miércoles, 30 de junio de 2021

Se encuentran los restos de casi 1.000 niños indígenas en internados católicos de Canadá


La repercusión ha sido la quema de 4 iglesias católicas en lo que va de la semana.

 Entre los meses de mayo y junio de este año, Canadá fue sacudido ante la conmoción que produjeron dos hallazgos: una fosa común con los restos de 215 niños en el internado “Kamloops Indian Residential School” en Columbia Británica, (al oeste de Canadá) que se encontraba cerrado desde 1978 y otras 750 tumbas sin identificación en el emplazamiento de otro internado de la iglesia católica en la Residencia Merieval. Las repercusiones por estas horas, es la quema de 4 iglesias católicas en lo que va de la semana; dos en Okanagan y otras dos al sur del país. 
 Si bien aún se desconocen los detalles de las muertes, las especulaciones más fuertes giran en torno a una política de “exterminio” de las comunidades originarias de la zona que tenía como eje el “Sistema Escolar de residencias indígenas” y que se extendió desde 1860 hasta 1998 aproximadamente. Este sistema comprendía 139 internados/ escuelas, que estaban administrados por el gobierno y por autoridades religiosas, particularmente de la Iglesia Católica entre el siglo XIX y XX. Los internados/escuelas cumplían la función de integrar por la fuerza a los jóvenes indígenas. Entre 1869 y 1998, más de 150.000 niños fueron arrancados de sus familias para ser enviados a estas escuelas donde no podían ni siquiera hablar su propia lengua. 
 «Los graves descubrimientos han reavivado el trauma sufrido por unos 150.000 niños amerindios, mestizos e inuit que fueron apartados de sus familias, su lengua y su cultura y reclutados a la fuerza (…). Muchos de ellos fueron sometidos a malos tratos o abusos sexuales y más de 4.000 murieron, según una comisión de investigación que concluyó que Canadá había cometido un «genocidio cultural» (Elmundo.es, 28/6).
 Por el momento, solo el primer ministro Justin Trudeau pidió disculpas en nombre de su país, una mera formalidad, mientras que el Papa y las iglesias se han negado siquiera a pronunciarse.
 Las tropelías cometidas por la iglesia católica no cesan y las estrategias para encubrir o quitarle responsabilidad de los hechos tampoco. Llevan una larga tradición encubriendo los abusos de sus propios miembros a menores de edad, bloqueando el acceso a nuestros derechos, interfiriendo en la educación y en todos los estratos estatales dada su connivencia con los gobiernos.
 Por ello, más que nunca ¡Separación de las Iglesias y el Estado!

 Laura Carboni

Malí, bajo el fuego cruzado del golpismo y de la intromisión imperialista


Malí, un país ubicado en la región de África Occidental, se ha convertido hace tiempo en el teatro de fuertes batallas y realineamientos políticos. A fines de mayo pasado, como fruto del segundo golpe de Estado en menos de un año, la situación política nacional ingresó en una nueva etapa. Se trató de un “golpe dentro de un golpe” que desplazó a una pequeña parte del elenco que protagonizó la toma del poder en la primera ocasión. 
 El coronel Assimi Goïta, cuya trayectoria en la vida política maliense ha estado ligada a los enfrentamientos con rebeldes y yihadistas, juró como presidente el 7 de junio en una ceremonia celebrada en el Centro Internacional de Conferencias de Bamako, desde donde aseguró a la “comunidad internacional” que celebrará “elecciones creíbles, justas y transparentes en los plazos previstos” (El País, 7/6), es decir el año próximo. Ya desde su lugar como mandamás del país africano, ha prometido avanzar en la “reconstrucción de Malí”, lo que incluye la convocatoria a un referéndum constitucional, modificar la ley electoral, y profundizar la lucha contra los grupos insurgentes. 
 Goïta ha sido el líder de la junta militar que se apoderó del gobierno en agosto de 2020, un proceso que puso fin a meses de manifestaciones contra la otrora coalición oficial. Las protestas a menudo combinaban el rechazo a la catástrofe social reinante con el repudio a la intervención imperialista, lo que incluyó la quema de banderas francesas. 
 El nuevo presidente ocupaba hasta ahora el lugar de vice. Este segundo golpe se ha abierto paso tras importantes disputas al interior de la clique militar, y, como ocurriera anteriormente, en medio de una agudización de la lucha de clases. 
 En mayo, el entonces presidente Bah Ndaw y su primer ministro, Moctar Ouane, destituyeron a dos elementos vinculados a Goïta, precisamente quienes ocupaban los estratégicos ministerios de Seguridad y Defensa. La maniobra, según una columna del periódico galo Le Monde, apuntó a desactivar la tutela ejercida por la fracción castrense vinculada al actual mandatario, y, al mismo tiempo, a calmar a los militares que no estaban de acuerdo con ella. El coronel respondió encerrando a ambos individuos en la base militar de Kati y fueron liberados unos días más tarde sin sus respectivas carteras.

 Huelgas y movilizaciones 

El golpe, asimismo, ha tenido lugar en momentos donde el país era sacudido por una intervención obrera creciente, o sea, ha fungido como un mecanismo para salvaguardar al régimen político tomado de conjunto, toda vez que no ha logrado dar respuestas a las necesidades más apremiantes de la población. No por nada Goïta acusó al gobierno de no poder “controlar” la ola de huelgas en Malí. Es por esto, además, que el líder castrense nombró como primer ministro de transición a Choguel Maïga, miembro del movimiento civil M5-RFP, la fuerza que encabezara las protestas del año pasado. 
 Una semana antes de que se produjera, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Malí (UNTM, por sus siglas en inglés), que es la principal organización obrera del país, convocó a una huelga de cinco días después del fracaso de las negociaciones salariales con el gobierno. La acción de lucha fue acatada con fuerza, especialmente en los bancos, hospitales y escuelas. Además de aumentos salariales, bonificaciones y compensaciones, los huelguistas exigieron la contratación de al menos 20.000 jóvenes graduados para la administración pública, la integración al servicio público de todos los docentes de las escuelas comunitarias, y la aplicación para el sector privado de los aumentos salariales obtenidos en el sector público en 2014 y 2019. El descontento de los trabajadores llegó a un punto tal de algidez que la dirección burocrática del UNTM se vio obligada a amenazar con una huelga por tiempo indefinido, tentativa que, bajo el pretexto del golpe, terminó durmiendo el sueño de los justos. 
 Las condiciones de vida de las masas se encuentran en un retroceso mayúsculo; alrededor de un 40 por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza, el 70 por ciento trabaja en la pesca o la agricultura, y los niños en muchos casos son utilizados como mano de obra en granjas, minas, entre otros. En estos sectores no existe ninguna legislación que establezca un salario mínimo, o que regule la jornada laboral, lo que funciona como un acicate para que en el resto de la economía ocurra lo mismo.
 Por otro lado, la investidura de Goïta coincidió también con un recrudecimiento de la violencia intercomunitaria, que viene golpeando duramente en el Sahel, fundamentalmente en Malí y Burkina Faso. La intervención imperialista, naturalmente, ha potenciado las tendencias a la desestabilización regional. Como consecuencia de esto, más de 2,2 millones de personas han sido desplazadas del Sahel y casi 7.000 murieron solo en Malí durante 2020, según diversos estudios. 

 Una disputa internacional 

Desde el punto de vista geopolítico, los acontecimientos en Malí han generado todo tipo de movimientos. Estados Unidos y las potencias europeas han condenado el golpe y amenazaron a la nueva junta con la imposición de sanciones económicas; la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la Unión Africana, por su parte, suspendieron la membresía de Malí. El gobierno francés, que apoyó la primera versión del golpe, ha reaccionado poniendo punto final a la cooperación militar con las fuerzas malienses y planteó un rediseño de su intervención bélica en la región del Sahel. Algunos ven en esta acción una respuesta a los intentos de un sector del nuevo gobierno de aproximarse a los rusos; Abubacar Siddick Fomba, miembro del Consejo Nacional de Transición (CNT), dijo que ya es tiempo «de presentar peticiones de cooperación militar a Rusia, China y Turquía» (Infobae, 11/6). Un eventual repliegue francés podría ser utilizado por Moscú o Beijing para penetrar aún más en la estratégica región del África, la cual posee un tercio de las reservas minerales del planeta (oro, diamantes o platino, por ejemplo) y es muy rica en petróleo. El presidente galo Emmanuel Macron se encuentra en una encrucijada: su misión militar se encuentra empantanada, pero si la retira cede influencia. De allí el planteo que hizo de poner fin a la Operación Barkhane, pero no a la presencia de unidades. 
 Las masas deben organizarse de manera independiente para enfrentar al gobierno y echar, del mismo modo, a las tropas imperialistas de la región. 

 Nazareno Kotzev

martes, 29 de junio de 2021

La crisis etíope


Guerra étnica, crisis humanitaria y una cortina de humo electoral en el país africano. 

 Con el pronóstico de una clara victoria oficialista, aunque sin resultados oficiales a la vista, el 21 de junio se celebraron elecciones legislativas generales en Etiopía. Acosado por una crisis de proporciones mayúsculas, el gobierno del primer ministro Abiy Ahmed busca encubrir la dramática situación nacional y salir fortalecido de los comicios. Sin embargo, todos los ingredientes que hacen a la convulsión en el país, incluida la posibilidad de una desintegración nacional, siguen en pie y, con toda seguridad, se profundizarán en el próximo periodo. 

 Enfrentamientos étnicos y masacre 

El principal factor de crisis en el país del cuerno de África viene siendo el conflicto armado que, desde noviembre del año pasado, se libra entre el gobierno federal y el Frente Para la Liberación de Tigray (FPLT), la principal organización política de esa región del norte etíope. La causa inmediata del conflicto fue la decisión del FPLT de realizar elecciones locales, contra la prohibición dictada desde Adís Adeba (capital) habida cuenta la pandemia de coronavirus. Empero, el motivo de fondo del enfrentamiento lo constituye la tentativa de las autoridades centrales de reemplazar al régimen federal basado en criterios étnicos que rige en el país desde la caída, acaecida en 1991, del pro soviético gobierno del Derg. 
 Hasta la llegada a la primera magistratura de Ahmed en 2018, el país fue gobernado por una coalición de partidos étnicos representativos de las distintas regiones del país, en donde la primacía de uno u otro generaba recelos en los demás y tensiones interétnicas, azuzadas por el contexto de miseria y expoliación en una de las regiones más pobres del globo. Lejos de buscar una salida democrática y transformadora, el gobierno actual busca imponer un régimen autoritario pasando por encima de las distintas poblaciones. 
 Así, la orientación ensayada por Ahmed ha provocado no solo la guerra en la región de Tigray, sino también revueltas en las regiones de Benishangul-Gumaz y en Oromía, de donde es el propio primer ministro. La respuesta del gobierno federal ha sido el encarcelamiento masivo de opositores y el cercenamiento de la actividad de los partidos políticos étnicos. 
 Con todo, la muestra más clara del carácter del gobierno de Ahmed (premio Nobel de la paz 2019 por haber cesado la guerra con Eritrea), ha sido su accionar en Tigray. Allí ambos bandos estarían cometiendo crímenes de guerra, pero desde Adís Adeba se está bombardeando a la población civil y bloqueando la ayuda humanitaria y alimenticia con lo que 300 mil personas se encuentran sufriendo hambruna y cerca de dos millones están en una situación de emergencia alimentaria. 

