jueves, 30 de julio de 2020

Pese al costo económico, Cuba salva vidas




A pesar del enorme y feroz bloqueo económico-financiero que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde hace 60 años y que se ha reforzado al extremo desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, el Gobierno de la Isla ha hecho un enorme esfuerzo y un gasto económico inmenso para darle atención a toda la población, sin excepción, desde que se detectó la entrada de la covid-19 en el territorio.
Durante la 73ra. Asamblea Mundial de la Salud, el ministro cubano del ramo, doctor José Ángel Portal Miranda, explicó que cuando se diagnosticaron los primeros casos, el pasado 11 de marzo, ya se aplicaban medidas del Plan Nacional elaborado en consonancia con los protocolos y buenas prácticas de la OMS y su seguimiento diario permitió reforzar la vigilancia epidemiológica, garantizar el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de la enfermedad.
De entonces a la fecha, en Cuba se han atendido, hospitalizados o aislados en centros especializados a todos los pacientes que han contraído o son sospechosos de haber tenido contacto con personas que portaran el virus.
A la par, se han hecho numerosas pruebas dentro de las poblaciones donde algún ciudadano ha dado positivo a la covid-19 para tratar de contener la proliferación del virus.
Toda esa operación, que reclaman enormes recursos financieros y de atención médica, farmacéutica y alimenticia, las ha asumido el Estado en su totalidad y se le ha brindado al pueblo completamente gratis.
Darle atención especializada de salud, administración de ultra novedosos medicamentos y alimentación en hospitales y centros de aislamientos requieren de un costo económico astronómico que Cuba lo ha hecho con la satisfacción de salvar vidas por encima de cualquier razón económica.
En el mundo sobran ejemplos de la desatención que han tenido ciudadanos de algunos países a los que no se le hacen pruebas de diagnóstico si no pagan una abultada suma de dinero, y si son hospitalizados el costo puede alcanzar los 30 000 dólares. Si fallecen sus cuerpos pueden permanecer largo tiempo en las casas o en carros refrigerados para posteriormente ir a parar a fosas comunes.
La implementación puesta en marcha en Cuba, como explicó el doctor Portal Miranda, se apoya en un sistema de Salud gratuito y resiliente, con un indicador de nueve médicos por cada mil habitantes que permite una cobertura al ciento por ciento de la población; y también en una industria medico-farmacéutica y biotecnológica, con productos novedosos para el tratamiento de la enfermedad como el interferón alfa 2B, los anticuerpos monoclonales, el péptico CIGB 258 y el surfacén.
Gracias a ello, se ha logrado que el país esté actualmente en un escenario favorable en el enfrentamiento a la pandemia y que esta no se haya extendido.
Dentro de la política social, premisa fundamental de la Revolución, el Gobierno no dejó desamparado a los trabajadores y jubilados y se implementaron 36 medidas de carácter laboral, salarial y de seguridad social para protegerlos.
Una de las más destacadas es que en los primeros meses recibieran sueldos completos los empleados que debieron ir para sus casas debido al cierre de empresas y prestaciones de servicios por la covid y después reciben el 60 % hasta que dure la situación.
Se fomentó el trabajo a distancia, el teletrabajo y la reubicación laboral; ampliación de las garantías salariales para los trabajadores al cuidado de hijos menores, de adultos mayores y personas en condiciones de fragilidad, exoneración del pago de impuestos a trabajadores del sector no estatal.
Asimismo, se mantiene el pago de pensiones y atenciones especiales a las familias que lo requiere; subsidio a los trabajadores que enfermaron y protege salarialmente a los que estuvieron en aislamiento preventivo, entre otras.
Sin pedir limosnas, con estoicismo, austeridad como ha hecho siempre ante las enormes dificultades que le ha provocado al país y a sus habitantes el inhumano y monstruoso bloqueo económico, Cuba esta saliendo airosa de esta enorme prueba de fuego, siempre contando con el apoyo solidario de países y ciudadanos del mundo que ven en la Isla un faro de luz, esperanza, independencia y soberanía que ella irradia por el planeta.
Estados Unidos, la mayor economía del orbe que ha hecho lo imposible por tratar de derrocar a la Revolución cubana, aparece hoy como el centro de la pandemia con alrededor de cuatro millones de contagiados, cerca de 145 000 muertos, y hospitales y cementerios colapsados.
La privatización de la salud pública y la poca voluntad política de los gobernantes en varios países con sistemas neoliberales ha corroborado las enormes diferencias existentes entre las personas ricas y las mayorías desfavorecidas.
Cuba es ejemplo para los pueblos del mundo por preservar y salvar la vida de sus ciudadanos y de otros países lo cual habla del enorme espíritu humanista y solidario de su revolución, muy por encima de las leyes de mercado que el capitalismo ha estado imponiendo en las últimas décadas.
Y no solo la Isla del Caribe ha puesto a disposición de su pueblo todos los adelantos de la ciencia, sino que también por la vocación solidaria de la Revolución, ha enviado brigadas sanitarias para ayudar a otros países.
Datos del Ministerio de Salud destacan que más de 2 500 colaboradores, organizados en 34 brigadas del contingente Henry Reeve, contribuyen hoy en la lucha contra esta enfermedad en 28 naciones. A ellos se suman alrededor de 28 500 profesionales de la Salud que ya se encontraban en 59 países.
Se puede afirmar con sentido de causa que el ejemplo de esta pequeña isla del Caribe, asediada y bloqueada por el imperio más feroz que ha existido en la faz de la tierra, será reconocido y recordado por toda la humanidad.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

miércoles, 29 de julio de 2020

“Boicotean la Red Avispa los mismos que no quieren relaciones normales Cuba-EEUU”




#Cuba Cubainformación y Resumen Latinoamericano siguen entrevistando a los protagonistas reales de los hechos que recoge la película “La Red Avispa”. El actor Gael García Bernal interpreta a Gerardo Hernández Nordelo, el jefe real de la Red Avispa, formada por agentes cubanos infiltrados en grupos terroristas del llamado “anticastrismo” de Miami.

Comandante Pablo Beltrán: El ELN no se va a levantar de la mesa de diálogo




Un año y cinco meses después del ataque a la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá, el comandante Pablo Beltrán asegura rotundamente en entrevista con Cubadebate que ninguno de los 10 miembros de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en La Habana estuvo implicado, y que tienen el compromiso de pactar un fin del conflicto armado, pero que implique también transformaciones para Colombia.

La memoria (también) es un campo de batalla simbólico




Memorándum sobre los olvidos funcionales

Entre los planes de toda dominación, económico-cultural, ocupa un lugar de privilegio la usurpación simbólica incluso en los campos de la identidad y de la memoria. Nunca será fácil someter a un pueblo que tenga “fresco” en su recuerdo, el bagaje histórico de las luchas con sus derrotas y sus victorias. No es que sólo de recuerdos viva la especie humana y tampoco que los archivos mnemotécnicos, por sí solos, salven a los pueblos de las tragedias opresoras. Pero es seguro que las batallas en los campos simbólicos de la memoria son decisivos no sólo por la cantidad sino por su calidad movilizante y su oportunidad coyuntural. Es urgente re-politizar a la memoria.
También es preciso emancipar a la memoria de todas las emboscadas ideológicas que pretenden reducirla a sólo “archivo muerto”, “ocioso” y “estorboso”, capricho de la imaginación “solipsista”. No es suficiente la “memoria activa” si no es, específicamente, memoria crítica y descolonizadora. Recordar por recordar comporta el peligro de las nostalgia boba. Recordar es una parte de la producción de sentido donde entran en juego todas las formas de la memoria que no sólo es repertorio de “retratos mentales” quietos. La memoria opera en toda la red de los sentidos, objetivos y subjetivos. Umberto Eco, en algunos temas desmemoriado, entendía que uno recuerda rostros, aromas, fechas, frases, gestos, afectos, texturas… pero, por más que se las ingenien para que así parezca, ninguna memoria es puramente individual. El recuerdo expresa al conjunto de las relaciones sociales y en ellas los modos y los medios de la producción económica e ideológica.
Nada tiene la memoria de “enciclopédica” per se, no es un plan armado por coleccionistas organizadores de saberes. Es mucho más parecida a un “collage” (no caprichoso) que cobra sentido sólo en el sentido de la dialéctica social desde el epicentro de esas contradicciones internas que la convierten en “cultura de masas”, “comics”, letras de canciones, mitos cinematográficos, éxitos de propaganda, obsesiones de educación religiosa… a fuerza de emociones que dan adherencia a los fanatismos. Tales contradicciones internas son la presión sanguínea de un cierto metabolismo ideológico, siempre con pronóstico reservado, según la trama en que se activan o manipulan los recuerdos. Sólo con luchas emancipadoras a conciencia, se recupera la memoria crítica de sí y del contexto, porque sin cuerpo político, sin poder social emancipador, pensamientos y recuerdos se quedan en la infancia o la adolescencia de tipo museísticos y contemplativos. Ésta es quizás la parte más revolucionaria de una semiótica emancipadora de la memoria, donde las fuerzas del recuerdo se vuelven movilizadores y marcan la vida simbólica de los pueblos que, al final, se revitaliza en clave abolicionista contra toda manipulación, usurpación o degeneración de la memoria.
A la burguesía le gusta jugar con la memoria para homenajearse a sí misma, convirtiéndose en añoranza profunda que se nos inserta como “recuerdo del futuro” inexistente. Inventaron “épocas de oro” para inocularnos ensoñaciones e ilusionismos nostálgicos, para hacernos sentir que perdimos esa “tierra prometida” que nunca tuvimos. Nos hacen sentir tristeza y ansias para rescatar, compulsivamente, la época en que todo fue “prospero”, abundante y feliz… con una especie de memoria taxi que nos lleva hacia lo que nunca existió pero que está ahí, motorizado por películas, cancioneros, museos y baratijas ideológicas de moda. Si “todo tiempo pasado fue mejor” estamos fritos. Lo peor no ha “pasado”, lo “mejor” no ha existido (más que para unos cuantos) y la memoria es, en manos de la ideología dominante, mercancía del capricho hegemónico. La realidad de los seres humanos simplemente empeora: más hambrunas, más desempleo, más inflación, más pobreza… menos futuro bajo el capitalismo. ¿Alguien lo recuerda?
Un lugar específico (no exento de necesidad crítica y autocrítica) ocupa el estudio científico de las patologías de la memoria. El repertorio es muy amplio, y con excepciones, estudiado bajo muchas limitaciones, voluntarias e involuntarias. No será aquí donde se pueda profundizar con solvencia esa revisión. Lo que sucede en el campo de las “enfermedades de la memoria” contiene desorientación, dudas y cuestionamientos que debemos elaborar y profundizar como contribución teórica en un área tan sensible que, más de una vez, ha sido estancia de los peores experimentos en la guerra psicológica orquestada por el imperio. Recordemos Hiroshima y Nagasaki y la manipulación “clásica” sobre cuánto de nosotros es “propio” y cuánto producto de la manipulación simbólica fabricado por la cultura dominante aunque, a veces, lo “olvidemos”. Algunos sueñan con que el único sentido de nuestras vidas opere como respuesta a una suma de “recuerdos” inducidos por cierta capacidad de compra. Memoria del consumismo fabricada en laboratorios de semiótica burguesa.
Dicen algunos que la memoria es un “género de ficción”. Eso supondría que hay un “autor”, demiurgo de memorias al antojo de las circunstancias o las conveniencias. Como los publicistas. Pero eso sería cierto en una definición del individualismo que ignorara el peso de la Historia sobre la memoria con los lenguajes, las arquitecturas, los modos de producción y las relaciones de producción. Al otro lado del conflicto, en el campo de Batalla que, también, es la Memoria, está el bastión del amor (única fuerza capaz de reconciliarnos con nosotros mismos decía Breton) y todas sus expresiones. En el amor no mercantil, que genera tantas memorias, está la fuente de lo mejor de nosotros mismos, la base de toda idea de futuro, la clave de un humanismo de lo concreto y de nuevo género. Algo que está muy presente en nuestras vidas, que lucha contra las tinieblas ideológicas (falsa consciencia) imperantes. Principio fundamental y programa de lucha emancipador para recuperar a la memoria y ponerla a salvo de nuestro propio olvido.
Mucho cuidado. En memoria de “grandes luchas” y “grandes luchadores” se han cometido equivocaciones inmensas. Bajo la cualidad aparente del “homenaje” memorioso a personas o eventos, puede habitar una no poco tendenciosa usurpación simbólica que termine desplazando a los hechos concretos y los convierta en despojos anecdóticos para condimentar discursos ampulosos o charlas en cocteles diplomáticos. Un día, por fin, las fuerzas de la epistemología y la pedagogía comprometidas con la multidisciplina y la política emancipadoras, resarcirán el papel de la memoria en la construcción del sujeto social crítico hoy cercenado de los modelos educativos. Harán lugar a una Semiótica para la Emancipación inserta, también, en la revolución de las consciencias. Y eso es urgente, no lo olvidemos.

