijo: “Muchos de los cambios que ocurrirían son irreversibles en un horizonte temporal de cientos a miles de años. Para la Argentina, una proyección de calentamiento de 3 grados implica que la retracción de glaciares que ya estamos viendo se va a acelerar en forma muy significativa. En las regiones donde las lluvias estuvieron aumentando, en el centro del país, la tendencia se va a acrecentar. En cambio, en la región de Cuyo y la Patagonia va a continuar la retracción en las precipitaciones, lo cual acompañado por el aumento generalizado de temperatura determina condiciones más favorables para que ocurran incendios. 
 El nivel del mar en algunas regiones también puede ser una amenaza, con consecuencias sobre la costa del Área Metropolitana de Buenos Aires, ya que el nivel del mar es uno de los determinantes del nivel del Río de la Plata. Esto puede no implicar inundaciones permanentes pero sí más frecuentes junto a olas de calor más severas. Sin dudas es un clima más peligroso del que tenemos ahora”. Y agrega una serie de medidas para contener la emisión de gases de efecto invernadero: el pasaje de la generación de energía de combustibles fósiles a renovables, nuevos métodos de producción agropecuaria favorables a la captación de carbono del suelo, conservar ecosistemas como bosques y selvas, reforestación, mejorar la eficiencia energética, apoyar a circularidad de la economía a través de la reutilización y desincentivar el descarte de productos finales en favor de la reparación.

 Cómo seguimos 

Ya son muchos los ambientalistas que han dejado de concurrir a estas conferencias y los activistas preferimos manifestarnos en los territorios y en los ámbitos de decisión, como forma de presionar y organizarnos. Ya sabemos que la lucha por la defensa del ambiente no puede ser separada de la lucha contra el capitalismo, y esta exige mantenerse en el campo de la independencia de los trabajadores de la burguesía y los gobiernos que la representan. 