 Las elecciones y la disputa interimperialista 

En este cuadro de proscripción a opositores y masacres contra la población, el acto eleccionario fue una puesta en escena con la que el gobierno busca legitimarse. Los principales partidos de la etnia oromo rehusaron su participación y solo se presentaron quienes comparten el programa de Ahmed de pasar a un régimen centralista. Incluso, el gobierno dispuso que en las soliviantadas regiones de Benishangul-Gumaz y Oromía la elección se traslade al 6 de septiembre mientras que en Tigray directamente no tienen fecha. Para completar el cuadro de este verdadero fiasco electoral, solo un 25% de la población se empadronó para votar. Así las cosas, el objetivo buscado por Ahmed difícilmente sea alcanzado. 
 Las potencias extranjeras se encuentran medrando en Etiopia y en toda la región. Estados Unidos y la Unión Europea rechazaron enviar veedores de los comicios denunciando que no estaban dadas las condiciones para que desarrollen correctamente sus tareas. El gobierno de Biden ha impuesto sanciones a los funcionarios del gobierno etíope con motivo de la situación en Tigray, como el retiro de visados, y ha conminado a sus pares europeos a seguir el mismo camino. 
 Para la potencia americana, lejos de una genuina preocupación humanitaria, se trata de un aspecto más para buscar aumentar su influencia en esta disputada región en donde apoya a Egipto y a Sudán en la disputa que libran contra Etiopía alrededor de la monumental represa que este último país aspira a construir en el origen del río Nilo. En esta cuestión se enhebra otra crisis para el primer ministro Ahmed, ya que sus vecinos vienen de firmar un pacto militar de ayuda mutua, dirigido contra el país del cuerno de África. El principal punto de apoyo de Etiopía es China, principal financista de la represa y desde donde se han emitido declaraciones contrarias a las sanciones norteamericanas en nombre de la no intromisión. Con la alianza con China, las perspectivas de una apertura general de la fuertemente estatalizada economía etíope al capital occidental, otro aspecto clave del programa “modernizador” de Ahmed, parecería encontrar límites. Con todo, el interés de una u otra potencia pasa por ganar espacios en el marco de la recrudecida guerra comercial internacional y no por el bienestar de los pueblos de la región. 
 Frente al sectarismo étnico y el gobierno autoritario de Ahmed, las masas trabajadoras del país deben construir una alternativa democrática basada en sus propios intereses: la unidad socialista de Etiopía y del conjunto del cuerno de África. 

 Leandro Morgan

lunes, 28 de junio de 2021

Armas cibernéticas, espionaje y resistencia cultural


En un extenso documento revelado por Julian Assange y el equipo de Wikileaks publicado en el 2017 en su página https://wikileaks.org, llamado Vault 7, se exponen de manera extensa las herramientas digitales de espionaje que utiliza la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Se trata de un compendio llamado Year Zero que abarca todo un arsenal de malware catalogados como “armas cibernéticas” contra software, programas y dispositivos de las compañías que controlan el monopolio tecnológico de la comunicación digital y el ciberespacio, desde dispositivos móviles hasta redes sociales como Facebook, WhatsApp, Instagram, Telegram, etcétera. También se incluyen televisiones de última generación que son utilizadas para el espionaje a nivel global dentro de toda esta parafernalia patológica que tienen los gringos como “policía mundial” en complicidad con naciones tradicionalmente colonialistas. El orden imperialista a todo lo que da y en el que las “ficciones” planteadas en 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley o Farenheith451 de Ray Bradbury son un paseo por un campo de flores y algodón de azúcar comparado con la abominable realidad que ya estamos viviendo. 
 Armas cibernéticas creadas por el Centro de Inteligencia Cibernética (CCI) de la CIA y utilizadas por los sistemas de inteligencia y policía cibernéticas aliadas en todo el planeta o diseñadas en coordinación con agencias de inteligencia en otras naciones, incluso para espiarse entre ellas mismas. Por ejemplo, el ataque a las televisiones inteligentes de Samsung, coordinado con el MI5 de Reino Unido, usa un arma llamada Weeping Angel que invade el televisor y que lo mantiene prendido, aunque el usuario crea que esta apagado. De esta manera el aparato graba todo lo que se escuche a su alrededor y manda las grabaciones a los servidores de la CIA a través de internet. Y así, también iPhone, Android o cualquier dispositivo que tenga micrófono o cámara es vigilado por alguna de estas armas. 
 Nadie se salva y se vuelve un objetivo quien tenga un teléfono inteligente, una computadora con cámara y micrófono o sin estos, una televisión o viva en una zona de las llamadas Smart City (en México hay varias y una de ellas está en Atlixco, Puebla) que tienen conexión abierta a internet y cámaras de vigilancia. Incluso, quien carece de estos dispositivos no escapa a los sistemas de radar y vigilancia de las cámaras del Gran Hermano y del “pequeño hermano”, en el caso de México hablando en términos locales, como el Centro Nacional de Inteligencia, la Sección Segunda (S2) militar, FGR, la Policía Cibernética, entre otras que se coordinan con los servicios de inteligencia gringos. Recordemos que la CIA está metida hasta en los frijoles en nuestro país y tiene oficinas en Paseo de la Reforma junto a la DEA, el FBI y hasta doce agencias civiles y militares con distintos niveles de discrecionalidad (Ver Jorge A. Medellín, EMEEQUIS, 12/11/2019). 
 Los servicios de inteligencia en realidad no necesitan de hacer un gran esfuerzo, basta con que la megalomanía que en general tienen los seres humanos de publicar sus pensamientos y gustos o con emojis sus sentimientos, selfies de lugares y fotos hasta de moscas en la sopa del restaurante en el que se encuentran comiendo en tiempo real, haga lo suyo y es más que suficiente para entrar en la red de vigilancia. 
 En las redes sociales “el que nada debe nada teme” es una verdad a medias ya que la información está abierta, la gente misma la publicó y cualquiera puede sacar un perfil de conductas, ideología, religión, salud, trabajo, condición social, estudios, lugares que frecuenta, geografías y hasta sicológico de cualquier persona con solo mirar su página de Facebook y con esa información en manos criminales puede haber tragedias, extorsiones, asesinatos, secuestros, etcétera. En el manejo de datos bancarios por ejemplo es frecuente la extorsión o el robo cibernético. Encima, entre las múltiples necesidades que ha desarrollado el ser humano en los últimos 20 años, como coleccionar y competir por ver quién tiene más “amigos” en el FB o más vistos y likes o se vuelve top trending, está el tema de que a lo mejor uno de esos nuevos “amigos” tiene alguna conexión “extraña” con el narco, con el crimen organizado, con movimientos sociales o algún terrorista en potencia, lo que convierte al usuario en un objetivo para ser investigado, pero, no solamente esa persona sino todo su circulo o su red, es decir, se forma una red dentro de la red. Cuántas veces no se ha estado en el lugar equivocado con la gente equivocada. 
 Así que porque nos angustian las políticas de privacidad de WhatsApp o de las redes sociales, solo hay que ser cautelosos con la información personal y sobre todo romper con estos controles que hacen de la ciencia ficción una realidad, esto es posible recuperando nuestra humanidad, nuestra esencia de seres humanos, volvamos a reunirnos, a hablarnos frente a frente, a sentirnos, tocarnos, abrazarnos, hablémonos al oído, escuchémonos bailemos, cantemos, hagamos arte, seamos irreverentes, eso escapa a la vigilancia y más aún, es la forma de resistencia más recalcitrante para los sistemas de control, por eso entre los grandes objetivos de los servicios de inteligencia se encuentra la cultura. Utilicemos sus propias armas en su contra dejándolas de usar como ellos quieren. Acabemos con la adicción tecnológica y reventemos el sistema. 

 Polo Castellanos | 25/01/2021

Colombia: la situación tras la entregada del Comité Nacional del Paro


La rebelión continúa. 
 La rebelión en Colombia, luego de casi dos meses de movilizaciones ininterrumpidas, enfrenta el desafío de reagrupar fuerzas e impulsar nuevamente acciones decididas de masas. Las medidas del gobierno para golpear las manifestaciones, apoyándose en el repliegue coyuntural del movimiento, buscan instalar un clima de retorno a la normalidad. Ni lerdos ni perezosos, han hecho coincidir el inicio de las vacaciones escolares con la reapertura de las actividades económicas y el levantamiento de varias medidas de cuarentena, a la vez que anuncian el peligro de una “tercera ola” de la pandemia. Aunque el riesgo -según el gobierno- no provendría del desguace sistemático del sistema de salud, la falta de vacunas o la ausencia de protocolos laborales, sino que sería culpa de los “vándalos” que continúan participando de las protestas. 
 En este operativo recibieron la ayuda inestimable de quien aparecía como una de las cabezas de las protestas: la dirección del Comité Nacional de Paro (CNP), que levantó todas las medidas de lucha. La deserción del CNP se expresó decididamente la semana pasada, cuando la federación docente (Fecode), el pilar fundamental del CNP y el gremio con más afiliados, anunció que no sólo discontinuaría el paro, sino que se aprestaba a la vuelta a la presencialidad escolar a mediados de julio y que le sacaba el cuerpo hasta a las reivindicaciones educativas que, junto al resto de los puntos del llamado “pliego de Emergencia”, debían ser trabajados como proyectos legislativos. 
 No se trata, por lo tanto, de un debate sobre el acatamiento del paro o los medios para continuar la lucha, sino de una defección en función de cálculos electorales. El Comité Nacional del Paro está dirigido por una burocracia sindical centroizquierdista opositora al gobierno del presidente Iván Duque, y alineada mayormente con el sector de intendentes “alternativos” que tributan, en líneas generales, a un armado electoral que consagre a Gustavo Petro como jefe de estado en 2022. Es una estrategia de derrota del movimiento, porque lo saca de las calles y del enfrentamiento contra el Estado para llevarlo al callejón sin salida del parlamento burgués.
 Un hecho llamativo es que, durante el momento más álgido de las protestas, el gobierno retaceaba las mesas de diálogo con el Comité Nacional del Paro con pedidos que sabía imposibles de cumplir: por ejemplo, hacer depender la continuidad de la mesa del levantamiento de los bloqueos, cuando ambos lados estaban al tanto que eran procesos por abajo, por fuera del control del CNP, y críticos de su liderazgo. 
 Así, el gobierno ponía en tela de juicio la capacidad de la “oposición” de Gustavo Petro (él mismo un opositor tenaz a los bloqueos y los combates callejeros) para contener la rebelión. Ahora, con el anuncio de la Fecode y el CNP sobre el levantamiento de sus medidas debido a la falta de diálogo, el gobierno da una voltereta y reconoce al CNP como la dirección de las protestas, para decretar, acto seguido, el fin de las movilizaciones y el reforzamiento represivo para quienes no lo acaten, como la reciente propuesta de modificar el decreto 003/2021 que endurece -aún más- las medidas contra la protesta social.
 El activismo obrero colombiano, y de toda la América Latina que hoy mira a Colombia, debe sacar conclusiones de la entregada de la dirección burocrática del Comité Nacional de Paro. Al plegarse a la campaña por un recambio electoral el año entrante, el CNP le dio un aire impensado a un gobierno que venía de sufrir la caída de ministros, el retiro de una parte de su paquete de reformas y la amenaza cierta de que el movimiento de lucha se lleve puesto al mismísimo Duque. Como muchos en Colombia se encargan de aclarar, “el Comité Nacional de Paro no nos representa”. 