Dr. Fernando Buen Abad Domínguez, Director del Instituto de Cultura y Comunicación y Centro Sean MacBride, Universidad Nacional de Lanús

lunes, 27 de julio de 2020

Llevamos en el corazón la herencia del Moncada




Los mártires del Moncada recibieron el homenaje del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al conmemorarse el aniversario 67 de la heroica gesta del 26 de Julio.

Santiago de Cuba.–«Ni olvidados ni muertos», como señalara Fidel, los mártires del Moncada recibieron el homenaje del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y del Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al conmemorarse el aniversario 67 de la heroica gesta del 26 de julio.
Justo al despuntar los primeros rayos de sol, fueron ­depositadas las ofrendas florales a nombre de Raúl y Díaz-Canel ante el panteón a los mártires de la fecha, en ceremonia encabezada por el participante en la gloriosa acción, el miembro del Buró Político del Partido y viceprimer ministro cubano, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez.
Simultáneamente, y junto a las autoridades del Consejo de Defensa Provincial, Lázaro Expósito Canto y Beatriz Johnson Urrutia, en tan sagrado sitio del cementerio Santa Ifigenia quedaron colocadas las coronas a título del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández, así como del pueblo de Cuba.
Se unió a Valdés Menéndez el también Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, y ambos Héroes de la República de Cuba reverenciaron con flores, ante la roca monumento que atesora sus cenizas, al organizador y jefe del ataque al Moncada, el líder histórico de la Revolución, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Con motivo de la fecha, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, destacó en su cuenta en Twitter: «Aniversario 67 del Asalto al Moncada y al cuartel de Bayamo, Día de la Rebeldía. Abrazo a Raúl, Ramiro y a otros combatientes de ambas acciones. Es un orgullo y un honor defender junto a ustedes la Patria», y en otro tuit manifestó: «Desde nuestras casas que son hoy nuestras plazas. ¡Trabajemos todos por hacer de cada día del almanaque un 26, de cada mes del calendario un julio, de cada compromiso un Moncada victorioso!».

RAÚL, HIJO ILUSTRE DE SANTIAGO

Por primera vez sin la rememoración simbólica del ataque, a causa de las medidas sanitarias, el pase de lista que ratifica la presencia de los mártires se inició –a la hora y en el ­sitio de aquella luminosa mañana, 5 y 15 de la madrugada en la Posta 3 de la antigua fortaleza– la jornada por el Día de la Rebeldía Nacional, presidida por el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez.
En tan histórico lugar, la condición de Hijo Ilustre de la Ciudad de Santiago de Cuba le fue otorgada al General de Ejército Raúl Castro Ruz, mediante acuerdo de la Asamblea Municipal del Poder Popular, dado a conocer por su presidenta Yaneidys Hechavarría Batista.
Similar título fue entregado la víspera en el aniversario 505 de la ciudad, a los Héroes de la República de Cuba, los comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García, los generales de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín y Joaquín Quintas Solá, los generales de división (r) Antonio Enrique Lussón Batlle y Ulises Rosales del Toro, a la historiadora Olga Portuondo Zúñiga, y al doctor Francisco Durán García.
Un tributo especial reservó Ramiro Valdés a quien, tras la captura de Fidel, salvara la vida del joven líder de las garras de los asesinos del ejército de la tiranía: el teniente Pedro Manuel Sarría Tartabull.
Ante el busto erigido en su memoria –en uno de los patios interiores aledaños al Museo Histórico 26 de Julio, el 25 de julio del 2013, en vísperas del aniversario 60 de la gesta– y luego de dedicarle una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba, el Comandante de la Revolución comentó a los acompañantes y a la prensa: «No sabemos cuánto debemos a Sarría, ustedes se imaginan qué habría pasado si los esbirros asesinan a Fidel. Mucho le debemos a Sarría».
Aunque no hubo disparos simbólicos esta vez, justo a las 5 y 15 de la mañana, en el otrora cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, se rememoró también el histórico asalto, que hace 67 años protagonizara un puñado de jóvenes.
En el sencillo homenaje –signado por las circunstancias sanitarias–, las máximas autoridades políticas y gubernamentales de la provincia colocaron, en nombre del pueblo granmense, una ofrenda floral al busto del mártir Antonio Ñico López, uno de los líderes de la heroica acción.

Eduardo Palomares Calderón | internet@granma.cu

Mailenys Oliva Ferrales | internet@granma.cu

Trump y Zuckerberg

Sendos informes del New York Times y Washington Post mostraron la relación de Zuckerberg con Trump, y levantaron preguntas sobre si Facebook está apoyando a Trump para evitar el llamado a la regulación entre las grandes compañías tecnológicas.
El Washington Post, mediante entrevistas a más de una docena de empleados de Facebook y documentos internos, publicó un informe en junio que detalla cómo la política ha dado forma a los procesos de toma de decisiones de la compañía con respecto a la moderación de contenido y el “News Feed” (actualizaciones de amigos de FB) en los últimos cinco años (período en que Trump ascendió al poder).
El 20 de noviembre de 2019, NBCnews anunció que Mark Zuckerberg, Donald Trump y un miembro de la junta de Facebook, Peter Thiel, habían cenado juntos en la Casa Blanca en octubre. “No está claro por qué la reunión no se hizo pública o qué discutieron Trump, Zuckerberg y Thiel”, señala el informe. Facebook había sido demandada por aceptar publicidad política falsa, sobre todo en las escandalosas elecciones de 2016 (“Russiagate”). Trump gastó en Facebook 44 millones de dólares en 2016 y se espera que supere con creces este año, lo que significa que necesita a la compañía en su campaña de reelección, sobre todo cuando está acorralado por los medios (sólo Fox lo apoya) y por las movilizaciones populares contra la violencia racista. En su intento de establecer un estado policial, los medios de comunicación ocupan un lugar central.
El NYT se pregunta: “¿El Sr. Trump y el Sr. Zuckerberg llegaron a algún tipo de acuerdo? Zuckerberg necesita, y parece estar recibiendo, una aprobación tanto de los tuits enojados del presidente como de las serias amenazas de demandas y regulaciones que enfrentan otras grandes compañías tecnológicas. Trump necesita acceso a la plataforma de publicidad de Facebook y su poder viral” (21/6).
“Creo que tienen un acuerdo”, dijo Roger McNamee, uno de los primeros inversores de Facebook que ahora es un crítico feroz, y agregó que “probablemente fue implícito en lugar de explícito (…) El acuerdo de Mark con Trump es altamente utilitario, básicamente se trata de obtener rienda suelta y protección contra la regulación. Trump necesita el pulgar de Facebook en la escala para ganar estas elecciones” (ídem).
Durante la campaña presidencial de Trump en 2016 y 2017, Facebook y Twitter desarrollaron políticas sobre “interés periodístico” e “interés público”, que parecían diseñadas para acomodar las publicaciones de Trump a sus plataformas. “Trump, por su parte, ha sido notablemente más suave en Facebook que en Amazon, Google, Twitter o Netflix en un momento en que su aparato regulador a menudo se centra en los enemigos políticos que identifica en los tweets” (ídem).
Facebook decidió no actuar en la publicación de Trump en Minneapolis: en una declaración publicada en línea, Zuckerberg argumentó que la invocación de Trump a la Guardia Nacional significaba que se entendía mejor como “una advertencia sobre la acción estatal”. “Creemos que la gente necesita saber si el gobierno planea desplegar la fuerza”, escribió (ídem). Facebook tuvo una revuelta de sus empleados. Zuckerberg, dijo que no es el rol de la compañía convertirse en “árbitros de la verdad”. Timothy Aveni, un ingeniero de software, dijo: “Mark siempre nos dijo que trazaría una línea en el discurso que llama a la violencia”, “Facebook seguirá moviendo los postes cada vez que Trump escala”.
En 2019, los investigadores de Facebook descubrieron que los usuarios de Instagram percibidos como negros tenían un 50% más de probabilidades de ser deshabilitados de sus cuentas que los blancos (NBCnews, 23/7).
34 ex empleados de Facebook, publicaron “El Facebook al que nos unimos diseñó productos para capacitar a las personas y las políticas para protegerlos”, decía. “Ahora, al parecer, ese compromiso ha cambiado”. No tienen sindicato, gracias a las políticas antisindicales de diferentes administraciones.
Jesse Lehrich, cofundador de Accountable Tech, dijo que “Trump puede enfurecerse con Big Tech y Mark (Zuckerberg) puede decir que está disgustado por las publicaciones de Trump, pero al final del día el statu quo sirve a sus intereses” (NYT, ídem).
A principios de este año, en una entrevista con el Times, Joe Biden propuso revocar la Sección 230 en su totalidad, para “Zuckerberg y otras plataformas”. El Departamento de Justicia está llevando a cabo investigaciones antimonopolio. Facebook adquirió compañías, y fusionó Messenger, WhatsApp e Instagram, creando un monopolio.
La Sección 230 afirma que “ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o la voz de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información”. Según la Sección 230, Airbnb no es responsable si las unidades para alquiler so ilegales, y no hace responsable a Dropbox del contenido de lo que se distribuye utilizando su servicio.
Detrás de esto está el tráfico sexual, la pornografía infantil, la trata de personas, o el Lawfare. Detrás de diferentes leyes, las tecnológicas se han librado de la responsabilidad legal del contenido de sus servicios.
Como mecanismo de presión, Trump firmó una orden ejecutiva (que debe pasar por el Congreso) que alienta a los reguladores federales a reexaminar un escudo legal que impide que compañías como Facebook, Twitter y Google sean legalmente responsables de lo que publican los usuarios y les da a las plataformas la capacidad de controlar el contenido según sus propias reglas internas (NPR, 2/6). Trump necesita a las tecnológicas de su lado para su alicaída campaña y para el intento ahondar el estado policial norteamericano. Sólo la lucha de los trabajadores podrá quebrar este intento.

Emiliano Monge
25/07/2020

sábado, 25 de julio de 2020

La grandeza de una isla pequeña




Era muy caro, para mis recursos monetarios a los 16 años, enviar un telegrama a Cuba desde México. No obstante, hice «las mil y una» y pude poner en la oficina del telégrafo un mensaje: «Comandante Fidel Castro: feliz aniversario del 26 de Julio». ¿A qué domicilio lo envía?, me preguntó el telegrafista, y no supe qué decir. Ponga usted «Palacio de Gobierno de Cuba». Pagué por mi telegrama y me fui. Con el paso de los años recuerdo mi audacia (y mi ignorancia) no sin perplejidad: ¿cómo se me ocurrió semejante idea, de dónde saqué la locura de creer que, «así como así», uno podía enviarle a Fidel mensajes de aniversario que llegarían sin obstáculos a sus manos? Evidentemente no me pareció un imposible.
Una cantidad de recuerdos me ayuda a explicar por qué, para mi generación, Cuba y Fidel parecieron siempre muy cercanos y amigables. Yo nací en 1956, crecí con la Revolución Cubana instalada en mi casa. A los 16 años ya un tío me había obsequiado La Historia me Absolverá (1953) y mi abuela me había regalado El Diario del Che en Bolivia. En la unam había carteles con la imagen de Fidel, la música de Carlos Puebla nos llegaba en discos «sencillos» y el «long play». Entre la «secundaria» y la «prepa» (escuela nacional preparatoria) ya escuchaba a Oscar Chávez cantándole al Che y a Camilo. Mi abuela decía que quería a «los barbudos», porque hacían cosas buenas por su pueblo. Cuba, Fidel y la Revolución eran parte de mi familia desde mi adolescencia y antes. Muy rápido me di cuenta de que semejante familiaridad recorría las casas, las escuelas y los centros laborales de todo el país. No exagero, Cuba tocó fibras sociales muy sensibles en México.
He oído historias muy similares a lo largo de los años, historias de amor y compromiso engendrados por una isla pequeña del Caribe, que supo hacerse gigante en los corazones de los pueblos. No es solo una metáfora para un ejercicio de retórica. Es una confesión de parte. Mujeres y hombres de la intelectualidad, de la academia, de las artes y de las luchas populares crecimos impregnados de Cuba. De sus luchas y de sus ejemplos. Se nos estanció en la cabeza y en el corazón para florecernos en ideas y debates sobre la Revolución y sus motores de clase; sobre el método cubano para transformar el mundo; sobre el socialismo argumentado con acento de Caribe, con la proximidad rebelde y geográfica enmarcada por el Golfo de México. Todavía se ve la estela del Granma partir las aguas hacia una historia, que se nos hizo maestra de la vida desde la Sierra.
Llegaba hasta mi casa, la de mis padres, la revista Bohemia, porque me anoté en una lista que circuló en la «secundaria». Era una delicia hojearla en las tardes de tareas escolares. Mi padre fruncía el ceño, entre preocupado y curioso. Pronto se le acabaron los recelos porque leyó, de Rius, su Cuba para Principiantes (1966) y también leyó Marx para Principiantes (1972), salidos de la pluma genial de un amante de Cuba como pocos: Eduardo del Río, extrañado. Por cierto, libros leídos por millones de mexicanos que también aprendimos, con dibujos de un cómic singular, lo elemental de una experiencia revolucionaria que conectaba a Zapata, Villa y Flores Magón con Fidel, Camilo, Raúl y el Che en el mismo sendero que sigue el «espíritu que recorre el mundo».
De noche, tarde, en la radio de mi padre –que tenía onda corta– oíamos mi hermano y yo Radio Habana, Radio Reloj y música cubana, constantemente interferido por ese ruido de frecuencias entrecruzadas. Era un manjar sonoro de Cuba que saciaba el hambre de sonidos antimperialistas y anticapitalistas. Unas cuantas veces pudimos escuchar a Fidel sin entender del todo lo que decía, pero solazados por la dignidad de sus palabras en combate. Una escuela política nocturna con la oreja pegada a la radio. Delicias revolucionarias. ¿Por qué?, ¿qué estaba pasando que tantos jóvenes nos sentimos atraídos por Cuba y la Revolución que hacíamos nuestra a nuestro muy peculiar modo? ¿Qué amor extraño, de nuevo género, crecía en nuestras cabezas y corazones? No éramos pocos.
Ojalá fuese posible contarle al oído al pueblo cubano, cuánto nos ha educado su ejemplo titánico de resistencia y entereza. Ojalá fuese posible que unas cuantas líneas resumieran, y expresaran, el cúmulo de emociones fraternas que anidan en nuestras vidas gracias al ejemplo solidario de Cuba con todos los pueblos hermanos, en Angola tanto como en Venezuela, por solo mencionar un eje geopolítico e histórico de nuevo género en el tiempo y en el espacio.
Escribo en primera persona con el supuesto de que es así como mejor se explica el amor entrañable que sentimos muchos mexicanos por la Revolución Cubana y, también, la deuda inmensa que tenemos con su ejemplo de lucha y dignidad a toda prueba. Así, en primera persona, supongo que puedo dejar a la vista las tantas horas de lecturas y debates, la tanta música, cine, poesía y filosofía recogidos de tantos extraordinarios talentos cubanos. Casa de las Américas… Prensa Latina. Pablo, Silvio. Escribo en primera persona endeudado con las horas buenas de la mejor producción científica y cultural de Cuba y endeudado con la solidaridad (nunca suficiente) en las horas amargas de acoso, bloqueo y humillación contra un pueblo ejemplar e irrompible como es el cubano. A mis años ya sé que nunca podré retribuir lo tanto recibido. Me atengo, no obstante, a las palabras de Martí, que yo entiendo como canto guerrero en pie de lucha siempre humanista: «Amor con amor se paga». Espero estar a la altura en cada 26 de Julio, en primera persona.

