La biografía de Otto René Castillo es la de un revolucionario. Era hijo de madre soltera y, al morir su abuelo, profesor universitario y diputado, la familia cae en la miseria. Su hermano José relata: “Nos acomodamos mi madre y los cinco hermanos en una sola habitación. Mi madre y Zoila trabajaron bordando sombreros de palma. Jorge y yo empezamos a trabajar para llevar dinero a la casa. Fuimos vendedores de golosinas en el cine Roma de Quetzaltenango” [1]. Luego, en la escuela pública secundaria perteneció a la agrupación Alianza de la Juventud Democrática que trabajaba con la “República Escolar Normalista”, una forma de autogobierno estudiantil durante la presidencia de Jacobo Arbenz, y “Era uno de los activistas más destacados del Partido Guatemalteco del Trabajo”. [2]
En 1954, el coronel Castillo Armas encabeza el golpe de Estado contra Arbenz -efectuado por la CIA, para proteger los intereses de la United Fruit Company-. Otto René se exilia en El Salvador. Allí, “Sus primeros poemas (...) y el premio Centroamericano de Poesía le abren las puertas a la colaboración con la prensa salvadoreña (...) Establece amistad con Roque Dalton”... [3], quien lo llamó siempre su maestro. Gana varios premios y, en especial, el de la Universidad de San Carlos de Guatemala con su gran poema "Vámonos patria a caminar".
En 1958 regresa a Guatemala, estudia Derecho y la Universidad de San Carlos le otorga una beca a cumplir en la República Democrática Alemana. Sigue germanística en la Universidad Karl Marx (Leipzig), pero en 1962 la abandona para ingresar en el grupo de cineastas Brigada Joris Ivens, que filmaba cortometrajes sobre la lucha armada de liberación de los pueblos latinoamericanos. Retorna a Guatemala en 1964 y dirige el teatro Experimental de la Municipalidad. En 1965 es capturado y enviado al exilio, pero las organizaciones revolucionarias lo nombran representante en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud en Argelia. Recorre Alemania, Austria, Hungría, Chipre y Cuba.
“Sabor a luto”…
En 1966 entra clandestinamente en Guatemala y se incorpora a las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) comandadas por César Montes. Como se niega a permanecer oculto en un refugio, parte hacia la Sierra de las Minas, donde combina la tarea militar con la preparación de obras de teatro que se representan ante los campesinos del área, para hacerles llegar el mensaje de la guerrilla. Dado que los guerrilleros eran jóvenes que carecían de sustento ideológico, se le había asignado también impartirles formación teórica marxista.
Tras un combate con el ejército es herido y capturado en Quebrada Seca, Zacapa, junto con Nora Paiz, combatiente guerrillera y el amor de su vida. Los condujeron a la base militar de Zacapa, donde fue torturado cruelmente por un oficial durante cinco días, cortándole partes de la piel con una hoja de afeitar atada a una caña, mientras se burlaba de él leyéndole trozos del poema "Vámonos patria a caminar". El 17 de marzo de 1967, Otto René Castillo fue quemado vivo, al igual que Nora Paiz y otros trece colaboradores de la insurgencia. Lo había dicho en “Sabor a luto”: “Si escribes un poema/ puede que mañana/ te sirva de epitafio”.
Memoria, Verdad y Justicia
2011: Álvaro Colom, el presidente de Guatemala, pide perdón a la familia por el brutal y salvaje asesinato y su hijo, Patrice, responde: …"el perdón estará completo cuando el gobierno informe dónde están los restos de (mi) padre y quién fue el responsable de las torturas y ejecución del poeta".
¡Hay que abrir todos los archivos de las dictaduras militares de Latinoamérica! ¡Juicio y castigo a los culpables! Solo así podremos caminar junto a tu patria guatemalteca, Otto René Castillo, mientras debatimos sobre los métodos para hacer la revolución, eso es lo que nos debemos.
Vámonos patria a caminar
Vámonos patria a caminar, yo te acompaño. / Yo bajaré los abismos que me digas. / Yo beberé tus cálices amargos./ Yo me quedaré ciego para que tengas ojos. / Yo me quedaré sin voz para que tú cantes. / Yo he de morir para que tú no mueras, / para que emerja tu rostro flameando al horizonte de cada flor que nazca de mis huesos. / Tiene que ser así, indiscutiblemente. / Ya me cansé de llevar tus lágrimas conmigo. / Ahora quiero caminar contigo, relampagueante. / Acompañarte en tu jornada, porque soy un hombre / del pueblo, nacido en octubre para la faz del mundo. / Ay, patria, a los coroneles que orinan tus muros / tenemos que arrancarlos de raíces, / colgarlos de un árbol de rocío agudo, / violento de cóleras de pueblo. / Por ello pido que caminemos juntos. Siempre con los campesinos agrarios / y los obreros sindicales, / con el que tenga un corazón para quererte. / Vámonos patria a caminar, yo te acompaño.
Otto René Castillo
Eugenia Cabral
17/03/2022
Notas
[1] Castillo Cabrera, Lorena. "Otto René Castillo, su vida, su obra. Biografía y Antología de Poemas". Universidad de San Carlos de Guatemala.
[2] Idem
[3] Idem
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