 Alicia Rodríguez

sábado, 12 de noviembre de 2022

Gal Costa, aquella fuerza extraña


Un vinilo del año 1967 -“Domingo”- muestra en su tapa a dos cantantes de Bahia, Brasil, sentados en la vereda de su pueblo natal. Uno es el compositor debutante Caetano Veloso; la otra es su amiga y cantante Gal Costa. El disco, con arreglos delicados e intimistas, sigue el hilo musical de la bossa nova, el estilo que había ganado los palcos brasileños y mundiales desde mediados de los años 50. En la voz de Gal, se puede escuchar uno de los temas más célebres de su compañero Caetano: “Mi corazón no se cansa de tener esperanzas de un día tener lo que quiera”. Ese corazón vagabundo, el de Gal Costa, iba a poner fin a su marcha 55 años después, en un hospital paulista. En el interín, la historia y la vida de Brasil tuvieron en Gal a una portavoz extraordinaria. En un podio imaginario, Gal Costa sólo podría rivalizar con la malograda gaúcha Elis Regina, de un lado, y con su amiga y coterránea María Bethania, del otro. 
 Ese primer disco de Gal había recogido los aires de la bossa nova, el ritmo sofisticado que había renovado el interés por la música de Brasil en los Estados Unidos. La conjunción del samba con el cool jazz recreaba el ambiente del Brasil de las ilusiones desarrollistas, a comienzos de los años 60. De la mano del presidente Kubitschek, la penetración del capital extranjero se conjugaba con la cooptación de la intelectualidad progresista. Un arquitecto comunista, Oscar Niemeyer, tomaba en sus manos la construcción de Brasilia, la nueva capital.
 Pero la generación de Gal Costa, Caetano Veloso y otros llegaría a los palcos en otro contexto – el del derrumbe de las ilusiones reformistas y el advenimiento de la dictadura militar de 1964. La resistencia a la dictadura militar alimentó a un intenso movimiento de resistencia cultural arraigado en la juventud estudiantil. En el sur, la guitarra comprometida sería empuñada por Chico Buarque, Edu Lobo, Marcos Valle y Geraldo Vandré, entre otros. Fue en ese contexto que Caetano, Gal Costa, Gilberto Gil y María Bethania bajaron desde el Nordeste al centro del país: la impronta rockera y transgresora de estos baianos se conectó enseguida con los recitales y acciones antidictatoriales. En el plano cultural, esos músicos nordestinos tomaron alguna distancia de la impronta musical amable y fría que se escuchaba en la zona sur de Río de Janeiro. En cambio, el “Tropicalismo” -asi le llamaron a su movimiento musical- recogía herencias musicales del interior de Brasil y las fundía con el rock. Muy pronto, Caetano y Gilberto Gil pagarían estas tentativas revulsivas con el exilio.
 Gal Costa acompañó los vaivenes políticos de sus compañeros en un segundo plano. Era una intérprete, pero no compositora ni letrista. Con una voz cristalina y llena de matices, recorrió todas las carreteras musicales de su país; a veces, sólo con una guitarra. Otras, con el acompañamiento festivo de los sambas y frevos. Muchas más, con extraordinarios conjuntos de rock, como el que dirigió el músico Jards Macalé. Una de las mayores expresiones de esta versatilidad es el inolvidable recital “Vapor Barato”, luego reunido en dos vinilos. Uno de ellos, intimista y con acompañamiento acústico; el otro, con un sonoro telón de rock, y con una fuerza en la voz que haría empalidecer a Janis Joplin. 
 El profesionalismo de Gal la llevó también a compromisos más comerciales y refinados, como los que protagonizó con el padre de la música brasileña moderna, Tom Jobim, en los palcos de Estados Unidos. Cuando evocaba a los años 60, sin embargo, su corazón estaba con el gran Joao Gilberto, cuya debilidad por la voz de Gal era conocida. 
 El oído excepcional de Gal también se apoyó sobre el sur del continente: una grabación memorable -que puede encontrarse en You Tube- la muestra en un palco brasileño acompañando a Mercedes Sosa en la interpretación de “Gracias a la Vida”, el tema de Violeta Parra, junto a otros tres gigantes de su país: Milton Nascimiento, Chico Buarque y el infaltable Caetano. En sus visitas a Buenos Aires, Gal Costa aprovechaba las tardes para recorrer las librerías de la calle Corrientes y comprar libros en español. 
 Absorbida por una vida musical intensa, Gal estuvo relativamente apartada de los avatares políticos de sus compañeros de ruta. Gilberto Gil fue ministro de cultura de Brasil bajo el gobierno de Lula. Más tarde, Caetano se distanció del PT bajo el peso del lavajato y los escándalos de corrupción que envolvieron a la administración petista. Pero el bolsonarismo volvió a involucrar a los principales músicos de Brasil en un activismo de oposición al fascismo. En una entrevista concedida a la “Folha de San Pablo”, en 2021, Gal se pronuncia por “Fuera Bolsonaro” y se ubica como una persona “más de izquierda” en el espectro político. 
 La vieja generación de la música brasileña cargó con el peso del derrumbe petista y su conversión en una agencia de la burguesía contratista del país, y en un plano más general, con el declinio de la revolución cubana y de la izquierda staliniana. Es “el viejo navío cargado de ideales, que se fueron escurriendo entre las manos”, según reza un tema de Chico Buarque. Pero la música de todos ellos, en su vitalidad armonica y poética, traduce la energía extraordinaria del Brasil ´de abajo´, expresada en décadas de luchas, movilizaciones, huelgas obreras, victorias y derrotas.
 En un video difundido en estas horas, se aprecia uno de los últimos encuentros de Gal con Caetano Veloso, en 2021. La cantante interpreta el conocido tema “Fuerza Extraña”, de su amigo bahiano. Ambos se quiebran de emoción, hasta interrumpir el canto. Fue un presagio de lo que ocurriría un año después. La “fuerza extraña” del canto de Gal seguirá merodeando por el aire y por las redes, y siempre será la voz de lo más profundo y plebeyo de Brasil. 