Fernando Buen Abad Domínguez

viernes, 24 de julio de 2020

“El internacionalismo médico cubano ha sido un componente central de la Revolución”




Entrevista al profesor y escritor Don Fitz

Fuentes: El Salto - Rebelión -Imagen: Médicos cubanos regresan de Italia. Foto de Panchito González para Prensa Latina.
Entrevista a Don Fitz, autor de «Cuban Health Care: The Ongoing Revolution». Profesor de psicología ambiental, Don Fitz ha enseñado en múltiples universidades alrededor de EE.UU., especialmente en el área de Saint Louis, Missouri, donde reside, y fue candidato a Gobernador por el Partido Verde de Estados Unidos en 2016.
Don Fitz forma parte del Consejo Editorial de Green Social Thought y, además de haber publicado sus investigaciones sobre psicología social y comunitaria en revistas académicas, colabora habitualmente en medios como Monthly Review, ZNet, CounterPunch, Common Dreams, Global Research, Climate & Capitalism, AlterNet o TruthOut. Hace apenas unas semanas, la prestigiosa editorial Monthly Review Press publicó su libro Cuban Health Care: The Ongoing Revolution (Atención médica cubana: La revolución en curso). Al comentar su libro, me señala:
“Mis trabajos sobre Cuba son un subconjunto de un tema más amplio. Mi trabajo se centra en el peligro de expandir la producción energética y en documentar cómo la llamada ‘energía verde’ puede tener enormes problemas envenenado y destruyendo el medioambiente al tiempo que reemplaza los combustibles fósiles dejando las relaciones capitalistas intactas. Cuba demuestra cómo un país puede tener una mejor atención médica mientras utiliza infinitamente menos energía”.
Pero, ¿cómo llegó a interesarse por la atención médica cubana en particular? Hacia 2009, al reflexionar sobre todas las luchas de las que había participado contra incineradores, vertederos, fábricas industriales, químicos venenosos y deforestación, Fitz “tenía claro que para detener la destrucción capitalista y crear un mundo mejor se requeriría una considerable reducción en la extracción de recursos y en la producción de manufacturas”. Pero al mismo tiempo, entendía que había un sector económico que necesitaría una gran expansión en una sociedad postcapitalista: la medicina.
«Si Cuba puede mejorar la salud de millones de personas en el mundo, imagina lo que podría lograrse si la enorme capacidad productiva de EE UU pasara de crear basura inútil y destructiva a producir lo que la gente en todo el mundo realmente necesita”
Sin embargo, un par de años antes su hija Rebecca decidió ir a estudiar a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba, y cuando Fitz visitó a su hija empezó a investigar sobre la medicina cubana: “Descubrí que, aunque representa una gran parte del gasto público, comparativamente Cuba gasta mucho menos en atención médica por persona que los EE.UU. y tiene resultados similares en esperanza de vida y mortalidad infantil. Eso hizo añicos mi idea de que la medicina sería el área económica que requeriría expansión en una sociedad postcapitalista”. Esta realidad le hizo reflexionar sobre otros aspectos que eran centrales a su compromiso político:
“A medida que la catástrofe climática amenaza con poner fin a la existencia humana, cada vez está más claro que debemos tratar con mucho cuidado los recursos y buscar con vigor formas para reducir la producción. Pero producir lo que es útil para las personas en lugar de aumentar las ganancias no es posible bajo el capitalismo. Si la pequeña economía de Cuba puede mejorar la salud de millones de personas en el mundo, imagina lo que podría lograrse si la enorme capacidad productiva de Estados Unidos pasara de crear basura inútil y destructiva a producir lo que la gente en todo el mundo realmente necesita”.
Como producto de estas inquietudes, y porque “me di cuenta de que había muchas historias de medicina cubana que debían contarse”, Fitz escribió el libro que ahora nos presenta. De él hablamos para sumergirnos en la historia del sistema médico cubano y sus enseñanzas, algo de gran relevancia ante la emergencia sanitaria actual y la crudeza con que la pandemia de la COVID-19 ha expuesto las ruinosas costuras del capitalismo global.
Ante la emergencia actual, quisiera comenzar por la COVID-19. ¿Puedes decirnos cómo ha reaccionado Cuba? Parece que, frente a otros países, su enfoque ha resultado bastante eficiente para combatir la pandemia. ¿Qué ha hecho diferente y que hace que su modelo haya sido replicado en otros países?
Hubo debates al más alto nivel del Ministerio de Salud Pública de Cuba que sirvieron para elaborar la política nacional con respecto a la COVID-19. Se concluyó que era necesario realizar pruebas masivas para determinar quién había sido infectado. Las personas infectadas tendrían que ser puestas en cuarentena mientras se aseguraba que la comida y otras necesidades estaban cubiertas. El rastreo de contactos se usó para determinar quién más podría estar expuesto. El personal médico necesitaría ir de puerta en puerta para verificar la salud de cada ciudadano, y el del consultorio prestaría especial atención a todas aquellas personas en los vecindarios que pudieran ser de alto riesgo.
Para el 2 de marzo, Cuba había instituido el Plan para la Prevención y Control del nuevo coronavirus. En cuatro días, amplió el plan para incluir la toma de temperatura y posiblemente aislar a los viajeros entrantes infectados. Esto ocurrió antes del primer diagnóstico confirmado de COVID-19 de Cuba, el 11 de marzo. Cuba tuvo su primera muerte confirmada de COVID-19 el 22 de marzo, cuando había 35 casos confirmados, casi mil pacientes observados en hospitales y más de 30.000 personas bajo vigilancia en sus casas. Al día siguiente, prohibió la entrada de extranjeros no residentes, lo que afectó profundamente a los ingresos por turismo del país.
Ese fue el día en que la Defensa Civil de Cuba se puso en alerta para responder rápidamente a la COVID-19 y el Consejo de Defensa de La Habana decidió que había un problema grave en el distrito del Vedado de la ciudad, famoso por ser el hogar más grande para visitantes extranjeros no turísticos, que tenían más probabilidades de haber estado expuestos al virus. Para el 3 de abril, el distrito estaba cerrado. Como fue testigo Merriam Ansara, “cualquier persona con la necesidad de entrar o salir debía probar que había sido examinada y estaba libre de COVID-19”. La Defensa Civil se aseguró de que se suministraran las tiendas y que todas las personas vulnerables recibieran chequeos médicos regulares.
«Mientras en EE UU rogaban por obtener equipos de protección personal y las pruebas eran tan escasas que las personas tenían que pedir que se las hicieran, Cuba tenía suficientes kits rápidos de pruebas para rastrear a aquellos contactos de personas que habían contraído el virus»
Los funcionarios de salud cubanos querían que el virus permaneciera en la etapa de “propagación local”, cuando se puede rastrear el paso de una persona a otra. Intentaron evitar que se pasara a la etapa de “propagación comunitaria”, cuando el rastreo ya no es posible porque se está moviendo fuera de control. Mientras los profesionales de la salud de los EE.UU. rogaban por obtener equipos de protección personal y las pruebas eran tan escasas que las personas tenían que pedir que se las hicieran, Cuba tenía suficientes kits rápidos de pruebas para rastrear a aquellos contactos de personas que habían contraído el virus.
A fines de marzo y principios de abril, los hospitales cubanos también cambiaron los patrones de trabajo para minimizar el contagio. Los médicos de La Habana estuvieron en el Hospital Salvador Allende durante quince días y pasaron la noche en un área designada para el personal médico. Luego se mudaron a un área separada de los pacientes donde vivieron durante otros quince días y se les realizó una prueba antes de regresar a casa. Se quedaron en casa sin salir durante otros quince días y se hicieron pruebas antes de reanudar la práctica. Este período de aislamiento de 45 días impidió que el personal médico transmitiera enfermedades a la comunidad a través de sus viajes diarios hacia y desde el trabajo.
El sistema médico se extiende desde el consultorio a todas las familias en Cuba. Los estudiantes de medicina de tercer, cuarto y quinto año son asignados por médicos de consultorios para ir a hogares específicos cada día. Sus tareas incluyen obtener datos de encuestas a residentes o hacer visitas adicionales a ancianos, bebés y personas con problemas respiratorios. Estas visitas recopilan datos de medicina preventiva que luego son tomados en cuenta por aquellos en los puestos más altos en la toma de decisiones. Cuando los estudiantes traen sus datos, los médicos marcan los puntos calientes en rojo donde se necesita un cuidado adicional. Los médicos de vecindario se reúnen regularmente en las clínicas para hablar sobre lo que está haciendo cada médico, qué está descubriendo, qué nuevos procedimientos está adoptando el Ministerio de Salud Pública de Cuba y cómo el trabajo intenso afecta al personal médico.
De esta manera, todos los ciudadanos cubanos y todos los trabajadores de la salud, desde los médicos de vecindario hasta los institutos de investigación más prestigiosos, juegan un papel en determinar la política de salud.
También hemos visto cómo los países que expulsaron a los médicos cubanos están sufriendo debido a la falta de un sistema de salud eficiente, especialmente para los más pobres. ¿Qué nos puedes decir sobre esto?
Esto es extremadamente importante porque las instituciones financieras internacionales y de EE.UU. están tratando, por un lado, de evitar que puedan crearse sistemas nacionales de atención médica y, por otro, de destruir los que ya existen. Déjame comparar dos países con un plan nacional (Cuba y Venezuela) con dos en los que se ha eliminado la atención médica nacional (Brasil y Ecuador).
Venezuela ha intentado replicar aspectos fundamentales del modelo de salud cubano a nivel nacional, lo que le ha servido bien al país para combatir la COVID-19. Un ejemplo: En 2018, los residentes de la Comuna Socialista Altos de Lídice organizaron siete consejos comunales, incluido uno para salud comunitaria. Un vecino hizo espacio en su casa a disposición de la iniciativa del sistema comunitario de salud para que el doctor pudiera tener una oficina. Desde ahí, el doctor coordina la recolección de datos para identificar vecinos en riesgo y visita a todos en sus casas para explicar cómo evitar la infección de la COVID-19. La enfermera ayudó a implementar la Misión Barrio Adentro, cuando llegaron los primeros médicos cubanos, en 2003. Ella recuerda que los vecinos nunca habían visto a un médico en su comunidad, pero cuando llegaron los cubanos les “abrimos nuestras puertas, vivieron con nosotros, comieron con nosotros y trabajaron entre nosotros”.
Como resultado de la construcción de un sistema de tipo cubano, el 11 de abril de 2020 el gobierno venezolano había realizado 181.335 pruebas PCR a tiempo para tener la tasa de infección más baja en América Latina. Venezuela tenía solo seis infecciones por millón, mientras Brasil, que había echado a los médicos cubanos, tenía 104 por millón.
«Ecuador siguió las recomendaciones del FMI para recortar el presupuesto de salud en un 36%, dejándolo sin profesionales, sin equipo de protección personal. Cuando Venezuela y Cuba tenían un total de 27 muertes por covid-19, la ciudad más grande de Ecuador, Guayaquil, tenía 7.600»
Por otro lado, mientras Rafael Correa fue presidente de Ecuador, más de mil médicos cubanos formaron la columna vertebral de su sistema de salud. Lenin Moreno fue elegido en 2017 y pronto fueron expulsados, dejando la medicina pública en el caos. Moreno siguió las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional para recortar el presupuesto de salud en un 36%, dejándolo sin profesionales, sin equipo de protección personal y, sobre todo, sin un sistema coherente. Cuando Venezuela y Cuba tenían un total de 27 muertes por COVID-19, la ciudad más grande de Ecuador, Guayaquil, tenía 7.600.
Se han presenciado algunas escenas relevantes de solidaridad de Cuba durante esta crisis. Ya había muchas misiones médicas en todo el mundo, pero también se han enviado profesionales a otras partes, incluidos países occidentales como Italia. Además, un medicamento como el Interferón Alfa 2B se ha utilizado y solicitado a nivel global para controlar el virus. Y fue el único país en la región que permitió el atraque del crucero británico MS Braemar, tratando a la tripulación y los pasajeros en hospitales cubanos. Todo esto resultamuyllamativo, teniendo en cuenta las dificultades que atraviesa el país a diario. Sin embargo, algunos críticos han señalado todas estas acciones como simples gestos de propaganda. ¿Qué piensas al respecto?