 La Asamblea Nacional Popular y sus perspectivas 

Como contrapartida a la deserción de la burocracia, se encuentran los esfuerzos por poner en pie una dirección alternativa que logre encarnar los reclamos y aspiraciones de las protestas. En esa línea debe entenderse la convocatoria a una Asamblea Nacional Popular (ANP) a principios de este mes. El llamamiento, al cual adhirieron decenas de organizaciones populares y combativas, tuvo el mérito de buscar una coordinación entre diversos sectores en lucha y plantear el fuera Duque, acompañado de un pliego de reivindicaciones. Se constituyó como un espacio de apoyo a la rebelión y contra la represión, y de clara delimitación con el electoralismo del Comité Nacional de Paro. 
 La asamblea se desarrolló en Bogotá y congregó, entre asistentes presenciales y virtuales, a cerca de 2000 compañeros. Se trata, aún, de un intento de coordinación entre grupos y activistas -no de una deliberación con alcances de masas. A pesar de que importantes organizaciones -como el CRIC indígena, a la cabeza de las sentidas luchas en Cali- no participaron, se desarrollaron ricas discusiones entre protagonistas genuinos de la rebelión y miembros de la “primera línea”. 
 La ANP fue organizada por Congreso de los Pueblos, un partido combativo y con peso en el activismo, que coloca como uno de sus ejes principales el sostenimiento y profundización de los acuerdos de paz con la guerrilla y su extensión al Ejército de Liberación Nacional (ELN), que aún continúa operando en el norte del país. Reivindican la estrategia de construcción de “poder popular”, entendida como una acumulación de fuerzas alternas al Estado, sin pasar por el proceso de lucha política por ganar a la vanguardia obrera a una línea revolucionaria en los sindicatos u otras organizaciones de masas ya existentes. 
 El rol positivo de la ANP no borra las limitaciones de la iniciativa. Entre ellas, la ausencia de una perspectiva concreta de intervención en el movimiento obrero y de confrontación con la burocracia de los sindicatos, destinada a recuperar para el activismo las representaciones gremiales y crear cuerpos de delegados y sindicatos allí donde no existan. Este punto no puede ser reemplazado por la coordinación sectorial.
 El paro de las últimas semanas, dirigido por la burocracia, se cuidó muy bien de afectar lo menos posible lo más importante: la producción. El relevo en esta tarea lo cumplieron los formidables bloqueos -atacados tanto por Duque como por Petro. Pero, lo que puede servir como un impulso inicial que contagie a otros sectores, no reemplaza la necesidad de emprender el camino de la huelga general, la forma privilegiada de imponerle un coto a la burguesía y despertar un embrión de poder. 
 La Asamblea tampoco dio forma concreta en su pronunciamiento político a las tareas de los luchadores en la situación de crisis nacional y continental, ni tampoco avanzó en una delimitación con las diferentes alas de la burguesía que disputan hoy la continuidad o recambio electoral. Está ausente el programa o pliego de reivindicaciones que marque objetivos inmediatos para que la Asamblea avance con acciones de frente único entre los grupos heterogéneos que lo componen. El pliego es reemplazado por referencias generales o definiciones ideológicas representativas de la mayoría convocante. Esta carencia priva a la vanguardia de una herramienta que la unifique en su intervención política. 
 Entre el 17 y el 21 de julio sesionará la segunda Asamblea Nacional Popular en la ciudad de Cali. Ya anunciaron que esta vez serán de la partida algunos sectores indígenas, y también la Coordinadora Nacional Sindical Social y Popular (CNSSP), un conglomerado que reúne a diversas expresiones del sindicalismo combativo local.
 Una campaña militante hacia la Asamblea debe introducir la deliberación en fábricas y establecimientos laborales, fomentando las asambleas y la elección de delegados con mandato. También en los bloqueos y en los barrios, y en las concentraciones contra la represión, como las respuestas populares frente a los nuevos asesinatos de activistas en Usme y Suba, cerca de Bogotá. La segunda ANP tiene que concentrar esfuerzos en constituir un encuentro representativo de trabajadores y sectores en lucha, que contribuya a agotar la experiencia de los obreros con el Comité Nacional de Paro y con sus mandamases políticos, y le dé un nuevo impulso a la rebelión. 
 Ni la reincidencia gubernamental en intentos de reformas ni los índices de pobreza inaudita pueden ser tapados con represión. La crisis está lejos de cerrarse. Las acciones de solidaridad que se replican por el mundo, como el evento organizado por el Frente de Artistas, muestran que el futuro es de los que luchan.

 Luciano Arienti

sábado, 26 de junio de 2021

¿Cómo se produce Abdala, la vacuna cubana contra el COVID-19 con un 92.8 % de eficacia?


III Global Conference Hispanic Issues, Jorge Majfud


El balance negativo de la Organización Mundial de la Salud


El reclamo por vacunas se escucha en todos los países de América Latina. 

La mortalidad en América Latina fue de 1.251.000 hasta la fecha. Quedó demostrada la escasez de recursos e inversiones en Salud, compras y producción de vacunas, aunque se paga una deuda externa fraudulenta contraída por la burguesía. Argentina totaliza 92.000 muertes, por lo que no difiere del resto de países de la región. 
 Luego de proclamar la Salud Para Todos (año 2000), la OMS ofrece ahora el balance siguiente: “la promesa de lograr un mecanismo, por cierto muy ambicioso, de proveer vacunas a todo el mundo logrando equidad entre los países fracasó” (The Lancet: una hermosa idea: cómo Covax fracasó, 19/06/2021). 
 Los países ricos logran vacunar a buena parte de su población, que fabrican los laboratorios internacionales localizados también en países periféricos (ya en el año 2020). “Desconocen” que la inmunización en pocos países no menguaría el contagio internacional ya que nos encontramos frente a una pandemia, o sea una epidemia “global”. Se suman además las nuevas variantes que se reproducen debido a la inmunización parcial.
 En mayo, la variante Delta, conocida como variante India (B1.617.2) es la cuarta variante de preocupación (VOC). Se constituyó en la cepa dominante en Gran Bretaña, desplazando a la variante alfa (Kent). Esta cepa, detectada también en América Latina, es muy peligrosa, ya que tiene 50 a 70 % más de contagiosidad, incluso para personas vacunadas (Resumen de la Región, 10/06/2021).
 Asimismo, reafirma Marta Cohen, médica argentina que reside en Inglaterra, “esta variante afectaría al páncreas. Va a ser la variante que predomine en el mundo. Tiene un 40% más de contagiosidad que la británica”. “En la India causó gran cantidad de enfermos y muertos con saturación de hospitales”. En un estudio realizado en Reino Unido, se verificó que dos dosis de vacunas son efectivas para la variante Delta – una efectividad del 88% para la vacuna Pfizer- BioNtech y una 60 % para AstraZéneca.
 Recientemente, apareció en la India “una prima de la Delta que llamaron Delta Plus o variante de Nepal (También Delta AY.1)”, de la cual “mucho no se sabe sobre su comportamiento biológico o si será más resistente a los anticuerpos”. (Clarín, 24/06/2021). Al analizar en hisopados nasofaríngeos, la secuencia del genoma, mostró que los vacunados que dieron positivos al menos siete días después de la 2° dosis, se habían infectado con la variante Beta (Sudafricana). Los que dieron positivo, dos semanas después de la primera dosis y hasta seis días después de la segunda dosis, con la Alfa británica (Hisopados hechos al personal de Salud, ídem). Estos individuos habían sido vacunados con la vacuna Pfizer. 
 Esto demuestra la variabilidad con que se maneja el propio virus, la susceptibilidad individual, y las restringidas posibilidades de la vacunación y lograr inmunidad de rebaño. 
 Aunque la cepa Delta es la dominante, “la plus” es más contagiosa y podría provocar más decesos en la frágil población no vacunada. 
 Paralelamente, la variante P5, fue descubierta en los últimos días en el Sur de Río de Janeiro, se suma a la cepa predominante en ese Estado, que es la de Manaos P1, (Gama), que había aparecido en la región amazónicas y se esparció por todo Brasil, y también Argentina (mdz, 23/06). Se desconoce la contagiosidad y capacidad de los mecanismos de esta variante para resistir a la vacunación previa. 
 El camino que hay que recorrer debe complementarse con los confinamientos necesarios. La vacunación completa, aún con la posibilidad de implementar una tercera dosis, requiere la protección del medio ambiente y la centralización pública de los recursos sanitarios y productivos esenciales. 
 Es lo que no puede proveer el capitalismo. 

