miércoles, 31 de agosto de 2022

Mikhail Gorbachov


Falleció a los 91 años Mikhail Gorbachov, último presidente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y secretario general del Comité Central del Partido Comunista desde 1985 hasta 1991. Durante su gobierno, Gorbachov fue el promotor de las medidas más osadas en la restauración del capitalismo –el imperialismo lo condecoró con un premio nobel a la Paz en 1990 por “dar fin a la guerra fría”-. No obstante, debió renunciar en 1991, luego de la crisis política que devino en la disolución de la URSS. 
 En Prensa Obrera, en una nota de Luis Oviedo, puede leerse la siguiente caracterización: “Apenas llegado al poder, Gorbachov firmó con Reagan un conjunto de tratados armamentistas que convirtieron a Estados Unidos en la única potencia nuclear capaz de una iniciativa estratégica. Junto con esto, establecieron una serie de acuerdos para ‘resolver los conflictos regionales’, es decir, para acabar con las revoluciones sociales y los levantamientos nacionales en América Central, Sudáfrica y Medio Oriente. En este cuadro, cuando la burocracia sostenía que su política tendía a “acabar con las barreras que separan a ambos sistemas”, era claro que no sólo se refería a las ‘barreras exteriores’ (la revolución mundial y la carrera armamentista), sino también a las ‘interiores’, es decir, a la planificación económica y a la propiedad estatizada” (4/7/1996). 
 Las reformas fundamentales de Gorbachov fueron la “glasnot” y la “perestroika” que combinaron un gigantesco proceso de privatización de empresas, desmantelamiento de las conquistas sociales de la revolución y, al mismo tiempo, el intento de preservar una burocracia parasitaria y en descomposición. Se convertía a los gerentes, administradores o burócratas económicos de los grandes grupos empresariales de la Unión Soviética en titulares formales de sus empresas. La “apertura democrática” reforzaba las atribuciones del presidente, mantenía incólume todo el aparato de la KGB (la policía política del Estado) y sostenía la impunidad de sus crímenes. Un intento bonapartista que fracasaría sin atenuantes. 
 El escenario de la “perestroika” comportó un descomunal retroceso económico de la URSS, que pasó de competir palmo a palmo con EE. UU. a convertirse en una economía “tercermundista”. Los niveles productivos se desplomaban, la inflación alcanzaba los tres dígitos, la agricultura sufría un desastre ecológico y las masas se empobrecían aceleradamente. La clase obrera respondería con importantes huelgas en toda la URSS.
 Estas reformas vinieron a confirmar lo que ya Trotsky caracterizó tempranamente en su texto “La revolución traicionada”: los privilegios inestables de la burocracia usurpadora exigían un régimen jurídico y político que otorgaran garantías a la propiedad privada. Gorbachov se trazó ese derrotero, bajo la envoltura de la transparencia y la “apertura”. 
 En ese período, la inmensa mayoría de la izquierda mundial se debatió en un apoyo franco a la perestroika de Gorbachov y la reivindicación de lo que consideraba la “democracia socialista”. El Partido Obrero en aquel entonces dijo “la perestroika es antisocialista” (28/1/1987), reivindicando la lucha del trotskismo y la IV Internacional contra las tesis de “socialismo en un solo país” o “socialismo con democracia”. 

 Caída de Gorbachov y de la URSS 

En marzo de 1991, Gorbachov convocó un referéndum en torno de la continuidad de la Unión Soviética y el 78 % votó a favor. En agosto de 1991, se produjo un intento de golpe de Estado de la KGB a Gorbachov, que marcaría el fracaso inexorable de la “perestroika". Sería el quiebre político definitivo de la burocracia de la URSS. El Partido Obrero fue la única organización política argentina que convocó a una movilización y un acto contra el golpe: “el golpe no está dirigido contra Gorbachov sino a imponer por métodos terroristas los planes pro-capitalistas que éste no pudo llevar adelante por la resistencia de los trabajadores y los pueblos de la URSS”. Prensa Obrera registró que “La izquierda mundial se dividió frente al golpe. Una parte —como Fidel Castro— apoyó a los golpistas, calificándolos como ‘salvadores del comunismo’, al que identificaban con la KGB; otros, como el SU, se pusieron del lado de Gorbachov y Yeltsin, a los que identificaban con la ‘democracia’.” (12/7/2007). Estamos ante el mismo problema político y metodológico planteado con la actual guerra de la OTAN y Rusia, cuando una parte de la izquierda se identifica con la burocracia de los servicios de inteligencia, en nombre del antiimperialismo, y otra parte se alinea en el campo de la OTAN, en nombre de la “democracia”. La historia se repite como tragedia, teniendo en cuenta las actuales amenazas de una hecatombe nuclear mundial. 
 En diciembre de 1991, Gorbachov renuncia como presidente y se proclama la disolución de la URSS, emitiendo el siguiente comunicado: “Dada la situación creada con la formación de la Comunidad de los Estados Independientes, ceso mi actividad como presidente de la Unión Soviética. Tomo esta decisión por consideraciones de principio. Se ha impuesto la línea de la desmembración del país y de la desunión del Estado, lo cual no puedo aceptar. Además, estoy convencido de que resoluciones de tal envergadura deberían haberse tomado basándose en la voluntad expresa del pueblo (es decir, un referéndum). El destino quiso que cuando me vi al frente del Estado ya estuviera claro que nuestro país estaba enfermo. Hoy estoy convencido de la razón histórica de los cambios iniciados en 1985. Hemos acabado con la Guerra Fría, se ha detenido la carrera armamentista y la demente militarización del país, que había deformado nuestra economía, nuestra conciencia social y nuestra moral. Nos abrimos al mundo y nos ha respondido con confianza, solidaridad y respeto” (5/12/1991). Gorbachov dejaba trazada la ruta de la restauración, algo que el conjunto de los personeros del imperialismo le reconocería hasta su muerte. 

 Restauración capitalista y barbarie 

La pretensión de una integración “pacífica” de los ex Estados obreros al mercado mundial fue brutalmente desmentida por las tres décadas que siguieron. La “apertura al mundo” señalada por Gorbachov inició una transición mundial caracterizada por nuevas guerras (Yugoslavia, Afganistan, Irak, Siria), masacres, hambrunas y bancarrotas económicas. Los “baños de sangre” que Gorbachov dijo querer evitar sucedieron a una escala mayor. La perspectiva de un capital “mundializado”, integrando a los ex Estados obreros, se trasmutó en la acentuación de todas las contradicciones del capitalismo en declinación. La invasión de Rusia a Ucrania, el hostigamiento militar y económico sistemático de la OTAN y el imperialismo norteamericano sobre Rusia demuestra una continuidad de esa transición, pero acentuando su porvenir catastrófico y su pretensión última de aplastar al proletariado mundial. La prolongación de un régimen social agotado históricamente plantea, con mayor vigencia que nunca, la cuestión de la revolución socialista. 

 Emiliano Fabris 
 31/08/2022

martes, 30 de agosto de 2022

7 de septiembre: ¿Lula entrega las calles a Bolsonaro?


Jair Bolsonaro 

El expresidente Lula da Silva formó un amplio frente que abarca desde el centroizquierda hasta los partidos burgueses de derecha. En el acto de toma de posesión de Alexandre de Moraes como presidente del TSE (Tribunal Superior Electoral), Lula y la exmandataria Dilma Rousseff estaban sentados junto a los expresidentes José Sarney y Michel Temer, demostrando que si por un lado tenemos un gobierno de ultraderecha [el de Jair Bolsonaro], por el otro tendremos un gobierno que dice ser de centro izquierda, pero que también es el representante de los intereses del gran capital contra las aspiraciones de trabajadores. 
 Si los apoyadores de Lula no se avergonzaron de la candidatura a la vicepresidencia de Geraldo Alckmin, de la foto al lado de Temer y Sarney, ni con el apoyo de André Ceciliano en Río [presidente de la Asamblea Legislativa en ese Estado], ya no pueden avergonzarse de más nada. 
 Bolsonaro, por su parte, no quiere soltar el hueso y amenaza con dar un golpe argumentando que existiría la posibilidad de fraude electoral [en los comicios presidenciales de octubre]. Está respaldado por empresarios deudores del BNDES (Banco de préstamos), sectores de las fuerzas armadas beneficiadas con privilegios gubernamentales, autoridades de la curia, pastores evangélicos, terratenientes y grupos milicianos. La peor basura de la sociedad. 
 Bolsonaro, en su caída, se volvió populista, intenta ganar votos con una ayuda de emergencia de 600 reales y con acusaciones de tipo religioso diciendo que si el petismo ganara cerraría las iglesias evangelistas. También está controlando el aumento de combustibles, dando bonos para los taxistas y tratando de controlar la inflación desenfrenada para evitar la vergüenza electoral. 
 Lo importante de esta caracterización es entender que las elecciones no ofrecen una solución al problema de la desigualdad social en Brasil.
 Si Bolsonaro no ha hecho absolutamente nada para ayudar a los millones debajo de la línea de pobreza, Lula no tiene un programa para la transformación social de Brasil e inclusive no tiene ninguna propuesta de recuperación de las conquistas obreras y sociales aplastadas por los gobiernos de Michel Temer y Bolsonaro. 
 La izquierda ligada al lulismo frenó todo tipo de movilizaciones de la clase obrera y de los explotados contra los ataques reaccionarios que imponían una “reforma laboral” y una “reforma de la seguridad social” que subyuga los derechos de los actuales y futuros pensionistas. 
 Lula ha salido incluso a enfrentarse a cualquier tipo de ilusión en este sentido: se ha hecho cargo de aclarar durante su campaña electoral y ante las cámaras empresariales que no derogaría las reformas anti obreras.
 Preventivamente, una parte considerable del imperialismo y el gran capital se ha ido definiendo por una nueva oportunidad para Lula contra el peligroso fanatismo golpista de Bolsonaro.