Como psicólogo utilizo el término “proyección de negligencia” para abarcar varios de los ataques contra el humanitarismo cubano. El término “proyección” describe a las personas que atribuyen sus propios pensamientos o impulsos inaceptables a otros. La “proyección política” se referiría a un país que atribuye su propia acción censurable a otro gobierno. La “proyección de negligencia” médica contra Cuba se presenta en dos formas. Por un lado, las asociaciones médicas en varios países latinoamericanos han mostrado una intensa hostilidad hacia los médicos cubanos, acusándolos de quitar trabajos a los propios médicos del país, de estar en un país invitado solo para difundir propaganda política, de no estar cualificados y de no proporcionar atención de seguimiento.
El hecho de que el personal médico cubano vaya a zonas pobres y rurales donde los médicos en estos países de acogida no trabajan, desmiente la afirmación de que estén quitando empleos a los médicos en Brasil o Venezuela. El gobierno de Chávez comenzó el primer programa Barrio Adentro, dentro de los vecindarios, en 2003 para proporcionar medicina comunitaria a los distritos venezolanos pobres y de clase trabajadora. Se hizo un llamado a los médicos venezolanos para que participaran: solo cincuenta se presentaron voluntarios. Fue esta respuesta patética lo que llevó a Cuba a desplegar más de 9.000 a fines de ese año. Después de que comenzara la Misión Barrio Adentro, la Federación Médica Venezolana (FMV), que es opositora, exigió la expulsión de los médicos cubanos, en parte porque fueron acusados ​​de difundir propaganda izquierdista. Sin embargo, los médicos cubanos han sido entrenados para no participar en la política de ningún país donde estén prestando servicios. Esto es fundamental para los acuerdos médicos con países que, a diferencia de Venezuela, tienen gobiernos de derechas.
«El hecho de que el personal médico cubano vaya a zonas pobres y rurales donde los médicos en estos países de acogida no trabajan desmiente la afirmación de que estén quitando empleos a los médicos en Brasil o Venezuela»
Algunas asociaciones médicas latinoamericanas han acusado a los estudiantes entrenados en Cuba de obtener calificaciones bajas en los exámenes de calificación, obviando el enfoque cubano único en la salud comunitaria en áreas rurales y en dificultades, la medicina familiar y la gestión de desastres. Los médicos cubanos tienen como objetivo diagnosticar más del 80% de los problemas médicos mediante exámenes e historiales detallados. Dado que el sistema cubano funciona mucho mejor en la mejora de los principales indicadores de salud, sería útil preguntar a esas asociaciones qué resultados obtendrían sus graduados en otras escuelas de medicina latinoamericanas si realizaran sus exámenes en Cuba.
Además, los médicos cubanos tienen más poder de permanencia en comunidades con dificultades que los que hacen esas acusaciones, ya que cuando los médicos cubanos rotan y van a casa, otros de la isla los reemplazan.
Por otro lado, la otra forma importante de “proyección de negligencia” ha sido la de ignorar o minimizar la importancia de los equipos de respuesta de emergencia de Cuba para inundaciones, terremotos, huracanes, tsunamis, volcanes, epidemias y catástrofes, como la crisis de Chernobyl. El internacionalismo médico ha sido un componente central de la Revolución desde 1959. Una promesa revolucionaria fue llevar la atención médica a las zonas pobres, negras y rurales, y a partir de ahí, era sencillo pensar en llevarla a otros países con necesidades, como se hizo en Chile en 1960 y Argelia en 1963.
El internacionalismo médico de Cuba se ha expresado de cuatro maneras.
Primero, enviando personal médico al extranjero. Durante las últimas seis décadas, más de 400.000 profesionales médicos cubanos han trabajado en 164 países y han mejorado la vida de cientos de millones de personas. Lo que Cuba hizo en Italia fue una continuación de este patrón. El 26 de marzo, Cuba envió a 52 médicos y enfermeros a Crema, en Lombardía, cuando su sala de emergencias estaba al máximo, y estos establecieron un hospital de campaña con tres camas de unidades de cuidados intensivos y otras 32 camas con oxígeno. Una nación caribeña más pequeña y pobre fue una de las pocas que ayudó a una gran potencia europea.
Segundo, Cuba ha traído gente a la isla, tanto estudiantes como pacientes. Cuando los médicos cubanos estaban en la República del Congo en 1966, vieron a jóvenes que estudiaban bajo las farolas en la noche, y se organizaron para que fueran a La Habana. Trajeron aún más estudiantes africanos durante las guerras angoleñas de 1975 a 1988 y luego a un gran número de latinoamericanos a estudiar medicina después de los huracanes Mitch y Georges. Establecer la ELAM fue la culminación de esto. Cuba también tiene un historial de traer pacientes extranjeros para recibir tratamiento. Después de la crisis nuclear de 1986 en Chernobyl, 25.000 pacientes, en su mayoría niños, llegaron a la isla para recibir tratamiento, y algunos se quedaron durante meses o años. La acción de Cuba con el MS Braemar fue parte de esta tradición. El 18 de marzo, Cuba fue el único país que permitió atracar a los más de mil tripulantes y pasajeros. Se ofreció tratamiento en los hospitales cubanos a quienes se sintieron demasiado enfermos para volar. Antes de partir, los miembros de la tripulación exhibieron una pancarta que decía “¡Te amo, Cuba!”
En tercer lugar, Cuba busca ofrecer medicamentos a bajo costo a las naciones pobres en lugar de inflar los precios a los enfermos como es costumbre en la medicina corporativa. Cuba ha intentado trabajar cooperativamente hacia el desarrollo de medicamentos con países como China, Venezuela y Brasil. La colaboración con Brasil resultó en vacunas contra la meningitis a un costo de 95 céntimos, en lugar de 15 a 20 dólares por dosis. Cuba busca ayudar a los países a adaptar los sistemas médicos para servir mejor a los pobres y les enseña a producir medicamentos ellos mismos para que no tengan que depender de la compra de medicamentos de los países ricos.
Cuarto, la ayuda a Cuba es genuina más que propagandística. Y esto nos lleva de vuelta a la “proyección de negligencia” que ocurre cuando los responsables del maltrato a los pobres del mundo buscan culpar a otros que tratan de ayudar activamente. Haití no se mostró reacio a aceptar la ayuda de Cuba después del devastador terremoto de 2010. Cuba fue el proveedor clave de ayuda porque había tenido mucho personal médico allí desde 1998. A lo largo de los años, 6.000 profesionales médicos cubanos habían tratado a más de tres millones de haitianos. Un mes después del terremoto de 2010, muchos equipos de emergencia extranjeros ya se habían ido, pero quedaron 600 cubanos y 380 haitianos entrenados en escuelas cubanas. En octubre de 2010, Haití fue golpeado por el primer brote de cólera que había tenido en más de cien años. Si Cuba no hubiera tenido la costumbre de quedarse en un país después de la agitación inicial de socorro en casos de desastre y si no le hubiera enseñado a estos haitianos medicina preventiva, la cifra de muertes por cólera habría sido mucho peor. Los 22.000 estadounidenses en Haití eran casi por completo militares, y los médicos estadounidenses no solo llegaron a Haití más tarde y partieron antes que los cubanos, sino que no se quedaron donde las víctimas haitianas se amontonaban, sino en hoteles de lujo. Los médicos cubanos vivían en las comunidades a las que trataban.
John Kirk utiliza el término “turismo de desastre” para describir la forma en que muchos países ricos responden a las crisis médicas en los países pobres. Muchos van a las zonas de desastre “para tener una ‘experiencia’ en lugar de brindar asistencia significativa a los afectados” y se interponen en el trabajo de rescate serio. El enfoque de los médicos cubanos está en marcado contraste con el “turismo de desastre”. Los cubanos tienen una amplia capacitación de respuesta. Se basan en las experiencias de miles de personal médico que ya han trabajado en países pobres. Los equipos de respuesta o el personal de reemplazo permanecen en países afectados durante meses o años, ayudando a desarrollar programas de medicina comunitaria y salud preventiva.
«La fiebre del dengue transmitida por mosquitos golpea a Cuba cada pocos años. Lo que es verdaderamente único de Cuba es que sus estudiantes de medicina dejan la escuela y van de puerta en puerta haciendo evaluaciones»
La pandemia actual está siendo dramática, pero ha habido muchas otras crisis sanitarias durante las últimas décadas. ¿Cómo respondió Cuba a estas?
Toda enfermedad prevenible representa una crisis sanitaria. La vacunación comenzó poco después de la Revolución, pero la estructura de los policlínicos integrales aumentó enormemente su efectividad. En 1962 el 80% de todos los niños menores de quince años fueron vacunados contra la poliomielitis en once días. En 1970, tomó solo un día el mismo esfuerzo nacional. La malaria fue erradicada en 1967, al igual que la difteria en 1971.
La fiebre del dengue transmitida por mosquitos golpea a Cuba cada pocos años. Lo que es verdaderamente único de Cuba es que sus estudiantes de medicina dejan la escuela y van de puerta en puerta haciendo evaluaciones. Los estudiantes de ELAM provienen de más de cien países y hablan con una gran cantidad de acentos. No tienen problemas en ir a las casas, buscar plantas que atraigan mosquitos y mirar en los techos si hay agua estancada.
En 1981, los institutos de investigación de Cuba crearon el Interferón Alfa 2B para tratar con éxito el dengue. Y el mismo medicamento ha adquirido hoy vital importancia como posible cura para la COVID-19. Desde 2003, Interferón Alfa 2B ha sido producido por ChangHeber, una empresa conjunta cubano-china, y ha demostrado su eficacia y seguridad en la terapia de enfermedades virales como la hepatitis B y C, el herpes zóster, el SIDA y el dengue. Cuba ha investigado múltiples medicamentos, a pesar del bloqueo de Estados Unidos que obstruye el acceso a tecnologías, equipos, materiales, finanzas e incluso el intercambio de conocimientos.
El primer paciente de Cuba ante la aparición del SIDA murió en 1986. Mientras se aislaba a los soldados que regresaban de la guerra en Angola que dieron positivo por el VIH, una campaña de odio contra Cuba afirmó que la cuarentena reflejaba prejuicios contra los homosexuales. Pero que esto era parte de los intentos de desacreditar a Cuba quedó demostrado porque (1) los soldados que regresaban de África eran mayoritariamente heterosexuales (como lo eran la mayoría de las víctimas africanas del SIDA), (2) Cuba había puesto en cuarentena a pacientes con dengue sin que se hubieran dado protestas, y (3) los propios Estados Unidos tenían un historial de cuarentena de pacientes con tuberculosis, polio e incluso SIDA. En diciembre de 1991, la Unión Soviética colapsó, poniendo fin a su subsidio de cinco mil millones de dólares, interrumpiendo el comercio internacional y empujando a la economía cubana a una caída libre que exacerbó la crisis del SIDA. La tasa de infección por el VIH en la región del Caribe solo fue superada por el sur de África. El embargo redujo simultáneamente la disponibilidad de medicamentos, ya que hizo que los productos farmacéuticos existentes fueran escandalosamente caros e interrumpió las infraestructuras financieras utilizadas para la compra de medicamentos. Si estos factores concurrentes no fueran suficientes, Cuba abrió la compuerta del turismo para hacer frente a la falta de fondos. Como se predijo, el turismo trajo un aumento en la prostitución. Había una clara posibilidad de que la isla sucumbiera a una epidemia masiva.
«En 1981 los institutos de investigación de Cuba crearon el Interferón Alfa 2B para tratar con éxito el dengue. Y el mismo medicamento ha adquirido hoy vital importancia como posible cura para el covid-19»
La respuesta del gobierno fue inmediata. Redujo drásticamente los servicios en todas las áreas, excepto en dos que habían sido consagradas como derechos humanos: educación y atención médica. Sus institutos de investigación médica desarrollaron su propia prueba diagnóstica en 1987. Las pruebas de VIH se aceleraron, con la realización de más de doce millones de pruebas en 1993. La educación sobre el SIDA fue masiva tanto para los enfermos como para los sanos, tanto para niños como para adultos. Para 1990, cuando los homosexuales se habían convertido en las principales víctimas del VIH, el prejuicio contra los homosexuales fue oficialmente desafiado y en las escuelas se enseñaba que la homosexualidad no era más que una realidad como cualquier otra de la vida. Se proporcionaron condones gratis en los consultorios médicos y, a pesar de su alto costo, Cuba proporcionó medicamentos antirretrovirales (TAR) gratis a todos los pacientes.
«En 1997 Chandler Burr escribió en The Lancet que Cuba tenía “el programa nacional contra el sida más exitoso del mundo”, a pesar de tener solo una pequeña fracción de la riqueza y los recursos de los Estados Unidos «