 Silvia Carranza 
 25/06/2021

viernes, 25 de junio de 2021

jueves, 24 de junio de 2021

Votación de la Resolución de Cuba contra el Bloqueo en la Asamblea General de la ONU


Bruno Rodríguez: El reclamo de Cuba es que nos dejen en paz


El rock se une contra el fascismo en España


Más de 1.000 bandas impulsan manifiesto antifascista. “Si algo ha sido el rock, desde que nació, desde su semilla en los blues de los esclavos, es antifascista”, así culmina el manifiesto al que suscribieron bandas europeas y latinoamericanas como La Polla Records, Ska-P, La Vela Puerca, Banda Bassotti, Miguel Ríos, Rozalén o Hamlet entre otras, Malavita, Manolo Kabezabolo y los que no dan pie con bolo, Desastre, Clan Perro, Cryting Blood, Lucem ac Tenebras, Mordor, Cyan Bloodbane, La Cataluña Metálica, Lyra Mortem, Rockura emergente, Origen, Fugitivos, Fabes con Almejes o Salpicadura sumaron su firma a este manifiesto rockero. Y no solo hubo apoyos desde España, grupos de Colombia (Angkor, Orfeo), Argentina (Renacer), Chile (Excomunión) y México (Luzbel) también respaldaron esta declaración antifascita. 
 Fernando Madina (Andaluza) y Oscar Sancho (Lujuria) fueron los promotores de este movimiento, que surgió y se viralizó a principios del mes de mayo. Impulsaron la iniciativa debido a que “de un tiempo a esta parte se está blanqueando poco a poco una ideología que tiene el odio y la xenofobia como principales líneas de pensamiento. Se está normalizando”. Por eso plantearon un manifiesto en el que se definen como «la tribu de rock» y la tribu del rock está respondiendo con creces.
 A pesar de las declaraciones de Madina sobre el impulso que le dio Pablo Iglesias (exvicepresidente y actual ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 del partido Podemos) mediante un ‘tuit’ contra Vox (formación franquista fascistoide de ultraderecha), sería un error adjudicarle el reverdecer en el movimiento artístico contra un auge fascista. Recordemos el fracaso del gobierno de Sánchez-Iglesias en dar una respuesta a los problemas de las masas, el mismo que ha permitido la recuperación del Partido Popular, que incluso logró crecer y transformarse en la fuerza más votada de los sectores más empobrecidos, siendo ligeramente inferiores al “bloque progresista”. Podemos nunca llevó a cabo un cuestionamiento de fondo del régimen capitalista. 
 Este lunes fue finalmente presentado y leído el texto en el Auditorio Marcelino Camacho de la central sindical Comisiones Obreras de Madrid, con perspectivas de crear una asociación para actuar y concientizar sobre la xenofobia, el machismo, el negacionismo del cambio climático y la intolerancia de las posturas fascistas emergentes en España. Luego de que la extensa convocatoria concluyera en más de 1.300 firmas de músicos, Mariano Muniesa de Mariskalrock dio inicio al acto explicando que la iniciativa y el posicionamiento antifascista se forma tras un movimiento social en auge que le “planta la cara al poder, los poderes y las élites económicas que manejan el fascismo”. 
 Y como afirman al final del manifiesto, los rockeros “nacimos comprometidas y comprometidos con el ser humano, nunca pasamos de moda. Hoy, os pedimos que meditéis bien. Es mucho lo que está en juego. Hay que hacer que caiga la máscara del fascismo. No te dejes embaucar por los mensajes fáciles que generan desigualdad enarbolando privilegios. No pasarán”.
 Está claro que en España crece el cuestionamiento del pueblo hacia la voluntad del gobierno de respetar el marco de la Constitución monárquica. Para que se liberen a los presos políticos y retornen los exiliados. Para terminar con el lado fascista de la historia y alcanzar la libertad. Para todo ello es necesaria otra orientación, basada en la organización y la lucha de los explotados contra el capital y sus gobiernos, y, por lo tanto, el desarrollo de una fuerza política revolucionaria que adopte como perspectiva el gobierno de los trabajadores y la unidad socialista de Europa. 

 Rubén Zshc

miércoles, 23 de junio de 2021

50 años de “Imagine”, el sueño revolucionario de John Lennon


Hace medio siglo, en 1971, se publicaba el segundo disco de estudio de John Lennon, “Imagine”, que incluía el famoso himno del mismo nombre, un verdadero manifiesto pop. El disco, además de su gran calidad artística, tiene el trasfondo del apoyo y la militancia de Lennon en esa época por distintas causas revolucionarias alrededor del mundo, que lo convirtió en un ´enemigo´ del FBI, la CIA y el gobierno estadounidense.
 Imagine fue un álbum mucho más ´comercial´ que su predecesor, el áspero y algo desolado debut de la Plastic Ono Band, que incluía temas como “Working Class Hero” y “Mother”. 
 Fue co-producido por Phil Spector, quien por entonces todavía era el productor estrella, creador de la famosa “pared de sonido” utilizado en los 60s y 70s por el rock y el pop -una fórmula de grabación que por su grandilocuencia es casi orquestal-, que produjo la despedida de los Beatles, “Let it be”. También cuenta con la participación del ex compañero de banda de Lennon, George Harrison.
 Las canciones pasan por diversos estadíos y estilos, desde el pop más contemplativo (“Jealous Boy” y “How?”), al rock and roll más salvaje (“Gimme some trouth” y “It’s so hard”) o las bellas gemas de amor (“Oh my love...” y “Oh! Yoko”), dedicadas a su compañera de vida, arte y política, Yoko Ono. Las letras tienen un peso también muy importante. 

Un disco clásico de rock y pop totalmente inmediato.

 “Imagina que no hay paraíso ni infierno” Imagine es, sin duda, la pieza fundamental del álbum. Con su bella y suave melodía, desde la primera estrofa Lennon invita a imaginar un mundo sin Paraíso ni Infierno (“arriba nuestro sólo el cielo”), a vivir el presente, a imaginar un mundo sin fronteras, sin guerras ni religiones, sin posesiones ni codicia. 
 El estribillo “podes decir que soy un soñador / pero no soy el único / espero que un día te nos unas / y el mundo entonces será mejor”, es un llamado pleno de fraternidad.
 No es una simple canción por la paz, sino también un himno subversivo, anti capitalista, en la voz de uno de los mayores compositores de música popular del siglo XX. Hacemos esta afirmación teniendo en cuenta que Lennon la escribió junto a Yoko mientras apoyaba abiertamente causas populares y luchas de la clase obrera. 

 Una hermandad de seres humanos 

En 1971 Lennon vivía junto a Yoko en Nueva York, Estados Unidos y era una de las figuras más populares del mundo. Su oposición a la guerra de Vietnam era pública y activa, alzando la voz y realizando diversas acciones (políticas y performáticas) contra el belicismo imperialista. 
 Esto molestaba fuertemente al gobierno de Nixon, que se jugaba la reelección y lo veía como un total enemigo, especialmente por su influencia sobre la juventud, e intentó expulsarlo, en un juicio que tuvo enorme repercusión mundial y Lennon finalmente ganó. 
 Mientras tanto, Lennon anunciaba su apoyo, incluso económico, al movimiento independentista de Irlanda del Norte y al fondo de huelga de los obreros en lucha por sus puestos de trabajo en la constructora naval UCS de Glasgow, Escocia, un foco histórico de lucha de clases de ese país. 
 En enero de 1971 le realizaron una famosa entrevista para el periódico “Red Mole”, de la organización trotskista británica Grupo Marxista Internacional (para la cual también aportaba fondos), en el que dio declaraciones clarificadoras sobre sus posiciones de izquierda. “(Desde chico) tenía mucha conciencia de clase, solían decir que era un resentido, porque sabía lo que me había sucedido y sabía de la represión de clase que nos afectaba”, anunciaba en un largo y franco debate con los dos entrevistadores y Yoko, que recorrería tópicos sobre la revolución y sus estrategias Se recomienda la lectura completa de esta entrevista 
 Un hecho que enfurecía a los servicios secretos de Estados Unidos era la amistad que Lennon había trabado con Bobby Seale, uno de los principales dirigentes del Partido Panteras Negras, un movimiento combativo que abrevaba en la “revolución socialista multiracial”, tomando elementos del Maoísmo, el guevarismo y los movimientos de liberación africanos, entre otros. La amistad se transformó en adhesión pública de Lennon a los Panteras Negras, quien incluso llevó a Seale a uno de los programas más vistos de la TV yanqui. Esta organización era una de las más perseguidas por el FBI y el gobierno yanqui.
 Lennon se radicalizaba, participaba en festivales de protesta, escribía canciones para activistas, se reunía con dirigentes de diversas organizaciones de izquierda del país. Era un cáncer para el imperialismo yanqui, así que pusieron manos a la obra para expulsarlo de la tierra de las oportunidades.
 En 1972 J. Edgar Hoover, poderoso mandamás del FBI, le escribía en una carta a un miembro del Departamento de Justicia del gobierno de Nixon: “Lennon ha alentado la creencia de que él tiene ideas revolucionarias no sólo mediante sus entrevistas formales con marxistas, sino por el contenido de algunas de sus canciones y otras publicaciones”. 

 “Y el mundo entonces será uno” 

Lennon fue un artista totalmente comprometido con la lucha de clases de su época, que transitó del ideario pacifista hippie a un compromiso mayor post Beatles con causas políticas, incluso de voltaje revolucionario.
 A 50 años de su edición, Imagine es un álbum que mantiene una gran vigencia, no sólo por su dulce melodía, sino también por su poderoso mensaje por un mundo sin fronteras, sin capital, sin guerras. Por un mundo socialista.

 Matias Melta 
 23/06/2021

Perú: la derecha amenaza con “guerra civil”


Movilizar a los trabajadores contra el fraude exige levantar sus reivindicaciones. 

 El establishment reconoce a “regañadientes” el triunfo electoral de Pedro Castillo, pero el fujimorismo, a la cabeza de la derecha política, agita por la “nulidad de las elecciones del ballotage”.
 A pesar que el empresario minero Roque Benavides, la Confiep (central empresaria) y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) hablen de “irregularidades”, pero dicen que al final se debe reconocer al ganador de las elecciones, el fujimorismo y su aliado neofascista, Rafael López Aliaga, (que agitó por la “muerte al comunismo, Vladimir Cerrón -exgobernador de Junín- y Castillo”), siguen aportando falsas e inconsistentes “pruebas” de que Perú Libre hizo fraude, pidiendo por tanto revisar y anular la elección.
 La estrategia del golpismo fujimorista implicaría también “ganar más tiempo”, planteando un habeas data “para obtener el padrón electoral”, así como la nulidad del ballotage, y por otro, elegir al nuevo y antiobrero Tribunal Constitucional (TC), para consumar el objetivo de declarar ilegal e ilegítimo a Castillo.

 “Los dinámicos del centro” y el vacío dejado por Perú Libre

 Es en este contexto de arremetida del golpismo fujimorista que la justicia realizó un “operativo anticorrupción” días atrás deteniendo a 23 funcionarios de la gerencia de transportes del Gobierno Regional de Junín (GRJ), que está bajo el poder de Perú Libre (PL). Entre estos habría algunos militantes de PL, como dos cuadros importantes, que eran parte del círculo de Castillo: Arturo Cárdenas (secretario nacional de organización) y Eduardo Bendezú (secretario de prensa), quienes se encuentran prófugos. El que le llevaba la agenda al líder de la centroizquierda ya no acompañaría al profesor Castillo.
 Hay una nueva correlación de fuerzas al interior del círculo de confianza de Castillo, donde los “caviares”, estalinistas (que dirigen la CGTP, central obrera) y los maestros, así como los “ronderos” [las rondas campesinas son patrullas de seguridad] y familiares cercanos al ex rondero chotano [Castillo], estarían desplazando al PL de Vladimir Cerrón.
 La derecha apunta a vincular a Cerrón con la corrupción en el GRJ, lo que podría producir su encarcelamiento y/o vincular la corrupción de la bolsa de campaña con el propio Castillo. 
 Es en este contexto que las fuerzas castillistas decidieron convocar a una marcha contra “el golpe de Estado y por la democracia”.