 La lucha contra el golpe

 La lucha contra el fascismo de Bolsonaro y el golpe se convirtieron en la forma disfrazada de justificar la constitución de un “frente amplio” del PT y los partidos de derecha burgueses. El rechazo contra Bolsonaro, que gana el apoyo de buena parte de la población, ha sido la brecha que encontraron los sectores oportunistas que se autodenominan de izquierda para justificar el voto a Lula sin ofrecer una alternativa. 
 En el PSOL (partido de centroizquierda), desde la dirección mayoritaria a sectores internos que están en contra de la dirección del partido (como los dirigidos por el diputado Glauber Braga) aceptan el frente amplio en apoyo al voto por Lula. 
 La campaña contra el golpe se convirtió en el eje de la campaña electoral. Lula explora este ángulo para evitar cualquier tipo de movilización independiente donde pudieran ser escuchadas reivindicaciones de lucha de las masas explotadas. Lula habló recientemente en Belo Horizonte de que se trata de una lucha entre “democracia o fascismo”. Con este slogan, se trata de diluir y subordinar las aspiraciones de las masas trabajadores en defensa de la “democracia”. Tendremos que desentrañar esta trampa. 

 La lucha contra el golpe y la movilización de las masas 

Para enfrentar realmente la amenaza golpista, las provocaciones y acciones de la derecha, es necesario movilizar a la clase obrera y las masas explotadas de Brasil. Y no se trata de la “unidad de acción” con las cámaras empresariales detrás de una carta o un manifiesto. 
 La movilización de las masas debe levantar sus propias banderas: demandas de salarios, contra la precariedad del trabajo, por la derogación de las reformas laborales y de seguridad social, los reclamos de comunidades de los pueblos originarios y campesinos, los derechos de las mujeres (derecho al aborto, etc.). 
 La lucha por la independencia de la clase obrera está en relación con el Estado burgués (ya sea “de ley” o fascista), la burguesía y sus partidos. Prevenir un posible golpe de Estado no será a través de cartas democráticas firmadas por las cámaras y partidos patronales, sino a través de huelgas y manifestaciones políticas masivas que desembocan en una huelga general. 
 Para el 7 de septiembre, aniversario de la independencia de Brasil, Bolsonaro convocó a movilizaciones masivas, confluyendo con desfiles militares, como demostración de fuerza militar y popular. Según versiones, Lula decidió realizar actos simbólicos para no “caer en provocaciones”.
 ¿Lula le da las calles a Bolsonaro? Él quiere mostrarse como un político cauteloso y sereno ante los ojos de la burguesía. 
 El Polo Socialista Revolucionario (un frente electoral encabezado por el PSTU) debe adoptar públicamente una estrategia de movilización independiente para colocar el centro de su agitación -en la campaña política electoral en curso- en la lucha por las banderas de los trabajadores y explotados. Esta tiene que ser la postura para los actos que ocurren en el próximo 7 de septiembre. Es hora de difundir nuestras ideas. 

 Política Revolucionaria 
Tribuna Classista
 Brasil

lunes, 29 de agosto de 2022

Nuevos combates en Libia


Trípoli, tras los combates 

La reanudación de los enfrentamientos militares en Libia dejó este fin de semana más de 30 muertos y un centenar de heridos, cuando las milicias que responden al gobierno con sede en la ciudad de Sirte intentaron tomar la capital, Trípoli, dominada por el llamado Gobierno de Unidad Nacional. 
 El gobierno con sede en Trípoli está liderado por Abdul Hamid Dbeibé, mientras que el segundo (con sede en la ciudad de Sirte, en el este) lo encabeza Fathi Bashagha, con el apoyo del poderoso mariscal Jalifa Haftar. 
 Tras la operación imperialista de 2011, que depuso a Muamar Gadafi, este país del norte africano, rico en recursos petroleros y gasísticos, ingresó en un proceso de desintegración territorial. En el año 2020, un acuerdo patrocinado por Naciones Unidas alumbró un gobierno de transición que incluía a las dos principales facciones. Ese gobierno debía llevar a cabo elecciones presidenciales en diciembre de 2021, pero el desacuerdo sobre las reglas hizo naufragar esa tentativa. La Cámara de Representantes, con sede en la ciudad de Tobruk (ahora trasladada a Sirte), declaró entonces terminado el mandato de Dbeibé y eligió a Bashagha como primer ministro, volviendo a partir el país en dos. 
 Más allá de esta división, hay gran cantidad de milicias que operan autónomamente. Y la región del sur acaba de amenazar con formar un gobierno propio, al estilo de Sirte, si Trípoli no realiza concesiones en materia de puestos de gobierno (Libya Observer, 22/8). 
 El interrogante ahora es si la ofensiva de las milicias del este, que fue contenida por las tropas de Trípoli, será el punto de partida de una escalada en los enfrentamientos. Vale mencionar que seis hospitales se vieron afectados por los últimos choques en la capital. 
E l gobierno de Trípoli afirma que en vísperas de la última ofensiva sobre la ciudad estaba en discusión una convocatoria conjunta a elecciones para fin de año, que es alentada por Naciones Unidas. Pero las últimas negociaciones fracasaron. 
 Libia no solo es escenario del enfrentamiento entre las facciones locales sino también entre distintas potencias extranjeras. Turquía e Italia estuvieron entre los principales sostenes iniciales del gobierno de Trípoli, en tanto que Rusia, Francia, Egipto y los Emiratos Arabes se ubicaron más cerca del otro bando. 
 De todos modos, no es raro que los gobiernos foráneos involucrados cultiven relaciones con las dos partes, como lo ha reconocido recientemente en un reportaje con la cadena Al Jazeera la embajadora del Reino Unido, Caroline Hurndall, quien afirmó que trabajan con el Gobierno de Unidad Nacional, pero tienen buen vínculo con Bashana (Libya Observer, 11/8). 
 La guerra en Ucrania, con el consecuente impacto en la situación energética, acentuó el interés del imperialismo por el norte africano. Emmanuel Macron, el presidente galo, acaba de visitar Argelia, con el gas de ese país en la mira. Argel, de hecho, viene de pactar un incremento de las exportaciones de ese producto a Italia. En el caso de Libia, la Total francesa y el titular de la estatal National Oil Corporation discutieron estos días tratar de avanzar en una mayor producción, en momentos que la Unión Europea busca reducir su dependencia de los combustibles rusos. 
 La guerra en el este europeo mejoró los ingresos de Libia por petróleo y gas, pero al mismo tiempo encareció los cereales que importa desde Ucrania. Alrededor de medio millón de personas dependen de la asistencia alimentaria y un 10% de la población, de algún tipo de ayuda humanitaria (ídem, 17/8). El aumento en el costo de los productos de primera necesidad desató protestas en el mes de julio, tanto en la capital como frente al parlamento que aún tenía su sede en Tobruk. 
 La intervención de la clase trabajadora es lo único que puede dar una salida positiva al descalabro libio. 

 Gustavo Montenegro

ELN y negociaciones con el gobierno de Petro


domingo, 28 de agosto de 2022

7 de septiembre: ¿Lula entrega las calles a Bolsonaro?


Jair Bolsonaro 

El expresidente Lula da Silva formó un amplio frente que abarca desde el centroizquierda hasta los partidos burgueses de derecha. En el acto de toma de posesión de Alexandre de Moraes como presidente del TSE (Tribunal Superior Electoral), Lula y la exmandataria Dilma Rousseff estaban sentados junto a los expresidentes José Sarney y Michel Temer, demostrando que si por un lado tenemos un gobierno de ultraderecha [el de Jair Bolsonaro], por el otro tendremos un gobierno que dice ser de centro izquierda, pero que también es el representante de los intereses del gran capital contra las aspiraciones de trabajadores. 
 Si los apoyadores de Lula no se avergonzaron de la candidatura a la vicepresidencia de Geraldo Alckmin, de la foto al lado de Temer y Sarney, ni con el apoyo de André Ceciliano en Río [presidente de la Asamblea Legislativa en ese Estado], ya no pueden avergonzarse de más nada. 
 Bolsonaro, por su parte, no quiere soltar el hueso y amenaza con dar un golpe argumentando que existiría la posibilidad de fraude electoral [en los comicios presidenciales de octubre]. Está respaldado por empresarios deudores del BNDES (Banco de préstamos), sectores de las fuerzas armadas beneficiadas con privilegios gubernamentales, autoridades de la curia, pastores evangélicos, terratenientes y grupos milicianos. La peor basura de la sociedad. 
 Bolsonaro, en su caída, se volvió populista, intenta ganar votos con una ayuda de emergencia de 600 reales y con acusaciones de tipo religioso diciendo que si el petismo ganara cerraría las iglesias evangelistas. También está controlando el aumento de combustibles, dando bonos para los taxistas y tratando de controlar la inflación desenfrenada para evitar la vergüenza electoral. 
 Lo importante de esta caracterización es entender que las elecciones no ofrecen una solución al problema de la desigualdad social en Brasil.
 Si Bolsonaro no ha hecho absolutamente nada para ayudar a los millones debajo de la línea de pobreza, Lula no tiene un programa para la transformación social de Brasil e inclusive no tiene ninguna propuesta de recuperación de las conquistas obreras y sociales aplastadas por los gobiernos de Michel Temer y Bolsonaro. 
 La izquierda ligada al lulismo frenó todo tipo de movilizaciones de la clase obrera y de los explotados contra los ataques reaccionarios que imponían una “reforma laboral” y una “reforma de la seguridad social” que subyuga los derechos de los actuales y futuros pensionistas. 
 Lula ha salido incluso a enfrentarse a cualquier tipo de ilusión en este sentido: se ha hecho cargo de aclarar durante su campaña electoral y ante las cámaras empresariales que no derogaría las reformas anti obreras.
 Preventivamente, una parte considerable del imperialismo y el gran capital se ha ido definiendo por una nueva oportunidad para Lula contra el peligroso fanatismo golpista de Bolsonaro.

 La lucha contra el golpe

 La lucha contra el fascismo de Bolsonaro y el golpe se convirtieron en la forma disfrazada de justificar la constitución de un “frente amplio” del PT y los partidos de derecha burgueses. El rechazo contra Bolsonaro, que gana el apoyo de buena parte de la población, ha sido la brecha que encontraron los sectores oportunistas que se autodenominan de izquierda para justificar el voto a Lula sin ofrecer una alternativa. 
 En el PSOL (partido de centroizquierda), desde la dirección mayoritaria a sectores internos que están en contra de la dirección del partido (como los dirigidos por el diputado Glauber Braga) aceptan el frente amplio en apoyo al voto por Lula. 
 La campaña contra el golpe se convirtió en el eje de la campaña electoral. Lula explora este ángulo para evitar cualquier tipo de movilización independiente donde pudieran ser escuchadas reivindicaciones de lucha de las masas explotadas. Lula habló recientemente en Belo Horizonte de que se trata de una lucha entre “democracia o fascismo”. Con este slogan, se trata de diluir y subordinar las aspiraciones de las masas trabajadores en defensa de la “democracia”. Tendremos que desentrañar esta trampa. 