El esfuerzo unido y bien planificado de Cuba para hacer frente al VIH dio sus frutos. Al mismo tiempo, mientras Cuba tenía doscientos casos de SIDA, la ciudad de Nueva York, con aproximadamente la misma población, tenía 43.000. Y los neoyorquinos tenían muchas menos probabilidades de haber visitado el África subsahariana, de donde un tercio de un millón de cubanos acababa de regresar de la guerra por la independencia de Angola. En 1997, Chandler Burr escribió en The Lancet que Cuba tenía “el programa nacional contra el SIDA más exitoso del mundo”, a pesar de tener solo una pequeña fracción de la riqueza y los recursos de los Estados Unidos.
Con el virus del ébola fue diferente, ya que se encontraba principalmente en el África subsahariana y los cubanos no habían frecuentado ese área durante varias décadas. Cuando el virus aumentó dramáticamente en el otoño de 2014, gran parte del mundo entró en pánico. EE.UU. proporcionó apoyo militar y otros países prometieron dinero. Cuba respondió con lo que más se necesitaba: envió 103 enfermeras y 62 médicos voluntarios a Sierra Leona. Con 4.000 miembros del personal médico ya en África, incluidos 2.400 doctores, Cuba estaba preparada para la crisis antes de que comenzara. Como muchos gobiernos no sabían cómo responder al ébola, Cuba capacitó a voluntarios de otras naciones en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de La Habana. En total, enseñó a 13.000 africanos, 66.000 latinoamericanos y 620 caribeños a tratar el ébola sin infectarse.
¿Crees que esta pandemia está exponiendo, incluso con mayor claridad que antes, las limitaciones de los enfoques capitalistas hacia la atención médica? ¿Qué significado adquiere su visión médica en relación con los diferentes modelos de atención, teniendo en cuenta las advertencias de la comunidad científica sobre nuevas pandemias en el futuro cercano debido a los efectos destructivos del sistema productivo capitalista sobre el planeta?
Las partes más destacadas del sistema de salud cubano son (1) todas las partes están completamente integradas en un solo conjunto que puede responder a problemas médicos, (2) todos en el país participan en el sistema para que así puedan aprovecharse de las experiencias colectivas del país, y (3) se basa en la creencia de que todos deberían recibir atención médica completa como un derecho humano. El sistema médico de los EE.UU. se basa en el principio de que cada empresa debería estar en disposición de obtener la mayor ganancia posible. A pesar de un embargo despiadado que impide a Cuba recibir los suministros médicos necesarios, tiene una esperanza de vida más larga y una tasa de mortalidad infantil más baja que los EE.UU. Al mismo tiempo, Cuba gasta alrededor del 5% por persona cada año de lo que gastan los EE.UU. en atención médica. El sistema de los EE.UU. no tiene capacidad para alejarse de la búsqueda de ganancias, por lo que manejará peor las futuras pandemias.
«A pesar de un embargo despiadado que impide a Cuba recibir los suministros médicos necesarios, tiene una esperanza de vida más larga y una tasa de mortalidad infantil más baja que los EE UU»
Un factor que muchos ignoran, incluso muchos que entienden las ventajas del sistema cubano, es el papel clave de la agricultura animal en el fomento de pandemias. Los animales domésticos se apiñan cruelmente en pequeños espacios y los hábitats de los animales salvajes son invadidos continuamente. Esto maximiza el potencial para que surjan mutaciones virales como la COVID-19. La producción corporativa de alimentos no puede admitir el peligro que esto representa para la salud humana, ya que pondría en peligro su negocio y sus ganancias. Todos debemos alentar a sistemas de salud como los de Cuba y Venezuela a analizar el peligro de la ganadería industrial y tener debates abiertos sobre cómo reducir la producción de carne.
Quisiera hablar un poco sobre la historia de este modelo médico. Cuando triunfó la Revolución cubana, todo el sistema de salud fue transformado. ¿Cuáles fueron las principales características de este modelo de medicina implementado en Cuba entonces y cómo se desarrolló?
Hay tantos aspectos de la medicina revolucionaria en Cuba que es casi imposible enumerarlos todos sin dejar algo de lado. Lo primero que habría que destacar es que la medicina no era algo aislado en sí mismo, sino que era un componente esencial de una transformación social que continúa desarrollándose. Estas transformaciones incluían a la campaña de alfabetización, de saneamiento, la reforma agraria, los salarios y métodos agrícolas, la dieta mejorada, las pensiones, nuevas carreteras, nuevas aulas, nuevos hogares, el agua corriente, el antirracismo y la igualdad de género.
El primer desafío médico para la Revolución fue el de poder brindar atención médica gratuita, como un derecho humano, a quienes nunca habían visto un médico, especialmente a los cubanos negros y de áreas rurales. Esto traspasó las fronteras de Cuba, ya que se buscó llevar atención médica a otros países. En Cuba, esto incluyó muchas campañas de vacunación y un conjunto exitoso de programas destinados a erradicar enfermedades.
Para 1964, estaba claro que había demasiados servicios de salud desconectados que desconocían lo que otros sistemas estaban haciendo, y esto se resolvió mediante la creación de los policlínicos integrales que unieron todos los servicios. El aspecto más revolucionario de este cambio fue que cada ciudadano tenía un único punto de entrada al sistema de atención médica a través de su área geográfica específica. Esto permitió a la medicina cubana incluir con rigurosidad al 100% de la población y el concepto de punto de entrada único sobrevivió a cada cambio sucesivo.
Pero hacia 1974 se percataron de muchas contradicciones dentro de los policlínicos integrales. El sistema imponía demasiados requisitos a las clínicas y no estaban lo suficientemente conectados a las comunidades. Los planificadores médicos cubanos tomaron prestado personal e ideas de Europa del Este, pero se dieron cuenta de que un problema con esos sistemas era que las clínicas estaban bajo el control de los hospitales. Tener clínicas al mismo nivel que los hospitales se preservó en todas las fases de transformación del sistema médico. El nuevo sistema cambió las clínicas a policlínicos comunitarios. En el antiguo sistema, los pacientes iban a las clínicas. A partir de 1974, las clínicas irían a la comunidad. Estas clínicas desarrollaron equipos de médicos y enfermeras basados ​​en especialidades y estos equipos especializados pasarían a ser los responsables del área de la clínica.
Surgieron nuevas contradicciones dentro de este sistema clínico, siendo una de las más importantes que los equipos de médicos y enfermeros basados ​​en especialidades tenían áreas demasiado grandes para que conocieran bien a los pacientes. En 1984 la medicina cubana comenzó a cambiar hacia equipos de médicos y enfermeros en consultorio de vecindario u oficina de médico. Los equipos vivían en el vecindario al que estaban asignados, tenían especialidad en medicina general para los problemas más frecuentes y tenían un área lo suficientemente pequeña como para que cada paciente pudiera ir al consultorio y los médicos y enfermeros pudieran ir a todas las áreas; en áreas urbanas. Este sistema ha sobrevivido hasta hoy e incluye casi al 100% de los cubanos. Los equipos de médicos y enfermeros de vecindario conocen a cada uno de sus pacientes por su nombre y están completamente integrados con clínicas, hospitales, escuelas de medicina, hospitales especializados e institutos de investigación.
«En las seis décadas de historia de la Revolución, más de 400.000 profesionales médicos cubanos han trabajado en 164 países y han mejorado la vida de cientos de millones de personas»
Ya has señalado el espíritu internacionalista detrás del modelo de atención médica cubana.Pero esto era algo presente desde el principio, en sintonía con muchos otros aspectos de la política revolucionaria en asuntos exteriores. ¿Puedes señalarnos algunos ejemplos significativos de cómo esta visión internacionalista se ha manifestado a lo largo del tiempo?
Solo quince meses después de la Revolución, Cuba envió médicos a Chile tras un terremoto, en 1960. En 1963, Cuba envió una brigada médica a Argelia, que luchaba por su independencia de Francia. Después de enterarse de los movimientos revolucionarios en Zaire, Congo y Guinea Bissau, Cuba envió médicos allí para acompañar a los asesores militares. Durante las guerras angoleñas de 1975 a 1988, Cuba envió entre 700 y 800 profesionales médicos para apoyar a sus tropas. La asistencia cubana internacional se expandió a nivel mundial, de modo que al final de las guerras de Angola también había enviado brigadas médicas a Benin, Burkina Faso, Camerún, Cabo Verde, Guinea Ecuatorial, Ghana, Guinea, Madagascar, Malí, Mozambique, Nigeria, Santo Tomé y Príncipe, Seychelles, Sierra Leona, Somalia, Tanzania, Uganda, Zambia y Zimbabwe. Cuba incluso estableció una facultad de medicina en Jimma, Etiopía.
Las brigadas médicas más grandes enviadas a América Latina y el Caribe fueron a Perú, Jamaica, Granada y Nicaragua. Pequeñas brigadas también fueron a Bolivia, Colombia, Guyana, México, Panamá, Surinam y Santa Lucía. Otros países que han recibido ayuda cubana han sido Irán, Irak, Libia, Mauritania, Marruecos, Yemen del Sur, Siria, Sahara Occidental, Afganistán, Sri Lanka, Vietnam, Laos y Ucrania. Entre 1975 y 1991, más de 70.000 trabajadores humanitarios cubanos fueron al extranjero. Al mismo tiempo, Cuba trajo a más de 50.000 estudiantes de todo el mundo para estudiar en sus escuelas, cubriendo el costo total de su educación. En 1984, Cuba había traído y financiado a estudiantes de 75 naciones, prácticamente todos de países pobres donde los estudiantes generalmente debían pagar por su educación. El número de estudiantes que vienen a estudiar a Cuba se incrementó aún más en 1999, cuando abrió la ELAM. Para 2020, ELAM había capacitado a 30.000 médicos de más de cien países.
En seis décadas de Revolución, más de 400.000 profesionales médicos cubanos han trabajado en 164 países y han mejorado la vida de cientos de millones de personas.
En tu libro, al referirte al sistema de atención cubana, insistes en la noción de medicina revolucionaria y en la importancia que las ideas del Che Guevara tuvieron para ella. Quisiera para acabar volver sobre este episodio de la historia, porque el Che Guevara imaginó por primera vez un modelo de medicina revolucionaria cuando estuvo en Guatemala y comenzó a escribir un manual al respecto que nunca terminó, debido al golpe que sufrió Jacobo Árbenz en 1954. Pero, ¿cómo empezó todo? ¿Cómo formó el Che Guevara esta visión?
El Che Guevara se tomó un descanso de nueve meses de la Facultad de Medicina en la Universidad de Buenos Aires en diciembre de 1951 para viajar en motocicleta por Argentina, Chile, Perú, Colombia y Venezuela. Uno de sus objetivos era ganar experiencia práctica con la lepra. En la noche de su 24 cumpleaños, el Che cruzó el río a nado en la colonia de San Pablo en Perú para unirse a los leprosos. Caminó entre seiscientos leprosos en chozas de la selva cuidándolos con sus propios métodos. No se conformaba con estudiar y simpatizar con ellos; quería estar con ellos y entender su existencia. Estar en contacto con personas pobres y hambrientas mientras estaban enfermas transformó al Che. Imaginó una nueva medicina, con médicos que atenderían a la mayor cantidad de personas con atención preventiva y concienciación pública sobre la higiene. Unos años más tarde, el Che se unió al Movimiento 26 de Julio de Fidel Castro como médico y se encontraba entre los 81 hombres a bordo del Granma que llegó a Cuba el 2 de diciembre de 1956. Después de la victoria del 1 de enero de 1959, la nueva Constitución cubana incluyó el sueño del Che de atención médica gratuita para todos como un derecho humano.
«Décadas antes de que el covid-19 saltara de persona en persona, la imaginación del Che pasó de médico a médico. O tal vez su propia visión fue compartida por muchos tan ampliamente que, después de 1959, Cuba llevó la medicina revolucionaria a cualquier lugar donde pudiera»
Décadas antes de que la COVID-19 saltara de persona en persona, la imaginación del Che pasó de médico a médico. O tal vez su propia visión fue compartida por muchos tan ampliamente que, después de 1959, Cuba llevó la medicina revolucionaria a cualquier lugar donde pudiera. Obviamente, el Che no diseñó el intrincado funcionamiento interno del sistema médico actual de Cuba. Pero fue seguido por sanadores que tejieron diseños adicionales a una tela que ahora se despliega en los cinco continentes. En ciertos momentos de la historia, miles o millones de personas ven imágenes similares de un futuro diferente. Si sus ideas se extienden lo suficiente durante el momento en que las estructuras sociales se están desintegrando, entonces una idea revolucionaria puede convertirse en una fuerza material para la construcción de un mundo nuevo.