 Reuniones preparativas de la “Marcha contra el golpe de Estado” 

El miércoles 15, hubo una reunión de organizaciones sociales convocada por el Frente Político Magisterial. La misma estuvo moderada por la maestra Mery Coayla, representante del magisterio tacneña y brazo derecho de Castillo. Estuvieron representantes sindicales de la CGTP, Aidesep (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana), FENMUCARINAP (Federación Nacional de Mujeres Campesinas), Sintrahogar (sindicato del personal doméstico), Sitobur (sindicato de la limpieza pública) y Sitomun (sindicato de trabajadores de la Municipalidad Metropolitana de Lima), además de algunos colectivos como Integración Estudiantil, Juventud Progresista, etc. El único tema fue cómo enfrentar la arremetida de la derecha fujimorista que quiere desconocer la victoria popular de Castillo, certificada por la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales), al 100% del conteo de votos. La profesora Coayla fue explícita en que ella era de Tacna y no conocía a los movimientos sociales de Lima y pedía apoyo para poder identificar a las organizaciones respectivas. 
 Algunas intervenciones fueron muy emotivas y expresaban el hartazgo con el modelo económico. Aunque también, con el cansancio de estar casi dos semanas en Lima y en las vigilias frente a la Junta Electoral, sin obtener la proclamación de Castillo como presidente. 
 Roberto Rodríguez, secretario de organización de Nuevo Perú, señaló que había un golpe en marcha y que por lo tanto lo que había que hacer es convocar a una marcha pacífica, con pasacalle [estilo musical interpretado por músicos ambulantes] y celebración de la victoria del profesor para evitar caer en las “provocaciones de la derecha golpista”.
 Gerónimo López, secretario general de la CGTP, planteó la “necesidad de crear una estructura nacional y de levantar la consigna de la asamblea constituyente”, sin proponer, ni disponer, ninguna medida operativa de movilización, que organice desde las bases para que la misma sea una marcha contundente (la última marcha convocada por la CGTP no pasó de los 2.000 trabajadores).
 Al final, se convocó a una conferencia de prensa para el día siguiente en el mismo local del sindicato de telefónicos. En esta estuvieron presentes algunos ex congresistas del Frente Amplio y otros actuales, así como la propia Verónika Mendoza (que según algunas versiones sería nominada como primera ministra del próximo gabinete de Castillo) y algunos representantes de las rondas campesinas. Pero brillaban por su ausencia varias organizaciones de ollas comunes, comedores populares y los sindicatos obreros combativos. 

 La medición de fuerzas del sábado 19 de junio 

Según el especialista, Hernán Chaparro, el 90% de la población pide un “cambio del modelo económico neoliberal” (un tercio, un cambio radical, y el restante un cambio moderado). Pero Castillo y PL “desconocen” esta tendencia popular. Su política es la de “apaciguar” a la derecha y a los factores de poder (Fuerzas Armadas, empresarios). 
 El día de la marcha, la Plaza San Martín estuvo casi llena pronosticando unos 40,000 participantes, destacándose delegaciones de ronderos y maestros de las provincias, así como colectivos juveniles y algunos secundarios combativos. De igual forma, se realizaron marchas en todo el país. En Tacna, se movilizó estrictamente gente de PL convocando aproximadamente unos 1,500 militantes. Algo similar en otras provincias. En el caso de Keiko Fujimori, como se aprecia en la foto, también tuvo una convocatoria de varios miles, difícil de cuantificar.
 Fue una medición de fuerzas, un “empate catastrófico”, que reproduce el “empate técnico” en votos. Las fuerzas castillistas se autolimitan, no quieren o no superan las vacilaciones y no querrían tomar medidas más radicales de movilización. La debilidad invita a la agresión, dice el dicho. 
 Todas las actas de “garantías” firmadas por Castillo con las Iglesias y la Proclama Ciudadana no han calmado los ánimos de la derecha golpista.De desconocer los resultados electorales, pavimentan el camino para producir un presidente “sin legitimidad”, y al menor atisbo de plantear éste una reforma -convocatoria a una nueva constitución, tocar a las AFP, etc.- pedir su vacancia con la mayoría congresal de un frente derechista en el parlamento. 
 En los mítines de la derecha fujimorista se agita “por guerra civil” y el desconocimiento de los cómputos y las “instituciones” electorales. 

 El paro indefinido de los obreros rurales de diciembre del 2020 marca el camino 

En provincias, los trabajadores hablan de “guerra civil” para imponer la victoria de Castillo contra la derecha golpista. No obstante, Castillo no apareció en el mitin del sábado y envió a Verónika Mendoza, quien llamó a luchar contra los golpistas y el respeto al voto de todos “los ricos y pobres”. Castillo, en un pragmatismo espectacular, está más preocupado por buscar aliados como Daniel Salaverry (ex aprista y fujimorista) y César Acuña (empresario y político), entre otros, para “buscar gobernabilidad”. 
 Por estas razones convocaron a la marcha “con pasacalle”, “de celebración”, “sin caer en provocaciones”, etc. La marcha del sábado fue importante por la participación de varios colectivos y la base social magisterial/rondera del profesor Castillo, pero es limitada e insuficiente para cambiar la correlación de fuerzas.
 Para sumar masivamente al pueblo trabajador hay que convocarlo a movilizarse en defensa de los resultados electorales que le otorgaron el triunfo a Castillo. Pero hay que hacerlo llenando de contenido social ese reclamo: aumento salarial de emergencia; derogación de la llamada “suspensión perfecta” que habilita a las patronales a despedir masivamente; negociación colectiva por rama; reincorporación de los despedidos; vivienda popular (financiadas por las sobreganancias de poder inmobiliarias); anulación de las AFP: sistema previsional único estatal bajo control de los trabajadores y financiado por las patronales; convocatoria general a paritarias libres; subsidios a los desocupados; triplicación del presupuesto de salud bajo gestión directa del personal sanitario; impuesto a las grandes fortunas; pago de más de 9,000 millones en impuestos de las grandes empresas; que la banca privada pase al poder público; no al pago de la ilegítima deuda externa, etc.
 Urge un congreso coordinador de delegados de sindicatos, barrios, movimientos sociales, comunidades. Para los que militamos en la agrupación Vilcapaza, a la derecha golpista no la vamos a derrotar con “flores ni pasacalles” (es como “si quisiéramos darle de comer lechuga a un tigre”), sino con la organización desde la base obrera y popular y con medidas contundentes: con un plan de lucha y el paro nacional. 
 El paro indefinido obrero rural de diciembre de 2020, que al cabo de cinco días de huelga impuso una victoria histórica al derogar la ley de explotación agroindustrial, es un ejemplo del camino que debería seguir la lucha contra el golpismo fujimorista. Hay que tomar nota que la huelga obrera rural, en una semana, puso de rodillas a los poderosos grupos agroindustriales. 
 Llamamos al activismo militante a defender este planteamiento en las calles y asambleas. ¡No al golpe de Estado!, ¡Plan de lucha y paro nacional!

 César Zelada
 Agrupación Vilcapaza

martes, 22 de junio de 2021

G7: una cumbre atravesada por divisiones y rivalidades


Muy lejos de la armonía y cooperación prometida por Biden. 

 Si alguien tenía expectativas que, bajo el gobierno de Joe Biden, podrían cicatrizarse las heridas, recelos y choques entre Estados Unidos y sus aliados occidentales, la cumbre del G7 ha servido para desmentirlo. Los resultados de las deliberaciones del organismo que congrega a las principales metrópolis capitalistas, demuestran que se está muy lejos de restablecer una armonía y una cooperación entre los países miembros -seriamente deterioradas bajo el mandato de Trump- que permita volver, al menos, al status quo reinante bajo el gobierno de Obama. 

 Vacunas y pandemia

 Antes que nada, es preciso señalar que ni siquiera se pudieron poner de acuerdo sobre una acción común frente a la pandemia. El pomposo anuncio sobre la donación de 1000 millones de vacunas oculta el hecho de que no había coincidencia sobre la liberación de las patentes. El primer ministro británico, Boris Johnson, es el que encabezó la negativa a dar semejante paso, reflejando la presión de los grandes laboratorios europeos, empezando por AstraZeneca que está en un seria disputa con sus pares norteamericanos. En las deliberaciones, se coló la guerra de los pulpos farmacéuticos. 
 Por otra parte, escarbando un poco más, surge que ni siquiera es segura la oferta de las vacunas. El único compromiso firme parecería ser el de Estados Unidos, que Biden había anunciado con anterioridad a la cumbre, aunque viene al caso señalar que dicha entrega será en cuotas, en un cronograma dilatado en el tiempo hasta el año que viene. En forma inmediata, las dosis disponibles a ser distribuidas por Washington se circunscriben a 100 millones. Los compromisos de los otros países son más vidriosos. El anuncio se trata más de un show que una acción real, que tiene como propósito desplazar de la atención mediática a China y Rusia que habían ganado un protagonismo mayor en relación al abastecimiento de vacunas a terceros países más necesitados. 
 Pero no se puede escapar que incluso esa oferta de vacunas es tremendamente pobre en relación a la necesidades que se calculan en 11 veces más, o sea en 11.000 millones de modo de cubrir los requerimientos del planeta. Se estima que el costo en este rubro para combatir eficazmente la pandemia a escala mundial debería ascender aproximadamente a unos 167.000 millones de dólares. Esa suma no deja de ser modesta si la comparamos con las ganancias siderales que han obtenido las empresas líderes del mundo y sus principales accionistas, incluso en plena pandemia. Apenas representa un 15% del patrimonio de una sola de las corporaciones internacionales. Es exigua, asimismo, comparada con los gigantescos planes de estímulo puestos en marcha por las principales potencias pero que han sido dirigidos al rescate del capital, en desmedro de las necesidades populares. 