 La lucha contra el golpe y la movilización de las masas 

Para enfrentar realmente la amenaza golpista, las provocaciones y acciones de la derecha, es necesario movilizar a la clase obrera y las masas explotadas de Brasil. Y no se trata de la “unidad de acción” con las cámaras empresariales detrás de una carta o un manifiesto. 
 La movilización de las masas debe levantar sus propias banderas: demandas de salarios, contra la precariedad del trabajo, por la derogación de las reformas laborales y de seguridad social, los reclamos de comunidades de los pueblos originarios y campesinos, los derechos de las mujeres (derecho al aborto, etc.). 
 La lucha por la independencia de la clase obrera está en relación con el Estado burgués (ya sea “de ley” o fascista), la burguesía y sus partidos. Prevenir un posible golpe de Estado no será a través de cartas democráticas firmadas por las cámaras y partidos patronales, sino a través de huelgas y manifestaciones políticas masivas que desembocan en una huelga general. 
 Para el 7 de septiembre, aniversario de la independencia de Brasil, Bolsonaro convocó a movilizaciones masivas, confluyendo con desfiles militares, como demostración de fuerza militar y popular. Según versiones, Lula decidió realizar actos simbólicos para no “caer en provocaciones”.
 ¿Lula le da las calles a Bolsonaro? Él quiere mostrarse como un político cauteloso y sereno ante los ojos de la burguesía. 
 El Polo Socialista Revolucionario (un frente electoral encabezado por el PSTU) debe adoptar públicamente una estrategia de movilización independiente para colocar el centro de su agitación -en la campaña política electoral en curso- en la lucha por las banderas de los trabajadores y explotados. Esta tiene que ser la postura para los actos que ocurren en el próximo 7 de septiembre. Es hora de difundir nuestras ideas. 

 Política Revolucionaria 
Tribuna Classista
 Brasil

sábado, 27 de agosto de 2022

Macron en Argelia: el imperialismo de hoy, el colonialismo de ayer


Macron y el presidente argelino Abdelmajid Tebbune 

El presidente galo Emmanuel Macron se encuentra en Argelia como parte de una visita que busca mejorar las relaciones bilaterales. Dos son los puntos principales de la agenda: el pasado colonial francés y los negocios energéticos, en medio del impacto dislocador causado por la guerra en Ucrania.
 Francia fue la potencia ocupante de Argelia durante 130 años. En 1962, el país africano consiguió la independencia, después de ocho años de guerra civil en que las fuerzas francesas y el grupo paramilitar Organización del Ejército Secreto (OAS, por sus iniciales en francés) dejaron más de un millón de muertos, según los historiadores argelinos. 
 Macron ha mantenido un discurso sinuoso en relación al tema. En 2017 calificó de “crimen contra la humanidad” el pasado colonial francés y ensayó un pedido de disculpas, pero en enero de 2021, cuando se reunió con el historiador Benjamin Stora, autor de un informe sobre la guerra, su oficina planteó que “no habrá arrepentimiento ni disculpas”.
 El año pasado, el jefe de Estado puso en duda en un encuentro con veteranos de guerra la existencia de una nación argelina antes de la ocupación francesa, lo que desató un roce diplomático con Argel. Por esos meses, Francia redujo los visados para argelinos y el país africano retiró su embajador en París, además de suspender el uso de su espacio aéreo a las naves galas que se dirigían a abastecer la Operación Barkhane en Mali. Pero el gobierno de Abdelmajid Tebbune levantó estas represalias al poco tiempo, prosiguiendo su cooperación con la ocupación imperialista en la región. 

 Negocios

 El planteo de Macron de una “reconciliación de las memorias” busca despejar un obstáculo para el desarrollo de los negocios capitalistas en la zona. Vale señalar que el mandatario es acompañado en su visita por una comitiva de empresarios.
 Uno de los puntos cruciales es la cuestión energética, dado que Argelia es un importante productor de gas y petróleo, más importantes que nunca ante el estallido de la guerra en el este europeo. París importa en la actualidad crudo desde el país africano, y aunque lo relativice, seguramente está interesado también en el gas. 
 Llegados a este punto, algunos medios hablan de una disputa entre los países europeos por ese producto. El gobierno de Tebbune suscribió recientemente un acuerdo con Italia para incrementar la provisión. Roma se habría cortado sola, dado que el gasoducto impulsado por España para conectar el territorio del norte africano con el continente está paralizado, en parte por los reparos del palacio del Elíseo. 
Argelia explota sus recursos naturales a través de la compañía estatal Sonatrach y de acuerdos con compañías extranjeras, como la italiana Eni. El petróleo y el gas han enriquecido a capitalistas extranjeros y a una minoría local, mientras las grandes masas argelinas están sumidas en la pobreza. 
 Además de discutir el problema energético, en las vísperas del invierno europeo, Macron intentará poner coto a la injerencia rusa en su “patio trasero”. Moscú abastece de armas a Argelia y viene ganando posiciones en el Sahel, donde París está en retroceso. Tras un empantanamiento militar de varios años y tensiones con la junta castrense que tomó el poder en el país, retiró sus tropas de Mali -aunque redirigió parte de ellas a Níger y Chad. 

 El FLN 

El Frente de Liberación Nacional (FLN), la fuerza que enfrentó a los franceses en la guerra de independencia, se fue transformando con el tiempo en colaboradora del imperialismo, al punto de brindar apoyo logístico a la misión francesa en el Sahel, como ya señaláramos previamente. Los roces con París por el pasado colonial son usados por el régimen para recuperar una autoridad política perdida. 
 En 2019, una rebelión popular derribó al gobierno de Abdelaziz Bouteflika, aunque no pudo quebrar el dominio político de las fuerzas armadas. Un proceso electoral amañado, de escasa participación, le dio la victoria electoral ese año a Tebbune, un hombre del régimen, quien impulsó más tarde un referéndum de modificación constitucional, también con poca asistencia a las urnas. 
 Tebbune ensayó una política de cooptación y represión del Hirak, el movimiento que estuvo a la vanguardia del levantamiento y que boicoteó los posteriores comicios presidenciales y constituyentes. No pudo acercar a los activistas, pero hizo un tremendo daño con las detenciones masivas, a lo que se sumó el impacto de la pandemia. Esto ha llevado a un fin de las movilizaciones callejeras. 
 La visita de Macron a Argelia se encuadra en una agudización de las disputas entre las potencias a nivel global. A ambos lados del Mediterráneo, los trabajadores tienen la tarea de enfrentar sus regímenes políticos y la guerra imperialista. 

 Gustavo Montenegro

Paraguay: crisis política y podredumbre institucional


Horacio Cartes y Mario Abdo Benítez 

La incorporación del vicepresidente paraguayo Hugo Velásquez y del exmandatario Horacio Cartes en un listado de “corrupción significativa”, elaborado por los Estados Unidos, ha desatado un tembladeral político en la nación guaraní. 
 Al conocerse las denuncias, Velásquez anunció su renuncia, pero luego se arrepintió, por lo que sigue en el cargo. El vice sí se retiró de la precandidatura a la presidencia para las elecciones de abril de 2023. Se lo acusa de haber ofrecido un soborno cercano al millón de dólares para bloquear una investigación en su contra. 
 Unas semanas antes, Washington había incluido en la misma lista a Cartes, sobre el que pesan distintas acusaciones, como contrabando de cigarrillos y lavado de dinero (el expresidente es dueño de la tabacalera Tabesa), y omisiones en su declaración jurada (no declaró una empresa hasta que los Pandora Papers deschavaron el caso). 
 Velásquez y Cartes pertenecen a dos facciones enfrentadas del Partido Colorado. El primero estaba, al menos hasta el estallido de este escándalo, alineado con el presidente Mario Abdo Benítez y era su delfín para las internas presidenciales de diciembre de este año y las generales de abril de 2023. Esta corriente se llama Fuerza Republicana y busca ahora un nuevo precandidato. Cartes, en cambio, lidera Honor Colorado, que promueve sus propios referentes. 

 Marcar el terreno

 La denuncia de los yanquis marca la cancha en un territorio que tratan como propio. En el mes de mayo, el avión venezolano de Emtrasur (ahora incautado en Argentina) estuvo en Paraguay, de donde se llevó días más tarde un cargamento de cigarrillos perteneciente a Tabesa, la empresa de Cartes. Poco después, surgieron denuncias de que el viaje encubría operaciones iraníes en el país guaraní, al estilo de la campaña que el imperialismo instigó en Argentina y llevó a la incautación de la nave y al accionar del FBI en Ezeiza, por autorización expresa del gobierno de Alberto Fernández. 
 El vice Velásquez, en tanto, había sido acusado en 2016 por congresistas norteamericanos de presuntos vínculos con el grupo libanés Hezbollah -que Washington cataloga como terrorista-, a raíz de un viaje por el Líbano del entonces diputado, y de una foto del mismo con presuntos referentes de la organización. 
 Esta semana, el subsecretario de Estado yanqui para el Cono Sur, Mark Wells, llegó a Asunción a reunirse con funcionarios. Los yanquis presionan y se manejan como si Paraguay fuera una colonia. Esto lo reconoció, despechadamente, el senador colorado “Beto” Ovelar, cuando afirmó que Estados Unidos “hace lo que quiere” y trata al país como una “república bananera”. Aunque esas palabras, cabe aclarar, fueron para defender al vice, sobre el que dijo que no hay pruebas en su contra en cuanto a las acusaciones de soborno (ABC Color, 23/8). 
 Con este mar revuelto, la interna colorada se ha recalentado en los últimos días. O, valga la metáfora, está al rojo vivo. El presidente del partido, que responde a la facción de Cartes, acusó al presidente Abdo Benítez de financiar su campaña política con dinero del narcotráfico y de la organización libanesa Hezbollah.
 Mientras tanto, los dos bandos se disputan la interlocución con el amo yanqui. Ante la visita al país de Wells, uno de los senadores de Honor Colorado acusó al Ejecutivo de excluir a su fuerza de los encuentros (La Nación de Paraguay, 24/8). 