Alejandro Pedregal, escritor, cineasta y profesor en la Universidad Aalto, Finlandia. Su libro más reciente es Evelia: testimonio de Guerrero (Akal/Foca, 2019).

La guerra por TikTok: Estados y corporaciones digitales




La prohibición de la plataforma china en la India se inserta en la disputa por el mercado tecnológico entre Estados Unidos y China.

“Make your day” (Hacé tu día) es el lema de TikTok –alguna vez habría que escribir una antología con las promesas que agitan los eslóganes de las corporaciones digitales-, la aplicación china que, en línea con Snapchat y con las historias de Instagram, permite publicar videos de no más de 15 segundos que redundan en personas que bailan, cantan o comparten alguna escena cotidiana. Si entretener significa “mantener a alguien en suspenso”, la cuarentena global se convirtió en un escenario y una oportunidad ideales para estas aplicaciones. De hecho, ya cuenta con 800 millones de usuarios, una cifra que supera a los de Twitter y se aproxima a los que consumen Instagram y Facebook. Y no solo reúne a jóvenes consumidores: casi el 30% de los usuarios tiene más de 45 años. Según un informe, “fue la aplicación más descargada globalmente en marzo de 2020 con más de 115,2 millones de instalaciones (desplazando a Whatsapp)” (La Nación, 18/7) y “generó $5.600 millones en ingresos” solo en el primer trimestre del año, más del doble del 2019 (ídem).
En otras palabras, TikTok es hoy la primera red social china que disputa el mercado occidental. Por eso, está colocada en el centro de la guerra económica y por la hegemonía de la carrera tecnológica entre los Estados Unidos y China.

Tus datos, mis datos

Hace tres semanas, la India prohibió 59 aplicaciones chinas, entre ellas TikTok, donde esta había consolidado su segundo mercado más importante después de China. El mandatario Narendra Modi justificó la medida como respuesta al conflicto militar entre los ejércitos de ambos países en Cachemira. Pero agregó otro motivo: tales aplicaciones y plataformas constituyen una “amenaza a la soberanía y la integridad” (La Vanguardia, 1/7).
Esta denuncia se alinea con las que dispara Donald Trump, quien todavía no se recuperó de la humillación que los fans del K-pop le infringieron, desde esa plataforma, al simular un retiro masivo de entradas para el mitín en Oklahoma que terminó vaciando el acto con el que pretendía reiniciar su campaña. Para Estados Unidos, el robo de información personal, que se genera al descargar la aplicación, y el hecho de que tales datos sean recopilados por una empresa ligada al Estado chino, son razones más que suficientes para justificar su campaña contra TikTok. Y, sobre todo, para amenazar con prohibirla también en los Estados Unidos.
Frente a esta campaña, el comunicado oficial de TikTok no puede ser más irónico. Asegura que trabaja diligentemente para desarrollar una infraestructura de seguridad, pero sobre todo dice que “tiene un CEO estadounidense” y “un jefe de Seguridad de la Información con décadas de experiencia militar y de aplicación de la ley en Estados Unidos” (Infobae, 17/7). El CEO es Kevin Mayer, directivo de streaming de Disney y jefe de operaciones de ByteDance, la corporación que produce TikTok.

Sale TikTok, entra Reels

La expulsión de TikTok de la India, que dejó a cerca de 200 millones de usuarios huérfanos de videos, no pudo ser más oportuna para las compañías estadounidenses. Facebook se alistó rápidamente para introducir Reels, una aplicación muy similar a la china. De este modo, la compañía de Mark Zuckerberg consolida su posición en el mercado indio, donde ya había conquistado un primer lugar para su red Whatsapp y comprado el 10% de las acciones de Jiu, una de las principales compañías de telecomunicaciones de ese país.
Ni Modi ni Trump elevaron la voz contra Facebook, que hace apenas dos años estuvo en la picota por el escándalo de espionaje y manipulación en las campañas electorales de decenas de países a través del robo de datos personales de sus usuarios.
Las denuncias contra la aplicación china no difieren de aquellas que se presentaron contra Zuckerberg, las que se filtraron en los documentos de Snowden en 2013, o las que se renuevan ante cada plataforma global en manos de unas pocas corporaciones. No asistimos a una campaña contra el espionaje de algunas corporaciones para evitar el uso de nuestros datos personales sino a una guerra por el control de los datos y del mercado global.

Santiago Gándara

martes, 21 de julio de 2020

Cuba y los vínculos con sus connacionales en el exterior




El director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), Ernesto Soberón Guzmán conversa sobre varios aspectos relacionados con los cubanos residentes en el exterior y las proyecciones presentes y futuras.

— En momentos en que el gobierno de Estados Unidos arrecia sus ataques contra Cuba, ¿cuál ha sido la posición de los cubanos residentes en el exterior en relación con la Isla?
— Ante la creciente y constante hostilidad del gobierno de Trump contra Cuba, gran parte de la comunidad de cubanos residentes en el exterior ha mostrado su apoyo a nuestro país y nuestro pueblo, realizando acciones e iniciativas dentro de las sociedades donde viven y en las plataformas digitales y redes sociales en las que interactúan habitualmente.
Desde inicios del mes de abril se mantienen activas seis peticiones online en las plataformas “change.org” y “avaaz.org” pidiendo al gobierno de Estados Unidos el fin del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba.
Las Asociaciones de Cubanos Residentes en 40 países han realizado cerca de un centenar de declaraciones de condena y rechazo al bloqueo, exigiendo su levantamiento definitivo, y solicitando a figuras e instituciones gubernamentales de los países donde residen que se opongan a la política de Estados Unidos contra Cuba.
De igual manera, las donaciones de las Asociaciones de Cubanos Residentes en Reino Unido «Cubanos en UK», en el Sur de España «La Avellaneda», en Holanda, Bélgica y China, son algunas de las iniciativas que han realizado cubanos residentes en diversos países para apoyar a la Isla ante la actual situación epidemiológica y el recrudecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos. Además, nuestros connacionales radicados en el exterior han apostado por defender la historia de Cuba y la identidad nacional también desde las plataformas digitales.
— ¿Cree usted que después de controlada la Covid-19 se incrementará la afluencia de emigrados hacia la Isla en relación con la cantidad que la visitaba antes de la pandemia?
— Durante 2019, 346 381 cubanos residentes en el exterior realizaron 623 831 entradas a nuestro país, de las cuales 552 816 fueron de viajeros cubanos provenientes de Estados Unidos. En este sentido, la prohibición de los vuelos regulares y chárter a Cuba, excepto La Habana, y la reducción de la frecuencia de estos vuelos hacia la capital cubana (última de estas medidas que entró en vigor el 10 de marzo de 2020) tendrán un impacto visible en los viajes de nuestros ciudadanos radicados en territorio estadounidense hacia la Isla.
Paralelamente, una vez controlada la Covid-19, los viajes hacia Cuba de nuestros ciudadanos residentes en el exterior, incluyendo Estados Unidos, dependerán además de factores como el impacto socio-económico de la actual pandemia en las sociedades de los países donde nuestros connacionales residen; la ocurrencia de rebrotes del SARS CoV-2 y los consiguientes efectos para sus economías individuales; las regulaciones que puedan adoptarse por diferentes naciones para contenerlos, así como la duración de las medidas de recuperación paulatina que se implementen por las autoridades en cada uno de los países, incluida Cuba. Todo ello incidirá en la posibilidad real de viajar de nuestros ciudadanos.
— ¿La IV reunión de la Emigración y la Nación citada para abril debió suspenderse por el coronavirus, piensa usted que sería relevante volverla a programar para finales de este año o principios de 2021?
— La IV Conferencia «La Nación y la Emigración» fue pospuesta como parte de las medidas de prevención y control en Cuba ante la creciente y acelerada expansión del nuevo coronavirus Covid-19, y atendiendo a los criterios y preocupaciones trasladadas por invitados al evento, quienes residen en algunas de las naciones más afectadas por la actual pandemia.
Tal y como fue expresado por el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el 10 de diciembre de 2019, y como se recoge en la convocatoria, esta IV Conferencia “La Nación y la Emigración” es fruto de la voluntad de Cuba de continuar fortaleciendo los vínculos con sus nacionales en el exterior, en un contexto de creciente hostilidad de la política de Estados Unidos hacia nuestro país y recrudecimiento del bloqueo que afecta a todas las cubanas y cubanos, sin importar donde se encuentren.
En este sentido, en su momento reunirá a los cubanos que respetan, aman a la Patria y defienden nuestra cultura, historia y a Cuba libre e independiente; tendrá un sentido especial para los jóvenes que, habiendo nacido en otras latitudes se identifican, defienden y aman el país de sus padres y abuelos, y será espacio importante para debatir y trabajar juntos por la independencia, la justicia social plena y el bienestar de la Patria.
Reiteramos nuestro agradecimiento a todos los ciudadanos cubanos, y sus descendientes, de los cuales hemos recibido apoyo para la futura celebración exitosa de este importante encuentro.
En cuanto a la nueva fecha de realización de este evento, cuando las condiciones lo permitan y atendiendo a las medidas y orientaciones de nuestro gobierno, ésta será informada de manera oportuna.
— ¿Qué mensaje le transmitiría usted a los cubanos residentes en el exterior en estos momentos difíciles que atraviesa la Humanidad?
— Ante la compleja situación internacional actual, todos nuestros Consulados continúan realizando labores en aras de brindar información oportuna a los ciudadanos cubanos sobre la evolución de la enfermedad en la Isla, acerca de los trámites consulares y de garantizar la protección de nuestros connacionales que se encuentran de forma temporal o permanente en el exterior.
Asimismo, continúan las gestiones por nuestras misiones, el Gobierno cubano y sus contrapartes para concretar, siempre que existan posibilidades, el regreso a Cuba de nuestros nacionales varados en diferentes países. Hasta la fecha, se han realizado cerca de 70 vuelos, que han permitido el regreso de más de 4 600 ciudadanos cubanos desde 49 países.
Por otra parte, aprovechamos este espacio para agradecer todas las acciones realizadas por nuestros connacionales desde cada uno de los países donde residen, en apoyo a nuestra Patria y nuestro pueblo en la lucha contra la Covid-19, ante el incremento de la hostilidad del gobierno estadounidense y el recrudecimiento del bloqueo, así como las muestras de respaldo y reconocimiento a los miembros de la Brigada Médica Cubana «Henry Reeve».

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

lunes, 20 de julio de 2020

Lo que España o Francia no permitirían pero exigen a Cuba




Imagínense que la izquierda llegara a varios gobiernos del Sur de Europa y aplicara decididas políticas públicas. Y que, afectados ciertos intereses transnacionales, EEUU les impusiese una guerra comercial. ¿España permitiría que miembros de organizaciones españolas, con fondos de la Casa Blanca, se dedicaran a destruir su industria turística? ¿Francia permitiría que supuestos activistas de derechos humanos, pagados por Washington, alentaran el bloqueo total a su economía?

sábado, 18 de julio de 2020

«Fuerza Cuba, que seguiremos viviendo, impulsando la economía y venciendo. ¡Viva Cuba Libre!».