 Europa insubordinada 

La cumbre también puso en evidencia las fisuras en otros planos. El presidente norteamericano fracasó en el intento de alinear a los miembros del G7 contra China. La Casa Blanca viene de ampliar una lista negra que abarca 50 compañías chinas en la que los estadounidenses no pueden invertir, acusadas de actuar de soporte de las actividades de espionaje y militares de Pekín. Entre éstas, se encuentran la gran empresa de telecomunicaciones China mobile, la compañía de videojuegos Hikvision y el grupo petrolero chino CNOOC. El gobierno chino ha salido al cruce de esta escalda y acaba de aprobar severas medidas y restricciones comerciales contra individuos y empresas extranjeras que efectivicen las represalias establecidas por la Casa Blanca.
 Sin embargo, “Europa no pretende por ahora seguir la línea dura de Biden hacia el gigante asiático” (Clarín, 11/6). Si bien existen tironeos con las autoridades chinas, la voluntad en la Unión Europea es remover los obstáculos y ratificar el acuerdo de protección de inversiones entre la Comisión Europea y Pekín. Recordemos además que las principales naciones europeas integran un emprendimiento financiero a escala global liderado por China, el Banco asiático de Infraestructura e Inversión. Los cancilleres húngaro, polaco e irlandés fueron en las últimas semanas a Pekín y los seguirán otros, incluida la visita de Ángela Merkel. 
 El capital europeo no está dispuesta a resignar el lugar conquistado en China y, más aún, las posibilidades de una penetración mayor. Lo que está en discusión es qué potencias lideran y usufructúan en su provecho la restauración capitalista aún inconclusa del país asiático. Tengamos presente, para tomar un ejemplo, que sólo Volkswagen vende en China 3,5 millones de vehículos anualmente, una cifra superior a los 3 millones de autos que se vende en toda Alemania. 
 Del mismo modo, hay reticencias para acompañar una política más agresiva que alienta Washington hacia Moscú. Europa defiende los vínculos económicos tejidos en con Moscú, particularmente en materia petrolera, en el cual el abastecimiento de Rusia es clave. Uno de los focos de tensión se concentra en la construcción del gasoducto Nord Stream 2, cuya finalización estaba detenida como resultado de las sanciones impuestas por Washington a las empresas involucradas. Si bien Estados Unidos habría levantado las sanciones que pesaban sobre el consorcio principal, las ha dejado en pie para empresas europeas que han sido proveedoras del proyecto. Estas represalias son funcionales al interés yanqui por facilitar un desembarco masivo e las compañías energéticas norteamericanas en el viejo continente y desplazar a Rusia a en ese campo. 
 En la cumbre no dejó de colarse el Brexit, en que las fricciones están lejos de apagarse. Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo sobre los controles aduaneros en Irlanda del Norte. Con la salida de Gran Bretaña de la UE, se debió buscar un sistema que impida que se levante un frontera dura entre Irlanda del Norte y el resto de Irlanda, que ha sido una fuente de severos enfrentamientos en el pasado. La solución fue un esquema aduanero entre Irlanda del Norte y Reino Unido que ahora Johnson intenta revertir. La intención del primer ministro británico de reabrir las negociaciones, apoyándose en la presencia del mandatario norteamericano, no logró prosperar no sólo por la negativa cerrada de la UE sino también por la decisión de Washington de no agitar el problema, que podría hacer estallar la cumbre. 
 La expectativa de que este cónclave era el punto de partida para “reiniciar la acción internacional”, utilizando palabras de Johnson, ha quedado como una expresión de deseos. Europa no está dispuesta a un retorno a las relaciones de subordinación del pasado. En los planes de la UE está reforzar su autonomía económica e incluso militar respecto a Washington. Por lo tanto, el sueño de Biden de devolverle a EEUU un liderazgo mundial (cuyo deterioro se aceleró bajo el mandato de Trump, pero que viene desde antes y echa sus raíces profundas en la declinación más estructural e histórica del imperialismo norteamericano) no pasa de una expresión de deseos. La guerra comercial acicateada por la crisis capitalista en desarrollo sólo comparable con la del 29, ha atravesado y condicionado todas las deliberaciones del G7. Estados Unidos no levantó las tasas aplicadas por Trump en 2018 al acero y el aluminio europeos. 
 El proyecto de Biden de crear una alianza más amplia encabezada por Estados Unidos en “defensa de la democracia», una suerte de G10, incorporando a Australia, Corea del Sur y la India, que tendría como función aislar internacionalmente a China y Rusia, tendrá que esperar si nos atenemos a la división reinante en el presente. 

 ¿Acuerdo impositivo? 

Como prueba de los avances de una cooperación internacional, se ha resaltado el acuerdo alcanzado por los gobiernos del G7 para un ‘tipo impositivo mínimo global’ corporativo. 
 Se asegura que el acuerdo contribuirá a que las empresas multinacionales paguen impuestos donde obtienen sus ganancias en lugar de enviarlas a «paraísos fiscales» o países de baja tributación, donde las corporaciones han terminado mudando la sede principal de su actividad. Pero no todo lo que reluce es oro. 
 Este impuesto corporativo mínimo asciende al 15% y la empresa deberá abonarlo en el país donde realiza sus ventas, independientemente de si está radicada en él. Pero, la mayoría de los países, incluyendo aquellos en que la carga impositiva es reducida, superan ese mínimo. Se ha puesto la barra muy baja de modo tal que las corporaciones están en condiciones de sortearlas. 
 Pero la cuestión no termina ahí. El pacto supuestamente hará que “las empresas paguen más impuestos en los países donde venden sus productos o servicios, en lugar de donde terminen declarando sus ganancias, frenando así el uso de paraísos fiscales por parte de las corporaciones. Pero eso solo se aplica a los ‘márgenes’ de ganancias superiores al 10% y con trucos contables se puede evitar romper este umbral. Y de todos modos, solo se reasignará el 20% de cualquier margen superior al 10%”( Michael Roberts, Sin Permiso, 13/6).
 Como parte del acuerdo, una cuestión que ha pasado relativamente desapercibida, es que se eliminarán los impuestos a los servicios digitales introducidos luego de varias sanciones de Europa a las grandes empresas tecnológicas, con lo cual podría darse la paradoja de que terminen pagando menos impuestos. “TaxWatch, un grupo de expertos, ha calculado que las empresas de Big Tech pagarán menos impuestos en el Reino Unido con el acuerdo del G7 que lo que pagan actualmente con el impuesto a los servicios digitales británico” (Roberts, ídem). A esto se une la ampliación de exenciones impositivas que se estaría barajando para aciertos sectores como el financiero. 

 El escenario actual 

La acción común de los estados tropieza con los intereses de las multinacionales, de las cuales son tributarias. Este límite determina, a su vez, que predominen no las coincidencias sino los que lo separa. La disputa feroz que viene enfrentando a las grandes empresas, en medio de una retracción de los negocios y la recesión mundial, adquiere la forma de guerra comercial entre los estados que intervienen en defensa de las corporaciones locales de sus respectivas países. El conflicto va mucho más allá de la cuestión impositiva -que, de todos modos, está lejos de resolverse, como vimos-, que se traslada a otros planos como el comercial, a través de los aranceles y las medidas paraarancelarias, y también al monetario, donde estamos enfrentando una verdadera guerra, con una cadena de devaluaciones. Recordemos que el dólar viene depreciándose en relación a otras monedas, lo cual encarece en términos relativos los productos provenientes de las otras metrópolis capitalistas. 
 Lejos de una armonización de intereses, el G7 es un exponente de una exacerbación de los choques interimperialistas, y del expansionismo, la confrontación, las rivalidades y también del uso de la fuerza, alentando las tendencias bélicas, que tienen como principales destinatarios a China y el ex espacio soviético. 

 Pablo Heller

lunes, 21 de junio de 2021

«Hambre, desesperación, derrocamiento del Gobierno»


El mundo contra el bloqueo estadounidense a Cuba

 El 23 de junio se presentará ante la Asamblea General de la ONU (AGNU) un nuevo informe sobre la resolución llamada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EU contra Cuba. 
 Desde 1992, en 28 ocasiones, la propuesta de la isla ha contado con amplio respaldo internacional. En 2019 fueron 187 los países que rechazaron esta inhumana agresión contra ese pueblo. 
 Estados Unidos ha ignorado, con su típica soberbia, las sucesivas resoluciones de la AGNU y las numerosas voces que abogan, dentro y fuera del territorio estadunidense, por el fin de esa política criminal. 
 Antes de la proclamación oficial del bloqueo impuesto por Kennedy, en febrero de 1962, Lester Mallory, vicesecretario de Estado asistente para los asuntos interamericanos de Estados Unidos, sintetizó sus propósitos cuando escribió en un memorándum secreto, en abril de 1960, que la mayoría de los cubanos apoyan a Castro. Por tanto, el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales. Hay que lograr los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducir sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno. 
 Esta infame estrategia ha estado en el centro de la política estadunidense hacia la Cuba revolucionaria. El bloqueo viola, de manera sistemática y masiva, los derechos humanos de todas las cubanas y cubanos. Califica como acto de genocidio, a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. 
 Tras el derrumbe del campo socialista y de la URSS, Estados Unidos decide dar otra vuelta de tuerca al bloqueo. Primero, a través de la Ley Torricelli, aprobada el 23 de octubre de 1992; luego, con la Helms-Burton, del 12 de marzo de 1996. La primera fue promulgada por George Bush (padre) que aspiraba a la relección, presionado por el apoyo que Clinton, entonces candidato presidencial demócrata, dio a ese proyecto legislativo en su campaña en Florida. Así, en medio de la algarabía publicitaria y demagógica de una contienda electoral, se decidía estrechar aún más el cerco en torno a un pequeño país que acababa de perder abruptamente a sus principales aliados comerciales. Fue concebida para aislar definitivamente a Cuba. Sus disposiciones extraterritoriales contravienen las normas que rigen la libertad de comercio y navegación y muestran el desprecio de Washington a la soberanía de los estados. 
 Se propuso impedir el comercio con Cuba de las subsidiarias de compañías estadunidenses en terceros países y prohibir a los barcos que entren a puertos cubanos tocar el territorio de Estados Unidos durante los 180 días siguientes. 
 La Ley Helms-Burton viola del mismo modo, flagrantemente, el derecho internacional, en particular la libertad de comercio e inversión. Niega créditos y ayuda financiera a países y entidades que cooperen con Cuba e instituye que las compañías de cualquier país del mundo que tengan tratos con la isla pueden ser sometidas a represalias legales. Amenaza incluso a potenciales inversionistas con prohibirles la entrada a Estados Unidos. Incita, además, a dueños y herederos de propiedades nacionalizadas por la Revolución donde haya algún tipo de inversión extranjera, a presentar ante tribunales estadunidenses demandas contra ciudadanos y empresas de otras naciones.
 La aplicación de este último punto, cuyo anuncio generó conflictos con aliados de Estados Unidos, fue pospuesta por todos los presidentes de ese país hasta la irrupción de Trump, quien descongeló el capítulo que propicia tal aberración jurídica. 
 La ley Helms-Burton recoge en su letra la obsesión de ese país por recolonizar a Cuba: decreta que el bloqueo sólo se levantará cuando se devuelvan las propiedades nacionalizadas y el presidente estadunidense certifique que el gobierno establecido en la isla luego de la caída de la Revolución sea efectivamente democrático según sus esquemas, entre otros requisitos.
 Trump reforzó el bloqueo con 243 medidas nuevas y no hizo nada para flexibilizarlo por razones humanitarias ante el avance de la pandemia global. Al contrario, promovió una campaña mediática de descrédito contra los médicos cubanos, multiplicó los proyectos de subversión interna e hizo lo imposible por impedir la adquisición de medicamentos, medios de protección, pruebas diagnósticas e insumos básicos destinados al combate contra la epidemia y a la fabricación de vacunas en la isla. La aplicación de las leyes del bloqueo en su conjunto ha sido implacable. Se persigue a navieras y barcos contratados para la importación de combustible y otros suministros vitales, bajo amenaza de sanciones. Son multimillonarias las multas impuestas a bancos internacionales por la más mínima transacción que involucre a Cuba. 
 El contexto tan adverso creado por la epidemia puso seguramente de moda entre los tanques pensantes del imperio el viejo memorándum de Mallory: se trataba de una coyuntura apropiada para intensificar las acciones que restaran apoyo interno a la Revolución mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales y provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno.
 Raúl calificó al bloqueo, en el reciente octavo Congreso del Partido Comunista, como la guerra económica más abarcadora, desigual y prolongada que se haya desatado contra nación alguna. 
 Trump subestimó la capacidad de resistencia del pueblo cubano y las raíces martianas y marxistas que han sustentado a la Revolución. Ante cada medida sumada a esta interminable y perversa guerra económica, ha aumentado el apoyo de la abrumadora mayoría de la población al proceso revolucionario y se ha hecho más honda su conciencia antiimperialista. 
 Hasta ahora Biden no ha dado ningún paso para aliviar la terrible carga que pesa sobre Cuba desde hace tantos años. Ojalá sea capaz de rectificar una política despiadada, cruel, condenada al fracaso. Si no lo hace, pasará a la historia como otro emperador vencido de forma humillante por una islita digna del Caribe. 