 Rita Marchesini 
 11/11/2022

Mesa Redonda: Colonización cultural y racismo Sobre la Mesa


viernes, 11 de noviembre de 2022

Cara y ceca de las elecciones en Estados Unidos


La prensa internacional ha cubierto las elecciones norteamericanas con un manto de ‘tranquilidad’. Esencialmente, destaca que no tuvo lugar la “marea roja”, como se colorea en Estados Unidos al partido Republicano. Con una participación relativamente elevada del electorado, un 65%, el mapa del Congreso registra una diferencia leve a favor de los republicanos, no es algo que no se pueda salvar mediante negociaciones y favores de parte de la admnistración de Joseph Biden, el presidente demócrata. La épica republicana que vaticinó Donald Trump dio ausencia sin aviso, con el inconveniente adicional de que le habría salido un temible rival, más derechista aun, en la persona del republicano Ron DeSantis, que obtuvo un triunfo avasallador en la disputa a gobernador en el estado de La Florida. 
 La calma, sin embargo, es sospechosa. La inflación, por ejemplo, sigue su curso hacia arriba, indiferente a las medidas draconianas del Banco Central para controlarla. El consuelo de que se trata de una suba de precios del 8/9% anual sirve de poco, porque es un promedio que esconde índices superinflacionarios en alquileres, combustibles, transporte y buena parte de alimentos. Las elecciones no han recogido políticamente esta crisis, porque transcurren bajo el chaleco de fuerza del bipartidismo. Sólo se ha manifiestado en los pliegues de esta realidad –en el voto a algunos candidatos demócratas que se desempeñan como ‘contestarios’, y por sobre todo en las huelgas y en las manifestaciones en defensa de los derechos civiles. Es muy significativo que frente a una Corte Suprema reaccionaria y oscurantista, el derecho al aborto pasara a rango constitucional en varios estados, por decisión de los referendos; lo mismo ha ocurrido para aumentar la asistencia del estado a la Salud. En un marco de decadencia de la democracia en Estados Unidos, estos referendos son una manifestación de rebelión.
 La guerra de la OTAN que promueven el gobierno de Biden y el Pentágono no fue sometida a plebiscito. La concordancia Demócrata-Republicana para proseguir y profundizar esta guerra quedó excluída de las elecciones; lo mismo ha ocurrido, más aún, con el frenético despliegue militar de EEUU y aliados en el mar de China. La oposición a la guerra deberá transcurrir por otros canales. En lugar de una oportunidad para manifestar la voluntad popular, las elecciones han funcionado como la tapa de una olla a presión. Entre la guerra y la carestía hay una relación que es evidente para todos. Las tasas de interés de la Federal Reserve no van a detener la suba de costos de la energía ni la de la producción en su conjunto que depende de la energía. Es más bien un arma de guerra financiera contra el resto de los Estados capitalistas, que ven emigrar sus reservas financieras hacia Estados Unidos. Es también -como no se cansan de repetir los funcionarios de la banca- un arma para combatir lo que llaman “la tensión en el mercado laboral”, o sea, para forzar el despido de trabajadores. Todas las tecnológicas están cesanteando a mansalva. Los lugares de trabajo y las calles se van a convertir en espacio de expresión de la voluntad popular en Estados Unidos. 
 No se han votado la política contra la pandemia y la crisis financiera. La circulación del virus no se ha suprimido, en tanto que la eficacia de las vacunas es declaradamente limitada. El desplome del Bitcoin y la quiebra de las empresas de criptomonedas, advierten que no hay casa refugio para la inflación, o sea la alternativa a la desvalorización del dólar. La cadena de financiamiento viene sufriendo varios espisodios de interrupción. El conjunto de este proceso explosivo ha quedado al descuido en el sopor de la elección reciente.
 La modestísima ventaja que obtuvo el partido Republicano el martes pasado, apenas oculta la fuerte división política en sus filas. El ‘bolsonarista’ DeSantis se ha postulado para competir por la candidatura presidencial, en 2024, contra Donald Trump. Trump, por su lado, pretende voltear al jefe del bloque republicano en el Senado, que podría convertirse en vicepresidente primero de esa Cámara. La nueva composición del Congreso debería proseguir la investigación de la tentativa de golpe de estado de Trump en enero de 2021, e incluso el secuestro, por parte suya, de documentos secretos. En cualquier caso, prosiga o detenga la investigación, esa tentativa de golpe de estado sigue en la agenda de la crisis política. Las tendencias centrífugas en la derecha norteamericana no han disminuído sino que se han acentuado. La elevada asistencia electoral no desmiente la tendencia a la descomposición de la llamada “democracia americana”. 