 Crimen y narcotráfico 

Con independencia de las acusaciones cruzadas entre las facciones del Partido Colorado, y de los intereses y las operaciones políticas de los yanquis en la región, la corrupción y el crimen organizado están creciendo en Paraguay y esto es inconcebible sin la participación y la complicidad del Estado. En febrero, el ministro del interior Arnaldo Giuzzio fue destituido del cargo por nexos con el narcotráfico. 
 La hidrovía Paraná-Paraguay se ha transformado en una importante ruta de traslado de cocaína hacia Europa. Además, Paraguay ya no solo sería un lugar de transporte sino que también se elaboraría la droga en laboratorios manejados por la banda brasileña Primer Comando Capital (La Nación, 16/6).
 La trama del reciente crimen en Colombia del fiscal paraguayo Marcelo Pecci tiene como principal sospechoso al uruguayo Sebastián Marset, actualmente prófugo. Marset es señalado como uno de los responsables del flujo de la cocaína por la hidrovía (ídem). El deficiente control en los puertos facilita el trabajo.
 En el país charrúa ha estallado una crisis, porque Marset logró escapar de Emiratos Arabes Unidos en 2021 -donde estaba detenido por tener documentación paraguaya falsa- gracias a un pasaporte a distancia emitido por autoridades del gobierno de Luis Lacalle Pou. Por esta razón, la oposición reclama la renuncia de dos ministros. En Paraguay, en tanto, el gobierno de Abdo Benítez es denunciado por haber brindado refugio a Marset (La Nación de Paraguay, 9/8). 
 Toda esta podredumbre reclama una intervención de los trabajadores.

 Gustavo Montenegro

miércoles, 24 de agosto de 2022

Hoy en la Mesa Redonda: Las mujeres cubanas entre cambios y desafíos


24 de agosto, Día del Lector: cantar y contar historias, la importancia de que un pueblo lea


Llevar la palabra oral de manera sostenida y acercarnos a los más pequeños de distintas maneras y que esas maneras permitan transmitir el afecto, historias narradas que nos ponen en sintonía afectiva con ellos, por medio de juegos, poesías, cantos, nanas y arrullos, da riqueza a la vida a través de la palabra.
 Los primeros acercamientos a las letras vivas se realizan por medio de las canciones de cuna, desde la afectividad de quien la canta y quiere regalar al pequeño un velo de protección, un manto sonoro, llevándolo así a disfrutar del descanso a través de la melodía, independientemente de la letra. Es aquí donde ese ser independiente de quien le acerca el cantar comienza a entrelazar emociones, a desarrollar la creatividad y el deseo de transformar el entorno mediante su imaginación, su sensibilidad y su comunicación por medio de gestos, sonidos y efectos.
 Estas experiencias, por medio de la palabra, son las primeras que se construyen con un otro, un primer acercamiento, donde el que lee busca un otro para construir una relación simbólica, de ahí la importancia de las experiencias lectoras. No es raro ver que un pequeño entregue su libro a un “grande” para que se lo lea. Es una manera de comenzar a construir su relación con los demás.
 El acercamiento a los libros es también una forma de conectar generaciones: recordar arrullos propios mientras los compartimos, acercarles poemas, nanas, evocar los libros y recuerdos de historias contadas en nuestra propia infancia. Los más chicos necesitan de adultos que lean para ellos, que les cuenten historias, les abran mundos, les muestren libros emocionantes y compartan estribillos que se vienen a la mente.

 El lenguaje como instrumento del pensamiento

 Es aquí donde debemos luchar por una mayor educación, pensando en todo lo que abarca la frase “buena educación”, pasando por lo edilicio, la alimentación, calefacción en invierno y ventilación en verano, para que nuestros chicos en las escuelas puedan concentrarse y estudiar mejor. Una educación donde se corrijan las expresiones erróneas, que lleve a un enriquecimiento del lenguaje de la clase obrera, en todos los términos, preservando la riqueza de este tanto en claridad como agudeza.
 El lenguaje sigue siendo la expresión inmediata del pensamiento en un momento histórico dado, como el que estamos atravesando, en donde esta comprensión depende de la pertenencia de clase y experiencia material de cada individuo. La lectura debe realizarse en forma crítica, pero para aprender debemos sumirnos en los libros, porque el conocimiento real hoy está en los libros, porque el lenguaje hegemónico está en los textos y para eso hay que aprender a leer. Es lo que permite a los trabajadores formarse una conciencia de clase, una conciencia crítica de la sociedad y, en ese ejercicio de la lectura y en compartir esas lecturas, debatir y comprender lo que se lee y de este modo enriquecer el conocimiento del trabajador, además de formar un pensamiento crítico. 
 Ya que la cultura se mantiene a través de la economía, los bienes culturales son los primeros en dejar de estar al alcance de la clase obrera. El precio de los libros es un límite cultural y la lucha por este acceso va más allá del objeto libro, porque implica llegar a ser un pueblo que sepa leer y escribir y así no ser avasallado. 

 Lali Martínez 
 24/08/2022

Reino Unido: el puerto de Felixstowe se suma a la huelga por aumento de salarios


Dos mil trabajadores del mayor puerto de carga del Reino Unido se sumaron este domingo, en principio hasta el próximo 29 de agosto, a las huelgas contra la inflación y por aumentos de salarios que recorren Europa. Los trabajadores rechazaron en asamblea la oferta salarial de solo el 5% frente al más del 17% de inflación que se proyecta para este año en Inglaterra. 
 Se trata de la primera huelga en el puerto de Inglaterra desde 1989. La huelga de Felixstowe, además de los paros registrados esta semana en los trasportes públicos, metro de Londres o correos, configuran según analistas “un movimiento social que podría durar más allá del verano y extenderse a los funcionarios de la educación y de la salud, donde los sindicatos han calificado de miserables las ofertas de aumentos salariales” (Infobae, 18/8).
 Felixstowe Dock and Railway Company es propiedad de CK Hutchison Holding Ltd., con sede en Hong Kong y que controla 52 puertos en todo el mundo, entre ellos, la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires donde mantiene un conflicto con el gobierno de los Fernández con una huelga de 800 trabajadores desde hace casi 2 años. El puerto de Felixstowe (ubicado en el este de Inglaterra) opera casi la mitad de la carga de contenedores que ingresa al país y la acción de los trabajadores portuarios podría significar que los barcos tengan que ser desviados a puertos en otros lugares del Reino Unido, con el consecuente aumento de los costos logísticos. 
 A la huelga de Felixstowe se podría sumar la huelga (ya votada) de los más de 500 operarios portuarios de los muelles de Liverpool en oposición a la oferta salarial del 7% de Mersey Docks and Harbour Company (MDHC). Si los estibadores en Felixstowe y Liverpool tomaran medidas de huelga de conjunto, alrededor del 60% del tráfico de contenedores de Gran Bretaña se vería afectado. 
 Distintos medios de Inglaterra informan que hay temores de que la huelga de los trabajadores pudiera afectar el suministro de alimentos y bebidas, productos minoristas y comerciales para la Navidad. 
 La disparada de precios en Inglaterra y en toda Europa son consecuencia de la guerra de la OTAN que ahora se extiende hacia Asia. El gobierno de Boris Johnson se despide con la mayor huelga de transportes desde 1989, que ha afectado también al sector del ferrocarril. La huelga de los portuarios se inscribe en una política de movilización y huelgas de la clase obrera en todo el mundo. 

 Lucas Benvenuto
 23/08/2022

jueves, 18 de agosto de 2022

Fuera el FBI de la Argentina


Una intromisión imperialista, gestionada por un funcionario K.

 Siguiendo un requerimiento de la justicia norteamericana, el juez Federico Villena ordenó la incautación del avión venezolano que está varado en el país desde comienzos de junio. Inmediatamente después de la resolución de Villena, agentes del FBI hicieron una inspección de la nave en Ezeiza, donde la misma quedará retenida, acompañados por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. 
 Asistimos a un acto vergonzoso de cipayismo del gobierno argentino. El viceministro de justicia Juan Martín Mena, ligado al kirchnerismo, es quien transmitió la requisitoria estadounidense a Villena. El gobierno actúa a pedido de Washington y el Mossad (los servicios secretos israelíes), en un proceso marcado por la arbitrariedad y la falta de pruebas, e ignorando el pedido venezolano de devolución de la aeronave. 
 En junio, arribó al país el avión de la firma venezolana Emtrasur como parte de un vuelo comercial que transportaba autopartes de una firma mexicana. Fue retenido, en medio de acusaciones de una posible vinculación de los tripulantes con acciones terroristas. Hasta hoy, los 19 integrantes del vuelo -iraníes y venezolanos- permanecen retenidos sin poder salir de la Argentina.
 La resolución del juez norteamericano Michael Harvey que ordena la incautación se basa en que la nave venezolana fue adquirida a la firma iraní Macan Air violando las leyes estadounidenses, que establecen que Washington debe autorizar antes ese tipo de operaciones, debido a las sanciones vigentes. Así como suena: Estados Unidos se arroga el derecho de supervisar y eventualmente vetar una operación comercial entre firmas de dos Estados soberanos. 
 En lugar de poner en tela de juicio las sanciones del imperialismo contra Venezuela e Irán, el gobierno argentino sigue el libreto norteamericano, permitiendo además que el FBI actúe a sus anchas en Ezeiza. 
 La tripulación, en tanto, permanece retenida desde junio. Pese al circo mediático, que vincula al piloto a la fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Islámica del Estado iraní y al Hezbollah de Líbano, la causa estaba empantanada en julio “ante la ausencia de datos claves que permitan confirmar la participación en actos de terrorismo internacional del piloto y los otros 18 tripulantes” (Infobae, 17/7). Los nombres de los tripulantes no están en ninguna base de datos sobre terrorismo global (ídem).
 El acto de cipayismo del gobierno y la justicia argentina se produce a pocos días del viaje del nuevo ministro Sergio Massa a Estados Unidos, donde se reunirá con el FMI, cuyas metas de ajuste el gobierno se apresta a cumplir.
 Rechazamos la incautación del avión venezolano y reclamamos su devolución a Caracas. Abajo las sanciones del imperialismo contra Cuba, Venezuela e Irán. 