 Abel Prieto. Escritor cubano, presidente de Casa de las Américas.

¿Cómo impacta el bloqueo en la producción de medicamentos en Cuba?


La reunión Biden-Putin y el cerco contra Rusia


El presidente norteamericano Joe Biden y su par ruso Vladimir Putin se reunieron en Ginebra este 16 de junio. Si bien ambos mandatarios calificaron como positivo el encuentro, los propios detalles diplomáticos revelan la tensión creciente que hay de fondo: no hubo conferencia de prensa conjunta ni almuerzo.
 Estados Unidos y Rusia habrían acordado el regreso de los embajadores, tras los llamados a consulta del mes de abril (cuando Biden calificó a Putin como “asesino”); y empezarían negociaciones para el intercambio de prisioneros y el reemplazo del tratado de no proliferación de armas nucleares, que vence en 2026. Esos son los “avances” que ponderó la prensa.
 Pero al mismo tiempo, Biden advirtió sobre una respuesta demoledora si el referente opositor Alexei Navalny muere en prisión, o en caso de ciberataques contra empresas estratégicas. Putin le devolvió la gentileza, criticando el espionaje norteamericano y la represión contra el movimiento de lucha de la comunidad afroamericana en Estados Unidos. 
 En las semanas previas al encuentro, el presidente estadounidense renunció a las sanciones contra la empresa principal realizadora del gasoducto Nord Stream 2, un proyecto ruso que ya está construido en un 95% y que llevará gas a Europa Occidental, esquivando Ucrania. Pero este gesto iba dirigido principalmente a Alemania, beneficiaria de la iniciativa. A la vez, se mantienen las sanciones sobre empresas más chicas que participan del consorcio.
 Conviene recordar, también, que el mandatario norteamericano acentuó las sanciones económicas contra el Kremlin desde que empezó su gestión. La más importante es una orden del Departamento del Tesoro que impide a las instituciones financieras adquirir deuda del Banco Central ruso a partir de este mes (El País, 15/4). 
 Del lado ruso, en la previa sacó de la lista de personas buscadas a la lideresa de la oposición bielorrusa, Svetlana Tijanóvskaia, quien está exiliada por su oposición al régimen de Alexsandr Lukashenko (hoy próximo a Moscú) y recibe el respaldo europeo y norteamericano. Asimismo, retiró tropas de la frontera con Ucrania, que había desplegado previamente para ejercicios militares. Sin embargo, pocos días antes de la cumbre, la justicia calificó de “extremistas” a organizaciones vinculadas a Navalny, lo que complica la presentación electoral de sus seguidores. 
 Tomada la situación de conjunto, asistimos a un endurecimiento de la política norteamericana hacia Rusia. La propia gira de Biden por Europa tuvo el propósito de encolumnar a los europeos en una línea de mayor confrontación con Moscú y Beijing. 
El texto de la reunión del G7, celebrada días antes del mítin Biden-Putin, exige a Rusia que “cese sus actividades desestabilizadoras” (La Nación, 14/6) y expresa su preocupación por la cooperación entre los regímenes de Putin y Xi Jinping. Como dato adicional, uno de los invitados a este cónclave fue India, un archirrival de los chinos. El texto surgido de la cumbre de la Otan se refiere también a la “creciente amenaza que representa el refuerzo militar de Rusia” (ídem, 15/6) y del mismo modo hay advertencias contra China. Si bien hubo una coincidencia en mantener una presión contra Moscú y Beijing, la reunión de la alianza atlántica puso de relieve las grandes tensiones y divisiones entre norteamericanos y europeos respecto al gigante asiático y el ex espacio soviético, donde unos y otros tienen apetitos e intereses encontrados.
 En cuanto a Putin, intenta reposicionar a su país como potencia global. Y aunque ha logrado progresos importantes en materia de política exterior, como en los casos de Georgia, Crimea y Siria, Rusia ha sufrido un acelerado proceso de desindustrialización y es más dependiente que nunca de los hidrocarburos, que significan el 80% de sus exportaciones. La caída de estos precios y las sanciones establecidas a partir de 2014 tuvieron un severo impacto en la economía. El gobierno impulsó entonces un ajuste contra las masas, que incluyó la elevación de la edad jubilatoria. Navalny, el opositor detenido ahora en Moscú, expresa a un sector de la clase capitalista afín al capital extranjero que reclama una apertura económica total. 
 Los choques entre Estados Unidos y Rusia están condenados a acentuarse en el cuadro de crisis económica mundial y de guerra comercial, lo mismo que las tensiones entre norteamericanos y europeos.

 Gustavo Montenegro

domingo, 20 de junio de 2021

Interioridades del ensayo Soberana Pediatría


Zona de Arte: Kristell Almazán Miranda, destino de intentos


Colombia: el CNP levanta el paro, los manifestantes no

El martes, el CNP anunció que suspenderá las manifestaciones hasta el 20 de julio, día de la independencia de Colombia. Se trata de un “cambio de táctica”, para continuar su “lucha en otros escenarios como es el arte, los conciertos”. El gobierno de Duque exigía la desmovilización antes de poder llegar a algún acuerdo, lo que ha concedido la burocracia sindical del CNP. El Comité llevará el 20 de julio al Congreso un nuevo paquete de proyectos leyes -el escenario de la desmovilización.
 Las movilizaciones del CNP eran actividades “festivas” que se realizaban semanalmente, de espaldas a los jóvenes que todos los días cortaban calles, rutas y diferentes accesos, sosteniendo el paro nacional por tiempo indeterminado. Francisco Maltés de la CUT dijo que “vamos a hacer una interrupción temporal de las movilizaciones”, algo ya repetido en 2019 y 2020. La Fecode había emitido una declaración en la que llamó a desmovilizar y anunció la vuelta a clases el 15 de junio. 
 “Eso no significa que la movilización social se pare en Colombia, la movilización social en Colombia va a continuar porque las causas que la han generado se mantienen vigentes”, dijo Maltés. Sin embargo, “Aunque el Comité Nacional del Paro anunció que las manifestaciones están suspendidas temporalmente, en la práctica el panorama podría ser diferente. Esto se debe a que en las principales ciudades existen movimientos que no reconocen el liderazgo del Comité sobre la protesta” (El Tiempo, 16/6). 
 La “primera línea” de las luchas anunció que seguirá en paro (semana, 15/6). En Bogotá, “fuentes cercanas a la Primera Línea confirmaron que la intención es permanecer en el punto. Una situación similar se vive en Cali. Precisamente este martes, a la par del anuncio del Comité, se conoció que un juzgado suspendió el decreto que había facilitado las negociaciones entre la Alcaldía y la Unión de Resistencias Cali (URC)” (ídem).
 El 20 de julio está llamada una “gran movilización” al Congreso para “entregar los proyectos de ley”. El aparato burocrático apuesta a ubicar al Congreso como árbitro de la crisis, sin embargo, fue el que protegió a Duque y sus proyectos de ajuste, incluso defendió mayoritariamente la “reforma fiscal”. El Congreso rechazó la moción de censura contra el ministro de Defensa, Diego Molano, autor intelectual de las masacres contra las masas. Este Congreso liquidó la “matrícula cero” (a pesar que el gobierno ya había anunciado el beneficio para 2021, El Tiempo, 17/6), la Renta Básica, el proyecto de prohibición de fracking, y aprobó la reforma judicial antiobrera y el impuesto a la gasolina.
 Una buena parte de los miembros del CNP pertenecen a la coalición Esperanza y al Partido Liberal, opuestos de entrada a las movilizaciones y al paro nacional. Diógenes Orjuela, miembro del Comité, indica que: "El virus no fue considerado como una de las principales razones para cambiar de estrategia de movilizaciones. Fue la necesidad de mantener el apoyo popular ante el desgaste natural que estábamos sufriendo" (BBC, 17/6), como si la política del CNP no tuviera nada que ver en este “desgaste”. 

 Un desafío estratégico 

La declaración política de organizaciones y procesos sociales del comité nacional de paro CNP (CUT, FECODE, Partido Comunista, Marcha Patriótica, Movimiento por una constituyente Popular, Andes, Unir, Onic), señala que a pesar de las “conquistas” cambian el método, y reafirman que “el paro no para, continúa y se transforma”. Indican que van a realizar “asambleas, encuentros, foros, conversatorios” (16/6), y “reforzar diálogos con alcaldes, gobernadores, delegados”, con “autonomía” para decidir no movilizar si no hay garantías de DDHH para las movilizaciones. También le exigen al Congreso las garantías de la movilización, pero para el 20 de julio recién. 