 Jorge Altamira
 10/11/2022

miércoles, 9 de noviembre de 2022

El Pentágono y la estrategia de guerra sobre el Indo-Pacífico


En el último informe de Estrategia de Defensa Nacional publicado por el Pentágono, Rusia es considerada como amenaza grave para Estados Unidos pero, señalan, no tiene capacidad de sostener un enfrentamiento bélico de manera sistemática en el tiempo. Según ese mismo informe, la amenaza más profunda y estratégica a nivel económico, político y militar para los norteamericanos no es Rusia sino China. Luego, en tercera posición de amenaza coloca a los países de Irán y Corea del Norte. 
 En sintonía con esto, para el Secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austen, su país debe dar un giro hacia el Indo-Pacífico y fortalecer sus infraestructuras de defensa en Japón, Taiwán e India. El objetivo sería cercar a China desde un corredor comercial y militar que se extienda desde los mares Oriental y Meridional chinos, hasta la llamada la Línea de Control Real que marca la frontera terrestre entre China e India.
 El informe define como prioritario reforzar y construir infraestructura de defensa propia y de sus aliados. Para el Pentágono, el verdadero riesgo de un ataque nuclear ruso se encuentra en una posible colaboración tecnológica por parte de China. Uno de los conceptos estructurales del informe es el de la “disuasión integrada” contra China para que ‘desista’ de un ataque militar en el estrecho de Taiwán. O, dicho más claramente, un despliegue mundial de la capacidad armamentística nuclear en territorios aliados del Indo-Pacífco, acompañado de una guerra económica permanente contra China.
 La llamada “disuasión integral” incluye también nuevas inversiones para desarrollo de misiles hipersónicos y una estrategia de mayor reclutamiento militar y mayor entrenamiento profesional de las actuales tropas.
 En este contexto es que recientemente EEUU y Japón han realizado pruebas de combate aéreo sobre el Mar Oriental chino y el Ministerio de Defensa japonés agradeció la cooperación entre ambos países, especialmente luego de las pruebas de misiles balísticos de Corea del Norte. La acción conjunta incluyó dos bombarderos norteamericanos, los cuales también habrían participado anteriormente en maniobras de prueba con la defensa de Corea del Sur. 
 Pero quizá los movimientos militares de EEUU que más controversias ha generado entre sus rivales en Asia y entre aliados de la Unión Europea, fueron los que se realizaron a partir del pacto AUKUS. Éste establece la incorporación de Australia en la cooperación de tecnología militar avanzada entre EEUU y Gran Bretaña. El acuerdo se había firmado entre Joseph Biden (EEUU), Boris Johnson (Gran Bretaña) y Scott Morris (Australia). La decisión de incorporar a Australia tiene como objetivo contrarrestar la influencia comercial de China en el resto del Pacifico, y mantener una retaguardia permanente en el océano para los futuros movimientos en el corredor marítimo indochino.
 Aunque AUKUS fue firmado el año pasado, recién tomó envergadura durante las últimas semanas, luego de que EEUU anunciara el despliegue permanente de seis bombarderos B-52 hacia Australia. Estos bombarderos, son el eje estructural de la organización de la fuerza aérea estadounidense. Desde el 2013 se ha trabajado sistemáticamente en la modernización de estas aeronaves, lo que ha incluido la incorporación de un motor de Rolls-Royce. El historial de rendimiento de estos motores en otros modelos de aeronaves acumula cerca de 200 mil horas de operaciones en vuelo. Las inversiones en tecnología avanzada para mejorar estos bombarderos y contrarrestar los avances militares que desarrolla aceleradamente China se han transformado en una verdadera carrera armamentística. 
 A este despliegue sobre Australia se suman la construcción de una plataforma de despegue y aterrizaje para aeronaves de combate; un centro de mantenimiento para la infraestructura militar; un tanque de almacenamiento de combustible; y un búnker de municiones. EEUU también trasladará una cantidad aún no confirmada de soldados del Cuerpo de Marines estadounidenses. 
 Además, la cooperación científica que recibirá Australia incluye tecnología de inteligencia artificial y cuántica, así como la posibilidad de construir ocho submarinos de propulsión nuclear. La obtención última de submarinos generó especial malestar por parte de Francia, quien había acordado vender a Australia submarinos de diseño francés. El problema de los submarinos franceses es que son de fácil detección y dependen de recarga de combustible diesel cada ciertos días. Es decir, están obligados a volver a la superficie de manera regular. 
 En contraparte, los submarinos estadounidenses están pensados para sostener una guerra de larga duración bajo condiciones extremas. Estos submarinos de propulsión nuclear se sostienen con energía de uranio enriquecido (que depende de un reactor nuclear integrado). Hasta ahora, sólo Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y la India cuentan con submarinos con tecnología similar. Algunos expertos señalan que el nivel de tecnología adquirida para construir un submarino de propulsión nuclear equivale a la posibilidad de desarrollar un arma nuclear propia. 
 China considera el despliegue estadounidense sobre Australia como acto de ‘Guerra Fría’. A la preocupación de China sobre las alianzas estadounidenses con Japón, Taiwán, Corea del Sur y Australia, también se suma India. Esto porque, tal como lo considera el Pentágono en su Informe, espera formalizar y profundizar su alianza de defensa con India para ‘disuadir’ de una agresión de China sobre Taiwán, y garantizar su libre acceso sobre los corredores del océano Índico.
 EEUU lleva adelante un monumental despliegue de inteligencia (incluyendo la artificial), cadenas de suministros y armas avanzadas. Las infraestructuras y posiciones militares desplegadas en Asia y el Pacífico anuncian una profundización de la guerra capitalista, cuyos alcances son aún inimaginables. El destino que tome la guerra entre la OTAN y Rusia está condicionado por la ruta que EEUU ha trazado sobre China.