Palabras pronunciadas por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, en la reunión del Consejo de Ministros, en el Palacio de la Revolución, el 16 de julio de 2020, «Año 62 de la Revolución»

Reiteramos el saludo a todos los miembros del Consejo de Ministros y también a los primeros secretarios del Partido y a los gobernadores que se encuentran participando por videoconferencia.
Más que todo, quisiera detenerme en algunos elementos de contexto, en algunos elementos también que tienen que ver con el abordaje ideológico, con el abordaje político, con el aseguramiento político y con la manera en que tenemos que trabajar para apoyar toda esta estrategia.
En primer lugar, todos partimos de que estamos actuando en medio de un mundo que tiene una situación compleja, que es totalmente desafiante, y que nosotros trabajamos o la vamos a enfrentar con la convicción de que no podemos continuar haciendo lo mismo en un grupo de ámbitos de nuestra vida económica, que haciéndolo de esa manera no está dando los resultados que necesitamos.
Esta Estrategia se aprobó la semana pasada en una reunión del Buró Político, presidida por su Primer Secretario, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y hoy se ha traído al Consejo de Ministros para aprobarla y también para informarles a los gobernadores, y de esta manera vamos preparando todo el sistema de dirección que va a estar implicado con la implementación de la misma.
Se ha partido de las Bases del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social que se aprobaron en el Séptimo Congreso del Partido, de la Conceptualización del Modelo Económico y Social que se aprobó en el Séptimo Congreso del Partido y de los Lineamientos que se aprobaron en el Sexto Congreso del Partido y fueron actualizados en el Séptimo Congreso.
Con eso, ¿qué hemos diseñado y que ya hoy tenemos aprobado a diferentes niveles? Una estrategia de recuperación de la COVID que nos va dando resultados; un Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social en un primer momento, en una primera etapa, en una primera versión que ya aprobamos en el Buró Político y que vamos a llevar al Consejo de Ministros la próxima semana, y una estrategia económica y social de fortalecimiento de la economía para enfrentar la situación de crisis, que ya hoy queda aquí aprobada en el Consejo de Ministros y que vamos a iniciar de inmediato su implementación.
Para todo esto hemos partido de la situación del mundo, de la situación del país. Hemos analizado todas las propuestas que se han hecho en el debate público que hay de esto en las redes sociales, en la Academia, en la propia población cubana. Se han tomado en cuenta los criterios de todo tipo, incluso los que son contrarios a la Revolución, para ver en qué elementos nos atacan, en qué están los focos de atención para desmontar nuestro programa económico y social.
Por otra parte, como estamos partiendo de los documentos aprobados por el Congreso del Partido, son cosas que se aprobaron; es la implementación de cosas que han quedado postergadas en alguna medida, pero que fueron aprobadas en un amplio debate popular que precedió al Congreso y que se ratificaron también en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Nosotros tenemos que reconocer que a nivel global estamos asistiendo a la confluencia de una profunda crisis como consecuencia del impacto de la COVID-19, del derrumbe definitivo que tienen los paradigmas neoliberales que venía defendiendo el imperialismo en estos momentos, del ejercicio abusivo que hay de la hegemonía imperial, que han sido puestos al descubierto en el libro de Bolton al mostrar la perversidad de sus prácticas, y aquí podemos mencionar algunas.
En ese libro se plantea cómo se hace presión permanente sobre otros gobiernos, cómo hay un apoyo desembozado de golpes de Estado e intentos de golpes de Estado, injerencia, violencia, amenaza de intervención militar y despliegue ofensivo de fuerzas y bases por todo el mundo por parte del Gobierno de los Estados Unidos; cómo hay una estrecha alianza de la administración de los Estados Unidos con la contrarrevolución cubana y con la oposición venezolana; cómo se ha reactivado la Doctrina Monroe; cómo se usan las calumnias y mentiras como pretexto para la injerencia y el intervencionismo; cómo se emplea también la corrupción y el soborno a gobiernos de países para lograr sus propósitos.
En ese libro se demuestra la obsesión y la saña que hay contra Cuba y contra Venezuela; cómo se orquestó la persecución al combustible que necesitaba adquirir nuestro país, que fue lo que nos llevó al primer momento en el que tuvimos que plantear un grupo de medidas a mediados o a finales del pasado año. La falta de dignidad en el ejercicio de la política.
En síntesis, podemos decir que cada página del libro de Bolton corrobora la validez de las denuncias que ha hecho la Revolución Cubana y de nuestras declaraciones sobre la indignante política actual del imperio.
Por otra parte también tenemos que reconocer que hay una profunda crisis en curso a nivel mundial, provocada por los factores citados anteriormente y reforzada por los problemas que atraviesa la administración norteamericana, y ustedes han visto todos los problemas económicos que tienen, los problemas sociales, la manera irresponsable e ineficiente con que han manejado el enfrentamiento a la pandemia: el país que más riquezas tiene en el mundo, es el país que tiene más muertos y más afectados por esa pandemia; el abuso policial, los problemas raciales.
Y a esa administración le molesta y le duele el prestigio y los resultados de nuestro país. Eso explica el incremento de su agresividad en estos momentos, que se manifiesta en constantes medidas que aplica contra Cuba, en el incremento de la persecución financiera y el congelamiento de cuentas bancarias y bienes cubanos en terceros países, que lo tienen como una propuesta; en acciones orientadas a desprestigiar a los dirigentes cubanos; en acciones buscando el recorte del envío de remesas a Cuba; en la aplicación de sanciones contra empresas que mantienen negocios en Cuba; en los permanentes intentos de crear condiciones para un estallido social, y en los intentos de promover posiciones políticas opositoras dentro de nuestras instituciones.
Por lo tanto, nosotros nos tenemos que ubicar en un campo de batalla donde la estrategia enemiga está demostrando ser: atacarnos por varios frentes y disparar por todos los flancos posibles. Cada tema es un sector de fuego: toman el tema de las colas para el pollo y apuntan al nivel de vida de la población; toman el tema del desabastecimiento y atacan la gestión económica del Gobierno. Van al ataque incesante de todo lo que se hace y promueven las instituciones del Estado o sus dirigentes para desacreditarlos y su imagen es objeto permanente de escarnio y difamación.
En temas de derecho y sociedad no han desistido en la búsqueda de puntos de quiebra en la unidad nacional, magnificando los posibles disensos en asuntos sensibles como el matrimonio igualitario, el racismo, la violencia contra la mujer, o el maltrato a los animales, por mencionar algunos, en todos los cuales trabajamos seriamente para resolver deudas de siglos que solo la Revolución en el poder ha enfrentado con indiscutibles progresos.
Es importante comprender que mientras más frentes logren abrir y mientras menor sea la capacidad de nuestras instituciones políticas y sociales para resolver lo pendiente y demostrar con argumentos las falacias inducidas, mayores resultados obtendrán los enemigos históricos de la Revolución en su objetivo supremo detrás de todas las campañas que organizan, que es denostar al Estado revolucionario y al sistema político, mediatizar siempre en negativo y mostrar un caos en nuestra sociedad.
Hay mucho dinero corriendo, pero hay, además, laboratorios ideológicos detrás de todo esto, porque los nuevos terrenos de operación virtual y mediática han demostrado efectividad en cuanto a la manipulación y a desarmar ideológicamente a los pueblos en nuestra región y en el mundo.
Nosotros debemos ser capaces de generar también, ante todo esto, una estrategia de comunicación con rigor, utilizando incluso muchas de las herramientas que ellos emplean contra nosotros, pero también creando nuevas herramientas más ajustadas a nuestra realidad y a la singularidad de nuestro pueblo. De todos modos, no hay dudas de que la manera más efectiva de comunicar es hacer las cosas y hacerlas bien. Cuba, como pocos países de similar desarrollo, tiene la posibilidad de hacerlo bien. Existen muchas instituciones, organizaciones y la infraestructura necesaria para que tributen a la generación de esta estrategia y, lo que es aún más importante, tenemos a las personas preparadas para ello, tenemos el capital humano y revolucionario preparado para ello.
Tenemos que aprovechar todas nuestras potencialidades, no podemos seguir anclados a formas de comunicar anteriores a la era digital, y no podemos burocratizar los procesos ideológicos. La comunicación social ha llegado, por fin, a los organismos del país; pero tenemos que ser más proactivos, capaces de anticiparnos a las manipulaciones mediáticas que van a tratar de imponer nuestros adversarios.
Ahora mismo, en estos momentos, en los últimos días se ha estado especulando alrededor de algunas medidas que son complejas y que no benefician a todos los sectores sociales por igual, pero que se saben necesarias para remontar nuestros problemas económicos y que han sido explicadas aquí por el compañero Alejandro. Inmediatamente han comenzado a sembrar dudas y a alimentar la desconfianza.
El enemigo, con sus sistemas de medios y sus mercenarios de turno, trabaja para sembrar desesperanza y desaliento. Hay que ver cómo se rasgan las vestiduras y asumen roles de víctimas o de pensadores ahora muy preocupados por el pueblo y por los trabajadores, algunos que serían incapaces del menor sacrificio por la nación, y donde nunca hablan de la verdadera causa o de la mayor causa de nuestros problemas, que se el bloqueo, al que no son capaces nunca de repudiar ni condenar.
Sacan de contexto frases para ridiculizar esfuerzos, hablan de un apartheid económico. ¿Se puede cuestionar de apartheid económico a un país donde el Gobierno todos los días se preocupa por cómo les llega la mayor parte de las cosas posibles a todos por igual? Lo que pasa es que, ¿dónde está la maldad? —y es de las cosas que tenemos que saber explicar bien—, en que han dicho que vamos a cerrar las tiendas en CUC y que van a quedar nada más las tiendas en moneda libremente convertible. Y no es así.
Nosotros vamos a mantener, a un costo tremendo, un nivel de venta en las tiendas en CUC, fundamentalmente de alimentos, de aseo, de la canastilla, leche en polvo, todo un grupo de cosas, y que le van a llegar a todo el mundo, y se van a vender en CUC o en CUP, como se plantea.
Vamos a vincular más actores económicos de los que tenemos en el país, también para vender en esas tiendas y suplir otras cosas en las cuales no podemos gastar hoy dinero en divisa, como son muebles, calzado, ropas que hacen nuestros artesanos y que hace la industria nacional; pero necesitamos vender una cantidad de mercancías en moneda libremente convertible para tener divisas, para seguir ampliando esa venta y con esa venta tener dinero para también una parte de ese dinero introducirla en la industria nacional y que la industria nacional se convierta en una fuente de productos para esas tiendas y para las otras, y, además, tener un dinero también que nos permita en las otras tiendas poder sostener las otras cosas que queremos vender.
Pero eso no lo han dicho ellos. Ellos ayer salieron a las redes a decir: esta gente van a dolarizar la economía, van a cerrar las tiendas en CUC y todo lo van a vender en divisas. Y el pueblo trabajador —que tanto les “preocupa”— que gana en moneda nacional y que puede con moneda nacional adquirir CUC va a quedar totalmente desamparado. Esa es la matriz de opinión que están tratando de sembrar hoy en las redes sociales.
Y alguna de nuestra gente, porque no hemos dado la información todavía, porque estábamos preparando todas las medidas, se van con eso y empiezan a mostrar insatisfacción, incomprensión, inseguridad, empiezan a vaticinar que va a haber una situación compleja. No, no vaticinen, hay una situación compleja desde mediados del pasado año, y todo eso lo hemos ido superando. Pero la situación compleja no es de Cuba, es del mundo. Y nosotros, en medio de esa situación, seguimos proponiendo cosas para todos y buscando la solución para todos.
No hay ningún Estado en el mundo que se preocupe porque todos sus habitantes coman todos los días. La gente llena los mercados y compra el que puede y el que no, no, y eso no le interesa a nadie. Aquí todos los días nos estamos desgastando en cuál es el per cápita que va a llegar a la gente, de dónde sacamos un poquito para distribuir de manera controlada y no por las vías normales de mercado.
Aquí se le dan las cinco libras de arroz por la canasta lo mismo al campesino, que al que tiene una paladar, que al que vive en una ciudad y trabaja por el Estado. Díganme en qué país del mundo se viven esas cosas; porque también hay personas a quienes se les olvida en un momento complejo la obra de la Revolución, y en los momentos complejos es donde hay que sacar los argumentos de la Revolución y las fortalezas de la Revolución. Hoy ningún Estado en el mundo ni ningún gobierno sale a explicarle a su población por qué tiene que enfrentar una estrategia de impulso a la economía ni cómo lo va a hacer, y aquí se va a explicar con toda transparencia, en cada momento, de manera gradual, en la medida en que vayamos aplicando las medidas.
Ahora bien, han sacado solo una medida —claro, no conocen las otras—, y contra esa han bombardeado con todo su rencor y todo su odio. Esa medida, dentro de todas estas, tiene menos peso, pero, como ustedes han visto, esto es un sistema de medidas, y que está orientado, precisamente, a eso, a fortalecernos, no solo para resistir, sino también para salir adelante, avanzar y desarrollarnos.
Todo lo que estamos proponiendo y todo lo que estamos trabajando se está haciendo para buscar un bien común, que es mejorar, incluso, en condiciones de crisis.
En medio de eso, hemos tenido que hacer un tremendo esfuerzo para lograr que, por la venta controlada, en julio y en agosto lleguen productos adicionales a la población. Y sí, aparecerán a la venta algunos alimentos en divisa a los que tendrá acceso una parte de la población; pero a todos los cubanos, incluso a esos que tienen divisa, les estamos garantizando, como mínimo, dos libras más de arroz en julio y en agosto, y tal vez podamos dar hasta un poquito más a partir de otras gestiones que se están haciendo.
Vamos a dar también una cantidad adicional de granos, de frijoles, y estamos buscando también para dar una cantidad adicional de carne de pollo. Todo eso en medio de esta situación. No es solo una medida por aquí aislada y esta es la medida “estrella” —como lo han querido demostrar— y la medida con la que hay que “atacar al Gobierno cubano, que no tiene sensibilidad por su gente, que no reconoce las necesidades del pueblo trabajador”. Esa es la mentira, la calumnia, la manera en que construyen todas estas cosas.
Y hay desabastecimiento en las tiendas, sí, ¿y por qué lo hay? ¿Por qué Cuba no tiene más divisas? Entre otras cosas, por el bloqueo, por la persecución financiera, porque no podemos exportar todo lo que queremos; porque cada vez que le exportamos a alguien, tratan de cortar esa exportación; porque cada vez que estamos gestionando un crédito, tratan de quitarnos el crédito; porque tratan de que no llegue combustible a Cuba y entonces tenemos que comprar en terceros mercados a un precio más alto. ¿Por qué no se habla de eso? ¿Son esa gente patriotas, están tan interesados de verdad por el pueblo, o lo que quieren es un cambio de sistema donde se favorezca a una minoría?
Es cierto que con algunas de estas medidas se corren riesgos: tendremos que enfrenar a los “coleros” de manera más decisiva y más intensiva. Tenemos que enfrentar a los revendedores, que nos complican la vida. Tendremos que enfrentar casos de corrupción, que tratarán de aprovecharse de esta situación. Tendremos que enfrentar el mercado ilícito de divisas. Pero para todo eso nosotros tenemos la fuerza de la Revolución y la participación del pueblo, y lo que tenemos que lograr es que el pueblo entienda bien por qué vamos a todas estas medidas.
Como Gobierno, por supuesto, nos corresponde escuchar, atender, diferenciar la crítica honesta y la sugerencia valiosa del acto malicioso y la propuesta impracticable; y nos toca responder, explicar, argumentar y aplicar todo cuanto aporte. Solo así se gana la confianza de las mayorías y se prueba que todo lo que hacemos, lo hacemos para salvar al país y para avanzar.
El pueblo, del que formamos parte todos nosotros, sabe distinguir lo legítimo de lo falso cuando participa activamente en lo que hacemos para defender y fortalecer a la nación frente a la difícil situación imperante, agravada por la amenaza imperial.
Todos los días estamos enfrascados en la búsqueda de soluciones a los problemas, pensando y sintiendo como pueblo, pensando y actuando para el bien de todos, y nos toca explicar que, en ocasiones, para beneficiar a todos hay que implementar medidas que “parece” que favorecen a pocos, pero que a la larga beneficiarán a todos.
Quiero recordar que en los últimos meses hemos enfrentado numerosos intentos para impedir la llegada de combustible a nuestros puertos, desabastecimiento de alimentos, insumos y materias primas para sostener importantes procesos productivos, y sanciones que han mermado nuestros ingresos en divisas en medio de la pandemia. Aun así elevamos, hasta donde se podía, los salarios en el sector presupuestado; se evitaron los apagones; mantuvimos la vitalidad de la actividad productiva, las inversiones fundamentales para el desarrollo del país; aprobamos medidas para proteger y atender a toda la población cubana, sin distinción, de los impactos de la COVID-19.
Con sensible carencia de recursos logramos controlar la pandemia y, aunque lamentamos la pérdida de 87 vidas por esa causa, que es mínima comparada con lo que pasa en el mundo, nos consuela y anima que no falleció ningún niño, ningún médico, ningún personal de la Salud; que no colapsó nuestro Sistema de Salud; que la gestión del Gobierno favoreció la acción integrada del Sistema de Salud cubano y de nuestros científicos con indiscutibles resultados; que nuestros protocolos médicos salvaron más vidas que los implementados en otros confines; que mantenemos una comunicación transparente y sistemática a la población y que hemos apoyado a decenas de países con nuestras brigadas médicas, ganando el respeto y la admiración del mundo.
Con la satisfacción por esos resultados, ahora vamos a concentrar los mayores esfuerzos en desarrollar acciones para impulsar la economía.
La Revolución, en su devenir histórico, ha probado de modo constante e invariable su vocación por la justicia social, y eso nadie lo puede dudar. Nadie queda desamparado en nuestro país, así ha sido, así es y será siempre. Nos debemos al pueblo al que pertenecemos, lo respetamos y queremos y para su bienestar trabajamos.
Bajo esas premisas, que dan sentido a nuestras vidas, nos hemos planteado cómo enfrentar la nueva situación que impone el mundo pos-COVID-19, no solo para resistir, sino para avanzar y fortalecernos.
Hoy se presenta aquí la Estrategia Económica y Social para impulsar la economía, que parte de la necesidad de transformar el comportamiento de la economía cubana con agresividad, intensidad e innovación.
Desarrollar la economía significa ni más ni menos que ofrecer mayor bienestar al pueblo. Se trata, en primer lugar, de retomar todo lo pendiente de lo que aprobamos en el Congreso del Partido, quitando las trabas identificadas en los constantes análisis de los procesos económicos que hemos realizado.
Las transformaciones en marcha demandan la aplicación de 209 Lineamientos. En todas hay oportunidades y riesgos que debemos identificar, con la voluntad de corregir de inmediato todas las posibles distorsiones. El peor riesgo estaría en no cambiar, en no transformar y en perder la confianza y el apoyo popular. Lograremos apoyo popular porque vamos a lograr bienestar y mejorías, y es obligado evaluar constantemente el impacto político y social de cuanto apliquemos.
Las transformaciones de esta etapa se implementarán de manera gradual, pero avanzando en todas simultáneamente con toda la agilidad y la eficacia que el momento demanda, y de ahí somos muy responsables los organismos de la Administración Central del Estado, las instituciones estatales y también todas las estructuras de Gobierno a todas las instancias.
Nos toca aprender a vivir con menos importaciones y con más exportaciones, promoviendo la producción nacional para satisfacer la demanda interna, potenciando los sistemas productivos territoriales y locales —y aquí se tiene que reforzar el papel de los gobiernos locales—, estableciendo una secuencia de acciones según prioridades, como se ha planteado aquí.
Iniciaremos de inmediato las transformaciones más urgentes y —reitero una idea que dio Alejandro— estamos convencidos y decididos a aplicar todo lo que está en esta Estrategia; unas cosas se harán más rápido y otras llevarán el tiempo necesario para terminar de implementarlas, pero todo lo que está en esta Estrategia lo vamos a aplicar.
Esta decisión exige preparación de los organismos. Implementar una estrategia de comunicación que logre llevar rápido y eficazmente la información al pueblo, cerrando todos los caminos a la manipulación y las tergiversaciones oportunistas del adversario. Por eso hoy hemos reunido al Consejo de Ministros y participan los gobernadores. La próxima semana con esta información estaremos llegando a los presidentes de las asambleas municipales del Poder Popular, a los secretarios del Partido en los municipios y a los intendentes.
Hoy se inicia una serie de Mesas Redondas para la explicación más amplia posible al pueblo y, poco a poco, en las Mesas Redondas iremos informando las medidas que se vayan aplicando dentro de esta Estrategia, sus alcances y también las valoraciones sobre la aplicación de las mismas.
Se inicia ya, de hecho, entonces, un período de implementación y control. Los temas más complejos, los temas que llevan una valoración política más profunda los estaremos llevando también, sistemáticamente, al Buró Político del Partido Comunista de Cuba, y ahí estaremos viendo qué hay que aprobar, qué se va aprobando, cómo van marchando todas las implementaciones. Y en octubre estaremos presentando esta Estrategia a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y, yo diría, más que todo, ya estaríamos discutiendo los primeros resultados de la aplicación de la misma.
Y todo lo haremos en una secuencia, donde ahora nos vamos a centrar en la producción de alimentos, en la soberanía alimentaria y nutricional, que lleva importantes transformaciones: lleva transformaciones en el sistema de estructura del Ministerio de la Agricultura, lleva transformaciones en las empresas de la agricultura, lleva transformaciones en la manera de relacionarse adecuadamente empresas estatales con todas las formas de gestión y propiedad que aportan a la producción de alimentos; lleva una transformación en el sistema de comercialización, lleva incentivos, lleva apoyos en créditos; lleva el estudio de las posibilidades de acciones bancarias de fomento a la agricultura. Lleva también la posibilidad de que cualquiera de las formas productivas pueda importar insumos que necesita, a través de empresas estatales, y también la posibilidad de que cualquiera de las formas productivas pueda también exportar producciones para tener, también, financiamientos en divisas que ayuden a reproducir, de manera ampliada, su actividad económica.
Vamos a insistir también en:
el reordenamiento del comercio interior, con todo un grupo de elementos que aquí se explicaron;
el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, donde lo primero que hay que priorizar son las 33 medidas que ya tenemos aprobadas para lograr mayor autonomía en su gestión;
la transformación del entorno monetario en que opera la inversión extranjera, como se explicó aquí;
la modificación del sistema de distribución de divisas en la economía;
la participación de la industria nacional como principal proveedor de bienes y servicios que demanda la economía;
el incremento y diversificación de las exportaciones, incluyendo, como decía, la exportación de todas las formas de gestión, a través de empresas estatales de Comercio Exterior;
el perfeccionamiento del trabajo del sector no estatal, con prioridad inmediata en la ampliación del trabajo por cuenta propia, de quitarle trabas;
la eliminación del gravamen a la compra de dólares;
las vías y mecanismos para la canalización de las remesas en función del desarrollo económico y social;
el diseño e implementación de incentivos fiscales para los exportadores;
el diseño e implementación del mercado de deuda pública con participación de diversos sectores.
Y en medio de todo eso, vamos a dar los resultados de los últimos análisis para completar toda la envergadura que abarca la Tarea de unificación monetaria y cambiaria, para aprobarla en el menor tiempo posible, y también implementarla, cuando esté aprobada, en todo su conjunto, y que ella, por sí sola, cuando la implementemos, va a quitar muchas, casi la totalidad de las trabas que hoy tenemos para el desarrollo de las fuerzas productivas en nuestro país.