 Emiliano Monge 
 18/06/2021

viernes, 18 de junio de 2021

Fidel habla sobre el Che


Turismo de vacunas: barbarie neoliberal


Las incongruencias que se observan en este mundo neoliberal son desquiciantes. Mientras que en África, gran parte de Asia y de América Latina la mayoría de sus habitantes no han tenido acceso a las inmunizaciones contra la Covid-19, en Estados Unidos se desarrolla un turismo de vacunas para atraer a las personas que pueden darse el lujo de pagar su abultado costo. 
 Ocurre que decenas de ciudadanos han viajado desde Latinoamérica a Estados Unidos para vacunarse y se disparan los vuelos como un negocio que servirá para enriquecer a unos cuantos negociantes. 
 En el caso de América Latina y el Caribe donde prolifera la pandemia no se han podido realizar inmunizaciones masivas debido a varios factores: falta de dinero para obtener el fármaco; pésima gestión de algunos gobiernos neoliberales; privatización de los servicios de salud; escasas compañías suministradoras y el acaparamiento de dosis por los países capitalistas desarrollados.
 Mucha razón tiene la doctora Carissa Etienne, directora de la sección americana de la Organización Mundial de la Salud cuando denunció que ese tipo de turismo “no es la solución, sino más bien un síntoma de la desigualdad en el continente americano; ese fármaco puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, no debería ser un privilegio de los países ricos o de las personas ricas y en última instancia esa modalidad solo agrava la desigualdad”. 
 Pero preguntemos el porqué ocurre ese trasiego de personas hacia el gigante del norte. 
 Estados Unidos con 330 millones de habitantes que representan el 4 % de la población mundial ha comprado a diferentes farmacéuticas la alarmante cifra de 2 600 millones de dosis lo que representa la tercera parte de los 7 300 habitantes del planeta, según los últimos datos de la ONU. 
 Mientras muchos países se esfuerzan por tratar de obtener con urgencia las vacunas que necesitan, en esa nación se almacenan cientos de millones de dosis bajo la propaganda gubernamental de “América primero”, en un mundo que, contrariamente a ese concepto, es cada vez más multipolar.
 A esto se suma que mientras Estados Unidos prioriza la distribución de vacunas en sus fronteras, a la par restringe la exportación de materias primas para la producción del fármaco contra el virus. 
 No es que se prohíba vacunar a un turista sino que eso se convierta en un negocio para países que por su gran potencial económico pueda comprar enormes cantidades de dosis mientras el planeta padece una de las mayores pandemias de la historia que de no ser controlada amenaza con consecuencias catastróficas para toda la humanidad. 
 La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la mitad de las dosis suministradas hasta principios de mayo han sido puestas a personas de países donde vive una séptima parte de la población mundial, principalmente Estados Unidos y Europa, en detrimento de decenas de naciones de África, Asia y América latina que apenas han iniciado la inoculación gracias al mecanismo Covax de Naciones Unidas que por cierto no ha recibido hasta el momento el apoyo necesario por parte de los países desarrollados. 
 Resulta harto conocido que la atención sanitaria siempre ha sido un negocio en los países capitalistas neoliberales y las grandes compañías farmacéuticas extraen cantidad de dinero del Estado para después privatizar las curas de las enfermedades y obtener abundantes ganancias.
 La realidad es que ante la desesperación de los habitantes por la proliferación de contagios de coronavirus, personas con alto poder adquisitivo viajan a Estados Unidos para obtener la tan ansiada inmunización. 
 Es el negocio de los negocios pues al acumular excesivas cantidades de dosis, el país y las farmacéuticas pueden vendérselas a cualquier postor que pague el precio. 
 Se han puesto a disposición de los solicitantes extranjeros las vacunas estadounidenses de Moderna, Pfizer y Jhonson and Jhonson sobre todo en los estados de Luisiana, Texas, Arizona, Nevada, Nueva York y Florida sin importar su situación legal dentro del país, explica el portal Web Travelpack.
 El ecuatoriano Javier Coronel manifestó en declaraciones a la prensa que oyó hablar que en Florida se podía vacunar y como en su país se ha incrementado la pandemia y hay muy poco avance al respecto, decidió gastar el dinero y viajar al Norte. 
 El colombiano Mauricio Pérez argumentó que en su país la situación política y económica es incierta, no se sabe cuándo se realizará la vacunación por lo que decidió hacerlo en Miami. Situación similar argumentó la mexicana Samanta Amke. 
 Varias agencias de México, Argentina, Colombia, Ecuador y Perú, ofrecen a las personas que tengan el dinero y hayan obtenido la visa correspondiente, un paquete turístico que comprende, viaje en avión, hospedaje y transportación colectiva a los centros de inmunización. 
 Si antes de la pandemia una agencia cobraba entre 500 y 700 dólares por el viaje a Miami, ahora la cifra se sitúa entre 1 000 y 4 000 dólares según el servicio que se preste. 
 Como la demanda se incrementa y muchas compañías relacionadas con el sector turístico quieren extraer las mayores ganancias, se ha llegado a la poca profesional decisión de que en tiendas, almacenes y supermercados privados como Walgreens, CVS, Costco, HEB, Walmart y Selfway se suministre las vacunas a los extranjeros.
 A los interesados solo se les pide el pasaporte y no se les realiza ningún chequeo médico ni control tras inyectarles el fármaco.
 El secretario general de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus denunció que la organización ha solicitado a los países ricos que han comprado los mayores lotes de vacunas que donen al sistema Covax para poder entregarlas a numerosas naciones pobres las cuales no han podido inmunizar ni siquiera a su personal de salud y sus hospitales están llenos de personas en graves estado. “La vacunación por goteo, recalcó, no es una estrategia eficaz para combatir un virus respiratorio mortal”.
 Moraleja: cuando en el capitalismo los negocios y el dinero fluyen, no importa la vida de los desfavorecidos. 

 Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

jueves, 17 de junio de 2021

100 años de “El Pibe” de Chaplin: cine, infancia y marginalidad


En 1921, hace 100 años, Charles Chaplin estrenaba su primer largometraje, “The Kid” ( “El Pibe”), que se convirtió instantáneamente en un clásico, por su tratamiento dramático, pero también lleno de sátira, bufonería y una ternura infinita, sobre la pobreza y marginación de los niños de la calle. 

 El vagabundo y su pibe

 Chaplin protagonizó, escribió, dirigió, produjo y musicalizó la película, en un momento en que su popularidad ya era muy grande. 
 Una mujer sola y de bajos recursos -interpretada por Edna Purviance-, sin chance de hacerse cargo de su bebé recién nacido, lo abandona en un auto de lujo, junto a una carta donde pide que lo adopten. El auto es robado y cuando los ladrones se dan cuenta que tiene el bebé dentro, lo abandonan en un barrio pobre. Es entonces que hace su aparición el vagabundo interpretado por Chaplin, o Charlot, ese personaje entrañable, pícaro y único, quien intenta sacarse de encima al chiquito cómo puede pero, finalmente, termina adoptándolo.
 Pasan cinco años y allí están los dos, viviendo en una modesta “casa”, mostrándonos al bebé convertido en nene (Jackie Coogan, quien de adulto interpretaría al Tío Lucas de “Los locos Addams”). Padre adoptivo e hijo están completamente mimetizados. Son el uno para el otro. 
 La película bordea el melodrama pero está llena de situaciones cómicas, protagonizadas por ambos protagonistas, que aplican todo su ingenio para sobrevivir en la calle.

 Amor, corazón y denuncia 

El dueto que forman Charlot y el chico es formidable, la pantalla vibra de amor y ternura cuando vemos a estos dos seres desplazados por el sistema, ingeniándoselas para seguir adelante con sus vidas, siempre juntos. No hay moralismos en la manera de Chaplin de mostrar la pobreza, combinando drama y comicidad – tragicómica como suele ser la vida misma. Chaplin, sacando lo mejor de la expresividad de su actriz, nos deja claro que la madre abandona al bebé porque no tiene chance de darle un futuro digno. La cruda realidad de miles de mujeres, ayer y hoy. 
 Chaplin puso no solo su inventiva e intelecto en este film, sino también su corazón. Este creció junto a su hermano mayor, Syd, mendigando en las calles de Londres, viviendo en orfanatos y haciendo espectáculos callejeros. Su padre estaba ausente y su madre tenía problemas psiquiátricos que la hacían estar internada permanentemente. Chaplin sabía muy bien de lo que hablaba en “The Kid”: el desamparo; la ausencia de figura paterna (la del padre natal del “pibe” que el vagabundo toma en sus manos); la fragilidad de la mujer sola, abandonada y sin recursos. La emotividad y emociones fuertes que veremos en pantalla será en gran parte producto de su historia, su formación y su sensibilidad extrema. 
 Las figuras de autoridad son satirizadas. En una de las escenas más emotivas de la historia del cine, el jefe del orfanato, su empleado y, de nuevo, un policía, son mostrados como seres crueles que quieren separar al chico de su papá adoptivo. Vemos la lucha encarnizada, cuerpo a cuerpo, que emprende Charlot para que no le quiten a su hijo. El Estado es denunciado como el ente que, no solamente nunca hizo absolutamente nada por mejorar las condiciones de vida de los protagonistas, sino utilizando la represión y la fuerza para derribar esa enorme pared de amor construida por Charlot y el pibe. 
 Cuando los dos protagonistas sortean los escollos del estado y se funden en uno de los abrazos más visual y simbólicamente fuertes del cine, la emoción más profunda inunda el interior del espectador. 
 La película fue un enorme éxito de taquilla y crítica y le abrió el camino a Chaplin para realizar otras obras maestras, como “Tiempos Modernos” o “El Gran Dictador”, donde la denuncia política y el mensaje social son centrales en la trama. Recordemos que Chaplin fue acosado por el estado en EE. UU., por ser simpatizante comunista y, finalmente en 1952, tuvo que exiliarse por la persecución política. 

 Otras miradas, otros clásicos

 A lo largo de la historia otros grandes directores lograron mostrar la situación de dolor y desarraigo de niños pobres y abandonados. “Alemania, año cero” película neorrealista del italiano Roberto Rossellini, estrenada en el año 1948, sigue los pasos de Edmund, niño de 12 años, en una Berlín derruida por la guerra y ocupada por los aliados. El filme es crudo y excelente y muestra cómo el protagonista intenta, vagando por las calles, sin éxito, encontrar una forma de superar el destino que parece tan gris.
 “Los Olvidados”, del español Luis Buñuel, se estrenó en 1950 y logró un enorme revuelo por retratar la vida de niños de suburbios mexicanos que son empujados a una vida de violencia y delincuencia. Una mezcla de neorrealismo italiano con elementos de surrealismo, que solo un maestro como Buñuel podría utilizar de manera tan eximia para alojar temas que no están del todo en la superficie de la trama. 
 “Los 400 golpes”, de Francois Truffaut, de 1959, considerada una de las mejores películas de la historia del cine, retrata la vida de un adolescente -interpretado por Jean-Pierre Léaud, alter ego de Truffaut- que acaba en un reformatorio parisino. “Crónica de un Niño Solo”, del director argentino Leonardo Favio, es otra obra maestra sobre niñez quebrada, estrenada en 1965. Polín es un niño pícaro y vivo que logra escaparse del horrible orfanato donde vive para encontrar la frialdad y la crueldad de la calle. Considerada en una encuesta hecha por el Museo Nacional del Cine como la mejor película de la historia del cine argentino.

 Actualidad y conclusión 

¿Qué pasó con los niños en estos 100 años que median entre “El Pibe” y hoy? Que hizo por ellos el capitalismo, que venía a traer prosperidad, oportunidades y un brillante futuro para las generaciones venideras? Antes de la pandemia 1 de cada 6 niños del mundo (356 millones) vivía en situación de extrema pobreza. Con el Covid, según un análisis de Unicef y el Banco Mundial, esta cifra está empeorando significativamente y lo seguirá haciendo. 
 Cuando formulamos el planteo “socialismo o barbarie”, esta última palabra nos puede remitir a muchos tópicos (guerra, miseria, destrucción del medio ambiente, exterminio de razas o etnias, etc). Pero donde la palabra cuaja muy hondo es el de estas infancias destrozadas. No tenemos tiempo que perder. Pasaron 100 años, pero la tarea es la misma: socialismo o barbarie. 

 Matias Melta 
 13/06/2021