 Javiera Sarraz
08/11/2022

2022 marca un nuevo récord en las redadas criminales de Israel


Funeral tras una de las redadas israelíes 

El pasado martes 22 de octubre el ejército israelí realizó numerosas incursiones en el territorio ocupado de Cisjordania, dejando como resultado la muerte de seis palestinos y una veintena de heridos. 
 Con estas muertes, ya son más de 120 los asesinados por el ejército israelí en esta clase de operativos a lo largo del año (incluyendo numerosos civiles, como admite el mismo ejército ocupante), un número sin precedentes desde 2015 y una de las mayores cifras desde la Segunda Intifada que comenzó en el 2000 (El País, 25/10). 
 El cortejo fúnebre de los fallecidos se transformó en una multitudinaria y aguerrida movilización de repudio a la ocupación. La población palestina y particularmente su juventud responden a estos hechos con movilizaciones y huelgas masivas en todo el territorio ocupado. Pese a todos los intentos israelíes, el pueblo palestino no se doblega sino que resiste. 
 Sobra decir que estos asesinatos constituyen una clara violación a los derechos humanos. Esto no es ninguna sorpresa, puesto que Israel ha cometido innumerables crímenes de guerra que van desde el asesinato indiscriminado de civiles hasta situaciones de encarcelamiento inhumano. 
 El gobierno saliente de Naftali Bennett y Yair Lapid bombardeó la Franja de Gaza, incrementó las colonias y las provocaciones en la Explanada de las Mezquitas, y bajo su gestión se produjo el asesinato de la corresponsal de la cadena Al Jazeera, Shireen Abu Akleh. 
 Tras las elecciones del 1 de noviembre, el nombre que suena como futuro primer ministro es el de Benjamin Netanyahu, bajo cuyos anteriores gobiernos se cometieron toda clase de atrocidades contra el pueblo palestino.
 Abajo el Estado sionista. Por una Palestina única, laica y socialista. Por una federación de pueblos socialistas de Medio Oriente. 

 Santiago Martín Mayorga

lunes, 7 de noviembre de 2022

Limpieza étnica: el programa del fascismo israelí


“Señor, sálvanos si esto es un presagio de lo que se avecina”. La plegaria es de Thomas Friedman, el editorialista del New York Times amigo de Joe Biden, y se refiere al triunfo de la ultraderecha fascista en las elecciones en Israel. Bibi Netanhayu vuelve al poder al frente de una coalición de políticos ultraortodoxos y supremacistas, incluidos algunos terroristas antiárabes que alguna vez estuvieron fuera de la ley. Como muestra de moderación en los festejos algunos dejaron de gritar “muerte a los árabes” y lo reemplazaron por “muerte a los terroristas”. 
 Los socios de Netanhayu postulan que los colonos ocupen totalmente Cisjordania y la “homogeneización étnica” del país, que incluye a los palestinos que viven dentro de las fronteras del Estado sionista -los llamados “árabes israelíes”- y constituyen el 20% de la población. Sionismo Religioso tiene medidas concretas para establecer el apartheid: por ejemplo que las embarazadas árabes y las israelíes no compartan ni las salas de parto ni de internación.
 Netanhayu fue expulsado del poder en julio de 21 jaqueado por juicios de corrupción, que ahora quedarían congelados. El bloque “pro Bibi” piensa tomar el control del aparato judicial y han dicho que, tal vez, disolver la Corte Suprema, remover las leyes que limitan la colonización de Cisjordania, etc.
 Los vencedores consideran que hay que expulsar a los “judíos desleales” -que defienden la alternativa de los dos estados o el diálogo con los palestinos, por ejemplo-, “sanear” las universidades de docentes y estudiantes “desleales”. Además, proponen enderezar a los homosexuales a fuerza de electroshock y desmontar toda la legislación “igualitaria”.
 Estos partidos, que hasta no hace mucho eran marginales, obtuvieron una mayoría cómoda de 65 escaños en una Knésset (Parlamento) de 120. Pero si se suman los votos de los otros partidos de ultraderecha (entre ellos los laicos) el voto a variantes fascistizantes supera claramente al 80 por ciento del electorado. El futuro gabinete estaría integrado por un dirigente de Sionismo Religioso, que se hartó de promover el asesinato de Rabin.
 Friedman dice que “las tendencias políticas israelíes son a menudo un presagio de tendencias más amplias en las democracias occidentales”, que en buen romance quiere decir que pronostica un triunfo de Trump en las legislativas y su posible regreso a la Casa Blanca.

 Olga Cristóbal 
 04/11/2022