 Gustavo Montenegro

miércoles, 17 de agosto de 2022

Bomba de tiempo en Kosovo


La reciente crisis a finales de julio entre las autoridades separatistas de Kosovo y el gobierno de Serbia es otra muestra del alcance mundial de la guerra en curso. 
 La chispa fue la iniciativa de las autoridades kosovares de desconocer los documentos oficiales emitidos por las instituciones serbias, tales como documentos de identidad, autos privados, etc. y poner una fecha límite para su reemplazo por documentos de emisión kosovar. Esto fue entendido como una provocación y un pretexto para perseguir y acosar a la población serbia, que es minoría en la región de Kosovo, donde los albaneses constituyen una mayoría.
 La crisis se disparó finalmente en la noche del 31 de julio, cuando las Fuerzas de Seguridad de Kosovo, la formación militar (como en Ucrania, también entrenada y equipada por la OTAN) que responde al gobierno kosovar, y la policía de Kosovo comenzaron a detener y confiscar autos de serbios residentes que mantenían patentes serbias. Al mismo tiempo, cuando estas fuerzas también se aprestaban a ingresar a diferentes pueblos serbios, fue respondido por las poblaciones con barricadas y enfrentamientos que dejaron algunos heridos y muertos. Por su parte, las unidades del ejército serbio se posicionaron cerca de la ´frontera´ con Kosovo, lo que llevó a que las unidades de la OTAN allí apostadas desde hace décadas declararan que estaban preparadas para enfrentar a los serbios (TRT World, 31/7). En la misma noche, el presidente nacionalista serbio, Vucic, anunció una solución temporal de compromiso que consta de un aplazamiento por parte del gobierno kosovar de la fecha límite de la imposición de nuevos documentos para el próximo 1 de septiembre. Más allá de esto, no hay solución o negociaciones en progreso que se conozcan de manera pública. 
 La relación de este episodio con la guerra en Ucrania es absoluta: Serbia es de los pocos países europeos que no adhieren al régimen de sanciones económicas contra Rusia y tampoco ha condenado la invasión. No es de sorprender, por lo tanto, que la Federación Rusa sea el único apoyo militar de Serbia, completamente rodeada de países de la OTAN (y, en el pasado, bombardeada por ella). Al comenzar la invasión rusa, el parlamento de Kosovo mandató al gobierno a comenzar el proceso formal para su integración a la OTAN (Reuters, 3/3). A principios de junio, estos vecinos que rodean a Serbia bloquearon una visita oficial de Lavrov negándole el paso por su espacio aéreo a un avión diplomático (Al Jazeera, 6/6).
 Parece claro que la OTAN planea hacer un uso oportuno de la crisis desatada a partir de la guerra en Ucrania para zanjar la cuestión de Kosovo por la vía de los hechos, a sabiendas de que está jugando con fuego sobre piso cubierto de pólvora. Una nueva guerra de Serbia contra el separatismo kosovar inevitablemente tendrá ramificaciones en países vecinos, que a su vez tienen regiones enteras donde la población serbia es mayoría, como Montenegro o Bosnia, y en algunos casos las tendencias separatistas están muy extendidas. Todas las contradicciones heredadas del proceso de despedazamiento de la vieja Yugoslavia volverán a volar por los aires. 

 Leib Erlej 
 17/08/2022

La OTAN extiende la guerra imperialista a Asia


No han pasado seis meses desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la guerra se ha extendido al sudeste de Asia y concretamente a China y su entorno geopolítico. En un caso como en el otro el escenario bélico ha sido construido en forma sistemática por parte de la OTAN, incluida la violación de compromisos y acuerdos internacionales. En el caso de Ucrania se trata de las promesas de neutralidad del país como contrapartida de la obtención de su independencia, enseguida después de la disolución de la Unión Soviética. De la formación inicial de la Comunidad de Estados Independientes, entre Ucrania, Bielorrusia y Rusia, se pasó a la presión para integrar a Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN, en un modelo similar al seguido con los Estados desprendidos de la ex Yugoslavia, donde también se anuncian guerras, como amenazan Serbia y Kosovo. La OTAN ha estado detrás de los golpes de Estado que voltearon a los gobiernos prorrusos y de la guerra ulterior contra las regiones que desafiaron estos resultados. Este desarrollo político quebró, contradictoriamente, la intención de Rusia de integrar ella misma la OTAN, su expulsión del llamado G-8 y, más adelante, ha llevado a la crisis terminal del G-20. La integración de los ex Estados ‘socialistas’ a la economía y la política mundiales perdió rápidamente su carácter ‘pacífico’, para adoptar ahora el de una guerra mundial en desarrollo. 
 Lo mismo ha ocurrido en los mares vecinos a China, donde se ha instalado la 7° Flota de Estados Unidos, acompañada, recientemente, por la firma de una alianza militar contra China entre Estados Unidos, Australia y Japón. El acuerdo Nixon-Mao, de 1972, que reconocía a Pekín como el único representante de China y le otorgaba el acceso al Consejo de Seguridad de la ONU, con derecho a veto, se ha convertido en un simple papel. Estados Unidos ha emprendido una acelerada militarización de Taiwán, a la que pretendió con anterioridad convertir en una cuña de la restauración capitalista de China, como ya lo había hecho con Hong Kong, una de las principales plazas financieras internacionales y fuente de financiamiento económico del territorio continental. La cadena de producción de semiconductores (chips), piezas fundamentales del proceso electrónico, arranca con el diseño en EE. UU., sigue con una fase de manufactura en Taiwán y culmina en la propia China. La industria más importante de China, Foxcom, que produce los componentes del iPhone de Apple, es de capitales taiwaneses. El núcleo principal de las cadenas de producción internacionales son las que ligan a China y Estados Unidos. El desarrollo de las escalas de valor añadido de la producción de China ha llevado a un conflicto irremediable con el capital internacional y con las potencias imperialistas. 
 La visita de la presidenta de la Cámara de Diputados de EE. UU., Nancy Pelosi, segunda en la sucesión presidencial, a Taiwán, en un avión de las fuerzas armadas norteamericanas, tuvo lugar a pesar de las advertencias de China a EE. UU. de que ella constituía una violación del reconocimiento del gobierno de Pekín como único representante de China, o sea, incluida Taiwán. El viaje se realizó a pesar de la oposición de un sector del gobierno norteamericano y de lo altos mandos, que entendieron que acercaba a China con Rusia en el marco de una guerra irresuelta en territorio europeo. El gobierno de Pekín ha rechazado la incorporación de Ucrania a la OTAN y las sanciones contra Rusia, pero ha evitado un choque abierto con Washington y la Unión Europea (aunque ha roto toda relación comercial con Lituania por facilitar las exportaciones a Taiwán por parte de capitales alemanes, desde su territorio). Con el propósito de Washington de llevar la guerra de Ucrania a Moscú, Biden advirtió a XI Jinping contra la continuidad de la alianza de China con Rusia y, en una instancia última, con proporcionar ayuda militar –aunque es Rusia, en realidad, la que provee armamento sofisticado a China-. El viaje de Pelosi ha mostrado la intención de un sector del “establishment” norteamericano de forzar a Pekín a abandonar su rol de mercado alternativo para el petróleo ruso y la utilización del yuan chino y el rublo ruso para esquivar las sanciones financieras contra Rusia. Ha dejado al desnudo, por implicancia, la intención de intensificar las acciones militares de la OTAN en Ucrania, cuyo ejército y fuerzas territoriales ya utilizan enteramente armamento de EE. UU., Gran Bretaña y Alemania, lo que derriba por completo la especie de que en Ucrania se esté librando un combate por la independencia nacional. Se trata de misiles de largo alcance, aviones de combate y de un creciente uso de la inteligencia artificial para detectar y destruir objetivos enemigos.
 La respuesta de China al viaje de Pelosi fue una exhibición de capacidad extraordinaria para bloquear el estrecho que separa a la isla del territorio continental, o sea, bloquear integralmente a Taiwán. China utilizó fuego real y disparó misiles en torno a la isla, con todas las características de un simulacro de invasión. Dejó planteada, por estos medios, la posibilidad de cortar el comercio internacional en una de las zonas más concurridas del mundo. Repitió esta operación varios días después, cuando una delegación de legisladores estadounidenses se trasladó a Taiwán, nuevamente en transporte militar. El vicealmirante de la 7° Flota, Karl Thomas, desaprobó la falta de respuesta militar de EE. UU. a las operaciones de China, caracterizando que se estaba aceptando una “nueva normalidad”. El desafío público a la conducta del alto mando militar norteamericano pone al descubierto el desarrollo de una crisis política inconfundible en el régimen político estadounidense.
 Estos enfrentamientos han expuesto una tendencia que ya se ha manifestado con la irrupción de la pandemia, que es la crisis en las cadenas de producción internacionales que marcaron el punto alto de la llamada ´globalización´. Se trata de una escalada de la guerra económica, porque convierte a las alianzas en enfrentamientos. Esto ocurre cuando la economía internacional transita por una nueva etapa de la crisis financiera, ocasionada por el sobreendeudamiento de Estados, de un lado, y empresas y bancos, del otro, en un marco de caída de la liquidez y el financiamiento internacionales. La exportación de capitales por parte de China, para superar el estrechamiento del mercado interno y contrarrestar la caída de la tasa de beneficio, ha sido acompañada por una política de bloques comerciales que acentúan el conflicto con Estados Unidos y la Unión Europea. Los acuerdos conocidos como la Ruta de la Seda buscan una salida para a las grandes constructoras, que atraviesan en China una crisis monumental. La constructora Evergrande, con una deuda impagable de 300.000 millones de dólares, no ha podido presentar un plan de reestructuración, lo que ha afectado a todo el mercado inmobiliario y a los bancos, y ha dejado un gigantesco stock de edificios y viviendas sin terminar. Las auditoras de la compañía están siendo acusadas de fraude contable. El PBI se ha estancado y se asiste a una salida creciente de capitales. De otro lado, se asiste a una cadena de defaults de los países involucrados en la Ruta de la Seda. El desarrollo del capitalismo en China enfrenta un enorme impasse. Se desarrolla una lucha despiadada por el reordenamiento económico mundial, que es como el capital busca contrarrestar su proceso de disolución.
 La guerra imperialista, en tanto explosión extrema de las contradicciones capitalistas, plantea objetivamente la creación de situaciones revolucionarias y contrarrevolucionarias. Ambas tendencias están presentes, en diverso grado y en diferentes países. Las rebeliones populares se conjugan con motines fascistas, como el asalto al Congreso norteamericano. De aquí la importancia de la caracterización de la guerra. Se da la curiosidad, entonces, de que la guerra imperialista es vista por el conjunto de la izquierda como una guerra antiimperialista. Un sector interpreta que se trata de la lucha por la independencia de Ucrania frente a la invasión rusa; el otro, que se trata de la independencia de Rusia, amenazada por la guerra de la OTAN. Trasladado a China, para unos es la justa lucha de ésta por la reunificación nacional, para otros es un asalto contra la autodeterminación de Taiwán. Cada uno de los bloques imperialistas estaría librando un combate por los derechos nacionales. 
De aquí que unos y otros levanten consignas nacionalistas, aunque de signo contrario. La frase “la guerra imperialista contra Rusia y China”, deja en el pincel la caracterización de la guerra que libran Rusia y China. Pero estas últimas, donde se ha impuesto la restauración capitalista, van a la guerra en defensa de las clases que han impuesto esa restauración, no en defensa de los trabajadores explotados por aquellas. En este sentido concreto, libran una guerra imperialista en sus propios términos. En el caso de Rusia es una guerra de sometimiento de Ucrania y un mayor sometimiento de los trabajadores de Rusia; de parte de China sería de sometimiento de Taiwán y el sometimiento mayor de la clase obrera de China. Sobre esta base, no se excluyen nuevos acuerdos con la propia OTAN. En este sentido, de nuevo, concreto, es una guerra imperialista mundial que apela como respuesta a la revolución socialista internacional. La guerra en curso no exime, de un modo u otro, a ninguna nación del planeta.