Compañeras y compañeros:

He pensado que podríamos definir nuestra Estrategia como un plan que defiende un ideal; no como una idea de perfección, sino como suma de los Objetivos a conseguir en el siguiente orden:
Implementar los acuerdos del Congreso del Partido y cumplir con las demandas populares emanadas del debate popular de sus lineamientos.
Derrotar la política del bloqueo.
Enfrentar la crisis global y multidimensional que el neoliberalismo y la pandemia han exacerbado.
Aplicar ciencia e innovación a todos los procesos productivos y dinámicas sociales para afianzar el desarrollo.
Legitimar y afianzar el ideal socialista como único camino hasta ahora conocido hacia la prosperidad con justicia social.
Si unimos las letras iniciales de estos cinco Objetivos fundamentales, leeremos: IDEAL.
Cuba vuelve a ser retada por un desafiante contexto mundial y una agresiva política imperial. No lo busca, pero no le teme. ¡Contamos con una historia suficientemente grande e inspiradora para lanzarnos a la pelea!
A esa historia suman ahora los ánimos renovados y enaltecidos por la consagración y el talento de nuestros científicos y nuestro personal de la Salud, que nos han colocado entre los países que han logrado controlar y vencer a una pandemia terrible, en medio de las más atroces políticas de bloqueo y persecución financiera y las más indignantes campañas de descrédito de nuestros héroes: los colabores de la Salud.
Hace exactamente veinte años, en una pieza oratoria que se convertiría en su Testamento Político, nuestro Comandante en Jefe nos legó el concepto de Revolución, del que hoy tomamos algunas ideas fundamentales, enlazadas con lo que estamos proponiéndonos con la Estrategia que aprobamos hoy:
“Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado (...); es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio...”
Ante estas ideas insuperables de la obra construida en más de sesenta años de lucha y sacrificios, reiteramos: ¡Pudimos! ¡Podremos! Pudimos enfrentar y controlar la pandemia. Podremos enfrentar y controlar la crisis.
¡Fuerza Cuba, que seguiremos viviendo, impulsando la economía y venciendo!
Como nos enseñó a decir siempre, desde esta y otras tribunas, el General de Ejército, quien sigue comandando a la Revolución: ¡Viva Cuba Libre! (Aplausos.)