 Jorge Altamira 
 17/08/2022

martes, 16 de agosto de 2022

Salman Rushdie, el atentado y su instrumentación


Rushdie fue atacado cuando iba a dar una conferencia 

El atentado contra el escritor de origen indio Salman Rushdie, en una localidad del Estado de Nueva York, cuando se disponía a dar una conferencia, ha desatado una enorme repercusión en la literatura y la política internacional. 
 El autor de “Los versos satánicos”, una obra de 1988 que fue considerada como blasfema por el clero y los gobiernos de países musulmanes, quedó gravemente herido tras ser apuñalado por un joven norteamericano de origen libanés. En el momento de su publicación, una fatwa (edicto) del ayatollah Ruhollah Khomeini había instado a los fieles a “ejecutar al autor del libro, los editores y aquellos que conocen su contenido, con el objetivo de que nadie insulte a las santidades islámicas”. Incluso se ofreció una recompensa.
 El ataque y la persecución que ha sufrido Rushdie desde la aparición de su novela merecen la más enérgica condena por tratarse de una acción oscurantista y reaccionaria. Defendemos la más amplia libertad artística, incluyendo el derecho a la blasfemia, si fuera el caso.
 Hecha esta aclaración, hay que alertar el operativo que está en marcha por parte de sectores del imperialismo. El sitio informativo Vice News ha echado a correr la versión de que el atacante tuvo nexos con la Guardia Revolucionaria islámica de Irán, con el propósito de involucrar a ese Estado en los hechos. Lo hace sin pruebas, en base a un anónimo, que para peor es un funcionario de la Otan de un país europeo, es decir, de la alianza que invadió Afganistán en 2001. 
 Tanto el presidente estadounidense Joe Biden como el francés Emmanuel Macron han presentado la cuestión como una especie de combate entre los valores democráticos del mundo occidental y el “extremismo”. Nada más falso que esta afirmación. El imperialismo norteamericano y europeo es una fuente inagotable de invasiones de pueblos (Cuba, Panamá, Argelia, Libia, Somalia, el Sahel, Irak, Vietnam, etc.), sostenimiento de dictaduras (de Pinochet y Videla en la Argentina en los ‘70 a al Sisi en Egipto en la actualidad), y de recorte de las libertades democráticas en sus propios territorios. 
 Cuando se produjo el deleznable atentado contra la redacción de la revista Charlie Hebdo, en Francia, como represalia por publicar caricaturas de Mahoma, el Estado francés invocó la libertad de expresión para, acto seguido, desplazar el Ejército en la calles con el pretexto del terrorismo. Este incremento represivo lo sufrirían más adelante, por ejemplo, los Chalecos Amarillos. 
 Biden y Macron instrumentan el ataque contra Rushdie en función de la política reaccionaria en toda la línea del imperialismo. No puede haber confusiones sobre este punto.

 El escritor y su mundo 

Rushdie nació en 1947 en la India y vivió algunos años en la vecina Pakistán. Se licenció en artes e historia en la Universidad de Cambridge y en 1975 publicó su primera novela, “Grimus”, basada en un indígena americano que logra la inmortalidad.
 En 1981, abordó el período que va desde el fin de la etapa colonial en la India hasta el gobierno de Indira Gandhi en “Hijos de la medianoche”, a través de un telépata nacido la noche misma de la independencia. De gran éxito, Bollywood, el Hollywood indio, la llevó al cine en 2012.
 Su obra cultiva, según sus conocedores, el realismo mágico y la reelaboración de los clásicos (un interesante resumen de su bibliografía se puede consultar en “Imaginación, audacia y sensibilidad, en un recorrido por la obra de Salman Rushdie”, La Nación, 16/8). En 1999, en “El suelo bajo sus pies”, reversionó el mito de Orfeo y Eurídice. En 2020, publicó un “Quijote” que tiene como protagonista a un viajante farmacéutico. 
 En “Los versos satánicos” (1988), su obra de mayor repercusión, dos personajes de origen indio llegan a las costas británicas tras sobrevivir a un atentado aéreo, en épocas de Margaret Thatcher. En el capítulo 2, el profeta Mahound (un nombre con el que se designaba a Mahoma en la Edad Media) resulta engañado por el Diablo, en una trama en la que algunos consideran que se lo ridiculiza. 
 Además del edicto con la condena mortal, en alrededor de veinte países se prohibió el libro. El autor debió vivir oculto durante mucho tiempo. Ante la publicación del material en Estados Unidos, una protesta frente al Centro Cultural norteamericano en Islamabad, Pakistán, se saldó con cinco muertos como producto de la represión policial. 
 El autor se define como ateo. En una entrevista de 1989, señaló: “no creo en entidades sobrenaturales sean estas cristianas, judías, musulmanas o hindúes”.
 Las grandes potencias han tratado de tenerlo cerca. Fue distinguido por el gobierno francés y en 2008 nombrado caballero del Imperio Británico por la reina Isabel II. Actualmente reside en Estados Unidos. 

 Bumerán 

Si los detractores de Rushdie pretendían silenciar la obra, han logrado el efecto contrario. “Los versos satánicos” tuvo una extraordinaria difusión y, desde el atentado, el autor encabeza las ventas de libros. 
 Algunos intelectuales lo toman ahora como un estandarte. Bernard-Henri Lévy, filósofo francés, lanzó una campaña por el Nobel. La escritora Rosa Montero propone comprar sus libros como gesto de solidaridad.
 En los múltiples pronunciamientos del mundo artístico se mezcla desde una genuina defensa de la libertad de expresión y el ateísmo hasta la propaganda imperialista y la islamofobia. Habrá que saber separar la paja del trigo. 

 Gustavo Montenegro

lunes, 15 de agosto de 2022

Roger Waters contra Biden y la guerra imperialista


El músico y activista inglés Roger Waters, uno de los ex líderes de Pink Floyd, utilizó la pantalla de CNN y un seminario online realizado por la organización World Beyond War para denunciar el carácter imperialista de la guerra Estados Unidos/OTAN versus Rusia y el avance militar de EE. UU. contra China. 
 En el programa de Michael Smerconish que se emite por CNN, Waters dijo que Biden está "alimentando el fuego en Ucrania para empezar. Eso es un gran crimen”. Frente a la retórica pro establishment estadounidense y anti Rusia y China de Smerconish, Waters dijo que esta “guerra horrible y horrenda (...) se trata básicamente de la acción y reacción de la OTAN empujando hasta la frontera rusa". Cuando Smerconish presentó a los EE. UU. como "libertadores" históricos del mundo, Waters le respondió "ustedes no tienen ningún papel como libertadores". 
 En el seminario online de World Beyond War, Waters amplió su posición sobre la guerra en CNN y en su gira por América del Norte llamada This is Not a Drill, en la que Biden es mostrado como un criminal de guerra. Dijo: “Rusia ha sido designada como el nuevo enemigo principal del Imperio de EE. UU. que "está tratando de dominar el mundo" y "por eso tienen más de mil bases militares (...), por eso están tratando de ampliar la OTAN no solo a la frontera con Rusia sino también al Mar de China Meridional. Quieren que el Mar de China Meridional se convierta en parte de algo que nominalmente se llama Organización del Tratado del Atlántico Norte". Waters se ha convertido en uno de los activistas más destacados de la historia del rock. Con el lanzamiento hace 40 años de la película "Pink Floyd / The Wall", plasmó su poderosa visión artística y política de las atrocidades de la guerra imperialista y el capitalismo en descomposición, que bajo este régimen nunca dejó de tener vigencia.
 Waters lidera hace años el boicot a los shows de músicos del mainstream global en Israel, como respuesta a la brutal masacre del pueblo palestino en manos del sionismo. En medio del apoyo "a Ucrania" (es decir, a Estados Unidos y la OTAN) de la gran mayoría de músicos "politizados" famosos, las palabras de Waters son urgentes y necesarias. 

 Matias Melta 
 14/08/2022

El robo de riquezas por bancos occidentales


Muchas naciones se están dando cuenta de que no se pueden guardar riquezas en los bancos occidentales porque algunas de estas instituciones se han especializado en adueñarse y robar sus tesoros mediante cualquier excusa.

 Desde hace varias décadas estos hechos de latrocinio y rapiña se han sucedido continuamente en los que aparecen envueltos bancos de Estados Unidos y de Europa los cuales se han adueñado del capital soberano de otros países. 
 El hecho más reciente ocurrió cuando el pasado mes de julio el Tribunal Superior de Gran Bretaña falló a favor del autoproclamado presidente fantasma de Venezuela Juan Guaidó, para entregarle el oro que el gobierno de Caracas guarda desde hace años en el Banco de Inglaterra.
 La magistrada Sara Cockerill decidió, sin apego a las leyes jurídicas internacionales, que la Junta de Guaidó ganó un litigio interpuesto en esa instancia bajo la excusa de que las decisiones del Tribunal Supremo de Venezuela (que había dado la razón a Caracas) no son reconocidas por la justicia británica.
 El Banco Central de Venezuela (BCV) rechazó “el insólito pronunciamiento del tribunal británico que, una vez más, de forma subordinada a las decisiones de política exterior de la Corona británica, socava las legítimas potestades de administración de las reservas internacionales de la República Bolivariana de Venezuela”. 
 El documento del BCV puntualizó que dicha decisión judicial “violenta el Estado de Derecho Internacional y el orden constitucional y legal venezolanos al pretender desconocer las autoridades legítimas del ente emisor para justificar el entramado criminal que permita la apropiación indebida de las reservas internacionales de Venezuela”
 El presidente Nicolás Maduro denunció que el Reino Unido “roba de manera descarada el oro venezolano” y que “el mundo entero debe saber que no hay seguridad jurídica en Londres, ni en el Banco de Inglaterra”. 
 En el pasado reciente abundan los hechos de esa índole como explica una investigación de Sputnik. Hace 43 años, en 1979, cuando el triunfo de la revolución en la República Islámica de Irán, los activos de la nación persa fueron cortados por Washington, prohibió las importaciones de petróleo iraníes y congeló unos 11 000 millonesde dólares en activos — unos 35 350 millones de dólares en la actualidad, teniendo en cuenta la inflación. 
 Rompiendo cualquier regla internacional y con las mañas de una potencia imperial, un tribunal de Nueva York ordenó que esos activos iraníes se utilizaran para indemnizar a las víctimas del 11 de septiembre de 2001, sin que existiera ni el más mínimo indicio de que la República Islámica estuviera involucrada en los ataques terroristas. 
 Además, más de 15 000 millones de dólares de Teherán se destinaron en 2004 a la reconstrucción “fantasma” de Irak después de la invasión estadounidense. En esta última nación árabe desaparecieron de sus arcas miles de millones de dólares de las reservas del país. 
 Caso similar ocurrió con los 7 000 millones de dólares del Banco Central de Afganistán depositados en instituciones financieras estadounidenses. La Casa Blanca, en febrero de 2022 ordenó disponer de esos fondos para “ayudar” a las víctimas del 11 de septiembre. 
 En Libia, tras la invasión de la OTAN, con la anuencia plena de Estados Unidos, 13 000 millones de dólares fueron congelados en un banco belga y posteriormente desaparecieron, según señaló la revista belga Le Vif. 
 En esa misma línea, por una orden de la Corte Penal Internacional, más de 1 000 millones de euros de la nación árabe resultaron confiscados en Italia, mientras Washington realizaba una operación similar con 30 000 millones de dólares que se hallaban en bancos estadounidenses. 
 En instituciones británicas la cifra de activos libios de los que no se saben su paradero, asciende a 12 500 millones de dólares. 
 En el caso de Cuba, por el bloqueo económico, comercial y financiero, le fueron congelados desde 1963, más de 245 millones de dólares en bancos estadounidenses los cuales han ido despareciendo porque las distintas administraciones de esa nación les han entregado a miembros de la mafia cubanoamericana radicada en Miami mediante juicios espurios. 
 También se han frisado propiedades y cuentas bancarias pertenecientes al Estado, a entidades y a personas naturales cubanas, transferencias realizadas a Cuba por entidades y ciudadanos extranjeros, e incluso premios en metálico obtenidos por cubanos en concursos o eventos deportivos internacionales y herencias. 
 Pero si hasta 2021 Estados Unidos y Europa Occidental habían realizado esos timos contra naciones en desarrollo, ahora se han lanzado a Rusia, una potencia política, económica y militar. 
 Después de que Moscú lanzó la operación militar especial en Ucrania, con el objetivo de desmilitarizar y desnazificar al país vecino, Washington y sus aliados occidentales bloquearon activos rusos por unos 300 000 millones de dólares, cerca de la mitad de las reservas internacionales del gigante euroasiático. Ese dinero es el que han pagado durante años los países occidentales por las importaciones de gas ruso. 
 El ministro de Exteriores, Serguei Lavrov catalogó de “robo” esa acción y si se concreta, dijo, «sería la destrucción de la propia base de las relaciones internacionales y golpearían a los propios europeos, al sistema financiero y socavarían la confianza en Europa y en Occidente en general, porque es una arbitrariedad total parecida a la ley de la selva». 
 Y podríamos preguntarnos, ¿hasta cuándo se permitirá que sigan ocurriendo estos impunes desfalcos? No cabe la menor duda que se necesita un nuevo orden económico, financiero, jurídico, y sobre todo, moral que detenga esas arbitrariedades.

 Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Colombia: la reforma tributaria del “capitalismo progresista”


Los últimos anuncios de la gestión Petro han sido el proyecto reforma tributaria presentada en el Congreso y que ha sido definida como el eje central de su gestión para los primeros años de mandato.
 El objetivo central de esta reforma es recaudar 50 billones de pesos colombianos (11 mil millones de dólares) anuales en 2025. En el corto plazo, pretende alcanzar los 25 billones de pesos (5,5 mil millones de dólares) en la perspectiva de aplicar un programa de ayudas sociales. Actualmente, Colombia tiene un déficit del 8% del PBI -algo así como 80 billones de pesos-, en gran medida ocasionado por el déficit comercial que, en 2021, ascendió a $17.800 millones de dólares. Petro pretende financiar un severo ´ajuste´ con esos recursos, en un país donde la situación social es explosiva. Esto se manifestó hace apenas un año atrás, con una huelga general y una rebelión popular en plena pandemia. 
 La reforma tributaria fue el eje central de la reunión que mantuvo el ministro de Hacienda Ocampo con la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), en Cartagena. La presentó como “una contribución que nosotros tenemos que hacer a la paz social de Colombia” (El País, 11/08). Los empresarios se quejan de que el proyecto implica un incremento de 14 billones de pesos en impuestos. Sin embargo, la mayor presión fiscal para financiar programas sociales recaería sobre la empobrecida clase obrera colombiana, pues la mayor recaudación provendría de impuestos al consumo (alimentos ultraprocesados, gaseosas y bebidas azucaradas, nafta, gas natural y envasado, electricidad). Al mismo tiempo se pretende agregar impuestos a elementos envasados en paquetes de un solo uso, algo que afecta a todos los alimentos de la canasta básica. Las empresas trasladarían todo el coste extra a los consumidores finales, llegando a representar un incremento del 5 por ciento del precio del producto.
 Por último, el impuesto al carbono también será trasladado al consumidor, mientras que el proyecto de ley habilita a las empresas a descontar el impuesto al carbono del impuesto sobre la renta, por lo que las empresas pasarían a reducir sus costos de producción y obtendrían un beneficio extra de los consumidores. 
 Las familias colombianas verían crecer la presión fiscal sobre sus magros ingresos en provecho de una supuesta reforma tributaria que pretende “redistribuir el ingreso”. Los empresarios han demostrado una aprobación parcial al proyecto mediante una cotización a la baja del dólar durante la última semana. 

 Joaquín Antúnez
 13/08/2022

viernes, 12 de agosto de 2022

miércoles, 10 de agosto de 2022

Fuerza a Cuba y su pueblo


Cuba, la más grande las islas de las Antillas vive una tragedia de proporciones al explosionar, producto de una descarga eléctrica –un rayo según señalaron las autoridades cubanas- una serie de depósitos de petróleo con capacidad para 50 mil metros cúbicos cada uno, equivalente a 50 millones de litros, en la denominada Base de Supertanqueros en el área industrial de la ciudad de Matanzas al oriente de La Habana, capital de Cuba. 
 El incendio tuvo comienzo el pasado viernes 5 de agosto en uno de los ocho depósitos de crudo, propagándose posteriormente, debido al fuerte viento imperante, a otros dos depósitos. Hasta el cierre de este artículo los desaparecidos por la gigantesca explosión sumaban una veintena, junto a un centenar de heridos, quienes fueron trasladados, principalmente, al Hospital provincial Comandante Faustino Pérez según señalaron autoridades de la cartera de salud del gobierno cubano. La dirigencia política de la provincia de Matanzas, ordenó la evacuación masiva de las localidades aledañas a la base de supertanqueros -4.800 personas- de tal forma de evitar la intoxicación por el humo del incendio y los gases tóxicos derivados de los productos que están en combustión. Las acciones de combate también han consistido, en evitar la propagación del incendio y para ello helicópteros y avionetas especialmente acondicionadas, para combatir siniestros esparcen arena y el uso de agua, para así bloquear el avance de las llamas hacia otras zonas donde existe combustible almacenado. 
 Junto a los recursos propios, tanto humanos como técnicos, provenientes de la provincia de Matanzas e igualmente de la capital cubana, la autoridades políticas máximas del país, encabezadas por el presidente Miguel Díaz Canel ha estado en el lugar de los hechos para proporcionar asistencia inmediata a los heridos, buscar a los desaparecidos y atender las necesidades que han requerido, igualmente, la solicitud de apoyo técnico y ayuda internacional. «Se ha solicitado ayuda y asesoramiento a países amigos, con experiencias en el tema petrolero y ya se trazan estrategias para la recuperación» señaló a medios nacionales y prensa extranjera el mandatario cubano. Igualmente, Díaz Canel, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, aseguró que “ante el complejo e intenso siniestro al cual nos enfrentamos, debemos seguir reforzando la unidad en el trabajo, y la disposición y capacidad de victoria que nos caracteriza en la adversidad” 
 Al llamado cubano respondieron ya varios gobiernos como el de México, Venezuela, Rusia, principalmente, acompañados de expresiones de ayuda de los gobiernos de Nicaragua, Argentina, Chile (que está ultimando detalles para el envío de un avión con ayuda) y Estados Unidos, quienes han prometido apoyo tanto en ayuda humanitaria, material y técnica especializada. El gobierno mexicano presidido por Andrés Manuel López Obrador ha enviado una brigada especializada de la empresa estatal petróleos Mexicanos (PEMEX) Venezuela, por su parte, que tiene una industria petrolífera que ha contenido contra estas catástrofes anunció el envió de especialistas en sofocar este tipo de incendios y al mismo tiempo asegurar el control de la situación y de las instalaciones. Rusia hizo llegar un mensaje, no sólo de solidaridad, sino que requerimientos de tal forma de poder apoyar en forma efectiva (1)
 Cuba, a través de sus especialistas, entre ellos el teniente coronel Alexander Ávalos Jorge, segundo jefe del departamento nacional de extinción del cuerpo de bomberos de Cuba ha señalado que “se trata de un hecho del que no hay precedentes en la historia del país y que ha comprometido cuatro tanques de esa vital infraestructura. Trabajamos en forma preventiva, en la terminal 321, donde se realizan acciones defensivas para evitar la propagación del fuego hasta allí, donde hay productos claros – entre ellos gasolina – almacenados. Nuestros bomberos trabajan de conjunto con especialistas mexicanos y venezolanos, en la definición de nuevas estrategias que se han debido variar por la irregularidad en el comportamiento del siniestro “Ávalos Jorge ha informado que se está usando un tipo de espuma propia en este tipo de combate al fuego por combustibles “la extinción en este tipo de reservorio de combustible se calcula, trabaja y prepara. Primero –dijo– se realiza el enfriamiento en la estructura del tanque y, posteriormente, con la temperatura baja, se empieza a aplicar la espuma. Una vez aplicada en la parte superior del tanque, acotó, se asfixia el fuego hasta que se extinga el incendio” (2) Una labor arriesgada, compleja y que requiere paciencia y constancia. 
 En la ayuda efectiva que ha llegado a Cuba y en específico a la provincia de Matanzas reitero, por la importancia de esa ayuda y que se destaca es la del gobierno mexicano y de Venezuela. En programas de información de la Televisión Cubana se señaló que hasta el martes 9 de agosto, habían arribado al aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, de Matanzas, un total de 15 vuelos de ayuda solidaria; de los cuales 11 provenían de México y cuatro de con materiales tales como químicos, espuma, sistemas de mangueras y bombas de agua para el combate al siniestro. La situación en la Base de Supertanqueros ha afectado también el suministro de energía eléctrica de la cercana Central termoeléctrica Antonio Guiteras al quedarse sin suministro de agua cruda -no tratada- suficiente para mantenerse en operaciones lo que ha obligado a generar un sistema interconectado contras centrales en otras provincias del occidente cubano. 
 La tragedia en Matanzas se une a la vivida el 6 de mayo pasado en La Habana, cuando una explosión de gas atribuido a un camión cisterna que proporcionaba el combustible al histórico Hotel Saratoga, ubicado en el centro histórico de la capital cubana generó 45 muertos y un centenar de heridos. Gran parte de los fallecidos eran trabajadores que ultimaban detalles para su reinauguración. Tragedias que enlutan al pueblo cubano, siempre solidario y atento en ir en ayuda de aquellos que lo necesitan. Hoy, una Cuba con problemas de abastecimiento de combustible necesita recuperar pronto su capacidad de almacenamiento del crudo, tras la operación de sofocar este incendio de magnitudes colosales. Necesita el apoyo de aquellos que han recibido la cooperación de la mayor de Las Antillas cuando así se ha requerido. Fuerza matanzas se extiende a una Fuerza Cuba en general.

Pablo Jofré Leal | 10/08/2022

 1 https://www.telesurtv.net/news/paises-ayuda-gobierno-cubano-incendio-matanzas-20220806-0020.html 
2 https://www.granma.cu/incendio-supertanqueros/2022-08-09/no-hay-precedentes-en-la-historia-de-cuba-de-un-incendio-de-esta-magnitud-09-08-2022-01-08-40 Artículo para SegundoPaso ConoSur Pablo Jofré Leal | 10/08/2022

martes, 9 de agosto de 2022

China-Taiwán, el imperialismo agita las aguas


El viaje de Pelosi y las tensiones militares. 

 A una semana de la fugaz visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, China resolvió extender sus ejercicios militares en las aguas del Estrecho frente a lo que calificó como una provocación norteamericana. Beijing considera a la isla parte de su territorio. Hasta hoy, esos ejercicios han incluido el despliegue de buques de guerra, aviones y misiles muy cerca del territorio insular. De hecho, circulan fotos tomadas desde esos aviones y esos buques en que puede verse la costa taiwanesa.
 Por su parte, Taiwán también hizo su propia movilización militar, defendida por el imperialismo, y denunció un simulacro de invasión.

 Las tensiones 

El pico más alto de las tensiones en la zona coincide con la guerra en Ucrania y la reactivación de las tensiones entre Serbia y Kosovo, y entre Armenia y Azerbaiyán, mostrando el salto en las tendencias bélicas a escala global. Desde 1997 no pisaba la isla un funcionario norteamericano de tal nivel, con la salvedad de que entonces China era más débil que ahora. 
 Pelosi no ha dejado dudas del carácter de su vista. En un artículo suyo publicado por el Washington Post, afirma que “el mundo se enfrenta a una elección entre la autocracia y la democracia. Mientras Rusia libra su guerra premeditada e ilegal contra Ucrania, es esencial que Estados Unidos y nuestros aliados dejen en claro que nunca cederemos ante los autócratas” (reproducido por La Nación, 3/8). 
 Bajo la cobertura ideológica de la “democracia” y la libertad, las mismas banderas con las que devastó Irak y Afganistán, el imperialismo desenvuelve su operativo de colonización económica y dominación política del ex espacio soviético y de China.
 El director del Comité de asuntos Asiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Jorge Malena, inscribe el viaje de Pelosi como parte del desarrollo de una “Otan para Asia”, que tiene como jalones previos la conformación del Quad (el grupo integrado por Estados Unidos, Japón, Corea del Sur e India) y el Aukus (la alianza militar de Washington, Reino Unido y Australia que debutará con la construcción de submarinos nucleares para Canberra).
 La Casa Blanca viene alentando hace tiempo el desarrollo militar de sus socios en la región. En 2017, instaló un sistema antimisiles propio (Thaad) en Corea del Sur. A su vez, promovió el rearme de Japón por parte del difunto Shinzo Abe. Tokio, vale señalar, ha reforzado su presencia en la región de Okinawa, algunas de cuyas islas están extremadamente próximas a Taiwán. Tanto en Corea del Sur como en Japón, Estados Unidos tiene desplegados decenas de miles de efectivos. 
 Aunque Estados Unidos y China normalizaron relaciones diplomáticas en 1972 y Washington defiende de palabra el principio de una sola China, la Casa Blanca vende armas a Taiwán y está comprometida en su protección (aunque no en una eventual guerra con Beijing), según la política conocida como de “ambigüedad estratégica”. 
 Las relaciones entre Estados Unidos y Taiwán pegaron un salto a partir de 2016, en coincidencia con el estallido de la guerra comercial sino-norteamericana. Donald Trump sostuvo entonces la primera conversación telefónica entre un mandatario yanqui y uno taiwanés desde 1979. Ese mismo año ganó las elecciones en la isla el Partido Progresista Democrático (PPD), de Tsai Ing-wen, que tiene una línea más confrontativa con Beijing que el Kuomintang. En 2020, la mandataria fue reelegida. Y si bien moderó algunos de sus planteos conforme aumentó su responsabilidad institucional, sigue rechazando el llamado Consenso de 1992 que reconoce el principio de una sola China. 

 Divergencias 

El viaje de Pelosi no solo ha desatado la ira de Beijing sino también un debate dentro de los propios Estados Unidos. Tuvo su reflejo en la prensa. El columnista del New York Times, Thomas Friedman, se refiere a “un viaje de absoluta irresponsabilidad e inciertas consecuencias” (ídem). ¿Por qué? A su juicio, abre el riesgo de un nuevo foco de conflicto bélico que disperse las fuerzas estadounidenses, que deberían concentrarse –dice- en la ya complicada guerra en Ucrania. A su vez, entiende que el viaje tiende a emblocar a Rusia y China, estropeando los esfuerzos y presiones de la diplomacia yanqui por mantener al gigante asiático al margen de la conflagración en el este europeo. 
 Otros críticos han dicho que el viaje de Pelosi expone a los aliados norteamericanos en Asia al ataque de China y, en tal sentido, resiente un trabajo de acercamiento en la región, que tuvo una de sus expresiones en la reciente gira del presidente Joe Biden por el continente.
 La posibilidad de una visita de Pelosi a Taiwán había sido filtrada en julio por el Financial Times. En aquel momento, Biden dijo que los militares le habían dicho que no era una buena idea. Si Pelosi hizo efectivamente su viaje sin el aval presidencial, es un nuevo indicio de la debilidad del mandatario estadounidense. 
 Pero más de fondo, es una expresión de las divisiones que recorren al imperialismo respecto a la situación global. Esto ya se había visto en relación al propio conflicto en Ucrania, cuando Henry Kissinger pateó el tablero al afirmar que debería entablarse una negociación con Rusia, incluyendo potenciales concesiones territoriales para poner fin a una guerra que está haciendo estragos.
 A estas divergencias se añade ahora la “extrema desconfianza” que reinaría entre la Casa Blanca y el régimen ucraniano, según el columnista del New York Times ya citado. 

 Taiwán 

Las tensiones se reproducen al interior de Taiwán. La isla se enfrenta a un dilema, ya que tiene a China como principal socio comercial. Más del 40% de las exportaciones taiwanesas van a China, y Taiwán recibe el 22% de sus importaciones desde el continente. El intercambio ascendió en 2020 a 166 mil millones de dólares. El gigante asiático suministra tierras raras e insumos para la potente industria de los semiconductores. Incluso Taipei es un importante inversor en la China continental: las firmas nativas desembolsaron casi 200 mil millones de dólares entre 1991 y 2021 en proyectos chinos. El caso icónico es la Foxconn, multinacional taiwanesa que manufactura celulares para Apple, Samsung y consolas para Sony en el continente (DW, 7/8). 
 A la par de las maniobras militares, Beijing anunció que dejaba de proporcionar algunos insumos para la producción de chips, lo que llevó a la caída de las acciones de estas compañías. Y también impuso restricciones en las importaciones de frutas y pescado. 
 La Federación Nacional de Industrias de China, que agrupa a las cámaras patronales taiwanesas, hizo un llamado a la calma, llamando “a ambas orillas del estrecho a no juzgar erróneamente la situación” (La Nación, 6/8). 

 Guerra imperialista 

La crisis en Taiwán muestra las tendencias a la guerra, incluso una tercera guerra mundial, a las que conduce el capitalismo en su descomposición. A la guerra imperialista, le oponemos la unidad mundial de los trabajadores, contra los gobiernos capitalistas y los regímenes restauracionistas. 

 Gustavo Montenegro